articulo - clientelar y organizacion campesina en la provincia de formosa

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  • 7/24/2019 Articulo - Clientelar y Organizacion Campesina en La Provincia de Formosa

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    XII Jornadas de Investigacin y Primer Encuentro de Investigadores en Psicologadel Mercosur. Facultad de Psicologa - Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires,2005.

    PODER CLIENTELAR YORGANIZACIN CAMPESINA EN LAPROVINCIA DE FORMOSA.

    Landini, Fernando Pablo.

    Cita: Landini, Fernando Pablo (2005). PODER CLIENTELAR Y ORGANIZACINCAMPESINA EN LA PROVINCIA DE FORMOSA.XII Jornadas deInvestigacin y Primer Encuentro de Investigadores en Psicologa del

    Mercosur. Facultad de Psicologa - Universidad de Buenos Aires,

    Buenos Aires.

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    PODER CLIENTELAR Y ORGANIZACINCAMPESINA EN LA PROVINCIA DE FORMOSA.

    Landini, Fernando Pablo

    CONICET

    ResumenEl presente trabajo aborda la construccin del poder cl ientelaren dos localidades del interior formoseo, ubicadas a unos 200kilmetros al noroeste de la capital provincial. Asimismo, indagael surgimiento del Movimiento Campesino Formoseo (Mocafor)y de su importancia para la construccin de identidadescolectivas y para el establecimiento de relaciones no clientelares.Utilizando desarrollos de la antropologa social sobre cliente-lismo poltico y articulndolos con el concepto foucaultiano dedispositivo, se formula la nocin de dispositivo clientelar, la cuales utilizada para analizar las entrevistas tomadas a campesinos

    y los registros etnogrficos realizados. Quedan identificadaslas estrategias de manipulacin, disuasin y desarticulacin queoperan sobre la poblacin campesina y sobre sus organizaciones.A su vez, queda mencionada la importancia del Mocafor para elresurgimiento de la identidad de los pobladores comocampesinos y para la recuperacin de la dignidad personal.

    Palabras ClaveCampesinos Clientelismo Comunidad Organizacin

    AbstractPOLITICAL CLIENTELISM AND PEASANT ORGANIZATIONIN FORMOSA PROVINCEThe present paper approaches the topic of political clientelismin a zone located at 200 kilometers from the city of Formosa. Ialso analyze the sprouting of Formosa Peasant Movement(Mocafor) and its importance for both, the construction ofcollective identities and the establishment of new types ofrelations. In order to achieve these aims, I have used theconcepts of clientelism and dispositive (Foucault). I haveanalyzed ethnographic registries and I have made interviews. Iidentify the strategies of manipulation, dissuasion anddisarticulation that operate within the peasent population andits organizations, as well. Finally, I take into account the relevanceof the Mocafor for the construction of settlers identity aspeasants and for the recovery of their personal dignity.

    Key wordsPeasants Clientelism Community Organization

    IntroduccinEn el presente trabajo se describe la modalidad concreta deejercicio del poder clientelar en las reas rurales de las locali-dades formoseas de General Belgrano (departamento Patio)y de Misin Tacaagl (departamento Pilags). Asimismo, seindagan las condiciones de surgimiento de una organizacinsocial (el Movimiento Campesino Formoseo - Mocafor) quese presenta como alternativa a las relaciones clientelares.Finalmente, se reflexiona sobre el rol que debe asumir elpsiclogo, en tanto psiclogo, ante situaciones de injusticia comolas descriptas.

    Las conclusiones y reflexiones aqu propuestas se sostienenen tres fuentes. En primer lugar, seis entrevistas tomadas acampesinos del lugar (dos de ellos delegados del Mocafor). Ensegundo lugar, registros de observacin de tipo etnogrficoproducto de cuatro viajes realizados desde el ao 2002.Finalmente, la investigacin realizada por Sapkus (2002) sobreel Mocafor.

    El dispositivo clientelarPara abordar la nocin de clientelismo se utilizan las considera-ciones de Rouqui (1990). Las relaciones clientelares seestablecen en contextos en los cuales un tipo de actor socialcontrola un recurso o un conjunto de recursos que sonnecesarios para otro u otros. As, los distribuye de maneradiscrecional, intercambindolos por algn tipo de subordinacin.La forma clsica de clientelismo es el clientelismo poltico. Eneste caso, la situacin de necesidad se refiere a carenciasmateriales producto de la pobreza y el recurso que se distribuyediscrecionalmente son las ayudas sociales pblicas. La nocinde clientelismo en este trabajo es articulada con el concepto dedispositivo de Foucault para poder analizar las relacionesclientelares en trminos de relaciones de poder. Un dispositivoes una red de relaciones que se establece entre elementosheterogneos: discursos, instituciones, arquitecturas,reglamentos, leyes, etc. que poseen una finalidad estratgica,orientada al establecimiento o mantenimiento de ciertasrelaciones de poder (Castro, 2004). As, se entender pordispositivo clientelar al dispositivo cuyo ncleo central estconstituido por las relaciones propias del clientelismo poltico.

    El caso formoseoEl ndice de pobreza urbanaen la provincia de Formosa en elprimer trimestre de 2004, segn datos del INDEC, era del 60,7%.Si bien no hay datos oficiales sobre pobreza rural, se aceptaque esta es superior. Al mismo tiempo, la poblacin formoseaviviendo en Hogares con Necesidades Bsicas Insatisfechassegn el censo de 2001 era del 33,6%. Esta situacin configurauna base material slida para el florecimiento de las relacionesclientelares. All, se articulan pobreza y uso discrecional de losfondos pblicos, particularmente planes sociales como el PlanJefes y Jefas, aunque tambin deben considerarse el Programade Empleo Comunitario (PEC), el Programa Materno Infantil, elPrograma de Asistencia Integral al Pequeo ProductorAgropecuario (P.A.I.P.P.A.), etc. La recepcin de estos beneficios,

    en la zona indagada y segn lo dicho por los lugareos, estasociada al apoyo que se pueda brindar a un dirigente polticopor medio del voto u otras acciones. En contrapartida, siempreexiste el riesgo (y la amenaza concreta) de perder lo recibido si

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    se a apoya a otras lneas polticas o si se participa de organizacionesque estn en conflicto con el gobierno, como el Mocafor.A la existencia de estas ayudas pblicas discrecionales, debesumarse el uso poltico del empleo estatal. Estos empleostambin pueden ser fuentes de presin. Un campesino de lazona que pidi no ser identificado por temor, dijo: Yo estoy[ac] gracias al gobierno actual, consegu el laburo gracias al. Cmo poder decir mir, el gobierno es as, aunque hay

    cosas que no me gustan no no puedo tocar ese tema portemor a perjudicarme. En este caso se trata de una autocen-sura. Pero tambin existen presiones directas. Como sealaun delegado del Mocafor: el miedo ac es al apriete, Vos porquesos docente, no te vayas a meter con fulano porque maana te

    saco el cargo, Vos porque -qu s yo- sos agente policial, ojito

    con lo que hacs porque maana te corro a Los Chiriguanos

    [que es una localidad del otro extremo de la provincia], porquees as, ac[est] el apriete el da cuando van a votar. As, lasestrategias para controlar por medio de la asistencia pblica,se suman y articulan con estas formas de disuasin.El mantenimiento del control poltico no solo se sostiene en estasestrategias sino que tambin se apoya en la desorganizacin einhibicin de cualquier organizacin que implique la constitucin

    de un ncleo de poder alternativo no subordinado. El mximodirigente del Mocafor coment: hubo ofertas para dirigentes, hubocompaeros que se vendieron, intentos de romper [laorganizacin]es el laburo del gobierno de las 24hs del da. Estosintentos de comprar y cooptar dirigentes por parte del gobiernose suman a ciertas formas de amenaza, como la de realizarrevisiones impositivas a los productores medianamentecapitalizados que realicen planteos crticos. O la de usar lasfuerzas de seguridad como forma de amedrentamiento. Quienescribe, en el ao 2002 y por haber llegado al lugar con el apoyodel Mocafor, recibi la visita de la polica para realizaraveriguaciones por el solo hecho de estar all.Una de las caractersticas locales que ms favorece almantenimiento de este dispositivo, es la fuerte desconfianzaque existe entre los habitantes de los poblados. Esto dificulta la

    asociacin y la organizacin tanto con fines econmicos comocomunitarios y polticos. Existe un tipo de narracin muy usadapor los lugareos para dar a conocer al visitante lascaractersticas de la gente del lugar. Es la narracin de estafaso traiciones de las que ellos u otros fueron objeto. Que talpersona pidi trabajo y cobr adelantado para no volver, quetal familia se escap con el dinero de cierto proyecto, que ciertamuchacha le sac el vuelto a un anciano de su bolsillo Estashistorias circulan a media voz. Muchas veces lo narrado escierto: la compra de dirigentes parece ser indubitable. Pero enotros casos se comprob que lo dicho no se ajustaba a larealidad. Casualmente, se visitaron las casas de dos familiasacusadas por algunos de sus vecinos de desplazar el uso deunos crditos que tenan fines productivos. Pero en ambos casosse pudo observar que los insumos y maquinarias fueronrealmente comprados. Pero la desconfianza est instalada comoun modo de interpretar las acciones de los otros, lo que restringelas posibilidades de asociacin. Y si bien esto no puedeexplicarse solamente por las acciones del poder poltico, lacompra de dirigentes y el fomento de los chismes son sin dudaun fuerte apoyo. Como seala un grupo de campesinos lospolticos, porque ellos son los que nos hacen odiar todos, por

    ejemplo, yo estoy bien con mi vecino, y viene el otro y le dice:

    No, el otro te est mintiendo, este te est haciendo esto, ese te

    est Y entonces despus vos al otro da te vas y ests as

    con la cara larga, y no Te envan una persona y te envenena

    la mente

    En resumen: el dispositivo clientelar descripto articula de maneracompleja y dinmica el uso discrecional de la asistencia pblica,

    estrategias de disuasin para quienes estn recibiendo ayudasocial o poseen empleos pblicos y modalidades dedesarticulacin o inhibicin de las organizaciones sociales quepodran constituirse en fuentes alternativas de poder. Todo esto

    permite el mantenimiento en el poder de cierto grupo dedirigentes polticos, ms all de la eleccin libre de la mayorparte de la poblacin.

    El Movimiento Campesino FormoseoEl Movimiento Campesino Formoseo surge en el ao 1995 yes hoy la organizacin socioterritorial ms importante de laprovincia que se encuentra en confrontacin abierta con el

    gobierno provincial. Cmo fue posible el surgimiento de unaorganizacin campesina en el contexto de un esquema decontrol tan frreo? Debido a la crisis econmica que viva elpas en esa poca y a las malas cosechas, la situacin de lospequeos productores de zona se haba hecho insostenible. Elaumento de la pobreza -obra del bajo precio de exportacin delalgodn por la sobrevaluacin de la moneda nacional-, habacreado la base material para el surgimiento del Movimiento, yaque la limitada asistencia del Estado no alcanzaba para paliarla crisis. Con el apoyo de 2 sacerdotes de la Iglesia Catlica(uno de ellos con experiencia de trabajo con campesinos sintierra en Brasil), los representantes de los productores localescomenzaron a reunirse, articulndose primero con el hoy extintoMovimiento Agrario Formoseo (M.A.F) y separndose de l

    pocos aos ms tarde (Sapkus, 2002).A partir del ao 2002, el Mocafor recibe, como miembro de laCentral de Trabajadores Argentinos (CTA), planes Jefes y Jefaspara distribuir entre sus miembros. Esta situacin le permiteromper con la dependencia material de muchos de ellos conlos punteros locales, ya que los planes llegaban directamentede Nacin y eran intermediados por el Movimiento. Esto permitela ampliacin de la organizacin y el establecimiento de un nuevotipo de vnculo sostenido en los intereses colectivos delcampesino. Si bien es cierto que el Movimiento reproduce ensu interior ciertas modalidades de tipo clientelar producto delmodelo de vinculacin poltica que sus miembros conocen porexperiencia, se han abierto nuevas posibilidades de accin yreflexin que perfilan modelos ms democrticos.El surgimiento y ms an el fortalecimiento del Movimiento, ha

    permitido la construccin de nuevas identidades. Las relacionesclientelares son relaciones de tipo jerrquico que inhiben elestablecimiento de lazos horizontales y por lo tanto laconstruccin de identidades colectivas. La identidad decampesino, significativa en la dcada de los 70 por la presenciade las Ligas Agrarias Formoseas y por la fortaleza de laorganizacin campesina del Paraguay, es recuperada. sta, secontrapone a la identidad de Pequeos Productores, asignadapor el Estado. Los programas sociales como el P.A.I.P.P. A. o elP.S.A. (Programa Social Agropecuario) los interpelan y les danexistencia en tanto pequeos productores. Esta identidad esuna referencia productiva, polticamente neutra y con nfasisen lo individual. En cambio, campesino implica una identidadsociocultural ms amplia que recupera a los lugareos comosujetos de accin colectiva. Si bien los pobladores, segn lasituacin y el contexto, se nombran de una u otra manera, laspersonas ms cercanas al Movimiento se describen con orgullocomo campesinos. Aqu, la participacin en el Movimiento haposibilitado salir de una situacin de subordinacin y manipu-lacin, con la consiguiente recuperacin de la autoestima y dela percepcin de dignidad personal. Como dice un delegadodel Mocafor hay un dicho de estos seores [los polticos] quedice que Todo hombre tiene su precio y yo te dira que no, la

    dignidad de uno no tiene precio. No se trata de lo que se puedaconseguir formando parte del Movimiento (un plan Jefes y Jefaspor ejemplo) sino de la recuperacin de algo que no tiene precio.Algo que no puede ser comprado sino que debe ser ganado: ladignidad de ser sujetos de la propia historia y no objetos de lade nadie. Esta dignidad es la fortaleza ms grande del

    Movimiento y de sus miembros, ya que dota de una valoracintica a sus acciones. Es, como dice Freire, Una fortaleza quele falta al ms fuerte: su conviccin tica e histrica de que sulucha es legtima (1993, p. 164)

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    Conclusiones y discusinEl breve recorrido presentado ha permitido describir el modode construccin del poder poltico en las reas rurales de laregin indicada a partir de los conceptos de clientelismo y dedispositivo. A la vez, ha permitido indagar las nuevas posibili-dades que abre la existencia del Mocafor como modo deencausar la accin colectiva y de dotar de nuevas identidades

    que permitan recuperar la dignidad y la autoestima de loscampesinos.La situacin descripta abre la reflexin sobre la posicin quedebe ocupar el psiclogo ante esta situacin de injusticia. Debetomar partido? Y en tal caso, hasta qu punto y de qu manerahacerlo? Martn-Bar sostiene que la psicologa debe tratar deponerse al servicio de las mayoras desposedas de nuestrospueblos [] ponerse al servicio de las mayoras significavincularse a instancias y organizaciones concretas, cuyarepresentatividad popular resulta con frecuencia cuestionable[] Por ello, la opcin concreta pasa siempre por un ensuciarselas manos (1991, p. 24-25). El compromiso cientfico con laverdad en Martn-Bar se une al compromiso tico con la justiciapero, no ir esto en desmedro de nuestra objetividad? Afirmar

    la supuesta posibilidad de ser imparciales, no es otra cosa queoptar por una parcialidad determinada: la que dice que las cosasdeben seguir como estn siendo. As, optar por la supuestaneutralidad cientfica es aliarnos con el estado de cosas vigente,que aqu no es otra cosa que apoyar el sostenimiento de lasinjusticias instituidas. Por eso, el compromiso cientfico con laverdad debe prolongarse en la explicitacin de la situacin deinjusticia, para que de ella pueda surgir un reclamo legtimo porla equidad. Ahora bien, al psiclogo, en tanto profesional, lecompete participar de este reclamo, comprometindosedirectamente con estas organizaciones? Tal vez la solucin sea,como planteaba Martn-Bar, ensuciarse las manos.

    BibliografaCastro, E. (2004). El vocabulario de Michel Foucault. Buenos Aires: UNQUI.Freire, P. (1993). Pedagoga de la Esperanza. Mxico: Siglo XXI.Martn-Bar, I. (1990). Hacia una psicologa poltica latinoamericana. EnCuadernos de Psicologa. Vol. 11, n1, pp. 5-33.Rouqui, A. (1990). Extremo occidente: introduccin a Amrica Latina. Buenos

    Aires: Emec.Sapkus, S. (2002). Accin colectiva campesino y clientelismo. Unaexperiencia en la Argentina de los noventa. En: Etnia(edicin digital). N44-45, Olavarra: Instituto de Investigaciones Antropolgicas de Olavarra, pp.201-221.