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1 IX Encuentro Nacional y III Congreso Internacional de Historia Oral de la República Argentina “Los usos de la Memoria y la Historia Oral” Aportes y problemas de los testimonios orales en la construcción del relato histórico. Memoria y marcas de género. Lizel Tornay E mail: [email protected] Archivo de Palabras e Imágenes de Mujeres – Instituto Interdisciplinario de Estudios de Género (IIEGE) – Facultad de Filosofía y Letras - Universidad de Buenos Aires (UBA). La historia oral ha ocupado un lugar de suma importancia dentro de las prácticas que nutrieron la historia de las mujeres. Esto es así porque la utilización de testimonios orales ha posibilitado recuperar la experiencia histórica de ellas largamente marginadas de los relatos dominantes. Paradójicamente la inclusión de una amplia gama de voces femeninas en la construcción de una historia con mujeres ha evidenciado las problemáticas con las que debemos enfrentarnos quienes estamos interesados en esta empresa. El presente trabajo abordará las temáticas relativas a la construcción de fuentes orales y los recaudos epistemológicos y metodológicos que un investigador debe considerar a la hora de elaborar relatos históricos atentos a las marcas de género. A modo de ejemplo se analizarán algunas de las entrevistas realizadas a obreras y empleadas textiles de la Fábrica Argentina de Alpargatas. En primer lugar sabemos que las fuentes orales se sustentan en la memoria, para cuya consideración es oportuno aclarar algunos presupuestos. No se entiende a ésta no como un cúmulo de datos sino como “un activo proceso de

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1

IX Encuentro Nacional y III Congreso Internacional de Historia Oral de la

República Argentina

“Los usos de la Memoria y la Historia Oral”

Aportes y problemas de los testimonios orales en la construcción del relato

histórico. Memoria y marcas de género.

Lizel Tornay

E mail: [email protected]

Archivo de Palabras e Imágenes de Mujeres – Instituto Interdisciplinario de

Estudios de Género (IIEGE) – Facultad de Filosofía y Letras - Universidad de

Buenos Aires (UBA).

La historia oral ha ocupado un lugar de suma importancia dentro de las

prácticas que nutrieron la historia de las mujeres. Esto es así porque la utilización

de testimonios orales ha posibilitado recuperar la experiencia histórica de ellas

largamente marginadas de los relatos dominantes. Paradójicamente la inclusión

de una amplia gama de voces femeninas en la construcción de una historia con

mujeres ha evidenciado las problemáticas con las que debemos enfrentarnos

quienes estamos interesados en esta empresa.

El presente trabajo abordará las temáticas relativas a la construcción de

fuentes orales y los recaudos epistemológicos y metodológicos que un

investigador debe considerar a la hora de elaborar relatos históricos atentos a las

marcas de género. A modo de ejemplo se analizarán algunas de las entrevistas

realizadas a obreras y empleadas textiles de la Fábrica Argentina de Alpargatas.

En primer lugar sabemos que las fuentes orales se sustentan en la

memoria, para cuya consideración es oportuno aclarar algunos presupuestos. No

se entiende a ésta no como un cúmulo de datos sino como “un activo proceso de

2

creación de significados”1. Se trata de los modos en que la gente construye un

sentido del pasado a través del acto de rememorar/olvidar. Nos referimos a un

proceso subjetivo, inestable, construido socialmente y en permanente diálogo e

interacción. En esta construcción dinámica las experiencias pasadas no

dependerán directa y linealmente del acontecimiento sucedido sino que estarán

mediatizadas por el lenguaje y por el marco cultural interpretativo en el que se

expresa, se piensa, se conceptualiza. Así se articulan los niveles individual y

colectivo de la memoria y de la experiencia. Pero “la realidad es compleja y

contradictoria, las inscripciones subjetivas de la experiencia no son nunca reflejos

especulares de los acontecimientos públicos, por lo tanto no podemos esperar

encontrar una integración o ajuste entre memorias individuales y memorias

públicas, o la presencia de una memoria única. .. En resumen, la experiencia es

vivida subjetivamente, es culturalmente compartida y/o compartible. Es la agencia

humana la que activa el pasado, corporizado en los contenidos culturales..La

memoria entonces se produce en tanto hay sujetos que comparten una cultura, en

tanto hay agentes sociales que intentan corporizar estos sentidos del pasado..”2

Entendida así la construcción de la memoria quedan atrás las discusiones sobre la

credibilidad o veracidad de la misma, objetada por los historiadores que

rechazaban la historia oral. Portelli aclara al respecto que las fuentes orales

presentan una credibilidad diferente, no basada “en su adherencia al hecho, sino

más bien en su alejamiento del mismo, cuando surge la imaginación, el

simbolismo… Por lo tanto no hay fuentes orales falsas.”3

En segundo lugar consideremos la subjetividad, uno de los componentes de ese

complejo proceso de construcción de sentidos que es la memoria. Lejos de ser

una objeción a la seriedad de una fuente histórica, la subjetividad es asunto de la

historia por lo tanto lo que creen los informantes es un hecho histórico. Esas

creencias están atravesadas por un marco cultural y simbólico en permanente

cambio, la entrevista oral nos permite advertir las variaciones si la contrastamos

con la documentación contemporánea a los hechos referidos. “Una de las ventajas

1 Portelli, Alessandro, “Lo que hace diferente a la historia oral” en Schwarzstein, Dora (comp.), La Historia Oral, Buenos Aires, CEAL, pág.45. 2 Jelin, Elizabeth “Memorias en conflicto” en revista Puentes nº 1, agosto 2000, pág. 5. 3 Portelli, A. Op,cit., pág. 43.

3

positivas de la entrevista retrospectiva es que la “ideología dominante” ha

cambiado y que lo que no podía decirse antes puede expresarse ahora.”4 Solo

resta un cuidadoso análisis de los cambios que las diversas fuentes evidencian.

Por otra parte las fuentes orales son construcciones realizadas, por lo

menos, por un historiador/entrevistador y un entrevistado. Son narraciones

conversacionales que presentan la forma de un relato para cuya consideración se

deberán tener en cuenta una serie de recaudos generales válidos para todas las

entrevistas y otros particulares en el caso de aquellas referidas a temáticas de

género. En relación al análisis de esas narraciones debemos recordar que la

relación que se establece entre entrevistado y entrevistador es uno de los

condicionantes de la entrevista como también lo será la relación del informante

con “su propia conciencia histórica” según Grele5, o con “la forma narrativa

dominante del discurso histórico profesional” según James6, que les llega a través

de programas educativos, documentales televisivos. Este aspecto,

probablemente, sea el más difícil de captar y demandará un tipo de lectura

especial, sintomática. Si son leídas (o escuchadas) una y otra vez, no solo en

busca de hechos y comentarios sino también en busca de percepciones y

descuidos y en especial de respuestas a preguntas que nunca fueron formuladas,

deberíamos poder aislar y describir las problemáticas que contiene la entrevista.

Con estas advertencias consideramos entonces las marcas de género. En

principio debemos tener en cuenta que la experiencia de vida de las mujeres no

puede representarse sino desde el punto de vista del discurso masculino

dominante. Las construcciones de género raramente se expresarán con claridad.

Tomemos, a modo de ejemplo las entrevistas tomadas a un grupo de

obreras y empleadas de la fábrica textil de Alpargatas. La mayoría de ellas

contestó a una pregunta que nunca le fue hecha. Ángela (A. V.) quiso explicar su

ingreso al trabajo extradoméstico en los siguientes términos:

4 Lummis, Trevor “La Memoria” en Schwarzstein, Dora (comp.), La Historia Oral, Buenos Aires, CEAL, pág. 90. 5 Grele, Ronald G. “Movimiento sin meta: problemas metodológicos y teóricos en la historia oral” en Schwarzstein, Dora (comp.), La Historia Oral, Buenos Aires, CEAL, pág. 129. 6 James,Daniel, Dona María .Historia de vida, memoria e identidad política, Buenos Aires, Manantial, 2004, pág. 137.

4

M.D.: Primero, les pediría por favor que se presentaran: su nombre, edad y

cuándo empezaron a trabajar en Alpargatas.

A. V.: ¿Yo primero?

(Ríe). Ángela René Venturini, (con V corta), tengo 73 años y empecé a trabajar en

Alpargatas el 13 de marzo de 1953.

M. D.: ¿Y usted?

A. B.: Y yo soy Ana Bulesi, tengo 69 años y empecé a trabajar en Alpargatas el 6

de abril de 1959…

A. V.: Bueno, pasó así: mi papá estuvo operado dos veces seguidas de hernia. Y

mi hermano, en ese entonces, estaba haciendo el servicio militar. Mi papá nunca

quiso que yo saliera a trabajar y por eso me hizo una sala en la casa para que yo

pusiera un negocio, porque yo de chica era muy enferma y él decía “si va a

trabajar se me muere” Sin embargo fue todo al revés.

M. D.: ¿Le hizo bien el trabajo?

A. V.: Sí. Y así fue. 7

Hortensia (H. M.), delegada sindical y con mayores recursos discursivos, los

explicó así:

L.T.: bueno, si a vos te parece bien decinos cuál es tu nombre.

H. M.: Mi nombre es Hortensia Martí, nací en Saladillo, provincia de Buenos Aires,

nací en el año 1944, soy de una familia muy humilde donde he ido progresando

con un gran esfuerzo y trabajando mucho. Tuve la desgracia de perder a mi padre

cuando yo tenía 3 meses de edad, así que me crié en un hogar donde estuvo mi

mamá, mis dos hermanos varones y dos hermanas mujeres más, siempre por ser

la más chiquitita fui un poco la mimada de todos esos hermanos. Mi madre fue una

mujer muy luchadora pero en aquella época, fue una mujer que trabajó en el

hospital de Saladillo como cocinera, o sea, en ese tipo de trabajo, ha trabajado

muchísimo, pero lo principal fue que conservó el hogar en su esencia con los 5

hermanos juntos, eso es fundamental para mí. Empecé a trabajar muy jovencita a 7 Entrevista a Ana Belusi y Ángela R. Venturini realizada por María Damilakou y Lizel Tornay y filmada por Fernando Álvarez, Buenos Aires, 30 de agosto de 2006.

5

los 14 años. No tuve la suerte de poder estudiar, cosa que me hubiera gustado,

pero por ser de familia tan humilde tenía necesidad de salir a trabajar para no

verla trabajar más a mi madre. Así que yo empecé a trabajar en la empresa

Bagley, no sé si la ubicás, hice mis tres años de menor ahí, entré a los 14, hasta

que cumplí los 18.8

Paulina (P. M.), la mayor de ocho hermanas que trabajaron en Alpargatas,

también se ve obligada a explicar:

L. T.: Y contame un poquito cómo fue que decidiste y empezaste a trabajar

P. M.: Bueno, te cuento, decidí ir a trabajar era por necesidad porque éramos

tantos… las mujeres prácticamente… mi papá llegó un momento que, en esa

época, viste lo que pasaba… y él era un hombre preparado, era casi contador, no

tenía el título pero ya la había hecho casi toda la carrera, en España. Y

trabajamos. Yo, fue en el primer lugar en el que entré a trabajar, tenía 17 o 16

años, en el ’41 (1941) entré a trabajar..9

Si realizamos una lectura sintomática de los fragmentos transcriptos de las

entrevistas podemos observar que en ningún caso se les preguntó ¿por qué

habían empezado a trabajar? Se les pidió que describan cómo había sido su

ingreso, cómo lo habían decidido o simplemente que se presenten. Sin embargo

ellas dieron una explicación causal: Ángela (A. V.): “mi papá estuvo operado dos

veces seguidas de hernia. Y mi hermano, en ese entonces, estaba haciendo el

servicio militar”. Es decir, los hombres de la casa no podían trabajar, no podían

cumplir con las funciones que las construcciones de género de la época atribuían,

casi exclusivamente, a los hombres: ser proveedores de recursos. Hortensia: “..por

ser de familia tan humilde tenía necesidad de salir a trabajar..”, Paulina: “..era por

necesidad porque éramos tantos…”. Estas reiteradas respuestas a preguntas que

no se habían hecho o que demandaban otra respuesta evidencian una tensión. De

8 Entrevista a Hortensia Martí de Frutos realizada por María Damilakou y Lizel Tornay y filmada por Fernando Álvarez, Buenos aires, 11 de septiembre de 2006. 9 Entrevista a Paulina Muro realizada por Maria Damilakou y Lizel Tornay y filmada por Fernando Álvarez, Buenos Aires, 28.08.06.

6

ninguna manera se pone en duda el grado de necesidad señalado por las

entrevistadas, lo que se está analizando es la estructura del relato que más que

responder a una pregunta (tal no existió) ha de responder a una tensión

experimentada como consecuencia de su salida a un trabajo extradoméstico. En

principio debemos tener en cuenta que un hombre trabajador no necesitaba hacer

esa aclaración pues las representaciones de género vigentes en ese momento –y

aún perduran- le atribuían –y aún le atribuyen aunque en menor grado- entre sus

funciones prioritarias proveer recursos y para eso ha de trabajar para lograrlo, no

tiene nada que aclarar. Pero para las mujeres el ingreso al mundo del trabajo

fuera de su casa era problemático. Si bien estaba bastante naturalizado entre las

más pobres su destino como trabajadoras, las representaciones de género

dominantes priorizaban otras funciones para el quehacer femenino. Nuestras

entrevistadas posiblemente estaban contestando a esos modelos ampliamente

difundidos. Seguramente la explicación causal basada en la necesidad les

permitía amortiguar los conflictos que se generaban alrededor de su presencia en

la fábrica en medio de las nociones que circulaban en torno a los lugares de

hombres y mujeres.

En el caso de otra trabajadora, Elisa (E. M.) –una de las hermanas de

Paulina, citada más arriba, el motivo que justifica su ingreso al mundo laboral

cambia pero la estructura explicativa causal del relato está presente aunque no se

haya preguntado al respecto.

M. D.: ¿Usted entró como operaria?

E. M.: Como todo el mundo..… En el año ‘42……

M. D.: Y todas sus hermanas ingresaron de la misma manera

E. M.: Todas mis hermanas ingresaron de obreras…. La mayoría del personal...

femenino era. Ahora, los puestos importantes eran más de hombres.... el resto

todas todas mujeres, seleccionadas...

M. D.: ¿Y cómo las seleccionaban?

E. M.: Bueno,... Cuando yo entré tenía que estar recomendada, pero era a pie

juntillas, tenía que estar recomendada por alguien que trabajara en Alpargatas o

familiar

7

L. T.: Y su primera hermana ¿por quién estuvo recomendada?

E. M.: No me acuerdo. Pasaron muchos años, 90 años tiene ahora... yo, (fui

recomendada) por mis hermanas. Pero saben ustedes por qué yo quise entrar a

Alpargatas...

L. T.: No

E. M.: Para ingresar en la banda femenina. Era una fascinación mía. Yo vivía al

lado de Alpargatas, en la calle Patricios, en una casa enorme que hay todavía,

está viejísima pero existe. Y venían las amigas de mis hermanas Blanca,

Margarita y Palmira, que en el ’40 entró ella, entró antes. Venían y contaban que

se estaba formando una banda y tocaban los instrumentos y yo decía: “yo quiero

trabajar ahí” Yo tenía 17 años

M. D.: ¿Usted tocaba algo?

E. M.: No, me enseñaron acá, yo tocaba el trombón a vara. Y en los desfiles

desfilábamos con los tambores tipo colegio Ward. Y yo en los desfiles y en el

escenario a veces no tocaba el trombón sino que hacía las piruetas esas...10

Paulina (P.M.), su hermana había explicado su ingreso por razones

económicas, aclarando que eran muchas hermanas y su papá tenía problemas.

Pero Elisa hace un relato explicativo basado en su deseo de ingresar a la banda

de música de Alpargatas y aprender a tocar un instrumento, el trombón a vara. La

causa es diferente pero nuevamente nuestra entrevistada –aunque no se le ha

preguntado al respecto- quiere explicar causalmente su ingreso al trabajo

extradoméstico. Esta explicación hubiera resultado casi absurda si se trataba de

un hombre trabajador ya que las construcciones de género le atribuían la función

de proveedor de recursos. Para una mujer, en cambio, el motivo planteado por

Elisa puede justificar su ingreso. En su relato la capacitación que brindaba la

empresa para participar en la banda musical era considerada como un capital

cultural11 que les posibilitaría ascenso social. Así lo evidencia la comparación que

hace con los desfiles de un prestigioso colegio, el Ward, donde concurren los hijos

10 Entrevista a Elisa Muro realizada por Lizel Tornay y María Damilakou, Buenos Aires, 05-09-05. 11 Bourdieu, Pierre, y Wacquant, J, Respuestas por una antropología reflexiva, México D.F., Grijalbo, 1995.

8

de sectores sociales de mayores recursos. También refiere este interés en otra

parte de la entrevista analizada:

E. M. :…Alpargatas tenía una escuela femenina, que era maravillosa, a la cual

concurríamos todas las que teníamos intención de progresar….12

En una narración conversacional las voces de las entrevistadas están

atravesadas tanto por el momento histórico en que se producen como por las

lentes con las que se tamiza el pasado. Tiempo histórico, personal, familiar

interactúan en sus relatos. En este caso, las obreras de Alpargatas ingresaron al

mundo fabril entre 1941 y 1962. Si bien durante los gobiernos peronistas (1946-

55) se produjo una ruptura significativa en las formas de representar el trabajo

femenino y el discurso político promovía la participación de las mujeres en los

gremios y en el partido peronista femenino, buena parte de ese mismo discurso

gubernamental promovía la importancia de la mujer en el hogar.13 Se trataba de

definir las formas apropiadas de comportamiento y las divisiones convenientes

entre lo público y lo privado. Se puede comprender entonces por qué las mujeres

que se habían incorporado al trabajo fabril sentían que debían justificar esta

decisión. Ellas experimentan tensiones, disonancias entre sus experiencias de

cambio y las construcciones de género dominantes. Y si profundizamos un poco

más en la estructura del relato podemos agregar que en el momento de la

entrevista (año 2006) esas trabajadoras -ya entonces jubiladas- seguramente

seguían experimentando esas incomodidades y por eso lo relataron del mismo

modo que se lo habían formulado cuando ingresaron a la fábrica. Sin embargo,

Angelita (A.V.) agrega:

A.V. : “Mi papá nunca quiso que yo saliera a trabajar…porque yo de chica era muy

enferma y él decía “si va a trabajar se me muere”. Sin embargo fue todo al revés.

M. D.: ¿Le hizo bien el trabajo?

12 Entrevista a Elisa Muro, 05-09-05. 13 Véase Tornay, Lizel y Damilakou, María “Representaciones en disputa. Trabajadoras de la fábrica Alpargatas S.A.” en revista Voces Recobradas, nº 26, Buenos Aires, diciembre 2008. En esa oportunidad solo se señaló la tensión de género.

9

A. V.: Sí. Y así fue. 14

O sea, por un lado debe justificar su ingreso al mundo del trabajo frente a

ciertas representaciones circulantes, tal vez residuales15 en el momento de la

entrevista, y al mismo tiempo le otorga a su experiencia laboral cualidades

transformadoras de su vida en términos muy positivos. Significados diversos se

entrecruzan en esta trama que intentamos deshilvanar.

Puestos a considerar los recaudos metodológicos que requiere el

tratamiento de una fuente de información histórica es necesario tener en cuenta

que todo testimonio debe ser contrastado con otro tipo de documentación. En este

caso analizamos las marcas de género teniendo en cuenta las diversas

representaciones circulantes en torno a las mujeres en el trabajo fabril. Veamos, a

modo de ejemplo, las apreciaciones de Paulina16 respecto de la participación

sindical.

M. D.: ¿Y en qué año nos dijo que entró a trabajar?

P. M.: ¿Yo? En el ’41. …

M. D.: En el ’41, ¿cómo eran esos años…?

P. M.: No estaba el sindicato, todavía no había sindicatos

M. D.: Y más adelante Usted tuvo participación

P. M.: ¡No no no no no! En esa época …17

Tomaremos otro tipo de fuentes también escasamente usadas por la

historiografía tradicional como son las fotografías. Alrededor de los años 1940-

1943 fueron enviadas al Archivo General de la Nación una serie de fotografías de

la Unión Obrera Textil donde se puede observar una importante presencia

femenina. El análisis de un espectador privilegiado18, como es el caso de un

14 Entrevista a Ana Belusi y Ángela R. Venturini realizada por María Damilakou y Lizel Tornay y filmada por Fernando Álvarez, Buenos Aires, 30 de agosto de 2006. 15 Véase Williams, Raymond Marxismo y literatura, Barcelona, Península, 1980, p. 144. 16 Entrevista a Paulina Muro, 28.08.06. 17 Entrevista a Paulina Muro, 28-08-06. 18 Esta figura que podríamos equiparar a la del detective de Carlo Guinzburg se refiere a nuestras posibilidades de acceder a otros conocimientos que nos permiten compensar la falta de contexto, evidenciar tensiones, reconocer sentidos.

historiador, permite considerar el contexto político cultural de esos años y las

representaciones en pugna respecto de la participación femenina en las

actividades sindicales.

Seguramente las disputas internas dentro del sindicato y dentro de la

Confederación General del Trabajo entre socialistas y comunistas explican la

decisión de quienes enviaron estas fotografías a las oficinas del estado nacional

para dejar registradas las reuniones con numerosa asistencia. En nuestro caso

nos interesa observar la fuerte y decidida presencia de mujeres en funciones

organizativas. (fotos 1, 2 y 3)

Foto 1: “Unión Obrera Textil, 14-02-1942” (A.G.N.)

10

Foto 2: A. G. N. Sin epígrafe.

Foto 3: Sin epígrafe (A.G.N.) 11

12

Estas fotografías, así como otra entrevista tomada a una militante del

Partido Comunista19, evidencian diferentes representaciones de género referidas a

la participación sindical de las mujeres interactuando en esos años de 1940, 1950.

La empresa Alpargatas, había resistido sistemáticamente la sindicalización

de sus trabajadores. Si bien la industria textil había experimentado un notable

incremento en las décadas de los treinta, en las grandes fábricas las listas negras

y la organización patronal de entidades “amarillas” dificultaban la acción de la

Unión Obrera Textil. Pero desde 1940 se estaba comenzando a integrar

trabajadores de esas plantas fabriles, como Alpargatas.20 Según El Obrero Textil

durante una huelga entre diciembre de 1940 y marzo de 1941 se obtuvo un cierto

grado de sindicalización en la empresa.21 En la década de 1940, los obreros

textiles contaban en sus tareas de organización con la presencia de numerosas

mujeres. La historiografía sindical en términos generales no da cuenta de la

participación femenina y en algunos casos la minimiza dando por sentado “la

poca predisposición sindical de la mayoría femenina.”22 Sin embargo las

fotografías mostradas evidencian actuaciones que no fueron observadas por los

historiadores. Decíamos que la experiencia de vida de las mujeres se ha analizado

desde el punto de vista del discurso masculino. Por esto es importante contar con

estas fuentes visuales que trascienden lo que ese discurso hegemónico ha

formulado. La lente de la cámara focalizó a los asistentes a una asamblea de la

Asociación Obrera Textil (1942) donde se ve mayoría femenina. (FOTO 1 y 2)

Enfocó también a los organizadores, entre los que se destacan los gestos de una

decidida actuación de las mujeres (FOTO 3). Con la llegada de Perón a la

Secretaría de Trabajo y Previsión, esta corriente de organización sindical se

viabiliza en parte, resultando electa la primera comisión interna (1944), pero la

empresa impide su funcionamiento. Recién en 1945, la participación sindical será

respaldada decididamente por el gobierno, la empresa aceptará entonces el

19 Entrevista con Dora Genkin (1988) Archivo de Historia Oral de la Fundación Simón Rodríguez en Di Tella, Torcuato “La Unión Obrera Textil, 1930-1945”, en revista Desarrollo Económico, vol. 33, nº 129, abril-junio 1993, pág. 3. 20 Véase Torcuato Di Tella, op. Cit., pág. 4. 21 El Obrero Textil, marzo de 1941. 22 Torcuato Di Tella, op. Cit., pág. 3.

13

funcionamiento de la comisión interna.23 Pasado el 17 de octubre la Unión Obrera

Textil organiza numerosas conferencias radiales casi todas conducidas por

mujeres que se identifican como pertenecientes, entre otras fábricas, a

Alpargatas.24 En ese mismo mes de octubre jóvenes militantes simpatizantes de

FORJA con escasa participación en la dirigencia previa formaron la nueva

Asociación Obrera Textil.25

En el caso de nuestra entrevistada, Paulina, ella ingresó en 1941 y renunció

en 1949, un mes antes de casarse. Estuvo en Alpargatas cuando algunas de sus

compañeras comenzaban a sindicalizarse, luego cuando comienza a funcionar la

comisión interna y algunas trabajadoras participan activamente en la UOT y

finalmente cuando se crea la AOT que adhiere al gobierno peronista. Sin embargo

en su recuerdo no aparece la existencia de algún sindicato en los primeros años,

cuando otras fuentes de información nos indican la participación de trabajadoras

de Alpargatas dentro de las actividades organizadas por la UOT. Luego negó

decididamente su participación cuando el sindicato empezó a ser reconocido por

la empresa (1945), aclarando “en esa época…” a modo de generalizar la ausencia

de participación gremial. Su relato excluye la información obtenida a través de

otras fuentes, tal vez por olvido o porque se trataba de problemáticas que,

estando fuera de su marco de intereses, no fue observada ni conocida. Esto

también nos interesa. Portelli dice que no hay fuentes orales falsas porque las

declaraciones “equivocadas” son psicológicamente verídicas.26 A través de este

desajuste entre las dos fuentes de información se evidencian diferentes

representaciones en pugna referidas a los atributos de las mujeres. Y en este

caso, si no vemos a nuestros entrevistados interactuando con las diversas

representaciones del pasado corremos el riesgo de considerarlos como receptores

pasivos de los modelos difundidos en lugar de considerar que esas

representaciones constituyen el repertorio de roles con los que las trabajadoras

cotejaban su experiencia.

23 Véase Archivo dirigido por Santiago Senén González, Instituto Torcuato di Tella y catálogo digital http://www.utdt.edu/ver_contenido.php?id_contenido=2280&id_item_menu=4559. 24 El Obrero Textil, enero de 1946. 25 Torcuato Di Tella, op. Cit., pág. 20. 26 Portelli, A., Op.cit., pág. 43.

14

Durante los gobiernos peronistas fueron ampliamente difundidas

representaciones de las mujeres como figura nutricia marcada por nociones

formales sobre la actuación femenina en torno al poder. A diferencia de los

hombres las mujeres no hablaban de política en términos de poder sino más bien

de servicio, educación, abnegación (papel maternal como protectora y guía). Ellas

eran intrínsecamente desinteresadas, capaces de sacrificarse y solidarias por

naturaleza. En la literatura y el cine de ese período, importantes difusores de las

nociones dominantes, se establecían relaciones de género que fijaban –en general

por omisión- poderosas jerarquías de género en las plantas fabriles. Las mujeres

estaban ausentes del tema principal del surgimiento de la conciencia y

organización sindical. Las imágenes difundidas al respecto son de un universo

abrumadoramente masculino. El repertorio de roles ofrecido en las

representaciones femeninas no se ajustaba a las funciones asignadas a una

sindicalista.

Veinte años más tarde, Hortensia y Beba que habían ingresado en la

empresa en 1962 fueron delegadas sindicales entre 1974 y 1990 y 1993

respectivamente y nos relataron su actividad gremial con satisfacción por sus

experiencias y por los que consideraban logros de su trabajo sindical.

Así lo expresa Beba:

L. T.: El recuerdo que vos tenés de los años que trabajaste, ¿cómo lo podrías

sintetizar?

B. M.: El recuerdo de Alpargatas y de todos mis compañeros es todo muy lindo y

tengo satisfacciones hasta la actualidad. 27

Y Hortensia:

H. M. : Y yo te puedo asegurar que yo, bueno, procedía y actuaba con total y

absoluta libertad, yo jamás le tuve que pedir permiso a un compañero para ir a

hablar con un gerente, un ejemplo que te doy. Y jamás se me cerró una puerta ese

es mi gran orgullos, creo que siempre lo hice con mucha altura y respeto, pero

27 Entrevista a Beba Martínez, realizada por Lizel Tornay y María Damilakou y filmada por Fernando Álvarez, Buenos Aires, 28-08-06.

15

defendí a muerte lo que consideré que había que defender, que eso para mí era

fundamental.28

Decíamos que es la agencia humana la que activa el pasado y también que

la realidad es compleja y contradictoria, que las inscripciones subjetivas de la

experiencia no son nunca reflejos especulares en este caso de las

representaciones de género vigentes.

Con estos recaudos las fuentes orales se muestran particularmente

apropiadas para aproximarnos a la experiencia de los sujetos y al significado de

los acontecimientos. “Nuestra meta es revelar el contexto cultural en que se

transmite la información, y así transformar una historia individual en una historia

cultural.”29 A diferencia de otros trabajadores de campo que utilizan las entrevistas

en sus investigaciones, los historiadores estamos preparados para entender y

analizar las variedades del pensamiento histórico y su contexto cultural.

28 Entrevista a Hortensia Martí, 11-09-06. 29 Grele, Ronald Op.cit., pág. 134.

16

Bibliografía

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Entrevistas

- Entrevista a Ana Belusi y Ángela R. Venturini realizada por María Damilakou y

Lizel Tornay y filmada por Fernando Álvarez, Buenos Aires, 30 de agosto de 2006.

- Entrevista a Hortensia Martí de Frutos realizada por María Damilakou y Lizel

Tornay y filmada por Fernando Álvarez, Buenos aires, 11 de septiembre de 2006.

- Entrevista a Paulina Muro realizada por Maria Damilakou y Lizel Tornay y filmada

por Fernando Álvarez, Buenos Aires, 28 de agosto de 2006.

- Entrevista a Elisa Muro realiza por Lizel Tornay y María Damilakou, Buenos

Aires, 05 de septiembre de 2005.

- Entrevista a Beba Martínez realizada por Lizel Tornay y María Damilakou y

filmada por Fernando Alvarez, Buenos Aires, 28 de agosto de 2006.