añoranzas, la batalla por la democracia por víctor sánchez

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Añoranzas. El debate por la democracia. 1/3 Víctor Sánchez. Se cumplirán los primeros 99 años del SME, estamos a uno del Centenario. No hay en México sindicato que tenga esa trayectoria histórica. Es un sindicato sin igual y, desde hace 4 años con mayor razón. Se analiza y se debate sobre su propia existencia a partir del golpe burgués contra los electricistas, al extinguir su empresa y provocar con ello su propia extinción. No hay contrato colectivo o al menos sigue el litigio legal, a pesar de las múltiples reconvenciones realizadas por las Juntas de Conciliación y Arbitraje, los juicios y amparos como los dos resolutivos de La Suprema que afirman la inexistencia de Luz y Fuerza del Centro, del contrato y del impedimento para CFE a convertirse en patrón substituto. Del lado del trabajo y la materia nada para el SME. Aunque a diario reconocemos que dicha materia de trabajo existe y CFE realiza las labores. Si hay una empresa, un patrón, que ha substituido a Luz y Fuerza del Centro; incluso el cobro la ha convertido en la empresa con mayores demandas en la Profeco. Las tarifas locas muestran los altos cobros que aplican a los usuarios. El SME persiste en medio de esas situaciones. Tiene un estatuto donde se indica que sólo con una asamblea mayoritaria de sus miembros -3 cuartas partes- podría desaparecer. A la fecha existen 16, 599 que no han renunciado explícitamente a su trabajo ni han sido despedidos; más 22 mil jubilados miembros. 38,599 electricistas siguen siendo miembros del SME, miembros activos según sus estatutos. Los jubilados están divididos políticamente, 10 mil más o menos están en las filas de La Resistencia dirigida por Martín Esparza, otros 10 mil están en la oposición [unos con Alejandro Muñoz de 3 a 4 mil, quizás; otros con Jorge Sánchez

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Añoranzas.El debate por la democracia. 1/3

Víctor Sánchez.

Se cumplirán los primeros 99 años del SME, estamos a uno del Centenario. No hay en México sindicato que tenga esa trayectoria histórica. Es un sindicato sin igual y, desde hace 4 años con mayor razón. Se analiza y se debate sobre su propia existencia a partir del golpe burgués contra los electricistas, al extinguir su empresa y provocar con ello su propia extinción.

No hay contrato colectivo o al menos sigue el litigio legal, a pesar de las múltiples reconvenciones realizadas por las Juntas de Conciliación y Arbitraje, los juicios y amparos como los dos resolutivos de La Suprema que afirman la inexistencia de Luz y Fuerza del Centro, del contrato y del impedimento para CFE a convertirse en patrón substituto. Del lado del trabajo y la materia nada para el SME.

Aunque a diario reconocemos que dicha materia de trabajo existe y CFE realiza las labores. Si hay una empresa, un patrón, que ha substituido a Luz y Fuerza del Centro; incluso el cobro la ha convertido en la empresa con mayores demandas en la Profeco. Las tarifas locas muestran los altos cobros que aplican a los usuarios.

El SME persiste en medio de esas situaciones. Tiene un estatuto donde se indica que sólo con una asamblea mayoritaria de sus miembros -3 cuartas partes- podría desaparecer. A la fecha existen 16, 599 que no han renunciado explícitamente a su trabajo ni han sido despedidos; más 22 mil jubilados miembros. 38,599 electricistas siguen siendo miembros del SME, miembros activos según sus estatutos.

Los jubilados están divididos políticamente, 10 mil más o menos están en las filas de La Resistencia dirigida por Martín Esparza, otros 10 mil están en la oposición [unos con Alejandro Muñoz de 3 a 4 mil, quizás; otros con Jorge Sánchez de 4 a 5 mil, quizás] y el resto sin presencia ni participación.

El SME es también el único sindicato donde los jubilados son reconocidos como miembros activos de la organización, cotizan sus cuotas, tienen voz y voto, son el grupo de afiliados con mayor cantidad de representantes en su Comisión de Trabajo y, además, uno de los integrantes del comité central es un jubilado [desde 1956 se aprobó en los estatutos la existencia del prosecretario de jubilados]. El actual había sido cuando trabajador secretario del trabajo, secretario del exterior y en múltiples ocasiones representante propietario en el

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departamento de Agencias Foráneas. Una vida muy activa antes de ser jubilado y ahora.

Dos cualidades especiales. Ser el decano de los sindicatos y reconocer a sus jubilados como miembros activos. Ahora le agregamos una más: su desdoblamiento político legal, no existe para las autoridades y a su vez, si existe pues le otorgan toma de nota a sus dirigentes electos.

En el SME hay elecciones, se postula una planilla, se realiza el recuento de los votos, se aprueba con asamblea su validez y en otra se toma la protesta por los periodos nominados, a la fecha 2 años. Hay elecciones en los “departamentos” pues los “trabajadores”, los miembros siguen agrupados por aquéllos centros de trabajo y eligen a sus representantes que forman la Comisión de Trabajo, la cual es el quórum legal de las Asambleas Generales en el SME.

Se sabe que el grupo de Jorge Sánchez se denomina Coalición del SME y tiene un comité central, donde la mayoría “electa” son jubilados. Han de tener sus propios estatutos pues se permite eso, y es probable que hayan solicitado su registro como coalición bajo su propio régimen: sólo así podrían tener un comité central electo.

En el SME podrían ser una corriente o grupo sindical interno, una fuerza política reconocida y podrían participar en elecciones generales o departamentales, siempre y cuando tuvieran presencia dentro de la misma organización. Reconocer al comité central con Martín Esparza y por ello, ser su oponente. Pero no lo hacen ni lo han hecho, no lo harán.

La democracia sindical tiene estos vericuetos que se traslucen en lo escrito. La Resistencia ha mantenido la tradición y ha creado otros causes a la democracia sindical, por las razones políticas a las que se le somete; existe múltiples temores y resquemores en su construcción.

La historia de estos 4 años desde la extinción es muy difícil de elaborar. Tan sólo por mencionar dos cuestiones, existen reuniones casi cada 8 días los miércoles con los jubilados, de las cuales suponemos no hay actas; existen “plenarias” de la comisión de trabajo [reuniones con los representantes departamentales] a veces cada 8 días veces 15, donde tampoco habría actas. Una historia documentada de ellas no puede realizarse.

Los detalles de las plenarias no se conocen en forma concreta, en ocasiones sólo rumores que deberán ser registrados. Aún con entrevistas poco sería abarcado. Algunas plenarias suelen ser ríspidas, acaloradas, los temas contemporáneos lo son sin duda. Puede calentarse el pensar, el hígado hace su labor y el cerebro deja de

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aportar serenidad. Pero no podemos documentarlo, a menos que algunos representantes lo realizaran lo escribieran. Que sepa, no lo hacen

Hoy hay dos formas etéreas que se usan, las fotografías y los videos subidos en “línea”, en páginas de facebook, en youtube y en algunas que parecen ser oficiales o semioficiales del SME. El debate por la democracia sindical electricista ha llegado a estos sitios. “Se suben y se bajan”, se comentan, se aprueban o no: las visitas son el termómetro. Lo efímero convertido concreción. ¿Será que ahora los videos en internet más los comentarios en facebook se conviertan en lo histórico documentado?

Un video se elabora desde un punto de vista, parcial y se desconoce su confiabilidad. Tiene una periodización, muy esquemática. Contiene sus errores y sus aciertos. Pero el debate no logra elaborarse. Debe, sin embargo, permitirnos construir los 4 años de resistencia.

Los videos no tratan el papel de los jubilados [real y totalmente]. Ahí falta esa visión crítica. En ocasiones se enfatiza a un sólo personaje, según la emoción del momento; es el presente inmediato, falta su ubicación como la huelga de hambre. Por ello suele esquematizarse, incluyendo los logros, los avances, o las fallas provocadas. No aparece el enemigo o sólo aparece él.

El gobierno incumple pero el análisis también. Quienes aparecen suelen ser los personajes, pero también los personajes se pueden torcer a gusto de videasta. No se comparte, no se dialoga. Pero eso es el sentido o su proyecto. El ánimo es el debate por la democracia, quizá por el poder político.

En esta nueva etapa telemática, donde la presencia del internet es constante y variable, se crea un nuevo proceso. Que será como su esencia lo permite, variable, etérea, inatrapable, permisible donde nada debe impedirse, ni prohibirse. Es el espacio donde ciudadanos o en este caso, los electricistas podrán expresar lo que en otros momentos y lugares no lo hacen [por temor, inexperiencia o rubor].

El imperio yanqui ha mostrado fragilidad porque fueron mostrados documentos de su intromisión directa, de su capacidad de penetración para espiar y combatir la insurgencia o los gobiernos democráticos como Allende. En estos tiempos el imperio quiere, desea y promueve que se acalle internet, se norme para limitar su potencial.

Estos son los elementos contemporáneos del debate por la democracia sindical en el SME, sin duda compleja y por construir. A 4 años de la

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extinción confrontamos los 100 años de existencia de ésta organización obrera. Por el momento, vale.

Añoranzas.El debate por la democracia. 2/3Víctor Sánchez.

En la continuación de la asamblea general permanente del 4 de febrero de éste año, repleta de camaradas [en sus dos salones de Insurgentes 98 y Antonio Caso 45, incluso en los pasillos], se aprobaron una serie de acciones sindicales marcando una posición contra la disposición de la Suprema Corte de Justicia que negaba un amparo directo al SME, en el cual se aprobaba al patrón substituto. Revocaron la sentencia. Órales.

Los argumentos del gobierno están llenos de contradicciones. Como decidía la Suprema que ni el presidente tenía vela en el entierro. La Suprema equilibra, se dice, por eso hay 3 poderes. Después de participaciones resumiendo el proceso, al momento se anotaba esas contradicciones. El despido tiene que notificarse, sea justificado o no. Pero no se ha presentado en todos los casos de los 44 mil electricistas, un despido de algún tipo.

Quién los ha despedido, nadie. El presidente, no. El SAE, no. Luz y Fuerza, ya no existe. Las juntas, tampoco. El secretario de trabajo, menos. CFE sólo que sea el patrón substituto, y entonces le reclamaríamos. Quién entonces presentaría su renuncia en forma voluntaria. Se acordó que nadie.

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Si La Suprema acordó la extinción, entonces que autorice al presidente a corrernos. Pero no hay quien, como no habrá quien renuncie. No hay liquidados sino renuncias voluntarias. Las contradicciones son pues, más que graves.

Ante el paredón, la conciencia de clase empieza a surgir. La democracia tiene entonces elementos pragmáticos y teóricos. Las contradicciones legales, la desaparición del trabajo y los golpes de la maquinaria del Estado las muestran, las aristas de la democracia y su debate sindical son cruciales. Están en la encrucijada. Son 4 años de ella. Es o no la lucha por el poder sindical, es o no el poder sindical de los electricistas en el debate. El 30 de enero habló La Suprema, el 4 de febrero la Asamblea General Permanente, de poder a poder.

La asamblea acordó varias acciones. Primero no renunciar. No aceptar las liquidaciones, porque a nadie han despedido. Aprovechar las contradicciones y socializar la acción sindical. Todos, los 16,599 a gobernación. Tercero, salir fortalecidos con 1,920 cuadrillas con 5 compañeros cada una para que salgan a todas las delegaciones, a todos los municipios, en el metro y metrobus, en televisa o tv azteca; en escuelas, en mercados. En todo el territorio de luz y fuerza del centro. En todos lados, para informar y difundir la situación de la lucha, para notificar si hay liquidación, en cuanto alguien les despida por escrito. ¡Que me despida Peña Nieto, por escrito! ¡Que me cumpla!

Aquí se discuten todos los temas, se dijo, pero no siempre se tiene la razón; eso habla bien de la democracia en el SME: pues estamos sujetos a la crítica. A la que señala yerros pero indica la alternativa que nos permita claridad en el mensaje como trabajadores. Entonces crítica y alternativa, así se construye la democracia.

La máxima autoridad judicial, en materia de aplicación de las leyes, La Suprema, dio su veredicto contra los trabajadores, al negarles su opción legal al trabajo. Pero se dijo en la Asamblea Permanente, los trabajadores tienen al SME. Que les mantendrá en la lucha ideológica y el debate político. La democracia electricista en la disputa, en la crisis y en el conflicto: así se construye, dice uno. La asamblea general permanente del 4 de febrero crispó y construyó el poder de la democracia sindical.

Los acuerdos alcanzados son muestra de ello. Es el momento de revisarlos y confrontar con la situación de entonces como actual. La encrucijada sigue siendo actual y el debate por el poder sindical se basa en dichos acuerdos.

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Cuarto, desobediencia civil y pacífica. Con el fin de volver a la mesa de negociación. Sexto, garantizar una mínima condición económica impulsando cooperativas [rentar la infraestructura sindical u obtener contratos de bienes y servicios], descentralizar la administración de los deportivos con consejos formados con jubilados base de las cooperativas. Séptimo, reclamar a las autoridades los fondos sindicales que nos corresponden. Octavo, abrir radio sme a todos los grupos de trabajo. Noveno, crear una campaña internacional contra el gobierno y contra La Suprema.

Décimo, acudir a todas las organizaciones sociales, sindicales y políticas para forzar su solidaridad o deslinde con nuestras acciones; que al menos publiquen uno a uno una declaración pública. Décimo primero, consolidar los lazos con los usuarios y crear otros más, diferentes creando comités, para mostrar un reimpulso político de la acción social del sindicato [mesas móviles en las áreas públicas, habitacionales o sociales]. Décimo segundo, reagrupar a La Resistencia a través de brigadas territoriales para acercar a quienes se hayan alejado. Décimo tercero, promover 3 caravanas a lo largo de la república –una al norte, una al sur, una al sureste-, que articulen a su paso a los movimientos sociales existentes. Para entregar la queja en la comisión interamericana de derechos humanos. Último, que todos los departamentos y las divisiones analicen su potencial para el despliegue de todos estos acuerdos.

Se concluía, ¡Aquí nadie se rinde! ¡Porque aquí nadie renuncia! ¡Que nos despidan primero!

Los poderosos se han acostumbrado a imponerse, a someter al pueblo, a los trabajadores. El baluarte es ahora, el SME. El golpe burgués del Estado extinguió Luz y Fuerza del Centro, para impedir su existencia. Pero los electricistas se han sobrepuesto a dicha determinación. Ahora en enero, La Suprema quiso dar la puntilla. Pero la asamblea de febrero la evita con su único poder, el del debate por la democracia sindical.

Ni una renuncia. Ni una liquidación. Ni rendición a principios. Pero van por la vía de la negociación, como debe de ser. Con el SME, con los principios y por el patrón substituto. Porque todo ello es recomponer el estado derecho. Negociación por el derecho y la justicia del trabajador, con democracia sindical: tal cual fue con los acuerdos de la asamblea permanente del 4 de febrero del 2013.

Estas son las aristas de la democracia sindical. Pero volvemos al inicio de nuestra pesquisa ¿dónde se puede consultar esta asamblea? Pues en las llamadas redes sociales, tanto en las páginas oficiales del SME, como en las páginas no oficiales pero sí de electricistas o en el afamado

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You Tube. Sí los acuerdos tan llenos de poder sindical, de una clara propuesta de socialización del poder están en Internet dejan de tener presencia, si se colocan en vínculos o en páginas de Facebook o Blogs personales y colectivos, ¿dejan de considerarse parte de la encrucijada? ¿Los videos, entonces, son parte del debate por la democracia? Al parecer sí.

Añoranzas.El debate por la democracia. 3/3Víctor Sánchez.

La democracia sindical -por si ya olvidó- se realiza en diversos ámbitos y niveles. El clásico, es votar. A nivel nacional le interesa a la burguesía como el único y exclusivo: votas y te vas. Nos insisten los medios, los

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partidos, el gobierno. Antes pudimos llamarle el ámbito pequeñoburgués, donde las formas de llegar a un aprendizaje, a un conocimiento o análisis, a un debate compartido no interesan; donde las presencias de las bases no interesan, dejan de ser parte de dicho ámbito, sólo cada cual frente a la urna trazando a los nominados al depositar la planilla de los contendientes. Sólo votar.

La urna y el voto [de todos pero personal], sólo eso se dice. Urna y voto universal aislados es antidemocrático. La democracia sindical se da en más espacios. La tradicional puede ser la asamblea en sus distintas denominaciones [secreta, judicial, legislativa, electoral, temática o general ordinaria], donde las presencias de distintas voces resultan esenciales. Los personajes con distintas formaciones culturales y laborales se conocen a través de la voz y se conjugan de ser el caso, en votos para alcanzar una mayoría necesaria, los demás minoritarios existentes esenciales, sin duda.

La asamblea general compuesta por la representación [como dice el Estatuto] y votación proporcionales, lo cual supone formas previas de organización a aquélla, de no ser así se duda cómo alcanzar su norma. Sean los departamentos, secciones o divisiones discuten y acuerdan. O sea analizan, debaten y acuerdan de asuntos locales o generales. Así las distintas voces, de distintos niveles, con distintas formaciones culturales, con experiencias productivas construyen un debate y llegan a acuerdos por medio del voto. Es la cultura e ideología obrera en distintos niveles desarrollada.

No basta para el debate por la democracia sindical una sola cosa. Aquí ya encontramos dos formas muy distintas, complejas: urnas y asambleas. Con procesos siempre contradictorios, antagónicos y, a la vez por esencia, por necesidad capaces de su acuerdo. El Estatuto [art. 15] indica como alcance legal a una convocatoria, un quórum, votos proporcionales con voz, acuerdos mayoritarios, un acta y “transcripción literal de las proposiciones hechas y de los acuerdos tomados”. La norma legal, como puede notarse se dificulta cuando alguno de sus elementos deja de estar presente. De ser así se convierten sólo en reuniones informativas, la asamblea requiere se cumplimenten los puntos en su totalidad; la exigencia de los electricistas queda clara.

Aún más, se anota que deben existir en el acta no sólo su versión taquigráfica [grabada y transcrita diremos ahora] sino con la firma del presidente de los debates, los secretarios general, del interior y el de actas y cada uno de los representantes departamentales, seccionales o divisionales que hubiesen participado en la asamblea. No bastan las voces ni los acuerdos ni las discusiones sino además el acta con el dicho

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exacto de lo propuesto, del acuerdo. Órales con el debate por la democracia sindical.

Las voces fuera de las asambleas pueden darse pero hasta el momento, hasta podrían no ser parte de la democracia sindical aunque aludan a ella. Pueden permitir que un grupo, una proposición o unas voces se formen, que su construcción ideológica se fortalezca pero dice la norma que en tanto no reúnan los requisitos de la norma, no son parte de la democracia sindical.

El voto frente a las urnas de los miembros activos; el voto con debate para los acuerdos de los miembros activos; en cada caso dentro de ese ámbito cubriendo las normas para que sea esencia y logro con sus elementos. Lo otro está permitido pero está fuera de los “acuerdos” legales; existen pero en forma lateral de los democrático. Como una asamblea sin sus requisitos es reunión, pero no alcanza a su legalidad ni a un acuerdo de mayoría, con responsabilidad general vinculada a cada uno de sus miembros. Una voz puede ser escuchada, expresarse en los espacios de la empresa o las instalaciones del sindicato, pero es parte de lo democrático al estar en la asamblea o ser parte del proceso para llegar a las urnas; si cumple el requisito es sólo una voz, una expresión.

Una voz puede existir pero es democrática si cumple la norma. Muchas voces existen, ayudan a la democracia pero no llegan a su parte esencial, no son debate por la democracia si el ámbito no es legal. Voces y expresiones siempre y cuando sean en el ámbito de la norma. No más, pero tampoco menos.

Lo dice el Estatuto. Con quórum y convocatoria, dentro del tiempo y con la firma, para los ámbitos local o general, en el departamento o en la división. Para darle consistencia a la voz como al voto, en campaña o en el debate. Con presencia y con propuesta, trascienden si son “literales como acuerdo”. Sólo así son voz con voto en el debate por la democracia. Si no hay acta, ni asuntos, sin acuerdos precisos ni firmas entonces las voces dejan de construir la democracia sindical [art. 16]. Luego entonces son voces, expresiones válidas y existentes; para estar en el debate sólo dentro de un ámbito concreto. La firma de quien expresa, la firma de quienes están presentes.

Cada ámbito tiene una forma precisa; si es legislativa de pactos, judicial, ordinaria, extraordinaria, de estatutos, electoral, contractual. Los grupos sindicales además de los departamentales permiten que las voces se expresen, son parte de la democracia por cuanto permiten concretar, construir y llegar al debate.

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Otra forma más, otro nivel, otro ámbito de la democracia. El Estatuto nos indica que hay más por el debate democrático. Son las urnas, son el voto electoral, son las planillas, la campaña, son las voces y los votos en asambleas. Mayoría y minorías en asambleas. Bajo la sombra de la norma son democracia. No basta, la democracia es más. Ahora está en los grupos.

Dice Jorge Sánchez y seguidores que se han coaligado formando grupo nominando dirigentes de “su grupo”. De acuerdo; serán parte del proceso democrático si están preparándose y se integran a uno de los ámbitos legales. Aporta Mario Benítez por medio de un video su visión de los 4 años de Resistencia, le apoyan en lo técnico unos compañeros. De acuerdo siempre y cuando su voz sea una expresión en asamblea general, local e incluso, departamental. Ambos no están descalificados ni por ello podremos desconocerlos, existen pero son sólo voces –como muchas más- merodeando los ámbitos sin alcanzar su plena, legal y normativa presencia. Las voces fuera del ámbito serán expresadas pues no por ello acalladas; las voces dentro de la norma, serán cause y causa de La Resistencia al completar el debate por la democracia.

Los grupos son necesarios por el aporte al debate por la democracia. No desde lejos, no aislados. Se preparan para ser parte de la estructura sindical, son la dinámica política, son la cultura obrera e ideología para cumplir los objetivos [art. 6]. Es de aplicación.

“Todo agremiado tiene derecho a coaligarse con otros trabajadores que se encuentren en las mismas condiciones para formar grupos, los cuales podrán llevar un nombre y quienes los integren tendrán la libertad de declarar o no públicamente su funcionamiento. [Son estructura sindical, es democracia]. Estos grupos deberán tender fundamentalmente a fortalecer la democracia sindical y su ideología [socialista. Art. 46]. Los trabajos y derechos que estos grupos pueden y deben ejercer, son los siguientes:

a).-Discusión sobre problemas de trabajo departamentales y generales.b).-Análisis de las tácticas que la Dirección del Sindicato lleve adelante en el proceso de su lucha.c).- Análisis permanente de la situación que guarda el movimiento obrero en general y de las relaciones que con él guarde el SME.d).-Formulación de tesis y conclusiones para que éstas puedan ser discutidas públicamente en forma oral o escrita.e).-Fundamentación de críticas respecto a la línea político-sindical y a la conducta personal de los dirigentes de la Agrupación.f).-Revisión de los documentos de la Tesorería. La solicitud para ejercer este derecho deberá hacerse ante el Secretario General, el cual deberá

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otorgarlo en un plazo de 15 días y en caso contrario podrán apelar a una Asamblea.g).-En general, podrán abordar todos aquellos temas, procurando materializarlos, que beneficien el desarrollo de nuestro Sindicato y del movimiento obrero. [art. 46]

Sin anonimato dicen Sánchez, Benítez y otros que cumplen, pero les faltan los 10 nombres de compañeros para ser responsables de su opinión; no son estatutarios. La “única consecuencia” será lograr una discusión pública y su refutación, la crítica de tales ideas “nunca serán motivo de sanción ni discriminación” [art. 46]. Libres las voces para refutarlas. Libres las expresiones jamás vilipendiadas menos sancionadas. Libres para poder refutar. Lo indica el Estatuto ¡hay que aplicarse!

La Resistencia necesita la crítica. Lo que a la fecha algunos han hecho, como Benítez en su video no es novedoso. Hay más propuestas y acuerdos en la asamblea del 4 de febrero. La crítica y el análisis de los momentos actuales son necesarios, por Estatuto. Hay que cumplir para construir el debate por la democracia. Hay que parecerse a los tiempos de Velasco, Breña Alvírez o Sánchez Delint para desechar los de Rivera Rojas. Ahí está el ejemplo. Ahí la respuesta. Véanse los acuerdos de la asamblea 4 de febrero.

La asamblea general permanente puso ya, el punto de debate de unas y otras voces, de unas y otras expresiones: mayor democracia, mayor poder a las comisiones, mayor poder socializante en las cooperativas, mayor poder democrático a los trabajadores, mayor poder en las brigadas. Literal. Es de aplicación. No más, pero tampoco menos.