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LOS METODOS ACTUALES " DEL PEN!SAMIENTO EDlClONES RIALP, S. A. MADRID

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  • LOS METODOS ACTUALES"DEL PEN!SAMIENTO

    EDlClONES RIALP, S. A.MADRID

  • Titulo original:

    Die zeitgcl10ssiscllcn Dcnk711ctllOacl1

    (A. Francke Vedag. Bern. Leo Lehnen Verlag.' MUnchen)

    Primera edici6n espanola: enero de 1957Segunda edici6n espanola: oetubre de 1958Tereera edici6n espaiiola: enero de 1962Cuarta edici6n espanola: oetubre de 1965Quinta edici6n espanola: junio de 1968Scxta edici6n espaiiola: septiembre de 1969Septima edici6n espanola: julio de 1971Oetava edici6n espanola: febrero de 1973Novena edici6n espanola: febrero de 1974Decima edici6n espanola: febrero de 1975Undecima edici6n espanola: mayo de 1976Duodccima edici6n espanola: novicmbre de 1977Decimotereera edici6n espanola: enero de 1979

    Estc libro intenta dar a conocer en fort1Welemental, y segun las concepciones actuales,los n~todos de pensamiento contemporaneosmas importantes y generales, es decir, aque-Ilos que vicl1en. 11satWOSeen varios dominiosdel saber.

    Para evitar malentendidos es convenienteexplicar en concreto las limitaciones impues-tbs al libro.:J.: .Trata de los metodos de pensamiento'~

    el libro perteti~ece, por tanto, 1al campo. de~lametQdologl1general~ quees aquella parti dela 16gica que se ocupa de la aplicaci6n de susleyes en el ejercicio del pensamiento.\Obser-vese qUe ha sido escrito por un 16gico ; de ello

    Todos los dereehos ressn'ados para touos 105 paises lit-habla espanola par ElJlCIONES RIALP, S. A.

    Preciados, 34 . Madrid

    CLOS,\S.ORCOYEN,S. L. . Martinez Paje, 5 . Madrid29,.

    Jl'uorECA CE"TR~tI At" 29/83/

  • se seguinf probablemente cierta tinilaterali-dad: la acentuacion especial del lado logicoen el trJetodo. En todo caso, 10 decisivo en lametodologa parece .ser precisamente 10 logico.

    2. Ellibro contiene solo nociollcs elemen-tales. Doctrinas importantes, como, por eje11l-plo, la teora de la probabilidad 0 las particula-ridades del,metodo historico, han sido pasadaspar alto 0 simplemente esbozadas. Esto /uenecesario, al querer resumir en tan bre've 11l1-mero de paginas todo 10 esettcial. Especial-. mente se procuro eliminar todo 10 que te-quiriera cualquier conocimiento mate11laticu--excepcion hecha de las operaciones elemen-tales de calculo- y de la 16gica matematica.Igualmente se ha remmciado a toda la te'rmi-nologfa especializada con el prop6sito de hacermas asequible el texto a cualquier lector noiniciado en la materia.

    3. Lo que se dice, a pesar del tono y formadogm.atica, no es ,has que una exposicion dereferencia. El autdr no asume la responsabi-lidad de las reglas y fundamentaciones queexplica. De escribir el una tnetodologfa siste-matica, a buen skguro que gran parte delcontenido de este libro variaria totalmente.

    4. Se dan a conocer Ias concepciones de105 metod6logos, no las del hombre de ciencia.

    En este aspecto no es mas que un libro sobrela ftlosofa actual. La palabra ((filoso/falldebe tomarse esta vez en su acepci6n mas ri.:gurosa y no en su sentido corriente : cuestio-ues /ilos6/icas, como, por ejemplo, las queversatt sobre la naturaleza de la 16gica a sobreel /tmdamento de la inducci6n, han sid a pa-sadas por alto c415ipor completo. El objeto encuesti6n es el ('studio! de los metol1os en sf,no sus interpretaciones y fundamentacionestHtimas." .

  • Para poder dar a conocer c1aramente el con-tenido de las doctrinas metodol6gicas contem-poraneas, debemos servirnos de una termino-logia cuyo sentido quede fijado de antemano.Por esta raz6n es necesario, antes de entraren materia, anh~poner algunas -ere:isi0tle.s ter-mil1()lQgklls. Lo que se pretende- con' eIlo noes~,establecer principios, sinotreg1as para eluso~de eiertas palabras y moqismos) a menu-do, est.?.!Lr.~gta.S.tmar{mItlf()rtI1.tl~e proJX>si-ciones, que en 5i y por 5i pu
  • Nuestra terminologia perteneee, en sus 11-neas generales, a la hereneia del mundo filo-s6fico; no obstante, algunas expresiones sonusadas en sentido distinto por distintos anto-res. En tales cas6s ha sido neeesario eseogeruna significaei6n {mica y, por 10tanto, 10queaqu! se ofrece es eonvencional. S610deeimos,pues, que tal 0 cual expresi6n debe ser enten-dida de esta forma 0 de la otra.

    ente, se comporta y es de esta 0 de la otra ).forma. ~.as configuraciones (Sachverhalte) 0'.no son iiidependientes unas de otras. Es mas ~"que frecuente que, Sf una configuiaei6n exis- ~) \~Ite, se deotra tambien. ,~l mundo puede ser { ~, .;pensado como un conjuntQd~, configuracio- "nes. Mas aun : el mundo es en sl mismo una \ \configuraci6n enorme, desarrollada en sumo ; \ '.grado, en el que todo 10 que es 0 puede ser,esm unido a 10 demas por una serie infinitade relaciones.

    Con ello, naturalmente, no se afirma queno sea posible un aumento 0 redueei6n de lascitadas~careg~r~ De hecho, a 10 largo de lahistoria de la filosoHa se ha sostenido que noexisten cosas, sino pr()pi~dades'y relaciones';atros pensadores han ensefiado queunieamen~te existe una cosa. Tampoco faItan quienes,por el rontrario, reducen el todo a una muIti-plicidad de cosas. La lista de tales opinionesIX1da rontinuarse ad libitum. Desde el pun-to ge vista metodo16gicoestas discusiones tie-neti'.\poca importancia. Cabe que un analisismas {(profundoll permita alguna de estas re-dueciones m~ncionadas. Pero e.n la praxiscientHica se emplean de continuo todas estascategodas. Ademas, cs sorprendente que en''relaei6n a estas categodas exista una notable

    VTER1HNOLOGfAONTOLOGICA!.-EI mundoc~llSfadecosas (cosas, subsG'nciaS)~~'como'

    . monles;pl~1l1as, hombres, etc., que son de-terminadas mediante diferentes propiedad'es':poiweJemplo, colores, formas, ,aptitudes, etc.,y que estau vinculados entre S1 por medio derelaciones. EI nombre filos6fico generico paratodo 10 que es 0 puede ser, es el de.~nte. Entodo ente se pueden distinguir dos as~tos 0momentos: sl1~sencia (~ser asi), 10que es ; Y.su....exiStencia, que cons'iste en queel ente es: . I

    Cuando tl.~.ser~.~ta ronstituido de una de-.terminada n;.a~eraJ por ejemplo, cuanno unarosa es roja 0 una Figura geometrica tiene unasuperficie dos veces mayor que otra, n?s en-contramos con U,!!:3:

  • uniformidad y acuerdo entre los m1lsdestaca-dos pensadores de nuestro mundo cultural:Plat6n, Arist6teles, Plotino, Agustfn, Tomas,Espinoza, Leibniz, Kant, Hegel, HusserI,\Vhitehead, emplean todos un lenguaje en elque se presentan nombres para nuestras ca-tegorl'as, sea cual sea e1 modo de concebir elmundo en SIll. ..

    TERMINOLOGfA PSICOLOGICA,L La metodo-l~gr~'Y~r~Ji'$gDree1stiber': .el pr~blema .delsaber e.s dWell y debatido. Nos interesa aqulexrlicar el sentid9que damas a este vocablo.

    1;" It1!!~1!-de'vls-ta de la terminologla, distinguir el ~aber com.ofe~6menorsiq~~ic() de~s.u.contenido; y la tesisrnetaHsica que acabamos de apuntar (por 10demas discutible) carece de importancia, yaque e1metodo; enultima instanda, siempre esaplicado por e1hombre concreto e individual,y no por e1Hamado esplritu objetivo.

    2. El saber tiene siempre un objeto; 10.que se sabe Jste?~j~t()~s~ienii>:r~ullarnnlh.,guraci6n.~.yn:tC:Osa, una propieclad 0 una re-1aclon, no-imeden saberse en sentido estricto;10 que se sa~es, siempre, que una determi-naa~rTosa

  • para el saber: el saber se refiere a contenidosy estos se convierten en proposiciones; lasproposiciones, sl, son ya suficientes para elsaber. .4. Estas im~genes plleden ser considera-

    Ie damos"UIla"Diayorextensi6n: llamamos asi a cual-quier movimiento espiritual que va de un ob-jeto a otro. Un movimiento de esta naturaleza

  • justificada-, a construir e1 lenguaje de ma-nera que represente 10 mas adecuadamenteposible 105 con
  • TERMINOLOGIAGNOSEOLOGICA.-Una pro-posici6n objetiva -y, por 10 tanto, tambienun enunciado--, es siempre verdadera 0 !alsa.A continuaci6n, queremos determinar la sig-nificaci6n de es.tas expresiones : una proposi-ci6n es verdadera, si C'orresponde a algo, esdecir,si el Sachverhalt a que se refiere se da,existe. Es falsa, a su vez, si no correspondea algo, es decir, si el contenido a que alude noexiste. La palabra verdad significa una pro-piedaJ de una proposici6n 0 de un enunciado,que consiste en que Stt correspondie11te conte-nido se da en la realidad. Analogamente,' pue-de deinirse el sentido de la palabra falsedad.

    Esta es, naturalmente, una de las multiplessignifieaeiones de la palabra uverdad" : puesno s610en ellenguaje arHstico tiene otras sig-nificaciones, sino que incluso dentro de la 16-gica se viene usando est a palabra en variossentidos. Aparte de dlo, algunos fi105005dan a esta palabra otras significaciones maso menos leg1ti~as.

    Sin embargo, hosotros escogemos la signifi-caci6n indicada mas arriba porque, en primerlugar, esta se da en toda dencia, al menos allado de las otras', y, en segundo, porque, se-gun parece, todas las demas definiciones lasuponen de alguna manera. As!, por ejemplo,

    al decir que una proposici6n es verdadera,cuando correspDnde a la existencia propia delhombre que la admite, la cuesti6n se planteaen un nivel inmediatamente superior: l es ver-dadero que esta proposieion' corresponde a lapropia existencia del hombre? En este caso,es evidente que uverdadero)) tan s610 puedetener el sentido a que aludimos. Mas aun, sialguien afirma que aquella verdad' es relati-va (y as! atribuiria a la palabra un sentidodistinto del que nosotros Ie damos), debedasepreguntar tambien si es verdadera en nuestrosentido. Sea como sea:. hasta aqul parece sercierto que toda ciencia tiende a construirenllndados verdaderos (en el sentido prime-ro): esta es la finalidad ultima del conacercientifico. La que no quiere decir que est afinalidad sea lograda siempre, ni siquiera quesea accesible en todos los 6rdenes del saber;pera la tendencia hacia su prosecuci6n deter-mina claramente todo conocer, y, por 10 tanto,es~e sentido de uverdad)), admitido por nos-otr,s,es de fundamental importancia para lamefMologla.

    Esta finalidad puede ser lograda de dos ma-neras :

    1. Aprehendiendo sensible 0 intelectual-mente la configuracj6n; por ejemplo, si se

  • quiere saber si la proposicion esta mesa esoscura es verdadera, basta con mirar la mesa;tal conocimiento 10 llamaremos directo.

    2; A.prehendiendo, en lugar de la confi~guraci6n en cuestion, otros contenidos, dedu-ciendo de ellos el pritriero. Esta forma de ca-nodmiellto seta llamada conocer indirecto.Observese que toda interpretacion a base designos, .es un conocimiento indirecto ya quevemos, de una parte, signos materiales (porejemplo, pequeiias manchas de tinta) , y pol'otra (intelectualmente), ciertas conexi.onesge-nerales entre tales signos y sus contenidos.A.si, concIuimos la significacion de los sig-

    nos en aquel caso particular. El fenomeno delconocimiento indirecto se nos ofrece como algocurioso y, a primera vista, no se entiende co-mo puede ser posible tal conocimiento. Pernes incuestionable que conocemos muchas casasindirectamente; mas aun, en todo conaceresta entr~mezcl~do un conocer indir~to. Laesencia del conofimiento indirecto plantea se-rios y-dificiles problemas gnoseo16gicos. Pera,dado que aqui tan solo nos interesa la meta-dologia, orilhl.re~os estos problemas y {mica-mente daremos pol' supuesto el hecho escuele>de que se da tal conocimiento.

    Para la adecuada inteligencia de las doclri-nas metodologieas es necesaria una breve alu-sion allugar que la metodologia ocupadentrodel sistema de las ciencias. Para ello, debe-mas ocuparnos brevemente del e6ncepto de16gica --de la cual la metodologia es unaparte-, y del concepto de ciencia.

    LOGICA.-.Pc>caspalabras hay'-incIuso en1a terrninologia filos6fica- mas ambiguasque la palabra logicalJ. Dejando de lado ta-das aquellas significaciones que nada tienenque vel' con el raciocinio, nos quedan todaviamuchas mas, mejor dicho, resta una tripledivisi6n del orden caracterizado pol' esta pa-labra. _~caj cot1].Q dencia ordenada alraciocinio, abal~ca

  • mas diHciles; aunque a la vista de algunosejemplos resultara facil mostrar SUobjeto.U~ ejemplo es el conocido nwdus potlendo

    ponens: ((8i A, entonces B; es asi que A; lue-go B. Esto es ;una ley logica. Puesto que sis?stituln~os las le,lras por cualesquiera enun-clados, Slempre tendremos un enunciado ver-dadero. Dicho de otra forma: con esta ley po-demos d~ducir de enunciados verdaderos otroenunciado verJadero. Otro ejemplo es el modoBarbara: ((8i todos los M son P V todos los Sson M, tados 10s5 son P.lI La logica formal seocupa de tales leyes, de su formulacion v or-denacion, del metodo de su verificacionr etc.~-etOOo~ -La sola logf~a formal

    no es suficiente para el analisis del conaci-miento indireci? En la practica'de la investi-gacion cienufiCa queda de manifiesto que lasmismas leyes logicas pueden sel;-empleadasde diversas maneras. Una cosa es' la lev logicay otra la conclus~on que se obtiene segdn estaley. A~l, por ejetpplo/laconocida division del _~procedlmlento m~ntal en deductivo e inducti-vo no consiste esencialmente en e1 uso de:diferentes leyes 10gicas, sino en el diferente-etnpleo de las ni.ismas leves. ~a teorfa del~ley~ogicas e~ diver~sdOnllniosd~l sa~res-precisamente IaJlietodOl

  • teralmente un logos, un hablar ({del ir a 10largo del (buen) camino)~.):
  • ...,

    " es otra cosa qu~ un saber .sisJem4.tiw . .t:s. enprimer lugar ea), un saber., es decir, una pro-

    '----...C,_ p~d del sujeto humano inaividual. El que-, posee una ciencia tiene la aptitud de en tender

    muchas cosas; de ella v de realizar correcta-mente las operaciones 'espirituales correspon-dientes. ASl, por ejemplo, un hombre quesabe AritmMica tiene la aptitud de entenderlas ley,es aritmeticas y de contar correctamen-te segun ellas. Ciencia, en este sentido, no esotm cosa que una especial ~titu~~!!.ida natu-raJinente atin 'saber prolo, en este caso_d..c.o-1J.ocLmientode muchaUeyes. Pero la cienciasubjetivamente entendida es todavla mas :@un saber sistematico. No todo el que conocealga de un dominio del saber posee ciencia deel, sino solo aquel que ha ~~~t!"-adQ.~em~ti-camente en el y que, ademas de 10s detalles,conoce las conexiones de 10s contel!idR.~.._\

    Se habla a menudo de actividades cientifi-cas, de la inve~tigaci6n. Se las llama' cientfji-cas porque su fin consiste en la formacion 0desarrollo de una ciencia en sentido subjeti\'o.Pues el que investiga, estudia, etc., se esfuer-za por obtener un saber sistematico.l)~-Objetiva'm~te ~...ilida.la eiencia ..no~s utJ saber, sino un conjunto de prop~iciQ!!.~so~tivgs. En este sentido se dice ilIa Matema-

    tica enseiiall, 0 ilIa Astronomia dice que ... n,etcetera. Es~uencia. asi entendida. no sub-s~te He.n....=.s.in ._1H1!!9.ue.tam~JL...eSt.Lunid.a ald_~stino_deun hombre en J;articular._Mas biense trata .Sjcion;;' reales ; las no cono-eidas son s610 posibles. La ciencia no constade proposiciones posibles, sino de las forma-das'r~almente.

    DeJlSOuique se pueda hablar de evoluci6n yp'Ulgre_::@n Ja .ctenc.ll!:.OCurre cuando 105hombres conocen nuevas contenidos y eons-truyen a base de ellos nuevas proposiciones." c)) La dencia, como se ha dieho, es una"-----" - --_ ....

  • obra sociaL A ella pertenecen solamente aque-lTaS proposiciones que de una u otra manerahan sido objetivas, es decir, representadasen signos, e~tando as! al alcance, al menos enprincipio, de 10s demas hombres. Acaso pu-diera imaginarse una ciencia individual, cons-truida .y conocida solamente por un hombre;de se,r asi, no necesitaria ser expresada en sig-nos. Pero de hecho una ciencia tal no existe.

    tituye, pues, ~1 marco ind=nsable de lac~

  • ) 1. M. Bochenskf

    estudiados por la metooologfa, que, segun he-mos dicho, es una parte de la logiea.

    Queda claro que tooa investigacion suponela logica ~n su sentido mas amplio. No hayque entender esto como si el investigador de-biera aprender la logica formal y la metodo-logfa antes de ir a la investigacion. Sabernosde ,sobra que en 10s estadios iniciales de unadencia el conocimiento de ambas no es indis-pensable y que bast an las disposiciones 10-gicas naturales. Es un he~ho que los princi-pios de la logica -son-abstrafdosde las cienciasy- !"mji~dQs,_cuand~-=-y-~est-;i--ulii~~~e'-hallaen fran..CQ__desarr.ollQ.._No obstante-,. dos cosas~on evidentes :J), Tooa dencia, ~6~~u~ndoellllvestigador no tenga conciencia de ello, estaconstrufda segun 105 principios logicos-meto-dologicos ; ~generalmente, es necesaria unaformulacion refleja y completa d~ estos prin-cipios en las fases evolutivas de una cienda.La 16gica nrztural basta para las cosas send-lIas; en las cosas mas complejas, en general,es insuficiente. Falla de ordinario totalmenteal querer dar cuenta del significado filosoficode la labor realizada; por 10 cual es indispen-sable cierto conocimiento de la logica formaly de la metodologfa.

    DIVISlc5~:-Por 10 que hemos dicho se po-

  • I~/

    trina. general sobre 108 metod08. Viene a sercomo e1 cotreIato del metodo fenomenol6gico:en el se analiza ellenguaje indirectamente, a.traves de 10s; signos. Su estudio seguira aldel metodo fenomenol6gico.

    ,I A continuaci6n nos ocuparemos de Ia con"rJ: d.llsi6n, estudiando sus dos espedes: ded-m-----tima y' -redwrttl1a. (La significaei6n ~asexpresiones sera ac1arada e.n su Iugar). Severa facilmente cual es la vineulaci6n delprocedimiento deductivo con las leyes forma-les.J6.gicas y quedara claro que el redrietlvosupone Ia 16gica.

    ASI obtendremos .la divisi6n siguiente :( 1. Meto?~ fe~0~.~lJ~16gico.\2. Anahsls ImgUlshco.

    \

    3. Metodo deduetivo.4.~ Metodo reduetivo.

    \

    ANOTACIONESHISTORICAS._. La palabraufenomenologlall parece haber' sido empleadaprimeramente por J. H. Lambert en su NeuesOrganon (1764). Mas adelante la encontramosen,Kant (Metai,hysische Anfangsgrunde derNaturwissenschaft, 1786), Hegel (Phiinome-nolbkte des Geistes, 1807), Renouvier (Frag-ments de la philosophie de Sir W. Hamilt~,1840), W. Hamilton (LeCtures on LOgle,1860), Amiel (Journal intime, 1869), E. 'yonHartmann (Phiinomellologie des sittli~hen Be-wusstseiu, (879), y olros. Su significaci6n esnIuy dislinta en cada uno de estos antores,

  • aunque ning-uno la emplea Fara significar unmetodo especial y determinado de pensamien-to. Es Edmundo Husserl (1859-1938) quienprimeramen te iI1troduce la palabra F C1l0m,-l101ogfa ell este sentido. Sns concepcionesmetodol6gicas ejercieron un influjo decisivosobre la filosofla europea, y, en parte tam-bien, sobre la americana. En el periodo deentreguerras se form6 en torno suyo una re-presentativa escnela (M. Scheler, R. Ingar-den, M. Farber, E. Stein, O. Becker, E. Fink,A. Pfander, A. Koyre, .r otros). Mas tarde,este metodo, con algunas modificaciones, pas6a manos de los fiI6sofos de la existencia, COI1S-tituyendo en In actua1idad el procedimien-to mas importante dentro de est a escuela(G. Marcel, M. Heidegger, J. P. Sartre,M. Merleau-Ponty). Dado que Jas ciencias delespiritu en general han siclo influenciaclas,en diferentes paises, sobre todo en,Alemania,Francia e Italia, por los fil6sofos de la exis-tencia, este llietodo fenomenol6gico ha pasadoa ser de gran importancia para estas discipli-nas. Inc1uso pensadores independientes comoN. Hartmann se sirven de un a modo de me-todo fenomeno16gico. Sin temor a exagcrar,puede decirse que el melodo f~nomenol6gicoes de Sl1ma impartal1cia, al menos en el conti-

    nente europeo. Por el contrario, es menos em-pleado en la filosoHa norteamericana e inglesa.

    OBSERVACIONES METODOLOGICAS. - No esfaC'i1determinarcuales son las reglas funda-mentales para el metOdo fenomenol6gico deHusserl, pues Husser] desarro1l6 ~ste metodopoco a poco a 10 largo de sus inv~stigacionesfilos6ficas y no las resumi6 jamas de una ma-nera clara. En su obra se encuentran interca-Iadas algunas consideraciones ..metodo16gicasque, en todo caso, no son faciles de entender.A ello se afiade el hecho de que en Husserllapalabra ((fenomenologlan significa, a la vez,un metodo y una doctrina. Es verdad queningun metodo puede desprenderse totalmen-te de ciertos presupuestos de contenido, peroen el es tan estrecha la trabaz6n de metodoy contenido, que cabe paner en duda si esposible distinguir claramente su pensamientometodol6gico.-Sin embargo, esta diferenciaci6n es de ca-

    pit~) "importancia. Un rasgo esencial del me-todo fenomeuol6gico es la Hamada reducci611, \~ ,que cs doble 'ellB Ilsserl: cidetica y}e1101l14'//O- ~[(IJ.;ic!I ClIsClltidl) cstrido-.-I\~t'rirm ("jd(.-tica

  • a ocuparse cad a vez mas de la' reducci6n fe-nomenol6gica estrictamente tal, a partir delas Ideas para una fenomenologfa pura y unafiloso/fa fenqrnenol6gica (1913). Aqul trata-remos con detenci6n la primera, !areducci6neidHica, dejando aparte la fenomen91Qgica,ya que esta esta demasiado unida alas doc-trina~ de HusserI, de manera que no es posi-ble considerarla como metodo de significaci6ngeneral. .

    es 'elecir, de tOOoaquello que se ha ve?-ido en-sefiando hasta el presente sobre e1 obJeto. Enel mismo objeto dado tooavla ha ue Hema cabo una doble~reducci6n : hay que dejarde lado la consicleraci6n de la ,,~xistencia de,~cosa v centrarla. atenci6~~clu' '.__ enonlo"" it G quidida , a 10 gue e1 obje~es ; y,despues, hay que separar de esta,q;tididad 1~o 10 accesorio y analizar s610 la esencia de I-:--------.- =---.Llacosa. '

    En tOOoeste proceso hay que tener en euen-ta ]0 siguiente :0 la reducci6n fettomenol6gicano significa 10mismo que negati6n. Tan s610se desatienden los elementos excluldoo: sehace abstracci6n de ellos y se considerao un i-camente 10 que queda. La reducci6n eidHica .no implica juicio valorativo alguno acerca delos procedimientos que se excluyen 0 de otrosaspectos; e1 que procede de acuerdo con elmetodo fenomeno16gico no renuncia al poste-IiQr empleo de otros metooos y de los aspectos.no,:~onsiderados. Esta regIa de la reclucci6ntieii~ "'validez pa.ra la consideraci6n fenomeno-16gica s610 mientras esta dura.

  • sill.9, consistente, en ultima instancia, en te,;.ner abiertos los ojos 0 la capacidad intelectualde vision, algunas veces inc1uso en valerse demovilnientos exteriores, como viajes, en to-mar otra postura mas c6moda que presente elobjeto en mejores condiciones de visibilidad.No parece necesario a primer:a vista un meto-do especial, qae regule el mismo movimiento

    \ del pensamiento. Pero ~~..11eq~qario_y por do-I ble raz6n : J) el hombre esta estructurado de\ tal manera que tiene una inclinaci6n casi in-superable a ver mas de 10que hay en el objeto.Estos elementos extrafios al objeto 10 SOI1 0por t'epresen taciones emocionales sub jeti vas

    (as! un hombre cobarde cbnsii:lera al enemiaob

    doblemente fuerte), 0 a causa de otro saheradquirido que esta unido al objeto y que haeeque proyectemos en el nuestras hip6tesis, tea-

    . rias, representaeiones, etc. En la redueei6n~ ~idetica se trata nada menos que.de ver el ob-

    Jeto como es y nada mas. Para eonsegnirlohay que recurrir a un metodo elaborado y

    !puesto en practica con esmera ; 2) ningun ob.jeto es simplel sino que todos son' infinita-mente complejos, ya que constan de muchoscompot;tentes y aspectos que no son igUlll-mente Importantes. El hombre no puede cap-tar simuitaneamente todos esos elementos ,

    debiendo considerar uno tras otro. Tambienesto requiere un metodo pensado y pracdcadode antemano. .

    No s610 hay un metodo fenomeno16gico,sino que es absolutamente necesario su usopara proceder correctamente~ Hasta aqu! 105mismos fenomen610gos. Su punto de vista espuesto en duda por los empiristas y los cri-ticistas. Pera, al margen de la sigpificaci6nde esta polemica, no esta penuitido que enuna breve exposici6n de los mHodos contem-poraneos de pensamiento faIte un capitulo de-dicado al metodo fenomenol6gicohya que pre-cisamente es el metodo empleado por una granparte (quizas por Ia mayoda) de los i16soosactuales y contiene, ademas, un buen numero

    . de reglas que tienen validez desde cualquierpunto de vista. Cabda considerar casi todaslas reglas del metodo fenomenol6gico comoreglas cienHficas generales; 10cual, es cierto,no corresponde a Ia intenci6n de los mismosfenomen6logos. Sin embargo, es evidente queformularon reglas importantes y de validezgene;~~l para el pensamiento te6rico.

    4. Hacia las casas misl1ws.

    {(N.T{!_~CI6N I~l~~;)~-La' ya mencion~day ~flliclpari:eg1a del metodo fenomello16g1co

  • 'ibaci.a las cosas miSmaSll, signjfi
  • exclllsic7n total de 10 51111jcl il'o.)) As! forl1lu1a-da, esta regia fOrlna parte del rico tesoro de I;J.metodologla cientifica occidental. En eI1a es-tan conteflidos dos principios practicos, dis-ti n tos pero IIIuy rc !acionados.

    Ante todo postula que el im'cstigador se ell-tregue de lleno, por as! decirlo, al objeto ele lain\'estigacion y \'ea solo 10 objeti\o. Debe,

    Ipues, excluir toc1o 10 que provenga de el, delsujeto, sobre todo sentimientos, c~cseos, posi-I ciones l}ersonaIes, etc. Se requierc" una intui-I cion pura, una aetitud teorica en el senlichoriginario del vocablo griego letJieoriall. EIinvestigador que procede segllll esta regIa, esun ser puralllenle conoccdor, que se oh'icbplcnalllente de sl mismo./ En segundo lugar, est a regia exigc HIla

    / aetitud contelllplativa, la exclusion de l1liras'\ pnlcticas. AI investigador no Ie esta permiti-do pregunrarse para que puecle scn'ir esto 0aqnello, sino simple y escuetamente como ('s.

    En todo caso, el orden de 10 practiCO:[}orejemplo, de 10 moral y de 10 religioso pnedeser estudiado fenomenologicamente, tal como10 han hecho Scheler y Otto, pero incluso enestos casos el objeto practico, como los fines,valores, etc., son considerados de una mauera

    puralllente contemplativa. La fel1omenoJog!aes tanto mas te6rica cuanto mas imprii.etica.

    Es evidente que e1 objetivislllO a que aspi-rail los' fenomenologos es silllplemenle unideal. EI hombre no s610 es entendimiento,sino que en la investigaci6n juegan un papelmas 0 menos illl portante 10s motivos emocio-nales. Incluso hay lllotivos ellloci~nales quepa recen fomen tar la in vestigaci6n, aSI, la apa-sionacla voluntad de saber. Adem8.s, tanto 10ssenlimientos como 10s actos de la,voluntacl en-turbian muv a menudo la pureza de la intui-cion c'lentifica. A pesar de todo, parece impo-sible eliminarlos total1l1ente; pOl' eslo, elmetcxlo fenomenol6gico es cacla vez mas im-portante. Porqne el que no se esfnerza decontinuo v conscientemente en eliminar estoselemento;, caedi infaliblemente en el subjeti-vismo. Las mas importantes ac1quisicionesdentro del am bito de Iluestra cultura se deben,coino sena Ian con raz6n 10s fenomen6logos,al objetivismo.

    EL PENSAMJENTO SUBJETlVO DE KJERKE-GA.ARD.-Contra esta regIa clasica, nueva-mente remozacIa y acentuada por Husser!, sealzan 10s c1isdpulos de Soren Kierkegaard, losfil6sofos de la existencia. Afirman que el

  • objetivismo es insuficient~ para la investiga-ci6n filos6fica, y que el investigador, uel pen-sad or subjetivo)), debe, por el contrario,uangustiarse)). Se repite a diario la frase deGabriel Marcel: Je ne suis pas au spectacle.Los fi16sofos de la existencia tienen por nuloel pensamiento te6rico. Van tan lejos algunasveces que sostienen que el autentico pens a-miento filos6fico no tiene objeto, ya que seorden a a la Hamada existeneia (al Dasein hu-mano), que no es un objeto, sino un sujeto.Estas concepciones, tan de moda entre 10sfil6sofos continentales, se nos muestran, trasun minucioso examen, menos revolucionariasde 10 que al principio paredan.(p. Hay que observar, en primer lugar,que la palabra objeto (Gegenstand) es ambi-gua. En 1a terminologia de Husserl Hobjeto))es tooo 10 que es dado, 10 que se considera.Los fil6sofos de la existencia, al cpntrario, t9-man 1a palabra en su sentido literal: objeto(GegCllstall~) es 10 que esta situado frente al

    farvoEn este sentido, el yo (la Hamada existen-la) no puede ser objeto. Pero si considera~os\1 a existencia, entonces es objeto en el sentldoloriginario fenomeno16gico, pues objeto es to-Ido aqueHo sobre 10 que hablamos. Al hablar'de la existeI!da_--se.,ns.JH~~eobjeto -para'noS:-'_._----- . . - - .

    otros. Los fi16sofos de la existencia conside-ran la existencia como algo no acabado, encontinuo hacerse, sin UllOS contornos fijos ; elobjeto, en cambio, dicen ellos, es algo forma-do y aprehensible. Par eso, para ellos la exis-tencia no es objeto. La tenninologia fenome-no16gica origin aria no determina el objeto demodo alguno, par 10 que puede' llamarse1I0bjeto)) a la existencia. Toda la discusi6n,en el fondo, es pura cuesti6n de palabras.. ({1' Si 10s fi16sofos de la existencia y otrosv~en la angustia el estado necesario paraaprehender la (~xistencia, significan clara-mente can eHo que el objeto especial que yosoy (mi existencia) se hace patente, sabretodo, en tal estado emocional. Quizas sea aSl,mas can ello no se ha dicho que la propia in-vestigaci6n sea posible en una situaci6nangustiada. La obra de Sartre, L'Etfe ct IeNca1lt, por ejemplo, no deja duda alguna dequ~ su autor lleyo a cabo este imponente tra-baJo en una actitud contemplativa, fria ycieriImca. Es posible que la angustia fueracondici6n previa de esta investigaci6n, masno un estado que la fomeritara mientras e1trabajo se realizaba, ya que hubiera imposi-,hiUtrido todo analisis tranquilo.(,J El objeto del metodo recomendado por

    49

  • 10s fiI6sofos de Ia existeneia es la existenciahumana, algo muy particular. Los fiI6sofosde la existeneia opinan que todo objeto estanecesariamente en relaci6n con esta existen_cia, y que s610 a la luz de un esc1arecimientode la existepcia pueden entenderse 10s obje- itos. Tesis esta no admitida por todos y que almenos en las ciencias de la naturaleza ne: es. ,c~erta. Esta~ han venido interpretando eI ser5tH r~ferencla a la existencia y han procedidofundamentalmente de una manera objetiva.Ademas, elmetodo objetivo ha sido emplea_

    do de un modo ejemplar en las obras de Hei-d.e?ger y Sartre, .dos de los mas distinguidosfIlosofos de la eXlstencia.

    REDUCCI6N DE LA TEORfA Y DE LA TRADI-cI6N-La regIa ((hacia las cosas mismasnpastula no s610 la reducci6n de.la actitud sub-jetiva, sino tarn bien de todo M objetivo en sl,que .no este dado directamente en C71objetoconslderado. A elIo pertenecen Ias cosas quesabemos de cualquier manera 0 mediante unaconclusi6n. Haj que ver s6Io 10que ~sta dado'el fen6meno y nada mas. '

    1. Est~ reg;la exige primeramente quesean excluldas todas las teorias hip6tesisetc. No es que quieran los fenome~6Iogos co~

    eJlo recusar todo conocimiento indirecto;ac1l1li!en tal conocimiento, pero s610 despuesde la fundamentaci6n fenomeno16gica. Estaconstituye el principio absoluto; fundamen-ta, entre otras cosas, la misma fuerza de lasreolas conclusivas, por 10 que no cabe usar~ .otros procedimientos de conocimiento medlatoa 10largo de la investigaci6n fenomen,016gica.2. La reducci6n de Ia tnrdici6n' esta en

    estrecha conexi6n con esto. No se trata sim--plemente del principio c1aramente fbrmuladopor Santo Tomas de Aquino, segu~ e1 cuaI laapelaci6n a la autoridad humana es el argu-mento mas debil, de manera que jamas sedebe considerar 10 que otros afitman comofunclamehto seguro en clonde apoyarse. Elmetodo fenomenol6gico no s610 exige unaaplicaci6n rigurosa de este principio tomista,sino que, ademas, exige que se exc1uya e1mismo uestado actual de la ciencian, sea COl1-

    , trolado 0 no por el lIIiSllIOit1l'estigadoc S610 \ -Llas co:;as, Ios fen6menos, tal como se presen- /1tan a J.'l vista del investigador, deben entraren cueStion.

    En la practica, estos postulados, como cua-lesquiera del objetivismo rignroso, son enor-rnemente difkiles, imposibles de ser lIevadosa la realidad en lodn su pureza. En el enten-

  • dimiento hl1mano est! Ia intuici6n tan nnidaa Ia acci6n del conduir, que s6Io despu~s deun penoso esfuerw es posibIe mantenerla~ se-paradas. Sin querer, proyectamos sobre el ob-jeto nues~ro saber ya adquirido. Es necesarioun lar?o y. riguroso aprendizaje para apren-der a mtmT puramente.. Para ilustrar estas regIas, aduciremos dos

    eJ,emplos escolares. Un ~studiante que debedescribir fenomeno16gicamente una numcharoja, comienza as!: Hveouna mancha roja enla mesa. Esta mancha consta de pequefiasparHculas de tiza roja.)) Esto ya no es correc-to fenomenol6gicamente : eI que esta manchaconste de parHculas de tiza, 10 sabe el estu-diante, porque antes vi6 c6mo el profesorcon ayuda de la tiza, hiw Ia mancha . en eiobjeto propiamente tal no se nos da l'a tiza.Ot~o .ejemplo: un estudiante emprende el si-gmente analisis de Ia conciencia del deber :H!ac~ncie~cia del deber surge etf nuestra con-clenc.la al }ener lugar en nuestro cerebro de-termmados procesos fisiol6gicos muy compli-cados. Fenomenol6gicamente, tod~ esto esfalso : jam~s ha visto el hombre su propio ce-rebro, y menos aun los procesos fisiol6gicosque deben tener Iugar en este cerebro. EI fe-n6meno de la coneiencia del deber, ell c~anto

    fen6meno, no tiene nada que ver con todoesto.

    REGLAS POSITIVAS DE LA INTUlCION ElDETI-CA.-Se podri2 pensar que la intuici6n mis-ma es un proceso sencillo, sin necesidad de re-gIa alguna y que basta tener abiertos los ojosdel espiritu para ver bien el objeto. Mas no eseste el caso. Hemos aludido ya' a algunasreglas negativas del procedimiento fenomeno-16gico: si e1 investigador no esta bien adies-trado en la intuici6n 0 induso no atiende 10bastante para ver s6lo 10 que 'yace ante el,proyectara dentro del objeto elementos subje- '-,tivos, teorias, maneras corrientes de pensar yotras cosas.

    Pero tambien hay ~eglas positiyas del pro-cedimiento que pueden ser formuladas de lasiguiente manera :

    1. Hay que ver todo 10 dado, en cuantosea posible. Esta regIa, aparentemente tansencilla, debe ser formulada expresamente yap)icada conscientemente, debido a que elhOlllbre tiene una fuerte inclinaci6n a ver eneI objeto s610 algunos aspectos. Uexktill ha1ll0strado que 10s animalE's s610captan 10queles es mas importante vitalmellte ; el hombretiene mucho de comtl11con el animal, y es su-

    o

  • perior a el, porque, entre otras cosas, es ca-paz de un conocimiento te6rico, no-practico.A pesar de tooo, estamos demasiado inclina-dos a permanecer ciegos para ciertos elemen-tos de 10 dado. La tarea primordial de la IIZ}invcstigaci6n fenomeno16gica consiste en des- tJcubrir fen6menos pasados pol' alto.

    2. Ademas, la intuici6n fenomeno16gicadebe sel' descriptiva. Es decir, debe desdoblar-se e] objeto, describiendo sus partes, anali-zandolas. Porque tooo objeto es infinitamentecomplejo. Cuando mas clara sea la intuici6n ,

    ~. tanto mejor pueden distingt1irse ]os elementosy mantenerlos separados entre S1. Heideggerllama a este analisis uexegesis)), uhermeneu-tica)). Tengase en cuenta expresamente queesta hermeneutica 0 interpretaci6n fenomeno-16gica no debe confundirse con la reducci6n(de ]a que se habla en e1 cap. V); aqul setrata ,de un conocimiento directo y alIi de unconocimientp mediato. '

    I5.... Objcto de la investigaci6n !e11Omf'-

    no16gica.I

    FENoMENo.-EI objeto de la intuici6n e in-terpretaci6n fenomeno16gica ha sido Hamadopol' Husserl y sus disdpulos ufen6meno)). Es-

    ta palabra, aparte de su significaci6n fenome-nol6gica, tiene otras varias ; aqul nos ocupa-mos de ellas brevemente, para evitar malen-tendidos. .

    1. POI' una parte, ufen6meno)) se opone aurealidad)): en este sentid;-quiere decir fic-ci6n, ilusi6n. Nada tiene que vel' esta signi.,ficaci6n con el sentido ~nomeno16gico de lapalabra. El que 10dado sea ureal)) 0'13610uilu-si6n)), no tiene importancia alguna para la fe-nomenologla. Para ella, 10 {mico importantees que se trata de algo dado.

    2. En segun.do lugar, el fen6meno, comoaparieneia, se opone a la ucosa misma)). Eneste sentido, la cosa se nos muestra a travesdel en6meno, pol' ejemplo, la enfermedad atraves de la fiebre. Tampoco los enomen610-gos ]0 consideran as!. No les interesa la posi-ble ucosa en SI)) que yace tras de los fen6me- (l.-nos; sino que quieren vel' s6lo los en6menosmismos, 10 dado .

    3. En las ci(~ncias de la natural~za, se em,-ple~.\]~ palabra uen6meno)) para caracterizarprocesos que pueden observarse sensiblemen-te. Esta significaci6n es mas restringida 'que'la que atribuyen 105enomen610gos a la pala-bra, porque, en primer lugar, no es para ellosnecesario que el fen6mello deba poderse obser-

  • var por los sentidos (como veremos, puedenser vistos intelectualmente en y por S1 mis-mos), y, en segundo termina, no se requiereque sea un proceso; aunque e1 fenomen610gopuede investigar procesos, se ocupa preferen-temente de;estructuras. EI sentido de 1:1paia-bra ufen6menoll es -como dice Heidegger-10 que se muestra a sf en sf mismo, 10 que semuestra tal como es, 10 que esta c1aramenteante nosotros..

    ejemplo, que esta 0 aquella cantidad de agu.ase encontr6 realmente en un lugar determl-nado y en un tiempo concreto. En el procesofenomeno16gico, por el contrario, no hay tal~onstataci6n. Los hechos no ~ienen significa-ci6n alguna.

    Puede surgir un reparo: t c6rrlO e~~sible .en ht fenomenologia hablar_ de .12-j~do? Lo-dado parece see 10 que subsiste ~~~lme?-te.Hay que decir que tooo objeto, en Ultima lUS-tancia, debe existir para poder ser dado. In-cIuso si 1iic-ernlt1ic no existe, de'be 'al menoshaber existido realmente. Pero

  • t. La palabra Hesencian se emplea co-rrientemente en expresiones como estas: Helhombre es una esencia (Wesen) mortal". Eneste sentido, ((esenciall significa casi 10 mis-mo que ((cosall; aunque sea una cosa VIva.

    9, En el vocaliulario fenomeno16gieo no se llamauesenciall a una cosa como esta (hombre).Llaman esencia s610 a ciertos aspectos, ele-mentos 0 contenidos de tal cosa.

    2: Se habla tambien de ((Ia esencia deuna cosa", por ejemplo, la esencia de la vida.Tampoco esta es la significaci6n que los fe-nomen61ogos dan a la palabra. Mietttras quela esencia de la vida, por ejemplo, es algomuy diHcil de concebir, la esencia fenome-no16gica es 10 que yace claramente ante 10sojos del observador; no es ((una esencia ocul-ta)), sino al contrario, un fen6meno, un mos-trarse a sl mismo.3. Finalmente hay que distinguir la esen-

    cia en sentido fenomeno16gico deJ ttaoc; aris-

    /~~~f:'~~sf~l~~~dJ~il~:J~~i~~~~Qs:s Ei~;::,of otras determinaciones en conexi6n necesaria

    con el, las propiedades ( t~la). La fenol1leno-logia, en cambio, designa como ((eSencla))todo

    ~ j 10que necesariame: .te esta unido al fen6meno, incluso las propiedades aristotelicas.

    La ({eseJ1

  • servador que en Iugar de interesarse por Jas-propiedades geomHricas se interesa por lamateria de que consta este triangulo, seraesencial el ser de madera y accidental su for-ma geometrica, los tres lados y tres angulos.Podra objetarse que con el nombre de trian-gulo entendemos siempre una figura con treslados y tres angulos. Esta objecion no con-fundida a los empiristas, ya que precisamenteacentuan la palabra ((entendemos)) : Ia esenciaes, segun elIos, aquello y solo aquello quesignificamos con una palabra: la esencia noes oha cosa que Ia significadon de los voca-bIos. Y dado que todas estas significaciones

    "son relativas --

  • FENOMENOLOGIA DE LA EXISTENCIA.-Des-pues de 10que acabamos de exponer, pareceraextrafio que 1a gran mayoda de 10s actualesdisdpu10s de Hussed se ocupe precisamentede la existencia. La palabra uexisteneiall tie-ne entre 10s fil6sofos de 1a existencia, disd-pulos de Husserl, una significaci6n mas con-creta y precisa que en 10s otros fi16sofos, ysignifica s610 1a existencia humana.

    Esta existencia es concebida expresamentecomo Dasein ---es decir, aparentemente a1 re-ves del procedimiento husserliano---:::-,y se eli-mina de su consideraci6n al ser asi, 1aesencia;a1 menos, asi 10 afinnan estos fi16sofos. Mas,si observamos de cerca c6mo proceden, quedade manifiesto que en el fondo apenas hanabandonado el pun to de vista de Husserl. Va-mos a determinarlo a continuaci6n.I t: Tratan de 10 dado, del fen6me.no, pre-

    tendiendo exc1iiii- eil"principio un conocimien-to indirecto de estas investigaciones. Es ver-dad que nb dicen que su metodo sea unaintuici6n, pero dado que una aetitud emocio-nal puede a 10 sumo preparar un conocimien-to -no HeVado a la realidad-, el acto espi-ritual final dehe ser un a modo de intuir,llameselo como se quiera.

    2. El objeto de su investigaci6n, la llama-da existencia humana es descrita e interpre-tada en sentido fenomeno16gico. Heidegger,como se ha dieho, nos ha dado la mejor expo-sici6n te6rica que conocemos ; la obra princi-pal de Sartre tiene como subtitulo Intento deuna otttologfa fetwmenol6gica, y de Marceltenemos una Fenomenologfa del Haber. Deheehop todos estos fi16s0fos aplican fa sus ob-jetos el metodo del analisis fenomeno16gico.

    3. Este analisis muestra que 1a Hamadaexistencia posee una estructura como dicenestos fi16soos. Heidegger ha intro

  • esencia. Un destacado fi16sofo.deIluestros diasha formulado certeramente este pensamientoa1 decir que 105 fil6sofos existencialistas son10s mas radicales fi16sofos de la esencia. Entodo caso, 5U modo de tratar la existencia hu-mana cae de lleno en el estilo propio del me-todo fenomenologico .

    OBSERVACIONES METODOLOGICAs:-V::lmosa justificar la inclusion de este capitulo sobreel lenguaje dentro de 1a exposicion de 10sme-todos actuales de pensamiento. Ante todo,seanos permitido a1udir breyemente adospuntos concretos de 1a metodologia. -, --

    Pu~-depreguntarse por queTadiscusion de \(los problemas lingiHsticos sigue a la del me- ~todo fen~meno1ogico. La razon es que el ana-Esis lingiiistico, si bien tiene interes-para--elconOcimiento direeto, es mucho mas impor-lante para el conocimiento itiediato.l~n- el nose nds\da el obj'elo ni el proces() 4el pens a:.miento i es algo mucho mas complejo. i tanto,que es necesaria una precision en simbolos.Como veremos mas adelante, se puede llegara procedimientos en 105 que el uso del len-guaje se hace completamente imprescindible.

  • Pueden, por tanto, ser tratados los metodossemi6ticos desplIes del fenoinenol6gico, peroen lodo caso deben exponerse antes que losdemas.

    Cuesti6n mas diHcil es gaher c6mo debe dis-tinguirse ~l campo semi6tico del deductiyo.Seg(m ciertas escuelas filos6ficas, v. gr., elpositivismo 16gico, la 16gica y el analisis dellenguaje, son una misma cosa. Aunque no te-ner/lOS este punto de vista extremo, creemosque no siempre es facil distinguir los dos cam-pos. Ya Arist6teles incluy6 su semj6tic2. (loscinco primeros capltulos del tratado De laEnullciaci6n) en la 16gica. La diferenciaci6nde ambas desde un punto de "ist:! metodol6-gico'y al margen de toda actitud filos6fica su-puesta, sera siempre bastante arbitraria .Yh~sta cierto punto relativa. Intentamos aqullograr cierta diferenciaci6n: todo 10 referentea la correcci6n del enunciaclo se vera en el ca-pitulo sobre la deducci6n, y 10 que afecta a1sentido de las expresiones, sera expues.o enel capitulo Jobre la semi6tica.

    OBSERVACIONESHISTORICAS.-Ya los so-fistas y PJat6n (en el Cratilo .Y otros) rozaronde paso los problemas semi6ticos. EI que porvez primera se ocup6 de ellos en forma siste-matica fue Arist6teles. Suobra Dc la Elllr71-

    0

    ciacioH contiene, entre otras cosas,.el 'pr~mersistema conocido de las ~egorl. s smtachc~;.Con los estoicos .y escolas lCOSbene la semlO-tica un notable desarrollo, sobre todo. con 10sultimos en las Grammaticae spewlattcac. Pordesuracia fuera de algunos pocos fragmentos,las bobras 'de 10sestoicos se han perdido y lasemi6tica escolastica apenas si ha s\do estu-diada hasta el presente. Poco progreso debe-mos a la Hamada modernidad en este terre~o,v s6lo al desarrollo de la 16gica matemabcahay que atribuir las nuevas inve~tigacion~s.H~sserl (que, por cierto, no fue un .16gI.COmatematico) Hev6 a cabo, en sus Inves~tg?cto-nes 16gicas, significativos analisis sem16bcos,mientras que G. Frege seg~l~ reelaborando yampliando las ideas de la ~lep Estoa. La mo.-

    . derna investigaci6n esta ~mculada, ante tad?,a la matematica de D. HIlbert. Entre 10s masdestacados adualmente en este camp~ del sa-ber debemos mencionar a A. TarskI (1935)v i.Carnap (1937). El inventor de la palabra~emtt5l~ca aSl como de la divisi6n general deesta cien~ia, es Charles Morris (1938). Ac-tualmente se cultiva vesta desarrolHindoseintensamente 'el traba.l0 semi6tico gracias alestlmulo de otras ciencias (sobre tod~ ?e lafisica), que exigen y postulan un anahsls del

  • 1. M. BochemTd

    Iengu.aje, cada vez mas riguroso. Tambien hacon.tnbUldo notablemente a' su desarrollo laachtud ~ndamental. d:] ~mpirismo 16gico,qu: cons.ldera el anahSlS hngiHstico como elumco obJe~o de la filosofla.

    }USTIFICACION?ENERALDELANALISISLIN-GUfSTICO.-Los slgnos, objeto de la semi6ti- \ca" son i~p01:t~ntes, y aun necesarios, para el~~todo clenttflco, POl' varias causas.\ 1. La ciencia .es una ?bra social que s610

    m~dlan.te el trabaJo colechvo puede cristalizaren real.1da~. Este trabajo colectivo requiere lac?mumcac16n del saber, posible-~ travesde 105'Slgnos: palabras habladas y escritas. Las pa- (labr~s no so.n, pues, algo accesorio, sino unmedlo esenclal de la ciencia .A .Las palab~as~ 'por otra parte, son algo

    ni~nal, aconteclmlentos. Si con ellas se 10-gra q~e los conceptos sean mejor y mas clara-mente formulados, se habra facilitado enor-memente.el Jrabajo de ]os dentificos. Yes queel entendlmibnto humano funciona mucho me.jor. man~jando cosas materiales, para cuyaaprehens16n esta. mas capacitado. Piensese enla operaci6n'de con tar : se puede hacer men-talmente, pero es mucho mas fadl si se caleu-Ia con signos escritos.

    Los metodOIf actuales del pensamtento

    l3J. Hay una tercera raz6n, que h.ace alaspalabras Miles para la cieneia. La expresi6ndel pensamiento mediante signos es una espe-ci~de_ohra de ark .. Es un hechogeneralmenteadmitido que el artista normalmente es guia-do en su obra creadora pol' una idea que, deordinario, no corresponde plenarnente a laobra ya terminada. A 10 largo de la realiza-ci6n se elabora :y perfil a est a ide~. Asi, a

    - menudo acontec(~con la expresi6n : el concep- \to debe ser comunicado con palabras, se hacemas preciso en d acto de la expresi6n. Pres-cindirn05 de 5i las palabras son ~ehlculos de105conceptos, 0 de si pueden tener una fun-ci6n aut6norna. Va como simples medios deexpresi6n son de suma importancia.

    Aunque 105 vocablos resulten indispensa-bles para el saber, pueden ser peligrosos:con facilidad conducen a malentendidos, nos610 en el trabajo colectivo, sino incluso en elindividual: porque a veces se toma una pa-labra como expresi6n adecuada de un con-cept~,. pudiendo no serlo, 0 tal vez oculta ensu s'ignificaci6n algo que lleva la investiga-ci6n pol' falsos caminos.

    LAS TRES D1MENSIONESDEL SIGNo.-La!dea principal d(;~la semi6tica, que sirve, ade-

  • mas, de base a su divisi6n, puede ser expresa-da as!: cuando un hombre comunica a1go aotro hombre, la pa1abra empleada par eI serefiere a un triple orden de objetos :

    a) En ~rimer lugar, la palabra pertenece~ un lenguaje, es decir, tiene determinadasrelaCioneS:CJas demas palabras de este len-guaje: esta, porejemplo,-entre:-ut:ras dospalabras (v. gr., 1a conjunci6n llyn) 0 alprincipia de la frase, etc. Estas relaciones seHaman sintacticas: son relaciones de laspa1abras entre sL .

    b) En segundo term ilIa, tiene 10 que 11a-Il?amos una si~nificaci6n :.4s pala~-Ji~ a11I9'qUIeren comulllcat a otro alga con-creto:} unto a la relaci6n sintactica tenemos ,p.ues, la relaci6n de las palabras con su signi-fIcado. Esta se llama semantica.

    c) Finalmente, la palab~-;-~~pronunciadapor uno y dirigida a.5>!NJ1ay, ~itanto, unatercera clase de relaeiones: las que medialLentre las pajabras y 10s hombresqu~)~s em-plean. Estas s~-llaman pragl1./tPtica5.

    Estas tres relaciones de lafpa1abras tienenentre sl una'determinada vinculaci6n. La re-laci6n pragmatic a supone la sem{llltica y lasintactica ; la sem{mtica supone la sintactica.Una palabra sin sentido no puede servir para

    entenderse, y para que una palabra tenga sen-tido debe estar en detenninadas re1aciones conlas otras palabras. En cambio, la relacion sin-tactica no supone las otras dos.y es posible es-. tudiar la semanti.ca sin atender a la pragma-tica.

    Se puede elaborar una sintaxis completapara un lenguaje totalm~nte sin sent,ido ; pu-dieramos, p'or ejempIo, construir un'lenguajeen el que solo se dieran los signos Pyx. y va-liendo Ia regIa sintaetic:l de que P debiera pre-ceder siempre a x; sin que fuer.fl necesarioconocer que significan POX.

    .LAPALABRA

  • EI orden entre las clases de relaciones es se-mejante al que hay entre las tres dirnensionesde un cuerpo geometrico. La palabra, en sutotalidad, es como un cuerpo tridimensional:solo por la abstraccion podemos prescindir delas dos primeras clases de relaciones (lasinHictica y la semantica), 0 de una sola (lasintactica), 10 mismo que en geometria pode-mos ,prescindir de la superficie de un cuerpoo de su forma recta. El dibujo de la paginaanterior explica esta comparaci6n.

    una misma palabra en un solo enuneiado, ymucho menos en distintos enuneiados. Tome-mos, por ejemplo, el sencillo principio deidentidad uFritz" es Fritzll. Segun la concep-ci6n setni6tica, tenemos aqrtii una serie depequenos montones de Hnta seca. Los mon-tones que leemos al principio de la proposi-ci6n en la palabra ((Fritzll no son id~nticos a10s que estan al final de la frase, pub se tra-ta de dos diferentes montolles de tinta pues-too en distintos lugares del papel, ,10 que noseda posible si fueran una misma !(X)sa.Cuan-do en el lenguaj~ corriente se dice ula mismapalabrall, se sobreentiende que son ((dos pa-labras que tienen aproximadamente la mismaforma y la misma significaci6nll. En la se-mi6tica, por el contrario, se habla en estecaso de dos palabrasde la misma forma. Loque no quiere d-ecir que la forma de ambaspalabras sea igllal; basta con examinarlascon una potente lupa para comprobar que noes &tt. el caso. 1,.0 que se quiere decir es quesu e.st{uctura grMica general es igual.Algunos fenomen610gos (Ingarden) contra-

    ponen el texto (Wort/al/t) ala palabra con-cebida semi6tlcamente, es decir, a la estruc-tura comun de las pa:labras de la mismaforma en sentido semi6tico. De hecho, la ela-

    "~,,,',COKCEPTO ISEl\nOTICO DE LA PALABRA.-Al

    empezar estas consideraciones hay que desta-cat expresamente que la palabra de la que 5e \habla en semiot:ca, es la p3labra material, esdecir, si se truta de la palabra hablada, es ungrupo de ondas de aire, y 5i se trala de la pa-labra escrita, algo asi como una serie de pe_quenos montoncitos de tinla seca ep el papel.Es evidente que hay que tomar el thmino pa-labra en este fentido, pueslo que debe oponer-se a 10 que stgnifica. Esta observaci6n lienegran importancia, porque en el lenguaje co-rriente la exp,resi6n ((palabra)) se toma en otrosentido.

    Consecuencia importante de esta concep-ci6n es que no necesitnmos jamas dos \'eces

  • boraci6n tecnica de la semi6tica requiere qllese hable de tales tcxtos para facilitar el pro-cedimiento. Hay que darse cuenta de que estetexto es algo universal, es decir, algo que s610se da en los in~ividuos, en Ias palabras ensentido semi6tico. No es una cosa, sino unapropiedad de una cosa, del signo entcndidomaterialmente.

    ORIENTACION I~TRODUCToRA.-TaI \"ez 10mas importante de la metodologia modenl.a "esel haberse dado cuenta de que, operando canel I~nguaje en su plano sintactico (y prescin-diendo, por tanto, de los otros dos), se facilita~normemente el trabajo intelectual. Este mooode operar se l1amaf.p..D1wlisll1.p. Consist~ enhacer~bstracci6H del significado-dc"los signosquise emplean y considerarlos exc1usivamen-te como signosgnificos : en SIt forma gnffica.se llama lengua~e formalizado a todo lengua-je construido segun tales normas. Suele lla-marse tambien uformalismoll: pera es mascorrecto clar este nombre al metodo, para evi-tar confusiones.'

    En la aplicaei6n del formalisrno se debendistinguir dos cosas: de una parte, tenemos

    l

    el lellglwje misl1lO, con sus reglas sintacticas,reglas que se refieren exclusivamente a la for-ma material de los signos y nunca a su signi-ficacion ; \" de otra -al lllenos en la mayoriade los cas~s-, una interpretacion delle~gu'a-je dotada de ton ten ida, una ordenacion de lassignificaciones a los signos. El lenguaje y lainterpretacion son independientes entre si encierta medida. Es verdad que debe nreCeder\ " "una sintaxis a Ia interpretacion, pero no vice- .versa, ya que puede construirse un Jenguajesin dade interpretacion. Tallenguaje es for-maIn 0 uabstracton. Se puede dar, de ordina-rio, diferentes interpretaciones a un mismolenguaje formalizado. Es de la semantica yno de la sintaxis dar interpretacion a un len-guaje, y de ello hablaremos en otro capitulo.Por 10 que a la sintaxis se refiere, es decir, alIenguaje formalizado, debemos resolver dosproblemas antes de construirlo: a) en primerlugar hay que admitir ciertas reglas que nosperm,itan comprobar en todo caso euales sonlos Sl&nOSadmisibles, es decir, que tengansenttddll en el; b) en segundo lugar, hayque formular reglas que determinen queenunciados SOIl correctos (si "es que ellen.guaje empleado

  • la l6gica formal y de e1 nos ocpparemos ene1 capitulo cuarto. En el primero a) cabe dis-tinguir tres grupos de problemas: unos quese refieren al formalismo en general, otrosque versan sobre e1 senti-do sinHietieo de laexpresi6n simple y olros que tratan del sen-tido de las expresiones compuestas. Del pri-mer grupo de problemas vamos a hablar acontinuaei6n; de los otms dos, en los doscapltulos siguientes.

    CALCULo.-EI ((formalismoll no es mas quela extensi6n de un metodo conocido y~ des dehace siglos, el del ca1culo. Sera oportuno con-siderar brevemente la estructura del calculocorriente, el aritmetico y el algebraico, talcomo se enseiia en la Enseiianza Media.

    1. Una operaci6n aritmetica sencilla, porejemplo, una multiplicaci6n, parece consistiresencialmente en descomponer el problema ensus partes singulares y resolver h.s ~arles uuadespue~ de la ttra. Por ejemplo, si multiplica-mos ((mentalmentell 27 por 35, procedemosasi, poco mas 0 menos: primero multipliea-moo 20por 3q, despues 7 por 35, etc. No pa-rece haber formalismo en este caso. Tome-mos, sin embargo, la multiplicaei6n por es-crito y veremos que aeostumbramoo a ordenar

    los resultados de un modo especial, por ejem-plo:

    Si se nos preguntara por que coloc~mos .el1 de la seguncla Hnea un lugar mas' a la lZ-quierda y no bajo el 5, c~ntestariainos, des- .pues de una breve reflex16n :por 'que el Jpertenece alas decenas y, por 10 tanto, debeir debajo de las decenas del ~u~er~ que hayencima. En el -ado de la multtphcac16n no re-flexionamos sobre ello, sino que aplicamossimplemente Ias l'eglas sintaeticas, segun lascuales en la mutiplicaci6n (en toda nueva H-nea de numeros) hay que colocar la. cifra unlugar mas a la izquie~da con relacl6n ~l deuriba. Para cakular. bien no es necesano sa-ber por que se procede asi ; basta con eonocerIns 'reglas sintactieas elementales.

    2~_\,Consideremos otro ejemplo, de alge-bra. Sea la ecuaci6n :

  • enunciado general negativo, por ejemplo:uning6.n hombre es una piedra, en la pro-posici6n: uninguna piedra es un hombrell.En la 16gica cIasica se suele representar unatal proposici6n con los signos S. e P, siendo5 el sujeto; P, el predicado, y la e (dellaHnnEgo), que indica que se trata de mia propo-sici6n general negativa. Si escribimos ahorala proposici6n seg(m esta forma, ser~ f5.cildeducir una regIa sintaetica: la que 'corres-ponde ~l. principio de convertibilid~d ,de talesproposlclOnes.

    Decimos: uLas letras Junto a e pueden serconcebidas en cualquier f6rmula del tipo Xe Y.ll Una vez fijada tal regIa, la Hamada reoducci6n Cesare a Celarent es realizable sim-pIemente por medio de calcuio. Celarent tie-ne la forma:

    1) M e IP (premlsa ma.yor)2) B Q. 1M (premlBa menor)

    con la utrasposici6nll de c a Ia derecha, conel signa contrario :

    Tambien eq. este caso dadamos facilmentecon la fundanientaci6n de esta ((trasposici6nn;de hecho, no nos preocupamos de ella, sinoque procedemos, sencillamente, seg6.n la re-gIa sintactica que dice: utodo H~rmino de unaecuaci6n puede trasponerse de un lado a otrotomando el signo contrarioll: u - II en Iugarde u+ II Y viceversa.

    Si se trata de calculos mas complicados, de~bemos, incluso, limitarnos alas reglas sin-tacticas, pues nuestra capacidad mental nobasta par sl misma para pensar en su fun-damentaci6n.

    El calculo no debe su seguridad relativa alhecho de que se realiza con nomeros, sino alformalismo. Es una aplicaci6n del formal is-mo al lenguaje de 105 n6.meros.

    APLICACIONIDEL CALCULOA OBJETOSNO-MATEMATICOS.-EI mismo metodo puede serempleado en otros campos que nada tienenque ver con los' n6.meros. Veamos un ejemplode la siloglstica aristotelica. Como se sabe,seg6.n la siloglstica, se puede uconvertirllun

    3) B e P (conclusI6n)

    Sin mas, podemos aplicar nuestra regIa a1), de,.\4? que se deduce: .

    P e M8 a M

    es decir, Cesare. Naturalmente, se puede pre-

    Bl.L.f()TECA CENTRALU. N. A. M.

  • gun tar si es conveniente la aplicaci6n de estemetodo en cuestiones tan sencillas, y, ademas,si hay fuera de la materna tic a problemas detan diflcil naturaleza que no pOdamos enten-derlos. Estas :cuestiones nos llevadan mas le-jos; unicamente constatamos que el caIcuJo-en el sentido del formalismo- puede apli-carse fuera de la maternatiea.

    SENTIDO EIDETICO Y OPERACIONAL. - Denuestras consideraciones se sigue que un sig-rio puede tener doble sentido, el lIamado eide-tico y elIlamado operacional. Un signa tienesentido eidhico dentro de un sistema si cono-cemos su correlato semantico, es dedr, sisabemos 10 que designa, 10 que signifiea. Porel eontrario, un signo tiene un sentido pu-ramente operacional si 0010' sabemos c6modebe ser empleado, si conocemos las reglassinU,cticas que valen para eI. En e,ste caso,no sabemos lQ que significa el signo, sinoc6mo podemos loperar con eI. La re1aci6n en-tre ambos sentidos es sencilla: dado el sen-tido eidetico, se da siempre el operacional,pero no viceversa; ya que se puede dar unsentido operacional a un signa sin aiiadirleningun sentido eidetico. Para ,evitar equiyo-cos, tengase en cuenta que la operaci6n de que

    hablamos es una operaci6n con signos, unca.1culo, y no una operaci6n con cosas. Por 10cual, aunque conozcamos el sentido operacio-nal de 10s signos, no sabemos c6mo deben sertratadas las cosas correspondientes, ya quepara eIlo deberfamos conocer el sentido eide-tieo de los signos.

    Por ejemplo, no serfa corredo, d~ir quelas f6rmulas de la concepci6n actual de la es-'truetura de la materia tienen s610 un sentidooperacional, porque tan 5610 no~ diCen c6mohay que fabricar bomb as at6mlcas 0 .10 quesea. Para construir una bomba at6n'nca de-bemos en tender los signos q,ue se nos presen-tan en las f6rmulas, segun su significaci6neidHica. De tener un sentido puramente ope-radonal no estarfamos en condiciones de ha-eer con elIos otra cosa que calculos.

    En la iloso1a actual hay dos posturas ex,:treroas: por una parte, se quiere limitar elsaber humano al sentido eidHico, y, por otra,se p~etende restringirio al sentido operacio-na1.'l1n el primer caso se exc1uye .tOOofor-malismo y se rechaza tOOosistema que no seainterpretable en su totalidad j en el segundo,se afirma que ilO hay sentido eidetico algunoy que s6lo el sentido operacional esHi a nues-tro alcanee. El error esta por ambaspartes.

  • MODELO. - Esta en conexi6n con esto elproblema del modelot tema muv debatido en105 6.1timos decenios. Suele de"cirse que lasteorias de la isica clasica a diferencia de lasmas recientes, tenian un ~odelo. Por modelose entiende un producto fisico observable enprincipio a simple vista, que tiene la misma /(i)forma que el objeto 0 contenido (Sachve'rhalt)representado en el enunciado cientifico. ASl,hay un modelo de la teorla at6mica de Bohr'consiste en un esferaen tomo a la cual s~~ueven otra.s esferas mas pequefias a distan-elas determmadas .. Tal modelo np siemprepUe?e ~er c~>Dstruido, pefo 51 ((pensadoll, esdeclr, Imag1nado. Decir que para las recien-tes teorias flsicas no hay modelo, significa quepara eUas no es posible tal imagen. Esto equi-vale al menos en 105mas de 105casos a decir.. ,que no tenemos un sentido ~idetieo de talesenunciados cienHficos (teorias, etc.)t sino sim-plemente un sentido operacional. Decimos Ital

    menos en los- mas de 105 eaSOSllt ya que, enprincipio, cabe pensar que e1 enunciado co-rrespondiente ti{~ne ciertamente un sentidoeidetico, pero que correspond~ a una imagenvisible intelectualmente, sin pOsible represen-taci6n sensible. No hay duda que algunas pro-posieiones de la fenomenologla y todas las dela ontologla son de esta ~lase : no 0010 tienenun sentido operacional, sino tambien''eidHieo,aunque su significado no sea representablesensiblemente. Pero tratandose de teorias fl-siess sin modelot se puede decir que no tienensentido eidHico en la mayoria de los casos.Este paso de una.s teodas con model os a otrassin ellos signifiea, en general, una mas am-pIi;:!aplicaci6n del formalismo. Esto es 10 queocurre en muchos campos de la invesligaci6nactual.

    Que en determinados casos existe un sentidoeidHico es evidente. A su vez, parece que enla matematicat en la isiea, en Ia astronomia,etcHerat hay casos en los que no cabe un sen-tido eidHieo; .au~que en su eonjunto conducena resultados mterpretables eidHicamente.

    ESENCIA DEL FORMALISMo.-El formalis-mo es, puest un metodo que cortsiste en haeerabstracci6n total del sentido eidetico de 105sigti,~s.,y operar con ellos a base dedetermi-nadas reglas de transformaci6n que afedansolamente a su forma gnlfica. Se procede con100 signos eomo si no fueran tal cosa, sinofiguras de un juego, trozos que se combinany ordenan de diferentes mados. Por 10 eualt

  • se ha dicho en tono de risa ql\e el que em-plea el formalismo no sabe 10 que dice, pero10 que dice es verdadero. Aqul procede harer]a observaci6n siguiente :L La finalidad del ca.Iculo y del lonna-

    lismo es siempre un saber. Un sistema formalcumple su. cometido unicamente cuando susresultados finales son interpretableE eidtica ..mente. La ciencia no es un juego. Nuestrosaber no alcanza siempre el que de la cosa .a veces se limita al c6mo, pero siempre, aifinal, debe habet un saber.

    2. Las reglas de las operaciones del for-malismo deben estar dotadas de sentido eide-tico. 8i las reglas nos dicen 10 que debemoshacer, es necesario que' estemos en condicio-nes de entenderlas. De ello se sigueque nin-g6.n sistema es formalizable total mente al,menos sus reglas jamas podran ser formali-zadas. Es cierto que se pueden formalizar lasreglas de un, sistema dentro de oho; porejemplo, las rfglas del sistema A en el sis-tema B, pero, por su parte, el sistema B exi-ge que sus reglas tengan sentido. Estas po-drian ser formalizadas nuevamente en un

    j

    tercer SIstema C, pero hay que llegar a unpunlo de partida: a un as reglas no formali-zadas. Ademas, las reglas de A mientras se i

    II

    L

    construve el siste~ma dehen tener sentido ei-dHico para nosotros, pues de 10 contrario noadelantadamos nada en nuestro calculo.

    3. De hecho, en la construcci6n de 10s sis-temas formalizados se procede siempre de estamanera : primeramente,' se establecen signos G.Jcon sentid~ y despues se h~ce abstracci611 de \tal sentido, construyendo ao31el sistema for-mal, para dar finalmente, una nuev'a inter-pretaci6n at sistema acabado. .

    4. Lo dicho va.le sobre todo para'la 16gica.Aunque fuera posibre una ciencia~ cuyo sis-tema no tuviera otro sentido que el sintactico,tal caso es imposible en la 16gica, ya:/ que debesuministrar hs reglas de conclusi6n de todoconocimiento indirecto ; y si sus reglas no tu-vieran sentido eidHico, no serta posible

  • :IJ - i; .'.---I...:U8L i! .. .. i, "~' ~:. . .. '. '.\ .l \. j . i '

    saben con facilidad y rapidez que el productode 1.952 por 78.788 es igual.a 153.794.176.igualmente vemos inmediatamente que la ne-gaci6n de IIUuevell es la proposici6n IIno Uue-vell, pero no es tan facil ver Ie negaci6n delconocido postulado de Euclides segun el cualpor un punto exterior a mia recta pasa unasol~ paralela a dicha recta. Lo mismo puededeclrse de otros pensamientos enmarafiadosincluso de la iloso1a. Su genio ha preserva~do a los mejores pensadores de caer en elerro~, ~in emplear. el formalismo, pero lasdesvlaclOnes demasladi:> frecuentes en el cam-po filos6fico se deben en buena parte a lafaHa de un metodo formal adecuado.

    2) Dado que en un sistema formal todaslas reglas se refieren exdusivamente a la for-ma grafica, es imposible en el una demostra-ci.6n con reglas y axiomas no formulados. Sa-bldo es que los supuestos no formulados sonpeligr~sos, ya que acilmente pueden ser al-sos y escapa,n a una comprobaci6n racionalpor no esta~ expresamente ormulados. Elforrnalismo contribuye fundamentalmente aeliminar tales supuestos tacitos .. 3. Con. e~to ~e logra todavla mas: en un

    SIstema aXlomatlco desarrollado formalmentetodas las consecuencias se deducen de 10s axio~

    mas escogidos con cierta facilidad y de unamanera bien definida. Es evidente que 105 con-ceptos usados estaran determinados con masexactitud que 10estaban al principio del pro--ceso. El formalismo es, pUt7s, una excelentegUla para la delimitaci6n y esdarecimientode 10s conceptos.

    4. Finalme:nte, con el empleo del forma-lismo se consigue todavla una cosa mas: cuan-do Un sistema esta construldo formal mente ,puede a menudo permitir vadas interpreta-ciones, con 10 que de un golpe quedan resuel-tos varios problemas. Un ejemp!o es el prin-cipio de la dualidad en la geometda euclidia-na. Del postulado: liDos puntos cualesquieradeterminan una rectall se deducen (medianteotros axiomas y merced a reglas adecuadas)una multitud de postulados geomHricos. Po-demos formalizar este postulado de esta mane-ra: liDos A cualesquiera determinan un BlI jla significaci6n de A y B debe quedar inde- \\terminada (las demas palabras de la proposi-ci6n pueden ser consideradas como simples \co:t}?tantes 16gicas). Ahora caben dos posiblesinterpretaciones del principio: a), se puededar a A la significaci6n depunto, y a B la derecta i b), viceversa: A signifka ((rectall yB puntoll. Se ve que la interpretaci6n b) es

  • la verdadera: dos rectas paralelas determi-nan un punto en el infinito. Se consigue as!todo un sistema de proposiciones deduc"idasde este postulado (formalizado) ; de un pos-tulado hemos obtenido dos, fundamentalesambos en geometda. Cosa parecida t::ncontra-mos en otros campos cientHicos.

    Con esto quiz!! queden dad as las razonesmas i]11portantes a favor del empleo del for-malismo. No hay que pasar por alto determi-nados peligros vinculados a eI. Sobre todo nose debe llsaltarn con demasiada prisa, debien-do quedar bien claro el punto de partida,. Ade-mas, hllY que recordar que un sistema formalsigue siendo siempre algo muy abstracto, nosiendo Hcito confundirlo con la realidad. Nose debeda emplear nunca el formalismo comometodo unico, sino utilizarlo junto con losotros metodos.

    LENliuAJE ARTIFICIAL.-Hay que'distin-guir bien el formalismo del empieo de un lell-guaje artificiaL Incluso una lengua llnatnralll(corriente) pudiera, en principio, ser forma-lizada, mientras que cabe mlly bien conside-rar un lenguaje artificial como no formaliza-do; con las partes elementales de la 16gicamatematica, sin embargo, no pasa esto deordinario. .

    El empleo de s!mbolos artificiales apareceal mismo tiempo que el formalismo .. White-head y Russell 10 justifican de la siguientemanera:

    t. En las ciendas en general, pero espe-cialmente ert la 16gica, se emplean conceptostan abstractos que no se encuentran palabrasadecuadas en ell~~ngua.ie corriente. Es hlenes-ter recurrir a s!mbolos. .

    2. La sintaxis der lenguaje ordinario espoco preeisa, sus reglas dan ocasi6n a muchasexcepciones, 10 cual es un inconveniente paraoperar bien en el campo de la denc\a rigurosa.Quiz!! pudiera resolverse esta situaci6n con-servando las palabras rlellenguaje corriente ycambiando s610 las reglas, pero en este caso,debido a la asociaci6n de ideas, laspalabrasnos recordadan siempre la~ reglas laxas dellenguaje ordinario, prest(mdose a con~sion~~.Por eso es mejor establecer un lenguaJe artifI-cial con reglas sintacticas propias y rigurosas.

    3. Decididos por el usa de un lenguajeartificial, hay que escoger simbolos breves,algo'.~~i como letras salas en vez de palabras ;as! las proposidones son mas c?rtas q'.l~ en ~llenguaje" corriente y mas faCllmente lnteh-gibles. . ". ".'

    4. Finalmente, la niayoria de las palabras

  • del lenguaje corriente son al11biguas; porejemplo, la palabra ((es)) tiene al menos unadocena de significaciones que deben manle-nerse separadas entre Sl en el analisis. Esconveniente que en Iugar de tales palabrasusemos slmbolos artificiales unlvocos :r claro~.

    N6tese, ademas, que la expresi6n ((lenguajesimb6lico)) es equlvoca : todo lenguaje constade sl~bolos y, por tanto, podda llamarse((simb6licon. Aqui se trata de un lenguajeque, a diferencia del ordinario, consta deslmbolos artifitiales.

    ((hommen es una expresi6n, pero sin sentidoen el idioma aleman.

    Las expresiones con sentido en un le~guajepueden ser de dos c1ases: ~), at6mtcas 0exp.resiones simples; estan formadas ~e ma- .nera que ninguna de sus par~s, por SI sola,puede ser una expresi6n propia (con senti~o)en S. As! la expresi6n ((hombrenes ,flt6.mlcaen castellano; 2L moleculares 0 expn;s~onescompuestas. Sus partes son pro~OSlCl?~escon sentido en S. Un ejemplo sacado delldlD-ma espanol puede ser el siguiente : ...((Un hom-bre es unorganismo.)) Las palabras ((hom-bren, ((organismo)), ((es)), sepa;adamente, ,.:;onproposiciones dotadas de sentldo en espanol.

    Esta divisi6n en proposiciones at6micas ymoleculares tratandose de un lenguaje co-rriente, no ~sta del todo libre de rep&ro"s.As!,por ejemplo, esta claro que la pal~bra al;m~na((Bund)) (perro) es una expres16n ato.~lca,

    < pero una parte de ella ((undn (y) tax,nb.len 10es.Estas inexactitudes pueden eltmlllarsemedi~~te la sema,ntica, pero ~iempre es m~sUtil y' menos penoso construlr un ~enguaJ.eartificial en el que no se dan tales mexactI-tudes.

    En este capitulo nos ocupamos solamente delas reglas sintacticas del sentido en las propo-

    CONSTRUCCI

  • siciones 11wleculares, ya que s610 es posibletratar de ~stas antes de abordar la teorla delsistema axiomatico. Las reglas correspondien_tes alas pmposieiones at6micas seran espues-tas en el capitulo que trata de Ia axiomatica.

    i)'tl"'\- (~C-;;;;E~DE CATEGORfA SINTACTICA.-

  • U _ B

    formidad con la funci6n genera1.del Ienguajeque quiere ser un reflejo de la'realidad-,. re-presentan las llamadaslcafegori~s P!!~21Qgi~_a~hiASl, por ejemplo, la.i~ffi{Q:alt_~i~!Atica delos nombres propios corresponde a Ial:,~tego-ria ontol6gica de usustanciall, la de los opera.:.dore'snioftadicos a la de las ucualidadesll, etc.La correspondencia no es totalmente exacta,porque' entre la realidad y ellenguaje el pen-samiento crea nuevas

  • do) ; c) functores que originan functores (porejemplo; (len voz allall, en (leI perro ladra envoz altall: aqUI, (len voz altall es, consnargumento (lladrall, un operador).

    3. Begun el numero de los argumentos,distinguimos entre functores monadicos (porejemplo, (lduermell, (lcorre))), diadicos (porejemplo, ((amnll, ((es mas grande quell), tri-adicos (Pot ejemplo, ((da)) : A da CaB; A,B v C dehen ser tornados como argumentos de((da))), y aSI sucesivarnente.

    Se ve inmediatamente que las proposicio-nes dellenguaje corriente no seadaptan a es-te esquema, puesto que much as veces son sin-tacticamente ambig-uas. ASI, la palabra ((co-me)) puede ser functor monadico ((l que haceFritz?lI ((Comell) 0 diadico (((Fritz come sal-chicha))). Esta ambigiiedad contribuye a labelleza de11enguaje yes de gran valor para lacreaci6n poetica; pero es perjudicial i a laexaetitud y' a 1a c~aridad dellenguaje, 10 l'uales una rawn que\apoya una vez mas el em-

    Vl\~leo de lenguajes artificiales.

    ~ hsJEMPLOS DE 1;'l0-SEN!'IDOSI~T~C:I'IC6.-Basandonos en 105 antenores prmclplos, po-demos estahlecer la siguiente regIa general dela forma: una proposici6n molecular tiene

    sentido sintacticamente si todos los functoresde ella estan ord(~nados a sus argumentos se-gun el numero y la c1ase de. sus categoriassintacticas. Lo que no se ajusta a esta regIano tiene sentido sintaeticamente.

    Veamos algunos ejemplos de la Filosofia.:tomemos primeramente la pseudo~proposl-ci6n: (leI Ser es identicolr. Decimos que esuna pseudo-proposiei6n, porque no ~iene sen-tido alguno: (les identjcoll es un functordiadico y tan s610cabe usarlo con s(lltido si seIe ordenan dos argumentos (asl, en e1 enun-ciado: (lei auter del Fausto es identico aGoethell). En nuestra pseudo-proposiei6n,tan 5610t.enemos un argurnento, el ((ser)). Por10 que sintacticarnente es un sin-sentido.

    Otro ejernpIo: un fil6sofo dice: (lla nadaanonadall. AquI, ((nada;l es el argumento de(lanonadall ; la ultima palabra es c1aramente

    . un functor monadico que origina y determinaun enunciado 0 un nombre, respectivamente.l Deter:m.ina un hombre en este enunciado?Conside;ada sintacticamente, l que es la ((na-da)) ? Evidentemente, no es un nombre, aun-que 10 parezea': Si decimos ((no hay nadallpropiamente, quen~mos decir que ((para cual-quier x vale, que no se da hie et nunc)).

    ((Nada)) es una abreviatura de la negaei6n.

  • Si bien es verdad que en el empleo normalde los signos ambas funciones semanticas seunen, cabe pensar que en algunos caso:;-Umi-tes el signo 0 ~o expresa nada subjetivo, 0 alcontra rio, no indica nada objetivo. Al menos,en ciertas formas de la musica pl1ede que sede el ultimo caso. Los signos de que se com-pone el lenguaje de tal musica tenddan sola-mente un contenido subjetivo, puramenteemocional. No es facH decidir si es posibleel caso contrario, tratandose de un lenguajevivo. Pero en las obras cientHicas se pu~denver Ucilmente signos y enunciados que no ex-presan nada, sino que exclusivamente indi-can algo.

    Sin embargo, desde el punto de vista me-todo16gico, una cosa esta clara: en la cie'ncia,siempre que c;e trata de objetos cognoscibles,y, por tanto, expresables, s610 la inteJ1ci6n,es decir, la' primera funci6n semantica; tieneimportancia. Lo ~ue el investig'ador mismoexperimenta vitalmente no tiene interes. Lacomunicaci6n de sus condiciones situaciona-le:s podra ser en a~guna ocasi6n objeto de unainvestigaci6n psico16gica, pero no HenSenan))nada, porque no ((significa)) nada, no se refie-re a nada objetivo.

    EXPRESION DE LO INEFABLE.-l Que ocu-rre si se trata de algo que (en principio 0 paranuestro entendimiento de hombres) es incog-noscible y, por 10 tanto, tambien inefable?Sobre esto, los metod610gos: actuales tienenopiniones distintas. Cabe distinguir tres gru-pos:I. Partidarios del primero son especial-

    l11~nteH. Bergson y K .. J aspers. Con otrosmuchos (dentro de la linea tradicional neo-plat6nica), opinan que 10 inefable nb se puedeclecir, no se puede representar Y...comunical-mediante signos objetivos, pero puede sernosasequible con ayuda de un lenguaje sin con-tenido objetivo. Asi, Bergson e.nsefia que elverdadero saber acerca de los mas importan-tes fadores rle la realidad (por ejemplo, eldevenir) solamente es posible mediante la ((in-tuici6nll. Su cont:enido no puede comunicarsea otros, pero gracias a determinadas imagenesse puede saber que otros tambien pueden vi-virlQ. Por eso no encontramos en las obras deBerg~o.n ninguna descripci6n fenonieno16gi-ca, nibguna demostraci6n. sino imagenes queestimulen la intuici6n. Tambien K. Jaspersdice que sus pala.bras uno significan nada)) ;tan 5610son sefiales que indican un camino alque quiere encontrar 10 inefable en una expe-

  • riencia existencial)) inexpresable en pala-bras. Para Dios --el Inefable en sumo gra-do--, no hay signo alguno, sino s610 ((cifrasque se caracteriza:n pOI' no corresp6nderlesfunci6n sem{ll1tica' alguna,

    2. Otro grupo de pensadores representa lapostllra diametralmente opuesta: su formu-hci6n mas rignrosa esta contenida en el prin-cipio de Lttdwig \Vittgenstein: ((De 10 queno se puede hablar, se debe guardar silencio,llPara Wittgenstein y sus seguidores, ha-blar)) es 10 mismo que usar signos con serl-tido objetivoll. Y esto no es posible, seg{mellos, tratandose de 10 inefable, porqlle, se-gtm su misma definici6n, no puede ser ex-presado; hablar de el en un modo ([musi-cal)) puede ser agradable, pew no dice nada,Uno de 10s mayores peligros deluso del len-guaje consiste precisamente en aquellas pa-labras que aparentemente c1icen algo, pewque en realic1ad no dicen nada, pol' tener s610un contenido emocibnal.3. Finalmente, hav todavfa un tercer

    grupo de pensadores - que, admitiendo enprincipio la frase de Wittgenstein. no dedu-cen de ella que el fil6sofo deb a lilllitarse a10s objetos totalmente cognoscibles. NikolaiHartmann, con su doctrina de 10 i.rracional,

    .y 105 tOlllistas, con su teoria del conocimientoanal6gico de Dios I pertenecen a este gtllpo.Hartmrlnn cree que existe algo irracionalincognoscible para nosotros, y pOl' 10 tantoinefable, pew que 10 irracioua} (el 10 llama{1!Es.:tJ3JisicQl!)tiene 'SteInpre-un .1ado..C9g!!QS.-cible ; desde el, es posible no 5610 confinar 10irracional, sino talllbiell formular 1:.\'santi-!lomias que siempre se presentan en ello.Segl1l1 la doctrina tomista de la analogia-aunque la esencia de Dios es incognosci-ble-, podemos atribuirle anal6giccI1nenteciertos predicados, Es verdad que tlv sabe-mos, ni podemos saber, pOI' ejemplo, 10 quees el pensamiento divino, pero podemos de-cir que .tiene ciertas re1a;:iones con su objeto,proporclOna1mente semeJantes a las que hayentre el entendimiento humano y su objeh;.Se ha llegado a interpretar esta doctrina di-ciendo que las re1aciones que nosotros pen.samos en Dios, son isom6rficas a las queconoce~os emplricamellte. Como se ve, tra.ta-se, tanto en Hartmann como en 10s tonlistas,to de dedI' 10 inefable, sino de expresar l~que de expresable hay en ello. . .. .. .

    DESIGNACH5N Y SIGNIFICACION.-De nue.vo hay que distingtlir dos casas en la funci6n

  • objetiva del signo, 10 cual requier~ algunasobservaciones metodo16gicas. Desde 10s es-toicos se acostumbra a distinguir entre de-signa~~y~]ighifi~r. La terminologla corres-pondiente, tOOav~a es incierta en nuestrosdias (asl, Fr'~ge emp1ea ((significaci on " y((designaci6n)) precisamente a1 reyes de co-mo 10 hacemos nosotros aquI), pero el prin-cipio fund,amenta1 es admitido en general portooos , V ha determinado importantes reglasmetOOoi6gicas. Decimos por ejemplo, que elsustantivo ,;hombre)l designa todos 10s hom-bres individu:lles, mientras que ((humani-dad)) significa 10 que es cada hombre~_designaci6n co~n_d~~-k extf.!1SiQ!l (ex-tensi) deLcnncepto-obietiw.l_-y-.I_1Lsignifj
  • Los metodos actuales del pensamfento

    mente~ general se llama ulenguaje de ngrado~~ .c.-:l que esta estructurado de talmanera que al menos uno de sus signoses elemental de un grado nl--' I, pero no deun grlldo simple mente noatun uno superior.

    Esta doctrina nos lleva a estahlecer unanueva regia del sentido semantico: toda pro-posicion en la que se habla. de la mh~itla pro-posicion, carece de sentido. La verdad deesta regIa se vera facilmente recordando 10dicho mas arriba: tal proposicion .pertenece-ria simultaneamente ados grados semanticos,allenguaje objetivo y al meta-Ienguaje, 10 queno es adrnirable, segun la doctrina de los gra-dos semanticos.

    Un ejemplo para la aplicacion de esta regIaes el famoso soisma del cretense que miente,que desde los dlas de Platon hasta el comien-zo de siglo ha preocupado a tOOos los 16gicos.Este soisma reza aSl: La que ahora digo esalso.\, De 10 qtu:~se sigue iumediatamenteuna c6htradicci6n, puesto que si dice verdad,entonces dice algo falso, y si no dice verdad,10 que dice es precisamente verdadero. La di-ficultad se resuelve a:tendiendo a nuestra re-gia, que pone de manifiesto que el sofisma110 es un enunciado, sino un sin-sentido se-

    tan grandes en el meneionado campo del sa-ber, que se ha convertido en regIa metodol6-gica general Ja de emplear siempre que esposible el procedimiento extensional.

    Los GRADOSSEl\-1ANTlcos.-Despues de lasconsideraciones precedentes, resultara mascomprensible otra importante doctrina actualde la sem[mtica: la teoda de losllamadosgr~emantiCos. Su idea fundamental con-srste ~llay qu~ distinguir el lenguaje~~1 del lengtiajesObreel-~illi~mJ)--lenguaje ; el (lltimo (lenguaje sabre el mismolenguaje} se llama meta-Iengua jell del pri-mero. Esta teorla puede explicarse todada deotra manera. Tomemos primeramente todoslos seres que no son signos (desde nuestropunto de vista) como grado-nulo. La c1ase designos que designan estos objetos de gradonulo, se llama clase de signos del gra,do pri-mero)) 0, 10 que es 10 mism(), lenguaje-objeto. A esta ~egunda clase de signos hayque agregar una tercera clase de signos queversan sobre los signos del lenguaje-objeto;esta tercera clase de signos que v~rsan sobrelos signos del lenguaje-objeto constituye elHsegundo grado 0 meta-Ienguaje del primerlenguaje. As!, se puede proceder indefinida-

    106

  • mantico; en esta proposici6n se "habla sobrela misma proposici6n.

    Aqul tenemos un ejemplo de una de lasmuchas antinomias semanticas, que no pue.den ser resueltas con la sola sintaxis. Se havisto, ademas, que conceptos muy importan-tes como el de verdad, designatum, etc., uni.camente a base del meta-Ienguaje pueden sertratad05 sin caeI' en contradicci6n.

    De Ias consideraciones anteriores se dedu-ce que tooo 10 que se diga sobre una cienciano es posible decirlo con el misrno lenguaje deesta ciencia en cuesti6n, sino poI' medio desu meta-Ienguaje, llamado tambien, en estecaso, meta-ciencia ; a esta clase pertenecen elanalisis del correspondiente simbolismo cien-tHico, la metodologla y otras mas.

    Son mucha!'l ya en Ia actualidad las cienciasque poseen su meta-ciencia, existiendo in.cluso una meta-16gica y una meta-matema-tica.

    IDEL usa DE LASCOMILLAS.-Para la recta

    aplicaci6n de la doctrina de Ios gran des se-manticos, se han establecido reglas t~nicasespeciales para el usa de las commas. A dife-rencia "del uso qiUe geperalmente se hace deestos signos (cuando una palabra se usa en

    Los metodos ftctuales del pensamfento ~1

    senti do no corriente), 10s actuales I6gicos ymetodologos de lat eiencia siguen con tooo ri-gor la siguiente regIa: "

    Se coloca una proposici6n entre comillas,si se designa a Sl misma 0 a una expresi6nde forma semejante; sin las commas no sedesigna a SI misma, sino .algo disHhto. Enotras palabras : una expresi6n entre commases un signo de la misma expresi6n : una ex-presion meta-lingiilstica con relaci6n a otraexpresion semejante sin comillas~ Algunosejemplos aclararan el sentido de esta regIa.La proposici6n siguiente:

    tm gata es un iznimal

    si la segunda palabra no esta entre comillas,Ia proposici6n que resulta es verdadera, puesla segunda palabra significa el conocido ani.mal domestico. Pero si escribimos :

    hemos formulado una proposici6n falsa, pues.to que la palabra que va entre commas nosignifica un galo, sino la palabra ((gato)), yuna palabra no es un animal.

    POI' el contrario Ia proposici6n

    el ((galo)) consla de cuatro letras

  • las proposiciones, es decir, en lin metodo quenos permite conslatar si una proposici6n esverdadera 0 alsa. .

    La verificabilidad ha adquirido suma im-JX>rtancia para el pensamientometOOo16gicoactual debido a la mas reciente evoluci6n delas ciencias naturales. Lo demuestran 10shechos siguientes : I'

    1. El progreso de las ciencias de la natu-raleza fue JX>Sibles610 despues de' eliminarciertas expresiom~s filos6ficas, cuya presen-cia en una proposici6n hada que esta no pu-diera verificarse sici6n 0un functor; entre comillas es el nombre deesta proposician y tie este functor.

    \0Sentido semantico y verificabilidad.SIGNIFICACION METODOLOGICA DEL PRO-

    BLEMA.-Como se ha observado, hay que dis-tinguir el sentido sintactico de una expresi6nde su sentido semantico. Es posible que unaexpresi6n este ,correctamente construida se-gun las reglas I sintacticas de su correspon-diente lenguaje, es decir, que sintacticamentetenga sentido, y que, sin embargo, no tengasenti do semantieo. Recientemente se ha com-probado, ademas, que para que un signopueda tener un sentido semantico deben cum-plirse determinadas condiciones extralingiiis-ticas que se resumen en la verificabilidad de

  • EL PRINCIPlO,DE LA VERIFICABILIDAD.-Hay dos reglas fundamentales, ambas llama-das ((,principio de la verificabilidadn. Dicenas! :

    1. Una proposici6n tiene sentido seman-ticamente, si se puede indicar un metodo me-diante el cual sea verificable.

    2, Una expresi6n que no sea proposici6ntiene sentido semanticamente si puede serempleada como parte de una' proposici6n do-tada de sentido, es decir, verificable.

    Ambos postulados deben ser ac1arados.Ante todo, hay que tener en cuenta que laverificabilidad de los postulados dichos noesta determinada en concreto. A este respec-to, prevaleci61 en principio la opinion extre-mista de los que solo admiHan una c1ase deverificabilidad : la observabilidad sensible delas situaciones significadas en la proposici6n,puesto que unicamente a traves de esta ob-servabilidad podria demostrarse si la propo-sid6n era verdadera 0 falsa, Actualmente se

    es mas tolerante; no s610 se admiten variosmodos de observaci6n, sino que se opina quela verificabilidad no sirve exclusiva y nece-sariamente para constatar la verdad 0 false-dad, sino que basta la cQnstata.bi~aprobahilidad. Las reglas aducidas exigen so-lamente, segun la mas extendida concepcionactual, algun metodo mediante el cual poda-mos constatar si una proposiei6n es correetao no.

    Para entender esto pensemos en la siguien-te proposici6n: ((la ventana de mi cuarto es-ta cerradan. l C6mo puede tener sentido estaproposici6n, si no se sabe la man.era de com-probar 10 que se dice? Debe haber un metodode comprobarlo: el que enuncia la proposi-ci6n sabe que, en caso de querer extender lamano a traves de la ventana, encontraria re-sistencia, etc.

    Es ,digno de notar que el primer principioformulado anteriormente contiene, en ciertomodo todas las demas condiciones del senti-. ,.do.,Para que sea verificable una proposici6nde~\tener sentido sintacticamente. Un sin-sentido sintactico no puede ser verificado,

    transigente, De esta discusi6n ,se obtuvieronimportantes resultados para la investigaci6nactual y algunas reglas para el metoda de lasciencias natural~s aunque tambien se plan-tearan diHciles problemas,

    GQUE SIGNIFICA ((VERIFICABLc)),-La sig-nificaci6n de los vocablos ((verificable)) y (lve-,

  • rificabi1idadn encierra una gran i:1ificultad.Una proposici6n es verificable,' 5i se puedeverificar 0 falsificar, es decir, si es posibleindicar que es v.erdadera 0 falsa. l Que sig-nifica posibl~n?

    Hans Reich~nbach distingue las siguientessignificaciones de la palabra posible:

    1. Pf!sibilidad tecnica.-Consiste en te-ner los medios que nos permiten verifiear lacorrespondiente proposici6n. En este sentido,la proposici6n la temperatura del nucleo; so-lar a1canza 20.000.000 grados C.1l no es ve-rificable directamente. Diremos, pues, queno hay verificabilidad tecniea para esta pro-posici6n.

    2. Posibilidad f!sica. - Se da cuando laverificaci6n de la proposici6n noeontradicelas leyes de la naturaleza. La proposici6nanterior sobre la temperatura del nucleo solares verifieable Hsicamente. Por el eonh ario,la proposici6n ~i un cuerpo se mueve conuna velocidad de 350.000 Km.-seg, se haceenormemente mas ligeroll, no puede ser ve-rificada Hsicamente, ya que, segun las leyesHsicas, ning(m cuerpo puede moverse a talvelocidad.

    3. Posibilidad 16gica.-Consiste en la noeontradicci6n de la verificaci6n. La proposi.

    ci6n aducida al tratar de la posibilidad isiea,aunque en el orden fisieo no es verifieable, 10es 16gicamente, porque no inc1uye contradie-ci6n alguna. .

    4. Posibilidad meta - emp!rica. - HansReinchenbach eseoge como ejemplo de ella laproposiei6n de un adepto a una secta religio-sa: el gato es un ser divino)). "

    Esta divisi6n de la posibilidad se ha reali-zado desde el punto de vista positivista y elcuarto miembro parece ser una concesi611 i16-giea. Podria hacerse otra division a base delas clases de experiencia con que una prop-sicion puede set verificada. AS1, tendriamosuna verifieabilidad sensible, otra introspec-tiva, una tereera fenomenol6gica y, finalmen.te, una sobrenatural. Parece no haber dudaque, por ejemplo 10s fenomen610os verificansus proposieiones mediante una experienciasui generis, la intuicion eidHiea. Del mi5momodo, 10s dogmas, 5i bien no estan verifica-dos,.son verificables armque no con mediosnattiHles.

    Rudolf Carnap ha establecido, pOr suparte, el p-rincil,io de la tolerancia: a eual.quieta