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Página | 1 ORIENTACIONES PARA DIRECTIVOS Año 2 - Jornadas Bloque III LOS PRINCIPALES DESAFÍOS DE LOS NIVELES DEL SISTEMA EDUCATIVO Les damos la bienvenida al Bloque III “Los principales desafíos de los niveles educativos”. Es conocido y reconocido el trabajo que cada uno de ustedes está llevando adelante para que el Programa Nuestra Escuela tenga un lugar en la historia de la política educativa de nuestro país. Las experiencias recogidas durante el primer año nos muestran que -contra algunos pronósticos- nuestra escuela no está quieta ni conforme, sino que continúa creciendo en aprendizajes y saberes construidos colectivamente para mejorar las realidades educativas. Muestra de ello han sido las primeras sistematizaciones de los procesos de evaluación institucional formativa y participativa iniciados en cada rincón de la Argentina. En los bloques anteriores hemos trabajado el lugar que cada institución educativa debe asumir en términos de su obligación y responsabilidad en el desarrollo y la conducción del proyecto educativo de su escuela de acuerdo con las normativas vigentes en Argentina para garantizar el derecho a la educación. Fuimos analizando el posicionamiento de directores/as y equipos de conducción en este contexto con las implicancias y tensiones que trae aparejado asumirnos como agentes del Estado. Analizamos, junto con los/as docentes, en las jornadas institucionales realizadas, que la participación activa y organizada resulta necesaria para fortalecer la tarea educativa que se requiere para torcer "aquellos destinos" que parecen establecidos de antemano. Convencernos de que podemos cambiar el rumbo hacia horizontes con mayor justicia educativa es parte central de la tarea en el recorrido que estamos transitando. Analizamos la necesidad imperiosa de que las escuelas se sepan capaces de protagonizar las transformaciones que ellas mismas evalúan como necesarias. Mirar, reflexionar y actuar para mejorar las prácticas educativas en cada una de nuestras escuelas es la tarea para la cual nos estamos formando junto con nuestros colegas. El lugar clave que los/las directivos van asumiendo en este proceso para impulsar, favorecer y facilitar el mejor proyecto posible que cada equipo en cada escuela pueda llevar adelante, en diálogo con la comunidad se configura cada vez con mayor claridad. Es importante destacar que durante todo el recorrido iremos recuperando el trabajo iniciado de organización, sistematización, análisis y uso de la información disponible en las

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ORIENTACIONES PARA DIRECTIVOS Año 2 - Jornadas Bloque III

LOS PRINCIPALES DESAFÍOS DE LOS NIVELES DEL SISTEMA EDUCATIVO

Les damos la bienvenida al Bloque III “Los principales desafíos de los niveles educativos”.

Es conocido y reconocido el trabajo que cada uno de ustedes está llevando adelante para

que el Programa Nuestra Escuela tenga un lugar en la historia de la política educativa de

nuestro país.

Las experiencias recogidas durante el primer año nos muestran que -contra algunos

pronósticos- nuestra escuela no está quieta ni conforme, sino que continúa creciendo en

aprendizajes y saberes construidos colectivamente para mejorar las realidades educativas.

Muestra de ello han sido las primeras sistematizaciones de los procesos de evaluación

institucional formativa y participativa iniciados en cada rincón de la Argentina.

En los bloques anteriores hemos trabajado el lugar que cada institución educativa debe

asumir en términos de su obligación y responsabilidad en el desarrollo y la conducción del

proyecto educativo de su escuela de acuerdo con las normativas vigentes en Argentina

para garantizar el derecho a la educación.

Fuimos analizando el posicionamiento de directores/as y equipos de conducción en este

contexto con las implicancias y tensiones que trae aparejado asumirnos como agentes del

Estado. Analizamos, junto con los/as docentes, en las jornadas institucionales realizadas,

que la participación activa y organizada resulta necesaria para fortalecer la tarea educativa

que se requiere para torcer "aquellos destinos" que parecen establecidos de antemano.

Convencernos de que podemos cambiar el rumbo hacia horizontes con mayor justicia

educativa es parte central de la tarea en el recorrido que estamos transitando.

Analizamos la necesidad imperiosa de que las escuelas se sepan capaces de protagonizar

las transformaciones que ellas mismas evalúan como necesarias. Mirar, reflexionar y

actuar para mejorar las prácticas educativas en cada una de nuestras escuelas es la tarea

para la cual nos estamos formando junto con nuestros colegas. El lugar clave que los/las

directivos van asumiendo en este proceso para impulsar, favorecer y facilitar el mejor

proyecto posible que cada equipo en cada escuela pueda llevar adelante, en diálogo con la

comunidad se configura cada vez con mayor claridad.

Es importante destacar que durante todo el recorrido iremos recuperando el trabajo

iniciado de organización, sistematización, análisis y uso de la información disponible en las

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escuelas como parte del proceso de evaluación institucional, formativa y participativa que -

por supuesto- no está acabado sino que será parte sustancial del recorrido de formación.

Hemos organizado las jornadas, a veces solos, a veces con otros colegas de la institución,

otras veces con los directivos de otras escuelas; otras, con ayuda del

capacitador/facilitador/acompañante/tutor. Pusimos sobre la mesa temas que nos

preocupan, que están presentes, pero que tal vez, no habíamos tenido la posibilidad de

trabajar entre todos, pensando juntos, poniendo nuestro trabajo como objeto de análisis,

interpelando nuestras prácticas educativas. Hoy, la reflexión y el análisis colectivo de

nuestras prácticas, como así también, la búsqueda de estrategias de trabajo compartidas,

se tornan parte constitutiva de nuestro trabajo cotidiano, de nuestro trabajo docente y,

gradualmente, de la cultura de nuestra escuela.

En definitiva, trabajamos en el fortalecimiento de la capacidad de las instituciones para

aprender de sus propias prácticas, para modificar aquellas que no favorecen el alcance de

las metas previstas y, en ese camino, para construir saber pedagógico y luego compartirlo

con otras escuelas y con la comunidad como ha sucedido en las primeras jornadas

interinstitucionales que se realizaron.

Estamos caminando... El Programa Nuestra Escuela puso a rodar (y lo seguirá haciendo)

materiales, orientaciones, propuestas, preguntas y se propone facilitar condiciones para

que el diálogo y el intercambio entre colegas tenga lugar: las jornadas, las reuniones que en

cada territorio y jurisdicción se organizan, los encuentros en donde los programas, las

áreas, los niveles, etc. fortalecen el trabajo conjunto, el campus virtual como espacio de

encuentro entre capacitadores, directivos y equipos de distintas escuelas.

No negamos la existencia de tensiones y conflictos que son propios del hacer; pero

sabemos que lo que se va tejiendo es una potente trama, rica en sentidos, deseos e intentos

de producir mejoras en nuestras escuelas. Ver y saber que la diversidad de ese andar es

grande y compleja nos alegra; lo que buscamos y promovemos es que cada andar sea único

y particular. Porque lo más importante es que el movimiento en las escuelas se exprese,

que esté siendo, que no se detenga y que, como buscaremos en las jornadas de este bloque,

podamos ayudar a canalizarlo de tal modo que se llene de sentido para la escuela y su

comunidad.

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Introducción al tercer y cuarto bloque del recorrido de Formación

Iniciamos el Bloque III del recorrido de formación acerca de los desafíos que tiene cada

uno de los niveles y el sistema educativo en su conjunto, en nuestro país. Temas como el

acceso, la permanencia, la obligatoriedad, la calidad de las propuestas de enseñanza, la

reorganización institucional, la continuidad de las trayectorias escolares, la articulación

entre niveles y modalidades, los temas que atraviesan la vida de las escuelas y que deben

entramar el proyecto educativo como la educación sexual integral, la convivencia escolar,

la memoria, las políticas socioeducativas, etc. son algunos de los contenidos centrales que

estructuran esta etapa del recorrido. Las resoluciones específicas para cada uno de los

niveles y modalidades del Consejo Federal de Educación serán las normativas

articuladoras de los desafíos que trabajaremos durante esta etapa.

En el Bloque IV, en complementariedad con los temas planteados en el párrafo anterior, se

profundizará el análisis sobre la centralidad de la enseñanza en cada nivel y modalidad

específica, la organización curricular para el cuidado de las trayectorias escolares,

diferentes formatos y nuevos modos de reorganización institucional como parte de la

agenda de trabajo de directivos y docentes. También, la evaluación de los aprendizajes y su

vinculación con los procesos de enseñanza.

Estos son los grandes temas que debemos abordar en las jornadas que realizaremos este

año, de las cuales una -al menos- será interinstitucional.

Nos proponemos ahora, en este tercer bloque del recorrido de formación:

Profundizar la mirada y las prácticas de evaluación de la propia institución

teniendo como horizonte poder garantizar el real ejercicio del derecho a la

educación.

Focalizar esa mirada y esas prácticas en los desafíos propuestos para el nivel

de pertenencia -inicial, primario, secundario, superior- pero sin perder de

vista las trayectorias escolares que son las que nos tienen que convocar a

fortalecer el trabajo con los otros niveles y modalidades y con la comunidad

de nuestra escuela.

Construir un Plan de trabajo para la mejora de la inclusión y la calidad

analizando y promoviendo cambios concretos que puedan redundar en

mejores condiciones institucionales y pedagógicas para el alcance de

aprendizajes significativos de chicas/os, jóvenes y adultos.

Para que este proceso alcance estos propósitos, como ya venimos sosteniendo, es

fundamental la tarea de conducción realizada por el directivo o el equipo directivo en cada

escuela, tanto en la organización de las jornadas como así también en su tarea diaria. Para

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ello tendrán a disposición en esta primera parte del año los siguientes materiales:

Agenda de Bitácora 2015 que nos permitirá recoger las

principales vivencias a lo largo de este año y nos acompañará en

el trabajo cotidiano, de la mano de personalidades emblemáticas

de la historia social, política y educativa latinoamericana.

Cuadernos de trabajo Nro.31, correspondientes al Bloque III.

En este material se desarrollan en profundidad los temas centrales

del presente bloque del recorrido formativo y estructuran los

temas que se abordan en las jornadas.

Orientaciones para Directivos - Jornadas Bloque III (es el

presente documento). Encontrarán aquí algunas ideas, pautas,

sugerencias para la planificación y desarrollo de las jornadas.

Clases (4) que corresponden al Recorrido de formación de

directivos Bloque III. Permitirán profundizar el anclaje conceptual

de los temas que abordamos en este tercer Bloque del recorrido

formativo, contribuir al fortalecimiento de la función directiva,

abrir nuevos horizontes para recrear, resignificar y transformar o

mejorar el proyecto de la propia institución. Además, a partir de

mayo podrán transitar los primeros Seminarios optativos

correspondientes al recorrido para Directivos.

Libro de normativas Nro. 4.

Presenta las diversas leyes y resoluciones del Consejo Federal de

Educación que constituyen los principales lineamientos de la

política educativa de nuestro país.

Banco de recursos digitales

Ofrece una variedad de materiales audiovisuales y bibliográficos

para planificar y utilizar en el desarrollo de las jornadas, así como

también en los espacios entre jornadas.

1 El Cuaderno de trabajo Nro. 3 será distribuido entre los participantes de las Jornadas en el marco del Programa

Nacional de Formación Permanente “Nuestra escuela”.

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1. La tarea centrada en el Plan de trabajo para la mejora de la

inclusión y la calidad a partir del proceso de evaluación

institucional

Como venimos diciendo en materiales previos, los proyectos educativos en el marco de

nuestras escuelas tienen un horizonte definido, y que tanto la Ley de Educación Nacional

26.206 como el Plan Nacional de Educación Obligatoria y Formación Docente 2012 - 2016

(Res CFE 188/12) -entre otras normativas federales y jurisdiccionales- ya explicitan con

claridad los objetivos, las líneas de acción y los logros esperados para los diferentes niveles

y modalidades del sistema educativo argentino.

Ahora bien, el gran reto para las/los directivos consiste en "traducir" los principales

desafíos de las políticas educativas en objetivos institucionales concretos y generar las

mejores estrategias para transitar el camino hacia ellos en sus propias escuelas.

Si releen el Cuaderno de Trabajo del Bloque II podrán advertir que se propone la

construcción de un "Plan de trabajo educativo para la mejora de la inclusión y la calidad".

Este plan no pretende ser más que la revisión y recreación del proyecto institucional sobre

el que la escuela ya viene trabajando. No nos referimos aquí solamente al proyecto como

aquello que está escrito, sino también al proyecto como aquello que la escuela hace

cotidianamente, a sus objetivos para el año, a las formas de concretarlos, a los modos de

trabajo que nos damos, a la organización de los tiempos, espacios y agrupamientos de la

escuela. No planteamos armar un nuevo proyecto, plan o programa de trabajo, sino revisar

los que ya tenemos y ponemos en juego todos los días, a la luz de lo transitado en el

proceso de evaluación institucional iniciado el año pasado.

Pongamos algunos ejemplos. En el caso de las escuelas de nivel secundario, puede ser

trabajado en relación con el Plan de Mejora Institucional en vínculo con IMESA. En las

escuelas primarias podría tomarse el PIIE, el proyecto de extensión de la jornada o ambos.

En el nivel superior, podrá revisarse el plan de trabajo institucional. En fin, cada escuela

podrá partir de su propia realidad expresa y/o práctica, cruzarla con la evaluación

colectiva iniciada y pensar un plan de trabajo para mejorarla y fortalecerla en función de

los objetivos que compartimos en el Cuaderno de trabajo 3.

Para dar este paso -que tenemos que habilitar en las jornadas de este año- consideramos

que el proceso de evaluación institucional, formativa y participativa es una herramienta

fundamental. Recordemos que el proceso iniciado en el Bloque II no buscaba -solamente-

desarrollar un contenido de formación o producir una serie de actividades para dar cuenta

de algún saber adquirido. El mayor anhelo fue y, sigue siendo, que los procesos de

evaluación, desde el posicionamiento trabajado, se constituyan en prácticas institucionales

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indiscutibles y que, poco a poco, se vayan convirtiendo en prácticas cotidianas del trabajo

docente.

Por esta razón decimos que la concreción de este Plan de trabajo educativo para la mejora

de la inclusión y la calidad -que será el eje vertebrador de las jornadas de este año- debe

partir de la recuperación de aquellos temas, preguntas, preocupaciones, deseos, que con

mayor frecuencia e intensidad surgieron a lo largo de las jornadas institucionales ya

realizadas. También es importante recuperar, no sólo lo surgido en las jornadas, sino

también los temas que aparecen en otras instancias del cotidiano escolar donde se

reflexiona, se dialoga y se proyecta. Porque recordemos que, sea cual sea el proyecto de la

escuela, no lo concebimos como una instancia inaugural -no se trata de empezar algo desde

cero- sino de recuperar aquello que estamos haciendo, para realizarnos nuevas preguntas,

buscar nuevos datos y explicaciones y, finalmente, probar estrategias de abordaje que

permitan alcanzar lo que nos proponemos.

Como recordarán, ya en el Bloque II, comenzamos a trabajar sobre el sentido de este Plan

para la mejora de la inclusión y la calidad en el marco de la evaluación institucional

formativa y participativa. Allí ya problematizamos el sentido de los proyectos en las

escuelas y recuperamos diferentes denominaciones y siglas que suelen utilizarse -

Proyecto Educativo Institucional/PEI, Proyecto Curricular/PC, Proyecto de Escuela/PE,

Plan de Mejora/PM, etc.- y tras ellas múltiples y diversas experiencias. Lo que nos parece

fundamental compartir aquí es la concepción que tiene este plan de trabajo para el

Programa Nuestra Escuela, ya que tiene que quedarnos claro que no es un proyecto

nuevo y tampoco es un proyecto más, este plan no es más que la revisión desde una

mirada renovada del proyecto de nuestra escuela. Ahora, el armado de este Plan de

trabajo es una propuesta que nos exige, sí, revisar nuestro proyecto escolar y analizarlo en

función de las metas y de los desafíos del nivel y/o modalidad que están vigentes en

nuestro país. Recordemos que cuando hablamos del proyecto de la escuela nos referimos a

aquello que tenemos escrito sobre lo que vamos a hacer, pero, especialmente, el proyecto

de la escuela es -y aquí nos vamos a centrar- lo que hacemos a diario y las formas en que

hacemos eso que hacemos.

Por eso, este Plan deberá integrar lo que ya hacemos, lo que aprendimos y nos tiene que

ayudar a desarrollar diversos modos de identificar aquello que nos falta, aquello que aún

no sabemos y que tenemos obligación de mejorar. También el Plan nos tiene que ayudar a

seguir pensando y construyendo otras formas posibles para llevar adelante y buscar

aquello que necesitamos lograr y/o mejorar.

La imagen de una escuela que aprende en la medida que hace, que aprende en la medida

que prueba, que se pregunta, que dialoga, que escucha, que se equivoca y además, que

puede darse cuenta cuándo y por qué se equivoca, y que en función de ello traza un plan de

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trabajo con diversas estrategias... Una escuela que aprende haciendo… Son estas las

imágenes que los invitamos a construir.

Para lograr transformaciones que se expresen en mejoras institucionales, necesariamente

tenemos que armar equipos y trabajar con otros. Se trata de conformar gradual y

sostenidamente, el colectivo de la escuela; lo que implica no sólo que nos sintamos parte de

un objetivo común, sino que seamos parte de la definición de este objetivo.

Promover una lógica de trabajo organizada y genuinamente participativa requiere clara

direccionalidad, tiempo y esfuerzo. Es un proceso que -si es nuevo en la escuela- necesita ir

construyéndose de a poco, sobre la base sólida de la confianza entre los colegas y en torno

a la tarea compartida.

Es por esto que consideramos que la evaluación institucional, formativa y participativa -tal

como la concebimos y expresamos en el bloque anterior- resulta clave para esta etapa.

Estos procesos, como veremos, no tienen fecha de vencimiento, no terminan, debieran

constituirse en tareas inherentes a las prácticas indiscutibles de las escuelas, como son las

de planificar, las de enseñar y organizar las reuniones para las familias, entre tantas otras.

En coherencia con las orientaciones del Bloque anterior y porque, como ya dijimos, esta

tarea es una continuidad del proceso iniciado, es que les sugerimos revisar los proyectos

en diálogo con los problemas trabajados haciendo foco y poniendo la mirada en: las

trayectorias escolares de las chicas y chicos, jóvenes y adultos que transitan nuestras

instituciones, nuestras prácticas pedagógicas y la organización institucional que dispone

las condiciones de enseñanza en nuestras escuelas.

2. Jornadas institucionales y espacios/tiempos de trabajo

interjornadas

Este segundo año de formación tiene previstas la realización de 7 jornadas. Cada

jurisdicción definirá el mejor modo de distribuirlas en el cronograma escolar. De cualquier

manera, generalmente, se establecen 3 o 4 para cada uno de los bloques que se desarrollan

en este segundo año de recorrido. Recordemos que, al menos, una de las 7 será

interinstitucional.

Las orientaciones, expresadas en el presente documento, no son más que eso:

orientaciones. Luego cada directora, director o equipo directivo, en diálogo con su

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capacitador/ facilitador/tutor las planificará en función del proceso en que se encuentre y

de las necesidades propias, siempre en vínculo con los contenidos establecidos por el

Programa Nuestra Escuela.

También nos parece importante expresar con claridad aquí que el desarrollo del Programa

Nuestra Escuela no se reduce a la realización de una serie de jornadas institucionales y/o

con otras escuelas. La propuesta formativa se basa, se nutre y adquiere sentido en función

del proceso de evaluación institucional ya en marcha. Además es importante organizar los

puentes entre los diferentes espacios de encuentro y de trabajo. Por ejemplo, el Plan de

trabajo a desarrollar durante esta etapa requerirá planificar acciones no sólo para realizar

durante las jornadas, sino también acciones para realizar entre jornada y jornada. O sea,

qué acciones van a ser desarrolladas, sistematizadas u observadas en particular en función

de lo que en el plan se estén proponiendo realizar. Recordemos que no deben ser

actividades ficticias, simuladas, diferentes a las tareas que tenemos que hacer en la escuela,

no son ejercicios para poner a prueba nuestros conocimientos nuevos. Son las acciones que

el equipo de la escuela, coordinado por sus directivos, se pone por delante para ser

llevadas a cabo en función de la evaluación realizada con el fin de mejorar sus propias

prácticas.

Además, el Programa se estructura y complementa con diversidad de propuestas: jornadas

institucionales e interinstitucionales, recorrido de formación virtual de directivos,

materiales de lectura, banco de recursos digitales, reuniones de trabajo junto con su

capacitador/ tutor/ facilitador/ acompañante2, reuniones entre directivos de instituciones

de distintos niveles y modalidades, acompañamiento de los supervisores, etc. Todos estos

recursos están puestos, nada más y nada menos, que al servicio de la mejora de la escuela

para que todas y todos puedan estar allí, aprendiendo.

2 Según las diversas denominaciones con la que cada jurisdicción nombra a los miembros del equipo del

Programa.

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Propuestas y sugerencias para el trabajo en las jornadas

1. El marco de las jornadas

La organización de las jornadas

Como ya saben, las jornadas se realizan poniendo a la institución en el centro de la escena.

Esto quiere decir que la tarea concreta y situada en nuestra escuela es aquella que debe

estructurar las actividades a realizar en las jornadas, por supuesto en vínculo con los temas

que el recorrido formativo propone y que el banco de recursos digitales ofrece.

Recordemos que las jornadas se realizan en el tiempo de trabajo, en servicio, en ejercicio.

Resulta entonces fundamental reunir a todo el equipo de la escuela para compartir el

espacio de formación. Espacio que cobra sentido cuando el directivo /equipo directivo lo

hace parte del trabajo institucional, le da un marco de trabajo colectivo y lo pone al servicio

de la mejora y/o el cambio de la escuela. Recordemos algunas propuestas para las escuelas

de personal único, tal como fue planteado el año anterior que, por supuesto, no anulan

ninguna de las alternativas que puedan ser generadas a partir de las prácticas que ya

vienen realizando y de las posibilidades reales de concreción. Algunas de ellas serían:

Encuentro entre colegas de distintas instituciones que se reúnen en algún

punto intermedio para poder pensar juntos desde la realidad que atraviesa

cada una de sus escuelas.

Encuentro entre el directivo/docente/personal auxiliar con las familias, las

organizaciones de la comunidad, las chicas y los chicos de la escuela.

Espacios virtuales de encuentro entre directivos de distintas instituciones,

siempre y cuando los recursos (computadora, internet) estén disponibles.

(DE ORIENTACIONES DIRECTIVOS NRO 2)

2. Las jornadas del Bloque III: Propósitos y planificación

Nos proponemos ahora, acompañarlos con algunas sugerencias para que puedan planificar

las jornadas del presente Bloque sobre los desafíos de los niveles educativos. Habrá

jornadas de carácter institucional y alguna/s será interinstitucional.

Les sugerimos que tanto directivos como docentes tomen el Cuaderno de trabajo Nro.3

como punto de partida, dado que este material será la base del trabajo compartido.

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Cuestiones y preguntas que orientan la mirada, la reflexión y el análisis de nuestra escuela

En las Orientaciones para Directivos del Bloque II les presentamos algunas preguntas que

nos sirvieron para iniciar el proceso de evaluación institucional y que retomaremos y

profundizaremos a lo largo de los Bloques II y IV3. Como decíamos allí “Cada nivel

educativo y cada modalidad del sistema adecuarán estas preguntas a su especificidad, pero

entendemos que en esta etapa inicial de camino del Programa, muchas de ellas entrelazan

aquello que resulta de la construcción de lo común. Aquello que une, distingue y construye la

identidad de las instituciones del sistema educativo argentino”.

Las preguntas4 -organizadas en función de los objetivos y de las líneas de acción

planteados en el Plan Nacional de Educación Obligatoria y Formación Docente 2012-2016-

nos ayudarán en esta etapa para la búsqueda y construcción de nuevas estrategias y

formas de abordar aquellas cuestiones que hemos definido como problemas y que deberán

ser parte del Plan de trabajo para la mejora de la inclusión y de la calidad.

Habiendo iniciado el proceso de mirar, reflexionar y analizar juntos/as nuestra

escuela real y concreta estamos llamados a construir objetivos específicos, situados,

como también modos para mejorar y/o transformar aquellos aspectos, cuestiones

y/o prácticas que resultan injustos, que reproducen las desigualdades, que no logran

garantizar la inclusión ni los aprendizajes de las/los estudiantes.

Buscamos, entonces, desde aquí compartir algunas orientaciones para la tarea que les

proponemos en este tercer bloque, tal como ya fuera expresado.

3 Ver en Cuaderno de trabajo Nro.2 “Cuestiones y preguntas que orientan la mirada, la reflexión y el análisis de

nuestra escuela”

4 Estas preguntas nos deben servir para pensar entre todos. Podemos empezar a abordarlas en estas primeras

Jornadas y continuar trabajándolas en el marco de nuestra tarea cotidiana o profundizándolas en las próximas. Además, se proponen orientar la reflexión, abriendo la posibilidad de construir nuevas preguntas que nos permitan seguir edificando una mirada compartida sobre la situación de nuestra escuela.

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3. Algunas ideas y pautas para trabajar en las jornadas

Recuperando lo trabajado y para facilitar el armado de las jornadas es que les sugerimos

tener en cuenta los siguientes aspectos:

Previo a las jornadas resulta necesario volver a mirar los resultados del proceso de

evaluación institucional, formativa y participativa y detenerse en aquellos

problemas que quisieran priorizar durante el presente año. Por supuesto que estos

problemas tienen que tener relación directa con los desafíos del nivel o de la

modalidad que corresponda a su escuela en función de la Resolución 188.

Sugerimos dedicar el tiempo de las dos primeras jornadas para construir -con el

equipo de la escuela- el Plan de trabajo para la mejora de la inclusión y la calidad en

función de los problemas definidos en su escuela en el marco de la evaluación

institucional realizada, con el objetivo de que puedan ser abordados durante el año

dando cumplimiento a los desafíos específicos del nivel y/o modalidad que

corresponda.

Es importante que la tarea esté centrada en la revisión de aquellos problemas

identificados por el colectivo docente analizando las posibles causas. En ese

proceso de reflexión sobre los motivos de los problemas que tenemos, tratemos de

no quedar ajenos como educadores/as y como colectivo docente, de las

responsabilidades que sin duda tenemos, también, en dichas causas. Pensarnos

como agentes del Estado para la tarea de educar implica, también, asumirnos como

responsables de los logros pero también de las dificultades y fracasos que existen

en toda escuela. En la medida en que podamos comprender y asumir este

posicionamiento, seremos mejores profesionales capaces de hacernos cargo de las

consecuencias de nuestras decisiones y de nuestras acciones educativas. En la

medida en que nos vamos sintiendo parte responsable de los problemas que

tenemos -casi simultáneamente- vamos a poder pensar qué y cómo hacer para

revertir, modificar, mejorar, cualquier experiencia educativa que evaluemos como

insatisfactoria.

Tenemos que buscar nuevas formas y estrategias para encarar nuestros desafíos

haciendo un esfuerzo por no quedarnos en los lugares ya conocidos, haciendo lo

que ya venimos haciendo o de la misma manera si los resultados no son los

esperados. Partiendo de lo que ya aprendimos y sabemos podemos pensar -juntos

en la escuela- nuevas formas para abordar la mejora de las realidades que no nos

satisfacen. ¿Cómo? probando nuevas formas, por ejemplo, para organizar la

distribución de los tiempos en la escuela, el uso de los espacios en función de su

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sentido, la organización del trabajo docente para potenciar lo que tenemos, el

diálogo con las familias y con la comunidad, entre otras.

Es importante que todo el equipo vuelva a leer el documento del Proyecto de

su escuela (PEI, PCI, Plan de Mejora, etc.) a la luz de las nuevas reflexiones

que se vienen dando. Quizás haya que considerar la inclusión o la

modificación de algún aspecto allí expresado para fortalecerlo y también para

que el Plan de trabajo a desarrollar pueda dialogar concretamente con dicho

Proyecto. De nada serviría que el proyecto de la escuela nada tenga que ver

con el Plan de trabajo para la mejora de la inclusión y la calidad. Además,

debemos revisar las prácticas diarias, no escritas ni explicitadas, pero que

definen nuestro trabajo cotidiano. Recordemos que el Plan de trabajo no es

un proyecto más, sino que es una herramienta para planificar acciones

educativas que faciliten el alcance de las metas establecidas para superar los

problemas identificados y que es deseo y responsabilidad del equipo de la

escuela poder revertir y/o mejorar. Por ejemplo, si en el proyecto

institucional de mi escuela primaria se expresa como desafío prioritario el

desarrollo de estrategias para disminuir el fracaso escolar en el primer ciclo

del nivel, el trabajo del armado del Plan requerirá la definición de las

acciones concretas y viables a realizar para alcanzar esa meta, estableciendo

con claridad un cronograma que coloque esas acciones en un tiempo y en un

espacio concreto. También se deberá establecer en el Plan y de manera

explícita, las responsabilidades del equipo a cargo, las condiciones necesarias

para su implementación y los resultados esperados, con el fin de poder ir

reconociendo sobre la marcha la necesidad de realizar ajustes y evaluar para

redefinir el Plan, las veces que sea necesario.

Sugerimos especialmente, tal como ya fue planteado, que se detengan a mirar los

problemas identificados en su escuela a la luz de los siguientes aspectos:

o las trayectorias escolares de las y los chicos, jóvenes y/o adultos que

transitan la escuela

o las prácticas pedagógicas que se desarrollan

o la organización institucional y su relación con las condiciones para la

enseñanza.

Seguramente aquellos problemas que preocupan y ocupan al equipo de su escuela,

al ser mirados y analizados considerando estos aspectos, puedan ser trabajados en

su complejidad y así facilitar también una planificación integral de las nuevas

estrategias en el marco del Plan de trabajo, puesto que la búsqueda de alternativas

y nuevas formas de enseñar para lograr garantizar el derecho a la educación no va

a ser logrado si se pone la mirada sólo en una dimensión. Los problemas complejos

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requieren de propuestas integrales, sistemáticas, creativas y colectivas para su

abordaje.

Luego de armado el Plan de trabajo y de la puesta en marcha de las primeras

acciones del mismo, sugerimos planificar las siguientes jornadas para trabajar

acerca de cómo se está llevando a cabo la implementación del Plan, qué ocurre en

la escuela a partir de su desarrollo, qué ajustes hay que realizar para continuar y

definir de qué modo van a ir registrando y monitoreando lo que va sucediendo en

la escuela en relación con el o los problemas planteando inicialmente. Se trata

entonces, de explorar alternativas de mejora e ir produciendo cambios en nuestras

prácticas y conocimiento sistemático sobre lo que hacemos.

El trabajo de las jornadas de esta primera parte del año, recuperará como insumo

fundamental, los desafíos planteados en el Cuaderno de trabajo Nro. 3. No obstante, nos

parece importante poner en relieve algunas orientaciones específicas para cada uno de los

niveles del sistema educativo.

En el caso de las Instituciones de nivel inicial nos vamos a proponer garantizar la

obligatoriedad de las salas de 4 y 5 años. Si bien la cobertura de la sala de 5 años está cerca

de universalizarse, tenemos desafíos aún pendientes. Los avances en cobertura de la sala

de 4 han sido muy significativos en los últimos años. Sin embargo, frente al reto de la

obligatoriedad, el trabajo de la escuela en el marco del Programa estará centrado en poder

poner un ojo dentro de la institución y otro ojo en el seno de la comunidad, con el fin de

garantizar la entrada y bienvenida a aquellos/as chica/os que aún no se han incorporado al

sistema educativo.

Con la mirada, situada en el jardín, nos dispondremos a conocer, revisar y resignificar los

múltiples recursos5 con los que contamos para incorporarlos al trabajo educativo cotidiano

en la búsqueda de mejores formas de enseñar.

Por otra parte, pondremos en discusión y reflexión la centralidad del juego en las

propuestas para el nivel y la construcción de los necesarios vínculos con las familias de la

comunidad, integrándolas efectivamente en los proyectos de trabajo.

Las instituciones de nivel primario tienen, entre los desafíos para el presente año el

fortalecimiento y ampliación de la inclusión de las TIC a las prácticas pedagógicas e

institucionales. Primaria digital es una política educativa que busca saldar la brecha digital

entre la población infantil de nuestro país y en este sentido resulta una oportunidad

privilegiada para incluirla entre las líneas de trabajo de las jornadas institucionales en el

marco del diseño del Plan de trabajo para la mejora de la inclusión y la calidad.

5 Bibliotecas, ludotecas, canal infantil Pakapaka.

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El acceso a las tecnologías es un derecho de los niños y niñas a una educación de calidad y

en este sentido la inclusión de las TIC a las tareas pedagógicas no son una opción

voluntaria sino una política nacional que establece la responsabilidad de cada uno de

nosotros.

La inclusión de las TIC le demanda a la escuela un profundo replanteo de los formatos

clásicos del trabajo pedagógico, por ejemplo en las formas en que circula el conocimiento,

en las formas en que se construye, en los cambios que se producen en los procesos y ritmos

de aprendizaje y en la consecuente revisión por parte de las instituciones de sus prácticas

pedagógicas. Porque estas revisiones están en juego a partir del proceso de evaluación

institucional iniciado es que consideramos que las escuelas que ya cuentan con Primaria

Digital, como también aquellas que serán incluidas en este año, tienen en manos una

oportunidad para profundizar estas prácticas y reflexiones. Consideramos que Primaria

Digital resulta una oportunidad para pensarla en articulación con el desarrollo del Plan de

trabajo para la mejora de la calidad y la inclusión ya que la integración de las TIC no se

reduce al uso del aula móvil en función de una grilla de horarios preestablecidos para cada

grado. Por el contrario, implica una transformación quizás lenta pero profunda que

fortalezca la enseñanza incorporando nuevos modos de ver y de hacer. Esto no supone un

proceso lineal ni un trayecto único. Por el contrario, cada escuela deberá hacer su propio

recorrido en función de su propio contexto.

El aprovechamiento de las TIC en manos de la escuela irá facilitando la construcción de

nuevos ambientes, entornos y procesos de enseñanza y de aprendizaje. Se trata asimismo,

de ir construyendo caminos posibles para que los equipos directivos intervengan en los

procesos de transformación y de institucionalización de las TIC en las diferentes

dimensiones de la gestión y de la vida escolar.

Si bien no todas las escuelas recibieron aún sus aulas digitales móviles, en el transcurso del

año irán llegando y el trabajo y la planificación que podamos ir adelantando contribuirá al

momento de recepción e instalación.

En el caso de las instituciones de nivel secundario tenemos que realizar una distinción

entre las escuelas que están aplicando el Índice de Mejora de la Educación Secundaria

Argentina- IMESA6 y las que aún no han iniciado este proceso.

6 IMESA es un índice integrado por varios indicadores, un resumen de una situación compleja. Es útil para

comparar en distintas instancias a lo largo del tiempo. Las dimensiones que considera son:

a- Regularidad de la trayectoria: tiempo medio para concluir los estudios.

b- Terminación de los estudios: tasa de egreso.

c- Resultados de la evaluación de desempeño nacional en Matemática y Lengua – ONE.

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Como ya fue expresado en el documento de Orientaciones del Bloque II las escuelas

secundarias que han recibido su IMESA7, deberán considerarlo como insumo básico para el

proceso de armado del plan de trabajo. Este índice de mejora de la escuela secundaria

argentina aborda: los resultados de aprendizaje que surgen del desempeño de los

estudiantes en el ONE8 (que se encuentra en proceso de actualización), el tiempo medio de

culminación de estudios y la tasa de egreso. El IMESA se constituye entonces, en una

herramienta más con la que cuentan las escuelas del nivel para diseñar y desarrollar el

Plan de trabajo para la mejora de la inclusión y de la calidad, o sea, acciones y estrategias -

de carácter institucional- para propiciar condiciones educativas que garanticen el derecho

a la educación.

En el caso del grupo de escuelas que aún no están aplicando el índice IMESA sugerimos

retomar y tener en cuenta las preguntas desarrolladas en el documento del Bloque II para

avanzar en el mismo sentido que se viene planteando y poder desarrollar el Plan de trabajo

siempre en articulación con los Planes de Mejora.

Relean las preguntas que orientan la mirada, la reflexión y el análisis sobre la escuela.

Recordemos que están organizadas en función de los tres ejes que venimos planteando,

tanto para mirar las prácticas en la escuela como para reflexionar en equipo y pensar

estrategias para actuar y mejorar la realidad escolar en términos de garantizar el derecho a

la educación para todas/ os.

Como ya fue planteado, las preguntas no deben ser respondidas, son sólo una estrategia

para facilitar el proceso de reflexión institucional y pensar en las propias prácticas,

facilitando el desarrollo del plan de trabajo en función de los problemas identificados y

definidos en su escuela.

Cabe destacar la importancia de poner en juego durante este proceso de evaluación y

diseño de un plan de trabajo, la integración de las TIC como parte de una política educativa

indiscutible para la garantía de los derechos en el marco de la educación secundaria.

En el caso de los Institutos Superiores de Formación Docente sugerimos que se

considere el armado del cronograma de las jornadas de tal manera de establecerlas

posteriormente del inicio en las escuelas del resto de los niveles educativos. Consideramos

que esta orientación es importante (y necesaria) para el desarrollo de los planes de

7 IMESA es el índice de Mejora de la Educación Secundaria Argentina, que se propone conformar una línea de base y

monitorear los resultados en el nivel de cada escuela, de los departamentos y de cada una de las Jurisdicciones en torno a los objetivos estipulados para el Nivel, especialmente: “que los alumnos completen sus estudios y que adquieran los conocimientos esperados para cada una de las etapas de su trayectoria”. El Índice abarca tres aspectos del desempeño escolar de los alumnos: la regularidad de la trayectoria, la finalización de los estudios y los resultados de evaluación de desempeño. (IMESA, Documento de trabajo, Dirección Nacional de Educación Secundaria). 8 Operativo Nacional de Evaluación.

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trabajo en diálogo con las escuelas asociadas en función de los niveles para los que forme.

Para que la planificación de las jornadas correspondientes al presente bloque, así también

como las acciones entre jornada y jornada, sean potentes para avanzar en el diseño del

Plan de trabajo institucional, resulta fundamental profundizar la articulación entre los

institutos de formación docente y las escuelas asociadas. Es por esta razón que

proponemos se establezca una distancia temporal óptima entre el cronograma de las

jornadas de los niveles en relación con las de cada instituto.

Sería deseable que los equipos de los institutos puedan dialogar con los directivos de las

escuelas asociadas para poder establecer el sentido y la necesidad de que los institutos

participen de las jornadas de las escuelas, como así también, que los directivos de las

escuelas puedan participar de la de los institutos. Pensemos juntos/as en las ventajas de

establecer estos acuerdos en el marco de las necesidades que tenemos los institutos

formadores/as para avanzar hacia el cumplimiento de nuestras metas en función de los

problemas que se identificaron.

Necesitamos diseñar planes de trabajo que ayuden a fortalecer la mejora de la formación

docente para acercar a los estudiantes las necesidades y problemas de las escuelas

concretas en las cuales estarán trabajando en pocos años. Conocer más de cerca los

desafíos de cada nivel y saber cuáles son los que las escuelas de la comunidad están

priorizando y por qué, resulta un insumo fundamental para el trabajo de los institutos de

formación docente en la coyuntura actual. Creemos que concretar esta posibilidad

permitirá, seguramente, repensar algunas de las líneas de trabajo y actividades comunes,

tales como el apoyo a escuelas, los espacios de la práctica docente, la integración de TIC al

trabajo pedagógico, las propuestas de investigación y formación permanente.

4. Uso del Banco de recursos digitales.

El Banco de Recursos Digitales (BRD) está organizado para el Bloque III en función de tres

ejes, cuyas propuestas temáticas son:

1- Fortalecer trayectorias escolares

2- Revisar las condiciones de enseñanza

3- Interpelar la organización institucional

Como en los bloques previos, el Banco ofrece una amplia variedad de materiales:

materiales de lectura y videoteca (materiales audiovisuales). El material de lectura

disponible está categorizado en “Material sugerido” y “Material ampliatorio” con el

objetivo de contribuir a su selección y uso.

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También en esta oportunidad, encontrarán en NORMATIVAS las principales resoluciones

que recibirán luego las escuelas, en los Libros de Normativas. Además, incorporamos las

principales normativas del nivel superior.

En un botón aparte encontrarán los materiales sobre Primaria Digital que se irán

actualizando a lo largo del año. Estos recursos estarán disponibles para todas las escuelas y

permitirán incorporar paulatinamente el trabajo con TIC en las propuestas de enseñanza.

En fin, con mucho para trabajar y seguir aprendiendo durante este 2015, seguimos

andando.

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