EDICIÓN 006

Remontándonos a lugares de Bogotá, en esta edición hemos

escrito crónicas más afines con el bicentenario. Encontramos lugares, de los que escribimos y llegamos a una tipología de escritura en algunos, que se sale de los sentidos; en primer lugar comentare uno de los escritos, en el que su escritora habla de los olores característicos que evidenciamos en Bogotá, en sus diferentes plazas, en sus ríos y sectores que podamos relacionarlos con nuestro sentir olfativo y lo que para ella simbolizan dichos olores.

Una escritura de algún sitio emblemático, que muchos de los capitalinos y la humanidad en si ha olvidado, el llamado desde hace muchos años cerro de Guadalupe y su historia la cual será revivida por medio de otro escrito que contiene esta edición; nos hemos puesto a pensar en qué lugar de nuestra capital encontramos las fuerzas que mantienen nuestro país, ¿la religión y las ramas del poder público?, lo que allí en ese lugar ha ocurrido, ocurre y tal vez

ocurrirá, un lugar que frecuentamos pero no nos remonta a nada y al detenemos a pensar puede ser algo más que una plaza pública.

En un último escrito, encontraremos las vivencias de poblaciones aledañas a las cárceles bogotanas, ¿Cómo son esos lugares? ¿Qué historias de vida se encuentran allí?, también este, un punto que hemos olvidado, porque es ajeno a nosotros, pero nunca a nuestra sociedad.

De lo que se ha olvidado…

EDITORIAL

Bogotá ha sido una ciudad llena de complicaciones durante varias épocas,

basuras, inseguridad, violencia y contaminación, son algunos de los problemas que han azotado nuestra bella ciudad por épocas. Digo bella porque hoy en día es una de las pocas que contiene tanta historia dentro de sí misma y tantas insignias que dan cuenta de su transformación.

Hoy en día el problema más notorio es la contaminación que poseen las calles, debido precisamente al alto crecimiento industrial y desarrollo en infraestructura que ha venido adquiriendo la ciudad. Muchos dirían que él único aire que respiran de la es la contaminación y polución que expiden los carros, buses y zonas con grandes acumulaciones de basuras, generalmente rodeando los caños, las plazas de mercado, la zona industrial y las localidades actualmente afectadas por quema de combustibles y derivados del petróleo, como lo son El Tunal, Kennedy, Puente Aranda, Cazucá, Soacha, Usme, entre otras que según el IDEAM poseen la mayor responsabilidad en materia de de producción de material particulado que afecta mayoritariamente la calidad de aire de la ciudad.

Igualmente, la ciudad peca de tener zonas con un alto nivel en producción de monóxido de carbono, producido por el vehículos e industrias, cuyos puntos se encuentran en Fontibón, en la calle 37 con carrera séptima, calle 63 con 47, Corpas, calle 81 con carrera 68, Autopista sur con 61, Cazucá y Puente Aranda.

Pero quizás el mayor premio de contaminación se lo lleva el río Bogotá, donde los vertimientos de los agroquímicos que provienen de zonas francas y agropecuarias en Mosquera y Funza, contaminan el caudal filtrándose por el suelo y regalándole al ambiente un potente aroma putrefacto, inaguantable por más de 10 segundos.

Aromas de Bogotá

Por: Lina M. Naranjo N

Hasta este punto podría decirse que los aires bogotanos no distan mucho de ser un cúmulo de hedores de los variados y putrefactos niveles en orden cada vez más descendente.

Pero no es así, a pesar de sus zonas l i t e r a l m e n t e h e d i o n d a s , goza de tener unos aires muy citadinos que envuelven los día a día de sus habitantes, como el olor de un buen café en un Juan Valdés o de un delicioso c h o c o l a t e caliente en las mañanas al desayuno, o en las tardes cuando la lluvia torrencial, azota las calles de la ciudad.

También es inevitable respirar un aire de humedad en sus zonas verdes, cuando llueve, o un aire de y tranquilidad y serenidad cuando el sol invade la ciudad y el verde de sus parques resplandece ante las calles. En el Parque Nacional, por ejemplo puede respirarse ese aire

sereno entre semana, cuando uno se adentra un poco en él alejándose de la carrera séptima. Es uno de los lugares perfectos para caminar un buen rato, meditar, charlar con un amigo mientras se disfruta de un delicioso cholado,

jugar con el perro y s i m p l e m e n t e sentarse a observar un poco el transcurrir de la ciudad.

De igual forma, no puede dejar de mencionarse aquél sitio donde se respira el aire más puro de la ciudad. El cerro de Monserrate, que a pesar de que en sus entradas posee aires a mazorca, arepa y

pincho de carne asada, cuenta con una vista a las montañas y a la ciudad espectacular, donde la polución, la contaminación, el ruido y el estrés, se van con el aire que se respira de la naturaleza y a tranquilidad que otorga el santuario los días en que el turismo baja un poco y el lugar se precisa para meditar y revitalizarse llenando de buen aire los pulmones mientras se admira la grandeza de la ciudad de Bogotá.

De los poderes, por los que se rige un país y,… lo que sale de lo terrenal para un

mismo fin,… servir a una comunidad.

Desde hace millones de años encontramos el camino más fácil para corregir nuestros errores o simular que quedaron saldados dejándolos a Dios pero y,… que hay de las injusticias que se viven en nuestro país, de los problemas que tiene una nación,… ¿también solo se los entregamos a Dios?

Hay poderes públicos a los que muchos de los integrantes somos fieles,…¿pero ellos a nosotros y a ellos mismos también?. Enfatizando en nuestra sociedad, en nuestra nación,… teniendo una mirada crítica de lo que en el país sucede; detengámonos a ver lo que es en realidad la iglesia,… sus declives, los poderes público, los partidos políticos, los grupos que por alguna razón, algún motivo han sido protagonistas de protestas y eventos en contra del gobierno. ¿Qué tal la unión de todos estos?

Que tal la iglesia con los poderes que rigen a nuestro país,… los que supuestamente legislan, los que hacemos politiquería y justicia. Qué hay de las personas que componen estos anteriores, cuando encontramos políticos que

por trayectoria, hechos y habladurías, sabemos que no precisamente son santos,…. Pero ¿y los curas?,… la iglesia,… acaso la totalidad de los servidores a Dios son ¿unos santos?Injusticias se han captado,… imágenes

horrorosas cometidas por quienes llamamos los servidores de Dios, violaciones y abusos de poder propiciados por personas a quienes confesamos nuestros pecados, y ¿la justicia?, acaso ellos son condenados como cualquier violador, asumen y pagan el costo de sus acciones; o es en este momento donde se fusionan los poderes para hacer en conjunto una nación donde se explota la corrupción y se hace caso omiso de lo que dictan las leyes, o sencillamente es Dios quien castiga estos delitos.

Amor a Dios, leyes y libertad

Por: Mónica Vélez

Los partidos políticos,… los podríamos definir como la división de bandos en los que no se sabe cual de todos es peor, por trayectoria de quienes los componen,… ¡claro esta! No generalizo, no es en totalidad, o por la corrupción que algunos de ellos han perpetrado en nuestro país. ¿Acaso alguna vez se les ha juzgado a ellos?, ¿las leyes, la justicia de este país obraron sobre ellos?. O por el contrario como hemos visto hasta el momento, hay delincuentes de la alta alcurnia que pasean sin perjuicio dentro y fuera de este país, ya sea por que ejecuten acciones indebidas o en su defecto encubren a quienes las cometen, en pocas palabras, no dan a las leyes el valor que se merecen y se supone deberían tener.

Unos de los lugares más emblemáticos de la capital colombiana, es en el que evidenciamos esta cantidad de atrocidades entre muchas otras, que pasan por la nada volando en frente de nosotros, a algunas se les da castigo, otras sencillamente quedan en la impunidad, La plaza de bolívar,… hacía los lados, quienes nos legislan, quienes aprueban leyes, hacia el otro,… el poder divino “la iglesia principal de la capital”, la unión del poder supremo con lo que es

absolutamente político y legal.

Cuando hay protestas, es esta plaza el escenario del desenvolvimiento de las mismas, cuando no se está de acuerdo con las leyes, cuando se han violado los derechos fundamentales, ejemplos entre muchos otros por los cuales el pueblo tiene derecho a reclamar, de la misma manera la plaza de bolívar en este caso, es el escenario de enfrentamiento civiles contra fuerzas militares, nos hemos detenido a pensar en cuanta sangre se ha derramado, en cuantos cuerpos sin vida allí han quedado solo por reclamar lo que al pueblo pertenece.

Con un intenso frío, una pequeña llovizna y momentáneos fuertes soplos de viento,

se empieza a sentir el lento pero seguro ascenso al Cerro de Guadalupe, esa imponente montaña que se vislumbra muy cerca del Cerro de Monserrate llamado por los indígenas el pie de abuela.

Al descubrir la imponencia que tiene este cerro frente a la cuidad, logre entender el porqué del incesante frío, estaba junto con unos pocos más a 3.317 metros de altura sobre el nivel del mar.

Caminando un poco más entre la llovizna, bajo una endeble sombrilla de 5 mil pesos, avance un par de metros y me encontré diminutamente frente a una imagen de cerca de 15 metros de altura. Esa virgen de Guadalupe o la Virgen María Inmaculada, como se le prefiera llamar, por la que muchas personas cada día suben a este helado y solitario cerro, aquella que según muchos y a veces no tantos “hace milagros por pegarse la subidita hasta allá”.

Este cerro aunque la

naturaleza ha intentado destruirlo en varias ocasiones, bajo la inclemencia de lo que significan 4 terremotos, ha sido reconstruido el mismo número de veces y es ahora cada vez un símbolo más fuerte de la imponencia de Bogotá. Ante el inminente cierre de las vías que permiten el acceso a aquel otro lugar sagrado, El Cerro de Monserrate, quien es llamado por los indígenas como pie de abuelo, Guadalupe es aquel otro lugar misterioso, silencioso, imponente y para otros, tenebroso.

Solitariamente, aprovecho el tiempo para deleitarme admirando la ciudad donde vivo, un suave y frio aire roza mi cara, como recordándome en donde estoy. Allí, como también sucede en el pie de abuelo, se celebran

Tu Imponencia Me Cautiva, Me Enamora

Por: Ana M. Rizo D.

allí se intensifica por la lejanía y la soledad del lugar, sin embargo, también note que es solo cuestión de andar con cautela, no apartarse o como mi madre me dijo ir en combo.

Me detuve por unos instantes en varios quioscos y compre un par de estampitas, medallas, escapularios y algo de dulces. Los recuerdos físicos a veces también son importantes, más cuando la mamá previamente y por medio de solicitud ha pedido que se le lleve algo.

Empieza a anochecer y entonces decido descender

de nuevo a la cuidad, a esa gran urbe que absorbe con su rapidez a diario. Tomo un último suspiro y me dirijo donde pasa el bus, por cierto se me había olvidado nombrarlo, no es tan difícil como parece llegar allí, diría yo, es solo cuestión de tener actitud.

Luego de un rato he llegado nuevamente abajo y entre ese ensordecedor ruido de los carros, he mirado nuevamente ese cerro, para descubrir que mis ojos ya no lo ven de la misma manera, su imponencia me cautiva y me motiva a volver allí en compañía de muchos o de pocos, pero disfrutar de él.

misas, majestuosas, solemnes y en la paz que provee la lejanía de la ciudad, se llega al Señor nuestro Dios. Pareciera ser que estando tan alto, se pudiera llegar y sentir más la calma y la serenidad que se necesita para llegar a él.

Pero un momento, ha pasado ya bastante tiempo y he notado que mi estomago cruje, he podido notar que aquí también existen lugares para comer, desde calentanos hasta grandes trozos de carne. Metódicamente ubicados para la comodidad de todos, he ingresado a un restaurante, con su característica mesera que al parecer era la hija del dueño, con su amable forma de atender se acerca a mí y fuertemente entre el sonido del pito de la olla a presión y la gente de las mesas del lado, me pregunta- que le provoca mami, tengo caldo de pajarilla, sancocho, tamal, huevos al gusto- y suspire por un momento y dije – tamal con chocolate está bien-.

Recordé que mi madre y mi hermana menor habían pedido que les llevará algo de recuerdo, ya que iba a ser tan arriesgada de irme para ese lugar y es que no se puede dejar de lado el mito que se ha creado en torno a la inseguridad, que aunque existe –como en todos los lugares-,

Bogotá es una ciudad construida en la más inmensa diversidad que alguien pudo

pensar alguna vez, sin embargo hace algunos años cuando todavía esta realidad no se había percibido empezó una discusión gracias a teóricos universitarios, acerca de denominar a Bogotá como una Metrópoli, esto debido al alto crecimiento que había tenido la ciudad en tan poco tiempo y a la percepción de diversidad que empezaba a coger auge y era centro de atención lideres culturales en Latinoamérica y el mundo, hubo muchas posiciones diversas, porque habían personas que percibían esto como un fenómeno social normal y nada comparable con ciudades denominadas metrópolis en otras partes del mundo, pero estos personajes empecinados en demostrar su teoría se encargaron de recopilar toda la información necesaria para demostrarlo, luego de varios años de lucha académica desde lo social y lo conceptual, el concepto tomo forma y fue el eje del desarrollo de la ciudad más adelante, hasta el punto en que las políticas distritales se enfocaron en masificar esas diferencias culturales para hacerlas crecer y mostéaselas a turistas y hacerlas vivibles

para los ciudadanos.

Sin embargo dentro de estas políticas nunca se tuvieron en cuenta aspectos que retrasarían a Bogotá abismalmente, ya que olvidaron aparentemente, que como súper ciudad debía establecer soluciones a problemáticas que son diarias y que no desaparecen por ser menos o más grande, dentro de estas se encuentran la recolección de basuras y residuos sólidos, ya que este se volvió un problema constante para la ciudad y su único lugar para desabastecerse de ellos fue durante mucho tiempo el botadero de Doña Juana, sin embargo este lugar tuvo

La Bogotá Metrópoli

Por: Andrés F. Tole C.

que ser cerrado por contaminar el medio ambiente y por no ser un centro adecuado de procesamiento de los residuos, sin embargo una problemática agudizaba más el problema y era el hecho que se había convertido en un lugar de hábitat para cientos de familias que encontraban en él un refugio de supervivencia y subsistencia, a pesar de que este lugar no tuviera las mínimas condiciones de salubridad.

Otro problema que no tuvo una adecuada planeación fue la ubicación y descontrolado crecimiento de los centros penitenciarios dentro de la ciudad, ya que estos no cuentan con medidas optimas para garantizar la seguridad de los habitantes de los sectores aledaños, por lo que para muchos ciudadanos, sus vecinos son los presos de las cárceles Modelo, Picota, El Buen Pastor, y así mismo los familiares de estas personas, pero como para ellos, no todo es un problema de vecindad y visitas un dia de la semana, muchas de estas familias se han

vuelto victimas de desplazamiento por parte de grupos armados camuflados de civiles, que buscan encontrar una oportunidad para ayudar a escapar a los capos o dirigentes subversivos, de igual forma el riego constante de atentados y la poca presencia de policía para controlar los fenómenos, hacen de están personas un blanco vulnerable para los delincuentes.

Son estos dos aspectos por nombrar algunos los que han hecho que las políticas de desarrollo urbano queden en contraste y se les quite legitimidad a las buenas campañas de algunos alcaldes y que simplemente son un factor más de empeoramiento para otras alcaldías.