bauman_seguridad en mundo hostil

8/3/2019 Bauman_Seguridad en Mundo Hostil

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T ra du cc io n d e

J E S O S ALBORES

SIGLO VEINnUNO

DE ARGENTINA EDITORES

COMUNIDAD

En busca de seguridad

en un mundo hostil

por

ZYGMUNT BAUMAN

SIGLO VEiNTIUNO

DE ESPAAA EDITORES



fNDICE

siglo veintiuno de argentina editores®

siglo velntiuno de espana editores, s.a.

' ["(lUOS los dcrechos reservados. Prohibida la reproduccion roral

o parcial de esra obra por cualquier procedimienro (ya sea

gr:iflco. elecrronico, ciptico. qufrnico, mccdnico, fotocopia. erc.)

y el almucenamicnro 0 transrnision de SlISconrcnidos en scporres

Illaglll:ricos. sonoros, visuales 0 de cunlquier orro tipo sin

permiso expresCldel editor.

OBERTURA , 0 B IENVEN IDO S A LA COMUNIDAD

ELUSIVA 7

1. L A A GO NfA D E T AN TA LO 13

2. REARRAIGAR LO DESARRA IGADO 29

3. T IEMPO S D E D ESV IN CU LA CI6N , 0 LA

G RA N T RA NSFO RM AC I6N , V ER Sr6N SE-GU NDA.................................................................. 49

4. L ASE CE SI6N D EL OS T RIU NFA DO RE S 61

5. DOS F UENTES D E COMUNITAR ISMO 71

6. DERECHOA L RECONO CIM IENTO , DERE-

CHO A LA RED IS TR IBUC I6 N 89

7. D E L A IG UA LDAD A L MUL TIC UL TU RA LIS-MO 107

8. EL GUETO COM O REFERENCIA 131

9. ,;M UL TIPL ES C UL TU RA S, U NA S OL A HUMA-

NIDAD? ,... 147

10. EPfLOGO 169

NOTAS 177

fND ICE ANAL fT ICO 183

Prirncru edicion en espafiol. marzo de 2003:

© S[Gl .O XXI DE ESPANA EDITORES S.A.

Principe de Vergara 7S. 2M006 Madrid

Primera edicidn Argentina. julio de 2003:

© SIGLO XXI DE ARGENTINA EDITORES®

Siglo XXI Edirora lbcroamericana S.A.

© Z yg rn un r B au ma n

Primcra cdici ,in cn ingles. Polity Press, 2001

Tfrulo original: C o m mu n it y. S ee ki ng 5~ifetyill flit I n se cu r e ~ ' (I o r lc l

Disefio de la cubierra: Sebasrian y Alejandro Garda Schnetzer

ISBN 987-1013-16-7

Preimprcsion: SAFEKAT. S.L. (Madrid - Espana)

Queda hecho c I deposito que rnarca la ley I 1.723

Impreso ell Argentina / Printed in Argentina



8 Zygmunt Bauman

guardia en todo momento. Aquf dentro, en comunidad, pede-

mos relajarnos: nos sentimos seguros, no hay pe1igros emboscados

en rincones oscuros (y que duda cabe de que aquf dentro no

hay ningun «rincon» que sea «oscuro»). En una comunidad

todos nos entendemos bien, podemos confiar en 1 0 que oirnos,

estamos seguros la mayor parte del tiempo y rarfsima vez sufri-

mos perplejidades 0sobresaltos. Nunca somos extrafios los unos1

- _Pm:~ OS_QIms.Podemos discutir, pero son discllsiones arnables:

se trata simplernente de que todos Intentarnos mejorar todavia

mas yhacer nuestra convivencia aun mas agradable de 1 0 que 1 0

habfa sido hasra ahora y, aunque nos guie e I mismo deseo de

mejorar nuestra vida en com un, puede que no estemos de acuer-

do en cual es la mejor forma de hacerlo, Pero nunca nos de-

searemos mala suerte ypodemos estar seguros de que todos losque nos rodean nos desean 1 0 mejor,

I Para continual': en u~a comunidad podemos contar en la

! buena.scluctad.mujua. SI tropezamos y caemos otros nos ayu-

daran a volvernos a levantar. Nadie se burlara de nosotros, na-

die ridiculizara nuestra torpeza ni se alegrara de nuestra des-

gracia. Si damos un mal paso nos queda e1recurso de confesarlo,

explicarlo y pedir disculpas, arrepentirnos si es necesario; la

. genre nos escucharii con simpatia y nos perdonara, asi que na-

die nos guardara rencor para siempre. Y siernpre habra alguien

que estreche nuestra mano entre las suyas en un momento derris-teza, Cuando nos lleguen malos tiempos y de verdad tengamos

necesidades, la gente no nos pedira garantias antes de decidir-

se a avalamos para sacarnos del atolladero; no nos preguntara

como y cuando podremos devolver la ayuda, sino que necesita-

mos. Y raro serfa que dijeran que ayudarnos no es su obliga-

cion, ni se van a negar a ayudarnos porque no hay contrato

alguno que obligue a hacerlo, 0 porque no se haya leldo ade-

cuadamente la lerra pequeiia del contrato, Nuestro deber, pura

Obertura.o bienvenidos a la comunidad elusiva 9

y llanamente, es el de ayudarnos de forma mutua, asf que nues-

tro derecho, pura y llanamente, es esperar recibir la ayuda que

necesitemos.

Es facil, pues, entender por que la palabra «comunidad»

transmite tan buena sensa cion. ~Quien no desearia vivir entre

personas amables y de buena voluntad en las que poder confiar

y con cuyas palabras y hechos puede contarse? Para nosotros en

particular, que vivimos en tiempos despiadados, en tiempos de

rivalidad y competencia sin tregua, cuando la genre que nos 1'0-

dea parece ocultarnos todas sus cartas y pocas personas parecen

tener prisa alguna por ayudarnos, cuando en contestacion a

nuestros gritos de auxilio escuchamos exhortaciones a ayudarnos

a nosotros mismos, cuando solo los bancos que codician hipo-

tecar nuestras posesiones nos sonden y estan dispuesros a de-

cirnos «si» (eincluso esto solo en sus departamentos comerciales,

no en sus oficinas principales), la palabra «comunidad» tiene

un dulce sonido. Lo que evoca esa palabra es todo 1 0 que echa-

mos de menos y 1 0 que nos falta para tener seguridad, aplomo

y confianza.

En suma, la «comunidad» representa el ripo de mundo al

que, por c.lesgracia, no podemosacceder, pero que desearnos

con todas nuestras fuerzas habitar y del que esperamos volver

a tomar posesion. Raymond Williams, e 1 minucioso analista denuestra condicion com iin, obs~rvo, causticamente que 1 0 nota-

ble de la comunidad es que es algo que «siempre ha side». Po-

driarnos aiiadir: o_g1,l.~_le.Q1Pxe._e:l{istira_.n el futuro. E.Ld~_«co-

munidadees hoy otro nombre.para.referirse alparaiso perdido

a I que deseamos con todas nuestras fuerzas volver, por 1 0 que bus-

camos febrilmente los caminos que puedan llevarnos alli.

Un paraiso perdido 0un paraiso que todavia se tiene la es-

peranza de encontrar; de uno u otro modo, no cabe duda algu-

na de que es un parafso que no habitamos ni el paraiso que co-



I'i'

10 Obertura, 0bienvenidos a la comunidad elusiva 11Z y gmun t B a uman

nocemos a traves de nuestra propia experiencia. Quiza sea un

para~so p~'~,tisamente POl' esas razones. La imaginaci6n, a dife-

r~~cla de l~s duras ~ealidades de la vida, es un lugar de expan-

sion de la lib ertad sm trabas. Podemos «dar rienda s u el ta » i rn -punemente a nuestra imaginaci6n, y de hecho 10hacemos; pues

n? tenemos muchas oportunidades de someter ala prueba de la

vida 10 que hemos imaginado. .

No se trata s610 de que la «dura realidad», la realidad reco-

nocidamente «no-comunal» 0 induso explicitamente hosti l a la

comunidad difiera de aquella imaginada comunidad del «sen-

timiento calido», Esa diferencia, como mucho, no hace sino es-

I p~l:ar n~llestraimaginaci6n y ~ace 1a.comunidad imaginada to-

Idavia mas seduct?ra. J?e es~adiferencia se nutre ya partir de ella

! florece la comunidad imaginada (postulada, objeto de nuestros: suefios). Pew 10que pone en cuesti6n esta imagen sin macula

es otra diferencia: 1a que hay entre la comunidad de nuestros

r l

sueno~ y la «comunidad re~lmente existente»: una colectividad

que pretende ser 1acomunidad encarnada, el suefio cumplido

y que (en nombre de todas las bondades que se supone que

ofrece la comunidad) exige 1ealtad incondicional y trata todo 10

que no este a 1aaltura de tal1ea1tad como un acto de traici6n irn-

perdonable. La «comunidad rea1mente existente», de encon-

trarnos en su poder, nos exigiria obediencia estricta a cambia de

los servicios que nos ofrece 0 que promete ofrecernos. ~Quie-res seguridad? Dame tu libertad, 0 al menos un buen trozo de

ella. (Quieres confianza? No conffes en nadie fuera de nuestra

comunidad. (Quieres entendimiento mutuo? No hables a ex-

trarios ni utilices idiom as extranjeros, ~Quieres esta acogedora

sensaci6n hogarefia? Pon alarrnas en tu puerta y camaras de cir-

cuito cerra do de televisi6n en tu calle. ~Quieres seguridad? No

dejes entrar a extrafios y abstente de actual' de forma extrafia y

de tener extrafios pensamientos. ~Quieres calidez? No te acer-

ques a 1a ventana y nunca abras una. La desventaja es que si

sigues este consejo y mantienes sel1adas las ventanas, e l aire de

dcntro pronto se viciara y terminara haciendose opresivo.

i I g! pr!y_i_l~gi~d~«e~J!lt:_t!f.l_~Qmllnid~illLti.ene..n.precio: y's610

! / e s inofensi~o, incluso i?visib1e,en tanto que la comunidad s iga s i en -

ido un sueno. EI precio se Q_agaen la moneda d~Wibertad, de-

. nominada de formas diversas como «autonomia», «derecho a la

autoafirmaci6n» 0 «derecho a ser uno rnisrno». Elija uno 1 0 que

el ija , a lgo se gana y algo se pierde. per4.e~_l~c:q!'Jl,~~!_c!asI~ignifica

p<:_1:9<:ra segur idad : ganar comunidad, si es que se gana, pronto

significaria perder libertad. La seguridad y la libertad son dos va -

lores igua1mente preciosos y codiciados que podrfan estar mejor

o peor equilibrados, perc que diffci1mente se reconciliaran nun-

ca de forma plena y sin fricci6n. En cualquier caso, todavfa no se

ha inventado ninguna receta infalible para semejante reconcilia-

ci6n. EIproblema esque la receta a partir de la cual se construyen I e

las «comunidades realrnente existentes» s610hace mas paralizante ( {

y diffcil de corregir la contradicci6n entre seguridad y Iibertad.l I

Dados los ingratos atributos que Iastran la libertad sin se-

guridad, asi como la seguridad sin Iibertad, parece que nunca de-

jarernos de sonar con una comunidad, pero que jarnas encon-

trarernos tampoco en ninguna comunidad autoproclamada los

placeres de los que disfrutamos en suefios. Es Improbableque

se resuelva alguna vez la disputa entre seguridad y libertad,

como 1 .1 disputa entre comunidad e individualidad, y muy pro-

bable, por tanto, que perdure durante mucho tiempo; no en-

contrar la solud6n acertada y sentimos frustrados por la que se

ha ensayado no nos rnovera a abandonar la busqueda, sino a se-

guir intentandolo. Siendo humanos, no podemos ni cumplir la

esperanza ni dejar de esperar,

Es poco 1 0 que podemos hacer para escapar al dilema: s610

podemos negarlo asumiendo el riesgo. Sin embargo, una de las



12 Z y gmun t B a uman

cosas buenas que podemos hacer es evaluar las oportunidades

y los peligros que ofrecen las solucionespropuestas y ensaya-

das. Provistos de ese conocimiento, podemos al menos evitar Ia

repeticion de errores pasados; podemos evitar tam bien aventu-

rarnosdernasiado lejos en l os c a m in o s que ya de antemano se sabe

que son caIIejones sin salida. Es una evaluaci6n de este tipo

-que reconozco como provisional y ni mucho menos cornple-

ta-Ia que he intentado en este libro.

No podemos ser humanos sin seguridad y libertad; pero no

podemos tener ambas ala vez, y ambas en cantidades que con-

sideremos plenamente satisfactorias. Esa no es razon para dejar

de intentarlo (ni de todos modos dejariarnos de hacerIo aunque

10 fuera). Pero es un recordatorio de que nunca deberiamos

creer que cualquiera de las sucesivas soluciones provisionaIes

no requiere un escrutinio posterior 0no se beneficia ria de otra

correcci6n. Puede que 10 mejor sea enemigo de 10 bueno, perc

sin duda alguna 1 0 «perfecto» es un enemigo mortal de ambos.

1. LA AGONIA DE TANTALO

Marzo de 2000

Segun la mitologia griega, Tantalo, hijo de Zeus y de Pluton,

estaba en excelentes reladones con los dioses, que con frecuencia

Ie invitaba-;;'a b e b e r y comer en su compafiia en los banquetes

olfrnpicos. Su vida era, segiin los estandares del cormin de la

gente, despreocupada, alegre y de rodo punto feliz ... hasta que

cometi6 un crimen que los dioses no perdonarian (~imperdo-

~able?). E~ cuanto ala naturaleza de ese crimen, los diversos na-

rradores de la historia difieren. Algunos dicen que abuse de la

confianza divina aItraicionar a sus iguales, los hurnanos, los mis-

terios que se suponia que debian mantenerse en secreto para

los morrales.Otros dicen que fue 10 bastante arrogante como para

creerse mas sabio que los dioses y se decidi6 a poner a prueba

la capacidad de observaci6n divina. Otros narradores acusan a

Tantalo del robo del nectar yIa ambrosia que las criaruras mor-

tales no estaban destinadas a probar, Los actos imputados a

Tantalo eran, como podemos vel' ,divers os, pero las razones por

las que fue dec1arado criminal fueron muy semejantes en estos

tres cases: Tantalo fue culpable de adquirir/comunicar conoci-

miento que-nT-€i~i otros mortales como erdebfan tener. 0, 1 0

que es mas reIevante:_:r~11_tal~I1ose conform6 con ser participe

de la divina bearitud: en su altaneria y arrogancia dese6 apropiarse

del~'q~e s61()se podia disfrutar como un don.

El castigo fue rapido: tambien _fueran cruel como s610los dio-

ses ofendidos y vengativos pueden hacerlo. Dada la naturaleza



, il .

I!iif!Ir

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I I! I t t',Ii

14 Zy gmunt B a um a n La agonia de Tantalo , 15

del crimen de Tantalo, fue una leccion practica: Tantalo fue su-

mergido hasta el cuello en un rio, pero cuando bajaba la cabe-

za para ap!a.~l:ll~Sll, ed, el agua descendfa. Sobre su cabeza col-

gaba un delicioso racimo de frutas, pero cuando extendfa una

mano deseando saciar su harnbre, un repentino golpe de vien-to se llevaba las apetitosas golosinas (de ahi que cuando las co-

sas tiendan a desvanecerse en el momenta en que parece que

por fin parecen estar a nuestro alcance nos quejemos de pade-

cer el «suplicio de Tantalo» por su frustrante cercania).

Los!TI_i_tO_~,~Q_!·~la~~!l_hist~E.!!s._p,ar!livertir. Estan pensados

H P.~~:<l~n_~~nar,ara reiterar incesantemente su mensaje: un tipo

(\de mensaje que los oyentes solo pueden olvidar 0descuidar bajo

su responsabilidad. E) mensaje del mitode Tantalo es que uno

P_ll~Q~~~!J~liz,0 al m-e~9s j;;~Q~~ci~~-t~yd~~p~eocupadamen-

t~JeJiz, solomientras conserve.la .inccencia: mientras uno dis-

frute su felicidad en tanto que se mantiene ignorante de las co-

sas que Ie hacen feliz y no intenta juguetear con ellas, y no

digamos «tomarlas en sus propias manos». Y que si uno inten-

ta tomar las cosas.en sus propias manos jamas resucitara la feli-

~N<l~e la quesolo podiadisfrutar en estado de inocencia. El

objerivo siempre quedara fuera de nuestro alcance.

Otros pueblos distintos a los griegos tambien han llegado a

creer en la verdad eterna y perpetua pertinencia del mensaje re-

curriendo a su propia experiencia; Iosgriegos no fueron los uni-

cos en incluir ese mensaje entre las historias .quenarraban para

ensefiar y que escuchabanpara aprender, Un mensaje muy similar

\ se deriva de lahistori~c;lc;;cA9~n..Y_EYI:l,uyo castigo por comer

Idel Arbol_del C;-~~~i~iento fue laexpulsion d~1Paraiso; y el Pa-

ralso era tal porque podian vivir alli sin preocupaciones: no te-

nfan que hacer las elecciones de las que dependla su felicidad (0

tarnbien su infelicidad). El Dios judie podia ser aveces no me-

nos cruely vengativo en su colera que los habitantes del Olim- ,

po, y la pena que ideo para castigar la ofensade f\dan y Eva no

fue rnenosdolorosa que lasuerte de Tantalo: solo fue, POl' ex-

presarlo aSI,mas sofisticada y exigia mas capacidad interpreta-

tiva: «Gan~xa~_e1pan con.el sudor de tu frente». Mientras anun-

ciaba eseveredicto, unDiosairado situo.eal es\~g~H~rdfn delEden» « el querubin con una es{>a4a ft!J:Q'l~g~r?,pa._t.·~,g,llar~.a,~'l

~a~i~oal Arb~1 de la Vida>;~,-one} fin de advertir a Adany a

Ev~ y a su des~~~den,c~:~q\l~l1i11g~~tr~h~j()rii : ~ r ~ ' g ~udor les

bastaria para .restaurar la serena y despreocupada felicidad de

la ignoranci~'p~'l'~disf~~~'; ~q~~lla fdi~id~cCde tipo pristine ha-

~fa quedado irrecuperablemente perdiaa~na 'vez perdida la

inocencia.E 1 recuerdo de aquella felicidad inocente perseguiria a los des-

cendientes de Adan y Eva y conservaria viva en elIos la deses-

peranzada esperanza de que podrla descubrirse 0abrirse un ca-mino de vuelta. Esto, sin embargo, no va a ocurrir .. , no vaa

ocurrir jarnas; en este punto no habra desacuerdo entre Atenas

y J erusalen. La perdida de la inocencia es un pUflto~it:txet~L~fl°o/

Uno solo puede ser verdaderamente feliz mientras no sepa cuan

verdaderamente feliz es. AI aprender e l significado de la felici-

dad mediante su perdida, los hijos de Adan y Eva estaban obli-

gados a aprender muy a su costa la amarga sabiduria que se le

sirvio en bandeja a Tantalo. Su objetivo les eludiria siernpre,

l? 9 r muy cercano que pareciera (como le ocurria a Tantalo).

//E.D_dlihro que (de forma intencionada 0no) se inyi!~~~ a la

(/ «comunidad» (Gemeinsdiaft) a volver del exilio al que habra

, sid;-d~t~l~~d~ -d';~a-m~f~~-oderna cruZa(i'acofltra-lt;j pouvoirsII ---""--- " "., ", .'

:I intermediates (acusada de provincianismo, estrechez de miras y

constituir un caldo de cultivo para la supersticion), Ferdinand

Tennies 1; sug~~i!1,qu.e19__~(!_~i_~~itJgll~~I iJ:i_~,9_l!l~nidadde otro-

i-a de la (moderna) S9ci(;!d!ld(G~sells.chaftlq!J_e~~ta_basurgien-

,d~y en-~uyonombre se lanzaba la cruzada era un entendimiel1/O



]6 Zy gmunt B a um a n

1 \ c o m pa r ti do p o r t od o s susmiem~ros. No Yfl,consenso, tengarnoslo

presente: un consenso no es smo un acuerdo que alcanzan per-

sonas con Tc?£~~s de pensar esencialmente distintas, un pro-ducro de duras negociaciones y de compromisos, de numerosos

altercados, contrariedades y ocasionalrnente pufietazos, gL~n- I it~~n.?.i!l1iefltode corte comunitario, que se da por descontado 1:

(0, como diri'a Martin Heidegger, zubanden) , no precisa ser bus- '

cado, y no digamos Iaboriosamente construido, 0 ganado en una

lucba: e: ;seentendimiento «esra ahf», ya heche y Iisro para usar,

de ta l modoque nos entendemos mutuarnente «sin palabras» y

nunca necesitamos preguntar con aprension: «~que quieres de-

cir?», ~Iiipode.e!1tet1diJlliento sobre elque.se basa la comuni-

dad precede a todos los acuerdos y desacuerdos, Sernejante en-

1

rendimienro no es una Jinea de meta, sino e 1 punta de partida

de..todaconvivencia [togetherness]. Es un «sentimiento red-

proco, vinculante», «la autent ica voluntad de quienes estan uni-

90 S entre SI»; y gracias a unentendimiento tal, y s610 a un en-

tendim·iento tal, Ia gente «se mantiene esencialmente unida a

pesar de todos los facrores de separacion» wando esta en co-

munidad.

I ! Muchos afios despues deque Tennies sefialara e I «enrendi-

fniento cormin» que «se producede forma natural» como la ca-

racterfstica que distingue a Ia comunidad de ese otro mundo de

amargasdispuras- cornpetencia a muerte, chalaneo y toma y

)

daca..: ,26~a.~ Rosenbergel perspicaz analista sueco, acufio e 1

I concept15"9~~<~drculo calido» (en un ensayo publica do en t»

N o u v e ll e L e tt r e I n te r n a ti o n a le en 2000) para captar el mismo

~ipo de inmersi6n ingenua en 1aconvivencia humana, que qui-

za fuera en tiempos algo cormin ala condicion humana, perc que

hoy es algo a 10 q ue, cada vez mas, s610 se puede acceder en

suefios, Las lealtades humanas, que se ofreceny esperan recibir

sin ma s dentro del «cfrculo cal ido», «no se derivan de. Ia logica~.. ,

La agonia de Tantalo -17

social externa, ni de n in gi in a na li si s e co nom ic o de coste y be-

neficio». Esto es exactamente 10que haceecilido» el cfrculorno

hay eSp'~~i()_pat:a(!lfrfo dlc.uI.o y para e l apr.en~!~aje de priori-

d a d e s que cualquier sodedad ex is ten t e, ge l id amen te y sin humor,

presenta como «conforme a la raz6n». Y es predsamente por esto

por 1 0 que gente aterida suefia con ese circulo magico y desea-

ria cortar ese otro mundo frio asu imagen y semejanza. Denrro

del «circulo calido» no estarlan obligados a demostrar nada e,

hicieran 10 que hicieran, podrfan esperar sirnpatia y ay1,l_~

AI ser tan obvio y «natural», e l enten~~~~ompartid.9 \

que constituye ala comunidad (0aI«cfrculo calido») se sustrae

a la percepci6n (rnuy raras veces percibimos que respiramos, a

no ser que 10 que inhalemos sea el aire viciado y maloliente de

una habitacion con el ambienre ca rgado): es, como dice Tonnies,

«tacite» (o «intuitive», en los rerminos de Rosenberg). Por su-

P~~t~:·n e~ten(Hmlenioconstr~'ido, alcanzado, tambien pue-

de ser tacite, 0 convertirse en una especie de intuid6n cons-

truida e interiorizada. Prolongadas negodaciones pueden resulrar

en un acuerdo que, si se obedece cotidianamente, es posible

que a su vez se convierta en un habito sobre el que ya no es pre-

ciso reflexionar, y no digamos controlar 0vigilar. Pero a diferencia

de semejantes sedimentos de trabajos y tribulaciones pasadas, ese

entendimiento compart ido caracterfst ico de una comunidad es

tacite «de acuerdo con su naturaleza misma»:

Precisamente porque los contenidos del entendimiento mutuo son

inexpresables, indeterminables e incomprensibles ... la concordia real

no puede producirse de forma artificial.

Como «comunidad» significa un entendimiento compartido

1 ) de tipo «natural» y «tacite», no sobrevivirfa a partirdel mo-

r: rnento en e I que e l entendimiento sevuelve autoconsciente, y por



I!i

18 Zy gmunt B a um a n

tanto proclamado y pregonado; a partir del momento en el que,

p er v olv er a utilizar la terminologia de Heidegger.el entendi-

.rpienid·pi~sa del estado de zubande n al de uo rbande n y se con-

vierte en objetc de contemplacion y escrutinio. La comunidad

s610 puede serinconsciente ... 0estar muerta. Una vez que em-

pieza a proclamar su valor iinico, a ponerse lirica respecto a su

belleza pristina y a pegar en las vallas cercanas prolijos mani-

fiestos que llarnan a sus miembros a apreciar sus maravillas y

que conminan al resto a admirarla 0a callarse, uno puede estar

seguro de que la comunidad ha dejado de existir (0 de que to-

davia no existe, que tambien puede ser). La comunidad «de la

que se habla» (0, mas exactamente: unacomunidad que habla

.de.simisma) es una contradicci6n en los terminos.

No se trata de que la comunidad real, que como tal no ha sido

«producida artificialrnente» 0rneramente irnaginada, tenga mu-

chasoportunidades de caer en esa contradicci6n. ~~ber! Red-

H (field l estaria de acuerdo con Tonnies en que en una autentica

i ~·oi:rt{;~id.adno hay motivacion alguna para la reflexi6n, la crlti-

ca 0 la experirnentacion; pero, se apresuraria a explicar, eso es

as! porque la comunidad es f 1 ~ _ l . ~ .s~ naturaleza (0 a su modelo

ideal) s610en la medida en que sea distt11titJtll'eSpecto a otros gru-

poshumanos (es evidente «d6nde ernpieza y d6nde acaba la co-

rll_y'Q!g~q»),.pequeli;·(tan-peqtiena como para que todos sus

miembros esten a la vista unos de otros) y t lH! f ! .Su/z :c ien te (de tal

modo que, segun subraya Redfield, «proves todas las activida-

des y necesidades de las personas que incluya, 0 mas de 10que

necesitan. La pequefia comunidad cuida de sus miernbros des-

de la euna hasta la tumba»),

La seleccion de atributos que lleva a cabo Redfield no es en

absoluto arbitraria. «Disrintiva» quiere decir: la division entre

«nosotros» y «ellos» es tan exhaustiva como disyuntiva, no que-

dan casos «intermedios», esta clarisimo quien es «de los nues-

I!

.r=>.I \

(I ,, ' \ I,., Ir , :, ... ~~g~2~,~eTant.u? !~",1.;.\ .\(.t.,'.;(,,, •.t I,l~»t» •

\ " . ' , : " " ~ Y " . I _ ~ A ,

trossyquien no, no hay desorden ni motivo para la confusion;

no hay ambigiiedad cognitiva ni conductual. «Pequefia» signi-

fica: la comunicacion entre sus miembros es omniabarcante y

densa, y l a s seiiales que esporadicamente 'Began«de fuera» se pre-

sentan as! a una luz desfavorable debido a su rareza, superfi-

cialidad y negligencia comparativas. Y «autosuficienre» signifi-

ca: el aislamiento de «ell os» es punto menos que completo, las

ocasiones para romperlo son escasas y alejadas en el tiempo. Es-

tas tres caracterfsticas combinan sus fuerzasparaproteger efi-

ca~mente a los miembros de la c~munidad de los desafios a sus

u~()s habiruales, En tanto qu~ todo~ '~~ada uno de esos rasgos

t~'init'arios se mantengan intactos, es,.. _Q efe~,tq._s,u1l}!1.~~ptem-

probable que se de la motivaci6n para la reflexicn.Ja crltica y

la experimentaci6n.

E n ta nto q ue . .. efectivamente, la unidadpristinadelaspe-

quefia comunidad» de Redfield depende de gllese ,bloqueen

los canales de comunicaci6n con el resto del mundo habirado.

La unidad de comunidad, como dirfa Redfield, 0 1~J.ill&urali- '

\ dadsdeleritendimienro comunal, como prefeririadenominar-

I i la Tennies, esran constituidas ambas de la misma materia: de

, homogeneidad, de mismidad [sameness ].

La mismidad se veen peligro en el momento en que sus con-

diciones empiezan 'adestn'oronarse: cuando el equilibrio entre

la comunicaci6n «interna» y «externa», que en tiempos se in-

clinabadrasticamente hacia el interior, s~'y~jg_lJa_la,n.>dQ.ifurni-

nandose as! la distincion entre el «nosotros» yel.«eUos». La mis- '

midad se evapora una vez que la comunicaci6n entre sus

miembros y el mundo externo se hace mas intensa y mas im-

portante que los intercambios mutuos entre sus miembros.

Precisamente, semejante ruptura delos muros protectores de

la comunidad se hizo inevitable cori' la aparicion de los medios

rnecanicos de transporte; portadores de informaci6n alternati-



20 Zygmunt Bauman

va (0 genre cuy a m ism a ajen id ad era inform acion d isrinta d e y

en c ontra ste c on el c ono cim ie nto d is po nible in re rna men re) p o-

d ia n ah ora, e n p rin cip io, v ia jar ta n ra pid am en te 0ma s n ip id a-

m e nt e q ue I O ~ f! !~ n sa je s or al es q ue s e o ri gi na ba n y c ir cu la ba n d en -tro d el p erim etro d e la m ov ilid ad h um an a « na tu ra l» . L a d is ta nc ia ,

e n tiem pos la m as fo rm id ab le d e las d efe ns as co mu nale s, pe rd io

g ra n p arte d e su im po rtan cia. L aap aric io n d e.la.info rrn atic a

fu e, s in e mb arg o, 10 que asesto el go lpe m oral a la «naturali-

d a d» d e l e nt en d im ie nt o c om u na l: l a_ (! 11 _1 ~ l} _~ i pa ci onel flu jo de

irif~ ~ ~_! '~ ~ p_e ~! o_a ltr~ n~ porte d e los cu erpo s. U na v ez q ue

la in form acio n p ud o v iaja r c on in dep en den cia d e su s p orta do -

res, y a una veIoc idad m uy superio r a la de los m as avanzados

m ed ios de transporte (com o en el tipo d e soc ied ad en la que to-

d os v iv im os hoy en d ia), y a no pod ia trazarse , Y m uc ho m eno s

_~ost.e!1.erse,a fronteraentre.eleinterior» yel «exterior~~

A p ar ti r d e a ho ra , t od a h om q g~D ~ i d_ ac l_ t~ _ nf aq u_ es _e _resco- ,

g ida a_ fl l_a ,no»n tr e una enrnarafiada m as a d e v arie da d m ed ia n- 1 '1

t e .l a_~~ l~_~c i¢d ,a f lc : !Pa r l; 1< ;i6 hla exc lu s ion : to da un idad r equi e re I

se r becba; la c on co rd ia « pro du cid a d e f orm a a rtif ic ia l» e s l a u ni-

c a fo rm a d e u nid ad d isp onib le . E l e nte nd im ien to cornun solo

puede se r un logro, q ue s e alc an za (si e s q ue se alca nza ) a l fin al

d e u n p i'o lon gad o y tortuo so tra bajo d e d isc us ion y p ersu as io n

en una agotadora com petenc ia can un m im ero indefin ido de

p ot en ci ali da de s d is ti nt as , t od as la s c ua le s r iv aliz an p or la a te n-

c i6n y tod as las cuales prom eten una m ejor (m as correcta , m as

eficaz 0 m as placente ra) distribucion d e las tareas d e la vid a y

m ejores soluciones a los problem as de la v ida. Y en e l caso d e

q ue s e a lc an ce , e I acuerdo corm in nunca estara libre de la m e-

Ii m oria d e ta les lu~ has pasad as y d e la s e 1 ec c io n es q u e s e h i ci er on

1 \ en su . curso, Por firm em ente que se rnantenga , par tan to , n in -

gun acuerd o parecera tan «natural» ni tan «obvio» com o e 1 de

la s c om un id ad es d e T en nie s 0R ed fie ld , po r m uch o q ue su s p or-

La agonla de Tantalo 21

t a voc e s y p rorno to r es 1 0 p re se nte n c om o ta l. N un ca s era in mu ne

a la r el le x io n , c ri ti ca y d is cu si on u lt er io re s : e n c u al qu ie r c a so , p u e-

de alcanzar el esta tus de «contrato.continuado», u n a cu er do

p a ra p o ne rs e d e a c ue rd o qu e n e ce s it ,? x ~ nQY . ll fj _Q . IJ .. p~ r i9 d ic a ,in' q~ e 'n ir lg u na "de 'e s' as -r en o va dO -~ ~ ~ - ~ ~ n l le v e l a g a ra n ti a d e l a s i-

guiente.

L a com unidad d el en tend im iento com un, ind uso aunque se

a lc an ce , s eg uid p _()r ta nto .s ie nd o fra gil y v uln era ble , s ie mp re

n ec es ita da d e -~ ig ila nc ia , fo rtific ac io n' y d efe ns a. L a g en te q ue

suefia con una com unid ad can la esperanza de encontrar la se-

g urid ad a la rgo pla za qu e tan d olo ro sa me nte e ch an d e m en os e n

s u s a fa n es c o ti d ia n os , y c on lib er ars e d e Ia g ra vo sa c arg a d e e le c-

c io ne s s ie m pre n ue va s y s ie mp re a rrie sg ad as , q ue da ra a ma rg a-

m en te d esilu sio nad a. L a tran qu ilid ad d e an im o, si.la encuen-tra, sera del tipo «hasta nuevo av iso». En vez de una isla de

« ente nd im ien to n atu ral» , d e un « circ ulo c alid o» en e l q ue pu e-

d an bajar la guard ia y de jar de pe lear, la .cQIJ1unidadr.ealmel1te

existente se sen tini com o una fortaleza ased iad a que es con ti-

nu arne nte b om ba rd ead a p or en em ig os ex te rn o s (m uc has v ece s

inv isib le s) m ie ntras q ue, u na y o tra v ez , ~ L q~ ~ ga t:~ ,~ _claar 1 a

dis_c::g_l~clian te rn a: q uie ne s b us qu en e l c a lo r c omun a 1, el senti-

m ien to d e h aga r y la tra nq uilid ad co mu nita rias te nd ra n q ue p a-

sa l' la m ay or parte de su tiem po en m urallas y baluartes.

P are ce u na o bs erv ac io n c orrie nte h as ta el punto de ser tri-

\' v ial: una v ez «d eshech a», una com unidad no pued ev olve r a re -

:,1 c om pon erse, a d ife ren cia d el fe nix , co n s u c ap ac id ad m agic a d e

, e lev arsesobre sus cen izas. $i su rge , no sera en la form a que se

p re se rv a e n la m em or ia (0, e ;p re s~ n cfo Io de m od o ~ ~ srecise,en la fo rm a quecon jura una irnaginacion e s po le a da c o ri d ia n a-

m e n t e p ar 1 a i ns eg ur id ad p er pe tu a) , la.unica fo rm a qu ela h ac e

tan deseable com o una inm ejorable so lucion d e conjun to a to-

d as la sp ~~ ,? cllp ~c i~ n ~s te rre na le s, T od o e sto p are ce b as ta nte



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22 Zy gmunt B a um a n

obvio, perc la logica ylos suefios humanos raras veces recorren

los mismoscaminos, si es que 10 hacen alguna vez. Yexisten

bliena.si;-.izones, como veremos mas adelante, para que susca-

minos nunca converjan durante demasiado tiempo.

Como ha observado recientemente Eric Hobsbawm, «la pa-labra "comunidad" nunca se ha usado de forma mas indiscri-

minada y vacia que en las decadas en ql!e las comunidades en

sentido sociologico se hicieron diffciles de encontrar en la vida

real»": Hobsbawm afiade: «hombres y mujeres buscan grupos

a los que puedan pertenecer, de forma cierta y para siempre, en

un mundo en que todo 10dermis cambia y se desplaza, en el que

nada mas es seguro» 4. Jack Young aporto una glosa sucinta y pe-

netrante a la observacion y comentario de Hobsbawm: «La iden-

tidad se inventajusto cuando se colapsa la comunidad» 5.

"i~ ~<id~ntidad», la palabra y el juego de moda, debe laatencion que atrae y las pasiones que despierta a que es un

suceddneo de lacomunidad: de ese supuesto «hogar natural»

o de ese circulo que se mantiene calido por frlos que sean los

vientos del exterior. No se puedeacceder.a.ninguna de arnbas

en nuestro"mundo rapidaInente privatizado e individualizado,

en rapido proceso de globalizacion, y pOI' esa razon uno pue-

de irnaginarsetranquilamente a ambas, sin miedo a la con-

trastacion practica, como un acogedor refugio de seguridad y

confianza, y por esa razon son ardienternente deseadas. La

paradoja, sin embargo, es que para ofrecer siquiera sea una can-

tidad medica de seguridad yp ara poder asi curar 0 calmar de

algun modo el dolor, la identidad tiene que negar su origen;

tiene que negar que es un «mero sucedaneo»: tiene que con-

jural' un fantasma de la misma comunidad que ha venido a

sustituir. La identLdad brota en el.se_qle.ntedo_de_las comuni-lA

dades, p.ero florecegracias a la promesade la resurreccion de V \

'losmuertos ... -.-" . . . . .., .. _ .. _ . . . . -.

La a gon ia d e T i i nt al o 23

Upa vida dedicada a la busqueda de la identidad esta llena

de ruido y de furia. <<ldentIqac:l>.>_sign.ifje~_destaear:e!'9!f~ren-

teyur#c() el1,v~rt~dc:le;~a clifetencia, por ,l_~qu(;!.kbusgueda de

la identidadnopuede sino diyidir,y_separar. Y, sin embargo,_k

Vltl~~~:;bilid~d de las identidades individuales y la precariedad

de la'construcCi6nd~id;-~tid~de~~~~cl'it~~i~-~ueven a los cons-

tructor~s 'd~'ide~tidaaes-a buscar pe;~h~;de las que.poder col-

gar conjuntarnente los ternores y ansiedadesque experimentan

de forma individual y,'una vez hecho esto, ,!~j~c;~~arlos ritos de

exorcisrno en compafiiade otros iD9j_y~~:11l0spare.cida.~entete-

merosos yansiosos, EI que tales.~rrumi~.La,g~s....p.ercha» p . ~ : ~ _ -porcionen 0 no 10que se espera de elias -seg~Ei~a.sL<;9Iectiva

frente a [ncertidumbres que se.afrontan de formajn_dividual-

es discutible; pero no,cabe ,duda de que. rnarchar hombro con

hombre a 10 largo de una 0, dos calles, levantar.nna.barricada en

compafiia de otros 0 eL~'oce en trincheras abarrotadas puede

proporcionar un momentaneo.alivio. de.la.scledad. Con resul-

tados buenos 0 males, 0 sin ningun resultado en absoluto, al

menos se ha hecho algo; uno puede extraer cierta tranquilidad

del hecho de haberse negado a ofrecer un blanco fijo y de ha-

bel' levantado las manos contra los golpes.Poco puede extrafiar,

_ pues, que, como advierterlo~~tha.!1Fr~t:<::bnah, en nuestro mun-

. ;;." do en rapido proceso de globalizacion «loquenoesra .ocu-

"-l'P rriendo es que las Ironteras esten desapareciendo, Antes bien,

\, parecenlevantarse en eada nueva esquina de cada barrio en de-

l i cadencia de nuestro mundo» ".

A pesar de' l~s pretensiones de los guardias de fronteras , las

fronteras que protegen no han sido trazadas para confinar y de-

fender el caracter distintivo de identidadesya existentes. Como

explico e I gran anrropologo noruego'Frederick Bat:tH, 10cierto

es 10 contrario: las identi9a9~s.<~co;;)uP8]es»·ostensiblemente

'\) compartidas ~()fl·i~;;·.~f~ctosse~unq~r!()s _Q~ubRroquctos de un



24 Z y gm u nt B a um a n

trazado de fronteras inacabable, y por esa misma razon tanto

mas febril y feroz. Solo cuando se clavan los postes fronterizos

y s~_~p_~~all Io~_c.a~()l1esa ]os·intrusos se forjan los mitos de Ia

anngiiedad de las fronteras y se encubren cuidadosamente me-

diante las «historias de genesis I ' '. I', -.. - ....' ...._ .... ' . '. », os recientes oflgenes cu tura-

Ies y P9.If.ti_~()selaidentidad, Esta estratagema intenta negar e 1

~echo de que (por citar a Stuart Hall) 7 aI_gQ_quelaidea de iden-

ndad 11 0 denot~ e~<~n n~c1eoestable.deI yo que se despliega in-

m_ll~al:>_I~.deprmclpl,?~.final a traves de todas las vicisitudes de_la_historia». .

Los buscadores contemponineos de la comunidad estan

condenados a com partir 1a suerte de Tantalo; esran abocados

a que su prop6sito les eluda, y es su propio esfuerzo por al-

V~canzarlo, ferviente y fanatico, 10 que hace que este retroceda.

La esperanza de descanso y tranquilidad que hace tan seduc-

tora a la comunid~d de sus suefios se desvanecera cada vez que

declaren 0se les diga que han hallado e I hogar comunal que bus-

caban. f ! . ~asag~nf_~.~.4~.I~!.ltal0.s~_~_~~dinlnlas de Slsifo, que

~ au~e~tll!a_l]_~~_~_~t~~~.idadagonies. «La comunidad realmente

1 1 ' e~~nte>~ ~5!ra ,distinta a la de sus suefios;'mas bien su opues-

a to; intensificara sus temores e inseguridad en vez de anularlos

~ enterrarlos, Exigira una vigilancia de 24 horas y reafilar dia-

narnente las espadas; luchar, dfa tras dfa, por mantener a los

extranjeros fuera de sus puertas y espial' y dar caza a los rene-

gados entre las p~()I?~asfilas, Y para afiadir un toque final de iro-

nia, s.~lE_f!1t:~iaTl.teoda esa belicosidad, vigilia y blandir de es-

padas se.puedeevitar que se desvanezca y proteger de la

evaporacion elsentimiento de estar en una comunidad, de se r

U 1 1 1 1 comunidad. Dla tras dia hay que buscar en el frente la tran-

quiIidad del hogar.

. E~ como si la espada davada a l este del Eden todavfa siguie-

ra alli, ~menazadora. Puede que ganes el pan con el sudor de tu

'. ;i' ~.,.._.i;_-.~".............. ' - 4 _ , , '

I

La agonla de Tantalo 25

frenre.. pero no habra sudor que reabra la puerta cerrada de la

inocencia cornunal, Ia mismidad y tranquilidad pristinas.

Y no es probable que vayamos a dejar de llamar a esa puer-

ta con 1 3 esperanza de abrirla a la fuerza. No mientras seamos

como somos ahora y rnientras que el mundo que habitamos sea

como es ahora.

Inspirandose en un cuadro ' de'P~ul KI~;; Walter-Benjamin

ofrecia Ia siguiente descripcion del «Angel de la Historia»:. , --" ~

Su faz esta vuelta alpasado, Lo que a 110so!rosnos.parece una cadena

de acontecimientos, it1 0 ve como una unica catastrofe que amonto-

na incesanternenteruina sobre ruina, arrojindosela ante los pies,~I que-

rria detenerse, despertar a los muertos y recomponerlo despedaza-

do.Pero desde e l Paraiso soplaunaternpestad queatrapa sus alasy quees tan fuerte .que ya no le deja cerrarlas, Esta tempestad Ie arrastra

constantemente hacia e l futuro. a l que da laespalda, mientras que el

mont6n de ruinas que tiene ante el crece hasta el cielo 8,

El Angel de la Historia avanza dando la espalda alfuturo, POI'

1 0 que sitS'ojos est~nfirosen-eIpasiao:-Ava·nia·p~~:que desde que

dej6_~!P~~aI~'~-~~,-p~~-d~cl~~e~~~'se; no ha visto nada 1 0 sufi-

cientemente agradable como para desear detenerse y adrnirar-

1 0 pausadamente. Loquelemantjeneen .movimiento .es e I dis-

gustoyIa repulsion por .lo.que ve: los horrores demasiado

evidentes del pasado, no la atracci6n del futuro que no puede

vel' con claridad niapreciar can plenitud. Walter Benjam in da'I ----.--- .. -.'.

1 a entender(.l_~~iel,J?~·og!:_e.~~.f}_o.!S _uflapcl:s.ecuci6.n de los paja-

r()~0e1 cielo, sino una necesidad frenerica de huir de los cada-

', veres.esparcidos por los campos de baralla del pasado. :

SLe~~Q_r~:ec:.mJaJect.urade.Walter. Benjamin del significado

deleprcgreso», y yo.creo quelo es, entonces --en 1 0 que res-

pecta a la felicidad humana-la historia no es ni una linea rec-



I :I

II

26 Z y gm u nt B a um a n La a g on ia d e Ta nt al o 27

t a n i un p roc e s~ , ?~ ,U1:n ll la t jyo ,t :;Q il l. o_q .u enla .hac er nos creer la

; t~ l ;'; a~ ? <~Y~ ! i i. 6_D ..RJQgr~§js~~>>.ela h is to ri a. S ie nd o l ~_ n: p_ ul-

~_IJ ;~no la at l;ac~ i6n , la"px1.o .dpaLfuerza , rnocdz-de la hisroria.jil

c am b iQ h is t6 ri co s e p ro du ce porque lo s humanos s e y en morti-

ficados e irr it_~~,~~.,PCl~:J9..que perciben c om o d olo ro so y desa-g ~:a da Gi~ "~ ~ -~ uc ~n dic i6 n,p orq ue n o d es ea n q ue persistan esas

co~d lao~ -e' ~ y 'p -~ rqu e bu scan ~ ) ! ? ,~ s lo .de .r n it ig a r 0rem ed iar su

sufrimiento. E llibrarnO 's:d e'!o que de m om enta m as nos mor-

t if i~ ~ -~~~ sp roduc e a l iv io, pero eserespiro es , por 1 0 general, efi-

rnero, puesto qu e Iacondicion ..«llueya y '_Q1{:jQrada»ap idamen-

t~_9~~x.~I~.!l!.s.PX()p~' :?s. , ,~~p~~t() ,~cli~p1~<:el1teros,reviamente

i nv is ib le se impr ev is to s, y prod uce n uev os m otiv os d e p re ocu-

1 ? ~ S . ~ 2 Q ~dem as, nunca Ilueve a gusto de todos y Ia gente que

h uy e raras v ece s es unan im e a1 selecc io nar las rea lid ad es q ue re-

quieren a te nc io ny re fo rm s. Unos c on te mp la ra n c on e ntu sia s-

m o y o t1 'o sC 01 1a pre ns io n c ad a p as o q ue s e a le ja d el p re se nte .E l

d_~_N2 ro_g!~S.Q>i_es,_undes.t~H;ado_m.i~mJ) l:QdeJaa milia d e « co n-

c ep .E .~ a I2 t ~ 9< :!m .~m ,~ . d eb at id os ». E I b ala nc e del p asad o, la

I ) eval l1a£ i6I1d~LI?F~~~9J!! ,y l a..a pr ec ia cio r; d e l os f ut ur os e sr an e ri -

I z ad os d e c on fli ct os y . c ar ga do s d e am bi va le nc ia .

H a y b ~ ;l ;~ ;'~ '~ ti ~ o~ 'p ar ~ c O I] ,s ~ .~ i r~ J S t; lF s9 ,c !e I a h is to ri a

c om o p en du la r, in clu so aunque en orros aspec tos pueda des-

cr:rbi~:~ '~ '~~ '~inear: suced e que Ia libertady.la.seguridad, ani-

b as ig ua lm en te a cu cia nte se in dis pe ns ab le s, s on d iffc il~ en te re -

co nciliab le s sin friccione s: y Ia m ay oria d e las v eces, Iricciones

c on si d~ · ~ :~ b l~ -; .A ~ b as c ua li da de s s on , s ir nu lta ne am e nt e, c om -

pJ~Q}~f . l~a l :i~s .~ . in~~m patibles; la probabil idad de CAu en tre n e n

conffu:_~_~~n._1_pE.~.bS1_sjd.Q.y.si~rnPi:esei:a:tanlta com o la n ece-

s id a d d e ~<; _~ _ ~E e. cg ! ). ci li en .Au n qu e s e h a n i nt en ta d o mu lt ip le s

fo rrn as d e c on viv en cia h um an a e n e l c ur so d e la h is to ri a, n in gu na

h a logrado encontrar una solucion im pecable a esta tarea, que

e qu iv ale a u na a ute ntic a « cu ad ra tu ra d el c irc ulo ».

Promove r .I a .s e gu r id ad . .i e IDp r~ . .ex ig e .e l. sa c ri fi ci o. de l a l i-

~_r!?'9, e n tantoque J<. l ,_U~~r t~dolo p~ede . , ! i_~pH~, ! ·sea expen-

s as d e. Jt seguridad. Pero seguridad S!n.u.p.~~:~!l,c;I .<::9.lJj.valees-

cl~v.i. t~19y, adernas, s in u na i ny ec ci6 n d e l ib er ta d, a f in d e c ue nta s

demuestra ser u n tip o d e s eg urid ad s um am en te inseguro): mien-tras qu e la.libertad sinseguridad eq uiv ale a estar__baDdonado

y p ~ ~ :q ic ;l o( y, a f in d e cuentas, sin u na inyeccion de seguridad,

dernuestra ser un tip o d e lib erta d sum am en te esclava). Esta cir-:

cunstancia h a pro curad o a los fil6so fos u na jaqueca sin cura co -

nocida. Tambien_dete_rmina_q1Je_c_o_Il~y_ir_s..ea.__tan_CQIl£lictivo,

puesto que)_?~_~gul: iQ<1.Q.s .~<;r i fica .d1; ln arasde lalibertad tiend e

a ' se r"l~ .s .~g~r idad de otra geJtte; y l a l ib er ta cl ~ ~ '~ ~ fff ;a da e n a ra s

d e l a s eg ur id ad t -i~ ~ -d ~ -~ - -~ e ~ :a l ibe rt ad de otr;g;;;;;.. . . . - . . . . ,-,._....~~--.. '. . ,

bauman_seguridad en mundo hostil

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