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7/25/2019 Biblia Platense

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MONS DR JUAN STRAUBINGER

La Biblia Platense y su TraductorPor Mons. Juan Carlos Ruta

Junio de 1939. Desde Jujuy llega a todos los centros catlicos del pas,una modesta publicacin con el ttulo "Revista Bblica".

Se firman directores de la misma Mons. Juan Straubinger y el Dr. Cl.Kopp. El primero reside en San Pedro de Jujuy, el segundo, en MountCarmel, Palestina.

Explicando los motivos que los impulsan a iniciar esta obra, despus decitar documentos pontificios y episcopales en favor de la lectura de laBiblia, escriben: "Oyendo tan autorizadas exhortaciones, nadie creersuperfluo un esfuerzo especial por difundir y explicar la SagradaEscritura..."

Dicen luego que al rgano trimestral que comienzan a publicar, no

quieren darle "un carcter tan elevado que solo interese a los especialistasde la Biblia, ni tan llano que slo sirva para la propaganda vulgar". Larevista se propone abarcar tanto temas cientficos, como cuestionesprcticas relacionadas con la lectura de la Biblia, siguiendo, paso a paso,las instrucciones de la Santa Iglesia.

"La Biblia Liber Sacerdotalis!", "Cmo leer la Sagrada Escritura?", "Losfariseos", son algunos ttulos de este primer nmero.

Para quien haya seguido la vida de la Revista, es fcil comprobar, queestos temas han sido objeto de repetidos estudios, que dicen bien a lasclaras la intencin apostlica de los autores.

Junto a ellos se agrupan temas arqueolgicos y filolgicos. Ms tardenacer una seccin litrgica.

Es interesante observar las reacciones que provoca la Revista. Quin esStraubinger? Algunos plantean la disyuntiva: o un valor desconocido o unaudaz. Se le tiene cierto recelo. Esto de apostolado bblico huele a

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protestantismo. Pero la Revista contina saliendo. Voces de aliento lasostienen. Nacen suscripciones por toda Amrica.

Una tarde, la de Pascua de 1940, el Seminario de La Plata ve llegar aMonseor Straubinger, a quien el Sr. Arzobispo, Mons. Juan Pascual

Chimento, ha ofrecido la ctedra de Sagrada Escritura.Los alumnos se agrupan en torno al neo-profesor. Curiosidades

satisfechas. "Parece que sabe mucho". "Posee ms de una docena delenguas".Comentarios: "No hay duda, es un hombre interesante. Un pocoextrao para nuestra modalidad latina".

* * *

Straubinger da sus clases: Sagrada Escritura, Patrologa, Griego bblico(ms tarde, Hebreo); atiende la capellana del Hospital Italiano, y trabajasobre la versin castellana que de la Biblia hiciera Felix Torres Amat,publicada entre los aos 1823-1825, preparando una edicin de la misma.Al publicarla, nos dice: "Esta edicin no es una nueva traduccin de laVulgata. Hemos escogido la versin de Torres Amat, que, a su vez, sefunda en otras". No hay duda que ha aprovechado a Scio, a la traduccin

italiana de Martini, y ms an la versin hecha en Bolonia, del jesuitaespaol Jos Petisco.

"Torres Amat es amigo de la diccin perifrstica, mayormente en loslibros poticos. Sigue menos literalmente a la Vulgata, y trata de ampliarlapor las notas explicativas intercaladas en el texto, ms todava por ciertatendencia a sustituir la precisin de la Vulgata por giros perifrsticos.'Versin perifrstica', la llama por eso Cornely-Merk. Para evitar posibleserrores y falsos conceptos, nos hemos visto precisados a acomodar suversin, en no pocos casos, a la de la Vulgata, ms concisa.

"Adems, hemos sacado las notas explicativas que en las edicionescorrientes han sido intercaladas en el texto sagrado; aunque se las marquecon letra bastardilla".

Es, pues, un trabajo de depuracin. Queda el texto limpio. Adems, unbuen nmero de notas que, en algunos libros del Nuevo Testamento,

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llegan a ser casi tan extensas como el mismo texto sagrado. De estohablar luego.

La Editorial Guadalupe va publicando tomo tras tomo, comenzando conel Nuevo Testamento.

El P. Jos Gallinger, SVD, responsable en un tiempo de dicha Editorial,escriba en 1980, en la Revista Bblica: "El beato Arnoldo Jansen, Fundadorde la Societas Verbi Divini (SVD), siempre alent a sus hijos a servir a laPalabra de Dios, no slo por la predicacin misionera, sino tambin porlos impresos. Nada extrao, pues, que justamente con el nacer de la SVDen la Argentina naciese tambin la 'Imprenta Guadalupe'. Fue gracias aMonseor Straubinger, agregado como autor, que se pens hacer de la

imprenta una Editorial dedicada especialmente a ediciones sobre Biblia yLiturgia. Esto ltimo estaba encabezado por el entonces Abad benedictinode Buenos Aires, Dom Andrs Azcrate; mientras Monseor Straubinger,ofreca su traduccin al castellano del Nuevo Testamento. Su insistenciaera la de iniciar con una edicin de 10.000 ejemplares. Para entonces(1940) era una audacia inconcebible. El Consejo de Ediciones objetaba queseran necesarios diez aos para vender la edicin. Pero, los hechos dieronla razn a la intuicin de Monseor Straubinger. En algo ms de un ao se

vendieron los 10.000 ejemplares, y se multiplicaron luego las ediciones. Secontinu con la edicin de la versin de los Salmos, para encarar lapublicacin de la Biblia completa en cinco tomos, La Biblia comentadapara la Vida, una obra maravillosa, verdadera 'suma bblica' por lasprofusas notas y comentarios salidos de la pluma de MonseorStraubinger".

* * *

En 1944, Straubinger tiene 61 aos. Ha llegado el momento en que va acomenzar la obra para la que Dios lo ha ido preparando: la traduccindirecta de toda la Biblia y su comentario.

Nada mejor que releer lo que l mismo dice al presentar su obra:

"No sin cierta inquietud presenta el autor una nueva edicin de la Biblia,y en vez de congratularse por ello, se siente ms bien obligado a justificarel esfuerzo intentado, que muchos consideraban imposible.

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"Casi al acaso comenz esta edicin. Despus de haber publicado los

cinco tomos de la Biblia Vulgata, el que esto escribe pensaba descansar desus tareas de publicista. Fue entonces cuando una gran editorial argentina,deseando mostrar su adhesin al IV Congreso Eucarstico Nacional, quiso

ofrecer al pblico una traduccin directa de los Evangelios segn el textooriginal griego.

"Rechazada la demanda por creerla superior a sus fuerzas, hubo al fin deacceder ante la insistencia de los editores.

"En septiembre de 1944, prologada por su Em. el Cardenal Santiago L.Copello, vio la luz la 1 traduccin argentina de los Evangelios. Vctor

Rebuffo ilumin el texto con 186 xilografas.

"El Cardenal Primado, en una emotiva ceremonia, bendijo el 4 deoctubre del mismo ao la edicin que se presentaba en tres tipos distintos,a los que se sumaba un ejemplar nico impreso en pergamino, destinado aS.S. Po XII.

"Muy pronto la Pa Sociedad de San Pablo, en sano afn de difundir la

palabra de Dios, hizo varias ediciones populares del mismo texto, las quepasaron el medio milln de ejemplares vendidos en toda Amrica. Chile yVenezuela encargaron y obtuvieron una edicin propia. El grano demostaza creca.

"El xito logrado por la bendicin de Dios, impulsaba al autor y a loseditores a proseguir la obra emprendida. En el ao 1945 se puso en ventauna lujosa edicin de los Hechos de los Apstoles. Dos aos ms tarde lesiguieron, en dos tomos, las Cartas de San Pablo. Ambos librostuvieron tambin sus ediciones populares.

"En el ao 1948, la casa editora Descle, de Brouwer y Ca. publicaba latraduccin ntegra del Nuevo Testamento.

"Esta edicin, aparte de la ms favorable acogida, le vali al traductor el

ttulo de Doctor honoris causa, conferido por la Facultad Teolgica de laUniversidad de Mnster (Alemania).

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"Quedaba concluda as, la primera parte de la obra emprendida.Maduraba entretanto la segunda, a saber, la traduccin del AntiguoTestamento segn el texto hebreo. Fueron primicias de ste trabajo, losSalmos publicados en 1949 por la misma casa editora Descle, deBrouwer y Ca.

"Llega ahora el momento de entregar al pblico esta flamante traduccindel Antiguo Testamento. De ste modo la nueva versin se presenta encuatro tomos, a los que se agregar un quinto, conteniendo unaConcordancia actualmente en preparacin, y un sexto comprendiendo unAtlas Bblico.

"Tal es, en brevsimos rasgos, el origen y el desarrollo de esta traduccin.

Siete aos de mproba labor, llenadas todas las horas con persistentetrabajo. Siete aos son pocos si se considera la magnitud de la obra. Peroson muchos para quien tiene que realizarla".

En una carta del 17 de Marzo de 1951, escribe:"Este ao saldr, si Diosquiere, mi Antiguo Testamento, la primera traduccin catlica americanasegn los textos primitivos. La llamaremos Biblia platense".

* * *

Quin es Straubinger?

Debo dejar constancia que l mismo, espontneamente, y sin que yo selo solicitara, me entreg, por escrito, los datos fundamentales de su vida,dicindome: "Tome, un da usted tendr que hablar de m". Era enAlemania, el ao 1952.

Straubinger nace el 26 de diciembre de 1883, en Esenhausen, en laprovincia de Wrttemberg, del sur de Alemania.

Un coterrneo suyo, Rodolfo Obermller, pastor protestante de larga yconocida actuacin en nuestra patria, en un hermoso artculo titulado: "Alamigo desconocido", publicado en el nmero extraordinario con que la

Revista Bblica, en 1984, homenaje a su fundador con ocasin delcentenario del nacimiento de ste, escriba:

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"Hay algo gracioso en su apellido. Significa 'alguien que viene deStraubing', de una ciudad que se extiende a orillas del ro Danubio, enBaviera. sta gente tena espritu de viajero curioso. Los jvenes quequeran perfeccionarse como artesanos, recorran diversas ciudades ypases y reciban el apodo de 'fraile Straubinger'. Hasta el primer cronista

de la llegada de los descubridores al Ro de La Plata, vino de Straubing yregres all: el famoso Mtz. Schmidl. De todo esto hay algo en nuestroamigo: un elemento peregrinante, descubridor y acriollable.

"La tierra chica de su origen, el pago de Alta Suavia, es una zona ruralidlica, de verdes paisajes, y ondulantes, entre lomas y valles, con arroyosy bosques. Casi un Entre Ros, casi un Uruguay...

"De dnde vena? Era un hijo del campo. Naci en Esenhausen, en unagran chacra, el da de san Esteban mrtir, segundo da de la celebracin dela Navidad de 1883. Y al da siguiente era el de su patrono, san Juan,Apstol y Evangelista. De ellos vena: de un dicono y de un Evangelista.De nio creci en una regin llena de conventos y catedrales de riqusimobarroco, con una mayora casi absoluta de habitantes catlicos, aunquebajo el gobierno de un rey protestante que daba mucha libertad de culto.As fue como de joven aprendi a vivir con protestantes libres. A 6 km. de

Esenhausen est situada la aldea de Wilhelmsdorf, una colonia demoravos, de culto sencillo y muy bblico y con varios institutos de caridad:hogares para nios discapacitados, para hurfanos, para enfermosalcohlicos, y seminarios de maestros cristianos. Imagino que todo ellocontribuy a formar en l un gran amor por la Biblia, una ardiente pasinpor la caridad, y un sentido inters por la vida docente.

"Su Iglesia parroquial, en Esenhausen, est consagrada a la memoria deSan Martn. Aprendi de l a compartir su tnica con el necesitado? Loprepar para vivir como exiliado en las tierras de otro San Martn,patrono ste de la ciudad de Buenos Aires? Lo uni con aquel Martn quetradujo la Biblia a su idioma vernculo? Hay como una resonancia de lasimpresiones que debe haber recibido desde su niez de parte de losmoravos, en su afirmacin de que 'Jess vive en medio de nosotros, nosolamente en la Eucarista, sino tambin en su santa Palabra, el

Evangelio'.

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Ordenado sacerdote en 1907, lo hallamos dos aos ms tarde comoRepetitor del Nuevo Testamento y Moral, en la Universidad de Tbingen,en la que haba estudiado. Ensea hebreo en el Seminario, y de paso siguecursos en la Facultad de Filosofa y Letras de la misma Universidad, donde,en 1912, se doctora en lenguas orientales e Historia comparada de las

religiones, con una tesis sobre las variantes dialectales del arameo.Treinta y ocho aos ms tarde, sus notas al Antiguo Testamento nos

sorprendern por el conocimiento que revela de las distintas religionesorientales.

El mismo ao de 1912, su Obispo lo enva a Roma, para que seperfeccione en Ciencias Bblicas. Prosigue con ahnco el rabe -"la lengua

ms difcil que he estudiado"- le omos decir, y logra llegar a expresarse enella con correccin.

El Instituto Bblico le acuerda una subvencin que le permite viajar aPalestina. El Instituto Arqueolgico de la Grres-Gesellschaft de Jerusalnlo beca.

Intenta algunas "locuras", como el mismo dice. La primera de ellas es ir

solo al Sina. Siente como una obsesin tischendorfiana. Tischendorf, el 4de Febrero de 1860, encontr y obtuvo el valiossimo "Codex Sinaiticus",del siglo IV de la Biblia de los LXX, en el monasterio de Santa Catalina delSina.

Straubinger suea con descubrir manuscritos que amontonen el polvo de14 15 siglos. No estaba equivocado. La biblioteca en cuestin, contienetodava ahora, pero ya inventariados, el cdice Sirsin, la ms antiguatraduccin de la Biblia, que probablemente dependa de un texto griegodel siglo II, y el palimsesto siraco del siglo IV, adems de 2289 ms.griegos, 580 rabes y 276 siracos.

Hoy da, uno llega cmodamente all en auto, por un camino asfaltado,que forma parte del llamado circuito del Sina. Pero no era as en 1913.Straubinger decide andar en camello los centenares de kilmetros que lo

llevarn desde Jerusaln al Sina.

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El viaje fracasa. El rabe que contrata como servidor, lo asalta y lodespoja, en el desierto, incluso de su cabalgadura.

No se desalienta. Apunta entonces hacia Persia. La guerra del 14 letrunca el proyecto.

Pasa a Turqua, como capelln de la marina alemana, donde parte de laflota queda apostada durante los aos de la guerra, y aprovecha la largaestada para estudiar, entre otras cosas, la lengua turca, en la que, como enla arbiga, logra hablar corrientemente. Vaya al respecto, una ancdotareferida por l mismo. Ya en La Plata, treinta y cinco aos ms tarde, congran esfuerzo, emplea esa lengua para atender un enfermo grave en elHospital Italiano de esta ciudad.

* * *

Terminada la guerra, vuelve a Alemania. El joven cientfico, 35 aos,hace siete aos que falta de su patria. Piensa dedicarse a la ctedrauniversitaria y la investigacin. Los planes de Dios son otros. Su Obispo lonombra director diocesano de Critas.

En 1948, al presentar su traduccin del Nuevo Testamento al castellano,escribe Straubinger:

"No queremos terminar sin dejar aqu un recuerdo agradecido al que fuenuestro primer y querido mentor, instrumento de los favores del divinoPadre: Monseor doctor Paul W. von Keppler, obispo de Rotenburgo, poexgeta y sabio profesor de Tubinga y Friburgo, que nos gui en elestudio de las Sagradas Escrituras. De l recibimos, durante muchos aos,el estmulo de nuestra temprana vocacin bblica con el creciente amor ala divina Palabra y la orientacin a buscar en ella, por encima de todo, eltesoro escondido de la sabidura sobrenatural". Es l mismo quien ahoraabre un nuevo captulo en la vida de Straubinger. Comienza una actividadtotalmente distinta de los trabajos intelectuales que hasta ahora llevarealizados.

Esta nueva fase le va a permitir adquirir un conocimiento directo de lasnecesidades espirituales y materiales de su pueblo. Ms tarde, muchas desus notas han de apuntar a una aplicacin concreta, viva, de los preceptos

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evanglicos, dejando entrever que el que las escribe, los ha practicadoantes.

Entretejindose, sin confundirse, ciencia y experiencia de la vida,sern dos ricas vetas que Monseor explotar en provecho de sus

comentarios bblicos.* * *

El estudioso se revela un extraordinario conductor y realizador de obrasasistenciales.

Wangen es una pequea ciudad alemana, a unos 30 kms, de la frontera

suiza. Regin sumamente pintoresca, pequeas colinas, bosques, aireoznico y, a lo lejos, la vista de la montaa helvtica.

All, en 1931, puso sus ojos Straubinger, director de Caritas deRotenburgo. No ser posible levantar una casa para nios tuberculosos?

Lenta pero tenazmente se comenz la obra. Se acudi a los prstamosbancarios. Se compraron unas hectreas sobre una pequea elevacin del

terreno, fueron levantados los primeros pabellones e iniciada la plantacinde rboles por el mismo creador de la obra.

El sanatorio se hace un hermoso y completo edificio con capacidad params de 400 nios, dotado del instrumental ms moderno, y afamadotambin en el exterior por sus trabajos cientficos.

Cuando, en 1952, lo visitamos con Monseor, aparte de estarembanderado el edificio para homenajear a su fundador, nos recibi elmismo director que, siendo un joven mdico, haba sido elegido einducido por Straubinger para dedicarse a esa noble misin.

Es una de las muchas obras creadas o impulsadas por Straubinger, las queno vamos a inventariar aqu. Slo otra referencia: la creacin de unaempresa de seguros, fuente de recursos para Caritas. Tambin sus tres pisos

nos recibieron con banderas.

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nicamente quien est interiorizado de la organizacin de la Caritasalemana, puede apreciar debidamente la dedicacin que ella exige, por lamultiplicidad y variedad de sus emprendimientos, a quien asume laresponsabilidad de su direccin diocesana.

* * *Y el estudioso de la Biblia?

Straubinger no se olvida de la Escritura. Pero ahora su preocupacinfundamental es difundirla. Para ello, despus de larga maduracin, fundaen Stuttgart, el 22 de Septiembre de 1933, el movimiento bblico popularcatlico.

El movimiento bblico de Alemania -escribe Straubinger en 1953-, quehoy se llama Bibel-Werk, tiene, como dicen sus estatutos, por objeto:

1) propagar los Libros Sagrados en el Pueblo Cristiano segn las normasestablecidas por la Autoridad eclesistica.

2) explicar al pueblo Cristiano el Libro de los libros, para que sea fuentede espiritualidad y estmulo de vida cristiana.

"Este fin y objeto se realiza por medio de sermones bblicos, catequesisbblica, 'Horas bblicas' (Bibelstunden), publicaciones especiales, pelculas,discos, mapas de Palestina, etc., y tambin por medio de una proyectadaunificacin del texto de las traducciones, para que con el tiempo seimponga una sola versin en lugar de las muchas que ahora estn encurso...".

No sin un dejo de tristeza, agrega: "Toda la obra tuvo que comenzar denuevo despus de la guerra. Pues primero fue obstaculizada por Hitler, yen la guerra fue destruida la casa donde estaba alojada" (Estos prrafosestn tomados de un artculo que, bajo el ttulo: El movimiento bblico enAlemania, public Straubinger en la Revista de Teologa, ao 1953, n12, La Plata).

Para editar y difundir la llamada "Biblia Keppler" y las otraspublicaciones arriba mencionadas, funda la Editorial Keppler.

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La pluma de nuestro hombre no est inactiva. Aparte de artculos,publica varias obras sobre temas bblicos y sobre Caritas.

Citemos dos. En colaboracin con Jos Bartle, escribe el libro:Praktisches Bibelhandbuch, un texto para la iniciacin bblica. Tambin

en colaboracin, una Concordancia de textos bblicos, "la cual -dice-

aunque no es completa, ofrece en alemn 64.000 citas bblicas para usode predicadores y catequistas".

En 1963, tuve ocasin de visitar, en Stuttgart, la exposicin con que elMovimiento bblico popular, en pleno florecimiento, conmemoraba sutreinta aniversario. En la entrada, se encontraba una gran foto deStraubinger, con la leyenda: "Homenaje del Movimiento bblico popular

a su fundador".

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Ao 1937. Llega la etapa ms impensada y, sin duda, la mstrascendente de la vida de Monseor: su venida a la Argentina. Sobre lamisma se han dicho muchas generalidades. El mismo no dio a conocer losdatos precisos sino el ao 1952, ya de vuelta en Alemania. Son los que

siguen.

El Nacionalsocialismo haba ido sembrando calumnias sobre la actividadde la Iglesia catlica en Alemania.

Un Domingo del ao 1937 (no tengo registrada la fecha exacta), se leydesde los plpitos de todas las Iglesias, una extensa carta en la que serefutaban dichos infundios.

Lgicamente, el rgimen totalitario no poda tolerar el hecho. Durantela semana, la Polica Secreta investiga quin es el responsable de dichoescrito, orientando sus sospechas hacia Straubinger, quien ya haba tenidodificultades con las autoridades por defender la libertad e identidad de lasObras Asistenciales de la Iglesia.

El sbado, la polica logr quebrar la resistencia psquica de unsacerdote, secretario de Monseor, a quien identific como responsable

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del escrito que, aparte su lectura pblica, ya circulaba por todo elterritorio alemn.

El Domingo la polica acude a buscar y apresar a Straubinger. Este habaido a visitar el Sanatorio creado por l en Wangen. Se logr avisarle por

telfono que se andaba tras l. Straubinger tiene una idea audaz -podemospensar en una gracia de Dios-: intenta ir a Suiza que, como ya queddicho, est a treinta kms. de Wangen. Straubinger llevaba siempre consigosu pasaporte. Va a la estacin de ferrocarril, compra el pasaje, y con suportafolio y un paraguas, cruza en corto tiempo la frontera, sin dificultadalguna. Al da siguiente, el gobierno lo denuncia pblicamente comoenemigo, y se ordena su captura. Todava no se conoca su paradero.

La historia puede pensarse como novelesca o providencial. Pero es real.

Una vez en Suiza, se dirige a la residencia de una congregacin dereligiosas alemanas, quienes lo alojan.

Obtiene del Obispo del lugar, la autorizacin para permanecer slo unao en la dicesis porque hay "demasiado clero".

Straubinger proyecta dirigirse al Brasil, y comienza a estudiar portugus.Ya sabemos: los proyectos del hombre no coinciden siempre con lasdestinaciones de Dios.

Monseor Enrique Mhn, de la congregacin del Verbo divino, primerobispo de Jujuy, era hijo de alemanes. El ao 1938 viaja a la tierra de suspadres, pasando por Suiza, y alojndose en la casa religiosa donde vivaStraubinger, al que invita a venir a su Dicesis.

Straubinger tiene 55 aos y no sabe castellano, pero acepta la invitaciny el desafo, comenzando a estudiar la lengua que ser el instrumento ensu nuevo campo apostlico. Digamos, al pasar, que tena una envidiablefacilidad para los idiomas.

Monseor Mhn lo nombra prroco de San Pedro, una ciudad con una

poblacin estimada, en ese momento, en 25.000 habitantes. Prrococeloso, de quien se recordar ms tarde su preocupacin por los pobres,no se olvida de la Biblia. All, en ese rincn del extremo norte de nuestro

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pas, en el lmite con Bolivia, nacer el movimiento bblico argentino,cuyo punto de partida es la publicacin de la Revista Bblica. "MonseorDr. Juan Straubinger haba creado entre nosotros un movimiento bblicoque perdura todava en el ecumenismo de nuestra poca" (Obermller)."Es el propulsor primero y decisivo del Movimiento bblico en toda

Amrica latina"(Gallinger). No son estas afirmaciones gratuitas. La revistade Straubinger, en pocos aos, tena suscriptores y corresponsales en todoslos pases de Amrica.

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En una reunin del episcopado argentino -hoy diramos de laConferencia episcopal-, Mons. Mhn conversa con Mons. Juan Pascual

Chimento, Arzobispo de La Plata, interesndolo por el destino deStraubinger, acerca del cual pensaba, y con razn, que se le debaproporcionar otro mbito de labor. En ese momento, la ctedra deSagrada Escritura en el Seminario San Jos estaba vacante, pues su titularhaba pasado a desempearse como Vicario General de la Dicesis deMercedes. Monseor Chimento se la ofrece a Straubinger, quien veaahora abierto un nuevo camino para sus proyectos bblicos.

Fue por este camino, que la tarde aquella de Pascua que dije, vimosaparecer en la portera de nuestro Seminario a Monseor Straubinger, conel mismo portafolios y el mismo paraguas con que se haba ido a Suiza.

Aqu va a trabajar ahora.

En su atelier, un modesto cuarto, se lo ve frente a una Biblia hebrea.Traducciones alemanas, inglesas, espaolas, pueblan su escritorio.

Un par de grandes tijeras y un frasco de goma de pegar nos dicenclaramente que sabe aprovechar todo el material que ha recolectado enlibros y revistas.

Un da le pregunto por qu recorta en lugar de copiar sus propias notasanteriores. "Ahorro tiempo", es la respuesta.

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Diez horas, a veces ms, pasa Monseor en su escritorio. Trabaja todoslos das del ao. Es ejemplar el modo de aprovechar el tiempo. "Hay queaprovechar los cinco minutos", repite a quien lo quiere or o imitar.

Se fija una cantidad de trabajo para cada da, y lo realiza pase lo que

pasare en la casa donde vive.Junto con la traduccin de la Biblia, redacta artculos para la Revista

Bblica, y escribe obras como "Espiritualidad bblica".

Al dejar la Argentina, haba publicado 23 volmenes en distintaseditoriales. Escribe todo a mano, con una caligrafa clara y pareja, quedeja adivinar, al igual que su trato personal, un espritu sereno y

equilibrado, un corazn habitado por la paz bblica.

No ha olvidado la caridad hacia los cuerpos. Poco a poco se forma unapequea clientela de carenciados.

Terminada la segunda guerra mundial promociona, junto con otraspersonas de raz alemana, la obra internacional de ayuda a Alemania, quese realiza mediante el envo de cajas de alimentos.

El drama de su patria estaba vivo en su corazn. Quera rehabilitar sunombre. Y el de la Iglesia catlica. As, "decret" que yo escribiese un librosobre ella. Para ese fin, me hizo invitar por la central nacional de laCaritasverband. El libro apareci en 1953, en Buenos Aires, con el ttuloAlemania Catlica, y en Alemania, en 1954, traducido por Monseor,quien me acompa incansablemente durante las mltiples visitas a obras,parroquias, instituciones, y tambin tuvo a bien leer y discutir conmigo elmanuscrito, a fin de que reflejase con exactitud la imagen pretendida.

* * *

El 25 de Octubre de 1951, Straubinger se despide de los lectores deRevista Bblica.

"Gracias al permiso que me otorgara el Exmo. Sr. Arzobispo Dr. TomsSolari de La Plata, me ser posible hacer un viaje a Europa y, Dios

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mediante, tambin a Tierra Santa para estudiar los progresos de laarqueologa bblica en el pas del Redentor.

"La ausencia, que se prolongar por varios meses, me impedir redactarlos prximos nmeros. Adems, debido a mis aos -friso en los setenta-

pienso que en adelante no podr ya afrontar toda la responsabilidad queimplica la direccin de un rgano tan importante como lo es actualmentela Revista difundida en todo el mundo hispano-americano.

"Esto no quiere decir que me alejar de los muchos amigos y lectorescon los que estoy vinculado por lazos de ntima amistad espiritual y unidoen el amor a la divina palabra de la Sagrada Escritura. Seguir, alcontrario, en cuanto Dios me d fuerzas, colaborando con el Rev. P.

Bernardo Otte, Prof. de Sagrada Escritura en el Colegio Apostlico deVilla Calzada, quien desde hoy en adelante tomar sobre sus hombros lacarga que yo he llevado solo durante ms de doce aos...

"Doy gracias a Dios que en estos aos me ha confortado con el consuelode las Sagradas Escrituras (Rom 15, 4) y me ha dispensado no slo el favorde dirigir esta Revista sino tambin el privilegio de traducir la Biblia enteray difundir los santos Evangelios y otros textos bblicos en ms de un milln

de ejemplares.

"Agradezco tambin a todos los colaboradores, suscriptores ybienhechores, la fidelidad y el tesn con que han sostenido nuestraRevista. Que Dios los colme de bienes imperecederos!".

Y a su sucesor le escribe una carta en alemn, en la cual entre otrascosas, le dice:

Al P. Bernardo Otte, Director de la Revista Bblica.

Muy Reverendo Padre:

El 15 de noviembre cesa mi desempeo como director y propietario deRevista Bblica y el mismo pasa a sus manos. Lo felicito por ello de

corazn y le deseo las ms abundantes bendiciones de Dios.(...)

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Uno podra preguntarse cul ha sido hasta el momento el espritu de la

Revista. Creo que el mismo de las notas de la edicin de la Biblia. Yosubrayo muy en especial el pensamiento del amor paterno de Dios, la ideade la filiacin divina, del amor fraterno, y la esperanza en la vuelta de

Cristo. Particularmente el ltimo dogma, que en la teologa y en lapastoral de hoy apenas recibe realce, tiene un enorme valor prctico. Yono reniego nunca contra los milenaristas, pues s que muchos Padres de laIglesia, es decir, todos antes de Jernimo, en cuanto crean en laautenticidad del cuarto evangelio, eran milenaristas, y que, de entonces ahoy, el milenarismo no fue prohibido, sino que slo se dijo de l que "tutodoceri non posse" (Decreto de la Congr. del Sto. Oficio). Uno puede, sinembargo, tambin sin ser milenarista, decir mucho sobre las realidades

ltimas y yo lo he intentado en mis notas. Ante todo, debiera Ud. resistir alas tendencias demoledoras de la exgesis moderna puramente cientficaque todo lo que no entiende, lo reduce a metfora y alegora. Con ello leresta al pueblo creyente mucho de la esperanza en las realidades futuras.

General aceptacin han obtenido entre el crculo de lectores la seccin"Respuestas" y la antigua seccin "A travs de la Biblia". Lo ltimo no esdifcil de continuar, si Ud. toma un pasaje con abundante contenido

espiritual y lo desarrolla sin trminos tcnicos teolgicos y lo aplica a loshombres de hoy. Evitar las expresiones tcnicas innecesarias es muyimportante. Se debera intentar siempre encontrar formas actuales deexpresin. Dado que Ud., creo yo, proviene de la teologa dogmtica, nole ser fcil encontrar en seguida las expresiones correctas, pero con eltiempo ya se dar.

Polmicas, en lo posible yo las he evitado, incluso la polmica con losprotestantes. Tenemos tareas ms positivas. Por lo dems, cuentan entrelos lectores tambin Pastores protestantes.

(...)

Nunca me han faltado colaboradores para la 1 seccin (Estudios yDocumentos). Si llegaren a faltar, debe Ud. dirigirse a los exgetas o

traducir artculos de revistas europeas.

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Por el contrario, no resulta fcil conseguir colaboradores apropiadospara la 2 Seccin (La Biblia y la Vida Cristiana), puesto que aqu tododepende del espritu. Debe entonces uno buscar mucho hasta descubrirdebajo del frrago de artculos que pretenden ser piadosos, una sanapiedad bblica, que se atreva a colocar en el centro a Dios y a Cristo y al

Espritu Santo. Sea Ud. intrpido en desechar todo lo que se oponga a estapiedad.

* * *

Straubinger haba escrito sobre su trabajo:

"La tercera caracterstica consiste en las notas, que, a la vez, revisten el

carcter de comentarios o pequeos artculos. No nos toca a nosotroshablar de su valor -juzgen de ello los crticos- pero s del mtodoadoptado a la explicacin del texto sagrado.

Atribyese no sin razn a nuestra poca, una fecundsima restauracinde los estudios bblicos, que es semejante a una primavera floreciente, a laque ha de seguir una rica cosecha de frutos espirituales.

Presenciamos, en verdad, una primavera bblica. Los Sumos Pontfices,desde Len XIII, no se han cansado de recomendar al pueblo cristiano lalectura de la Biblia.

El Papa Po X dice al respecto: "Queriendo renovarlo todo en Jesucristo,nada deseamos ms que el acostumbrarse nuestros hijos a tener la SagradaEscritura para la leccin cotidiana. Con ello se puede conocer mejor elmodo de renovar todas las cosas en Jesucristo".

Benedicto XV alaba de modo especial a los que se dedican al apostoladobblico y dice que "este apostolado ha sido -por cierto- singularmentefecundo para la Iglesia de Dios, puesto que as un gran nmero de almasse acercan desde entonces a esta mesa de doctrina celestial que NuestroSeor ha hecho poner para el universo cristiano, por medio de susprofetas, apstoles y doctores". La encclica Divino Afflante Spiritu de Po

XII, es el coronamiento de los esfuerzos pontificios que tienden a hacer dela Biblia la lectura cotidiana de los fieles. "Favorezcan -dice el Papa a losPrelados- y presten su auxilio a todas aquellas pas asociaciones que tengan

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por fin editar y difundir entre los fieles, ejemplares impresos de lasSagradas Escrituras, principalmente los Evangelios, y procurar con todoempeo que en las familias cristianas se tenga -ordenada y santamente-cotidiana lectura de ellas".

"Por todo esto se ve que los Sumos Pontfices desean que la Biblia llegueal pueblo, y no solamente a los sacerdotes y laicos cultos. "Sguese de stola inmensa responsabilidad de los comentaristas, sobre quienes pesa ladivina misin de explicar al pueblo la palabra que tiene el poder de salvarlas almas (Sant. 1, 21; cfr. Rom 1, 16). No negamos la necesidad de lacrtica textual, ni tampoco el valor de las notas filolgicas, histricas,

geogrficas, arqueolgicas, y gracias a Dios tenemos ese aparato cientficoen muchas ediciones; mas no olvidemos que en las publicaciones bblicas

que se dirigen al pueblo, no debe faltar el mtodo patrstico, que antetodo busca en la Escritura las verdades doctrinales y las enseanzasprcticas para llevar una vida de ms en ms cristiana.

"En la revista Cultura bblica (Febrero de 1950, no 69, pgs. 34-35)encontramos algunas observaciones tomadas de un artculo de la revistaCivilta Cattolica, que enfocan acertadamente la dificultad que hoy da sepresenta al exgeta catlico. El articulista cita las palabras de von

Dobschtz, quien dice que la Biblia no es una coleccin de documentosimportantes para la historia o la lengua; es un producto de la piedadreligiosa, por lo cual slo un hombre piadoso puede explicar bien estelibro; "ser buena nicamente aquella exgesis que avive la caridad ysentido religioso, que enfervorice la piedad, embebida en el afectopiadoso del autor, que se tranfunde a los lectores". Se sobreentiende lainspiracin de la Biblia.

"A ms de sumamente sencillo, nuestro mtodo no es nada nuevo.

"Teniendo en cuenta el ambiente en que vivimos y para el cualescribimos, damos preferencia a la explicacin prctica, destacando lasideas fundamentales de la Biblia y mostrando su aplicacin en la vida.

"Sobre todo hemos procurado mostrar la armona que existe entre los

dos Testamentos y la coincidencia de los pasajes paralelos, a fin de que ellector tenga siempre a la vista la unidad viva de las Escrituras, desde el

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Gnesis hasta el Apocalipsis, pudiendo as deleitarse con las luces que elNuevo Testamento arroja sobre el Antiguo.

"Este mtodo no excluye las notas cientficas y tcnicas, porque lainterpretacin prctica slo tiene valor cuando se funda sobre una ciencia

exegtica precisa."No fue posible comentar detalladamente todos los libros. Esto hubiese

exigido algunos tomos ms de los que el editor haba proyectado. Por esonos hemos concentrado especialmente sobre el Gnesis, los Salmos, elCantar de los Cantares y los Profetas, vale decir, sobre aquellos libros queoponen ms problemas o son de especial importancia para la vidareligiosa".

Ya antes, en su edicin de la Vulgata, deca:

"No raras veces se nota cierto desinters respecto del AntiguoTestamento, como si pudiramos prescindir del mismo. Nada mspeligroso que esto. La historia nos ensea que una vez rechazado elAntiguo Testamento, el Nuevo no puede mantenerse. Por lo cual, laIglesia los defiende a ambos, sin distincin, y excluye de su seno a quienes

se atrevan a atacar una sola pgina del Antiguo Testamento, pues ambosson ros procedentes de la misma fuente: el mismo Espritu Santo esinspirador de todos los escritos sagrados, desde los cinco libros de Moisshasta el Apocalipsis de san Juan. Rechazar uno de ellos equivale arechazarlos todos.

"Los libros santos del Antiguo Testamento son palabra de Dios y parteorgnica de su revelacin... Solamente la ceguera y la terquedad puedencerrar los ojos ante los tesoros de saludables enseanzas encendidas en elAntiguo Testamento. Por tanto, el que pretende que se expulsen de laIglesia y de la escuela la historia bblica y las sabias enseanzas del AntiguoTestamento, blasfema de la Palabra de Dios, blasfema del Plan desalvacin del Omnipotente y erige en juez de los planes divinos unestrecho y restringido pensamiento humano. Niega la fe en Jesucristo,aparecido en la realidad de su carne, que tom la naturaleza humana en

un pueblo que despus haba de crucificarlo. No comprende el dramauniversal del Hijo de Dios que al delito de sus verdugos opuso, a fuer deSumo Sacerdote, la accin divina de la muerte redentora, con lo cual

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di cumplimiento al Antiguo Testamento, lo consum y lo sublim enel Nuevo Testamento". (Po XI en la encclica Mit brennender Sorge).

"Por eso, nos hemos empeado en mostrar, en las notas explicativas, esamaravillosa unin de los dos Testamentos, que san Agustn, con inimitable

concisin, encierra en la frmula inmortal: In Vetere (Testamento)Novum latet, in Novo Vetus patet, esto es: en el Antiguo Testamento estescondido el Nuevo y en el Nuevo se manifiesta el Antiguo. El EsprituSanto traz de ante mano el plan de la Revelacin divina y lo desarrollen varios perodos, comenzando por el Protoevangelio en el paraso ylas revelaciones dadas a los Patriarcas, a Moiss, a David y a los Profetas,hasta que, en la plenitud de los tiempos, llegara El que es el cumplimientode la Ley antigua: "No pensis que Yo he venido a destruir la Ley o los

Profetas; no he venido a destruirlos, sino a darles cumplimiento. Enverdad os digo, que antes faltarn el cielo y la tierra, que deje decumplirse perfectamente cuanto contiene la Ley, hasta una sola jota opice de ella" (Mat. 5, 17 y 18).

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Straubinger dijo de sus notas, que las juzgaran los crticos. He aqu

algunos juicios de escriturstas europeos de nota.

El P.M.E. Boismard escriba en la Revue Biblique: "Lo que caracteriza laedicin, y que explica la amplitud de la obra, son notas abundantes, queadquieren la importancia de un pequeo comentario. Ellas sern preciosaspara el gran pblico de los fieles, pues elaboran con riqueza el contenidoteolgico y espiritual del texto sagrado... Verdaderamente esta obra esuna bella realizacin que hace gran honor a la Amrica Espaola".

Bblica, la revista del Pontificio Instituto de Roma, public la opinin delP. J. Bonsirven, que deca: "Muchas de las notas son simplemente para laedificacin, otras arrojan luz exegtica, histrica y teolgica; su eleccin ysu espritu denotan un apstol cientficamente bien informado y siemprecuidadoso de aclarar las inteligencias y de estimular las voluntades..."

El P. J. Leal, en la revista Razn y Fe, deca: "Traduccin fiel y muycastellana. No es una traduccin ms del original, sino un verdaderocomentario. Un comentario completo de todo el Nuevo Testamento no

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tenamos hasta ahora en castellano... Muy til para la meditacin y lapredicacin".

Tambin en Estados Unidos se conoci la obra. El P. D. Rubio, escribaen The Catholic Quarterly: "Hasta la fecha no he visto tal nmero de

notas explicativas en una Biblia traducida en primer lugar para el pueblo(the common people)... Las citas y pasajes han sido seleccionados con uncriterio profundamente espiritual, prueba de un vasto conocimientode la Sagrada Escritura".

En 1956, la Biblia platense apareci en Chicago, en lujosa edicin, comoEdicin familiar.

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El 20 de Noviembre de 1951, partamos para Alemania. Monseor novolvera a la Argentina. Resentida su salud, decidi quedarse en su patria.

Supimos que segua la suerte de sus publicaciones, enviaba artculos, ydaba clases de Biblia a los jvenes.

El 23 de marzo de 1956, vspera del Domingo de Ramos, conclua susdas sobre la tierra, en Stuttgart, este infatigable sembrador de la Palabra.Sus restos mortales fueron llevados a su Esenhausen natal, y sepultados enel cementerio adyacente a la iglesia de san Martn. Una sencilla lpidalleva la fecha de su nacimiento, su ordenacin sacerdotal y sufallecimiento. Una estatua de la Virgen con el nio Jess, se eleva sobreuna piedra labrada, que lleva esculpida una oracin: Madre de lossacerdotes. Ruega por nosotros .

Cuando la Facultad de Teologa de la Universidad de Mnster leconcedi la medalla Bene merenti junto con el ttulo de Doctor enTeologa honoris causa, la "laudatio" que justificaba la distincin, lollamaba: Jernimo de toda la Amrica del Sur

biblia platense

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