Historia Sociocultural del arte- UNA DAM

2015

Explica un modo de ser histórico de la mirada. Su presencia o ausencia como punto de inflexión.

Existencia singular y frágil, el aquí y ahora, la manifestación irrepetible de una lejanía (cultual) por más cercano que pueda estar, su autenticidad en una “localización” única, el encuentro de miradas, resalta el valor del instante único. Obra de arte única se liga con un origen, una tradición, una trama única de espacio y tiempo. “En los objetos queda algo de las miradas que los han rozado”

Cuando las prácticas y valores artísticos dominantes fueron la magia, la religión y el culto el arte fue aurático-religioso. Parte de ritual oculto. Cuando arte comienza a autonomizarse en Renacimiento culto de la obra se mantuvo, pero secularizado: culto a la autenticidad, al original en el que aflora huella de artista genial.

Con reproducción mecánica obra de arte pierde aura: su unicidad y autenticidad, el aura, el “aquí y ahora”, no puede copiarse. El momento preciso en que obra fue producida (lugar,día,hora) no puede reproducirse.

Se pierde idea del origen, de su ligazón con una tradición, está libre de sujeción a un tiempo y a un espacio: se ofrece a todos y en serie, es accesible. El valor de exposición o exhibición reemplaza al valor cultual: el arte puede mostrarse más. Desligada del valor cultual se fundamenta en la política.

Cine: actor se enfrenta a aparatos. El aura del actor y la del personaje desaparecen. El aquí y ahora no pueden ser copiados. Diferencia con el teatro.

Obras ya no están destinadas a la contemplación recogida e individual (para unos pocos) en el museo. Pasaje del culto y la experiencia singular, irrepetible, ritual, a la recepción y apropiación colectiva, masiva y simultánea.

Obra aurática Obra no aurática

Valor cultual

Lejanía

Singularidad

Autenticidad

Tradición

Fundamentada en el ritual

Valor exhibitivo

Cercanía

Repetibilidad

Reproductibilidad de principio

Transitoriedad

Fundamentada en la política

El arte reproductible puede constituir un instrumento para la emancipación de las masas, pero Benjamin también señala el peligro de utilización de los medios reproductibles por parte del fascismo, para la dominación.

El cambio de imágenes continuo no permite la contemplación atenta de una única imagen.

El cine produce profundas modificaciones en el aparato perceptivo comparables a las que sufre el habitante de la gran ciudad moderna: frenesí. Efecto de shock: proyectiles lanzados al ojo: apenas se forma una imagen se sustituye por otra y el ojo-mente debe readaptarse. Dispositivo muestra tiempo acelerado y espacio fragmentado del capitalismo.

La recepción del cine se caracteriza por la dispersión: el público masivo es un examinador que se distrae. Pasado el efecto del shock, la conciencia del espectador se abre a la actividad del pensamiento

La forma misma de este nuevo arte reproducido técnicamente es revolucionaria en la medida en que incita nuevos modos de percepción y, bajo ciertas circunstancias, promueve condiciones para el análisis crítico.

Las asociaciones en la mente de quien ve las imágenes es interrumpido por el cambio de éstas. Y en ello consiste el efecto de choque o shock del cine, que puede convertirse en una forma de provocar un distanciamiento necesario entre el espectador y la proyección, lo que posibilitaría la adopción de una actitud crítica. Teatro de Brecht: distanciamiento. Diferencia con la identificación de la mímesis aristotélica

Las masas asumen actitud regresiva y conservadora frente a las obras cubistas de Picasso por considerarlas incomprensibles (crítica reservada a expertos) pero son capaces de responder con actitud progresista frente a una película de Chaplin (ver fragmentos de Tiempos Modernos, 1936)

La risa tendría además efecto catártico-político. Despertar de la conciencia crítica de las masas. Esa visión nueva que nos permite el cine nos revelaría las determinaciones de las que depende nuestra existencia.

Aniquilación del aura reemplazada por construcción artificial de la “personalidad” : Star System, culto a la estrella de cine conserva magia de la personalidad, de lo irrepetible, pero atravesada por carácter de mercancía. Como el actor, el político actúa para las cámaras, posa, se maquilla para captar mayor audiencia (imágenes Hitler)

Radio y cine modificaron función del actor tradicional y de los gobernantes. Parlamentos y teatros desplazados por la pantalla: ante las cámaras triunfa el dictador. Crisis de las democracias en paralelo a fortalecimiento de las dictaduras.

Fortalecimiento apoyado en exhibición de la figura del gobernante a través del cine y la radio, haciendo llegar a un número ilimitado de espectadores los discursos políticos.

Benjamin denuncia auratización de la imagen del Führer y de las masas en la propaganda radial fascista, en los noticiarios cinematográficos de actualidades y en las películas de Leni Riefensthal (1902-2003)

El triunfo de la voluntad (Riefensthal,1935): masas ordenadas a la manera de escuadrones en estadio de Nüremberg. Ante el atractivo estético-formal (planificación y diseño) al espectador puede pasarle inadvertido el contenido político-social del filme, orientado a la militarización de la sociedad con fines bélicos. (ver fragmentos)

Susan Buck-Morss: doble papel de la masa en la propaganda fascista: público y objeto de manipulación del dictador.

Los movimientos de masas (asambleas, desfiles, eventos deportivos y la guerra) pueden ser captados por la cámara más adecuadamente que por el ojo. Fascismo recurre a una utilización cultual de los medios técnicos y masas quedan sometidas al culto del dictador.

Guerra deviene espectáculo placentero. Actitud esteticista excluye todo lo extraartístico: social, moral, político.

Negación del interés humano primario: la conservación de la vida. Obtener placer al contemplar la destrucción de la humanidad en imágenes bélicas: goce en la propia autodestrucción.

Benjamin: propuesta de contestar al esteticismo de la política fascista con la politización liberadora del arte.