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AVANCE FE PARA NUESTRO TIEMPO www.iglededios.org AVANCE EN ESTE NÚMERO La Bestia Continúa Viva................2 ¿Prometió Jesucristo El Cielo?.....3 En Su Presencia...........................5 ¡Entérese!.....................................6 Mis Lectores Dicen.......................7 Noviembre 2012 IMPARTIENDO LA PALABRA DE DIOS

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AVANCEFE PARA NUESTRO TIEMPO

www.iglededios.org

AVANCE

EN ESTE NÚMERO

La Bestia Continúa Viva................2

¿Prometió Jesucristo El Cielo?.....3

En Su Presencia...........................5

¡Entérese!.....................................6

Mis Lectores Dicen.......................7

Noviembre 2012

IMPARTIENDO LAPALABRA DE DIOS

AVANCE - Noviembre 2012 - Página 2

AVANCE es una revista dedicada a exponer las verdades que Dios y su Hijo Jesucristo declaran en las Sagradas Escrituras.Su contenido es doctrinal, y ha sido diseñado para alimentar el alma de miles de personas que viviendo en un mundo de grandes cambios sociales y religiosos buscan la verdad para conocer-la y para saber qué hacer para alcanzar la vida eterna.

Fundador-Editor desde 1992ANDRÉS MENJÍVARE-mail: [email protected]

El contenido de AVANCE puede ser reproducido, todo o en parte, sin cambios ni alteraciones de ninguna índole, y se debe aclarar que ha sido tomado de esta fuente agregando la dirección www.iglededios.org.

Dirija su correspondencia a:ANDRÉS MENJÍVAR

147 Martinwood Place N. E.Calgary, AB Canada

T3J 3H5

LA BESTIA CONTINÚA VIVA

Andrés Menjívar

 La bestia que has visto era y no esApocalipsis 17.8

Hay muchos tópicos impresionan-tes dentro de las profecías de la Pala-bra de Dios, de los cuales, leerlos con alguna frecuencia es provechoso para refrescar nuestra atención acerca de aquellos eventos que están por venir.

Por supuesto que las profecías que anuncian eventos maravillosos re-fuerzan nuestro deseo de continuar perseverando en la obediencia a la Ley de Dios y la ley de Cristo (2 Cor. 9.21). De esos tópicos proféticos can-tamos, escuchamos sermones y ora-mos para ser tenidos por dignos de ser tomados en cuenta.

Pero hay profecías en las cuales se anuncian cosas horribles, cosas que harán a la gente lamentarse por haber desperdiciado la oportunidad de congraciarse con el Señor.

Aparte de este tipo de profecías hay una cuyo contenido muchos cre-en que pertenece a tiempos pasados aunque tal creencia está constituida en un tremendo error. Esa profecía se refiere a la primera bestia menciona-da en Apocalipsis 13.1:

Me paré sobre la arena del mar y vi subir del mar una bes-tia que tenía siete cabezas y diez cuernos: en sus cuernos tenía diez diademas, y sobre sus ca-bezas, nombres de blasfemia.Un poco de familiaridad con la Pa-

labra de Dios conduce fácilmente a los lectores a entender que esta bestia simboliza al Imperio Romano, cuya duración se extendió entre los años 27 a.C. hasta el 476 d.C. (aproxima-damente). Con lo cual se constituyó como el imperio que más tiempo pre-

valeció, y el más grande.Dos aspectos sobresalieron en el

Imperio, su administración civil y sus creencias religiosas. A este segundo aspecto se le debe poner la debida atención ya que las profecías de Apo-calipsis lo mencionan varias veces como abominable ante los ojos de Dios. Resaltan en este segundo aspec-to algunas abominaciones como la saturnalia, la adoración al sol y la insti-tución del primer día de la semana como día para adorar al sol.

La saturnalia era celebrada en la misma fecha de la Navidad, por lo cual hoy en día frecuentemente la Navidad es llamada saturnalia cristia-na ya que aquella festividad pagana contenía los mismos aspectos que la Navidad. El nacimiento del sol invicto era celebrado el 25 de diciembre, el nombre ha sido modificado por el de sol de justicia, que es Cristo, y la fecha

sigue siendo la misma. El primer día de la semana fue impuesto por Cons-tantino. Lo interesante es que, aunque aquella bestia murió, la profecía habla de la segunda bestia, la cual se encar-ga de dar vida a la primera. De esa segunda bestia el texto declara:

 Ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y sus habitantes adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada.Esta segunda bestia actualmente

está viva, y ha tomado el lugar y po-derío de la primera. Lo más interesan-te es que con su actuación, la segun-da bestia continúa dando vida a la primera. Nadie lo advierte, pero cla-ramente el Cristianismo alegremente celebra las instituciones religiosas legadas por el Imperio Romano con-frontando de esa manera a Dios. FIN.

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¿PROMETIÓ JESUCRISTO EL CIELO? (CONCLUSIÓN)

Andrés Menjívar

 Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos. Lucas 10.20.

www.iglededios.orgDescargue literatura gratis. Visite:

EL ÉXITO DEL EVANGELIO

Continúa del número anteriorCuando el apóstol Juan escribió

que nadie subió al cielo sino el que descendió del cielo, esto es, Jesucristo (Juan 3.13), obviamente significó que ni Enoc ni Elias fueron llevados a la gloria de Dios, pero no sólo ellos fue-ron excluidos, su palabra nadie abarca a todos los hombres sin excepción; pero ¿cuál pudo ser la razón funda-mental de sus palabras, sino enfatizar que ese uno, siendo el salvador de Israel y de toda la humanidad, des-cendió desde la gloria del Padre, y que así como descendió así volvió a ascender después de haber cumplido su misión redentora?

Préstese atención a la condicionan-te: El único que subió al cielo fue el que descendió del cielo. De modo que no existe razón alguna para con-tradecir a Juan imaginando que Enoc y Elías podrían quedar exceptuados.

Por cierto no existen en todas las Escrituras Griegas razones que con-duzcan a pensar que Juan haya sido confrontado por los judíos o por sus compañeros señalándole haberse equivocado al haber dicho que nadie subió al cielo. Los israelitas no tenían la creencia de que los humanos vivos, o muertos, pueden tener acceso a la gloria de Dios incluyendo a Enoc y Elías; y si bien los exégetas judíos tie-nen problemas (y algunos conjeturan) para interpretar las palabras de Moi-sés referentes a Enoc, tal dificultad de ninguna manera es una puerta hacia la creencia de un posible ascenso al cielo. Estamos a más de tres mil qui-

nientos años desde que Moisés escri-bió su relato de Génesis 5.24 como para entender la palabra לקח (lakáj) desde el punto de vista desde el cual él la entendía, cuya palabra, por cierto es difícil verterla a otras lenguas debi-do a la variedad de significados; esa variedad de significados hace a los versionistas traducirla como llevar, y aunque Moisés no dice que Enoc fue llevado al cielo, el lector complemen-ta la idea de que Enoc fue llevado al cielo. De manera que, aun cuando Moisés no dijo eso, todo lector inme-diatamente toma el sentido tradicio-nal y le agrega al texto lo que no dice.

Fue con el correr de los siglos que las creencias nacidas en la Iglesia Ca-tólica forjaron la creencia acerca de la posibilidad de que los buenos alcan-cen el cielo como recompensa, como en el caso de los apócrifos asunsionis-tas que describen cómo después que María murió su cuerpo fue llevado al cielo, y cómo las Actas de Pilato com-ponen escenas en las cuales presen-tan a Enoc y Elías vivos en el cielo; todo lo cual, repito, no forma parte del pensamiento judío sino del pen-samiento tardío de escritores católi-cos anónimos.

Tales creencias apócrifas nacieron muchos siglos antes que las iglesias evangélicas nacieran, y fue fácil para

todas ellas tomar de la Iglesia sus cre-encias y formar con ellas sus creen-cias.

Cualquier cristiano evangélico puede iniciar una exploración históri-ca para conocer de dónde han sido tomados la mayoría de creencias de las iglesias evangélicas y, seguramen-te, su exploración le conducirá a la Iglesia Católica.

Volviendo a Juan 3.13, es intere-sante notar, por curioso que parezca, cómo sus palabras son subestimadas e incluso relegadas a un lugar sin im-portancia sencillamente porque la tradición cristiana ha determinado que Enoc y Elías definitivamente fue-ron llevados hasta la gloria de Dios. De esa manera, aunque Juan declara que nadie subió al cielo las creencias populares dicen que sí, demostrando con eso que los santos escritos care-cen de valor y que es la popularidad cristiana la que establece cómo creer.

La sencilla hermenéuticaLo que hace falta dentro del am-

biente popular cristiano es imitar a aquella congregación de Berea, de quienes Hechos 11.17 dice:

Estos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando

AVANCE - Noviembre 2012 - Página 4

El mundo necesita con urgencia portavoces del evangelio que le ense-ñen la doctrina de Jesucristo. www.iglededios.org está respondiendoeficazmente a ese llamado.!Únase usted a la cadena! ¡Únase a nuestro esfuerzo!Fotocopie Avance, fotocopie los Estudios, compártalos con familia-res, hermanos de su congregación, amigos. Evangelice sin hablar.Invite a cuantos pueda a visitar nuestro website.70.000 estudios fueron descargados durante el año 2011 testificandodel poder de la verdad de la Palabra de Dios.¡EVANGELICEMOS A TODO EL MUNDO!

en su obra Contra Los Herejes, 1. 27. 1-2, dice de Cerdón: “Un cierto Cerdón,quien había tomado su sistema de los se-guidores de Simón, y que había venido aRoma bajo Higinio, el noveno en sucesiónepiscopal de los apóstoles, enseñó que elDios proclamado por la ley y los profetasno era el padre de nuestro Señor Jesu-cristo...Marción, del Ponto, siguió a Cer-dón y desarrolló su doctrina llena deblasfemias“. Como se acaba de decir arriba, pareceque algunas ideas de Marción no eransuyas sino copiadas de su instructor.Esto podría significar que durante loscinco años que Marción estuvo enRoma, no se dedicó enteramente a lacomunión con sus jefes sino a explorarlos alcances del entendimiento de otrosindividuos en relación al esoterismo.

Esto significa dos individuos de lamisma calaña, enteramente ambicio-sos, capacitados y estrechamente uni-dos con el fin de causar el mayordestrozo posible a la Iglesia. No se sabesi este secuaz era hombre adinerado osi era fiel a la causa de Marción por con-vicción a la nueva doctrina, por resenti-mientos, o por gozar de algún dinerorecibido en concepto de sueldo. Pero loseguro es que Marción tenía en Cerdónun hombre de confianza, un fiel discí-pulo, decidido a causar daño en lo másposible, y gran impulsor de los desva-ríos de su líder.

El canon de MarciónContrario al aspecto negativo e inacep-table de Marción, puede decirse, ac-tuando con imparcialidad, que sucapacidad de líder lo movió a organizarlo que hoy es conocido como canon, esdecir, un listado de libros o epístolas se-leccionados que debían ser autorizadospor la iglesia para su aceptación oficialy lectura dentro de las congregaciones.Indudablemente, en aquel tiempo nosólo el Canon Hebreo estaba ya cerradosino que los cuatro evangelios y el restode escritos apostólicos circulabanabundantemente por todas las congre-gaciones de la iglesia de Dios y de lassectas ebionita, mazarena, y ésta contrala cual Marción iba a combatir, la cualeventualmente vino a ser conocidacomo la Iglesia.Admítase o no, la iniciativa de Marción

AVANCE - Febrero 2012 - Página 4

protoortodoxos ni tampoco imagina-ron tildar a Marción heterodoxo. Todosestos calificativos surgieron con el co-rrer del tiempo.No se sabe exactamente en qué puntode tiempo Marción fue declarado he-reje, si inmediatamente después dehaber sido expulsado de Roma o si elcalificativo le vino como respuesta yvoz de alerta de la Iglesia de Roma atodas las congregaciones locales a raízdel trabajo de Marción de dividir la Igle-sia; lo cierto es que el daño ocasionadoa la Iglesia fue considerable hasta elgrado que los obispos estaban alarma-dos por el éxito de la nueva doctrina. Elreporte de los escritores dice que ladoctrina herética predicada por aquelhombre se había extendido por todo elmundo.

CerdónPor lo que Tertuliano reporta (Libro 1,Capítulo II), Marción contaba con unaliado y simpatizante, de quien a la vez,tomó, o había tomado algunas opinio-nes relacionadas a su modo de inter-pretar las Escrituras; tal hombre, alparecer, diestro en el arte de la persua-sión, era de nombre Cerdón. Aunque sedice que éste hombre fue instructor deMarción, esto no necesariamente signi-fica que haya sido su líder, al contrario,lo que se puede mirar es diferente, esdecir, que Marción era poseedor de unespíritu superior al de aquél y vino aconvertirse en líder de Cerdón. Ireneo(202 dC.) obispo de Galia, en Francia),

algo sorprendente.Pero contrario al resultado por él espe-rado, lo que Marción causó en la reu-nión fue una sonora explosión queacabó definitivamente con sus espe-ranzas de alcanzar una posición sobre-saliente en el seno de la congregación.Ante la exposición hecha, los líderes lo-cales reaccionaron inmediatamentedeclarando inadmisibles las ideas ex-puestas. Como resultado, la sentenciano se hizo esperar, no sólo su pro-puesta fue rechazada sino también supersona, y la fuerte donación que unoscinco años antes había hecho a la con-gregación le fue devuelta.Pareciera como que algunas ideas pro-puestas en aquella reunión no eranpropias de él sino influenciadas por unenemigo de la verdad, y al parecer,gnóstico del cual se habla un poco másabajo.Pero ante la situación enteramentecontraria a él, Marción no se intimidó niconsideró sus creencias doctrinales in-servibles y muertas; por el contrario,siendo hombre adinerado, y habiendorecibido de regreso el dinero donado,decidió volver a la región de dondehabía salido, llevando consigo un terri-ble polvorín con el cual iba a hacer tem-blar los cimientos de aquellaorganización que no sólo lo había ex-pulsado sino que lo había declaradohereje.Es de aclarar que la Iglesia de aquellostiempos no lo declaró heterodoxo puesellos, ni consideraban ser ortodoxos ni

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www.iglededios.orgEL ÉXITO DEL EVANGELIO

cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.Sin lugar a dudas el propósito de

Lucas no fue simplemente escribir un vago reporte acerca de aquella con-gregación, y quienes lo leen concuer-dan en que su propósito fue poner en relieve aquella loable actitud.

Al examinar las palabras de Lucas se entiende que aquella congregación no sólo escuchó las enseñanzas doc-trinales de Pablo sino que las exami-naron comparándolas con las Escritu-ras; obviamente, tal comparación no se basó en el modo tradicional judío de entender las Escrituras, sino en base al entendimiento parcial nacido de la experiencia previa y del sentido común del cual los humanos estamos dotados. De haber ellos comparado las enseñanzas de Pablo teniendo como base la tradición judía segura-mente las palabras de Pablo habrían sido tenidas como contradictoras o blasfemas, pero el correcto entendi-miento prevaleció; recalcar eso fue el propósito por el cual Lucas hizo ese reporte.

El paso correctoUno pudiera preguntarse ¿a qué se

debe la diversidad de interpretaciones en torno a los tópicos abordados por la Santa Escritura? La respuesta posi-blemente se encuentre en las palabras de un hombre de avanzada edad al

cual le escuché decir algo así como “La Biblia es como una guitarra, cada quien le saca la música que quiere”. El hombre en mención decía eso siem-pre que evangelistas de diferentes congregaciones se le acercaban para reclutarlo para sus congregaciones.

Aunque su posición parecía pesi-mista no por eso dejaba de ser cierta, después de todo, sabáticos (como él los llamaba) y no sabáticos, cabañistas (como les llamaba) y no cabañistas, (aleluyas) (como llamaba a los pente-costales) y no pentecostales le visita-ban con alguna frecuencia debido al negocio al cual se dedicaba.

Sin discutir acerca de sus palabras, seguramente entender la Escritura no depende de dos o más interpretacio-nes sino de una sola, él lo sabía. La-mentablemente cada quien la lee res-petando las creencias de su congre-gación sin importar si de verdad esas creencias son certeras o no. De allí nace la necesidad de considerar lo siguiente:

Primero, se hace verdaderamente necesario poner atención a las pala-bras de los escritores inspirados para aprender correctamente sus ense-ñanzas. El segundo paso consiste en entender lo que se lee; y el tercer paso es aceptar como verdad lo que se en-tiende; de otra manera, al leer las Es-crituras el lector gira en un círculo del cual nunca conseguirá salir.

Cuando Jesucristo dijo a los judíos: “Escudriñad las Escrituras, por-

que a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna, y ellas son las que dan testimonio de mí.” (Juan 5.39), les estaba poniendo en claro que

las leían pero su interés no estaba en conocer exactamente su contenido, más bien, su inclinación era continuar validando las tradiciones establecidas en el pueblo.

De esa manera uno puede enten-der la razón por la cual aunque aque-llas autoridades judías estaban fami-liarizadas con la Santa Escritura, su mayor tropiezo era que no la leían para entenderla sino para apoyar cuanto la tradición había establecido.

Curiosamente, la situación no ha cambiado, y aunque el cristianismo frecuentemente acusa a aquellos ju-díos de priorizar su tradición por so-bre las verdades de Dios, la verdad continúa invariable, pues el cristia-nismo actual vive aferrado a la tradi-ción establecida por los obispos y es-critores de la Iglesia. Una prueba de esto que se dice es la creencia acerca del cielo como recompensa, para cuya creencia los simpatizantes encuentran abundante apoyo en las Escrituras Griegas del Nuevo Pacto, y tan defini-da está la idea que difícilmente puede ser abandonada; prueba de esto es que, aun cuando Juan 3.13 anula toda interpretación incorrecta, la fuerza tradicional continúa firmemente de-clarando que Enoc y Elías fueron lle-vados al cielo.

Las palabras de Jesús (Mateo 5.5)Bienaventurados los mansos,

porque recibirán la tierra por heredad. ¿Es difícil entender esta promesa

del Señor? Seguramente, no. Sus pa-labras son tan claras en informar que los redimidos no tendrán otra recom-pensa sino la Tierra como su gran he-rencia.

Si el Señor lo dijo entonces sin lu-gar a dudas el premio que debemos

AVANCE - Noviembre 2012 - Página 5

En su presenciaCON HUMILDAD

Sigue en la pág. 7

esperar es ése y no otro. Esas palabras han estado escritas por casi dos mil años, y quienes en los siglos anterio-res al presente las leyeron siempre alcanzaron el mismo razonamiento ante una declaración difícil de tergi-versar. Incluso se hace imposible pen-sar que los Apóstoles hayan ignorado tan clara enseñanza; prueba de ello la encontramos en Pablo, quien en Ro-manos 3.13, la enfatiza diciendo:

La promesa de que sería he-redero del mundo, fue dada a Abraham o a su descendencia no por la Ley sino por la justicia de la fe.Se concluye, sin temor a equívocos,

que Pablo conocía perfectamente bien la enseñanza del Señor; para él el único y más grande galardón prome-tido a los redimidos es la Tierra, pero sin las desventajas existentes. La Tierra mencionada por Pablo es aquella to-talmente renovada de la cual hablan los profetas del Antiguo Pacto y Apo-calipsis.

De esa promesa hecha a Abraham son hechos participantes los redimi-dos por Cristo, tal como está declara-do en Gálatas 3.29:

 Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente descendientes de Abraham sois, y herederos se-gún la promesa. Definitivamente nuestra herencia

es la Tierra, aquí vendrá el Señor y aquí vendrá el Padre Eterno, de mane-ra que ningún redimido marchará o será llevado otro lugar. Más con todo y que las palabras del Señor no admiten malentendidos, la idea encaminada a empujar a los redimidos al cielo conti-núa incambiable, sin modificación; el propósito de los cristianos es alcanzar el cielo a como dé lugar, sin importar que nunca tal meta haya sido prome-tida.

Definitivamente no (Juan 7.33-36)Y Jesús dijo: Todavía estaré

con vosotros algún tiempo, y luego iré al que me envió. Me buscaréis, pero no me hallaréis,

y a donde yo estaré, vosotros no podréis ir. Entonces los judíos dijeron entre sí: ¿Adónde se irá este, que no lo hallaremos? ¿Se irá a los dispersos entre los grie-gos y enseñará a los griegos? ¿Qué significa esto que dijo: Me buscaréis, pero no me hallaréis, y a donde yo estaré, vosotros no podréis ir? Manteniendo los judíos su falta de

voluntad de entender correctamente cuanto las profecías habían dicho res-pecto a la venida de Emmanuel, les era imposible asentir a las palabras que estaban escuchando; de eso re-sultó confusión en ellos, pues entre-tanto el Señor les estaba diciendo “Todavía estaré con vosotros algún tiempo, y luego iré al que me envió”, ellos replicaron “¿Adónde se irá este, que no lo hallaremos? ¿Se irá a los dispersos entre los griegos y enseñará a los griegos?”

Demasiado lejos estaban de en-tender el significado de aquellas pa-labras, como tal, pocos días más tarde lo condenaron a morir crucificado; desconociendo la Escritura no enten-dieron que con su decisión de crucifi-carlo estaban haciendo realidad el cumplimiento de aquellas palabras del Señor.

El Señor murió, pero después de su resurrección ascendió a los cielos para

sentarse al lado de su Padre. Así, al lugar donde él fue, es decir, al cielo, ninguno de los judíos estaba autori-zado para ir.

De esa manera quedó plenamente claro a los lectores del evangelio de Juan que ninguno de los judíos fue prometido a ir al cielo bajo ninguna circunstancia.

Pero...¿sólo a los judíos les quedó vedado ir al cielo? porque si no se encuentra ninguna referencia con la misma prohibición a los redimidos del evangelio entonces la probabilidad obligaría a concluir en que la puerta fue cerrada sólo para ellos mientras que los grandes favorecidos serían los cristianos. Sin embargo, dentro del plan de salvación no hay dos clases de recompensa sino una sola y la misma, es decir, la promesa hecha a Abraham, padre de los creyentes en Cristo, abarca a judíos y a gentiles, esto es, la Tierra por heredad como prometió Cristo en Mateo 5.5; esto significa uni-formidad en la enseñanza evangélica, esto al mismo tiempo implica la nece-sidad de confirmar la no existencia de una promesa celestial a los redimidos por Cristo, la cual por cierto se en-cuentra mencionada por Juan, de esa manera, con esa declaración queda disipado cualquier malentendido, y la aspiración de alcanzar tan ansiado

Porque: El que quiere amar la vida y ver días buenos, refrene su lengua de mal y sus labios no hablen engaño; apártese del mal y haga el bien; busque la paz y sígala, porque los ojos del Señor están sobre los justos. (1 Pedro 3.10-13)

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bierno, tales como convertir las sina-gogas en mezquitas y la destrucción del antiguo cementerio judío en Trí-poli.

En una entrevista con Al-Mismari con Al-Hayat dijo que Gadafi, que fue retratado siempre como un gober-nante formidable, era en realidad un cobarde y un hombre muy emocional.

Al-Mismari reveló que Gadafi to-maba tranquilizantes “para sentirse valiente y fuerte”, y que cuando se enojaba “tiraba papeles en el suelo y forzaba a sus ayudantes para recoger-los.” (fuente: Arutz-Sheva)

LOS CRIPTO JUDÍOS“El significado del término es "ju-

díos ocultos" y se designa a los judíos que, debido a las persecuciones reli-giosas o matanzas, han decidido man-tener oculta su identidad. Lo han he-cho de distintos modos, por lo gene-ral manteniendo algunas prácticas que concuerdan o son compatibles con la memoria judía, tales como nombres de personas, prácticas de alimentación, higiene, y prácticas reli-giosas. Si bien ese fenómeno se ha manifestado en distintas épocas y geografías (en la actualidad tenemos

¡Entérese!Andrés Menjívar

¿Ángeles que adoptaron sexo? • Armagedón • Los 613 mandamientos • Alma y Espíritu - El Nuevo Pacto • El Velo para OrarAlgunas razones para guardar el Sábado • La Ley de la Alimentación • ¿Es el Domingo el día del Señor? • Después de Mil AñosApocalipsis 12 • 666 El número de la Bestia • El Reino de Cristo • El Evangelio de Mateo • El arrebatamiento de Elías • El Juicio Final • El Ministerio de Muerte • El Anticristo • El Nacimiento de Cristo • Eternidad y Tiempo • La Biblia de los TJ • La Cena del Señor • La Ley de Cristo • La Creación • La Gran Transformación • La Iglesia de Dios • La Ley de la Muerte • La Nueva Jerusalén • SatanásLa Ley de Moisés • La predestinación • La Resurrección de Cristo • Las Setenta Semanas • Los Nefilim • Los Hermanos de Jesús La Simiente de la Serpiente • Las Siete Plagas Postreras • Legalismo y Cristocentrismo • Salvación a Israel • La Ley y la GraciaLos Límites del Espíritu Humano • ¿Cuánto tiempo estuvo Noé en el Arca? • Los Sábados Rituales • Sectas Judaizantes • La Trinidad El Gran Memorial • Yo Soy • El Diezmo • Los Dones del Espíritu Santo • The Ritual Sabbaths • La Divinidad • The Brothers of JesusMiguel (“arcángel”) • Jesucristo, el hijo de David • El Espíritu de Dios en el Hombre • Los Huesos Secos • Las Fiestas de Israel Twice Dead • Los Ebionitas • El Macho Cabrío a Azazel • Marción • Descárguelos visitando:

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60 Estudios son suyos Toda una Biblioteca gratis

el caso de una centena de polacos o alemanes que se reunieron para com-partir sus raíces, pasadas ya algunas generaciones luego de la Segunda Guerra Mundial), es más conocido el caso ibérico, que ha tenido gran al-cance demográfico e histórico (millo-nes de personas a través de los siglos, tanto en España y Portugal como en Sudamérica). En el caso de los des-cendientes de los "marranos" (nombre aplicado a los criptojudíos en la Espa-ña inquisitorial), la memoria judía ha languidecido con el tiempo, llegando a darse el caso de familias católicas que aún practicaban la endogamia entre grupos que conservaban signos criptojudaicos (tales como la higiene personal y de la casa para el shabat, no comer cerdo, realizar pan sin leva-dura, etc.) pero olvidando completa-mente su origen judío (mayormente en los pueblos del interior de España y en Sudamérica). Los especialistas en genealogía ya estudiaron los nombres y apellidos frecuentemente elegidos por los conversos al catolicismo, a fin de conservar implícitamente la me-moria judía. Un nombre típicamente marrano era "Diego", o el famoso ape-llido "Carvajal", el de la familia que fuera quemada por la Inquisición en México. Actualmente, en un contexto posmoderno en el que las grandes narrativas se han terminado, y en el que el pasado no parece ser tan de-terminante y peligroso para la identi-dad, abre a la gente la curiosidad por su pasado familiar e histórico, lo que multiplica los casos de las personas que se lanzan apasionadamente a investigar su pasado”. (Aurora-Israel)

PROBLEMAS DE IDENTIDADDurante mucho tiempo corrieron

los rumores de que el ex líder libio Muammar Gadafi tenía raíces judías, y un exalto funcionario de su gobierno parecen confirmar estos rumores.

Nuri al-Mismari, quien se desem-peñó como asistente personal de Ga-dafi, dijo al periódico Al-Hayat que el dictador libio trató de silenciar a cual-quiera que conociera la información “incriminatoria” sobre sus raíces judías.

En una entrevista con el periódico, al-Mismari dijo que ya en la década de 1980, Gadafi ordenó matar a tres per-sonas que supuestamente poseían documentos de prueba de que su madre era judía.

En marzo pasado, Arutz Sheva ha-bló con Gita Boaron, quien afirmó que el ex dictador libio era realmente judío y que ella es una prima lejana. Boaron dijo que la abuela de Gadafi era judía, se convirtió en musulmana y se casó con el jeque de la ciudad. Tuvo hijos y él es su nieto por lo que se lo conside-ra judío, porque su madre nació de una madre judía “.

Mientras que él puede o no haber tenido raíces judías, Gadafi se encargó de destruir símbolos judíos que per-manecieron en Libia durante su go-

Mis lectores dicen:

“Otro es el que da testimonio acerca de mí,y sé que el testimonio que da de mí es verdadero.”

Juan 5:32

“Lo que me motiva a escribir estas líneas es una razón simple, me siento bendecido de haberme informado con uno de sus estudios, es admirable imaginarme las horas que ha dedicado para escri-bir su literatura y por ello es que me siento alegre y con ganas de seguir aprendiendo sobre la ense-ñanza de nuestro Dios y mas que ello, compartirlo con aquellos que también lo necesitan.”

W. S.Vía Email

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PROMETIÓ..viene de la pág.5regalo también queda disipada.

Juan 13.33 dice:Hijitos, aún estaré con voso-

tros un poco. Me buscaréis, pero, como dije a los judíos, así os digo ahora a vosotros: A donde yo voy, vosotros no podéis ir.¡Cuánta claridad en las palabras del

Señor! todo fácil de entender, no hay palabras difíciles que hagan pensar a qué se refieren:

“A donde yo voy vosotros no po-déis ir”, es decir, yo he de volver al cie-lo, y allá ustedes no pueden ir.

¿Acaso los Apóstoles fueron infor-mados acerca de no poder ir al cielo al tiempo que al cristianismo en general le fue otorgado tan elevado galardón? Seguramente no, y el ideal de alcanzar aquel lugar como el máximo galardón debiera ser abandonado por quienes toman la Santa Escritura como regla de fe.

Una mirada a Juan 14.1-3No se turbe vuestro corazón;

creéis en Dios, creed también en mí.

En la casa de mi Padre mu-chas moradas hay; si así no fue-ra, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vo-sotros.

Y si me voy y os preparo lu-gar, vendré otra vez y os tomaré a mí mismo, para que donde yo esté, vosotros también estéis. En lo que concierne a mi experien-

cia personal en la divulgación de la Palabra de Dios, he observado cómo el texto de Juan 14.1-3 es, sin lugar a dudas, la base sobre la cual descansa fuertemente la esperanza de alcanzar el cielo como morada. No hay otro texto con tanta fuerza prometedora como este y las personas cristianas con las cuales he abordado el tópico de la ida al cielo inmediatamente lo citan como punto de apoyo para su fe. Notoriamente, la lectura inadecuada de este texto deshace completamente la idea sólida proporcionada por el

Señor en Mateo 5.5 y Juan 13.33 con-siderada arriba, con lo cual cae venci-da la correcta exégesis y alcanza la victoria el deseo determinado a alcan-zar lo imposible.

Para el cristianismo, las primeras palabras de este texto (verso 1) po-drían parecer incomprensibles senci-llamente porque en el mundo cristia-no creer en Dios y en su Hijo está fue-ra de dudas, sin embargo, el trasfondo de las palabras del Señor al hablar a sus discípulos, que eran judíos, no es el mismo desde el cual los cristianos gentiles lo podemos entender.

Aunque los discípulos habían de-mostrado creer en el Señor, él les en-fatiza que debían creer en él con la misma intensidad con que creían en Dios, asegurándoles con eso que si Dios no miente tampoco él les iba a mentir respecto a lo que iba a decirles.

“En la casa de mi Padre muchas mo-radas hay”, el término define un lugar específico, del cual no existen dudas de su ubicación, es decir, el cielo.

La morada de Dios está menciona-da en el Salmo 123.1: 

A ti alcé mis ojos, a ti que ha-bitas en los cielos. Indudablemente, el trono del Altí-

simo está en el tercer cielo, y por ende el cielo es la morada de Dios; por con-siguiente, está fuera de discusión que Dios habita allá junto con su Hijo y con serafines, querubines, arcángeles y ángeles. Lo interesante, y segura-mente el punto crítico en el cual se arraiga la seguridad de ir al cielo está en las palabras “voy, pues, a preparar lugar para vosotros”, porque claramen-te se nos informa que en el cielo hay muchas viviendas o habitaciones des-tinadas para los redimidos que el Se-ñor ha ido a preparar para nosotros.

Indudablemente, si el Maestro dijo que en el cielo, que es en sí la gloria de Dios, hay muchas moradas, es de-cir, habitaciones en número igual al de los redimidos, entonces todos noso-tros estamos seguros que al tiempo señalado las poseeremos. En esta se-

AVANCE - Octubre Noviembre - Página 8

guridad todos nosotros convergemos.Pero aunque la idea inicial adquiri-

da de la lectura del verso 2 no deja lugar a dudas acerca de la promesa irrebatible, el verso 3 complementa la declaración del Señor:

Y si me voy y os preparo lu-gar, vendré otra vez y os tomaré a mí mismo, para que donde yo esté, vosotros también estéis.¿Cuál es la idea principal de esta

declaración? El Comentario Mundo Hispano, explicando Juan 14.3, parece acercarse a la idea que estoy tratando de explicar:

Poco o nada se nos dice en cuanto al lugar ni la morada que él está preparando para noso-tros; basta la promesa de que estaremos con él. Más que el lugar, o la clase de morada, el énfasis está sobre la unión ínti-ma, inseparable y eterna de los creyentes con su Señor.De acuerdo a este comentario, las

palabras del Señor no se centran so-bre el lugar dónde están esas mora-das, sino a que los redimidos vamos a estar en unión con él. Ahora bien, la manera en que el Señor ha ido a pre-pararnos las moradas se encuentra explicado en Hebreos 7.25:

Por eso puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos. En otras palabras, no es que el Se-

ñor haya ido a hacer algunas repara-ciones o arreglos a esas moradas, más bien ir a preparar esas moradas signi-fica ir a interceder por nosotros delan-te de su Padre a fin de que seamos dignos de poseerlas.

Al tiempo determinado por el Pa-dre el Señor volverá por segunda vez a la Tierra para establecer su reino de mil años. Después de ese período mi-lenario es necesario que el mundo vuelva a ser como es actualmente, es decir, envuelto por el pecado, con Satán activamente trabajando, hasta que venga el día del juicio final. Claro

que el estado de gozo de los redimi-dos con Cristo no terminará al final de los mil años, lo que va a terminar es su gobierno mundial y el período de paz para el mundo. Su reinado no termi-nará sino hasta que la Tierra esté to-talmente renovada como dice Pedro en Hechos 3.21 “A este, ciertamente, es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas”. Esto significa que no hay un momento en que Él haya de volver a los cielos pues el trabajo de restaura-ción no va a terminar sino hasta que la muerte sea lanzada al lago de fuego.

Las moradas (Apocalipsis 21.1-2) Entonces vi un cielo nuevo y

una tierra nueva, porque el pri-mer cielo y la primera tierra ha-bían pasado y el mar ya no exis-tía más. Y yo, Juan, vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, des-cender del cielo, de parte de Dios, ataviada como una esposa hermoseada para su esposo.Estas son las moradas mencionadas

por el Señor. Existen en el cielo, y Juan, en Apocalipsis, las describe con amplios detalles. Notoriamente se nos dice que Juan vio la ciudad descender del cielo, y descender tiene un propó-sito declarado en Apocalipsis 22.14:

Bienaventurados los que la-van sus ropas para tener dere-

cho al árbol de la vida y para entrar por las puertas en la ciu-dad.Si la Nueva Jerusalem ha de des-

cender del cielo para que los santos entren por sus puertas, ¿a qué irían los santos al cielo?

La última parte del Juan 14.3 dice: para que donde yo esté, vosotros tam-bién estéis. La Versión Reina-Valera de 1995 usada en este artículo, y otras versiones que abogan por la idea de ir al cielo cambian el tiempo presente activo “yo estoy” por el subjuntivo “yo esté”, de esa manera el significado de las palabras del Señor son alteradas.

El texto griego dice:ἵνα ὅπου εἰμὶ ἐγὼ καὶ ὑμεῖς ἦτε,

[hina hopou eimi egō kai humeis ēte] y corresponde a la traducción de la Reina-Valera Antigua: “para que donde yo estoy, vosotros también estéis”.

Cuando el Señor dijo estas palabras él estaba en (tiempo presente) Jerusa-lem, y en ese mismo lugar prometió estar con los suyos. Pero si sus pala-bras se cambian de tiempo presente a subjuntivo entonces la idea conduce a la persona a creer que el Señor pro-metió el cielo a sus discípulos, lo cual es un grave error de interpretación.

Ya él les había dicho: A donde yo voy vosotros no podéis venir (Juan 13.33), de manera que el Señor no prometió el cielo a su pueblo. FIN.

AVANCE - Junio 2012 - Página 8

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MINISTERIODOCTRINA Y FE

después de ponerse sus vestidos, saldrá a ofrecer su holocausto y el holocausto del pueblo; hará la ex-piación por sí mismo y por el pue-blo, Inmediatamente después de haber-

se despojado de las ropas destinadas a ese servicio debía bañarse, lo cual signi-ficaba un acto de purificación por haber tocado y depositado las culpas sobre el macho cabrío. Habiéndose puesto sus ropas limpias, debía continuar con los oficios.

25 y quemará en el altar la gra-sa del sacrificio por el pecado. No está declarada la razón por la cual

la grasa del animal debía ser quemada sobre el altar, después de todo, el resto del animal debía ser quemado afuera.

26 El que haya llevado el macho cabrío a Azazel, lavará sus vestidos, lavará también con agua su cuerpo y después entrará en el campamen-to. La misma acción llevada a cabo por

el gran sacerdote debía este hombre realizar, de otra manera su pecado iba a permanecer en él y por consiguiente debía morir.

27  Después sacarán fuera del campamento el becerro y el macho cabrío inmolados por el pecado, cuya sangre fue llevada al santua-rio para hacer la expiación, y que-marán en el fuego su piel, su carne y su estiércol. Según Dios esos animales no debían

ser quemados en el altar; aunque no eran para azazel también debían ser quemados fuera del campamento, lo cual era algo parecido a la acción toma-da con el macho cabrío enviado al de-sierto a morir, es decir, debía morir fuera del campamento.

28 El que los queme lavará sus vestidos y lavará también su cuerpo con agua, y después podrá entrar en el campamento. El hombre comisionado para que-

mar esos animales debía lavar sus ropas y bañarse, sólo hasta después podía entrar al campamento; después de to-do, al haber tocado los cuerpos de am-

bos animales lo habían hecho inmundo.29  Esto tendréis por estatuto

perpetuo: En el mes séptimo, a los diez días del mes, afligiréis vuestras almas, y ninguna obra haréis, ni el natural ni el extranjero que habita entre vosotros,En el lenguaje de nuestro Dios, la

palabra perpetuo de ninguna manera significa que esta solemnidad debía ser celebrada a través del tiempo hasta que viniera la consumación de los siglos. Lo perpetuo solo significa ininterrumpido, sin cesar, hasta que viniera el momento de parar esa celebración; ese momento se llevó a cabo cuando vino el Señor Jesucristo a sustituirla.

La solemnidad requería del pueblo absoluta contrición, es decir, absoluto pesar y remordimiento de haber ofen-dido a Dios; a la vez era día reconocer que por la misericordia de Dios el pue-blo continuaba siendo santo y especial tesoro, tal como se los había prometido cuando el pacto del Sinaí fue concerta-do.

30  porque en este día se hará expiación por vosotros, y seréis limpios de todos vuestros pecados delante de Jehová. Ser limpios de pecado significaba

quedar aptos para heredar la vida eter-na

31 Día de reposo es para voso-tros, y afligiréis vuestras almas. Es

un estatuto perpetuo. Parece que esa actitud de remordi-

miento iba acompañada de ayuno de 24 horas, como también de absoluto reposo dedicado a recordar su estado frágil ante la posición de limpieza re-querido por su Dios.

32 Hará la expiación el sacerdo-te que sea ungido y consagrado para ser sacerdote en lugar de su padre; se vestirá con las vestiduras de lino, las vestiduras sagradas,

33  y hará la expiación por el santuario santo y el Tabernáculo de reunión; también hará expiación por el altar, por los sacerdotes y por todo el pueblo de la congregación. El macho cabrío a azazel formaba

parte de la solemnidad anual más signi-ficativa de todo el calendario dado a Israel. Era el protagonista principal en toda la escena porque sobre él eran cargados todos los pecados cometidos por el pueblo durante el año.

34 Esto tendréis como estatuto perpetuo, para hacer expiación una vez al año por todos los pecados de Israel. El pecado era tan sutil como involun-

tario, de allí que la cuenta comenzaba al día siguiente de la solemnidad.

Y Moisés lo hizo como Jehová le man-dó.

CONTINUARÁ

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