aspectos generales de la declaración final del g-20 en...

gestión de empresas

La declaración presentada por el G-20 en la última cubre de Londres ha supuesto un importante intento para tratar de enfrentarse a la situación de

crisis que padece la economía mundial, pero presenta una serie de problemas que sólo el futuro nos mostrará si son fundados o no

Aspectos generales de la declaración final del G-20

en Londres

pd

Miguel Ángel Galindo Martín

Universidad de Castilla-La Mancha

No cabe ya duda de que las eco-nomías más desarrolladas están padeciendo una importante crisis que hace peligrar muchos puestos de trabajo, además de los que ya

ha destruido, afectando de una forma muy negativa al importante bienestar que se había alcanzado en los últimos años. Por otra parte, las perspectivas futuras no son optimistas respecto a la evolución que van a experimentar los países en los próximos años, especialmente más desarrollados, por lo que resulta necesario adoptar algún tipo de actuación o acuerdo para enfrentarse a los efectos negativos que afectan a las eco-nomías y tratar de cambiar la tendencia.

En este sentido, hay que tener en cuenta también el hecho de que ante un proceso de globalización tan importante como el que han experimentado las economías en las últimas décadas, las soluciones a adoptar para hacer frente a la crisis no podían ser “nacionales”, sino que, por el contrario, es imprescindible actuar internacionalmente. A su vez, en este ámbito hay que tener también presente que algunos países, en concreto los de la zona euro, tienen reducida su capacidad de actua-ción, ya que no sólo han cedido la soberanía monetaria al Banco Central Europeo, sino que también la política fiscal está limitada por las condiciones establecidas en el Tratado de Maastricht, en lo que se refiere al déficit y al

gasto públicos, sin contar tampoco con la po-sibilidad de practicar medidas respecto al tipo de cambio.

Sin que todo esto sea necesariamente negativo, ya que ha tenido una serie im-portante de efectos positivos que hemos disfrutado en los últimos años (control pre-supuestario, lucha contra la inflación, etc.), supone, sin embargo, la necesidad de bus-car una solución global y no sólo individual para cada país.

Entre otras cosas, el G-20 se reunió en Londres para buscar un acuerdo para hacer frente a la situación de crisis que están pa-

FICHA RESUMEN

Autor: Miguel Ángel Galindo Martín Título: Aspectos generales de la declaración final del G-20 en Londres Fuente: Partida Doble, núm. 211, páginas 84 a 93, junio 2009Localización: PD 09.06.07Resumen:La declaración final elaborada en Londres por el G-20 para hacer frente a la crisis actual y cambiar su tendencia incluía medidas de diversa índole: restaurar el crecimiento y el empleo, fortalecimiento de la supervisión y la regulación financiera, fortalecimiento de las instituciones financieras mundiales, evitar el proteccionismo y promover el comercio y la inversión mundiales, garantizar la recuperación justa y sostenida para todos y, finalmente, el cumplimiento de los compromisos. De todas las medidas propuestas, el autor destaca el interés de los países por buscar una solución coordinada. No obstante, también plantea la falta de concreción en aquellas medidas que habría que acometer en el corto plazo como son las fiscales y monetarias, ni de las destinadas a favorecer el crecimiento.Descriptores ICALI: Gestión de empresas. G20. Fiscalidad. Empleo. Déficit

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gestión de empresas nº 211 junio 2009

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deciendo las economías, y a él nos vamos a referir en este artículo. Para ello, comenzare-mos exponiendo algunas características que hay que tener en cuenta a la hora de diseñar la política económica, que son necesarias te-ner en cuenta para comprender mejor la com-plejidad e importancia que tienen estos acuer-dos. Posteriormente, analizaremos la declara-ción formulada por el G-20, para pasar des-pués a valorarla, y finalizaremos exponiendo las principales conclusiones.

oBJETIVoS DE PoLÍTICA ECoNÓMICA

Los decisores políticos tienen que adoptar aquellas medidas que estimen más adecua-das para alcanzar los objetivos que se pre-tenden conseguir. Ello significa que hay que escoger los instrumentos que permiten lograr esos fines con mayor rapidez y los menores costes posibles.

En este sentido, existen algunos proble-mas que hay que tener en cuenta. En primer lugar, el decisor político se tiene que enfrentar a objetivos de muy diversa índole, que pode-mos concretar básicamente en tres:

– Objetivos de carácter general, que recogen los deseos de los individuos de una determinada sociedad, partiendo de una base constitucional. Suelen variar conforme lo hagan las opiniones de los agentes económicos. Los principales ob-jetivos que se incluirían en este apartado son los de justicia, de libertad, de igualdad, etc.

– Objetivos económicos, que ayudan, jun-to con los sociales, a alcanzar los objetivos anteriores, pero que como su propio nombre indica, son de carácter estrictamente econó-mico. La política económica se centra priorita-riamente en ellos, y podemos incluir fines ta-les como el empleo, la inflación, el crecimien-to económico, etc.

– Objetivos sociales, que afectan directa-mente al individuo o a un grupo más o menos amplio de personas y que se complementan con los de carácter económico para alcanzar los de índole general. Se incluyen en este ca-so, la defensa, la sanidad, la protección del medioambiente, etc.

Así pues, una de las cuestiones que se plantea en este ámbito es el de elegir el ob-jetivo a conseguir. Esta elección se complica por el hecho de que algunos objetivos son incompatibles entre sí, de tal manera que, cuando se trata de alcanzar uno de ellos, se puede afectar negativamente a otro.

El ejemplo tradicional y más conocido en este ámbito es la relación existente en-tre el paro y la inflación. Cuando se aplican medidas expansivas para reducir el desem-pleo, por ejemplo, incrementos de demanda mediante una rebaja fiscal, las empresas al vender más cantidad de bienes y servicios aumentarían el empleo para atender a esa mayor demanda. Pero también, ante el exce-so de demanda se ven motivados a subir los precios, lo que hace que la competitividad se

F I G U R A 1

SISTEMA DE CoNTRoL DE GESTIÓN

objetivos

Instrumentos

Inflación

Política monetaria Inflación

Política fiscal Efecto expulsiónDéficit público

Política estructural

Crecimientoeconómico

Empleo

Fuente: Elaboración propia

Aspectos generales de la declaración final del G-20 en Londres

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reduzca, condiciendo a una caída posterior de la demanda, lo que compensa el crecimiento económico que posiblemente se hubiese co-menzado a producir gracias a esa política fis-cal expansiva.

Es por ello necesario que el decisor po-lítico tenga en cuenta estas relaciones entre los objetivos y, en el caso que nos ocupa, en la declaración de la reunión del G-20 en Londres, se hace mención en ocasiones a esta circunstancia, señalando la posibilidad de que una determinada política genere in-flación, por lo que se aconseja que apliquen sin provocar excesivas tensiones sobre los precios.

Asimismo, hay que tener en cuenta el pa-pel que desempeñan los instrumentos. El de-cisor tiene que utilizar aquéllas políticas que permitan alcanzar los objetivos de la mejor forma posible. Y, en este sentido, es necesa-rio complementarlas y considerar los efectos indirectos que se generan a través de ellas. Las medidas que se pueden aplicar son de muy diversa índole. Junto con las políticas de carácter estructural, las dos que más se sue-len emplear son la fiscal y la monetaria, sobre todo si se pretende alcanzar unos resultados en un periodo corto de tiempo.

La política fiscal supone alterar el nivel de gasto público y/o los impuestos y ha te-nido unos buenos resultados tras la finaliza-ción de la Segunda Guerra Mundial hasta los inicios de la década de los 70 del siglo pasa-do. Sin embrago, en la actualidad es cues-tionada por sus efectos negativos sobre el sector privado.

Estos se concretan, por un lado, en su-bidas en el tipo de interés que desanima la inversión privada, “expulsándola” del siste-ma y sustituyéndola por la actividad pública (efecto crowding-out), que no tiene porqué ser necesariamente mejor que la actividad privada.

Y, por otro, en la generación de un déficit público, al que tendrán que hacer frente las generaciones futuras, que se ven así com-prometidas en su margen de maniobra ante posibles problemas que se pudieran producir. Ello comprometería lo que se ha venido de-nominando el crecimiento sostenible, aspecto al que también se refiere la declaración del G-20, como veremos más adelante.

Por su parte, la política monetaria supone utilizar el crédito, la oferta monetaria o el tipo de interés, para conseguir los objetivos perse-guidos. A través de estas variables se afecta a los precios, ya que, por ejemplo, un aumen-to de la cantidad de dinero genera aumentos de precios. Pero, por otro lado, son esencia-les para facilitar la financiación que necesitan los empresarios para poder llevar a cabo sus inversiones, y para financiar el consumo que mantenga la demanda en el nivel necesario que necesita el país.

El proceso que hemos descrito queda re-sumido en la Figura 1.

Por lo que se refiere a la importancia que tiene la crisis en las economías desarrolla-das que ha propiciado esta reunión, las Figu-ras 2 y 3, muestran la importante caída del PIB que han experimentado desde mediados de 2007.

Respecto a la posible evolución del PIB en el periodo comprendido entre 2008 y 2010, ésta viene recogida en la Figura 4.

F I G U R A 2

VARIACIÓN DEL PIB EN LoS EE.UU., ZoNA EURo Y JAPÓN

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–52005 2006 2007 2008

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ESTADOS UNIDOSZONA DEL EUROJAPÓN

PRoDUCTo INTERIoR BRUToTasas de variación interanual

%

Fuente: Banco de España


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Como se puede comprobar, las perspec-tivas no son demasiado halagüeñas para los países desarrollados y para los de la zona euro. Aparte del crecimiento negativo previsto para 2009, el crecimiento para 2010, a pesar de ser positivo, no garantiza que se vaya a crear empleo. No cabe duda de que todos es-

tos datos alarmantes hayan propiciado y ani-mado a los países a que se reuniesen para tratar de alcanzar algún acuerdo que pudiera hacer frente a una situación tan negativa y tratar de cambiar su tendencia. Y el documen-to que surgió de la reunión del G-20 es objeto de análisis en el siguiente apartado.

PRINCIPALES ASPECToS DEL ACUERDo DEL G-20 EN LoNDRES

Como es sabido, la reunión del G-20 se produjo a principios del pasado mes de abril en Londres, tras la cual se elaboró un docu-mento que incluye 29 puntos, agrupados en seis encabezamientos: restaurar el crecimien-to y el empleo, fortalecimiento de la supervi-sión y la regulación financiera, fortalecimien-to de las instituciones financieras mundiales, evitar el proteccionismo y promover el co-mercio y la inversión mundiales, garantizar la recuperación justa y sostenida para todos y, finalmente, el cumplimiento de los compromi-sos. Vamos a exponer seguidamente los ele-mentos esenciales del documento.

Pero antes de ello, hay que referirse a los supuestos de partida, que se han utilizado pa-ra formular las recomendaciones que expon-dremos más adelante. En concreto, son las siguientes:

1. La crisis global requiere una solución glo-bal. Como ya se ha señalado anteriormen-te, esto es especialmente importante por el proceso globalizador que han experimenta-do los países en las últimas décadas, ya que las políticas nacionales independientes son insuficientes y se pueden ver afecta-

F I G U R A 4

EVoLUCIÓN PREVISTA DEL PIB (2008-2010)

Fuente: Banco Mundial

2008 2009 2010

EVoLUCIÓN PREVISTA DEL PIB (2008-2010)

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–2

MUNDO

ZONA EURO

PAÍSES INGRESO ALTO

PAÍSES EN DESARROLLO

F I G U R A 3

VARIACIÓN DEL PIB EN ALGUNoS PAÍSES EURoPEoS

PRoDUCTo INTERIoR BRUToTasas de variación interanual

ESPAÑAREINO UNIDOFRANCIAITALIAALEMANIA

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5

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–52005 2006 2007 2008

% %

Fuente: Banco de España


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das por las que practiquen otros países, ya que los problemas y situaciones que se ge-neren en un determinado país se transmi-ten con gran celeridad a los demás. Por to-do ello, es imprescindible que los países traten de solucionar los problemas de una forma coordinada entre ellos.

2. La prosperidad es indivisible y el crecimien-to tiene que ser compartido para que sea constante. En cierta medida, este supuesto se deriva del anterior, ya que si algunos de los países no crecen, podrían afectar al crecimiento de los demás, esencialmente por la caída de demanda de los productos que generan éstos últimos. Si un país más atrasado crece, entonces no sólo importará más productos de los países más avanza-dos, sino que también demandará su tec-nología y facilitará la inversión directa ex-tranjera en su propio país, por lo que las empresas de las economías desarrolladas encuentran nuevos nichos mercados en los que pueden realizar su actividad. Si bien este proceso también genera una serie de efectos negativos sobre las economías más avanzadas (deslocalización de las empresas, competir con productos más ba-ratos…), lo cierto es que la experiencia ha mostrado que los efectos son positivos.

3. Se defiende una economía mundial abierta basada en los principios de mercado. Este supuesto es necesario para que los aspec-tos a los que nos acabamos de referir en el punto anterior tengan los efectos positivos indicados. La economía abierta que trata de evitar el proteccionismo facilita la mejor asignación y distribución de los recursos productivos. Gracias a ello, los trabajado-res que no encuentran empleo en una de-terminada zona se pueden trasladar a la que existan mayores oportunidades en en-contrar trabajo. El capital se dirige donde se puede utilizar de forma más eficiente, etc. Si todo ello se cumple, se estaría con-siguiendo una convergencia real entre los países, lo que supondría que a largo plazo, las economías más atrasadas acercarían (convergerían) sus respectivos PIB a los de las economías más avanzadas, esto es, los primeros crecerían más que las segundas.

Teniendo en cuenta estos supuestos, el docu-mento plantea una serie de objetivos con los co-rrespondientes medios para conseguirlos. En con-creto serían los que se exponen a continuación:

Generar crecimiento y empleo

Para ello, se pretende introducir medidas de índole fiscal y monetaria, que haga recuperar la confianza, que sostenga al sector financiero y restablezca la demanda global. Todos estos puntos son esenciales para alcanzar estos ob-jetivos. En efecto, la confianza facilita que haya agentes económicos que estén dispuestos a uti-lizar y arriesgar sus recursos para generar nue-vos procesos productivos que supondrían tanto más empleo como un mayor crecimiento.

Por su parte, un sistema financiero efi-ciente y sólido es imprescindible para facilitar la canalización del ahorro hacia la inversión, lo que supone, entre otras cuestiones, la ge-neración de nuevas posibilidades de acceder a créditos más aceptables para los agentes económicos.

Finalmente, una mayor demanda supone un incentivo para estimular la producción, lo que generará más puestos de trabajo.

Si se consiguen estos objetivos, tanto los empresarios como los emprendedores conta-rán con la confianza que necesitan para de-sarrollar su actividad, teniendo menos dificul-tades para conseguir los recursos financieros que requieren para ello y, posiblemente, a un coste no muy elevado. El funcionamiento efi-ciente de las instituciones financiera supon-dría además que los consumidores pudiesen conseguir dinero para financiar sus compras (básicamente a través de créditos) con más

Para evitar que se vuelvan

a realizar operaciones que

hagan peligrar el sistema, el G20

propone medidas de supervisión y

regulación para controlar el

comportamiento de las instituciones

financieras

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facilidad y a un tipo de interés aceptable, lo que supondría un estimulo de la demanda, de la que se podrían beneficiar también los empresarios.

Así pues, a través de todas estas actua-ciones los empresarios se verían incentivados a aumentar su producción, lo que generaría más puestos de trabajo y un mayor creci-miento económico, con el correspondiente mayor bienestar de la sociedad.

Si bien todos estos aspectos son, sin lugar a dudas, beneficiosos para el país, cabe pre-guntarse por las actuaciones que se propug-nan para conseguirlos. Según el documento al que nos estamos refiriendo, las actuacio-nes propuestas son las siguientes:

— Expansión fiscal. En el caso de una crisis debido a una escasez de demanda, las me-didas fiscales son las que suelen tener un efecto más inmediato sobre aquélla. El prin-cipal problema que se plantea es el de su fi-nanciación, que afectaría negativamente a la inversión y a las generaciones futuras.

— Reducción de los tipos de interés. Como complemento a lo anterior, la reducción del precio del dinero, estimularía la inversión y el consumo lo que tendría efectos benefi-ciosos sobre la demanda. Ello finalmente supondría un mayor crecimiento y más em-pleo en la economía.

— Utilización de instrumentos de política monetaria que no perjudiquen la estabi-lidad de precios. A través de ellos hay que tratar de ayudar a reducir los tipos de inte-rés a los que nos acabamos de referir. El problema que se deriva de esta política ex-pansiva es que genera tensiones sobre los precios, que dañaría la competitividad de nuestros productos, lo que acabaría perju-dicando tanto al empleo como al crecimien-to económico del país.

— Proporcionar liquidez a los sistema ban-carios, recapitalizar las instituciones fi-nancieras y enfrentarse al problema de los activos afectados. Con esta medida no sólo se proporciona la liquidez que ne-cesitan los empresarios para desarrollar o implantar su negocio, sino que mantiene o aumenta la confianza en el sistema, factor esencial para la evolución de la socie-dad y su crecimiento.

Fortalecimiento de la supervisión y la regulación financieras

Un segundo grupo de medidas recogidas en el documento analizado es el que se re-fiere al comportamiento de las instituciones financieras, respecto a su supervisión y regu-lación, aspectos que han sido considerados como importantes para evitar que dichas ins-tituciones vuelvan a realizar operaciones que hagan peligrar el sistema con operaciones de dudoso crédito.

El objetivo esencial que se persigue a tra-vés de ellas es restablecer la confianza en la economía, que no se conseguirá hasta que no vuelva la correspondiente al sistema finan-ciero. Para fortalecer este sistema, se propo-nen las siguientes actuaciones:

— Establecer un nuevo Consejo de Estabilidad Financiera (FSB) con grandes poderes que incluya todos los países del G-20, los miem-bros del Foro de Estabilidad Financiera (FSF), España y la Comisión Europea.

— El FSB debe colaborar con el Fondo Mone-tario Internacional (FMI) para señalar de antemano los riesgos macroeconómicos y financieros en los que pueden incurrir los países, proponiendo a su vez las medidas que se podrían establecer para superar esos problemas.

— Remodelar nuestros sistemas regulado-res de tal forma que las autoridades pue-dan detectar los riesgos y tomarlos en cuenta.

— Ampliar la regulación y vigilar a las institu-ciones, a los instrumentos y a los mercados financieros que sean importantes.

— Aplicar nuevos principios sobre la remune-ración y retribuciones que sean socialmen-te sostenibles. Se hace especial hincapié en que las empresas apliquen y acepten las características relativas a la responsa-bilidad social corporativa.

— Una vez que se haya conseguido y asegu-rado la recuperación, hay que intentar me-jorar la calidad y la cantidad del sistema bancario. En este sentido, hay que tratar de evitar que en los momentos de prospe-ridad se vuelva a caer en un endeuda-miento excesivo, exigiendo por el contra-


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rio, una acumulación de recursos para ha-cer frente a futuros problemas que pudie-ran producirse.

— Tomar medidas para eliminar los paraísos fiscales. Estableciendo sanciones y au-mentando el intercambio de información fiscal para poder conocer mejor los fondos y las personas que llevan sus recursos a esos paraísos.

— Mejorar los criterios de valoración y previ-sión contables, elaborando un conjunto de normas contables de elevada calidad.

— Ampliar la supervisión y registro regulador en las Agencias de Calificación de Crédito para garantizar que cumplen el código in-ternacional de buenas prácticas.

Fortalecimiento de las instituciones financieras mundiales

También hace falta recuperar la confian-za a esfera mundial y resulta necesario que existan suficientes recursos para ayudar a los países que lo necesiten para seguir de-sarrollándose. Para ello se han aportado 850.000 millones de dólares adicionales a las instituciones financieras internacionales para financiar el gasto contracíclico, las in-fraestructuras, el comercio, la recapitaliza-ción bancaria, el equilibrio de la balanza de pagos, la refinanciación de las deudas y el apoyo social.

Además, se ha aprobado aumentar los recursos que dispone el FMI con una aporta-ción inmediata de los miembros de 250.000 millones, y un aumento del préstamo por parte de los Bancos de Desarrollo Multilate-rales de por lo menos 100.000 millones.

Junto a estas medidas se recomien-dan otras de reformas de las instituciones financieras internacionales para hacerlas más modernas y que puedan ayudar a sus miembros, modificando sus competencias y gestión para que tengan en cuenta los cam-bios que se están produciendo en la econo-mía mundial y los nuevos retos de la globa-lización.

En este sentido, se realizan las siguien-tes recomendaciones:

— Reformas en la cuota del FMI.

— Mayor participación por parte de los Gober-nadores del FMI a la hora de establecer estrategias y aumentar su obligación de rendir cuentas.

— Implantar reformas en cuanto a la voz en el FMI.

— Los directores de las instituciones deberían elegirse a través de un proceso de selec-ción abierto, transparente y basado en los méritos.

— Los ministros de hacienda del G-20 tienen que mantener consultas exhaustivas para analizar los problemas que se presentan y proponer medidas.

Evitar el proteccionismo y fomentar el comercio la inversión mundial

Un cuarto bloque de medidas se centra en reactivar el comercio a nivel mundial para estimular las eco-nomías de los países, a través de la demanda exterior de sus pro-ductos. Los trabajos que se han venido realizando desde los años 60 del pasado siglo muestran que el comercio internacional es uno de los factores que poten-cian el crecimiento económi-co de los países; y que para que tenga este efecto bene-ficioso, es necesario evitar las medidas proteccionistas que los paí-ses suelen estar tentados a imponer en momentos de apuro económico.

En este ámbito, las princi-pales medidas que se propo-nen son las siguientes:

— Estimular las exportaciones, evitando para ello el levanta-miento de barreras al comercio de bienes y servicios o la inversión.

— Minimizar el impacto negativo que tenga para el comercio y para la inversión los efectos perniciosos que se deriven de las medidas que haya implantado el país, para hacer frente a sus problemas internos.

— Se notificará a la Organización Mundial del Comercio (OMC) cualquier medida protec-cionista que se adopte.

en reactivar el comercio a nivel mundial para estimular las eco-nomías de los países, a través de la demanda exterior de sus pro-ductos. Los trabajos que se han venido realizando desde los años 60 del

ficioso, es necesario evitar las medidas proteccionistas que los paí-ses suelen estar tentados a imponer en momentos de apuro económico.

— Estimular las exportaciones, evitando para ello el levanta-miento de barreras al comercio de bienes


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— Se garantizará la disponibilidad de al me-nos 250.000 millones de dólares durante los próximos años para apoyar la finan-ciación de las operaciones comerciales a través de nuestro crédito a la exportación y de los Bancos Multilaterales de Desa-rrollo.

Garantizar una recuperación justa y sostenible para todos

Junto a los ob-jetivos anteriores

de índole básica-mente económica, se

incluye éste de carác-ter social y ético, de-

fendiendo una distribución jus-ta de los recursos y, además, sin

afectar negativamente a las generacio-nes futuras.

Las medidas propuestas son:

— Alcanzar los objetivos de desarrollo del mile-nio(1) y cumplir las promesas respecto a las ayudas oficiales al desarrollo, en especial la ayuda al comercio, la condonación de la deuda y los acuerdos de Gleneagles(2).

— Destinar 50.000 millones de dólares al apo-yo de la protección social, impulsar el co-mercio y mantener el desarrollo de los paí-ses con pocos recursos.

— Dedicar recursos para la protección social de los países más pobres. Para ello se rea-lizarán inversiones que mejoren la seguri-dad alimentaria a largo plazo y proporcio-nen contribuciones al fondo de vulnerabili-dad del Banco Mundial.

(1) Se trata de un acuerdo alcanzado en septiembre de 2000 por 189 países que se reunieron en la sede de Nacio-nes Unidas en Nueva York, en el que se propone trabajar de manera conjunta para construir un mundo más seguro, más próspero y más equitativo. Para ello se propone un plan de acción basado en los siguientes ocho objetivos, los denominados Objetivos de Desarrollo del Milenio, y que deberán alcanzarse en 2015: Erradicar la pobreza extrema y el hambre, lograr la enseñanza primaria universal, pro-mover la igualdad entre los géneros, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud infantil, combatir el VIH y SIDA, el paludismo y otras enfermedades, garantizar la sostenibili-dad del medio ambiente y fomentar una asociación mundial para el desarrollo.

(2) Se trata de los acuerdos que alcanzó el G-8 en dicha localidad escocesa en junio de 2005, que suponía un com-promiso por parte de los países desarrollados de ayudar a los que no lo están. Entre otras cuestiones, Acordaron au-mentar los niveles de ayuda global hasta unos 50.000 mi-llones de dólares anuales en 2010, y también cancelar las deudas de hasta 50 de los países más pobres del mundo

— Proporcionar una financiación adicional, proporcional y flexible de 6.000 millones de dólares a los países más pobres durante los dos o tres años próximos. Dicha canti-dad se conseguirá mediante las ventas pactadas de oro del FMI y de los ingresos procedentes de excedentes.

— Se revisará el Marco de Sostenibilidad de la Deuda(3).

— Se pedirá a la ONU que trabaje conjunta-mente con otras instituciones internaciona-les para establecer un mecanismo eficaz que permita supervisar el impacto de la cri-sis sobre los países más pobres.

Finalmente, en la declaración final tam-bién se hace mención a la necesidad de afrontar la amenaza que supone el cambio climático.

VALoRACIÓN DE LAS PRoPUESTAS

A la hora de valorar la declaración final que hemos desarrollado en el punto anterior hay que señalar, como aspecto positivo ge-neral, el interés que han mostrado los países para buscar una solución coordinada al pro-blema planteado.

En segundo lugar, hay que añadir también el interés por tratar de generar confianza en los países, que es un elemento esencial para poder mejorar la situación. Para ello, obvia-mente, hay que comenzar por los mercados financieros, ya que resulta imprescindible que existan los recursos necesarios para poder atender las necesidades de financiación que tienen los agentes económicos y, en especial, los empresarios que son los que generan más empleo y riqueza en la economía.

Finalmente, dentro de los aspectos po-sitivos hay que destacar la interrelación de objetivos que se muestra en diversos puntos de la declaración. Esto es, los declarantes se han dado cuenta que diversas actuacio-nes podrían generar algún efecto negativo, por ejemplo, inflación. Esto podría afectar en términos no deseados a otro objetivo, creci-miento, señalándose la necesidad de tratar

(3) Se trata de una guía elaborada en abril de 2005 por el FMI y el Banco Mundial a la hora de utilizar la financiación que haga frente a las necesidades de desarrollo, evitando al mismo tiempo en la medida de lo posible una acumula-ción excesiva de deuda en el futuro.

jetivos anteriores de índole básica-

mente económica, se incluye éste de carác-

ter social y ético, de-fendiendo una distribución jus-

ta de los recursos y, además, sin afectar negativamente a las generacio-

nes futuras.

Las medidas propuestas son:

— Alcanzar los objetivos de desarrollo del mile-nio(1) y cumplir las promesas respecto a las ayudas oficiales al desarrollo, en especial la ayuda al comercio, la condonación de la deuda y los acuerdos de Gleneagles


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de controlar el crecimiento de los precios o de actuar para paliar sus efectos. A su vez, se concede una gran importancia a las insti-tuciones para tratar de conseguir los fines propuestos.

Ahora bien, frente a estos aspectos posi-tivos hay que considerar otros que no lo son tanto. Así, en primer lugar, pensamos que se han mezclado dos temas diferentes: solucio-nar la crisis y buscar medidas de crecimiento. Lo primero, supone actuar a corto plazo y, pa-ra ello, se cuenta principalmente con medidas fiscales y monetarias. De las fiscales se dice poco en la declaración final del G-20; tan so-lo que se van a proporcionar fondos y que se vigilarán los paraísos fiscales. Pero no cabe pensar que se vayan a obtener muchos recur-sos fiscales a través de dicha vigilancia. En cambio, hubiese sido de más interés propo-ner medidas de armonización fiscal y de utili-zación eficaz del capital público.

En cuanto a las medidas para favorecer el crecimiento, en la declaración no se analizan los distintos factores que lo pueden propiciar, señalándose tan sólo la necesidad de hacer un crecimiento justo y sostenible. Pero no se concreta de qué forma o en qué nos vamos a apoyar, esto es, si se va a potenciar el capital humano, la tecnología, etc.

En segundo lugar, cabe preguntarse si los fondos que se van a proporcionar, son sufi-cientes o no, y cómo se van a gestionar. Aquí se plantea de nuevo el problema de si a los países hay que ayudarles con dinero, o por el contrario, tratar de que lleven a cabo sus correspondientes reformas empresariales e industriales necesarias para poder salir de la situación y enfrentarse mejor a los retos fu-turos.

En tercer lugar, también es cuestionable que algunos países acepten aumentar los re-cursos que destinan para ayudar a otros, en el momento en que les pueden ser necesarios para utilizarlos en sus propias economías.

Y, finalmente, no queda claro si va a haber un mecanismo eficiente para conseguir que los fondos que se destinen para ayudar a las instituciones financieras, acaben siendo utili-zados para el propósito que se persigue con ello, esto es, que acaben en manos de los agentes económicos que los van a emplear en generar inversiones.

En definitiva, el acuerdo o declaración presentada por el G-20 en Londres es un intento importante para tratar de enfrentar-se a la situación que estamos padeciendo, pero presenta una serie de problemas que sólo el futuro nos mostrará si son funda-dos.

CoNCLUSIoNES

A lo largo de este artículo hemos expuesto los elementos esenciales de la declaración final elaborada en Londres por el G-20 para hacer frente a la crisis actual y cambiar su tendencia.

Como hemos visto, hay medidas de di-versa índole que van desde la generación de confianza, esencial para que la economía siga funcionando, hasta las que suponen la aportación de diversos fondos para ayudar a los países menos desarrollados.

La situación en la que estamos inmersos es bastante compleja y es necesario implan-tar medidas a corto plazo que traten de com-batir la crisis, y otras a más largo plazo para conseguir un crecimiento más sostenible en el tiempo. Hay que tener en cuenta que la forma en la que salgamos de esta crisis comprome-te la evolución futura de las economías, por lo que sería necesario que se tuvieran también en cuenta otros aspectos relacionados con los factores que potencian ese crecimiento, y no incidir sólo en el comercio, menor protec-cionismo, y en el papel de las instituciones. Hay otros factores como el tecnológico, el ca-pital humano, etc., que también tienen gran importancia. ✽

Un cuarto bloque de medidas se

centra en reactivar el comercio

para estimular las economías de los

países a través de la demanda

exterior de sus productos

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