auge de la semana santa bilbaína
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Bilboko Aste Santua
Txema Azkona
IHAUTERIETAKO lasaikeria eta iskanbila ondoren, Garizuma dator-
eta hau amaitzen denean. Aste Santuan sartzen gara bete*betean. Egun hauetan bilbotar askok deiibe- ratzen dute ondo merezitako atsede- na hartu eta, Bilbon geratu beharre- an, kanpora jotzea lasaitasun edo ezagutzen ez duten tokiren baten bi- la.
Batzuek betiko leku turistikoetara joaten dira. Azken urte hauetan ka- nariak, jolas parkeak, itsasaldea, Pa> ris, Londres eta Karibe izan dira le- kurik kutunenak. Beste batzuek, or- dea, ohiko guneak aide batera uzten dute eta gauza berrien bila doaz.
„Esate baterako, balnearioak, neka- zalturismoa eta parke naturalak jarri dira modan. Hau da, askorentzat Aste Santua kanpora joateko aitzakia besterik ez da.
Era berean, bilbotar askok eraba- kitzen dute Hiribilduan geratzea. Oraindik zenbaitek haren esanahi erlijisioari eusten dio eta gogoz parte hartzen dute egiten diren proze- sioetan. Beste batzuek, ordea, nahia- go dute ikusle joan ospakizunetara.
Gure prozesioak ez dira hiri ba- tzuetakoak bezain ospetsuak. Gure- ak geure izaerekin bat datoz. Gure
^ s te Santua ez dago saeta eta jen- detzaz beteta; ez, zorrotza, oso eliz- koia eta amorratua da. Bilbokoak bederatzi egun dirau, 12 prozesio hartzen ditu eta hiru mila kofì^de baino gehiagok parte hartzen dute ospakizunetan. Duela 447 urtetik egiten dira Bilbon prozesioak. 1554.urtean hasi zen.
Turuta eta tronpeta-soinuek, dan- bor eta tinbaUarradek ematen diote hasiera Aste Santuan. Ekitaldiak os- tiraiean, martxoaren 22an, hasiko dira. Martxoaren 24an, Erramu Igandean, Borriquitoien prozesioa. San Bizente Martin elizatik irtengo
■^da.Hurrengoan, iluntzean. Aste San-
tuko prozesiorik hunkigarriena, Na- zarenorena. Las Cortes kalean dago- elarik, Balkoietan eta leihoetan jar- tzen diren jendeak bat-bateko saetak eta loreak botatzen dizkiote Nazare- nori, ukitu berezia emanez ekitaldia- ri.
Hórrela, Ostegun Santuan heldu- ko gara Azken a/ariaren errepresen- taziora. San Antonio Abadeko eli- zan hasita, Zabalgunera abiatuko da martxa. Ibilbidea hauxe izango da: Erribera, Areetza, Areetzako Zubia,
•••Nafanoa, Plaza Biribila, Kale Na- gusia eta Moyua Plaza.
Egun gorena Ostiral Santua da, egun honetan egiten baitira elizki- zun eta prozesio ikusgarrienak. Egu- sentian, 5:30ean, isilpean eta ilunpe- an, Isiltasunaren prozesioa. Bi ordu beranduago. Via Crucis. Miguel de Unamuno Plazan hasita, Mallonako bidebarrietatik igo eta Begoñako Basilikan amaituko da. Eguerdian, Kristoren gurutziltzaketa. Eta egun honetako azken prozesioak, Hileta-
^jcenak, emango dio amaiera Ostiral Santuari. Martxa hau Hiribilduko bihotzetik Zabalgunera joango da.
Eta Larunbat Santuan Itxaropena- ren txanda da. Koiradeek, kristoren Berpizkundea buruan dutela, parte hartuko dute prozesio honetan. Honela, Bazko Igandera heldu. Aste Santua amaitutzat eman eta abituek, tunikek eta kukurutxo-txanoek atse- den hartuko dute hurrengo urterà ar-
•*i^. 2003ko Aste Santurako denbora gutxiago geratzen da.
Auge de la Semana Santa bilbaínaLa salvación tuvo toque femenino
Alberto López Echevarrieta
LA implantación del Seat-600 y la ruptura del machismo imperante en las cofradías penitenciales fueron los fenómenos que contribuyeron de forma defmitiva a la creación de la crisis de las procesiones bilbaínas y a salvarlas de la misma, respectivamente. Es posible que más de un lector me tache de extremista, pero si analizamos detenidamente la histo*. ria de la Semana Santa de Bilbao acabará por darme la razón.
Las cofradías nacieron al amparo de parroquias, colegios religiosos, devociones concretas o como promesas realizadas en momentos críticos. La decana, la de la Vera Cruz, surgió tras una epidemia de peste que asoló la Villa hace varíos siglos. La segunda hermandad fue la de las Escuelas Pías que nació en el Colegio de los PP. Escolapios y que se tuvo que exiliar a la Parroquia del Pilar tras un curioso contencioso. Lue> go llegaron las demás.
Época doradaLa época de oro de las cofradías
penitenciales ñie durante las décadas de 1950 y 1960. Salían entonces miles de cofrades. Alguna, como la de Santiago Apóstol, llegó a sacar dos bandas de música. Surgieron unas y bajaron la persiana otras, como las de los Luises, Capuchinos y Begoña. La propia Vera Cruz atravesó una época muy difícil.
Eran tiempos en los que la Semana Santa bilbaína no tenía más dis* tracción que los oficios y las procesiones. Los cines cerraban el Viemes y Sábado santos, y el resto de los días sólo se programaban películas de marcado carácter religioso y siempre las mismas (“Reina santa”, “El Judas”, “Quo vadis”, etc.). El Jueves y Viemes santos, la Miserícordia ponía sillas plegables por todo el recorrido y, desde el Arenal, Radio Bilbao retransmitía los desfiles procesionales. El Domingo de Resurrección era día de estreno de ropas y de películas.
I Las m ujeres salvan I las procesiones
Pero llegó el “600”, un tipo de co-* che que, por estar al alcance de to- I dos, posibilitó las salidas de la Villa- y se abrió la veda. El número de co
frades fue descendiendo alarmante*■ mente. También el de espectadores. I En los días grandes de la Semana
Santa, Jos “romanos” dejaron de* abrir los desfiles procesionales y los I niños de la Misericordia y los solda- _ dos de cerrar los cortejos. Eran los
años 70 cuando la crisis se agudizó y i muchas cofradías empezaron a tem- I blar porque apenas si tenían cofra
des porteadores de los “pasos”, algu-* nos de los cuales no salieron en al- I gunas procesiones por ese motivo.g Fue el elemento femenino el que
salvó la situación. Hasta entonces i las cofradías sólo permitían el desfi- I le penitencial a cofrades masculinos
en una situación machista sólo rota ^ por algunas que tenían damas de ho-I ñor o esclavas que pagaban la cuota, H pero sólo la cofradía de Jesús Naza
reno permitía la salida de mujeres en■ las procesiones de Lunes y ViemesI santos. Iban inmediatamente detrás
del “paso” del Cristo de Medinaceli,* pero sin el capirote de cartón.
Cofradía de La Merced, con su paso de “La Piedad”
Procesión por La Ribera, el Jueves Santo de 1923
A nadie se le ocurre pensar hoy que los cofrades no desfilan por otra cosa que no sea por devoción
Cofradía de Jesús Nazareno
Se rom pe el machismoLa incorporación de las mujeres
supuso el renacimiento de las hermandades. Se volvió a incrementar el número de penitentes y año tras año las cofradías experimentaron una transformación tanto en el aspecto extemo como en el intemo. Había llegado la igualdad de derechos en el seno de este tipo de organizaciones.
Hasta entonces los cofrades dejaban a sus esposas, novias y amigas compuestas y sin compañía en las tardes procesionales. A partir de ese momento también ellas podían participar directamente en la Semana Santa. Esta incorporación fiie tan completa como que pronto intervinieron en las tareas administrativas y de organización. Empezaron a sui^ir las “hermanas mayores” y algunas ingresaron en las bandas de música. Por cierto que éstas también experimentaron im notable cambio.
Cam bio hasta en la músicaEn un principio, las bandas de
trompetas y tambores de casi todas las cofradías estaban formadas por miembros de las bandas militares de Garellano. Con el tiempo éstos fueron siendo sustituidos por los cofrades hasta que se hicieron con el control musical absoluto. Así que durante muchos años, los desfiles procesionales bilbainos se realizaron al ritmo de marchas militares, pero últimamente también se ha producido un cambio en este sentido.
Quiero aquí hacer una mención especial al mejor redoble que han tenido las cofradías bilbaínas, Lucio Oltras. Con el hábito morado de los “nazarenos”, “Sevilla”, seudónimo por el que todos le conocen, hacia auténticos juegos malabares con las baquetas cuando redoblaba sin parar. Se te ponía la carne de gallina viendo y escuchándole a su paso por la calle Cortes en la procesión del Lunes Santo.
‘̂ Hits’’ procesionalesLas cofradías desfilan ya con me
lodías que nada tienen que ver con el mundo militar. Los integrantes de las distintas bandas de música, hombres y mujeres, pasan buena parte del año sacrificando sus horas de ocio con los ensayos. Han conseguido introducir temas musicales propios y otros dados a conocer en Va- liadolid, Sevilla o Murcia que interpretan con trompetines, trompetas o clarines y tambores con cajas chinas. Algunos, como el titulado “La niña bonita” y la “Marcha romana”, son clásicos en la Semana Santa bilbaína. Algimas bandas realmente los bordan.
Nuevos “pasos”Otros aspectos a tener en cuenta
en el auge que están experimentando las cofradías bilbaínas son la recuperación de “pasos” de hermandades desaparecidas en otras ciudades y la incorporación de otros nuevos, el último de los cuales se está ultimando por encargo de una felizmente renacida cofradía de Begoña.
Llegados a este punto es preciso señalar que, tras una época de crisis profunda, las procesiones bilbaínas se encuentran en un momento muy bueno. A nadie se le ocurre pensar hoy que los cofiades no desfilan por otra cosa que no sea por devoción.