artículo - final -juana de ibarbourou, cuba, vanguardias y fútbol. final

10
Juana de Ibarbourou, Cuba, vanguardias y fútbol. “Cuba me tira como si fuese cubana neta en el exilio. Ha de llegar un día… Yo ya sé que el tiempo tiene alas. (Pongamos que también tiene infalibles motores).” 1 “Cubana neta, melancólica exilada,… “¡ay, Juana, Juana de la sien desierta!”… ven al lar nativo de tu corazón, ven a tu reencuentro, ven a tu otro hogar…Te esperamos nosotros, los cubanos, con nuestro cielo de maravilla, con nuestros dulces paisajes, con nuestros defectos y con nuestras virtudes, pero, sobre todo, con nuestra vieja deuda de gratitud POR LO QUE URUGUAY HIZO POR MARTÍ y POR LO QUE JUANA DE AMÉRICA REPRESENTA PARA NUESTRA CULTURA Y NUESTRA ESPIRITUALIDAD”. 2 Es posible que futuros investigadores o simples curiosos de la historiografía literaria nacional valoren el año 2011 como uno de los más prolíficos en torno a la vida y obra de Juana de Ibarbourou (J. de I.), acontecimiento tan laudable como infrecuente por cuanto no responde al oportunismo o la obligación que promueven o imponen los aniversarios. El repaso de algunos hechos muestra que hay buenas razones para sustentar la conjetura anterior de un renovado interés por la poetisa 3 : reedición de las obras de su última época 4 ; publicación de artículos 5 y ensayos 6 , y presentación de ponencias en el ámbito académico 7 que proponen nuevos acercamientos críticos a su producción literaria; conato de polémica a través de prensa escrita de Salto 8 ; anuncio de la pronta publicación de la correspondencia mantenida con Regino Boti entre 1928 y 1929 9 . A esta ingente actividad por parte de editores, críticos e investigadores, nacionales y extranjeros, hay que agregar el reciente conocimiento en nuestro medio de la existencia, en Cuba, de un importante conjunto de cartas inéditas que revelan aspectos poco o nada conocidos de Juana de Ibarbourou y de sus vínculos con escritores y publicaciones de la isla. Se trata de cuarenta y dos cartas manuscritas 10 , conservadas en el archivo literario de la Biblioteca “Fernando Ortiz” del Instituto de Literatura y Lingüística “José Antonio Portuondo Valdor” de La Habana y que tienen 1

Upload: alvaropt

Post on 08-Aug-2015

48 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Artículo - FINAL -Juana de Ibarbourou, Cuba,  vanguardias y fútbol.  Final

Juana de Ibarbourou, Cuba, vanguardias y fútbol.

“Cuba me tira como si fuese cubana neta en el exilio. Ha de llegar un día… Yo ya sé que el tiempo tiene alas. (Pongamos que también tiene infalibles motores).”1

“Cubana neta, melancólica exilada,… “¡ay, Juana, Juana de la sien desierta!”… ven al lar nativo de tu corazón, ven a tu reencuentro, ven a tu otro hogar…Te esperamos nosotros, los cubanos, con nuestro cielo de maravilla, con nuestros dulces paisajes, con nuestros defectos y con nuestras virtudes, pero, sobre todo, con nuestra vieja deuda de gratitud POR LO QUE URUGUAY HIZO POR MARTÍ y POR LO QUE JUANA DE AMÉRICA REPRESENTA PARA NUESTRA CULTURA Y NUESTRA ESPIRITUALIDAD”.2

Es posible que futuros investigadores o simples curiosos de la historiografía literaria nacional valoren el año 2011 como uno de los más prolíficos en torno a la vida y obra de Juana de Ibarbourou (J. de I.), acontecimiento tan laudable como infrecuente por cuanto no responde al oportunismo o la obligación que promueven o imponen los aniversarios. El repaso de algunos hechos muestra que hay buenas razones para sustentar la conjetura anterior de un renovado interés por la poetisa3: reedición de las obras de su última época4; publicación de artículos5 y ensayos6, y presentación de ponencias en el ámbito académico7 que proponen nuevos acercamientos críticos a su producción literaria; conato de polémica a través de prensa escrita de Salto8; anuncio de la pronta publicación de la correspondencia mantenida con Regino Boti entre 1928 y 19299.A esta ingente actividad por parte de editores, críticos e investigadores, nacionales y extranjeros, hay que agregar el reciente conocimiento en nuestro medio de la existencia, en Cuba, de un importante conjunto de cartas inéditas que revelan aspectos poco o nada conocidos de Juana de Ibarbourou y de sus vínculos con escritores y publicaciones de la isla.Se trata de cuarenta y dos cartas manuscritas10, conservadas en el archivo literario de la Biblioteca “Fernando Ortiz” del Instituto de Literatura y Lingüística “José Antonio Portuondo Valdor” de La Habana y que tienen una única destinataria: Mariblanca Sabas Alomá (M.S.A.) (Santiago de Cuba, 1901 – La Habana, 1983), figura conocida en los círculos literarios, feministas y políticos americanos de principios y mediados del siglo XX pero que hoy requiere una presentación.Poetisa: aunque nunca reunió en libro su obra poética, dispersa en revistas y periódicos cubanos y extranjeros, Juan Ramón Jiménez incluyó algunos de sus poemas en su antología La poesía en Cuba en 1936. Fue fundadora y miembro activo del Grupo Minorista, al que me referiré más adelante. Entre los muchos artículos que escribió, el titulado Vanguardismo11, -que habría escandalizado a más de uno de sus contemporáneos vanguardistas uruguayos y, por supuesto, a la propia Juana- merecería integrar cualquier antología de manifiestos, escritos o proclamas de la vanguardia latinoamericana. Periodista: en su extensa actividad fustigó la hipocresía de la moral burguesa y trató algunos de los temas sociales más apremiantes de su época (la discriminación racial, los derechos de los hijos ilegítimos, el sufragio femenino, la explotación de la mujer trabajadora) colocándose siempre del lado “de la mujer y del niño, del obrero y el campesino, de cuantos sufren persecuciones y explotaciones…”12.

1

Page 2: Artículo - FINAL -Juana de Ibarbourou, Cuba,  vanguardias y fútbol.  Final

Feminista, hizo de su escritura un arma de las luchas por conquistar la igualdad de la mujer, planteada, sin mistificaciones y contra la moralina tradicional, en su real dimensión social, económica y política. Defendió la importancia de la educación y el trabajo como instrumentos para la liberación de la mujer: “Los institutos, las escuelas normales, las aulas de la Universidad, y sobre todo, el taller, el establecimiento, la fábrica, son los vientres fecundos donde la liberación y dignificación de la mujer se está gestando.”13, entendiendo que “el movimiento feminista es medularmente revolucionario…en la izquierda de un proceso social de incalculable trascendencia” 14

Otro de sus frentes de batalla, aunque no desligado del anterior, es el que sostiene en La rémora. Estudio conceptuoso y analítico de la Religión en sus distintas fases, creadas  por los que viven a costa del fanatismo, publicado en 1921 y que “le valió ser excomulgada por la Iglesia Católica”15. Integró el Club Femenino de Cuba, la Liga Anticlerical, la Liga Antiimperialista y participó activamente de las luchas políticas de su tiempo.Se enfrentó a la dictadura de Machado; estuvo en prisión en 1936 a causa de la publicación de un artículo contra las prácticas policíacas de la época; en 1938 fundó la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UEAC); integró el Partido Revolucionario (Auténtico) y, en 1948, el Presidente Carlos Prío Socarrás la designó Ministro sin Cartera de su gobierno, lo que la convirtió en la primera mujer en ocupar un cargo ministerial en la historia de Cuba, el cual ejerció hasta el golpe de estado de Batista en

1

? Carta de Juana de Ibarbourou a Mariblanca Sabas Alomá del 3 de diciembre de 1949. Subrayado en el original. 2 Carta de M.S.A. a J. de I. del 13 de diciembre de 1949, conservada en el Archivo de la Biblioteca Nacional, Fondos documentales de Juana de Ibarbourou. Mayúsculas en el original.3 Vale aclarar que me refiero únicamente a los que han tenido lugar este año sin desconocer importantes trabajos y actividades en torno a Juana de Ibarbourou realizados antes como, por ejemplo, los artículos que Elena Romiti ha publicado en la Revista de la Biblioteca Nacional o la exposición “Juana. Escándalo en la luz.” organizada por el Centro Cultural de España y a cargo de J. Arbeleche y A. Echevarría en el 2009.4 Ibarbourou, J. de, (2011) , Perdida, La pasajera y otras páginas.Edición, selección y prólogos Jorge Arbeleche y Andrés Echevarría, Ministerio de Relaciones Exteriores, Consejo de Educación Tñecnico Profesional y Universidad del Trabajo del Ururguay. Serie Edición Homenaje, Montevideo.. 5 Romiti, Elena, “Juana de Ibarbourou y la autoficción” en Revista de la Biblioteca Nacional, Epoca 3, Año 3 Nº 4-5, 2011.6 Rocca, Pablo (2011) Juana de Ibarbourou. Las palabras y el poder. Yaugurú, Montevideo.7 “Tempo e poesia em Juana de Ibarbourou e Cecília Meireles”, ponencia presentada el 11 de octubre de 2011 por Valéria Soares Coelho (PUC, Minas Gerais) como parte del Tercer Seminario Perspectivas sobre la poesía en el marco de Enfoques sobre literatura y cultura latinoamericanas realizado en F.H,y C.E.

8 Diario El Pueblo el 18 y 22 de setiembre; reproducida en Brecha.9 http://www.cubarte.cult.cu/periodico/otros-medios/15323/15323.html10 Todas las cartas de J. de I. citadas en este artículo, salvo expresa aclaración, pertenecen a este conjunto depositado en el mencionado Instituto cubano.11 Atuei Nº 2, diciembre de 1927, La Habana, 1927-1928. Revista mensual de carácter político-cultural dirigida por Enrique Delahoza y Francisco Masiques que cumplió un rol destacado en la difusión de la poesía de vanguardia cubana. 12 Emilio Roig de Leuchsenring en el prólogo a Feminismo. Cuestiones sociales y crítica literaria. Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 2003. Agradezco a Elena Romiti el acceso a este texto que reúne artículos publicados por Mariblanca Sabas en la revista cubana Carteles entre 1928 y 1930.13 “El enemigo de la mujer” en Feminismo. Cuestiones sociales y crítica literaria. Pág.25. 14 “Feminismo revolucionario” en Feminismo. Cuestiones sociales y crítica literaria. Pág. 60.15 Cairo, Ana (1978). El grupo minorista y su tiempo. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, pág. 234.

2

Page 3: Artículo - FINAL -Juana de Ibarbourou, Cuba,  vanguardias y fútbol.  Final

1952. En 1951 viajó a Montevideo para otorgarle, en nombre del gobierno cubano, la Orden Nacional al Mérito Carlos Manuel de Céspedes a J. de I., su amiga epistolar desde hacía treinta años aunque fuese ésta la primera vez que se encontraban personalmente. Después del triunfo de la Revolución siguió desarrollando una intensa actividad periodística en medios cubanos y extranjeros y en 1966 obtuvo el premio otorgado por la Central de Trabajadores Cubanos al mejor trabajo sobre la zafra azucarera. El sucinto perfil de la cubana basta para agregarle un atractivo/desafío más a esta correspondencia que J. de I., católica militante y de ideas conservadoras en lo político y social, mantiene con alguien que es, en casi todos los planos, su reverso.

Ciertamente resulta imposible examinar en este espacio, ni siquiera en forma somera, el contenido de cada una de las cartas que abarcan más de cuatro décadas: la primera de 1924, breve y con el único propósito de difundir, no su obra sino la de “un gran amigo y coterráneo”16 , y la última, de 1967, donde expresa su admiración por Fidel Castro, “dios y héroe de Sierra Maestra”17. Entre estos dos extremos, y mezclado con asuntos domésticos, contrariedades familiares, padecimientos físicos, aprietos económicos, constantes apelaciones a la religión y siempre postergados planes de viajar a Cuba, el puente epistolar recorre una extensa lista de acontecimientos y personajes uruguayos y cubanos de la época. Desde la dictadura de Terra y la huelga de gráficos de 1934, hasta, las “huelgas de origen comunoide” de 1951 y el gobierno colegiado del 52; desde las referencias a los conflictos y enfrentamientos dentro de la Asociación Uruguaya de Escritores y su adhesión al malogrado político colorado César Mayo Gutiérrez hasta sus relaciones con integrantes de distintos gobiernos uruguayos y, a medida que se van sucediendo en el poder, sus vínculos y opiniones sobre Carlos Prío Socarrás, Fulgencio Batista y Fidel Castro. Justamente algo que revelan estas cartas es que los lazos de J. de I. con Cuba trascendieron lo estrictamente literario: durante la presidencia de Prío Socarrás, y por mediación de Mariblanca Sabas Alomá, la poetisa uruguaya, además de recibir la Orden antes mencionada, fue nombrada en 195118 Delegada Cultural Interamericana de Cuba en el Uruguay, cargo que desempeñó, y por el cual percibió un salario, por lo menos hasta 195519.

Como era previsible, estas cartas representan –no en forma exclusiva, por supuesto- un material de consulta y apoyo insoslayable para cualquier estudio serio de la vida de J. de I. que coadyuve a superar la unilateralidad y simplismo con que su imagen ha sido a menudo presentada por quienes, a pesar del Contra Sainte-Beuve de Proust, siguen confundiendo autor y obra o por quienes han espigado de su biografía los aspectos más comercialmente explotables de la misma.Por otro lado, y al margen de toda discusión teórica sobre su especificidad discursiva en términos de los llamados géneros de “las escrituras del yo” o “escritura subjetiva”, la importancia de este conjunto de cartas tampoco se circunscribe a lo meramente biográfico. El epistolario proporciona también información de gran interés a propósito del funcionamiento del campo literario americano de la primera mitad del siglo XX, en particular sobre las relaciones entre escritores y política y cómo operaban éstas, por

16 Carta de J. de I. a M.S.A. de setiembre de 1924.17 Carta de J. de I. a M.S.A. de enero de 1967.18 “Mary adorada, la copia del nombramiento y tú carta me han hecho llorar… Gracias a todos, Mary querida: al Presidente, al Ministro de Educación, a tu corazón santísimo”: carta de J. de I. a M.S.A. del 26 de noviembre de 1951.

19En la carta del 24 de julio de 1955 escribe: “Sigo al servicio de Cuba, y Dios me lo guarde, pues sólo por esto no estoy en la miseria.”

3

Page 4: Artículo - FINAL -Juana de Ibarbourou, Cuba,  vanguardias y fútbol.  Final

ejemplo, en los reconocimientos oficiales a escritores por parte de los gobiernos de distintos países, reconocimientos de los que tantos tuvo la poetisa uruguaya.

Asimismo, el conocimiento e interés que generan estas cartas de J. de I. –por su cantidad, la importancia de su destinataria y el prolongado lapso de tiempo que abarcan- evidencia la escasa atención que se le ha dedicado a su correspondencia en general, valiosa por lo nutrida y por la significación -cultural, artística o política- de sus destinatarios uruguayos y de casi todo el continente americano y Europa. En ese profuso corpus el capítulo cubano ocupa un lugar tan destacado como poco conocido del cual estas cartas son una invalorable fuente. Valiosa pero no única.

Minoristas y avanceEntre setiembre de 1927 y marzo de 1928 Juana de Ibarbourou dirigió el

Suplemento Literario de los sábados del diario El País, “caso efímero, aunque esplendoroso (…) donde tuvieron sitio la mayor parte de las nuevas firmas nacionales y lo mejor de los nuevos americanos (desde Borges a José Carlos Mariátegui)”20. El repaso de esta publicación permite constatar, en primer lugar, el espacio dedicado a difundir “textos de (…) los más movedizos y potencialmente agresivos (escritores) de la escena local”21, es decir, de aquellos que representaban una estética vanguardista, muy distante de la directora del suplemento. La difusión por parte de J. de I. de la obra de estos autores, así como la anuencia de los mismos a ser publicados por ella en un periódico conservador, plantea esa situación tan peculiar de la vanguardia uruguaya que Achúgar ha intentado explicar en base a la hipótesis de un “espíritu conciliador” propio del “acuerdismo” político de la época que se expresa también en el campo cultural.22

En segundo lugar, fiel al “americanismo programático” proclamado en el “primer número donde se proyectan los “propósitos y “deseos” del suplemento”23, sus páginas también recogen colaboraciones de algunos de los más conspicuos integrantes de la vanguardia continental. Dentro de ese grupo de extranjeros, aunque nunca mencionados en las escasas y rápidas referencias que se hacen a esta publicación dirigida por la poetisa melense, aparecen varios autores cubanos cuyos nombres merecen repasarse: Juan Marinello, Jorge Mañach, Marti Casanovas (español radicado en Cuba), Agustín Acosta, Alberto Lamar Schweyer, Enrique José Varona, Mariblanca Sabas Alomá, Alfonso Hernández Catá.24 La mayoría de ellos integró o estuvo vinculado con el Grupo Minorista, cuya existencia dentro de la cultura del período neocolonial republicano de la isla ha sido destacada como uno de los acontecimientos trascendentes de la “década crítica” de 1920 a 1930 25, entre otras cosas y en lo que importa a este artículo, porque con él se inicia el 20 Rocca, Pablo (2006),” La última frontera (El caso José Monegal)”, Hologramática Literaria, Año I, Nº 2, Fac. de Cs. Soc., UNLZ, pp. 5-32.

21Rocca, Pablo (2011), pág.76.22Achúgar, Hugo (1987) “Letras. La década del veinte: vanguardia y batllismo. El intelectual y el estado” en Vida y cultura en el Río de la Plata. Tomo I., autores varios, Montevideo, Universidad de la República.23 “El País. Suplemento Literario (3/9/27 a 24/3/28)”, entrada a cargo de Carolina Blixen en Diccionario de Literatura Uruguaya. Tomo III. Obras, cenáculos, páginas literarias, revistas, períodos culturales. Montevideo, Arca, 1991, pág. 149.24 Además de los autores mencionados, del análisis de su correspondencia con M.S.A. se desprende que J. de I. también mantuvo vínculos epistolares con escritores de la importancia de Eugenio Florit, Mariano Brull y Dulce María Loynaz.25 Ver Cairo, Ana. Ob.cit. pág. 13.

4

Page 5: Artículo - FINAL -Juana de Ibarbourou, Cuba,  vanguardias y fútbol.  Final

vanguardismo cubano. A su vez, tres de ellos (Marinello, Mañach y Casanovas, este último expulsado de Cuba por comunista en 1927 y sustituido por Félix Lizaso) estuvieron entre los cinco editores originales de la revista de avance26 (los otros dos eran Alejo Carpentier, que salió después del primer número y fue sustituido por José Z. Tallet, y Francisco Ichaso ), en cuyas páginas aparece, como afirma Roberto Fernández Retamar27, de modo definido el vanguardismo en Cuba. La crítica especializada ha sido unánime en ubicar revista de avance (1927 – 1930) entre las grandes revistas literarias de vanguardia americanas junto a Contemporáneos (México), Martín Fierro (Argentina) y Amauta (Perú).

Entre los vínculos de J. de I. con Cuba28, revista de avance ocupa un lugar de especial interés; no sólo publicó allí algunos de sus poemas sino que además, a través de esas páginas, contribuyó a hacer conocer en el exterior la obra de los nuevos creadores uruguayos.Precisamente en el Nº 18 de 1928 revista de avance se lee en el encabezamiento que introduce dos de sus poemas: “… Con sus versos nos envía Juana de Ibarbourou la última cosecha de Basso Maglio, de Jessualdo, de Alfredo María (sic) Ferreiro, de los novísimos y hondos poetas de la República Oriental.”29 Y en la sección “Violación de correspondencia” del Nº 20 de la misma revista se transcribe un fragmento de una carta de J. de I. a Juan Marinello: “Esa 1927 de ustedes está muy bien. Van para su revista esos poemas inéditos. Le prometo un artículo sobre la nueva estética todo lo sintético posible, teniendo en cuenta el espacio. Soy, en el momento una Giovanni Papini del verso. Aquí eso está teniendo mucha fuerza. Con nuestro plácido país y nuestro aire de “dejarse ir”, los uruguayos somos muy revolucionarios en el fondo. La nueva sensibilidad cuenta aquí con un grupo grande y fervoroso. Los grandes nombres – Silva Valdés, Ipuche, Oribe, Sabat Ercasti (sic) – no necesitan ser citados. Pero hay otros que asombran. Le mando este libro de Basso Maglio, que es estupendo. Basso es un orgulloso irreductible y un desdeñoso irredimible. Si no fuera eso, su nombre sería ya en América de los más resonantes. Lea el libro. Juzgue. Y va ese de “Jessualdo” que no se queda atrás, que es de una poesía y una belleza absolutas”30. Todos los poetas cuyas obras J. de I. hace llegar a los editores de la revista serán efectivamente publicados en sus páginas.31

Sea cual sea la explicación que se proponga, teniendo en cuenta las ostensibles diferencias estéticas entre ellos, las relaciones que J. de I. mantuvo no sólo con los

26“revista de avance”, con minúsculas, es, en realidad el subtítulo de la publicación; el título, cambiante, es el del año correspondiente: 1927, 1928, 1929, 1930. En el editorial “Al levar anclas” del primer número del 15 de marzo de 1927, se aclara: “ Una explicación importante: hemos escrito en la proa ese nombre, ese número: 1927. No que creamos que 1927 signifique nada, sin embargo. El año que viene si aún seguimos navegando, pondremos en la proa “1928”; y al otro, “1929”; y así… ¡Queremos movimiento, cambio, avance, hasta en el nombre! Y una independencia absoluta - ¡hasta del Tiempo!”27Fernández Retamar, Roberto (2009). La poesía contemporánea en Cuba (1927-1953), Editorial Letras Cubanas, La Habana, pág. 29. 28 La primera colaboración de J. de I. en las publicaciones cubanas que he podido rastrear se remonta al 26 de abril de 1919 en la revista Orto de la ciudad de Manzanillo donde aparece, en la página 26, su poema “Rebelde”.

29 1928 revista de avance Nº18, 15 de enero de 1928, pág. 25.301928 revista de avance, Nº 20, 15 de marzo de 1928, pág. 68

31 Cito, como ejemplo, la publicación de “El dolor de ser Ford”, “El puente”, “El árbol taciturno” y “Lavando nubes” de Alfredo M. Ferreiro en la pág. 224 junto con una interesante reseña de El hombre que se comió un autobús firmada por F (Francisco) I (Ichazo) en las págs 237 y 238 de 1927 revista de avance del 15 de agosto de 1927.

5

Page 6: Artículo - FINAL -Juana de Ibarbourou, Cuba,  vanguardias y fútbol.  Final

nuevos poetas uruguayos sino también con importantes figuras y publicaciones vanguardistas del extranjero, en este caso cubanos, son tan indudables como la valiosa labor de difusión de la obra de los mismos que promovió dentro y fuera del país y en la que tan poco se ha reparado hasta ahora.

Un poema a La Habana“Fue el doctor José María Delgado el primer poeta que conocí en Montevideo cuando, recién llegamos a la capital, en aquel año 1918, tan decisivo para mí.”32

Que la tribuna José María Delgado del Parque Central debe su nombre a un ex presidente del Club Nacional de Fútbol es, seguramente, un dato conocido por sus hinchas; que el dirigente era salteño, y también médico y poeta, tal vez no tanto. Pero que presidió la delegación que en 1927 realizó una gira por Estados Unidos, México y Cuba es un dato que seguramente sólo los más memoriosos y apasionados prosélitos dominan.Efectivamente, el club, “con la base del formidable equipo de Colombes”33, se presentó en La Habana en tres oportunidades, 12, 16 y 19 de junio de 1927; ganó dos partidos y perdió el tercero. No obstante, los ecos de su pasaje por la isla fueron más allá del campo deportivo. Franklin Morales consignó, en el trabajo citado, que en el diario “Heraldo de Cuba” se publicó un reportaje a José María Delgado y reprodujo el comienzo del mismo donde el periodista cubano expresaba su asombro: "La noticia nos dejó estupefactos. Resulta que, entre nuestros huéspedes, los futbolistas uruguayos, figura un poeta. Miren ustedes que incluir, junto con esas grandes pelotas de fútbol, esos grandes zapatos que parecen buques de guerra, nada menos que un plectro de poeta y un cuadernillo para escribir versos! ... Nos creímos en el deber de averiguar si era una patraña, inventada para propaganda de esos espectáculos. Se han visto cosas tan notables con estos líos de reclamos deportivos! ...”También 1927 revista de avance registró la presencia del poeta uruguayo en La Habana publicando un poema suyo que rápidamente se conoció también en Uruguay gracias al Suplemento Literario dirigido por J. de I. que lo reprodujo –nueva prueba de su fluido intercambio con la publicación habanera - el 10 de setiembre del mismo año con la siguiente aclaración: “Tomamos de la revista vanguardista 1927 que se edita en la capital de Cuba, esta bella composición de nuestro compatriota y la nota que va a continuación: “Con el Nacional de Montevideo, campeón olímpico de football, fue huésped de nuestra ciudad José María Delgado, fino poeta uruguayo de un delicado “humour”. “1927” se honra con la amistad del poeta sportsman, trabada en aquellos días, y da a conocer a sus lectores esta ágil impresión habanera.” Sigue, a continuación, el poema “La Habana”.

………………..

“Juana querida: VEN. Ven… ¿Aeroplano?... ¿Barco?...No importa. VEN a esta tierra en donde cada cubano siente por ti y por Uruguay verdadera veneración.”34

32 Palabras de Juana de Ibarbourou en el homenaje de la Academia Nacional de Letras al Dr. José María Delgado. Citado por Andrés Echevarría en el prólogo “Juana de Ibarbourou: trayectoria de la luz” de Perdida, La pasajera y otras páginas, pág. 35. Agradezco a Andrés Echevarría la obtención de este libro.33 Capítulo Oriental N°42, La historia de la literatura uruguaya. Literatura y fútbol. CEDAL, Montevideo, 1969, pág. 663. Fascículo a cargo de Franklin Morales.34 Carta de M.S.A. a J. de I. del 22 de noviembre de 1949, conservada en el Archivo de la Biblioteca Nacional, Fondos documentales de Juana de Ibarbourou. Mayúsculas en el original.

6

Page 7: Artículo - FINAL -Juana de Ibarbourou, Cuba,  vanguardias y fútbol.  Final

Juana de Ibarbourou nunca fue a Cuba: “Mi alma es como la de las islas, irremisible prisionera con los labios salados y el sueño lleno de proas y hélices que no se moverán más que en el círculo atormentado que tenemos detrás del hueso exacto de la frente.”35

35 “Diario de una isleña” en Ibarbourou, Juana de (2011), pág. 152.

Álvaro Pérez Trelles

7