arrio de alejandrÍa

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ARRIO DE ALEJANDRÍA Arrio nació en Alejandría por el año 260; fue algún tiempo discípulo de Luciano de Antioquia o al menos estuvo en contacto con él. En tiempos de Pedro de Alejandría (300- 311), se adhirió inicialmente al cisma meleciano y luego volvió a la Iglesia católica.

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Page 1: ARRIO DE ALEJANDRÍA

ARRIO DE ALEJANDRÍA

Arrio nació en Alejandría por el año 260; fue algún tiempo discípulo de Luciano de Antioquia o al menos estuvo en contacto con él. En tiempos de Pedro de Alejandría (300-311), se adhirió inicialmente al cisma meleciano y luego volvió a la Iglesia católica.

Page 2: ARRIO DE ALEJANDRÍA

En torno al 320, siendo un sacerdote influyente al frente de la iglesia de Baukalis, empezó a difundir ideas personales sobre la Trinidad, que provocaron polémicas, la intervención del obispo Alejandro, un debate público y su condenación, sancionada poco después por un concilio de obispos egipcios.

De este periodo de su actividad han llegado algunos fragmentos suyos de la Thalia (Banquete), exposición de su doctrina escrita en verso (y también en prosa), dos cartas a Eusebio de Nicomedia y a Alejandro de Alejandría (unos dos años después envió también una profesión de fe a Constantino).

Page 3: ARRIO DE ALEJANDRÍA

Condenado en Alejandría, Arrio encontró defensores en oriente fuera de Egipto entre algunos obispos, antiguos discípulos de Luciano, entre ellos el influyente Eusebio de Nicomedia, así como entre otros Eusebio de Cesarea.

De aquí se siguió una áspera polémica, con la que intentó acabar Constantino por medio de su enviado, el obispo Osio de Córdova. Al no tener resultados esta legación, el emperador, aconsejado quizás por el mismo Osio y por Alejandro, ordenó un concilio ecuménico en Nicea (Asia menor) para la primavera del 325 d. C.

Page 4: ARRIO DE ALEJANDRÍA

El anatema contra Arrio estaba redactado en los siguientes términos: "En cuanto a aquellos que dicen: hubo un tiempo en que el Hijo no existía, o bien que no existía cuando aún no había sido engendrado, o bien que fue creado de la nada, o aquellos que dicen que el Hijo de Dios es de otra hipóstasis o sustancia, o que es una criatura, o cambiante y mutable, la Iglesia católica lo anatematiza".

Condenado Arrio al destierro, junto con otros dos obispos libios, poco después también fueron depuestos y desterrados Eusebio de Nicomedia y Teognides de Nicea, que seguían sosteniendo a los partidarios de Arrio.

Tiempo después, depuesto del destierro pero no admitido en Alejandría, tras una profesión genérica de fe enviada a Constantino, fue rehabilitado de la condenación de Atanasio en 335, pero murió en Bizancio antes de entrar en Alejandría en el año 336 d. C.

Page 5: ARRIO DE ALEJANDRÍA

DOCTRINA DE ARRIO Arrio parte de la doctrina

trinitaria de Orígenes, tradicional en Alejandría, que consideraba al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo como tres hipóstasis (o sea, realidades individuales subsistentes),

distintas entre sí y subordinas la una a la otra, aunque participando de una sola

naturaleza divina, y acentúa radicalmente el

subordinacionismo, probablemente en reacción

contra el sabelianismo y ciertas concepciones

demasiado materialistas de la generación del Hijo por el

Padre.

Page 6: ARRIO DE ALEJANDRÍA

Éste, según Arrio, es mónada absolutamente trascendente respecto al Hijo, que le es claramente inferior, distinto además de él por naturaleza y no sólo por hipóstasis, Dios también, pero de autoridad, rango y gloria inferiores.

Mientras que Orígenes y Alejandro detrás de él afirmaban que el Hijo es coeterno al Padre (que es su arjé ontológico pero no cronológico), Arrio está convencido de que, si el Hijo es coeterno al Padre, debería ser inengendrado como él; pero como no puede haber dos inengendrados, el Hijo, aunque anterior a todos los tiempos y a toda creación, es posterior al Padre de quien toma el ser: hubo un momento en que el Hijo no existía.

Page 7: ARRIO DE ALEJANDRÍA

Arrio tampoco acepta que el Hijo haya sido engendrado de la substancia (= naturaleza) del Padre, ya que eso supondría la escisión de la mónada divina; en un primer tiempo (carta a Eusebio) afirmaba que el Hijo fue creado de la nada por obra del Padre; luego evitó esta expresión que suscitaba escándalos y habló de generación del Hijo por el Padre, pero siguió considerando esta generación como creación: el Hijo es la única criatura creada directamente por el Padre; todo el resto de la creación es obra directa del Hijo por voluntad del Padre.

Arrio, que se ocupó muy poco del Espíritu Santo, apoyó su doctrina en algunos pasajes de la Escritura que en relación con el Hijo usan expresiones como facere, creare, etc. (Prov 8, 22; Hch 2, 36; Col 1, 15; etc.).