barbosa - técnica y valor de la filosofía de saint-simon

13
TÉCNICA Y VALOR, DE LA FILOSOFÍA DE SAINT-SIMON A LA DE OCDE Conferencia pronunciada por la Dra. Susana Raquel Barbosa en la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, en la sesión pública del 3 de diciembre de 2010

Upload: angelina-oyarzun

Post on 22-Oct-2015

8 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

Page 1: Barbosa - Técnica y valor de la filosofía de Saint-Simon

TÉCNICA Y VALOR, DE LA FILOSOFÍADE SAINT-SIMON A LA DE OCDE

Conferencia pronunciada por la Dra. Susana Raquel Barbosaen la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires,

en la sesión pública del 3 de diciembre de 2010

Page 2: Barbosa - Técnica y valor de la filosofía de Saint-Simon
Page 3: Barbosa - Técnica y valor de la filosofía de Saint-Simon

3

TÉCNICA Y VALOR, DE LA FILOSOFÍADE SAINT-SIMON A LA DE OCDE

SUSANA RAQUEL BARBOSA

En primer lugar planteo el tema del valor en el canon filosóficoy lo relaciono con el de la técnica para pasar posteriormente a seg-mentos de la filosofía de Saint-Simon a fin de mostrar cierta funciónpredictiva sobre de la sociedad tecnológico-industrial y el grado en elque frente a la técnica, como parte inseparable de la industria, Saint-Simon asume una postura valorativa no neutral. El modo saintsimo-niano eutécnico de priorizar la industria pasa a integrar la concienciaposterior del posestado-nación altamente desarrollado y rige comobase del catecismo industrial de la posguerra en organismos como laOCDE.

Aunque parece surgir la paradoja de que la posición valorativano neutral frente a la técnica en Saint-Simon se trastoca en su con-trario, en verdad la conciencia mencionada pretendió alejarse cadavez más de la valoración positiva por la que apostara Saint-Simon,y haciendo gala de una asepsia que no tuvo, pretendió encubrir unproyecto tan ideológico-político como el que asumiera Herbert Mar-cuse en los años sesenta.

El valor

El tema del valor puede comenzar con el idealismo absoluto1 yaque es a partir de una de sus tres tesis donde se puede fijar el comien-zo del valor como problema filosófico. La expresión idealismo en elámbito de la filosofía se refiere a una posición gnoseológica y en lafilosofía posidealista se ajusta al significado de idealismo absoluto,o sea, a los sistemas de Fichte, Schelling y Hegel. Las características

1 Herbert Schnädelbach, Filosofía en Alemania 1831-1933 (Philosophy inGermany 1931-1933), trad. Pepa Linares, Cátedra, Madrid, 1991.

Page 4: Barbosa - Técnica y valor de la filosofía de Saint-Simon

4

del idealismo absoluto se pueden condensar en tres tesis postuladaspor sus seguidores. Ellas son, siguiendo a Hegel, la unidad de pen-samiento y ser en el absoluto, la unidad de verdad, bien y belleza enel absoluto y la ciencia del absoluto como sistema filosófico.

a- El idealismo absoluto no niega que ser y pensar sean cosasdiferentes; concibe su unidad como una dialéctica o como ‘‘laidentidad de la identidad y la no-identidad’’ (Ciencia de laLógica) pero afirma que ella sólo es inteligible en el contex-to del absoluto.

b- El idealismo absoluto de Hegel en tanto filosofía de la ideaabsoluta admite la unidad de ser y pensar, de realidad y ra-zón, de objetividad y subjetividad así como admite la uniónde verdad, bien y belleza. En este sentido el idealismo abso-luto es una restitución de la máxima escolástica ens et verumet bonum convertuntur. Hegel identifica lo verdadero comoidea teórica y el bien como idea práctica, que considera entránsito a la idea absoluta. La tesis de la unidad de verdad ybien en la idea absoluta tiene una consecuencia secundaria:podemos comprender lo que aprehendemos en calidad de ver-dadero como siendo algo también significativo; aquí compren-der es una aprehensión de motivos y determinaciones (no unainterpretación en sentido hermenéutico). La verdad como elbien es a la vez lo inteligible y lo significativo. Así como paraHegel esta afinidad equivale a la relación entre razón objeti-va y razón subjetivo-cognitiva así para el canon filosóficohermenéutico posterior se asume como el ‘‘comprender’’.

c- Una filosofía que se coloca en el centro de la unidad absolu-ta de ser y pensar, objeto y sujeto, verdad y bien debe presen-tar su saber como una totalidad absoluta y, para seguirsiendo científica ha de tener carácter de sistema. Como ‘‘unafilosofía sin sistema no puede ser científica’’ la filosofíahegeliana exige la presentación de todo saber dentro de unsistema absoluto y racionalmente inteligible. Por ello laspartes del sistema se distribuyen así: la filosofía de la natu-raleza y la filosofía del espíritu han de integrar su saber enlas ciencias particulares y la filosofía del espíritu es el cono-cimiento científico de la realidad.

El concepto de valor parece haber perdido peso filosófico en lasdiscusiones institucionales de la filosofía académica. El planteo deuna teoría de tipo valorativa puede ser sospechado de defender vie-jas ideologías, ya ligadas a los valores eternos, ya emparentadas con

Page 5: Barbosa - Técnica y valor de la filosofía de Saint-Simon

5

la economía política del siglo XIX. Sin embargo no hace tanto quepara los círculos neokantianos de la escuela de Baden la filosofía erauna filosofía de los valores y así la definieron pretendiendo incluirtodos los campos del valor, la economía, la cultura, la ética y dotar-los de un fundamento, la identidad de la verdad con el valor.

Retomo el tema del idealismo absoluto en la tesis de la identidadde verdad (conocimiento verdadero del ser) y bien en el absoluto, tesisque reinstaurara el ens et bonum escolástico que la filosofía kantianacon la dicotomía ser-deber ser parecía haber desterrado. ¿Qué conse-cuencias instaló la separación de la verdad y el bien? La respuesta,en palabras Helmut Kuhn, también nos proporciona los motivos porlos que el tema del valor conoció su apogeo. Cuando el conceptometafísico de ser ‘‘se desintegró, los elementos constitutivos del biense dividieron y el concepto perdió su status general. En parte se re-fugió en la ética, como disciplina autónoma y, en parte, pasó al len-guaje, perdiendo su uso poético y práctico. Era inevitable buscar otrotérmino, y se encontró en la economía política: la palabra ‘valor’ vinoa ser el caput mortuum de lo que alguna vez fue un concepto vivo.Apartado del ser, ontológicamente eliminado, el bien perdió la exis-tencia que le reconocían los platónicos. En vez de existencia, tuvo‘valor’ (Geltend), como lo tienen el dólar o el marco, cuando decimosque están valorados (gelten) en tanto o en cuanto. Así fue como elconcepto de valor alcanzó, durante un breve espacio de tiempo, pres-tigio filosófico’’2.

El tema del valor en la filosofía de los siglos XIX y XX tuvo cier-to desarrollo y se extiende desde Hermann Lotze que aportó unainterpretación nueva del idealismo en clave de teoría de los valores,pasando por Max Scheler y Nicolai Hartmann que propusieron unafenomenología del valor, hasta la escuela del suroeste alemán conWindelband y Rickert como sus representantes más destacados. Esprecisamente esta última expresión lo que me interesa porque es sufilosofía trascendental del valor lo que liga a estos autores con undiscípulo célebre, Max Weber.

Resumo: con lo expuesto hasta aquí quise plantear el problemadel valor como uno necesariamente posidealista y posidelismo abso-luto, precisamente a partir de la separación de bien y verdad. ParaWeber existe una escisión entre ciencia y la orientación de valor y laescisión es insalvable porque las diferentes dimensiones de valor en

2 H. Kuhn, ‘‘Das Gute’’, en Krings et al. (eds.), Handbuch philosophischerGrundbegriffe, Munich, 1973.

Page 6: Barbosa - Técnica y valor de la filosofía de Saint-Simon

6

el mundo entablan una tensión inconciliable. El desencantamientodel mundo es un proceso de des-racionalización. La ciencia, en unmundo desencantado (ajenizado respecto del racionalismo) no escapaz de arbitrar la elección por un valor postergando otros. Por elloes necesario liberar a la ciencia de la exigencia de valores, por ello eslegítimo que la ciencia esté libre de valores. En las Conferencias enMunich de 1918, Weber afirmaba que ‘‘Los numerosos dioses anti-guos, desencadenados y en la forma de fuerzas impersonales, se le-vantan de sus tumbas, se afanan por gobernar nuestras vidas y, denuevo, comienzan su eterno enfrentamiento’’.

Técnica y valor

Para hablar de la relación que el valor establece con la técnicaretomo el tema de mi exposición anterior, la polémica que HerbertMarcuse establece con Max Weber. Cuando Marcuse3 interpreta aWeber le interesa aislar el tema de la racionalidad ya que es ésta ensu versión occidental y en su aspecto técnico-formal y de neutralidadvalorativa, la que rige la concatenación ‘‘fatal’’ de la industrialización,el capitalismo y la conservación de la identidad nacional, y es respon-sable no sólo de la irracionalidad presente en la administración bu-rocrática de la sociedad cuanto de la sumisión con que se condujerapor una calle de mano única millones de hombres al ‘‘aniquilamien-to planificado’’.

En el análisis que hace Weber del capitalismo industrial Marcu-se encuentra objetable su teoría de no valoración intrínseca [libertadintrínseca de valores en ciencia y técnica] por cuanto ella exime a laciencia y a la técnica de aceptación de valoraciones, que tienen suorigen fuera de la ciencia (Marcuse, 1970: 118).

El plus de Marcuse es considerar que la razón pseudo-formal(porque no es avalorativa ya que apuesta por los valores y fines delcapitalismo) es ideológica. El progreso científico-técnico en Marcu-se ha asumido el rol de la ideología: el dominio sobre la naturalezay el dominio sobre los hombres es producto del cálculo. Y no son agre-gados al dominio sino constituyentes de lo técnico. ‘‘La finalidad del

3 Herbert Marcuse, ‘‘Industrialización y capitalismo en la obra de Max Weber’’(1964) (‘‘Industrialisierung und Kapitalism’’), en Herbert Marcuse, Ética de la Re-volución (Kultur und Gesellschaft, 2 1965), trad. A. Álvarez Remón, Taurus, Madrid,1970: 117-140.

Page 7: Barbosa - Técnica y valor de la filosofía de Saint-Simon

7

dominio es material y como tal pertenece a la forma misma de larazón técnica’’ (Marcuse, 1970: 138).

Weber se apuró a identificar razón técnica con razón burguesay creyó que la razón técnica era la que instalaba la jaula de hierro.No vio que la razón técnica es razón de dominación. No vio que aque-lla razón técnica podía contener el germen de su reversión. Acerca delcómo es posible ese trastocamiento es la deuda que Marcuse tienehacia nosotros.

Técnica y valor en la filosofía saintsimoniana

La filosofía de Saint-Simon se puede interpretar en clave pers-pectiva y proyectiva del decurso de ulteriores modos sociales de viday cultura. Herbert Marcuse4 ha interpretado su teoría en paralelo conla de Hegel: ‘‘Saint-Simon, como Hegel, comienza con la aseveraciónde que el orden social engendrado por la Revolución francesa demos-traba que la humanidad había alcanzado la etapa adulta. A diferen-cia de Hegel, sin embargo, describía esta etapa primeramente entérminos económicos; el proceso industrial constituía el único factorintegrador en el nuevo orden social. Como Hegel, Saint-Simon esta-ba también convencido de que este nuevo orden contenía la reconci-liación de la idea y de la realidad’’.

Vale decir que hay un punto inicial compartido por ambos y hayuna diferenciación por el tono enfático de la descriptiva saintsimonia-na que para Marcuse es económico. Pero desde una relectura de tex-tos representativos de Saint-Simon la interpretación de Marcuseparece quedar corta. La certeza, por ejemplo, de Ghita Ionescu debarajar su legado en clave política se basa no sólo en su transforma-ción del adjetivo francés ‘industrial’ en el sustantivo l’industriel/ lesindustriels y en acuñar la expresión industrialismo como nombrebajo el cual deseaba difundir su doctrina sino también en que Saint-Simon es uno de los primeros en hablar de ‘ciencia política’ ’’5.

Por otro lado fue el mismo Saint-Simon quien ‘‘dio prioridad endos aspectos al contenido político de su doctrina. Primero, creía quesu tarea principal era encontrar la organización política apropiada a

4 Herbert Marcuse, Razón y revolución (Reason and Revolution) trad. J. Fom-bona de Sucre, Madrid, Alianza, 1993: 321-330; cita: 321-2.

5 Ghita Ionescu, El pensamiento político de Saint-Simon (The Political Thoughtof Saint-Simon 1976), trad. Carlos Melchor y L. Rodríguez Regueira, 2a. ed., Méxi-co, FCE, 2005: 18.

Page 8: Barbosa - Técnica y valor de la filosofía de Saint-Simon

8

la sociedad transformada. Segundo, el centro conceptual de su razo-namiento se encuentra en el ámbito político, en la teoría general (eco-nómica, sociológica y política) de la sociedad industrial’’ (Ionescu,2005:19).

¿Qué entiende por industria Saint-Simon? En La industria, de1817, afirma: ‘‘Al decir industria, todos saben perfectamente que ha-blamos de algunas de las más importantes empresas que, impulsa-das por el sentimiento del interés general, realizan personalmentesacrificios que consideran útiles al bien común (…). La industria noes más que un único y vasto cuerpo cuyos miembros están interrela-cionados y son solidarios entre sí; el bien y el mal de cada una de laspartes afectan a todas las demás; no hay más que un interés, unanecesidad, una vida’’6.

Así como años antes en Carta de un ciudadano de Ginebra asus contemporáneos7 de 1803 Saint-Simon había ponderado al ge-nio y al sabio como los que ocupaban el primer lugar en esta socie-dad cuyas fuerzas de cambio dejaban atrás el orden feudal, así en1817 ubica en aquel lugar a la industria y a los industriales. Has-ta la caída de Napoleón en 1814 los escritos de Saint-Simon asumenel tono predominante de la conciencia desgarrada que se apoderódel espíritu europeo con el torbellino de las guerras, por un lado lacerteza de irrecuperabilidad de lo viejo y por otro la errancia de lasdimensiones social, política, moral y económica. En este complejosuelo teórico y práctico Saint-Simon se desencanta crecientementede los científicos y los académicos por su dependencia respecto delorden vigente.

‘‘Observad el camino recorrido por el espíritu académico; veréiscómo ha sido orgulloso y rastrero y con qué habilidad ha reprimi-do los debates que hubieran podido ilustrar a la humanidad, tan-tas veces como podían perjudicar su propia existencia. Esta actitudproviene de dos causas; una, que los académicos son vitalicios; otra,que están bajo la dependencia del gobierno’’. Y más adelante su tri-buto ilustrado al sabio, a quien define como ‘‘un hombre que prevé;es a través de la razón como la ciencia proporciona los medios de

6 Claude-Henri Saint-Simon, La industria (L’Industrie, 1817), publicación pe-riódica en la que colabora uno de sus secretarios, A. Thierry; en G. Ionescu, El pen-samiento político de Saint-Simon (The Political Thought of Saint-Simon 1976), trad.Carlos Melchor y L. Rodríguez Regueira, 2a. ed., México, FCE, 2005: 133-156; cita:138 [Industria].

7 Claude-Henri Saint-Simon, Carta de un ciudadano de Ginebra a sus contem-poráneos (1803), en G. Ionescu, 2005: 89-110; cita: 92 [Carta].

Page 9: Barbosa - Técnica y valor de la filosofía de Saint-Simon

9

predecir lo que es útil, y por ello los sabios son superiores a todos loshombres’’ (Carta: 103). Por otra parte es el grupo de los sabios el quepuede ‘‘predecir más cosas’’ y sólo adquiere la reputación de sabiopor las verificaciones de sus predicciones (Carta: 104). Predicción,previsión, verificación: es sabido que Saint-Simon se refiere a laciencia natural positiva y es la estructura de ésta la que intentacolocar como base de la política.

En De la reorganización de la sociedad europea (1814: 118) dice:Todas las ciencias ‘‘no son más que una serie de problemas a re-

solver, cuestiones a examinar (...). Así, pues, el método que a algunasde ellas se aplica debe convenir a todas (…). Más aún, de la aplica-ción de este método extrae toda ciencia su certidumbre; por ello llegaa ser positiva y deja de ser una ciencia de conjeturas’’. ‘‘El método delas ciencias de la observación debe ser aplicado a la política; el razo-namiento y la experiencia son los elementos de este método’’.

Pero lo que nos interesa es Saint-Simon como el filósofo del nue-vo orden industrial. En el Catecismo de los industriales publicadoentre 1823 y 1826 delimita el alcance del término industrial8: ‘‘Quées un industrial? Un industrial es un hombre que trabaja en produ-cir o en poner al alcance de la mano de los diferentes miembros de lasociedad uno o varios medios materiales de satisfacer sus necesida-des, o sus gustos; un aperador, un herrero, un cerrajero, un carpin-tero, son industriales; un fabricante de zapatos, de sombreros, depaños, de telas, de casimires, es igualmente un industrial; un nego-ciante, un carretero, un marino mercante, son industriales. Todosestos industriales reunidos… forman tres grandes clases que llama-mos de los cultivadores, de los fabricantes y de los negociantes’’. ‘‘Laclase industrial debe ocupar el primer rango pues es la más impor-tante de todas; porque puede prescindir de las otras, mientras queninguna de las otras puede prescindir de ella; porque subsiste por suspropias fuerzas, mediante sus trabajos personales’’.

Tengamos en cuenta ante todo que las características del produc-to de la morfogénesis sociocultural operada por las fuerzas de cam-bio de las revoluciones americana y francesa eran todavía difusas. Eladvenimiento de la sociedad industrial promueve al menos dos aspec-tos específicos, la transición de la manufactura a la producción indus-trial, y la aplicación del conocimiento teórico y técnico a un cúmulode fenómenos de la vida industrial.

8 Claude-Henri Saint-Simon, Catecismo de los industriales, en G. Ionescu, 2005:245-274; cita: 245-ss.

Page 10: Barbosa - Técnica y valor de la filosofía de Saint-Simon

10

Si bien la expresión sociedad tecnológico-industrial se refiereespecíficamente a las características de la sociedad industrial desa-rrollada en la postguerra Saint-Simon tempranamente advierte suorganización política. Afirma Ionescu: ‘‘Saint-Simon estudió el naci-miento de la sociedad tecnológico-industrial como un todo funcional-mente interdependiente e interrelacionado, o como un sistema deorganización social…La nueva amalgama de valores e intereses quepercibió, en el momento histórico en que la sociedad feudal estabadesapareciendo, era un ‘sistema’ nuevo e independiente de una socie-dad tecnológico-industrial’’9. Y agrega más adelante que ‘‘indepen-dientemente de los méritos relativos y de la importancia de sus obras,lo que Maquiavelo y Saint-Simon tienen en común es que ambos pro-yectaron anticipadamente modelos políticos de sociedades futuras:por ejemplo, Maquiavelo vaticinó la política de la era del estado-na-ción, y Saint-Simon la de la era posestado-nación, o de la sociedadtecnológico-industrial. Maquiavelo enseñó la forma de utilizar elpoder en la nueva política; Saint-Simon, la forma de utilizar la polí-tica en cuanto el poder deja de ser suficiente’’ (ib.).

Me detengo en esta última afirmación del crítico ‘‘la forma deutilizar la política en cuanto el poder deja de ser suficiente’’ con lo queentro al tema de la organización política en uno de sus aspectos,como técnica de lo político en una sociedad con predominio de disper-sión del poder. Saint-Simon avizora el hecho de que una configura-ción nueva de las formas sociales y culturales, necesariamente dejaatrás la idea de poder feudal y lo expresa en la forma negativa comouna política sin poder modelada luego en la ‘‘política de las capa-cidades’’. Como el poder político se neutraliza por su propia disper-sión, Saint-Simon propone una situación de a-poder en la sociedadindustrial; la tradición crítica muchas veces malinterpretó esto comola desaparición del estado cuando de lo que hablaba era de la desa-parición del gobierno para dar paso a una administración de las co-sas.

La posición relativa al valor de la técnica, parte inseparable dela industria y del complejo industrial posterior, en los textos de Saint-Simon parece favorecer la balanza del lado de la equiparación detécnica e industria con el mejor de los bienes. ‘‘El saint-simonismo,el fourierismo y el owenismo eran sistemas eudemónicos basados en

9 G. Ionescu, El pensamiento político de Saint-Simon (The Political Thought ofSaint-Simon 1976), trad. Carlos Melchor y L. Rodríguez Regueira, 2a. ed., México,FCE, 2005: 149.

Page 11: Barbosa - Técnica y valor de la filosofía de Saint-Simon

11

la autorrealización de los individuos dentro de un estado de comuni-dad10 y en el complejo de fines, la industria y el sistema industrial sonlos que más se avienen a contribuir a la armonía comunitaria desdeel ejercicio de la capacidad más propia de cada cual. En este senti-do la apuesta del francés por la técnica no se sitúa más allá de todovalor sino en un terreno de bienes y fines. El modo saint-simonianoeutécnico de priorizar la industria pasa a integrar la ulterior concien-cia del posestado-nación altamente desarrollado y rige como base delcatecismo industrial de la posguerra en organismos como la OCDE.

La idea de técnica en la OCDE y en organismosde promoción científico-técnica del siglo XXI

En una carta del 17 de noviembre de 1944 el presidente Roose-velt solicitó a Vannevar Bush11 la formulación de recomendacionessobre algunos puntos referidos a la difusión de las contribuciones delconocimiento científico durante el esfuerzo bélico, a la organizaciónde programas en medicina, a la tarea de gobierno para apoyar acti-vidades de investigación y a estrategias para desarrollar el talentocientífico de la juventud norteamericana. El resultado fue el InformeBush publicado en 1945.

Luego de la segunda gran guerra los países industrializadosimpulsaron el desarrollo de sus recursos científicos y técnicos yaumentaron cuali-cuantitativamente laboratorios, instituciones e in-vestigadores; los numerosos programas de investigación que comen-zaron a implementarse se basaban en el Informe Bush. El informe sibien aportó la idea de que la investigación básica es esencial para queel estado moderno alcance objetivos nacionales, como advierte Jean-Jacques Salomon, el informe también instaló la idea de que el saberproducido por la investigación básica sigue una trayectoria lineal queva de la investigación básica al desarrollo y de allí a la innovación;este saber parece alimentar un stock de conocimiento dentro de lacual basta buscar para obtener.

El contenido del informe funcionó bien en el contexto de la gue-rra fría alentando la aparición de políticas de ciencia y tecnología.

10 Frank Manuel y Fritzie Manuel, El pensamiento utópico en el mundo occi-dental, trad. B. Moreno Carrillo, Taurus, Madrid, 1981, 3 vols.; I vol.: 78.

11 Vannevar Bush, ‘‘Ciencia, la frontera sin fin. Un informe al presidente, ju-lio de 1945’’, en Redes 14, Revista de Estudios Sociales de la Ciencia, UniversidadNacional de Quilmes, Buenos Aires, 1999: 89-156.

Page 12: Barbosa - Técnica y valor de la filosofía de Saint-Simon

12

‘‘Como el modelo sugería que los beneficios sociales obtenidos de laciencia son proporcionales al sostén que se le ofrece a la investigaciónbásica, el estímulo de la confrontación entre los dos bloques y las ame-nazas de una guerra atómica contribuyeron a difundir la idea de quetodo aquello que es bueno para la ciencia es bueno para la sociedad’’(ib.). Si bien ello es cierto en parte, ‘‘no está establecido que los cono-cimientos que la sociedad necesita en un momento determinado esténdisponibles precisamente en ese momento. Ni que aquellos que seencuentran disponibles respondan a necesidades importantes’’ (ib.).

Como quiera que sea el tema de la técnica y de la ciencia en lacomposición industrializada de la sociedad de posguerra se valorócomo medio objetivado de desarrollo y pretendió mantenerse ajenoa todo ideario político o ideológico. Pero el estado-nación no es unconcepto abstracto de las ciencias sociales sino la realidad efectiva deuna serie de países ricos que usan la inversión científica principal-mente para el mantenimiento defensivo militar del poder político yeconómico. La misma pretendida ajenidad y neutralidad valorativafrente a la técnica persiste en la OCDE12, nacida al abrigo del boomdel crecimiento postbélico y a partir de la convergencia de los nive-les de producción de los países altamente industrializados. Como laOCDE en forma permanente emite informes sobre ciencia y tecnolo-gía y fija los patterns del qué, el cómo y el para qué del desarrolloindustrial para los países no desarrollados, al Conosur sólo le cabeesperar mandatos para recién emprender políticas de la técnica.

Conclusiones

Es indudable el aporte de Saint-Simon a las teorías política ysocial y a la teoría filosófica de la técnica. La distorsión a la que suteoría primigenia se ajustara en manos de los saintsimonistas per-tenece a la saga de un proyecto abierto, apenas formulado teórica-mente por su iniciador. La parte oscura de esta dinámica es lainseparabilidad del legado de Saint-Simon con la doctrina de difusiónposterior.

Estas ideas, mezcladas, se incorporaron lentamente hasta llegara ser parte del sentido común en la representación vulgar de la idea

12 La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico es una or-ganización de cooperación internacional compuesta por los estados más avanzadosdel planeta y conocida como el club de países ricos; fue fundada el 14 de diciembrede 1960 con sede central en París, Francia.

Page 13: Barbosa - Técnica y valor de la filosofía de Saint-Simon

13

de técnica, idea que, presente en la conciencia del industrialismodesarrollado de la posguerra europea, pretendió alejarse cada vezmás de la valoración positiva por la que apostara Saint-Simon, pre-tendió tener una asepsia que no tuvo, pretendió encubrir un proyectotan ideológico-político como el que denunciara Marcuse en los añossesenta.

La idea de una linealidad en el trayecto del desarrollo de la téc-nica y la ciencia que instalara el informe Bush parece mostrar lasuperfluidad de los expertos. Acaso otro hubiera sido el resultado delinforme en manos de equipos de cientistas y filósofos sociales fami-liarizados con la lección de Saint-Simon. Hacía más de un siglo éstehabía señalado una clara dependencia de la ciencia respecto de latécnica lo cual ya hablaba a las claras de una trayectoria no lineal desu desarrollo.

CONSEJO NACIONAL DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Y TÉCNICAS

INSTITUTO DE DERECHO PÚBLICO, CIENCIA POLÍTICA Y SOCIOLOGÍA