arte en el renacimiento
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LA ARQUITECTURA
EN EL ARTE RENACENTISTA
PRESENTADO POR :LIZETH STEFANNY
BENAVIDESGRADO 11-2
PROFESORA : ROSIO PAREDES
ARQUITECTURA EN EL RENACIMIENTO
Arquitectura del Renacimiento o renacentista es aquella producida durante el período artístico del
Renacimiento europeo, que abarcó los siglos XV y XVI. Se caracteriza por ser
un momento de ruptura en la Historia de la Arquitectura, en especial con respecto al estilo arquitectónico previo: el Gótico; mientras que, por el contrario, busca su inspiración en una interpretación pro pia del Arte clásico,
en particular en su vertiente arquitectónica, que se
consideraba modelo perfecto de las Bellas Artes.
PRINCIPALES CARACTERISTICAS DE LA
ARQUITECTURA RENACENTISTA
La Arquitectura del Renacimiento estuvo bastante relacionada con una visión del mundo durante ese período sostenida en dos pilares esenciales: el clasicismo y el humanismo.
Hay que destacar que los ideales y valores renacentistas no pudieron
surgir totalmente desvinculados del acervo medieval que le precedió, sin
embargo, los conceptos que subyacen a este estilo arquitectónico se construyeron sobre la consciente y
efectiva ruptura de la producción artística de la Edad Media, en
especial del estilo gótico.
Podemos analizar las siguientes características generales:
•Búsqueda del ideal clásico: A través del clasicismo, los hombres del Renacimiento miraban hacia el mundo greco-romano como modelo para su sociedad contemporánea, buscando aplicar en la realidad material cotidiana aquello que consideraban que pertenecía a un mundo más idílico que real. En este sentido, la Arquitectura, en especial, intentó concretar conceptos clásicos como la belleza, surgiendo así la teorización y ordenación del movimiento, fundamentado en la Arquitectura clásica griega y romana. Según los teóricos renacentistas éste era el camino idóneo para alcanzar el mundo ideal.
•Visión profana sobre temas religiosos: Los valores clásicos, desde el punto de vista del Cristianismo, de enorme influencia en este período (teniendo el cuenta que el Renacimiento surge en Italia, donde la presencia de la Iglesia Católica fue decisiva para el Arte), eran considerados paganos y de carácter pecaminoso. Para superar esta censura de la Iglesia Católica, se integró la visión del mundo cristiano con el proyecto de recuperación de los ideales clásicos, a través de escenas desacralizadas y edificios hechos a la medida del hombre. Esta fue otra de las innovaciones del movimiento.
•Influencia de la naturaleza: La naturaleza era vista como la creación suprema de la obra de Dios y el elemento más próximo a la perfección (otro de los ideales que había que buscar a través de la estética clásica). Así, se pasa de la búsqueda de la inspiración en la naturaleza, a la inspiración en las formas de la propia naturaleza, tal como proponen los clásicos, convirtiéndose esto en un valor autónomo.
•Antropocentrismo y humanismo: Además de la naturaleza como creación perfecta, se vuelve la mirada al ser humano: se deja atrás el teocentrismo medieval para entrar en el antropocentrismo. El hombre se analiza, en vez de como ser creado a imagen y semejanza de Dios, como medida y referencia del Universo. Así, será el objeto central de la manifestación artística, con una importancia aún mayor que durante la Antigüedad clásica. El humanismo, como corriente filosófica, se manifestó como un sentimiento comprometido con la representación del hombre en el Universo, que así reafirmaba su presencia. Propugnaba la filosofía humanista el estudio de la naturaleza como instrumento para llegar al conocimiento, más del Universo en conjunto, que de las cosas singulares.
Historia de la Arquitectura renacentista
La Arquitectura renacentista se desarrolla a partir del siglo XV
principalmente en Italia. Es común atribuir el lugar de génesis a la
ciudad italiana de Florencia, ciudad donde el gótico apenas había
penetrado, en el momento de la construcción de la cúpula de la
Catedral de Santa María del Fiore proyectada por Filippo Brunelleschi.
Tal episodio no sólo es un mero cambio en el perfil estilístico que predominaba en el escenario arquitectónico florentino,
sino la demostración clara de la ruptura que vendría posteriormente en la
propia forma de producir la arquitectura, abriendo camino para, no
sólo redescubrir el clasicismo, sino también para la promoción de la
tratadística y para una teorización inédita sobre el tema. Son muchos los
estudiosos que afirman que Brunelleschi construyó, de hecho, no
sólo una cúpula, sino el concepto de un nuevo tipo de arquitecto: altera las
reglas de la construcción civil iniciando un proceso que, gradualmente,
separará al proyectista del constructor.
Un hecho a destacar en la producción de Brunelleschi es que se manifiesta más importancia en el campo de la
construcción que en el del estilo. Se asimila esto cuando se observa la obra en su conjunto, percibiéndose que, a pesar
de querer seguir la canonización clásica, se produce un edificio que no es completamente comprometido con dichas
reglas clásicas. Esto es causado por la carencia del arquitecto de conocimiento profundo de las normas
clásicas, al que accedía más por la observación de las ruinas romanas existentes que por el estudio de los
tratados.
Asimismo, Brunelleschi inicia una tradición que se separa al arquitecto de los antiguos gremios medievales y cuya profesionalización es cada vez más patente en la época, afirmándose como intelectuales alejados de la construcción propiamente dicha. Muchos críticos que analizan el fenómeno desde una óptica marxista identifican aquí el momento en el que la incipiente burguesía toma de las clases populares el dominio de los medios de producción (dejando éstas de poder construir y pasarán a poder diseñar), posibilitando así un proceso de explotación del proletariado por el capital, que se recrudecerá durante la Revolución industrial.
Muchos críticos que analizan el fenómeno desde una óptica marxista identifican aquí el momento en el que la incipiente burguesía toma de las clases populares el dominio de los medios de producción (dejando éstas de poder construir y pasarán a poder diseñar), posibilitando así un proceso de explotación del proletariado por el capital, que se recrudecerá durante la Revolución industrial.
Momento inicial: La cúpula de Santa María del Fiore
La catedral de Santa María del Fiore fue inicialmente ejecutada en estilo tardo-románico, pero su construcción duró varias generaciones
(fue iniciada en 1296 y a la muerte de Brunelleschi, en 1446, aún no se había
concluido). No fue un edificio proyectado: su diseño y su construcción se armaron de forma
paralela. Aunque existía un plano general para su forma y distribución interna, los detalles
constructivos