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La velocidad máxima se reduce a 110km/h para ahorrar gasolina. El gobierno de España decreto la ley de que no se podía ir a más de 110km/h por la autovía para ahorrar carburante. Esto no ha caído muy bien a los ciudadanos españoles ya que algunos iban superando la velocidad de 120km/h. Según el gobierno la ley se ha hecho para ayudar a los ciudadanos frente a la crisis que viven estos días, aunque un 92% de los ciudadanos dicen que la ley no debería haberse aceptado hay un 8% que si lo ha aceptado y el gobierno dice que está bien, con que seguirá la ley.

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ola soy tu amigo el periodico

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La velocidad máxima se reduce a 110km/h

para ahorrar gasolina.

El gobierno de España decreto la ley de que no se podía ir a más de 110km/h

por la autovía para ahorrar carburante. Esto no ha caído muy bien a los

ciudadanos españoles ya que algunos iban superando la velocidad de 120km/h.

Según el gobierno la ley se ha hecho para ayudar a los ciudadanos frente a la

crisis que viven estos días, aunque un 92% de los ciudadanos dicen que la ley no

debería haberse aceptado hay un 8% que si lo ha aceptado y el gobierno dice

que está bien, con que seguirá la ley.

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Las revueltas árabes obligan a

tomar medidas sin precedentes.

Las revueltas árabes y el consiguiente repunte del precio del petrols obligaron al

gobierno a tomar unas medidas sin precedentes para rebajar la factura

energenita. Gadafi perderá y tendrá que irse o morirá en tripoli pero nada

podrá evitar que el pueblo acabe con el, dice un recién llegado al puesto

fronterizo con tunez de Ras el Adjiir un libio que se envuelve en la antigua

bandera tricolor de la monarquía. Miles de refugiados llegan poco a poco a la

frontera, tras una odisea huyendo de los esbirros de Gadafi.

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Inundaciones en Japón

Por un terremoto, con una magnitud de 8.9 grados en la escala de Richter, y azotado por un mortífero tsunami; y, según las primeras informaciones, ha dejado varios miles de muertos, cientos de miles de desaparecidos, millones de damnificados, numerosos derrumbes, colapsos de carreteras, edificios y casas, inundaciones, incendios, fracturas en caminos, cortes de energía, interrupción de las comunicaciones, fracturas en centrales eléctricas, evacuaciones por amenaza nuclear y destrucción en general.

El terremoto duró alrededor de 2 minutos. Su epicentro se situó a 130 kilómetros al este de la ciudad de Sendai y a 373 kilómetros al noreste de Tokio, y causó alarma de marejadas en el Océano Pacífico. Las réplicas son numerosas y muchas de gran magnitud. El seísmo fue mayor en intensidad que el terremoto que asoló Chile en febrero del año pasado (8.8 grados en la escala de Richter).

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Nadie puede sentirse ajeno o inmune a las devastaciones naturales. Todos somos ciudadanos del mundo, al fin de cuentas, y tarde o temprano tenemos que enfrentar las fuerzas de la naturaleza (terremotos, maremotos, tornados, erupciones volcánicas, tsunamis, inundaciones, etcétera). Afortunadamente, Japón se ha preparado para este tipo de terroríficos fenómenos naturales, lo que ha impedido que la desgracia haya sido más catastrófica. Sin embargo, las prevenciones ante los eventuales tsunamis son relativas, extremo que se ha evidenciado con lo ocurrido en el archipiélago nipón.

Así como en el pasado el pueblo japonés se ha solidarizado con el pueblo guatemalteco en los momentos de pena, desesperación y angustia, después de haber sufrido los efectos destructivos y mortíferos de la naturaleza, hoy los guatemaltecos nos solidarizamos con el pueblo japonés, especialmente con las víctimas directas de esta terrible tragedia, y lo exhortamos a que, con fe y esperanza en Dios, se sobreponga al infortunio, a la desgracia y al dolor. Nuevamente elevamos nuestras oraciones al Creador por las víctimas, así como por los que están sufriendo, para que les dé fortaleza espiritual y los ayude a encontrar la resignación y recuperar el optimismo y la esperanza.