areito 17 de agosto, 2013

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Areíto Zona de la Cultura y de las ideas www.hoy.com.do Editor: Bavegado Diseño: Carla González SÁBADO 17.08.2013 DOMINGO LIZ Maestro del arte que se marchó pero permanece como creador inolvidable Pág 8 Ínsula Mía, de Oscar Holguín Veras Pág 3 CÓDIGO LABORAL Prudencia con la revisión La tendencia actual de los países del Primer Mundo es desarrollar políticas y estrategias en defensa de las empresas locales; la de enriquecer sus regulaciones laborales, y la de crear y mejorar la protección medioambiental. Pá g i n a 6 Los letrados y la nación dominicana La nación necesita de intelectuales que sirvan como pitonisas, voces agoreras, filtros ideológicos, reformulaciones de despliegues políticos en los que las clases dominantes manejen sus intereses frente al Estado haitiano. Pá g i n a 5 TRUJILLO Su último Año Nuevo “Pocos minutos transcurrieron antes de que Abbes García viniera a decirme, como en venganza y para ponerme en apuros: ‘OK, el Jefe quiere ver los artistas ¡Ahora!.. Tienen 5 minutos para comenzar”. Pá g i n a 7

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Como referencia nacional en el área, Areíto es el suplemento cultural por excelencia.

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Page 1: Areito 17 de agosto, 2013

A re í t o Zona de laCultura y de

las ideas

w w w. h oy.co m .d oEditor: BavegadoDiseño: Carla GonzálezS Á BA D O 1 7.0 8.2 013

DOMINGO LIZMaestro del arte que se marchó peropermanece como creador inolvidable Pág 8

Ínsula Mía, de Oscar Holguín Veras Pág 3

CÓDIGO LABORALPrudencia con la revisiónLa tendencia actual delos países del PrimerMundo es desarrollarpolíticas y estrategias endefensa de las empresaslo cales; la de enriquecersus regulacioneslaborales, y la de creary mejorar la protecciónmedioambiental. Pá g i n a 6

Los letrados y lanación dominicanaLa nación necesita deintelectuales que sirvancomo pitonisas, vocesagoreras, filtros ideológicos,reformulaciones dedespliegues políticos en losque las clases dominantesmanejen sus interesesfrente al Estado haitiano.Pá g i n a 5

T RU J I L LO Suúltimo Año Nuevo“Pocos minutostranscurrieron antes deque Abbes García vinieraa decirme, como envenganza y paraponerme en apuros:‘OK, el Jefe quiere verlos artistas ¡Ahora!..Tienen 5 minutos paraco m e nza r ”. Pá g i n a 7

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2 Sábado 17 de ag ostode 2 013H OY A RE Í TO

Zona

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itoZo

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reíto

Salman Rushdie (Novelista anglo-hindú-paquistaní)Verdad es lo que la mayoría ve como verdad, pero lamayoría también puede cambiar de opinión a lo largode la historia

LI B RO S

LA GUÍA

¿Un Concilio detoda lac ri s t i a n d a d?

H emos celebrado los 50años de la muerte del PapaJuan XXIII (1881-1963), se-guramente el Papa más

importante del siglo XX. A él se de-be la renovación de la Iglesia Ca-tólica que intentó definir su lugardentro del mundo moderno. El 25de enero de 1959, sin avisar a nadie,declaró ante los cardenales estupe-factos reunidos en la abadía bene-dictina de San Pablo Extramurosque iba a convocar un concilio ecu-ménico. Había hecho por su cuentaun juicio crítico sobre la situacióndel mundo y de la Iglesia y habíapercibido que estábamos ante unanueva fase histórica: la del mundomoderno, con su ciencia, su técni-ca, sus libertades y derechos. LaIglesia tenía que ubicarse positiva-mente dentro de esta realidad quesurgía. La actitud que había hastaentonces era de desconfianza ycondena. El Papa entendía que estecomportamiento llevaba a la Igle-sia al aislamiento y a un estanca-miento que le hacía daño.

Repitió el viejo dicho: vox tem-poris vox Dei (“la voz del tiempo esla voz de Dios”). Esto no significa,dijo, “que todo en el mundo tal co-mo está sea la voz de Dios. Significaque todo porta un mensaje de Dios,bueno para que lo sigamos, malopara que lo cambiemos”.

En efecto, el Concilio Vaticano IIse realizó en Roma (1962-1965), elPapa lo abrió, pero murió antes de sufinalización (1963). Su espíritu, sinembargo, marcó todo el evento, conconsecuencias hasta nuestros días.

Dos fueron sus lemas principa-les: aggiornamento y concilio pas-toral. Aggiornamento es decir sí a lonuevo, sí a la actualización de laIglesia en su lenguaje, en su estruc-tura y en su forma de presentarse almundo. Concilio pastoral queríaexpresar una relación de aperturacon la gente y con el mundo, dediálogo, de aceptación y de frater-nidad. Así que nada de condena almodernismo y a la “Nouvelle Théo-l o g i e” como se había hecho furio-samente antes. En lugar de doctri-nas, diálogo, aprendizaje mutuo ei n t e rc a m b i o.

Tal vez esta afirmación de JuanXXIII resuma todo su espíritu: “Lavida del cristiano no es una colec-ción de antigüedades. No se tratade visitar un museo o una acade-mia del pasado. Esto, sin duda pue-de ser útil —como lo es la visita a losmonumentos antiguos— pero noes suficiente. Se vive para progre-sar, si bien sacando provecho de lasprácticas y de las experiencias delpasado, para ir siempre más lejosen el camino que Nuestro Señornos va mostrando”.

De hecho, el Concilio puso a laIglesia en el mundo moderno, par-ticipando de sus avatares y sus lo-gros. La Iglesia en América Latinapronto se dio cuenta de que no soloexistía el mundo moderno, sino elsubmundo del cual poco se habíahablado en el Concilio. En Medellín(1969) y en Puebla (1979) se vio quela misión de la Iglesia en este sub-mundo hecho de pobreza y opre-sión debía ser de promoción de lajusticia social y de liberación.

Han pasado ya 50 años desde elConcilio. El mundo y el submundocambiaron mucho. Han surgidonuevos desafíos: la globalizacióneconómico-financiera y la conse-cuente conciencia planetaria, la di-solución del imperio soviético, lasnuevas formas de comunicaciónsocial (internet, redes sociales yotras) que han unificado el mundo,la erosión de la biodiversidad, lapercepción de los límites de la Tie-rra y la posibilidad de exterminiode la especie humana y con ella delproyecto planetario humano.

Con las categorías del ConcilioVaticano II no podemos atenderesta nueva realidad amenazante.Todo apunta a la necesidad de unnuevo Concilio ecuménico. Ahorano se trata de convocar solamentea los obispos de la Iglesia Católica.Ante los peligros que tenemos queenfrentar, todo el Cristianismo, consus Iglesias, está siendo desafiado.Precisamos tomar en serio la alian-za que el gran biólogo E. Wilsonproponía entre las Iglesias y las re-ligiones y la tecnociencia, si es quequeremos salvar la vida del planeta.(cf. La creación, Salvemos la vida enla Tierra, 2006). ¿Cómo puedencontribuir estas fuerzas religiosas aque todavía tengamos futuro? Lasupervivencia de la vida en la Tierraes el supuesto de todo. Sin ella, sedesvanecen todos los proyectos ytodo pierde sentido. Los cristianosdeberán olvidar sus diferencias ypolémicas y unirse para esta mi-sión salvadora.

El Papa Francisco tiene la capa-cidad de convocar a la totalidad delas expresiones cristianas, a loshombres y a las mujeres, asesora-dos por personas de reconocido sa-ber, incluso no religiosas, paraidentificar el tipo de colaboraciónque podemos ofrecer en la línea deuna nueva conciencia de respeto,de veneración, de cuidado de todoslos ecosistemas, de compasión, desolidaridad, de sobriedad compar-tida y de responsabilidad sin res-tricciones, pues todos somos inter-d e p e n d i e n t e s.

Con su forma de ser y de pensarel Papa Francisco despierta en to-dos nosotros la razón cordial, sen-sible y espiritual. Unida a la razónintelectual, protegeremos y cuida-remos, cuidaremos y amaremosesta única Casa Común que el uni-verso y Dios nos han legado. Sóloasí garantizaremos nuestra conti-nuidad sobre la Tierra.

LA HISTORIA/Fuente: Portal Bibliófilo Enmascarado

1918 NACIÓ EL 18 DE AGOSTO. Els aMorante, una de las más

importantes escritoras italianas de la segundamitad del siglo XX. Sus novelas “Mentira ys ortile gio” y “La isla de Arturo” ganaron elPremio Viareggio y el Premio Stregaresp ectivamente._

1850 FALLECIÓ EL 18 DE AGOSTO.Honoré de Balzac, novelista

francés, el más importante de la primera mitaddel siglo XIX, y el principal representante, de lallamada novela realista. Su obra másimportante es “La Comedia humana”.

1936 MURIÓ EL 19 DE AGOSTO. Fe dericoGarcía Lorca, poeta y dramaturgo

español, perteneciente a la Generación del 27, tambiénconocido por su destreza en muchas otras artes. Es elpoeta más influyente y popular de la literaturaespañola del siglo XX._

1862 NACIÓ EL 21 DE AGOSTO. EmilioSalgari, novelista italiano autor de

famosos libros de aventuras para niños y adolescentesque han gozado siempre de gran éxito por eldinamismo de la acción evocadora de sugerentesambientes. Entre sus obras están “Los tigres deM o m p ra ce m” o El corsario negro”.

Leonardo Boff

D I ATRI BAS

Este es el último (¿o elpenúltimo?) libro del talentosoperiodista y escritor José BáezGuerrero. Se trata de un libroextraño en el sentido de que noes común, porque como reconoceel autor revive viejas polémicassostenidas por él con miembrosde la tribu, “...y puede ser comotirarle piedras a un panal deavispas o despertar a un perrorabios o...” Es obvio que Báez

Guerrero gusta de la polémica yque la considera consustancialal periodismo, sobre todo alperiodismo de opinión. El textoes un manjar que los lectoresdisfrutarán. Tiene 368 páginas.

ENCOMIO DE LA PRENSA

Este libro es algo así como el canonperiodístico de José Báez Guerrero. Esel envés de “D i a t ri b a s” y estáconcebido como un antídoto. Los dostextos se complementan en elsentido de que muestran la visiónque su autor, un veterano de laprensa, tiene del periodismo y losperiodistas dominicanos. Losprólogos de los dos libros podríanconvertirse, juntos, en un tercer librode dos grandes ensayos periodísticos.El libro tiene 146 páginas.

LOS LIBROS DE LA ISLAD E S I E RTA

Siempre resulta ameno y nosllena de curiosidad saber laspreferencias en las lecturas de lagente que se dedica al mundode los libros, como autores ycomo lectores. Este texto deCarlos X. Ardavín Trabancovuelve a este tópico y nospresenta los pareceres de 32intelectuales dominicanos quenos dicen qué prefieren en casode estar en una isla desierta.

CAMINANDO CON UN SANTO

Luis R. Espinal retrata en estelibro , “Caminando con unS a n t o”, la vida espiritual delpadre jesuíta Benigno Juanes. Esuna obra de amor, de afecto yde identificación con un religiosoque influyó en su vida y loayudó a retomar el camino de lafe cristiana. Espinal se mueveentre saberes distintos como lasfinanzas, el Derecho y la teología.

REFORMA DEL ESTADODOMINICANO (1996-2012)

Por años, los dominicanos hanestado reclamando cambios oreformas en el Estado. La doctoraAmanda Castillo Levison,antropóloga con estudios sobreAmérica Latina, narra en estelibro su larga experiencia entareas dirigidas a diseñar,promover y ejecutar una reformaestatal. El libro tiene 212 páginas.

1932 NACIÓ EL 17 DE AGOSTO. Vi d i a d h a rSurajprasad Naipaul, escritor británico

nacido en Trinidad. Además de otros premiosliterarios, ha obtenido el premio Nobel en 2001. Suobra más popular es “Una casa para Mr.Biswas”._

1953 NACIÓ EL 17 DE AGOSTO. Herta Müller,novelista, poetisa

y ensayista rumano-alemana,galardonada con el PremioNobel de Literatura de 2009.Es autora de libros como “Elhombre es un gran faisán enel mundo”.

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A RE Í TO 3Sábado 17 de ag ostode 2 013 H OY

Ínsula Mía, de OscarHolguín-Veras Tabar

Al enfrentarnos al texto ÍnsulaMía, de Oscar Holguín-VerasTabar, llegan intempestiva-mente ante nosotros, sin ha-ber tenido la intención de pe-dir permiso siquiera, las voces

de un granado grupo de poetas caribeños.He distinguido con toda claridad las de Do-mingo Moreno Jimenes, Manuel del Cabral,Luis Palés Matos, Franklin Mieses Burgos yJuan Sánchez Lamouth. Pareciera como sitodos ellos fueron convocados al unísonopara que transitaran los puentes esotéricosque indudablemente conectan sus produc-ciones, y se atropellaron de pronto en estelibro, ante nuestra asombrada capacidad dediscernimiento. Y qué grata sorpresa nos hacausado esta inesperada compulsión esté-tica. Porque, producto de la poca difusión desu obra, se podría pensar que el autor es unomás del grupo que ante el menor signo deinspiración se dispara a escribir versos sintener una concepción muy clara de la poe-sía. Sin embargo, debemos reconocer queestamos frente a un texto singular, productode la incuestionable madurez de este escri-tor cuyo esqueleto ha sido construido con elmarfil del clasicismo y sus músculos elabo-rados con los más delicados tejidos de lasensibilidad artística, templados balancea-damente en las diferentes fraguas donde sehan forjado los movimientos constructoresde la historia literaria. No de otra forma sepuede estructurar un discurso poético que, apesar de lo sobrio, sea capaz de calar tanhondo en nuestra sensibilidad: Esta tardeme dibuja en la soledad de la palabra. Mismanos se abren y guarecen el silencio quesilba en el verso. Laberinto trocado en eco,voces cansadas que abren huecos en los ma-duros arrozales, atesoran albricias.

No es muy común que en estos días de es-tridencias y desgaires se nos trate de seducircon un lenguaje poético tan minimalista. Pa-recen tan simples estas construcciones que,antes de digerirlas, nos extraña el estremeci-miento instantáneo que sentimos al enfrentarla poesía en un lugar tan inesperado. Y cuandodigo aquí, poesía, me baso en la llana defi-nición legada a nosotros por García Lorca:“Poesía es la unión de dos palabras que unonunca supuso que pudieran juntarse, y queforman algo así como un misterio”. Lo mismoque hace el poeta a todo lo largo de esta elegíaque algunas veces abandona los límites delclamor desesperado que debe caracterizarlapara coquetear momentáneamente con elaliento pindárico de la oda.

¡Ay de mí! prisionero de sueños, inocentede la verdad que me pretérita de Olimpo sindioses en esta Isla que me refleja. ¡AmadaÍnsula!, ¿por qué se angustia mi corazón?,¿quién escucha sus latidos?, ¿dónde se quie-bra el canto húmedo que la arena guarece?Yo, en mi laberinto, mis ansias desparramocomo un regurgitar de mariposas encen-diendo senderos.

Así nos encauza el trovador por el mis-terio, por las inusuales combinaciones depalabras para sumergirnos en el océano desensaciones encontradas que sentiremos alnavegar por este piélago de versos. En él nosiremos encontrando con las barcazas queotros capitanes del trópico agreste y seduc-tor conducen por nuestras memorias esté-ticas. Como esta donde podemos reconocer,en el “m ez z a n i n e” de la popa, difuminadapor los toques de originalidad que aportanlas frescas imágenes, la figura patriarcal delpostumismo:

Y yo, bajando en yagua sobre el frescor delrocío, tiernamente depositado en tus pro-montorios de lunas y sinsabores. Mueres enti, pulida jícara, como ala blanca atrapada enla noche. Y renaces en mí, en mi pateadapiel, sustancia de pan y rosa.

O esta, donde, en los contornos de unadensa niebla que acompaña la embarcaciónse dibuja abstractamente el semblante delprecursor de la poesía negroide caribeña,Palés Matos:

Déjame hurgar en tu península, en la cer-canía de esta costa de sal, en el oropel depicos que se deshacen en archipiélagos ded e s e o s.

El lirismo es un elemento que resalta eneste poemario. Cuando las condiciones lopermiten, el poeta deja saber al mundo su

criterio sobre el fondo de su canto. ¡Y en quéforma! No es el meloso sentimiento lo que seexterna, mucho menos la artificiosa espe-culación. Es la pureza de un razonamientoacerebral, íntimo, tan profundo como elmisterio que lo produce.

Tú, como yo, núbil gacela de aurora y ro-cío, anclada en el vértice de la caricia retar-dada, merecemos el silencio de un beso…

Espero, desterrado en la sombra, calmarla sed de este instante que retengo en la me-lodía de la imagen, primavera por dondevuelves a penetrar…

Mis pupilas arden, en tu vientre cansadose aposentan como luciérnagas en un techocombado de ilusiones…

Otro logro a resaltar en esta creación li-teraria es la poderosa sustentación de la vozpoética donde el autor hace malabares entrela primera, la segunda y la tercera persona(pasando inclusive por el desdoblamiento)para comunicar, sin rugosidades ni destiem-ples, un mensaje estético diáfano y preciso,gracias a la primorosa elaboración que deeste logra, su afinada intuición. Con muy po-co esfuerzo de parte del lector, se le puedenotar al manejador de esta voz que, aunqueformado en el contacto con la obra de losgrandes (quién no), ha conseguido imponersus propios parámetros de expresión y ex-presividad, estableciendo un estilo que loidentifica por encima de cualquier sombraque le siga.

¡Y tú que llegas!, extranjero en tu propia tie-rra, dibujado entre sombras y luces, pintandoen tu ajada piel el infinito azul, rastro anto-jadizo de negritud. Este encuentro me descu-bre ave exánime en su vuelo, canto apagado enl e ve dad de alas en elevación de luz.

“La intuición es clave para captar el sen-tido de la obra de un poeta”, declara con au-toridad el Dr. Bruno Rosario Candelier. Porello, al hurgar en esta obra de Oscar, podre-mos captar sin mayores tropiezos el profun-do sentimiento patriótico que subyace en sualma, el acendrado concepto del amor quemanifiesta su espíritu y el gran sentido em-pático que se desprende de su ser. Con unasconstrucciones versales que mantienen unritmo estable y una bien calibrada musica-lidad, el cantor no solo embriaga con la

transmisión de la belleza física, sino queinunda el alma de su interlocutor con esesentimiento que solo puede percibirse pormedio de nuestros sentidos extrasensoria-les, dándole una connotación metafísica almás concreto de los objetos o al más comúnde los conceptos.

Ínsula mía, me descubro en el hondón dela existencia empapado de tu perfume… Enla mansedumbre de la flor anida la espesurade la memoria, ahí, donde se recogen la sa-bia paciencia y tu sangrante imagen. Yo vagoentre sus sombras y escollos, con el alma endeshaceres, arrastrado en insondables pas-tizales que afanan reverdecer.

Según Antonio Gamoneda, “cuando ha-blamos del ritmo, estamos hablando de laesencialidad poética. El componente desen-cadenante del lenguaje poético es el ritmo”.Esta sentencia de un maestro de la poesía y,más aún, de un maestro que se ha dedicadoa estudiar la poesía de otros maestros, le dael aldabonazo final a este poemario. Y es que,en esta producción, el movimiento caden-cioso de las palabras, esa ondulación siste-mática que arranca en la primera estrofa ytermina, acompasada, en el último verso, semantiene in crescendo ora para la organi-zación física de las palabras ora para la ex-posición coherente de los conceptos.

Pero callo y regreso al aroma donde el re-cuerdo anida… (poema III)

Me basta un soplo suave en tus ojos deaguamar un lento suspiro, una palabra, siacaso… (poema XII)

Deja que muera en ti, en el hervor de tusapagados ríos, en las olas glamorosas de tunúbil historia, en tu arena de azúcar clara…(poema XIX)

Por todas estas consideraciones, nos re-gocijamos de haber tenido acceso privilegia-do a esta inusual obra poética y alabamos ladecisión del doctor Oscar Holguín-Veras Ta-bar de publicar este volumen para el solaz delos espíritus que ansían permanentementeser sacudidos por la emoción sin tener quehacer sicodélicos recorridos lingüísticos ocorrer el riesgo de perder la razón tratandode descifrar los intrincados caminos de laabstracción neosurrealista.

¡ En h o ra b u e n a !

SÉLV

IDO

CAN

DEL

ARIA

L i t e

ra t u

ra

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4 Sábado 17 de ag ostode 2 013H OY A RE Í TO

Itinerario. Miotra escritura.Un caminoinexplorado yapa s i o n a nte

Dicen quesoy unaheroína. Otrosafirman quemis her-manas Patria y María Teresa, lo hicieron por acompa-ñarme. ¡Qué injusticia tan grande! Ellas fueron valien-tes, tan valientes como yo… He escuchado que soy unsímbolo de la patria amada, que soy una mujer –m itoque ha trascendidoen el tiempo y enel espacio. Aceptosermito si conello ayudoa la juventudaforjar susuto-pías. Asumola responsabilidad deque minombre per-manezca en la memoria colectiva si con esto volvemosa la búsqueda del bienestar social, de la verdadera li-bertad y la pureza de los sueños. Acepto el reto de seruna eterna mariposa, si de esta forma podemos volarcon nuevos bríos por caminos de una verdadera trans-formaciónsocial ydeunaverdadera democracia.Reci-bo con humildad y con orgullo todos esos calificativos,olvidando la mujer que fui, llena de virtudes, defectos,angustias, dudas,certezas y temores, si sirvede emble-ma, símbolo e inspiración para seguir luchando…Valió la pena morir, hemos ganado libertad.Valió la pena el sacrificio, a pesar de los tropiezos, el mun-do sigue su curso, se ha transformado, necesita sin em-bargo de nuevos cambios, y de justicia, mucha justicia.Valió lapena llorar, muchosencontraron laalegría.Pe-ro las lágrimas no se han detenido en el mundo.Creo que sí, que valió la pena. Tal vez debieron dejarnosmás tiempo para luchar. ¿Valió la pena? ¿Valió la penamorir para convertirnos en mito? ¿Valió la pena? Frag-mento del monólogo ¡Yo soy Minerva!

Quizásporquemidobleorigen, enelqueOrienteyOc-cidente entremezclan e interponen de manera activa,me coloca en una situaciónde especial sensibilidad. Talvez porque misocho hermanos y yo,vimos y sufrimoscon él, el gran esfuerzo de nuestros padres por abrirseespacio enuna sociedadtan cerraday difícil,como era,y es, Santiago.Nací un año enque la Oveja del 1955 ibapor la mitad de su trayecto, un día 8 de septiembre, en elcorazón deVirgo, elmismo díaen quenació miherma-no PingJan cuatro años antes.Soy oveja yvirgo, expre-siones simbólicas del horóscopo oriental y del occiden-tal. Esa mezcla de oveja y virgo, diferentes en esencia, seevidencia la composición de mi doble y complementa-ria identidad.Soy hija deemigrantes pobres que salieronpor el mundoen búsqueda de mejor vida. Esta condición especial meha convertido en una persona de especial sensibilidadcon respeto a las peripecias y dramas queviven y pade-cen los hombres y mujeres que cruzan mares, llanos ymontañas; parten, llegan y tratan de integrarse en tierrasdesconocidas que a fuerza de lágrimas y sufrimientos lu-chanporconvertirlas ensushogares. ¡Lo hedichotantasveces! La humanidad se haconformado con las rutas delos seresque vana todaspartes yllegan acualquier par-te. Labúsqueda de mejorvida es elnorte de losseres quese sumergenen la aventura deemigrar, de reiniciarel ca-mino de sus vidas para mejorar y lograr un mejor futuro.De donde vengo, fragmento

Escribir, como decía José Luis Sampedro, en un hermo-soy desgarradorlibro,Escribir esvivir,pues, decía,queeranecesarioconsiderar laescrituracomoel artedevi-vir cada día. "Y si trato de vivir de un modo tan estre-chamente vinculado a la creación es porque en mi casoescribir ha sido y sigue siendo una necesidad vital.Cuando digo que la vida y la obra están entremezcla-das esporque hacery hacerseson lasdos carasde unamisma moneda..." (José Luis Sampedro, entrevista delTaller de literatura de Caja Madrid)

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G E N E A L Ó G I CAS

w w w. i d g.o rg.d o / Por Juan Espósito

Los Domínguezde Gurabo

(3 de 3)

dMaría Concepción DomínguezGómez, hija de José Ramón Do-mínguez y Ana Rosa Gómez, casócon Marcos Antonio Moreno,

procedente de Santo Domingo. Su hijaMaría Concepción Moreno Domínguezcasó con el general Francisco Antonio(Toño) Jorge Domínguez y fueron los pa-dres de Marcos Antonio Jorge Moreno,quien desempeñó las funciones de últimoayudante militar de Trujillo y jefe de la Po-licía Nacional. Fueron abuelos de Fran-cisco Antonio (Frank) Jorge Elías, exmi-nistro de Turismo; Marcos Augusto JorgeElías, esposo de María Amalia León Ca-bral, directora de la Fundación EduardoLeón Jimenes, y de la comunicadora Sas-kia Jorge, esposa de Amílcar Romero Por-tuondo, senador por la provincia Duarte.Otra hija, Ana Rosa Moreno Domínguez,fue la primera reina del carnaval de San-tiago en 1908. Tres años más tarde casócon el diputado por Monte Cristi DaríoMañón, hijo natural no reconocido delpresidente Jacinto de Castro y Juana Fran-cisca Mañón. Darío y Ana Rosa fueron lospadres de Erland Mañón Moreno, miem-bro del movimiento antitrujillista 14 deJunio, a su vez padre del dirigente políticode izquierda Melvin Mañón Rossi. De otrolado, Josefa de los Santos Moreno Domín-guez fue madre de los hermanos y gue-rrilleros constitucionalistas Rubén (Ruby)y Edmundo (Muny) Díaz Moreno, el pri-mero muerto en combate junto a ManuelAurelio Tavares Justo en Las Manaclas enel 1963, y el segundo muerto en un asaltofallido a la fortaleza de San Francisco deMacorís en el 1965.

e) Telesfora Josefa de Jesús DomínguezGómez casó con el Dr. Alejandro LlenasJulia, siendo ancestros del beisbolistaWinston Llenas Dávila, las hermanas Be-nilda y Tirsa Llenas Amarante, reconoci-das en el mundo de la gastronomía y lamoda en la ciudad de Santiago, y del doc-tor José Omar Llenas Díaz. Su nieta Maríade Jesús Llenas Díaz casó con el estadou-nidense Lowell Shaurman Whipple Kir-kpatrick, tronco de la familia Whipple. Esla madre del médico Lowell Whipple Lle-nas y abuela del economista AlejandroFernández Whipple. La familia Llenas sevinculó a ramas de las familias Franco, Sa-leta, y Victoria.

1. Joaquín Domínguez de León: nacióen 1825 y contrajo primeras nupcias conAnastasia Inoa Rodríguez en 1847. Ya viu-do, casó el 23 de septiembre de 1870 conTeresa de Jesús Inoa Pérez, figurando co-mo testigo de su unión el restaurador Teo-doro Gómez.

2. Manuela Domínguez de León: na-cida en 1816, casó con el general RafaelGómez Méndez, siendo troncos de la fa-milia Gómez de Gurabo y bisabuelos de laexprimera dama de la República Rosa Gó-mez Arias de Mejía y tatarabuelos del po-lítico santiagués Víctor Tomás MéndezM é n d ez .

3. María de la Concepción Domínguezde León: casó el 19 de mayo del 1870 conFrancisco Antonio Abreu Veras, proce-dente de Sabana Grande, Santiago.

4. Sixto Domínguez de León: contandocon treinta y dos años, casó el 14 de sep-tiembre del 1869 con Bárbara Inoa Rodrí-guez, hija de Juan Inoa Pérez y AntoniaRodríguez Valerio y hermana de su con-cuñada Anastasia Inoa Rodríguez.

5. Tomasina Domínguez de León: casócon su primo hermano Domingo de LeónFermín, hijo de Santiago de León Fernán-dez y Manuela Fermín.

Extensa y de renombre ha sido la des-cendencia de Sixto Domínguez y Jacintade León, pues no sólo resultan ascendien-tes de los personajes y familias antes re-señados, sino que también son troncos denumerosos ramales de las familias Díaz,Fernández, Hernández, Méndez y Reyesde Gurabo.

Instituto Dominicano de Genealogía

Porque escribir es vivir, decidí darriendas sueltas a la escritura nocientífica, no histórica. La opor-tunidad me llegó cuando elbuen y querido amigo RafaelOvalles me solicitó que escri-

biera un monólogo para teatro sobre Miner-va Mirabal. Me sorprendió el pedido, peroasumí la solicitud como un reto. Investiguésobre la vida de la heroína, hice entrevistas,leí todo lo que se había escrito y nació elmonólogo “¡Yo soy Minerva! Confesionesmás allá de la vida y la muerte”. Antes depublicarlo quise, por respeto a la familia, queMinou y Dedé conocieran la obra. Me dieronsu bendición. La obra fue puesta en escenaen el año 2002, obteniendo en el 2003 el pre-mio Casandra como Mejor Obra de Teatro yEdilí obtuvo el de Mejor Actriz. Paralelamen-te publiqué el libro que contenía todo el pro-ceso de investigación y el monólogo literarioin extenso. Más de una década después, laobra y el libro todavía tienen vigencia. Di-versos colegios del país han montado la pie-za teatral, o han tomado el libro como lec-tura obligada para sus alumnos. Ha sido lle-vada a Cleveland, Philadelfia y New York, ytodavía se presenta en el país. El libro llevamás de 6 ediciones y todavía me siguen pi-diendo ejemplares. Minerva me dio la opor-tunidad de abrir mi horizonte como escri-tora. Tanto es así que todavía quiero seguirescribiendo monólogos para teatro. Pero lomás interesante ha sido que los jóvenes hanvisto que la historia no tiene porqué ser abu-rrida, pero especialmente que la historia esparte de nuestras vidas.

En febrero de 2007 presenté en el BarrioChino el libro “De donde vengo”, que es unaautobiografía existencia, un testimonio deuna mujer dominicana producto de dos cul-turas. La presentación fue sui géneris. Se hi-zo en plena avenida Duarte, en el corazóndel Barrio Chino. Solicité a los que me acom-pañaran que se vistieran de rojo, o que uti-lizaran una vestimenta china. Fue hermosover ese mar rojo que hicieron los amigos yfamiliares que acogieron el llamado. Escogíla fecha en la celebración del año nuevo delcalendario lunar. Se adornó la tarima conglobos rojos y dragones. Antes de iniciar elacto, los tambores anunciaron el baile dedragones y leones que anunciaban con susmovimientos la llegada del año del cerdo. Elgrupo Editorial Norma publicó la obra y An-drés L. Mateo me hizo el honor de escribir unhermoso prólogo.

Estos libros abrieron las compuertas demi tránsito hacia otra dimensión: la escriturade lo que siento. Sin abandonar mi condi-ción de historiadora, porque es parte de miser, escribir desde los laberintos extraños eimpredecibles del corazón ha sido una de lasmás gratas experiencias. El abrir esa com-puerta supuso sorpresas. Algunos lectores, yamigos también, no lo han entendido. Pien-so que este nuevo camino emprendido hasido el fruto de mi crecimiento y madurezcomo mujer. Ha sido parte del aprendizajede que la vida es algo más que conocimien-tos, y que la sabiduría no es información,sino saber vivir. Completa, a mi juicio, dosfacetas de la existencia, razón y corazón. Nosvemos en la próxima.

[email protected]@gmail.com@MuKienAdr iana

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A RE Í TO 5Sábado 17 de ag ostode 2 013 H OY

LOS LETRADOS Y LANACIÓN DOMINICANA

El de la nación es un relato cons-truido por los letrados. Aunquese puede materializar en el te-rritorio, distinguir en la lengua,o en la religión y en el origen éti-co, la nación no tiene una ver-

dadera concreción. Lo que tenemos de ellason los discursos, las fuerzas y los operativosdel Estado. El discurso de la nación es múl-tiple, ni ella tiene esencia ni la unidad la de-ter mina.

La Historia como metrarrelato legitima-dor es un medio del que se vale la construc-ción nacionalista para reafirmarse, para le-gitimarse. La nación es una identidad queapela a la unidad, y muchas veces reniega ladiversidad que la funda. El nacionalismo,por otra parte, es un discurso sobre la nacióny es un accionar de clase, de ideologías y depoder. El nacionalista busca imponer el dis-curso de la unidad nacional por encima delos valores, de las clases, de los sujetos: elpoder del nacionalismo es su propia ope-ración y su deseo de dominio.

Es por estas razones que el discurso na-cionalista es diverso, variopinto y, muchasveces, misántropo. El nacionalismo y la po-lítica se encuentran como forma de domi-nación, de control del Estado, y también deintervención en toda producción simbólica.De ahí que sean la literatura y la Historia do-minios letrados donde se despliega la ideo-logía y las operaciones nacionalistas.

En el caso de la República Dominicana,los discursos sobre la nación son cada vezmás dignos de ser estudiados. Mirarlos esviajar en la Historia. El nacionalismo duar-tista que funda la República en 1844, comoseparación de Haití, es un proyecto haciafuera y hacia adentro: hacia afuera para se-pararse económicamente y políticamentede sus vecinos del Este. Las clases hacen-dadas y comerciales del lado oriental acep-taron como un hecho a cumplir la invasión-haitiana de 1822, que fue un hecho de fuerzade otra comunidad soñada.

La acción hacia adentro la realizaba de lapequeña burguesía comercial contra el con-servadurismo hatero. Se enfrentaron la mo-dernidad política liberal y el tradicionalismoque no creía en que la media isla se podíamantener independiente sin la protecciónde una potencia extranjera. A esos era a quie-nes Duarte llamaba los enemigos de la pa-tria. Fue también el Padre de la patria, el de-mócrata más radical. No realizó accionescontra Haití por razones de raza, lengua oreligión, sino por el convencimiento de queHaití era una nación y la República que elfundara era otra. No veía posibilidad de fu-sión entre ambas.

Por eso entendemos que Duarte es el fun-dador del nacionalismo dominicano. El pri-mer nacionalismo, que no tenía como esen-cia ni la lengua ni la raza, sí la religión ca-tólica. Pues esta ya estaba en el juramento delos trinitarios. Todo nacionalismo antiimpe-rialista y separatista con Haití es duartiano yfundacional.

Luego de la independencia se fue acumu-lando otro nacionalismo dominicano quefunda la idea de la República en contrapo-sición de Haití y, a mi manera de ver, con uncomponente de diferencia racial y lingüís-tica. Quien mejor perfila estas ideas es JoséGabriel García. El llamado padre de la His-toria recoge el culturalismo de su época paraagregar al nacionalismo dominicano unasesencias problemáticas: la lengua y la raza.

García fue de los que apoyaron la anexióny a Pedro Santana, como una forma de con-servación por parte de la clase hatera del po-der del Estadio, mediatizado por la presenciaespañola. Fue el intento de conservar un po-der desde una posición servil. García atacó alos héroes que se levantaron en el Cercadocontra el dominio de España y los acusó deagentes haitianos. El nacionalismo que sedestila en la historia de García, se instauracomo un nacionalismo defensivo, racialista,hispanista y católico. La lengua, la raza, y elorigen hispánico comienzan a funcionar co-mo esencia de la nación dominicana.

El problema es que esas construccioneses que invisibilizan la diversidad cultural, ét-nica, racial y religiosa en que se desarrolla ensu carácter de comunidad mestiza la domi-nicanidad como relato diverso. Declara fal-samente un país blanco y los eufemismos

parece llevar el vacío de la realidad: somosuna comunidad mulata, pero nos llamamosblancos, “i n d i o s” o trigueños. El racialismonos lleva al prejuicio de creernos lo que nosomos, al bovarismo.

El nacionalismo de Américo Lugo en lacoyuntura de 1916, como reacción a la in-tervención estadounidense, era un naciona-lismo como el de Duarte. De esta suerte eradel de García Godoy, pero ya en este último elracialismo que propaló García había adqui-rido el biologicismo positivista de H. Spen-cer, de que el negro era una raza inferior ypoco había aportado a la construcción de lanación. Para Américo Lugo, los dominicanoseran parte de una nación de tradición his-pánica y retoma el arielismo que anteponelas fuerzas de Ariel a la de Calibán, como unalucha entre los anglosajones y los latinos.

Ese discurso es débil, ayudaba a plantearuna diferenciación entre los invasores y losdominicanos. Y es problemático porque lasclases dominantes tomarían el hispánicocomo una forma de separación de las élitescon el pueblo negro y mulato. Y convertirá aHaití como el otro “n e g ro” y hará invisible alos negros, a la negritud y a las tradicionesdominicanas de origen africano.

Al final de su vida, Manuel Arturo PeñaBatlle le da un vuelco al nacionalismo do-minicano, él había tomado el nacionalismofundacional de Duarte en la coyuntura de1916-1924 como lo hizo Lugo y más tardepasó a convertirse en un experto en temas dela frontera y estudia el origen de Haití en laisla de la Tortuga. También intenta estudiarel Estado haitiano en un libro inconcluso.Peña Batlle es parte del despliegue nacio-nalista que busca aminorar la presión contraTrujillo por “el exabrupto” de la masacre de1937. Como defensor del trujillismo, toma

todo el referente cultural para construir otronacionalismo defensivo, esta vez, no contralas invasiones militares haitianas, sino con-tra la penetración pacífica de braceros.

La carta a Mañch y a la visita de Trujillo aEspaña potencializan y describe esta derivanacionalista que une territorio, lengua, razay pasado hispánico como esencia de la na-ción y designa al haitiano individual y al Es-tado haitiano como enemigos de la patria.De ese discurso, que se construye con PeñaBatlle como figura revisora más importante,viene el de Balaguer (La Isla al revés) y el deLuis Julián Pérez, así como otras revisionesmás actuales.

La nación necesita de intelectuales que sir-van como pitonisas, voces agoreras, filtrosideológicos, reformulaciones de desplieguespolíticos en los que las clases dominantes ma-nejen sus intereses frente al Estado haitiano.Las apelaciones al pasado, a la raza, a la religióny a la lengua son discursos de oposición, for-mas de dominio en que las élites políticas bus-can reforzar su poder. El problema de ese dis-curso es que se quiere vender como unitario,verdadero, como parte de la construcción deuna comunidad soñada que es, en verdad,muy diversa.

Frente a un Estado que hace de su desordenla manera más conveniente para su operación,es el intelectual quien llena con su discurso elvacío del nacionalismo de Estado.

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JOSÉ GABRIEL GARCÍA AMÉRICO LUGO

Manuel Arturo Peña Batlle Joaquin Balaguer

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6 Sábado 17 de ag ostode 2 013H OY A RE Í TO

Prudencia con la revisióndel Código Laboral

El primer código laboral elabora-do en República Dominicanafue el de 1951. Fue revisado yreelaborado en 1992 por una co-misión tripartita dirigida por losexpertos Rafael Alburquerque,

Lupo Hernández Rueda y Ray Guevara. Elmismo tiene el mérito de ser el primer có-digo consensuado de América Latina y cons-tituyó un avance de gran importancia en elorden legislativo.

Respecto al tema, hace unos días leímosen la prensa nacional que se procedería auna nueva revisión: el asunto luce lógico,considerando que ya tiene veintiún años deexistencia y que toda normativa debe actua-lizarse cada cierto tiempo para modernizar-la. Confiamos que los resultados finales delas nuevas discusiones no vulneren los de-rechos adquiridos y que los cambios seanpara beneficio mutuo de los empleados ye m p l e a d o re s.

Este deseo surge del análisis de los si-guientes puntos: primero, a nuestro país leha costado mucho tiempo, dedicación y es-fuerzo lograr jurisprudencias justas para to-das las partes, incluyendo la defensa de losmás vulnerables; segundo, existe un estadode insatisfacción social mundial por la crisiseconómica que afecta no solamente a La-tinoamérica sino a Norteamérica y Europa.Estas vicisitudes han provocado un descon-tento que se ha venido expresando con mo-vimientos sociales multiplicados por el mo-derno sistema de redes, y finalmente, es no-torio el hecho de que esta inestabilidad eco-nómica y social ha cambiado la forma deactuar de países como el nuestro, tradicio-nalmente pacíficos.

República Dominicana no es la misma deantes, su gente no piensa ni actúa igual; elcarácter de la nación se ha envalentonado.Las cosas han cambiado y debe pensarsebien antes de tomar decisiones que quizásno sean las más prudentes o asertivas. De-bemos tener pendiente que las leyes de esteCódigo han surgido, entre otras cosas, paramantener la paz social a través del uso de lajusticia y la humanidad.

Los pueblos de Occidente se encuentranexpuestos a una situación peculiar y la genteestá confusa: quieren paz, pero a cada ins-tante se sienten violentados por todos losfrentes; el desempleo campea y los salariosde aquellos que trabajan se encuentran es-táticos o aumentan poco, mientras, el costode la vida aumenta; la violencia social se de-

sarrolla y la gente se siente desprotegida.Con todo ello, surge el miedo que despiertalos más fuertes instintos de autoprotección.Ante esta situación todo es posible…. ¡Evi-temos que nos afecte más de lo debido elcaos global! Usemos los instrumentos pre-cisos, respetemos las convenciones y los de-rechos de todas las partes.

Uno de los argumentos que menciona lanoticia como justificación de la revisión delCódigo es el hecho de que la disminución delgasto laboral podría aumentar la inversiónextranjera y con ello aumentar la cantidadde empleos disponibles. Para entrar en estamateria recordemos que los salarios soncostos de la mano de obra, y por tanto, sonparte del costo de operaciones de las em-presas; o lo que es lo mismo, forman parte dela inversión misma. En este orden, no olvi-demos que la Organización Internacionaldel Trabajo (OIT) ha creado reglas o están-dares para evitar que las empresas, sobre to-do las multinacionales, quieran cubrir cual-quier desventaja competitiva en el mercadoglobal disminuyendo el costo laboral. Estasleyes con soporte internacional buscan evi-tar que las multinacionales ejerzan el “dum -ping social”: término utilizado cuando sepagan salarios más bajos de lo aceptado conel simple objetivo de lograr mayores már-genes de ganancias.

Por otro lado, en el documento de trabajo“Crecimiento y empleo en República Domi-nicana: Opciones para un crecimiento ge-nerador de empleos” realizado por U. Ab-dullaev y M. Estevao (2013) para el FondoMonetario Internacional se hace notar el ca-rácter divergente del desempeño reciente denuestro país en materia de crecimiento,mostrando que el alto crecimiento del pro-ducto y los altos incrementos de la produc-tividad se han concentrado en pocos sec-tores; además, hace hincapié en que lospuestos de trabajo que se crean tienden a serde baja calidad. Como puede verse, insistiren reclamar una revisión del Código queafecte de forma negativa el aspecto del costolaboral no es la ruta ideal hacia el crecimien-to y desarrollo que necesita nuestro país.

Sabemos que los sueldos y salarios de-penden de la oferta y la demanda, de la an-tigüedad de los empleados, de las negocia-ciones colectivas, de la complejidad de lospuestos y de las tendencias del mercado, en-tre otras variables de importancia, y todo esoestá bien. Pero estamos a la expectativa deque no se pretenda revisar el Código de Tra-

bajo para facilitar la inversión con márgenesexagerados en base a salarios bajos. Esto soloorigina una fuerza laboral débil, desmotiva-da y no comprometida. A corto o largo plazobajará la productividad y la calidad de losproductos se verá afectada.

Debo aclarar, que no se desea que los sa-larios se conviertan en un alto porcentaje dela utilidad bruta de la empresa, evitando larentabilidad. No, no se trata de que los sa-larios constituyan un porcentaje anómalodel beneficio bruto, es decir, que se trans-formen en algo exagerado e ilógico. Pero esimportante hacer notar que es la produc-tividad y no los salarios lo que generalmenteinfluye en el costo.

Lo que se quiere evitar es la llegada anuestras playas de empresas inescrupulo-sas. Se busca impedir que se fomente de for-ma indebida la entrada al país de firmas in-ternacionales o multinacionales que noselijan como el lugar ideal para realizar susinversiones por el hecho de que somos unpaís que carece de reglamentos que protejana nuestros empleados, a nuestro medio am-biente y a las empresas locales. Se trata debuscar fórmulas donde todos salgan gana-d o re s.

La tendencia actual de los países del Pri-mer Mundo es la de desarrollar políticas yestrategias en defensa de las empresas lo-cales; la de enriquecer sus regulaciones la-borales, y la de crear y mejorar la protecciónmedioambiental. Estos tres renglones vande la mano con el progreso económico de unpaís. Nosotros no podemos volver atrás y eli-minar logros que han costado tanto y que seencuentran convertidos en palabras de pesolegal, por eso le pedimos a los encargados deeste importante trabajo: ¡Prudencia con larevisión del Código Laboral!

Somos un país que busca y lucha por afir-mar el orden institucional a medida que cre-ce… y queremos que cuando los inversio-nistas extranjeros evalúen los factores eco-nómicos, políticos, legales, culturales y es-tratégicos de la República Dominicana sedecidan a favor de nuestro país. ¡Pero que-remos inversión extranjera de calidad!: em-presas éticas y socialmente responsablesque sumen valor. ¡Qué vengan y se desarro-llen a plenitud!, pero a cambio de empleoscon compensaciones y beneficios justos,respeto a nuestro medio ambiente y a nues-tra cultura y un trato digno a los hombres ymujeres que elijan sus empresas para tra-b a j a r.

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A RE Í TO 7Sábado 17 de ag ostode 2 013 H OY

“Tr u j i l l o …su últimoAño Nuevo”

Avanza discreto hacia Abbes. Loha ubicado, de pie, en un án-gulo apartado del tumultof i e s t e ro … no hay nadie a su al-re d e d o r … no es extraño.

Hir iente… el veneno salpica el rostro delm a e s t ro :

“Llegó la medianoche y la multitud searremolinó en torno a Rafael Trujillo y su fa-milia para felicitar. Sin saberlo, estábamoscompartiendo el último Año Nuevo del dic-tador y su familia en el país”.

“Aún después de las felicitaciones y haberseguido la fiesta, nadie daba señal de tenerconocimiento sobre el espectáculo nuestro.Hablando con Lilín Díaz, quien había sidodesignado ‘maestro de ceremonias’, traté envano de persuadirlo para que fuera hastadonde estaba Johnny Abbes para informarleque estábamos ahí, desde las cinco de la tar-d e, … ¡Un 31 de diciembre! Lilín me evadió,argumentando que más bien al director de laorquesta era a quien le correspondía hacer elintento de presión en ese sentido”.

“Largos minutos transcurrieron en esteintercambio de ideas y declinaciones de res-ponsabilidad. Tanto Lilín como yo sabíamoslas implicaciones que sobrevendrían si el ac-to resultaba fallido. Finalmente, armado devalor, salí en busca del funesto coronel porentre toda la multitud. Allí estaba él, comosiempre, ¡cigarrillo en mano! Para ser másfunesto, vestido entero de negro”. — “Coro -nel, excúseme, el show de Radio Caribe estálisto. Estamos allí detrás y no sabemos a quéhora podemos entrar. Nos han enviado des-de las cinco de la tarde”, le dije sin reservas.

“El coronel fumó… fumó otra vez, y re-voloteando el cigarrillo en la boca con gestosanormales, me preguntó sarcástico ‘¿desdequé hora dijo usted que estaban ahí?’. Sindudas ya sabía lo que venía, y lacónico con-testé ‘desde las cinco señor’ ”.

“Después de varias fumadas más, y nue-vos gestos propios de personas anormales,tras del humo me disparó tan certero comodesagradable ‘¿Qué le parece si yo le digoque ahora van a estar hasta las siete de lamañana?’ ”.

“Me retiré indignado, pero no vencidoaún. Todavía quedaba otra alternativa: An-gelita Trujillo. Dispuesto a todo, fui hastadonde ella estaba y le conté la historia com-pleta: sin comer ni beber nada desde las cin-co, sin que se nos tomara en cuenta, la in-decisión que tuvimos para hacer saber queallí estábamos, la respuesta del coronel… yuna súplica para que nos resolviera esa si-t u a c i ó n”.

“Pocos minutos transcurrieron antes deque Abbes García viniera a decirme, comoen venganza y para ponerme en apuros: ‘OK,el Jefe quiere ver los artistas ¡AHORA!.. Tie-nen 5 minutos para comenzar’ ”.

“Si quien esto lee piensa que montar en latarima una banda de 20 músicos, correcta-mente afinados, con un orden estructuradopara 5 artistas y sus respectivas canciones esimposible en solo CINCO minutos… tienerazón en pensarlo”. “Pero todo eso, y aúnmucho más, había que hacer, sin alterna-tivas, durante la Era de Trujillo”. (RS. Letra yMúsica).

Desde el bullicio, Solano es una ola que sevuelca hacia nosotros. Su semblante luce pá-lido, alterado, inusualmente descompuesto:

—“¿Qué pasó?, Fello”.— “C… este hombre me ha salío de atra’

p a’ l a n t e”.Titubea intranquilo… al instante, se vuel-

ve y retorna al tumulto de la fiesta. Su prisadelata el resquicio de una salida… Atrevido yr iesgoso… Hay un Solano que no conoce-mos…

Gustaba importunar el hogar de NandyRivas. Era más que su gracejo carismático ysu inteligencia alegremente encendida.Confieso mi presencia interesada. Siempredecoraban su afectuosa “estampa familiar”con la delicia inolvidable de un “e xc l u s i vo”dulce casero. La alegría afectuosa de mamáBarbour, contrastante con la seriedad pater-nal de don Rivas, delataban su blanco man-tel de familia antigua. Contrastante con elfalsete estridente del tigueraje atrevido deltalentoso “solmeño solitario”.

Nandy, decididamente negado, se había

ocultado sin enterar la familia. Desafiaba laagresiva rudeza de aquella dictadura acorra-lada. El izquierdismo bronceaba la piel de sugeneración rebelde; de azoteas enfurecidas yque incendiara en llamas el asco repugnantede una vociferante Radio Caribe. Más queradicalismo ideológico, el pudor generacio-nal transpiraba las grimas de las cárcelesdesnudas, el grito y la desesperación sin lá-grimas o la sonrisa desafiante ante la tortura,decididos a amanecer de soles el salitre so-llozante y el oscuro malecón apocalíptico.

Rivas conocía desde travesuras y zambu-llidas en “La Playita”, los entuertos y cavernasdel arrecife costero de aquella “Ciudad Nueva”de historia y personajes. Aquel barrio de de-cencia orgullosa, recostando un “m a t a d e ro”detripas a un mar domador de tiburones, den-telladas de arrecifes huracanados y vergas debambúes pescando el horizonte. De nombresy apellidos que encanecieron el béisbol en eloleaje enmohecido del Memphis, mientras seahogaba el mal tiempo de la vida. No eran se-cretos para la muchachada del “m o n d o n g o”…ni las cloacas que orinaban indiscretas la son-risa rompiente de la costa…ni el hogar lluviosode las golondrinas:

--“De c i d í … C… ejcondeme y no i’… nojod… Dede la’ cinco me metí en una cuevaque hay en el farallón, por lo’ frente del HotelNapolitano. Preferí pasa’ Año Nuevo ahí me-tío… tranquilo, mirando el mal, que i’ a can-taleteale a ese xxxxx… cuando sonaron lo’c a ñ o n a zo’ salí…. Pasaban de la’ doce cuan-do volví a casa”.

Horacio descolgaba su tiempo, cuandosonó alarmado el teléfono. Una angustiadamamá Barbour indaga temerosa… El esca-lón de las horas cargadas de amarguras…aquella “a u s e n c i a” enferma de angustia te-n e b ro s a … acobardada de impotente deses-p e ra c i ó n …

—¿Horacio, miijo, tú sabe’ por dónde ejque anda Nandy?

Ante la “s o s p e c h o s a” tardanza, el SIMplanta el drama en su puerta… Los “t o q u e s”irrespetuosos desbocan la intranquilidad…Su violencia no sabe sonreír.

Horacio se lleva mil latidos de madre en elbolsillo amargo de la angustia. El silencio hainventado una silueta punteando solitariouna guitarra. La impotencia… detrás del de-

corado a cuadros de la chaqueta solmeña:— “Melliso, ¿lo’ Solmeño ‘tan completo?”.— “Oh ‘C h’… mira, Rafael y Tito ‘tan ahí…

pero Nandy no aparece…— “Mejol que apareca… polque fue la do-

ña que me mandó a desile’… el Jefe quiere elchow ya… ”.

— “Pero yo toi’ aquí”.— “No, nono’… e’ l o s o l m e ñ o’ ”.—“…. ¡Cinco minutos para comenzar!”.

Escucho el tono urgente de Solano…— “Fernando, corre… sal tú alante’… co -

r re … sal….sal… ”.Se lanza precipitadamente en la banque-

ta, suelta las palomas sobre el piano… y gritaro n c a m e n t e …

— “Co n f u n d i d o s …Co n f u n d i d o s”.Pétalos y notas… la voz transita como si

fuese ajena. Miro de reojo los atriles…— “Qu i z á s … tú no me quieras tanto como

yo a ti… ”.Veo a Trujillo cercano al piano de Solano.

Le habían ubicado junto a la orquesta. Másque disfrutar, luce un tolerante observadorinsensible. Noto la precipitación rebuscan-do partituras, la prisa comprometida tratan-do de ensamblar el acompañamiento en elcamino. Me alcanza su abrazo tranquilo.Arribo al puerto… manejo una inclina-ción… y deserto… dejando abandonadoslos aplausos.

Escapo, sin esperar testigos. Me sumerjoen el árbol apagado de la noche huérfana devillancicos y pesebres, buscando a tientas elcamino de respeto a mi propia vida. Llego alcaliche polvoriento de la Gómez, cercenadapor el Aeropuerto. Comienzo a bajar acom-pañando el eco de mis pasos en medio delsilencio chisporroteante de mi concienciaamordazada. Doblo y repaso los sueños dor-midos de la Universidad y llego, al fin, al en-torno del “Hi s p a n i o l a”. Subo a un vehículopara regresar del drama… el momento mástranquilo de esa noche… Me siento junto amí mismo… No estoy cansado… Mi cansan-cio, mis sueños… e s p e ra n z a s … son otros.

Horas hace que volaron las campanas…No volverá a escucharlas… No hay Navidaden el Infierno…

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8 Sábado 17 de ag ostode 2 013H OY A RE Í TO

Domingo Liz (Santo Domingo,1931), mereció en el 2008 elPremio de Pintura de la Fun-dación Corripio, y en el 2012el Premio Nacional de ArtesPlásticas que otorga anual-

mente el Estado dominicano. Fue elegido aunanimidad por un jurado que tomó enconsideración su trayectoria, su ardua laborartística y versificada y por la creación deimágenes paradigmáticas en las que resaltala identidad cultural. “Es el único artistaplástico reconocido como maestro en dibu-jo, escultura y pintura”. Además, maestro delargo ejercicio docente en la Escuela Nacio-nal de Artes Plásticas y en la Universidad Au-tónoma de Santo Domingo, resultando unorientador decisivo de jóvenes vocaciones yun teórico del pensamiento estético relacio-nado con la creación histórica de las artesd o m i n i c a n a s.

El maestro Liz se vinculó a la primera ge-neración de egresados de la Escuela Nacionalde Bellas Artes, cuyos docentes -dominicanosy europeos- fueron encabezados por el escul-tor español Manolo Pascual. Además se vin-culó al pintor moderno Jaime Colson, cuandoeste maestro dominicano retornó al país a ini-cio de la década 1950, ejerciendo una marcadainfluencia estética en el dogma clasicista, cu-bista y del neohumanismo, sustentado en laracialidad antillana, por consiguiente criolla,dominicana y mulata. Pese a la influencia es-tética colsoniana, revelada en contadas obrasde tal nexo, Liz manifiesta una personal au-tonomía constatada en su obra pictórica másdifundida: “Ca b a l l o s”, oleo/tela del 1951; au-tonomía en las cromatizaciones y el tema queincluye un muchacho junto a tres jamelgos secompleta con un horizonte paisajístico de ár-boles y montañas.

A partir de la década 1950, prontamenteLiz se desplaza como un dibujante tambiénautónomo, creando un estilo escritural con-centrado en términos de caligrafía filigrámi-ca que de diversas maneras asumen la ra-cialidad mulata en redondos niños, cabezasde mujeres y famélicos pescadores desnu-dos. Mas, al pintor y al dibujante infundidopor la interioridad se suma el escultor Liz,encontrándose en nuestra historia del artemoderno a un creador potenciado con la ex-celencia en los tres campos o manifestacio-nes plásticas.

Domingo Liz “nos hace pensar haciaa d e n t ro” –escribió Suro- preocupado portrabajar y desarrollar una idea que tenga co-mo fin específico la creación de un espaciopropio “(…) Para muchos críticos”. (…) es uncaso singular no solamente en la esculturadominicana, sino latinoamericana (…) Liztiene un concepto muy claro de la forma ydel espacio (…) También cuando habla dearte, esa misma claridad les manifiesta. Eneste tenor lo que expresa Liz: Todo verdaderoartista tiene que echar raíces profundas ensu medio. Cuando el artista es sincero, aunen las más altas expresiones del arte abs-tracto se producen por una conjunción de lapersonalidad interna (su manera peculiar depercibir y concebir) y lo que queda es unapercepción aguda y analítica de la natura-leza y la vida que le rodea.

Desde sí mismo como habitante sociali-zado en la ciudad capital del país, marítima ycon emblemático río, Domingo Liz se sus-trae a unas fuentes específicas de condiciónracial y entorno, interpretando con peculiarpoética un discurso personal y, por exten-sión nacional de desahogo creativo, intros-pectivo y extropectivo en la espacialidad,formas y campos expresivos. Se da una es-trecha relación inadvertida, pero que debe-mos ponderar entre sus dibujos, sus escul-turas y sus pinturas, producidas las unas y lasotras en diferentes fases. Pese a su abandonode la obra tridimensional como preferencialas interrelaciones se dan entre 1955-1975,con excepción de alguna escultura, en estecaso la monumental obra que honra a losluchadores antitrujillistas caídos en aras dela libertad dominicana.

Cuando sustentamos las relaciones entre

los tres campos expresivos que elevan lamaestría de un artista que lleva consigo unavida interior austera, concentrada, profunday vertical fuera de su placer por el logro de sutrabajo, no es difícil descubrir vínculos entrelas redondeces de sus sujetos bidimensio-nales y sus tridimensionales “o r í g e n e s”, o en-tre sus personajes alargados de los dibujos ysus tallas longitudinales. Incluso sus obrasgeométricas del 1958: “Ca b ez a” (bronce) y“Co m p o s i c i ó n” (caoba) tienen relación con“Ro s t ro s” (mixta/papel s/f.), ejecutado ensepia sobre fondo rojo.

Habrá que examinar el repertorio creativode Domingo Liz para atar relaciones y sin-cronías en una producción ensanchada-mente circular como las ondas de un Oza-ma, estremecidas sus aguas por algún lan-zamiento. Frente a esta vía fluvial y situadasu morada en la altura de una ladera frontal ydistante, nuestro artista pluridisciplinarioechaba la mirada constantemente, la cual seiba al otro lado donde estaba ubicada “LaC i é n a g a”, la barriada marginal, multihabita-cional y poblada sin censo alguno, perotransfiriendo una alucinación que no dejóde ser azul en la dicción de un pintor en pa-pel y telas donde el ludismo risueño y trans-parenciado había aclarado gamas que en-tendíamos como libre acopio de nuestraBandera dominicana. En este caso citamossu producción expuesta como integrante delGrupo Proyecta, fundado en 1968, procla-mando el principio del arte por el arte comoúnico compromiso de la creación.

La producción de Liz se extendió por másde 60 años de labor inagotable, e autoimpues-to por encima de otros quehaceres familiares,fraternales, militantes y de servicio docente.Artistas entrañable e iluminado, tal vez es im-posible compendiar todo lo hecho como di-bujante, escultor, pintor y teórico de escrituracrítica. Cuando le fue comunicado el otorga-miento del Premio Nacional de Artes Plásticas2012, su alegría fue de sol y sueño sin des-pedida. Físicamente se marchó el 14 de febrero2013. Espiritualmente se quedó como artistainconfundible, creador interiorizador, maestroejemplar en la plenitud de la edad donde suamor fructificó con extensión filiar obras ad-mirables y antológicas.

La celebración de la Bienal Nacional deArtes Visuales correspondiente al presente2013 está dedicada a su memoria, conlle-vando una exposición que antologa susobras pertenecientes a la colección estataldel Museo de Arte Moderno y de varios co-leccionistas. Es una exposición de la memo-ria creativa del gran maestro que fue Domin-go Liz y que seguirá siéndolo, aunque nosreservamos la duda de que alcanzará la justadimensión histórica que debiera retratarle.El apresuramiento para organizar unamuestra-homenaje es la razón de la dudametódica y ojalá nos equivocáramos.D

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maestro del arte que se marchó peropermanece como creador inolvidable

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