bitácora de un ingeniero zootecnista

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Bitácora de un Ingeniero Zootecnista Enrique Nolte, BS, MS, PhD Ingeniero Zootecnista Fósil Grupo de Egresados “Los Fósiles”

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Page 1: Bitácora de un Ingeniero Zootecnista

Bitácora de un

Ingeniero Zootecnista

Enrique Nolte, BS, MS, PhD

Ingeniero Zootecnista Fósil

Grupo de Egresados “Los Fósiles”

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Origen de la Vocación

Cuando tenía unos 6 años de edad, el último hermano de mi mamá ingreso a

Agronomía, en la Escuela Nacional de Agricultura (ENA)

En la casa de mi abuela había una pequeña terraza y allí mi tío Lucho (después,

Ing. Agr. Luis Edmundo Herrera Barriga), hacía alguna tareas simples que le daban

en la Escuela Nacional de Agricultura (ENA): ver como germinaban los frijoles, las

“pepas” de palta y mango, como echaban raíces las zanahorias, etc.

Además de ser el nexo entre la generación anterior, jugábamos con mis hermanos

y primos. Me gustaba la facha que traía, con las botas llenas de tierra y una gorrita

verde con una “A” dorada, bien grande.

Una vez fuimos al campus de La Molina por una Gimkana donde hubo varios

concursos: “ordeño”, “chancho encebado”, “ensarte de aros a caballo” y otros.

Desde entonces siempre quise ser molinero. Hasta hoy, 64 años después.

Además, nuestra querida empleada Mónica López López, que era de Mayobamba

(Oyón) me “regaló” uno de sus caballos que se llamaba “Pisacandela”. Yo me

sentía como un vaquero. Era una linda fantasía infantil.

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Cultivo de la Vocación

Estudié primaria y secundaria en el Colegio San Agustín de Lima.

En mi casa de Magdalena del Mar (Lima), tenía unos corrales en la azotea.

Criaba unos cuantos conejos y pollos. Me entretenía observándolos, dándoles

de comer, curándolos y espantando a los gatos techeros y a las tórtolas.

Crecí yendo los fines de semana en la casa de mis abuelos en Chaclacayo.

Tenían unos 60 árboles frutales diferentes, una chacrita de fresas y corrales

grandes para conejos, patos, gallinas, etc.

Mi abuelo me designó “responsable de campo”. Me levantaba a las 5 am para

regar y desyerbar, repartir alimentos y agua, limpiar, etc.

A pesar de que no era un sitio lejano ni rural, me sentía como si lo fuera.

Hasta que llegué a 4° de Secundaria y ya tenía que definir qué haría después.

Sin duda, quería ir a La Molina.

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Se concreta la Vocación

Al iniciar 5° de Media me matriculé en la “Academia Agronomía” para

presentarme a la Admisión del verano de 1964. Pero no ingresé.

Pedí a mis viejos apoyo para hacer la Pre-Agraria. Hacía años que yo hacía

unos cachuelitos y empastaba cientos de libros los fines de semana.

Además, ya había iniciado con fuerza el desarrollo de otra vocación, como

Bombero Voluntario en la Compañía “Internacional” 14.

Mi último examen en la Pre fue el 10 de agosto de 1964. El 25 ya estaba

rapado y participando en el tradicional “bautismo”.

Me sentía profundamente feliz, satisfecho y realizado.

Pero el primer día de clase se robaron del carro de un amigo, mi gorrito de

cachimbo, lleno de pines que había coleccionado por varios años. Fue una

gran frustración y enojo.

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Ya era Molinero I

De acuerdo a las costumbres de aquel tiempo, me asignaron a un Profesor Consejero: El Dr. Carlos Rodríguez, un caballero y un maestro. El decano de Zootecnia era el Dr. Antonio Bacigalupo y el Rector era el Dr. Orlando Olcese. Sus respectivas especialidades eran Reproducción, Nutrición y Bioquímica. Todos me ensañaron.

Tuve dificultad para pasar los cálculos y las físicas. Pero todos los demás cursos los disfruté mucho.

En esos tiempos la política era pesada, dominaba la izquierda y a mitad de carrera arrancó el Gobierno de Velasco y la Reforma Agraria.

Tuvimos dos recesos, incluyendo la pérdida de un semestre completo. Por eso, en lugar de egresar en Julio concluí todo –tesis incluida– en Diciembre de 1969.

Ya casi por terminar llevé los Cursos de Reforma Agraria I y II, que eran en realidad un espacio de adoctrinamiento comunista organizado por un grupo de profesores de una Asociación “Catedra Libre”.

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Ya era Molinero II

En el primer receso, el gobierno intentó imponer la “Ley Chiappo”, que reducía

el tercio estudiantil de la Asamblea Universitaria, a “un tercio de los profesores”.

Hubo paros, disturbios y mucha represión.

En una de esas confrontaciones, recuerdo un debate espontáneo, parados

sobre una piedra delante de la puerta del Comedor de Estudiantes, entre los

Profesores César Benavides y Antonio Bacigalupo. Fue intenso, pero con

respeto. Temas: ideológicos, políticos e institucionales.

Al final entró la policía en “caimanes” (camiones) y se llevó a muchos

compañeros.

Demasiado pronto se acabó el tiempo. Y ya me había casado. Me urgía

acabar los cursos y la Tesis.

Tuve Bolsa de Trabajo en C.R.E.A. y pude hacer dos prácticas preprofesionales

en Lucre (Cusco) y en la Granja de Animales Menores.

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Grado Académico de Bachiller en Ciencias

Título Profesional de Ingeniero Zootecnista

Registro, Colegio de Ingenieros del Perú

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Molinero viejo

Tuve suerte en toda mi carrera. Grandes maestros, muy competentes y activos

en la vida agraria nacional. Con el mayor respeto por todos, mencionaré al Dr.

Carlos Luna de la Fuente, quien me motivó para tomar como extraña y

sorprendente especialidad la de “Caprinos”;

Y al Ing. Miguel Sarria García, que fue Jefe del Dpto. de Producción Animal y

Decano de la Facultad. También fue un excelente impulsor de mi carrera; él me

invitó como Profesor Contratado (Animales Menores), ampliando mi sueño de

seguir siendo Molinero

El Ing. José Téllez fue patrocinador de mi primer intento de tesis y que terminó en

desastre: las cabras del camal de Yerbateros se comieron el cuaderno donde

tenía registrados miles de datos biométricos.

El MV Virgilio La Rosa, que no solo patrocinó mi tesis de grado sino que hizo

posible la construcción de una amistad con todos sus alumnos del curso de

enfermedades parasitarias.

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¡Al campo!

Mi gran ánimo por ir a servir a los campesinos en su medio, se concretó antes de

lo qué imaginé. Apenas titulado conseguí una plaza como Ingeniero Zootecnista

en la Irrigación San Lorenzo, en Sullana, Piura.

Comencé el 1 de diciembre de 1969 como Asesor en Ganadería. Debía visitar a

los parceleros como extensionista, a la vez que levantar un censo.

Me dieron un sueldo bueno para ese tiempo, más casa y camioneta. Me fui a vivir

allá con mi esposa y nuestros dos hijos.

Con mi señora nos involucramos adicionalmente en alfabetizar adultos.

Pronto apareció una realidad horrible: la entrega de tierras inútiles a campesinos

“precarios”. Denuncié el hecho y fui forzado a renunciar por la Dirección.

De allí pasé a trabajar en ONDECOOP, en Cayaltí (Lambayeque) y en Laredo (La

Libertad) para la Reforma Agraria. Nada de Zootecnia y sí, mucho tema político y

social. Tensiones, soplonería, espionaje, desconfianza. Muy complicado.

El terremoto del 31 de mayo de 1970 acabó con esa etapa: se cayó mi casa.

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De vuelta a Lima y a La Molina

En Julio, se “entregó” la Hacienda Laredo a sus trabajadores. Volví a Lima para

buscar trabajo. Como caída del cielo recibí una llamada del Ing. Miguel Sarria

preguntando sobre mi disponibilidad para enseñar en forma temporal el Curso

de Producción de Animales Menores.

El 1 de agosto de 1970 comencé mi vida como docente en la UNA. Feliz pero

muy nervioso: todos mis alumnos eran mis compañeros de promoción. Me

hacían bullying en cada clase.

También tenía un grupo de Zootecnia General y administraba la Granja de

Animales Menores (Cuyes, Conejos, Cabras).

Un año después recibí una invitación del Prof. Telésforo Bonadonna, científico de

renombre mundial, para ir a su laboratorio en la Universitá degli Studi di Milano

(UNIMI) - Instituto Lazzaro Spallanzani para una especialidad en reproducción.

Pero como era Contratado, no podía ir con Licencia en Comisión de Servicios. El

Ing. Sarria lo planteó como un subsidio para estudios y lo consiguió.

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Milán-Italia

El Dr. Carlos Luna de la Fuente, con astucia y sabiduría, nos dijo a sus estudiantes que en nuestras cartas pidiendo información, solo dijéramos que éramos parte de una investigación, sin especificar nuestra condición de estudiantes de pregrado. ¡Bien!

Cuando el Dr. Telésforo Bonadonna me vio en persona, durante una conferencia en la Facultad de Veterinaria de San Marcos, me dijo: “Ma Lei é un giovanotto”. Era un famoso científico, Profesor de la Universitá degli Studi di Milano (UNIMI).

Era Pasé 8 meses en la UNIMI, llevando cursos e haciendo investigación con ovinos, sobre factores que influencian el sexo de las crías y predicción de la fecha de parto. Hice una “tessina” sobre caprinos.

Lo más enriquecedor de esa experiencia, además de conocer otra cultura, fue que cada jueves nuestro Maestro invitaba a algún científico de fama mundial, a pasar una tarde conversando con sus 4 estudiantes extranjeros del posgrado. 2 Hindúes, 1 Uruguayo y yo.

¡Nos codeamos con la crema y nata de la zootecnia mundial! Y el tema obvio era el “estado del arte” de la ciencia, en sus diversos campos.

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Otra vez Lima

Volví en julio de 1972 con un título de “Experto – Zootecnia” (Fisiología

Reproductiva), un diploma y una medalla preciosa de la Societá Italiana per il

Progresso della Zootecnica y certificados de la UNIMI.

Retomé mis cursos, pero pronto cesó la vacante que yo ocupaba en forma

temporal. Sin embargo, había logrado que se separe el curso de Producción de

Caprinos de Animales Menores. Tendría un contrato a Tiempo Parcial.

Un grupo bien entusiasta de jóvenes zootecnistas fuimos convocados por la

Dirección de Producción Pecuaria del MINAGRI. Allí empecé como “Especialista

de la Subdirección de Crianzas” en abril de 1973. Éramos 7 molineros en equipo.

Diseñamos el “Plan Pecuario a Mediano Plazo” bajo la batuta del Ing Abel

Pimentel. Pero la burocracia era y sigue siendo horrible. En octubre de 1978 el

Ministro de Economía Silva Ruete (ya gobernaba Morales Bermúdez) ofreció

incentivos y renuncié.

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Diploma Instituto Lazzaro Spallanzani y Sociedad Italiana

para el Progreso de la Zootecnia, por la contribución a

la amistad entre los pueblos

“Targa di Benemerenza”

Condecoración de la Societá

Italiana Per Il Progresso della

Zootecnica” que aun conservo.

Certificado de “Experto” 5° Curso de Actualización

En Zootecnia, Fecundidad, Higiene Alimentaria, I.A.

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¡Cabras y Post Grado!

Con los 8 sueldos de incentivo compré 80 cabras en Piura y me inicié como

criador, cerca de Lima.

El Ing. Enrique La Hoz, entonces Jefe del Dpto. de Producción Animal, me

invitó a reincorporarme a La Molina. Acepté pero las cabras empezaron a

morir sin mi atención directa. Tenía que escoger. Y las vendí.

Volví a la UNALM en 1979, nombrado como Profesor Auxiliar; a la vez hice el

90% de los cursos de Maestría en Producción Animal. Pero la Universidad de

California Davis, propuso un proyecto colaborativo de investigación en

Rumiantes Menores, con el INIPA y otras universidades (SR-CRSP).

La UNALM presentó sus propuestas y ganó. Entre ellas, la mía en el tema de

caprinos, que fue muy bien valorada. Por ello, los Profesores Robert Van

Keuren y Charles Parker me invitaron a un posgrado en Ohio State University.

El Coordinador en el Perú, Dr. Benjamín Quijandría me apoyó muy

activamente.

Acepté, hice las gestiones del caso, que fueron aprobadas. Y me fui.

Page 17: Bitácora de un Ingeniero Zootecnista

The Ohio State University

Estuve estudiando inglés porque fui invitado a integrar el Comité Científico del

Congreso Mundial de Nutrición Caprina en Tours-Francia; me daba vergüenza ir sin

saber los idiomas oficiales (francés–inglés). Yo tenía una base nomás.

El Programa Rumiantes Menores (SR-CRSP) no solo financió mi viaje a Francia sino que

lo extendió a Grecia para la Conferencia Mundial de Leche de Cabra y Oveja. Su

Coordinador Nacional, el Dr. Benjamín Quijandría, tuvo un rol preponderante.

Wooster y Columbus nos recibieron de maravilla. Todavía me sorprende cómo llegó

eso y la oportunidad que se me abrió. ¡Yo les tenía bronca a los gringos!

En Ohio trabajé en el mismo laboratorio del Dr. Salisbury, donde hizo los estudios y

escribió el primer tratado sobre fermentación ruminal. Todos mis profesores eran

afamados científicos e invitados entre los cuales hubo varios Premios Nobel. Especial

mención debo a los maestros Bob Van Keuren, Chulk Parker, Jack Cline y Burk Dehority

Además de plantear un programa de estudios amplio, llevé cursos electivos en

sociología porque me interesaba mejorar mi entendimiento de la cultura e idiosincrasia

campesina. Fue muy duro pero muy valioso. Lo haría de nuevo.

Page 18: Bitácora de un Ingeniero Zootecnista

Ph.D.

M.S. Sociología M.S. Ciencia AnimalBurk Dehority, Charles Parker, Donald Mahan,

Walter Harvey, Steve Loerch, Ken McClure

Faltan fotos de los

Drs. Jack C. Cline y

Robert Van Keuren

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Otro retorno…Cuando volví, el terrorismo había desatado su furia asesina. En 1985 hice

varias consultorías apoyando un Plan de Desarrollo Pecuario.

En Octubre nombraron al Dr. B. Quijandría Jefe de INIPA; asumí la

Coordinación del SR-CRSP en el Perú. Duré 3 años en el cargo, hasta que

en Setiembre de1988 dos investigadores fueron asesinados. Ya habíamos

sufrido otros ataques previos. El SR-CRSP decidió mudarse a Bolivia.

Desde Octubre 1988 hasta hoy, me dediqué a la Consultoría en Desarrollo

Rural y Agrario, organizaciones, etc.; y a la docencia en Pre y Post Grado

en varias Universidades. En la UNALM he sido honrado con nombramientos

como Profesor Visitante 3 veces y hoy, soy Profesor Invitado. ¡Es un honor!

He servido a 27 entidades financieras nacionales e internacionales,

públicas y privadas; y he evaluado, monitoreado, etc., proyectos de 85

entidades ejecutoras de todo tipo y tamaño.

También he sido jurado de Concursos de Proyectos de Investigación

Científica y de Desarrollo, con fondos públicos y privados.

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La Zootecnia tiene muchos campos. El mío, el principal,

ha sido la cabra, la ganadería caprina y los cabreros

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Molinero hasta la Pepita del Alma

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Lo más importante de mi carrera

Se trata de una experiencia de vida ya muy avanzada. Es medio siglo de mi

existencia. Por lo tanto no es una sugerencia ni una teoría.

ZOO TECNIA tiene sus dos componentes muy claros, etimológica y

vivencialmente: A partir del conocimiento del animal, servimos a la

humanidad que los cría para obtener alimentos y otros bienes. Y quienes

utilizan estos elementos esenciales para la vida.

Por lo tanto estamos centrados en la persona humana, privilegiando a las

familias rurales.

Al interior de esas familias, quien más hace, piensa, decide y se sacrifica por

sus animales, es la mujer. Eso no solo se debe reconocer, sino trasladarse a la

formación de nuevos ingenieros zootecnistas.

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Muchas gracias

y…

¡Arriba la Agraria!

Enrique Nolte, B,Sci. M.S., Ph.D.

Ingeniero Zootecnista - Sociólogo

Colegio de Ingenieros 8925

999928509 [email protected]