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ANEXO II

AN. VET. (MURCIA) 19: 155-180 (2003). MEMORIA OFICIAL DEL ACTO DE XX ANIVERSARIO DE LA FACULTAD DE VETERINARIADE LA UNIVERSIDAD DE MURCIA

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MEMORIA OFICIAL DEL ACTO DE XX ANIVERSARIO DE LAFACULTAD DE VETERINARIA DE LA UNIVERSIDAD MURCIA

Dr. José Ballesta Germán. El actual Decano dela Facultad de Veterinaria, Prof. Dr. AntonioBernabé Salazar, así como sus predecesores enel cargo, Profesores Doctores D. José Luis Soti-

El Sábado 1 de Marzo de 2003, se celebró elXX Aniversario de la Facultad de Veterinaria.El acto fue presidido por el Ecxmo Sr. RectorMagnífico de la Universidad de Murcia Prof.


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llo Ramos, D. Pedro Alfonso Ponce y D. CarlosCárceles Rodríguez (este último en representa-ción del Prof. Dr. Francisco Moreno Medina)pronunciaron unas emotivas palabras y repasa-ron la historia y los logros de nuestro Centro ensus veinte años de historia. Un representante delos antiguos alumnos también se dirigió a losasistentes (FOTO 1).

Durante el Acto se otorgaron distinciones alas Facultades de Veterinaria de Madrid y Cór-doba, así como a antiguos profesores y personalde administración y servicios que han estadovinculados con nuestra Facultad. También sehomenajearon a los profesores fallecidos y jubi-lados. Finalmente, fueron agasajados durante laceremonia aquellas personas que han realizadodonaciones de material bibliográfico, laborato-rial, quirúrgico, etc. tanto a la Biblioteca comoal futuro Museo de la Facultad.

Se realizó una exposición de libros y mate-rial veterinario antiguo, así como de diversaspublicaciones y material docente producido por

el personal de este Centro, y se proyectaronvídeos de las instalaciones del edificio central,de la Granja y del Hospital docente, igualmentese presentó la página web del Centro (FOTO 2).

DESARROLLO DEL ACTO:

El Excmo. Sr. Rector Magnífico de la Uni-versidad de Murcia inició el acto diciendo:

“Va a dar comienzo el Acto de celebracióndel vigésimo aniversario de la Facultad de Ve-terinaria de la Universidad de Murcia.

Tiene la palabra Dña. Teresa López Her-nández antigua alumna de la Facultad de Ve-terinaria de la Universidad de Murcia.

Dña. Teresa López Hernández intervino conel siguiente discurso:

“EXCMO. SR. RECTOR. MAGFCO. ILMO.SR. DECANO, PROFESORES Y ALUMNOS DELA FACULTAD DE VETERINARIA: ANTI-GUOS Y ACTUALES, PERSONAL DE ADMI-NISTRACION Y SERVICIOS: TAMBIÉN ANTI-GUOS Y ACTUALES, SEÑORAS Y SEÑORES:

Parece que fue ayer, ese mes de Noviembrede 1982, cuando nos incorporamos a una nuevaaventura dentro de la Universidad de Murcia,estudiar Veterinaria en una Facultad físicamenteinexistente, que dicho sea de paso evitó quemuchos de nosotros nos fuéramos a Córdoba oa Madrid a cursar la licenciatura.

El primer recuerdo que tenemos es una in-mensa cola en la Facultad de Derecho dondetuvimos que preinscribirnos para ver si nos ad-mitían en Veterinaria. Creo recordar que fui-mos más de 300 alumnos los que empezamos.

No sabíamos donde nos metíamos, ni dondenos iban a meter, ni si podríamos o no cursar lacarrera, ni cuando empezaríamos. Hasta el pun-to que el primer día no sabíamos dónde estabala ¿Facultad de Veterinaria?.

Subíamos al Campus, como la mayoría delos universitarios de entonces, es decir, hacien-


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do autostop o compartiendo coche con otroscompañeros.

Ese campus universitario de Espinardo, en-tonces incipiente, y para nada semejante al exis-tente hoy en día, sin sistemas de seguridad ycon algún exhibicionista mostrando sus vergüen-zas.

No tuvimos precisamente una facultad degala, nos ubicaron en el edificio de la antiguamaternidad del complejo de Espinardo, dondese improvisó la única aula con la que contába-mos, que tenía numerosas columnas que impe-dían, en determinadas zonas, ver la pizarra o alprofesor mientras hablaba. ¡Vamos que teníasque estar en la... ¿Facultad?, treinta minutosantes de iniciar las clases para coger una “poleposition”, o ese día podía ser lo más parecido aescuchar Radio Nacional de España en una ra-dio de bolsillo!.

Mediante una pobre megafonía pudimos es-cuchar, con cerrado acento cordobés, a aquelvivaracho profesor, que no era otro que DonFrancisco Moreno Medina, que hoy lamenta-blemente no puede estar con nosotros en un díatan entrañable.

Y llegaron las prácticas, ...!fuera miserias!un ¡perro pa siete!, las perreras municipalesnos suministraron material de prácticas, y nadade plastificación como ahora. Al puro formol,con lágrimas en los ojos y con picor en la gar-ganta, diseccionamos nuestros primeros anima-les.

Hirviendo, limpiando y blanqueando conagua oxigenada conseguimos nuestros prime-ros esqueletos en un trabajo codo con codo conlos profesores del Departamento de Anatomía.

“El músculo “Fulano” nace en la apófisis“Mengana” y se inserta aquí, en ... “LA CRES-TA DEL GALLO””... Y mirabas aquella masamaloliente de carne y hueso... y por supuesto noveías nada. “Srta... lo dibuje esta mañana”... eintentabas recordar aquel magnífico dibujo dePaco, hecho con tizas de colores sobre la piza-rra negra... y por supuesto seguías sin ver “NILA CRESTA NI EL GALLO”.

Los exámenes, como era lógico no se po-dían realizar en la entonces única, y magníficaAula Magna de que disponíamos, por lo quenos pasamos a la Facultad de Medicina a reali-zarlos, pero, lógicamente cuando no estabansus inquilinos, es decir, los sábados.

Con esto, poco a poco, como diría Cervan-tes, llegamos a final de curso, con mucha teo-ría, muchas horas de estudio, mucha ilusión,muchos suspensos (que amablemente mediantelas papeletas nos libraba el bedel), y poca prác-tica.

Ese verano, todavía sin prácticas organiza-das, ni becas rurales, ni nada parecido, nosbuscamos la vida como pudimos con Veterina-rios Titulares del Estado, Empresas, etc..., peromuchos de nosotros no conocíamos nada másque fotografías de nuestras especies objetivo.

El nivel académico de ese primer año fueuna pasada, fue el año de la gran criba, menosde la mitad de aquellos 300 pasamos a segundocurso, de los cuales apenas 40 con todo prime-ro aprobado y muchos, muchísimos de nosotroscon la Anatomía a cuestas. Ese fue nuestro par-ticular “Numerus clausus”.

Nos habíamos convertido en una promociónilusionada y vocacional, como, seguro, han sidotodas las demás, pero con columnas y materni-dad, y sin lo más fundamental de una Facultad... ¡LA CANTINA!.

El segundo año, llegó el Profesor Sotillo,que fue nuestro Decano durante el resto de lacarrera. Las cosas mejoraron, y nos pasaronprimero a Medicina y después, en tercero, a unaulario, cerca de un edificio en construcciónque mirábamos con sana envidia y cuyas obrassoportábamos todos los días. Ese edificio, eshoy la Facultad de Biología.

Pero ya al menos, a partir de ese año 1983teníamos un aula amplia, para los que íbamosquedando, con estructura de anfiteatro, y noteníamos problemas de espacio, con lo que po-días disfrutar de la clase con total plenitud.

Las cosas, en segundo, se complicaban, eseaño llegaron más profesores nuevos, en Histo-


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logía, Bioquímica, Microbiología e Inmunolo-gía, Bioestadística y mucha, mucha Anatomíatodavía colgando.

Ese año, se nos prometió que acabaríamosla licenciatura en una nueva facultad, comodicen los italianos “montada a tuti pleni”, ymuchos de nosotros nos lo creímos. Entoncesno sabíamos lo que era la Ley de Contratos dela Administraciones Públicas, los Presupues-tos, Concursos Públicos, y esas cosas que ha-cen que el humano proponga y las circunstan-cias y los políticos dispongan.

Llegaron las novatadas, y encerramos a losde primero en el aulario, pero éramos casi taninexpertos como los nuevos, y no teníamos vie-jos dinousarios, repetidores y abonados a latuna, que fueran la memoria histórica de lasnovatadas. Por eso, y por si tenían alguna dudade lo que se les venía encima, a los novatos queempezaban aquel año, los paseamos por todo elCampus, en un ataúd con el nombre de Anato-mía escrito en un costado.

Y nos metimos en tercero, en el aulario, conun curso que parecía y fue terrorífico, con asig-naturas indescriptibles, con más profesores nue-vos, y con una gran novedad, se acababan losparciales eliminatorios, ¿Alguien sabe por qué?,Y fue realmente terrible, es difícil imaginar unfinal de curso más duro que ese.

Del examen final de Anatomía Patológicarecordamos dos magníficas preguntas: “Cor-púsculos de Negri en la rabia”, ó “lesionesproducidas por el rayo”, preguntas estas quecayeron dos veces (en Junio y en Diciembre)...y piensas, pero si no hay rabia o... ¡joder! sisólo quedan las cenizas, ¿que coño de lesio-nes?.

Como no teníamos muchos animales parapracticar, aplicábamos el famoso dicho espa-ñol, “uno trabajando y 10 mirando” y ... paracompletar nuestra formación... nos inundaronde diapositivas... ¡Y se emplearon bien... ¡

Ese año, por fin, fuimos a visitar granjas,como Aloa, para ver vacuno de leche y las ins-talaciones de lo entonces era el CENSYRA, jus-

to donde hoy está situada la granja y dondepudimos disfrutar de ver animales en vivo y endirecto, ¡pero sin tocarlos!.

Ese año, aprendimos también a distinguiranatómicamente el ombligo, de los pelos delprepucio de un toro, en una enriquecedora cla-se de etnología.

Ya a partir de ese año 1984, se organizaronalgunos grupos de prácticas para el verano, yse mejoró notablemente en este aspecto. En cam-bio, los departamentos empezaban a tener pro-blemas de espacio para los despachos de losprofesores, y para los laboratorios de prácti-cas, era claro y evidente que estabamos cre-ciendo.

No olvidamos la anatomía patológica ni aMiguel Angel o a Bernabé diciendo: “si Udsquieren realizar un diagnostico acertado debe-rán hacer una necropsia reglada”. Y despuésen la vida real... ¿Reglada?, encima de unabala de paja, con un bisturí y un cuchillo jamo-nero, expuesta a los rayos del sol de agosto deMurcia y con un público de excepción, a saber,tres palomas, dos ratones, un perro pastor y unganadero que había salido huyendo y jurandoen Arameo, porque no podía soportar el olor deese animal muerto la noche anterior, una nocheciertamente calurosa.

Pero... de repente... encuentras “LA CRES-TA DEL GALLO”, ves un nódulo de tuberculo-sis, observas un intestino con circunvolucionescerebrales, ves una preciosa tenia o un inmensoquiste hidatídico... y en un segundo planeas ydiseñas un programa de trabajo para aquellagranja y... para el ganadero que vomita y mal-dice tu estampa, apoyado en la esquina de unapesebrera.

Entonces te das cuenta de que aquella nebu-losa de conocimientos almacenados se materia-liza y comprendes para que sirvieron las diapo-sitivas, las prácticas y los estudios. ¡Joder!,aprendimos... y mucho.

Llegamos a 4º menos de un tercio de losalumnos que habíamos empezado.

Fue también durante ese año cuando co-


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menzamos a participar en programas con em-presas para seguimiento de enfermedades in-fecciosas y parasitarias.

Y se abrió la clínica de la Facultad, con locual algunos valientes ciudadanos, además dehermanos, primos y demás familiares, acudie-ron con sus animales de compañía, lo que nospermitió experimentar y mejorar notablementenuestras habilidades propedéuticas y quirúrgi-cas. Recuerdo frases como: “señorita si vuelvea decir coser la suspendo, usted está suturan-do”.

Ese año, ya tuvimos claro que lo de la Fa-cultad nueva cuando llegáramos a quinto, erauna gaita, y que nos íbamos a licenciar en elaulario y en nuestro querido edificio de mater-nidad.

Y llegamos a 5º, año 1987, con más gloriaque pena, dispuestos a volar después de acabareste programa espacial experimental.

Con un curso eminentemente Tecnológico,hasta con exámenes orales como en Derecho, ycon algunas frases tan singulares como aquellaque un día escuchamos al hablar de la leche:“Señores y Señoras hay que saber ¡de qué le-che! se esta hablando”. O aquella en Bromato-logía, ... vamos a hablar de los animales de“casa”, ¿de casa?, estaba claro que no eramosandaluces.

Un año en el que los Veterinarios de empre-sa y los del Estado, temblaron por lo que se lesvenía encima, un grupo de jóvenes listillos ylistillas, bien formadas y bien fornidos, pocoexperimentados, y deseosos de buscarse un si-tio en la sociedad para ejercer su profesión.

No puedo tampoco dejar de recordar aque-llas palabras de D. Jose Luis Sotillo, por enton-ces Decano de la Facultad, la noche de la cenafin de carrera, en los arabescos salones delcasino de Murcia, como asumiendo las discul-pas en nombre de la Universidad por no habertenido tiempo de disfrutar de la nueva Facul-tad, la magnífica Facultad que, ya por fin, seiba a construir en el campus y que, sin duda,merecíamos.

Aquella noche el Decano nos hizo una pro-mesa y una invitación. La promesa de que al-gún día los alumnos y antiguos graduados ten-dríamos una Facultad de Veterinaria abiertapara todos, cultivadora y divulgadora del sabery la ciencia veterinaria y fábrica de nuevos pro-fesionales. Y la invitación a los que no había-mos tenido la suerte de disfrutarla a que lavisitáramos y colaboráramos con ella, para locual siempre tendríamos las puertas abiertas.

Hoy, por fin, se han hecho realidad esaspalabras, y podemos disfrutar de esta fantásti-ca oportunidad de estar todos, o casi todos, losantiguos alumnos y profesores en este magnoedificio que representa aquella institución queconvirtió en realidad nuestro sueño.

No queremos acabar, sin tener un recuerdocariñoso para todos los que participaron eneste proyecto, y que hoy por diferentes circuns-tancias no están con nosotros.

Sr. Decano, D. Antonio Bernabé, no quere-mos irnos sin darle las gracias, de corazón, porser el responsable de que estemos hoy aquí re-unidos en este emocionante primer, y esperoque no último, encuentro de antiguos alumnosde la Facultad de Veterinaria de Murcia.

También queremos agradecer a los presen-tes su asistencia y su paciencia, a todos losalumnos por colaborar con su ilusión y su es-fuerzo en la construcción de esta Facultad, y alos profesores por transmitirnos sus conocimien-tos y enseñarnos a adquirlos. Y sin más, recor-dar que posiblemente nuestra profesión sea delas más duras y más incomprendidas por lasociedad, pero por dios...que bonita es”.

A continuación el Excmo. Sr. Rector dijo:

“Tiene la palabra el Excmo. Sr. D. JoséLuis Sotillo Ramos, Decano de la Facultad deVeterinaria durante los años 1983 y 1987”.

D. José Luis Sotillo Ramos intervino con elsiguiente discurso:


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“EXCMO. SR. RECTOR MAGFCO., ILMO.SR. DECANO, PROFESORES Y ALUMNOSDE LA FACULTAD DE VETERINARIA: AN-TIGUOS Y ACTUALES, PERSONAL DE AD-MINISTRACION Y SERVICIOS: TAMBIÉNANTIGUOS Y ACTUALES, SEÑORAS Y SE-ÑORES:

Mis primeras palabras quiero que sean defelicitación al Decano por haber programadoeste acto entrañable con el objeto de celebrarlos primeros 20 años de nuestra Facultad; ymás que para celebrar esa efemérides, parareunir a todos los que de alguna manera hanformado parte de la Facultad de Veterinaria dela Universidad de Murcia y mostrarles que loque en su día fue un proyecto del cual partici-paron hoy es una realidad pujante, una entidadconsolidada y, sobre todo, un Centro prestigia-do.

Gracias también, Decano, porque este actonos permite reunirnos con todos los buenosamigos que hoy están con nosotros aquí y RE-CORDAR (en el sentido de volver a traer alcorazón) una etapa de nuestras vidas plena deafanes, de ilusiones, de vocación y de esperanza.

El equipo decanal me ha pedido que os ha-ble del nacimiento y de los primeros años deandadura de esta Facultad. Otros hablarán deetapas posteriores; por eso voy a ser breve enesta lectura de mis recuerdos de aquellos años.(Bueno, la verdad es que deseo ser breve, sobretodo, para no poner en mis palabras demasiadacarga emocional porque estos 20 años son losúltimos 20 años de mi vida universitaria y laedad y la vocación, juntas, podrían jugarmehoy una mala pasada).

También ahora, al comienzo de mi interven-ción, quiero pedir perdón porque quizás en de-masiados pasajes tendré que hablar en primerapersona. Me apresuro no solo a pedir perdónsino que además quiero proclamar públicamen-te que no se trata ni mucho menos de reclamarprotagonismo sino de que las circunstancias mecolocaron en el papel de actor en determinadosmomentos.

Hasta 1981, y desde hacía muchos años, enEspaña sólo existían cuatro Facultades de Ve-terinaria: eran la de Madrid, la de León, la deCórdoba y la de Zaragoza. Madrid y Zaragozapertenecían a Distritos universitarios propios; lade León dependía de la Universidad de Oviedo yla de Córdoba de la Universidad de Sevilla.

Bien, pero hacia ese año, es decir hacia1981 planteé en Consejo de Rectores la posibi-lidad de crear una Facultad de Veterinaria más.Determinadas enseñanzas (Ciencias Biológicas,y Agrónomos, por ejemplo) estaban multipli-cando sus centros y parecía conveniente no que-dar rezagados en esa suerte de expansión que,llegado el momento, quizás fuera desfavorablepara nuestra profesión. Paralelamente, se ha-bían ido doctorando muchos licenciados en Ve-terinaria y formándose gran número de profe-sores que, desde luego, no podían progresar enla docencia hasta que la jubilación o el falleci-miento de profesores más antiguos les dejaranalgún puesto vacante.

Esas eran las razones que, como digo, abo-naban la idea de que la creación de algunaFacultad más fuera oportuna y así lo expuse alentonces Ministro de Educación y Ciencia y alos demás Rectores de las Universidades espa-ñolas. La verdad es que no sólo no hubo oposi-ción por parte de estos últimos sino todo locontrario: la aceptación fué inmediata. TodoRector deseaba llevar a su Universidad centrosnuevos (y, todo hay que decirlo, cuantos másmejor, pues eso era un índice de su habilidadgestora).

Bien, y aceptada la idea de la creación deuna nueva Facultad de Veterinaria se plantea-ba el problema de su ubicación. Eran muchaslas Universidades que la deseaban con argu-mentos unos de peso y otros más bien especio-sos. Por mi condición en aquellos años de úni-co Rector con la profesión de veterinario tuvesobre mí la responsabilidad de asesorar al Mi-nisterio sobre la adscripción de la nueva Facul-tad. Se manejaban los nombres de la Universi-dad de Santander por la cantidad de ganado


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vacuno lechero que hay en esa región, el de laUniversidad de Cádiz con el objetivo de enfo-car la formación del alumnado hacia la biolo-gía marina, el de la Universidad de La Laguna,en Canarias, un poco enfocada hacia el estudiode las enfermedades tropicales, especialmenteparasitarias, etc. Bueno, confieso paladinamenteque se me ocurrió un argumento tan discutible,al menos, como cualquier otro y, por supuestomuy poco científico: Si la Facultad de Madridla situábamos en el centro geográfico de Espa-ña, en el cuadrante noroccidental se encontra-ba la Facultad de León, en el nororiental la deZaragoza y al cuadrante suroccidental podríaadscribirse la Facultad de Córdoba. Quedaba,pues, el sureste español sin ninguna Facultadde Veterinaria. Admitido este supuesto, se tra-taría de elegir entre las Universidades de Má-laga, Granada, Valencia, Alicante, Albacete tam-bién la quería etc. Yo me incliné siempre porMurcia dada su riqueza ganadera en porcino ycaprino, especies poco tratadas en otras Facul-tades y también por la proximidad al mar loque posibilitaba los estudios de piscicultura yotras industrias marinas. Pero, desde luego, elque jugó un papel determinante fue el entoncesRector de la Universidad de Murcia, el Prof.Dr. D. José Antonio Lozano Teruel persona degran prestigio entre los rectores y gestor reco-nocido en el Ministerio. El Prof. Lozano aportódatos demográficos de su Universidad, númerode estudiantes murcianos que cursaban estu-dios de Veterinaria en Córdoba, Madrid, etc. ytambién estadísticas ganaderas, así como el pesosocio-político de la Región, y a todo ello añadiósu gran habilidad dialéctica inclinando las po-sibilidades a favor de Murcia. Es de justicia,pues, reconocer que el establecimiento de laFacultad en esta Universidad se debe en granmedida a ese magnífico universitario y murcia-no en ejercicio que es José Antonio Lozano.Estamos en deuda con él y le debemos el home-naje merecido que aún no le hemos hecho.

Como nota a pie de página –y un poco paralos historiadores que hoy están con nosotros (a

los Coroneles veterinarios Pérez García y Mo-reno Fernández Caparrós)- señalo el hecho,ciertamente político, de que a partir de 1983Galicia solicitara otra Facultad; claro¡ Catalu-ña no iba a ser menos y tampoco Extremadura,ni Las Palmas de Gran Canaria, etc. etc., dupli-cando en menos de un año el número de Facul-tades de Veterinaria.

Bien, quedamos, pues, en que la Facultadde Veterinaria en la Universidad de Murcia fuecreada en año 1982; por Real Decreto de 18 deJunio.

En esa fecha se inicia el difícil y complicadocamino de hacer real primero y viable despuéslo impreso en el Boletín Oficial.

El Prof. Lozano me propuso hacerme cargode la nueva Facultad para ponerla en marcha.Por aquellos meses yo había terminado mi man-dato como Rector de la Universidad de León y,lo cierto, es que me seducía responder a estenuevo reto. Fuí nombrado Decano y me trasla-dé con toda mi familia a esta ciudad acogedoraque nos incorporó con toda clase de considera-ción y cariño.

El primer paso lo dio, de nuevo, el RectorLozano Teruel buscándonos lugar físico parainiciar los cursos de la Licenciatura. Nos alojóprovisionalmente en un edificio del ComplejoSocio-sanitario de Espinardo. Y, lo cierto esque si ya aquello era pequeño para nosotros, alaño siguiente lo compartiríamos con la recien-temente creada Licenciatura de Informática. Detodas maneras la vecindad fue excelente y for-jamos espléndidos lazos de amistad con el Di-rector de la Escuela Prof. D. Alberto Requena.

El segundo paso consistió en encontrar pro-fesorado para comenzar a impartir las ense-ñanzas. En el primer curso había Matemáticas,Química, Física, Biología y Anatomía. Los De-partamentos de la Universidad ya consolidadoscomo Bioquímica, Biología, Física y Matemáti-cas, al frente de los cuales estaban los amigosProcopio Zorora, José Antonio Lozano, Fran-cisco Sabater (q.e.p.d.) y Ernesto Martín noscedieron profesores –muchos de los cuales hoy


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forman parte de nuestra plantilla: Juán Carme-lo Gómez, José Serrano Marino, Fernando Mu-ñoz Valcarcel, etc.- y otros que regresaron asus Departamentos de origen, por ejemplo losProf. D. José Sánchez Bravo y Villalain Boullón.Quedaba, sin embargo, una asignatura, muyespecífica, la Anatomía, que necesitaba de unprofesorado especializado, difícil de improvi-sar. Hablé con el catedrático de Anatomía de laFacultad de Veterinaria de Córdoba, Prof. Dr.José Sandoval Juárez, condiscípulo mío y granamigo y tuvo a bien enviarnos un discípulo suyo,el Prof. Dr. D. Francisco Moreno Medina. Lallegada de Paco Moreno a este embrión de Fa-cultad fue uno de los grandes aciertos a los quese debe gran parte de lo que es hoy este Centrouniversitario. Persona preparada, trabajadorhasta la extenuación, sin horas para sí, volcadototalmente, ilusionadamente, universitario com-prometido y magnífico profesor, fue, como Vi-cedecano, el alma del nuevo proyecto. El llegóa principios del curso 1982-83 y para cuandoyo hice el traslado –en enero de 1983- ya habíahabilitado despachos, construido un aula, pre-parado una sala de disección y, en una palabra,había puesto en marcha la docencia del primercurso. Llevó sobre sí todo el trabajo inicial deorganización administrativa y docente y, lo cier-to es que, luego, tanto como Vicedecano como,posteriormente, en el Decanato siguió siendouna persona que ha dejado muchas horas yenergías en este Centro. Deseo dedicarle unrecuerdo especial en estos momentos en los queél, por enfermedad, no puede estar entre noso-tros hoy y hago votos por su pronto y totalrestablecimiento.

La historia de los años siguientes es bienconocida. Vinieron profesores de León, de Cór-doba, de Madrid, de Zaragoza. La mayoría deellos continúan entre nosotros. Otros nos pres-tasteis temporalmente vuestro buen hacer y vues-tro esfuerzo en los años más difíciles, contribu-yendo a formar grupos de trabajo y a poner enmarcha este hermoso proyecto. No cito nom-bres por no alargarme demasiado pero bien

sabéis que os tengo a todos en el recuerdo y enel agradecimiento.

En aquellos años se realizaron numerosasTesis Doctorales, lo cual es doblemente merito-rio dada la tremenda carencia de medios mate-riales y bibliográficos. Pero todo fue superadopor la vocación y el entusiasmo.

También se efectuaron muchas oposicionesa los distintos cuerpos docentes. Muchos recor-dareis aquella famosa habitación de 12 metroscuadrados que habilitamos para los exámenes,y me supongo, que pasados los años, lo haréiscon comprensión y hasta con afecto.

El edificio fue algo más lento: es natural.En el curso 1985-86 se encargó el proyecto alos dos arquitectos que habían construido lanueva facultad de León y después de los corres-pondientes trámites comenzó a construirse 2años más tarde ya bajo la dirección del arqui-tecto de la Universidad de Murcia Manuel Gar-cía Cerdán. Mientras, dábamos las clases unasveces en el aulario de Biología y otras en laFacultad de Medicina. Todos nos acogieron enesos primeros años con desprendimiento y condelicadeza. Por supuesto, la situación no era lamejor: como anécdota os diré que en el curso1985-86 los alumnos hicieron su primera huel-ga para protestar por el frío que pasaban en elaulario y en los laboratorios que habíamos im-provisado en el Complejo de Espinardo.

Bien, pero, aún con todas las dificultadesque estoy contando y que, desde luego, vosotrosvivisteis, logramos la que, posiblemente ha sidola mejor promoción. A mi, al menos me lo pare-ce: es posible que aquí juegue la pasión y, portanto, la subjetividad. De esa promoción salióun gran número de doctores y muchos de losprofesores que hoy tiene la Facultad. Fue lapromoción de Jesús Salinas, de Luis Bernal, deJuán Sotillo, de Pilar Coy, Latorre Reviriego,Sánchez Campillo, Fuensanta Hernández, Váz-quez Rojas (todos ellos Titulares en la Facul-tad) y de Joaquin Hernández (hoy Profesor Ti-tular en Lugo) y de Amando Garrido Pertierra(hoy Catedrático de Química en la Compluten-


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se) y también de muchos profesionales presti-giosos que están demostrando día a día que lasenseñanzas que recibieron les prepararon paradesenvolverse en la sociedad, como veterina-rios y como hombres responsables.

Otros Decanos os hablarán ahora de estehermoso edificio, del magnífico Hospital Vete-rinario, de la nueva Granja, de la espléndidaplantilla de profesores y de investigadores queya tenemos. Pero todo eso se lo debemos aaquellas primeras promociones que se sacrifi-caron, a aquel reducidísimo personal de admi-nistración y servicios que tanto trabajó (las dosAuroras, nuestra María Luisa, Carmen Ruiz,Javier Selgas, Amalia Soler, José FernandoAsanza, Antonio Caravaca, Juan Martínez,Francisco López, José Pineda... creo que no meolvido de ninguno) y se lo debemos a aquelgrupo de profesores que dieron lo mejor de símismos, y que con su esfuerzo y dedicaciónescribieron una página universitaria ejemplar,la más auténtica. Porque por encima de losmedios materiales, la Universidad es, como ladefinió nuestro Rey sabio “el ayuntamiento deMaestros y discípulos”, es decir, la reunión depersonas que quieren aprender y de personasdispuestas a enseñar. Y eso, de tejas abajo, yoos lo digo: lo hicisteis con amor, lo hicisteisbien”.

Seguidamente el Excmo. Sr. Rector conti-nuó diciendo:

“Tiene la palabra el Ilmo. Sr. D. PedroAlfonso Ponce, Decano de la Facultad de Ve-terinaria durante los años 1987 y 1991”.

D. Pedro Alfonso Ponce intervino con elsiguiente discurso:

“EXCMO. SR. RECTOR MAGNÍFICO DELA UNIVERSIDAD DE MURCIA, EXCMAS. EILMAS. AUTORIDADES, ILMOS. SRES. DE-CANOS DE LAS FACULTADES DE VETERI-NARIA DE MADRID Y DE CÓRDOBA, ILMO.

SR. DECANO DE LA FACULTAD DE VETE-RINARIA DE MURCIA, QUERIDO CLAUSTRODE PROFESORES, QUERIDOS ALUMNOS,QUERIDOS ANTIGUOS PROFESORES Y AN-TIGUOS ALUMNOS, SEÑORAS Y SEÑORES:

Los comienzos que conocí de esta Facul-tad, durante los cursos 84 al 87 fueron delicio-sos. Eramos entonces muy pocos profesores,todos nos tratábamos como una familia, nosveíamos y comíamos juntos con frecuencia has-ta que nos íbamos a dar nuestras clases teóri-cas que las teníamos por la tarde en los Aula-rios de las Facultades de Química y de Biologíay después en la Facultad de Medicina, atrave-sando por el campus con nuestros aparatos deproyección, diapositivas y transparencias, porhondonadas y baches con barro más o menosresbaladizo y por pendientes propias de un cam-pus en construcción. Sentíamos todos las natu-rales dificultades del que parte de cero, del quenace y crece, pero había amistad, calor huma-no y sobre todo ilusión.

A finales de mayo de 1987 me propusieronunos compañeros que me presentara a Decano,lo que hice y fui elegido en nuestra Junta deFacultad del 29.5.1987. Vivíamos por entoncesla reforma de la Universidad de Murcia con unnuevo ordenamiento constitucional de sus Esta-tutos que recortaban las funciones de los Cen-tros, y por tanto, de los Decanatos, y en cambiose potenciaba la de los Departamentos de laUniversidad para un mayor enriquecimiento in-terfacultativo, pluridisciplinar, para un mayory verdadero espíritu universitario y democráti-co.

En el equipo decanal estaban el ProfesorFrancisco Cuello Gijón, como Vicedecano deOrdenación Académica, posteriormente susti-tuido a los dos años por razones de prepara-ción a su Cátedra de Microbiología e Inmuno-logía veterinaria, por el Profesor Luis León Viz-caíno, actual Catedrático de Patología Infec-ciosa y Epidemiología. También estaba el Pro-fesor José Serrano Marino, Catedrático de Bio-logía Animal, como Vicedecano de Investiga-


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ción que, posteriormente, fue Vicerrector deCampus e infraestructura de esta Universidad.Y también estaba el Profesor Antonio RamírezMedina, Catedrático de Fisiología Animal, comoSecretario de la Facultad, pero el 14.10.87 porrazones de salud se retiró como Secretario y fuesustituido por el Profesor Antonio Bernabé Sa-lazar, el actual Decano de nuestra querida Fa-cultad y Catedrático de Histología y AnatomíaPatológica.

De las funciones que le quedaban al Deca-nato, reducidas por el nuevo ordenamiento delos Estatutos de la Universidad de Murcia, enprimer lugar estaba la de organizar los planesde estudios que condujesen a la obtención deltítulo de Veterinario homologable a nivel euro-peo según la normativa 78/1027/CEE que ya co-menzaba a circular por España en aquel tiempo.

Durante los cuatro años que duró este De-canato, desde finales de junio de 1987 hastafinales de mayo de 1991, salieron las cuatroprimeras promociones de estudiantes de la his-toria de la Facultad de Veterinaria de Murcia,cuyas orlas están en las paredes del fondo deesta Aula Magna. En la orla de la primera pro-moción está el equipo del primer Decano Prof.José Luis Sotillo Ramos, Vicedecano Prof. Fran-cisco Moreno Medina y Secretario Prof. Anto-nio Ramírez Medina.

Durante los tres primeros años de nuestroDecanato se participó intensamente en todaslas reuniones de Decanos que se celebraron enLeón, Madrid, Zaragoza, Barcelona y finalmenteen varias sesiones en el Consejo General deColegios Veterinarios de España, presidido en-tonces por el Dr. Borregón, para acordar ydesarrollar las directrices generales del plande estudios del Ministerio de Educación y Cien-cia, lo que culminó el 22.3.89 en que fue apro-bado el título universitario oficial de Licencia-do en Veterinaria en el Pleno del Consejo deUniversidades. Nuestra Junta de Facultad y laJunta de Gobierno de la Universidad de Murciaacordaron en ese curso la adscripción provisio-nal de materias exigidas por la directiva 78/

1027/CEE para la homologación de títulos deLicenciado en Veterinaria de aquellas promo-ciones que comenzaron sus estudios en el curso86/87, es decir, cuando España se incorporó ala Comunidad Económica Europea, hasta laimplantación de estudios según un nuevo RealDecreto.

Nuestro Centro contemplaba desde 1983,durante el anterior Decanato al nuestro, su pro-yecto del nuevo edificio de Veterinaria, así serefleja en los planos definitivos que fueron apro-bados en Junta de Facultad del 18.4.86 y super-visados por el Ministerio de Educación y Cien-cia el 10.11.86. Tal proyecto ya se hizo con lavisión de la futura estructura departamental queiba a tener la Universidad y era copia del nue-vo edificio de la Facultad de Veterinaria deLeón, pero con una notable diferencia: que elnuevo edificio original de León estaba construi-do en un plano totalmente horizontal, y en cam-bio, el proyecto de Murcia tendría que cons-truirse en una zona de suelo muy irregular ycon pendientes que obligaron después a fractu-rarlo en tres planos de diferente altura con lanecesidad de construir molestas escaleras quedificultaron mucho la funcionalidad del mismo.Así, en tal proyecto, en la zona Suroeste deledificio teníamos reunidas las Unidades Do-centes relacionadas con las Clínicas y el Areade Sanidad Animal; en la zona Noreste las Uni-dades Docentes relacionadas con el Area deProducción Animal, y en la zona Centro, lasrestantes Unidades Docentes pertenecientes adiversas Areas de conocimiento que tienen unaacción intermedia o conjunta a esos dos poloscitados de la Veterinaria, así como también a laBromatología y Tecnología de los Alimentos.Esta distribución se pudo ejecutar solo parcial-mente porque entre 1987 en que comenzaronlas obras del nuevo edificio hasta Mayo de 1990en que se terminó, surgieron graves dificulta-des que mencionaré sólo como un anecdotariobreve.

La primera dificultad en la construcción delnuevo edificio se encontró en que a medida que


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se iba construyendo le pareció a la vecindaddel Campus que era un edificio demasiado gran-de para Veterinaria, con un ala Noreste sucu-lentamente apetitosa para albergar al MacroDepartamento de Bioquímica, incluidas todassus Secciones como la de Medicina. Nos dolióque alguien pensara que nuestro edificio fuesedemasiado grande porque ello implicaba unaidea de la Veterinaria quizás demasiado peque-ña. Para solventar esta dificultad, se nos con-vocó a nuevas reuniones para un nuevo reajus-te del edificio, cuando ya se encontraba en avan-zado estado de gestación, con nuevas propues-tas de salidas de Unidades Docentes fuera deledificio y entrada del Departamento de Bioquí-mica. Desde el Rectorado de Antonio Soler senos pedía esto como una vía inevitable en suplan de reestructuración departamental delCampus Universitario de Espinardo para lo quese exigía como condición imprescindible queningún Area de conocimiento debería ni podríaestar partida en edificios diferentes.

La segunda dificultad grave en la construc-ción del nuevo edificio ocurre a mediados demarzo de 1988 con los rumores de que se iba aproducir la inminente suspensión de pagos dela Empresa que construía el edificio. Efectiva-mente, el 22.3.88 día de la celebración de Juntade Gobierno de la Universidad se confirmarontales rumores. Visitamos el Prof. Francisco Mo-reno Medina (como conocedor experto de lasgestiones del nuevo edificio desde los primerosproyectos en 1983) y yo al Rector Antonio Solery lo vimos muy preocupado por ser nuestro edi-ficio una pieza clave en su plan de reestructura-ción departamental de la Universidad y nosmanifestó su voluntad decidida de adaptar lanueva estructura departamental a las dificulta-des que se presentaban. No queremos más edi-ficios de Centro, nos dijo, queremos seguir conedificios de Departamento. Algún proyecto comola nueva Facultad de Filosofía estaba paraliza-do a la vista de esa estructura departamental.También se potenciaba la construcción de Au-larios polivalentes. Todo esto producía intensos

debates en toda la Universidad de Murcia, so-bre las ventajas e inconvenientes de la estructu-ra departamental como el reunir para investi-gar y al mismo tiempo disgregar para la docen-cia, que la gente que vaya a recibir un mismocurriculum no tenga un mismo ambiente co-mún, donde se geste un ambiente profesionalfuturo. No es oportuno para este acto entrar enmás detalles sino que basta esta breve pincela-da para reflejar la enorme carga de preocupa-ciones en que discurrían tales acontecimientoshistóricos de nuestra adolescente Facultad. Des-de el 31.3.88, era Jueves Santo, se produjo lasuspensión de pagos, y ya no se vieron obrerosen la construcción. Y por fin, el 3.5.88 me llamóel Rector Antonio Soler para darme la buenanoticia de que ya se había firmado el acuerdoentre la Empresa anterior y la Empresa Ville-gas con el visto bueno del Interventor de Ha-cienda y la aprobación de la Dirección Generalde Universidades y esperando así que en nomás de 2 meses se reanudasen las obras, lo queasí ocurrió.

El programa de mudanza al nuevo edificiode Veterinaria comenzó el 11 de junio de 1990y se desarrolló en tres etapas: la 1ª del 11 al 14de junio, la 2ª del 20 al 29 de junio y la 3ª del 2al 5 de julio. Solicitó el equipo decanal inaugu-rar el edificio pero el Rector Antonio Soler noscontestó que no había ésa costumbre de inau-gurar edificios de Centros en su Universidad.

Durante los años de este Decanato, de 1987a 1991, se iniciaron y desarrollaron una seriede congresos monográficos internacionales demejora genética porcina, de economía de la pro-ducción porcina en la CEE, I Jornadas científi-cas de enfermedades respiratorias porcinas, IJornadas de Patología práctica porcina y I Jor-nadas de calidad y Tecnología de la carne por-cina. Todo ello al amparo y mecenazgo de laSEPOR, Semana Porcina de Lorca y gracias ala iniciativa y extraordinaria capacidad de or-ganización y poder de convocatoria que tuvo elProf. Dr. Antonio Muñoz Luna, mi compañero yamigo desde hace 18 años en la Unidad Docen-


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te de Genética, Cría y Salud Animal. Gracias aél vinieron figuras ilustres de prestigio interna-cional, de primera fila, tales como los famososDanieles: Daniel Gianola (de Estados Unidos)y Daniel Sorensen (de Dinamarca), Brian Ken-nedy (de Canadá), Haussman y Leo Dempfle(de Alemania), Louis Ollivier y Teffene (de Fran-cia), Brascamp y Kristensen (de Dinamarca),Maurice Bichard y Thomas Alexander (del Rei-no Unido), Rothschild (de Estados Unidos),Miguel Angel Toro, Agustín Blasco y José Ja-vier Rodríguez Alcaide (de España), etc. etc.Todos ellos vinieron atraídos por la importan-cia de la industria porcina y explotaciones por-cinas de nuestra Región Murciana, y así, nues-tra Facultad empezó a sonar en foros naciona-les e internacionales.

En el curso 88/89 falleció Ignacio SorianoMas, estaba haciendo su tesis doctoral, fue or-ganizador del equipo de rugby de la Facultad ybuena persona. Toda la Facultad lo lamenta-mos mucho y asistimos a un funeral por su almaen la Parroquia de San Lorenzo.

En marzo de 1989, gracias a la iniciativadel Rector Antonio Soler y de aquel Vicerrectorde Asuntos Económicos y Campus José Galvez,excelente persona, que tanto apoyó y ayudó anuestra Facultad, se nos ofreció la oportunidadde que el Rector pidiese al Ministerio de Edu-cación aprobación de un proyecto de Granjapor la necesidad que planteaba el cumplimientoobligado de la normativa 78/1027/CEE pues sehacía imprescindible esa Granja docente parapoder impartir los periodos obligatorios de prác-ticas establecidos. Por entonces, se daba la cir-cunstancia de un posible convenio entre nues-tra Universidad y el Consejero de Agricultura,Antonio León, de la Comunidad Autónoma dela Región de Murcia que nos ofrecía espaciosdel EMEGA (antiguo CENSYRA) muy próximosa nuestra Facultad. Hizo entonces un proyectomuy detallado el Prof. Antonio Muñoz Luna.Anteriormente, durante el mandato del DecanoProf. Jose Luis Sotillo Ramos ya se dio otraoportunidad de Granja a través de otro conve-

nio con el CENSYRA para establecer una Granjaen el Palmar. Sin embargo, estos dos intentosno cuajaron hasta el Decanato del Prof. Fran-cisco Moreno Medina, cuando fue decisivo elescrito del 27.12.93 del Rector Juan Roca Gui-llamón (con el que formaba equipo como Vice-rrector de Infraestructura el actual Rector JoséBallesta Germán que amablemente nos acom-paña en este acto) escrito dirigido al DecanoFrancisco Moreno Medina en el que le informade la situación de la cesión de terrenos delEMEGA para la construcción de la Granja dela Facultad, así como de gastos de financiaciónde instalación de un Hospital Clínico pero quepor restricciones presupuestarias llevaron adesviar e incluir prácticamente toda la inver-sión real universitaria en el programa FEDERde los años 94-99 entrando las referidas obrasen el programa I+D con cantidades presupues-tadas sensiblemente superiores a las inicialmenteprevistas.

En la sucesión de Decanos pasa natural-mente como en la sucesión de generaciones, loque unos Decanos siembran, otros Decanos di-ferentes recogen la cosecha. Y así, todos sonpeldaños de una misma escalera, todo avanzacon la colaboración imbricada de unos en otros.De esta manera todos son necesarios y nadie esimprescindible.

Para terminar diré, que yo quise ser pacifi-cador cuando me propusieron para Decano, enunos momentos críticos de la Facultad, porquepensaron que tendría alguna ventaja al ser ami-go de ambos grupos que se enfrentaban. Perono me aproveché de buscar la paz a través delamiguismo, ni a través de consensos negocia-dores que antes de reflexionar cuentan los vo-tos, si no a través de la justicia, porque una pazsin ella es una paz falsa, y a la larga, inestable.Pero no lo conseguí... En cambio ahora veo congran satisfacción que el actual Decano Prof.Dr. Antonio Bernabé Salazar es ese pacifica-dor. Ningún Decano anterior logró serenar, so-segar, conciliar, en suma pacificar tanto el am-biente como el actual Decano. El mensaje paci-


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ficador que alguna vez utilicé, como el de aquelcuadro de Velázquez, el de la Rendición de Bre-da, o también conocido por el cuadro de laslanzas, lo tenía yo colgado en mi despacho deDecano y transmití este símbolo en mi despedi-da de Decano y toma de posesión del nuevoDecano Prof. Francisco Moreno Medina el10.6.91 que se celebró en la Sala de Grados denuestra Facultad, llena a rebosar de invitados,y en presencia del Rector Juan Roca Guillamóny el Secretario General de la Universidad. Hiceentonces una breve alusión pintoresca a esecuadro de Velázquez que representa la Rendi-ción de Breda por los Tercios españoles. Apa-recen en el centro del cuadro Ambrosio Spíno-la, no mirando con dureza ni codicia la llave dela ciudad de Breda que recibe de Justino deNassau, sino que está mirando con sencillez,comprensión y cordialidad a los ojos de Justino,echándole con nobleza el brazo por el hombro.Para mí es todo un símbolo de lo que debiera sersiempre la transición de Decano a Decano. Alnuevo Decano el Prof. Moreno Medina le deseéun sincero afán de seguir sirviendo a su Facul-tad desde esa carga que es un cargo, llevándolacon paciencia porque gobernar consiste muchasveces en ir tirando de la gente, con paciencia ycon cariño, considerando a su Facultad tambiéncomo una hija suya porque desde 1982 la vionacer, crecer y desarrollarse, como así lo hizoen sus dos mandatos de Decano, desde 1991hasta 1999 en que le sucedió el actual DecanoProf. Dr. Antonio Bernabé Salazar que siguesiendo sensible a ése cuadro de Velázquez, prue-ba de ello es que hizo un simbólico y graciosopaso de llave en el acto de su toma de posesiónde Francisco Moreno Medina a él, y además,conserva la misma hermosa reproducción de esecuadro en su actual despacho de Decano. Hedicho. Muchas gracias”.

A continuación el Excmo. Sr. Rector dijo:

“Tiene la palabra D. Carlos Cárceles Ro-dríguez, Vicedecano de la Facultad de Veteri-

naria durante los años 1991 y 1999, en repre-sentación del Ilmo. Sr. D. Francisco MorenoMedina Decano de la Facultad de Veterinariade la Universidad de Murcia durante ese mis-mo período”.

D. Carlos Cárceles Rodríguez intervino conel siguiente discurso:

“EXCELENTÍSIMO SR. RECTOR MAGNÍ-FICO, EXCELENTÍSIMAS E ILUSTRÍSIMASAUTORIDADES ACADÉMICAS, COMPAÑE-ROS PROFESORES, PERSONAL DE ADMI-NISTRACIÓN Y SERVICIOS, ALUMNOS, AN-TIGUOS ALUMNOS, SEÑORAS Y SEÑORES:

No soy yo quien debe estar aquí, pero des-graciadamente el profesor Moreno aún no pue-de estar con nosotros por las circunstanciasque todos conocéis. Por eso os hablo yo, aun-que podría haberlo hecho cualquiera de misamigos, que formamos en su momento parte delequipo decanal de Paco (y, permitidme que uti-lice este término más familiar para dirigirme aél, pues así lo hemos llamado siempre, y encierto modo consiguió que decir Paco Morenofuese en la práctica sinónimo de decano de Ve-terinaria).

Tengo que hablar brevemente de lo que sehizo durante sus años de decano, y es difícilporque, ¿quién puede decir algo de este Centroen lo que no haya intervenido de forma impor-tante y decisiva Paco?.

En fin, esta Facultad se debe sin duda alesfuerzo de todos y en su nombre os agradezco,a todos los que habéis luchado por este Centro,vuestro esfuerzo y dedicación. En este puntoqueremos y debemos recordar también a dos denuestros compañeros que nos dejaron durantesu mandato: José Manuel Lasaosa Viscasillas,que fue secretario de la Facultad y José Anto-nio García Sánchez, a ellos nuestro entrañablerecuerdo y el justo agradecimiento por su la-bor.

Pero sin duda, en este edificio que es laFacultad de Veterinaria, en el que hemos inter-


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venido todos, unos de los pilares maestros estáconstituido por el hacer de Paco Moreno. Élfue quien recogió la idea de crear una Facultadde Veterinaria en Murcia, allá por el año 1981.Fui testigo de su entusiasmo en algunos viajesque hice con él, en su viejo Renault 5, desdeCórdoba a Murcia antes de la creación de lamisma, y he sido testigo de cómo fue asentandolos cimientos de este Centro al que consideracasi como un hijo.

Paco es capaz de trabajar sin descanso, to-dos conocéis su espíritu luchador, y eso lo con-sigue porque trae como combustible inagotablesu amor por la Facultad, y antepone en todomomento el bien del Centro sobre otros intere-ses particulares, rozando a veces el olvido delos intereses legítimos de su ámbito más parti-cular, como un padre deja el mejor bocado parasu hijo.

Paco cree en la Facultad, y cree de verdaden ella. Así, con ese entusiasmo, que todos leconocemos, aborda el objetivo de hacer de nues-tra Facultad, un Centro de prestigio, no sólo ennuestro país, también en el ámbito internacio-nal, capaz de dar la mejor formación posible yformar buenos, excelentes profesionales.

Para ello era necesario conseguir variascosas:

• Adquirir un status de prestigio en la pro-pia Universidad: la Facultad es aún una desco-nocida por muchos que la consideran semejan-te a una Facultad de Biología, por eso debedarse a conocer, poner de manifiesto su idio-sincrasia, sus características, sus necesidades,y ocupar su lugar en la Universidad de Murcia.Para ello participó activamente en los órganosde gobierno de la Universidad (Junta de Go-bierno, comisiones de la misma, Claustro). Y entodo momento, con espíritu que yo calificaríade docente, dando a conocer a toda la Univer-sidad que es la Facultad de Veterinaria, consi-guiendo progresivamente el respeto y admira-ción de nuestros colegas. Internamente fomen-tando la labor bien hecha y el espíritu de supe-ración desde el ejemplo. Poniendo sobre la mesa

la opinión de los alumnos como mecanismo deretroalimentación necesario en la mejora y efi-cacia de la labor docente (recordemos la pri-mera encuesta docente del Centro). Mejorandola labor docente mediante las prácticas “extra-muros”, consiguiendo acuerdos y convenios conentidades privadas y públicas que permitieronque los alumnos de Veterinaria pudieran entraren contacto con la realidad profesional.

• Abrir vías de crecimiento de la Facul-tad, como por ejemplo, mediante la adscripciónde nuevas titulaciones al Centro, así surge Cien-cia y Tecnología de los Alimentos.

• Dotar al Centro de los recursos necesa-rios y adecuados no sólo a su realidad inmedia-ta sino mirando a su futuro: en base a ello, segestionó la concesión de diversos fondos FE-DER que permitieron, en distintas fases, la do-tación de la Planta Piloto de Tecnología de losAlimentos; la construcción del HCV y de laGranja Docente Veterinaria (para esta últimasus gestiones con la Comunidad Autónoma per-mitieron la cesión del terreno). De esta forma,las instalaciones conseguidas pueden calificar-se de espléndidas (un dicho suyo, haciendo unsímil automovilístico, es que “hemos consegui-do un Ferrari y ahora hay que sacarle el máxi-mo rendimiento”: y es cierto, como decano nosprocuró las mejores herramientas docentes, aho-ra recae sobre nosotros la responsabilidad dehacer el mejor uso de las mismas). Además, seposibilitó la ubicación en el Centro de las Uni-dades Docentes que se encontraban fuera delmismo.

• Elaborar un Plan de Estudios en con-cordancia con la mejor formación de profesio-nales veterinarios, la legislación nacional y losrequisitos de la CEE: se inició la reforma delPlan de Estudios, que concluyó como todos sa-béis en la legislatura del actual decano el Dr.Bernabé Salazar.

• Conseguir la homologación “europea”,mediante el ingreso y la evaluación de la EAE-VE: se solicitó el someterse a evaluación paraobtener la homologación; se elaboró el docu-


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mento de autoevaluación y se preparó y realizóla visita del Comité Evaluador. Además se in-tervino activamente en las reuniones periódicasde las Facultades de Veterinaria Europeas. Hoyen día nuestra Facultad está en las listas positi-vas.

• Hacer el tránsito de los alumnos por elCentro lo más agradable posible. No sólo parti-cipa y anima el aspecto docente, también ellúdico, así, entre otras cosas quiero recordaraquí las proyecciones de cine durante el medio-día, que se iniciaron en esta Facultad; su pre-ocupación constante por mejorar las aulas me-diante la dotación de aire acondicionado, me-dios audiovisuales, etc.; su preocupación por laBiblioteca del Centro, procurando su crecimien-to en espacios y en dotación de libros y deordenadores para consulta; su empeño en queun ALA se estableciese en este Centro; y mu-chas más cosas que ahora vemos como algohabitual y que tuvo su origen entonces.

Pero la visión de Paco iba más allá de nues-tro Centro y nuestra Universidad. Él es un ena-morado de la profesión veterinaria y por ello,mira al resto del territorio nacional y comienzauna labor de unificación que se concreta en lacreación de la Conferencia de Decanos de Ve-terinaria, de la que fue el ideólogo, el creador,el presidente y dinamizador durante varios años.

En cuanto al plano más personal, Paco sedistingue por su optimismo, por ser una perso-na accesible, cercana, entrañable, por su ca-rácter conciliador, lo cual no siempre fue bienentendido por todos. Su puerta, como decano ycomo persona, ha estado abierta para todos ypara todo. ¿Quién no ha ido alguna vez a ha-blar con él?, ¿a pedirle consejo, ayuda, apoyo,opinión o a hacerle alguna crítica?. Alumnos,PAS, PDI, ... incluso muchos ex-alumnos yalicenciados. Todos sabéis que Paco el decanosiempre ha tenido tiempo para escuchar, razo-nar y luchar por y con vosotros.

A mí, ... a sus amigos, nos habría gustadotanto que Paco estuviese aquí. Seguro que suspalabras hubiesen sido más amenas y alegres,

con alguno de sus chascarrillos y su humorandaluz.

Nos habría gustado que él oyera los aplau-sos que todos vosotros realizareis y que vandirigidos a su persona, porque creo que no se leha agradecido en su justa medida todo lo queha hecho por esta Facultad. Que sin duda esmás de lo que se sabe. Nos habría gustado unagradecimiento espontáneo y a su debido tiem-po. Su valía fue reconocida incluso fuera de laUniversidad y por ello hoy día es Director Ge-neral de Ganadería de la Comunidad Autóno-ma de Murcia, donde su labor es elogiada ydonde ha sabido ganarse el respeto y cariño detodos.

Pero... bueno, creo que es el sentir de todoslos que lo apreciamos que se restablezca, lomás rápidamente posible, para que cuando en-tre por la puerta de este Centro, sin actos pro-tocolarios le dediquemos el merecido aplauso,el merecido agradecimiento que le debemos,pues las equivocaciones cometidas durante supaso por el decanato son auténticas insignifi-cancias al lado de sus logros. ...Y porque lequeremos.”

Seguidamente el Sr. Rector continó diciendo:

“Tiene la palabra D. Antonio Bernabé Sa-lazar, Ilmo. Sr. Decano de la Facultad de Ve-terinaria de la Universidad de Murcia”.

D. Antonio Bernabé Salazar intervino con elsiguiente discurso:

“EXCMO. SR. RECTOR MAGNÍFICO, EX-CMAS. E ILMAS. AUTORIDADES, COMPA-ÑEROS Y ANTIGUOS ALUMNOS, MIEMBROSDEL PERSONAL DE ADMINISTRACIÓN YSERVICIOS, AMIGAS Y AMIGOS, SRAS. YSRES.:

Os agradezco a todos vuestra presencia aeste acto de honda significación académica ymuy particularmente al Sr. Rector, que ha teni-do la gentileza de acompañarnos en este día.


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Desde hace ya algún tiempo, veníamos pen-sando que el XX aniversario de la creación dela Facultad de Veterinaria de Murcia, podríaser un buen momento para realizar un encuen-tro de antiguos alumnos, de forma que pudiéra-mos no solo rememorar las vivencias un tantoheroicas del pasado, sino mostraros la realidadfloreciente de la Facultad en la actualidad. Trasconversar con algunos de vosotros, apreciamosque también podría ser una buena ocasión parahacer un modesto pero sincero homenaje a losprofesores que un día formaron parte de nues-tro claustro, e igual valoración se hizo con res-pecto a los miembros del PAS.

Todo ello, nos ha llevado a tomar concien-cia de la deuda de gratitud que tiene la Facul-tad con muchas instituciones, que han hechoposible su crecimiento durante este periodo. Elrespaldo y el esfuerzo de nuestras autoridadesAcadémicas y Regionales se ha concretado eninversiones cuantiosas de fondos europeos, na-cionales, regionales y de la propia universidad.Las Facultades de Veterinaria, ya consolidadasy con solera de Madrid, Córdoba, Zaragoza yLeón, han prestado en todo momento la mayorcolaboración para aliviar las dificultades delos primeros años. La carencia de fondos bi-bliográficos que padece todo centro joven, seha paliado en parte, por numerosas personasque han donado libros para el fondo antiguo,así como instrumental con valor histórico quese ha depositado en el museo de la Facultad, ydel que hoy exponemos una pequeña muestraen el vestíbulo. El personal de la Unidad Técni-ca siempre ha mostrado su mejor disposiciónpara ir solucionando tantos problemas. Seríaen verdad interminable la relación de personas,gestos y servicios que han contribuido a nues-tro desarrollo durante los últimos años, en losque se han construido, inaugurado y puesto enmarcha dependencias que se corresponden conel carácter diferencial de nuestra titulación.

Hemos querido invitar a los alumnos queno pudieron disfrutar de estas instalaciones ensu día, para que al menos las conozcan y sepan

que están a su entera disposición. Todos recor-damos las dificultades que entrañaba formarseen aquellas aulas e instalaciones de la antiguamaternidad del complejo de Espinardo, priva-dos de los recursos e infraestructuras que hoytiene el edificio donde nos encontramos, quefue inaugurado en 1990. El anhelado HCV sepuso en marcha en 1999 y la Granja docente enel 2001. Por su parte, el museo anatómico y laplanta piloto de Ciencia y Tecnología de losAlimentos permiten desde hace algunos añoscompletar y mejorar la formación práctica denuestros alumnos.

Aunque nos sentimos orgullosos de todosestos logros, quiero resaltar que el patrimoniomás importante de nuestra Facultad son losalumnos, que con su calidad humana y su dedi-cación al estudio y a la formación como profe-sionales de la Veterinaria, suponen la mayorsatisfacción para los profesores y miembros delPAS. Es muy gratificante observar como un ele-vado número de ellos ocupa puestos relevantesen la Administración, o bien realizan su activi-dad profesional en importantes empresas delsector y en clínicas Veterinarias, o incluso sehan convertido en profesores de nuestro centro.

A pesar de la falta de medios en los comien-zos, y de que no disponíamos de instalacionesque permitieran una mejor formación, el perso-nal de esta Facultad trabajó con ilusión y cari-ño para sentar las bases que hicieron posible elcrecimiento posterior en personal, medios e ins-talaciones, al tiempo que mejoraban las calida-des docentes, investigadoras y asistenciales. Porello, no es de extrañar que hayamos conseguidoel figurar entre las Facultades europeas quegozan de acreditación y reconocimiento inter-nacional. A este logro tan significado han con-tribuido de forma especial los Decanos que mehan precedido en el cargo, y en particular elProf. Moreno Medina. Aprovecho esta sentidaocasión para enviarle nuestros mejores deseosde una pronta recuperación de los problemasque le aquejan y su reincorporación a nuestroclaustro de profesores.


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El logro se comprende mejor si se tiene encuenta que de un total de 83 Facultades deVeterinaria europeas, solo 30 han alcanzadotal reconocimiento. Si tenemos en cuenta queen el 2010 se debe haber establecido el EspacioComún Europeo de Educación Superior, es evi-dente que nuestra Facultad lleva un notableadelanto en esta tarea.

Fruto igualmente de este progreso, es queen este momento nos encontramos en una posi-ción ventajosa dentro del proceso de evalua-ción del II plan Nacional de Evaluación de laCalidad para las distintas licenciaturas.

En todos esos logros, es de justicia recono-cer el espíritu de colaboración, de comprensióny de sacrificio de las primeras promociones, lascuales han ido supliendo las carencias inicialescon entusiasmo y rigor en el ejercicio de lapractica profesional. Por todo ello, creo quetodos los que hoy nos acompañáis, podéis senti-ros un tanto protagonistas del nivel de calidadque ha alcanzado nuestra Facultad. Este senti-miento de legítima satisfacción debe ser ade-más el mejor acicate para seguir avanzando enla tarea de consolidar y mantener esta Facultaddentro de la élite europea.

Al recordar la contribución de esfuerzos ygestos positivos que han llevado a la Facultad ala realidad actual, es de justicia resaltar la la-bor de aquellos profesores que estuvieron tra-bajando en los primeros años de su puesta enmarcha, y posteriormente han continuado suvida profesional en otras universidades y enotros puestos y tareas de la profesión. Quieroexpresarles nuestro más sincero agradecimien-to con la entrega de distinciones en este senci-llo acto. Como profesor jubilado está D. Anto-nio Ramírez Medina, Catedrático de Fisiologíay primer Secretario de la Facultad, que nosacompañó desde su fundación hasta mediadosdel 2000.

Los profesores que han fallecido y que siem-pre estarán en nuestro recuerdo por su labor son:

— D. Ignacio Soriano Más fundador delclub de Rugby, con él se alcanzaron los mayo-

res logros deportivos a pesar de la juventud delclub, ya que supo inculcar el espíritu de sacrifi-cio, el afán de superación y la confianza plenaen sus posibilidades.

— D. José Manuel Lasaosa Viscasillas, se-cretario de esta Facultad, querido y apreciadopor profesores y alumnos, a los que acompaña-ba todos los años en el viaje fin de carrera y alque en su día le dedicamos un aula.

— D. Esteban Ocio Trueba, como me lodefinio su esposa en una de nuestras conversa-ciones, sencillo y serio en su trabajo.

— D. José Antonio Sánchez García, com-pañero sincero y honrado, responsable en sutrabajo, amante de su familia y amigo de susamigos.

— Y D. José Manuel Cid Díaz, entrañableprofesor, que entre otros muchos nos dejó ellegado de la Historia de la Veterinaria, materiaque desde hace dos años se incluye en nuestroplan de estudios.

La labor inestimable del Personal de Admi-nistración y Servicios se merece igualmente elreconocimiento público, que hemos creído opor-tuno concretarlo en la persona de D. José Fer-nando Asanza, el conserje con mayor antigüe-dad en el centro. Administrativos, conserjes, téc-nicos, oficiales y mozos, forman un conjunto sinel cual profesores y alumnos no hubiésemospodido cumplir adecuadamente con nuestras ta-reas, ni alcanzar los logros que hoy celebra-mos.

Para el futuro se abren nuevos retos y hori-zontes que son un estímulo para seguir traba-jando con la misma ilusión que ha venido impe-rando en los años que ahora conmemoramos.Entre tales retos figuran:

— Consolidar a la Facultad dentro de losniveles de calidad de la Unión Europea y alHCV como centro de referencia en el sudesteespañol.

— Mantener a la granja como centro na-cional de referencia en Sanidad y bienestar por-cino, y conseguir asimismo que se ubique en lamisma el centro de reproducción.


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— Desarrollar el convenio con la Organi-zación Internacional de Epizootias y más espe-cíficamente los programas de Léxico, Zoonosisy Bienestar Animal.

— Fomentar la movilidad internacional denuestros estudiantes y profesores, para una in-tegración más efectiva en el espacio común eu-ropeo de enseñanza superior y favorecer la for-mación continuada de los profesionales.

— Integrar más y mejor el quehacer delcentro en el tejido social de nuestra Región y,

— Cultivar y ampliar las relaciones con to-das las instituciones regionales y universitariasy con el Ilustre Colegio Oficial de Veterinarios.

Estoy seguro de que podemos contar con lacolaboración y el empeño de todos para lograréxitos similares a los alcanzados hasta la fecha.Bienvenidos a vuestra casa, que es la casa detodos los veterinarios, los universitarios y losque trabajan por el bienestar de nuestra socie-dad. Muchas gracias por vuestra atención”.

A continuación el Sr. Rector dijo:

“Tiene la palabra D. Francisco Laredo Ál-varez, Vicedecano de la Facultad de Veterina-ria de la Universidad de Murcia, para presen-tar la página web del Centro”.

Desde el atril D. Francisco Laredo Álvarez,hizo una brillante exposición de la página webde la Facultad de Veterinaria.

Tras finalizar la presentación de la páginaweb el Excmo. Sr. Rector dijo:

“Se va a proceder a la entrega de Distin-ciones de la Facultad de Veterianaria de laUniversidad de Murcia. Tiene la palabra D.José Joaquín Cerón Madrigal, Secretario dela Facultad de Veterinaria”.

El Secretario de la Facultad de Veterinaria,dio lectura al Acta de entrega de todas las Dis-tinciones:

“En sesión ordinaria de Junta de Facultad de26 de noviembre de 2002 se acordó, conceder laMedalla de Oro nº 5 de la Facultad de Veterina-ria de Murcia a la Facultad de Veterinaria de laUniversidad Complutense de Madrid, en reco-nocimiento a su apoyo material y humano enestos 20 años de historia.

Recoge la Medalla el ILUSTRISIMO SR.D. MANUEL RODRÍGUEZ SÁNCHEZ, De-cano de la Facultad de Veterinaria de la Univer-sidad Complutense de Madrid.

En esta misma Junta se acordó conceder laMedalla de Oro nº 6 de la Facultad de Veterina-ria de Murcia a la Facultad de Veterinaria deCórdoba, en reconocimiento a su apoyo mate-rial y humano en estos 20 años de historia.

Recoge la Medalla el ILUSTRISIMO SR.D. ANSELMO PEREA REMUJO, Decano dela Facultad de Veterinaria de la Universidad deCórdoba.

En sesión ordinaria de la Junta de Facultadde 26 de noviembre de 2002 se acordó concedermenciones especiales en los actos de celebra-ción del XX Aniversario a los siguientes anti-guos Decanos de nuestra institución, en recono-cimiento a la labor desarrollada.

EXCELENTISIMO SR. D. JOSÉ LUIS SO-TILLO RAMOS, Decano de la Facultad de Ve-terinaria de la Universidad de Murcia en el pe-riodo 1983-87.

ILUSTRISIMO SR. D. PEDRO ALFONSOPONCE, Decano de la Facultad de Veterinariade la Universidad de Murcia en el periodo 1987-91.

ILUSTRISIMO SR. D. FRANCISCO MO-RENO MEDINA, Decano de la Facultad deVeterinaria de la Universidad de Murcia en elperíodo 1991-99. Recoge la distinción en sunombre Don CARLOS CÁRCELES RODRÍ-GUEZ, Vicedecano de la Facultad de Veterina-ria de la Universidad de Murcia en el mismoperíodo.


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En sesión ordinaria de Junta de Facultad de26 de noviembre de 2002 se acordó concedermención especial en los actos de celebración delXX Aniversario a los antiguos alumnos, persona-lizándolo en Dª. TERESA LÓPEZ HERNÁN-DEZ, alumna de la I Promoción de la Facultadde Veterinaria de la Universidad de Murcia.

En esta misma Junta se acordó concedermención especial a título póstumo y en recono-cimiento a su dedicación, en los actos de cele-bración del XX Aniversario a los siguientes Pro-fesores Fallecidos.

Don IGNACIO SORIANO MAS, Profesorde Reproducción, fallecido en 1989. Recoge ladistinción su compañero D. Emilio Martínez,Catedrático de Reproducción y Obstetricia.

Don ESTEBAN OCIO TRUEBA, Profesorde Producción Animal, fallecido en 1992. Re-coge la distinción su viuda Dª. Natividad Zapa-ta Maeso.

Don JOSÉ MANUEL LASAOSA VISCA-SILLAS, Profesor de Cirugía, fallecido en 1993.Recoge la distinción su hermana Dª. María JoséLasaosa Viscasillas.

Don JOSÉ ANTONIO SÁNCHEZ GAR-CÍA, Profesor de Toxicología, fallecido en 1998.Recoge la distinción su viuda Dª. Isabel Bur-guete Toral.

Don JOSÉ MANUEL CID DÍAZ, Profesorde Nutrición Animal, fallecido en 2002. Recogela distinción su viuda Dª. Gregoria Pérez Pérez.

En sesión ordinaria de Junta de Facultad de26 de noviembre de 2002 se acordó concedermención especial en los actos de celebracióndel XX Aniversario, como reconocimiento a lalabor desarrollada, a D. ANTONIO RAMÍREZMEDINA, Profesor de Fisiología Animal, de laFacultad de Veterinaria de la Universidad deMurcia jubilado en 2000.

Del mismo modo se acordó conceder men-ción especial en los actos de celebración del XX

Aniversario, por su ayuda para poner en marchala titulación, a los siguientes profesores:

Don MIGUEL ÁNGEL SIERRA PLANA,Profesor de Histología y Anatomía Patológica,de la Facultad de Veterinaria de Murcia entrelos años 1983 y 1985.

Doña MARÍA TERESA PARAMIO NIE-TO, Profesora de Agricultura, de la Facultad deVeterinaria de Murcia entre los años 1983 y1986.

Don JOSÉ MANUEL SERRANO CABA-LLERO, Profesor de Farmacología, de la Facul-tad de Veterinaria de Murcia entre los años 1984y 1985.

Don FERNANDO CRESPO LEÓN, Profe-sor de Enfermedades Infecciosas, de la Facultadde Veterinaria de Murcia entre los años 1985 y1986.

Don FRANCISCO RINCÓN LEÓN, Profe-sor de Bromatología, de la Facultad de Veteri-naria de Murcia entre los años 1986 y 1992.

Don FRANCISCO JAVIER ABELLÁNATIENZA, Profesor de Anatomía, de la Facul-tad de Veterinaria de Murcia entre los años 1982y 1987.

Don JOSÉ VILLALAÍN BOULLÓN, Pro-fesor de Bioquímica, de la Facultad de Veteri-naria de Murcia entre los años 1983 y 1999.

Don CARLOS GONZALO ABASCAL, Pro-fesor de Etnología, de la Facultad de Veterina-ria de Murcia entre los años 1984 y 1988.

Don JOSÉ LUIS BENEDITO CASTELLO-TE, Profesor de Patología, de la Facultad de Ve-terinaria de de Murcia entre los años 1985 y1987.

Doña MARÍA ÁNGELES PULGARGUTIÉRREZ, Profesora de Nutrición Animal,de la Facultad de Veterinaria de Murcia entrelos años 1985 y 1998.

Don ÓSCAR REGUERA ACEVEDO, Pro-fesor de Producción Animal, de la Facultad deVeterinaria de Murcia entre los años 1986 y 1991.

Don JULIO PEDAUYÉ RUIZ, Profesor deTecnología de los Alimentos, de la Facultad de


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Veterinaria de Murcia entre los años 1986 y1995.

En sesión ordinaria de Junta de Facultad de26 de noviembre de 2002 se acordó concedermención especial en los actos del XX Aniversa-rio, como reconocimiento a la donacion de ma-terial y libros de veterinaria al centro, a las si-guientes personas:

Doña ANAMARÍA FERNÁNDEZ FER-NÁNDEZ, por la donación de material propie-dad de su padre D. Eliseo Fernández Úzquiza.

Doña ISABEL CARBONELL GARCÍA, porla donación de material propiedad de su esposoD. José Andugar Jiménez.

Don LUIS ÁNGEL MORENO FERNÁN-DEZ-CAPARRÓS, por la donación de materialde su propiedad.

Don JOSÉ MANUEL PÉREZ GARCÍA, porla donación de material de su propiedad.

Don MANUEL GONZÁLEZ VELA, por ladonación de material de su propiedad.

Por último la Junta de Facultad acordó con-ceder mención especial en los actos de celebra-ción del XX Aniversario a los miembros delPersonal de Administracion y Servicios, perso-nalizándolos en la figura de D. JOSÉ FERNAN-DO ASANZA TERUEL, miembro del Personalde Admistración y Servicios de la Facultad deVeterinaria desde sus inicios en 1982.

Al acabar la ceremonia de entrega de Distin-ciones el Excmo. Sr. Rector dirigió las siguientepalabras a la distinguida audiencia:

“Cuando escuchaba a los sucesivos Deca-nos de la Facultad de Veterinaria de la Univer-sidad de Murcia durante estos pasados 20 años,Profesores Sotillo, Alfonso Ponce, Cárceles Ro-dríguez y Bernabé Salazar, pensaba que, posi-blemente, hoy, sería uno de los días más felicesde su vida académica. Hoy, seguramente, ha-brán tenido un sentimiento de nostalgia y porello les diría con el tango (che, compañeros,

que 20 años no son nada) pero también habránsido invadidos por la mayor satisfacción que unser humano puede tener, la satisfacción del de-ber cumplido. Habrán pasado por sus cabezas,como por muchas de las de ustedes, protagonis-tas de esta historia que hoy estamos reviviendo,imágenes todavía claras de un proyecto, enton-ces como hoy, pleno de ilusión: la creación deun centro universitario, nuestra Facultad de Ve-terinaria. Con casi nada de infraestructuras ycon mucho de compromiso e ilusión, en edifi-cios prestados y con el concurso indispensablede un profesorado en su mayor parte no nume-rario, se gestó un proyecto de cuya realizaciónhoy nos sentimos orgullosos. A lo largo de to-dos estos años, la comunidad universitaria deesta Facultad ha sabido que no había lugarpara la tardanza, aún en medio de innegablesdificultades.

Gracias a todos por la lección magistralque habéis dado, no habéis perdido un minuto,experimentando personalmente la dureza de loscomienzos de cualquier acción o empresa, so-bre todo cuando –como decía el clásico- no sepueden merecer elogios hasta que no se ha lle-vado a cabo el proyecto. Todos sabemos, aun-que a veces por intereses coyunturales y opor-tunistas lo olvidemos, que la tarea que tenemosentre las manos (la formación, la investigacióny el desarrollo de la cultura) no son cosas de undía para otro, que la Universidad no es unainstitución que produzca resultados al día si-guiente, que formar un profesor cuesta más dediez años, que consolidar una línea de investi-gación es trabajo de décadas, que asentar unatitulación con un profesorado competente y ajus-tado cuesta también decenios. Una Universidades, por antonomasia, una institución de medio ylargo plazo, por ello tiene tanto valor plantarun árbol, echar una semilla. Al cabo del tiem-po, esos árboles formarán un bosque de conoci-mientos y saberes.

Gracias a los Decanos de las Facultades deVeterinaria hermanas de Madrid y Córdoba poracompañarnos. Estas Facultades, junto, proba-


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blemente, a la de León y Zaragoza, son tambiénprotagonistas de esta espléndida realidad quees hoy la Facultad de Veterinaria de Murcia.

Hasta Murcia vinieron Leoneses, desde lacomarca de El Bierzo, avenada por el Sil, desdela Montaña cantábrica, o desde el Páramo y lasriberas, avenadas por el Orbigo y el Esla.

Hasta Murcia vinieron Cordobeses, desdeLa Sierra, Sierra Morena y los Pedroches, des-de la Campiña y su Guadalquivir y desde losMontes, sierras de Priego, de Rute y de Lastra.Hasta Murcia vinieron aragoneses, desde losMonegros, desde Teruel desde las tierras altasde Huesca, desde los fértiles valles del Ebro.

Hoy todos vosotros, aquí felizmente instala-dos, con hijos e hijas murcianos y acogidos poruna tierra y unos hombres y mujeres, los mur-cianos, que tenemos a gala que la principaldiferencia de nuestra tierra, es que no existen

diferencias.Mi emocionado recuerdo también, en este

momento, a nuestros compañeros, profesoresde esta Facultad que un día decidieron atar suarado a una estrella y que hoy, estoy seguro,nos contemplan desde ella con una sonrisa jun-to al Altísimo.

Mi agradecimiento más sincero a los profe-sores que hoy nos acompañáis y que, bien pormotivo de jubilación o de traslado a otra Uni-versidad, ya no compartis nuestra labor diariaen esta Facultad. Vuestro trabajo, esfuerzo ydedicación, y porque no vuestro nombre, preci-so y concreto, quedará ya unido para siempre ala historia de esta Facultad.

Gracias también a los que de forma genero-sa y altruista habéis donado material de vues-tra propiedad a nuestra institución. Vosotrosnos entregáis vuestros bienes materiales. Otros,


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profesores jubilados, profesores en otras uni-versidades, profesores en nuestra universi-dad, nos habéis entregado vuestro magisterio.A todos los que habéis dado, os recordaré losversos de Pedro Salinas:

Lo que nos queda palpitaen lo mismo que nos damos¡Darte, darte, darnos, darse!No cerrar nunca las manos.No se agotarán las dichasni los besos, ni los años,si no las cierras ¿No sientesla gran riqueza de dar?La vidanos la ganaremos siempre,entregándome, entregándote.

Que pasemos todos un día muy feliz en elXX aniversario de la Facultad de Veterinariade la Universidad de Murcia”.

Se levanta la sesión.

Seguidamente se hizo una visita a el Hospi-tal Clínico Veterinario, a la Granja Docente ya las distintas dependencias de la Facultad(FOTO 3).

Finalizó la jornada con un almuerzo en Bo-degas Bernal.


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Anexo: Relación de donaciones y cesiones para los actos conmemorativos delXX Aniversario de la Facultad de Veterinaria

MATERIAL DONADO PARA EL MUSEO DE VETERINARIA:

DONADO POR D. ELISEO FERNÁNDEZ ÚZQUIZA:

• CÁNULA DE LAVADO ARTICULAR DE ÉQUIDOS• TRÓCAR• SEPARADOR DE SENN• KOCHER ANTIGUO• PEAN• TENOTOMO DE MANO DERECHA• BACKHAUS• PINZAS DE MANO• ESCALPELO O BISTURÍ• CAJA DE JERINGAS• HILOS DE SUTURA• SONDA BOTONADA• AGUJA ENMANGADA DE OJO FIJO• NAVAJAS DE SANGRÍAS• AGUJA DE REVERDIN• MATERIAL QUIRÚRGICO DIVERSO

DONADO POR D. JOSÉ ANDÚGAR JIMÉNEZ:

• FORCEPS DE PARTO PARA GANADO VACUNO• DOPLER PARA DIAGNÓSTICO DE GESTACIÓN EN PORCINO• EMASCULADOR DE CERDOS• MESA DE CIRUGÍA PORTÁTIL PARA PORCINO• JERINGA DE VACUNACIÓN PARA GANADO VACUNO

DONADO POR EL LABORATORIO AGRARIO Y DE MEDIO AMBIENTE:

• DIVERSOS SISTEMAS DE CASTRACIÓN DE ÉQUIDOS:SISTEMAS DE CAÑASEMASCULADORPINZAS DE BURDIZO

• TRÓCAR DE RUMINOCENTESIS (VACUNO)• TERMOCAUTERIO (ÉQUIDOS)• BOMBA PARA SONDAJES (ÉQUIDOS)• NARIGÓN (VACUNO)• EXTRACTOR DE SANGRE• CAJA DE MATERIAL DE NECROPSIA• CENTRÍFUGA


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• LACTODENSITÓMETRO• CONTADOR DE COLONIAS• ESTERILIZADOR DE ASA DE SIEMBRA

MATERIAL CEDIDO POR EL PROF. D. FRANCISCO ALONSO DE VEGA:

• EQUIPO DE HEMATOLOGÍA HAEMOMETER

DONADO POR EL MUSEO DE VETERINARIA MILITAR:

• BOLSA DE OFICIAL VETERINARIO DEL EJÉRCITO DE TIERRA ESPAÑOL

DONADO POR D. MANUEL GONZÁLEZ VELA:

• TENAZAS DE MARCAJE DE VACUNACIÓN DE BRUCELOSIS• TERMOCAUTERIOS• CAUTERIO• JERINGAS AUTOMÁTICAS• CAUTERIO• JERINGA DE VACUNACIÓN DE PORCINO

MATERIAL CEDIDO PARA LA EXPOSICIÓN CONMEMORATIVA DEL XXANIVERSARIO:

CEDIDO POR TECNOLOGÍA DE ALIMENTOS:

• HOMOGENEIZADOR• COLORÍMETRO HUNTER• CENTRÍFUGA• HOMOGENEIZADOR DE LECHE

CEDIDO POR EL PROF. JOSÉ LAENCINA SÁNCHEZ:

• BALANZA MOHR WESTFAL• MECHERO BUNSEN. (Principios siglo XX)• HOMOGENIZADOR DE LECHE

CEDIDO POR EL PROF. GASPAR ROS BERRUEZO:

• MATRAZ KJELDHAL PARA PROTEÍNAS• EMBUDO DE DECANTACIÓN• AUTOCLAVE. (Princicio siglo XX)


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CEDIDO POR HISTOLOGÍA Y ANATOMÍA PATOLÓGICA:

• MICROSCOPIO

CEDIDO POR EL PROF. D. CARLOS CÁRCELES RODRÍGUEZ:

• TENAZAS DE MARCAJE DE SACRIFICIO

CEDIDO POR ANATOMÍA Y EMBRIOLOGÍA:

• ANATOMÍA SECCIONAL DE GATO• RECONSTRUCCIÓN ANATÓMICA DEL GATO (Órganos plastinados)• MIEMBRO TORÁCICO DE CABALLO SECCIONADO TRANSVERSALMENTE• TARSO DE CABALLO SECCIONADO SAGITALMENTE• CABEZA DE PERRO PLASTINADA• CABEZA DE CABALLO: SECCIÓN TRANSVERSAL PLASTINADA• CORAZÓN DE CERDO PLASTINADO• BLOQUE CARDIOPULMONAR DE PERRO. MOLDE VASCULAR Y PULMONAR

PLASTINADO DE CABRA• ÚTERO DE YEGUA PLASTINADO• ÚTERO DE CERDA PLASTINADO• ARTICULACIÓN DE VACUNO PLASTINADA• ENCÉFALO DE PERRO PLASTINADO• LUBINA PLASTINADA.• TARSO DE CABALLO SECCIONADO TRANSVERSALMENTE

LIBROS CEDIDOS PARA LA EXPOSICIÓN CONMEMORATIVA DEL XXANIVERSARIO:

LIBROS CEDIDOS POR EL PROF. D. FRANCISCO ALONSO DE VEGA:

INSTITUCIONES DE ALBEYTERÍA. F. García Cabero (1822).NOVÍSIMO TRATADO TEÓRICO-PRÁCTICO DE AGRICULTURA Y ZOOTECNIA.3 Volúmenes J. Ribera. (1894).TRATADO DE EQUITACIÓN. M. Gutiérrez Herran (1891).TRATADO DE POLICÍA SANITARIA VETERINARIA. M. Mondría (1873).

LIBROS CEDIDOS POR LA PROFª. Dª Mª DOLORES MEGÍAS RIVAS:

LOS DOCE LIBROS DE AGRICULTURA. Tomo I. F. Columela.LOS DOCE LIBROS DE AGRICULTURA. Tomo II. F. Columela.


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LIBROS POR CEDIDO POR EL PROF. D. JOSÉ Mª VÁZQUEZ AUTÓN:

TRATADO DE ANATOMÍA DESCRIPTIVA DE LOS ANIMALES DOMÉSTICOS. J. Roberty Serrat (1898).

TRATADO DE ANATOMÍA TOPOGRÁFICA DEL CABALLO. P. Rubay (1934).

DONACIONES AL FONDO BIBLIOGRÁFICO ANTIGUO DE LA FACULTAD DEVETERINARIA:

En el marco de la Conmemoración reseñada la viuda de D. JOSÉ ANDÚGAR JIMÉNEZ donó40 ejemplares procedentes de su colección, y D. MANUEL GONZÁLEZ VELA donó 68 ejemplaresprocedentes de su biblioteca privada.

DONACIONES AL FONDO BIBLIOGRÁFICO HISTORIA DE LA VETERINARIA D.JOSÉ MANUEL CID DIAZ

En el marco de la Conmemoración reseñada se inauguró un nuevo fondo bibliográfico en elAnexo de la Biblioteca de la Facultad denominado “Fondo Bibliográfico Historia de la VeterinariaD. José Manuel Cid Díaz”, constituido por libros donados por la viuda del PROF. D. JOSÉMANUEL CID DÍAZ, y por los Doctores D. LUIS A. MORENO FERNÁNDEZ-CAPARRÓS yD. JOSÉ MANUEL PÉREZ GARCÍA.

Finalmente también Profesorado de las diversas Unidades Docentes contribuyeron a la exposiciónconmemorativa del XX con la cesión de material docente y de diversas publicaciones de carácterdivulgativo y científico.

Antonio Bernabé SalazarDecano de la Facultad

anexo ii - digitum.um.esdigitum.um.es/xmlui/bitstream/10201/545/1/av19 (2003) anexo ii...

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