ayudando

difundir . . Jos

conocimientos científicos

La investigación nuclear se ha abierto paso rápidamente a través de casi todas las ramas conocidas de la ciencia,

en un proceso dinámico y creador en el que el Organismo ha podido desempeñar un papel constructivo.

Uno de los métodos que ha seguido el OIEA es su programa de contratos de investigación. Este programa ofrece ayuda

económica para los trabajos de investigación en que intervenga de alguna forma la tecnología nuclear, a físicos,

químicos, médicos, hidrólogos, entomólogos, geneticistas y científicos especializados en muchas otras disciplinas.

Se trata de un sistema prácticamente único en el cuadro de organizaciones de las Naciones Unidas,

si bien la Organización Mundial de la Salud (OMS) presta también su ayuda a la investigación médica a través de contratos.

Clarence O'Neal , de la División de Investigaciones y Laboratorios, pasa revista en el presente articulo a este

programa y a su efecto catalizador y coordinador sobre el desarrollo del conocimiento científico.

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Contratos de investigación

El mandato estatutario del Organismo de "fomentar y facilitar en el mundo entero la investigación, el desarrollo y la aplicación práctica de la energía atómica con fines pacíficos" fue tomado con toda seriedad desde un principio; ya en fecha tan temprana como 1959 se habían adjudicado varios contratos de investigación y, a mediados de la década 1960-1969, el programa estaba ya sólidamente afianzado en su forma actual. Al igual que otros programas de ayuda a la investigación, fue concebido para estimular aportaciones al conocimiento científico en sectores de interés seleccionados. Merece también destacarse especial­mente el hecho de que las materias objeto de investigación están predo­minantemente orientadas hacia los problemas específicos de los países en desarrollo, asi como que el Organismo, en razón de su carácter internacional, puede prestar una eficaz ayuda en la coordinación de las investigaciones entre centros radicados en distintos países.

Es también norma del Organismo apoyar los proyectos de las insti­tuciones de los países en desarrollo que sean capaces de llevar a cabo trabajos de investigación de alta calidad. Como consecuencia, casi tres cuartas partes de los fondos para contratos de investigación se conceden a instituciones de estos países, en los que el programa supone un in­centivo para la investigación nuclear en gran número de casos. En la Fig. 1, se indica la distribución de los fondos dedicados en 1968 a contratos de investigación entre los países en desarrollo y los técnica­mente adelantados, en lo que a las tres categorías principales de investi­gación se refiere.

Temas de investigación

La suma presupuestada para este programa es modesta, ascendiendo en el presente año a sólo 800 000 dólares aproximadamente. Con estos fondos se presta ayuda a un número limitado de proyectos en el campo de la ciencia y de la tecnología nucleares, las aplicaciones de los radio­isótopos y la investigación de los efectos que ejercen las radiaciones ionizantes sobre el ser humano y su medio ambiente. Estos temas comprenden tanto materias encomendadas por el Estatuto, como son las investigaciones acerca de la protección de los trabajadores y del público en general contra los efectos nocivos de las radiaciones ioni­zantes, como otras cuestiones de interés suficiente para ser incluidas en el programa. Los planes relativos al programa los elabora en el Organismo el personal técnico con la ayuda de consultores especializados en materias especificas, se revisan en la medida que sea necesario y luego los examina anualmente el Comité Consultivo Científico del Or­ganismo, antes de ser aprobados por la Junta de Gobernadores y la Conferencia General. En la Fig. 2 se indican con mayor detalle las distintas materias objeto de investigación que recibieron apoyo en 1968, señalándose también la proporción en que se invirtieron los fondos en los distintos temas. Casi un 60% del presupuesto total se asignó a trabajos de investigación en los que interviene la tecnología de los trazadores radioisotópicos: el empleo de núclidos radiactivos, asociados a otros elementos o compuestos, para realizar investigaciones siguiendo la pista del trazador. Una cuarta parte del citado presupuesto se invirtió en proyectos de tecnología nuclear, y el resto en estudios relacionados primordialmente con los efectos de las radiaciones sobre los tejidos vivos.

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Tecnología nuclear

Empleo de radioisótopos y radiaciones

Protección del hombre contra las radiaciones ionizantes

Centradas inicialmente en una serie de estudios sobre los aspectos de la ingeniería de los reactores de pequeña potencia y sobre el trata­miento y evacuación de los desechos radiactivos, las investigaciones en la esfera de la tecnología nuclear que reciben ayuda comprenden actual­mente la ingeniería y la seguridad de los reactores, estudios sobre reac­tores en relación con la desalación y otras aplicaciones, y los aspectos económicos de los reactores nucleares, así como un número limitado de estudios sobre la fisión, trabajos en la esfera de la física neutrónica y en la química de los átomos calientes, y el empleo de materiales naturales para el tratamiento y la evacuación de los desechos radiactivos.

Cincuenta proyectos se hallan distribuidos entre centros radicados en 24 países diferentes. En consonancia con los criterios fundamentales que informan el programa, la mayor parte de los trabajos son de natura­leza práctica, dedicándose sólo una pequeña parte a estudios de carácter más teórico que puedan servir de base a aquéllos.

Fig.l Categorías principales de los temas objeto de contratos de investigación en 1968 (Valor en dólares de los Estados Unidos)

Reducción de los gastos de investigación

Las investigaciones en las que intervienen los radioisótopos -que cons­tituyen la componente más importante del programa- afectan a actividades

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tales como la agricultura, la irradiación de alimentos, la industria, la medicina y el aprovechamiento de los recursos hídricos. La tecnología de los trazadores, sobre todo en agricultura, medicina y aprovechamiento de las aguas, es de especial aplicación a problemas comunes a casi todos los países en desarrollo. Asi, pues, los centros de investigación de estos países pueden desempeñar un papel decisivo, con unos gastos mínimos, en la realización de trabajos de alto valor potencial para su propia población. El número de proyectos relativos a la tecnología de los radioisótopos que reciben ayuda en la actualidad se eleva a 234 y corresponden a 58 países diferentes.

En la esfera agropecuaria, los estudios en curso se han ampliado, desde un reducido número de proyectos relativos al metabolismo de las plantas y a la zootecnia, hasta varios programas con un elevado grado de coordinación, cuyo objeto son la fitotecnia, la composición de los fertilizantes y su colocación en el terreno en relación con cultivos im­portantes desde el punto de vista de la alimentación, comprendidos los árboles frutícolas, la aportación y movimiento de los nutrientes vegetales, el aprovechamiento racional de los recursos hídricos, y el empleo de las radiaciones para eliminar determinados tipos de insectos nocivos para el hombre o para las cosechas. Las investigaciones relativas a la irradia­ción de alimentos versan fundamentalmente sobre los medios más efi­caces para conservar los mismos, eliminando los microorganismos pató­genos, sin alterar perceptiblemente su aspecto, sabor o comestibilidad. En la actualidad, los trabajos se concentran en un número limitado de frutos cítricos y tropicales.

Después de haberse hecho hincapié al principio en la medicina tro­pical y haberse estudiado a fondo una serie de enfermedades comunes a los trópicos, se concede hoy día una atención preferente al desarrollo de las técnicas de los trazadores radíoisotópicos. Encuentran éstas aplica-

Fig. 2. Distribución por materias de los fondos asignados a contratos de investigación.

a) - Empleo de radioisótopos y radiaciones en - agricultura 27,695, b) - alimentación 6,596, c) - aprovechamiento de recursos hídricos 5,396,

d) - industria 2,696, e) - medicina 16,796, f) protección del hombre contra las radiaciones ionizantes-higiene radiofísica y protección radiológica 3,196,

g) - radiobiología 10,696. h) tecnología nuclear - tratamiento y evacuación de desechos radiactivos 10,796, i) - física y química 7,696, j) - energía nucleoeléctrica y reactores 9,396.

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ción en el estudio del metabolismo de los microelementos y sustancias minerales en el ser humano, de las enfermedades contagiosas y de la inmunología, de los vectores y parásitos de importancia médica, en ensayos in vitro y en la medición de las radiaciones en el cuerpo humano entero.

Las investigaciones sobre el aprovechamiento de los recursos hídricos representan otro campo en el que la tecnología de los radioisótopos ha demostrado ser de utilidad; los estudios que principalmente reciben ayuda son los relativos a la determinación de los movimientos de las aguas subterráneas, la medida del caudal de los nos , la sedimentación, y la edad e importancia geológica de los radioisótopos principales del carbono, oxigeno e hidrógeno (carbono-14, oxígeno-18 y tritio).

El apoyo prestado a las investigaciones relativas a las aplicaciones de los radioisótopos en la industria se ha venido limitando a aquellos sectores en que la industria se ha mostrado reacia a adoptar las técnicas de que hablamos y en los que existen todas las probabilidades de que los países en desarrollo puedan conseguir especiales beneficios. Puede servir de ejemplo el empleo de las radiaciones para producir materiales de construcción, utilizables y suficientemente duros, a partir de mate­riales blandos como el bambú o el bagazo impregnados con determinados cuerpos químicos e irradiados, o bien el ensayo en condiciones idénticas de una serie de detectores de radiaciones, al objeto de determinar qué principios físicos y qué técnicas de ingeniería son los más apropiados para introducir ulteriores perfeccionamientos.

También ofrecen múltiples facetas las investigaciones relativas a los efectos de las radiaciones ionizantes sobre el ser humano y su medio ambiente. En este sentido, reciben apoyo los estudios de carácter funda­mental sobre los factores que determinan la radiosensibilidad y la radiorresistencia de los entes biológicos, en radiogenética, al objeto de poder llegar a comprender la base genética de la radiosensibilidad, y sobre la aplicación de las radiaciones a la esterilización de artículos médicos y tejidos biológicos. También se presta ayuda a los estudios de naturaleza práctica relativos a la elaboración de procedimientos y a la construcción de aparatos para la protección de las personas, a los problemas que plantea la medida de las radiaciones absorbidas por los distintos órganos o por el cuerpo entero, y a los métodos de investiga­tion en protección radiológica e instrumentos utilizados a este fin. Se está prestando también una atención cada vez mayor al problema que plantea el movimiento de las sustancias radiactivas en el medio ambiente de los mares y la absorción de éstas por los organismos marinos. En relación con estos estudios están en marcha 82 proyectos distribuidos entre 36 países.

Simplicidad de los trámites administrativos

Se procura que en los trámites administrativos rija la mayor simplici­dad posible. Una pequeña oficina se ocupa de todas las gestiones rela­tivas a la ejecución del programa, comprendido el procedimiento con­tractual. Un hecho de mayor importancia es que la función del examen científico de las distintas cuestiones se confia a un solo científico, recurriendo al sistema de funcionarios encargados de los distintos pro­yectos. En cada caso particular, se encarga de la dirección técnica y evaluación del proyecto un científico, cuya formación y experiencia le capacitan para esta tarea. En el desempeño de su función, recaba, si

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es necesario, el dictamen profesional de otros expertos y se encarga asimismo de establecer relaciones de coordinación con otros programas del Organismo y, en la medida que sea preciso, con actividades paralelas de otros órganos internacionales o nacionales. Un comité interdeparta­mental de revisión, integrado por científicos, se reúne cada dos meses para asistir al Director General en la labor de selección preliminar y definitiva de los distintos proyectos.

Las propuestas pueden ser inicialmente formuladas, bien por el pro­pio Organismo, bien por cualquier instituto de investigación. En las distintas fases conducentes a la ejecución de un contrato, el Organismo trata directamente con la institución científica en cuestión y el funcionario encargado del proyecto permanece en comunicación directa con el in­vestigador científico jefe del mismo en todo lo que se refiere a los aspectos técnicos. Este procedimiento de actuación no sólo evita el riesgo de posibles confusiones, sino que permite asimismo el rápido planteamiento y ejecución de los proyectos. Con frecuencia, un proyecto está ya en marcha en el plazo de tres o cuatro meses, a partir del mo­mento en que se establece el primer contacto entre una institución y el Organismo.

Todo contrato de investigación se adjudica sobre la base de que ambas partes participarán en los gastos correspondientes; se cuenta con que la propia institución corra con la mayor parte de éstos. Las sumas que se conceden son raras veces elevadas, ascendiendo por término medio a unos 4 000 dólares por años de duración del contrato. En consonancia con estos principios, los contratos se adjudican normalmente por un periodo de un año y son renovables hasta un plazo total de tres años. La aportación del Organismo reviste asi la forma de una inversión inicial catalizadora, con la que se persigue poner en marcha proyectos de interés reconocido, cuya ejecución se confia corra después a cargo de la institu­ción, si se obtiene éxito en principio.

Aunque los contratos se firman en nombre de las instituciones inte­resadas, cada uno de ellos se concluye en el entendimiento especifico de que una persona concreta -cuyo nombre consta en el instrumento-ha de actuar en calidad de Investigador científico jefe del mismo; si llegara el momento en que no se pudiera disponer de los servicios de éste, se procede a reconsiderar el valor que ofrece el contrato y su prosecución dependerá de que pueda conseguirse un sustituto adecuado. De esta forma, se concede importancia primordial a la capacidad y com­petencia de la persona a cuyo cargo ha de correr la dirección de los trabajos objeto del proyecto.

Carácter no restringido de la información obtenida

Otra condición importante es que no puede imponerse restricción alguna de ningún tipo sobre la información fruto de la ejecución del contrato y que los resultados obtenidos en las investigaciones realizadas han de quedar libremente a disposición de cualquier interesado en el mundo entero. A este fin, se recomienda con encarecimiento la publica­ción de estos resultados. Se exigen informes semestrales sobre la marcha de los trabajos realizados, asi como un informe técnico definitivo, que comprenda todo género de detalles, a la terminación del plazo del con­trato. Con excepción del primero, todo pago se condiciona a la recep­ción y aprobación del informe correspondiente y la renovación de un contrato está sujeta en todo caso a un minucioso examen de los pro-

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gresos realizados hasta la fecha. El Organismo publica también anual­mente una reseña de los informes definitivos recibidos, para proceder a su distribución a los comisiones de energía atómica de todos sus Estados Miembros.

Habida cuenta de que se conceden numerosos contratos a instituciones radicadas en los países en desarrollo, el Organismo ofrece también sus oficios para gestionar la compra y expedición de cualquier tipo de equipo o suministros fungibles que se precisen para la ejecución de un contrato. Actuando de este modo en nombre del contratista, el Organismo puede evitar que se produzcan demoras innecesarias en la importación de partidas de interés vital, que podrían seguirse de las restricciones im­puestas en materia de importaciones o moneda extranjera.

Si bien el programa no es de gran envergadura -en la actualidad están en vigor alrededor de 350 contratos y acuerdos de investigación-, se reciben con frecuencia numerosas solicitudes, en las que se piden las más diversas recopilaciones seleccionadas de información recogida dentro del marco del programa. Por esta razón -y asimismo para simplificar las tareas administrativas de control-, se almacenan en la computadora IBM 360 del Organismo todos los expedientes relativos a las propuestas de proyectos, contratos y acuerdos.

Acuerdos de investigación

Una característica notable y poco corriente del programa que se co­menta en el presente articulo es que un considerable número de proyec­tos se ejecutan al amparo de los llamados "Acuerdos de investigación", en los que no se estipula contraprestación económica alguna. A cambio de ejecutar un proyecto y presentar un informe técnico anual, la institu­ción correspondiente recibe del Organismo el reconocimiento oficial de los trabajos que ha realizado y participa en el intercambio de infor­mación que se establece entre todas las instituciones que toman parte en el programa. Abstracción hecha de que en este caso son algo menos severas las exigencias respecto a la obligación de presentar informes, los acuerdos de investigación se evalúan, adjudican y son objeto de estudio en las mismas condiciones que los contratos de investigación.

En su mayor parte, estos acuerdos se adjudican exclusivamente en relación con un programa que ofrezca un alto grado de coordinación, dentro de cuyo marco colabore una serie de instituciones en trabajos de investigación que giren en torno a un tema central y bien definido. Normalmente, se celebran también periódicamente reuniones de coordi­nación, a las que son invitados a asistir, a expensas del Organismo, todos los Investigadores Científicos Jefes, con objeto de examinar los progresos realizados y discutir las actividades que han de desarrollarse en lo futuro. En el caso de ciertos programas, colaboran conjuntamente en los trabajos de investigación grupos mixtos de contratistas y de titu­lares de acuerdos, lo cual permite adoptar las medidas oportunas para que se reembolse parte de los gastos ocasionados por las investigaciones a aquellos participantes que carezcan de los medios necesarios para sufragar los mismos.

Aunque no se facilita ningún tipo de subvención (excepción hecha, posiblemente, de las concedidas a los Investigadores jefes para facilitar su asistencia a las reuniones coordinadoras), la oportunidad de poder participar en un programa coordinado y -en determinados casos- el prestigio del patrocinio del Organismo constituyen razón suficiente para

En la finca El Azaraque, en España, se ha

montado el cuartel general de un nu

experiml demostrativo de

la técnica de los machos esterilizados para

combatir a la mosca mediterránea de la fruta.

Las investigaciones se llevan a cabo en virtud

de un acuerdo de trabajos gratuitos de investigación.

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inducir a tomar parte a una serie de centros. Implantada esta modalidad hace unos tres años, están actualmente en vigor alrededor de 110 acuer­dos de investigación en instituciones de 30 Estados Miembros.

Valor del programa

Por laudables que puedan parecer los objetivos de un programa de ayuda a la investigación, debe plantearse en último extremo la cuestión de su verdadero valor. N o es fácil hallar una respuesta, en vista de la naturaleza tan diferente de las diversas materias en que se trabaja y de los fines perseguidos, frecuentemente múltiples. La ciencia teórica puede contribuir a ampliar el panorama científico, pero es más difícil ver cómo afecta a las necesidades de carácter más práctico e inmediato de la socie­dad. Cuando la aplicación de una tecnología bien asimilada persigue la solución de problemas concretos planteados en diversas condiciones locales, es más fácil de ver la relación económica o social existente, aunque no es tan seguro que las diversas disciplinas científicas que intervienen hayan sido afectadas en la misma medida.

Pese a ello, pueden formularse varias afirmaciones de carácter general, que reflejan la considerable repercusión que ha tenido el programa. Como un primer índice indicativo -a grandes rasgos- de la productividad, cabe señalar que, hasta la fecha, el Organismo ha tenido noticia de la publicación de más de 1 100 artículos, en revistas científicas de renom­bre, en los que se da cuenta de los trabajos de investigación realizados por contrato. Esta cifra debe referirse a la de 750 contratos y acuerdos, aproximadamente, que se han concedido hasta hoy día y refleja bastante bien el riguroso procedimiento de selección y el alto nivel de evaluación que se han seguido.

En segundo lugar, es evidente que los contratos de investigación adjudicados por el Organismo, en razón del sistema de coparticipación en los gastos que les sirve de base, rinden un fruto superior a las sumas realmente concedidas. Tampoco es exagerado afirmar que, en algunos países en desarrollo, estas adjudicaciones suponen sencillamente la exis-

tencia o no de un determinado tipo de investigación, ya que únicamente por el prestigio que supone el apoyo del Organismo se pueden recaudar fondos en el propio país para la investigación. Asimismo, en cierto número de casos, se presta ayuda a científicos jóvenes, aún no consoli­dados del todo en su patria, lo que supone un medio excelente para contener lo que se ha dado en llamar "éxodo de cerebros".

LEJANO ORIENTE 3 3 , 0 %

EUROPA 2 2 , 4 %

ORIENTE MEDIO (excluidoel norte

AFRICA 15 ,8% AMERICA LATINA

1 5 , 3 %

Fig. 3 Distribución geográfica de los fondos concedidos para contratos de investigación a instituciones de los países en desarrollo durante 1968

Otro aspecto muy importante, imposible de valorar cuantitativamente, es que se consigue poner en contacto mutuo a investigadores proce­dentes de distintos países. N o cabe ponderar en demasía el valor de estos contactos, ya sean entre científicos de países en desarrollo, que adquieren así conciencia de la forma en que sus colegas enfocan pro­blemas análogos, ya sean entre un laboratorio de un país en desarrollo y otro de una nación técnicamente adelantada. Este ha resultado ser uno de los factores más decisivos cuando se trata de alentar los trabajos de investigación. El papel coordinador y catalizador del Organismo adquiere así una mayor importancia, ya que salva las barreras políticas, geográficas e idiomáticas existentes.

En un gran número de casos, los centros de investigación han podido obtener rápidamente, por conducto del Organismo, el equipo o los suministros que precisaban. Este es otro factor cuya importancia llega a ser crítica en aquellos países que imponen severas restricciones en materia de divisas o de importaciones, independientemente de la situa­ción geográfica o del estado de desarrollo del país de que se trate. Sin la ayuda citada, una serie de proyectos no se podría sencillamente haber llevado a cabo.

Finalmente, es asimismo cierto que se ha conseguido abrir varios nuevos caminos: por ejemplo, el desarrollo de una nueva variedad de arroz de alto rendimiento dentro del marco de uno de los programas en la esfera de la agricultura, o el éxito obtenido por parte del Organis­mo al tratar de encontrar nuevas aplicaciones del calcio-47 (un isótopo radiactivo) en medicina, consiguiendo así abaratarlo. No obstante, no pueden considerarse estos avances como un criterio decisivo para evaluar el programa de contratos de investigación.

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Si bien parece evidente que se ha conseguido una serie de resultados positivos, puede ser objeto de critica la distribución de los recursos económicos, tanto entre las diversas materias de investigación como entre las diferentes regiones geográficas. En cuanto que la demanda de fondos en lo que respecta a casi todos los epígrafes parece ser teórica­mente ilimitada, resulta difícil alcanzar un "equilibrio natural" entre los mismos. No obstante, la distribución que se indica en la Fig. 2 es fruto de una considerable experiencia y parece representar una combi­nación razonable y ponderada de las materias, vistas las posibilidades del propio Organismo.

La cuestión de la distribución geográfica es quizá igualmente sutil en el sentido de que la demanda potencial de fondos excede también con mucho de la oferta en casi todas las regiones. Por añadidura, debido a la especial habilidad de que han hecho gala una serie de países en la recaudación de fondos para la investigación y en su eficaz empleo, resulta que, a través de los años, se ha concedido una considerable fracción de los fondos destinados a contratos de investigación a un número bastante limitado de países. Reconocido este hecho, se ha tratado de limitar las subvenciones concedidas a los centros de estos países, en aquellos casos en que el trabajo puede realizarse igualmente bien en una institución radicada en un país que no haya sido objeto hasta ahora de un trato tan liberal. Resultado de esta política ha sido una distribu­ción geográfica algo más amplia, que ha hecho posible una subvención un tanto más generosa de las investigaciones en regiones en las que se cuenta con que este estímulo ha de producir los frutos deseados. En la Fig. 3 se representa la distribución de los fondos en 1968 entre las principales regiones del mundo.

Las sumas invertidas hasta la fecha en el programa de contratos de investigación superan los siete millones de dólares, cifra en la que se incluyen los fondos generosamente aportados por la Comisión de Energía Atómica de los Estados Unidos en virtud de un acuerdo con el Organis­mo para la financiación conjunta de investigaciones. Considerados en conjunto todos los factores que se acaban de mencionar, resulta claro que este desembolso está suficientemente justificado. Aceptada esta afirmación, es también evidente que el Organismo debe continuar desem­peñando su papel de catalizador y coordinador en el desarrollo del conocimiento científico del hombre por el empleo de las técnicas nucleares.

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