A ñ o II

LA ENSA Órgano de la Agrupación Social ista local

BAENA , un mes , 0 ' 75 p t a s . — F U E R A , t r imes t re , 3 00 + REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN : San B a r t o l o m é , 4

Les autores son responsables de sus escritos por un d6 RSdSCClÓQ II No se devuelven los originales aunque no se publique!

R E P L I C A N D O

Una frase de un obrero, cola-borador de este semanario, ha servido a don Salvador Cubero Lucena para dedicarnos un tra-bajo en el periódico 'Todos", del que forma parte de redac-ción. Hace bien don Salvador en hacer gala de su sanchezgue-rrismo. Siente simpatías por don Jo socialistas es-taban entonce?, como ahora, en su puesto. El hecho decanta-do de que el señor Sánchez Guerra viniese a España des-de Farís a hacer la revolu-ción, no podía decir nada para

ningún Partido obrero. Sánchez Guerra vino a hacer la revolu-ción suya, no la que anhelaban los trabajadores. Y ya compren-derá el Sr. Cubero que ningún organismo obrero debía com-prometer la sangre de sus afilia-dos en una empiesa que solo tendía a derribar a personas, no al régimen, como demostró don José, tiempos después, al ratifi-car sus sentimientos monárqui-cos. Por lo demás, que al señor Sánchez-Guerra le saluden en Madrid sus conocidos, es cosa natnral y lógica en un pueblo extremadamente educado.

Alude, en segundo lugar, el Sr. Cubero, a la participación que nuestro camarada Largo Ca-ballero tuvo en el Consejo de Estado en años de la Monar-quía, con ánimos de zaherir. Discutida está la participación a que nos referimos, y en nada puede ello m?rmar el poco o mucho prestigio—para nosotros mucho—del actual Ministro del Trabajo. El Partido Socialista español, en cuanto a su organi-zación, es naturalmente conser-vador. Su creación costó tiem-po y sacrificios, y hubiese sido una imprevisión que la sober-bia de Primo de Rivera diese al traste con una obra de tantos áños y ar heles. . La presencia,

pues, del camarada Largo Caba-llero en el Consejo de Estado fué, Sr. Cubero, la garantía de Unión General de Trabajadores y del Partido Socialista. Asi se explica que, una vez caido Pri-mo de Rivera de su pedestal, el Partido Socialista—en contra de lo ocurrido a otros partidos— saliese de la prueba no ya incó-lume, sino reforzado.

He aquí cómo lo que el señor Cubero reseña como defecto no fué más que resultado de una táctica meditada y sabia. Y, por último, para no cansar ni can-sarnos, nos interesa hacer cons-tar que no somos los "señores de LA DEFENSA los que hemos de elevarnos. Sabe el Sr. Cubero — y mucho mejor don José Ca-sado Martínez, ex redactor de "Juveniud" y, por consiguien-te, redactor de "Todos"—que en LA DEFENSA acostumbra-mos a estar al nivel que corres-poude. Si acaso, son otros se-ñores los que deben bajar un po-co, hasta darse la mano con el pueblo.

Saab Saab Saab

Máquina

de escribir

portáti l

y económica

Al c o n t a d o y a p lazos

Emilio García Torres L I B R E R I A

2 LA D E F E N S A

Anfe la hora constituyente

Al discutirse el proyecto de Cons-

titución es preciso, por la importan-

cia extraordinaria que ella debe te-

ner en el futuro de Esparta, que núes

tros camaradas los diputados socia-

listas se den perfecta cuenta de la

enorme responsabilidad que sobre

ellos y sobre la organización entera

pesa, y sepan- nosotros creemos an-

ticipadamente qne sabrán—satisfa-

cer los anhelos del pueblo español,

especialmente del proletariado, que

confía en ellos, pues que ellos le pro

metieren que, si no solución plena,

total, socialista, tendrían las reivin-

dicaciones del obrerismo industrial

y campesino radical transformación,

y aquí sí que no caben transigencias

paes ya tener más de las que hemos

tenido demostraría que nosotros, po-

seyendo el grupo parlamentario más

fuerte del Parlamento, aquel que res-

pondiendo a una fue'zr electiva—no

imaginaria, ni artificial, const'uída

al socaire de caciques e intereses

conservadores y si emanada de lo

más sano y sensible de España—,

nos poníamos a tono y al servicio

de las ideas que, dentro del actual

Gobierno, teniendo un contenido re-

accionario, carecen de fuerza, como

aquellas o las que se apuntaba hace

pccos días en estas columnas en uu

artículo de fondo, recibido con sim-

patía extraordinaria por todos los so-

cialistas, pues que allí se habla sabi-

do llevar, de modo vibrante, el fiel

relejo de los sentires de la muche-

dumbre socialista, que estaba ya an-

siosa de que se dijera; o de aquellas

otras que con más fuerza parlamen-

taria no representan, sino en gran

parte al menos, y especialmente en

su caudillo, a todos los intereses de

la cerril burguesía, que siente, y bien

claro está en sus actuaciones, h fo-

bia socialista.

Hay que demostrar que somos nos

otros los socialistas los más caprces;

nos lo impone asi nuestro ideario,

que, rechazando el concepto que de

la propiedad tienen nuestros enemi-

gos de clase, no» obliga a defender

los ideales de la generalidad, para

escuchar les latidos, los anhelos del

pueblo, del que procedemos, con el

que vivimos y al que nos damos; que

nos sentimos en el suficiente grado

de madurez para palpar esos anhe-

los, esos justos deseos de transfor-

mación social que en nuestro pue-

blo, como en todo el mundo , se ma-

nifiestan, y convertir en realidades

aquellas aspiraciones que la gran

masa productora de la fabrica, la tie-

rra, la cátedrp, la oficina y el taller

desea, quiere e impondrá en úl t imo

término, si es que con ceguedad in-

comprensible se le quiere negar lo

que se le prometió.

Tenga en cuenta la pequeña bur-

guesía, representada en el Parlamen-

to en su mayor parte por el partido

radical socialista, que si el'a, a la ho-

ra en que vayan a tocarse los proble-

mas sociales, que para nosotros tie-

nen la máxima importancia, pues

que sabemos que, como decía nues-

tro camarada Araquistáin, es el con-

cepto que de la pmpie-1ad se te^ga

el que separa ideológicamente a los

hombres, se sitúa junto a la alta bur-

guesía, contrarrevolucionaria por na-

turaleza, se avecinarán días tempes»

tuosos para España, en los que nos-

otros y bien a nuestro pesar, que

buscamos el tránsito del capital ismo

al Social ismo con las menores con-

vulsiones posibles, tendríamos que

ponernos al la^o de nuestros compa-

ñeros de clase y acusar, como ya se

decía también en estas columnas,

«nuestra diferenciación con la de-

mocracia burguesa, nuestro marxis-

mo y aquel Social ismo de lucha de

clases que constituía el fundamental

apostolado de Pablo Iglesias.»

Y tengan en cuenta los patlamen-

tarlos que verdaderamente haya sen-

tido la necesidad del movimiento re-

volucionario que no hay que cam-

biar solamente, sino romp?r todo el

aparato, toda la maquinaria social

que sostenía el ant iguo Poder, pues

en el caso contrario, las fuerzas so-

ciales que conttituían la maquinarla,

ailenciosas hoy y obedientes, pon-

drán en el camino emprendido para

llevar a cabo h revolución necesaria

en la organización estatal todos

cuantos impedimentos puedan , y

conseguirán, al fin, con t iempo y pa-

ciencia, que la máquina funcione

igual, aun cuando el maquinista ha-

ya cambiado.

Y no olviden nuestros compafleios

sobre todo aquellas conferencias pro

nunciadas por nuestro camarada Las-

salle en Berlín en 1862, en lasque

hablaba de los factores reales del Po-

der y en que decía: «Allí donde la

Const i tución escrita no corresponde a la real, estálla inevitablemente un conflicto que no hay manera de elu-dir y en el que a la larga, tarde o temprano, la Constitución escrita

tiene necesariamente que sucumbir ante el empuje de la Const i tución

real, de las veidaderas fuerzas vigen-

tes en el país»

Así es que nada de Constitucio-

nes en el papel, que no respondan a

l o que el p u e b b quiere, a la trans-

formación radical que se le ha ofre-

cido y que ansia A l desprestigio del

sistema parlamentario se ha llegado,

en casi todos los sitios, por los polí-

ticos que ansiosos de cargos y repre-

sentaciones prometían a los pueblos

en sus propagandas llevar a las leyes

del país la solución de los problemas

que ellos creían interesaban a los

que se dirigían y que después no se

cumpl ían. Ya hay que obrar de otro

modo: si se promete al pueblo una

cosa, hay que dársela, pues que si no

la va a tomar él.

Nuestros camaradas sabrán, como

ya decíamos al principio, llevar a

efecto lo que prometieron y luchar

hasta donde sea necesario porque al

proletariado se le dé lo que se le de-

be; ello es su obligación y nosotro»

procuraremos en todo momento cura

plir con ella.

lluro. (Oe «El Socialista»;

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Sinceridad El «rinenBrio local "Tcdos" , que

no pierde ripio para atacarme con dureza—¡no merezco tanta honra! —

al reproducir en su ú l t imo número

un trabajo aparecido en LA D E F E N -

SA el pasado año, quiere aplicarme el

cu nto, como vulgarmente se dice,

y me invita con mucha cortesía a

satisfacer sus aspiraciones; esto es: a

febandonar la Presidencia del Ayun-

tamiento.

M e place la int- nción y me agra-

daría cumpl imentar la , toda vez que

los actuales Mun ic i p i os—que no

t ienen más defecto, según loa ene-migos del pueblo , *que su esencia popular»—precisan por sus múlti-ples y complejos problemas estar

presididos por naturalezas mas fuer-

tes que la mía, de más contextura.

Pero he aquí q u ; , a pesar de mis rué

gos y no obstante mi delicada sa lud,

la Agrupación a que pertenezco y el

Gob ie rno C iv i l se niegan a aceptar

mis propósi tos dimisionarios. Me

obl igan a continuar en mi puesto.

¿Por qué , pues, no intercede en mi

favor, que tanto le interesa, el se-

manario «Todas»? i 'or qué no tra-

baja para convencer a quien, a jui-

cio suyo, deba sustituirme? Por lo

demás, se da el caso, encima de to-

do , que jamás he pod ido disfrutar

cumpl idamente las licencias a que

alude tan doctrinario per iódico. Los

compañeros de Concejo y parte del

mismo pueblo , reconoc iéndome cua-

lidades que no poseo, esté o no dis-

frutando licencia, me solicitan para

resolver cuestiones momentáneas. Y

como mi cariño hacia mis compañe-

ros es grande y no nr.ás pequeño mi

amor por B ena, quiera decir que

abandono s iempie el d t b i d o reposo

y solo at iendo a la resolución de los

asuntos para los que soy requerido.

En la actual idad, como no ignora

el semanario «Todos» , estoy en dis-

frute legal de licencia que cumple el

día 12 del corriente. Sin embargo, y

a pesar de encontrarme a bastantes

ki lómetros de Baena, hace unos días

se me di jo habíase acentuado el pro-

blema del paro obrero, e inmediata-

mente me trasladé a Córdoba para

ponerme al habla con el señor Go-

bernador C iv i l y solicitar la inter-

vención del delegado guvernativo

Sr. Vallejo, sin parar mientes en que

atrasaba en < os cías de actividad la

mejoría alcanzada en diez ' e quie-

tud . Ya ve el semenario "Todos"

cuán diferencia existe ent fe el caso que comentaba LA D E F E N S A y el

comentado ahora. Entonces se coa-

cedían licencias y se disfrutaban.

Hoy se conceden pero no se disfru-

tan. Mas como el interés de «Todos»

es que abandone la Presidencia del

Ayuntamiento, yo le invito desde es-

tas columnas a que me ayude a lle-

var al án imo de mis compañeros ta

necesidad requerida por mi estado

del icado: es decir, que me sea acep-

tada la d imis ión .

C o n ello, el tan gentil Semanario

"Todos" vería satisfechos sus de-

seos, y mi salud cumpl imentadas sus

exigencias.

Antonio de los Ríos.

L a T I N TA S A M A s i e m p r e

De veota eo la « u t a EL PROGRESO

4 LA D E F E N S A

El que hace un

cesfo... Al aparecer en t i número anterior

de este periódico mi articulo «Entre

bastidores», fué por algunos bien

juzgado y por otros no se acogió

con simpatía. Fn primer lugar quiero

decirle a los obreros que escriben

en «Todos», que yo estoy convenci-

do que lo hacen con buena fe y sólo

por beneficiar a la clase trabajadora,

que yo nunca he dudado de su fide-

lidad, pues al asistir en su unión a

varias comisiones siempre los he vis-

to combatir a los capitalistas que no

han cump'ido los convenios y nos

haa hecho sufrir hambres. Lo que

yo no veo bien ei que hagan labor

en el periódico que han lanzado unos

señores cuando vieron la unión que

teoiamos los obreros; pues deben

estos compañeros recordar la crisis

que atravesamos el invierno pasado.

¿Por qué esoi Cíoitd istas no saca-

ron entonces ese periódico para de-

fendernos?

Recordar la miseria y los sufri-

mientos que entonces nos hicieron

pasar y tener presente lo que hoy

hacen negáodose en absoluto a dar-

nos trabajo.

No fiarse, compañeros, y recor-

dar lo que nos ocurrió en otra oca-

sión cuando estábamos bien unidos,

que nos hicieron un Casino Católico

obrero y toda nuestra unión fué des-

hecha.

Ahora, con este psriódico, crean

do dos tendencias entre los trabaja-

dores, lo que pretenden es lo mismo:

destruir la fuerza de nuestra unión.

No olvidéis el refrán con que enca-

bezo estas líneas.

José Navarro Jaba/quinto.

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Los infundios

Desde el adveniento de la Re-pública, lacjlumoia y el infun-dio vienen enseñoreándose en los pueblos, procurando por to-dos los medios desprestigiar, a Irs Ayuntamiento democráticos. Recientemente, coincidiendo con la estancia en esta del Dele-gado gubernativo, Sr. Vellejo, la maledicencia pública quiso cebarse propalando que el cita-do Sr. Delegado había encontra-do algunas irregularidades en la marcha administrativa de nues-tro Ayuntamiento.

Advertido del insidioso rumor el señor Vallejo, escribió a nues-tro camarada Antonio de los Rios la carta que reproducimos a continuación, que vi¿ne a de-jar lis cosas en el sitio que co-rresponden.

Sr. D Antonio de los Rios. Baena.

Estimado amigo: Correspondien-do a su indicación me complazco, para deshader infundios intenciona-dos, en suscribir mi satisfacción al comprobar la buena marchi admi-nistrativa de ese Ayuntamiento que dignamente preside.

Autorizándole para hacer el aso de esta carta que crea conveniente, queda de Vd. affmo: amigo y s. s.

q. e. s. m. Francisco Vallejo. Delegado gubernativo.

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esmero.

C o l a b o r a c i ó n ob re ra

D e actualidad En una sesión

salió a relucir

lo que el mes de marzo

nos «dieron» aquí.

Esta burguesía

no te está callando;

nosotros sabemos

que están criticando.

|Ay que malamente

cayó a los obreros

querer darnos rancho

ahora de nuevo!

Que combata eso

la Corporación;

queremos trabajo,

pero rancho, no.

A lguno lo piensa,

otro lo propone;

siempre q j e d a mal

aquel que lo expone

Quisiera saber

quién es el autor

que a un «federico»

lo ha hecho vendedor.

Dicen casi todos

(y aquí está el lance)

que es de un «arrabal»

cerca a B..jalance.

¡Cualquiera averigua

de dónde serán

los que le han brindado

el nuevo ejemplar!

Como todos saben

yo no he de ocultar

salió de una peña

el «editorial»

Ya le hemos dicho

hasta a las chiquillas

que vale una gorda

ei kilo e morcilla.

j . N .

P O D p u e d e ha-i I AD c e r u n |¡_

t ro de t i n t a s u p e r i o r e in-

t e n s a m e n t e negra .

Oe v e d a en la mprenfa EL

LA D E F E N S A 5

(Adriano (asado (Jllaríiripz PERITO AGRICOLA

Ramón y Cajal. 4 B A E N A (Córdoba)

Tácfica nueva N o bastB, por lo visto, a la Re-

dacción del semanario «Todos» con

la labor de descrédito que desde sus

columnas viene haciendo en perjui-

cio de los elementos socialistas que

integran nuestro Conce jo . Han creí-

do necesario llevar sus campañas—

por la inf luencia—aún más allá, y

desde «La Vez » , de Có r doba » , ór-

gano de la reacción, lanzan de nue-

vo sus ataques insidiosos, como co-

rresponde a quien los dirige.

Por el contrario, desde esas mis-

mas columnas, las alabanzas al ele-

mento republ icano local se extreman

y superan. En esto, hace justicia el

articulista de «La Voz» . Est imamos

valiosos a nuestros compañeros de

Con junc ión , y no tenemos inconve-

niente en corear toda alabanza en su

prestigio. En lo que está completa-

mente equ ivocado el cronista es en

conseguir sus propósitos maquiavéli-

cos: I ] destitución de los socialistas.

La ñrroa de un escrito es la garan-

tía de tas verdades o intenciones que

encierra el mismo. Y hay firmas que

en Córdoba , como en Baena no pa-san. Además , importaría poco la des títución de sus concejalías a lo i ele-

mentos socialistas locales, toda vez

que en el socialismo no caben ape-

tencias de puestos. Por otro lado, la

medida nos haría comprender que

nuestro sitio está en la oposición. Es

decir: frente a la orientación conser-

vadora que quiere dársele a la Repú-

blica. U n a Repúbl ica que olvidara

los servicios prestados en su adveni-

miento por los socialistas y, sin em-

bargo, hiciese buenas 'as insidias de

reaccionarios encubiertos, no podría

merecer nunca el apoyo de los hom-

bres de corazón.

Sigan, pues, en sus campañas des-

tructoras los redactores de 'Todos " .

Hasta ahora, vamos defendiéndonos

con razones, que no se contestan.

Pero , en ¡o sucesivo, puede que uti-

licemos las mismas armas, maquiavé-

licas también, que las empleadas pa-

ra atacarnos. «Todos» ha conseguí-

do ejercer influencia en «La Voz» ,

de Có rdoba . Nosotros preferimos

"E l Social ista", de Madr id . Firma

por firma, razón por razÓD.

Crónicas al minuto D E C O C I N A

M e imagino vuestra avidez [oh gas

trólogosl creyendo hallar en estas

líneas algún secreto del arte culina-

rio; y co lumbro vuestra decepción

cuando no encontréis nada sabroso.

N o hay nada de secretos de cocina.

Se trata del vulgar potaje de «ga-

brieles». Y no crean tampoco que

me voy a poner yo ahora a repetir-

les el procedimiento para condimen-

tarlo. Nada de e¡o. Ha surgido una

solución genial, humanitaria, salva-

dora. ¡Se acabó la crisis, obreros!. . .

una racioncita de potaje vertida en

vuestros pucheros holgazanes por la

piadosa mano de una hermanita de

la Car idad , acabó con todo . Cada

hora que transcurre nos trae una en-

señanza ú il.

i Cu i dado con pensar a estas altu-

ras en cocinas económicas! ¡Si el

trabajador no quiere limosnas! Lo

que quiere es trtbejo, trabajar, pro-

ducir, y con el rendimiento de su

trabajo, sin humillaciones, sostener

dignamente a los suyos. ¿Está claro?

Más todavia: que los trabajadores se

oponen a aceptar limosnas, porque

odian la pobreza y desean que des-

aparezca. Lo que quieren es asegu-

rarse una existencia digna, trabajan-

do, y que su trabajo sea justamente

remunerado... ¡Pero que trabaje to-

do el mnndo!

C O S A S D E J U D I O S

No recuerdo en qué novela leí

cierta escena entre labradores, ocu-

rrida en Judea. Acude a mi mente

una solución muy de un opulento ju-

d ío que desempeñaba papel princi-

pal en la obra. Samuel me parece

que se llamaba, y si la memoria no

roe es infiel, creo que era conorido

en la santa comarca con el acertado

mote de «El Vamp i ro» , porque Sa-

muel, avaro terrible, insaciable, ha-

bía reunido una inmensa fortuna con

malas artes. El despreciable ente,

conquistó en aquel pueblo hasta la

postura de respetable e imprescindi-

ble señor; y por tanto, Samuel era

uno de los cabecillas de cierta So-

ciedad formada para defensa de la-

bradores, en la que habían dado in-

greso hasta a los más pequeños pro-

pietarios. Estos, más numnrosos,eran

un peligro para los grandes señores,

toda vez que en las votaciones los

opulentos salían siempre derrotados.

Y Samuel tuvo una idea: "los peque-

ños labradores no tendrán voto».. . y

se cumplieron los deseos de Samuel .

Y oo arrastraron a Samuel los po-

bres labradorcil los, que se resigna-

ron a seguir siendo juguete de aque-

llos fariseos.

P E L O T A

¡Qué dirían esos ases del foot-ball

como Zamora, Samitíers y otros, al

enterarse de que hay pelota morci-

llera y pelota republicana?.. . Pues la

hay, si, señor, y no tiene que decir-

se que es aquí en Baena donde las

hay. C o m o es'o no lo van a leer Sa-

mitiers ni Zamora, no me meto en ex-

plicar lo qi

Umpoco quiénes son los de la pe'o-

ta morcillera (los niños bien) ni los

de la pelota republicana (los «po-

hres» niños) Eso é». En todo de-

be haber clases.

¿Por qué, pobres niños, no de-

jan Vdes. ese esférico artefacto que

lo pateen cuanto quieran los niños

bien? |Que está muy caro el calza-

do! y sino, si; ejercítense ustedes

en dar «patás», q je puede que les

haga falta. Ahora, que no hay que

tomarlo muy a pecho, q je vosotros,

«pobres niños», no necesitáis tanto

ejercicio físico. Y cuidad) con en

frentar la pelota morcillera con la re-

publicana; que nó miran con muy

buenos ojos los «niños bien» nada

que huela a República. ¡Ah, y reser-

var un poquito de energías para leer;

no vaya a ser que el mañana, no le-

jano, os cause un profundo dolor la

lectura de aquello le la hormiga y la

cigarra ..

Fs un consejo de amigo. R.

Los M a c e r o s de l C o n g r e s o

La historia se va al archivo

¿Dónde están los " ^ c e r o v ? El p i -

mer presidente socialista sube si es-

trado sin el cortejo decora t ivo . La

Cá maia se l iberta de aquella tara

histór ica: ha jub i lado la dalmát ica,

la maza y el b ine te . Ha hecho b ien.

Además, ya ¿para qué los quiere?

Antes le fueron necesarios, c u a n d o

¿1 pueblo y el rey se miraban cara a

cara. " Y o tengo co r te " , decía el rey

exh ib iendo uni formes, veneras y p lu-

meros; y la representación popu lar ,

po i boca del presidente de las C o r -

tes, exhib ía sus maceros como si d i -

jera: « l i también tengo cor te jo».

T o d o esto, para los buenos t iempos

de las Cortes y los reyes, cuando las

potestades se las ten ían tiesas y eran

las ceremonias un poco más que pro-

toco lo . Cua ndo las mazas y maceros

pod ían ser el fuero. Después, todo

decoro, nada más; arqueología pura :

la cor te del rey y los maceros del

Congreso. C o m o los coches de París,

y las carrozas, y los pennchos. y IBS

plumas, guardarropía histó ic».

Detrás del bastidor se iba tramin-

do la tragedia, que se hinchó como

el mar en tormenta y rebajó los bas-

tidores y se llevó todo el "atrezza*

por delante. Pero ¿*s que han vuel-

to las rguas a su cauce? Ni volverán

jamás; que se ha deshecho el cruce

es la mayor conquista. Y el drama es

otro muy dislinlo: el pueblo no tie-

ne a quien mirar de igual a igual;

no hav potestad ig ia l enfrente, no

puede haberla. Los reyes se han hun-

dido por el escotillón de lo histórico

muerto; se han ido y se han llevado

detrás todo el cortejo: las bandas,

las plumas, los descotes... Ya no hay

que hacer ridiculos pinitos. El traje

civil y ciudadano, ve>te común , toga

de todo«, no tiene ya por qué ni pa-

ra qué echar mano a la histo ia; es

libre, dueño de sí; huelgan los sím-

bolos de sus prerrogativa1; las tiene

todas; uo hay quié i se 13S dispute.

Estamos poniendo nueva la mayor

parte de la interior morada. La de-

mocracia no se viste de viej : se es-

capa del pasado, crea una nueva vida

y ahonda sus raices en lo profundo

de hoy, no en el recuerdo del ayer.

Los maceros, en mangas de camisa,

cuelgan de un clavo sus dalmáticas,

arrumban t n un rincón lasm^zis,

prenden de la espetera los bi i retes...

El afán diario los espera. Aquello se

acabó, conque ¡a • >ira cosa!

Ayuntamiento Sesión o rd ina r ia de l 2 9 de A g o s t o

A las diez y cuarto dió principio

la sesión, bajo la presidencia del Al-

calde accidental don José Orejuela

Cesar.

Abierta ésta dióse cuenta de una

comunicación de la ExCma. Dipu-

tación provincial trasladando acuerdo

de aprobación dé la certificación nú-

mero 9 de las obras del camino ve-

cinal del kilómetro 85 de la carrete-

ra de Jaén a Córdoba a Nueva Car-

teyp, que asciende a 7.412'95 ptas.

Dada cuenta de las dimi iones de

los Sre». concejales D . Pablo Pastor

LA D E F E N S A 6

Moreno, D. Manuel Priego Casado

y D. Adriano Henares Aguilera, el

Ayuntamiento, por unanimidad, acor

dó no aceptarlas, por estimar que las

diferenciss de criterio entre los miem

bros del Concejo no drbe ser obs-

táculo para dejar de seguir laboran

do cada uno en la medida de su vo-

luntad para la defensa de los intere-

ses del pneblo.

Se desestimó una instancia de don

Servando Potrero Pavón interesando

se te reponga del cargo de guardia

municipal que desempeñaba y del

que fué destituido en 26 d ; abril

de 1930.

Se acordó la adquisición de 2.000

carnets y otras tantas fichas para el

censo de obreros agrícolas.

Accediendo a lo interesado por

don Francisco Ayala Andino, acor-

dóse nombrar al Perito Agrícola don

Liborio Cabezas Bargillos para que

valore los perjuicios causados por la

construcción del camino vecinal de

Baena a Zuheros, en finca del solici-

tante al sitio del Zaparrillar.

Se autorizó a D. Miguel Martínez

Muñoz y D . José Cruz Pavón para

verificar obras en inmuebles de su

propiedad.

Leida un í instancia suscrita por

varios vecinos de las calles Llano de

Santa Marina, Palomarejo, Arco de

Consolación, Casas de Carmona,

Plaza de Marinalva, Puerta del Per-

dón y Arco de la Villa, solicitando el

arreglo de la fuente que existe junto

al Castillo, o en su defecto la insta-

lación de otras en sitios adecuados

de dichas calles, se acordó que por

Perito aparejador se formule el co-

rrespondiente proyecto, por conside-

rar justa la petición de dichos veci-

cínos.

Se aprobaron a continuación va-

rios proyectos de obras en las calles

Fermín Galán, Crespo y Magdalen.

Se puso de manifiesto una instan-

cia suscrita por don Francisco Fer-

nández y otros vecinos interesando

la reposición del acuerdo por el que

se determinó en la sesión anterior

q ie la Banda Mu licipal actuara en la

Plaza de Pablo I¿lesias en lugir de

en el Parque como hasta aquí vino

haciéndolo. Se originó un amplio

deb i te en el que intervíni ron los

LA D E F E N S A 7

Sres. Pérez Morales, Moreno Flores,

Pozo Muñoz Castilla López, Fer-

nández de los Ríos, Cárdenas San-

tano, Ar«hón Román y de la Torre

Arcos, determinándose, en vista de

la oposición de critorios, sacar el

asunto a votación y verificada esta

se pronunciaron a f¿vor de que ac-

tuara L Banda en el Parque los se-

ñores Arrabal Romero, Priego Gar-

cía, Cárdenas Santano, Moreno Flo-

res, Pozo Mugoz , Castilla López,

Megias Melendo y Fernández.de fos

Ríos, focho) y en contra los señores

Pérez Morales, Ruiz Lopera, de la

Torre Arcos, Mauvecin Cejudo, Ara-

gen Reirán y el Sr. Presidente,

(seis). E¡ Ayuntamiento, en vista del

resultado de la votación, acordó la

rectificación del acuerdo de la sesión

anterior, y que dicha Banda actuara

en el Parque de la población.

C o n el irforme favorablemente de

la Int ervenciói. se aprobaron des-

pues varias cuentas de gastos.

En la sección de ruegos y pre-

guntas intervinieron los señores Me-

gias Melendo , solicitando que por

un técnico se verifique el estudio de

captación de aguas para el abasteci-

miento de la aldea de Albendín; Pé-

rez Morales, recordando la petición

de varios vecinos de la calle Aveni-

da de Ce rvantes sobre construcción

de un ramal de conducción de aguas

al objeto de poder acometer a sus

domicil ios; Moreno Flores propo-

niendo la ejecución de obras en los

Grupos escolares por cuenta del

Ayuntamiento con el fin de suavizar

la crisis existente, y Mauvecin Ceju-

do interesando se lleve a efecto la

rotulac¡9n de la calle Sánch z Gue-

rra y otras, según acordó en ses ones

anteriores la Corporación-

No habiendo más asuntos de que

tratar se levantó la sesión a las once

treinta minutos de la noche.

Buen servicio Por los guardas rurales José Bae-

na Torres y José Rojas Baena ha sido

detenido y puesto a disposición del

Juzgado correspondiente, José Rub io

Céspedes, vecino de Bailéa (Jaén),

al cual le fué ocupada una muía de

cuatro años.

Según indagaciones practicadas,

dicho individuo en unión de otro,

que dicha pareja no pudo capturar,

vendieron once cerdos a varias per-

sonas en la campiña, hurtados en la

noche del 19 al 40 del actual en el

cortijo «El Veleto», término de Cas-

tro del Río, a don Francisco La Ro-

sa I b á ñ e z .

Lea el p r ó x i m o nú-m e r o de 'La Defensa'

D e Fúltbol El pasado dorrir.go tuvo lugar en

el campo de la carretera de Valen-

zuela un encuentro amistoso entre

los equipos "Baena F. C . " y "Agru-

pación Deportiva de Castro del Río.»

El partido terminó con la victoria

de los locales por 3 a 1, habiéndose

notado cierta durezB en el juego por

parte de algunos de los «equipiers»

del Baena.

Esperamos que en lo sucesivo ten-

gan en cuenta nuestros paisanos el

carácter amistoso de los partidos.

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D I G A L U Z eclipsa para siemp'e el tratamiento por los colirios conocidos

hasta hoy en todos los gabinetes oculbt icos, colirios que en la mayor par

te de los casos no hacen más que empeorar el mal , irritando órganos tan

importanies como la mucosa conjunt ival . El nitrato de plata, causa del

verdadero terror de los enfermos y de muchas cega ras , lo hace desapare-

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8 D E F E N S A

El suceso de I A semana

. O S huevos de

Elisa No conocemos a Elisa .limeño, pe-

ro debe ser mujer brava, y no deci-

mos de pelo en pecho porque ade-

más de una descortesía seria una im-

putación caprichosa de carácter pa-

tológico (todos sabemos lo malos

que son los «pelos de pecho> en las

mujeres) que quizá, dado el carác-

ter de la protagonista, pondrían en

peligro nuestra in'egrídad personal.

Sentamos la afirmación de que la

tal mujer es brava y de temple, por

el siguiente diálogo y escena Goal

que aoituvo en el domicilio de IU

convecina Vicenta Rui», tito en la

Plaza de Marioaiba.

—Loa huevos que me ha* quitado,

roe loa vas a dar, pero que va a ser

ahora misraito.

—Vamos, anda, Elisa,* tu estás

«chalá perdía» .... Esos huevos que

dices, no son tuyos ni de nadie

que son de mi «marío», .'que me los

ha traído para que se los «apañe» en

«gazpachuelo», que le gustan un

"jartón".

—El «jartón» quien te lo va a dar

a ti soy yo. ¡Pero va ser de "bofe-

tás\

Y dicho y hecho, se entabló la lu-

cha encarnizada y reñida hasta el ex-

tremo de quedar vencida y desmoña-

da la Vicenta.

Con el trofeo de su victoria en la

mano penetró en el interior la F.|¡sa

y apoderándose del cestillo donde

cuidadosamente guardaba los hue-

vos Vicenta para regajo de su mari-

do, se los estrelló en la «amanolada»

cabeza, no sin antes obsequiar con

unos cuantos ponches servidos por

vía aérea a un vecino que quiso sa-

lir en defensa de la des i ioñada.

Y es lo que la Eloísa decía al dis-

pararle:

—¿Que . . . quiérej sacar la cara

por ésta? ¡Pues toma y límpiate, que

estás de huevo!

Lea LA DEFENSA

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