boletín eclesiástico - obispado castrense de argentina semanas, la fiesta de la cosecha, ......
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BOLETÍN N.º 147 :: MAYO - JUNIO 2009 ::
Boletín EclesiásticoObispado Castrense de Argentina
Índice del Boletín Oficial
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La Iglesia en la Argentina
Santa Sede
¡ El Poder de lo Alto !
Obispado Castrense de Argentina
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Viaje apostólico a Camerún y a Angola
Bendición Urbi et Orbi
Intenciones del Santo Padre
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181921
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Visita Ad Limina
Plan de Formación Litúrgica a Distancia
Nueva circunscripción eclesiástica
Jornada de Formación Permanente del Clero Castrense
Ordenaciones diaconales
Convivencia de los seminaristas
Reunión General del Clero Castrense
Informe Chipre N.º 2
Acto conmemorativo de la gesta de Malvinas
Fechas para Recordar y Celebrar
Aniversarios de ordenaciones sacerdotales
Movimientos de la Curia
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ADMINISTRADOR DIOCESANO SEDE VACANTEMons. Pedro Candia
SECRETARIO GENERAL Y CANCILLERDr. Carlos Alberto González
ASESOR ECLESIÁSTICOMons. Mario Liborio De Leone
ECÓNOMO Y ADMINISTRADORContador Fernando G. Ciaschini
COORDINADORA ADMINISTRATIVADra. María Cecilia Chapoval
SECRETARÍA DE CURIADr. Leonardo FerracutiDra. Verónica Irina Sorsaia GonzálezDr. Francisco Luciano Tufankchi
OBISPO EMÉRITOMons. Antonio Juan Baseotto C.Ss.RCorreo electrónico: [email protected] María Madre de la IglesiaQuintana 5777 (1653) Villa Ballester(011) 4767-4864
Página web
MIEMBROS DE LA CURIA
Héctor Hugo Díaz
Encargado MilitarSuboficial My. “VGM” (E.A.)
Oscar Alfredo Urrutia
Suboficial My. (E.A.)
Jorge Daniel Ali
Suboficial Pr. (E.A.)
César Silva
Suboficial Pr. (E.A.)
Raúl Belisario Aredes
Sargento 1.º (E.A.)
Ramiro Martínez
Sargento (E.A.)
Damián Bartilone
Soldado Voluntario (E.A.)
Darío Torres
Agente Civil (E.A.)
Rubén Amarilla
Suboficial 1.º (ARA)
Ángel Lugo
Cabo Pr. “VGM” (ARA)
Martín Mangini
Cabo Pr. (ARA)
Omar Monzón
Cabo 1.º (ARA)
Enrique Grunevalt
Sargento 1.º (G.N.)
Horacio González
Cabo 1.º (G.N.)
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EL PODER DE LO ALTO
¡El Poder de lo Alto!
El relato de Hechos de los Apóstoles comienza diciendo: «Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar». De estas palabras, deducimos que Pentecostés preexistía... a Pentecostés. En otras palabras: había ya una fiesta de Pentecostés en el judaísmo, y fue durante tal fiesta que descendió el Espíritu Santo. No se entiende el Pentecostés cristiano sin tener en cuenta el Pentecostés judío que lo preparó. En el Antiguo Testamento, ha habido dos interpretaciones de la fiesta de Pentecostés. Al principio, era la fiesta de las siete semanas, la fiesta de la cosecha, cuando se ofrecía a Dios la primicia del trigo; pero sucesivamente, y ciertamente en tiempos de Jesús, la fiesta se había enriquecido de un nuevo significado: era la fiesta de la entrega de la ley en el monte Sinaí y de la alianza.
Si el Espíritu Santo viene sobre la Iglesia precisamente el día en que en Israel se celebraba la fiesta de la ley y de la alianza es para indicar que el Espíritu Santo es la ley nueva, la ley espiritual que sella la nueva y eterna alianza. Una ley escrita ya no sobre tablas de piedra, sino en tablas de carne, que son los corazones de los hombres. Estas consideraciones suscitan de inmediato un interrogante: ¿vivimos bajo la antigua ley o bajo la ley nueva? ¿Cumplimos nuestros deberes religiosos por constricción, por temor y por acostumbramiento o en cambio por convicción íntima y casi por atracción? ¿Sentimos a Dios como padre o como patrón?
Todos hemos visto en alguna ocasión la escena de un coche averiado: dentro está el conductor y detrás una o dos personas empujando fatigosamente el vehículo, intentando inútilmente darle la velocidad necesaria para que arranque. Se detienen, se secan el sudor, vuelven a empujar... Y de repente, un ruido, el motor se pone en marcha, el coche avanza y los que lo empujaban se yerguen con un suspiro de alivio. Es una imagen de lo que ocurre en la vida cristiana. Se camina a fuerza de impulsos, con fatiga, sin grandes progresos. Y pensar que tenemos a disposición un motor potentísimo («¡el poder de lo alto!») que espera sólo que se le ponga en marcha. La fiesta de Pentecostés debería ayudarnos a descubrir este motor y cómo ponerlo en movimiento.
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EL PODER DE LO ALTO
Concluyo con una historia. A principios del siglo XX, una familia del sur de Italia emigra a los Estados Unidos. Como carecen de suficiente dinero para pagar las comidas en el restaurante, llevan consigo vianda para el viaje: pan y queso.
Con el paso de los días y de las semanas, el pan se endurece y el queso enmohece; en cierto momento, el hijo no lo aguanta más y no hace más que llorar. Entonces, sus padres sacan la poca calderilla que les queda y se la dan para que disfrute de una buena comida en el restaurante. El hijo va, come y vuelve a sus padres bañado en lágrimas. «¿Cómo? Hemos gastado todo para pagarte un almuerzo, ¿y sigues llorando?». «Lloro porque he descubierto que una comida al día en el restaurante estaba incluida en el precio, ¡y hemos pasado todo el tiempo a pan y queso!». Muchos cristianos realizan la travesía de la vida «a pan y queso», sin alegría, sin entusiasmo, cuando podrían, espiritualmente hablando, disfrutar cada día de todo «bien de Dios», todo «incluido en el precio» de ser cristianos.
El secreto para experimentar aquello que Juan XXI I I l lamaba «un nuevo Pentecostés» se llama oración. ¡Es ahí donde se prende la «chispa» que enciende el motor! Jesús ha prometido que el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan (Lc 11, 13). Entonces, ¡pedir! La liturgia de Pentecostés nos ofrece magníficas expresiones para hacerlo: «Ven, Espíritu Santo... Ven, Padre de los pobres; ven, dador de los dones; ven, luz de los corazones. En el esfuerzo, descanso; refugio en las horas de fuego; consuelo en el llanto. ¡Ven Espíritu Santo!».
(Homilía del R. P. Raniero Cantalamessa, ofmcap, en el Domingo de Pentecostés de 2008Traducción del original italiano por Marta Lago).
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SANTA SEDE
El martes 17 de marzo, Benedicto XVI inició su viaje apostólico al África, visitando hasta el 23 del mismo mes, Camerún y Angola.
Arribó al aeropuerto internacional Nsimalen di Yaundé (Camerún), donde luego de la ceremonia de bienvenida dirigió sus palabras a los fieles presentes.
En los días siguientes, celebró la Santa Misa en la Capilla de la Nunciatura Apostólica de Yaundé, se entrevistó con el Presidente de la República, con cardenales y obispos de Camerún, Angola y Santo Tomé, sacerdotes, religiosos y religiosas, diáconos, movimientos eclesiales y representantes de otras confesiones cristianas del país, como de los representantes de la comunidad musulmana de Camerún.
En cada una de las oportunidades, el Santo Padre dirigió sus palabras a los presentes en discursos y mensajes. Destacamos aquí la homilía de Su Santidad en ocasión de la publicación del “Instrumentum Laboris” de la II Asamblea especial para África del Sínodo de los Obispos.
Viaje apostólico a Camerún y a Angola
“... Hijas e hijos de África, no tengáis miedo de creer, de esperar y de amar, no tengáis miedo de decir a Jesús que es el Camino, la Verdad y la Vida, y que sólo por Él podemos ser salvados. San Pablo es el autor inspirado que el Espíritu Santo ha dado a la Iglesia para ser el «maestro de todas las naciones» (1 Tm 2,7), cuando nos dice que Abrahán «esperando contra toda esperanza, creyó que sería padre de muchos pueblos, según le había sido prometido: Así será tu descendencia» (Rm 4,18).
«Esperando contra toda esperanza», ¿no es una magnífica definición del cristiano? África está llamada a la esperanza a través de vosotros y en vosotros. Con Jesucristo, que ha pisado la tierra africana, África puede llegar a ser el continente de la esperanza. Todos nosotros somos miembros de los pueblos que Dios ha dado como descendencia a Abrahán. Cada una y cada uno de nosotros ha sido pensado, querido y amado por Dios. Todos y cada uno de nosotros tiene su papel en el plan de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
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SANTA SEDE
Si os asalta el desánimo, pensad en la fe de José; si os invade la inquietud, pensad en la esperanza de José, descendiente de Abrahán, que esperaba contra toda esperanza; si la desgana o el odio os embarga, pensad en el amor de José, que fue el primer hombre que descubrió el rostro humano de Dios en la persona del Niño, concebido por obra del Espíritu Santo en el seno de la Virgen María. Bendigamos a Cristo por haberse hecho tan cercano a nosotros y démosle gracias por habernos dado a José como ejemplo y modelo de amor a Él.
Queridos hermanos y hermanas, de nuevo os digo de corazón: como José, no tengáis reparo en llevaros a María con vosotros, es decir, no tengáis reparo en amar a la Iglesia. María, madre de la Iglesia, os enseñará a seguir a sus pastores, a amar a vuestros obispos, a vuestros sacerdotes, a vuestros diáconos y a vuestros catequistas, a cumplir lo que os enseñan y a rezar por sus intenciones. Los que estáis casados, mirad el amor de José a María y a Jesús; los que os preparáis al matrimonio, respetad a vuestro futuro cónyuge como hizo José; los que os habéis consagrado a Dios en el celibato, pensad en la enseñanza de la Iglesia, nuestra Madre: «La virginidad y el celibato por el Reino de Dios no sólo no contradicen la dignidad del matrimonio, sino que la
presuponen y la confirman. El matrimonio y la virginidad son dos modos de expresar y de vivir el único misterio de la Alianza de Dios con su pueblo (Redemptoris custos, 20).
Finalmente, a todos los jóvenes que estáis aquí, os dirijo palabras de amistad y de ánimo: ante las dificultades de la vida, sed valientes. Vuestra vida tiene un valor infinito a los ojos de Dios. Dejaos cautivar por Cristo, entregadle gustosamente vuestro amor y, ¿por qué no?, ofrecedle vuestra propia vida en el sacerdocio o la vida consagrada. Es el servicio más grande. A los hijos huérfanos de padre o que viven abandonados en la miseria de la calle, a los que han sido separados violentamente de sus padres, maltratados y sometidos a abusos, y reclutados por la fuerza en ciertos grupos militares que asolan algunos países, quisiera decirles: Dios os ama, no os olvida, y San José os protege. Invocadle con confianza.
Que Dios os bendiga y os guarde a todos. Que os conceda la gracia de ir hacia Él con fidelidad. Que dé a vuestras vidas la estabilidad para alcanzar el fruto que Él espera de vosotros. Que os haga testigos de su amor, aquí, en Camerún, y hasta los confines de la tierra. Le pido fervientemente que os haga gustar la alegría de pertenecerle, ahora y por los siglos de los siglos. Amén.
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SANTA SEDE
«Queridos hermanos y hermanas de Roma y del mundo entero: A todos vosotros dirijo de corazón la felicitación pascual con las palabras de San Agustín: “Resurrectio Domini, spes nostra”, “la resurrección del Señor es nuestra esperanza” (Sermón 261,1). Con esta afirmación, el gran Obispo explicaba a sus fieles que Jesús resucitó para que nosotros, aunque destinados a la muerte, no desesperáramos pensando que, con la muerte, se acaba totalmente la vida; Cristo ha resucitado para darnos la esperanza (cf. ibíd.).
«En efecto, una de las preguntas que más angustian la existencia del hombre es precisamente ésta: ¿qué hay después de la muerte? Esta solemnidad nos permite responder a este enigma afirmando que la muerte no tiene la última palabra, porque al final es la Vida la que triunfa. Nuestra certeza no se basa en simples razonamientos humanos, sino en un dato histórico de fe: Jesucristo, crucificado y sepultado, ha resucitado con su cuerpo glorioso. Jesús ha resucitado para que también nosotros, creyendo en Él, podamos tener la vida eterna. Este anuncio está en el corazón del mensaje evangélico. San Pablo lo afirma con fuerza: “Si Cristo no ha resucitado, nuestra predicación carece de sentido y vuestra fe lo mismo”. Y añade: “Si nuestra esperanza en Cristo acaba con esta vida, somos los hombres más desgraciados” (1 Co 15,14.19). Desde la aurora de Pascua, una nueva primavera de esperanza llena el mundo; desde aquel día, nuestra resurrección ya ha comenzado, porque la Pascua no marca simplemente un momento de la historia, sino el inicio de una condición nueva: Jesús ha resucitado no porque su recuerdo permanezca vivo en el corazón de sus discípulos, sino porque Él mismo vive en nosotros y en Él ya podemos gustar la alegría de la vida eterna.
«Por tanto, la resurrección no es una teoría, sino una realidad histórica revelada por el Hombre
Jesucristo mediante su “pascua”, su “paso”, que ha abierto una “nueva vía” entre la tierra y el Cielo (cf. Hb 10,20). No es un mito ni un sueño, no es una visión ni una utopía, no es una fábula, sino un acontecimiento único e irrepetible: Jesús de Nazaret, hijo de María, que en el crepúsculo del Viernes fue bajado de la cruz y sepultado, ha salido vencedor de la tumba. En efecto, al amanecer del primer día después del sábado, Pedro y Juan hallaron la tumba vacía. Magdalena y las otras mujeres encontraron a Jesús resucitado; lo reconocieron también los dos discípulos de Emaús en la fracción del pan; el Resucitado se apareció a los Apóstoles aquella tarde en el Cenáculo y luego a otros muchos discípulos en Galilea.
«El anuncio de la resurrección del Señor ilumina las zonas oscuras del mundo en que vivimos. Me refiero particularmente al materialismo y al nihilismo, a esa visión del mundo que no logra transcender lo que es constatable experimentalmente, y se abate desconsolada en un sentimiento de la nada, que sería la meta definitiva de la existencia humana. En efecto, si Cristo no hubiera resucitado, el “vacío” acabaría ganando. Si quitamos a Cristo y su resurrección, no hay salida para el hombre, y toda su esperanza sería ilusoria. Pero, precisamente hoy, irrumpe con fuerza el anuncio de la resurrección del Señor, que responde la pregunta recurrente de los escépticos, referida también por el libro del Eclesiastés: “¿Acaso hay algo de lo que se pueda decir: ‘Mira, esto es nuevo?’” (Qo 1,10). Sí, contestamos: todo se ha renovado en la mañana de Pascua. “Mors et vita / duello conflixere mirando: dux vitae mortuus / regnat vivus” - Lucharon vida y muerte / en singular batalla / y, muerto el que es Vida, / triunfante se levanta. Ésta es la novedad. Una novedad que cambia la existencia de quien la acoge, como sucedió a lo santos. Así, por ejemplo, le ocurrió a San Pablo.
En ocasión de la Pascua 2009, Benedicto XVI nos dirigió a los fieles su tradicional mensaje Urbi et Orbi, que en esta oportunidad compartimos con nuestros lectores haciendo llegar las palabras del Santo Padre a su rebaño, a fin de que sus dichos nos ayuden a transitar con fortaleza y esperanza el camino de nuestra vida.
Bendición Urbi et Orbi
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SANTA SEDE
«En el contexto del Año Paulino, hemos tenido ocasión muchas veces de meditar sobre la experiencia del gran Apóstol. Saulo de Tarso, el perseguidor encarnizado de los cristianos, encontró a Cristo resuci tado en e l camino de Damasco y fue “conquistado” por Él. El resto lo sabemos. A Pablo le sucedió lo que más tarde él escribirá a los cristianos de Corinto: “El que vive con Cristo, es una criatura nueva; lo viejo ha pasado, ha llegado lo nuevo” (2 Co 5,17). Fijémonos en este gran evangelizador, que con el entusiasmo audaz de su acción apostólica, llevó el Evangelio a muchos pueblos del mundo de entonces.
«Que su enseñanza y ejemplo nos impulsen a buscar al Señor Jesús. Nos animen a confiar en Él, porque ahora el sentido de la nada, que tiende a intoxicar la humanidad, ha sido vencido por la luz y la esperanza que surgen de la resurrección. Ahora son verdaderas y reales las palabras del Salmo: “Ni la tiniebla es oscura para ti / la noche es clara como el día” (139[138],12). Ya no es la nada la que envuelve todo, sino la presencia amorosa de Dios. Más aún, hasta el reino mismo de la muerte ha sido liberado, porque también al “abismo” ha llegado el Verbo de la vida, aventado por el soplo del Espíritu (v. 8).
«Si es verdad que la muerte ya no tiene poder sobre el hombre y el mundo, sin embargo quedan todavía muchos, demasiados signos de su antiguo dominio. Si, por la Pascua, Cristo ha extirpado la raíz del mal, necesita, no obstante, hombres y mujeres que lo ayuden siempre y en todo lugar a afianzar su victoria con sus mismas armas: las armas de la justicia y de la verdad, de la misericordia, del perdón y del amor. Éste es el mensaje que, con ocasión del reciente viaje apostólico a Camerún y a Angola, he querido llevar a todo el continente africano, que me ha recibido con gran entusiasmo y dispuesto a escuchar. En efecto, África sufre enormemente por conflictos crueles e interminables, a menudo olvidados, que laceran y ensangrientan varias de sus Naciones, y por el número cada vez mayor de sus hijos e hijas que acaban siendo víctimas del hambre, la pobreza y la enfermedad.
El mismo mensaje repetiré con fuerza en Tierra Santa, donde tendré la alegría de ir dentro de algunas semanas. La difícil, pero indispensable reconciliación, que es premisa para un futuro de seguridad común y de pacífica convivencia, no se hará realidad sino por los esfuerzos renovados, perseverantes y sinceros para la solución del conflicto israelí - palestino.
«Luego, desde Tierra Santa, la mirada se ampliará a los países limítrofes, al Medio Oriente, al mundo entero. En un tiempo de carestía global de alimentos, de desbarajuste financiero, de pobrezas antiguas y nuevas, de cambios climáticos preocupantes, de violencias y de miserias que obligan a muchos a abandonar su tierra buscando una supervivencia menos incierta, de terrorismo siempre amenazante, de miedos crecientes ante un porvenir problemático, es urgente descubrir nuevamente perspectivas capaces de devolver la esperanza. Que nadie se arredre en esta batalla pacífica comenzada con la Pascua de Cristo, el cual, lo repito, busca hombres y mujeres que lo ayuden a afianzar su victoria con sus mismas armas, las de la justicia y de la verdad, la misericordia, el perdón y el amor.
«Resurrectio Domini, spes nostra. La resurrección de Cristo es nuestra esperanza. La Iglesia proclama hoy esto con alegría: anuncia la esperanza, que Dios ha hecho firme e invencible resucitando a Jesucristo de entre los muertos; comunica la esperanza que lleva en el corazón y quiere compartir con todos, en cualquier lugar, especialmente allí donde los cristianos sufren persecución a causa de su fe y de su compromiso por la justicia y la paz; invoca la esperanza capaz de avivar el deseo del bien, también y sobre todo cuando cuesta. Hoy la Iglesia canta “el día en que actuó el Señor” e invita al gozo. Hoy la Iglesia ora, invoca a María, Estrella de la Esperanza, para que conduzca a la humanidad hacia el puerto seguro de la salvación, que es el corazón de Cristo, la Víctima pascual, el Cordero que “ha redimido al mundo”, el Inocente que nos “ha reconciliado a nosotros, pecadores, con el Padre”. A Él, Rey victorioso, a Él, crucificado y resucitado, gritamos con alegría nuestro Alleluia.»
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SANTA SEDE
Intenciones del Santo Padrepara nuestras oraciones de los meses de:
14 de junio
SOLEMNIDAD SANTÍSIMOS CUERPO y SANGRE DE CRISTO
MAYO:Intención general: Para que los laicos y las comunidades cristianas se
responsabilicen de la promoción de las vocaciones sacerdotales y religiosas. Intención misionera: Para que las Iglesias católicas de reciente fundación,
agradecidas al Señor por el don de la fe, estén dispuestas a participar en la misión universal de la iglesia ofreciendo su disponibilidad a predicar el Evangelio en todo el mundo.
JUNIO:Intención general: Para que la atención internacional a las naciones más
pobres suscite una ayuda concreta, en especial para aliviarlas del abrumante peso de la deuda externa.
Intención misionera: Para que las Iglesias particulares que trabajan en las regiones azotadas por la violencia sean sostenidas por el amor y la cercanía concreta de todos los católicos del mundo.
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LA IGLESIA EN ARGENTINA
Del 9 al 21 de marzo, se llevó a cabo la visita Ad Limina del primer grupo de 30 obispos argentinos ante Su Santidad en la ciudad del Vaticano. En esta ocasión, S.E.R. Cardenal Jorge Mario Bergoglio, Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, emitió un mensaje al Papa, que transcribimos a continuación.
«Santidad: Este primer grupo de Obispos Argentinos con gozo viene a su “Visita Ad Limina”. Gracias por recibirnos, escuchar nuestras inquietudes y problemas, compartir nuestros proyectos pastorales y –sobre todo– gracias por confirmarnos en la fe y en el servicio pastoral.
«Nuestra patria es grande en extensión y en corazón. Posee un rico patrimonio cultural y espiritual. Tiene un alma creyente. En nombre de los fieles de nuestras Diócesis, le expresamos los sentimientos de respeto y amor filial como asimismo la gratitud por su magisterio que afirma nuestra fe y nuestra pertenencia a la Iglesia. Nos estamos preparando para celebrar el bicentenario de nuestra independencia (2010-2016) y queremos que esta fecha sea ocasión de renovación espiritual y fortalecimiento de nuestro patrimonio cultural y católico.
«En nuestra acción pastoral, procuramos seguir los lineamientos “Navega mar adentro” elaborados por la Conferencia Episcopal y aprobados en la Asamblea del 31 de mayo de 2003 y también los del Documento de la 5.ª Conferencia del Episcopado Latinoamericano en Aparecida. “Con oído atento y sensibilidad pastoral, queremos mirar desde la fe la compleja realidad del mundo que nos toca vivir para discernir los signos de los tiempos como reclamos de evangelización” (NMA, 21).
«Somos conscientes de que el drama de nuestro tiempo es la ruptura entre Evangelio y cultura. Las familias, las instituciones y la sociedad en general no encuentran nuevos cauces para sostenerse y creer. En nuestro país, la pérdida de los valores que fundan la identidad como pueblo nos sitúa ante el riesgo de la descomposición del tejido social (cfr. NMA 24-25).
«El desafío radical que hemos de asumir en Argentina es precisamente esta profunda crisis de valores de la cultura en la que toman fuerza otros graves problemas: el escándalo de la pobreza y la exclusión social, la crisis del matrimonio y la familia, la necesidad de mayor comunión. En la raíz misma del estado actual de la sociedad, percibimos la fragmentación que cuestiona y debilita los vínculos del hombre con Dios, con la familia, con la sociedad y con la Iglesia (cfr. NMA 23).
«Sin embargo, con la esperanza que nos infunde el Espíritu Santo, vemos en esta crisis una ocasión providencial para escuchar la llamada de Jesús a crecer como Nación. A pesar del desgaste social, en nuestra patria subsisten reservas de valores fundamentales: la lucha por la vida desde la concepción hasta la muerte natural, la defensa de la dignidad humana, el aprecio por la libertad, la constancia y preocupación por los reclamos ante la justicia, el esfuerzo por educar bien a los hijos, el aprecio por la familia, la amistad y los afectos, el sentido de la fiesta y el ingenio popular que no baja los brazos para resolver solidariamente situaciones difíciles en la vida cotidiana (cfr. NMA, 28). Todos estos son signos de esperanza que nos alientan al anuncio de Jesucristo, a la búsqueda de nuevos modos en la transmisión de la fe, transmisión tan vapuleada y hasta resquebrajada por las crisis arriba descriptas. Nuestro pueblo ama a la Virgen María y la venera en sus múltiples advocaciones, peregrina a sus santuarios, reza el Rosario y habitualmente lleva al cuello una medalla con su imagen. Nuestras Iglesias particulares se sienten llamadas a renovarse en el camino de la santidad comunitaria y misionera que anime la actividad pastoral ordinaria en forma más creativa y orgánica. (cfr. NMA 81). Queremos que nuestras Iglesias particulares sean casa y escuela de comunión y promover una espiritualidad de comunión entre nosotros obispos y con nuestros fieles (cfr. NMA 83-84) que nos haga crecer en el sentido de pertenencia a la Iglesia universal.
«Santo Padre, con estas reflexiones y sentimientos nos acercamos hoy, filial y fraternalmente, y una vez más le pedimos a V. S. que nos confirme en la fe y en el servicio al santo pueblo fiel de Dios.»
Visita Ad Limina
Ciudad del Vaticano, 14 de marzo de 2009Card. Jorge Mario Bergoglio s.j.
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LA IGLESIA EN ARGENTINA
«Queridos Hermanos en el Episcopado:
«1. Es para mí un motivo de profunda alegría daros la bienvenida a este encuentro con el Sucesor de Pedro y Cabeza del Colegio Episcopal.
«Agradezco las amables palabras del Cardenal Jorge Mario Bergoglio, Arzobispo de Buenos Aires y Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, con las cuales se ha hecho intérprete de los sentimientos de todos. A través vuestro, quiero saludar también a todo el clero, comunidades religiosas y laicos de vuestras diócesis, manifestándoles mi aprecio y cercanía, así como mi aliento constante en la apasionante tarea de la evangelización, que están llevando a cabo con gran dedicación y generosidad.
«2. Habéis venido hasta aquí para venerar los sepulcros de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y compartir con el Obispo de Roma las alegrías y esperanzas, las experiencias y las dificultades de vuestro ministerio episcopal. La visita ad limina es un momento significativo en la vida de todos aquellos a quienes se les ha confiado el cuidado pastoral de una porción del Pueblo de Dios, pues en ella muestran y refuerzan su comunión con el Romano Pontífice.
«El Señor fundó la Iglesia para que sea “como un sacramento o signo e instrumento de la unión íntima con Dios y de la unidad de todo el género humano” (Lumen gentium, 1). La Iglesia es, en sí misma, un misterio de comunión, “un pueblo unido por la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo” (ibíd., 4). En efecto, Dios ha querido llevar a todas las gentes a la plenitud de la salvación haciéndolas partícipes de los dones de la redención de Cristo y entrar, así, en comunión de vida con la Trinidad.
«3. El ministerio episcopal está al servicio de la unidad y de la comunión de todo el Cuerpo místico de Cristo. El Obispo, que es el principio y fundamento visible de unidad en su Iglesia particular, está llamado a impulsar y defender la integridad de la fe y la disciplina común de toda la Iglesia, enseñando, además, a los fieles a amar a todos sus hermanos (cf. ibíd., 23).
«Deseo expresar mi reconocimiento por vuestra voluntad decidida de mantener y afianzar la unidad en el seno de vuestra Conferencia Episcopal y de vuestras Comunidades diocesanas. Las palabras de Nuestro Señor “que todos sean uno” (Jn 17, 21) han de ser una fuente constante de inspiración en vuestra actividad pastoral, lo que redundará, sin duda, en una mayor eficacia apostólica. Esta unidad, que debéis promover con intensidad y de manera visible, será, además, fuente de consuelo en el grave cometido que se os ha confiado. Gracias a esta colegialidad afectiva y efectiva, ningún Obispo está solo, porque está siempre y estrechamente unido a Cristo, Buen Pastor, y también, en virtud de su Ordenación episcopal y de la comunión jerárquica, a sus hermanos en el episcopado y a quien el Señor ha elegido como Sucesor de Pedro (cf. Juan Pablo II, Pastores gregis, 8). Deseo manifestaros ahora, de modo especial, que contáis con todo mi apoyo, mi oración diaria y mi cercanía espiritual en vuestras fatigas y desvelos para hacer de la Iglesia “la casa y la escuela de comunión” (Juan Pablo II, Novo millennio ineunte, 43).
Su Santidad, agradecido por las palabras del cardenal, asimismo se dirigió a nuestro episcopado que realizó la visita canónica de rigor en cumplimiento de las normas que así lo establecen. Entre ellos se encontraba presente nuestro Administrador Diocesano, representando al Obispado Castrense de la Argentina.
Por ello, destacamos las palabras de Benedicto XVI hacia nuestros pastores, las cuales deseamos compartir con los lectores de este boletín, como modo de difundir y de hacer conocer las expresiones de Su Santidad hacia quienes tienen la difícil tarea de pastorear el Pueblo de Dios.
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LA IGLESIA EN ARGENTINA
«4. Este espíritu de comunión tiene un ámbito privilegiado de aplicación en las relaciones del Obispo con sus sacerdotes. Conozco bien vuestra voluntad de prestar una mayor atención a los presbíteros y, con el Concilio Vaticano II, os animo a preocuparos con amor de padre y hermano “de su situación espiritual, intelectual y material para que puedan vivir santa y religiosamente y puedan realizar su ministerio con fidelidad y fruto” (Christus Dominus, 16). Asimismo, os exhorto a extremar la caridad y la prudencia cuando tengáis que corregir enseñanzas, actitudes o comportamientos que desdicen de la condición sacerdotal de vuestros más estrechos colaboradores y que pueden, además, dañar y confundir la fe y la vida cristiana de los fieles.
«El papel fundamental que desempeñan los presbíteros os ha de llevar a realizar un gran esfuerzo para promover las vocaciones sacerdotales. A este respecto, sería oportuno proyectar una pastoral matrimonial y familiar más incisiva, que tenga en cuenta la dimensión vocacional del cristiano, así como una pastoral juvenil más audaz, que ayude a los jóvenes a responder con generosidad al llamado que Dios les hace. También es necesario intensificar la formación de los seminaristas en todas sus dimensiones: humana, espiritual, intelectual, afectiva y pastoral, y llevando a cabo, además, una eficaz y exigente labor de discernimiento de los candidatos a las sagradas órdenes.
«5. En esta óptica de profundizar en la comunión dentro de la Iglesia, es de suma importancia reconocer, valorar y estimular la participación de los religiosos en la actividad evangelizadora diocesana, a la que enriquecen con la aportación de sus respectivos carismas.
«También los fieles, en virtud de su bautismo, están llamados a cooperar en la edificación del Cuerpo de Cristo. Para ello, hay que llevarlos a tener una experiencia más viva de Jesucristo y del misterio de su amor. El trato permanente con el Señor mediante una intensa vida de oración y una adecuada formación espiritual y doctrinal aumentará en todos los cristianos el gozo de creer y celebrar su fe y la alegría de pertenecer a la Iglesia, impulsándoles así a participar activamente en la misión de proclamar la Buena Noticia a todos los hombres.
«6. Queridos hermanos, os aseguro una vez más mi cercanía en la plegaria cotidiana, junto con mi firme esperanza en el progreso y renovación espiritual de vuestras comunidades. Que el Señor os conceda la alegría de servirle, guiando en su nombre a la grey que se os ha confiado. Que la Virgen María, en su advocación de Nuestra Señora de Luján, os acompañe y proteja siempre, así como a vuestros fieles diocesanos, y os imparto con gran afecto una especial Bendición Apostólica.»
La Conferencia Episcopal Argentina a través de la Comisión Episcopal de Liturgia y el Secretariado Nacional de Liturgia (SENALI) presentó el Plan de Formación Litúrgica a Distancia. Este proyecto tan esperado busca responder a la creciente demanda de formación, en materia de liturgia, por parte de los miembros del Pueblo de Dios, especialmente en el interior del país.
Con los recursos que brindan los medios tecnológicos, se posibilita el acceso a un plan de estudios de liturgia a todos los fieles que deseen hacerlo, superando las restricciones de las distancias y del tiempo.
El plan consta de un cronograma de estudio de cuatro cuatrimestres en los que se abordan los principales temas de la teoría y la práctica litúrgica: año 2009 (1.º cuatrimestre: Curso 1) ¿Qué es la liturgia? Introducción a la celebración cristiana, Introducción teológica a la Liturgia, Historia de la Liturgia cristiana; 2.º cuatrimestre: Curso 2, La Eucaristía), año 2010 (3.º cuatrimestre: Curso 3, Los Sacramentos, 4.º cuatrimestre: Curso 4, El año litúrgico).
Plan de Formación Litúrgica a Distancia
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O.C.A.
En el sitio www.formacionliturgica.org puede ampliarse la información e inscribirse completando, a tal fin, la ficha correspondiente.
El costo de inscripción en el curso es de pesos setenta ($ 70.-) y un aporte mensual de pesos setenta ($70.-) desde marzo a diciembre.
Recibimos con alegría la noticia emitida desde la ciudad del Vaticano en marzo del corriente año en la que Benedicto XVI creó la Prelatura de Esquel en la provincia de Chubut, y nombró como primer obispo prelado a cargo al presbítero José Slaby, quien se desempeña como párroco y superior de la comunidad religiosa Redentorista en aquella localidad.
Nueva circunscripción eclesiástica
Se ha dado inicio a la Formación Permanente para el Clero correspondiente al año en curso. El primer encuentro se llevó a cabo en la casa de ejercicios espirituales San Alfonso, el pasado 25 de marzo.
Los sacerdotes participantes presenciaron la disertación a cargo del profesor Juan Carlos Bilyk quien expuso sobre el secularismo.
Al concluir la charla, se celebró la Santa Misa, y los asistentes compartieron el almuerzo.
Ofrecemos visitar la página web del Obispado, donde se podrá obtener material, información y fotografías correspondientes al referido evento.
Jornada de Formación Permanente del Clero Castrense
Nuestra Iglesia Castrense goza de alegría por los dos nuevos diáconos ordenados el 28 de marzo, de manos de Mons. Jorge Mario Bergoglio en la Abadía de San Benito.
La celebración religiosa fue vivida con gran profundidad y emoción por nuestros seminaristas, sus familiares, amigos y allegados.
Iniciada la Santa Misa, Luis Eduardo Scrinzi y Gabriel Horacio Muñoz -seminaristas de este obispado-, fueron presentados como aptos para recibir el diaconado por Mons. Candia al Primado de la Argentina.
Continuaron cada uno de los momentos propios de la ordenación diaconal. El juramento de fidelidad a su propio ordinario (Mons. Candia), la postración como gesto de oración con el mayor grado de humildad durante la letanía de los santos, la imposición de manos y la oración consacratoria de Mons. Bergoglio en forma personal a cada ordenando, la entrega del libro de los Evangelios y el saludo de la paz, para concluir después de la celebración Eucarística con la consagración de los nuevos diáconos a la Santísima Virgen María.
Damos gracias a Dios por los nuevos diáconos y pedimos la intercesión de Nuestra Madre para que los mantenga perseverantes en el camino hacia la ordenación sacerdotal.
En la renovada página web (www.ordinariato.mil.ar), se encuentran las fotografías de la ordenación.
Entrevista a los nuevos diáconos:En ocasión de tal importante evento, tomamos contacto con los diáconos para entrevistarlos y conocerlos
aún más. Compartimos con nuestros lectores las entrevistas realizadas.
Ordenaciones Diaconales
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GABRIEL HORACIO MUÑOZ, 32 años, oriundo de Nogoyá, provincia de Entre Ríos. Su grupo familiar se encuentra compuesto por sus padres y cinco hermanos (una mujer y cuatro varones).
¿Cúando ingresaste en el seminario? En el año 1999 ingresé en el seminario Arquidiocesano de Paraná, Ntra. Sra. del Cenáculo, donde terminé mis estudios iniciales en 2006. En dicho año, fui destinado a la parroquia Ntra. Sra. de Guadalupe.
¿Cómo descubriste tu vocación sacerdotal? A través de mi familia, por mis abuelos, padres, tíos, por la gente que frecuentaba, especialmente de la Policía, militares de Ejército y de Fuerza Aérea. Empezé a tener un amor particular hacia
la patria. Ellos me aconsejaron literatura que empezé a leer, por lo que comenzé a profundizar en historia argentina y, sobre todo, sobre la gesta de Malvinas. Y de ahí tomé tres denominadores comunes que surgen de todo esto: formación intelectual, espiritual y física. Jesús fue ganando mi corazón.
A través de lo espiritual, fuí tomando ejemplos de próceres, de militares. Adquirí un amor particular en especial por la Virgen con el rezo del Rosario y con la Eucaristía.
Influyó la formación adquirida en los colegios de la infancia (Colegio del Huerto y los Maristas). En el colegio marista, teníamos un capellán que nos confesaba y, en esa confesión, manifesté que quería ser soldado, y el sacerdote me preguntó ¿Por qué no ser un soldado de Cristo? Eso lo tomé como un primer llamado bien tangible.
Posteriormente, participé en la parroquia, formé un grupo llamado mariano, en el cual realizábamos el camino de consagración a la Virgen María, lo cual formó parte del discernimiento personal que me ayudó el párroco actual, P. Javier Balcar (Basílica Santuario Ntra. Sra. del Carmen).
No me veía formando una familia. Me preguntaba si escapaba de mis responsabilidades de trabajo, como del cuidado de niños. Me ayudaron a descubrir que fue claramente un signo de mi vocación sacerdotal. En los noviazgos que tuve, descubrí que no estaba llamado al matrimonio.
¿Cómo surge tu vocación de ser sacerdote castrense? Haciendo el discernimiento vocacional antes y durante el seminario siempre tuve interés en acompañar pastoralmente a los militares.
El obispo Mons. Maurión me dió permiso de pase a fines de agosto de 2006. Luego de entrevistas de un intercambio de cartas con el obispo castrense y el acompañamiento del Padre Castellanos, fui invitado a la convivencia de seminaristas del ordinariato del año 2007, llevada a cabo en Córdoba. A partir de ese momento, quedé incorporado al obispado castrense como seminarista.
¿Cómo fue tu proceso en la vida de seminarista? Una vez que ingresé, siempre fui constante, siempre estuve dentro, no tuve grandes crisis. Sí cosas que superar y trabajar. Estabilidad general.
¿Qué te lleva hoy a ser sacerdote? Cumplir la voluntad de Dios en función de mi santificación y Salvación y de la salvación de las almas.
¿Qué significó la última convivencia realizada en febrero? Conocer con mayor profundidad a los sacerdotes con los que compartiré el ministerio y conocer de modo más profundo y cercano a los futuros fieles; gran parte de la convivencia la compartimos con los militares.
¿Cómo te preparaste para la ordenación diaconal? Con oración, sobretodo con la Santa Misa. Estar en gracia.
¿Cómo vivís el paso hacia este ministerio? Vivo con mucha serenidad. Sabiendo que es obra de Dios en mí, que implicará un cambio ontológico en mi vida, en todo mi ser. Es un regalo de Dios y no es obra mía, de ahí la tranquilidad y el asombro de la grandeza del orden sagrado que siempre me supera.
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LUIS EDUARDO SCRINZI, 40 años, nacido en Roldán, provincia de Santa Fe.
¿Cómo está formado tu grupo familiar? Somos cinco hermanos (3 mujeres y dos varones). Mi madre falleció, mi padre vive.
¿Cuándo ingresaste en el seminario? Ingresé en febrero de 2001 en la casa de formación Juan Pablo II del Obispado Castrense de Argentina. Ingresé en este obispado, porque soy militar de la Armada Argentina desde los 17 años.
Cursé en la Escuela de Mecánica durante tres años de la que egresé como cabo 2.º electricista. Luego fui destinado al destructor Hércules, donde permanecí tres años y, posteriormente, al rompehielos Almirante Irízar, en el que realicé tres campañas antárticas de verano. También estuve destinado en el arsenal naval Azopardo.
Tanto en el rompehielos como en el arsenal, fui ascendiendo y llegué a cabo principal. En mi destino, en la base naval de Puerto Belgrano, realicé el curso a los fines de ascender a suboficial superior. Más tarde, egresado de la escuela de máquinas y electricidad, fui destinado al destructor Santísima Trinidad.
En estos últimos períodos, comencé a plantearme la vocación sacerdotal. Y en el destino en Puerto Belgrano, se lo plantee a los capellanes. Así comencé a ayudar en la parroquia de la base (Stella Maris), cuyo párroco era el P. Tibaldo y el vicario, el P. Daniel Díaz.
¿Cómo descubriste tu vocación sacerdotal? A través de las prácticas básicas de todo cristiano, pero sin demasiado compromiso. Estando en Azul, comencé a ayudar en las misas al capellán y, acompañándolo, empecé a plantearme el tema del sacerdocio, observando y palpando más de cerca el trato que tenía con los soldados, como pastor (prédica y pastoreo). Así me plantée si no me estaba llamado el Señor a esa tarea. El llamado fue misterioso, pero así es el llamado, no sé cómo, pero llega.
¿Cómo fue tu proceso en la vida de seminarista? A mitad del seminario, se me plantearon dudas de continuar, pero no abandoné. Aconsejado por mis profesores, no tomé decisiones en crisis, entonces dejé pasar el tiempo, y ellas me permitieron crecer y fortalecer el llamado. Hay que estar dispuesto a lo que Él quiere.
¿Qué te lleva hoy a ser sacerdote? Tratar de ser el mejor puente entre Dios y la gente. Al conocer uno sus propias falencias, las ve en los demás. Sabiendo que se cumple el Evangelio. Un sacerdote me dijo una vez: «Dios no llama a los capacitados, sino que capacita a los llamados.»
¿Cómo viviste la convivencia de febrero? Fue diferente de las otras. Porque viví el final de una etapa con incertidumbre, pero con alegría por los dones recibidos y por los dones que Dios va a volcar en uno para la gente. Rescato el ejemplo sacerdotal de los capellanes que nos acompañaron.
¿Cómo te preparaste para la ordenación diaconal? Tratando de estar abierto a lo que Dios me marca. El seminario ya me deja una marca con el orden y la oración que no olvidaré. Vivo este tiempo con mucha expectativa, porque uno sabe que le van a regalar algo grande, pero no lo puede medir por la grandeza del regalo.
En la edición anterior del boletín eclesiástico, compartimos con nuestros lectores la convivencia de los seminaristas que se llevó a cabo en febrero. A ella concurrió José Escobar, postulante a seminarista del Obispado Castrense de Argentina.
Nos acercamos a él para conocerlo y para que nos relate su experiencia en la convivencia y su compromiso hacia la nueva etapa que inicia en su vida.
Convivencia de los seminaristas
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NOTICIAS
JOSÉ ESCOBAR, 24 años, originario de La Paz, provincia de Mendoza. Su grupo familiar está compuesto por su madre y él. Su padre falleció hace cuatro años.
En el año 2003, finalizado el secundario, ingresó en la Escuela de Suboficiales de la Gendarmería Nacional en Jesús María, provincia de Córdoba, donde permaneció durante tres meses.
Posteriormente, fue trasladado como gendarme a Neuquén durante dos años y regresó como aspirante a suboficial en Jesús María por un lapso de dos años. Así, como suboficial, permaneció seis meses en General Hacha, provincia de La Pampa, y su último destino fue la Capellanía Mayor de la Gendarmería Nacional desde el mes de junio de 2008.
¿Cómo surgió tu vocación de ser sacerdote? Fue un proceso. No hubo un evento concreto, sino que se fue dando en el tiempo. Fui descubriendo cual era el plan de Dios en mi vida y dándome cuenta de los tiempos de Dios, que nos son nuestro tiempos. Fue algo que he ido meditando.
Este descubrimiento surgió al egresar como suboficial. En ese momento, descubrí cúal era el plan que Dios tenía para mí. Y de allí comenzó a hacerse más fuerte el deseo de abrazar la vida sacerdotal.
No tenía una participación activa y frecuente en la práctica religiosa hasta ese momento, que comencé a tener con mayor asiduidad. Conté con la guía del padre Víctor Hugo Mazzarotti, conversé con él y me estuvo acompañando durante el tiempo que permanecí en La Pampa. Posteriormente, tomó conocimiento el Padre Bonabotta, quien me propuso venir a Buenos Aires para el mejor discernimiento de mi vocación y para ayudarme todo lo posible en ello.
Cada día, se fue afianzando más mi vocación, con la oración diaria, con la frecuencia de la Eucaristía, creciendo con la guía espiritual y el acompañamiento de los sacerdotes. Día a día, creció este acercamiento a Jesús y a la Virgen María.
El 19 de marzo, ingresé en el seminario Arquidiocesano “Santo Cura de Arce”, en la diócesis de Mercedes, Luján.
¿Cómo viviste la convivencia realizada en febrero? Obtuve muchos frutos espirituales. Conocí más profundamente a los seminaristas castrenses, a los capellanes mayores y a los sacerdotes que nos acompañaron.
¿Cómo te preparaste para el ingreso en el seminario? Me preparé todo este tiempo durante los últimos 7 meses en que viví en la Casa de Ejercicios Espirituales San Alfonso, en pos de este ingreso en el seminario y la convivencia.
Del 14 al 17 de abril, se desarrolló en el Cenáculo, localidad de Pilar, provincia de Buenos Aires, la jornada general del clero castrense de la que participaron más de cien presbíteros de este obispado.
Tuvimos el honor de la visita de Mons. Favio Suescún Mutis, obispo de Colombia, que actualmente se encuentra a cargo de la Pastoral Castrense del CELAM. Disertó a lo largo de las jornadas sobre los lineamientos emitidos por los obispos en el XV Encuentro de Pastoral Castrense realizado en aquel país.
Los sacerdotes congregados en la jornada trabajaron sobre el plan pastoral del obispado, basando su trabajo en las conclusiones del Documento de los Obispos en Aparecida.
Las fotografías y el informe de la reunión podrán ser extraídas de la página web del obispado.
Reunión General del Clero Castrense
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Compartimos con nuestros lectores el segundo informe recibido del P. Luis Alberto C. Brizzio, en referencia a su misión en la isla de Chipre, correspondiente al período noviembre - diciembre.
El marco de situaciónPasado el primer mes de estar en Chipre, de haber entrado de lleno en el marco de los objetivos de la misión
y de haber observado atentamente el contingente a fin de tener un conocimiento panorámico del conjunto y de cada uno de sus 295 integrantes, he afrontado su atención pastoral en el 2.º y 3.º mes con el desafío entusiasmante de consolidar los pasos dados, según fueron presentados en el primer Informe, ya que la gracia de Dios va siendo descubierta por varios de los integrantes del contingente, y ello sigue siendo motivo de riqueza para mi sacerdocio. A los integrantes del contingente, se agregan 31 personas más aproximadamente (esposas e hijos), que han arribado en diciembre para permanecer hasta marzo.
Las tareasTeniendo en cuenta las características particulares de la misión, la tarea fundamental continúa siendo la
oración por todo el contingente y el acercamiento y la relación personal y sacerdotal con todos. En el marco de esta actitud y tarea permanente, y con el apoyo del JFTA y la diligente provisión de vehículos
en los dos campos, en la UNPA y en los PB y OPT, las actividades fueron:a. Celebración de la Eucaristía: De la periodicidad y los horarios expuestos en el primer Informe, sólo
han sido modificados dos, a fin de un mejor aprovechamiento: en la UNPA, la Misa ferial es mensual, y en el CSM, la Misa dominical, desde enero, es celebrada a las 21.30.
b. Celebración del ciclo de Navidad: En las tres Capillas, fue celebrada la Eucaristía en las solemnidades de precepto de la “Natividad del Señor” (25/12) y “Santa María Madre de Dios” (1/1). Después de la celebración de cada una de esas misas, entregué una reflexión relacionada. En esos dos días, además, llevé la Comunión a quienes podían comulgar en los PB (03 y 08).
c. Atención pastoral y confesiones: Los horarios establecidos fueron modificados en correlación con el cambio de los horarios de misa. La participación en el sacramento de la Reconciliación fue especialmente motivada con ocasión de la Navidad y del Año Nuevo. Las visitas a los enfermos han sido dos, y dos las asistencias por fallecimiento de familiares.
d. Organización de la catequesis de Primera Comunión y Confirmación: el Soldado Voluntario Sergio Ríos (PB 03) se está preparando -con esmero- desde el 18 de noviembre, acompañado por su catequista, el Cbo. Pablo Soria (PB 03), para recibir estos sacramentos con la autorización dada por el Administrador Diocesano Castrense Mons. Pedro Candia el domingo 1.º de marzo de 2009.
e. Invocaciones religiosas: A San Martín de Tours, Patrono del Servicio de Arsenales (04/11 en CGR) y con motivo de los ascensos de oficiales y suboficiales (30/12). En mi ausencia por licencia del 22 de noviembre al 16 de diciembre, dejé escritas, al JFTA, una breve reseña histórica del origen de cada advocación o de la vida del santo/a y del fundamento de su patronazgo y las invocaciones correspondientes a: Nuestra Señora Stella Maris, Patrona de la Armada Argentina (último viernes de noviembre), Santa Bárbara, Patrona de la Artillería y Arsenales (4/12), Inmaculada Concepción, Patrona del Arma de Infantería de Ejército (8/12) y Nuestra Señora de Loreto, Patrona de la Fuerza Aérea Argentina (10/12).
f. Visita, atención pastoral, patrullas y rezo del Santo Rosario o celebración de la Santa Misa en los PB y OPT: Desde el 7/10 hasta el 31/12; éste es el detalle:
PB 03: 8 visitas, 2 Misas celebradas, 1 vez rezo comunitario del Rosario.PB 08: 9 visitas, 2 Misas celebradas, 1 vez rezo comunitario del Rosario.PB 18: 8 visitas, 2 Misas celebradas.PB 32: 6 visitas, 2 Misas celebradas.OPT 38: 2 visitas, 1 Misa celebrada.OPT 25 (Contingente paraguayo): 1 visita, 1 Misa celebrada.
Informe Chipre N.º: 2
Una recorrida, visita y reflexión y salutación especial a todos los destinados en los PB, en el OPT que tenía patrulla nocturna y en el CGR fueron realizadas con el JFTA, el 2JFTA y el EncFTA el 24/12, en vísperas de Navidad, y con el EncFTA, incluyendo a los miembros de la MFR (UNPA) el 31, al finalizar un año y comenzar otro nuevo.
g. Preparación y entrega de reflexiones especiales: • En la Misa de Nochebuena y Navidad “A quién celebrar: Papa Noel o Jesús”;• En la de Santa María, Madre de Dios y Año Nuevo: “Dios siempre da una nueva oportunidad” y “Oración
para finalizar y empezar el año”• “Los talentos - Oración del servicio” en la 2.º orientación del JFTA a los 2 Campos.
h. Bendiciones especiales: • De las familias, el último domingo de octubre y en la fiesta de la Sagrada Familia; • De los PB y OPT; • De los integrantes de la Infantería del Ejército Paraguayo en su día (16/11); • De un cuadro con la imagen de N. S. del Carmen, Patrona de las F.T.A. y Carabineros de Chile, en la Misa
dominical del 1.º de enero de 2009, en la que participó el Comandante Gral. de la Infantería de Marina de Chile Alte. Cristian Del Real Pérez y el contingente chileno, para ser entronizado en el OPT 25, base de la patrulla chilena.
i. Catequesis litúrgicas: Hasta el momento, fueron realizadas tres al finalizar la Misa dominical: “La epíclesis y la actitud y el gesto del pueblo en ese momento”, “La genuflexión al ingresar en la iglesia: cómo y cuándo hacerla”, “La acción de gracias después de la comunión: qué y cómo hacerla y cuándo sentarse”, “Sentido de la voz alta y clara en las respuestas del pueblo durante la Misa”, Folleto “El Ordinario de la Misa” (con todas oraciones y respuestas a las aclamaciones que corresponden al pueblo).
j. Distribución y obsequio de estampas varias, de Rosarios, de devocionarios y de catecismos: entregados según requerimiento o según necesidad percibida.
k. Visita al monasterio de Kikkos: Comisionado por el Jefe de la F.T.A. 32, el 19 de diciembre acompañé y guié al agregado militar de Chile y su esposa y a la esposa del JFTA en la recorrida para conocer este monasterio del siglo XII.
l. Otras actividades: • Presencia en las formaciones o presentaciones con motivo de visitas protocolares: del Force Commander
Contralmte. Mario Sánchez D., del Inspector de Finanzas del Comando Operacional de las F.T.A. Com. Pardo, del Agregado Militar de Chile y del Comandante Gral. de la Infantería de Marina de Chile Alte. Cristian del Real Pérez;
• Participación en el oficio religioso por militares ingleses muertos en combate en su cementerio (Nicosía), por invitación del Capellán del contingente inglés (anglicano);
• Participación en la charla sobre la toma del aeropuerto de Nicosía (UNPA); • Visita a las 10 iglesias bizantinas de Troodos y presentación de datos para posterior posible visita del
contingente y de los visitantes especiales; • Integración a grupos reunidos en conversación informal; • Organización de una guitarreada-mateada en el CSM; participaron 14 personas.• Lavado de purificadores, manutergios, etc. y acondicionamiento de velas.• Arreglo de cancioneros.
La EvaluaciónLos frutos de la gracia que pueden ser apreciados quedan reflejados, de alguna manera, en los datos de la
vida cristiana comprometida del primer mes que, en este lapso de tiempo, se afianzan y crecen:
a. La participación en la Misa Dominical tiene un promedio de 57 personas entre los 2 campos y la UNPA: 20 en el CSM, 17 en el CGR y 20 en la UNPA. En las Misas Feriales el promedio es: CSM 8 personas; CGR 23 personas; UNPA 16 personas. En ambas ocasiones, a pesar de las causas justificadas de inasistencia por compromiso con los distintos servicios (patrullas, PB, guardias, etc.).
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b. Notable aumento en el número de fieles, entre los cuales hay esposas e hijos (excepto en CGR), en las Solemnidades de Precepto del ciclo de Navidad: Misa de Nochebuena y cena en la Capilla Espíritu Santo (CSM): 85, Misa del día de la Natividad del Señor en la Capilla N. S. de Luján (CGR): 16 y en la Capilla San Bernabé (UNPA): 9; Misa de Santa María, Madre de Dios en la Capilla Espíritu Santo (CSM): 51, en la Capilla N. S. de Luján (CGR):31 y en la Capilla San Bernabé (UNPA): 10.
c. Las personas que reciben la Comunión en forma permanente son: 15 en CSM, 11 en CGR y 17 en la UNPA. En las Solemnidades de Precepto del ciclo de Navidad comulgaron: Misa de Nochebuena y cena en la Capilla Espíritu Santo (CSM): 27, Misa del día de la Natividad del Señor en la Capilla N. S. de Luján (CGR): 8 y en la Capilla San Bernabé (UNPA): 5; Misa de Santa María, Madre de Dios en la Capilla Espíritu Santo (CSM): 19, en la Capilla N. S. de Luján (CGR): 11 y en la Capilla San Bernabé (UNPA): 3.
d. La colaboración pastoral: En las 3 Capillas continúa la disposición de la mayoría de los que participan a aprender y cantar los cantos y, cuando se les pide, a leer las lecturas en las Misas. En la Capilla Espíritu Santo (CSM): un suboficial colabora en la sacristía, y, en ocasión de la Misas de Nochebuena y Santa María, Madre de Dios, se conformó un coro de 9 suboficiales y 1 oficial, incluyendo 3 guitarristas, gracias a la compra de 2 guitarras, por decisión del JFTA. Ahora continúan aprendiendo y ensayando nuevos cantos para las Misas, reuniéndose todas las semanas. En la Capilla Nuestra Señora de Luján (CGR): un suboficial paraguayo, con dedicación y esmero, aprende, anima y acompaña con la guitarra, provista por el CSM, los cantos en todas las Misas, y 2 suboficiales argentinos y uno paraguayo fueron formados en lo elemental y actúan como acólitos, y éste último es el sacristán. En la Capilla San Bernabé (UNPA): la esposa de un oficial de UNFLIGHT y el oficial médico confeccionan los guiones de la Misa Dominical y guían en ella, un oficial acompaña con la guitarra y anima los cantos en la Misa, tres hijos de oficiales y un soldado colaboran como monaguillos y acólito, respectivamente.
e. Las Confesiones celebradas desde el 3 de noviembre al 15 de enero fueron 37, y 25 las personas que retomaron la celebración de este sacramento después de un tiempo de alejamiento, algunas después de varios años. Una realidad que impide la recuperación de la vida en gracia es la situación de concubinato de varios (28 sabidos hasta el momento).
f. Las conversaciones personales sobre el trabajo en la FTA y las relaciones humanas; el amor humano, el noviazgo, el matrimonio y la familia, sobre todo teniendo en cuenta los, hasta ahora, sabidos 28 casos de concubinato, aunque 23 de ellos con propósito de celebrar el matrimonio al volver de la misión; la fidelidad al amor de los seres queridos; el compromiso de fe del bautizado, etc. fueron 63. Varias fueron previamente concertadas, a solicitud de la persona o por motivación del Capellán o con ocasión de la confesión, y muchas surgidas espontáneamente, incluso algunas en grupo de 3 ó 4 personas.
Skouriotissa, 15 de enero de 2009
En ocasión de un nuevo aniversario de la gesta de Malvinas, el encargado militar del Obispado Castrense, My. Héctor Hugo Díaz”VGM” tuvo el honor de ser invitado a dirigir sus palabras en conmemoración de tal acontecimiento.
Hacemos llegar a nuestros lectores el mensaje dirigido por él a sus camaradas:
Acto conmemorativo del vigésimo séptimo aniversariode la gesta de Malvinas
Recordamos el 2 de Abril como el “Día del Veterano y de los Caídos en Malvinas”. Autoridades, directivos, invitados especiales y delegaciones, personal de cuadros, soldados, señoras, señores. Hoy nos encontramos aquí reunidos para recordar a nuestros hombres de armas que supieron de la entrega en el momento que la Patria lo solicitaba, ofrendaron lo mejor que tenían: “SU VIDA”, el valor, la lealtad y el grado del altísimo compromiso nos abrazaban juntos en nuestro sagrado deber; muchos regresaron con heridas que marcaron para siempre su cuerpo, mutilados y, como nosotros, con heridas imborrables en nuestra mente y corazón.
Me toca en este día tan emotivo, tan especial, y desde este lugar, leerles, y comentarles estas humildes palabras que expresan mi profundo orgullo de representar a cada uno de mis camaradas vistiendo este glorioso uniforme del Ejército argentino y también como veterano de Guerra, y con el sincero compromiso de no permitirnos solamente recordar a nuestros héroes, sino procurar con nuestros actos ser dignos de su sacrificio.
Malvinas representa una causa nacional, y el objetivo a alcanzar, es recuperar las islas por vía diplomática (pacífica), por ser un mandato constitucional, como un medio indisoluble de nuestro territorio.
Es nuestra responsabilidad la de mantener vivo el recuerdo en nuestros corazones y reafirmar los valores inalterables e irrenunciables que es el amor a nuestra Patria.
Realizamos un pequeño alto en nuestras actividades cotidianas y brindamos nuestro más profundo respeto y agradecemos a Dios que nos haya permitido regresar con vida, y así poder trasmitir a las futuras generaciones nuestras experiencias y compartir junto a viejos camaradas, amigos y nuestras familias, que padecieron la ausencia de los jóvenes que éramos entonces.
Nuestro País disputó a Gran Bretaña la soberanía de las Islas Malvinas, lo que provocó el conflicto armado a partir del 2 de Abril hasta el 14 de junio de 1982. Por primera vez en muchos años, flameaba nuevamente gloriosa nuestra enseña patria en aquellos parajes tan lejanos, con la recuperación de las islas.
Así, como testigos, y llevando adelante nuestros nobles ideales, no debemos olvidar aquella Gesta que, desde entonces, forma parte de nuestra historia. El valor y el coraje de nuestros hombres en el cumplimiento del deber, cada uno desde el rol de combate que le había sido asignado, tratando siempre de alcanzar la misión sin importar el sacrificio ni el precio del mismo.
Quisiera recordarles brevemente algunos momentos que estoy seguro nos ocurrían a todos. Al llegar a la isla sentíamos nuestro corazón henchido de orgullo, además de la mejor predisposición, y con la alegría de haber sido los elegidos para tamaña historia; nos parecía un sueño hacer contacto con aquel paisaje, con innumerables contornos rocosos y pequeñas islas, que conforman un paraje inimaginable en el inmenso mar, tan lejano a nuestros pensamientos, pero no así a nuestro sentimiento de ser argentino al pisar ese suelo de bellezas inigualables.
Así comenzamos a situarnos en ese terreno malvinense desde distintos puntos del País, nos comenzamos a reunir desde diferentes contingentes, siempre unidos en el sentimiento y el espíritu, dispuestos a defender nuestra soberanía, con la convicción sublime, hasta perder la vida.
Teníamos nuestra fe puesta en Dios Nuestro Señor. Los primeros en arribar a la isla, lo hicieron bajo la protección de la Santísima Virgen; y a ese heroico momento se lo denominó “Operativo del Rosario”, en alusión a la Virgen. Asimismo, todos nuestros hombres abrigaban en sus pechos un” Rosario” como signo de fortaleza de nuestra fe y creencia religiosa.
Fueron muchas y muy importantes las misiones que cumplieron nuestros efectivos, así como también la Armada y sus heroicos rescates de las heladas aguas, la fuerza Aérea, con sus vuelos al ras del mar y sus decididos combates aéreos, la Prefectura Naval y la Gendarmería Nacional, igualando con su bravura aquel desigual combate; vale el reconocimiento para cada uno de éstos, el heroísmo y el sacrificio de sus hombres, que, con la actitud atrevida, obligó al enemigo en muchas oportunidades a cesar en su accionar.
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Quiero destacar que el lugar que ocupaban nuestros soldados en el terreno, requería de un gran esfuerzo físico para mantenerlo en adecuadas condiciones, ya que el agua vertía con facilidad e inundaba las posiciones provocando grandes inconvenientes en el uniforme de combate; había que proteger la salud (pie de trinchera); teniendo en cuenta la humedad, los intensos vientos y el frío aumentaron el esfuerzo y la fatiga que implicaba franquear el terreno bajo casi permanente bombardeo enemigo. El mismo dificultaba los desplazamientos, dada la necesidad de requerimientos de munición, materiales necesarios, armamento, racionamiento, etc.
Sin embargo, los obstáculos no fueron impe- dimentos, y se trató de llegar a destino, siempre dispuestos, con la tenacidad y el valor, sin importar la circunstancia; son muchos los hechos más que las palabras los que así lo demuestran.
Es por ello, que no quiero extenderme, pero sí recordarles que, a lo largo y a lo ancho de nuestro territorio, existen innumerables relatos de soldados, oficiales y suboficiales que, desde sus unidades y desde su impronta, plasman aquella realidad vivida por cada uno.
En este momento, quiero dirigirme cariñosamente a todos mis camaradas, superiores y subalternos, y a todos los que tratamos día a día de mejorar en bien de nuestra patria, con la ayuda de Nuestro Señor y su Santísima Madre.
Nuestros Soldados aquellos quienes, como nuestros próceres, contribuyeron con su sangre a engrandecer el legado de nuestro pasado. Abundan innumerables hechos de valor y de coraje, con la humildad del espíritu de sacrificio. Nuestros soldados, sin ninguna experiencia previa, se batieron de igual a igual y entraron en combate, con bravura criolla, frente a profesionales de la guerra y pelearon duramente en Darwin, en las colinas de Pradera de Ganso Verde, sin olvidarme de los Infantes de Marina del Batallón 5, en la Colina Tumbledown, y del RI 4, en Two Sister, el RI 7, en encarnizados combates, el RI 25 y de tantos otras Unidades que resistían con uñas y dientes. Merecen el mayor de nuestros respetos.
En el brazo izquierdo de nuestros uniformes, los veteranos de guerra lucimos el emblema que reza “El Escudo a los Bravos de Malvinas”, símbolo de tantos héroes, algunos anónimos; nosotros lo sentimos con honor, orgullo de Nuestra Noble Causa: Malvinas.
Quiero compartir con emoción una anécdota que me tocó vivir. Siendo abanderado y representando a nuestro país, al asistir a una ceremonia mundial en Lourdes, Francia (en el año 2004), las pantallas enfocaron este escudo, en un estadio donde miles de personas de otros países aplaudieron y victorearon a los Bravos de Malvinas.
Le pido a Nuestro Señor junto a su Santísima Madre la Virgen de Luján, Patrona de las Fuerzas Armadas, acompañe en el sueño eterno a aquellos camaradas que yacen en la turba malvinera como fieles centinelas de nuestras islas.
Para concluir, a todos y a cada uno de ustedes, y a los representantes de esta prestigiosa institución, les agradezco su presencia y el momento que hemos compartido, con la esperanza de que volvamos a conmemorar esta fecha en el futuro, para mantener viva la memoria del sacrificio de nuestros hermanos. ¡Viva la Patria! ¡Viva!
“Pido un fuerte aplauso para todos los veteranos de guerra.”
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RECORDATORIO27 de mayo
Jornada de Formación Permanentepara Sacerdotes
Fechas para Recordar y Celebrar
8 de mayo: Día de la Virgen Ntra. Sra. de LujánPatrona del Obispado Castrense y la Gendarmería Nacional
17 de mayo: Día de la Armada Nacional
25 de mayo: Día de la Patria
29 de mayo: Día del Ejército Argentino
27 de junio: Ntra. Sra. del Perpetuo SocorroPatrona de la Sanidad Castrense
28 de junio: Aniversario Dedicaciónde la Catedral Castrense
29 de junio: Día del Sumo Pontífice,Fiesta de los Santos Pedro y Pablo,
Día de la Prefectura Naval
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ANIVERSARIOS
ANIVERSARIOS DE ORDENACIONES SACERDOTALES
Encomendamos en nuestras oraciones a cuantos festejan en estos meses otro aniversario de su ordenación sacerdotal. Dios les conceda responder con fidelidad a Su gracia.
MAYO
01 Pbro. Gustavo Rodolfo Brianese
04 Pbro. Daniel David Cuello
07 Pbro. Diego Julio Tibaldo
08 Pbro. Walter Daniel Portells
11 Pbro. Carmelo Di Pietro
15 Pbro. Juan José Manzano
19 Pbro. Héctor Marcelo Quiroga
20 Pbro. Miguel Ángel Guarascio
22 Pbro. Daniel Lisandro Pitton
23 Mons. Horacio Andrés Fuhr
23 Pbro. Fernando Papa
28 RP Fray Celso Rafael Melida
28 Pbro. Gastón Facundo Muñoz Meritello
JUNIO
03 Pbro. Gustavo Mario Miatello (VGM)
29 Pbro. Ángel Omar Ojeda
29 Pbro. Luis Ángel Anguita
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MOVIMIENTOS DE LA CURIA
MOVIMIENTOS DE LA CURIA
CURIA DIOCESANA
EJÉRCITO ARGENTINO
Admitimos al acólito Sr. Luis Eduardo Scrinzi para recibir el orden sagrado del diaconado.
Admitimos al acólito Sr. Gabriel Horacio Muñoz para recibir el orden sagrado del diaconado.
Designando al Sr. Asesor de Curia, Mons. Mario Liborio De Leone “Gobernador Eclesiástico” a cargo de esta sede episcopal vacante en ausencia del administrador diocesano del 5 al 20 de marzo de 2009.
Declarando al Rev. Diácono Don Luis Eduardo Scrinzi incardinado a perpetuidad al Clero Castrense del Obispado Castrense de la República Argentina.
Concediendo al Sr. Diácono Luis Eduardo Scrinzi las licencias eclesiásticas para ejercer su ministerio diaconal en el ámbito de nuestra jurisdicción y disponiendo ejerza su ministerio bajo la autoridad y tutela del Sr. Capellán castrense residente en el Barrio de Suboficiales Sargento Cabral de Campo de Mayo atendiendo el COTER (Centro de Operaciones Terrestres).
Declarando al Rev. Diácono Don Gabriel Horacio Muñoz incardinado a perpetuidad al Clero Castrense del Obispado Castrense de la República Argentina.
Concediendo al Sr. Diácono Gabriel Horacio Muñoz las licencias eclesiásticas para ejercer su ministerio diaconal en el ámbito de nuestra jurisdicción y disponiendo ejerza su ministerio bajo la autoridad y tutela del Sr. Capellán castrense residente en la Brigada Aérea del Palomar, provincia de Buenos Aires, atendiendo el Hospital Aeronáutico Central.
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Modificando el decreto OCA 129/08 asignando al capellán castrense, Pbro. Eduardo Alberto Castellanos la atención pastoral del Regimiento de Caballería de Tanques 7 de la localidad de Chajarí en el Comando de la IIa. Brigada en Paraná.
Designando como Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión por el término de un año a los Sres. Miguel Sales y Miriam Fernanda Arbizu para que puedan prestar su servicio en el Estado Mayor del Ejército Argentino.
Trasladando ad nútum al Pbro. Carlos Alberto Warton al Regimiento de Infantería Mecanizado 24 de Río Gallegos, provincia de Santa Cruz, a partir del 1.º de marzo de 2009.
Nombrando al Pbro. Carlos Alberto Warton capellán castrense del Ejército Argentino.
Delegando al Sr. Pbro. Fernando José Visconti para administrar el sacramento de la confirmación en las celebraciones del 3 de abril de 2009 en el grupo de artillería blindado 2 de Rosario del Tala.
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ARMADA ARGENTINACesando al Pbro. Pedro Eugenio Mazzeo del Instituto del Verbo Encarnado como Capellán Auxiliar de la Armada Argentina a partir del 1.º de marzo de 2009, dejándose sin efecto las tareas pastorales conferidas por decreto 09/09.
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MOVIMIENTOS DE LA CURIA
FUERZA AÉREANombrando ad nútum y con retroactividad al 1.º de febrero de 2009 capellán de la Fuerza Aérea Argentina al RP Fray Celso Rafael Mélida asignándole la atención pastoral de la Escuela de Suboficiales en la ciudad de Córdoba.
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GENDARMERÍA NACIONAL ARGENTINANombrando al Sr. Capellán Castrense de Gendarmería Nacional Pbro. Juan Gabriel Cayo en comisión como capellán de la Fuerza de Tarea Argentina N.º 33 de la Misión de Paz en Chipre.
Disponemos dar por finalizada la comisión del capellán castrense, Pbro. Guillermo Andrés Conti en la Agrupación IX “Jujuy” en todos sus elementos y con igual dedicación en los Escuadrones 20 “Orán”, 52 “Tartagal” y 54 “Pocitos” a partir del 1.º de febrero; disponiendo que continúe con su tarea pastoral en la Escuela de Gendarmería Nacional “Gral. Don Martín Miguel de Güemes”.
Disponiendo trasladar ad nútum al sacerdote auxiliar Daniel David Cuello a la Dirección de Logística de la Dirección Nacional de Gendarmería a partir del 1.º de febrero.
Disponiendo trasladar ad nútum al capellán castrense Néstor Claudio Rocca Fraire a la Escuela de Suboficiales de Gendarmería Nacional “Cabo Raúl R. Cuello” a partir del 1.º de marzo.
Trasladando ad nútum al Pbro. Gustavo Fabián Acuña a la Agrupación V “Entre Ríos” a partir del 1.º de marzo, asignando la atención pastoral de los escuadrones: 7 “Paso de los Libres” y 4 “Concordia” así como las subunidades que dependan de ellos, fijando residencia en el mencionado escuadrón 4 “Concordia”.
Delegando al Sr. Capellán Castrense a cargo de la Capellanía Mayor de Gendarmería Nacional, Pbro. Rubén Darío Bonacina para administrar el sacramento de la confirmación en la celebración del 3 de abril de 2009 en la Basílica de Luján, a los aspirantes del Instituto de Capacitación Especializada “Cabo J. A. Romero”, Mercedes.
Nombrando ad nútum al Pbro. Rubén Darío Bonacina Capellán Mayor de la Gendarmería Nacional.
Cesando al Pbro. Carlos Alfredo Baliña de la Eparquía Ucrania como capellán castrense de Gendarmería Nacional desde el 1.º de abril de 2009.
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PREFECTURA NAVAL ARGENTINADelegando al Pbro. Gustavo Doldán para administrar el sacramento de la confirmación en los Centros de Instrucción y Adiestramiento de las Prefecturas San Javier y Paso de los Libres.
Delegando al Pbro. Alfredo Romero para administrar el sacramento de la confirmación en los Centros de Instrucción y Adiestramiento de la Prefectura Corrientes en el mes de marzo.
Delegando al capellán mayor de la prefectura, Pbro. Diego Julio Tibaldo, para administrar el sacramento de la confirmación en los Centros de Instrucción y Adiestramiento de las Prefecturas Santa Fe, Salto Grande, Bahía Blanca e Institutos de Formación.
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