beck u. cap tulo 1. contribuyentes virtuales

14
CONTRIBUYENTES VIRTUALES Con la demolición pacífica del muro de Berlín y el co- lapso del imperio soviético fueron muchos los que creyeron que había sonado el final de la política y nacía una época si- tuada más allá del socialismo y el capitalismo, de la utopía y la emancipación. Pero, en los últimos años, estos defenes- tradores de lo político han bajado bastante el tono de su voz. En efecto, el término «globalización», actualmente omni- presente en toda manifestación pública, no apunta precisa- mente al final de la política, sino simplemente a una salida de lo político del marco categorial del Estado nacional y del sistema de roles al uso de eso que se ha dado en llamar el quehacer «político» y «no-político». En efecto, indepen- dientemente de lo que pueda apuntar, en cuanto al con- tenido, la nueva retórica de la globalización (de la econo- mía, de los mercados, de la competencia por un puesto de trabajo, de la producción, de la prestación de servicios y las distintas corrientes en el ámbito de las finanzas, de la infor- mación y de la vida en general), saltan a la vista de manera puntual las importantes consecuencias políticas de la esce- nificación del riesgo de globalización económica: es posible que instituciones industriales que parecían completamente cerradas a la configuración política «estallen» y se abran al discurso político. Los presupuestos del Estado asistencial y 15

Upload: gustavo-zuniga

Post on 29-Dec-2014

104 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Beck U. Cap Tulo 1. Contribuyentes Virtuales

CONTRIBUYENTES VIRTUALES

Con la demolición pacífica del muro de Berlín y el co-lapso del imperio soviético fueron muchos los que creyeronque había sonado el final de la política y nacía una época si-tuada más allá del socialismo y el capitalismo, de la utopíay la emancipación. Pero, en los últimos años, estos defenes-tradores de lo político han bajado bastante el tono de su voz.En efecto, el término «globalización», actualmente omni-presente en toda manifestación pública, no apunta precisa-mente al final de la política, sino simplemente a una salidade lo político del marco categorial del Estado nacional y delsistema de roles al uso de eso que se ha dado en llamarel quehacer «político» y «no-político». En efecto, indepen-dientemente de lo que pueda apuntar, en cuanto al con-tenido, la nueva retórica de la globalización (de la econo-mía, de los mercados, de la competencia por un puesto detrabajo, de la producción, de la prestación de servicios y lasdistintas corrientes en el ámbito de las finanzas, de la infor-mación y de la vida en general), saltan a la vista de manerapuntual las importantes consecuencias políticas de la esce-nificación del riesgo de globalización económica: es posibleque instituciones industriales que parecían completamentecerradas a la configuración política «estallen» y se abran aldiscurso político. Los presupuestos del Estado asistencial y

15

Page 2: Beck U. Cap Tulo 1. Contribuyentes Virtuales

del sistema de pensiones, de la ayuda social y de la políticamunicipal de infraestructuras, así como el poder organiza-do de los sindicatos, el superelaborado sistema de negocia-ción de la autonomía salarial, el gasto público, el sistemaimpositivo y la «justicia impositiva», todo ello se disuelve yresuelve, bajo el sol del desierto de la globalización, en una(exigencia de) configurabilidad política. Todos los actoressociales deben reaccionar y dar una respuesta concreta eneste ámbito, donde curiosamente las respuestas no siguenya el viejo esquema derecha-izquierda de la práctica polí-tica.1

¿Se puede decir que lo que fue la lucha de clases en el si-glo XIX para el movimiento obrero es la cuestión de la globa-lización en el umbral del siglo XX para las empresas que ope-ran a nivel transnacional? (Con la diferencia, por ciertoesencial, de que el movimiento obrero actuaba como uncontrapoder, mientras que las empresas globales están ac-tuando hasta la fecha sin tener ningún contrapoder —trans-nacional— enfrente.)

¿Por qué la globalización significa politización? Porquela puesta en escena de la globalización permite a los em-presarios, y sus asociados, reconquistar y volver a disponerdel poder negociador política y socialmente domesticado delcapitalismo democráticamente organizado. La globaliza-ción posibilita eso que sin duda estuvo siempre presente enel capitalismo, pero que se mantuvo en estado larvado du-rante la fase de su domesticación por la sociedad estatal ydemocrática: que los empresarios, sobre todo los que semueven a nivel planetario, puedan desempeñar un papel

1. Véase al respecto A. Giddens, Jenseits von Links und Rechts,Francfort del Meno, 1997.

16

Page 3: Beck U. Cap Tulo 1. Contribuyentes Virtuales

clave en la configuración no sólo de la economía, sinotambién de la sociedad en su conjunto, aun cuando «sólo»fuera por el poder que tienen para privar a la sociedad desus recursos materiales (capital, impuestos, puestos de tra-bajo).

La economía que actúa a nivel mundial socava los ci-mientos de las economías nacionales y de los Estados na-cionales, lo cual desencadena a su vez una subpolitizaciónde alcance completamente nuevo y de consecuencias im-previsibles. Se trata de que, en este nuevo «asalto», el viejoenemigo «trabajo» se está viendo relegado a la vía muertade la historia, pero también, fundamentalmente, de que«se está dando la jubilación», por así decir, al «capitalismogeneral ideal», como llamara Marx al Estado; se trata, endefinitiva, de la liberación respecto de los corsés del tra-bajo y el Estado tal y como han existido en los siglos XIXy XX.

«Todo lo que es estamental y tradicional, y está anquilo-sado y encallecido, se está evaporando», había pregonadoMarx en su Manifiesto comunista de manera bastante tajan-te con referencia al potencial revolucionario del capital. Lo«estamental» era entonces la organización social-estatal ysindical del trabajo, y «lo anquilosado y encallecido» eranlas ventajas burocráticas y el esquilmamiento del pueblopor parte del Estado (nacional). Vemos, así, cómo las nue-vas dimensiones de la «política imperativa y realista» de laglobalización se asientan sobre unos fundamentos caracte-rizados por su efectividad y elegancia.

Por lo tanto, como se oye decir por doquier, no es la po-lítica particular de los empresarios, sino la «globalización» laque parece forzar esta serie de medidas perentorias y radica-les. Por lo demás, según las «leyes» del mercado global, hay

17

Page 4: Beck U. Cap Tulo 1. Contribuyentes Virtuales

que buscar no-A para obtener A; como, por ejemplo, elimi-nar o «secuestrar» puestos de trabajo para asegurar puestosde trabajo en un determinado lugar. Precisamente porque eltrabajo se puede y debe reducir o rarificarse para incremen-tar los beneficios, la política actual se trasmuta subrepticia-mente en su contrario. Todo el que fomenta el crecimientoeconómico acaba generando desempleo; y todo el que rebajadrásticamente los impuestos para que aumenten las posibi-lidades de beneficios genera posiblemente también desem-pleo. Las paradojas políticas y sociales de una economíatransnacional, que con la «eliminación de las trabas a la in-versión» (es decir, con la eliminación de la normativa ecoló-gica, sindical, asistencial y fiscal) debe ser mimada y premia-da para que destruya cada vez más trabajo y de este modo seincrementen cada vez más la producción y los beneficios,deben quedar no obstante científicamente evidenciadas ypolíticamente reforzadas.

Lo cual quiere decir lo siguiente: la puesta en escena dela globalización como factor amenazador, es decir, la políti-ca de la globalización, no pretende solamente eliminar lastrabas de los sindicatos, sino también las del Estado nacio-nal; con otras palabras, pretende restar poder a la políticaestatal-nacional. La retórica de los representantes económi-cos más importantes en contra de la política social estatal yde sus valedores deja poco que desear en cuanto a claridad.Pretenden, en definitiva, desmantelar el aparato y las tareasestatales con vistas a la realización de la utopía del anarquis-mo mercantil del Estado mínimo. Con lo que, paradójica-mente, a menudo ocurre que se responde a la globalizacióncon la rmacionalización.

No se suele reconocer que, en el tema de la globaliza-ción, no sólo «se juegan la piel» los sindicatos, sino también

18

Page 5: Beck U. Cap Tulo 1. Contribuyentes Virtuales

la política y el Estado. Los políticos de los distintos parti-dos, sorprendidos y fascinados por la globalización «debi-litadora de instituciones», están empezando a sospecharvagamente que, como dijera Marx tiempo ha, se puedenconvertir en sus propios «sepultureros». De todos modos,personalmente yo no puedo por menos de considerar unaironía el que algunos políticos pidan a voces mercado, mer-cado y más mercado y no se den cuenta de que, de estemodo, están matando el mismísimo nervio vital y cerrandopeligrosamente el grifo del dinero y del poder. ¿Se ha vistoalguna vez una representación más descerebrada y alegre deun suicidio tan manifiesto?

Pero ¿en qué se funda el nuevo poder de los empresariostransnacionales? ¿De dónde surge y cómo se reproduce supotencial estratégico?

A nadie se le oculta que se ha producido una especie detoma de los centros materiales vitales de las sociedades mo-dernas que tienen Estados nacionales, y ello sin revolución,sin cambio de leyes ni de Constitución; es decir, medianteel desenvolvimiento simple y normal de la vida cotidiana o,como suele decirse, con el business as usual.

En primer lugar, podemos exportar puestos de trabajo allídonde son más bajos los costes laborales y las cargas fiscalesa la creación de mano de obra.

En segundo lugar, estamos en condiciones (a causa delas nuevas técnicas de la información, que llegan hasta losúltimos rincones del mundo) de desmenuzar los productosy las prestaciones de servicios, así como de repartir el traba-jo por todo el mundo, de manera que las etiquetas nacionalesy empresariales nos pueden inducir fácilmente a error.

En tercer lugar, estamos en condiciones de servirnos delos Estados nacionales y de los centros de producción indivi-

19

Page 6: Beck U. Cap Tulo 1. Contribuyentes Virtuales

duales en contra de ellos mismos y, de este modo, conseguir«pactos globales» con vistas a unas condiciones impositivasmás suaves y unas infraestructuras más favorables; asimis-mo, podemos «castigar» a los Estados nacionales cuando semuestran «careros» o «muy poco amigos de nuestras inver-siones».

En cuarto, y último, lugar, podemos distinguir automá-ticamente en medio de las fragosidades —controladas— dela producción global entre lugar de inversión, lugar de pro-ducción, lugar de declaración fiscal y lugar de residencia, ¡oque supone que los cuadros dirigentes podrán vivir y residirallí-donde les resulte más atractivo y pagar los impuestos allídonde les resulte menos gravoso.

Y, nótese bien, todo esto sin que medien suplicatoriosni deliberaciones parlamentarias, decretos gubernamenta-les, cambios de leyes ni, siquiera, un simple debate público.Esto justifica, por su parte, el concepto de «subpolítica»,2

entendida no como una (teoría de la) conspiración sinocorno un conjunto de oportunidades de acción y de podersuplementarias más allá ¿/^/sistema político, oportunidadesreservadas a las empresas que se mueven en el ámbito dela sociedad mundial: el equilibrio y el pacto de poder de laprimera modernidad de la sociedad industrial quedan asírevocados y —obviando al gobierno y al parlamento, a laopinión pública y a los jueces— se traspasan a la autogestiónde la actividad económica. El paso a la política de la globa-lización, aún no estipulada pero que escribe en cada casodesde cero las reglas de juego sociales, se ha producido de

2. Se encontrará ampliamente tratado el concepto de «subpolítica»en U. Beck (comp.)> Die Erfindungdes Politischen, Francfort del Meno,1993, cap. V, págs. 149-171.

20

Page 7: Beck U. Cap Tulo 1. Contribuyentes Virtuales

manera suave y normal y con la legitimación de algo que esinevitable: la modernización.

El Estado nacional es un Estado territorial, es decir, quebasa su poder en su apego a un lugar concreto (en el controlde las asociaciones, la aprobación de leyes vinculantes, la de-fensa de las fronteras, etc.). Por su parte, la sociedad global,que a resultas de la globalización se ha ramificado en mu-chas dimensiones, y no sólo las económicas, se entremezclacon —y al mismo tiempo relativiza— el Estado nacional,como quiera que existe una multiplicidad —no vinculada aun lugar— de círculos sociales, redes de comunicación, re-laciones de mercado y modos de vida que traspasan en todasdirecciones las fronteras territoriales del Estado nacional.Esto aparece en todos los pilares de la autoridad nacional-estatal: la fiscalidad, las atribuciones especiales de la policía,la política exterior o la defensa. Consideremos, por ejemplo,el caso de la fiscalidad.

Tras una subida de impuestos no se esconde una autori-dad cualquiera, sino el mismísimo principio de la autoridaddel Estado nacional. La soberanía en materia fiscal está ligadaal concepto de control de las actividades económicas en el in-terior de un territorio concreto, premisa que, considerandolas verdaderas posibilidades de comercio existentes a nivelglobal, resulta cada vez más ficticia. Las empresas puedenproducir en un país, pagar impuestos en otro y exigir gastosestatales en forma de creación de infraestructuras en un ter-cer país. Las personas se han vuelto más móviles —y más in-geniosas— para, cuando son ricas, encontrar y explotar sub-terfugios o fisuras en las redes de arrastre del Estado nacional,o, cuando disponen de una competencia o mercancía muydemandada, instalar la mano de obra allí donde les resultamás ventajoso; o, finalmente, cuando son pobres, para emi-

21

Page 8: Beck U. Cap Tulo 1. Contribuyentes Virtuales

grar allí donde creen atisbar un porvenir de bienestar y abun-dancia. Por su parte, se enredan en un mar de contradiccio-nes los intentos de los Estados nacionales por mantenerse ais-lados, pues, para subsistir en medio de la competencia de lasociedad mundial, cada país tiene que atraer imperiosamen-te capital, mano de obra y cerebros.

Los gladiadores del crecimiento económico, tan corteja-dos por los políticos, socavan la autoridad del Estado al exi-girle prestaciones por un lado y, por el otro, negarse a pagarimpuestos. Lo curioso del caso es que son precisamente losmás ricos los que se vuelven contribuyentes virtuales, todavez que su riqueza descansa en última instancia en este vir-tuosismo de lo virtual. Así, de manera (las más de la veces)legal pero ilegítima, están socavando el bien general quetanto proclaman.

La revista Fortune, que publica regularmente la lista delos quinientos empresarios más ricos del mundo, se congra-tula de que éstos hayan «traspasado las fronteras para con-quistar nuevos mercados y fagocitar la competencia local.Cuantos más países hay, mayores son los beneficios. Losbeneficios de las quinientas empresas más grandes delmundo han aumentado un 15%, mientras que su volumende negocio sólo lo ha hecho en un 11%».3

«¡Vivan los beneficios, mueran los puestos de trabajo!»,leemos en Der Spiegel. «Un milagro económico especialtiene atemorizada a la nación. En las empresas se ha infil-trado una nueva generación de altos ejecutivos que rindenculto, a imitación de EE.UU., a la acción bursátil. Resulta-

3. Fortune, Nueva York, 5-8-1996, citada por Frédéric F. Clair-mont en «Endiose Profite, endliche Welt», Le Monde diplomatique, 11de abril de 1997, pág. 1, donde se encontrarán también algunos datossobre el desarrollo transnacional.

22

Page 9: Beck U. Cap Tulo 1. Contribuyentes Virtuales

do fatídico: la bolsa recompensa a los destructores de em-pleos.»4

Los empresarios han descubierto la nueva formula mágicade la riqueza, que no es otra que «capitalismo sin trabajo máscapitalismo sin impuestos». La recaudación por impuestos alas empresas —los impuestos que gravan los beneficios de és-tas— cayó entre 1989 y 1993 en un 18,6%, y el volumen to-tal de lo recaudado por este concepto se redujo drásticamentea la mitad. «La red social debe transformarse y dotarse de nue-vos fundamentos», sostiene André Gorz. «Pero con estatransformación —que no supresión— cabe preguntarseigualmente por qué se ha vuelto aparentemente infinancia-ble. Los países de la UE se han hecho más ricos en los últimosveinte años en un porcentaje que oscila entre el 50 y el 70%.La economía ha crecido mucho más deprisa que la pobla-ción. Y, sin embargo, la UE cuenta ahora con veinte millonesde parados, cincuenta millones de pobres y cinco millones depersonas sin techo. ¿Dónde ha ido a parar este plus de rique-za? En Estados Unidos, es de sobra sabido que el crecimientoeconómico sólo ha enriquecido al 10% más acomodado de lapoblación. Este 10% se ha llevado el 96% del plus de riqueza.La situación no ha sido tan crítica en Europa, aunque aquí lascosas no difieren tampoco sustancialmente.

»En Alemania, los beneficios de las empresas han au-mentado desde 1979 en un 90%, mientras que los salariossólo lo han hecho en un 6%. Pero los ingresos fiscales pro-cedentes de los salarios se han duplicado en los últimosdiez años, mientras que los ingresos fiscales por activida-

4. Der Spiegel, 1997, n.° 12, págs. 92-105, donde se encontrarántambién algunos datos sobre la multiplicación de los beneficios merceda la espectacular supresión de puestos de trabajo.

23

Page 10: Beck U. Cap Tulo 1. Contribuyentes Virtuales

des empresariales se han reducido a la mitad: sólo repre-sentan un 13% de los ingresos fiscales globales. En 1980representaban aún el 25%; en 1960, hasta el 35%. De nohaber bajado del 25%, el Estado habría recaudado en losúltimos años ochenta mil millones de marcos suplementa-rios por año.

»En los demás países se advierte una evolución parecida.La mayoría de las firmas multinacionales, como Siemens oBMW, ya no pagan en sus respectivos países ningún im-puesto... Mientras esto siga así..., la gente tendrá todo suderecho a no estar contenta de que le reduzcan las presta-ciones sociales, las pensiones y los salarios.»5

Por su parte, las empresas transnacionales están regis-trando unos beneficios récord (merced sobre todo a lamasiva supresión de puestos de trabajo). En sus balancesanuales, los consejos de administración presentan unos be-neficios netos astronómicos, mientras los políticos, que tie-nen que justificar unas cifras de paro escandalosas, subenlos impuestos con la vana esperanza de que, con la nueva ri-queza de los ricos, se creen al menos unos cuantos puestosde trabajo.

La consecuencia de todo esto es el aumento de la con-flictividad también en el campo de la economía, es decir,entre los contribuyentes virtuales y los contribuyentes rea-les. Mientras que las multinacionales pueden eludir al fiscodel Estado nacional, las pequeñas y medianas empresas,que son las que generan la mayor parte de los puestos detrabajo, se ven atosigadas y asfixiadas por las infinitas trabasy gravámenes de la burocracia fiscal. Es un chiste de mal

5. André Gorz, en entrevista concedida al Frankfurter AllgemeineZeitung, 1 de agosto de 1997, pág. 35-

24

Page 11: Beck U. Cap Tulo 1. Contribuyentes Virtuales

gusto que, en el futuro, sean precisamente los perdedoresla globalización, tanto el Estado asistencia! como la demo-cracia en funciones, los que tengan que financiarlo todomientras los ganadores de la globalización consiguen unosbeneficios astronómicos y eluden toda responsabilidad res-pecto de la democracia del futuro. Consecuencia: es precisoformular en nuevos términos teóricos y políticos la cues-tión transcendental de la justicia social en la era de la globa-lización.

También saltan a la vista las contradicciones del «capi-talismo sin trabajo». Los directivos de las multinacionalesponen a salvo la gestión de sus negocios llevándoselos a laIndia del sur, pero envían a sus hijos a universidades euro-peas de renombre subvencionadas con dinero público. Nise les pasa por la cabeza irse a vivir allí donde crean lospuestos de trabajo y pagan muy pocos impuestos. Peropara sí mismos reclaman, naturalmente, derechos funda-mentales políticos, sociales y civiles, cuya financiación pú-blica torpedean. Frecuentan el teatro; disfrutan de la natu-raleza y el campo, que tanto dinero cuesta conservar; y selo pasan bomba en las metrópolis europeas aún relativa-mente libres de violencia y criminalidad. Sin embargo, consu política exclusivamente orientada a la generación de be-neficios están contribuyendo a la vez al hundimiento deeste modo de vida europeo. Pregunta: ¿dónde desearán vi-vir, ellos o sus hijos, cuando nadie financie ya los Estadosdemocráticos de Europa?

Lo que es bueno para el Banco de Alemania no lo es yanecesariamente para la propia Alemania. Las multinaciona-les abandonan el marco de los Estados nacionales y retirandefacto su lealtad para con los actores del Estado nacional;con lo cual cae también en picado el grado de integración

25

Page 12: Beck U. Cap Tulo 1. Contribuyentes Virtuales

social de sus respectivos países, y ello tanto más cuanto quemás fuertemente se fundamentaba éste en el aspecto pura-mente económico. Son precisamente los Estados asisten-ciales bien acolchados los que caen en este insidioso círculovicioso: deben pagar prestaciones codificadas a un númerocada vez mayor de personas —pronto habrá cinco millonesde parados registrados solamente en Alemania— al tiempoque van perdiendo el control de los impuestos, porque, enla partida de póquer por su religación local, las empresastransnacionales han acaparado las cartas definitivamenteganadoras. Dichas empresas se subvencionan de varias ma-neras: primero optimizando la creación de infraestructuras,en segundo lugar recibiendo subvenciones, en tercer lugarminimizando los impuestos, y en cuarto lugar «externali-zando» los costes del desempleo.

Este círculo vicioso en el que cae el Estado asistencial nosólo es el resultado de unos recursos decrecientes junto agastos que suben como la espuma, sino también de la faltade medios de pacificación conforme el abismo entre pobresy ricos se va haciendo cada vez más grande. Dado que elmarco del Estado nacional ha perdido su fuerza vinculante,los ganadores y los perdedores de la globalización dejan desentarse, por así decir, a la misma mesa. Los nuevos ricos yano «necesitan» a los nuevos pobres. Entre ambos colectivosresulta difícil llegar a un compromiso, porque falta un mar-co común apropiado en el que se puedan abordar y regularestos conflictos que traspasan las fronteras.6

No resulta difícil imaginar que la lógica conflictual deljuego capitalista sale renovada y reforzada, al tiempo quedisminuyen los medios de pacificación del Estado (en su

6. Véanse al respecto las págs. 116-122 de este libro.

26

Page 13: Beck U. Cap Tulo 1. Contribuyentes Virtuales

esfuerzo por que aumente el pastel a repartir mediante uncrecimiento económico forzoso).

Así, resulta bastante cuestionable el modelo de la prime-ra modernidad, que se pensó y organizó sobre la base de launidad de la identidad cultural («pueblo»), del espacio ydel Estado cuando aún 110 estaba a la vista, ni se auspiciaba,una nueva unidad de la humanidad, del planeta y del Esta-do mundial.

27

Page 14: Beck U. Cap Tulo 1. Contribuyentes Virtuales