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Es un libro escrito por connotados profesionales en el tema ya mencionado en el título.

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  • BIOTICA PARA ESTUDIANTESY PROFESIONALES DE

    CIENCIAS DE LA SALUD

  • Biotica para estudiantesy profesionales de

    ciencias de la saludDr. Jorge Larracilla Alegre

    Acadmico Titular de la Academia Nacional de Medicina. Acadmico de laAcademia Mexicana de Ciruga, de la Academia Mexicana de Pediatra y de

    la Academia Nacional Mexicana de Biotica. Numerario de Ciencias Mdicas.Investigador Nivel 1 del Sistema Nacional de Investigacin.

    Investigador de la Jefatura del Centro Mdico Nacional Siglo XXI.

    Dra. Mara del Carmen Cruz ToledanoMdico Cirujano. Especialista en Patologa Clnica.Maestra en Administracin de Servicios a la Salud.

    Directora General del Hospital ngeles Metropolitano.

    Dra. Mara de la Luz Casas MartnezMdico Cirujano. Especialista en Hematologa y Docencia.

    Miembro honoraria de la Asociacin de Biotica de El Salvadory de la Asociacin de Biotica de Honduras.

    Presidente de la Academia Nacional Mexicana de Biotica. Jefe delDepartamento de Biotica, Escuela de Medicina, Universidad Panamericana.

    EditorialAlfil

  • Biotica para estudiantes y profesionales de ciencias de la salud

    Todos los derechos reservados por: 2012 Editorial Alfil, S. A. de C. V.Insurgentes Centro 51A, Col. San Rafael06470 Mxico, D. F.Tels. 55 66 96 76 / 57 05 48 45 / 55 46 93 57email: [email protected]

    ISBN 9786078045938

    Direccin editorial:Jos Paiz Tejada

    Editor:Dr. Jorge Aldrete Velasco

    Revisin editorial:Berenice Flores, Irene Paiz

    Revisin tcnica:Dr. Jorge Aldrete Velasco

    Diseo de portada:Arturo Delgado

    Impreso por:Solar, Servicios Editoriales, S. A. de C. V.Calle 2 No. 21, Col. San Pedro de los Pinos03800 Mxico, D. F.Julio 2012

    Esta obra no puede ser reproducida total o parcialmente sin autorizacin por escrito de los editores.

  • Colaboradores

    Dr. Julio Csar Ballesteros del OlmoPediatra Neonatlogo. Maestro en Ciencias de la Salud. Academia Mexicana dePediatra. Ex Presidente de la Asociacin de Pediatras del Instituto Mexicano delSeguro Social.Captulo 12

    Dra. Mara Cristina Caballero VelardeEspecialista en Pediatra y Terapia Intensiva. Maestra en Biotica, Escuela deMedicina de la Universidad Panamericana. Pediatra e Intensivista en el Hospitalngeles Metropolitano. Socia Numeraria de la Academia Mexicana de Pediatra.Vicepresidente de la Academia Nacional Mexicana de Biotica. Miembro funda-dor de la Asociacin Mexicana de Terapia Intensiva Peditrica y del comit co-rrespondiente. Miembro de la Society of Critical Care Medicine. Profesora dePregrado y Posgrado de la UNAM. Profesora Titular del Curso de Terapia Inten-siva y Pediatra.Captulos 4, 23

    Dra. Mara de la Luz Casas MartnezMdico Cirujano y especialista en Hematologa y Docencia. Maestra en Biotica.Doctora en Ciencias. Miembro honoraria de la Asociacin de Biotica de El Sal-vador y de la Asociacin de Biotica de Honduras. Consejera de la Comisin Na-cional de Biotica. Presidente de la Academia Nacional Mexicana de Biotica.

    V

  • VI Biotica para estudiantes y profesionales... (Colaboradores)

    Jefe del Departamento de Biotica de la Escuela de Medicina de la UniversidadPanamericana.Captulos 1, 8, 9, 10

    Dra. Mara del Carmen Cruz ToledanoMdico Cirujano. Especialista en Patologa Clnica. Maestra en Administracinde Servicios a la Salud. Diplomado en Administracin Hospitalaria. Jefe de La-boratorio y Banco de Sangre, Hospital para el Nio Poblano. Jefe Estatal de Ser-vicios Auxiliares de Diagnstico y Tratamiento del Estado de Puebla. DirectoraGeneral del Hospital ngeles Metropolitano.Captulos 1, 21

    Dr. Antonio de la Torre BravoEspecialidad en Endoscopia Gastrointestinal, Tokio, Japn. Ciruga Oncolgicay encargado del Departamento de Endoscopia, Hospital de Oncologa del CentroMdico Nacional Siglo XXI. Presidente de la Asociacin Mexicana de Endos-copia Gastrointestinal y de la Sociedad de Gastroenterologa del Consejo Mexi-cano de Gastroenterologa. Miembro de la Academia Mexicana de Ciruga y laAcademia Nacional de Medicina.Captulo 6

    Dr. Alfonso Fajardo RodrguezJefe de la Divisin de Educacin Mdica, Hospital ngeles Metropolitano.Captulo 22

    Dra. Ana Prixila Gonzlez VargasEgresada de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala. Residente del CuartoAo del Curso de Ciruga General, Hospital ngeles Metropolitano.Captulo 3

    Lic. Martha Hamill MelndezLicenciada en Administracin de Empresas; especialidad en Tanatologa y maes-tra en Biotica. Miembro fundador de la Asociacin Panamericana de Biotica yCoordinadora General de la Asociacin Panamericana de Biotica. Miembro fun-dadora del Departamento de Tanatologa de la Cruz Roja Mexicana. Ex Vicepresi-dente de Biotica, Asociacin Mexicana de Tanatologa. Coordinadora del ISEF,Universidad Anhuac de Quertaro, de la maestra en Ciencias de la Familia.Captulo 25

    Dr. Jorge Larracilla AlegreAcadmico Titular de la Academia Nacional de Medicina. Acadmico de la Aca-demia Mexicana de Ciruga, de la Academia Mexicana de Pediatra y de la Aca-

  • VIIColaboradores

    demia Nacional Mexicana de Biotica. Numerario de Ciencia Mdicas. Investi-gador del Sistema Nacional de la Investigacin, Nivel 1. Investigador de laJefatura del Centro Mdico Nacional Siglo XXI. Autor de 89 artculos en revis-tas mdicas y de cinco libros.Captulos 1, 2, 11, 15, 17, 19, 20, 21

    Dr. scar Javier Martnez GonzlezMdico especialista en Oftalmologa y Oftalmologa Peditrica. Especialidad yMaestra en Biotica. Director de la Facultad de Biotica, Universidad Anhuacde Mxico. Director de la revista Medicina y tica.Captulos 5, 18

    Dr. Carlos Moreno FernndezMdico Cirujano, UNAM. Estudios de posgrado en Ciruga General, Cruz RojaMexicana. Socio Emrito de la Asociacin Mexicana de Gastroenterologa. Fun-dador, ex tesorero y socio emrito de la Asociacin Mexicana de Ciruga. Funda-dor y ex presidente de la Asociacin Mexicana de Medicina y Ciruga de Trauma.Fundador y ex presidente de la Sociedad Mdica del Hospital ngeles Metropoli-tano. Miembro del Consejo Consultivo, del Comit de tica y de Educacin M-dica, y Jefe de la Divisin de Ciruga, Hospital ngeles Metropolitano. Captulo 3

    Dr. Csar Ruiz PareynProfesor de la Maestra en Biotica, Centro Mdico Nacional Siglo XXI.Captulo 7

    Dr. Paul Peterson SurezEspecialista en Neurologa y Neurociruga. Miembro de los comits de Trasplan-tes y de Investigacin, y coordinador de Neurologa y Neurociruga, Hospital n-geles Metropolitano.Captulo 24

    Dr. Manuel Ramos KuriDivisin de Biotica, Centro de Investigacin Social Avanzada. Profesor de Bio-tica, Escuela de Medicina, Universidad Panamericana. Ex Presidente del Comi-t de Investigacin y tica, Escuela de Medicina, Universidad Panamericana.Captulo 13

    Dr. Luis G. Sentes CortinaMdico de la Universidad La Salle. Especialista en Ginecologa y Obstetricia concertificacin del Consejo Mexicano de Ginecologa y Obstetricia. Presidente delColegio Mexicano de Especialistas en Ginecologa y Obstetricia. Profesor del

  • VIII Biotica para estudiantes y profesionales... (Colaboradores)

    Consejo Mexicano de Ginecologa y Obstetricia. Diplomado en Biotica, Uni-versidad Anhuac/COMEGO.Captulo 16

    Dra. Martha Tarasco MichelMdico Cirujano con especialidad en Foniatra y Medicina de la ComunicacinHumana. Maestra en Investigacin Clnica y especialidad en Biotica. Medallade Honor Generacin Anhuac y Mujer del ao por el Mrito de Desarrollode la Biotica en Mxico. Miembro correspondiente a la Pontificia Academiapara la Vida.Captulo 14

  • Contenido

    Prlogo XIII. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pedro Reyes LpezPresentacin XV. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Jorge Larracilla Alegre

    Seccin I. Generalidades sobre tica

    1. Introduccin 3. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Jorge Larracilla Alegre, Mara del Carmen Cruz Toledano,

    Mara de la Luz Casas Martnez2. Medicina y tica 7. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

    Jorge Larracilla Alegre3. tica y ciruga 15. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

    Carlos Moreno Fernndez, Ana Prixila Gonzlez Vargas4. Educacin mdica en valores 21. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

    Mara Cristina Caballero Velarde5. Comits de biotica 31. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

    scar Javier Martnez Gonzlez6. Confidencialidad, secreto profesional y relaciones

    mdicopaciente, mdicofamilia y mdicomdico 39. . . . . . . . Antonio de la Torre Bravo

    IX

  • X (Contenido)Biotica para estudiantes y profesionales de ciencias...

    7. Asociacin entre la tica y el derecho en la relacinmdicopaciente 49. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Csar Ruiz Pareyn

    8. Objecin de conciencia para el personal de salud 57. . . . . . . . . . Mara de la Luz Casas Martnez

    9. Documentos de voluntades anticipadas y cuidados paliativos.Anlisis tico 63. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Mara de la Luz Casas Martnez

    Seccin II. Etapas antenatal y prenatal

    10. Inicio de la vida humana 75. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Mara de la Luz Casas Martnez

    11. Cdigos y reglamentos de tica que norman la formulacinde protocolos de investigacin 85. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Jorge Larracilla Alegre

    12. Dilemas bioticos y enfermedades genmicas en pediatra 95. . . Julio Csar Ballesteros del Olmo

    13. Dignidad del embrin humano 113. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Manuel Ramos Kuri

    14. Aborto: anlisis biotico 129. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Martha Tarasco Michel

    15. SIDA en la mujer embarazada. Prevencin 143. . . . . . . . . . . . . . . Jorge Larracilla Alegre

    16. Consideraciones y decisiones en torno al diagnsticoprenatal 153. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Luis G. Sentes Cortina

    Seccin III. Etapa posnatal17. Investigacin en humanos. Conceptos ticos 169. . . . . . . . . . . . . .

    Jorge Larracilla Alegre18. Legalidad vs. tica en la investigacin biomdica 187. . . . . . . . . .

    scar Javier Martnez Gonzlez19. Consentimiento informado en investigacin 195. . . . . . . . . . . . . . .

    Jorge Larracilla Alegre20. Infecciones intrahospitalarias o nosocomiales. Antecedentes

    en Mxico 203. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Jorge Larracilla Alegre

  • XIContenido

    21. Adicciones ms comunes. Mariguana, tabaco, alcoholy cocana 209. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Mara del Carmen Cruz Toledano, Jorge Larracilla Alegre

    22. Nutricin en el paciente terminal. Consideraciones ticas 231. . . Alfonso Fajardo Rodrguez

    23. Obstinacin teraputica 245. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Mara Cristina Caballero Velarde

    24. Muerte cerebral en el adulto 251. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Paul Peterson Surez

    25. Tanatologa 263. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Martha Hamill Melndez

  • XII (Contenido)Biotica para estudiantes y profesionales de ciencias...

  • PrlogoPedro Reyes Lpez

    El Dr. Jorge Larracilla Alegre ha escrito un libro sobre biotica dirigido a los pro-fesionales de la salud. Es un libro escrito por connotados profesionales en el temay me pidi que escribiera el prlogo. S que no tengo la calidad de ninguno delos que han dejado su experiencia en estas pginas; sin embargo, no he podidonegarme a la invitacin del Dr. Larracilla y escribo estas lneas en la seguridadde que no estn a la altura de esta obra; sin embargo, lo hago con la conviccinde que quiero dar testimonio de mi admiracin por el Dr. Larracilla, quien es unmdico pediatra investigador clnico, que adems de sus mritos en esas activida-des le ha dedicado muchos aos a la biotica con entusiasmo y calidad humana.

    El libro se divide en tres secciones, cada una con temas de gran inters paracualquier profesional de la salud. La primera seccin sobre tica en general inclu-ye 10 captulos con las plumas ms autorizadas en esas materias. En las dos sec-ciones siguientes, que divide el Dr. Larracilla en etapas de la vida antenatal, pre-natal y posnatal, continan las opiniones autorizadas desde el genoma humanoy el inicio de la vida con todos los momentos de decisin biotica y la normativi-dad que rige las decisiones del profesional. No cabe ignorancia de la ley, pues esaignorancia no exime de cumplirla y tambin es indispensable que esto se sepa portodos; siempre, pero sobre todo en estos tiempos puede ser ms necesario antesituaciones que ocurren por desgracia, como seala la informacin accesible.

    En la seccin III la vida ya est presente y desarrollada; ya se lee entre lneasque la intencin de los editores se dirige a la adolescencia, la madurez, la vejezy la muerte con la misma fuerza que antes y con discusiones muy atinadas y ade-cuadas al estado actual del conocimiento. Contiene tambin el mensaje de la bio-

    XIII

  • XIV (Prlogo)Biotica para estudiantes y profesionales de ciencias...

    tica tratado con apertura y conocimiento en temas que incluyen el consentimientoinformado voluntario, el asentimiento en el caso de menores como base funda-mental de la investigacin clnica, las infecciones nosocomiales tan llevadasy tradas y las adicciones que incluyen drogas legales, como el alcohol y eltabaco, indudables causas de sufrimiento para el adicto, su familia y la sociedad,las cuales son ms comunes que las drogas ilegales, que cuantitativamente es-tn muy atrs de las legales con todos sus terribles efectos.

    La futilidad de las acciones de los profesionales de la salud en la llamada obe-sidad teraputica es motivo de revisin; los dos ltimos captulos se refieren ala muerte y a trasplantes desde un punto de vista biotico. De esta forma est orga-nizado este libro. La descripcin solamente da una idea de la magnitud del com-promiso del Dr. Jorge Larracilla Alegre que refleja su espritu y su fe, que hoyda son en ocasiones poco apreciados. Es una suerte que existan personas comoel Dr. Larracilla y colaboradores, quienes se atreven a expresar sus valores condecisin y alegra, seguros de que abren una polmica, y tambin tienen razonesque pueden ser discutidas con amplitud de miras, confiando en la buena intencinde quin las discuta, con la humildad para poder aceptar otro punto de vista y rec-tificar en su caso, o para no sostener su verdad a pesar de que haya otra mejorque se ajuste mejor al conocimiento humano, a los tiempos y a las costumbres,mismas que cambian inexorablemente cuando hay otros hechos con solidez tran-sitoria.

    Estos sentimientos me motivaron a escribir el prlogo del libro del Dr. Larraci-lla y colaboradores. Agradezco la invitacin, la cual s que la motiva la amistadde Don Jorge.

    Espero que t, lector interesado, veas slo esa gratitud y la bondad del Dr. Jor-ge Larracilla Alegre al confiar este Prlogo a su obra y a su vida.

  • PresentacinJorge Larracilla Alegre

    En las ltimas dcadas se ha visto un incremento de los problemas ticos, condi-cionado por una disminucin de los valores humanos en la poblacin en generaly por el rpido incremento del desarrollo de la ciencia, en especial con logros tanimportantes como la ingeniera gentica, la biologa molecular, la superacin delas tcnicas de produccin, las pruebas de diagnstico molecular, la creacin deunidades coronarias, las investigaciones en el campo de la gentica, el incremen-to en la esperanza de vida, etc., lo cual ha dado lugar a la creacin de innumera-bles problemas ticos a los que se enfrenta el mdico, que en la actualidad sonde muy difcil solucin.

    Como consecuencia de esto, resulta evidente la importancia que se le est dan-do en la actualidad al conocimiento y la aplicacin de la tica en el campo de lasalud. Se han generado mltiples publicaciones relacionadas con la tica, en lasque se sealan los problemas que se presentan tanto en la edad peditrica comoen etapas posteriores.

    Es importante sealar que la frecuencia de estos problemas vara con la edad;unos slo se presentan en el nio; otros son ms frecuentes en el campo de la pe-diatra, como ocurre en la etapa antenatal y prenatal (embrin humano, aborto,etc.) o en la edad posnatal), y algunos ms se observan en la etapa de la adultezo de la ancianidad.

    Con base en lo sealado, se justific el desarrollo esta obra sobre los proble-mas ticos ms frecuentes en la etapa senil, en la que se incluyen otros que tam-bin son frecuentes en el adulto, como ocurre con el ensaamiento teraputico,los trasplantes de rganos y tejidos, las adicciones, etc.

    XV

  • XVI Biotica para estudiantes y profesionales... (Presentacin)

    En este libro se logr la participacin de profesionales del Sector Salud y delsector privado con la colaboracin de profesionistas de elevado prestigio, posee-dores de muy alto nivel cientfico y tico, quienes analizaron varios problemasen el paciente adulto.

    Estamos seguros de que sus comentarios sern de gran utilidad para el estu-diante en general y el profesional de la salud, con objeto de que retomen nueva-mente o modifiquen sus valores ticos en beneficio de la medicina.

    Nota: debido al tiempo y al espacio, no fue posible incluir en esta obra otrosproblemas ticos que se presentan comnmente, pero se planea introducirlos enuna segunda edicin. Entre ellos se incluyen los relacionados con el embrin, lanutricin y la prevencin de las infecciones, entre otros.

  • Dedicatoria

    A mis padres, Dr. Joaqun Larracilla Quiroz y Adela Alegre Ampudia, por sugran cario y ejemplo de sacrificio, honestidad y rectitud.

    A mi esposa Teresa Godoy Obregn (mi patita de conejo) por su cario,comprensin y por todo el estmulo y apoyo que en todo momento he recibidode ella.

    A mis hijos, Jorge, Alejandro, Jos Luis, Teresa, Rodrigo, Ral Gerardo y M-nica, a sus esposos y a mis nietos, que han sido el mayor apoyo y estmulo en mivida. A mi hermano Horacio Larracilla Alegre y su magnfica familia.

    A mis maestros, Dr. Federico Gmez Santos y Dr. Joaqun A. de la Torre, congratitud, respeto y admiracin.

    A los directivos del Hospital ngeles Metropolitano por el apoyo que me brin-daron durante mi prctica profesional.

    A la Sra. Berenice Flores, por el apoyo y asesora en la elaboracin de estaobra.

    XVII

  • XII (Contenido)Biotica para estudiantes y profesionales de ciencias...

  • Seccin IGeneralidades

    sobre tica

    Seccin I. Generalidades sobre tica

  • Edito

    rial A

    lfil. F

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    1Introduccin

    Jorge Larracilla Alegre, Mara del Carmen Cruz Toledano,Mara de la Luz Casas Martnez

    Las funciones de la medicina consisten bsicamente en asistencia, docencia, in-vestigacin y prevencin; sin embargo, existe una quinta funcin, denominadatica, que debe regir todas las funciones y actividades de la medicina. Por un lado,la ciencia seala qu se puede llegar a hacer en el campo de la medicina, mientrasque la tica indica qu se debe hacer para lograr la beneficencia del paciente deacuerdo con la definicin de salud que propone la Organizacin Mundial de laSalud (OMS): salud es el completo estado de bienestar fsico, mental y social,y no slo la ausencia de enfermedad.

    Esta obra se plante con el objetivo fundamental de informar y motivar al per-sonal de salud a retomar los valores ticos que les trasmitieron sus padres, susmaestros, sus familiares, etc., los cuales se han perdido debido a los avances cien-tficos. Entre esos valores est el tratar a los pacientes como personas y no conun nmero (el de la cama x), ni con base en los beneficios econmicos o curri-culares que se van a obtener con la atencin del paciente.

    A travs de los aos se han sufrido diversas modificaciones, condicionadas porel avance de la ciencia, las cuales incluyen el estudio del genoma humano, la in-geniera gentica, las tcnicas de reproduccin, la creacin de unidades corona-rias y de terapia intensiva, los adelantos en las tcnicas de imagenologa, las prue-bas de diagnstico molecular, la terapia gnica, etc., que han favorecido mltiplesproblemas ticos y legales a los que se enfrenta el mdico, como el aborto, la euta-nasia, el cncer, el sostn nutricional en el paciente en fase terminal, la muertecerebral y muchos otros que casi siempre son de muy difcil solucin y que enla actualidad son motivo de grandes controversias. Estos avances en el conoci-

    3

  • 4 (Captulo 1)Biotica para estudiantes y profesionales de ciencias...

    miento y la tecnologa en el campo de la medicina han favorecido la deshumani-zacin del mdico, lo que se observa con elevada frecuencia en el paciente enestado crtico, en quien ya es comn el ensaamiento teraputico (obsesin tera-putica), hecho que obliga al mdico a meditar sobre su actitud con el pacientey su deber con la tica. Es importante sealar que la tecnologa ha sido creada parael beneficio de las personas y para satisfacer una necesidad; sin embargo, el va-lor tico lo confiere la relacin que el hombre establece con la tecnologa.

    La actividad peditrica en investigacin se inici en el siglo XX, cuando seemplearon cada vez ms personas sanas o enfermas de cualquier edad en proyec-tos de investigacin, sin tomar en cuenta la inocuidad, la eficacia y la tica de talesproyectos; a pesar de ello, a la fecha se han conseguido grandes avances en el co-nocimiento y el tratamiento de las enfermedades infecciosas. Como ejemplo sepuede sealar el desarrollo de vacunas para enfermedades que eran mortales (po-liomielitis, sarampin, ttanos, difteria, etc.), la hidratacin oral voluntaria pro-puesta y realizada entre 1958 y 1959 por Dr. Larracilla (mtodo de tratamientoque ha disminuido en gran medida la mortalidad por diarrea), el tratamiento demuchos tipos de cncer infantil o del adulto, el manejo de nuevos frmacos anti-microbianos, la creacin de terapias intensivas, cardiorrespiratorias y neonatales,la ciruga en los diferentes grupos etarios y la posibilidad de ciruga fetal.

    Este avance fue debido a la participacin de profesionistas y de investigadorescuyos objetivos han sido lograr algo ms que su provecho personal y cuyas in-vestigaciones han apoyado el amplio desarrollo de la ciencia, de tal forma que enel siglo pasado se logr un gran incremento cientfico; sin embargo, en algunasocasiones la fortuna ha hecho acto de presencia para dar pie a las investigaciones,como aconteci con Alexander Fleming, mdico bacterilogo, quien en su ince-sante bsqueda de un antisptico efectivo descubri en 1920 la lisozima; poste-riormente, un hallazgo fortuito le permiti observar en una placa de Petri con cul-tivo de estafilococo la presencia de moho, en torno al cual se haba formado unhalo libre de estafilococos, llevndolo a razonar que ese moho contena una sus-tancia que inhiba el crecimiento bacteriano a la que llam penicilina nota-tum, descubrimiento que dio origen a la gran cantidad de antimicrobianos queexisten en la actualidad. Por fortuna, han existido muchos otros profesionales(mdicos, filsofos, qumicos, etc.), como Scrates, Galileo, Lister, Pasteur,Koch, John Snow, Jenner, etc., que han contribuido con sus investigaciones al de-sarrollo de la medicina.

    En esta obra se comentarn algunos de los padecimientos y problemas ticosque se presentan en el da a da (relacin mdicopaciente, obsesin teraputica,ensaamiento teraputico en el paciente terminal, infecciones intrahospitalarias,SIDA y embarazo, y otros padecimientos que son causa de dilemas ticos en elmbito hospitalario, a pesar de la Declaracin de los Derechos Humanos (Revo-lucin Francesa).

  • 5IntroduccinEd

    itoria

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    En 1947 surgi la primera Declaracin Internacional sobre la Investigacin ensujetos humanos, con base en el Cdigo de Nremberg; en 1975 la AsociacinMdica Mundial (Helsinki II) ampli su campo de aplicacin a fin de incluir lainvestigacin biomdica en sujetos humanos.

    CONCLUSIONES

    En esta obra, en la que participan profesionistas de muy alta calidad profesionaly moral, se presentan problemas ticos que afectan a la poblacin en general, enespecial en el mbito hospitalario.

    A partir de estas declaraciones se hizo evidente la necesidad de contar con elconsentimiento informado en todas las actividades de la medicina, con mayorobligacin en el paciente que amerite medidas intervencionistas y muy especial-mente en el rea de la investigacin (ver el Captulo 11).

    En el mbito hospitalario se incluyen la neonatologa, la pediatra, la adoles-cencia, la madurez, el embarazado y la tercera edad. En l se presentan problemasticos, por lo que se considera necesario que todos los problemas mdicos hospi-talarios sean normados por la tica, con el fin de de lograr la beneficencia del pa-ciente y evitar su muerte.

  • 6 (Captulo 1)Biotica para estudiantes y profesionales de ciencias...

  • Edito

    rial A

    lfil. F

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    2Medicina y tica

    Jorge Larracilla Alegre

    En esta obra se harn algunas consideraciones generales sobre los problemas ti-cos que afectan al ser humano y la participacin que el profesional tiene en ellos,as como en algunos dilemas ticos que se presentan habitualmente en el mbitohospitalario. Es importante sealar que los principales objetivos de la medicinason cuatro: la asistencia, la docencia, la investigacin y la prevencin, los cualesestn orientados bsicamente en procurar el bienestar humano y conservar lavida, por lo que deben estar regidos por principios ticos que salvaguarden la in-tegridad del ser humano en su ms amplia expresin (beneficencia del paciente).

    En todas las funciones de la medicina la tica tiene una participacin funda-mental, ya que debe normar todos los actos del profesional de la salud, partiendodel inicio de la vida humana, que corresponde a la unin del espermatozoide conel vulo para dar lugar a la primera clula humana, o cigoto. Dicha clula se debedesignar como persona, puesto que desde su inicio tiene 46 cromosomas huma-nos e incluso est definido el sexo que tendr en un futuro, y cuyo crecimientoy desarrollo normales la convertirn en embrin, feto y recin nacido, hasta llegara la etapa adulta y a la senil si los factores propios de la persona o externos a ellano interrumpen su evolucin normal, por lo que se debe tratar en forma legal ytica como persona desde su inicio a la vida.

    Una de las definiciones de tica seala que es la ciencia que estudia la moraldel hombre, es normativa porque estudia las normas morales cuya naturaleza eseminentemente prctica y, adems, proporciona los elementos de reflexin quela fundamentan.

    7

  • 8 (Captulo 2)Biotica para estudiantes y profesionales de ciencias...

    Diferentes autores sealan que la tica orientada a la medicina (tica mdica)tiene ms de 2 500 aos de existencia. El llamado Juramento de Hipcrates, quedata de 400 aos a. C., incluye diferentes conceptos sobre moral que podran con-siderase como una gua de tica, ya que seala como dogmas lo correspondienteal trato con los maestros y los hijos, evitar la eutanasia y el aborto, guardar la con-fidencialidad y el secreto profesional, no invadir reas mdicas que no correspon-den a su especialidad, etc. Estos problemas de tica persisten an y constituyenen la actualidad problemas de salud pblica y dilemas an sin resolucin. Conestos postulados surgieron dos grandes principios de la tica que continan vi-gentes:

    1. Todas las actividades mdicas se deben orientar a hacerle el bien al paciente(beneficencia).

    2. No hacer dao a las personas (maleficencia), es decir primum non nocere,lo primero es no hacer dao.

    En las ltimas dcadas los cambios de la medicina, con avances tan importantescomo la ingeniera gentica, las tcnicas de reproduccin, la creacin de unidadescoronarias y de terapia intensiva, los adelantos en las tcnicas de imagenologa(ultrasonido, tomografa computarizada, resonancia magntica, etc.), las pruebasde diagnstico molecular, la terapia gnica, la utilidad de las clulas madre, etc.,han dado como resultado un incremento importante en el promedio de vida delhombre, ya que en 1940 era de 42 aos de edad y en el ao 2000 era de 75 aos.Se han controlado y erradicado diferentes epidemias, como la viruela, y han dis-minuido la mortalidad infantil y la incidencia de enfermedades, como la polio-mielitis, el sarampin y otras enfermedades cuya prevencin, tratamiento y pro-nstico han mejorado gracias a los recursos actuales (vacunas, antimicrobianos,tecnologa mdicoquirrgica, etc.); sin embargo, al mismo tiempo han surgidootros problemas ticos, como el aborto, la investigacin en embriones, el cncer,el embarazo, la muerte cerebral y otros ms, que casi siempre son de muy difcilsolucin y que en la actualidad son motivo de grandes controversias. Tambin hasurgido la deshumanizacin del mdico, frecuente en el paciente en estado crti-co, en quien ya son comunes el ensaamiento teraputico (obsesin teraputica),la eutanasia, el transplante de rganos, etc., los cuales se han hecho evidentes amedida que progresa la ciencia, hecho que obliga al mdico a meditar sobre suactitud con el paciente y su deber con la tica.

    Diversas publicaciones indican que quiz las conquistas ms trascendentaleshan ocurrido en el campo de la gentica, con estudios sobre los errores del meta-bolismo, las enfermedades inmunitarias y el genoma humano, pero al mismotiempo han surgido otra variedad de objetivos que desvan a la medicina de susvalores ticos, como son los estudios llevados a cabo en los pases desarrolladosacerca de eugenesia, fertilizacin in vitro, etc.

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    No es motivo de este captulo valorar si la tecnologa es buena o mala, sino quese parte de la premisa de que la tecnologa ha sido creada para el beneficio de laspersonas y para satisfacer una necesidad. Es la relacin que el hombre establececon ella lo que le da el valor tico. Por ello, es importante sobre la trascendenciade hacer buena medicina en beneficio de los seres humanos.

    La escala de valores se ha invertido, rigiendo ahora los valores materiales, laposicin social y laboral, el xito profesional o cientfico, etc., lo que favorecela indiferencia en el hombre, a quien todo se le permite, sin lmite en la injusticia,el dao y la prdida del respeto a los dems, lo que constituye el inicio de la deshu-manizacin y un atentado contra la dignidad de las personas. Lo mismo ocurreen el manejo del paciente, en el que participan varios mdicos, enfermeras, labo-ratorios, instituciones, etc., propiciando que cada uno de ellos interprete los prin-cipios de acuerdo con sus propios conocimientos, creencias, valores y concien-cia; todo ello desde diferentes puntos de vista. Falta en los mdicos elconocimiento sobre las actitudes que deben tener para resolver los problemas cl-nicos, que casi siempre se acompaan de problemas ticos. Esto es ms comnen el especialista y en el tcnico, ya que ellos slo se enfocan en el problema espe-cfico, sin brindar el trato integral que necesita el paciente.

    La importancia de la tica mdica y de la biotica se refleja en los simposios,seminarios y congresos. En trminos generales, en las reuniones cientficas esevidente la participacin de profesionistas de ciencias de la salud, del SectorSalud y del gobierno con temas orientados a la tica. Asimismo, se han creadosociedades abocadas a la tica, con especial orientacin a la tica mdica (bio-tica), y se han iniciado encuestas nacionales sobre problemas de salud pblicay de tica mdica (p. ej., la quinta Encuesta Nacional de Adicciones, las cualesconstituyen un problema tico y un gran problema de salud pblica no slo enMxico, sino en el mundo entero).

    La atencin mdica debe tener el objetivo principal de restablecer la salud,como seala la Organizacin Mundial de la Salud, que abarca un completo estadode bienestar fsico, mental y social.

    Es cierto que la tica es universal, pero existen algunas variantes entre los dife-rentes pases, las cuales tienen escaso o nulo valor. Se puede decir que en cual-quier pas es obligada la identificacin de problemas ticos existentes en el SectorSalud y en el sector privado, y entre los pacientes hospitalizados y los tratadosen la consulta externa; en estos ltimos son ms frecuentes los problemas en larelacin del mdico con los pacientes, con los familiares o con el personal de lainstitucin donde labora, al igual que la carencia de recursos mdicos, de perso-nal, etc.; por el contrario, los pacientes hospitalizados cursan con mayor grave-dad, generan ms costos, ameritan con frecuencia tcnicas invasoras y requierenuna mayor cantidad de recursos, medicamentos, procedimientos mdicos, etc.,lo que favorece la aparicin de problemas ticos.

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    En Mxico los problemas ticos que existen corresponden bsicamente a doscausas; una de ellas depende de las caractersticas socioculturales de la pobla-cin, que corresponde a acciones gubernamentales y que afecta primordialmentea las clases econmicamente pobres y a las que algunos profesionales denominancomo patologa de la pobreza, que explica su relacin con la elevada morbilidady la prevalencia de enfermedades en la poblacin en general, como la exageradafrecuencia de desnutricin que sigue sin resolverse, el actual problema dela obesidad especialmente en la niez, las enfermedades infecciosas, las pa-rasitosis intestinales, la gastroenteritis infecciosa, la tuberculosis y otras condi-ciones patolgicas que evidencian el deficiente desarrollo de la comunidad, ca-racterstico de Mxico y de otras regiones de Amrica Latina.

    La otra causa corresponde a problemas actuales que han surgido por el avancede la ciencia y por mejora del diagnstico y del tratamiento de las enfermedades,con lo que se ha logrado el incremento de sobrevida de las personas a pesar dela diabetes, el cncer, las enfermedades cardiopulmonares, etc. Todas las etapasde la persona desde el inicio de la vida se rigen por igual en todos los cnonesde la ciencia, la tica (de la biotica) y la moralidad; de ah la importancia de valo-rar los diferentes aspectos que afectan a la persona y la necesidad de que el m-dico profundice no slo en la prevencin, el diagnstico y el tratamiento de losprocesos patolgicos, sino que obligadamente lo haga en los principios de ticaque afectan a la persona.

    La evolucin de la medicina a travs de los aos ha sufrido diversas variacio-nes que han sido condicionadas por el avance de la ciencia, con la aparicin mu-chas veces fortuita de diversas medidas diagnsticas y tratamientos, y el surgi-miento de profesionistas con alto nivel de capacidad cientfica, como Hipcratesde Cos (entre 400 y 395 aos a.C.), un famoso mdico griego que se deslig delos conceptos mgicos y religiosos de esa poca y fund una tica mdica y regla-mentos ticos que describi en parte en el Juramento de Hipcrates. El aspectoms importante que este profesional seal fue el cultivo de las virtudes comomedio de llegar a la perfeccin, para lo cual eran necesarios la prudencia y el jui-cio prctico, que le permitiran al mdico diferenciar entre lo correcto y lo inco-rrecto, y entre lo bueno y lo malo. Este mdico estableci las bases para el desa-rrollo de la medicina cientfica y escribi varias obras que constituyen el llamadoCorpus hipocraticum. A partir de este mdico, la medicina siempre hubo de estarregida por principios y normas morales cuyos objetivos ltimos son la preserva-cin de la vida y de la salud del ser humano.

    A fines del siglo pasado, a partir de la Revolucin Francesa, se public la De-claracin de los derechos del hombre y del ciudadano (1789), la cual se genera-liz a casi todos los pases del mundo; en ella se estipularon el derecho a la vida,la libertad, la igualdad, la proteccin, la resistencia a la opresin, el derecho a lapropiedad y otros derechos del hombre.

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    Ms tarde, Edward Feeling, quien descubri la penicilina, dio origen a investi-gaciones posteriores que dieron lugar a la gama de antimicrobianos que existenen la actualidad; afortunadamente han existido muchos otros investigadores,como Joseph Lister, Louis Pasteur, Robert Koch y John Snow, y profesionistas(mdicos, filsofos, qumicos, etc.) que han contribuido con sus investigacioneso con sus ideas al estudio de las enfermedades y de las epidemias, favoreciendoel rpido y esplendoroso desarrollo de la ciencia durante el siglo pasado. Unejemplo de ello es la primera Declaracin internacional sobre la investigacin ensujetos humanos con base en el Cdigo de Nremberg, surgida en 1947. DichoCdigo hizo nfasis en el consentimiento idneo (voluntario) de la persona, de-nominado actualmente consentimiento informado. En 1964 la Asociacin Mdi-ca Mundial (AMM) adopt la declaracin de Helsinki (Helsinki I). En 1975 laAMM (Helsinki II) ampli su campo de aplicacin a fin de incluir la investiga-cin biomdica en sujetos humanos, sustituyendo el Cdigo de Nremberg y laDeclaracin de Helsinki I. A partir de estas declaraciones se hizo evidente la ne-cesidad de contar con el consentimiento informado en las actividades de la medi-cina, con mayor obligacin en el paciente que amerita medidas intervencionistasy hospitalizacin por causas mdicas o quirrgicas, as como en la investigacin.

    En 1969 Daniel Calahan form el Hastings Center dedicado al estudio de labiotica, mientras que en 1970 van Rensselaer Potter, bioqumico e investigadordel cncer, propuso el trmino biotica y public su libro Bioethics: bridge to thefuture, proponiendo una tica ms amplia, orientada al bien social de la supervi-vencia del hombre, con el nombre de global bioethics. Potter seal una varianteen la tica mdica, proponiendo el trmino de biotica, formado por dos palabrasgriegas: bios, que etimolgicamente significa vida, y ethos, que significa cos-tumbre.

    Se puede aceptar que biotica es la ciencia que regula la conducta humana enel campo de la vida y la salud a la luz de principios morales racionales. Otra defi-nicin propuesta por la Encyclopedia of Bioethics la define como un estudio sis-tematizado de la conducta humana en el mbito de la vida y del cuidado de lasalud examinada a la luz de los valores y de los principios morales. El actuar hu-mano en el mbito del reino de la vida.

    En conclusin, el objeto material de la biotica es el actuar humano en el m-bito del reino de la vida. De aqu que el mbito de la biotica se presente comoel conocimiento cientfico de la vida y el uso de este saber.

    Ms adelante, en 1980, el Dr. Francisco Abel fund en Barcelona el CentroBorja de Biotica; en esa misma poca, el Dr. Jos Kuty Porter fund en Mxico,dentro de la Universidad Anhuac, el Instituto de Humanismo en Ciencias de laSalud.

    La biotica no es laica ni religiosa, sencillamente es biotica, en la que se pue-den considerar dos variantes, que estn incluidas en la tica mdica:

  • 12 (Captulo 2)Biotica para estudiantes y profesionales de ciencias...

    1. Biotica general: se ocupa de los valores y de los principios ticos en gene-ral.

    2. Biotica aplicada: es la aplicacin de los principios generales a temas ycasos especficos bajo un perfil biolgico, mdico, laico y tico.

    Es importante mencionar que la prctica profesional del mdico se basa en treshechos fundamentales:

    1. La capacidad profesional del mdico.2. La relacin mdicopaciente.3. El consentimiento informado.

    Los conocimientos cientficos y ticos son bsicos para la informacin que el m-dico le ofrece al paciente y a sus familiares, haciendo nfasis en qu consistirel proceso mdico para que ellos tomen su decisin y otorguen su consentimien-to, para el cual se requieren fundamentalmente la capacidad tcnica del mdicoy el consentimiento idneo del paciente. La relacin mdicopaciente se estable-ce desde el primer contacto con el paciente o el responsable (familiar o tutor).

    REFERENCIAS

    1. Kuthy PJ: Deontologa, tica y biotica en la medicina. En: Kuthy PJ, Martnez GO, Ta-rasco MM: Temas actuales de biotica. 1999:323.

    2. Larracilla AJ: Biotica y pediatra. En: Kuthy PJ, Villalobos P, Martnez GO et al.: Intro-duccin a la biotica. 3 ed. Mndez, 2009:155165.

    3. Polaino LA: Ciencia y conciencia (la ciencia, la dignidad y el sentido de la vida humana).En: Polaino LA: Manual de biotica general. 2 ed. Rialp, 1994:3343.

    4. Hernndez AJL: Definicin e historia de la biotica. En: Hernndez AJLK: Biotica gene-ral. Mxico, El Manual Moderno, 2002:1522.

    5. Garduo EA: La biotica, una disciplina indispensable en pediatra. Acta Ped Mx 1995;18:208212.

    6. Larracilla AJ: Investigacin y tica en pediatra. Cir Ciruj 2003;71:404408.7. Larracilla AJ: El consentimiento informado en investigacin. Acta Md Grupo ngeles

    2003;1:167173.8. Vlez CLA: Consentimiento idneo. En: tica mdica. Corporacin para investigaciones

    biolgicas, 1987:136147.9. Corts GG: El consentimiento informado en la investigacin clnica. En: Hernndez A:

    tica en la investigacin biomdica. Mxico, El Manual Moderno, 1999:2934.10. Larracilla AJ, Jurez FA, Saravia JL: Orientacin nutricional: su importancia en la pre-

    vencin de la desnutricin infantil. Salud Pub Mex 1972;14:555566.11. Lucas LR: Principios fundamentales de la biotica. En: Biotica para todos. 1 ed. Mxico,

    Trillas, 2003:2532.12. Galfarra C: Introduccin general. En: Polaino RA: Manual de biotica general. 2 ed.

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    13. De la Torre JA, Larracilla AJ: Hidratacin oral voluntaria. Su empleo en enfermos ambu-latorios menores de dos aos con diarrea. Rev Invest Clin (Mx) 1960;12:577588.

    14. De la Torre JA, Larracilla AJ: La va oral para la rehidratacin y correccin del desequili-brio hidroelectroltico de enfermos de diarrea ambulatorios menores de dos aos. Bol Ofi-cina Panamer 1960;49:542551.

    15. Mendoza RMA, Nava ZN, Escalante PMA: Aspectos ticos y legales del consentimientoinformado en la prctica e investigacin mdica. Gac Md Mx 2003;139:184118.

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    Carlos Moreno Fernndez, Ana Prixila Gonzlez Vargas

    La medicina, como todas las ciencias biolgicas, trata con seres vivos, lo cual leconfiere caractersticas especiales. Dado que la medicina trata con seres humanoscon pensamiento, inteligencia, raciocinio y juicio se ve influida por otras cien-cias, como la tica, que se encuentra orientada al recto proceder del hombre entodos los aspectos de su vida, y por la biotica, definida como la disciplina encar-gada de regular a los avances cientficos y tecnolgicos para que no se vuelvancontra el hombre, constituyendo la base fundamental del buen ejercicio mdico.

    El deber de los mdicos y de los cirujanos, como el de todos los seres humanos,es el de actuar con respeto a los principios de la tica, prevaleciendo stos sobretoda norma o reglamentacin oficial o legal que se le opongan, y respetando lavida humana desde el momento mismo de la concepcin hasta la muerte, conside-rando al ser humano como fin y nunca como medio para lograr un objetivo, sinapoyar, consentir o participar en la prctica de torturas o procedimientos queatenten contra la dignidad humana, cualquiera que sea el cargo o acusacin de lapersona involucrada, velando porque ningn paciente sea discriminado por elgrupo social o tnico al que pertenece ni por su afiliacin social, poltica o creen-cias religiosas; ningn paciente que padezca una enfermedad infectocontagiosade cualquier naturaleza debe ser discriminado por temor o prejuicio de los miem-bros que conforman el equipo de salud, quienes se deben conducir con justicia,honradez, honestidad, diligencia, respeto, puntualidad, formalidad, discrecin,honorabilidad, responsabilidad, sinceridad, probidad, dignidad y buena fe.

    La prctica de la ciruga se basa en la aplicacin de conocimientos cientficosy el uso de tcnicas quirrgicas y normas ticas, las cuales se deben aplicar de

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  • 16 (Captulo 3)Biotica para estudiantes y profesionales de ciencias...

    acuerdo con las caractersticas de cada paciente. Manteniendo el honor y la digni-dad de la profesin, el cirujano debe ejercer sus derechos y actuar con honradezy buena fe, apegndose siempre a la verdad y cumpliendo con las obligacionesque sus derechos le generen, respondiendo individualmente por los actos de suejercicio profesional que daen o perjudiquen a terceros, as como al patrimoniode personas fsicas y morales. En el ejercicio de la medicina, las herramientas ymedios utilizados han de ser benficos y, en su defecto, neutros, lo perjudicial nodebe superar al beneficio esperado, por lo que se tienen que valorar las conse-cuencias de los procedimientos que indique o realice. En la prctica mdica elcirujano general depende tanto de los recursos a su alcance como de los obstcu-los interpuestos a la misma, por lo que actuando consciente de sus conocimientosy destrezas adquiridas en las fases de formacin y de acuerdo con su experienciaprofesional, se deber empear en aumentar los recursos y disminuir los obstcu-los, por lo que debe mantener sus conocimientos y destrezas actualizados perma-nentemente, buscando perfeccionarlos, para emplear en los pacientes los mejoresy ms modernos mtodos de diagnstico y tratamiento.

    En el ejercicio de su profesin, el cirujano general se debe abstener, salvo queest obligado en una situacin de emergencia, de efectuar acciones mdicas querequieran conocimientos y destrezas que no correspondan a su especialidad, porlo que debe solicitar la colaboracin de mdicos idneos en todo aquello que nosea de su competencia, inclusive durante el procedimiento quirrgico, con el ob-jeto de brindarle al paciente la mayor eficiencia y el mejor resultado en su trata-miento; asimismo, debe aconsejar, si le es solicitado, los nombres de otros mdi-cos cuya participacin podra ser de utilidad en el diagnstico y tratamiento delpaciente a su cargo, para no privar al paciente de un tratamiento o intervencinquirrgica por desconocimiento o incapacidad personal para efectuarla.

    Con el objeto de disminuir el riesgo quirrgico, el cirujano debe realizar unestudio preoperatorio completo, que ayude a corregir oportunamente las altera-ciones encontradas, a orientar la intervencin quirrgica y a resolver el problemaprimordial del paciente, por lo que debe evitar la ciruga adicional o innecesaria,al igual que la ciruga mltiple, la cual aumenta los riesgos.

    Es obligacin del cirujano vigilar y atender al paciente durante el posoperato-rio, situacin que es tanto o ms importante que el mismo acto quirrgico; aban-donar al paciente en este caso es una falta tica con implicaciones legales.

    La buena relacin mdicopaciente se basa en la comunicacin, por lo que sedebe cuidar el lenguaje verbal y corporal, limitndose a la relacin profesionalcon sus pacientes, separando de las actividades profesionales cualquier otro tipode relacin, apegndose a los principios de tica y al respeto a la dignidad del pa-ciente, en busca de que las acciones siempre sean tiles para ste.

    Existen diversos modelos de relacin mdicopaciente. En el modelo paterna-lista existe limitacin en la autonoma del paciente, situacin que se justifica ni-

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    camente en casos especiales en los que la disminucin del juicio y de toma dedecisiones por parte del paciente pudieran ponerlo en peligro. En el modelo de-pendiente o pasivo la informacin o jerarqua del paciente no debe interferir conlas decisiones del cirujano, quien con respeto al paciente debe hacer prevalecersu criterio. En el modelo mecanicista o burocrtico se deben observar las normasadministrativas; sin embargo, cuando interfieran con los intereses del pacientedeben prevalecer los intereses de este ltimo. Independientemente del modelo derelacin mdicopaciente que ese practique, se debe respetar lo estipulado en lacarta de los derechos del paciente y la carta de los derechos del mdico. El modelodeseable es el de responsabilidad compartida, en la cual el paciente elige al ciru-jano tratante y se respetan los derechos, los valores y las expectativas tanto delmdico como del paciente, as como el derecho y libertad del paciente para solici-tar cambio de mdico, quien entregar al nuevo mdico tratante la informacincompleta que incluya resultados de laboratorio, imagen y otros estudios, los in-formes quirrgicos y las notas de evolucin. La relacin mdicopaciente puedeterminar por insatisfaccin e inconformidad del paciente en cuanto a la atencinrecibida, la falta del mdico a los principios ticos y morales, as como el aban-dono del paciente. La falta de informacin o informacin falsa por parte del pa-ciente, la falta de apego o abandono del tratamiento, la interferencia con los dere-chos del mdico y la agresin fsica o moral hacia el mismo pueden terminar conla relacin mdicopaciente.

    El cirujano est obligado a informar todo lo referente a la enfermedad del pa-ciente (procedimientos diagnsticos, teraputicos, docentes y de investigacin),incluyendo los riesgos y beneficios, las posibles complicaciones y otras alternati-vas, as como a asegurarse de que el paciente ha comprendido toda la informacinproporcionada mediante el consentimiento informado, que de preferencia serpor escrito y firmado ante testigos, y debe incluir la prerrogativa del paciente pararevocarlo, sin menoscabo en su derecho a la atencin mdica, pudiendo retractar-se sin que ello repercuta en la calidad y oportunidad de su atencin mdica. Enel consentimiento informado se deben estipular los posibles daos durante eldiagnstico, el tratamiento o la investigacin, as como el mecanismo para el re-sarcimiento o indemnizacin por los mismos. El consentimiento informado enrelacin con los trabajos de investigacin debe estipular que el padecimiento noqueda desprotegido en lo referente a su tratamiento.

    La privacidad del paciente se debe respetar durante todas las fases de su aten-cin mdica o el proceso de investigacin; no se debe divulgar la informacinproporcionada por el paciente en el consultorio, en los gabinetes de diagnstico,en hospitalizacin o en el quirfano ni durante el periodo de induccin o recupe-racin de la anestesia, o las fases de desorientacin por su propia patologa, ascomo tampoco se debe difundir los comentado por familiares o el personal de sa-lud en relacin con la atencin del paciente o su vida personal. El secreto profe-

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    sional guardado dignifica al cirujano, al respetar y salvaguardar la dignidad delpaciente. La excepcin a la norma ocurre en circunstancias especiales, en las queguardar el secreto profesional puede poner en peligro al paciente o a terceras per-sonas, por lo que se debe dar a conocer todo aquello solicitado por mandato judi-cial, que es la nica situacin en la que es vlido faltar al secreto profesional, aun-que reservando la informacin que no se solicite.

    El respeto a las personas y al trabajo de los colegas evitar lesionar el buennombre y prestigio de los compaeros de especialidad ante las autoridades, lospacientes y otros especialistas y profesionistas. El cirujano debe evitar la maledi-cencia con juicios y comentarios que difamen o calumnien a un colega, atentandocontra la dignidad y su prestigio como profesionista o como persona, por lo queno debe hacer comentarios de la atencin de los pacientes en pblico o ante perso-nas no relacionadas con la profesin; asimismo, se debe abstener de criticar o re-prender a sus colaboradores delante de terceros. Es una falta a la tica profesionalcualquier acto que de manera directa o indirecta pretenda deteriorar la integridadprofesional de un colega. El cirujano no debe opinar o aconsejar a terceros sobrela atencin de pacientes, sin ser partcipe de ella y sin hacerlo del conocimientodel mdico tratante. En caso de que el cirujano acuda como mdico consultantese debe abstener de responder preguntas del paciente y sus familiares en ausenciadel mdico tratante, as como explicar los fundamentos ticos de esta actitud, pu-diendo solicitar el paciente o los familiares, y las autoridades o comits hospitala-rios una junta mdica debidamente integrada cuando lo crean necesario, conprevio conocimiento del mdico tratante.

    El trato con el personal de salud debe basarse en el respeto mutuo, con apegoa las normas administrativas, legales y ticas, respetando los respectivos camposde accin. Respecto al personal de enfermera, es quien tiene mayor contacto conel paciente y es el responsable de aplicar las indicaciones del cirujano, pudiendoactuar por s mismo en casos de emergencia, de acuerdo con su formacin profe-sional y experiencia, informando al cirujano de la evolucin del paciente y losincidentes inesperados.

    Las actividades de otros profesionistas (qumicos, nutrilogos, psiclogos,trabajadoras sociales y tcnicos) se limitarn a su respectivo campo de accin,siempre en coordinacin con el mdico tratante. La relacin con las autoridadesmdicas, directivas o administrativas debe estar basada en el respeto mutuo, tantoen instituciones pblicas como privadas, con apego a las normas y procedimien-tos de la misma, siempre y cuando no vaya en contra de los principios legales yticos, pudiendo negarse a acatar las normas y disposiciones de la institucin desalud por reserva de conciencia, cuando stas efectivamente estn en contra desus principios ticos. Las autoridades son responsables de proporcionarle al ciru-jano todos los recursos materiales y humanos para el adecuado desempeo de susactividades profesionales.

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    En relacin con la industria farmacutica y biomdica deben prevalecer losintereses por una buena prctica profesional, los que en todo caso implican losintereses de los pacientes, que siempre sern prioritarios. La utilizacin de pro-ductos farmacuticos y biomdicos en la prctica profesional la decidir el ciru-jano general tomando en cuenta sus caractersticas farmacolgicas, tcnicas, pre-cio y accesibilidad, pensando siempre en el beneficio para el paciente, siemprey cuando la utilidad haya sido probada desde el punto de vista cientfico. No estico indicar, solicitar y utilizar productos farmacuticos biomdicos por la ob-tencin de una comisin, bono o algn otro beneficio personal, a pesar de la cali-dad de los mismos, ya que es una forma de dicotoma.

    Declaracin de GinebraJuramento de fidelidad profesional, 1948.Asamblea de la Asociacin Mdica Mundial.Aprobada en septiembre de 1948 en Ginebra, Suiza.Corregida en agosto de 1968, Sidney, Australia.

    En el momento de ser admitido como miembro de la profesin mdica prometo solem-nemente:

    Consagrar mi vida al servicio de la humanidad. Otorgar a mis maestros los respe-tos, gratitud y consideraciones que merecen. Ejercer mi profesin dignamente y aconciencia. Velar ante todo por la salud de mi paciente. Guardar y respetar los secre-tos a m confiados, aun despus de fallecido mi paciente. Mantener inclumes portodos los conceptos y medios a mi alcance el honor y las nobles tradiciones de laprofesin mdica. Considerar como hermanos a mis colegas. No permitir que con-sideraciones de credo poltico o religioso, nacionalidad, raza, partido poltico o po-sicin social se interponga a mis deberes profesionales y mi paciente. Velar con elmximo respeto por la vida humana desde su comienzo, an bajo amenaza y no em-plear mis conocimientos mdicos para contravenir las leyes humanas. Solemne ylibremente, bajo mi palabra de honor, prometo cumplir lo antes dicho.

    El ser humano es esencialmente tico. Esto quiere decir que en cualquier pocade la historia, en cualquier lugar del planeta en toda cultura se encuentran la valo-racin tica, el juicio moral y los conceptos de bondad y maldad, y de aceptaciny rechazo. Se tiene un concepto de la moral humana y se proponen caminos paraconseguirla; a diferencia de lo que ocurre con los valores intelectuales, la personase siente responsable frente a los valores morales, ya que stos tienen que ver conla conciencia.

    Los valores morales son necesarios, indispensables como un componente hu-mano que se da en cualquier sociedad, y son finalmente superiores respecto a to-dos los otros valores, precisamente porque nos afectan en nuestra totalidad de se-res humanos.

    El reto actual como mdicos tiene dos caras: por un lado est hacer una medici-na acorde a los avances cientficos y tcnicos de la poca, entendiendo que no

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    todo lo cientfico es bueno y que todo lo bueno no tiene que ser cientfico. El se-gundo es recuperar nuestra autoridad ante la sociedad; lograrlo requiere volvera la vida como nico objeto y dejar de manejarla como un suceso que se presta atoda suerte de manipulaciones.

    Los valores morales siempre han estado presentes; de ello ha quedado constan-cia en el devenir histrico de la medicina. Los documentos del pasado incluyenel Cdigo de Hammurabi, el Juramento de Hipcrates y la llamada oracin delmdico, de Maimnides; sin embargo, en la segunda mitad del siglo XX la Orga-nizacin de las Naciones Unidas y las diversas entidades surgidas de ella contem-plaron los derechos humanos en sus diferentes aspectos, incluido el inters porel bienestar y la salud de todos los hombres, dando origen a las diferentes decla-raciones tendientes a orientar y normar de ser posible las acciones y la par-ticipacin de los mdicos en el cumplimiento de los principios ticos universales.

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    4Educacin mdica en valores

    Mara Cristina Caballero Velarde

    INTRODUCCIN

    La transformacin de la educacin mdica ha sido vertiginosa, en un intento poradecuarse al constante cambio de la sociedad de este milenio. Se contemplancambios en los mtodos de enseanza y en la tecnologa como forma primordialde adquirir el conocimiento, as como en la forma misma de evaluacin. Existeuna intensa actividad de investigacin y los conocimientos adquiridos cada veztienen menor vigencia. Los que parecen ser elementos decisivos para el logro dela excelencia en la educacin mdica son la competencia clnica, la competenciaticalegal, el profesionalismo y la capacidad de reflexin sustentada en valoresy normas, esenciales para brindar el contexto humanstico que debe continuar ri-giendo nuestra profesin.

    En los valores se funda el deber ser; es la intensidad de un valor lo que generadistintos rangos normativos, como las reglas culturales, los principios ticos y losderechos humanos.

    ANTECEDENTES

    Se afirma que la educacin profesional tiene una demanda sin precedentes, acom-paada de una gran diversificacin de la misma y una mayor toma de concienciade la importancia fundamental que este tipo de educacin reviste para el desarro-llo sociocultural y econmico, y para la construccin del futuro.1

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    El mdico de la presente era posmoderna se enfrenta a cambios estructuralesen la ciencia y la tecnologa sin precedentes en la historia, y experimenta mayoresretos, como la mejora constante de su desempeo profesional que con mayor fre-cuencia demanda la sociedad participativa, que ya no acepta la actitud paterna-lista del mdico y requiere informacin adecuada que le permita ejercer su liber-tad de decisin. La relacin de autonoma y confianza entre el mdico y lasociedad ha sido la base de la medicina moderna, pero se ha visto profundamentealterada a partir de las dos ltimas dcadas del siglo XX por los cambios de todoorden que han surgido en la sociedad.

    En la constante bsqueda para la utilizacin del conocimiento y la innovacineducativa se ha creado el concepto de educacin mdica basada en evidencias,para referirse a los cambios que se sustentan en la evidencia generada por la in-vestigacin educativa, que se vincula a la educacin basada en competencias, unode los pilares que favorecen la transformacin de la educacin en las reas de lasalud, con el propsito de mejorar la calidad de la atencin mdica de los pacien-tes del pas. La estructura clsica de las competencias a adquirir por el futuro m-dico, sustentadas en las recomendaciones nacionales e internacionales, se refierea aspectos relacionados con lo que tiene que saber, tiene que saber hacer ytiene que saber ser el mdico en formacin.2

    En medicina se define como competencia el uso habitual de la comunicacin,el conocimiento y las habilidades clnicas, el razonamiento clnico, las emocio-nes, los valores y las reflexiones de la prctica diaria.

    El profesional de la medicina desarrolla su actividad en diversos y complejosescenarios que requieren una integracin y sistematizacin del conocimiento quetransita a partir de la generacin, la seleccin y la utilizacin del mismo.

    La experiencia en la prctica mdica confirma que la medicina basada en evi-dencias debe estar fuertemente enlazada a la visin biotica de la medicina basa-da en reflexin, inmersa en la gratificante relacin mdicopaciente, cuyo signi-ficado es la aportacin nuestra de confianza, seguridad y respeto a la dignidad,hacia otro ser humano en situacin de vulnerabilidad. El proceso de relacin en-fatiza la necesidad de contar con ciertas actitudes, cualidades de carcter y un sis-tema de valores. ste es el ms profundo y el que resulta ms difcil de transmitiry educar.

    MEDICINA BASADA EN REFLEXIN

    La medicina basada en reflexin es un recurso de gran utilidad que adquiere rele-vancia al enfrentar diferentes dilemas bioticos; se refiere a la inclusin en formacotidiana de la evaluacin biotica y la toma de decisiones con contenido moral

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    en la formacin mdica, con el convencimiento de que cada caso es diferente ensu entorno familiar y de valores. El deber del personal mdico consiste en infor-mar detalladamente al paciente y asegurar la comprensin acerca de su enferme-dad y de las diferentes opciones de tratamiento, as como de las implicaciones encaso de rechazar el tratamiento; asimismo, debe proceder a escuchar con empataacerca de sus valores, temores y prioridades. Este tipo de relacin mdicopa-ciente suele ser emotiva e intensa.

    En lo referente al paciente crtico, quien no cuenta con competencia para latoma de decisiones, es de gran utilidad abordar la problemtica a travs de la me-dicina basada en evidencia cientfica unida a la medicina basada en preferencias,cuya metodologa se resume en cinco pasos fundamentales:3

    1. Orden e introduccin.2. Determinar valores y preferencias.3. Evitar preguntas y respuestas emocionales.4. Hacer recomendacin y buscar consenso.5. No abandonar al paciente y darle seguimiento.

    SISTEMA DE VALORES

    En en el contexto educativo de la profesin mdica se debe otorgar el lugar funda-mental que tiene la axiologa, o teora del valor, para orientar todas las accionesconscientes del ser humano, sustentadas en los valores o antivalores, en la liber-tad y en la responsabilidad moral de sus consecuencias. La educacin en valoreses un complejo proceso que se inicia con la vida, en el que intervienen mltiplesfactores, como la familia, en primer trmino. La escuela y los grupos sociales,entre otros, son factores no menos importantes en la adquisicin de valores.

    Los valores son el conjunto de cualidades de una persona u objeto, en virtudde lo cual es apreciado, las cuales representan el alcance que puede tener una ac-cin o una palabra.4

    En relacin con los valores a transmitir en nuestra sociedad, hemos de teneren cuenta el momento en que vivimos, la influencia del posmodernismo comorechazo radical de todo ideal de fundamentacin y de toda ambicin de totalidad.Se cancela, ahora, la concepcin de la razn, la historia, la sociedad, el hombrey el arte inherentes a la modernidad; no obstante los grandes cambios, predominaun desencanto de la realidad en que vivimos.

    Las universidades adquieren un compromiso cada vez mayor con el futuro dela sociedad en cuanto a privilegiar la educacin tica, favoreciendo espacios dereflexin que brinden el soporte necesario para el buen desempeo de la prctica

  • 24 (Captulo 4)Biotica para estudiantes y profesionales de ciencias...

    mdica. Es as que la afabilidad, la cortesa, la entereza, la veracidad, la pruden-cia, el respeto, el secreto, el desinters y la confianza son un firme soporte no slopara las relaciones interpersonales, sino tambin para la relacin mdicopacien-te actual y futura.

    Los valores se han considerado como un elemento principal de la cultura y dela estructura social de las organizaciones, debido a que determinan las actitudesque dirigen a sus miembros hacia el logro de metas y objetivos, y consolidan elambiente profesional.

    La adquisicin y el perfeccionamiento de los valores adquieren una gran im-portancia en la profesin mdica, debido a su naturaleza humanstica. En estesentido, su dominio debiera ser continuamente valorado dentro del mbito de lascompetencias progresivamente adquiridas en la educacin mdica continua.5,6

    En un sentido integral para el mdico en formacin se enfatiza la importanciade los valores, as como la necesidad de incluir la asertividad en la comunicacin,que brinda soporte a la privilegiada relacin mdicopaciente, debiendo ser con-siderada como fiel reflejo de nuestro valor personal, nuestra importancia y digni-dad, nuestras convicciones, nuestro sentido de merecimiento y del aprecio, y re-conocimiento de nuestra valiosa condicin humana, lo que debe motivarnos aactuar congruentemente con pensamientos y valores.

    Finalmente, el respeto que merece el paciente exige, hoy ms que nunca, quelos profesionales de la salud en general y los mdicos en particular adquieran lasuficiente habilidad comunicativa para que los pacientes realmente comprendan,sin importar su nivel sociocultural.

    Recordemos que la asertividad en la comunicacin inicia con saber escuchar,lo que brinda la oportunidad de saber el grado de conocimiento sobre su enferme-dad, inquietudes y valores relevantes en perspectiva. Los recursos humansticosrequieren habilidad para discernir entre lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto,lo correcto y lo incorrecto, diferenciacin que no siempre resulta sencilla de esta-blecer. El camino que oriente hacia la ponderacin de valores es una muestra deresponsabilidad en la bsqueda de solucin a los problemas actuales de la prcti-ca mdica.

    Un nmero importante de problemas ticos acompaan especialmente a losadelantos tecnolgicos de carcter diagnstico y teraputico, debiendo estable-cer el compromiso mdico, tico y social que tienda a evitar intervenciones inne-cesarias y muestre respeto a la dignidad de todos y cada uno de los pacientes, de-biendo reconocer los lmites del esfuerzo teraputico, evitando la obstinacinteraputica y otorgando cuidados paliativos para evitar el dolor y el sufrimientode los pacientes en estado terminal.

    En el marco de la relacin mdicopaciente se observa algo inalterable a travsdel tiempo, que permite afirmar con certeza que cualquiera de los valores dejams huella en el paciente que el mejor de los diagnsticos.

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    Entre las competencias relacionadas con la responsabilidad tica se encuen-tran:

    Comprender los deberes bsicos de la medicina en concordancia con losprincipios bsicos de la biotica:

    Deber de respetar la autonoma del paciente, anticipada siempre por unaadecuada informacin.

    Deber de procurar beneficios y evitar daos. Deber de favorecer una justicia distributiva mediante la responsabilidad de

    optimizar el uso de los recursos disponibles a nuestra responsabilidad. Comprender la importancia y necesidad del consentimiento informado. Conocer y saber utilizar un mtodo correcto en la resolucin de conflictos

    bioticos. Aceptar el derecho del paciente a rechazar tratamientos o actuaciones mdi-

    cas, incluso vitales. Respetar la confidencialidad del paciente. Conocer el documento y formato de voluntades anticipadas y ayudar a las

    personas que deseen utilizarlos. Comprender como mdico que la muerte debe acontecer de acuerdo con los

    valores personales. Actuar correctamente ante un error mdico propio o ajeno. Facilitar un consejo gentico. Analizar y utilizar los principales textos de informacin en biotica. Otros acordes al rea mdica especfica.

    Los principios de biotica se pueden considerar como ncleos de confluencia dediferentes valores que entran en juego en el anlisis de decisiones clnicas. En elanlisis de casos se pueden cultivar y afinar las actitudes que exigen una medicinacentrada en el paciente como persona.

    VISIN BIOTICA EN LA EDUCACIN MDICALa biotica es una disciplina joven, con algo ms de 35 aos de evolucin, quepretende entregar conocimientos desde una visin interdisciplinaria, sobre uncampo cada vez ms amplio y complejo, cambiar actitudes y comportamientose incidir en la relacin profesional saludpaciente y en el cambio de los modelosde asistencia en salud, as como transmitir los valores ticos ms apropiados paraestos profesionales y para la sociedad en general.7

    Es as como la incorporacin de la biotica en el currculo de grado y posgradoconstituye una estrategia fundamental para mejorar la educacin mdica y el ejer-cicio profesional que privilegie a la persona sobre la enfermedad.

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    La educacin de pregrado, en forma conveniente, debe transmitir conocimien-tos sobre tica, deontologa profesional y aspectos jurdicos, as como bioticaclnica y tica en general. En el posgrado tiene un lugar prioritario el desarrollode la capacidad de dilogo y deliberacin morales.8 Dentro de los programas deeducacin mdica continua, instituidos a nivel mundial, debieran ser incluidoslos de actualizacin, argumentacin y reflexin biotica, dado que cada caso esdiferente en su entorno familiar y de valores, por lo que la bsqueda del mayorbeneficio ofrece una amplia gama de soluciones, con la posibilidad de elegir unade ellas, la cual deber ser defendida con argumentos slidos.9

    El futuro mdico debe comprender la nobleza y dignidad de su profesin, diri-gida a los mayores valores: la salud y el bienestar del hombre, bajo la tutela dela vida fsica como bien fundamental; cierto es que no siempre ser capaz de curaral enfermo, en cuyo caso, ser capaz de asistirlo evitando en lo posible el dolory el sufrimiento.

    Este planteamiento advierte a las nuevas generaciones la necesidad de unir unaadecuada prctica clnica con los valores, la argumentacin biotica y el huma-nismo, dando muestra de un autntico profesionalismo, que reafirmar una con-veniente satisfaccin personal y evitar posibles riesgos.

    Uno de los objetivos ms importantes de la formacin en biotica es despertarla sensibilidad y la habilidad para identificar los aspectos ticos de la prctica m-dica diaria, ms que ayudar a resolver los casos extremos de conflictos de valores.

    ESCENARIO ACTUAL DE LA PROFESIN MDICA

    Los avances tecnolgicos han cambiado la forma tradicional de ejercer la medici-na, por lo que es conveniente enfatizar que en la sociedad moderna:

    Se cuestiona la legitimidad de la ciencia. Se alteran los valores tradicionales y colectivos respecto a la reproduccin,

    la vida y la muerte. Existe una deficiente regulacin jurdica, que en forma oportuna brinde se-

    guridad en el ejercicio de la profesin mdica.

    Bajo este contexto de profundas implicaciones mdicas, morales, sociales y jur-dicas surge en ocasiones la visin de una medicina que pierde en forma progre-siva su carcter humanitario; sin embargo, esta premisa no slo corresponde almbito de las ciencias mdicas, sino que es la respuesta de adaptacin a dos ver-tientes que coinciden; por un lado estn los sorprendentes avances tecnolgicosy por el otro est la sociedad actual que privilegia una gran pluralidad tica y de

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    valores que condicionan la moralidad de las acciones y que demandan libertadplena en sus decisiones, acordes a su concepto de calidad de vida.

    Los mdicos, por su parte, enfrentan frustracin en sus intentos de brindar elmejor cuidado a los pacientes, restricciones en su tiempo personal, incentivos fi-nancieros que ponen en tensin sus principios personales y prdida de control so-bre sus decisiones clnicas.10 Las nuevas generaciones de mdicos presentan unaperspectiva diferente a la tradicional en lo referente a las motivaciones intrnse-cas, a la tica de vida y a la concepcin de la medicina como una vocacin huma-nstica de compromiso social.

    No obstante, el profesionalismo en medicina demanda anteponer las necesida-des y los intereses del paciente a los propios del mdico, manteniendo estndaresde competencia e integridad, y proveyendo a la sociedad de consejo experto enel mbito de la salud.11

    Es oportuno recordar que los pacientes son primariamente personas y que,como tales, tienen algo inapreciable: la dignidad; son sujetos y no objetos, sonfines en s mismos y no medios.12

    En estas circunstancias es necesario reconstruir la relacin de confianza entreel mdico y la sociedad; el mdico debe aprender a desempearse en este nuevocontexto manteniendo las caractersticas ms importantes que definen su profe-sionalismo: el respeto, la responsabilidad y la moralidad.13,14

    En relacin con este tema, es a las escuelas de medicina a quienes les corres-ponde un rol muy importante en la formacin del nuevo tipo de mdico que lasociedad demanda.

    CMO ENSEAR LA BIOTICA?

    Nadie da lo que no tiene ni ensea lo que no sabe.

    La biotica posee un carcter pluralista e interdisciplinario; la enseanza de estadisciplina intenta desarrollar actitudes de respeto, tolerancia y discusin racional.El futuro mdico habr de ser un cientfico, pero ante todo un individuo que inter-acta con otros (colegas, pacientes y maestros), todos iguales pero al mismotiempo distintos. Un profesional de la salud con perfil solidario, respetuoso delas diferencias, abierto a diferentes puntos de vista y con hbitos que privilegienel intercambio de ideas ser un buen mdico y un digno representante de la socie-dad pluralista y democrtica que todos anhelamos.

    Existe una diversidad de enfoques educativos en las diferentes universidadesdel mundo; sin embargo, cada uno de ellos deber tener como prioridad la bs-queda de una escala de valores que en forma trascendente deje huella en el edu-cando al respetar en primer orden la dignidad de la persona.

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    El rol del profesor adquiere una gran importancia como modelo ejemplarque adopte modelos pedaggicos continuados con verdadera conviccin, respon-sabilidad, compromiso, congruencia, entusiasmo y una visin crtica del mundoactual, que requiere en forma urgente lo antes expuesto para rehumanizar laprofesin mdica y en general el sistema de salud. Se trata de un humanismo en-tendido en perspectiva de considerar a la dignidad humana, por una parte, comoun criterio que confiere validez a principios, valores y normas y, por la otra, comohorizonte al que han de tender las acciones del ser humano.15

    Diego Gracia manifiesta que hay distintos tipos de enseanza en cuanto alpregraduado, posgraduado y formacin continuada, tendiendo todos a un nicoobjetivo: ayudar al mdico en la toma de decisiones y hacer que, de este modo,la calidad de su asistencia mejore, tanto de manera objetiva como subjetiva.7

    CONCLUSIONES

    La enseanza de la profesin mdica sustentada en valores debe responder a lademanda de una sociedad que mira a futuro, que privilegia su participacin infor-mada y libre en la toma de decisiones, bajo sus propias escalas de valores y creen-cias; que se abre la oportunidad al profesional mdico de unificar la medicina deexcelencia basada en el mtodo cientfico de evidencia, con el indispensable m-todo de reflexin para determinar aquello que moralmente corresponda al logrodel mayor bien posible.

    REFERENCIAS

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    5Comits de biotica

    scar Javier Martnez Gonzlez

    ANTECEDENTES

    Los problemas que se presentaron a mediados del siglo pasado en relacin conla investigacin que involucra a seres humanos marcaron el inicio del surgi-miento de la biotica.

    En 1947, despus de los juicios de Nremberg, se formul el Cdigo deNremberg, que prohbe la experimentacin en seres humanos sin su consenti-miento voluntario.1

    Por otra parte, la Asociacin Mdica Mundial, en su reunin efectuada en Fin-landia en junio de 1964, emiti la Declaracin de Helsinki.2

    Este documento prescribe que la experimentacin en el hombre est precedidapor anlisis de laboratorio y por experimentos en animales, que sea llevada a cabopor una persona preparada cientficamente y bajo vigilancia de otra u otras perso-nas competentes, que haya una proporcin entre los fines y el riesgo de la misma,que se preste una atencin particular a los experimentos que puedan alterar la per-sonalidad del sujeto, que no prive al paciente de un tratamiento reconocido y quese cumpla con fidelidad la publicacin de los resultados.

    Esta declaracin confirma tambin que el mdico sigue siendo el protector dela vida y de la salud de todo sujeto sometido a experimentacin, por lo que seobliga a declarar la naturaleza, los fines y los riesgos de la experimentacin, y aexigir el consentimiento libre e informado del sujeto mismo.

    Por otra parte, influida por el movimiento de la defensa de los derechos civiles,la participacin de la biotica ayud a exponer las debilidades que presentaban

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    las instituciones en cuanto a la proteccin adecuada de los sujetos o pacientesinvolucrados en la investigacin.3

    Ante todo lo anterior, desde finales del decenio de 1960 los comits de ticahan desempeado un papel relevante en el contexto de la atencin de la salud enel mundo y en especial en EUA.4

    En dicho pas los hospitales comenzaron a fundar comits para revisar las soli-citudes de pacientes que buscaban que se les practicara un aborto o una esteriliza-cin definitiva.

    Otras instituciones de salud lo hicieron para decidir qu pacientes tendranacceso a equipos de hemodilisis y quines no.

    Las universidades y los hospitales crearon comits para que revisaran los pro-tocolos de investigacin y las formas de consentimiento informado en los casosen los que se haca investigacin que involucraba a seres humanos.5

    En la dcada de 1970 se formaron comits de tica de la investigacin con lafinalidad de dictaminar los protocolos de investigacin biomdica que incluye-ran a seres humanos. Posteriormente, dichos comits se convirtieron por ley enobligatorios en EUA, correspondiendo a los actuales Consejos de Revisin Insti-tucional (IRB: Institutional Review Boards).

    Los consejos existen actualmente en la mayor parte de los pases del mundo,aunque en algunos pases reciben otros nombres.6

    En el decenio de 1980 se inici un movimiento en EUA con el fin de que seestablecieran comits hospitalarios de tica (CHE) dentro de todos los hospitales.En 1982 slo 1% de los hospitales de ese pas contaban con un CHE y para 1987ms de 60% de los hospitales contaban ya con uno.7

    En 1997 la Joint Commission on Accreditation of Healthcare Organizations,que acredita y coordina a las instituciones de salud en EUA, agreg como requi-sito indispensable para poder acreditar a un hospital, que contara con un meca-nismo que ayudara a considerar los problemas ticos que sugieran en la atencinde los pacientes y que apoyara la educacin de los profesionistas de la salud y delos pacientes sobre aspectos ticos en el cuidado de la salud.8

    Los primeros pasos que siguieron los CHE en EUA se han convertido en unparadigma para el mundo, por lo que este modelo el modelo estadounidensede CHE ha asumido una prominencia global.9

    En Mxico los antecedentes que existen sobre la conformacin de comits detica tienen su raz en el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia deInvestigacin para la Salud, promulgado el 23 de diciembre de 1986.

    Un reporte presentado en el II Congreso Internacional de Biotica organizadopor la Comisin Nacional de Biotica, efectuado en la Ciudad de Mxico,comenta que hasta el mes de noviembre de 2000 se registraron 56 comits en laComisin Nacional de Biotica en Mxico.10

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    FUNCIONES DE LOS COMITS DE BIOTICA

    Funcin educativa

    Los comits tienen por lo general dos campos de trabajo: la educacin de losmiembros del mismo comit, mediante la discusin sobre temas que presenta laliteratura en el campo de la biotica, y la educacin del personal que labora enla institucin, tanto del personal mdico como del resto del personal medianteconferencias peridicas, paneles de discusin, revisin de casos, etc.11

    Funcin de asesora

    Un comit con experiencia, bajo estrictas normas de confidencialidad, podraofrecer una perspectiva muy importante de asesora a la parte administrativa dela institucin en cuanto a polticas o protocolos a seguir.12

    Funcin consultiva

    Muchos comits ofrecen consulta tica de manera prospectiva o retrospectivasobre casos clnicos difciles que en muchas ocasiones involucran, por ejemplo,la toma de decisiones sobre el retiro del equipo que mantiene de manera artificialla vida de algn paciente, etc.13

    COMPOSICIN DE LOS COMITS

    Entre los miembros de los comits de biotica se incluyen mdicos, enfermeras,trabajadores sociales, profesionistas de pastoral de la salud, filsofos y telogosentrenados en el campo de la tica, representantes de la comunidad y, en algunoscasos, administradores y abogados.

    TICAS DEL COMIT

    Una vez establecidas las funciones y la composicin del comit es necesarioconocer las posturas filosficas que inspiran el razonamiento dentro de las discu-

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    siones y de los dictmenes que tratar el mismo. Para ello, las diferentes posturasticas que se dan en la biotica se podran resumir de manera general en dos:14

    Postura cognitivista: busca una fundamentacin racional y objetiva de losvalores y de las normas morales, que se basa en el valor ontolgico y tras-cendente de la persona humana, y que toma en cuenta a la verdad comoexistente y conocible, aunque sea de manera parcial.

    Postura no cognitivista: piensa que los valores no pueden ser objeto deconocimiento y de afirmaciones calificables como verdaderas o falsas, queno existe un valor ontolgico y trascendente de la persona humana, y quetoma la verdad como no existente o difcil de conocer para el hombre.

    METODOLOGA DEL COMIT

    La metodologa del consenso es la que siguen los comits de biotica en elmundo.

    En la biotica se usa el consenso en el sentido prctico para solucionar diferen-cias y para poder tomar decisiones en el cuidado de la salud.

    Cuando se hace una consulta tica en un caso en particular y se busca pormedio del consenso de los miembros del CHE una recomendacin tica parasolucionar el problema es difcil pensar que se llegar a tomar en cuenta las situa-ciones particulares que presenta dicho paciente en la solucin de su caso.

    Por otra parte, el consenso no debe ser entendido como la meta a alcanzar dela deliberacin tica, sino como una condicin para la resolucin exitosa de unacontroversia.15

    Es preciso recordar en este momento que el consenso tiene varios lmitesmetodolgicos:

    Que no todas las opiniones tienen el mismo peso de conocimiento cient-fico y tico ni el mismo peso jerrquico.

    Que en muchas ocasiones el mismo consenso da lugar a equvocos. Se diceque es necesario estar abierto al dilogo y que es necesario buscar solu-ciones a travs del dilogo, como si el dilogo y el consenso de las distintasposiciones sustituyeran la bsqueda