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Autor: Philippe M. Delêtre Fisioterapeuta. 1264 Col. Osteópata estructural.

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Autor: Philippe M. Delêtre

Fisioterapeuta. 1264 Col.

Osteópata estructural.

Anatomía del Tobillo

El tobillo lo forma la articulación tibioperoné-astragalina. Formado por los

huesos inferiores o distales de la pierna (tibia y peroné) y por el hueso del pie

(Astrágalo).

La tibia y el peroné

encierran y coaptan al

astrágalo en forma de

“mortaja”. El Astrágalo

conecta por debajo

con el calcáneo

(articulación

subastragalina).

También representa

importancia la

articulación entre el escafoides y el Cuboides (articulación de Chopart) ya que

interviene en los movimientos de prono-supinación del pie.

La articulación tibiotarsiana forma parte del tipo de articulaciones trocleartrosis

con 2 movimientos principales:

- Flexión (Flexión dorsal)

- Extensión (Flexión ventral)

También la articulación subastragalina interviene en los movimientos de prono-

Supinación del talón.

La movilidad tibioastragalina tiene el movimiento de flexión dorsal 20º y flexión

plantar 50º. La flexión dorsal del tobillo produce que el astrágalo separe a nivel

de los maléolos.

La articulación del tobillo mantiene su estabilidad gracias a 3 grandes

grupos de ligamentos:

- Ligamentos Tibioperoneos (Sindesmosis)

- Ligamento Deltoideo (Ligamento lateral interno)

- Ligamento Lateral

Externo:

A) Ligamento Peroneo-

Astragalino Anterior

(LPAA). Discurre desde el

borde anteroinferior del

peroné hasta el cuello del

astrágalo. Las pruebas

biomecánicas han

demostrado que es el más

lesivo. Su tensión

aumenta con los

movimientos de flexión

plantar, supinación e

inversión. (1y 2).

B) Ligamento Peroneo-

Calcaneo (LPC). Se origina en la cara interna del maléolo peroneal y se inserta

en la tuberosidad del calcáneo (3). Es extraarticular y esta separado de la

cápsula articular por una capa delgada de tejido adiposo. De los tres

ligamentos es el más elástico, siendo su resistencia mayor a la del

Lig.Peroneo-Astragalino Anterior. La tensión del ligamento aumenta con la

flexión dorsal, pero en rotación interna, y con la inversión, y disminuye con

flexión plantar. Habitualmente suele lesionarse en mecanismos de inversión

forzada, asociándose en

ocasiones a una ruptura de la

vaina de los peroneos. (4 y 5).

La lesión cominada de los

ligamentos del peroneo

anterior y peroneo-calcaneo se

encuentran en el 20% del total

de lesiones, mientras que la

lesión aislada del LPAA se observa en el 65% de ellas.

C) Ligamento Peroneo- Astragalino Posterior (LPAP), discurre desde la

zona distal e inferior del peroné a parte posterior del astrágalo. Su función es la

de estabilizar el desplazamiento posterior del Astrágalo. Es el ligamento más

resistente y rara vez se lesiona, excepto en los traumatismos graves del tobillo.

Ligamento Lateral interno: Presenta 4 haces principales,

A) Fascículo TibioAstragalino Anterior del

Ligamento Deltoideo.

B) Fascículo TibioAstragalino posterior del

ligamento Deltoideo

C) Fascículo TibioCalcaneo del ligamento

Deltoideo

D) Fascículo TibioEscafoideo del Ligamento Deltoideo.

Definición de esguince.

El esguince es una distensión, ruptura parcial o total del ligamento.

El ligamento sirve como estabilizador de una articulación, en este caso el tobillo

se tuerce hacia un lado u otro produciéndose una rotura de ligamentos o

esguince. El mecanismo de inversión forzada del pie produce lesiones por

tracción, sobre todo cuando existe una lesión del complejo ligamentoso

externo, pero no es el único mecanismo lesional existente, ya que puede

asociarse también lesiones por contusión que provocan lesiones directas sobre

el ligamento.

Porcentajes de lesión:

El esguince de tobillo representa el 38 % de las lesiones del aparato locomotor.

Representan el 40-50% de las lesiones del Baloncesto, 16-23% de las lesiones

de fútbol, y 20% de las lesiones del atletismo.

El 85% de los esguinces de tobillo corresponden con el ligamento lateral

externo y dentro de él, un 70% de las lesiones se producen en la parte anterior

del ligamento peroneoastragalino.

El 5% de los esguinces de tobillo se sitúan en el ligamento Deltoideo, y el 10%

en la Sindesmosis (articulación tibioperonea inferior).

Clasificación de los esguinces:

- Esguince de primer grado:

Se produce una distensión ligamentosa,

con alguna ruptura de alguna fibra, con

poco dolor, hematoma nulo o escaso y sin

inestabilidad objetivable.

- Esguince de segundo grado:

Se aprecian rupturas parciales del ligamento. Suele observarse una equimosis

y hematoma, con dolor localizado en la zona externa y algún grado de

inestabilidad al andar o estar de pie. Los signos inflamatorios son moderados.

- Esguince de tercer grado:

Ruptura completa del ligamento e inestabilidad

importante de la articulación. Los signos

inflamatorios y el dolor son importantes.

Habitualmente suele estar incluido la ruptura

también del ligamento peroneo calcáneo.

Mecanismo de lesión del Esguince de tobillo

Las fases del esguince de tobillo son:

1) El esguince de tobillo se produce por el movimiento de mayor o menor

violencia de inversión o eversión forzada.

2) Los ligamentos internos o externos son

distendidos progresivamente.

3) si la distensión y el desplazamiento

prosigue, la resistencia del ligamento será

sobrepasada, entonces se desgarrará

parcial o totalmente, sea en su continuidad

o en algunas de sus zonas de inserción

óseas. A veces puede arrancar un pequeño segmento óseo de la zona

de inserción, lo cual se detecta con una radiografía.

4) Si el movimiento de inversión o eversión continúa, al desgarro de los

ligamentos del tobillo le sigue el de la cápsula articular y de las fibras de

la membrana interósea.

5) Si la inversión o eversión es llevada a un grado máximo de

desplazamiento, el astrágalo es arrastrado a rotación externa o interna;

al girar el astrágalo afectará a la mortaja tibioperonea. Como

consecuencia puede producirse un esguince de los ligamentos

tibioperoneos inferiores, generándose la diástasis tibio-peronea.

6) Si el movimiento de inversión o eversión prosigue, puede ocurrir:

a. Que el astrágalo choque contra el maléolo tibial y lo fracture

(inversión del pie).

b. En su movimiento de inversión y rotación, el astrágalo arrastra al

maléolo externo o peroneo al cual se encuentra sujeto por los

ligamentos; le imprime un movimiento de rotación y lo fractura,

generalmente por encima de la sindesmosis (fractura

suprasindesmal).

c. Si el desplazamiento es en eversión, el ligamento deltoídeo es

traccionado, y arranca el maléolo tibial, que generalmente se

desplaza y gira sobre su eje.

d. Si la violencia del traumatismo es extrema, el astrágalo ya sin

sujeción alguna, se desplaza hacia el plano dorsal del tobillo,

mientras la tibia lo hace hacia el plano ventral. El pie se luxa hacia

atrás, el maléolo posterior de la epífisis tibial inferior, en su

desplazamiento anterior, choca con el astrágalo y se fractura

(fractura trimaleolar) con luxación posterior del pie.

e. Puede ocurrir con frecuencia además la luxación lateral interna o

externa del tobillo.

f. Como fase final del mecanismo de acción es la luxación completa

con exposición exterior, con ruptura de la piel. Tenemos una fractura

luxación abierta.

El músculo inversor por excelencia es el tibial posterior, mientras que el

peroneo lateral largo es el principal eversor. Existe una activación de la

musculatura peronea a los 54ms de iniciada la inversión, para equilibrar el

movimiento, y de esta manera evitar lesiones, pero a pesar de esta precoz

activación, resulta insuficiente cuando existe un movimiento brusco de

inversión (7)

Desde un leve esguince de primer grado hasta la fractura luxación abierta

tienen el mismo mecanismo de producción. La diferencia radica, dentro de

ciertos límites, en la magnitud de la fuerza productora del traumatismo.

Diagnóstico: Clínico y Radiológico.

El diagnóstico del esguince de tobillo se basa fundamentalmente

en la exploración física. La fiabilidad es muy importante, la especificidad es del

84% y la sensibilidad del 96% (6). Será de vital importancia preguntar por la

posición de la articulación en el momento de la lesión.

Un examen físico es esencial para evitar diagnósticos incorrectos o que pasen

desapercibidas lesiones asociadas importantes.

Realizar la palpación de:

- Peroneo astragalino anterior

- Peroneo astragalino posterior

- Peroneo calcáneo

- Ligamento Deltoideo

- Maleolo tibial y peroneal.

- Base del V metatarsiano, descartar rotura por

arrancamiento.

- Calcaneo

- Tendón de Aquiles.

- Músculos peroneos y tibial posterior (pueden simular un esguince sus

lesiones).

Realizar también examen neurológico para descartar la pérdida de sensibilidad

o debilidad motora debida a la posible asociación de lesiones de los nervios

peroneo y tibial en algunos esguinces importantes de tobillo (8).

El examen clínico también incluirá una serie de maniobras para producir

stress en determinadas áreas del tobillo con el fin de poder un diagnóstico más

exacto del tipo de lesión:

1) Prueba del cajón anterior. Con el pie en posición neutra, la rodilla en

flexión de 90°, se tracciona con una mano desde la parte posterior del

calcáneo, en sentido posteroanterior, mientras con la otra mano se

mantiene fija la tibia en su tercio distal.

Buscamos laxitud comparando con la

misma maniobra exploratoria realizada

en el tobillo sano. La percepción de que

el recorrido realizado por el tobillo

enfermo es mayor, sugiere la existencia

de laxitud articular, lesión capsular y del LPAA.

2) Prueba de la inversión forzada. Con el pie en flexión de 10°-20° y la

rodilla en flexión de 90° realizaremos muy lentamente la inversión del

tobillo, sujetando el medio pie por la

región plantar y fijando el tercio

distal de la tibia; observaremos la

existencia o no de «tope» al

movimiento y la posible aparición de

un surco bajo el talo, como si la piel quedase succionada por la región

infraperonea («prueba de la succión»); la existencia de estos signos

sugieren una lesión en el LPAA y en el LPC .

3) Clunk test o prueba de la rotación externa forzada. Esta maniobra

explora la sindesmosis. Con la rodilla flexionada

90° y la tibia fija en su tercio distal, el mediopié

se mueve en sentido medial y lateral, evitando

cualquier movimiento de inversión o de eversión.

La aparición de dolor en la sindesmosis sugiere

lesión de la misma (recordemos que hasta un 11% de los esguinces

afectan a la sindésmosis, con el consiguiente riesgo de apertura de la

mortaja).

4) Squeeze test o prueba de la presión. Se realiza presionando en el

tercio medio de la pierna la tibia y el peroné, lo

cual provoca dolor distal, a nivel de la

sindésmosis, sugiriendo también una posible

lesión de la misma.

Diagnóstico Radiológico

Para evitar la realización de estudios radiológicos innecesarios, en 1992 se

crearon las Reglas de Ottawa.

Consiste en una serie de protocolos acerca de cuándo se debe de

realizar la Radiografía de tobillo o pie ante un esguince. Se debe de realizar

cuando hay dolor localizado en uno o ambos maléolos, en el tramo que

discurre desde la punta hasta 6 cm proximalmente, o bien cuando hay dolor en

la inserción muscular del quinto metatarsiano, del escafoides, y cuando hay

imposibilidad para caminar tras el traumatismo o durante la exploración una

distancia inferior a 4 pasos, sin tener dolor o cojera. En el resto de casos no

sería necesaria una radiografía.

Con la finalidad de descartar lesiones osteocondrales,

fracturas por arrancamiento, o esguinces (bostezo

articular), se debe realizar un estudio radiológico. Las

radiografías estándar son anteroposterior de tobillo y

lateral. También son importantes la radiografía

anteroposterior con el pie en rotación interna de unos 20º con el objetivo de

mostrar la tibioperonea inferior en un plano coincidente con el de sus

superficies articulares. Ello indentifica la posible diástasis articular. La

radiografía lateral es para mostrar posibles fracturas maleolares, o bostezos

articulares importantes.

Se puede realizar una prueba radiográfica en dinámica. El examinador deja el

tobillo en flexión plantar, entonces coloca una mano en la tibia distal y la otra en

el talón, aplicando una presión externa, si la apertura articular es entre 10-15º,

debemos pensar en una lesión de LPAA; cuando es de alrededor de 20º,

asocia además una rotura de LPC; cuando es superior a 25ª, entonces

pensaremos en una rotura del complejo posteroexterno completo del tobillo.

La resonancia Magnética nuclear está indicada en los aquellos tobillos que tras

6 semanas de evolución permanece sintomáticos, para descartar

fracturas ocultas o lesiones de astrágalo que hayan podido pasar

desapercibidas; cuando existen bloqueos articulares de tobillo,

para evaluar posibles lesiones osteocondrales de astrágalo, en

el diagnóstico de los esguinces de la sindésmosis tibioperonea o cuando se

lesionan los músculos peroneos.

Tratamiento Fisioterapéutico del esguince de tobillo

Una vez que ya tenemos el diagnóstico clínico, podremos comenzar el

tratamiento. El tratamiento irá encaminado a evitar la inestabilidad de tobillo, ya

que podría evolucionar a inestabilidad crónica si no está bien tratado. (9-10).

El riesgo de sufrir un nuevo esguince es mayor en los 12 meses

siguientes al esguince inicial, de ahí la importancia del tratamiento curativo y

preventivo en este periodo de tiempo (11).

En fase aguda el tratamiento básico consiste en:

- Hielo. El frío producido por el hielo provoca una vasoconstricción localizada,

con lo que la zona dañada tendrá privada el riego sanguíneo. Existen algunas

controversias en relación al uso de hielo o

antiinflamatorios orales en el tratamiento de la

inflamación del tobillo. Por un lado se piensa que al

disminuir el aporte sanguíneo durante las primeras

24 horas en la zona afectada afectará directamente

al periodo de cicatrización y la calidad de ésta, ya que el aporte de riego

sanguíneo contiene todos los nutrientes necesarios para la reparación rápida

del tejido. Sin embargo en otros textos no se evidencia científicamente que la

privacidad de riego sanguíneo afecte en el resultado final del tratamiento del

esguince. Si conviene cuando la inflamación es importante, ya que limita la

movilidad y hay peligro de estasis sanguíneo.

- Reposo. Imprescindible para eliminar toda carga adicional sobre el tobillo.

El reposo no impide la realización de movimientos activos o pasivos del pie sin

apoyo. En el caso que el esguince produzca cojera, se recomienda el uso de 1

o 2 muletas con el objetivo de disminuir el apoyo y evitar forzar el ligamento en

“reconstrucción”.

- Compresión. La compresión sirve para

eliminar la inflamación localizada y también tiene

una función estabilizadora. La colocación de un

correcto vendaje hará que el paciente no fuerce

sobre el ligamento dañado.

- Elevación. Evitará mayor inflamación

y descarga tensión en el tobillo.

Pasado una semana con el tobillo

vendado desde el primer día y con el

conveniente reposo, se puede empezar a

realizar sesiones de fisioterapia. Lo

primero y más importante es eliminar los bloqueos articulares, para el cual se

deberá de realizar un test articular de cada unos de los huesos que componen

el tobillo y el pie.

1) Movilización anterior y posterior del peroné. El

paciente se coloca tumbado hacia arriba, con una

mano agarramos la pierna por la parte distal de la

tibia y con la otra mano en forma de pinza

sujetamos el peroné y lo llevamos a un movimiento

anterior o posterior. Si existe dolor al movimiento

anterior del peroné es que se situará en

posterioridad o si molesta o hay restricción al movimiento del peroné

hacia posterior la fijación estará en peroné anterior.

2) Valoración de la movilidad de la articulación subastragalina. al llevar

pasivamente el tobillo a flexión dorsal, notaremos

un dolor y una limitación articular del astrágalo

con la tibia. Podemos también atrapar el pie,

situando los dedos pulgares en el tubérculo

interno y externo de la cabeza del astrágalo movilizando la articulación

en inversión y eversión, comprobando la restricción de movilidad. La

limitación en inversión nos indica lesión de rotación interna.

3) Valoración de la movilidad de la articulación de Chopart. Para tesar el

Cuboides, colocamos al paciente en prono con la pierna flexionada 90º,

fijamos el calcáneo con una mano y con la otra mano, colocamos los

dedos en forma de pinza atrapando el cuboides, movilizándolo en

rotación interna o externa. Normalmente al realizar una flexión plantar

con inversión forzada el cuboides desciende y suele arrastrar a su

“pareja” el escafoides.

Valoramos la movilidad del Escafoides de la misma manera que el

Cuboides, agarramos el escafoides con pulgar e índice, comprobando el

sentido de restricción y si existe dolor al movimiento. Un aumento brusco

de la carga sobre el arco medio del pie, arrastra a lesión al cuboides y

escafoides en inferioridad.

Los esguinces de grado 1 no requieren en la mayoría de los casos, más que

hielo, compresión y vendaje funcional correctivo del ligamento solicitado. Suele

durar entre 3 y 7 días la molestia.

Los esguinces de grado 2 y 3 se tratarán con:

a) masaje circulatorio del edema reciente o residual.

b) masaje tipo cyriax del ligamento lesionado. Una

vez que la cicatriz está consolidada, se puede realizar

el masaje transverso profundo. Las indicaciones son

un efecto analgésico y otro mecánico con la

reordenación de fibras de colágeno. El masaje cyriax

produce una buena movilidad de los tejidos lesionados, evita la formación de

adherencias entre las fibrillas y distintos tejidos, provoca hiperemia local con lo

que disminuye el dolor eliminando sustancias algógenas, sitúa la fabricación de

tejido de colágeno bien orientado.

c) manipulación fisioterapéutica del pie en el caso de encontrar

restricciones de movilidad.

Las manipulaciones óseas están indicadas en el caso de encontrar falta de

movilidad entre 2 extremos óseos.

- Manipulación anterior del peroné. Paciente decúbito supino. Colocación de

la pierna en ligera rotación interna para que esté más expuesto el peroné.

Colocación de los pulgares o el

talón de la mano en la zona del

maléolo, realizamos una tracción

sobre el maléolo sobre el suelo

con un movimiento vertical

descendente

- Manipulación posterior del peroné. Paciente en

prono con el pie fuera de la camilla. Se coloca el pie a

90º. Realizamos una tracción hacia abajo sobre el

maléolo externo.

- Decoaptación total Tibiotarsiana

Manipulación indicada cuando existe pérdida de movilidad del astrágalo con

respecto la tibia y peroné. Fisioterapeuta atrapa el pie a la altura de la cabeza

del astrágalo, entrelazando los dedos en el dorso del pie, realizamos una ligera

tracción para encontrar la barrera articular seguida de un estiramiento súbito

para decoaptar la articulación tibiotarsiana. Manipulación indicada cuando el

paciente ha llevado largo tiempo vendaje o incluso escayola. La mejoría es

inmediata en caso bloqueo del astrágalo.

- Manipulación para una lesión de Astrágalo anterior.

Paciente decúbito supino, el miembro inferior en triple flexión. Colocar el pie

apoyado en la cuña Dejarnette formando un ángulo de 45º. El talón del

paciente descansa sobre la camilla y la planta sobre la cuña. Colocar el bode

cubital de la mano sobre la cara anterior del astrágalo, la otra mano se coloca

sobre nuestra mano de

contacto para aumentar la

estabilidad. El empuje debe

de ser de manera súbita en

paralelo a la superficie

articular subastragalina.

- Manipulación articular para una inferioridad de la “pareja” escafoides-

cuboides (en rueda dentada).

Paciente decúbito prono. El fisioterapeuta coge con las 2 manos el pie por su

zona dorsal y coloca ambos pulgares sobre la interlínea articular cuboides-

escafoides realizando

una tracción hacia abajo

en forma de latigazo o

snap.

- Movilización articular del calcáneo

Paciente decúbito prono. Con la rodilla en flexión para

atrapar el calcáneo con la palma de las manos y

entrelazando los dedos. Realizamos un movimiento en

8 del calcáneo para liberar restricción articular.

- Movilización de tibia en anterioridad

respecto al astrágalo.

Paciente decúbito supino. Colocamos una mano

sobre la parte distal anterior de la tibia y

realizamos un suave empuje rápido y seco.

d) movilización pasiva suave del tobillo

Movilización articular reencontrando movimientos fisiológicos de la articulación

tibioperone-astragalina.

e) Electroterapia.

La Electroterapia se puede utilizar como tratamiento

secundario para ayudar a la sobrecarga muscular y el

alivio del dolor. Pero no debería utilizarse como

tratamiento de elección y único ya que existe mucha

controversia frente a la eficacia real del beneficio de

la electroterapia.

En relación con los Ultrasonidos, estudios recientes

como el ensayo controlado aleatorizado realizado por

Nyanzi, Langridge, Heyworth y Mani (12) han

demostrado que el tratamiento con este tipo de ondas

no aumenta la velocidad en la recuperación de las

lesiones ligamentosas en el esguince de LLE de tobillo, pero comprueban que

sí es eficaz en cuanto a la percepción del dolor. Se podría utilizar después del

tratamiento de Cyriax como tratamiento antiálgico.

Respecto a los aparatos de corrientes TENS, provocan la contracción-

relajación de los músculos promoviendo así el flujo sanguíneo y permitiendo la

elminación de las sustancias que inducen la activación de los terminales

nociceptivos para provocar la sensación dolorosa. No existen tampoco estudios

concluyentes sobre el resultado positivo de la aplicación de las corrientes como

tratamiento único del esguince de tobillo (13).

La terapia con Infrarrojos se utiliza con el objetivo de aumentar el calor directo

sobre la musculatura peronea y aumentar la oxigenación e hiperemia.

f) trabajar la musculatura periférica del tobillo.

Focalizado fundamentalmente en los músculos implicados en la eversión

(músculos peroneos, tibial anterior y extensor largo de los dedos) Restaurar la

fuerza entre la inversión y eversión. Realización de ejercicios isométricos e

isotónicos concéntricos. Combinando con ejercicios de cadena cinética abierta

y cerrada. Algunos autores dan mucha importancia al fortalecimiento muscular,

ya que la fatiga muscular lleva a una disminución de la calidad en la recepción

y posterior respuesta al estímulo y, por tanto, al deterioro de la estabilidad

dinámica (14).

En la rehabilitación del tobillo va ganando popularidad y se recomienda hacer

hincapié en el trabajo excéntrico al proporcionar mayor tensión que la acción

isométrica o concéntrica en un ángulo articular dado (22).

En el tobillo los músculos peroneos son los primeros en activarse en respuesta

de un movimiento de inversión forzado, para controlar la actividad dinámica del

tobillo.

g) propiocepción.

La propiocepción es la cualidad que nos permite apreciar nuestra posición, el

equilibrio y sus cambios en el sistema muscular. La situación de nuestras

piernas y pies es controlada de forma automática por nuestro sistema nervioso.

Recibimos información de nuestra situación y nuestro sistema nervioso va

ajustando los cambios por vía eferente para mantener el equilibrio. Existen

estudios que demuestran que existe una alteración en el tiempo de respuesta

refleja de los músculos Peroneos y Tibial Anterior, se presentan tiempos de

respuestas alargadas a la acción de corrección postural y de equilibiro (24-24)

Se realizarán ejercicios de propiocepción:

- Apoyo unipodal

- Apoyo unipodal con ojos cerrados

- apoyo unipodal sobre plataforma inestable

- apoyo sobre punta de los pies.

- realizar desequilibrios externos y ejercicios con pelota.

Subir y bajar escaleras, andar sobre terreno inestable y subir-bajar cuestas

pueden trabajar tanto la movilidad, musculatura y propiocepción del tobillo.

h) Estiramientos de los músculos y ligamentos.

Los ligamentos laterales al igual que la musculatura periférica del tobillo deben

tener una buena flexibilidad para evitar recidivas. Conviene tener una buena

movilidad articular de todo el tobillo, con los ligamentos elásticos y la

musculatura estabilizadora periferica flexible y resistente.

i) Ejercicios para hacer en casa

Ventajas de la Fisioterapia en el esguince de tobillo.

Desde 1950, Jack y Evans (15) y más recientemente Liu (16) han

estudiado la cicatrización del ligamento. Dividieron en 4 fases el periodo de

ciatricación (17).

- Fase 1: Dura al menos 3 días y corresponde a la fase inflamatoria. Es

imprescindible evitar el apoyo total durante toda ésta fase.

- Fase 2: Dura entre 4 y 10 días y es la fase de proliferación precoz. La

cicatrización comienza y el apoyo es mejor soportado.

- Fase 3: Dura entre 11 días y 3 semanas y se llama fase de

proliferación tardía. La cicatrización de colágeno continúa.

- fase 4: dura hasta la 8ª semana y constituye la fase de modelaje y de

maduración.

Fig. Cronología del proceso inflamatorio y cicatricial de los primeros 8 días.

Existen ciertos factores que influyen en la cicatrización:

- Trabajos sobre la resistencia del ligamento lateral de la rodilla en la rata

inmovilizada (18) permite mostrar que la movilización precoz aumenta la

resistencia del ligamento y ésta movilización de manera estadística significa

(coeficiente de ruptura de 8N/mm2) contra 2N/mm2 después de la

inmovilización). Se podría decir que aplicado en los ligamentos del tobillo y con

la comparación similar hombre/animal, la movilización mejora la resistencia del

ligamento.

- Por otra parte la movilización mejora la rapidez de cicatrización (15), pero

también sobre la calidad (19) (20), Akeson et Coll (19) han estudiado en

microscopio electrónico la organización de fibras de colágeno de un ligamento

de rodilla de un conejo inmovilizado y movilizado después de 9 semanas. La

diferencia es importante, la organización es armoniosa en la alineación de

fibras de colágeno, en cuanto el ligamento es movilizado, sin embargo la

proliferación de tejido de colágeno es anárquico sobre el ligamento que ha

sufrido la inmovilización.

Fig. Cronología de la fase de cicatrización de colágeno.

Estas 2 observaciones científicas permiten explicar por qué el tratamiento de

fisioterapia parece más eficaz que el tratamiento inmovilizador.

Conclusiones finales:

Queda demostrado que la fisioterapia es más eficaz en el tratamiento del

esguince de tobillo que la propia inmovilización simple.

El tratamiento debe ser con objetivo curativo como preventivo durante el

periodo de rehabilitación ya que existe riesgo de sufrir un nuevo esguince en

los 12 meses siguientes (21).

El tiempo de tratamiento viene indicado según el grado de lesión del ligamento.

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