aprender a decir que no a los niños no tiene que ver con poder

2
Aprender a decir que No a los niños no tiene que ver con Poder, ni autoridad. Tiene que ver aprender juntos los límites de las cosas. Tiene que ver con acompañarlos en la frustración. Cuando un niño tiene una pataleta por algo, su sistema nervioso nos está diciendo "no puedo con esta emoción, me desborda, no sé cómo contenerla en mi cuerpo". Si conociéramos al cerebro como si fuese una persona, en tenderíamos que no se trata de manipulación. La manipulación surge desde los adultos, cuando imponemos condiciones al cariño y la gratificación, al decir "si te sacas buenas notas iremos al cine", "si te comes la comida te daré tu juguete", "si no haces lo que te digo te castigo". Somos los adultos los que enseñamos a manipular. Porque no nos han enseñado a ser de una línea, a ser coherentes, a sentirnos seguros con quiénes somos, a ser honestos y verdaderos. El desarrollo cognitivo de los niños sólo sabe actuar pidiendo según lo que necesitan: atención emocional, cuidado, escucha, respeto, acompañamiento, contención, seguridad. Si vamos a decir No a un niño, que no sea porque "no puede decirse que sí a todo", o porque quiera demostrarle quién manda; más bien que podamos acompañarlos en su frustración: "sí, sé que te pone triste/enojado no poder hacer esto, pero no siempre se puede hacer lo que uno quiere. Yo estoy aquí contigo igual, mientras pasa esta emoción. Te amo y la respuesta es No". De hecho, para que un niño aprenda a tolerar la frustración, primero debe hacerlo el adulto y modelarlo: el aprendizaje es mediante la EXPERIENCIA. ¿Es tan difícil decir No o poner límites con amor, sin enojarse, desbordarse, culpar al niño o ponerle etiquetas de rabioso, insoportable, flojo, maleducado, etc? Al principio puede que si sea difícil, porque venimos de otro tipo de educación; para muchos de nuestros padres la agresión, la mano dura o el autoritarismo era el único método de aprendizaje. Hoy hemos evolucionado a formas más conscientes y respetuosas de relacionarnos. Si no aprendemos a desarrollar esta relación con uno mismo primero, será difícil hacerlo con otros. La autorregulación del adulto y su desarrollo personal es clave para el bienestar de todas las relaciones. Pregúntate: Cómo me trato a mí mismo cuando estoy mal o me equivoco? me aíslo, me digo tonto, me recuerdo que no se puede confiar en la gente, etc? Cómo me vivo las emociones? me es difícil expresar lo que siento? puedo abrirme a pedir lo que necesito? puedo sentirme seguro diciendo lo que siento? Qué tipo de relación tengo conmigo mismo? es amorosa, me acepto, o

Upload: francisca-alvarez

Post on 07-Jul-2016

216 views

Category:

Documents


3 download

DESCRIPTION

Aprender a Decir Que No a Los Niños.

TRANSCRIPT

Aprender a decir que No a los niños no tiene que ver con Poder, ni autoridad. Tiene que ver aprender juntos los límites de las cosas. Tiene que ver con acompañarlos en la frustración. Cuando un niño tiene una pataleta por algo, su sistema nervioso nos está diciendo "no puedo con esta emoción, me desborda, no sé cómo contenerla en mi cuerpo". Si conociéramos al cerebro como si fuese una persona, entenderíamos que no se trata de manipulación. La manipulación surge desde los adultos, cuando imponemos condiciones al cariño y la gratificación, al decir "si te sacas buenas notas iremos al cine", "si te comes la comida te daré tu juguete", "si no haces lo que te digo te castigo". Somos los adultos los que enseñamos a manipular. Porque no nos han enseñado a ser de una línea, a ser coherentes, a sentirnos seguros con quiénes somos, a ser honestos y verdaderos.El desarrollo cognitivo de los niños sólo sabe actuar pidiendo según lo que necesitan: atención emocional, cuidado, escucha, respeto, acompañamiento, contención, seguridad. Si vamos a decir No a un niño, que no sea porque "no puede decirse que sí a todo", o porque quiera demostrarle quién manda; más bien que podamos acompañarlos en su frustración: "sí, sé que te pone triste/enojado no poder hacer esto, pero no siempre se puede hacer lo que uno quiere. Yo estoy aquí contigo igual, mientras pasa esta emoción. Te amo y la respuesta es No". De hecho, para que un niño aprenda a tolerar la frustración, primero debe hacerlo el adulto y modelarlo: el aprendizaje es mediante la EXPERIENCIA. ¿Es tan difícil decir No o poner límites con amor, sin enojarse, desbordarse, culpar al niño o ponerle etiquetas de rabioso, insoportable, flojo, maleducado, etc? Al principio puede que si sea difícil, porque venimos de otro tipo de educación; para muchos de nuestros padres la agresión, la mano dura o el autoritarismo era el único método de aprendizaje. Hoy hemos evolucionado a formas más conscientes y respetuosas de relacionarnos. Si no aprendemos a desarrollar esta relación con uno mismo primero, será difícil hacerlo con otros. La autorregulación del adulto y su desarrollo personal es clave para el bienestar de todas las relaciones. Pregúntate: Cómo me trato a mí mismo cuando estoy mal o me equivoco? me aíslo, me digo tonto, me recuerdo que no se puede confiar en la gente, etc? Cómo me vivo las emociones? me es difícil expresar lo que siento? puedo abrirme a pedir lo que necesito? puedo sentirme seguro diciendo lo que siento?Qué tipo de relación tengo conmigo mismo? es amorosa, me acepto, o me critico y exijo constantemente? me autocastigo con mis errores, o me permito aprender, abrazarame y buscar nuevas soluciones? Cómo eran mis padres conmigo? qué necesitaba yo cuando niño en mis momentos difíciles? me lo pudieron dar? Si no, cómo puedo aprender a dármelo yo mismo? La clave para desarrollar una CRIANZA CONSCIENTE, es volverse lúcido respecto de la propia experiencia de infancia y de vida. Aprender a mirarse con Amor y Verdad, aprender a cambiar la relación con uno mismo para ser auténticos y seguros con el resto. Aprender de los errores, amarse sin condición. Este es el camino que promovemos para las Relaciones Sanas.