blavatsky h p - dialogos sobre los misterios de la muerte

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  • 8/17/2019 Blavatsky H P - Dialogos Sobre Los Misterios de La Muerte

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    Diálogos Sobre Los Misterios De Los EstadosDespués De La Muerte

    Helena P. Blavatsky

    Publicado en “Lucier! de enero "##$

    %ncluye art&culo “'na observaci(n sobre la )e)oria!

    *+E,+* DE L* +-S/%/'+%0 DEL H-MB,E %/E,- 1 S' D%2%S%0

    M. Es cierto que es muy difícil y usted agrega: "desconcertante", comprender correctamente y distinguir 

    entre los varios aspectos que nosotros llamamos los "principios" del verdadero Ego. Especialmente

    cuando existe una diferencia significativa en la enumeración de estos principios por parte de lasdistintas escuelas orientales, aunque en esencia, la enseñanza de cada una de ella radica en el mismo

    sustrato.

    !. #e est$ refiriendo a los vedantinos% &reo que ellos dividen nuestros siete "principios" en cinco.

    M. 'sí es. #in emargo, aunque no pretenda discutir el punto con un vedantino erudito, mi opinión

     personal es que tienen una razón ovia para ad(erirse a su enumeración. #eg)n ellos, el *omre es sólo

    ese agregado espiritual compuesto por varios aspectos mentales, mientras el cuerpo físico es

    simplemente algo insignificante, una simple ilusión. #in emargo, el +edanta no es la )nica filosofía

    que se atiene a este c$lculo. ao- ze, en su "ao-te-/ing", menciona sólo cinco principios, ya que 0l,

    an$logamente a los vedantinos, omite dos principios: el espíritu 1'tma2 y el cuerpo físico, defini0ndolo

    un "cad$ver." En el caso de la escuela ara3a 4a5a 6oga, 0sta reconoce sólo tres "principios", pero, en

    realidad, el total es seis7 ya que #t(ulopad(i o cuerpo físico en 5agrata o estado de vigilia consciente7

    #u3s(mopad(i, el mismo cuerpo en svapna o el estado de sueño y /aranopad(i o "cuerpo causal", lo

    que pasa de una encarnación a otra, son todos duales en sus aspectos. #i a estos seis se le agrega 'tma,

    el principio impersonal divino o el elemento inmortal en el *omre, indisolule del Espíritu 8niversal,

    tendremos nuevamente los mismos siete, como en la división esot0rica. 1+0ase "a 9octrina #ecreta"

     para una explicación clara2.

    !. #e parece muc(o a la división de los cristianos místicos: cuerpo, alma y espíritu.

    M. Es la misma. odríamos f$cilmente considerar el cuerpo como el ve(ículo del "9ole vital"7 el dole

    vital, el ve(ículo de la +ida o rana7 y /amarupa o alma 1animal2, el ve(ículo de la mente superior e

    inferior, coronando, al final, estos seis principios con el espíritu inmortal uno. En ;cultismo, todo

    camio calificativo en el estado de nuestra conciencia otorga al ser (umano un nuevo aspecto que, si

     prevalece y se integra al E

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    comprender lo que decimos. #i usted prefiere, divida el ser terrenal, llamado (omre, en tres aspectos

     principales, pero, a menos que lo convierta en un animal, esto es todo lo que se puede (acer.

    &onsideremos su cuerpo o5etivo7 el principio del sentimiento que es un poco m$s elevado que el

    elemento instintivo en el animal o el alma vital elemental y su alma racional o "espíritu", la cual lo

    coloca inconmensuralemente m$s all$ del animal, (aci0ndolo superior a 0ste. '(ora ien, si tomamos

    estos tres grupos o entidades representativas y las sudividimos seg)n la enseñanza oculta, qu0otenemos% En primer lugar, el Espíritu 1en el sentido del odo 'soluto y por lo tanto indivisile2 o

    'tma. En verdad no deeríamos llamarlo un principio "(umano", porque la filosofía 5am$s podr$

    localizarlo ni condicionarlo, siendo simplemente lo que E# en la Eternidad y, como odo, no puede

    estar ausente, ni siquiera, del punto geom0trico o matem$tico m$s diminuto del universo material o de

    la sustancia. En el me5or de los casos, es el punto en el Espacio metafísico que la Mónada (umana y su

    ve(ículo, el (omre, ocupan durante el lapso de cada vida. '(ora ien, ese punto es tan imaginario

    como el ser (umano mismo y, en realidad, es una ilusión, maya. #in emargo, para nosotros y los

    dem$s Egos personales, somos una realidad durante este momento ilusorio llamado vida y deemos

    tomarnos en consideración, al menos en nuestra fantasía, si nadie m$s nos considera. El ;cultismo lo

    llama el s0ptimo principio, la síntesis del sexto, proporcion$ndole =udd(i, el 'lma Espiritual, como

    ve(ículo. *ace esto para que se vuelva m$s inteligile al intelecto (umano cuando se dedica, por  primera vez, al estudio del ;cultismo para solucionar el aec0 del misterio del (omre. '(ora ien,

    =udd(i oculta un arcano que no se revela a nadie, exceptuando a los c(elas que (an dado su promesa

    irrevocale y en los cuales se puede confiar sin peligro. or supuesto, el asunto sería menos confuso si

     pudi0ramos divulgarlo, sin emargo, se custodia con cuidado porque est$ directamente relacionado con

    el poder de proyectar el dole de forma consciente y delierada. Esta es una capacidad que,

    an$logamente al "anillo de

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    !. #in emargo, los científicos materialistas afirman que despu0s de la muerte (umana nada permanece.

    El cuerpo (umano se desintegra simplemente en sus elementos constituyentes y lo que llamamos alma

    es una simple autoconciencia temporal, el efecto de la acción org$nica, que se disipar$ como el vapor.

    Bo es 0ste, un estado mental extraño%

    M. Bo es extraño para nada. #i seg)n ellos la autoconciencia cesa con el cuerpo, entonces, en su caso,enuncian sencillamente una profecía inconsciente7 ya que una vez que est$n firmemente convencidos de

    lo que afirman, no es posile que tengan ning)n tipo de vida ultraterrena.

    !. #in emargo, si seg)n la regla, la autoconciencia (umana sorevive a la muerte, por qu0 deerían

    existir excepciones%

    M. En las leyes fundamentales del mundo espiritual, las cuales son inmutales, no existen excepciones.

    #in emargo, (ay reglas para los que ven y reglas para los que prefieren permanecer ciegos.

    !. Entiendo que así es. Es una aerración de un ciego, el negar la existencia del sol sólo porque no lo

    ve. #in emargo, despu0s de la muerte, su vista espiritual lo oligar$ a ver%

    M. Bo lo oligar$7 ni siquiera ver$ nada. 'l (aer pasado su existencia negando una vida ultraterrena,

    no podr$ perciirla y como sus sentidos espirituales (an sido atrofiados, no podr$n desarrollarse

    despu0s de la muerte, así que permanecer$ ciego.

    8sted, al insistir que 0l dee ver, evidentemente quiere decir una cosa y yo otra. 8sted (ala del espíritu

     procedente del Espíritu o de la llama proveniente de la lama, en síntesis, de 'tma, confundi0ndolo con

    el alma (umana: Manas ?...@. 8sted no me entiende, permítame aclarar el asunto. a esencia de su

     pregunta consiste en saer si es posile, despu0s de la muerte, en el caso de un materialista inveterado,

     perder completamente la conciencia y la percepción de sí. Es 0sta su pregunta% 6o digo que es posile

     porque, creyendo firmemente en nuestra 9octrina Esot0rica, que considera el período despu0s de la

    muerte o el intervalo entre dos vidas o nacimientos, como un estado puramente transitorio, afirmo que,ya sea que ese interludio, entre dos actos del drama ilusorio de la vida, dure un año o un millón de años,

    el estado despu0s de la muerte puede, sin infringir la ley fundamental, ser el mismo estado que el de un

    ser (umano sumido en un desmayo mortal.

    !. &ómo es posile esto, si las leyes fundamentales del estado despu0s de la muerte no admiten

    ninguna excepción, seg)n lo que usted acaa de decir%

    M. Bo estoy diciendo que admiten excepciones. #in emargo, la ley de continuidad se aplica sólo a las

    cosas que son verdaderamente reales. Cuien (a leído y entendido el "Munda3ya 8panis(ad" y el

    "+edanta #ara", tendr$ claro lo antedic(o. 'gregar0 que es suficiente comprender lo que queremos decir 

    con el t0rmino =udd(i y la dualidad de Manas, para perciir nítidamente el por qu0 los materialistas

     pueden no experimentar una sorevivencia autoconsciente despu0s de la muerte. 9epende del (ec(o de

    que Manas, en su aspecto inferior, es el asiento de la mente terrenal y, por lo tanto, puede

     proporcionar esa percepción del 8niverso que estria en la pruea de dic(a mente y no en nuestra visión

    espiritual. #eg)n nuestra escuela Esot0rica, entre =udd(i y Manas o Dsara y ragna, 1F2 existe una

    diferencia an$loga a aquella entre una selva y .sus $roles, un lago y su agua, esta es la enseñanza de

    Munda3ya. 8n $rol o un centenar de $roles muertos por p0rdida de vitalidad o erradicados, no pueden

    impedir a la selva de ser tal. a destrucción o la muerte de los estados despu0s del fallecimiento de una

     personalidad eliminada de la larga serie, no causar$ el m$s pequeño camio en el Ego Espiritual divino,

    que siempre seguir$ siendo el mismo Ego. a )nica diferencia es que, en lugar de experimentar el

    9evac(an, deer$ reencarnarse inmediatamente.

    G

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    x. #eg)n entiendo, en esta analogía Ego-=udd(i representa la selva y las mentes personales los $roles.

    #i =udd(i es inmortal, cómo es posile que su concomitante: Manas-tai5asi, 1A2 pierda completamente

    su conciencia (asta el día de su nueva encarnación% Bo puedo comprenderlo.

    M. 8sted no puede porque mezcla una representación astracta del entero con sus camios casuales de

    la forma y porque confunde Manas-tai5asi, el alma (umana iluminada por =udd(i, con el manas inferior animalizado. enga presente que, si es posile decir que =udd(i es incondicionalmente inmortal, esto no

    es aplicale a Manas y aun menos a tai5asi, que es un atriuto. Bo (ay conciencia despu0s de la muerte

    o Manas-ai5asi separado de =udd(i, el alma divina, porque Manas es, en su aspecto inferior, un

    atriuto calificativo de la personalidad terrenal y tai5asi es id0ntico a Manas con la sola diferencia que lo

    ilumina la luz de =udd(i. En el caso de =udd(i, 0ste permanecería simplemente un espíritu impersonal

    sin dic(o elemento que toma prestado del alma (umana, condicion$ndolo y convirti0ndolo, en este

    universo ilusorio, en algo aparentemente separado del alma universal durante todo el período de la

    encarnación cíclica. odemos decir que =udd(i-Manas no puede morir ni perder su autoconciencia,

    compuesta en la Eternidad, ni el recuerdo de sus encarnaciones previas durante las cuales, el alma

    espiritual y (umana (an sido íntimamente ligadas. Esto no acontece en el caso de un materialista, cuya

    alma (umana no sólo no recie nada del alma divina, sino que (asta rec(aza reconocer su existencia. Boes posile aplicar este axioma a los atriutos ya las calificaciones del alma (umana, pues correspondería

    a decir que, como su alma divina es inmortal, así lo es la refulgencia de su me5illa, la cual es un

    fenómeno simplemente transitorio, así como lo es tai5asi o resplandor espiritual.

    !. Est$ usted diciendo que no deemos confundir el nóumeno con el fenómeno, la causa con su

    efecto%

    M. Exactamente. 'dem$s repito que, en el caso de Manas o el alma (umana, la refulgencia de ai5asi se

    convierte en una simple cuestión de tiempo porque, despu0s de la muerte, el inomio inmortalidad y

    conciencia se vuelve, para la personalidad terrenal (umana, sencillamente en atriutos condicionados en

    cuanto dependen, enteramente, de las condiciones y creencias elaoradas por el alma (umana durante lavida de su cuerpo. /arma act)a incesantemente7 en nuestra vida ultraterrena cosec(amos sólo el fruto de

    lo que (emos semrado o me5or dic(o, creado en nuestra existencia terrenal.

    !. #in emargo, si despu0s de la destrucción del cuerpo, mi Ego puede sumergirse en un estado de

    completa inconsciencia, dónde est$ el castigo para los pecados de mi vida pasada%

    M. #eg)n la enseñanza de nuestra filosofía, el castigo /$rmico alcanza al Ego sólo en la próxima

    encarnación.

    9espu0s de la muerte recie )nicamente la recompensa por los sufrimientos inmerecidos,

    experimentados durante la existencia que (a llegado al t0rmino.1G2 Entonces, aun en el caso del

    materialista, el castigo despu0s de la muerte, consiste en la ausencia de cualquier recompensa y la

    completa p0rdida de la dic(a consciente y del reposo. /arma es el (i5o del Ego terrenal, el fruto de las

    acciones del $rol, que es la personalidad o5etiva visile a todos y el fruto de todos los pensamientos y

    los motivos del "6o" espiritual. #in emargo, /arma es tami0n la madre tierna que sana las (eridas que

    infligió en la vida previa, antes de empezar a torturar este Ego con otras. #i se puede decir que en la

    vida de un mortal no (ay sufrimiento mental o físico que no sea el fruto y la consecuencia de alg)n

     pecado en esta existencia o en la anterior, se puede tami0n decir que, como 0l no retiene el m$s mínimo

    recuerdo de esto en la vida presente y advierte que el castigo impartido es inmerecido, creyendo

    sinceramente que sufre por algo que no cometió, esto es suficiente para que se otorgue al alma (umana

    el consuelo, el reposo y la dic(a m$s completos en su existencia ultraterrena.

    ara nuestro yo espiritual, la muerte llega siempre como una lieradora y una amiga. En el caso de unmaterialista que, no ostante su materialismo, no era un (omre malo, el intervalo entre las dos vidas

    H

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    ser$ como el sueño ininterrumpido y pl$cido de un niño, ya sea sin ensueños o con im$genes acerca de

    las cuales no tendr$ ninguna percepción definida. ara el creyente ser$ un sueño tan vívido como la

    existencia, lleno de dic(a y visiones realísticas. En el caso del ser malo y cruel, ya sea materialista o no,

    volver$ a renacer inmediatamente, sufriendo su infierno en la tierra. a entrada en 'vitc(i es algo

    excepcional y raro.

    !. #eg)n recuerdo, en algunos 8panis(ads las encarnaciones periódicas de #utratma 1H2 son an$logas a

    la vida de un mortal que oscila, periódicamente, entre el sueño y la vigilia. Esto no me parece muy claro

    y le voy a decir por qu0. ara el ser (umano que despierta, empieza otro día, sin emargo 0l es el

    mismo, en alma y cuerpo, que el de ayer7 mientras en cada nueva encarnación se verifica un camio

    integral, no sólo en su

    estuc(e externo, el sexo y la personalidad, sino tami0n en sus capacidades mentales y psíquicas. or lo

    tanto, la analogía no me parece ser muy correcta. El ser que despierta en la mañana recuerda muy

    claramente lo que (izo el día antes, anteayer, el

    mes pasado y el año anterior. ero nadie, entre nosotros, recuerda una vida previa o alg)n (ec(o o

    evento pertinente a ella. or la mañana puedo olvidarme lo que soñ0 durante la noc(e, sin emargo s0

    que (e dormido y tengo la seguridad que estaa viva durante el sueño, m$s qu0 recuerdo tengo de misencarnaciones pasadas% &ómo reconcilia, usted, esto%

    M. ' pesar de todo, algunas personas recuerdan sus encarnaciones previas. os 'r(ats lo llaman

    #amma-#amudd(a o el conocimiento de la serie completa de las propias encarnaciones anteriores.

    !. ero nosotros, los mortales comunes, que no (emos alcanzado #amma-#amudd(a, cómo podemos

    realizar esta analogía%

    M. Mediante el estudio y tratando de comprender m$s correctamente las características de los tres

    estados de sueño. El sueño es una ley general e inmutale para el ser (umano y los animales, sin

    emargo, existen diferentes clases de sueño y aun m$s distintos ensueños y visiones.

    !. 'sí es. ero 0sta es una digresión. +olvamos al materialista que, si ien no niega los sueños, porque

    no puede, rec(aza la inmortalidad en general y la supervivencia de su

    individualidad en particular.

    M. or primera vez, el materialista no se equivoca7 ya que, para uno que no tiene ninguna percepción

    interna ni fe, la inmortalidad es algo imposile. ' fin de vivir una existencia consciente en los estados

    despu0s de la muerte, uno dee creer, en primer lugar, en esa vida durante su existencia terrenal. oda la

    filosofía de la conciencia ultraterrena y la inmortalidad del alma, gira alrededor del e5e de estos dos

    aforismos de la &iencia #ecreta. El Ego recie siempre de acuerdo a lo que se merece.

    9espu0s de la disolución del cuerpo, el Ego empieza un período de plena conciencia clara, un estado de

    sueños caóticos o un sueño sin ensueños indistinguile del aniquilamiento. Estos son los tres estados de

    conciencia. #eg)n nuestros fisiólogos, la

    causa de los sueños y de las visiones es localizale en su preparación inconsciente durante las (oras de

    vigilia. or qu0 no podemos admitir lo mismo para los sueños despu0s de la muerte% o repito, la

    muerte es sueño. 9espu0s del fallecimiento, ante la vista espiritual del alma empieza una representación

    que sigue el programa aprendido y, muy a menudo, compuesto inconscientemente por nosotros, la

    realización pr$ctica de las creencias correctas o de las ilusiones que nosotros creamos. 8n creyente de la

    iglesia metodista ser$ metodista, un musulm$n ser$ un musulm$n, moment$neamente, en el paraíso

     perfecto de un iluso, cuya creación es ora de cada ser (umano. Estos son los frutos despu0s de la

    muerte del $rol de la vida. Baturalmente, ya sea que creamos o no en el (ec(o de la inmortalidadconsciente, esto no puede influenciar la realidad incondicionada del (ec(o en sí. #in emargo, creer o

    I

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    no creer en esa inmortalidad como continuación o aniquilación de entidades separadas, incidir$ sore

    este (ec(o en su aplicación a cada una de dic(as entidades. '(ora, empieza usted a comprender%

    !. ienso que sí. El materialista acepta la vida como la )nica existencia consciente7 ya que cree sólo en

    lo que los cinco sentidos o el razonamiento científico pueden proarle y rec(aza toda manifestación

    espiritual. or lo tanto, plasmar$ su realidad seg)n su creencia. erder$ su Ego personal y se sumir$ enun sueño sin ensueños (asta un nuevo despertar. Es así%

    M. &asi. enga presente la enseñanza esot0rica universal de las dos clases de existencia consciente: la

    terrenal y la espiritual.

    Esta )ltima (ay que considerarla real, deido a que es la región de la causa eterna, inmutale e inmortal

    de todo7 mientras que el Ego reencarnante se reviste con nuevos atuendos, completamente distintos a los

    de sus encarnaciones previas y todo, exceptuando a su prototipo espiritual, es destinado a un camio tan

    radical que no de5a ning)n vestigio atr$s.

    !. J9et0ngaseK ?...@ uede la conciencia de mis Egos terrenales perecer, no sólo por un lapso, como la

    del materialista, sino que en todo caso y de forma tan completa, queno de5a (uella%

    M. #eg)n la enseñanza dee perecer así en su totalidad, excepción (ec(a por ese principio que,

    (ai0ndose reunido con la Mónada, se (a convertido en una esencia puramente espiritual e

    indestructile, una con ella en la Eternidad. #in emargo, en

    el caso de un materialista empedernido, en cuyo "yo" personal =udd(i 5am$s se (a refle5ado, cómo

     puede, 0ste, asorer en las infinidades, una partícula de esa personalidad terrenal% #u "6o" espiritual es

    inmortal, sin emargo, de su presente personalidad puede llevar al m$s all$ sólo lo que se merece la

    inmortalidad, es decir, el simple aroma de la flor que la muerte (a cortado.

    !. '(ora ien, qu0 pasa con la flor, el "yo" terrenal%

    M. a flor volver$ al polvo, así como las flores pasadas y futuras que germinaron y murieron para

    volver a florecer en la rama madre, #utratma. &ada flor es la prole de una raíz de =udd(i. &omo usted

    sae, su "6o" actual no es el cuerpo sentado delante de mí, ni es a)n lo que llamaría Manas-#utratma,

    sino #utratma-=udd(i.

    !. ero esto no me explica por qu0 llama a la vida despu0s de la muerte inmortal, infinita y real,

    definiendo la terrenal como un simple fantasma o una ilusión, visto que aun esa existencia despu0s de la

    muerte tiene límites, a pesar de lo m$s amplios que pueden ser de los de la vida terrenal.

    M. Es cierto. El Ego espiritual del ser (umano se mueve en la Eternidad como un p0ndulo, oscilando

    entre las (oras de la vida y de la muerte. #in emargo, si estas (oras que marcan los períodos de la vida

    terrenal y espiritual son limitadas en su duración y si el n)mero de estos estadios en la Eternidad, entre

    el dormir y el despertar, la ilusión y la realidad, tiene su principio y fin, de otro modo, el "eregrino"

    espiritual es eterno.

    or lo tanto, seg)n nosotros, la )nica realidad son las (oras de su vida despu0s de la muerte, cuando,

    desencarnado, se encuentra cara a cara con la verdad y no con los espe5ismos de sus existencias

    terrenales transitorias, durante el período de ese

     peregrina5e que llamamos "el ciclo de los renacimientos". Estos intervalos, no ostante su limitación, no

    le impiden al Ego seguir sin desviarse, aunque gradual y lentamente mientras est$ siempre

     perfeccion$ndose, el sendero (asta su )ltima transformación, cuando ese Ego, (aiendo alcanzado su

    L

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    meta, se convierte en el odo divino. ales intervalos y estadios facilitan este resultado final, en lugar de

    ostruirlo. #in dic(os intervalos limitados, el Ego divino 5am$s podría alcanzar su meta )ltima.

    Este Ego es el actor y sus numerosas y variadas encarnaciones son los papeles que desempeña. Cuiz$,

    usted llamaría a estas partes, con sus atavíos, la individualidad del actor mismo%

    'n$logamente al actor, al Ego le corresponde desempeñar muc(os roles, algunos quiz$ desagradales,

    durante el &iclo de la Becesidad, (asta el umral del ara-nirvana. &omo la ae5a lia su miel de cadaflor, de5ando el resto como nutrimiento para los gusanos, lo mismo acontece con nuestra individualidad

    espiritual, ya sea que la llamemos #utratma o Ego. ia de toda personalidad terrenal en la que /arma

    la oliga a encarnar, sólo el n0ctar de las cualidades espirituales y de la autoconciencia y, al unirlas en

    todo, emerge de su cris$lida como el 9(yan &(o(an glorificado. 9esafortunadas estas personalidades

    terrenales de las cuales no pudo asorer nada e,

    indudalemente, no podr$n sorevivir de manera consciente a su existencia terrenal.

    !. Entonces, parece que para la personalidad terrenal, la inmortalidad es aun condicional. 'sí, la

    inmortalidad misma no es incondicional%

    M. ara nada. ero no puede tocar a lo inexistente7 ya que todo lo que existe como #at y siempre an(elaa #at, la inmortalidad y la Eternidad son asolutas. a materia es el polo

    opuesto del espíritu y los dos son uno. a esencia de todo esto es que: Espíritu, >uerza y Materia o los

    tres en uno, son tan infinitos como son sin principio, sin emargo, la forma que esta triple unidad

    adquiere durante sus encarnaciones, la exterioridad, es ciertamente una mera ilusión de nuestras

    concepciones personales. or eso llamamos realidad sólo a la vida despu0s de la muerte, relegando la

    existencia terrenal, incluyendo a su personalidad (omóloga, al campo fantasma de las ilusiones.

    !. Entonces, en tal caso, por qu0 no llamar el dormir realidad y el despertar ilusión, en lugar de lo

    contrario%

    M. orque empleamos una expresión elaorada para facilitar la comprensión del tema y desde el puntode vista de las concepciones terrenales es muy correcta.

    !. #in emargo, no entiendo. #i la vida futura estria en la 5usticia y la retriución merecidas por todo

    nuestro sufrimiento terrenal, en el caso de los materialistas, muc(os de los cuales son idealmente

     proos y caritativos, deería permanecer, de su personalidad, sólo el desec(o de una flor mustia%

    M. Badie, 5am$s, (a dic(o esto. Bing)n materialista, si es un ser ueno, puede morir para siempre en la

     plenitud de su individualidad espiritual, a pesar de que no crea. o que di5imos es que la conciencia de

    una vida puede desaparecer completa o

     parcialmente. En el caso de un materialista inveterado, en su serie de vidas no queda ning)n vestigio de

    esa personalidad que no creía.

    !. Bo es 0ste, el aniquilamiento para el Ego%

    M. &iertamente que no. 9urante un largo via5e en tren, uno puede dormir como una piedra pasando por 

    una o diversas estaciones sin conservar el mínimo recuerdo o conciencia de esto. #e despierta en una

    estación dada y sigue su trayecto rememorando otras paradas, (asta que el via5e termina, una vez que

    llega a su destino. e mencion0 tres clases de sueño: el sin ensueños, el caótico y el que es tan real que

     para el durmiente sus sueños se tornan en realidades plenas. #i puede creer en este )ltimo, por qu0 no

     puede creer en el primero% #eg)n lo que uno cree y espera despu0s de la muerte, este es el estado que

    tendr$. 'quel que no esperaa ninguna vida futura, tendr$ un

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    vacío completo, equiparale al aniquilamiento entre los dos renacimientos. Esta es simplemente la

    realización del programa que mencionamos, cuyo artífice fue el mismo materialista. #in emargo, como

    usted dice, existen numerosas clases de materialistas. 8na persona egoísta y malvada, que 5am$s (a sido

    receptiva al dolor a5eno, sintiendo sólo el suyo, agregando así la indiferencia a su mundo entero de no

    creencia, en el momento de la muerte dee de5ar la personalidad para siempre. Esta personalidad, no

    teniendo ning)n lazo de simpatía con el mundo circundante, nada que engarzar en el (ilo de #utratma,ve interrumpirse, con el )ltimo respiro, toda relación entre los dos.

    9ado que para esta clase de materialista no (ay 9evac(an, #utratma se reencarnar$ casi

    inmediatamente. ero en el caso de los materíalistas que no erraron en nada, excepto que en su no

    creencia, saltar$n sólo una parada del tren porque dormían.

    'dem$s: llegar$ el momento en que el ex-materialista se perciir$ a sí mismo en la Eternidad y quiz$ se

    arrepienta de (aer perdido (asta un día o una parada, de la vida eterna.

    !. #in emargo, no sería m$s correcto decir que la muerte es nacer en una nueva vida o un retorno, una

    vez m$s, al umral de la eternidad%

    M. 8sted puede decirlo, si así quiere. ero (ay que tener presente que los nacimientos difieren y (ayseres que nacen "muertos", es decir: son fracasos. 'dem$s, con sus ideas

    occidentales tan graadas acerca de la vida material, las palaras "viviente" y "ser" son inaplicales al

    estado puramente su5etivo de la existencia despu0s de la muerte. ales ideas (an contriuido a vuestras

    concepciones muy estrec(as acerca de la vida y de la muerte. #e pueden omitir sólo algunos filósofos

     poco leídos y con ideas muy confusas para que puedan presentar un cuadro claro de esto. 9ic(as ideas

    (an conducido, por un

    lado, al materialismo urdo y por el otro, a una concepción aun m$s material de la vida ultraterrena, que

    los espiritistas tradu5eron en la #ummer-land 1la tierra estival2. '(í, las almas de los seres (umanos

    comen, een, se casan y viven en un paraíso tan sensual como el de Ma(oma, pero menos filosófico.

    as concepciones medias de los cristianos incultos no son me5ores y quiz$ m$s materiales, consteladas

    de $ngeles, trompetas, arpas doradas, calles en ciudades paradisíacas pavimentadas de 5oyas y fuegosinfernales, el todo se parece a una escena durante una pantomima navideña. Estas nociones estrec(as

    son la razón por la cual a usted se le dificulta comprender lo antedic(o. 'dem$s, los filósofos orientales

    (an

    comparado la vida del alma desencarnada con las visiones durante el sueño, porque, aun poseyendo el

     rillo de la realidad como en ciertos ensueños, est$ exenta de toda forma o5etiva material de la vida

    terrenal.

    -/*S

    1F2 Dsara es la conciencia colectiva de la deidad manifestada, =ra(ma: la conciencia colectiva de la

    (ueste de 9(yan &(o(ans y ragna es su saiduría individual.

    1A2 ai5asi significa el radiante, deido a la unión de Manas con =udd(i,

    N

  • 8/17/2019 Blavatsky H P - Dialogos Sobre Los Misterios de La Muerte

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    lo (umano es iluminado por el rillo del alma divina. or lo tanto, a Manas-tai5asi se le puede descriir 

    como la mente radiante, la razón (umana alumrada por la luz del espíritu. =udd(i-Manas es la

    representación de lo divino m$s el intelecto y la autoconciencia (umana.

    1G2 'lgunos eósofos discrepan con esta frase, sin emargo son las palaras de los Maestros y el sentido

    dado al ad5etivo "inmerecido" corresponde a lo que presentamos anteriormente. En el op)sculo n)mero

    L de la serie de panfletos teosóficos, se usó una frase que quería trasmitir la misma idea y que despu0sfue artículo de crítica en la

    revista "ucifer". odemos decir que la forma no fluía ien, prest$ndose, entonces, a la crítica que

    suscita, sin emargo, la idea esencial era que los seres (umanos a menudo sufren los efectos de las

    acciones e5ecutadas por otros, efectos que no pertenecen,

    rigurosamente (alando, a su /arma, sino al de las otras personas. or lo tanto, merecen ser 

    compensados por estos sufrimientos. #i es verdadero decir que todo lo que nos acontece se dee sólo al

    /arma, o el efecto directo o indirecto de una causa, sería un gran error pensar que todo el ien y el mal

    que experimentamos depende sólo de nuestro

    /arma personal.

    1I2 #utratma es nuestro principio inmortal y reencarnante en con5unción con los recuerdos Man$sicos de

    las vidas anteriores. El sentido literal de #utratma es 'lma-*ilo, porque las largas series de vidas(umanas en(eradas en este (ilo es an$loga a las perlas en un collar. Manas dee convertirse en tai5asi,

    el refulgente, antes de que pueda ensartarse en #utratma, como una perla y su (ilo, teniendo, entonces,

    una percepción

     plena y asoluta de sí en la Eternidad. &omo mencionamos anteriormente, una asociación demasiado

    íntima sólo con la mente terrenal del alma (umana, causa la p0rdida completa de esta refulgencia.

    'na -bservaci(n Sobre La 9Me)oria9

     Bing)n evento, ninguna manifestación, a pesar de lo r$pido o lento que sea, 5am$s puede orrarse del

    arc(ivo #3$ndico de la vida de un ser (umano. Bo existe la m$s

    diminuta sensación, la acción m$s superficial, el impulso, el pensamiento y la impresión que pueda

    desaparecer del 8niverso o en 0ste. odemos pensar que nuestra memoria no la (a graado y nuestraconciencia no la (a perciido, sin emargo se inscriir$ en las talillas de la luz astral. a memoria

    O

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     personal es una ficción del fisiólogo. En nuestro cerero (ay c0lulas que recien y transmiten

    sensaciones e impresiones y, una vez

    llevado a cao tal proceso, su misión (a sido realizada. Estas c0lulas del presunto "órgano de la

    memoria", son los receptores y los transmisores de todas las im$genes e impresiones del pasado, pero

    no son sus conservadores. =a5o varias condiciones y estímulos pueden reciir de nuevo e

    instant$neamente, el refle5o de estas im$genes astrales, que llamamos memoria, recuerdo yrememranza, sin emargo no pueden preservarlas.

    &uando decimos que uno (a perdido su memoria o que 0sta se (a deilitado, es simplemente una

    manera de (alar. #ólo nuestras c0lulas de la memoria est$n su5etas a la deilidad o a la destrucción. El

    vidrio de la ventana nos permite ver el sol, la luna, las estrellas y todos los o5etos externos claramente,

     pero si lo ra5amos, todas las im$genes ser$n distorsionadas. #i lo rompemos, sustituy0ndolo con una

    tala de madera o si a5amos las cortinas, las im$genes permanecer$n fuera del alcance de nuestra vista.

    ero, podríamos decir, que todas las im$genes: el sol, la luna y las estrellas (an desaparecido a causa

    de esto cuando, al reparar la ventana con un nuevo vidrio, ser$n

    refle5adas nuevamente en el cuarto% Existen casos de demencia que (an durado por meses y años y se

    enumeran tami0n e5emplos de largos días de fiere durante los cuales todo lo que se (izo y se di5o fue

    inconscientemente. #in emargo, cuando el paciente se recupera, ocasionalmente recuerda sus palaras y sus acciones completas. El pensamiento

    inconsciente es un fenómeno, en este plano, que envuelve sólo a la mente personal.

    ero la Memoria 8niversal conserva todo movimiento, la ola y el sentimiento m$s diminuto que ondula

    la superficie de la naturaleza diferenciada del ser (umano o del 8niverso.

    FP