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Sesión del día 21 de abril ele 1971 OPERACiúN "CHAVES-SOLENCIO" R. BATTESTlNl PoNs El complej o espeleológico Chaves-Solencio, situado en la Sierra de Guara (Huesca), constituye una de las mayores cavidades naturales de España, con 9.500 metros de trayecto explorado. Consta de dos cavidades: a) El Solencio: activo cauce de un río subterráneo de gran longitud, con lagos, galerías y "gateras", su düicultad de recorrido (tres horas para el primer quilómetro "lineal") le inhabilita para efectuar una prueba de permanencia cientifica. b) La Cueva de Chaves: antigua surgencia del complejo, hoy total- mente inactiva, presenta una boca de ci en metros de ancho por cuarenta de alto y un recorrido de sólo unos b·escientos metros. Habitada durante el Paleolítico y el Neolítico, tiene nn suelo en suave pendiente y sin obstácu los que dificulten la marcha; su temperatura es constante. Cons- tituye un lugar ideal para efectuar una prueba de permanencia espe leo- lógica como la llevada a cabo durante 62 días por el espeleólogo bar- celonés de 22 años, Emilio REYES. Éste se hallaba situado en la cámara terminal de la cueva, de di- mensi on es relativamente reduc idas, alojado en una tienda "isotérmica" con tempera tura interior de 22°C, disponiendo de iluminación a base de lámparas eléctricas y de butano, tenía libros, discos y nn tocadiscos. Ca- recia de reloj y su único contacto con el exterior era un teléfono de di- rección única, de dentro a fuera, él podía hablar con el equipo de super- ficie, pero éste sólo podía contestarle mediante pitidos: nno por sí, dos por no y tres por sin respuesta; por lo tanto, no oía ninguna voz humana. Se había previsto un límite del que no podía pasar hacia el exterior y donde se ha llaba el "punto de e nb·ega", en el que se dejaban a limen- tos, instrucciones, material y donde él entregaba sus notas, diario y car- tas. Su tiempo se distribuía en varios apartados: V A) Tmbajo sistemático. -Comprendiendo a su vez: a) Parte médicos: dos veces en su "día", al levantarse y al acostarse, daba los datos de temperatura axilar, pulsaciones "cantadas" por el te- léfono, observaciones subjetivas (cansancio, sed, hambre o auorexi u, som-

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Sesión del día 21 de abril ele 1971

OPERACiúN "CHA VES-SOLENCIO"

R. BATTESTlNl PoNs

El complejo espeleológico Chaves-Solencio, situado en la Sierra de

Guara (Huesca), constituye una de las mayores cavidades naturales de

España, con 9.500 metros de trayecto explorado. Consta de dos cavidades:

a) El Solencio: activo cauce de un río subterráneo de gran longitud,

con lagos, galerías y "gateras", su düicultad de recorrido (tres horas para

el primer quilómetro "lineal") le inhabilita para efectuar una prueba de

permanencia cientifica.

b) La Cueva de Chaves: antigua surgencia del complejo, hoy total­

mente inactiva, presenta una boca de cien metros de ancho por cuarenta

de alto y un recorrido de sólo unos b·escientos metros. Habitada durante

el Paleolítico y el Neolítico, tiene nn suelo en suave pendiente y sin

obstáculos que dificulten la marcha; su temperatura es constante. Cons­

tituye un lugar ideal para efectuar una prueba de permanencia espeleo­

lógica como la llevada a cabo durante 62 días por el espeleólogo bar­

celonés de 22 años, Emilio REYES. Éste se hallaba situado en la cámara terminal de la cueva, de di­

mensiones relativamente reducidas, alojado en una tienda "isotérmica"

con temperatura interior de 22°C, disponiendo de iluminación a base de

lámparas eléctricas y de butano, tenía libros, discos y nn tocadiscos. Ca­

recia de reloj y su único contacto con el exterior era un teléfono de di­

rección única, de dentro a fuera, él podía hablar con el equipo de super­

ficie, pero éste sólo podía contestarle mediante pitidos: nno por sí, dos

por no y tres por sin respuesta; por lo tanto, no oía ninguna voz humana.

Se había previsto un límite del que no podía pasar hacia el exterior

y donde se hallaba el "punto de enb·ega", en el que se dejaban alimen­

tos, instrucciones, material y donde él entregaba sus notas, diario y car­

tas. Su tiempo se distribuía en varios apartados: V

A) Tmbajo sistemático. -Comprendiendo a su vez:

a) Parte médicos: dos veces en su "día", al levantarse y al acostarse,

daba los datos de temperatura axilar, pulsaciones "cantadas" por el te­

léfono, observaciones subjetivas (cansancio, sed, hambre o auorexiu, som-

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DATTESTfNT. OPERACIÓN "cnAVES-SOLENCIO" .563

nolencia o insomnio, pesadillas y alucinaciones) y número de cigarrillos fumados.

b) Partes técnicos: txes veces al día comunicaba la temperatUJ:a y hu­medad ambientes, asi como cantidad de agua procedente del goteo desde algunas estalactitas y sedimentación en la misma.

B) Trabajo discrecional.- a) Bioespeleológico: observando diminutos insectos espeleófilos colocados en un terrario improvisado.

b) Arqueológico: con excavaciones sistemáticas.

PILTRACI CllES DE AGUA

NO ~ 1 POCAS (];

BASV<N'l'BS=3 IIUOI!AS. 4

11\m!era:r lea zonas interesadas

e) Redacción de un diario de la prueba. C) Ocios. - Consistían en lecturas, audiciones musicales y despacho

de couespondencia. Exámenes previos.- a) Residencia Joaquín Blume: Medida de peso, talla, envergadUJ:a, índice de motilidad torácica, espi­

rometría, dinamometría, reacciomeb-fa, pulsaciones, tensión arterial. Electrocardiograma. Análisis de sangre: hematies, hemoglobina, hematocrito, leucocitos (re­

cuento y fórmula), VSG, grupo sanguíneo, glucemia y curva de sobrecarga. Análisis de orina: cantidad en 24 horas, 17 -cetoesteroides, 17 -hidroxi­

cetogénicos, sodio, potasio, cloro, calcio, fósforo. b) Cátedra del profesor SARR6: Se le practicó una escala de inteligencia de Weschler y un test de

frustración de Rosensweig.

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e) Qátedra del profesor Glli.El~T QUER-'\.LTÓ: En el Departamento de Medicina Psicosomática dil'igido por el doc­

tor MoNTSE:tU\AT EsTEVE se le efectuaron tests de percepción y personali­dad, así como examen taquistoscópico.

Alimentaci6n. - Consistía esencialmente en consexvas, leche y deriva­dos y cereales; no se planeó ningún menú especial, dejándole escoger libremente la composición de sus comidas, aunque procurando conser­var el equilibrio entre los principios inmediatos. Al disponer de un fogón de butano podía prepararse platos calientes y más apetitosos. Cuando era posible se le dejaba alimentos frescos en el "punto de entrega".

Para compensar el posible déficit vitamínico se le administraba un pre­parado a base de vitaminas y minerales.

Tabaco fumado por dia

FRIO CALU:liXE ~;e;:;~o Ext&rior ---- -- - -- -- - - ---- - ~-- - - -"- .!! DESAYUJlO ~ ~ 1 r~ ;e-eJ..~ 7 ~ -------- -- -------- ·&0--:r. ~~v<s ;"'JJ·~ ~~ re... ""e 7 -& i.l.r t<"~-~ CO:: :DA / f . . .).,._L~W.w1:z

-:.;:;:¿--z.~--- - 1~~~~ ~= /lg.-? ~ ~--- --------- --- ---~-- - -----------------

Otras oo::nidaa c om.pl e¡¡;¡e:¡tarias

Curso de la prueba. - Como es bien sabido, en toda prueba de per­manencia en condiciones de aislamiento la primera semana es de adapta­ción y; por lo tanto, las reacciones que durante ella aparecen no pueden ser registradas como definitivas. Una vez transcw-rido este plazo el su­jeto ya se halla acostm;nbrado a las nuevas condiciones, tanto del habitácu­lo oscuro y reducido, como a una escasa actividad física.

Es a partir de la segunda semana cuando se regulariza la desorienta­ción cronológica, estableciéndose ritmos sueño/vigilia relativamente idén-

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13A'TIESTINI. OPERACIÓN "CR AVES-SOLENCJO'' 565

ticos entre sí y diferentes del ritmo ele 24 horas al que estamos acostum­brados en la superficie.

A partir de la tercera semana se autorizó la llegada de cartas (prome­tida, familiares, amigos, etc ... ) a fin de mitigar su "desaferentación social"; las cartas eran dejadas en el mencionado punto de entrega, no llevaban fecha y se le remitían con deliberada il:regularidad.

Pasado el prime¡· mes REYES llevaba una desorientación cronológica de sólo 48 horas en sentido negativo (dos días de Tetraso), o sea que había estab1ecido "días psicológicos" de más de 24 horas. Al estar en condi­ciones "fuera del tiempo", o sea al fallarle todo punto de referencia res­pecto al tiempo real, su reloj -fisiológico endógeno había establecido un ritmo sueñ9/"ll'igilia autóctono muy próximo a las 24 horas (con tma des­viación inferior al 8 %).

Su estado físico (temperatura y pulsaciones) y anúPico se hallaban en perfectas condiciones. Sin embargo, le habían aparecido seudoalucina­ciones, que difieren de las auténticas o patológicas por conservarse el sen" tido de su inealidad. Aquejaba debilidad muscular, debida a la hipoqui­nesia, le aparecieron pesadillas propias a un alargamiento de la fase de "sueño paradójico" o de ensueños y cualquier estímulo sensorial impre­visto le resultaba molesto.

La falta de estímulos sensoriales, propia de un ambiente sumido a un silencio total y una oscuridad relativa, provoca una agudización de los sentidos, por lo que cualquier estímulo es percibido con una intensidad desmesurada. También se produce una "sed de estímulos" que se traduce por la creación de sensaciones falsas de carácter alucinatorio.

La vida en una estancia de dimensiones reducidas provoca cierto gra­do de inactividad física que, si bien no acorta la fase de sueño, altera y disminuye la profundidad de la misma, hecho que puede explicar la apa­rición de pesadillas.

Estos tres fenómenos se presentaron en REYES a partir de la segunda semana de pe1manencia: primero aparecieron las pesadillas, después las seudoalucinaciones (pasando de simples ilusiones lumínicas a voces y sen­sación de una presencia humana en la cueva), finalmente a la tercera se­mana el simple goteo de agua desde la bóveda adquirió un carácter mo­lesto y enervante. Ninguno de estos fenómenos ha pasado de desagrada­dable a intolerable o peligroso para su integridad psíquica.

Revisi-ones durante Za prueba. -A la quinta semana de permanencia efectua~os, junto con el doctor N;mTo BoQlJÉ una revisión clínica.

Su pulso pasó de 60 (parte .inmediatamente anterior a nuestra entrada en la cueva} a 7~, los tonos cardíacos eran n01males y los campos pulmo­nares estaban libres. La tensión arterial era de 12/7. Sus xefl.ejos pupila­res eran normales, pero presentaba tma exaltación de los reflejos patelar Y bicipital. Como aquejaba cierto grado de debilidad muscular le acon-

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566 ANALES. SECCIÓN ~IE:OICINA

sejamos gimnasia sueca y le prescribimos un preparado a base de Ace­til-glutarnina, Citmlina, Ac. Aspártico y Aspartato Mg-K.

Se le extrajeron 20 c. c. de sangre para análisis que resultó normal excepto una discreta hiperpotasemia (6,9 Meq/ 1) debida a probable hemolisis y una franca linfocitosis (70 %) con marcada neutropenia (27 %). Se barajaron diversas hipótesis para explicar tal anomalia, la más plau­sible nos pareció ser la del Dr. MASDEIJ, analista especializado en reco­nocimientos a deportistas, según él un esfuerzo violento y poco prolon­gado (como una caJTera de velocidad en atletas, ciclistas o nadadores) puede provocar una franca neutrope1úa. Revisando el dialio de Reyes comprobamos que los días anteriores al análisis había sufrido una ente­rocolitis y, además, animado por el hallazgo de cerámicas prehistó1icas había excavado un gran hoyo, tales excavaciones las hacía de manera de­sordenada y con rapidez desconcertante en algunos momentos. Ambos factores esfuerzo violento y diarrea podían explicar la alteración.

Decidimos realizar una segunda revisión con análisis a los 15 días. Temiendo una baja de defensas le inyectamos 500mg. de Gama Globulina y le prescribimos un preparado de Lisozima y Ampicilina, con ello nos basábamos en los trabajos de Kosmolinsky, quien en el<:periencias simi­lares observó un descenso de la actividad lisozímica al mes de perma­nencia en una cosmonave simulada. La revisión clínica fue totalmente satisfactoria y el recuento mostró una recuperación de los neub·ófilos, persistiendo cierta linfocitosis.

En el primer reconocimiento estuvimos, sin reloj, una hora junto al espeleólogo y coincidimos en apreciar el tiempo transcurlido como de sólo media hora (-50%). En el segundo estuvimos hora y media, Reyes calculó tres cuartos de hora y nosotros una hora. En cambio, al pedirle que delimitara un minuto lo hizo en 68 segundos (desviación + 11,3 %).

Creemos interesante destacar que los días siguientes a nuestras visi­tas en la cueva, interrumpiendo brevemente su soledad, presentó fuertes despresiones nerviosas, y la soledad se le hizo casi insoportable.

La salida tuvo lugar a los. 62 dias de permanencia en solitario, cuando él calcuJaba que sólo habían transcurlido 56, o sea que llevaba un desfase infelior al 10 %. Previamente efectuamos un reconocimiento en el interior mismo de la cueva, junto con los Dres. NIETO y PoRTA: hallamos 65 pulsaciones por minuto, tonos normales, tensión arterial de 14/ 7,5, fondo de ojo normal, reflejos pupilares normales, hiperreflexia patelar y bicipi­tal y normalidad psicomotora.

En el momento de salir a la superficie llevaba una máscara especial para protegerle del rápido paso a la luz solar (era mediodía) y para evi­tar estímulos previos capaces de alterar el examen taquistocópico que se efectuó al poco rato en Yaso, el pueblo vecino.

De regreso a Barcelona se le practicó un nuevo análisis, que resuJtó completamente normal, y pruebas de Reacciometria, que aparecieron

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OPICHAC!ÓN tr • u

C'.IIA VES-SOLENC!O

francamente aceleradas rcspcclo a las practicadas antes de la entrada en la cueva, la dinamometría, en cambio, dio unos valores muy disminuidos, llegando a provocar agotamiento e hipoglucemia (0,60 mg/ 100 ce).

En Barcelona el ruido de la ciudad se le hacía intolerable no pudien­do conciliar el sueño, y, si bien a las dos horas de salir de la cueva ya iba sin gafas protectoras notó durante vruios días una sensación molesta con cie1to grado de fotofobia, no objetivable por alteración en el reflejo pupilru· o por inyección conjuntival. Para acelerar su recuperación al ci­clo sueño/ vigilia propio de la superficie le prescribimos un preparado con diacepam asociado a vitamina B6 (mañana), fenalcina (mediodía) y prefenacina (noche), a los txes días ya estaban perfectamente adaptado sin insomnio nocturno ni somnolencia diurna.

REsuLTADos.- 1) Ritmo sueño/vigilia.- El análisis del útmo sue­ño/vigilia constituía la base fundamental de la "Operación Chaves-So­lencio". En el diagrama representativo vemos que algunas variaciones son espectaculares y la tónica ha sido cierta irregula1idad, pasando de un mínimo de lO horas (7,5 de vigilia y 2,5 de reposo) a un máximo de 45 horas (27 de vigilia y 18 de reposo). A pesar de ello el promedio re­sultó de 26 horas (15 y 11 respectivamente), con una desviación de+ 8% (-1 hora día y + 3 horas noche), o sea que a pesar de unas variacio­nes "momentáneas" importantes ha mantenido un ritmo muy próximo al que consideramos como normal.

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570 ANAU!:S . SECCIÓ:-i ;\IEDlCh'IA

Como cabía esperar la vatiac.ión ha sido a expensas de un alarga-miento en las horas de sueño, debido a la desapru:ición casi total de los t estímulos acústicos y luminosos, a la relativa inactividad y, finalmente, a e que el sueño Tepresenta, como ya señaló TrsoT, el mejo1· antídoto contra y la desaferentación social.

Cabe recordar que el alargamiento de la fase de sueño no supone ningún aumento en su profundidad; ésta ha sido más bien escasa como t

demuestran las frecuentes pesadillas con ensueños típicos del "sueño pa- e radójico". Ello coincide con resultados análogos obtenidos por otros auto-res en pruebas de permanencia bajo condiciones de aislamiento e hipo­quinesia.

2) Consumo de cigm·rillos.- Hemos creído oportuno establecer una gráfica del consumo de cigarrillos durante la prueba, siguiendo el camino iniciado por SIFF:RE y MAITERET. Es interesante destacar que el tiempo de combustión del pitillo no proporciona orientación alguna de tipo cro­nológico. En REYEs el consumo varió en función de su estado de ánimo: a más nerviosismo mayor consumo; oscilando éste en torno al promedio de once cígarl'illos diarios que era habitual en él, y con un mínimo de 7 y un máximo de 18.

3) Pulsaciones. - La curva de la frecuencia cardíaca es poco de­mostrativa y no presenta ninguna variación respecto a lo que suele octmir en superficie: en general la frecuencia es mayor por la tarde, coin­cidiendo con la fase de mayor actividad. La curva de tarde presenta oscilaciones relativamente importantes, con mínimo de 47 pulsaciones por minuto y máximo de 95, el promedio es de 70 por minuto. La curva de la mañana aparece más estable, con mínimo de 50 y un máximo de 90, el pro· medio es de 65 por minuto.

27-20

IS

SuE:iio 11

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4) Temperatura eo1'Pórea. - La cmva de temperatura presenta clis· cretas variaciones, pero hay una persistencia de temperatmas de la ma· ñana más elevadas que las de la tarde, particularmente a pru·tir de la segunda semana.

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E~te hecho uu~ pare<.:<.: paratlóji<.:o y no se ajusta al aumtntu del IIIC­

tabolismo y de las pulsaciones durante la fase de actividad. Sin embargo, coincide con observaciones similares recogidas en la "Cava d'En Manel" y el "Graller Gran del Corralot".

No hemos logrado hallar Wla explicación satisfacto1ia a este hecho, pero creemos que la permanencia en W1 ambiente distinto al habitual crea un estado de insuficiencia suprarrenal, comprobado en esta prueba por el descenso en la eliminación de 17-hidroxicorticoides, 17-cetosteroides, nor­adrenalina y adrenalina. La hipofunción suprarrenal podria alterar los mecanismos de termorregulación, convirtiendo en cierto modo al sujeto en un "poiquilotermo" que acusa la diferencia de temperatura entre el interior de la tienda "isotérmica" utilizada para pemoctar y la propia de la cueva. En las tres pruebas mencionadas dicha diferencia alcanzaba los diez grados.

5) Análisis. -Se practicó un análisis previo antes de la prueba, dos de control en el ctuso ele la ~nisma (a las cinco y siete semanas de per­manencia) y un cuarto al .finalizar la misma. Como ya señalamos ante­Jiormentc, en el primer análisis de control en curso hallamos una alar­mante neutropc11ia (27 % de segmentados por 70% de linfocitos) )' de­cidimos repetir el análisis, comprobando una normalización en el recuento

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512 .U.:AL~;s . SECClÓ:-1 ~lEDICL'\A

(3 cayados, 35 segmentados, 59 linfocitos, 1 eosinó6lo y 2 monocitos). ~o r1

creemos que estas variaciones sean debidas a causas ligadas a la perma- q nencia en la cueva.

En orina se apreció un descenso de 17-cetosteroídes (pasando de 1 14,95 a 11,9 mg en 24 horas) y 17-hidroxicorticoides (pasando de 5,75 a b 2,5 mg/24 h); asimismo la llOntdrenalina bajÓ a 30 gammaS Y la aru·ena- SI

lina a 4 gammas. Dichos resultados reflejan un descenso en la actividad suprarrenal secundaria al "stress'' debido al aislamiento. iJ

6) Pruebas psicológicas. -a) Test oscilométrico ele Ballús. Consiste ~

en apuntar al cenn·o de una diana con una lamparilla fijada en el dedo n mediano y que proyecta un punto luminoso, y tratar de conservar el d punto en la misma situación manteniendo los ojos cerrados. Las oscila­ciones del punto luminoso quedaron dentro de los límites de la norma-lidad. ri

b) Test de Me Quarrie. Consiste en puntear y marcar círculos si- p guiendo un ritmo constante y en un tiempo determinado. El1·esultado de- b: mostró un rendimiento inferior al normal, con una mm·cada lentitud en el punteado de los círculos y dificultad en mantener el ritmo. f1

e) Test de Rorschach. La interpretación de las clásicas manchas simé· tricas de dicho test demueslra una fue1te preocupación en desCiibir la lo- s1 calización exacta de los diferentes detalles. Si bien no se observan datos r: psicopatológicos, se evidencia una gran necesidad de orientación en el te espacio y también el tiempo.

7) Pruebas de percepci6n.- a) Taquistocopia. Esta prueba consiste Vi

en proyectar en una pantalla puntes, números, letras e imágenes esque- t~

máticas o incompletas, a una velocidad de 11250 de segundo mediante un obturador similar al de las cámm·as fotográficas. La percepción formal ci o "gestáltica" es la que tiene más valor y vemos que pasa de una la puntuación de 9 antes de enn·ar en la cueva a 12 después de· la salida, h obteniendo un aumento del 30 %.

b) Reacciometría simple (manos). En las 128 respuestas a los cuatro u ciclos de 32 estímulos cometió 8 errores antes de la prueba, 3 al término d de la misma y sólo 2 al cabo de un mes. d

e) Reacciometría combinada (manos y pies). En las 128 respuestas st cometió 21 errores antes, 6 después y 4 al mes de finalizar la permanen-cia. ni

d) Estfmulos auditivos. El tiempo de re~pue.sta a los 30 estimulas au-ditivos pasó de 22 centésimas de segundo antes a un promedio de 16 des· ni

pués y 18 al cabo de un mes. e) Estímulos visuales. El tiempo de reacción pasó de 31 a 22 y 20 cen- f~

tésimas de segundo respectivamente. tt Con toda esta serie de pmebas se patentiza el aumento de la capa·

ciclad de percepción y la velocidad de reacción, aumentos secundarios a u la "sed de estímulos". En este caso se pasó de- una evidente lentitud de p

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BATTESTlNI. OPERACIÓN "cHAVES-SOLENCIO" 573

respuesta a unas reacciones francamente rápidas. Es curioso comprobar que al mes de finalizada la prueba persistía la mejoría reacciométrica.

8) Ergornetría.- Antes de iniciar la pe1manencia la ergometría dio 126 pulsaciones a 100 W, 156 a 150 W y 192 a 200 W, terminada la prue­ba pasó a 132 pulsaciones a los 100 W y 162 a los 150 W, no pudiendo soportar el ritmo de pedaleo a los 200 W.

Creemos que esta franca disminución en los valores ergométricos es imputable y demuestra la atrofia musculm· secundaria a la hipoquinesia. ÉSta viene explicada por las reducidas dimensiones de la galería termi­nal de la Cueva de Chaves y por la limitación progresiva de la actividad, debida a fatiga psíquica a medida que transcurrían los días de estancia.

CoNCLUSIONES. -1.0) Las cavidades naturaJes, perfectamente insono­rizadas y aisladas del J·itmo cosrnoclimático, constituyen un lugar ideal para llevar a cabo pruebas de permanencia destinadas al estudio del ritmo biológico.

2.0) En condiciones de aislamiento cosmoclimático se evidencia la

función del "reloj fisiológico" constituido por sincronizadores endógenos. 3.0

) La "desaferentación sensorial" o falta de sensaciones audiovi­suales provoca una auténtica "sed de estímulos", objetivable por la mayor rapidez de respuesta y captación en las pmebas de reacciometJ-ía y taquis­toscopia.

4.0) La "desaferentación social" o falta de comunicación humana pro­

voca sintomatología angustiosa y obsesiva por baja del nivel de conciencia, también provoca irritabilidad e inestabilidad psiquica.

5.0) La hipoquinesia secundaria a la falta de ejercicio en una estan­

cia de dimensiones reducidas llega a producir atrofia muscular, similar a la que presentan los cosmonautas y objetivable por la dinamometría. No ha podido apreciarse decalcificación.

6.0) En el ritmo sueño/actividad, apreciamos que la intensidad de

una fase determina la intensidad de la fase sucesiva, y si bien la fase de sueño se alarga por la oscuridad relativa, su profundidad se ve disminuida al no haber una actividad intensa. La escasa profundidad del sueño puede ser la causa de las pesadil1as.

7.0) Estas pruebas de pCJmanencia en condiciones de aislmnieuto

no resultan peligrosas para ]a integridad física o psiquica. 8.0

) Para realizarlas no se precisa contar con superdotados, un sujeto normal que no sufra claustrofobia puede llevarlas a cabo.

9. 0 ) Con gmpos de tres sujetos de experimentación se vence la "desa­ferentación sócial" y se superau los problemas de convivencia que plan­tearía un equipo de sólo dos.

10.0 ) La terapéutica ocupacional, representada por un programa de trabajo intenso, e incluso llegando al cansancio, disminuye los trastomos por hipoquinesia y puede aumentar la profundidad de la fase de sueño,

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5i4 A:-:Al.ES. ~F.CCiÓX ~lEDICL'IA

apatte de atenuar las consecuencias de las desaferentaciones social y sen­sorial.

ll.D) Durante la pe1manencia los primeros días son de desorientación y la primera semana de adaptación; pasada ésta el rendimiento psicomo­tor alcanza los niveles normales, anteriores a la prueba, luego va dismi­nuyendo paulatinamente, hacia los treinta días el descenso es más marca- ¡ do, pero al mes y medio vuelve a estabilizarse a niveles inferiores a los normales.

12.0 ) Una vez terminada la pmeba de pe1manencia la readaptación total se alcariZa en menos de una semana: el <Üntel de estímulos sonoros vuelve a elevarse hacia el tercer día, la fotofobi~ desaparece hacia el se­gundo pero persisten molestias oculares vagas y el ritmo sueño/vigilia propio de la superficie se alcanza entre el tercero y el quinto día.

BIBLIOGRAFIA

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Sesión clel clía 26 de mayo ele 1971

AR.MONtA EN EL ESPACIO

Letra: ~L· DoLORES TURf;CM:o YrLA. Música: Ar.sr:tno Nn:To LÓPEZ

(Tema audiovisual)

El tema que vamos a tratar "Armonía en el espacio", es como Uil

saludo poético al firmamento. · f Se lo dedicamos con todo respeto y afecto al·profesor Dr. D . .ADoLFO

AzoY, quien a través de todas las sesiones que ha presidido, puso unas r frases hellas, que hicieron todavía más agradables todas aquellas confe­rcucias.