boletín dominical 3 de abril de 2016
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Boletín Dominical de la Diócesis de México de la Iglesia Ortodoxa en América, correspondiente al domingo 3 de abril de 2016.TRANSCRIPT
San Juan Damasceno explica acerca de la Cruz
“Toda acción y todo milagro de Cristo son
divinos y maravillosos, pero el más
maravilloso de todos, es su Honorable Cruz.
Porque ninguna otra cosa ha sometido a la
muerte, exterminado el pecados de los
primeros padres, destruido el Hades,
otorgando la resurrección, dándonos el poder
de condenar la muerte misma, preparado el
retorno hacia la hermosura original, abriendo
las puertas del Paraíso, dando a nuestra
naturaleza un lugar a la diestra de Dios, y
haciéndonos hijos de Dios, ¡Salve! a la Cruz
de Nuestro Señor Jesucristo. La muerte de
Cristo en la Cruz nos vistió con la Sabiduría
Hipostática y el Poder de Dios”
Diócesis de México
Iglesia Ortodoxa en América
www.ocamexico.org
Catedral Ortodoxa La Ascensión del Señor
Hoy, Tercer Domingo de la Gran
Cuaresma, celebramos la veneración de
la Vivificante Cruz. Por esta razón: puesto
que en los cuarenta días de ayuno en
alguna forma nos crucificamos a nosotros
mismos y llegamos a sentir amargura,
desesperados y abatidos; la Vivificante
Cruz es presentada a nosotros para
refrescamiento y seguridad, para
remembranza de la Pasión de Nuestro
Señor, y para consolación…
Somos como aquellos que siguen un largo
y cruel camino, quienes cansados, miran
un hermoso árbol con muchas hojas, se
sientan en la sombra y descansan por un
tiempo y después, rejuvenecidos, continúan su travesía; así mismo este
día, en el tiempo de ayuno, de travesía difícil y de esfuerzo, la Vivificante
Cruz fue plantada entre nosotros por los Santos Padres para darnos
descanso y refrescamiento, para hacernos luz y ser valientes para la tarea
pendiente…
O para dar otro ejemplo: Cuando un rey viene, primero aparecen su
bandera y símbolos, después llega él complacido y alegre por su victoria
y llena a todos sus súbditos con alegría; así mismo, Nuestro Señor
Jesucristo, quien esta cerca de mostrarnos Su Victoria sobre la muerte, y
aparecer ante nosotros en el glorioso Día de la Resurrección, nos es
mandado en anuncio Su cetro, el símbolo real – La Vivificante Cruz – y
esto nos llena con alegría y nos prepara para recibir (puesto que es posible
para nosotros), al Rey mismo, y para rendir gloria a Su victoria. Todo esto
en medio de la Cuaresma la cual es como una amarga fuente porque es
lagrimas, porque también es esfuerzo y abatimiento…
Pero Cristo nos conforta, a quienes estamos como en un desierto hasta
que Él nos dirija hacía la Jerusalén espiritual con Su Resurrección, porque
la Cruz es llamada el Árbol de la Vida, es el árbol que estaba plantado en
el Paraíso, y es por esta razón que nuestros padres la plantaron en medio
de la Santa Cuaresma, para recordarnos ambas cosas: la dicha de Adán y
de cómo fue privado de ella, recordando también que participando de este
Árbol no moriremos sino que seguiremos vivos.
3er. DOMINGO DE LA GRAN CUARESMA
Tropario de la Veneración de la Preciosa y Vivificadora Cruz - Tono 1°
Coro: Oh Señor, /salva a Tu pueblo, /y bendice a Tu heredad. / Concede
/victoria a los Cristianos Ortodoxos/ sobre el enemigo /y por la virtud / de Tu
Cruz / preserva a Tu heredad. //
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Ahora y siempre, y por los
siglos de los siglos. Amén:
Contaquio de la Veneración de la Preciosa y Vivificadora Cruz - Tono 1°
Coro: Tú, que de por tu propia voluntad, / fuiste levantado sobre la Cruz, /
concede Tu misericordia al nuevo pueblo que es llamado por Tu Nombre, /
Cristo Dios nuestro; / alegra con Tu Poder a Tu pueblo fiel, / concediendo
victoria sobre el adversario, / a los que gozan de Tu ayuda, / que Tu Cruz sea
una armadura de paz, / y un trofeo invencible. //
Diácono: Atendamos.
Sacerdote: Paz a todos.
Lector: Y a tu espíritu.
Diácono: Sabiduría.
Lector: PROQUÍMENO en el Tono 3º Lector: Cantad salmos, cantad salmos a nuestro Dios; cantad salmos, cantad
salmos a nuestro Rey.
Coro: Cantad salmos, cantad salmos a nuestro Dios; / cantad salmos,
cantad salmos a nuestro Rey. //
Verso: Aplaudid todos juntos, pueblos todos; clamad a Dios con voz de júbilo.
Coro: Cantad salmos, cantad salmos a nuestro Dios; / cantad salmos,
cantad salmos a nuestro Rey. //
Verso: Cantad salmos, cantad salmos a nuestro Dios.
Coro: Cantad salmos, cantad salmos a nuestro Rey. //
Diácono: Sabiduría.
ECTURA DE LA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO
A LOS HEBREOS. (Hebreos. 4: 14 – 5: 6)
Diácono: Atendamos.
Hermanos: Teniendo, pues, tal Sumo Sacerdote que penetró los cielos;
a Jesús, el Hijo de Dios, mantengamos firmes la fe que profesamos. Pues
no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras
flaquezas, sino probado en todo igual que nosotros, excepto en el
pecado. Acerquémonos, por tanto, confiadamente al trono de gracia, a
fin de alcanzar misericordia y hallar gracia para una ayuda oportuna.
Porque todo Sumo Sacerdote es tomado de entre los hombres y está
puesto en favor de los hombres en lo que se refiere a Dios para ofrecer
dones y sacrificios por los pecados; y puede sentir compasión hacia los
ignorantes y extraviados, por estar también él envuelto en flaqueza. Y a
causa de esa misma flaqueza debe ofrecer por los pecados propios
igual que por los del pueblo. Y nadie se apropia tal dignidad, sino el
llamado por Dios, lo mismo que Aarón. De igual modo, tampoco
Cristo se apropió la gloria del Sumo Sacerdocio, sino que la tuvo de
quien le dijo: Hijo mío eres Tú; Yo te he engendrado hoy. Como
también dice en otro lugar: Tú eres sacerdote para siempre, según el
orden de Melquisedec. Sacerdote: Paz a ti.
Lector: Y a tu espíritu.
Diácono: Sabiduría.
Lector: ALELUYA en el Tono 3º Coro: Aleluya. Aleluya. Aleluya.
Verso: En Ti, Señor, he confiado; no permitas que sea yo confundido.
Coro: Aleluya. Aleluya. Aleluya.
Verso: Sé Tú para mí un Dios Protector y una Casa de refugio para salvarme.
Coro: Aleluya. Aleluya. Aleluya.
Diacono: Sabiduría. Estemos de pie; escuchemos el Santo Evangelio.
Sacerdote: Paz a todos.
Coro: Y a tu espíritu.
ECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN
MARCOS. (Marcos. 8: 34 – 9: 1)
Coro: Gloria a Ti, Señor, Gloria a Ti.
Sacerdote: Atendamos.
En aquel tiempo, Jesús: Llamando a la multitud a la vez que a
sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí,
niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque quien
quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda la vida por
Mí y por el Evangelio, la salvará. Pues ¿de qué le sirve al
hombre ganar el mundo entero si pierde su alma? Pues ¿qué
puede dar el hombre a cambio de su alma? Porque quien se
avergüence de Mí y de Mis Palabras en esta generación
adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se
avergonzará de él cuando venga en la gloria de Su Padre con
los santos Ángeles. Y les dijo: En verdad les digo que de los
que están aquí presentes hay algunos que no gustarán la muerte
hasta que vean venir con poder el Reino de Dios.
Coro: Gloria a Ti, Señor, Gloria a Ti.
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