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UNIVERSIDAD INTERNACIONAL, S. C. ANÁLISIS DE LOS MÉTODOS COMPLEJOS CUALITATIVOS PARA EVALUACIÓN DEL RIESGO DE INCENDIO . APROXIMACIÓN A UNA METODOLOGÍA INTEGRAL. Tesis que presenta: Roberto L. Garza Ruzafa Para titulación en: Ingeniería en Mantenimiento y Seguridad Industrial Asesor de Tesis: Ing. Bernardo Ibarra Ramírez. Julio 25 de 2007.

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UNIVERSIDAD INTERNACIONAL, S. C.

ANÁLISIS DE LOS MÉTODOS COMPLEJOS CUALITATIVOS PARA EVALUACIÓN DEL

RIESGO DE INCENDIO.

APROXIMACIÓN A UNA METODOLOGÍA INTEGRAL.

Tesis que presenta: Roberto L. Garza Ruzafa Para titulación en: Ingeniería en Mantenimiento y Seguridad Industrial Asesor de Tesis: Ing. Bernardo Ibarra Ramírez.

Julio 25 de 2007.

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"La evaluación continúa siendo la actividad preventiva por excelencia, y su correcta elaboración sigue siendo imprescindible para una ejecución de las actividades posteriores de forma eficaz y coherente con los riesgos existentes"

Juan C. Rubio

A mis profesores… Por dotarme, con sus valiosas enseñanzas, de la comprensión del ámbito de la seguridad desde una perspectiva científica. A Claudia, Tatiana y Andrés… Todo mi esfuerzo por y para ustedes. Ad perpetuam rei memoriam… de Roberto Garza Salinas, mi padre, de quien aprendí a esforzarme para ser hombre de bien.

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ÍNDICE. Prólogo. 5 Introducción. 7 1. Generalidades teóricas 16

1.1. Riesgo. 17 1.1.1. Definición de riesgo 17 1.1.2. Evaluación de riesgos. 21 1.1.3. Métodos de evaluación de riesgo 25

1.1.3.1. Cualitativos 26 1.1.3.2. Cuantitativos 27 1.1.3.3. Semicuantitativos 28 1.1.3.4. Otros métodos. 28

1.2. Marco legal 31 1.2.1. Apuntes históricos de legislación mexicana

relacionada con análisis de riesgos 31 1.2.2. Listado genérico de legislación relacionada

con análisis de riesgos 32 2. El fuego. 35

2.1. Características como fenómeno químico 36 2.2. Triángulo y tetraedro del fuego 39 2.3. Productos de la combustión 39 2.4. Tipos de fuegos 41 2.5. Medios de control 41

2.5.1. Agentes extintores 41 2.5.2. Sistemas extintores 42

3. Incendio 44 3.1. Características técnicas del evento incendio 45

3.1.1. Riesgogénesis 45 3.1.2. Riesgodinámica 45 3.1.3. Hacia un análisis cualitativo integral 46

3.2. Determinación de los elementos del fuego-incendio 47 3.2.1. Elementos participantes en la riesgogénesis 48 3.2.2. Elementos participantes en la riesgodinámica 49 3.2.3. Fiabilidad de medición de los elementos 49

4. Los modelos de medición cualitativa existentes. 51 4.1. Métodos simplificados 52

4.1.1. Valoración simple (Método A-B-C) 52 4.1.2. Método Binario. 53 4.1.3. Método William T. Fine 55 4.1.4. Métodos de más de tres factores 58

4.1.4.1. Steel 58 4.1.4.2. Strohm y Opheim 58 4.1.4.3. NOM-002-STPS-2000, Tabla A-1 59

4.2. Métodos cualitativos complejos y específicos para la valoración del riesgo de incendio. 60

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4.2.1. Nota sobre métodos no específicos relacionados con incendio 62

4.2.2. Método del Coeficiente K 62 4.2.3. Método de los Factores Alfa 63 4.2.4. Método de Smith 63 4.2.5. Método de Herpol 64 4.2.6. Método E.R.I.C. 64 4.2.7. Método de Meseri 66 4.2.8. Método para Estimación de Pérdidas Máximas (PML-EML) 69 4.2.9. Método de Riesgo Intrínseco 69 4.2.10. Método de Gretener. 70 4.2.11. Método de Gustav-Purt 75 4.2.12. Método F.R.A.M.E. 79

4.3. Análisis comparativo de los modelos existentes: aplicaciones, ventajas y desventajas. 99

5. Determinación del modelo integral 106 5.1. ¿Cuál es el modelo integral? 107 5.2. Conversión del modelo integral y sus algoritmos matemáticos a

una hoja de cálculo computacional. 108 5.2.1. Lista de verificación para levantamiento de datos en campo 109 5.2.2. Desarrollo de la hoja de cálculos matemáticos 116 5.2.3. Desarrollo de la hoja de resultados, interpretaciones y sus gráficos 117

6. Conclusiones 118 6.1. Validación de las hipótesis propuestas 119 6.2. Conclusiones respecto a cada método 121 6.3. Conclusión general 122

Apéndice 124 Bibliografía 147

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PRÓLOGO. Aprender es una aventura… una agradable aventura. Aprender una ingeniería es una aventura que abre la visión del panorama técnico a 360 grados. En mi caso, aprender la Ingeniería en Mantenimiento y Seguridad Industrial fue una aventura extrema dado que despejó lagunas de conocimiento, particularmente en matemáticas, con las que viví durante 50 años. Desde mis años de estudiante de medicina, me atrajo poderosamente el mundo de la seguridad industrial. Por desgracia, en la década de los años 70 en México, lo que hoy denominamos medicina ocupacional y laboral no sólo no se conocía, ni siquiera tenía nombre. Lo que pude hacer fue aprender en el camino y aferrarme a la vocación, pero siempre con una gran carencia de conocimientos matemáticos. Afortunadamente, en casi dos décadas de dedicación profesional a la seguridad industrial, siempre tuve a mi lado excelentes ingenieros que literalmente “entraban al quite” con los aspectos matemáticos que exigían los diversos casos que atendíamos como empresa. Mi preocupación era creciente y cuando llegó a niveles verdaderamente penosos, de nuevo tuve la fortuna de poder ingresar a la escuela para intentar hacerme ingeniero en la especialidad que tanto aprecio y que tanto me ha dado. Si ingresé a esta ingeniería siendo uno de mis objetivos principales el de aprender matemáticas, se me ocurrió que mi tesis para obtención del título abordara precisamente aspectos matemáticos. Sólo me faltaba el tema; pero esto no fue problema pues desde hace muchos años una de mis grandes preocupaciones ha sido el estudio científico de los riesgos y, en particular el estudio del fenómeno fuego-incendio. Paralelamente, siempre estuve inmerso en la lucha para que en México se establecieran procedimientos con base científica para el análisis de los peligros y riesgos. Siempre estuve en contra de “auditorías” oficiales o privadas realizadas con “olfatómetro”. De tal manera que el tema surgió casi espontáneamente: la búsqueda y el estudio de las metodologías científicas, con bases matemáticas de medición, para la valoración del riesgo de incendio. Esta es la Tesis que hoy someto a la docta consideración de los distinguidos sinodales que habrán de examinarla y examinarme. La presento humildemente, pero firmemente convencido de que sus resultados son dignos de consideración en nuestro país, toda vez que aún no contamos con la exigencia oficial de hacer las cosas con propiedad técnica y científica en lo que a la valoración de este riesgo se refiere y por desgracia, también en lo que se refiere a muchos otros riesgos. En tanto no seamos capaces de valorar el riesgo de incendio, en términos de medición científica y metodológica de cada uno de los factores o elementos que tiene relación con el

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fenómeno fuego-incendio, no podemos aspirar a controlarlo… seguiremos pagando nuestra torpeza técnica con vidas y patrimonios. Por último, deseo expresar mi cumplido agradecimiento a todos aquellos que me alentaron y apoyaron para sacar adelante mi carrera en general y este trabajo en particular. A mi esposa y mis hijos por el tiempo que, siendo de ellos, aplique a mi carrera. A mis compañeros de trabajo por cubrir mis pendientes cuando yo tuve que atender la escuela. A mis colegas que hicieron cuanto pudieron para apoyarme con su experiencia, conocimientos, bibliotecas y cuanto tuvieron a su alcance. Y a todos mis amigos que entendieron durante todo este tiempo, mi pedante obstinación de dedicarle más tiempo a los libros que a ellos. Gracias a todos y sepan que puedo resultarles más útil ahora que hace unos años. Me importa muchísimo agradecer de manera especial a mis maestros, Ing. Miguel Ángel Sepúlveda e Ing. Bernardo Ibarra, quienes subsanaron mi ignorancia química, física y matemática en términos de ingeniería. Sinceramente espero contar con el tiempo para corresponder a su paciencia y entrega. Desde luego, mi agradecimiento y cariño a la Universidad Internacional serán permanentes por enseñarme más ciencia; esa benigna droga que a pequeños sorbos nos permite, cada vez con más certeza, ir alucinando el universo.

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INTRODUCCIÓN. Hay una profunda diferencia entre vivir en el peligro y vivir con el peligro. Si bien una de las premisas básicas de la seguridad es “los riesgos no se pueden eliminar… pero podemos minimizar su efectos nocivos”. Esto no quiere decir que renunciemos a nuestra legítima aspiración de evitar vivir inmersos en los peligros. Quiere decir, en todo caso, aprender a convivir con los peligros y riesgos de tal manera que no lleguen a materializarse y, si lo hacen, podamos controlarlos y mitigar sus efectos nocivos; estamos hablando de prevención. Obligadamente la prevención exige un completo conocimiento del peligro y a su vez, ese conocimiento sólo es válido si se obtiene mediante una secuencia de tareas metodológicas que técnicamente se conocen como “gestión del riesgo”; un proceso que incluye: identificación, análisis, evaluación, procedimientos preventivos y control, entre otros procesos como veremos en el capítulo 1. En las industrias, empresas y sociedad en general, uno de los riesgos más temido y atendido es el incendio. Efectivamente el incendio es un riesgo cuyos efectos son extremadamente nocivos, devastadores y rotundos. Su agente, el fuego, destruye irremisiblemente todo lo que alcanza… no hay vuelta a atrás. Y el fuego puede generarse prácticamente en cualquier lugar y situación, con el agravante de que, una vez generado, rápida y fácilmente puede salirse de control, “autosostenerse” y convertirse en un incendio. Por todo lo anterior, son importantes los esfuerzos técnicos y científicos emprendidos para entender, definir, medir y controlar el fenómeno fuego-incendio. Este es el tema de la presente tesis, la búsqueda de una valoración ingenieril integrada del riesgo de incendio en recintos cerrados, basada en una metodología cuantitativa y/o cualitativa, confiable y práctica. Hemos partido del problema siguiente: ¿Qué método científico, basado en protocolos de ciencias formales y fácticas, y

considerando todas las variables relacionadas con la riesgogénesis1 y la riesgodinámica2 del fuego, debe ser aplicado para medir el riesgo de incendio en recintos cerrados de tipos diversos (comercial, industrial, habitacional, etc.), para determinar el impacto sobre personas y bienes; y que simultáneamente, permita visualizar los elementos que deban mejorarse para alcanzar un estándar de condición segura respecto al fuego?

1 Riesgogénesis: elementos que confluyen en espacio y tiempo para iniciar la materialización del riesgo.

2 Riesgodinámica: interacción de los elementos del riesgo para generar efectos nocivos (pérdidas) sobre personas, bienes y medioambiente.

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Hipótesis. A partir de la anterior definición del problema, se estructuraron las siguientes hipótesis: H1. Una condición segura para personas, bienes y medio ambiente respecto al riesgo fuego-incendio en un recinto dado, puede ser determinada y establecida mediante una metodología de valoración de todas las variables relevantes de la riesgogénesis y la riesgodinámica del fuego, prevalecientes en el recinto. H2. Todas las variables relevantes relacionadas con el riesgo fuego-incendio pueden ser medidas mediante modelos matemáticos de ingeniería. H3. Las mediciones individuales de cada variable del riesgo fuego-incendio pueden ser integradas mediante otros algoritmos matemáticos, que permitan relacionar los resultados medidos con estándares de seguridad apropiados para el recinto analizado. H4. El algoritmo matemático completo puede ser sistematizado en una hoja de cálculo computacional, incluyendo: listas de verificación para levantamiento de datos en campo, cálculos matemáticos de medición, reporte de resultados textual y gráfico, interpretación de los resultados comparados con estándares e identificación textual y gráfica de variables sub-estándar. Objetivo General. Se determinará cuál es el método técnico para valoración del riesgo de incendio que mida integralmente todos los factores del riesgo y arroje resultados útiles para prevenir los efectos nocivos. Objetivos Específicos.

1. Se enlistarán las metodologías existentes. 2. Se tipificarán las metodologías encontradas respecto a: características cualitativas,

cuantitativas o mixtas; factores que atienden en calidad y cantidad, resultados que arrojan y aplicaciones prácticas.

3. Se analizará cada metodología para conocer sus algoritmos matemáticos y su integración en elementos principales medidos del riesgo; por ejemplo, efectos sobre personas, bienes, medio ambiente, etc.

4. Se compararán las metodologías para determinar cuál o cuáles cumplen con el objetivo general de este trabajo.

Los alcances de esta tesis se circunscriben a las metodologías específicas para la valoración del riesgo de incendio. Se excluirán por tanto metodologías desarrolladas para valoración de otros riesgos, como los generados por maquinaria, ruido, vibración, etc. Así mismo, no se abordará el análisis de metodologías “para riesgo mixto” como son los índices DOW y MOND, desarrollados para la valoración de fuego-explosión-toxicidad.

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Sin embargo, si serán materia de estudio algunas metodologías “simplificadas” de índole genérica, que tradicionalmente se han aplicado para la aproximación primaria a una valoración del riesgo de incendio. Concretamente, son metodologías materia de este estudio, aquellas y sólo aquellas que se fundamentan en el método científico para el desarrollo y aplicación de sus procesos de medición. Para efectos de este trabajo, nos concretaremos a incendios en recintos cerrados, dado que las metodologías para espacios abiertos (por ejemplo incendios forestales) son substancialmente distintas en cuanto a elementos medibles y resultados finales. Todo trabajo de tesis requiere una justificación, y esta la encontramos en el marco histórico y conceptual del problema que nos ocupa. Históricamente, el incendio ha sido y es uno de los riesgos antropogénicos, (en los que intervienen sistemas humanos), frecuentes de más alto impacto en términos de pérdidas humanas, económicas y medioambientales. Los países industrializados y desarrollados, particularmente a partir de 1950, iniciaron esfuerzos para definir, delimitar y controlar el riesgo, mediante metodologías científicas, legislación, reglamentación, normatividad y estándares. Con ello nacieron instituciones profesionales como, por ejemplo, la norteamericana National Fire Protection Administration (NFPA) y la española MAPFRE, entre muchas otras en diversos países. Estas organizaciones, muchas veces apoyadas por universidades, comenzaron a desarrollar modelos para estudio y medición de los elementos del fuego; sin embargo, se concentraron en elementos aislados: fuego, humo, productos de la combustión, temperaturas, etc., y no los integraron en un modelo global; además de estar fuertemente orientadas a la reacción en vez de a la prevención de incendios. Paralelamente se desarrollaron sistemas de estándares que en la actualidad son códigos complejos y exhaustivos acerca de los múltiples elementos relacionados con el fuego. Mucha normatividad oficial ha sido establecida en base a códigos y adoptada por muchos países como estándares nacionales. Esta ha sido la estrategia de México, cuando menos a partir de 1990 cuando empezó a equiparar sus Normas Oficiales Mexicanas a los estándares internacionales. Entre 1950 y 1970 se desarrollaron en el mundo los primeros modelos matemáticos para medición del riesgo de incendio, pero todos tenían la desventaja de no contemplar todos los elementos de riesgogénesis y riesgodinámica del fuego, sino sólo algunos de esos elementos según el modelo. Tampoco valoraban los impactos, en términos de pérdidas, sobre personas, bienes y productividad. Estos modelos científicos basados en algoritmos matemáticos representan los primeros esfuerzos en el mundo para reorientarse a la prevención y mejorar la respuesta en caso de materialización del riesgo de incendio. En la historia de México rescatamos lo siguientes datos. El gobernador del Estado de México, José Vicente Villada, el 30 de abril de 1904 y el de Nuevo León, General Bernardo Reyes, el 9 de noviembre de 1906 dictan leyes sobre accidentes de trabajo, en las que se acepta la teoría del riesgo profesional. Ya en el período revolucionario se ponen en vigor en

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México nuevas leyes: en Chihuahua, Coahuila, Hidalgo y Zacatecas que a semejanza de las anteriores, solo se ocupan de los accidentes de trabajo. La Ley de Veracruz, promulgada por Cándido Aguilar el 9 de octubre de 1914 constituye un evidente avance en la extensión de la legislación del trabajo, extensión que se confirma en la ley del 6 de octubre de 1915, también promulgada en Veracruz por Agustín Millán, relativa a las "asociaciones profesionales". El 1º de abril de 1970 se publicó en el Diario Oficial de la Federación y el 1º de mayo del mismo año entra en vigor la Ley Federal del Trabajo que a la fecha rige las relaciones de trabajo comprendidas en el artículo 123, apartado A de la Constitución, la cual es de observancia general en toda la República Mexicana. Las fracciones XIV y XV del apartado A del artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos dan origen a las fracciones XVI, XVII, XVIII y XXVIII del artículo 132 de la Ley Federal del Trabajo, y sobre todo al Título Noveno (riesgos de trabajo) de la Ley Federal del Trabajo. El artículo 132 "Derechos y Obligaciones de los Trabajadores y de los Patrones" menciona lo siguiente: “Obligaciones de los Patrones:

Fracción XVI: "Son obligaciones de los patrones instalar, de acuerdo con los principios de seguridad e higiene, las fábricas, talleres, oficinas y demás lugares en que deban ejecutarse

las labores, para prevenir riesgos de trabajo y perjuicios al trabajador” Fracción XVII: "Son obligaciones de los patrones cumplir las disposiciones de seguridad e higiene que fijen las leyes y los reglamentos para prevenir los accidentes y enfermedades en los centros de trabajo y en general, en los lugares en que deban ejecutarse las labores” El 21 de enero de 1997 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el "Reglamento Federal de Seguridad, Higiene y Medio Ambiente de Trabajo", entrando en vigor el 21 de abril del mismo año, el cual abroga al "Reglamento de Labores Peligrosas e Insalubres para Mujeres y Menores" de 1934, al "Reglamento de Medidas Preventivas de Accidentes de Trabajo" de 1934, al "Reglamento para la Inspección de Generadores de Vapor y Recipientes Sujetos a Presión" de 1936, al "Reglamento de Higiene del Trabajo" de 1946, al "Reglamento de Seguridad en los Trabajos de las Minas" de 1967 y al "Reglamento General de Seguridad e Higiene en el Trabajo" de 1978. En toda esta legislación, el único texto que se refiere al riesgo de incendio es el siguiente:

“El patrón debe elaborar un estudio para determinar el grado de riesgo de incendio o explosión de la empresa, para establecer las medidas preventivas y de combate necesarias; elaborará el programa y los procedimientos de seguridad para el uso, manejo, transporte y almacenamiento de los materiales con riesgo de incendio y organizar brigadas contra incendios, así como practicar en su empresa cuando menos una vez al año simulacros.”

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Oficialmente en México, sólo se cuenta con la NOM-002-STPS, cuya última revisión fue en el año 2000. Esta norma contempla la determinación del riesgo de incendio mediante su Tabla A-1, misma que, como veremos más adelante es notoriamente imprecisa e insuficiente. Es curioso como en las mediciones de otros riesgos las autoridades competentes exigen metodologías científicas generalmente aceptadas. Tal es el caso de la SEMARNAT para la valoración de riesgos de contaminación Mat-Pel (materiales y residuos peligrosos), que exige la aplicación estricta de metodologías científicas muy específicas; como el método HAZOP por ejemplo. La STPS tiene hasta la fecha, publicadas y vigentes, siete NOM dedicadas al fuego-incendio (ver Apéndice 2). De ellas, una, NOM-002 es general, y las otras seis, de la NOM-100 a la NOM-106 están dedicadas a extinguidores de los diferentes tipos. En toda esta normatividad, no hay nada dedicado a los métodos de valoración del riesgo de incendio. El Plan Nacional de Protección Civil 2001-2006 establece por primera vez en México las obligaciones de: a) migrar de un sistema reactivo a un sistema preventivo y, b) de fundamentar este cambio en la utilización de sistemas y modelos científicos. Hasta el 30 de mayo de 1997, se habían publicado 118 normas oficiales mexicanas sobre salud en el trabajo, pero a la fecha, (mayo de 2007), no hay lineamiento oficial en México que establezca el uso obligatorio y específico de una metodología matemática completa y práctica para la valoración del riesgo de incendio. El único lineamiento normativo es la aplicación de la ya mencionada Tabla A-1 de la NOM-002-STPS-2000. De esas 118 normas, las primeras 30 corresponden a aspectos sobre seguridad, higiene y medicina del trabajo, de la 31 a la 100 a técnicas de determinación de concentración en el aire de sustancias químicas del ambiente de trabajo, de la 101 a la 106 corresponden a agentes y equipos extintores de incendios, de la 107 a la 112 tratan sobre seguridad en máquinas y herramientas para la prevención de accidentes de trabajo y de la 113 a la 118 a las características que deben tener diversos equipos de protección personal. Para agravar la situación, en México le otorgamos una importancia desmedida a la simple posesión del documento donde se registra la evaluación y la auditoria oficial. Esta conducta, muchas veces acompañada de sobornos es, a mi juicio, causada por la falta de cultura de seguridad orientada a la prevención y a la productividad. En México se "cumple" con la posesión de un documento "para que no nos molesten las autoridades". Y aún se piensa que es mejor "arreglarse" con el inspector que invertir en una instalación segura. Los incendios urbanos se dividen en domésticos, comerciales e industriales. Representan el 93% del total de incendios ocurridos en el país; 85% suceden principalmente en casas habitación; los comerciales implican un 5%, y los Industriales alrededor de 3%. [CENAPRED]. Sin embargo, las pérdidas humanas y económicas son significativamente mayores en los siniestros comerciales e industriales. Existen registros en prensa de su materialización en comercios, establecimientos de servicio, centros de esparcimiento, industrias de todo tipo, transportes, templos, casa habitación, etc. Casos: Walt Mart (D.F. y otros), Soriana (varios), Lobombo, Torre Alta (Mty.), Sirlon Stockade (Mty), Peñoles (Torreón), Pemex (San Rafael, Apodaca, N.L.), Del Sol (Mty y Torreón),

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Distribuidora Good Year (Mty), Banorte (Mty), Muebles Metálicos (Mty. En dos ocasiones), etc. La lista es interminable. Todas las instalaciones incendiadas estaban funcionando “con permisos en orden” hasta que un siniestro los convirtió en pérdidas totales y cobraron vidas. Como decíamos, sólo hasta hace pocos años empezamos a reorientarnos de la reacción a la prevención; así como a la utilización de de mediciones cuantitativas basadas en ciencias formales (matemáticas) y fácticas (química, física, etc.). Como veremos en el contexto de este trabajo, existen más de 20 elementos relevantes que intervienen en la valoración del riesgo de incendio. Resulta verdaderamente preocupante que la mencionada Tabla A-1 de la NOM-002-STPS toma en cuenta sólo 8 elementos para la valoración del riesgo, y no utiliza algoritmos matemáticos para su medición, sólo umbrales aritméticos de cantidad. Así, encontramos que las autoridades y profesionales del ramo, no aplican herramientas metodológicas ingenieriles para la evaluación del riesgo. Consecuencialmente, carecemos de un análisis correcto y de procedimientos preventivos y de auxilio de acuerdo a dicho análisis. Para comprobar lo anterior, sólo se requiere recorrer cualquier establecimiento público para obtener evidencias tales como: carencia de detectores de humo e iluminación de emergencia autónoma, así como rutas de evacuación señalizadas incorrectamente entre otros factores. Un análisis más detallado evidencia extinguidores insuficientes y caducados, redes hidráulicas fuera de norma e inoperantes, cisternas compartidas con la red potable, sin válvulas siamesas y con coples fuera de norma, instalaciones eléctricas subestándar y por consiguiente con alto riesgo de incendio, carencia de compartimentalización contra fuego, medios de evacuación insuficientes para las cargas humanas y en condición subestándar respecto a recorridos y tiempos de evacuación, carencia de medios para manejo de humos (sistemas H-Vac) y aire supercalentado, accesos inadecuados para cuerpos externos de auxilio, etc. Es imprescindible y urgente la utilización de métodos técnicos para la valoración del riesgo de incendio. Por si todo esto fuera poco, además carecemos de una cultura de prevención de incendios. En resumen, una metodología para valoración del riesgo de incendio correcta y práctica:

Debe orientarse a la prevención, control y mitigación del fuego y sus impactos nocivos cuando menos, sobre personas y bienes. (Los impactos medioambientales son materia de un modelo aparte diseñado para espacios abiertos.)

Debe medir con exactitud y mediante métodos cualitativos y/o cuantitativos, todos y cada uno de los elementos que operan en la riesgogénesis y riesgodinámica del fuego; cuando menos, los elementos significativos de cada uno de los rubros siguientes:

o Cargas caloríficas del recinto y de sus contenidos o Propagación del fuego o Geometría y arquitectura del recinto o Plantas (pisos) y altura o Medios de ventilación o Accesos para cuerpos de auxilio y tiempos de llegada o Factores de activación del fuego (fuentes de calor-ignición)

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o Tiempos evacuación o Recorridos de evacuación o Capacidades y movilidad de las personas o Contenidos (valor) o Ambiente del recinto o Actividad económica o Resistencia estructural al fuego o Recursos de agua o Protección normal contra incendio o Protección especial contra incendio o Salvamento de datos o Cada una de las mediciones de elementos deben integrarse en un algoritmo

matemático “superior” que los relacione en una valoración general de incendio y contraste esa valoración general contra un estándar de condición segura respecto al riesgo de incendio.

En este trabajo se buscan estándares internacionales que probadamente funcionan bien. De hallarlos, lo deseable sería que se incorporaran a la legislación y normatividad oficial para corregir el enorme aparato de carencias evidentes en México respecto a la valoración del riesgo de incendio. Es importante aclarar que los códigos de NFPA y FM (Factory Mutual), famosos en todo el mundo, no consignan modelos de medición del riesgo de incendio. Partiendo de tablas ya establecidas de nivel de riesgo (1, 2, etc., y ampliaciones denominadas "extra"), establecen estándares para elementos unitarios como tipo de rociadores, puertas contra incendio, bombeo de la red hidráulica, y un largo etc. Estos códigos no especifican como se llegó a cada uno de los niveles de riesgo estipulados. Además, son listados genéricos por tipo de actividad a los que se asigna un nivel de riesgo. Para el desarrollo de esta tesis hemos utilizado una metodología de investigación documental de fuentes técnicas especializadas. Dichas fuentes han sido oficiales y privadas, institucionales y de profesionales independientes, históricas y actuales. Los datos así obtenidos han sido sometidos a análisis respecto a cumplimiento de los estándares que los objetivos del presente trabajo han fijado. Dado que cuento con una experiencia personal de 18 años en seguridad industrial, también me he permitido algunos excepcionales casos en los que he cotejado las propuestas técnicas bibliográficas contra la experiencia pragmática de casos vividos y el criterio profesional así formado. En tales casos, he sido escrupuloso para no caer en apreciaciones subjetivas y no sustentadas por el Método Científico. He dedicado el capítulo 1 a Generalidades Teóricas, donde se atienden los aspectos técnicos del riesgo. En él sentamos las bases teóricas de peligro, sus diferencias con el concepto de riesgo, todos los aspectos relacionados con peligro y riesgo, y la descripción del proceso completo de la “gestión del riesgo”. Estos conceptos sirven de base al entendimiento del tema de metodologías de evaluación y sus tipos principales: cuantitativas, cualitativas y semicuantitativas.

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Por su relevancia de obligatoriedad y urgente necesidad de estándares técnicos, en este primer capítulo también se incluyen aspectos del marco legal que en México y otros países se ha venido aplicando a la valoración del riesgo de incendio. Sustentamos aquí nuestras grandes carencias y prototipos internacionales a los que deberíamos aspirar. Dado que el sujeto de evaluación en la presente tesis es el fenómeno fuego-incendio, los capítulos 2 y 3 están dedicados precisamente a la descripción técnica del fuego y del incendio. Respecto al fuego abordamos los temas de: características como fenómeno químico, la riesgogénesis basada en el “triángulo” y “tetraedro del fuego” y los productos de la combustión como agentes de efectos nocivos. También describimos los tipos de fuegos que internacionalmente se han establecido. Por último se hace un estudio general de la tecnología aplicada como medios de control, destacando los agentes extintores y sistemas de detección y extinción. En cuanto al tema de incendio, en primera instancia atendemos las características técnicas del evento incendio, incluyendo la riesgogénesis y la riesgodinámica del fenómeno. Con estos conocimientos hacemos una primera aproximación hacia el análisis cualitativo integral que buscamos con el presente trabajo. Así establecemos criterios para los aspectos de determinación de los elementos del fuego-incendio, distinguiendo entre los elementos participantes en la riesgogénesis y los elementos participantes en la riesgodinámica. Por último definimos criterios orientadores respecto a la fiabilidad de medición de los elementos del evento incendio. En el capítulo 4 abordamos el análisis central de esta tesis al estudiar los modelos de medición cualitativa existentes. Iniciamos con los “Métodos Simplificados” donde estudiamos los 6 principales de ellos, incluyendo la Tabla A-1 de la NOM-002-STPS-2000 mexicana. Concluido este análisis abordamos la parte más interesante del trabajo, referente a los “Métodos Cualitativos Complejos y Específicos para la Valoración del Riesgo de Incendio”, no sin antes hacer un apunte sobre los métodos no específicos relacionados con incendio. Los métodos más importantes resultaron ser once, incluyendo los siguientes

1. Método del Coeficiente K 2. Método de los Factores Alfa 3. Método de Smith 4. Método de Herpol 5. Método E.R.I.C. 6. Método de Meseri 7. Método para Estimación de Pérdidas Máximas (PML-EML) 8. Método de Riesgo Intrínseco 9. Método de Gretener. 10. Método de Gustav-Purt 11. Método F.R.A.M.E.

Para finalizar este capítulo, se realiza un análisis comparativo de los modelos existentes para establecer las aplicaciones, ventajas y desventajas de cada metodología. Este análisis

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resulta indispensable para poder determinar el modelo integral que buscamos, tema que estudiamos en el capítulo 5. También en el capítulo 5 se anexan las comprobaciones del desarrollo de un modelo en hoja de cálculo Excel, que permite operar la metodología que ha resultado en cumplimiento de los objetivos perseguidos. Dicho modelo se anexa a este trabajo en disco compacto. En el se pueden realizar, para un estudio de evaluación de riesgo de incendio: el levantamiento de campo mediante lista de comprobación automatizada, los cálculos matemáticos de medición para cada elemento, y obtener un reporte de resultados que permiten las interpretaciones global y pormenorizada del riesgo, así como la identificación de factores concretos a mejorar y recomendaciones generales. El trabajo técnico se cierra con el capítulo 6 que está dedicado a la validación de las hipótesis propuestas a la luz del análisis completo que se realiza en todo el contexto del trabajo. También se incluye al final del trabajo un Apéndice donde el lector podrá encontrar documentos útiles para la ampliación del tema.

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1. GENERALIDADES TEÓRICAS

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1.1. RIESGO. Durante mucho tiempo uno de los paradigmas de la seguridad ha sido “los riesgos no se pueden eliminar, pero podemos minimizar sus efectos nocivos”. El avance técnico y metodológico en materia de seguridad durante las últimas décadas, nos hacen pensar que tal paradigma no es del todo exacto. El desarrollo de metodologías científicas para el relativamente nuevo proceso de Análisis de Riesgos, nos ha permitido acercarnos a un entendimiento científico de los peligros y riesgos y así, aunado a la dotación de tecnología aplicada, ahora estamos en condiciones de controlar muchos riesgos a través de su eliminación. Cierto es que no somos capaces de eliminar todos lo riesgos, pero gracias a esas metodologías también podemos controlar cada vez con más eficiencia sus efectos adversos. El primer paso pues, es establecer un marco de referencia conceptual claro respecto a peligros, riesgos y su evaluación. A nivel internacional, aún no existe un acuerdo total respecto a estas definiciones y conceptos; principalmente debido a la carencia de una norma ISO que los estandarice. Sin embargo, existe lo que podríamos llamar un consenso de criterios; cuando menos en lo que se refiere a las características básicas de estos elementos. 1.1.1. Definiciones y conceptos de riesgo

Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, “Peligro es el riesgo o contingencia inminente de que suceda algún mal… lugar, paso, obstáculo o situación en que aumenta la inminencia del daño”. Por otro lado, “Riesgo es la contingencia o proximidad de un daño”. Ambas definiciones son casi idénticas y reflejan la confusión de los términos que se presenta a nivel de población general, e inclusive a nivel de profesionales en la materia. En el medio especializado sabemos que riesgo y peligro son conceptos distintos. Todo el mundo está de acuerdo en que el peligro es de alguna forma anterior al riesgo. En definitiva, hay confusión y falta de acuerdo a nivel internacional en lo que se refiere a los conceptos de peligro y riesgo, por lo que creemos que es necesaria una norma ISO para unificar criterios, a pesar de que a efectos prácticos la importancia de esta homogenización sea muy relativa. Una norma ISO unificaría criterios semánticos que permitirían establecer un cuerpo de conocimientos con lenguaje técnico propio y estandarizado. Esto nos lleva a salvar la, quizás última, deficiencia de calificación como ciencia fáctica a la Seguridad. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Peligro es la "Situación inherente con capacidad de causar lesiones o daños a la salud de las personas." Y Riesgo es "una combinación de la probabilidad de que ocurra un suceso peligroso con la gravedad de las lesiones o daños para la salud que pueda causar el suceso. Este concepto ya nos establece una diferencia: peligro es un daño potencial; y riesgo es una relación entre la probabilidad de ocurrencia (materialización del peligro) con los daños que puede producir (impacto). Esta definición, sin embargo, obvia la necesidad de medición o ponderación. En la Norma UNE 81902:1996-ex, se define el "peligro" como fuente o situación con capacidad de daño en términos de lesiones, daños a la propiedad, daños al medio ambiente o una combinación de ambos". Esta misma norma define el “riesgo” como combinación de la

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frecuencia o probabilidad que puedan derivarse de la materialización de un peligro. En estas definiciones, ya hay distinción de conceptos. Sin embargo en el concepto de riesgo no se toma en cuenta el impacto; es decir las pérdidas. Y en México tampoco acabamos de dejar claras las cosas. Veamos las definiciones que ofrece la Ley Federal del Trabajo. Artículo 167.- Para los efectos de este título, son labores peligrosas o insalubres las que, por la naturaleza del trabajo, por las condiciones físicas, químicas y biológicas del medio en que se presta, o por la composición de la materia prima que se utilice, son capaces de actuar sobre la vida y la salud física y mental de la mujer en estado de gestación, o del producto. Artículo 176.- Las labores peligrosas o insalubres a que se refiere el artículo anterior, son aquellas que, por la naturaleza del trabajo, por las condiciones físicas, químicas o biológicas del medio en que se presta, o por la composición de la materia prima que se utiliza, son capaces de actuar sobre la vida, el desarrollo y la salud física y mental de los menores. Utiliza el término peligro coloquialmente como fuente de daño y lo aplica a los sujetos que la ley atiende: trabajadores, mujeres trabajadoras, niños trabajadores. Tampoco arroja luz sobre la aplicación de mediciones concretas de las labores peligrosas. Y para complicar más las cosas, la misma Ley, más adelante, en el Título 9°, Art. 473 dice: “Riesgos de trabajos son los accidentes y enfermedades a que están expuestos los trabajadores en ejercicio o con motivo del trabajo”. Esto nos parece una definición pragmática tomando en cuenta la relación riesgo-trabajo, pero no se ajusta a la tendencia internacional de "medición-ponderación". En el medio profesional internacional, ya existen definiciones generalmente aceptadas para riesgo y peligro: Peligro es la fuente de riesgo químico, biológico o físico; características de un sistema que representa el potencial para un accidente. Riesgo es la medida de la posibilidad y magnitud de efectos adversos, incluyendo heridas, enfermedades o pérdidas económicas (Peligro y toxicidad no significan un riesgo en sí mismos). Es decir que el peligro es el potencial de daños o efectos nocivos; mientras que el riesgo es una medición, por cierto alineada con el método binario impacto-frecuencia. Adicionalmente podemos decir que el riesgo, es una función de la naturaleza del peligro, su facilidad de acceso o vía de contacto (posibilidad de exposición), características de la población expuesta (receptora), la posibilidad de que ocurra y la magnitud de exposición y consecuencias, así como los valores públicos afectables, incluyendo el medio ambiente. En lo personal prefiero los conceptos de riesgogénesis y riesgodinámica (que trataremos más adelante) como operadores definitorios del riesgo en términos de materialización. No obstante lo anterior, es claro que la característica esencial del riesgo es que ha sido evaluado en términos de impacto (pérdidas esperadas) y frecuencia (probabilidad de ocurrencia o materialización). A pesar de que se le suele llamar probabilidad a la frecuencia de ocurrencia, en realidad el producto de la frecuencia de exposición por la probabilidad, es la frecuencia de ocurrencia. Así tenemos que la frecuencia de ocurrencia es accidente/tiempo; la frecuencia de exposición es exposición/tiempo; y la probabilidad sería accidente/exposición.

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Así, TDR = (1)

Donde R es el riesgo, D es el daño esperado y T el tiempo. En México, el CENAPRED ofrece una definición que transcribimos textual: “En forma cuantitativa se ha adoptado una de las definiciones más aceptadas del riesgo, entendido como la función de tres factores: la probabilidad de que ocurra un fenómeno potencialmente dañino, es decir el peligro, la vulnerabilidad y el valor de los bienes expuestos. Esta definición se expresa en la ecuación:

Riesgo = f (Peligro, Vulnerabilidad, Exposición) )**( EVPfR = (2) El Peligro se define como la probabilidad de ocurrencia de un fenómeno potencialmente dañino de cierta intensidad, durante un cierto periodo de tiempo y en un sitio dado”. Esta definición de riesgo incluye un elemento adicional: la “vulnerabilidad”, que el mismo CENAPRED define como “la susceptibilidad o propensión de los sistemas expuestos a ser afectados o dañados por el efecto de un fenómeno perturbador, es decir el grado de pérdidas”. La medición a través de esta ecuación puede funcionar sólo si se aplican algoritmos previos a las ponderaciones independientes de probabilidad (tasa de retorno o recurrencia), peligro (magnitud e intensidad), vulnerabilidad (probabilidad de daño) y exposición (cantidad de personas, bienes y sistemas traducidos en valor monetario o porcentajes). Hasta el momento, el CENAPRED no ha ofrecido los algoritmos complementarios e integrados en una metodología. Además, dicho algoritmo deberá contemplar una gran diversidad de unidades, y el riesgo de apreciaciones subjetivas derivadas de la utilización de tablas de medición (que ya utiliza) cambiantes en cortos períodos de tiempo. En varias de las definiciones que hemos revisado, se liga el concepto de riesgo al fenómeno “accidente”. En la actualidad, accidente desde el punto de vista técnico es un concepto muy amplio que incluye a lo que se ha venido a llamar incidentes, que son accidentes sin lesiones e incluso para algunos casos sin pérdidas económicas. Al respecto, las definiciones generalmente aceptadas son: accidente: evento no deseado que produce pérdidas humanas (incluidas lesiones), económicas y/o medioambientales; incidente: evento no deseado que no produce pérdidas humanas (incluidas lesiones), económicas y/o medioambientales; pero que modificando ligeramente las condiciones, se escalará a accidente y producirá dichas pérdidas. Como es conocido en la teoría de la causalidad de los accidentes, detrás de un acto inseguro siempre se encuentra una condición peligrosa y viceversa. Lo que concuerda con la OIT, que

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hoy establece que la relación acto inseguro-condición insegura representa un 50% para cada factor. Por cierto echando por tierra la corriente (de mediados del siglo pasado) que pretendía demostrar (aunque nunca lo logró) que la causalidad de accidentes se debía en un 90% a la ejecución de actos inseguros. Considerando que la orientación más importante de la seguridad debe ser la prevención, El riesgo debería ser ponderado desde una perspectiva futura para prever sus efectos nocivos y establecer procedimientos para minimizarlos. Así, teniendo en cuenta que un mismo accidente puede originar diversos daños, el que este resulte más o menos grave es en parte cuestión del azar. Podemos definir la "esperanza de daño" de un cierto riesgo como el promedio de daños a que daría lugar el accidente, si se repitiera un número representativo de veces. Dicho de otra manera, cada uno de los niveles de daño resultantes de un accidente, tiene una frecuencia de ocurrencia asociada.

ii

n

i

DfD ×= ∑=1

(3)

Donde Di es el nivel de daño del accidente i y fi es la frecuencia de ocurrencia del daño Di a consecuencia del accidente i de los n accidentes representativos. Respecto a la clasificación de los riesgos, se puede abordar desde diferentes criterios. Veamos los más relevantes. En primera instancia, habremos de distinguir entre riesgos especulativos y puros. Riesgo especulativo es el que puede dar como resultado un efecto favorable (ganancia) o un efecto desfavorable (pérdida), mientras que un riesgo puro es el que puede dar como resultado un efecto adverso o no (perder o no perder). Especulativos son los que podríamos asociar a los que se asumen al operar con la intención de ganar económicamente (bolsa, juegos de azar, especular con predios, etc.). Ejemplos de riesgos puros son: incendios, derrames, fugas, explosión, contaminación, etc. Son materia de la seguridad industrial sólo los riesgos "puros"; y para esta tesis sólo el riesgo puro incendio será sujeto a estudio. Por otro lado, atendiendo a la fuente de origen de los riesgos puros, se pueden clasificar de la siguiente manera:

• Fenómenos de la naturaleza (inundaciones, terremotos, rayos, sequía, tifón, etc.) • Humanos.

- Accidentales, (no intencionados) - Intencionados:

• Criminales (bombas, atracos, desfalco, intrusión, vandalismo, etc.) • Sociales (motín, nacionalización, pánico, huelgas, etc.) • Tecnológicos (accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, caída de

aviones, averías, error de diseño, incendio, explosión, interrupción de la producción, etc.)

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La anterior clasificación concuerda ITSEMAP, pero resulta ser un catálogo extremadamente ineficiente por la dificultad que representa para clasificar algunos riesgos frecuentes, por ejemplo el atrapamiento accidental de un trabajador en/por una máquina ¿es tecnológico o humano-accidental? En México se utiliza una clasificación mucho más específica y práctica:

- Hidrometeorológicos: provenientes del cielo (tormenta eléctrica, huracán, granizada, etc.)

- Geológicos: provenientes de suelos (sismo, deslave, agrietamiento, etc.) - Químicos: incendio, materiales y residuos peligrosos. - Sanitarios: epidemias, plagas, etc. - Socio-organizativos: todos los que provengan de sistemas operados por el hombre.

(Fallas en suministros, maquinaria y equipos, actos delictivos, huelga, etc.) Estos cinco tipos, atendiendo a su origen, se agrupan en naturales (hidrometeorológicos y geológicos) y antropogénicos (los tres restantes) Atendiendo a la cantidad de individuos que pueden afectar, también podemos clasificar los riesgos en: riesgo individual que es la frecuencia con la cual un individuo puede esperar un determinado nivel de daño como consecuencia de la ocurrencia de un determinado suceso accidental; y riesgo social, que es la relación entre la frecuencia y el número de personas que sufren un cierto nivel de daño en una población dada, como consecuencia de la ocurrencia de un determinado suceso accidental. Determinadas actividades se miden como riesgo social, mientras otras como riesgo individual, debido fundamentalmente a las diferentes reacciones y presiones sociales ante sucesos más o menos catastróficos, de manera que no se tolera el mismo nivel de riesgo en unos casos que en otros. 1.1.2. Evaluación de riesgos. La OIT define como evaluación a la "evaluación sistemática de los peligros" y como evaluación de riesgos al "procedimiento de evaluación de los riesgos para la seguridad y la salud derivados de peligros existentes en el lugar de trabajo". Esta definición contribuye a la confusión general acerca de los dos términos y no aporta metodologías para realizar dichas evaluaciones. "La evaluación del riesgo consiste en un proceso de aplicación sistemática de métodos capaces de identificarlo, valorarlo, actuar sobre él para controlarlo y hacer un seguimiento para poder priorizar la actuación y la efectividad de los resultados de la misma" [Asociación para la Prevención de Accidentes (APA)]. La mayoría de las definiciones técnicas de Evaluación de Riesgos concuerdan en lo esencial con ésta última. Me parece la más adecuada y completa ya que nos presenta todos los elementos que componen el proceso de gestión del riesgo; es decir, el proceso conjunto de evaluación y control del riesgo. La directriz básica debería ser: “Se deberán evitar los riesgos y evaluar los riesgos que no se pueden evitar". Es decir, la orientación debe ser a suprimir los riesgos y aquellos que no se

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puedan suprimir, deberán evaluarse para determinar los medios de control mediante procedimientos preventivos, y los medios de mitigación de los efectos nocivos mediante procedimientos de respuesta y restablecimiento. Técnicamente en general, debemos manejar los riesgos "gestionándolos"; es decir, mediante el modelo de Gestión de Riesgos, descrito en el siguiente esquema:

Gestión del riesgo. (Fuente: INSHT)

La Comisión Europea, establece dos principios que deben tenerse siempre en cuenta cuando se aborde una evaluación de riesgos:

1. “La evaluación debe estar estructurada de manera que se estudien todos los

elementos peligrosos y riesgos importantes”. Por ejemplo, no debe pasarse por alto la posibilidad de reacciones exotérmicas que generan algunas mezclas de productos de limpieza. O la gran elevación de temperatura que puede generarse en recintos pequeños cerrados ocasionada por equipos electrónicos encendidos y sus fuentes de poder.

2. “Cuando se determine la existencia de un riesgo, la evaluación deberá examinar, antes que nada, si el riesgo puede eliminarse; es decir, si es posible prescindir del peligro causante del riesgo”. Por ejemplo, determinar si un problema de carga calorífica puede resolverse reubicando fuera del edificio, grandes cantidades de papel o cartón contenidos en cuartos de archivos o bodegas.

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La misma Comisión Europea nos recomienda también algunas prácticas generales al abordar una evaluación de riesgos:

1. Elaboración del programa de evaluación de riesgos en el lugar sujeto a estudio. 2. Estructuración de la evaluación. Adopción de un enfoque determinado

(ubicación/función/proceso/línea de producción/etc.) 3. Levantamiento de información. (Entorno, tareas, población, historia) 4. Identificación y determinación de peligros. 5. Identificación de las personas expuestas a situación de riesgo. 6. Determinación de las pautas de exposición de las personas expuestas a situación

de riesgo. 7. Evaluación de los riesgos: Probabilidad de que se ocasionen daños/gravedad de

los daños en las circunstancias actuales. 8. Determinación para cada riesgo si las medidas existentes son o no adecuadas. 9. Investigación de las posibilidades de eliminación o control de los riesgos. 10. Determinación de las prioridades y selección de las medidas de control. 11. Aplicación de los controles. 12. Registro de la evaluación. 13. Eficacia de las medidas. 14. Revisión (si se introducen innovaciones o se efectúan cambios). En este caso, o la

evaluación es válida y no se necesitan nuevas medidas, o es necesaria una revisión.

15. Seguimiento del programa de evaluación de riesgos: ¿Ha habido cambios?

El contenido y extensión de cada fase dependerán de las condiciones del recinto: cantidad de trabajadores, historial de accidentes, problemas de salud, Mat-Pel, Res-Pel, equipos de trabajo, actividades con riesgo, características del recinto, riesgos específicos, etc. Los resultados y el análisis de cada pauta, deberá además, compararse con criterios guía existentes, por ejemplo:

• Requisitos legales y reglamentarios • Normas técnicas y oficiales • Códigos de prácticas correctas • Principios jerárquicos de la prevención.

Podemos ver que la evaluación de riesgos (a diferencia de la evaluación de seguridad del lugar de trabajo) se ocupa básicamente de la valoración y cuantificación de los riesgos, para poder decidir y priorizar. Es a fin de cuentas, una medida detallada de los elementos del riesgo y de sus efectos. Resumiendo lo que instituciones y especialistas opinan respecto a las características generales de una evaluación de riesgos, encontramos concordancia en las siguientes:

a) El riesgo requiere una definición precisa. (Existen diversas definiciones según el contexto).

b) Su objetivo es la cuantificación; se calculan los riesgos con el fin de indicar la aceptabilidad (tolerancia) de determinados riesgos.

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c) En la mayoría de los casos se centra en los principales peligros y riesgos relacionados con la seguridad técnica.

d) En general, las evaluaciones de riesgos deben ser realizadas por especialistas. e) Se centra principalmente en los resultados negativos.

Al respecto, podemos apuntar:

a') La definición del riesgo debe incluir su descripción precisa en términos de:

tipo (hidrometeorológicos, geológicos, socio-organizativos, químicos y sanitarios) clase (natural o antropogénico) origen (endógeno o exógeno) lugar de posible materialización riesgogénesis: elementos que deben confluir en espacio y tiempo para iniciar la

materialización del riesgo; y riesgodinámica: elementos que interactúan para generar efectos nocivos (pérdidas)

b') Cuantificación: aplicación de una metodología (generalmente aceptada) para determinar las características intrínsecas del riesgo: frecuencia, elementos expuestos, vulnerabilidad, pérdidas, etc. Las metodologías pueden ser de tres tipos básicos:

a. cualitativa, b. cuantitativa o c. semicuantitativa.

c') Principales riesgos: quiere decir SENSIBLES, refiriéndose a aquellos que tienen una posibilidad de ocurrencia y/o un impacto en pérdidas superior al umbral aceptable que cada metodología estipula.

d') Son mediciones técnicas donde no proceden juicios subjetivos ni procesos que no se ajusten al “método científico”. De hecho, existen directrices profesionales y algunas oficiales que determinan las metodologías específicas que se deben utilizar para riesgos determinados.

e') Se alude al impacto negativo sobre los sujetos de la seguridad: personas, bienes y medio ambiente.

En este punto, es preciso recordar cuáles son las magnitudes que definen el riesgo, que en general quedará determinado por el siguiente cociente: Daño esperado / Tiempo. Esto ya nos pone en el camino de aproximación a metodologías científicas; concretamente nos acerca a la matriz semicuantitativa de impacto/frecuencia, tan utilizada internacionalmente y conocida como Método Binario, al que ya nos hemos referido y analizaremos más adelante a detalle. Resulta útil plantear el proceso de evaluación de riesgos como un todo que consta de varias fases sucesivas, cada una de las cuales proporciona un enfoque más preciso, o un conocimiento más profundo del aspecto (del riesgo). Serían las siguientes:

1. Evaluación global 2. Estudio minucioso.

La Evaluación Global, primaria, debe distinguir en principio entre riesgos sensibles y tolerables. El método más adecuado es el Binario que, como veremos más adelante, se aplica mediante una matriz semicuantitativa del impacto por la frecuencia.

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La evaluación minuciosa se debe aplicar a los riesgos sensibles que requieren metodologías sofisticadas y complejas para cuantificar el riesgo. Este es el caso del riesgo de incendio.

Resumiendo, una vez que los peligros han sido identificados, puede procederse a evaluar los riesgos que representan. Una evaluación de riesgos o análisis es el proceso mediante el cual se estiman la forma, dimensión y características de los riesgos. El producto final de un análisis de riesgo es una medida… de la pérdida Para tales mediciones y dependiendo del enfoque deseado, tipo de riesgo, evolución probable del mismo, etc., necesitaremos determinar el tipo de metodología -o combinación de metodologías- adecuadas para dicha medición. Es aquí donde decidiremos sobre metodologías cualitativas, semicuantitativas o cuantitativas. 1.1.3. Métodos de evaluación de riesgo

La mayoría de las evaluaciones de riesgos son cualitativas o semicuantitativas y un número más pequeño de ellas son cuantitativas. Los análisis cualitativos y semicuantitativos se consideran apropiados para propósitos de clasificación, utilizando una medida aproximada o relativa del riesgo bajo un escenario en "el peor de los casos". Los métodos cualitativos y cuantitativos no se excluyen mutuamente; factores cualitativos como sistemas de administración de la seguridad y programas de prevención de pérdidas, se toman en cuenta en los métodos cuantitativos a través de su efecto sobre probabilidades y consecuencias. Estos factores pueden reducir la posibilidad de fallas y mejorar la capacidad de responder con rapidez y afectividad a un accidente. Además, frecuentemente son complementarios y se aplican bajo modelos "híbridos" que incluyen metodologías cualitativas y cuantitativas. Así, en general, los métodos cuantitativos se fijan aspectos objetivos, la realidad se reduce a números y generaliza; mientras que los métodos cualitativos se fijan elementos más subjetivos, no busca generalizar y se basan más en la interpretación. Pero tanto un método como otro nos ayuda a sacar conclusiones a través de las cuales comprendemos la realidad. Tanto el método cuantitativo como el cualitativo deben responder a criterios científicos (ambos son ciencia). Las dos poseen una referencia empírica (ponen datos de campo o laboratorio en cada afirmación). En ambos casos se establece un proceso crítico; pero hay algunas diferencias fundamentales entre ambos tipos de investigación que vale la pena comparar, según se aprecia en la siguiente tabla:

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Diferencias entre investigación cualitativa y cuantitativa.

Investigación cualitativa Investigación cuantitativa Centrada en la fenomenología y

comprensión Basada en la inducción probabilística del

positivismo lógico

Observación naturista sin control Medición penetrante y controlada

Subjetiva Objetiva

Inferencias de sus datos Inferencias más allá de los datos

Exploratoria, inductiva y descriptiva Confirmatoria, inferencial, deductiva

Orientada al proceso Orientada al resultado

Datos "ricos y profundos" Datos "sólidos y repetibles"

No generalizable Generalizable

Holista Particularista

Realidad dinámica Realidad estática

1.1.3.1. Métodos Cualitativos

Tienen como objetivo establecer la identificación de los riesgos en su origen, así como la estructura y/o secuencia con que se manifiestan cuando se convierten en accidente. Realizan un análisis (más o menos conducido, estructurado y/o secuenciado) de proceso y equipo incluidos en la planta o unidad objeto de estudio. En ocasiones son preliminares y sirven de soporte estructural para los estudios cuantitativos. En los métodos cualitativos se destacan los atributos del objeto de estudio o de investigación; se señalan las cualidades de los componentes del proceso investigado o las virtudes individuales de los sujetos; e incluso, se pone más interés en los procesos que en los propios resultados. Los enfoques de clasificación de riesgos son cualitativos por naturaleza, y presentan revisiones completas de los peligros, del peor escenario y los riesgos; y determinan los sitios de plantas o actividades que representan el mayor riesgo. Ejemplos de métodos cualitativos aplicados a seguridad industrial son:

• Análisis histórico • Análisis preliminar • ¿Qué pasa si…? (What if?) • Listas de comprobación

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• Inspecciones y auditorías técnicas • HAZOP (Análisis de riesgos y operabilidad) • AMFE (Análisis de modo de fallos y efectos) • Índice DOW • Índice MOND

Ejemplos de métodos cualitativos específicos para la evaluación de riesgo de incendio (fundamentales para esta tesis) son:

• Riesgo intrínseco • Gretener • Gustav-Prut • MESERI • PML-EML • FRAME

1.1.3.2. Métodos Cuantitativos

Tienen como objetivo recorrer completo el tracto de la evolución probable del accidente desde el origen (fallos de equipos y/o de operaciones) hasta establecer la variación del riesgo (R) con la distancia, así como la particularización de dicha variación estableciendo los valores concretos de R o R' para los sujetos expuestos (habitantes, casas, otras instalaciones, etc.) situados en localizaciones a distancias concretas. En los métodos cuantitativos, se privilegia la experimentación con control de variables; se sustenta en la estadística y en la filosofía positiva; y el investigador permanece lejano al contexto del problema. Los métodos cuantitativos son intensivos por naturaleza y por lo común requieren una aportación importante de tiempo y recursos. Se utilizan en programas de evaluación mayor de peligros y riesgos para proporcionar estimaciones detalladas de equipos o instalaciones que han sido identificadas de alto riesgo y que requieren este nivel de análisis e inversión. Los elementos básicos de una evaluación cuantitativa son:

a) la identificación del peligro b) cuantificación a través del análisis de consecuencias y estimación de probabilidades o

frecuencias y c) la determinación y reporte de los riesgos.

He aquí un aspecto importante. Para la identificación del peligro se utilizan técnicas de identificación por inspección en campo y evaluaciones cualitativas de riesgos; mientras que para la cuantificación a través del análisis de consecuencias se utilizan enfoques de modelado matemático para estimar los peligros físicos de un evento como su extensión, severidad y duración. Ejemplos de métodos cuantitativos aplicados a seguridad industrial son:

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• Análisis del árbol de fallos • Análisis del árbol de sucesos • Determinación del fallo de modo común o causa común • Cálculo del alcance de efectos • Cálculo de daños (Probit) • Cálculo cuantitativo de riesgo

Quizás la razón por la que no existen métodos cuantitativos específicos para la valoración del riesgo de incendio, se debe a que el fuego no es un proceso industrial con sus componentes típicos. 1.1.3.3. Métodos Semicuantitativos Pretenden mediante la combinación de unos factores globales de riesgo, (que penalizan o bonifican), establecer directamente el riesgo (R) o la severidad (S). Casi siempre conducen a resultados globales o relativos que sirven para comparar riesgos procedentes de plantas industriales diversas pero concretas (por ejemplo: un mismo proceso en dos plantas diferentes; una misma planta antes y después de modificaciones). Los factores de riesgos y las escalas para enjuiciarlos proceden de la experiencia en casos similares al que se estudie. Tienen un enfoque simple, efectivo y no son complicados. Son usados para identificar y clasificar eventos episódicos que tienen el potencial de producir consecuencias severas en términos de daños a la propiedad, interrupción de la productividad, heridas y/o muertes. Resultan útiles en especial para empresas operativas que tienen gran cantidad de instalaciones con procesos diversos. Combinan la inspección en el sitio con técnicas establecidas de evaluación de riesgos y permiten asignar prioridades a la importancia relativa de medidas preventivas y asignar recursos a los escenarios más arriesgados. El método semicuantitativo más utilizado es el Binario, también llamado de Matriz Semicuantitativa. 1.1.3.4. Otros métodos. Otra forma de clasificar los métodos para evaluación de riesgos es la propuesta por Ramiro Santamaría y Aisa Braña:

• Métodos comparativos. Se basan en la experiencia previa acumulada en un campo determinado, bien como registro de accidentes previos o compilación en forma de códigos o listas de comprobación.

• Índices de riesgo. No suelen identificar riesgos concretos, pero son útiles para

señalar las áreas de mayor concentración de riesgo; las que requieren un análisis más profundo o medidas suplementarias de seguridad.

• Métodos generalizados. Proporcionan esquemas de razonamiento aplicables en

principio a cualquier situación, que los convierte en análisis versátiles de gran utilidad.

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Así, los comparativos suelen ser también cualitativos, los índices de riesgo suelen ser semicuantitativos y los generalizados son de ambos tipos cualitativos y cuantitativos. A la luz del método científico, y tomando en cuenta la opinión de los diversos especialistas citados en nuestra bibliografía como Kolluru, Storch y Rubio, entre otros; resulta que tenemos tres tipos de metodologías para realizar estudios de riesgo relacionados con incendio. Estas son: cualitativas y semicuantitativas. Existen también algunas metodologías cuantitativas para evaluar el riesgo de incendio, pero no son específicas. Por ejemplo, los métodos DOW y MOND, que evalúan combinadamente explosión, incendio y toxicidad. Frecuentemente no es fácil decidir la metodología adecuada para evaluar un determinado tipo de riesgo. Una de las mejores maneras de abordar esta problemática, es analizando el devenir evolutivo típico de los accidentes o del riesgo que se someterá a evaluación. Este proceso se detalla en la lámina de la página 30. A manera de resumen y conclusión sobre la evaluación de riesgos diremos lo siguiente:

• Los métodos por los cuales se pueden obtener estimaciones de daños, pueden ser cualitativos, semicuantitativos y cuantitativos. Los métodos cuantitativos también se pueden utilizar en forma cualitativa y los cualitativos en forma semicuantitativa (Burriel, 1997). • Mientas los métodos simplificados suelen usarse de forma cualitativa, los complejos pueden ser de carácter cuantitativo, semicuantitativo o cualitativo. • Los métodos cualitativos y cuantitativos no se excluyen mutuamente; factores cualitativos se toman en cuenta en los métodos cuantitativos a través de su efecto sobre probabilidades y consecuencias; y frecuentemente son complementarios y se aplican bajo modelos "híbridos" que incluyen metodologías cualitativas y cuantitativas. • Así, el método cuantitativo se fija aspectos objetivos, la realidad se reduce a números y generaliza; mientras que el método cualitativo se fija elementos más subjetivos, no busca generalizar y se basa más en la interpretación. Pero tanto en un método como en otro nos ayuda a sacar conclusiones a través de las cuales comprendemos la realidad. • Tanto el método cuantitativo como cualitativo deben responder a criterios científicos (ambos son ciencia). Los dos poseen una referencia empírica (ponen datos en cada afirmación). En ambos casos se establece un proceso crítico.

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1.2. MARCO LEGAL. Respecto a legislación sobre seguridad, no sólo respecto a evaluación de riesgos, encontramos antecedentes en varios países desde la década de 1970, inclusive esbozos anteriores. La Comisión Europea, a través de la Dirección de Salud Pública y Seguridad en el Lugar de Trabajo, en el punto 4 del documento sobre Directrices para la Evaluación de Riesgos (1996), en primer lugar expone que “no existen normas fijas sobre el modo de llevar a cabo la evaluación de riesgos”. En México, no se encuentran NOM's ni NMX que atiendan o propongan modelos para evaluación de riesgos o gestión de riesgos. Así las cosas, nuevamente tenemos que remitirnos a definiciones y protocolos internacionales, particularmente los europeos. 1.2.1. Apuntes históricos de legislación y normatividad relacionadas con análisis de riesgos. Los métodos de evaluación de riesgos vienen usándose desde hace algunas décadas, tanto por obligación legislativa, como por motivos técnicos. Como hemos venido diciendo, estos métodos se han aplicado con el fin de ayudar a los profesionales de la seguridad en la toma de decisiones, siendo su objetivo fundamental anticiparse a los posibles sucesos no deseados, con el fin de tomar las medidas oportunas previamente. Sin embargo, estas técnicas no dejan de ser relativamente recientes, pues se remontan a 1960 cuando aparece el primer método de "Cálculo y apreciación del riesgo de incendio en 10 puntos" (según se consigna en un trabajo inédito de la ITSEMAP elaborado en 1998 para un seminario de riesgos). Es, por lo tanto, el riesgo de incendio el primero que lleva al desarrollo de una metodología de evaluación de riesgos. Fue en 1962 cuando la Bell Telephone Laboratories, en colaboración con el Air Force's Minuteman Missile System inició el análisis de riesgo mediante "Árboles de Fallos", método que fue desarrollado por la Boeing Aircraft Corporation. Posteriormente, algunas variantes de estos métodos, como los estudios de riesgos y operabilidad, "HAZOP", y los estudios cuantitativos de riesgos como el "HAZAN", fueron aplicados por la Imperial Chemical Industries, y el resto de las grandes empresas de la industria química. También las compañías de seguros… han venido aplicando técnicas de evaluación de riesgos en sus metodologías de gerencia de riesgos, para la eliminación, reducción, retención y transferencia de los mismos. A la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos corresponde el honor de haber sido la primera en el mundo en incorporar y elevar a rango de derecho constitucional los derechos de los trabajadores, entre los que destacan los relativas a la prevención de los riesgos de trabajo. Tales principios se han hecho extensivos a las disposiciones de la Ley Federal del Trabajo, reglamentaria del Artículo 123 Constitucional.

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Encontramos tres tipos de normatividad aplicable en México:

• Nacional: emitida por los gobiernos federal, estatal y municipal. • Internacional: privada o gubernamental • Derivada de acuerdos, tratados y convenios municipales, estatales, nacionales e

internacionales. En México, la aparición de las auditorías medioambientales, y de manera implícita de los análisis de riesgos, se da en 1992 como una consecuencia del nefasto acontecimiento del 22 de Abril en Guadalajara; las explosiones de la red de drenaje citadino. Así, el 22 de abril se convirtió en un parte aguas en cuanto al desarrollo e implantación de instrumentos para la realización de estudios de impacto, auditorías medioambientales (energía, contaminación, aire, agua, suelo, Mat-Pel, transporte, almacenamiento, etc.) y análisis y evaluación de riesgos, los cuales encuentran justificación, obligación y sustento normativo en las diversas leyes, normas, reglamentos, estándares nacionales, internacionales, gubernamentales, privados e incluso derivados de la firma de convenios, acuerdos y tratados internacionales, nacionales y estatales. De hecho, aún están vigentes algunas de las Normas Oficiales Mexicanas originales, emitidas en 1993. En los 70's aparecen las primeras leyes ambientales. Las transformaciones y acuerdos económicos internacionales fueron impactando y presionando a la planta productiva nacional, que se vio forzada a responder a las cada vez mayores exigencias y controles ambientales, de salud y seguridad; obligándola a establecer análisis, estrategias, programas y controles en estos campos. En nuestro país, en la actualidad, existen en cuanto a la normatividad referente a los tópicos de ambientalismo, de higiene y seguridad social y laboral, diferentes tendencias de aplicación o alcance, entre las que sobresalen las siguientes:

• Interpretativas • Permisivas • Disuasivas • Compensatorias • Prohibitivas • Limitativas • Organizativas • Procesales • Inductivas

1.2.2. Listado genérico de legislación relacionada con análisis de riesgos.

• En la Constitución Mexicana el Art. 123 Fracc. XV se refiere expresamente a la seguridad relacionada con riesgos de trabajo.

• La Ley Federal del Trabajo, promulgada en 1931 y revisada en 1970 y sus reglamentos y normas, particularmente éste último en los siguientes artículos: o Arts. 19 al 25: Edificios y locales

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o Arts. 26 al 28: Combate contra incendios o Arts. 29 al 34: Recipientes sujetos a presión o Arts. 47 al 51: Instalaciones eléctricas o Arts. 54 al 75: Sustancias peligrosas

• La Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, nos remite a buscar en la Secretaría de Gobernación, SEMARNAT, SECOFI, Secretaría de Salud y Secretaría del Trabajo y Previsión Social, sugiriendo que nos apeguemos a lo dictado por estas dependencias y los ordenamientos y leyes emanadas de ellas.

• Leyes, Normas y Reglamentos emanados del Sector Salud, SECOFI y SAGAR • Ley Federal de Protección Civil • Reglamento de SEMARNAT • Ley del Seguro Social

Según especifica el Reglamento Federal de Seguridad e Higiene en el Trabajo, en los casos en los cuales las actividades o situaciones no queden contempladas en la normatividad nacional relativa al tema, se recurrirá a las normas y/o estándares internacionales que pueden servir para cubrir dicha laguna normativa. Entre las normas internacionales más utilizadas en nuestro país están las siguientes:

• ASME • ANSI • OSHA (Occupational Safety and Health Administration). De las cuales destacan las

siguientes: o OSHA 29 CFR 1910.36: Medios de Evacuación o OSHA 29 CFR 1910.38: Planes de Emergencia y Prevención de Incendios o OSHA 29 CFR 1910.119: Administración de Seguridad de Procesos y Productos

Altamente Peligrosos. o OSHA 29 CFR 1910.156: Brigadas de Bomberos o OSHA 29 CFR 1910.165: Sistemas de Alarmas para Empleados o OSHA 29 CFR 1910.1200: Comunicación de Riesgos

• NFPA (National Fire Protection Administration) • HMIS (Hazardous Materials Identification Systems) • NIOSH (National Institute, for Occupational Safety and Health)

Dichas "lagunas" desgraciadamente son muchas y, desgraciadamente, no son muy tomadas en cuenta las normativas y estándares europeos, especialmente los españoles que son ricos en metodologías bien desarrolladas y probadas. Dado que la presente tesis aborda el tema específico de incendio, de especial relevancia es la legislación y normatividad emitidas para este rubro. Por tal motivo, enseguida se transcribe textualmente los extractos oficiales que hacen referencia a este riesgo. REGLAMENTO FEDERAL DE SEGURIDAD, HIGIENE Y MEDIO AMBIENTE DE TRABAJO Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión DOF 21-01-1997 CAPITULO SEGUNDO PREVENCIÓN, PROTECCIÓN Y COMBATE DE INCENDIOS

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ARTICULO 26. En los centros de trabajo se deberá contar con medidas de prevención y protección, así como con sistemas y equipos para el combate de incendios, en función al tipo y grado de riesgo que entrañe la naturaleza de la actividad, de acuerdo con las Normas respectivas. ARTICULO 27. Los centros de trabajo en donde se realicen procesos, operaciones y actividades que impliquen un riesgo de incendio o explosión, como consecuencia de las materias primas, subproductos, productos, mercancías y desechos que se manejen, deberán estar diseñados, construidos y controlados de acuerdo al tipo y grado de riesgo, de conformidad con las Normas aplicables. ARTICULO 28. Para la prevención, protección y combate de incendios, el patrón está obligado a: I. Elaborar un estudio para determinar el grado de riesgo de incendio o explosión, de acuerdo a las materias primas, compuestos o mezclas, subproductos, productos, mercancías, y desechos o residuos, así como las medidas preventivas y de combate pertinentes; II. Elaborar el programa y los procedimientos de seguridad para el uso, manejo, transporte y almacenamiento de los materiales con riesgo de incendio; III. Contar con sistemas para la detección y extinción de incendios, de acuerdo al tipo y grado de riesgo conforme a las Normas aplicables; IV. Contar con señalización visual y audible, de acuerdo al estudio a que se refiere la fracción I del presente artículo, para dar a conocer acciones y condiciones de prevención, protección y casos de emergencia; V. Organizar brigadas contra incendios en función al tipo y grado de riesgo del centro de trabajo para prevenirlos y combatirlos; VI. Practicar cuando menos una vez al año simulacros de incendio en el centro de trabajo, y VII. Las demás que señalen las Normas correspondientes. Esto nos remite directa y únicamente a la NOM-002-STPS-2000 y en particular a la “Tabla A-1”, misma que puede consultarse en el apartado 4.1.4.3. de esta tesis. Algunos reglamentos estatales y municipales de construcción toman en cuenta el riesgo de incendio y estipulan directrices de seguridad al respecto. Sin embargo, es poco o nada los que exigen referente al análisis de este riesgo, y nulo lo que estipulan acerca de metodologías para evaluarlo. Ejemplo de lo anterior es el Reglamento de Construcción del Municipio de Monterrey, en sus artículos 78 al 81. Por último, concordamos totalmente con Lechuga Gallego en su apreciación: “El riesgo de que el incendio se inicie o se propague viene determinado por las medidas de prevención no adoptadas. Las consecuencias materiales y humanas deben ser impedidas con la normativa Legal existente”.

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2. EL FUEGO.

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2.1. CARACTERÍSTICAS DEL FUEGO COMO FENÓMENO QUÍMICO. El fuego es el resultado de una reacción química de oxidación-reducción fuertemente exotérmica que recibe el nombre de combustión, misma que podemos expresar en la siguiente ecuación: CalorCOA +=+ 2 (4) Donde el elemento A recibe el nombre de combustible y la mezcla gaseosa que contiene el oxidante recibe el nombre de comburente, y que en esta expresión es el oxígeno. C representa los cambios postcombustión de A. Para que el fuego se inicie se precisa que el combustible y el comburente coincidan en espacio y tiempo en un estado energético suficiente para que el choque molecular sea efectivo y se produzca la reacción. Esto es, en proporciones de mezcla adecuadas para el “punto de ignición” del combustible de la mezcla. La energía precisa para que ambas sustancias reaccionen recibe el nombre de energía de activación y al producto intermedio, resultado de la colisión entre las moléculas reaccionantes, se les denomina complejo activado. Todos los combustibles tienen dos propiedades determinantes para la producción de fuego:

• “FLASH POINT”. Todos los materiales, alcanzando cierta temperatura (particular para cada uno de ellos), generan vapores. El Flash Point de un material dado, es la temperatura peligrosa a la cual se desprenden vapores que pueden arder.

• “IGNITION POINT”. Es la temperatura peligrosa a la cual un material específico entra en ignición y se mantiene ardiendo (“fuego auto sostenido”)

Ejemplos:

La cantidad de materia A (en la ecuación 4) que en la unidad de tiempo pasa a C determina la velocidad de reacción. La velocidad de la zona de reacción o la velocidad con que se extiende el frente de reacción que separa la zona destruida de los productos de la reacción, recibe el nombre de velocidad de propagación.

El calor se transmite entre cuerpos (efecto energético) dependiendo de tres factores: caudal, que es el calor transferido en un tiempo dado (Kcal/hr por ejemplo); fuerza impulsora, que es la diferencia o gradiente de temperaturas; y resistencia, que es una función directa del espesor o distancia y de alguna forma de resistividad e inversa de la superficie atravesada.

218 °C210 °CMadera

235 °C-10/30 °CLacas y solventes

235 °C230 °CPeriódico

280 °C-45°CGasolina

IGNITIONIGNITION P.P.FLASHFLASH P.MATERIALMATERIAL

218 °C210 °CMadera

235 °C-10/30 °CLacas y solventes

235 °C230 °CPeriódico

280 °C-45°CGasolina

IGNITIONIGNITION P.P.FLASHFLASH P.MATERIALMATERIAL

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Atendiendo a estos componentes, técnicamente tenemos tres tipos de propagación del fuego: conducción, convección y radiación.

• CONDUCCIÓN: El fuego es “transmitido” entre cuerpos en contacto, o por medio de un medio conductor de calor. Podemos expresar esta transmisión de calor de la siguiente manera:

xtkAq

ΔΔ

−= (Ley de Fourier) (5)

Donde: q = caudal térmico (Kcal/hr). k = conductividad térmica (Kcal/hr m2 [°C/m]) Δt = diferencia de temperatura en los lados del medio atravesado (°C) Δx = espesor del medio atravesado (m) A = área o sección que atraviesa el calor • CONVECCIÓN: Es la transferencia de calor y fuego por el movimiento de aire o líquidos. Los cuerpos líquidos y gaseosos, al ganar calor, empiezan a moverse (laminar o turbulento). Su expresión es: tAUq c Δ= (6) Donde: Uc = coeficiente (individual o global) de transmisión de calor por convención (Kcal/hr m2 [°C]) • RADIACIÓN (térmica): ondas electromagnéticas (en la banda de longitud de onda entre 0.1 y 1,000 m) originadas por sustancias y, en particular, por productos de la combustión a alta temperatura, que se desplazan un determinado espacio entre cuerpos más o menos transparentes a la radiación, hasta alcanzar el punto de ignición. Su expresión es: )( 4

Re4

ceptorEmisorER TTAUq −= (Ley de Stefan-Boltzmann) (7) Donde: UR = coeficiente de transmisión del calor por radiación. AE = área del emisor (m2) T = temperaturas absolutas (°K) (Válida cuando la emisión desde el receptor al emisor es despreciable frente al flujo contrario).

El fuego también tiene un efecto cinético, representado por la velocidad de la reacción química (propagación). La velocidad de reacción puede determinarse mediante la Ley de Acción de Masas de Guldberg y Waage como sigue: ∏= ni

RiR CkV (8)

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Donde: Vr = velocidad de reacción expresada como variación de la concentración de reactantes (disminución) o de productos (aumento) con el tiempo (moles/1 seg por ejemplo). k = constante cinética (o de velocidad de la reacción). CRi = concentración de reactantes en el medio de concentración (moles/l) ni = coeficientes estequiométricos, de proporcionalidad, de la reacción concreta de que se trate. ∏ = operador producto.

La constante cinética (k en la ecuación 8), varía con la temperatura según la ecuación de Arrhenius;

RTEA

ZekΔ

−= (9)

Donde: Z = constante de frecuencia e = base de los logaritmos naturales R = constante de los gases ideales T = temperatura absoluta ∆EA = energía de activación que se debe proporcionar a los reactantes para que se inicie la reacción y que es devuelta cuando ésta se produce.

Atendiendo a su velocidad, pueden verificarse las siguientes reacciones:

a) Oxidación lenta: Cuando la energía desprendida se disipa en el ambiente y por consiguiente no existe reacción en cadena (p.e. oxidación del hierro).

b) Combustión simple: Cuando la energía desprendida en parte se disipa en el ambiente y en parte se invierte en activar la mezcla manteniendo la reacción en cadena (combustión de madera, papel, etc.). La velocidad de propagación es inferior a 1 m/seg.

c) Combustión deflagrante o deflagración: Cuando la velocidad de propagación es superior a 1 m/seg e inferior a la del sonido (300 m/seg) en el medio, produciendo efectos sonoros o “flashes”. Por ejemplo: deflagración de vapores de líquidos inflamables, mechas lentas, mezclas aéreas de polvos combustibles, etc. Los aumentos de presión pueden alcanzar hasta 10 veces la presión inicial.

d) Combustión detonante o detonación: Cuando la velocidad de propagación es superior a la velocidad del sonido en el medio. Los efectos sonoros son superiores a 130 dB. Por ejemplo: combustión de mezclas aéreas de gases y vapores en determinadas circunstancias. Los aumentos de presión pueden alcanzar hasta 100 veces la presión inicial.

e) Explosiones: Cuando, debido a la velocidad de propagación muy rápida, se producen aumentos de presión que causan fenómenos destructivos. En este sentido las deflagraciones y las detonaciones son también explosiones.

Los fenómenos destructivos dependen de, si el recinto donde se produce el fenómeno es capaz de soportar la presión producida.

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La velocidad de propagación se ve influenciada por los siguientes factores: superficie de contacto, concentración combustible-comburente y la temperatura de los productos reaccionantes. 2.2. TRIÁNGULO Y TETRAEDRO DEL FUEGO. Para que se produzca fuego es indispensable que concurran en tiempo y espacio tres factores que se han dado en llamar triángulo del fuego: combustible, comburente y fuente de calor. Actualmente se habla, más que de triángulo de fuego, de tetraedro del fuego, al introducirse un nuevo factor, el de la reacción en cadena. Combustible es toda sustancia susceptible de combinarse con el oxígeno de forma rápida y exotérmica. Entre sus características están las siguientes:

a) Punto de inflamación: Es la temperatura mínima a la cual un líquido desprende la suficiente cantidad de vapores para que, en mezcla con el aire, se produzca la ignición mediante el aporte de una energía de activación b) Temperatura de autoignición: Es la temperatura mínima a la cual la sustancia debe ser calentada para iniciar o causar su propia combustión en ausencia de chispa o llama. c) Límites de inflamabilidad:

- Límite inferior de inflamabilidad (L.I.I.): Es la concentración mínima en % en volumen de combustible en mezcla con el aire, por debajo del cual la mezcla es demasiado pobre para que arda.

- Límite superior de inflamabilidad (L.S.I.): Es la concentración máxima por encima de la cual la mezcla es demasiado rica para que arda.

d) Potencia calorífica: Es la cantidad de calor que una sustancia puede desprender por unidad de masa en un proceso de combustión

Comburente es toda mezcla de gases en la cual el oxígeno está en proporción suficiente para que se produzca la combustión. Energía de activación es la energía mínima necesaria para que se inicie la reacción. Depende del tipo de combustible y de las condiciones en que se encuentra (presión, temperatura, etc.) La energía de activación es proporcionada por los focos de ignición. Estos focos pueden ser: eléctricos (arco eléctrico, calentamiento por resistencia, etc.), mecánicos (calor de fricción, etc.), térmicos (chispas de combustión, etc.) y químicos (calor de combustión, etc.) 2.3. PRODUCTOS DE LA COMBUSTIÓN El fuego, como toda reacción química arroja productos. Los productos de la combustión son:

• Flama o llama, que percibimos (en la mayoría de los casos) como luz, que rara vez se separa de la combustión. Es el producto destructivo de la reacción. • Humo: partículas diminutas de carbón que se producen por una combustión incompleta.

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• Calor: energía generada por el choque de las moléculas. • Gases: producidos por la combustión completa. Pueden ser o no tóxicos, tales como: monóxido de carbono, bióxido sulfúrico, sulfuro de hidrógeno, etc.

Algunas relaciones de la temperatura de la flama y su color se pueden consultar en la siguiente tabla. Los compuestos químicos tóxicos que se producen más frecuentemente durante un incendio son:

• Dióxido de carbono (CO2). Es un compuesto omnipresente en cualquier proceso de pirólisis y combustión

• Monóxido de carbono (CO). Es el principal causante de las intoxicaciones y muertes producidas durante los incendios.

• Ácido cianhídrico (HCN). Así como los compuestos anteriores se producen siempre en la combustión y pirólisis de compuestos que contienen carbono. El HCN sólo puede liberarse en compuestos que además de carbono contengan nitrógeno.

• Ácido clorhídrico (HCI). Por pirólisis de compuestos clorados. • Óxidos de nitrógeno (NO y NO2). Estos óxidos se producen por la combustión de

compuestos nitrogenados y a efectos de toxicidad se considera sólo el NO2 • Dióxido de azufre (SO2). Producido por pirólisis y combustión de compuestos

sulfurados. • Ácido sulfhídrico (H2S). Producido en la pirólisis de compuestos sulfurados con

deficiencia de oxígeno. • Ácido fluorhídrico (HF). Sólo se producirá en el caso de combustión o pirólisis de

compuestos fluorados. • Fosgeno (COCl2). Se forma en la descomposición térmica de los hidrocarburos

clorados o sus polímeros en un medio rico en oxígeno. • Acroleína (H2C = CH - CHO). Se forma en la pirólisis de la madera.

Para conocer los efectos de toxicidad de cada compuesto, se recomienda consultar la NTP 65: "Toxicología de compuestos de pirólisis y combustión" del INSHT.

22555500 11440000 BBllaannccoo bbrriillllaannttee

22337722 11330000 AAmmaarriilllloo--bbllaannccoo

22119922 11220000 AAmmaarriilllloo--nnaarraannjjaa

22001122 11110000 RRoojjoo--nnaarraannjjaa

11883322 11000000 RRoojjoo ppáálliiddoo

995577 551155 RRoojjoo aa lluuzz ddee ddííaa

TTEEMMPP.. °°FF TTEEMMPP.. °°CC CCOOLLOORR DDEE FFLLAAMMAA

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2.4. TIPOS DE FUEGOS.

De acuerdo con la norma UNE EN 2:1992 “Clases de fuego”, con el fin de elegir el agente extintor adecuado, los fuegos se clasifican en los siguientes tipos según la naturaleza del combustible: Clase A.- Combustibles sólidos, generalmente de tipo orgánico cuya combustión tiene lugar normalmente con formación de brasas y sólidos de alto punto de fusión (madera, papel, tejido, etc.); Clase B.- Combustibles sólidos de bajo punto de fusión y líquidos inflamables (disolventes orgánicos, destilados de hulla o petróleo como gasolinas, asfaltos, grasas, disolventes sintéticos, pinturas, alcohol, etc.); Clase C.- Combustibles gaseosos (propano, butano, acetileno, gas ciudad etc.).; Clase D.- Combustibles constituidos por metales y productos químicos reactivos (magnesio, titanio, sodio, potasio, etc.) Recientemente la NFPA a introducido una clase K adicional para los fuegos típicos de cocinas “Kitchen”, caracterizados por mezclas de grasas orgánicas en proceso de calentamiento o depositadas en ductos de extracción. Los extinguidores están clasificados de acuerdo al tipo de fuego que son capaces de extinguir:

• “A” Para fuegos de sólidos como derivados de celulosa, plásticos, basura, etc. • “B” Para líquidos derivados del petróleo e inflamables. • “C” Para electricidad y maquinaria eléctrica. • “D” Para metales inflamables

2.5. MEDIOS DE CONTROL. (Ver Anexos 5a y 5b) Dado que los medios de control o extinción con que cuente un recinto dado son cruciales en la valoración del riesgo de incendio, dedicaremos esta sección a una descripción general de estos medios. Los medios y sus procedimientos de extinción están basados en la eliminación de uno de los factores que componen el tetraedro del fuego. En términos generales se agrupan en Agentes extintores y Sistemas extintores. 2.5.1. Agentes extintores Agua. Es la sustancia extintora más utilizada. Actúa como refrigerante y como sofocante de los incendios, ya que al evaporarse produce vapor de agua que cubre el fuego, dificultando el aporte de oxígeno. Espumas. Son burbujas de aire o gas, en base generalmente acuosa, que flotan en la superficie de los líquidos debido a su baja densidad, impidiendo que el combustible continúe

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en contacto con el aire. También puede utilizarse en los fuegos con brasas debido al alto porcentaje de agua que tiene en su composición. La espuma puede ser química (generada por reacción química) o física. Anhídrido carbónico. Es un gas que se licua por compresión y enfriamiento debiéndose almacenar en recipientes adecuados, ya que su presión es de 60 atmósferas a temperatura ambiente. Al descargar el CO2 fuera del recipiente se expansiona produciéndose una especie de nieve conocida como nieve carbónica, la cual actúa como sofocante. Al igual que el polvo normal tampoco el CO2 apaga las brasas. Frente a la ventaja de no ser tóxica, su aplicación a fuegos eléctricos, no producir daños ni deterioros, salir auto impulsado, etc. presenta los inconvenientes de no poder aplicarse a fuegos con brasas, ser poco efectivo en exteriores y producir asfixia en porcentajes superiores al 4%. Polvos. Se emplean tres tipos de polvos: Polvo normal B,C, Polvo antibrasa A,B,C (polivalente) y Polvos especiales. Básicamente los polvos normales y polivalentes son sales metálicas con algunos aditivos, siendo el bicarbonato sódico o potásico el componente esencial de los polvos normales. Los polvos normales, además de tener buenas cualidades extintoras, son buenos inhibidores actuando como sofocantes, los antibrasa añaden a las cualidades anteriores la de ser refrigerantes, y los especiales, por sus propiedades particulares, se aplican también en fuegos especiales. Frente a la ventaja de ser aplicables a fuegos eléctricos y no ser tóxicos presentan el inconveniente de no poder utilizarse en máquinas o instalaciones delicadas y tener peligro de reactivación del fuego al cesar el aporte de polvo. Halones. Actualmente prohibidos y en desuso en muchos países, incluyendo México. Son hidrocarburos halogenados (hidrocarburos en los que uno o más átomos de hidrógeno han sido sustituidos por átomos de halógenos F, Cl, Br y I). Los halones que más se utilizaron fueron: Halón 1211 (difluormonocloromonobromo metano), Halón 1301 (trifluormonobromo metano) y Halón 2402 (tetrafluordibromo etano). Actualmente en México sólo está permitido el uso de los extintores remanentes de Halón 1211; pero ya no hay permisos de importación de este gas para recargas. Además de su toxicidad, otra de las causas de su prohibición ha sido su influencia en el deterioro de la capa de ozono. Por todo lo anterior, ha comenzando a ser sustituido por otros productos de síntesis o gases que no dañen el medio ambiente y presenten características similares a los halones; entre otros: los halotrones, argonite, argón, etc. 2.5.2. Sistemas de extinción Equipos portátiles. Son recipientes cerrados que contienen en su interior una sustancia extintora que puede ser proyectada y dirigida sobre un fuego por la acción de una presión interior. Instalaciones fijas. Las más usadas son los sistemas de red de agua (hidráulica), destacando como más frecuentes las siguientes: Sistema de columna seca. Formado por una canalización de acero vacía, para uso exclusivo de bomberos, con hidrantes y mangueras en cada piso, y una toma de alimentación a la fachada para conexión de bomberos, quienes abastecen agua y presión al sistema.

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Sistema de hidrantes exteriores. Compuesto por una fuente de abastecimiento de agua, una red de alimentación y los hidrantes exteriores necesarios. Que podrán ser del tipo de columna hidrante exterior (CHE) o hidrante de arqueta (boca hidrante). Red hidráulica contra incendios. Es una instalación formada por una fuente de abastecimiento de agua, sistema de bombeo, una red de tuberías para conducción del agua y los gabinetes con hidrantes, mangueras y pitones necesarios. A estos sistemas en España se les llama Bocas de Incendio Equipadas (BIE). Sistemas de extinción por rociadores automáticos (sprinklers). Son instalaciones automáticas fijas que, permiten detectar y apagar el fuego. Está formada por una red de tuberías y un conjunto de rociadores que distribuyen el agua en forma de lluvia, cuando se alcanza una temperatura determinada. Cada rociador cubre una superficie de entre 9 y 16 m2. Adicionalmente a los equipos y sistemas de extinción, se debe contar obligadamente con sistemas de detección y alarmas. Estos equipos y sistemas son de gran importancia dado que una detección oportuna permite el ataque y control de un fuego antes de que se establezca la reacción en cadena y se salga de control. De igual manera, la capacidad de alertar a las personas permite una reacción oportuna del personal brigadista y poner a salvo a los habitantes naturales del recinto. Todos los equipos y medios de prevención y lucha contra incendio deben incluirse en un programa de mantenimiento, cuyas operaciones deberán ser realizadas por personal responsable de incendios de la instalación, o por personal especializado del fabricante o instalador del equipo o sistema Por último, toda instalación debe contar con un “grado de protección” de acuerdo a la normatividad y estándares aplicables. Este grado de protección está determinado por el mayor o menor tiempo disponible de un sistema para controlar un incendio. Aumentando el grado de seguridad a medida que disminuye el tiempo necesario para controlar el incendio. De acuerdo con lo expuesto y una vez analizados los diferentes sistemas de detección y extinción se pueden considerar los siguientes supuestos de protección del riesgo:

• Utilización de extintores y equipos portátiles • Utilización de detectores de incendio • Utilización de sistemas fijos sin agente extintor propio • Utilización de sistemas fijos con agente extintor propio • Utilización de sistemas fijos automáticos.

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3. INCENDIO

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3.1. CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS DEL EVENTO INCENDIO. Un incendio es un fuego que se desarrolla sin control en el tiempo y el espacio. El incendio pues, requiere que se establezcan la reacción en cadena que produce un fuego autosostenido. Reacción en cadena es el conjunto de sucesos, coexistentes en un mismo espacio en un momento dado (tiempo), que definen un incendio. Involucra tres etapas: ignición (riesgogénesis), propagación (riesgodinámica) y consecuencias 3.1.1. Riesgogénesis: Ignición. Es la conjunción de los cuatro factores físico-químicos del fuego -punto de inflamación, temperatura de autoignición, potencia calorífica y límites de inflamabilidad- en el espacio y en el tiempo, en presencia de comburente (O2) y con intensidad suficiente para provocar la inflamación del combustible. Los primeros tres factores físico-químicos del fuego interaccionan en un sistema de balance de calor en el medio reaccionante, cuya expresión analítica es: EGA qqq −= (10)

Donde: qA es el calor acumulado, en una determinada masa, por unidad de tiempo qG es el calor generado, en dicha masa, por unidad de tiempo qE es el caudal de calor o calor eliminado, ya que realmente lo pierde el sistema. Así, la ignición se produce cuando un combustible en presencia de comburente presenta un balance térmico en el que iA Tq ⟩ ; donde iT es la temperatura de autoignición. Los límites de inflamabilidad determinarán una mayor o menor cantidad de combustible requerido en la mezcla para que ésta resulte inflamable. Una concentración muy baja, respecto a la estequiométrica, de cualquiera de los reactantes (combustible o comburente) limitará la cantidad de calor generado. Esto supone que el calor acumulado llegue a ser negativo, con lo que la reacción, iniciada por el procedimiento que sea, resulte siempre autodesacelerada, no teniendo lugar la ignición. Así, para todos los combustibles existen límites inferior y superior entre los cuales es posible la ignición. Las técnicas previstas para evitar la aparición de esta primera etapa del incendio reciben el nombre de prevención y están íntimamente relacionadas con la riesgogénesis del fuego-incendio. 3.1.2. Riesgodinámica: Propagación. Es la evolución del incendio en el espacio y en el tiempo. Puede tener lugar por conducción, por convección y por radiación; según analizamos a detalle en el punto 2.1. y en las ecuaciones 5, 6 y 7.

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Normalmente el fuego se puede transmitir físicamente en forma vertical por medio de ventanas, ductos de aire, huecos de servicio y ascensores, o de forma horizontal debido a la disposición de los materiales combustibles, puertas, ventanas o huecos en paredes, colapso de elementos de separación, etc. En la propagación del incendio influyen una serie de factores que pueden agruparse en los siguientes:

• Factores técnicos: o Situación, distribución y características de los combustibles en el recinto. o Carga térmica del local o sector (Mcal/m2) o Resistencia al fuego del local (condiciones estructurales y existencia de huecos) o Suficiencia y adecuación de los medios de detección, alarma y extinción o Mantenimiento de dichos sistemas.

• Factores humanos: o Negligencia o ignorancia que conduce al inicio de un fuego que se saldrá de

control o Adiestramiento del personal en las técnicas de lucha contra incendios o Organización de la lucha contra incendios.

• Factores ambientales: o Aire libre: mayor aportación de aire para la combustión, mayor dispersión

energética, mayor dispersión de los productos de la combustión y mayor dispersión de la posible onda de sobrepresión en el espacio.

o Recinto confinado: menor aporte de comburente, mayor posibilidad de producción de gases asfixiantes, tóxicos o inflamables/explosivos, mayor concentración de calor y realimentación energética, y menor dispersión de las ondas de sobrepresión.

Consecuencias. Todos estos factores de riesgogénesis son los que interactúan para generar los efectos nocivos, mismos que pueden materializarse como lesiones a personas (incluidas las fatalidades) y daños a bienes y medio ambiente, derivadas del incendio y propagación del mismo. Las consecuencias a personas son generalmente provocadas por la imposibilidad de evacuación y la desorientación por falta de visión, sufriendo como consecuencia intoxicaciones y asfixias por los humos y gases producidos por la combustión, y quemaduras por efecto directo de la temperatura. 3.1.3. Hacia un análisis cualitativo integral. La mayoría de los autores especializados concuerdan en que los objetivos que se persiguen con la evaluación son determinar: a) El riesgo de que el incendio se inicie. b) El riesgo de que el incendio se propague y las posibles consecuencias de la propagación Si la prevención es el enfoque ideal, los elementos de riesgogénesis son los que deberíamos atender primordialmente, orientados a evitar el inicio de la materialización. Por otro lado, basados en uno de los paradigmas fundamentales de la seguridad que nos indica que los riesgos no pueden ser eliminados, pero podemos minimizar sus efectos nocivos; entonces debemos enfocarnos en la riesgodinámica del fuego-incendio. Creo que hay una tercera opción que hemos pasado por alto. Si efectuamos mediciones de todos los elementos, tanto

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de los de riesgogénesis como de los de riesgodinámica, y a partir de los resultados medidos corregimos los que resulten inadecuados, todo el proceso resultará preventivo; y esta es la opción que me parece ideal. Hemos revisado las características del fuego, así como la riesgogénesis y riesgodinámica de un incendio. Conocemos pues lo elementos genéricos que determinan el inicio y la evolución de este riesgo. El paso siguiente obligado es establecer con precisión y detalle todos los componentes o subelementos que intervienen en el inicio y propagación de un incendio. El objetivo es: una vez conocidos todos los elementos de fuego-incendio, determinar las mediciones que les pueden ser aplicadas para, posteriormente, analizar los modelos de evaluación de incendio, determinando si ponderan adecuadamente todos los elementos. 3.2. DETERMINACIÓN DE LOS ELEMENTOS DEL FUEGO-INCENDIO. De todo lo analizado hasta el momento, podemos determinar una lista de elementos involucrados en la riesgogénesis y riesgodinámica del fuego y, consecuencialmente, del incendio. Para que nuestro listado esté completo y resulte útil enfocado en la determinación de un modelo de medición, debemos incluir los subelementos que puedan resultar significativos. Estos elementos y subelementos son:

Carga calorífica1 de los materiales y contenidos Carga calorífica inmobiliaria Límite máximo permisible de temperatura según contenidos Conducción del calor (capacidad) de los contenidos por su dimensión Elementos inflamables Área (física) del recinto Elevación del recinto (plantas) Ventilación (inyección de aire y extracción de productos de la combustión) Acceso de cuerpos externos de auxilio (a la instalación y al recinto) Activación o Actividad principal (generadora de calor-fuego o no) o Sistemas de calefacción (potencial de generar fuego o no) o Instalaciones eléctricas o Riesgo de explosión o Actividades secundarias generadoras de calor-fuego o Revestimiento de superficies con productos combustibles

Evacuación o Unidades de paso (recursos de flujo humano) o Cantidad de personas a evacuar o Número de direcciones de salidas o Coeficiente de movilidad (de las personas)

Sustitución-reposición de contenidos Pérdida de valor añadido (valor unitario de materiales, producto en proceso y producto

terminado) 1 El factor de la carga calorífica es una medida del poder calórico de las sustancias en el recinto considerado y se evalúa en función de su distribución por unidad de superficie.

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Resistencia estructural al fuego Recursos de agua o Cantidad o Distribución o Conexiones o Presión

Protección básica o Señalización o Medios de extinción o Bomberos (tiempo de arribo) o Capacitación

Protección especial o Detección automática o Recursos de agua (activación, fiabilidad y excedentes) o Protección con rociadores automáticos o Bomberos (disponibilidad y nivel técnico)

Resistencia al fuego de elementos arquitectónicos Escape (facilidades aceleradoras de evacuación y retardadoras de fuego) o Detección y alarmado automáticos o Recorridos de evacuación (horizontales y/o verticales y compartimentalización del

fuego y sus productos tóxicos) o Protecciones (a la gente durante la evacuación)

Salvamento de contenidos y operaciones o Protección de las actividades o Protección de los contenidos y operaciones

Resulta muy importante la determinación de como se interrelacionan varios de estos factores. Por ejemplo, los medios de protección contra el fuego como rociadores y disponibilidad de agua, tiene participación en la extinción, en la evacuación y en los contenidos. Sólo para fines de análisis y definición técnica, separaremos ahora los elementos de riesgogénesis y los de riesgodinámica en los dos apartados siguientes. 3.2.1. Elementos participantes en la riesgogénesis.

ELEMENTO SUBELEMENTO Carga calorífica de los materiales y contenidos

Materiales inflamables Actividad principal generadora de calor

Sistemas de calefacción Instalaciones eléctricas Riesgo de explosión Actividades secundarias generadoras de calor

Activación

Revestimiento de superficies con productos combustibles

Evacuación Unidades de paso

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3.2.2. Elementos participantes en la riesgodinámica

ELEMENTO SUBELEMENTO Carga calorífica inmobiliaria Límite máximo permisible de temperatura según contenidos

Conducción del calor de los contenidos por su dimensión

Área del recinto Elevación del recinto (plantas) Ventilación Acceso de cuerpos externos de auxilio

Unidades de paso Cantidad de personas a evacuar Número de direcciones de salidas Evacuación

Coeficiente de movilidad Sustitución-reposición de contenidos Pérdida de valor añadido Resistencia estructural al fuego

Cantidad Distribución Conexiones Recursos de agua

Presión Señalización Medios de extinción Bomberos (tiempo de arribo) Protección básica

Capacitación Detección automática Recursos de agua Protección con rociadores automáticos

Protección especial

Bomberos (disponibilidad y nivel) Resistencia al fuego de elementos arquitectónicos

Detección automática Recorridos de evacuación

Escape (facilidades aceleradoras de evacuación y retardadoras de fuego)

Protecciones Protección de las actividades Salvamento de contenidos y

operaciones Protección de los contenidos y operaciones

3.2.3. Fiabilidad de medición de los elementos. Por definición sabemos que todo elemento, objeto o proceso, puede ser medido. Lo relevante es el método de medición que se aplica, a la luz de los resultados que se requieren para que resulten útiles. Huelga aclarar que la metodología utilizada deberá cumplir los requisitos del método científico; entre otros, que dicho método aplique recursos de ciencias formales y fácticas.

50

Para el fenómeno que nos ocupa –incendio–, la metodología de medición debe fundamentarse en algoritmos matemáticos (ciencia formal). Por otro lado, la utilidad de la medición radica en determinar el nivel de cada elemento respecto a un estándar o umbral de tolerabilidad de pérdidas o efectos nocivos respecto a personas, bienes, medio ambiente y operaciones productivas. Por encima de ese umbral de tolerabilidad el elemento se califica de incorrecto o subestándar1 y deberá actuarse sobre él. El problema comienza cuando establecemos que existen las interrelaciones de elementos a las que nos hemos referido al final del apartado 3.2. Bajo éstas condiciones la medición o mediciones obligadamente deberán tomar en cuenta esas interrelaciones. Caso contrario el resultado no sólo carecería de utilidad, sobretodo resultaría inexacto o erróneo. La única excepción a una medición completa, que incluya todos los factores, podría ser la necesidad de medir individualmente uno o algunos de los elementos cuando ya se tienen determinados, analizados y medidos todos los otros elementos; por ejemplo en el caso de alguna remodelación. Si tal fuera el caso, el o los elementos medidos individualmente deberán carecer de interrelación con otro. Sinceramente no veo cual pueda ser este caso. Esto nos indica que se requiere la medición individual de los elementos y subelementos, integrándolos en una segunda medición que pueda interrelacionarlos; algoritmos matemáticos integrados en uno o varios algoritmos “superiores” que los interrelacionan, dando por resultado una medición completa, congruente y fiable.

En resumen, las características de una medición fiable son:

Medir todos los elementos relevantes involucrados Aplicada (en un primer nivel) a cada elemento en particular Resultados individuales relacionados con los otros elementos interactuantes (segundo

nivel) Resultados de segundo nivel integrados en algoritmos de medición que los integren en

un todo (tercer nivel) Todas las mediciones efectuadas (en los tres niveles) deberán ser mediante

algoritmos matemáticos.

1 El vocablo subestándar es ampliamente utilizado para denotar condiciones que no están de acuerdo al estándar y, por lo tanto, se consideran inadecuadas o incorrectas. Sin embargo “sub” es un prefijo latino que indica “debajo de” tal como “super” y “supra” significan “arriba de”. Hay casos en que la condición es inadecuada porque no se ha alcanzado el estándar (mínimo indispensable), estamos por debajo de lo aceptable… es una condición subestándar. Pero hay otros casos, como el que nos ocupa, en que una condición subestándar es la correcta y deseable, mientras la condición incorrecta se verifica por encima del estándar fijado como umbral de tolerabilidad o supraestándar; pero ése término no incluye la connotación de incorrecto, además de ser un vocablo que no se usa en el medio técnico (ni coloquial) de la seguridad. Lo que interesa en el caso que nos ocupa es denotar la condición general no-estándar por lo que el término apropiado sería aestándar o anestárdar, donde los prefijos significan negación. Con esta aplicación de términos evitaríamos las confusiones que se generan.

51

4. LOS MODELOS DE MEDICIÓN CUALITATIVA EXISTENTES.

52

En el apartado 1.1.3., vimos los diferentes tipos de metodologías de evaluación de riesgos. Distinguimos entre métodos simplificados y complejos; así como entre metodologías cualitativas, cuantitativas y semicuantitativas; y establecimos diferencias contra los métodos comparativos, generalizados e índices. En este capítulo estudiaremos a detalle los métodos o metodologías aplicables a la valoración del riesgo de incendio. 4.1. MÉTODOS SIMPLIFICADOS.

Entre los métodos simplificados que destacan y que serán materia de este apartado encontramos los siguientes: Valoración simple, también llamado Método A-B-C, el Método binario muy utilizado y también conocido como Matriz Semicuantitativa de Riesgo, entre otros nombres; el método Fine y métodos para más de tres factores, entre otros, el de Steel y el de Strohm y Opheim. La diferencia fundamental entre todos los anteriores es el número de factores o elementos que miden. En la siguiente tabla se esquematizan estas diferencias.

MÉTODO N° DE FACTORES

Valoración simple, “A-B-C” 1

Método Binario 2

Método fine 3

M. Steel 4

M. Strohm y Opheim 5

Métodos simplificados según el número de factores que valoran

4.1.1. Valoración simple (Método A-B-C) La forma más sencilla de estimar los riesgos es clasificándolos conforme a un solo parámetro de peligrosidad, atendiendo directamente a los posibles daños resultantes de la materialización del peligro, clasificando los niveles de daño en A, B o C; de tal manera que:

A serían los que causaran muertes, lesiones graves con incapacidades permanentes, grandes pérdidas económicas y efectos sensibles a largo plazo en el medio ambiente.

B serían lo que causaran lesiones graves, daños serios pero recuperables a los bienes y efectos residuales a mediano plazo en el medio ambiente.

C serían aquellos que causarían lesiones leves, daños muy bajos a los bienes y efectos leves o despreciables al medio ambiente.

Este método carece de metodología para identificar previamente los peligros y su valoración de riesgos es directa e inmediata debido a la simplificación extrema de la valoración.

53

4.1.2. Método Binario.

Existen varias versiones de este método, pero todas ellas se fundamentan en que la magnitud del riesgo siempre está determinado por dos elementos: la frecuencia con que se materializa el riesgo y los daños que de el pueden derivarse. A la primera variable también se suele llamársele posibilidad de ocurrencia y a la segunda impacto. Las diferencias entre las distintas versiones de esta metodología no son significativas, y casi siempre serán en el nombre de los elementos medidos y en la cantidad de niveles de medición para cada elemento; mientras algunas versiones establecen tres niveles para la frecuencia y tres para el impacto, otras establecen cuatro y hasta cinco para cada elemento. Dicho sea de paso, la versión más utilizada, al menos en México, llama a los elementos impacto y frecuencia, y establece cuatro niveles para cada uno. Así, en el método Binario, cada elemento de peligro se somete a una estimación cuantitativa del número de eventos materializados en tiempos determinados, según estándares generalmente aceptados, para ubicarlo en uno de cuatro niveles, de menor a mayor frecuencia (probabilidad de ocurrencia). Estos mismos elementos se someten a una segunda estimación semicuantitativa, basada en índices globales de severidad; es decir, impacto negativo esperado en personas, bienes y medio ambiente, con lo que se ubica el riesgo en uno de cuatro niveles de severidad. Por último, mediante una matriz comparativa se obtiene el producto aritmético de probabilidad por severidad, determinando el Nivel de Riesgo.

4 4 8 12 163 3 6 9 122 2 4 6 81 1 2 3 4

1 2 3 4IMPA

CTO

FRECUENCIA Matriz semicuantitativa para el método binario.

Dado que este método se presta fácilmente a mediciones subjetivas, es de extrema importancia la definición de los niveles en términos bien objetivos. Enseguida se presenta un ejemplo de definición de niveles de impacto y frecuencia mediante componentes objetivos.

NIVELES DE IMPACTO (Pérdidas esperadas por la materialización del riesgo).

Nivel 1. Personas - Lesiones que sólo requieren curaciones básicas que no producen incapacidad, y/o olores o ruidos molestos sin impacto en la salud. Instalaciones, equipos y materiales - Daños en Instalaciones o pérdidas menores a $20,000 USD. Medioambiente - Emisión confinada con impacto localizado. Conocimiento y recomendaciones por parte de la autoridad competente.

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Nivel 2. Personas - Potencial de lesiones que requieren tratamiento médico, con incapacidad menor a 15 días. Instalaciones, equipos y materiales - Daños en instalaciones o pérdidas entre $20,001 y $200,000 USD. Medioambiente - Emisión no confinada con potencial de impacto ambiental menor (Efectos nocivos residuales menores a 1 año, sanción administrativa por la autoridad competente).

Nivel 3. Personas - Potencial de una lesión incapacitante superior a 15 días o una fatalidad. Instalaciones, equipos y materiales - Daños en instalaciones o pérdidas entre $200,001 y $1’000,000 USD. Medioambiente - Emisión no confinada con potencial de impacto ambiental medio (Efectos nocivos residuales de 1 a 3 años, cierre parcial de instalaciones por la autoridad competente).

Nivel 4. Personas - Potencial de lesiones incapacitantes múltiples que ponen en peligro la vida, o fatalidades múltiples.Instalaciones, equipos y materiales - Daño severo en instalaciones o pérdidas superiores a $1’000,000 USD. Medioambiente - Emisión no confinada con potencial de impacto ambiental mayor (Efectos nocivos residuales mayores a 3 años, cierre de instalaciones por la autoridad competente).

NIVELES DE FRECUENCIA (Posibilidad de Ocurrencia).

Nivel 1 Remota o no esperada: Nunca ha sucedido en la historia de las instalaciones y no hay evidencia de que concurran en espacio y tiempo las condiciones para producir el evento.

Nivel 2. Esporádica: Ha sucedido el evento una vez en una década; difícilmente pueden llegar a concurrir en espacio y tiempo las condiciones que pueden producirlo y/o han sucedido incidentes que podrían evolucionar el evento.

Nivel 3. Periódica: Ha sucedido el evento una vez en 1 a 5 años; hay evidencia de que pueden llegar a concurrir en espacio y tiempo las condiciones que pueden producirlo y/o han sucedido incidentes que evolucionarán el evento.

Nivel 4. Frecuente: Ha sucedido el evento más de una vez en el último año; hay evidencia de que concurren en espacio y tiempo las condiciones que pueden producirlo

Este método nos distingue por medición semicuantitativa de impacto y frecuencia, entre riesgos sensibles y tolerables. Aquellos riesgos cuyo producto aritmético impacto por frecuencia, es decir el Nivel de Riesgo, resulte <4 son tolerables o bajos; aquellos que resulten de 6 a 9 son moderados y los que resulten 12 a 16 son altos. Algunas variantes de este método establecen más rangos de severidad. Por ejemplo el INSHT en España establece los rangos: trivial, tolerable, moderado, importante e intolerable. Una vez establecido el Nivel de Riesgo, es necesario determinar acciones, particularmente para los riesgos que resulten de moderados hacia arriba. Cada acción deberá estar perfectamente definida en cuanto a:

Restricciones de exposición de la población al riesgo Procedimiento para eliminar el riesgo (Si lo anterior no es posible) Procedimiento preventivo para evitar la materialización Responsables Calendario de acciones-tareas-actividades Equipos y materiales Políticas Capacitación Procedimientos de auxilio o respuesta en caso de materialización Procedimiento de restablecimiento o vuelta a la normalidad.

Erróneamente puede parecer que sólo se debe utilizar el método simplificado Binario para aquellos riesgos que no precisen de métodos específicos. En realidad el Binario es el primer

55

método que por lo simplificado, es de uso óptimo en una primera aproximación global o fase inicial de análisis del riesgo. Después, en una segunda fase, deberán utilizarse métodos de evaluación específicos, para determinados riesgos que precisen de un estudio más profundo o cumplir con un método exigido por ley. 4.1.3. Método William T. fine.

Este método fue publicado por su autor en 1971, como una valoración matemática para el control de riesgos. Su principal característica es que se basa en tres factores. La probabilidad de ocurrencia (frecuencia) del método Binario, fue descompuesto por Fine en dos factores:

eRiesgoSituacióndEsperadosAccidentesobabilidad =Pr

TiemposdeRiesgoSituacioneExposición =

El tercer factor añadido por Fine al cálculo de la magnitud del riesgo, son factores que ayudan a estimar el costo estimado y la efectividad de las acciones correctivas, para determinar la justificación de estas acciones. Así, tendríamos la siguiente expresión:

speradoAccidenteEdoDañoEsperauenciasCon =sec

Entonces: PECR ××=

speradoAccidenteEdoDañoEspera

×Tiempo

sdeRiesgoSituacione×

eRiesgoSituacióndEsperadosAccidentes

Por lo tanto, la magnitud del riesgo queda como el producto de los factores anteriores:

TiempodoDañoEsperaRlRiesgoMagnitudde =)( (11)

Los valores numéricos para cada factor se obtienen de tablas similares a las siguientes: 1. Grado de severidad de las consecuencias

Grado de severidad de las consecuencias Valor

Catastrófica. Muertes múltiples, daños >500,000 USD, paro mayor de actividad

100

Desastrosa. Muertes múltiples, daños entre 250,000 y 500,000 USD. 40

Muy seria. Una muerte, daños entre 50,000 y 250,000 USD. 15

56

Seria. Lesiones muy graves (amputación, invalidez), daños de 500 a 50,000 USD

7

Importante. Lesiones con incapacidad permanente, daños de 50 a 500 USD.

3

Leve. Pequeñas heridas o contusiones, daños <50 USD 1

2. Frecuencia de exposición

Frecuencia de exposición. Valor

Continua. O varias veces al día 10

Frecuente. Una vez por día 6

Ocasional. Semanalmente. 3

Poco usual. Mensualmente. 2

Rara. Pocas veces al año. 1

Muy rara. Anualmente 0.5

Inexistente. Nunca 0

3. Escala de probabilidad

Escala de probabilidad. Valor

Casi segura. Lo más probable o esperado 10

Muy posible. Completamente posible, probabilidad del 50% 6

Posible. Raro pero posible, ha ocurrido. 3

Poco posible. Muy raro aunque se sabe que ha ocurrido. 1

Remota. Extremadamente rara; no ha sucedido hasta el momento. 0.5

Muy remota. Prácticamente imposible; posibilidad de 1 en un millón. 0.2

Casi imposible. Virtualmente imposible; se acerca a lo imposible. 0.1

Como puede apreciarse, los valores definidos por Fine en sus tablas son un tanto subjetivos, particularmente en la tabla 3. Por último, Fine definió en una cuarta tabla la clasificación y criterios de actuación sobre el riesgo:

Magnitud del riesgo

Clasificación del riesgo

Acción frente al riesgo

57

Mayor de 400 Muy alto Detención inmediata de la actividad peligrosa

Entre 200 y 400 Alto Corrección inmediata

Entre 70 y 200 Notable Corrección necesaria urgente

Entre 20 y 70 Posible No es emergencia pero debe ser corregido el riesgo

Menos de 20 Aceptable Puede omitirse la corrección

Sin perder de vista la subjetividad de la medición, esta medición puede resultar útil para

Establecer prioridades de actuación Ante un nuevo riesgo detectado, proporciona una guía para indicar la urgencia en el

tratamiento Evaluar el programa de seguridad o comparar programas de varias plantas

Un aspecto interesante del método Fine es su Factor de Justificación de la acción correctora, que valorará el costo estimado y la efectividad de dicha acción. La justificación:

Aumenta con un incremento de la magnitud del riesgo Aumenta con un incremento de la efectividad de la acción propuesta Disminuye con un aumento de los costos de las medidas de control

El Factor de Justificación (J) se calcula en función de la Magnitud del Riesgo (R), de un Factor de Reducción del riesgo (F) y de un factor dependiente del costo económico de esta operación (d). Su fórmula es:

d

FRJ ×= (12)

Donde el Factor de Costo (d) es una medida estimada del costo (c) en unidades monetarias de la corrección propuesta para el riesgo:

7000

386.166×=

cd (13)

Para cálculos rápidos de (d), Fine propuso la utilización de aproximaciones proporcionadas por tablas desarrolladas por él. El Factor de Reducción del Riesgo (F) es una estimación del grado de disminución del riesgo por medio de la acción correctiva propuesta. La dificulta estriba en averiguar objetivamente el porcentaje en que se ve reducido el riesgo. Tal valor sólo será aceptable si es semejante a:

58

i

fi

RRR

F−

= (14)

Donde Ri y Rf son respectivamente las magnitudes del riesgo antes y después de aplicada la acción correctiva. Cuando el Factor de Justificación es <10 no se justifica la acción propuesta. Si resulta entre 10 y 20 la acción está justificada y, superiores a 20 la medida es lo más acertada posible. Para terminar, diremos que existen variantes de éste método, desarrolladas por M. Bestratén Belloví, y por F. Pareja Malagón. 4.1.4. Métodos de más de tres factores. En la misma línea de Fine, trabajaron posteriormente otros como Steel, en 1990 y Strohm y Opheim en 1993, básicamente ampliando el número de factores a valorar. 4.1.4.1. Steel. Utiliza cuatro factores: la frecuencia, definida por el número de personas expuestas y el período de tiempo; la probabilidad, la pérdida máxima probable y finalmente el número de personas expuestas. El concepto de probabilidad en términos de tiempo en función del número de personas expuestas, seguramente fue tomado de Frank Bird y Germain (1986) en su trabajo sobre “Liderazgo Práctico en el Control de Pérdidas” para la identificación de tareas críticas; modelo que con el tiempo se convertiría en la muy conocida auditoría “Control Total de Pérdidas” o CTP. 4.1.4.2. Strohm y Opheim. Propusieron el empleo de cinco factores, sumando a los propuestos por Steel, el Factor Misión, que pondera el daño desde el punto de vista de la dificultad de supervivencia de la empresa. En definitiva, según Castrejón Vilella (1995), todas estas variantes propuestas por Steel y por Strohm y Opheim, no suponen más que simples desgloses de los factores propuestos por Fine. 4.1.4.3. NOM-002-STPS-2000, Tabla A-1 En México, para la valoración del riesgo de incendio, de manera oficial sólo se estipula la utilización de la Tabla A-1 contenida en el Apéndice A de la NOM-002-STPS-2000; misma que se adjunta enseguida.

NOM-002-STPS-2000. APÉNDICE A DETERMINACIÓN DEL GRADO DE RIESGO DE INCENDIO

59

A.1 Para determinar el grado de riesgo de incendio en el centro de trabajo, el patrón debe seleccionar el rubro de la tabla A1 que más se apegue a las características de su centro de trabajo. Este sistema establece los criterios básicos para determinar su grado de riesgo.

TABLA A1 DETERMINACIÓN DEL GRADO DE RIESGO DE INCENDIO

A.2. Indicaciones para la determinación del grado de riesgo. A.2.1. La clasificación se determinará por el grado de riesgo más alto que se tenga. A.2.2. En caso de quedar clasificado en el grado de riesgo alto o medio, se podrá separar el centro de trabajo en áreas aisladas para evaluarlas de acuerdo a la tabla A1, y si su grado de riesgo es menor, se podrán aplicar en esas áreas las medidas de control correspondientes del Capítulo 9. A esta tabla se reduce la metodología de análisis del riesgo de incendio estipulada en la legislación mexicana, y es obligatoria su aplicación de acuerdo al apartado 5.3 de la citada Norma: "5. Obligaciones del patrón… 5.3. Determinar el grado de riesgo de incendio, de acuerdo a lo establecido en el apéndice A". Como se puede apreciar, “valora” una serie de elementos de peligro mediante la estimación de cantidades de cada uno de ellos para determinar su grado individual de riesgo de incendio. Por lo extremadamente simplificado del proceso, sólo podemos tipificarlo como una valoración simple o A-B-C. Tristemente muy lejos de una metodología verdaderamente objetiva y completa para la valoración del riesgo de incendio. 4.2. MÉTODOS CUALITATIVOS COMPLEJOS Y ESPECÍFICOS PARA LA VALORACIÓN DEL RIESGO DE INCENDIO.

Antes de entrar en materia, me parece importante resaltar la influencia decisiva de incendios catastróficos sobre la generación de normatividad oficial obligatoria para evaluar y mitigar los efectos del riesgo de incendio. Sólo por citar uno de tantos ejemplos, citaremos el caso del Hotel Corona de Aragón en Zaragoza, España. Este siniestro de julio de 1979 detonó en

BAJO MEDIO ALTOALTURA DE LA EDIFICACION, EN METROS HASTA 25 NO APLICA MAYOR A 25

NUMERO TOTAL DE PERSONAS QUE OCUPAN EL LOCAL, INCLUYENDO TRABAJADORES Y VISITANTES

MENOR DE 15

ENTRE 15 Y 250

MAYOR DE 250

SUPERFICIE CONSTRUIDA EN METROS CUADRADOS

MENOR DE 300

ENTRE 300 Y 3000

MAYOR DE 3000

INVENTARIO DE GASES INFLAMABLES, EN LITROS (EN FASE LIQUIDA)

MENOR DE 500

ENTRE 500 Y 3000

MAYOR DE 3000

INVENTARIO DE LIQUIDOS INFLAMABLES, EN LITROS

MENOR DE 250

ENTRE 250 Y 1000

MAYOR DE 1000

INVENTARIO DE LIQUIDOS COMBUSTIBLES, EN LITROS

MENOR DE 500

ENTRE 500 Y 2000

MAYOR DE 2000

INVENTARIO DE SOLIDOS COMBUSTIBLES, EN KILOGRAMOS

MENOR DE 1000

ENTRE 1000 Y 5000

MAYOR DE 5000

INVENTARIO DE MATERIALES PIROFORICOS Y EXPLOSIVOS NO TIENE NO APLICA CUALQUIER

CANTIDAD

CONCEPTO GRADO DE RIESGO

60

España la promulgación de Órdenes, Reales Decretos, Normas y reglamentos diversos referentes a la protección contra incendios en las edificaciones. Esta es la historia repetitiva que encontramos en otros países: Gran Bretaña, Alemania, Estados Unidos, Japón, etc. Es triste evidenciar que se requiere una gran catástrofe para echar a andar la pesada maquinaria gubernamental y social de las naciones para generar prevenciones. Sin embargo es más triste sufrir uno o varios de esos siniestros catastróficos y permanecer inactivos e indolentes respecto a generar y mejorar la legislación. Este es el caso de México… recuérdese el caso Lobombo, entre otros. Entre los profesionales dedicados al fuego-incendio, corre un dicho nacido de la experiencia: “el fuego tiene vida propia”; resumiendo coloquialmente que el fuego va a nacer, va a crecer y finalmente va a morir. Es decir una secuencia particular de eventos derivados y provocados por el fuego en determinado lapso de tiempo entre la ignición y la extinción. Esta “vida propia” del incendio es la que introducirá obstáculos en la estimación del riesgo. La principal dificultad que entraña una evaluación del riesgo de incendio radica en definir los objetivos de la evaluación, para determinar los elementos del fenómeno que deberán ser medidos. Los objetivos generales de una evaluación del riesgo de incendio, deberán ser los siguientes:

El riesgo de que el incendio se inicie, determinado por el tetraedro del fuego y por las medidas de prevención de fuegos adoptadas.

Las consecuencias de un fuego iniciado, como daños sobre las personas. Estos daños dependerán de los medios de evacuación existentes y de la organización que asegure su correcta utilización.

El riesgo de propagación del incendio, determinado por los contenidos combustibles y/o inflamables, y por los elementos existentes de facilitación o contención al fuego.

Los daños consecuenciales de la propagación, sobre personas y materiales en el propio recinto de inicio y en los contiguos si el incendio supera los límites del primer recinto, edificio o instalación.

Así, para fines de estudio, podemos dividir el riesgo de incendio en dos: riesgo de inicio (riesgogénesis) y riesgo de propagación (riesgodinámica). Como ya se dijo, en el inicio entra en juego el tetraedro del fuego con proporciones adecuadas de elementos como combustible, comburente, energía de activación y reacción en cadena. En la propagación intervienen elementos tales como: carga térmica presente, medidas de compartimentación, detección y extinción, medios de ataque directo al fuego, extracción de productos de la combustión, etc. Todos estos elementos han sido seriamente estudiados y definidos. En la siguiente tabla se resumen los más importantes y se detallan sus abreviaturas y símbolos, que nos servirán en los apartados de estudio de las diferentes metodologías.

61

FACTOR DE PELIGROS

DENOMINACIÓN ABREVIATURA SÍMBOLO ATRIBUCIÓN

q Carga térmica mobiliaria Qm

c Combustibilidad Fe

r Formación de humos Fu

k Peligro de

combustión/toxicidad Co/Tx

Peligros inherentes al contenido

i

Carga térmica inmobiliaria Qi

e

Nivel de planta o altura del local E,H

g

Amplitud de los compartimentos cortafuegos y su

relación largo/ancho.

AB l:b

Peligros inherentes a la edificación

Las evaluaciones complejas del riego de incendio deben cuidar no caer en dos posibles errores: una medición global del establecimiento y no considerar la influencia parcial y actualización de los elementos medidos. Las mediciones globales de instalaciones no son fiables a menos que se integren por la medición metodológica previa de cada uno de los compartimientos que integran el todo de la instalación; a partir de estas mediciones individuales se puede intentar una integración. En todo caso, lo trascendente en términos de prevención y medidas de mitigación es la medición individual de cada recinto potencialmente incendiable. Por otro lado, una medición de múltiples factores, debe ser particularmente precavida en sus algoritmos para considerar las variables relativas de cada elemento y su influencia sobre los sujetos medidos (personas, bienes, actividades, inmuebles, etc.) por la metodología; por ejemplo, la carga calorífica de los contenidos no afecta de igual manera a las personas, que a los materiales de oficina, o a los materiales de construcción del edificio. Hemos llegado por fin al punto central de este trabajo, el análisis de las diferentes metodologías complejas y específicas para la evaluación del riesgo de incendio. Enlistamos enseguida estas metodologías:

Método del Coeficiente K Método de los Factores Alfa Método de Smith Método de Herpol Método E.R.I.C. Método Meseri Estimación de Pérdidas Máximas (PML-EML) Método del Riesgo Intrínseco Método de Gretener. Método de Gustav-Purt Método F.R.A.M.E.

62

En los próximos apartados se hace una descripción sucinta de los primeros métodos enlistados, debido a su carácter técnico superficial o deficiencias que se encontraron y describirán en sus apartados respectivos. Los últimos cuatro métodos listados se abordan a detalle por ser los más completos y útiles para la valoración del riesgo que nos ocupa. 4.2.1. Nota sobre métodos no específicos relacionados con incendio

Como apuntamos en el apartado 1.1.3.4, Existen algunas metodologías cuantitativas para evaluar el riesgo de incendio, pero no son específicas; tales como el índice Fine, el método Septri, el Hazard Rating Number (HRN), etc. Entre ellas destacan los índices DOW y MOND, que evalúan combinadamente explosión, incendio y toxicidad. No entraremos en el estudio de estos métodos, precisamente por ser muy específicos para instalaciones y casos en los que se presentan los tres fenómenos juntos y a gran escala; esto es, instalaciones de tipo petroquímico. Además, estás metodologías están diseñadas para identificar las áreas con mayor riesgo y aplicar estudios más detallados para el control. 4.2.2. Método del Coeficiente K.

Es un método de evaluación con objetivo similar al método de G. Purt que describiremos más adelante, Se basa en suponer que la acción destructora del fuego se desarrolla en dos ámbitos distintos: los edificios y su contenido. Por ello calcula dos coeficientes independientes. El método del Coeficiente K pretende determinar si la estabilidad y resistencia al fuego de un determinado recinto es suficiente o no en función del riesgo intrínseco del mismo para garantizar el confinamiento del incendio.

El grado de resistencia o estabilidad al fuego se calcula como:

4* rQKG = (15)

Donde:

G= resistencia al fuego en minutos Qr= carga térmica en Mcal/m2 K= coeficiente reductor entre 0.2 y 1

El coeficiente K se calcula como: )( ikfK Σ= (16) Los factores ki hacen referencia a: altura del sector analizado, superficie del sector, actividad desarrollada, distancia al edificio más próximo, señalización, accesibilidad y posibilidades de intervención; que a su vez incluye: detección, alarma, bomberos de empresa, equipos de lucha contra incendios, bomberos profesionales, vigilancia permanente, tiempos de intervención, etc. Este método, al igual que el de los Factores Alfa que enseguida atenderemos, son métodos cuya finalidad es determinar para un sector las condiciones de aislamiento necesarias para garantizar, en caso de que el incendio se desarrolle en su interior, que sus consecuencias

63

queden confinadas. Son por lo tanto básicamente métodos para evaluar la resistencia al fuego de los elementos constructivos. El método de Coeficiente K atiende de manera más o menos detallada los elementos del equipamiento y de las medidas de seguridad, pero desatiende mucho otros factores relevantes, como veremos al analizar otros métodos. 4.2.3. Método de los factores alfa Es un método de evaluación de riesgos parcial muy similar al Coeficiente K, aunque más simple. Pretende determinar si la estabilidad y resistencia al fuego de un determinado recinto es suficiente o no en función del riesgo intrínseco del mismo, de manera que se garantice que, de iniciarse un incendio en su interior, sus consecuencias quedarían confinadas, sin afectar a otros sectores. La resistencia y/o estabilidad al fuego se calculan gráficamente en función de un parámetro V tal que:

∑=7

1iaV β 7321

7

1... aaaaai +++=∑ (17)

Donde β varía entre 1 y 1.3 según sea la función del elemento considerado y a son los coeficientes correspondientes. ai representa: carga térmica del contenido y tipo de material, superficie del sector, relación de personas-salidas, detección de alarma y rociadores, personal de extinción profesional o no, dificultades en la extinción y necesidad de equipos especiales de extinción. En general, se trata de un cálculo de la existencia y estabilidad del fuego, y de las posibilidades de confinamiento de un incendio en recintos cerrados. En realidad no es un método de evaluación del riesgo en su estado puro, más bien supone un método de ayuda para el cálculo de los elementos de sustentación y separación de procesos especialmente peligrosos respecto a fuego-incendio. 4.2.4. Método de Edwin E. Smith. Este método está más enfocado a estudiar la evolución de la peligrosidad del incendio en un compartimiento determinado, para las personas que en el recinto se encuentren y al desarrollo de un modelo cinético del incendio en el interior; dejando un poco de lado la evaluación del riesgo de incendio de una forma más global. Tiene por tanto cierta aplicación en los casos que los ocupantes disponen de unos minutos para evacuar la instalación, dando tiempo a la llegada de los cuerpos externos de auxilio. Sin embargo, como apunta Fuentes Peña y Rubio Romero, el método es casi imposible de aplicar debido al reducido número de productos contemplados en las tablas y a la escasez de materiales experimentados, que además en muchos casos no se utilizan en la actualidad. 4.2.5. Método de G.A. Herpol.

64

Intenta la obtención de una imagen gráfica del riesgo de incendio debido a la carga térmica calculada. Sin embargo, presenta dificultades en su aplicación debido a la inexistencia de tablas concretas para el caso estudiado y porque además el método está sin concluir debido a la muerte del profesor. Además, no resulta completo, por no considerar factores agravantes como el acceso de bomberos, ni calificar la influencia de medidas de prevención y protección para incendios. 4.2.6. Método E.R.I.C. (“Evaluation du Risc d’Incendie par le Càlcul”). El método ERIC, cuyo desarrollo original se debe a Sarrat y Cluzer, es el primero de los métodos analizados en tratar de forma específica el riesgo para las personas y el riesgo para los bienes. Este método completa aspectos que tratan en menor profundidad el método Gretener, como son los tiempos de evacuación, la opacidad y la toxicidad de los humos, entre otros. Además, utiliza tres tipos de gráficas en función del tipo de edificio: industria, vivienda u oficinas. En éstas gráficas se relacionan los dos parámetros calculados para las personas o lo bienes, de forma semejante a como lo hace el método Gustav Purt. El método ERIC enlaza dos de los objetivos que pretenden alcanzar los métodos de evaluación del riesgo de incendio, el de protección de los bienes y el de protección de las personas, para los que determinadas medidas contribuyen de forma desigual a su obtención o no contribuyen.

El riesgo para las personas se evalúa como:

11

11 * FM

PR = (18)

Donde:

R1= riesgo para las personas P1= peligro potencial para las personas M1= medidas de protección para las personas F1= resistencia al fuego valorada para las personas.

A su vez el riesgo para los bienes es calculado como:

22

22 * FM

PR = (19)

Donde: R2= riesgo para los bienes P2= peligro potencial para los bienes M2= medidas de protección para los bienes F2= resistencia al fuego valorada para los bienes.

Para el cálculo de P1: criftP ****1 = (20)

Donde:

65

t: coeficiente asociado al tiempo de evacuación calculado según la fórmula de Togawa

f: coeficiente relativo a la opacidad de los humos i: coeficiente asociado a la toxicidad de los humos r: riesgo de activación c: coeficiente de inflamabilidad del combustible.

Cálculo de Togawa para tiempo de salida (TS) en segundos:

VD

KANTS +×

= (20a)

Donde: N: número de personas A: ancho de la salida en metros K: constante experimental: 1.3 pers/m/seg D: distancia total del recorrido en metros. V: velocidad de desplazamiento= 0.6 m/seg

Para calcular P2: cakgfeqP *******2 = (21)

Donde: q: coeficiente de carga térmica e: coeficiente para el nivel del sector considerado f: coeficiente de opacidad de humos g: coeficiente del tamaño y forma del sector de incendios k: coeficiente asociado al peligro de corrosión a: peligro de activación.

Para calcular Mi: iiiii DETSM ***= (22)

Con: Mi: medidas de protección Si: coeficiente asociado a las posibilidades y medios de extinción Ti: coeficiente relativo al tiempo de intervención Ei: coeficiente asociado a los medios de extinción y la formación de los usuarios Di: coeficiente asociado a la instalación de evacuación de humos.

El cálculo de Fi, se efectúa considerando los factores relativos a la resistencia mínima al fuego y el tamaño de las aberturas existentes. Para los casos industriales el índice R para las personas se considera adecuado por debajo de 0.5 y aceptable (con limitaciones o mejoras) hasta 1.3. En estos mismos casos (industriales) para el índice R de los bienes, se admiten 0.5 y 1.5 como valores límite. 4.2.7. Método de Meseri El método MESERI, acrónimo de Método Simplificado de Evaluación del Riesgo de

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Incendio, fue desarrollado en 1990 por la empresa MAPFRE. Propone el cálculo de un índice simplificado del riesgo de incendio (exclusivamente) y está especialmente orientado a evaluar el riesgo en edificios de uso general. Se basa en la estimación de una serie de factores que generan o agravan el riesgo de incendio (factores X), y una serie de factores que protegen frente al riesgo (factores Y). El valor del riesgo se calcula por las siguientes expresiones:

),1(225

1295 BCIYXR ++= (23)

∑=

=

=18

1

i

iixX (24)

∑=

=

=6

1

i

iiyY (25)

En la ecuación (24), xi son los factores que generan o agravan el riesgo, tales como: construcción, situación, proceso industrial, concentración, propagación y destructibilidad, cercanía de bomberos, etc. Y en la ecuación (25), yi son los factores de protección, tales como: extintores, gabinetes de hidrantes equipados, redes contra incendio, detectores automáticos de incendios, alarmas, rociadores automáticos, instalaciones fijas de extinción, etc. Se considera aceptable un riesgo si se obtienen valores de R >5. El factor R deberá incrementarse en una unidad si la instalación dispone de Brigada Contra Incendios (BCI) propia, según se indica en la ecuación (23). Considerando que los valores máximos y mínimos que pueden tomar los factores “X” y los factores “Y” son los siguientes:

0 < X <129 0 < Y < 26 De las expresiones anteriores se desprende que el valor mínimo del índice R es 0 y el máximo es 11.90. A continuación se recopilan los coeficientes propuestos para cada factor de riesgo. Junto al texto descriptivo se indica el peso relativo de ese epígrafe en el conjunto R. 1 Construcción: 1) Altura del edificio: 0.98%, 2) mayor sector de incendio: 1.62%, 3) resistencia al fuego: 3.5% y 4) falsos techos: 1.62%. Valora los riesgos inherentes al tipo de edificación. El método resulta aplicable sólo a edificios, por lo que difícilmente podría ser utilizado para instalaciones con presencia de equipos ubicados al exterior sobre estructuras portantes

1 El porcentaje expresado se obtiene al evaluar 5xi/129 (que es la aportación del factor xi a la ecuación (24) y calcular el porcentaje que supone sobre el máximo valor de R (11.9). Para los factores activos yi, se evalúa 5yi/22.

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simples o a parques de almacenamiento al aire libre, situación muy frecuente en instalaciones de tipo químico. Los pesos relativos atribuidos a cada característica descriptiva se basan exclusivamente en el juicio experto y se desconoce por completo la base empírica o experimental que respalda estos valores. Situación del riesgo: 1) Distancia de los bomberos: 3.25%, 2) Accesibilidad del edificio: 1.62%. Valora las posibilidades de intervención desde el exterior por parte de los servicios públicos de extinción. En este sentido valora la proximidad de estos servicios al riesgo y la facilidad de acceso, tanto desde el punto de vista de la distribución de calles, como desde la perspectiva de los accesos al edificio desde el exterior (fachadas y puertas). Este análisis de accesibilidad, que también contempla el método FRAME, es un aspecto que los métodos Gretener, Eric, Purt, y otros no contemplan en su desarrollo. Procesos: 1) Peligro de activación: 3.25%, 2) Carga térmica: 3.25%, 3) Combustibilidad: 1.62%, 4) Orden y limpieza: 3.25%, 5) Almacenamiento en altura: 0.98%. Evalúa la peligrosidad intrínseca de la actividad industrial desarrollada en el interior del edificio. Para ello se analiza el peligro de activación, la carga combustible en el interior, la combustibilidad de los materiales contenidos (materias primas, productos intermedios o terminados), el orden y limpieza de los locales y la altura de almacenamiento de mercancías. El elemento “peligro de activación” se valora de manera subjetiva, por lo que el resultado es totalmente arbitrario y excesivamente superficial. La carga térmica por unidad de superficie se describe sólo como alta (Q > 200 Mcal/m2 ó Q > 840 MJ/m2), media (100 < Q < 200 Mcal/m2 ó 420 < Q < 840 MJ/m2), o baja (Q<100 Mcal/m2 ó Q<420 MJ/m2). La combustibilidad de los materiales presentes en la planta no considera la forma ni las condiciones de almacenamiento de los mismos y sin embargo este aspecto es, en la industria química, un factor altamente determinante del riesgo presente. Asimismo se obvian totalmente toda una serie de peligros inherentes a la manipulación de sustancias peligrosas y la posibilidad de reacciones inestables o incontroladas. Los criterios de orden y limpieza y de altura de almacenamiento están claramente orientados a almacenes en estanterías o tarimas y no consideran la presencia de áreas de tanques, zonas de almacenamiento de inflamables, presencia de bidones o botellas de gases comprimidos, etc. Estos criterios resultan muy limitantes a la hora de intentar utilizar este método en instalaciones de tipo químico. Factor de concentración: Concentración de capitales: 0.8%. Valora la posible magnitud del evento (en dineros/m2), exclusivamente desde la perspectiva económica. Destaca el escaso valor relativo de este parámetro (0.8%) sobre el índice R, ya que este es el único parámetro que describe la magnitud del daño económico. Propagación: 1) En vertical: 1.62%, 2) en horizontal: 1.62%. Evalúa la facilidad con la que el fuego se transmite en vertical de una planta a otra y la velocidad de propagación en horizontal.

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Destructibilidad: 1) Calor: 3.25%. 2) Humo: 3.25%. 3) Corrosión: 3.25%. 4) Agua: 3.25%. Evalúa la facilidad con la que la maquinaria y las instalaciones en general se verán afectadas por los efectos de un incendio: calor, humo, corrosión y agua. Los materiales almacenados y los propios equipos de proceso pueden verse afectados por una o varias de las consecuencias citadas, derivadas de un incendio. La sensibilidad de los diferentes contenidos al humo, el calor, la corrosión o el agua variará de uno a otro. Sin embargo el método MESERI atribuye a todos ellos los mismos coeficientes; y en definitiva el mismo peso relativo sobre el índice R. Factores de protección: 1) Extintores: 3.81%. 2) Gabinetes de hidrantes equipados: 7.63%. 3) Redes contra incendio: 7.63%. 4) Detección automática de incendios: 7.63%. 5) Rociadores automáticos: 15.27%. 6) Instalaciones fijas de extinción por agentes limpios (CO2 o similares): 7.63%.Valora los medios de intervención disponibles ante la emergencia causada por un incendio. Propone añadir un punto al coeficiente R cuando la instalación cuenta con una brigada contra incendios propia, siempre y cuando esté convenientemente formada y equipada. El peso relativo de la brigada contra incendios en el conjunto es del 8.4%. En general, el índice MESERI es de muy fácil aplicación. Implica el conocimiento de las reglas técnicas de protección contra incendios (UNE y CEPREVEN básicamente), permitiendo obtener una idea aproximada del nivel de riesgo de incendio asumido en una instalación a partir de un conocimiento muy superficial de la misma. Sin embargo esta sencillez le resta cualquier especificidad, y resulta muy limitada su aplicación sobre riesgos del sector químico, ya que los factores determinantes (proceso, materiales y procedimientos de trabajo) son totalmente subjetivos o algunos simplemente no se contemplan, como la reactividad y la toxicidad. La descripción del método no especifica el proceso seguido para la determinación de los pesos relativos de cada factor en el conjunto, y al parecer éstos se limitan a intentar imitar de forma intuitiva el juicio experto. No se contemplan otros daños que no sean los daños materiales y directos derivados del incendio, estando restringido en su aplicación al incendio en edificios y sin analizar ningún otro factor de riesgo adicional (fugas, derrames, contaminaciones, etc.) No analiza en absoluto el grado de sensibilidad y compromiso de la gerencia en relación con las medidas de seguridad a adoptar. 4.2.8. Método para Estimación de Pérdidas Máximas (PML-EML) Es una cuantificación semicualitativa del riesgo de incendio, mediante la estimación de las pérdidas bajo tres escenarios de probabilidad: la más pesimista, la más probable y la más optimista. Este modelo es el más utilizado por las compañías aseguradoras, dado que su enfoque atiende estrictamente las pérdidas económicas. Se utiliza para evaluar situaciones hipotéticas de incendios, aunque tiene aplicación en escenarios de todo tipo de pérdidas económicas.

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Aunque los parámetros definitorios son adaptados a las preferencias de cada compañía aseguradora, los más utilizados son los siguientes:

Pérdida Máxima Posible. Valor máximo sujeto a destrucción bajo las condiciones más adversas del entorno (meteorológicas, etc.) y de operación (no operación de los medios de extinción propios y externos).

Pérdida Máxima Previsible. Valor máximo sujeto a destrucción en bajo las condiciones normales del entorno, y de operación de las instalaciones; contando con la respuesta retrasada de los cuerpos externos de auxilio, pero con la respuesta oportuna de los recursos propios (excepto que estos últimos sean de respuesta automática). Esta opción esta pensada para instalaciones cuya operación no es continua, en cuyos períodos de inactividad no existe un servicio de vigilancia adecuado ni sistemas de detección y/o extinción automáticos. En empresas que trabajan permanentemente o cuentan con servicio de vigilancia adecuado y sistemas automáticos, este valor se asimila al siguiente.

Pérdida Máxima Probable. Valor máximo sujeto a destrucción por incendio bajo las condiciones normales del entorno y de operación, con respuesta oportuna de los medios propios y externos.

Para cada una de las estimaciones anteriores se valúan los bienes y se estima la pérdida económica en cada uno de los escenarios. 4.2.9. Método de Riesgo Intrínseco Se basa en el cálculo de la carga de fuego ponderada (Qs) para un sector de incendio a partir de la “carga de fuego unitaria”. Con los dos anteriores se establece un parámetro o nivel de riesgo “intrínseco” que evite que el fuego exceda los límites del recinto. Este método es útil para establecer las distancias entre edificios, la resistencia al fuego y características de los muros que deben separarlos; puertas, escaleras, rampas y otras comunicaciones entres sectores del edificio también pueden ser evaluadas por el método. Se calcula como sigue:

)/(***

21 mMcalRaA

CiqiGiQs

n

i∑

== (26)

Donde: Gi: masa en kg de cada una de las materias primas combustibles qi: poder calorífico de cada una de las diferentes materias en Mcal/kg Ci: coeficiente adimensional de de peligrosidad de los productos A: Superficie de construcción en m2 Ra: coeficiente adimensional del riesgo de activación inherente a la actividad. Los tres primeros parámetros se pueden obtener de tablas bibliográficas generales o de las mediciones hechas sobre el proyecto de la instalación. Lo mismo puede hacerse para el parámetro área (A). Para el índice Ci, se propone 1.6 para riesgos altos, 1.2 para riesgos medios y 1.0 para riesgos bajos (por ejemplo, líquidos con punto de inflamación superior a 61 ºC).

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Para la estimación del parámetro Ra, el método propone tres niveles en función del riesgo de activación: 3.0 para riesgo alto, 1.2 para riesgo medio y 1.0 para riesgo bajo. En líneas generales, la aplicación de este método de evaluación del riesgo sigue la descripción matemática del mismo, ya que el parámetro Ra evalúa las posibilidades de activación (probabilidad o frecuencia) y el resto de la ecuación (26) estima las consecuencias o magnitud del incendio. Pese al fundamento termodinámico de la ecuación (26), la aplicación de este procedimiento adolece de ciertas indefiniciones. Los valores de los coeficientes Ci y Ra son un tanto arbitrarios y en particular la estimación de Ra es muy general (característica que comparte con el método Gretener), con el agravante de que algunos de los ejemplos aportados no se han ponderado convenientemente en las tablas (NBE-CPI/82); sorprende, por ejemplo, que a la fabricación de textiles se le atribuya un peligro de activación bajo, equivalente al de mecanizados metálicos y que a la destilación de productos se le atribuya un peligro de activación medio. Así, llegaremos a resultados de riesgo en términos de unidades de carga calorífica ponderada (Qp), que el método clasifica en tres categorías:

Riesgo bajo para Qp <200 Mcal/m2 (840 MJ/m2) Riesgo medio para Qp entre 200 y 800 Mcal/m2 (entre 840 y 3,340 MJ/m2) Riesgo alto para Qp 800 Mcal/m2 (3,340MJ/m2)

4.2.10. Método de Gretener. Este método fue desarrollado entre 1960 y 1965 por el ingeniero suizo Max Gretener. Está orientado a la evaluación matemática del riesgo de incendio de las construcciones industriales y de edificios. Se basa en el cálculo del Riesgo Potencial de Incendio Efectivo, con el Riesgo Potencial de Admisible. Es uno de los métodos más completos en cuanto a la cantidad de elementos que valora, pero no subsana la inexperiencia del operador, dado que asume como punto de partida que el riesgo cumple las normativas vigentes en materias de seguridad tales como distancias entre edificios, vías de evacuación, iluminación de seguridad, etc. Este método, como la mayoría de los específicos, no debe aplicarse globalmente a toda la instalación, pues puede ocurrir que las medidas que determinan la tolerabilidad del riesgo no estén matizadas en los riesgos parciales. El cálculo se basa en:

AMPABR == * (27)

Donde: B: Peligro global = P/M A: Peligro de activación (0.85 a 1.8 ver Tabla enseguida) P: Peligro potencial. Producto de todos los factores de peligro M: Medidas de protección. Producto de todos los factores de protección.

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Factor A Peligro de Activación Ejemplos

0.85 Débil Museos

1.00 Normal Apartamentos, hoteles, fábricas de papel

1.20 Medio Fábricas de maquinaria y aparatos

1.45 Alto Laboratorios químicos, fábricas de pinturas

1.80 Muy Alto Fábricas de fuegos artificiales, barnices y pinturas

El peligro potencial (P) se calcula como el producto de todos los factores de peligro. A su vez, las medidas de protección (M) se calculan como el producto de todos los factores de protección; como sigue: )**)(***( geikrcqP = (28) FSNM **= (29) En la ecuación (28), (q*c*r*k) representa el producto de los peligros inherentes al contenido, y (i*e*g) representa el producto de los peligros inherentes a la edificación. Los factores antes mencionados tienen el siguiente significado independiente: q: Carga térmica mobiliaria (Qm) c: Combustibilidad (inflamabilidad y velocidad de combustión) (Fe) r: Formación de humos (Fu) k: Peligro de corrosión o toxicidad (Co/Tx) i: Carga térmica inmobiliaria (de la construcción portante) (Qi) e: Nivel de planta o altura útil del local (E, H) g: Amplitud de los compartimientos cortafuego y su relación largo/ancho (A:B, 1:b) ∏ =

=5

1i inN (30) ∏ =

=6

1s isS (31)

∏=

=

=4

1

i

iifF (32)

En las ecuaciones (30, 31 y 32), ni, si y fi tienen el siguiente significado: n1: Extinguidotes portátiles. Sólo los que cumplan con toda regla. n2: Hidrantes interiores y sistema de red contra incendio. n3: Fiabilidad de las fuentes de agua para extinción n4: Distancia de los hidrantes exteriores, longitud de mangueras desde el hidrante

hasta la entrada del edificio. n5: Capacitación del personal en materia de extinción s1: Detección del fuego

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s2: Alarmas s3: Disponibilidad de bomberos propios y externos s4: Tiempo para intervención de bomberos profesionales s5: Instalaciones para extinción s6: Equipos para extracción de calor y humos f1: Resistencia al fuego de elementos estructurales del edificio f2: Resistencia al fuego de las fachadas f3: Resistencia al fuego de las separaciones entre plantas f4: Dimensión de las células cortafuegos, teniendo en cuenta las superficies vidriadas

que pueden utilizarse, por ruptura, para extracción de calor y humos. Enseguida describiremos los parámetros P, N, S y F, indicando junto a cada uno de ellos el valor máximo que pueden adoptar como producto de los valores máximos de cada factor pi, ni, si o fi. Peligro potencial: (Pmáx: 112.32). Evalúa las condiciones de riesgo intrínsecas a la actividad industrial desarrollada y a las características de distribución del edificio. Recordemos que el factor de la carga térmica o calorífica es una medida del poder calórico de las sustancias almacenadas o componentes del recinto y se evalúa en función de su distribución por unidad de superficie. Otros aspectos como la combustibilidad, peligro de generación de humos, peligro de generación de gases corrosivos y superficie de compartimiento se corresponden directamente con los comentados para el método MESERI, si bien con ciertas diferencias de ponderación. El peligro de generación de humos que impidan una correcta actuación de las brigadas contra incendios en este método puede incrementar en un 20% el valor del índice final, mientras que en el método MESERI, el valor relativo de este factor era solo del 3.25%. El factor “superficie del compartimiento” viene influenciado por la relación largo-ancho del recinto, de modo que un riesgo con relación 8:1 y superficie de 68,000 metros cuadrados, tiene el mismo factor (5) que otro de 34,000 metros cuadrados pero con relación largo-ancho de 1:1. Ello es debido a que en este factor se evalúa conjuntamente la "superficie" y la “accesibilidad” mientras que el método MESERI las evalúa por separado. Medidas normales de protección: (Nmáx: 1.0). Evalúa las medidas de protección consideradas normales respecto al incendio. El valor máximo atribuido a cualquier parámetro n es 1.00, lo que significa que la presencia de uno de ellos no reduce el riesgo sino que tan sólo no lo empeora. Ello es debido a que en este método se considera que éstas son las medidas mínimas necesarias y su ausencia penaliza el índice de riesgo obtenido. Si bien éste es un aspecto conceptual, permite diferenciar con claridad las medidas de tipo n de las de tipo s, que se verán un poco más adelante. La simple observación de los pesos relativos de cada factor y su comparación con los del método MESERI, permite ver que no hay relación alguna entre ellos. Este método introduce respecto al anterior un pequeño matiz relativo a las medidas organizativas en materia de

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seguridad, al considerar un peso del 20% según exista o no personal instruido en la manipulación de los equipos de extinción. Medidas especiales de protección: (Smáx: 7.93). Establece como medidas especiales de protección todas aquellas encaminadas a reducir el tiempo de detección, la activación y difusión de la alarma, la intervención y las instalaciones fijas de extinción. En el factor “detección” se contempla la vigilancia propia y permanente, la detección automática y los rociadores automáticos, ya que a parte de iniciar la extinción, también cumplen una función de detección. El factor “transmisión de la alarma” contempla las garantías con las que la señal del detector será transmitida eficazmente hasta los equipos de intervención (en general, bomberos, policías locales o centrales receptoras de alarmas). Ante la disparidad de equipamiento y formación que existe entre unos equipos de intervención y otros (ya sean voluntarios o profesionales), el método Gretener establece una clasificación en siete categorías de acuerdo con la política al respecto establecida en Suiza, otorgando a cada categoría un coeficiente diferente en el factor “intervención”. Ello hace que la aplicación de este punto en otros países con estructuras de protección distintas requiera de una adaptación previa de éstas. El peso relativo atribuido a la rapidez de actuación es del 40% sobre el factor S ya que divide por 0.6 en el peor de los casos. En el método MESERI, el peso máximo de este factor, descrito de manera muy similar, no supera el 4%. En la misma línea, el peso asignado a la presencia de rociadores automáticos es del 100% en el método Gretener y del 15% en el método MESERI. Resulta asimismo interesante destacar la presencia de un factor para la evacuación de humos a través, generalmente, de ventanas que permitirán la salida de productos de la combustión al abrirse o fracturarse. Gretener contempla este factor con un peso relativo del 20%: valor y peso que comparte con el método FRAME que analizaremos más adelante. Obsérvese que los parámetros de tipo S son mayores que la unidad (salvo en el caso del tiempo de intervención) y por lo tanto, al hallarse en el denominador en el cálculo del índice R, cuanto mayores son las medidas de seguridad del riesgo, menor resulta el índice. Medidas inherentes a la construcción: (Fmáx: 2.72). Con el cálculo de los factores f, se evalúa la capacidad de resistencia al fuego propia de la edificación que alberga las instalaciones. Ello restringe su aplicación a instalaciones ubicadas en edificios. Cálculo del peligro de activación (A): (Amín: 0.85; Amáx: 1.8). El factor A, peligro de activación, se desarrolla poco y se deja abierto a la subjetividad del analista. Como única ayuda, se presenta como orientación una tabla con ejemplos tipo. Resultan evidentes las limitaciones de este método a la hora de valorar, de manera concreta y específica, el riesgo de activación de un incendio en un lugar determinado. Este aspecto es sin duda el que peor se ha resuelto en la ejecución del método Gretener, ya que si bien permite, de manera aproximada, discriminar entre la probabilidad de ocurrencia de un accidente en un sector industrial u otro, no permite diferenciar este aspecto entre dos riesgos del mismo sector.

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Peligro para las personas (PH,E): Una interesante aportación del método Gretener es la estimación del peligro para las personas, de especial interés para aquellos riesgos en los que la masificación o las dificultades de evacuación pueden suponer un agravante de importancia. El cálculo de este factor se hace tomando en consideración el aforo de la planta, la altura de la misma respecto al nivel del suelo y la “categoría de la exposición al riesgo de las personas” que vendrá determinada por la facilidad/dificultad de evacuación atendiendo a las características de la actividad desarrollada. En función de estos parámetros, el factor “exposición para las personas” toma valores entre 0.40 y 1.00.

El Método Gretener distingue entre distintos tipos de edificaciones según la influencia que tengan en la propagación del fuego, según los siguientes tipos:

Tipo de Construcción

Compartimentado

A

MACIZA

(Resistencia al fuego definida)

B

MIXTA

(Resistencia al fuego variable)

C

COMBUSTIBLE

(Escasa resistencia al fuego

Células Locales 30-200 m2 Z

Z1

G2

V3

V

Grandes superficies

Plantas separadas entre ellas y > 200 m2 G

G2

V3 V

Grandes volúmenes

Conjunto del edificio, varias plantas unidas

V V V

1. Separaciones entre células y plantas resistentes al fuego. 2. Separaciones entre plantas resistentes al fuego, entre células insuficientemente resistentes al fuego. 3. Separaciones entre células y plantas insuficientemente resistentes al fuego.

Una vez calculado el valor del Riesgo de Incendio Efectivo (R), el modelo pide fijar un valor de Riesgo de Incendio Aceptado (Ru); que se obtiene partiendo de un valor de Riesgo Normal (Rn=1.3), corregido por un factor que tiene en cuenta el mayor o menor peligro para las personas (PHE), según las siguientes expresiones y tabla: HEPRnRu *= (33) HEPRu *3.1= (34)

PHE Peligro para las personas

<1 Si el peligro es elevado. Hoteles, hospitales, cines, teatros, edificios de gran altura.

1 Si el peligro para las personas es normal. (sic)

>1 Si el peligro para las personas es bajo. Áreas restringidas a las personas.

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Finalmente, de la comparación entre el Riesgo de Incendio Efectivo (R) con el Riesgo de Incendio Aceptado (Ru), podemos deducir si la seguridad contra incendios es o no suficiente. Para ello se utiliza el Factor de Seguridad contra Incendios (γ):

R

Ru=γ (35)

De manera que si γ<1, la seguridad contra incendios del edificio o compartimiento cortafuegos es insuficiente y habrá que adoptar medidas correctivas. En resumen, el método Gretener es un método de evaluación específico para el riesgo de incendio, que está especialmente adaptado a la evaluación de este riesgo en edificios con grados de ocupación alto o problemas específicos de evacuación (hospitales, hoteles, etc.) En general, es un método suficientemente detallado y elaborado, aunque su falta de especificidad en temas de industria química y la poca consideración que hace del factor de activación, le restan interés para su aplicabilidad a este tipo de industrias. Otra característica negativa consiste en que no se contemplan las pérdidas derivadas del paro de la actividad a consecuencia de un incendio. 4.2.11. Método de Gustav-Purt. Este método fue desarrollado por Gustav Purt para la empresa EURALARM, dedicada al diseño, venta e instalación de instalaciones fijas de extinción, y su principal orientación está encaminada a determinar de manera objetiva qué tipo de riesgos requieren, de forma predominante, la instalación de medidas de seguridad especiales. Se fundamenta por lo tanto en el supuesto de que la reducción del riesgo de incendio se producirá si se disminuye la acción destructiva del incendio sobre instalaciones, bienes contenidos y personas. Se trata de un método sencillo para identificar el riesgo de incendio en muchos aspectos muy similar al método Gretener, al que inclusive hace referencia en algunos apartados. El método Purt supone que la acción destructora del fuego se desarrolla en dos ámbitos distintos: los edificios y su contenido. Por ello calcula dos coeficientes independientes. El riesgo del edificio (GR) estriba en la posibilidad de que se produzca la destrucción del inmueble dependiendo de dos factores que son: por un lado, la intensidad y duración del incendio y, por otro la resistencia de la construcción. El riesgo del contenido (IR) está constituido por el daño a las personas y a los bienes materiales que se encuentran en el interior del edificio. Ambos riesgos pueden estar unidos o ser independientes, lo que llevó a Prut a determinar que el riesgo de incendio no puede determinarse por medio de un solo valor, por lo que determinó trabajar con GR e IR El cálculo de GR se hace según la ecuación:

RiW

LBQiCQmGR*

**)*( += (36)

Donde:

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GR: grado de peligro Qm: coeficiente de carga térmica del contenido (1.0 – 4.0) Qi: coeficiente de carga térmica del inmueble (0.0 – 0.6) C: coeficiente de combustibilidad (1.0 – 1.6) B: coeficiente correspondiente a la superficie del sector (1.0 – 2.0) L: coeficiente correspondiente al tiempo de intervención (1.0 – 2.0) W: coeficiente de resistencia al fuego de la estructura portante (1.0 – 2.0) Ri: coeficiente de reducción de riesgo (escasos focos, almacén correcto,

etc.)

Para muchos de estos factores, al menos en España, se facilitan tablas obtenidas de la NPT-100, que permiten estimar con facilidad los valores. Algunas de estas tablas se anexan enseguida como ejemplo.

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Los factores de riesgo considerados coinciden de forma muy significativa con los de los otros métodos descritos. Incluso los coeficientes a ellos atribuidos guardan relación con los de los otros métodos. Obsérvese que, por ejemplo, el factor de superficie o el factor de intervención pueden agravar el índice en un 100% cada uno, y la combinación de los factores similares en el método Gretener tiene una ponderación similar. Si bien teóricamente es posible obtener un GR de 28, el método establece que para valores superiores a 5 es preciso replantear la instalación dado que el riesgo se considera inaceptable y no susceptible de mejora mediante medidas de protección. Dado que el objetivo fundamental de este método es determinar la necesidad o no de instalar sistemas de intervención automáticos, no valora la posible existencia de estos medios y por lo tanto no pondera la mejora que ello aporta al conjunto. Por lo que al riesgo del contenido (IR) se refiere, el método define el índice como:

(37) FDHIR **=

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Donde: H: Coeficiente de peligro para las personas D: Coeficiente de peligro para los bienes F: Coeficiente de peligro por humos.

Los valores de H y D oscilan entre 1 y 3. Los de F, lo hacen entre 1 y 2. De ello se desprende que el índice de riesgo para el contenido está entre 1 (riesgo umbral) y 18 (riesgo máximo).

Por último, el índice de Purt aporta un gráfico de coordenadas, situando en abscisas el valor del coeficiente IR y en ordenadas el del coeficiente GR. La combinación de estos dos factores sitúa en un plano bidimensional las coordenadas de cada riesgo analizado y según su posición en ese plano es posible determinar el riesgo estimado e incluso sugerir una serie de medidas correctoras en términos de tecnología aplicada (sistemas de detección-extinción). Aunque este diagrama puede indicar la necesidad de un sistema automático de extinción, no puede precisar si se trata de rociadores, CO2, FM200, etc.

[Fuente de las tres tablas: INSHT, NPT-100 Purt]

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1) Una instalación automática de protección contra incendio no es estrictamente necesaria, pero si recomendable.

En el sector 1a, el riesgo es todavía menor, en general, son superfluas las medidas especiales. 2) Instalación automática de extinción necesaria; instalación de predetección no apropiada al riesgo. 3) Instalación de predetección necesaria; instalación automática de extinción ("sprinklers") no apropiada al riesgo. 4) Doble protección (por instalación de predetección y extinción automática) recomendable si se renuncia a la

doble protección, tener en cuenta la posición límite: 4a) Instalación de extinción. 4b) Instalación de predetección. 5) Doble protección por instalaciones de predetección y de extinción automática necesarias. [Fuente: INSHT, NPT 100. Prut]

4.2.12. Método F.R.A.M.E. El método F.R.A.M.E, por sus siglas del inglés Fire Risk Assessment Method for Engineering, fue desarrollado por el ingeniero belga Erik De Smet, a partir de los métodos Gretener, ERIC, las normas alemanas DIN 18230 y austriacas TRBV100; las tarifas de los aseguradores contra el incendio, y otros. Calcula el riesgo de incendios en edificios para el patrimonio (continente y contenido), para las personas y para las actividades. Se efectúa una evaluación sistemática de los factores de influencia para obtener al final una serie de valores expresados en cifras, lo que en otro caso se expresaría en una descripción extensa de aspectos positivos y negativos. El método no puede medir instalaciones al aire libre. Según su propio autor, F.R.A.M.E. se apoya en cinco principios de base:

1. El método parte de la consideración básica de que en un edificio bien protegido existe un equilibrio entre el peligro de incendio y la protección. Medido por números se puede

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decir que en este caso, el cociente peligro: protección = riesgo es <1, y que por consiguiente un valor más grande refleja una situación de peligro.

2. Se puede medir el riesgo por tres series de cálculos. Una serie mide el peor escenario posible como “riesgo potencial P” (ecuación 39); la segunda serie mide la magnitud posible de las consecuencias, es el “riesgo admisible A” (ecuación 40); y la tercera serie integra las dos anteriores para definir el valor del riesgo “R” (ecuación 38).

3. Se puede calcular la protección a partir de valores específicos para las diferentes técnicas de protección. El peligro de incendio se puede reducir por la previsión de medios y medidas de protección adecuados, como: red hidráulica, medios de evacuación, resistencia al fuego del edificio, extintores portátiles, hidrantes interiores, instalaciones automáticas, brigadas para extinción y bomberos públicos, separación física de riesgos, etc.

4. Hay que efectuar tres cálculos, correspondientes a tres aspectos del incendio: Un primer cálculo para el edificio y su contenido, un segundo para las personas presentes, y un tercero cálculo para la actividad (económica) que tiene lugar en el edificio. Los factores no afectan de la misma manera el riesgo para el patrimonio, el riesgo para las personas o el riesgo para las actividades. En realidad el riesgo potencial y el riesgo admisible no son los mismos y los medios de protección actúan diferente por cada tipo de riesgo.

5. La unidad de cálculo es un compartimiento de un piso. Cuando hay varios compartimientos o más de un piso, se necesita una serie de cálculos por compartimiento y por piso, o por lo menos un juego de cálculos por los compartimientos más representativos o peligrosos.

Definiciones y fórmulas. 1) Para el patrimonio El riesgo para el patrimonio R es por definición:

DA

PR×

= (38)

Donde: P = Riesgo Potencial A = Riesgo Admisible D = Nivel de Protección

El Riesgo Potencial P es por definición:

zvegiqP ×××××= (39)

Donde q es el factor de carga calorífica, i es el factor de propagación, g es el factor de geometría, e es el factor de plantas, v es el factor de ventilación y z es el factor de acceso.

El Riesgo Admisible es por definición:

ctaA −−−= 6.1 (40)

Donde 1.6 es el valor máximo de A, a es el factor de activación, t es el factor de tiempo de evacuación y c es el factor de contenido.

81

El nivel de protección D es por definición: FSNWD ×××= (41) Donde W es el factor de los recursos de agua, N es el factor de protección normal, S es el factor de protección especial y F es el factor de resistencia al fuego. 2) Para las personas: El riesgo para las personas R1 es por definición:

11

11DA

PR×

= (42)

Donde: P1 = Riesgo Potencial A1 = Riesgo Admisible D1 = Nivel de Protección.

El Riesgo Potencial P1 es por definición:

zveiqP ××××=1 (43) Donde q es el factor de carga calorífica, i es el factor de propagación, e es el factor de plantas, v es el factor de ventilación, z es el factor de acceso. El Riesgo Admisible A1 es por definición:

rtaA −−−= 6.11 (44) Donde 1.6 es el valor máximo de A1, a es el factor de activación, t es el factor de tiempo de evacuación, r es el factor de ambiente.

El nivel de protección D1 es por definición:

UND ×=1 (45)

En eso es N el factor de protección normal y U es el factor de escape.

3) Para las actividades: El riesgo para las actividades R2 es por definición:

22

22DA

PR×

= (46)

Donde R2 = Riesgo Potencial, A2 = Riesgo Admisible y D2 = Nivel de Protección

82

El Riesgo Potencial P2 es por definición:

zvegiP ××××=2 (47) Donde i es el factor de propagación, g es el factor de geometría, e es el factor de plantas, v es el factor de ventilación y z es el factor de acceso.

El Riesgo Admisible A2 es por definición:

dcaA −−−= 6.12 (48) Donde 1.6 es el valor máximo de A2, a es el factor de activación, c es el factor de contenido, d es el factor de dependencia.

El nivel de protección D2 es por definición:

YSNWD ×××=2 (49) Donde W es el factor de los recursos de agua, N es el factor de protección normal, S es el factor de protección especial y, Y es el factor de salvamento. Cálculo de los Riesgos Potenciales Los Riesgos Potenciales P, P1 y P2 son definidos como productos de los factores q: factor de carga calorífica; i: factor de propagación; g: factor de geometría; e: factor de plantas; v: factor de ventilación y z: factor de acceso. Cálculo del factor de carga calorífica q. El factor q se calcula con la carga calorífica, que es la cantidad de calor por unidad de superficie desprendida por la combustión completa de los materiales combustibles que se encuentren en el lugar, compuesta ésta por la carga térmica inmobiliaria del edificio (Qi) y la carga térmica mobiliaria (Qm) de los materiales del contenido. 55.0)log(.3

2 −+= QmQiq (50)

Donde Qi es la carga calorífica inmobiliaria del edificio y Qm la carga calorífica mobiliaria de los materiales y mercancías combustibles contenidas en el interior del edificio

83

Estimación de la carga calorífica mobiliaria Qm.

Tipo de riesgo Carga calorífica típica en MJ/m²

Riesgo Ligero clase L [NFPA "MENOR"] 200 Riesgo ordinario con carga calorífica baja (ROI) [NFPA "RO-I"]

600

Riesgo ordinario con carga calorífica mediana (ROII) [NFPA "RO-1"]

1500

Riesgo ordinario con carga calorífica alta (ROIII) [NFPA "RO-2"]

2000

Riesgo ordinario con carga calorífica muy alta (ROIV) [NFPA "RO-2"]

2500

Riesgo extraordinario (REA) [NFPA "REx-1"] 2500 Riesgo extraordinario (REB) [NFPA "REx-2"] 3000 Riesgo extraordinario (REC) [NFPA "REx-2"] 3750 Riesgos de almacenamiento. Para almacenamiento en estanterías con rociadores de techo e intermedio hay que calcular la densidad total, añadiendo una densidad de 12.5 l/min/m² por cada nivel intermedio de rociadores a la densidad de la red al techo.

300 x la densidad de aplicación total de los rociadores en litros/min/m². (Densidad: cantidad de H2O que cae en 1 m2/min.)

Rociadores “Large drop” 7000 Tipo ESFR a 50 psi (3.4 bar) 12000 Tipo ESFR a 75 psi (5.2 bar) 15000

Para determinar los valores de los últimos cuatro tipos de riesgo de la tabla anterior, es necesario remitirse a la información de NFPA. Se recomienda consultar las tablas 7-9.4.1.1 y 7-9.4.1.2 para los rociadores tipo large drop; así como las tablas 7-9.5.1.1 y 7-9.5.1.2 para los rociadores tipo ESFR. [Ver Anexo 3]

Estimación de la carga calorífica inmobiliaria Qi.

Tipo de construcción Carga calorífica típica Construcción totalmente incombustible, como hormigón o acero.

0

Construcción similar con máximo de 10% de materiales combustibles para ventanas, aislamiento y cobertura del techo, etc. 100 Construcción con estructura de madera y acabado con materiales incombustibles, o construcción tradicional de piedra con pisos y estructura del techo de madera. 300 Construcción incombustible con acabado combustibles, p. e. una estructura de acero con cobertura de plástico. 1000 Construcción totalmente combustible. 1500

Cálculo del factor de propagación i. El factor i indica la facilidad con que las materias pueden inflamarse y su rapidez en consumirse. Los valores son calculados con T, la temperatura necesaria para encender o

84

dañar los materiales presentes; de m, la dimensión media del contenido; y M, para la clase de reacción al fuego de las superficies.

El valor de T es en °C, el valor de m es en metros y el valor de M es adimensional.

10

log*1.01000

1 MmTi +−−= (51)

Factor de aumento de temperatura t. Se puede imaginar que el contenido de un compartimiento puede sufrir una cierta elevación de temperatura antes de que se produzca la ignición del contenido. Por otro lado, si las personas formaran parte del contenido, la temperatura del ambiente no podrá sobrepasar ciertamente los 100 °C. Por lo tanto es necesario fijar el umbral de temperatura necesaria para dañar el contenido del compartimiento. La siguiente serie indica los valores típicos.

Tipo de contenido T Para líquidos inflamables 0 Para personas, plásticos, o electrónica 100 Para textiles, madera, papel, alimentos 200 Para máquinas, aparatos electrodomésticos, etc. 300 Para objetos metálicos 400 Para otros materiales incombustibles, p.e. hormigón 500

Factor de dimensión media m. El fuego se propaga principalmente por la superficie de los objetos. Cuanta mayor superficie disponible haya más fácil será el desarrollo del fuego. La dimensión media del contenido se refleja en la proporción existente entre el volumen total (en m³) y la superficie total (en m²) del contenido. Para obtener la dimensión media, se obtienen n medidas de los objetos principales del contenido, y se calcula la n-raíz del producto de estas medidas. La dimensión media se sitúa en una escala que puede oscilar entre 2 m hasta 0.001 m. Por ejemplo: En una oficina la dimensión media es 0.3 m, en un almacén de carga, es 1 m, en un taller de fabricación de objetos pequeños es 0.1 m Factor de inflamabilidad M. La velocidad del desarrollo de un incendio depende de las características de los materiales, los que a su vez se relacionan con el grado de inflamabilidad y propagación de la flama. Por lo tanto hay que conocer las características con relación a la combustión, que poseen los materiales. Aceite lubricante en latas metálicas tendrá un valor de M= 0, mientras que electromotores en espuma de plástico tendrán un valor de M= 4. La CEA, Comité Europeo de Seguros, ha clasificado la mayoría de los productos de acuerdo con su combustibilidad. Para los materiales utilizados en decoración de inmuebles existen varios tipos de pruebas tales como ISO 1182, ASTM E-84.

85

Los siguientes valores además de típicos son valores intermedios aceptables.

Materiales (revestimiento) M Materiales incombustibles (CEA-clase 6) 0 Materiales poco combustibles (CEA-clase 5) 1 Materiales que se queman lentamente (CEA-clase 4) 2 Materiales combustibles (papel) (CEA-clase 3) 3 Materiales fácilmente combustibles (plástico) (CEA-clase 2) 4 Materiales altamente combustibles (CEA-clase 1) 5

Se pueden emplear valores intermedios cuando se presenta una mezcla de materiales, p.e. 2.3. Cálculo del factor de geometría g.

200

*1*5 3 2bbg += (52)

Para establecer el factor de geometría, primero se determina la distancia más larga entre los centros de las dos paredes del compartimiento. Esta distancia es la longitud teórica l. Luego se determina la superficie total del compartimiento. Se divide esta área por la longitud teórica para obtener la anchura equivalente b. De esta manera se determina un rectángulo del mismo tamaño que el compartimiento.

Cálculo del factor de plantas e.

( )( )

E

EEe

7.0

23

⎥⎦

⎤⎢⎣

⎡++

= (53)

Se enumeran todos los pisos de la siguiente manera: E=0 para la planta de acceso principal (rasante). Las plantas sobre el rasante reciben los valores E=1, 2, 3, etc. Las plantas bajo rasante (sótanos) reciben valores E= -1, -2, -3, etc. Para galerías y pisos intermedios se puede añadir una fracción decimal, p.e un primer piso con una galería que cubre 40% de la superficie del suelo, le será asignado un valor de 1.4 como número de piso.

86

Cálculo del factor de ventilación v. Para el cálculo del factor de ventilación v se utilizan los valores de Qm, k y h. La carga calorífica mobiliaria Qm determina en mayor parte la cantidad de humo que puede generarse. hKQmV **log*1.084.0 += (54) Se determina la altura h en metros entre el suelo y el techo. Para un techo inclinado se toma la altura media. El coeficiente de ventilación k es la relación entre la superficie disponible para evacuar los humos calientes y la superficie total del compartimiento. Se calcula k de la siguiente manera: Se supone que el 30 % de las ventanas con vidrio sencillo y de los plásticos traslúcidos en el techo y en el tercio superior de las paredes serán destruidas por el fuego y quedarán disponibles para el escape de los humos. No se toma en cuenta el vidrio doble o templado ya que no se fractura fácilmente. También se incluye en este cálculo la superficie aerodinámica de los sistemas de extracción natural (tiros) de humos, si existen. Para sistemas mecánicos de ventilación se acepta que una capacidad de 10,000 m³/h corresponda con una abertura ficticia de 1 m² en el techo. La suma de las superficies de las aberturas es dividida por la superficie del suelo para obtener k. Su valor se sitúa entre 0 y 0.1, ó entre 0 y 10 %. Cálculo del factor de acceso z.

⎥⎥⎦

⎢⎢⎣

⎡∨+

××+=

−+

3252005.01

HHZ

bENTz (55)

Para el cálculo del factor de acceso z se necesita los valores de b, H+, H- y Z. Para determinar Z, el número de direcciones de acceso, se imagina la entrada principal al norte, y luego se verifica si el edificio es accesible para los vehículos de bomberos desde los cuatro puntos cardinales. Para un edificio accesible por todos lados Z = 4. Si hay direcciones inaccesibles Z = 3, 2, 1. Cuando un edificio es dividido por muros cortafuego, los lados de estos muros son forzosamente considerados como inaccesibles. El valor de b, la anchura del compartimiento, ya quedó definido. Para determinar H, hay que medir la diferencia de altura entre el nivel del rasante y el piso del compartimiento. El efecto es diferente para las plantas superiores (H+) y para los sótanos (H-). Eso se justifica por el hecho que extinguir un incendio es mucho más difícil en lugares que se encuentran bajo el suelo. Nótese en la ecuación (55) que se presenta una disyunción matemática (“v”) entre H+ y H-. Si el recinto de estudio se encuentra en un piso elevado, tomaremos el binomio H+/25. Si por el contrario, el recinto en estudio está en un piso abajo del rasante, tomaremos el binomio H-/3, en su valor absoluto.

87

Calculo del Riesgo Admisible. Según vimos:

El Riesgo Admisible para el patrimonio A es: A = 1.6 – a – t – c El Riesgo Admisible para las personas A1 es: A1 = 1.6 – a – t – r El Riesgo Admisible para las actividades A2 es: A2 = 1.6 – a – c –d

Donde: a es el factor de activación, t es el factor del tiempo de evacuación, c es el factor de contenido, r el factor del ambiente, d es el factor de dependencia Un valor de A o A1 o A2 inferior a 0.2 o tal vez negativo, indica una situación totalmente inaceptable. Cálculo del factor de activación a. Considerando que hay una gran variedad de causas de incendios, nos servimos de una tabla que divide estas causas en las siguientes categorías: actividad principal, calefacción, instalaciones eléctricas, actividades secundarias y zonas con riesgo de explosión. El valor del factor de activación a es la suma de la serie de factores ai con el valor indicado en la tabla.

Valores de actividades y procesos para calcular el factor de activación. ACTIVIDAD PRINCIPAL Actividades no industriales (viviendas, oficinas, etc.) 0 Industria de productos incombustibles (Riesgo ordinario ROI) 0 La mayoría de las industrias (Riesgo ordinario ROII y ROIII) 0.2 Industria de productos combustibles como madera, papel, petroquímica (Riesgo ordinario ROIV y riesgos extraordinarios) 0.4 Almacenes 0 PROCESOS Y LUGARES CON SISTEMAS DE CALEFACCIÓN Sin calefacción: sin riesgo 0 Transmisión por sólidos o por agua 0 Transmisión por aire pulsado o por aceite 0.05 Generador en un local cortafuego 0 Generador en el compartimiento mismo, p.e. calentadores eléctricos o con gas, estufas. 0.1 Fuente de energía: electricidad, carbón, aceite combustible 0 Fuente de energía: gas 0.1 Fuente de energía: residuos combustibles (madera) 0.15 INSTALACIONES ELÉCTRICAS. Conforme y con inspección regular 0 Conforme pero sin inspección regular 0.1 No conforme a las reglas 0.2 RIESGO DE EXPLOSIONES. Sin riesgo de explosión 0 Riesgo de explosión por funcionamiento anormal (Zona tipo Un área2) 0.1 Riesgo de explosión por funcionamiento normal (Zona tipo Un área1) 0.2 Riesgo de explosión permanente (Zona tipo Un área0) 0.3 Riesgo de explosión de polvos 0.2 Producción de polvos combustibles sin extracción 0.1 ACTIVIDADES SECUNDARIAS Trabajos secundarios de soldadura 0.1 Trabajo mecánico secundario de madera o de plásticos 0.1 Revestimiento de superficies con productos combustibles: como ser pintar, barnizar, por proyección, uso de colas a base de disolventes y procesos similares.

88

En un lugar separado con ventilación adecuada 0.05 En un lugar separado sin ventilación 0.1 Sin separación de la actividad principal 0.2 Riesgos particulares, p.e. fumadores incontrolables 0.1

Cálculo del factor del tiempo de evacuación t. El factor t indica el tiempo de evacuación. Se calcula con la cantidad y la movilidad de las personas presentes,

( ) ( )[ ] ( )( )[ ]XbxK

bHHxXbxpt*44.01**4.1**800

1**2*25.1/1**−+

+++++=

−+

(56)

X es el número de personas que deben evacuar el compartimiento; x es el número de unidades de paso según las exigencias legales y las circunstancias prácticas; K es el número de direcciones de salida; p es el coeficiente de movilidad, y la distancia total a recorrer es calculada con los factores b, l, H+ o H-. Cálculo de las salidas. X es la cantidad de unidades de paso. La anchura efectiva de un paso es 60 cm, (las normas varían en cada país), pero en la práctica se deben considerar las condiciones locales. Por ejemplo, en una clínica es el ancho de las camas móviles la que determina el espacio necesario. Además, hay que contar con 20 cm de anchura perdida; así, una puerta de 80 cm de ancho es un paso efectivo de 60 cm; un corredor de 2 m de ancho es un paso efectivo de 180 cm Atendiendo a lo anterior, para calcular x, se observa todas las salidas del compartimiento y los recorridos para llegar a ellas. Se fija la anchura mínima en cm para cada salida y se le restan 20 cm; el resultado se divide por 60 cm. Finalmente se suman los cocientes de todas las salidas calculadas para obtener el valor de x, que corresponde a la cantidad de unidades de paso. Las puertas corredizas, puertas de cortina metálica y puertas giratorias no se pueden considerar como salidas de emergencia. Cálculo del número de personas. X es el número máximo de personas a evacuar del compartimiento en caso de incendio. Cuando este número es desconocido se puede estimar con la dimensión del compartimiento y las densidades indicadas en la siguiente tabla (NFPA 101):

DENSIDAD DE POBLACIÓN m2

1. Salas de espera, andenes de estaciones 3

2. Lugares públicos con ocupación alta 1.5

3. Lugares públicos con ocupación normal 0.6

4. Aulas de escuelas 0.5

5. Parvularios 0.3

89

6. Laboratorios y talleres de escuelas 0.3

7. Instituciones medicas 0.1

8. Prisiones 0.1

9. Edificios residenciales, habitaciones, hoteles, pensiones 0.05

10. Lugares comerciales, rasante y sótanos 0.4

11. Lugares comerciales, pisos superiores 0.2

12. Oficinas 0.1

13. Fábricas 0.03

14. Almacenes 0.003

No se permiten más de 120 personas por unidad de paso. Número de las direcciones de evacuación. K es el número de las distintas direcciones posibles para evacuar el compartimiento. Se consideran dos direcciones distintas cuando una persona debe girar al menos 90º para ir de una salida a otra. Por lo tanto el número máximo de direcciones de evacuación es de cuatro. Se toma la salida que posea mayor cantidad de unidades de paso como salida principal. Para considerar una dirección suplementaria como valida, tiene que tener más de la mitad de las unidades de paso de la salida principal. Cuando la salida principal cuenta con tres unidades de paso, una suplementaria debe tener por lo menos dos.

Factor p: Movilidad de las personas. Aquellas personas que no se encuentran impedidas para caminar sin ningún tipo de ayuda y que conocen el edificio donde se encuentran, pueden evacuarlo fácilmente. Pero en el caso de personas con movilidad limitada o que desconocen las salidas, éstas necesitarán más tiempo. El factor p toma en cuenta una evacuación demorada.

90

Condición de los ocupantes p

Personas móviles e independientes (p.e. Obreros) 1

Personas móviles pero dependientes (p.e. Alumnos) 2

Personas con movilidad limitada (p.e. Enfermos, ancianos) 8

No hay un plan de evacuación claro +2

Existe peligro de pánico +2

Para personas con capacidad de percepción limitada como enfermos, ancianos, personas con limitaciones físicas o psíquicas, huéspedes (hoteles)

+2

Cálculo del factor de contenido c. Se calcula con: 21 ccc += (57) El factor c es fijado por el valor del contenido del compartimiento. Este factor toma en cuenta la importancia funcional de los bienes amenazados, expresados en valor monetario y las posibilidades de reemplazo. “Contenido” incluye el valor del compartimiento mismo, de los bienes presentes y de los usuarios. Primero se determina el valor de c1 en función de las posibilidades de reemplazo:

c1 = 0 para un contenido substituible c1 = 0.1 para un contenido difícilmente sustituible; por ejemplo: máquinas con largo

plazo de entrega, instalaciones complejas c1 = 0.2 para un contenido único en su género, por ejemplo: obras de arte, edificios

históricos, maquinas únicas El valor monetario del contenido es determinado por c2 estimando el valor en millones de euros o en dólares. Se debe corregir la inflación desde el año 2000. Se calcula con la expresión siguiente: rVc log4

12 = (58)

Donde: Vr = V/7*106 y V = valor monetario en euros. Factor de dependencia d. La actividad económica que ocurre en el compartimiento puede ser interrumpida o paralizada por un incendio. El valor añadido es una buena referencia para la sensibilidad de las interrupciones de una actividad. El valor añadido es la suma de los gastos de personal,

91

los gastos financieros, las amortizaciones y los resultados económicos. La cifra de ventas es el total de los ingresos que resultan de las actividades económicas. Cuanto mayor es la relación entre valor añadido y la cifra de ventas, mayor es la sensibilidad de la actividad para pérdidas indirectas. Esta relación es el valor de d cuyos valores típicos son:

Tipo de industria-instalación d

Industria de alta tecnología y servicios (p.e. construcción de aviones) 0.7-0.9

Industria de tecnología fina: (p.e. fábrica de componentes electrónicos) 0.45-0.7

Industria manufacturera en general 0.25-0.45

Empresas comerciales, bodegas, etc. 0.05-0.15

Servicios administrativos 0.8

Si no se conoce el valor exacto, d=0.3 Riesgo inicial. A este nivel ya se tienen calculados los siguientes valores: los riesgos potenciales P, P1, P2 y los riesgos admisibles A, A1 y A2. Para buscar la protección más adecuada, lo más fácil es proveer en primer lugar una protección correcta para el patrimonio, y luego verificar si se necesitan medidas complementarias para proteger a las personas y finalmente a las actividades. Para facilitar esta selección, se puede calcular un valor de orientación, Ro, Riesgo Inicial, con los valores de P, A, y la resistencia al fuego estructural Fo. La selección de la protección adecuada del compartimiento se puede fijar en función del valor de Ro que se calcula con las expresiones:

)*( o

o FAPR = (59)

6

5.2

101001 ss

off

F −+= (60)

Donde f es la resistencia estructural al fuego, según la siguiente tabla:

Resistencia al fuego estructural f

Estructuras de acero sin protección 15

Estructuras de mampostería y acero 60

Con resistencia o preparación para fuego para 90 min. 90

Con resistencia o preparación para fuego para 120 min. 120

Estructura ligera de madera 0

92

Construcción de madera pesada con muros de mampostería 60

Cuando el valor de Ro es <1, basta con una protección manual, extintores o hidrantes. Cuando el valor de Ro se sitúa entre 1 y 1.6, se aconseja instalar un sistema automático de detección y alarma, para asegurar una llegada acelerada de los bomberos. Cuando el valor de Ro se sitúa entre 1.6 y 4.5, se aconseja proteger con un sistema de rociadores. Si entre estos valores Ro >2.7 serán necesarios recursos de agua de alta calidad en cuanto a cisterna, bombeo y red. Cuando el valor de Ro es > 4.5, es muy difícil proteger el edificio, hay que tomar medidas preventivas drásticas, como reducir el tamaño del compartimiento con muros cortafuego, eliminar riesgos, mejorar la extracción de humos, mejorar los accesos. Se recomienda revisar el cálculo de los valores de P y A.

Cálculo de W, factor de los recursos de agua. wW 95.0= (61)

Donde: wiw Σ= El factor K es definido como la suma de una serie de factores (adversos) wi según los valores indicados en las tablas siguientes:

Tipo de cisterna w1 a) Reserva de agua para uso general, llenado automático 0 b) Idem a), llenado manual 4 c) Sin cisterna 10

Capacidad de la cisterna w2 d) Volumen en m3 > 0.25(Qi+Qm) 0 e) 10% menos de e) 1 f) 20% menos de e) 2 g) 30% menos de e) 3

93

h) Más del 30% menos de e) 4

Red de distribución w3 i) Red adecuada a la cisterna y en regla 0 j) Diámetros insuficientes 2 k) No hay red 6

Hidrantes w4 l) Una conexión de 65 mm para 50 m de perímetro 0 m) Una conexión de 50 mm para 100 m de perímetro 1 n)Menos de una conexión por 100 m de perímetro 3

Presión en la red w5 o) Presión estática en la red = H+35 m 0 p) Presión estática en la red inferior a la anterior 3

Respecto al inciso j) de las tablas anteriores, se necesita también una red adecuada para distribuir el agua para la extinción. La tubería tiene un diámetro adecuado cuando responde a los criterios siguientes, con respecto al tamaño de la reserva: DN80 (3”) para 70 m³; DN100 (4”) hasta 125 m³; DN150 (6”) hasta 250 m³; DN200 (8”) hasta 450 m³; DN300 (12”) cuando la reserva es más que 450 m³. Respecto al inciso o), la presión estática en la red (en metros de columna de agua) debe alcanzar para llegar a cualquier punto del compartimiento. Se necesita una presión por lo menos igual a la altura + 35 m. Para evitar incurrir en errores que puede resultar verdaderamente catastróficos, lo recomendable respecto a redes, cisternas, bombeo, rociadores y demás componentes, es que sean revisados por profesionista experto en ingeniería y normatividad; asegurando así que los parámetros de cálculo seleccionados concuerden con la realidad de los recursos existentes. Calculo de N la protección normal nN 95.0= (62)

Donde: nin Σ= La protección normal esta constituida por la cadena descubrimiento-alarma-reacción manual, según las siguientes tablas.

Servicio de guardia n1 a) Brigadistas presentes, sistema de alertamiento manual, notificación a la brigada y alarma interna 0

b) Servicio sin guardias presentes 2 c) Sin sistema manual de alertamiento 2 d) Sin garantía de notificación a la brigada 2 e) Sin alarma interna 2

94

Medios manuales de extinción n2 f) Extinguidores en cantidad suficiente 0 g) Extinguidores en cantidad insuficiente 2 h) Gabinetes de hidrantes equipados en cantidad suficiente 0 i) Gabinetes de hidrantes equipados en cantidad insuficiente 2 j) Sin gabinetes de hidrantes equipados 4

Intervención de los bomberos n3 k) Intervención en menos de 10 min. 0 l) Entre 10 y 15 min. 2 m) Entre 15 y 30 min. 5 n) Más de 30 min. 10

Capacitación n4 o) Todos los ocupantes saben usar los medios de extinción 0 p) Sólo un grupo de personas está entrenado 2 q) Sin capacitación 4

Para una señalización efectiva se necesita un servicio de guardia, un sistema manual de aviso para indicar el incendio a un responsable o a los bomberos, y una señal de alarma interior a los usuarios del edificio para indicar la existencia del fuego. Una ocupación continua es equivalente a un servicio de guardia; una red general de teléfonos con número único puede servir como sistema de aviso; En lugar de un responsable, se puede hacer un llamamiento automático a los bomberos. Los medios de extinción clásicos son los extintores portátiles y gabinetes de hidrantes. El número de aparatos debe ser adaptado al riesgo. Cada país tiene sus propias reglas de instalación. Como ejemplo, se puede proveer un extintor de 6 kg de polvo (ABC) por 150 m

2

de superficie, y asegurar que el chorro de una manguera de incendios llega al cualquier punto del edifico. Los hidrantes del tipo 45 mm son preferidos cuando la carga calorífica es alta. Cálculo del factor de protección especial s sS 05.1= (63)

Donde: sis Σ= La protección especial está compuesta por los sistemas de detección automática, de extinción automática (rociadores) y de todos los medios complementarios que aumentan la fiabilidad de la protección contra incendios, según las siguientes tablas.

Detección automática s1 a) Detección por la acción de un rociador 4 b) Detección por detector térmico 5 c) Detección por detector de humos o llamas 8 d) Con supervisión de los circuitos electrónicos 2 e) Con identificación del detector 2

95

Reservas de agua s2 f) Reserva de agua inagotable (por lo menos 4x la reserva mínima) (como con lagos, presas, ríos, etc.) 3

g) Reserva de agua exclusiva para la extinción de incendios 2 h) Reserva de agua en propiedad independiente 2 i) Recurso de alta fiabilidad 5 j) Dos recursos de alta fiabilidad 12

Protecciones automáticas s3 k) Rociadores sin recurso de agua propio (p.e. conectado a la red de agua potable) 11

l) Rociadores con recurso de agua propio 14 m) Rociadores con dos recursos de agua propios 20 n) Sistemas de extinción automáticas con agentes limpios (espuma, polvo, CO2, gas inerte) 11

Cuerpo de bomberos s4 o) Cuerpo de profesionales disponible 24 x 24 hrs 8 p) Cuerpo mixto con grupo de profesionales disponible 24h x 24 hrs., y completado con voluntarios según necesidad. 6

q) Cuerpo de voluntarios que puede intervenir 24h x 24 hrs con un primer grupo y luego con voluntarios convocados 5

r) Cuerpo de voluntarios que es llamado por una guardia, sistema de sirenas u otro sistema de alarma. 2

s) Bomberos de empresa temporales 6 t) Bomberos de empresa permanentes 14

Los sistemas de detección automática aceleran el descubrimiento del incendio y la intervención de los bomberos. Pueden ser considerados solamente cuando la cadena de señalización es completa, es decir que la detección del inicio de incendio es transmitida a los bomberos que responden sin demora. Sistemas de rociadores equipados con un indicador de flujo y conectados a una central de alarma, sirven como un sistema de detección térmica (lento). Detectores de humo y de llama responden más rápido que detectores térmicos y los sistemas modernos de supervisión continua e identificación individual del detector aún son más eficaces, un área esta eficacia está estrechamente relacionada con el alto coste de este último. La fiabilidad de los recursos en agua y su tamaño permiten con más seguridad una lucha efectiva contra el incendio. Una reserva inagotable es una reserva de agua tan grande que no hay riesgo de falta de agua, como lagunas, ríos navegables, grandes depósitos de agua. Un recurso de alta fiabilidad está equipado de una alimentación energética doble para el mantenimiento de la presión en la red. Se toman en cuenta las intervenciones de bomberos capacitados, ya sean profesionales o voluntarios. Para los cuerpos de bomberos de empresas se toma en cuenta las horas de

96

trabajo. Cuando el equipo de bomberos está presente fuera de las horas de trabajo, se considera como permanente. Cálculo del factor de resistencia al fuego F. El factor F es definido por los valores de la resistencia al fuego de los elementos constructivos, pero corregido por la presencia de protección especial (factor S), porque en un edificio con mucha protección activa, la resistencia al fuego juega un papel menos importante en total. Se calcula primeramente la resistencia al fuego media f en minutos, a partir de las resistencias de la estructura, de los muros exteriores, de las paredes interiores y del techo. Las paredes interiores solamente están consideradas si dividen el compartimiento en sectores menores de 1,000 m

2.

( )[ ]1025.0110100

1 6

5.2

−−⎥⎦

⎤⎢⎣

⎡⎟⎟⎠

⎞⎜⎜⎝

⎛−⎟

⎠⎞

⎜⎝⎛+= SffF (64)

Donde: wdfs fffff 8

18

14

12

1 +++= (65)

Siendo: fs: La resistencia al fuego de los elementos estructurales ff: La resistencia al fuego de las fachadas fd: La resistencia al fuego de los techos fw: La resistencia al fuego de los muros interiores

La resistencia al fuego de los elementos constructivos está fijada en muchos países por pruebas a base de la norma ISO R 834.2. No obstante, existen varias diferencias en los certificados porque los criterios decisivos no son los mismos en todos los países. Para los elementos constructivos, el criterio principal es siempre la estabilidad al fuego, pero otras características como el poder aislante, y la estanquidad a los humos y las llamas intervienen también para la obtención un certificado. Para FRAME cuenta solamente la resistencia al fuego de los elementos constructivos estructurales como columnas, vigas y techos. Para paredes cuentan la resistencia al fuego y la conservación de la función aislante. Las restricciones siguientes tienen que ser respetadas:

1. Para evitar valores irreales, no se indicará resistencias mayores de 120 min. 2. No se aceptan valores para los muros, el techo y las paredes que sobrepasan el valor

de la estructura. 3. Para construcciones mixtas, se toma la resistencia del elemento más débil. 4. Ventanas en muros exteriores no cuentan si no sobrepasan el 5 % de la superficie, de

otra manera el valor es cero. 5. Para los techos cuentan las características del lado inferior. 6. Para edificios con una estructura sin resistencia propia al fuego, pero con sistema de

97

rociadores, se puede contar con una resistencia al fuego de 30 hasta 60 minutos, si los recursos de agua son adecuados.

7. Paredes interiores solamente cuentan si dividen el compartimiento por lo menos en cuatro sectores no más grandes de 1,000 m

2.

Cálculo del factor de escape U. Para el cálculo del factor de escape U se consideran las medidas de protección especial que aceleran la evacuación o retrasan el desarrollo del fuego, las secciones cortafuego y la protección de los recorridos de evacuación. Se calcula mediante la siguiente expresión: uU 05.1= (66)

Donde: uiu Σ= , según los valores de las siguientes tablas:

Detección automática u1 a) Detección por la acción de un rociador 4 b) Detección por detector térmico 5 c) Detección por detector de humos o llamas 8 d) Con supervisión de los circuitos electrónicos 2 e) Con identificación del detector 2 f) Detección parcial en zona de alto riesgo 2 g) Alarma simultánea a las personas en el recinto 2

Recorridos de evacuación u2 h) Escaleras interiores cortafuego 2 i) Escaleras interiores protegidos de los humos 4 j) Escaleras exteriores 8 k) Evacuación horizontal para 50% al compartimiento vecino 2 l) Evacuación horizontal para 100% al compartimiento vecino 8 m) Toboganes (solamente para los dos primeros pisos) 2 n) Señalización completa de los recorridos 4 o) Compartimentación con RF (retardo al fuego) de 30min y máximo 1,000 m2 por zona 2

p) Compartimentación con RF de 60min y máximo 1,000 m2 por zona 4

Protecciones u3 q) Rociadores en todo el edificio 10 r) Otro sistema de extinción automática 4 s) Rociadores en zonas de alto riesgo 5 t) Evacuación de humos accionado por la detección 3 u) Bomberos públicos profesionales 24h x 24 hrs. 8 v) Cuerpo de bomberos mixto con permanencia 6 x) Cuerpo de bomberos voluntarios con permanencia 4 y) Cuerpo voluntario con guardia 2 z) Cuerpo de empresa 5

98

Cálculo del factor de salvamento Y. Para el cálculo del factor de salvamento Y se examina las disposiciones que protegen los elementos críticos de la actividad contra las consecuencias de un incendio y las medidas que permiten reanudar la actividad en poco tiempo en el mismo lugar o en ubicación alternativa. Se calcula mediante la expresión: yY 05.1= (67)

Donde: yiy Σ= , según los valores de las siguientes tablas:

Protección de las actividades y1 a) Compartimentación con RF de 30min y máximo 1,000 m2 por zona 2

b) Compartimentación con RF de 60min y máximo 1,000 m2 por zona 4

c) Detección parcial en zona de alto riesgo 3 d) Rociadores locales en zonas críticas 5 e) Otro sistema de extinción automático en zonas críticas 4

Organización y2 f) Datos financieros protegidos 2 g) Repuestos protegidos 4 h) Reparaciones inmediatas posibles con medios propios 2 i) Traslado inmediato de la actividad posible 3 j) Acuerdos de cooperación con otras empresas 3 k) Distribución de la actividad en varios centros de producción 4

Según el método FRAME, los resultados para un compartimiento bien protegido en los valores de R, R1 y R2 [en las ecuaciones (38), (42) y (46) respectivamente] deben ser < 1. Si R <1.5, y el daño resultante es >30%, el resultado sugiere una intervención deliberada. 4.3. ANÁLISIS COMPARATIVO DE LOS MODELOS EXISTENTES. Dado que el objetivo de la presente tesis es determinar cuál sería el método integral para valoración del riesgo de incendio, enseguida, se presentará una descripción de las aplicaciones, ventajas y desventajas de cada uno de los métodos cualitativos que hemos estudiado.

4.3.1. Método del coeficiente K y factores ALFA.

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De estos dos métodos, es importante destacar que en realidad se trata de métodologías cuya finalidad es determinar para un recinto las condiciones de aislamiento necesarias para garantizar en caso de incendio, que sus consecuencias queden confinadas. Son por lo tanto métodos para evaluar la resistencia al fuego de los elementos constructivos. Las posibles aplicaciones de ambos métodos son muy parecidas y los planteamientos son similares aunque con índices de valoración diferentes, tal como hemos demostrado en los apartados correspondientes a su descripción. El método del Coeficiente K hace una extensa y detallada referencia al equipamiento contra incendio y a las medidas de seguridad, resultando demasiado complejo para una utilización operativa. Por el contrario, el método de los Factores Alfa maneja la valoración de forma más sencilla y clara, aunque sin embargo no considera las medidas de protección más normales como los extintores o los gabinetes de hidrantes, entre otros equipos. 4.3.2. Método de Edwin E. Smith y G.A. Herpol. Tanto el método propuesto por Edwin E. Smith como el propuesto por el profesor Herpol han sido casi imposibles de aplicar de forma práctica para varios especialistas que lo han intentado (José Fuertes Peña, Juan Carlos Rubio Romero, Ricard Mari Sagarra, entre otros). En el primer método esto ha sido debido al reducido número de productos contemplados en las tablas y a la escasez de materiales contemplados por el método, que además en muchos casos no se utilizan en la actualidad. En todo caso, este método está más enfocado a estudiar la evolución de la peligrosidad del incendio en un compartimiento determinado y al desarrollo de un modelo cinético del incendio en el interior, que a la evaluación del riesgo de incendio de una forma más global. Respecto al método del profesor Herpol, éste presenta dificultades en su aplicación debido a la inexistencia de tablas concretas para el caso estudiado y porque además el método quedó inconcluso debido a la muerte de su creador. 4.3.3. Método ERIC. El método ERIC es uno de los analizados que evalúan de forma específica el riesgo para las personas y el riesgo para los bienes. Este método completa aspectos que son tratados a menor profundidad por el método Gretener, como son los tiempos de evacuación, los efectos sobre la luz y la toxicidad de los humos. Además, utiliza tres tipos de gráficas en función del tipo de edificio: industria, vivienda u oficinas. En sus gráficas se relacionan los dos parámetros calculados para las personas o lo bienes, de forma semejante a como lo hace el método Gustav Purt. El método ERIC enlaza dos de los objetivos que pretenden alcanzar los métodos de evaluación del riesgo de incendio, el de protección de los bienes y el de protección de las personas, para los que determinadas medidas contribuyen de forma diferente a su obtención

100

o no contribuyen. Al cuidar este aspecto en los algoritmos matemáticos de medición, se evitan errores de evaluación en los que incurren otros métodos más simples. 4.3.4. Método Meseri. Si lo que se requiere es un método sencillo, rápido y ágil que ofrezca un valor del riesgo global en empresas con riesgo y tamaño medio, el método Meseri es bastante apropiado. El método puede ser aplicado de forma muy rápida al recinto elegido. Para la aplicación de este método es muy delicada y crítica la observación del compartimiento por parte del profesional que realiza el estudio, lo que a su vez exige que el evaluador tenga suficiente experiencia técnica ya que buena parte de la evaluación se fundamenta sólo en criterio del técnico. Se trata por lo tanto de un método para una orientación inicial que presenta claras limitaciones y que nos servirá únicamente para una visualización rápida del riesgo global de incendio en el recinto elegido. El método utiliza por una parte una serie de factores que generan o agravan el riesgo de incendio, como son los factores propios de las instalaciones; y por otra parte, los factores que colaboran con la protección frente al riesgo de incendio. Así en función del valor numérico del riesgo, obtendremos mediante una tabla la calificación del riesgo. Así, se trata de un método general y con limitaciones valorativas. 4.3.5. Método para estimación de Pérdidas Máximas (PML-EML). Dado que este método fue desarrollado por la industria de los seguros, su objetivo es exclusivamente la valoración de las pérdidas económicas. Como detallamos en el apartado dedicado al estudio técnico de esta metodología, valora las pérdidas económicas máximas bajo los supuestos del peor escenario y del escenario en el que las previsiones funcionen. Demás está decir que su principal inconveniente es dejar de lado la valoración de la mayoría de los elementos del riesgo. Además, sólo utiliza valoraciones aritméticas básicas de suma de valores susceptibles de pérdida; simplemente no ocupa algoritmos matemáticos complejos. 4.3.6. Método de Riesgo Intrínseco. Este método de evaluación del riesgo de incendio calcula la carga térmica como base de toda la evaluación. Después de haber analizado todos los métodos, pensamos que dicha carga térmica ponderada podría ser un referente de cálculo para cualquier método. El método determina las medidas preventivas y de protección constructivas necesarias para proteger la instalación, a partir de la determinación del tipo de establecimiento industrial en relación con la seguridad contra incendios; es decir, a partir de la ubicación y configuración de la instalación en relación a su entorno y su nivel de riesgo intrínseco. Su aplicación resulta bastante sencilla conceptualmente, aunque laboriosa desde el punto de vista operativo. Además, este método está enfocado a actividades de tipo industrial, por lo

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que para establecimientos de uso administrativo, comercial, hospitalario, docente o residencial, no es del todo aplicable. Esta es una de las metodologías utilizadas en España (y otros países europeos) para la valoración del riesgo de incendio. Incluso en muchas de sus normativas se sugiere este método y se han publicado manuales para su aplicación. También hay que destacar que en esos mismos países oficialmente se han realizado estudios respecto a sus limitaciones, por lo que no es la única metodología utilizada y sugerida. 4.3.7. Método Gretener. El método Gretener se ha convertido en uno de los métodos más populares y utilizados junto con el de riesgo intrínseco en España, ya que a pesar de sus limitaciones abarca un amplio abanico de construcciones a las que se le puede aplicar. El método se aplica al conjunto del edificio o a compartimientos individuales del edificio. El Gretener nos ofrece un cálculo del riesgo de incendio global bastante completo, con un valor que nos indicará si el riesgo en la instalación es aceptable o no lo es. De resultar inaceptable, el método nos obligará a volver a realizar los cálculos considerando nuevas medidas de protección que reduzcan el riesgo. El método Gretener se fundamenta en la comparación del riesgo potencial de incendio efectivo con el valor del riesgo potencial admisible. La seguridad contra incendios será suficiente, siempre y cuando el riesgo efectivo no sea superior al riesgo aceptado. Para comprobar la seguridad contra incendios es suficiente con verificar que las necesidades de seguridad seleccionadas se adaptan a los objetivos de protección y que con ello obtenemos un valor aceptable. Cuando la seguridad contra incendio sea insuficiente, habrá que realizar una nueva hipótesis en la que será conveniente respetar todas las medidas normales de protección, mejorando la concepción estructural del edificio y previendo medidas especiales que sean adecuadas, como la cercanía y disponibilidad de bomberos, los equipos para detección y extinción o las medidas para evacuación de calor y humos. El método considera una gran cantidad de factores y medios de protección. Como inconveniente presenta el estar eminentemente orientado a evaluar el riesgo según los intereses de las compañías aseguradoras; es decir, pérdidas económicas. Así, aunque el método considera el factor de corrección del riesgo normal para las personas, no lo trata de manera tan específica como lo hacen los métodos ERIC y FRAME. 4.3.8. Método Gustav Purt. El método del Dr. Gustav Purt resulta apropiado para deducir, en una primera aproximación, el tipo de medidas de protección contra incendios a tomar. Se trata de una derivación simplificada del método Gretener que ofrece una valoración para riesgos de tipo mediano, por lo que no es aplicable por ejemplo a la industria petroquímica. Es de aplicación rápida y a modo de orientación. Se sustenta en dos parámetros, el riesgo para el edificio y el riesgo para el contenido del edificio. Una vez calculados los valores de ambos parámetros, el método nos indica mediante la introducción de dichos valores en una gráfica, orientación sobre las medidas de protección

102

para el riesgo calculado. Éstas serán medidas referentes a la detección del incendio y/o a la extinción automática del incendio. Como inconveniente, el método no determina con precisión el tipo de sistema de detección de incendio o el medio de extinción en particular a implantar, esto deberá decidirlo el proyectista o el técnico de seguridad en su caso, a partir un segundo estudio más profundo de la situación. 4.3.9. Método FRAME. El último método que hemos analizado es el método FRAME, que se desarrolló evolucionando los métodos ERIC y Gretener. FRAME utiliza tres elementos globales de medición para el cálculo del riesgo de incendio. Los tres elementos se refieren al cálculo del riesgo del patrimonio, de las personas y de las actividades. La medición resultará adecuada si el valor de estos no supera la unidad, y en tal caso se aceptan como satisfactorias las medidas de protección instaladas en recinto sujeto a estudio. Es importante destacar que el método FRAME es aplicable a compartimientos individuales lo que, lejos de ser un inconveniente, le da exactitud y claridad a los resultados. Además, el método ofrece la posibilidad adicional de efectuar un cálculo que denomina “Riesgo Inicial”, para medir mediante una escala gráfica, los equipamientos para detección y combate de incendios que harían falta al recinto de acuerdo a su valoración del riesgo. Este valor, nos ofrecerá una orientación general adicional sobre el equipamiento necesario. El método toma en cuenta una gran cantidad de factores de medición, que utiliza de forma independiente para cada uno de los tipos de riesgos considerados, por lo que el método se cataloga dentro de la categoría de los “complejos”. Su aplicación es técnica y laboriosa por la complejidad relativa de sus ecuaciones, pero sus resultados son extremadamente exactos y completos, debido a la compartimentalización. (Ver Anexo 2). 4.3.10. Opinión comparativa de los métodos. Cada caso de incendio es único respecto a los factores que facilitan su inicio, y los que limitan su propagación. Consecuencialmente, tampoco será igual evaluar el riesgo de incendio con el objetivo de reducir las consecuencias sobre las vidas humanas, que con el objetivo de reducir las pérdidas patrimoniales, que también son muy importantes. Además de esto, no será lo mismo considerar de forma global un establecimiento completo, que uno solo de sus compartimientos, de manera que podríamos encontrarnos que las medidas a adoptar a nivel global no protegen de forma específica determinados compartimientos. Tampoco podemos presuponer que la sinergia entre las medidas de prevención a tomar en relación a los diferentes objetivos perseguidos sean siempre positivas, ya que puede ocurrir que sean indiferentes y en determinados casos incluso que fuesen negativas. Por lo tanto la existencia de esta importante variedad de métodos, como hemos visto no solo responde a la lógica evolución técnica y científica, sino que también es consecuencia de la elevada dificultad para evaluar el riesgo de una forma global, única y definitiva, lo que, en opinión de algunos especialistas, hace necesario elegir de entre los métodos disponibles aquellos que se ajustan más a las necesidades y objetivos de la valoración.

103

En lo personal, me resulta claro que es indispensable una valoración con dos características esenciales: a) Valorar el riesgo para personas, bienes y actividades, a través de la medición de todos los elementos interactuantes en un evento fuego-incendio; y b) Valorar primero el riesgo en cada compartimiento individual; después, en una segunda secuencia de cálculos específicos, integrar los resultados individuales en una valoración del total del edificio. Si no se cumple la primera característica, la valoración del riesgo es caduca y sus resultados por lo tanto no tienen sustentación. En la realidad histórica hemos constatado que estas valoraciones incompletas han provocado errores de apreciación sobre el riesgo resultando en pérdidas grotescas de vidas y patrimonios. Respecto a la segunda características nos fundamentamos en el hecho de que el fuego se inicia en recintos limitados. Si no se actúa, en una segunda etapa rebasará los límites del primer espacio. Pero en todo caso, las características físicas propias y de contenido son diferentes en cada recinto; las mediciones pues, obligadamente serán diferentes para cada uno de los recintos. Es obvio que si igualamos las mediciones, varios recintos resultarán medidos bajo condiciones erróneas. Sin embargo, si creo en la importancia del conocimiento de los distintos métodos de evaluación del riesgo de incendio y de sus objetivos, tanto por los técnicos de seguridad, como por los proyectistas dado que varios métodos pueden resultar complementarios entre sí. Además, la aplicación por imposición legal de ciertos métodos (a la que urgentemente debemos llegar en México), no excluye la utilización de otros métodos para confirmar el nivel de protección deseado desde otra perspectiva y en su caso la modificación de las medidas a adoptar para conseguir niveles de protección más adecuados a una visión más amplia del riesgo de incendio. Por último, derivado del estudio que hemos venido realizando, podemos anticipar que si existe, cuando menos un método, que atiende integralmente la valoración del riesgo de incendio, tal como se detallará en el apartado 5.1.; Lo que parece estar sucediendo es una tendencia a evadir metodologías que requieren conocimientos técnicos más sofisticados y exigen trabajo más laborioso y complejo. La tabla siguiente resume la aplicabilidad de los principales métodos complejos semicualitativos para la valoración del riesgo de incendio. INTRÍNSECO MESERI G. PURT GRETENER ERIC FRAME

Aplicaciones del método.

Se trata de un método que está respaldado por un reglamento en cuanto a las medidas constructivas y de protección.

Método muy adecuado para una aproximación inicial rápida.

Método completo y muy metódico, facilita los cálculos y ofrece un informe gráfico al final.

Método completo y muy metódico. Ofrece un informe al final.

Método que tiene en cuenta a las personas como riesgo independiente, lo relaciona con los bienes para ver el riesgo final.

Método muy completo que da resultados por separado para el patrimonio, personas y actividades.

En la siguiente página se adjunta una tabla comparativa resumiendo las características de cada método.

104

Comparación de los principales métodos complejos semicualitativos para la evaluación del riesgo de incendio. INTRÍNSECO MESERI G. PURT GRETENER ERIC FRAME

Autor Año País

MINER 1981 ESPAÑA

MAPFRE 1978 ESPAÑA

G. PURT 1971 ALEMANIA

M. GRETENER 1965 SUIZA

SARRAT y CLUZEL 1977 FRANCIA

E. DE SMET 1988 BÉLGICA

Fuentes ORIGINAL ORIGINAL GRETENER ORIGINAL GRETENER GRETENER y ERIC

Aplicación Establecimientos de uso industrial.

Lugares de riesgo y tamaño medio. Lugares de riesgo medio.

Toda clase de edificaciones e industrias.

Toda clase de edificaciones e industrias.

Toda clase de edificaciones e industrias.

Medición

Por la carga térmica y combustibilidad de los materiales y por la actividad industrial desarrollada.

Global de forma rápida y simple.

Dos valores: riesgo para el edificio y para el contenido. Considerando indirectamente a las personas. Orientaciones para detección y extinción.

Un solo valor, considerando la propiedad, y considerando a las personas de forma indirecta.

Dos valores, para las personas y los bienes.

Tres valores, para el patrimonio, las personas y las actividades.

Cálculo Mediante una ecuación.

Mediante una ecuación.

Mediante dos ecuaciones y una gráfica que nos ofrece la protección.

Mediante una ecuación. Compara el riesgo admisible con el efectivo.

Mediante dos ecuaciones y una gráfica para aspectos de protección.

Mediante tres ecuaciones principales. Además de un valor “Ro” general de orientación.

Factores agravantes del riesgo que toma en cuenta

El riesgo de la actividad, coeficiente de combustibilidad y densidad de la carga de fuego.

Construcción, situación, procesos, factores de contracción, propagación y destructibilidad.

Carga térmica, combustibilidad, carga térmica inmueble, sectores cortafuego, peligro para las personas, humos y bienes.

Carga de incendio mobiliaria, combustibilidad, humos toxicidad, carga inmobiliaria, nivel de planta, superficie, etc.

Básicamente las mismas que Gretener además de opacidad de humos y tiempo de evacuación.

Igual que ERIC y Gretener más un factor de dependencia, un factor ambiente, acceso y ventilación.

Factores reductores del riesgo que toma en cuenta

Para el riesgo calculado el reglamento nos indicará el tipo de medida a tomar.

Presencia o ausencia de vigilancia. Extintores, hidrantes, red, detección automática, rociadores y extinción.

Para el riesgo calculado el resultado del diagrama nos dirá el tipo de medida especial de protección.

Normales (extintores, hidrantes, etc.), Especiales (detección, transmisión, etc.) y Construcción (resistencia estructural a fuego, fachada, etc.).

Idem Gretener.

Idem Gretener y ERIC más varios factores de evacuación y de salvamento.

105

5. DETERMINACIÓN DEL MODELO INTEGRAL

106

5.1. ¿CUÁL ES EL MODELO INTEGRAL? Como asentamos en el apartado 3.2., existen para la riesgogénesis y la riesgodinámica de un incendio 21 elementos y 28 subelementos que participan en el inicio y evolución del fenómeno. Por lo tanto, para calificar una metodología como “integral”, necesariamente habría de valorar el total de esos elementos y subelementos. Veamos:

ELEMENTO SUBELEMENTO ERIC Meseri R. Intríns. Gretener Purt FRAMECarga calorífica de los materiales y contenidosElementos inflamables

Actividad principal generadora de calorSistemas de calefacciónInstalaciones eléctricasRiesgo de explosiónActividades secundarias generadoras de calorRevestimiento de superficies con productos combustibles

Evacuación Unidades de pasoCarga calorífica inmobiliariaLímite máximo permisible de temperatura según contenidosConducción del calor de los contenidos por su dimensiónÁrea del recintoElevación del recinto (plantas)VentilaciónAcceso de cuerpos externos de auxilio

Unidades de pasoCantidad de personas a evacuarNúmero de direcciones de salidasCoeficiente de movilidad

Sustitución-reposición de contenidosPérdida de valor añadidoResistencia estructural al fuego

CantidadDistribuciónConexionesPresiónSeñalizaciónMedios de extinciónBomberos (tiempo de arribo)CapacitaciónDetección automáticaRecursos de aguaProtección con rociadores automáticosBomberos (disponibilidad y nivel)

Resistencia al fuego de elementos arquitectónicos

Detección automáticaRecorridos de evacuaciónProteccionesProtección de las actividadesProtección de los contenidos y operaciones

Elementos valorados por cada método.

Protección especial

Escape (facilidades aceleradoras de evacuación y retardadoras de fuego)

Salvamento de contenidos y operaciones

Rie

sgog

énes

isR

iesg

odin

ámic

a

Activación

Evacuación

Recursos de agua

Protección básica

107

Otra condición indispensable es que los algoritmos de medición operen tomando en cuenta que el elemento o subelemento que miden no tiene el mismo peso sobre los sujetos de la medición global (personas, bienes y actividades), aún y cuando el mismo elemento o subelemento puedan tener influencia sobre los tres sujetos. La tercera condición se refiere a la integración de las mediciones en algoritmos “superiores” que permitan obtener resultados concretos, objetivos y simples, precisamente para los sujetos principales medidos. La cuarta y última condición es que el modelo completo cuente con estándares, es decir, ese mínimo indispensable para considerar establecida la condición segura, y por debajo del cual se deben poder identificar los elementos que no la cumplen y definir acciones correctivas. Según los análisis realizados a cada método y contrastándolos con los elementos y subelementos listados en la tabla del apartado 5.1, encontramos evidencia de que sólo los métodos Gretener, ERIC y FRAME valoran metodológicamente la mayoría de los elementos listados, y los dos primeros métodos evaden muchos subelementos. De estas tres metodologías, sólo el FRAME valora todos los elementos y todos los subelementos. Los métodos Prut, Gretener y ERIC cumplen individualmente con algunas de las otras tres condiciones apuntadas arriba, pero ninguno de los métodos cumple con todas a la vez. Nuevamente sólo el método FRAME cumple con todos los requisitos. 5.2. CONVERSIÓN DEL MODELO INTEGRAL Y SUS ALGORITMOS MATEMÁTICOS A UNA HOJA DE CÁLCULO COMPUTACIONAL. Hemos visto que los métodos se vuelven cada vez más complejos por diversas razones; particularmente por atender la necesidad de valorar todos los elementos que participan en el fenómeno fuego-incendio. Afortunadamente, se cuenta con medios tecnológicos para facilitar y los cálculos que habrán de realizarse. Para tal fin, y una vez definido que el método integral es el FRAME, nos propusimos desarrollar un modelo en hoja de cálculo electrónica (Excel) que opere el método FRAME. Dicha hoja incluye:

1. Lista de verificación para levantamiento de datos en campo 2. Hoja de cálculos matemáticos 3. Hoja de Reporte: resultados numéricos, sus gráficos e interpretaciones

El modelo operando se entrega en un disco compacto anexo. En las siguientes páginas se incluyen imágenes de cada sección.

108

5.2.1. Lista de verificación para levantamiento de datos en campo.

1 Qm: Carga calorífica de los materiales y contenidosTipo de riesgo

x Riesgo Ligero clase L [NFPA "MENOR"]Riesgo ordinario con carga calorífica baja (ROI) [NFPA "RO-1"]Riesgo ordinario con carga calorífica mediana (ROII) [NFPA "RO-1"]Riesgo ordinario con carga calorífica alta (ROIII) [NFPA "RO-2"]Riesgo ordinario con carga calorífica muy alta (ROIV)[NFPA "RO-2"]Riesgo extraordinario (REA) [NFPA "REx-1"]Riesgo extraordinario (REB) [NFPA "REx-2"]Riesgo extraordinario (REC) [NFPA "REx-2"]Riesgos de almacenamiento. Para almacenamiento en estanterías con rociadores de techo e intermedio hay que calcular la densidad total, añadiendo una densidad de 12.5 l/min.m² por cada nivel intermedio de rociadores a la densidad de la red al techo.Rociadores 'Large drop'el tipo ESFR a 50 psi (3.4 bar)el tipo ESFR a 75 psi (5.2 bar)

2 Qi: Carga calorífica inmobiliariaTipo de construcción

Construcción totalmente incombustible, como hormigón o acero.

x Construcción similar con max. 10% de materiales combustibles para ventanas, aislamiento y cobertura del techo, etc. Construcción con estructura de madera y acabado con materiales incombustibles, o construcción tradicional de piedra con pisos y estructura del techo de madera.Construcción incombustible con acabado combustibles, p.e. una estructura de acero con cobertura de plástico.Construcción totalmente combustible.

Modelo desarrollado por Roberto Garza para su Tesis de Ingeniería en Mantenimiento y Seguridad Industrial.Monterrey, N.L. Junio de 2007.

100Carga calorífica típica

0

100

15000

30003750

CA

RG

A C

ALO

RÍF

ICA

(q)

25002500

300

700012000

200Carga calorífica típica en

MJ/m²20060015002000

1000

1500

AUDITORIA FRAME

109

3 T: Factor de aumento de temperatura (máximo permisible)Tipo de contenido

Para líquidos inflamablesPara personas, plásticos, o electrónicaPara textiles, madera, papel, alimentosPara máquinas, aparatos electrodomésticos, etc.Para objetos metálicosPara otros materiales incombustibles, p.e. Hormigón

x Promedio en caso de mezcla de materiales

4 m: Factor de dimensión mediaGiro de la instalación

Almacén de cargasx Oficina

Taller de fabricación de objetos pequeñosFábrica de películaGranos, pelets, etc

5 M: Factor de inflamabilidadMateriales (revestimiento)

Materiales incombustible (CEA-clase 6)Materiales poco combustible (CEA-clase 5) (NFPA 101 "A")Materiales que se queman lentamente (CEA-clase 4) (NFPA 101 "B")Materiales combustible (papel) (CEA-clase 3) (NFPA 101 "C")Materiales fácilmente combustible (plástico) (CEA-clase 2)Materiales altamente combustible (CEA-clase 1)

x Valor intermedio por mezcla de materiales p.e. 2.3

6 g:

7 e: Factor de plantas

8 v:

4.5

% de galerías o pisos intermedios

Altura del techo (Para un techo inclinado se toma la altura media)m2 de ventanas, vidrios (no doble), plásticos y otros fracturables en el techo y tercio superior de los muros

I: Longitud teorética (Distancia más larga entre dos centros de dos paredes)

Superficie total del área

b: Anchura equivalente

Plantas sobre el rasante

476.29

34.51

0

Factor de ventilación

Capacidad de los sistemas mecánicos de extracción en Nm³/h

Plantas bajo el rasante

0.001

M012345

13.8

FAC

TOR

DE

PRO

PAG

AC

IÓN

(i)

0

F. S

UPE

RF.

(g) Factor de superficie

T

F. P

LAN

TAS

(e)

F. V

ENTI

L. (v

)

00

310

0

0

m2 de superficie aerodinámica de los sistemas de extracción natural de humos

Dimen. media en m.1

0.30.1

0.3

4.5

0100200300400500250

0.01

250

110

9 z:

H+ 0.3H- 0

10 a: Factor de activación

x Actividades no industriales (viviendas, oficinas, etc.) 0Industria de productos incombustibles (Riesgo ordinario ROI) La mayoría de las industrias (Riesgo ordinario ROII y ROIII) Industria de productos combustibles como madera, papel, petroquímica (Riesgo ordinario ROIV y riesgos extraordinarios)Almacenes

Sin calefacción: sin riesgo 0Transmisión por sólidos o por agua 0

x Transmisión por aire pulsado o por aceite 0.1Generador en un local cortafuego 0

x Generador en el compartimento mismo, p.e. convectores eléctricos, radiadores con gas, estufas. 0.1

x Fuente de energía: electricidad, carbón, aceite combustible 0Fuente de energía: gas 0.1Fuente de energía: residuos combustibles (madera) 0.15

Conforme y con inspección regular 0x Conforme pero sin inspección regular 0.1

No conforme a las reglas 0.2

x Sin riesgo de explosión 0Riesgo de explosión por funcionamiento anormal (Zona tipo Ex-2) 0.1Riesgo de explosión por funcionamiento normal (Zona tipo Ex-1) 0.2Riesgo de explosión permanente (Zona tipo Ex-0) 0.3

x Sin Riesgo de explosión añadido 0Riesgo de explosión de polvos 0.2Producción de polvos combustibles sin extracción 0.1

Trabajos secundarios de soldadura 0.1 0Trabajo mecánico secundario de madera o de plásticos 0.1 0

x Sin actividades de resvestimiento con productos combustibles 0En un lugar separado con ventilación adecuada 0.05En un lugar separado sin ventilación 0.1Sin separación de la actividad principal 0.2Riesgos particulares, p.e. fumadores incontrolables 0.1 0

0.1

0.1

0

0.1

RIESGO DE EXPLOSIONES.

Revestimiento de superficies con productos combustibles: como pintar, barnizar, por proyección, uso de pegamentos a base de solventes y procesos similares.

0

0

0.1

0

0

0ACTIVIDADES SECUNDARIAS

PROCESOS Y LUGARES CON SISTEMAS DE CALEFACCIÓN0

0.3

0

0

0.4

Anchura del compartimiento (b) (ya medido)Accesos (puntos cardinales) para bomberos (1 a 4)

0.2

0.3H:Diferencia de altura entre el rasante y el piso del compartimiento (H+ sup., y H- inf.)

F. A

CC

ESO

(z) Factor de acceso

ACTIVIDAD PRINCIPAL

FAC

TOR

DE

AC

TIVA

CIÓ

N (a

)

34.512

0

INSTALACIONES ELÉCTRICAS.0.2

111

11 x: Unidades de paso

Ancho -0.20 cm/ 0.600.92 1.20.8 1

0000

2.20

11 X: Cantidad de personas a evacuar

11 K: Número de direcciones de salidas

11 p: 5x Personas móviles e independientes (p.e. Obreros) 1

Personas móviles pero dependientes (p.e. Alumnos) 2Personas con movilidad limitada (p.e. Enfermos, ancianos) 8

x No hay un plan de evacuación claro 2 2x Existe peligro de pánico 2 2

Para personas con capacidad de percepción limitada como enfermos, ancianos, personas con limitaciones físicas o psíquicas, huéspedes (hoteles)

2 0

12 c:c1: Contenido sustituible

x c1: Contenido difícilmente sustituiblec1: Contenido único en su género

13 d: Factor de dependencia (Pérdida de valor añadido)Industria de alta tecnología: (p.e. construcción de aviones): 0.7 a 0.9

Industria de tecnología fina: (p.e. electrónica): 0.45 a 0.7Industria manufacturera en general: 0.25 a 0.45Empresas comerciales, depósitos, etc.: 0.05 a 0.15

x Servicios administrativos: 0.8Se toma d = 0.3 por no conocer el valor exacto

14 f0: Resistencia al fuego estructuralEstructuras de acero sin protección

x Estructuras de mampostería y aceroCon resistencia o preparación para fuego para 90 min.Con resistencia o preparación para fuego para 120 min.Estructura ligera de maderaConstrucción de madera pesada con muros de mampostería

0.350.1

60

Ancho (individual) de corredores y puertas de salidas de emergencia del compartimiento

0.1

0.8

0.58

0.8

1

0.80.3

060

RES

IST.

AL

FUEG

O (f

0) 156090120

F. D

EPEN

DEN

CIA

(d

)

Factor de contenido

c2: Valor del contenido (en millones de U.S.D.)

00.10.2

10c1=

F. C

ON

T. (

c)FA

CTO

R D

E TI

EMPO

DE

EVA

CU

AC

IÓN

(t)

24

2

d:e:f:

Coeficiente de movilidad

a: Ancho más angosto de la ruta 1b: Puerta emergencia a exteriorc:

112

15W: Factor de recursos de agua

x Reserva de agua para uso general, relleno automático 0Reserva de agua para uso general, relleno manual 0

Min. Diferencia-75

-100%La cantidad de la reserva es suficiente 0Falta hasta el 10 % de la cantidad 1Falta hasta el 20 % de la cantidad 2Falta hasta el 30 % de la cantidad 3Falta más del 30 % de la cantidad 4

x No hay reserva de agua para extinción 10

La red es adecuada a la reserva* 3" (80 mm) < 70 m3 (20.000 US gal.)* 4" (100 mm) 70 a 125 m3 (20.000 - 35.000 US gal.)* 6" (150 mm) 125 a 250 m3 (35.000 - 70.000 US gal.)* 8" (200 mm) 250 a 450 m3 (70.000 - 120.000 US gal.)*12" (300 mm) > 450 m3 (120.000 US gal.)*Network (looped) systems are adequate for twice these quantities

Diámetro demasiado pequeño 2x No hay red de distribución 6

Una conexión (hidrante) por cada 50m de perímetro 0Una conexión hasta por 100 m de perímetro 1

x Menos de una conexión por 100 m de perímetro 3

La presión estática es adecuada 0x La presión es menor (inadecuada) 3

Presión medida (por pitot) en el hidrante más alejado del sistema de bombeo

FAC

TOR

DE

REC

UR

SO D

E A

GU

A (W

)

75

RED DE DISTRIBUCIÓN DE AGUA

3

0

3

CONEXIONES

PRESIÓN ESTÁTICA EN EL RED (= H + 35 m) (En columna de agua)

Diámetro de la tubería del raiser

6

3

Capacidad de la cisterna (en metros cúbicos)Capacidad de la cisterna exclusiva para incendio (en metros cúbicos)

00

TIPO DE RESERVA DE AGUA Y CANTIDAD DISPONIBLE. wi

0

10

CANTIDAD MINIMA: [m³ = 1/4 Carga calorífica total (Qi+Qm) en MJ/m²] =

22

m3

113

16 N: Factor de protección normal

Todos los elementos de la cadena de señalización existen. 0 0No hay un servicio de guardia 2 0

x No hay (tampoco) un sistema de aviso 2 2x No hay (tampoco) una permanencia o llamamiento automático. 2 2x No hay (tampoco) señal de alarma interior 2 2

x Los extintores son adecuados 0El tipo o el número de los extintores no es el adecuado 2Las bocas de incendio son adecuadas 0El número de bocas de incendio es insuficiente 2

x No hay bocas de incendio previstas 4

llegada en menos de 10 min. 0x llegada entre 10 y 15 min. 2

llegada entre 15 y 30 min. 5Más de 30 minutos 10

Todos los presentes saben manejar los medios manuales 0Hay solamente un equipo de primera intervención 2

x No hay personas capacitadas 4

17 S: Factor de protección especial

x No hay detección automática 0Detección por la acción de un rociador 4Detección por detector térmico 5Detección por detector de humos o llamas 8Con supervisión de los circuitos electrónicos 2 0Con identificación del detector 2 0

75 300Reserva de agua inagotable (por lo menos 4x la reserva mínima) 3 0Reserva de agua destinada a la extinción de incendios 2 0Reserva de agua independiente (en propiedad) 2 0

x Sin recursos de alta fiabilidad 0Recurso de alta fiabilidad 5Dos recursos de alta fiabilidad 12

x Sin rociadores automáticos 0Rociadores sin recurso de agua propio (p.e. conectado a la red de agua potable) 11

Rociadores con recurso de agua propio 14Rociadores con dos recursos de agua propios 20Otros sistemas de extinción automáticas ( espuma, polvo, CO2, gas inerte) 11 0

x Cuerpo de profesionales disponible 24 h 8Cuerpo mixto con permanencia :con un núcleo de profesionales disponible 24h y completado con voluntarios cuando sea necesario. 6

Cuerpo de voluntarios con permanencia, que puede intervenir 24h con un primer grupo y luego con otros voluntarios convocados 5

Cuerpo de voluntarios que es llamado por una guardia, sistema de sirenas u otro sistema de alarma. 2

x Sin bomberos empresariales 0Bomberos de empresa temporales 6Bomberos de empresa permanentes 14

0

4

16

RECURSOS DE AGUA 0

0

FAC

TOR

DE

PRO

TEC

CIÓ

N E

SPEC

IAL

(S)

CUERPOS DE BOMBEROS 8

Reserva de agua mínima:

8

0

PROTECCIÓN CON ROCIADORES AUTOMÁTICOS 0

DETECCIÓN AUTOMÁTICA 08

0

MEDIOS DE EXTINCIÓN MANUALES

FAC

TOR

DE

PRO

TEC

CIÓ

N N

OR

MA

L (N

)

INTERVENCIÓN DE LOS BOMBEROS

FORMACIÓN (CAPACITACIÓN) PROPIA

0

4

2

4

SEÑALIZACIÓN (alarma) 6

x4=

114

18 F:6060

00

19 U: Factor de escape (facilidades aceleradoras de evacuación y retardadoras de fuego)

x Sin detección 0Detección por la acción de un rociador 4Detección por detector térmico 5Detección por detector de humos 8con supervisión de los circuitos electrónicos 2 0con identificación del detector 2 0detección parcial en zona de alto riesgo 2 0información simultánea de max. 300 personas 2 0

Escaleras interiores cortafuego 2 0Escaleras interiores protegidos de los humos 4 0Escaleras exteriores 8 0Sin evacuación horizontal 0Evacuación horizontal para 50% al compartimento vecino 2

x Evacuación horizontal para 100% al compartimento vecino 8Toboganes (solamente para los dos primeros pisos) 2 0

x Señalización completa de los recorridos 4 4x Sin compartimentación 0

Compartimentación máxima de 1000 m2 con RF de 30min. 2Compartimentación máxima de 1000 m2 con RF de 60min. 4

Rociadores en todo el edificio 10Rociadores en zonas de alto riesgo 5

x Sin rociadores 0Otro sistema de extinción automática 4 0Evacuación de humos accionado por la detección 3 0

x Bomberos públicos profesionales 24 hrs. 8Cuerpo de bomberos mixto con permanencia 6Cuerpo de bomberos voluntarios con permanencia 4Cuerpo voluntario con guardia 2Cuerpo de empresa temporal 5Cuerpo de empresa permanente 5

x Sin cuerpo de bomberos de empresa 0

20 Y: Factor de salvamento

Compartimentación máxima de 1000 m2 con RF de 30min. 2Compartimentación máxima de 1000 m2 con RF de 60min. 4

x Sin compartimentación 0Detección parcial en zona de alto riesgo 3 0Rociadores locales en zonas críticas 5 0Otro sistema de extinción automático en zonas críticas 4 0

x Datos financieros protegidos 2 2Repuestos protegidos 4 0

x Reparaciones inmediatas posibles con medios propios 2 2Traslado inmediato de la actividad posible 3 0

x Acuerdos de cooperación con otras empresas 3 3Distribución de la actividad en varios centros de producción 4 0

RECORRIDOS DE EVACUACIÓN 12

0

20

0

DETECCIÓN AUTOMÁTICA.

7

0

8

8

0

PROTECCIONES 8

FAC

TOR

DE

ESC

APE

(U)

0

FAC

TOR

DE

SALV

AM

ENTO

(Y)

0

7

PROTECCIÓN DE LAS ACTIVIDADES yi 0

ORGANIZACIÓN

F. R

ESIT

. A

L FU

EGO

(F

) fs: Resistencia al fuego de los elementos estructuralesff: Resistencia al fuego de los muros exterioresfd: Resistencia al fuego del cielo falso o del techofw: Resistencia al fuego de los muros interiores

Factor de resistencia la fuegoVer tabla en

RESITENCIA AL FUEGO (f 0 )

115

5.2.2. Hoja de cálculos matemáticos.

3.49

3.49 1.07 1.32 0.97

2.23 1.03 0.51 0.37

8.83 0.30 1.17 0.30

Qi Qm Qi + Qm log (Qi+Qm) 2/3*log (Qi+Qm)1.10 100 200 300 2.477121255 1.65141417

T m M T/1000 log m 0.1*log m M/10

1.25 250 0.3 4.5 0.25 -0.522879 -0.05228787 0.45

I b Area Tot. b2 l*b2 Raiz 3 de l*b2 b+5 Oper.

0.81 13.8 34.51377 476.29 1191.20 16438.56 25.4265798 39.51376812 1004.7

E E +3 E +2 E +3/ E +2 0.7 E

1.00 0 3 2 1.50 0

Qm logQmFracturables

en m230%

FracturablesAbertura tiros en

m2Extraccn. Mec.

humos Suma tiros Area de suelo

0.96 200 2.3010 10 3.333333333 0 0 3.333333333 476.29

b Z H+ 20*Z Oper. fx lógica H+/25 H-/3

1.00 34.513768 2 0.3 40 0.86 0.01 0.012 0.1

a 0.30

p x b X H+ H- K l

0.14 5 2.20 34.51376812 24 0.3 0 2 13.8

Const a D1.17 0.266 0.050389469

c1 valor Inflcn. USD Correc. 2006. Valor 2000 Vr Log Vr 1/4 logVr0.13 0.1 10 4 1.04 10.4 1.30 0.114 0.030.03

Qi+1 M/10

Factor de Ambiente 0.65043 101 0.45

d 0.80

F0

Riesgo Inicial 0.66 1.5700

fs (fs)2.5Resistencia

al Fuego Estructural

1.5700 60 27885.48

0.32

22.00

0.44

16.00

1.48

8.00

f 2.5

1.42 13584.11fs ff fd fw

Res. Media 45.00 60 60 0 0

2.65

20.00

1.41

7.00

Cálculo del Factor de Escape

Cálculo del Factor de Salvamento (de actividades

críticas)

Cálculo del Factor de Resistencia al Fuego

Factor de Carga Calorífica

Factor de Propagación del Fuego

Factor de Geometría del Compartimiento

Factor de Plantas (Arquitectónicas)

Factor de Acceso (de Cuerpos de Auxilio)

Factor de Tiempo de Evacuación

Const k (en m/seg)1.19

IR A INTERPRETACIÓN

Factor de Recursos de Agua

Cálculo de la Protección Normal

Factor de Protección Especial

Factor de Dependencia

Factor de Activación

Vel. De Evac.: (Speed)

Factor de Contenido

Factor de Ventilación

D2 Protec. Actividades

R Riesgo Calc. PatrimR1 Riesgo Calc. Pers

P2 Riesgo Pot Actividades

A1 Ries Admis Personas A2 Ries Admis Actividades

R2 Riesgo Calc. Activ D Protec. Patrim D1 Protec. Personas

Modelo desarrollado por Roberto Garza para Tesis de Ingeniería en Mantenimiento y Seguridad IndustrialFRAME. VALORACION DEL RIESGO DE INCENDIO

A Ries Admis Patrim

El riesgo para el patrimonio R es por definición: R = P / ( A * D)El Riesgo Potencial P es por definición : P = q * i * g * e * v * z

P1 Riesgo Pot PersonasP Riesgo Pot Patrim

Donde q es el factor de carga calorífica, i es el factor de propagación, g es el factor de geometría, e es el factor de plantas, v es el factor de ventilación, z es el factor de acceso.

55.0)log(.32 −+= QmQiq

10log*1.0

10001 MmTi +−−=

200*1*5 3 2bbg +

=

( )( )

E

EEe

7.0

23

⎥⎦

⎤⎢⎣

⎡++

=

hKQmV **log*1.084.0 +=

⎥⎥⎦

⎢⎢⎣

⎡∨+

××+=

−+

3252005.01

HHZ

bENTz

( ) ( )[ ] ( )( )[ ]XbxK

bHHxXbxpt*44.01**4.1**800

1**2*25.1/1**−+

+++++=

−+

)**( DkakS −=

21 ccc +=

rVc log41

2 =

10)1log(1.0 MQr i ++=

)*( oo FA

PR =

6

5.2

101001 ss

off

F −+=

wW 95.0=

wiw Σ=

nN 95.0=nin Σ=

sS 05.1=

sis Σ=

( )[ ]1025.0110100

1 6

5.2

−−⎥⎦

⎤⎢⎣

⎡⎟⎟⎠

⎞⎜⎜⎝

⎛−⎟

⎠⎞

⎜⎝⎛+= SffF

wdfs fffff 81

81

41

21 +++=

uU 05.1=

uiu Σ=

yY 05.1=

yiy Σ=

116

5.2.3. Hoja de Reporte: resultados numéricos y sus gráficos. Interpretaciones.

1.07 1.32 0.971.03 0.51 0.370.30 1.17 0.30

R 3.49 3056.33R1 2.23R2 8.83

R

R1 1 <1.0 R2 1 1.0 a 1.3 R3 1 1.3 a 1.5

1.5 a 1.7 1.7 a 1.9 1.9 a 2.0>2.0

0.7

Modelo desarrollado por Roberto Garza para su Tesis de Ingeniería en Mantenimiento y Seguridad IndustrialFRAME. INTERPRETACION.

Y: salvamento de datos

VARIABLES

>100%

Cuando R0 es menor a uno, bastará con los medios básicos de extinguidores, detección y alarma que garanticen aviso y llegada oportuna de los cuerpos externos de auxilio (bomberos)Si R0 se ubica entre 1.1 y 1.6, se deberán adicionar sistemas de hidrantes (cisterna, bombeo, mangueras y pitones).

q: carga calorífica

El valor obtenido de R0 orienta en la elección del tipo de protección en una escala según la grafica anexa.

Cuando R0 es mayor de 4.5 la protección va a exigir adicionalmente muchos medios, especialmente en la modificación de los elementos constructivos, reducción del tamaño de los compartimentos, etc. En definitiva, habría que considerar modificaciones técnicas para mejorar el cálculo de los valores de P y A.

Si el valor se encuentra entre 1.6 y 4.5 se requiere protección adicional mediante la instalación de rociadores.Si R0 sobrepasara el valor de 2.7 se deben adicionar abastecimientos y reservas de agua de alto estándar.

Tasa Técnica de valor asegurado T= R*1000 3,485.20

Riesgo Inicial "R0"

VALORACION DEL RIESGO ACTUAL

A Ries Admis Patrim A1 Ries Admis PersonasD Niv. Protec. Patrim D1 Niv. Protec. Personas

Riesgo Patrimonial ¡Compartimiento

excedido! % de pérdida del compartimiento

Para un compartimiento BIEN PROTEGIDO, los valores deben ser < 1.

MPL (maximum probable loss espectancy)

P Riesgo Pot Patrim P1 Riesgo Pot Personas P2 Riesgo Pot Actividades

Riesgo para PersonasRiesgo para Actividades

R>2 indica que el incendio podría pasar a compartimientos contiguosR <1.5, y el daño resultante es >30%, la diferencia sugiere una intervención deliberada.

R1<1 significa que no habrá víctimas adicionales a las ubicadas en el sitio de origen del incendio.

R2<1 significa que se puede restablecer la actividad en el compartimiento siniestrado, después de una reparación básica y limpieza del lugar.

30 a 50 %50 a 80 %80 a 100 %

A2 Ries Admis ActividadesD2 Niv. Protec. Actividades

MPL10 % o menos

10 a 20 %20 a 30 %

%MPL=10R%

i: propagación del fuegog: geometríae: plantasv: ventilaciónz: accesosa: activaciónt: tiempo evacuaciónc: contenido, valor del

N: protección normalS: protección especialU: recorridos de evacuación

r: ambiented: actividad económicaF: resistencia al fuegoW: recurso de agua

3.49

2.23

8.83

0.01.0

2.0

3.0

4.0

5.06.0

7.0

8.0

9.0

10.0

R R1 R2

0.0

1.0

2.0

3.0

4.0

5.0

6.0

7.0

8.0

9.0

10.0

STD VALORACIÓN

0.660.0

1.0

2.0

3.0

4.0

5.0

6.0

R0

>4.5

<11.1 a 1.6

1.7 a 2.7

2.8 a 4.5

0

1

2

3

4

5

R0

Extinguidores, Detección yAlarma + Hidrantes

+ Rociadores

+ Abastecimiento especial

+ Prevención especializada

0.00

0.50

1.00

1.50

2.00

2.50

3.00

q i g e v z a t c r d F W N S U Y

STDVAL

0.000.200.400.600.801.001.201.40

P P1 P2 A A1 A2 D D1 D2

STD VALOR

117

6. CONCLUSIONES.

118

6.1. VALIDACIÓN DE HIPÓTESIS. Las hipótesis propuestas para este trabajo de tesis fueron: H1. Una condición segura para personas, bienes y medio ambiente respecto al riesgo fuego-incendio en un recinto dado, puede ser determinada y establecida mediante una metodología de valoración de todas las variables relevantes de la riesgogénesis y la riesgodinámica del fuego, prevalecientes en el recinto. H2. Todas las variables relevantes relacionadas con el riesgo fuego-incendio pueden ser medidas mediante modelos matemáticos de ingeniería. H3. Las mediciones individuales de cada variable del riesgo fuego-incendio pueden ser integradas mediante otros algoritmos matemáticos, que permitan relacionar los resultados medidos con estándares de seguridad apropiados para el recinto analizado. H4. El algoritmo matemático completo puede ser sistematizado en una hoja de cálculo computacional, incluyendo: listas de verificación para levantamiento de datos en campo, cálculos matemáticos de medición, reporte de resultados textual y gráfico, interpretación de los resultados comparados con estándares e identificación textual y gráfica de variables sub-estándar. 6.1.1. H1 resulta verdadera, toda vez que es dependiente de H2, H3 y H4 que han resultado verdaderas.

Adicionalmente a los sujetos propuestos por esta hipótesis –personas, bienes y medio ambiente— se encontró que los métodos FRAME. Meseri y PURT también valoran las actividades y otros activos del recinto. De hecho, FRAME los mide detallada y directamente, mientras las otras dos metodologías lo hacen de manera indirecta y/o un tanto superficial. 6.1.2. H2 resulta verdadera. Como se demuestra en la tabla del apartado 5.1, cuando menos una metodología, FRAME, valora todas y cada una de las variables (factores) de la riesgogénesis y la riesgodinámica del fenómeno fuego-incendio. Los algoritmos matemáticos del método FRAME para la medición de los factores se encuentran detallados en el apartado 4.2.12; siendo estas las ecuaciones (38) a (67). Las fórmulas matemáticas utilizadas por los otros métodos analizados se encuentran detalladas en los apartados 4.2.1 al 4.2.11; siendo estas las ecuaciones (15) a (37). 6.1.3. H3 resulta verdadera. Hemos establecido y demostrado que el método FRAME es el que mide todas y cada una de las variables relacionadas con incendio. También se ha demostrado que todas esas variables o factores son medidos con precisión mediante ecuaciones matemáticas. En el apartado 4.2.12, concretamente en las ecuaciones (38), (42) y (46), se demuestra que todas los factores se integran en estos tres cálculos globales para cada sujeto:

Edificio y contenido Personas Actividades económicas

119

Además, el método FRAME, para cada uno de esos sujetos ejecuta tres series de cálculos:

Riesgo potencial Riesgo admisible Nivel de protección

Dado que el método establece un cociente de peligro donde el nivel de protección debe ser equiparable a la medición del riesgo, numéricamente este cociente debe ser <1. Por consiguiente un valor >1 refleja una condición inadecuada; es decir el riesgo ha rebasado la posibilidad de control con el nivel de protección disponible. Así, mediante la inclusión de valores logarítmicos en las ecuaciones se establece un estándar de seguridad apropiado, representado por el umbral del valor 1. Esquemáticamente y a manera de ejemplo, en la siguiente ilustración se puede apreciar como las variables o factores q, i, F, S, U y Y, resultan >1 y por lo tanto inadecuados.

N: protección normalS: protección especialU: recorridos de evacuación

r: ambiented: actividad económicaF: resistencia al fuegoW: recurso de agua

z: accesosa: activaciónt: tiempo evacuaciónc: contenido, valor del

i: propagación del fuegog: geometríae: plantasv: ventilación

Y: salvamento de datos

VARIABLESq: carga calorífica

0.00

0.50

1.00

1.50

2.00

2.50

3.00

q i g e v z a t c r d F W N S U Y

STDVAL

Por último, el método FRAME proporciona un cálculo adicional para orientar sobre la protección adecuada en términos de tecnología aplicada (extinguidores, detectores, red contra incendio, rociadores, hidrantes, etc.) relacionada con la resistencia estructural al fuego. Estos cálculos están detallados en la ecuaciones (59) y (60). 6.1.4. H4 resulta verdadera. El método FRAME ha sido automatizado por el autor de esta tesis en una hoja electrónica de cálculo (Excel), cuyas secciones se ejemplifican en las ilustraciones de los siguientes apartados:

SECCIÓN APARTADO Lista de verificación de variables (factores) 5.2.1. Cálculos matemáticos 5.2.2. Reporte de resultados e interpretación (numéricos y gráficos) 5.2.3.

Las anteriores son sólo imágenes representativas. La hoja de cálculo operable se anexa a este trabajo de tesis en disco compacto.

120

6.2. CONCLUSIONES RESPECTO A CADA MÉTODO. 6.2.1. Métodos Herpol y Smith. Estos dos métodos resultan no aplicables a casos reales debido a que están inconclusos o carecen de tablas suficientes para la evaluación siquiera de algunos factores de incendio. 6.2.2. Métodos simplificados. Entre estas metodologías destacan el Fine y el Binario o de matriz semicuantitativa. Estos métodos no sólo resultan útiles para una primera aproximación a la valoración de incendios; sino creemos, resultan indispensables. La técnica de valoración de riesgos impone una primera determinación de la frecuencia esperada de materialización del riesgo, y el impacto en pérdidas estimado derivado de la materialización. Estos métodos proveen esos datos indispensables, permitiendo en un primer estudio la determinación de si el riesgo es tolerable o sensible. En el caso de resultar sensible, se procede a la aplicación de valoraciones más sofisticadas y completas. 6.2.3. Tabla A-1 de la NOM-002-STPS-2000. Se corrobora que la medición de esta tabla es elemental donde se establecen umbrales de riesgo bajo, medio y alto según la simple existencia de ocho factores. No va más allá de la ubicación de la instalación en uno de esos tres niveles de riesgo. Sin embargo, a esos ocho factores se les pueden establecer una correspondencia con los factores manejados por el método FRAME, según se detalla en la siguiente tabla.

CONCEPTO GRADO DE RIESGO FRAME

BAJO MEDIO ALTO

ALTURA DE LA EDIFICACIÓN, EN METROS HASTA 25 NO APLICA MAYOR A 25 subfactor E (e),

subfactor H NÚMERO TOTAL DE PERSONAS QUE OCUPAN EL LOCAL,

MENOR DE 15

ENTRE 15 Y 250

MAYOR DE 250 factor X

SUPERFICIE CONSTRUIDA EN METROS CUADRADOS

MENOR DE 300

ENTRE 300 Y 3000

MAYOR DE 3000 factor g

INVENTARIO DE GASES INFLAMABLES, EN LITROS ( EN FASE LÍQUIDA)

MENOR DE 500

ENTRE 500 Y 3000

MAYOR DE 3000

factor i (subfactor T) y factor a

INVENTARIO DE LÍQUIDOS INFLAMABLES, EN LITROS

MENOR DE 250

ENTRE 250 Y 1000

MAYOR DE 1000

factor i (subfactor T) y factor a

INVENTARIO DE LÍQUIDOS COMBUSTIBLES, EN LITROS

MENOR DE 500

ENTRE 500 Y 2000

MAYOR DE 2000

factor i (subfactor T) y factor a

INVENTARIO DE SÓLIDOS COMBUSTIBLES, (A EXCEPCIÓN, DEL MOBILIARIO DE OFICINA) EN KILOGRAMOS

MENOR DE 1000

ENTRE 1000 Y 5000

MAYOR DE 5000

factor q (subfactor Qm)

INVENTARIO DE MATERIALES PIROFÓRICOS Y EXPLOSIVOS CUALQUIER CANTIDAD

NO TIENE

NO APLICA

CUALQUIER CANTIDAD factor a

121

De esta correspondencia de elementos y factores, comprobamos que esta directriz oficial sólo toma en cuenta los elementos siguientes:

e: Factor de plantas X: Cantidad de personas a evacuar g: Factor de superficie i: Factor de propagación T: Factor de aumento de temperatura máximo permisible a: Factor de activación q de Qm: Carga calorífica de los materiales y contenidos.

6.2.4. Métodos de Coeficiente K y Factores alfa. La finalidad de éstos es determinar para un sector de incendio la resistencia al fuego de los elementos constructivos. El coeficiente K hace un análisis un poco más extenso del tema del equipamiento contra incendio que el método de los Factores Alfa. 6.2.5. Riesgo Intrínseco. Puede resultar útil para el cálculo la carga térmica, ya que es el elemento que atiende. 6.2.6. Meseri. Es un método sencillo, rápido y ágil que nos ofrece un valor del riesgo global en empresas de riesgo y tamaño medio. Se trata de un método orientativo y limitado que nos servirá únicamente para una visualización rápida y de aproximación al riesgo. 6.2.7. Purt. Deduce a partir de la evaluación del riesgo las medidas de protección contra incendios en términos de equipos. Es otro método de carácter orientativo, pero toma en cuenta dos ámbitos: los edificios y los contenidos. 6.2.8. Gretener. Es un método de cálculo del riesgo de incendio global bastante completo. Sin embargo, los parámetros que dedica al riesgo de las personas son excesivamente pobres. 6.2.9. ERIC. Método con una doble vertiente, por un lado el cálculo del riesgo de las personas y por el otro el cálculo del riesgo para los bienes. Es un método empírico basado en tablas que requieren una gran experiencia del profesional que lo aplica. Su principal limitante consiste en obviar una buena cantidad de factores que deberían ser medidos. 6.3. CONCLUSIÓN GENERAL. Existe cuando menos un método, el FRAME, que satisface todas las características buscadas:

Valora de todos los factores relevantes de la riesgogénesis y la riesgodinámica del fuego.

Todas las mediciones se realizan mediante modelos matemáticos de ingeniería. Las mediciones individuales de cada factor se integran en algoritmos matemáticos,

que permitan relacionar los resultados medidos con estándares de seguridad contra incendio apropiados para el recinto analizado

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El método completo puede ser sistematizado en medios computacionales, desde el levantamiento de datos en campo, hasta la interpretación de los resultados; incluyendo, desde luego, los cálculos matemáticos de medición y el reporte de resultados textual y gráfico.

Por todo lo anterior, esta metodología cualitativa y específica para la valoración del riesgo de incendio, resulta integral.

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APÉNDICE.

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Anexo 1

DICCIONARIO DE TÉRMINOS DE SEGURIDAD Accidente: Evento no deseado que produce pérdidas. Actividad peligrosa: Conjunto de tareas derivadas de los procesos de trabajo, que generan condiciones inseguras y sobrexposición a los agentes capaces de provocar daños a la salud de los trabajadores o al centro de trabajo. Aerosol: Es una suspensión de partículas de un sólido o un líquido en un gas, comúnmente Freón, contenidos en un recipiente desechable, equipado con una válvula manual que permite aspersión del contenido por la expansión de la mezcla a presión. Agente biológico: Preparación de microorganismos, sus metabolitos o derivados que se utilizan con fines terapéuticos o de investigación. Agente (sujeto) afectable: Sistemas (personas, bienes y medio ambiente) donde se materializan los riesgos inducidos por un agente perturbador. Agente perturbador: Elemento que por contacto, materializa el riesgo produciendo pérdidas. Agente regulador: Elemento de protección, prevención y control de riesgos. Agentes extinguidores: Agua simple o mezclada con aditivos o mezcla de productos químicos cuya acción provoca la extinción del fuego. Por enfriamiento o por su aislamiento del oxígeno del aire. Aguas residuales de proceso: Las resultantes de la producción de un bien o servicio comercializable. Aire, equipo autónomo de: Soplador manual o mecánico para la pieza facial y de manguera, o un compresor a otra fuente de aire respirable, para el respirador de línea de aire. Aislamiento térmico: Propiedad de un material o de un elemento de construcción de dificultar la transmisión del calor, generalmente por ser malos conductores del mismo o por poseer alta capacidad de reflejarlo. Alcance: Distancia mínima horizontal a la cual llega el agente extinguidor sobre el material de prueba. Arder: Encontrarse en estado de combustión con la presencia de luz y calor. Arnés de seguridad: Equipo de protección personal para la prevención de caídas de altura, compuesto de tirantes y correas que sostienen los muslos y glúteos.

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Arrestador de flama: Dispositivo mecánico para impedir la propagación de la flama hacia el interior de depósitos o ductos que contengan materiales inflamables. Asfixiante (simple): Gases o vapores inertes que desplazan el aire, disminuyendo la concentración de oxígeno, sin otros efectos importantes. Atmósfera explosiva: Área del centro de trabajo en que la concentración ambiental de las sustancias químicas peligrosas se encuentra entre el 20% del límite inferior de inflamabilidad y el límite superior de inflamabilidad. Atmósfera no respirable: Área del centro de trabajo con deficiencia, menos de 19.5%, o exceso, más de 23.5%, de oxígeno. Autocombustión: Combustión espontánea que se produce cuando ciertas substancias que son malas conductoras del calor, se calientan en su interior por algún fenómeno físico, químico o bacteriológico originando su ignición espontánea. Autopropagación de la llama: La propagación de un frente de llama, a lo largo de un sólido o líquido sin aporte externo de calor. Bióxido de carbono: Agente extinguidor en forma de gas a presión y/o licuado cuya acción provoca la extinción de fuegos de las clases “B” y “C” por desplazamiento explosivo del oxígeno del aire y por enfriamiento de la flama. Calamina: Oxido que se forma en la superficie de las piezas metálicas tratadas con temperaturas elevadas en presencia de aire. Candado de seguridad (o Tarjeta-Candado): Cerradura que evita que cualquier trabajador active la maquinaria y equipo. Capacidad nominal: La correspondiente al volumen de diseño establecido por el fabricante en el cuerpo del contenedor, expresada en dm3 o en kilogramos de agente extinguidor. Carbonizar: Reducir a carbón más o menos puro, un cuerpo orgánico por la acción de una combustión incompleta. Carcinógeno; cancerígeno: agente químico, físico o biológico que al actuar sobre un tejido viviente puede causar una malignidad. Carga calorífica (carga de fuego): Energía calorífica de la totalidad de los materiales combustibles, contenidos en un recinto, incluyendo los revestimientos, muros, suelos y techos. Carga eléctrica: Es una propiedad de la materia que se manifiesta por la pérdida o ganancia de electrones. CAS: Iniciales del nombre en inglés del servicio de información de sustancias químicas de los Estados Unidos de América (Chemical Abstract Service).

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Caseta de soldar: es un recinto destinado a realizar actividades de soldadura y corte, que permite proteger a terceros de quemaduras y radiación. Cilindro: es un contenedor portátil cilíndrico que se usa para transportar y almacenar gases comprimidos utilizados en las actividades de soldadura y corte.

D.�.�. corte: es la actividad por medio de la cual se separa un material metálico, al fundir un área específica, por medio del calor del arco que se establece entre el electrodo y el material base, o por la reacción química del oxígeno y el gas combustible con el metal base.

Cenizas: Residuo inorgánico pulverulento resultante de una combustión completa. Color de seguridad: es aquel color de uso especial y restringido, cuya finalidad es indicar la presencia de peligro, proporcionar información, o bien prohibir o indicar una acción a seguir. Color contrastante: es el que se utiliza para resaltar el color de seguridad. Comburente: Sustancia en cuya presencia el combustible puede arder. De forma general, se considera al oxígeno como el comburente típico. Se encuentra en el aire en una concentración del 21% en volumen. Para que se produzca la combustión es necesaria la presencia de una proporción mínima de oxigeno, que por regla general va de un 15% hasta en casos extremos de un 5%. Existen otros comburentes, tales como el ácido perclórico, el ozono, el peróxido de hidrógeno, etc. Los combustibles que presentan un alto número de átomos de oxígeno en su molécula no necesitan comburente para arder (peróxidos orgánicos). También se define como Comburente a toda mezcla de gases en el cual el oxígeno está en proporción suficiente para que se produzca la combustión. Combustibles: Son los materiales sólidos, líquidos o gaseosos que arden al combinarse con un comburente y en contacto con una fuente interna o externa de calor. Combustión: Reacción exotérmica de una sustancia llamada combustible, con un oxidante, llamado comburente; el fenómeno viene acompañado generalmente por una emisión lumínica en forma de llamas o incandescencia con desprendimiento de productos volátiles y/o humos, y puede dejar un residuo de cenizas. Combustión espontánea (autoinflamación): Combustión que comienza sin aporte externo de calor. Combustión incandescente (braza): Combustión sin llamas de un material con emisión de luz emanada en la zona de combustión. Combustión incandescente residual: Persistencia de una combustión incandescente de un material, después de ser retirada la fuente de incendio, se reconoce también como un fuego arraigado.

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Comportamiento al fuego: Conjunto de las transformaciones físicas y químicas de un material o de un elemento de construcción, sometido a la acción destructiva del fuego. Comportamiento termofusible: Características de ciertos materiales sólidos de reblandecerse y/o fundirse bajo la influencia del calor. Conato de incendio: Inicio de fuego confinado en un área no mayor de 4 m2, que puede ser controlado con la utilización de extintores portátiles, agua simple o por ahogamiento con sólidos. Concentración Letal Media (CL50): es la concentración de una sustancia como gas, vapor, neblina o polvo en el aire, calculada estadísticamente, a cuya exposición se espera que mueran el 50% de los animales de experimentación. Cuando se trata de vapores o gases, se expresa en ppm y cuando son polvos o neblinas se expresa en mg/l o en mg/m3. Condición de emergencia: Situación que altera las condiciones de seguridad normales de trabajo y que requieren de una atención inmediata. Estas condiciones pueden afectar a los trabajadores, a los centros de trabajo y al medio ambiente laboral y es necesaria la intervención de cuerpos de respuesta a emergencias. Condición insegura: Circunstancia física peligrosa en el medio en que los trabajadores realizan sus labores (ambiente de trabajo), y se refiere al grado de inseguridad que pueden tener los locales, la maquinaria, los equipos y los puntos de operación. Condiciones normales de temperatura y presión (TPN): Corresponde a un medio ambiente a una temperatura de 298 K (25 oC) y a una presión de 101.3 kPa (760 mmHg). Condición peligrosa: Aquella(s) que pueden determinar un accidente o una enfermedad de trabajo Conducta insegura: Comportamiento del trabajador durante sus labores o en áreas de trabajo que lo exponga a él o a otras personas a peligros y riesgos; tales como: no usar equipo de protección personal, no utilizar adecuadamente las guardas de los equipos de trabajo, distracción, juego, prisa, negligencia, etc. Conexión a tierra; puesta a tierra: es la acción y efecto de unir eléctricamente ciertos elementos de un equipo o circuito a un electrodo o a una red de tierras. Contaminantes (del agua): Son aquellos parámetros o compuestos que, en determinadas concentraciones, pueden producir efectos negativos en la salud humana y en el medio ambiente, dañar la infraestructura hidráulica o inhibir los procesos de tratamiento de las aguas residuales. Contaminantes del medio ambiente laboral: Son todas las sustancias químicas y mezclas capaces de modificar las condiciones del medio ambiente del centro de trabajo y que, por sus propiedades, concentración y tiempo de exposición o acción, puedan alterar la salud de los trabajadores. Contenido neto: Es la masa o volumen expresada en kilogramos del agente extinguidor especificada en la placa de datos del contenedor.

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Contratista: Patrón o trabajador ajeno al centro de trabajo que labora temporalmente en éste, y que está involucrado directa o indirectamente con el proceso, y que con motivo de su trabajo puede agregar o incrementar factores de riesgo. Cortafuego (estanquidad al fuego): Propiedad de un elemento de construcción, componente, equipo o estructura, de evitar la propagación del fuego y la no emisión de gases inflamables por un determinado período y aplicable a los elementos de separación. Corte: Es la actividad por medio de la cual se separa un material metálico, al fundir un área específica, por medio del calor del arco que se establece entre el electrodo y el material base, o por la reacción química del oxígeno y el gas combustible con el metal base. CRETIB: El código de clasificación de las características que contienen los residuos peligrosos y que significan: corrosivo, reactivo, explosivo, tóxico, inflamable y biológico infeccioso. Curva temperatura-tiempo: Variación convencional de la temperatura en relación con el tiempo durante los ensayos experimentales de resistencia al fuego. Chamuscar: Modificar la superficie de un material por una carbonización limitada, producida por el calor, se presenta en casos de combustión incipiente o incompleta. Dieléctrico: Material que impide la conductividad eléctrica. Decibel: es una unidad de relación entre dos cantidades utilizada en acústica, y que se caracteriza por el empleo de una escala logarítmica de base 10. Se expresa en Db. Deflagración (flash over): Cambio súbito a un estado de combustión generalizada en la superficie del conjunto de los materiales combustibles en un recinto. Onda expansiva que se desplaza a velocidad inferior a la del sonido (<300 m/s). Deformación elástica: Variación en forma y dimensiones de una pieza sujeta a una fuerza que desaparece al cesar la fuerza que la provoca. Deformación permanente: Deformación que se conserva después de retirar la fuerza que la provoque. Densidad del agente extinguidor: Relación de la masa por unidad de volumen expresada en kg/m3 en condiciones de carga del contenedor. Densidad de carga calorífica: Carga calorífica por unidad de superficie. Densidad de empacado: Compactación que adquiere el polvo químico seco después de haber sido sometido a condiciones de vibración durante su manejo, transporte y almacenamiento, expresada en masa por unidad de volumen. Derrame: Fuga (ver) de líquidos

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Descarga eléctrica: es la transferencia de carga eléctrica, por conducción, entre materiales con potencial eléctrico diferente (pérdida excesiva de electrones ). Descarga eléctrica atmosférica: es la transferencia de cargas eléctricas de la tierra a las nubes, y de las nubes a la tierra. Desinfección: Destrucción de los microorganismos patógenos en todos los ambientes, materias o partes en que pueden ser nocivos, por los distintos medios mecánicos, físicos o químicos contrarios a su vida o desarrollo, con el fin de reducir el riesgo de transmisión de enfermedades. Detonación: Explosión que se propaga a velocidad supersónica y que lleva asociada una onda de choque. Dispositivo de relevo de presión: Mecanismo diseñado para emitir la liberación de sobrepresiones en un contenedor, se reconoce también como válvula de seguridad de alivio. Dosis Letal Media (DL50): Es la cantidad de una sustancia (miligramos o gramos por kilogramo corporal del sujeto de prueba) obtenida estadísticamente, y que administrada por vía oral o dérmica, matará al 50% de un grupo de animales de experimentación. Efecto mecha: La transmisión de un líquido por capilaridad a través de un material aglomerado o fibroso, permitiendo y favoreciendo con ello el incendio y combustión del mismo. Electricidad estática: son cargas eléctricas que se almacenan en los cuerpos. Emergencia: Situación anormal que puede causar daño en términos de pérdidas humanas, ambientales y/o económicas, propiciando un peligro excesivo para la seguridad e integridad de éstos últimos. Encender: Iniciar una combustión. Equipo de protección personal: conjunto de elementos o aditamentos de uso personal, destinados a atenuar o evitar el contacto de los agentes contaminantes con el trabajador para protección de su salud. Incluye la ropa de trabajo Equipo contra incendio: Conjunto de aparatos y dispositivos que se utilizan para la prevención, control y combate de incendios. Escape: Fuga (ver) de gases y vapores Escoria: Aglomerado sólido de residuos producidos por una combustión total o parcial, que puede resultar de una fusión parcial o completa del material o los residuos. Espacio confinado: Lugar lo suficientemente amplio, configurado de tal manera que una persona puede desempeñar una determinada tarea en su interior, que tiene medios limitados o restringidos para su acceso o salida, que no esté diseñado para ser ocupado por una persona en forma continua y en el cual se realizan trabajos específicos ocasionalmente.

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Espécimen: Cada uno de los artículos y/o elementos que deben ser sometidos a pruebas para determinar sus especificaciones. Espuma: Agente extinguidor del fuego por aislamiento del oxígeno mediante la generación de una masa de burbujas de tipo acuoso, proteínico, químico o por medios mecánicos, se aplica como preventivo en fuegos tipo A y B. Estabilidad al fuego: Aptitud de un elemento estructural cargado o no, de resistir el colapso bajo la acción del fuego por un determinado período de tiempo. Estable al fuego: Propiedad de un material o de un elemento de construcción, componente, equipo o estructura, de asegurar la estabilidad al fuego. Estanco al fuego: Propiedad de un elemento de construcción, componente, equipo o estructura, de asegurar la estanquidad al fuego. Estanquidad al fuego: Aptitud de un elemento de construcción de impedir el paso de llamas o gases calientes a través de él, por un determinado período. Estequiometría: Relaciones cuantitativas de las sustancias que intervienen en una reacción química. Evacuación: Medida de prevención que consiste en el alejamiento temporal de la población, de una zona de riesgo con el fin de ubicarla durante la emergencia en lugares adecuados y protegiéndola ante los efectos colaterales de un desastre. Explosión: Expansión violenta de gases que se producen por una reacción química, por ignición o por calentamiento de algunos materiales que dan lugar a fenómenos acústicos, térmicos y mecánicos; cuando esto ocurre dentro de un recipiente o recinto, existe la posibilidad de ruptura por el aumento de presión. Extinguidores: Ver Agentes extinguidores. Extintor: Es el aparato indicado para combatir conatos de incendio, que contiene un agente extinguidor que es expulsado por la acción de una presión interna. Extintor de presión contenida: Extintor en el que el gas impulsor es almacenado con el agente extinguidor en el interior del recipiente, estando éste presurizado. Extintor móvil: Es el extintor que se diseña para ser transportado y operado sobre ruedas, sin locomoción propia, cuya masa es superior a 20 kg (Tipo II). Extintor portátil: Es el extintor que se diseña para ser transportado u operado manualmente, y en condiciones de funcionamiento, tiene una masa total que no excede de 20 kg (Tipo I). Facilidad de encendido: La facilidad con que puede encenderse un material bajo condiciones determinadas de ensayo.

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Fibras: Son todas aquellas partículas sólidas con una longitud mayor a 5 μ y diámetro menor o igual a 3 μ, en relación mayor de 3:1 (longitud : diámetro). Filtro: Componente usado en los respiradores para remover las partículas sólidas o líquidas del aire inhalado. Flamear: Aplicación controlada de una llama para fin determinado. Fluidos: son aquellas sustancias líquidas o gaseosas que, por sus características fisicoquímicas, no tienen forma propia, sino que adoptan la del conducto que las contiene. Fluidos de bajo riesgo: son todos aquellos líquidos y gases cuyas características intrínsecas no sean peligrosas por naturaleza, y cuyas condiciones de presión y temperatura en el proceso no rebasen los límites establecidos en la presente Norma. Fluidos peligrosos: son aquellos líquidos y gases que pueden ocasionar un accidente o enfermedad de trabajo por sus características intrínsecas; entre éstos se encuentran los inflamables, combustibles, inestables que puedan causar explosión, irritantes, corrosivos, tóxicos, reactivos, radiactivos, los que impliquen riesgos por agentes biológicos, o que se encuentren sometidos a condiciones extremas de presión o temperatura en un proceso. Fuego: El fuego es consecuencia del calor y la luz que se producen durante las reacciones químicas denominadas de combustión basándose en su mayoría en la reacción del oxígeno del aire con algún material inflamable tal como la madera, ropas, papel, petróleo, o los solventes. Fuego clase “A”: Son los fuegos de materiales sólidos de tipo orgánico, cuya combustión tiene lugar normalmente con formación de brazas, como madera, telas, papel, hule, plásticos y similares. Fuego clase “B”: Son los fuegos en los que intervienen líquidos y gases, combustibles. Fuego clase “C”: Son los fuegos en los que intervienen equipos eléctricos energizados en donde es de importancia la no conductividad eléctrica del agente extintor. Cuando el equipo eléctrico no tenga carga, los extintores para clase A y B se pueden utilizar con seguridad. Fuego clase “D”: Son los fuegos en los cuales intervienen ciertos materiales como el magnesio, titanio, zirconio, sodio, litio y potasio. Fuego latente: Combustión lenta de un material sin poder apreciar luz, generalmente revela fuego. Fuego sin aporte de oxígeno (autocomburente): En general la reacción de combustión reside en el oxígeno del aire, sin embargo algunos compuestos contienen suficientes átomos de oxígeno en su estructura química para arder en ausencia del aire requiriéndose solamente calor para iniciar y sostener la ignición.

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Fuente de ignición: Es cualquier chispa, escoria o material con características tales que puedan, en combinación con cantidades adecuadas de comburente o combustible, ser factor de riesgo de incendio o explosión. Fuga: Emisión de fluidos generalmente por pérdida de contención, que puede generar efectos tóxicos, incendios, deflagración y/o explosión según la naturaleza de las sustancias emitidas. Según las características físicas del fluido pueden ser:

• Derrame: fuga de líquidos • Escape: fuga de gases y vapores

Gas: Cantidad de materia que en condiciones normales de presión y temperatura no tiene volumen ni forma definida, adoptando la forma del recipiente que los contenga. Fluidos amorfos que ocupan todo el espacio de su contenedor. Gases combustibles: son gases que generalmente en combinación con el oxígeno, son usados para el proceso de soldadura o corte. Algunos de ellos son: el acetileno, el gas natural, el hidrógeno, el propano, el propadieno-metilacetileno estabilizado, y otros combustibles sintéticos e hidrocarburos. Gas inerte: Es el gas que no reacciona químicamente con ningún otro elemento. Se considera gas inerte al nitrógeno, dióxido de carbono y gases raros. Gases de combustión: Son los productos de la combustión efectuada a sus temperaturas normales y que permanecen en el aire. Guarda o protección por obstáculos: Barreras físicas diseñadas y construidas para aislar al trabajador de una zona de riesgo y evitar, de este modo, que se produzcan daños a la salud del trabajador. Halón: Hidrocarburo halogenado que se usa como agente para extinguir incendios. Para identificarlos se usa la palabra halón, seguida de un número usualmente de cuatro dígitos que corresponde al número de átomos de los elementos que lo componen. El primer dígito corresponde a los átomos de carbono, el segundo al flúor, el tercero al cloro y el cuarto al bromo, respectivamente; los ceros como terminal se omiten. Por lo tanto, el halón 1211 es CF2ClBr (bromoclorodifluoro metano) y el halón 1301 es CF3Br (bromotrifluoro metano). Hoja de Datos de Seguridad (HDS): Es la información sobre las condiciones seguridad e higiene de cada sustancia química que se use en el centro de trabajo, que sirve como base para programas escritos de comunicación de peligros y riesgos en el centro de trabajo. Se deben tener por escrito en las áreas de trabajo, de acuerdo a lo establecido en la NOM-114-STPS. Hollín: Residuo pulverulento rico en carbono que resulta de una combustión incompleta de material orgánico. Humo: Conjunto visible de partículas sólidas y/o líquidas en suspensión en el aire, o en los productos volátiles, resultantes de una combustión incompleta.

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Identificación de riesgos: Es una representación gráfica que proporciona información de seguridad e higiene, que contiene el nombre de la sustancia química peligrosa, el color de seguridad, la forma geométrica de la señal, el tipo y grado de riesgo, o la simbología del equipo de protección personal que se debe usar. Ignífugo: Sustancia que tiene la cualidad de suprimir, disminuir o retardar la combustión de ciertos materiales. Iluminación; iluminancia: Es la relación de flujo luminoso incidente en una superficie por unidad de área, expresada en lux. Impacto ambiental: [PEMEX, OSHAS 1000]: Cuando una acción o actividad produce una alteración positiva o negativa en el medio o en alguno de sus componentes. Incendiado: Estado de un conjunto de materiales combustibles en combustión viva generalizada. Incendio: Fuego que se desarrolla sin control en el tiempo y en el espacio. Incidente: Evento no deseado que no produce pérdidas, pero modificando ligeramente las condiciones evoluciona a accidente. Incombustible: No susceptible de arder, bajo condiciones de ensayo determinadas. Incompatibilidad (química): es la característica de aquellas sustancias químicas que al mezclarse entre sí, debido a sus propiedades físicas o químicas, pueden generar una reacción en cadena, peligrosa para el trabajador, el centro de trabajo, el equilibrio ecológico o el ambiente. Índice de oxígeno: Es la cantidad mínima de oxígeno expresada en tanto por ciento en volumen de una mezcla de oxígeno y nitrógeno que mantiene la combustión de una probeta, bajo condiciones de ensayo determinadas. Inflamable: Material combustible que llega fácilmente a su punto de ignición y arde fácilmente teniendo una gran velocidad de propagación de la flama. Isoceráunico (nivel): es el número de días promedio, por año, con tormentas eléctricas en una región específica. Límite de inflamabilidad: Son las concentraciones comprendidas de mezcla combustible-aire, susceptibles de entrar en combustión. Límite inferior de inflamabilidad: Delimita el % mínimo de combustible en mezcla combustible-aire, en el cual dicha mezcla es inflamable. Límite máximo permisible de exposición (LMPE): es la concentración de un contaminante del medio ambiente laboral, que no debe superarse durante la exposición de los trabajadores en una jornada de trabajo en cualquiera de sus tres tipos. El límite máximo permisible de exposición se expresa en mg/m3 o ppm, bajo condiciones normales de temperatura y presión.

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Límite máximo permisible de exposición de corto tiempo (LMPE-CT): es la concentración máxima del contaminante del medio ambiente laboral, a la cual los trabajadores pueden estar expuestos de manera continua durante un periodo máximo de quince minutos, con intervalos de al menos una hora de no exposición entre cada periodo de exposición y un máximo de cuatro exposiciones en una jornada de trabajo y que no sobrepase el LMPE-PPT. Límite máximo permisible de exposición pico (P): es la concentración de un contaminante del medio ambiente laboral, que no debe rebasarse en ningún momento durante la exposición del trabajador. Límite máximo permisible de exposición promedio ponderado en tiempo (LMPE-PPT): es la concentración promedio ponderada en tiempo de un contaminante del medio ambiente laboral para una jornada de ocho horas diarias y una semana laboral de cuarenta horas, a la cual se pueden exponer la mayoría de los trabajadores sin sufrir daños a su salud. Límite superior de inflamabilidad: Delimita el % máximo de combustible en mezcla combustible-aire, en el cual dicha mezcla es inflamable. Línea de vida: Cable que une al arnés de seguridad con un punto fijo situado por encima del equipo suspendido de acceso. Líquido combustible: Es aquel cuyo punto de inflamación es igual o superior a 310,8 K (37,8 °C). Líquido inflamable: Es aquel cuyo punto de inflamación es inferior a 310,8 K (37,8 °C) y cuya presión de vapor (absoluta) no excede de 275 kPa a 310,8 K (37,8 °C). Luminaria; �uminaria: equipo de iluminación que distribuye, filtra o controla la luz emitida por una lámpara o lámparas y el cual incluye todo los accesorios necesarios para fijar, proteger y operar esas lámparas y los necesarios para conectarse al circuito de utilización eléctrica. Luxómetro: es un instrumento para la medición del nivel de iluminación. Llama (flama): Zona de combustión en fase gaseosa con emisión de luz y calor. Llama persistente: Llama que subsiste en un material, bajo condiciones de ensayo determinadas después que la fuente de calor ha sido retirada. Mantenimiento preventivo: Acción de inspeccionar, probar y reacondicionar la maquinaria y equipo a intervalos regulares con el fin de prevenir fallas de funcionamiento. Mantenimiento correctivo: Acción de revisar y reparar la maquinaria y equipo que estaba trabajando hasta el momento en que sufrió la falla. Maquinaria y equipo: Conjunto de mecanismos y elementos combinados destinados a recibir una forma de energía, para transformarla a una función determinada.

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Marchamo o precinto: Ligadura o fleje que se pone en torno a la válvula del extintor. Mat-Pel: Material Peligroso. Ver “Sustancias químicas peligrosas” Mitigación, método de: Es un conjunto de técnicas y procedimientos específicos para el control de los peligros y riesgos inherentes a las sustancias químicas peligrosas; por fugas o derrames tales como: absorción, adsorción, neutralización, recubrimiento, confinamiento, dilución, taponamiento y dispersión, entre otros. Montacargas: Máquinas autopropulsadas que se desplazan sobre el suelo y están destinadas a llevar, empujar, tirar o levantar cargas colocadas generalmente sobre una tarima de carga, que posee dos aberturas en las cuales se introducen los brazos de las horquillas del montacargas. Mutágeno; mutagénico: Sustancia química capaz de alterar la estructura genética en un organismo y provocar cambios físicos o funcionales en generaciones subsecuentes. Neblina: son partículas líquidas en suspensión en el aire producidas por condensación de vapores. Nivel de iluminación: cantidad de energía radiante medida en un plano de trabajo donde se desarrollan actividades, expresada en lux. Pararrayos: Es un dispositivo para recibir, colectar o desviar las descargas eléctricas atmosféricas a tierra. Peligro: El potencial inherente de una sustancia, objeto, condición o práctica para causar daños a los seres humanos o al medio ambiente. [PEMEX, OSHAS 1000]: Fuente o situación con potencial de daño en términos de lesión o daño a la salud, propiedad, ambiente de trabajo, o combinación de los anteriores. Pérdida: Desperdicio evitable de recursos. Cuantificación del daño en términos de lesión, muerte, avería, paro, merma, tiempo muerto, afectación ambiental, etc. Pirofóricos: Son todos aquellos materiales sólidos, líquidos o gaseosos que en contacto con el aire o la humedad del mismo, reaccionan violentamente con desprendimiento de grandes cantidades de luz y calor. Pirólisis: Descomposición química irreversible de un material, debido exclusivamente al calor, generalmente en ausencia de oxígeno. Plano de trabajo: es la superficie horizontal, vertical u oblicua, en la cual el trabajo es usualmente realizado, y cuyos niveles de iluminación deben ser especificados y medidos. Poder calorífico: Energía calorífica que la unidad de masa de un material, compuesto o no, es capaz de desprender durante su combustión y es medido en kilocalorías. Polvo: son partículas sólidas en suspensión en el aire, como resultado del proceso de disgregación de la materia.

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Polvo químico seco: Mezcla de productos químicos cuya acción provoca la extinción de los fuegos A, B o C. Polvo respirable: son los polvos inertes cuyo tamaño sea menor a 10 μ. PQS: Polvo Químico Seco. Agente extinguidor. Presión máxima de trabajo: Presión máxima a la que puede operar un recipiente o instalación sin sufrir deformaciones permanentes. Presión nominal: Presión de operación máxima de un recipiente o instalación, indicada en la etiqueta o placa de datos. Presión de prueba: Es la presión a la que se somete el recipiente del extintor o instalación para verificar la seguridad de su operación. Presión de ruptura: Es la presión a la cual se inicia la ruptura de un recipiente o instalación. Presión de trabajo: Rango de presiones a las cuales está operando un recipiente o instalación y que se señala en el manómetro indicador. Probeta: Es la parte del espécimen con forma y dimensiones definidas, destinada a ser sometida a prueba, para verificar las características de su material. Procedimiento seguro: Secuencia ordenada y lógica de actividades para llevar a cabo una tarea de forma tal que se minimicen los riesgos a los que se expone el trabajador. Productos volátiles de combustión: Conjunto de materia sólida, líquida y gaseosa, suspendida en el aire, generada por combustión o pirólisis. Propagación de llama: Desplazamiento del frente de una llama. Punto de inflamación: Temperatura a la cual, bajo condiciones definidas, la concentración de gases emitidos por un sólido o por un líquido combustible es tal, que se alcanza el límite inferior de inflamación, en el caso de los líquidos se clasifican en: Extremadamente inflamables Inferior a 0 °C Altamente inflamables De 0 °C a 21 °C Inflamables De 21 °C a 55 °C Quemar: Destruir por combustión o pirólisis. Radiación calorífica: La transmisión de calor a partir de una fuente irradiante en forma de ondas electromagnéticas. Radiación infrarroja: Radiación no ionizante comprendida entre las longitudes de onda de 700 a 1400 nanómetros. Radiación ionizante: es toda radiación electromagnética o corpuscular capaz de producir iones, directa o indirectamente, debido a su interacción con la materia.

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Radiación láser: Sistema para producir luz coherente monocromática, de igual longitud de onda y frecuencia. Radiación no ionizante: Designa a la radiación electromagnética que no es capaz de producir iones, directa o indirectamente, a su paso a través de la materia comprendida entre longitudes de onda de 108 a 10 8 cm (cien millones a un cienmillonésimo de centímetro) del espacio electromagnético, y que incluye ondas de radio, microondas, radiaciones: láser, máser, infrarroja, visible y ultravioleta. Radiación por radio y microondas: Radiación no ionizante comprendida entre las longitudes de onda de 108 a 104 cm (105 a 106 nanómetros). Radiación ultravioleta: Radiación no ionizante comprendida entre las longitudes de onda de 200 a 400 nanómetros), producida por el sol y por las actividades de soldadura y corte, cuyo poder de penetración por un tiempo prolongado, ocasiona lesiones irreversibles a la retina y excita la producción de melanina protectora de las capas de la piel. Radiación visible: Radiación no ionizante comprendida entre las longitudes de onda de 380 a 750 nanómetros. Reacción en cadena: Es el proceso mediante el cual progresa la reacción en el caso de la mezcla comburente-combustible. Reactividad; inestabilidad: es la posibilidad que tiene una sustancia para liberar energía. Recipiente de aerosol: Es el recipiente no reutilizable de metal, vidrio o plástico provisto de un dispositivo que permite la expulsión del agente aerosol en forma de partículas sólidas o líquidas, en suspensión en un gas bajo forma de espuma, pasta, polvo o en estado líquido. Reflexión: Es la luz reflejada por la superficie de un cuerpo. Residuo Peligroso biológico-infeccioso: El que contiene bacterias, virus u otros microorganismos con capacidad de causar infección o que contiene o puede contener toxinas producidas por microorganismos que causan efectos nocivos a seres vivos y al ambiente, que se generan en establecimientos de atención médica. Resistencia a la reignición: Capacidad de un agente extinguidor de privar o empobrecer de oxígeno la atmósfera que rodea al combustible afectado por un incendio. Resistencia al fuego: Aptitud de un elemento de construcción, componente, equipo o estructura de conservar durante un tiempo determinado la estabilidad, el aislamiento térmico requerido y la no emisión de gases inflamables, especificados en los ensayos de resistencia al fuego. Respirador: Dispositivo diseñado para proteger al trabajador de la inhalación de atmósferas peligrosas. Retardador de llama o combustión: Producto o tratamiento aplicado a un material que tiene la propiedad de retardar la propagación de la llama o combustión.

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Riesgo: Medida de posibilidad de que se produzca y extienda el daño, y magnitud de efectos adversos. [PEMEX, OSHAS 1000]: Combinación de la probabilidad y consecuencias de un evento identificado como peligroso. Riesgodinámica: Elementos que interactúan para generar efectos nocivos. Forma en que el riesgo evoluciona e interacciona con otros riesgos, maximizando los efectos nocivos de su materialización. Riesgogénesis: Elementos que confluyen en espacio y tiempo para que se inicie la materialización de un peligro o riesgo. Riesgo geológico: Aquellos fenómenos en los que intervienen la dinámica y los materiales del interior de la Tierra o de su superficie, los cuales, pueden clasificarse de la siguiente manera: sismicidad, vulcanismo, tsunamis y movimientos de laderas y suelos. Riesgo hidrometeorológico: Fenómenos en los que intervienen perturbaciones relacionadas con aguas provenientes de la atmósfera y que pueden provocar la pérdida de vidas humanas o daños materiales de importancia. Principalmente se trata de lluvias, granizadas, nevadas, heladas y sequías; incluyendo ciclones y tormentas eléctricas. Riesgo químico: Relacionados con la utilización de sustancias particulares y productos químicos, que por su naturaleza, pueden producir daños de corto y largo alcance a las personas, a los bienes y al ambiente. Incluye el fuego. Riesgo sanitario: La clasificación del SINAPROC agrupa en esta categoría los eventos relacionados con la contaminación de aire, agua y suelos; los que sean propios del área de salud, esencialmente las epidemias; también se incluyen algunos ligados a la actividad agrícola, como la desertificación y las plagas. Riesgo sensible: Por metodología semicuantitativa, aquel con valor (producto de nivel de riesgo por nivel de frecuencia) igual o mayor que 6. Son los riesgos que deben ser atendidos mediante procedimientos preventivos y reactivos para evitar su materialización o, en su caso, la minimización de sus efectos nocivos en caso de que se materialicen. Riesgo socio-organizativo: Se agrupan en esta categoría ciertos accidentes y actos que son resultado de actividades humanas. Se tienen por una parte los accidentes relacionados con el transporte aéreo, terrestre, marítimo o fluvial; la interrupción del suministro de servicios vitales; los accidentes industriales o tecnológicos no asociados a productos químicos; los derivados del comportamiento desordenado en grandes concentraciones de población y los que son producto de comportamiento antisocial, como los actos de sabotaje o terrorismo. Riesgo tolerable: [PEMEX, OSHAS 1000]: Aquel que puede ser aceptado por una organización teniendo en cuenta las obligaciones legales y su propia política de salud y seguridad en el trabajo. Por metodología semicuantitativa, aquel con valor (producto de nivel de riesgo por nivel de frecuencia) igual o menor que 4. Rocío: son partículas líquidas en suspensión en el aire, que se producen por ruptura mecánica.

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Ruido: son los sonidos cuyos niveles de presión acústica, en combinación con el tiempo de exposición de los trabajadores a ellos, pueden ser nocivos a la salud del trabajador. Ruta de evacuación o salida: Es una ruta continua libre de obstrucciones hacia la salida desde cualquier punto de un edificio hacia las vías públicas, consiste de tres partes distintas:

a) Acceso a la salida. b) La salida propiamente dicha. c) La descarga de la salida que comprende las vías horizontales y verticales,

corredores, pasillos, rampas, escaleras, lobbies y patios. Sistemas fijos para extinción de fuegos: Se definen como instalaciones permanentes de operación manual o automática, las que cuentan con dispositivos para la detección del fuego y señales de alarma para denunciarlo y un contenedor cargado con un agente extinguidor de fuegos que es expedido bajo la presión de un gas o por presión hidrostática con el propósito de extinguirlo. Soldadura: Es la coalescencia localizada de metales, producida por el calentamiento de los materiales metálicos a una temperatura apropiada, con o sin aplicación de presión y con o sin empleo de material de aporte para la unión. Sonido: es una vibración acústica capaz de producir una sensación audible. Superficie dañada: Suma de las superficies de un material, afectadas permanente por fenómenos térmicos, pérdida de material, contracción, reblandecimiento, fusión, carbonización, combustión, pirólisis. Superficie quemada: Superficie de un material destruida por combustión o pirólisis, excluyendo cualquier zona dañada por contracción del mismo. Sustancias combustibles: son aquellas en estado sólido o líquido con un punto de inflamación mayor a 37.8°C. Sustancias corrosivas: son aquéllas en estado sólido, líquido o gaseoso que causan destrucción o alteraciones irreversibles en el tejido vivo por acción química en el sitio de contacto. Sustancias explosivas: son aquéllas en estado sólido, líquido o gaseoso que, por un incremento de temperatura o presión sobre una porción de su masa, reaccionan repentinamente, generando altas temperaturas y presiones sobre el medio ambiente circundante. Sustancias inflamables: son aquéllas en estado sólido, líquido o gaseoso con un punto de inflamación menor o igual a 37.8 ºC, que prenden fácilmente y se queman rápidamente, generalmente de forma violenta. Sustancias irritantes: son aquéllas en estado sólido, líquido o gaseoso que causan un efecto inflamatorio reversible en el tejido vivo por acción química en el sitio de contacto.

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Sustancias químicas peligrosas: son aquéllas que por sus propiedades físicas y químicas al ser manejadas, transportadas, almacenadas o procesadas, presentan la posibilidad de inflamabilidad, explosividad, toxicidad, reactividad, radiactividad, corrosividad o acción biológica dañina, y pueden afectar la salud de las personas expuestas o causar daños a instalaciones y equipos. Sustancias reactivas: son aquéllas que presentan susceptibilidad para liberar energía. Sustancias tóxicas: son aquéllas en estado sólido, líquido o gaseoso que pueden causar trastornos estructurales o funcionales que provoquen daños a la salud o la muerte si son absorbidas, aun en cantidades relativamente pequeñas por el trabajador. Temperatura de autoflamación: Es la temperatura mínima en °C a 101,33 kPa (760 mm de mercurio) a la que una mezcla combustible aire arde instantáneamente sin requerir de una energía de activación externa. Temperatura de ebullición: es la temperatura a la que la presión de vapor de un líquido, es igual a la presión atmosférica. Temperatura de fusión: es la temperatura a la cual una sustancia sólida cambia de estado y se convierte en líquida. Temperatura de inflamación: Es la temperatura mínima en °C a 101,33 kPa (750 mm de mercurio) a la que una mezcla combustible aire, alcanza su límite de inflamabilidad. Temperatura mínima a la cual los materiales combustibles o inflamables desprenden una cantidad suficiente de vapores para formar una mezcla inflamable, la cual se enciende aplicando una fuente de ignición, pero que no es suficiente para sostener una combustión. Teratógeno; teratogénico: es toda sustancia que causa defectos de nacimiento no hereditarios. Tiempo de combustión incandescente residual: Tiempo durante el cual un material continua en combustión incandescente después de la desaparición de las llamas o de ser retirada la fuente de calor. Tiempo de encendido: Tiempo mínimo de exposición de un material a una fuente de calor para obtener su combustión persistente, bajo las condiciones determinadas de ensayo. Tiempo de exposición: Tiempo durante el cual se expone un material a una llama o a una fuente de calor.

Tiempo de funcionamiento (descarga): Tiempo durante el cual tiene lugar la descarga del agente extinguidor, sin que haya alguna interrupción, estando la válvula totalmente abierta y sin considerar el tiempo de la descarga del gas residual. Tiempo de resistencia al fuego: Propiedad que ofrecen algunos materiales que sometidos a temperaturas elevadas, su estructura no es alterada durante un tiempo determinado.

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Tiempo de persistencia de llama: Tiempo durante el cual el material continúa con llama, bajo condiciones determinadas de ensayo, después de que la fuente de calor ha sido retirada. Tiempo de propagación de llama: Tiempo que tarda un frente de llamas, para propagarse a una distancia determinada, sobre un material en combustión. Tiempo máximo permisible de exposición (TMPE): es el tiempo bajo el cual la mayoría de los trabajadores pueden permanecer expuestos sin sufrir daños a la salud. Tierras, sistema de: Conjunto de conductores, electrodos, accesorios y otros elementos que interconectados eficazmente entre sí, tienen por objeto conectar a tierra los elementos que pueden generar o acumular electricidad estática. Toxicidad: es la capacidad de una sustancia para causar daño a la salud a un organismo vivo. Triage, centro de: Espacio asignado en el sitio de una emergencia para realizar la clasificación rápida de las víctimas según la gravedad de sus lesiones y la probabilidad de supervivencia para brindarle atención médica; asignando prioridades en apego a un sistema de código de colores aceptado internacionalmente, que va desde la prioridad 1, que equivale a condición grave con altas posibilidades de sobrevivir; hasta la prioridad 4, que equivale a víctima no salvable. Triángulo del fuego: La combinación de combustión oxígeno y calor constituyen la reacción química más frecuente como origen del fuego, estos elementos comúnmente se representan en un triángulo denominado triángulo del fuego. Es la base sobre la que se apoya la prevención del fuego y la lucha contra el mismo consiste en suprimir alguno de estos tres elementos. Válvula de descarga: Dispositivo mecánico empleado para permitir el paso del agente extinguidor contenido en un recipiente o instalación. Vapor: Fase intermedia entre el estado líquido y gaseoso con características semejantes a los gases, sin seguir los gases perfectos. Velocidad de desprendimiento de calor: Cantidad de calor emitida por un material en estado de combustión en la unidad de tiempo. Velocidad de propagación de la llama: Distancia recorrida en la unidad de tiempo por un frente de llama durante su propagación, bajo condiciones determinadas de ensayo. Velocidad lineal de combustión: Longitud quemada de un material por unidad de tiempo, bajo condiciones determinadas de ensayo. Velocidad máxima de combustión: Pérdida de masa por combustión en la unidad de tiempo, bajo condiciones determinadas de ensayo. Velocidad superficial de combustión: Superficie quemada de un material por unidad de tiempo bajo condiciones determinadas de ensayo.

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Ventilación: es el sistema de inyección y extracción de aire, por medios naturales o artificiales, mediante el cual se pueden modificar las condiciones del aire del medio ambiente laboral en cuanto a concentración de contaminantes, temperatura y humedad. Vibración: Movimiento oscilatorio de un cuerpo. Vulnerabilidad: Facilidad con la que un sistema afectable puede cambiar su estado normal a uno de desastre, por el impacto de un agente perturbador.

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Anexo 2. CORRESPONDENCIA CON EL DR. ERIK DE SMET. (Extracto).

Van: Roberto Garza [mailto:[email protected]] Verzonden: donderdag 5 juli 2007 22:34 Aan: [email protected] Onderwerp: FRAME

Dear Sir:

(…) I used (the FRAME method) with extraordinary results. (…) I really appreciate your help about the mathematic expressions to integrate 2 or more results of individual compartments.

Best Regards. Roberto Garza

De: Erik De Smet [mailto:[email protected]] Enviado el: Viernes, 06 de Julio de 2007 03:37 a.m. Para: 'Roberto Garza' Asunto: RE: FRAME

Sr Garza ,

I am happy that you like the FRAME method . I am now retired but I will continue to support FRAME. If I can help you to solve your problem by e-mail I will do it.

Please tell me more about your experience with FRAME. Ud. puede escribir en español si es mas conveniente para explicar su problema.

Erik De Smet

Van: Roberto Garza [mailto:[email protected]] Verzonden: vrijdag 6 juli 2007 19:31 Aan: 'Erik De Smet' Onderwerp: RE: FRAME

Dr. DeSmet:

Muchas gracias por su atención a mi correo. He utilizado el método FRAME con excelentes resultados de valoración del riesgo de incendio. Como usted bien sabe, FRAME es muy superior a otras metodologías, (como Gretener, G-Prut, Mesneri, etc.), sobre todo por que toma en cuenta todos los elementos relacionados en el riesgo y provee mediciones concretas de aquellos elementos fuera de estándar. Con estos resultados se pueden definir y aplicar soluciones perfectamente dirigidas al o los elementos que lo requieran.

Respecto a nuestro problema actual, es el siguiente. Mediante el método FRAME obtenemos la valoración del riesgo de incendio de cada compartimiento de la instalación bajo estudio. Esto nos da una idea exacta de la situación individual de cada compartimiento respecto al riesgo. Lo que nos falta son las ecuaciones que nos integren los resultados individuales de cada compartimiento en un todo; es decir, llegar a una evaluación de toda la instalación.

Es claro para mí que lo importante es el resultado individual de cada compartimiento para establecer las remediaciones y prevenciones. Sin embargo, los propietarios siempre piden una “calificación” de toda su instalación. No nos es difícil convencer a los ingenieros que ese resultado será sólo un número. Pero a los departamentos administrativos ese “numero” les interesa muchísimo.

Desde luego que podemos relacionar por algoritmos estadísticos (desviación estándar, promedio, etc.) los resultados de cada compartimiento en P, P1 Y P2; A, A1 Y A2; D, D1 Y D2; así como R, R1 Y R2. Sentimos que desvirtuamos el concepto básico de FRAME de medir de manera concreta y exacta cada elemento del riesgo

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para cada compartimiento. Por eso solicitamos su ayuda para ver si usted nos puede proporcionar expresiones matemáticas que nos lleven un poco más allá.

Gracias por su interés. Saludos cordiales, Roberto Garza De: Erik De Smet [mailto:[email protected]] Enviado el: Viernes 13/07/2007 04:26 a.m. Para: 'Roberto Garza' Asunto: RE: FRAME

Sr. Garza,

El problema para aplicar FRAME para una evaluacion total de un edifico resulta del hecho que la medida la mas sencilla para mejorar una situacion es separar los riesgos por compartimentacion.

El ejemplo clasico es una fabrica que no tiene separacion entre su fabricacion y sus almacenes: en caso de un incendio pierden todo, pero cuando hay separacion por un muro, se puede conservar uno de los dos: este tipo de mejoramiento se transpone por una valor menor del riesgo R en el calculo por cada parte comparado con un calculo del conjunto.

Para el riesgo R (patrimonio) yo aplico lo siguiente para explicar los resultados. En terminos de seguros se puede decir que el “maximum probable loss” dentro de un compartimento es 10R % del valor contenido en este compartimento :

lo que quiere decir que R = 1 vale 10 % y R = 2 vale 100 % o sea una perdida total. Cuando R es superior a 2, quiere decir que el incendio puede sobrepasar las paredes de compartimentacion y pasar a un compartimento limitrofe.

Se puede entonces dar una indicacion de la perdida previsible en dinero aplicando la formula 10R % x el valor contenido al compartimento mas importante.

Otra relacion establecida es que la prima “normal” para el seguro contra incendios es del orden de 0.8 x R por mil de la valor del compartimento y su contenido, lo que quiere decir que se puede transformar los valores de R de los compartimentos en un monton de dinero = perdida teoretica anual por causa de incendios.

Lo mismo se puede aplicar con R2 que puede ser considerado como la prima (en por mil) a aplicar a los gastos fijos anuales para un seguro “business interruption”.

El valor de R1 no se puede transformar en valor monetaria: El valor de R1 =1 quiere decir que el riesgo para morir en un incendio en este compartimento es igual al mismo riesgo “a casa”, en terminos de probabilidad estadistica (en Europa) : inferior a 5.10-6 / persona * año y por eso es considerado como “aceptable” . Como R es un logaritmo, R1 = 2 quiere decir que el riesgo es aumentado de un factor de 10.

En un edificio con varios compartimentos es perfectamente posible que hay solamente un riesgo elevado para las personas en algunas partes y que por consecuencia solamente medidas partiales son requeridas, como por ejemplo instalar un sistema de deteccion automatica para avisar la gente y organisar una evacuacion rapida.

En la majoria de los casos hay que “traducir” la cifras en palabras para los departamentos administrativos, explicando que el riesgo es diferente segun los compartimentos. Se puede asi indicar cuales son las zonas a riesgo major y cuales no necesitan mas atención. Tambien es posible que se recomiendan solamente medidas para la seguridad de las personas, y que para el edificio y su contenido una perdida major es aceptable mediante un (buen) seguro.

En los meses que vienen trataré de adjuntar mas informacion y ejemplos, si tienen algunos sugestiones seran bien recibidas.

Erik De Smet

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Anexo 3.

MARCO JURÍDICO DE LA STPS NORMAS OFICIALES MEXICANAS

NOM-001-STPS-1999, Edificios, locales, instalaciones y áreas de los centros de trabajo-Condiciones de seguridad e higiene. D.O.F. 13-XII-99. NOM-002-STPS-2000, Condiciones de seguridad-Prevención, protección y combate de incendios en los centros de trabajo. D.O.F. 8-IX-2000 (aclaración D.O.F. 2-I-2001). NOM-003-STPS-1999, Actividades agrícolas-Uso de insumos fitosanitarios o plaguicidas e insumos de nutrición vegetal o fertilizantes-Condiciones de Seguridad e Higiene. D.O.F. 28-XII-99. Acuerdo que modifica la Norma Oficial Mexicana NOM-003-STPS-1999, Actividades agrícolas-Uso de insumos fitosanitarios o plaguicidas e insumos de nutrición vegetal o fertilizantes-Condiciones de seguridad e higiene. D.O.F. 18-XII-2003. NOM-004-STPS-1999, Sistemas de protección y dispositivos de seguridad de la maquinaria y equipo que se utilice en los centros de trabajo. D.O.F. 31-V-99 (aclaración D.O.F. 16-VII-1999). NOM-005-STPS-1998, Relativa a las condiciones de seguridad e higiene en los centros de trabajo para el manejo, transporte y almacenamiento de sustancias químicas peligrosas. D.O.F. 2-II-99. NOM-006-STPS-2000, Manejo y almacenamiento de materiales-Condiciones y procedimientos de seguridad. D.O.F. 9-III-2001 NOM-007-STPS-2000, Actividades agrícolas – Instalaciones, maquinaria, equipo y herramientas-Condiciones de seguridad. D.O.F. 9-III-2001. NOM-008-STPS-2001, Actividades de aprovechamiento forestal maderable y de aserraderos –Condiciones de seguridad e higiene. D.O.F. 10-VII-2001 NOM-009-STPS-1999, Equipo suspendido de acceso – Instalación, operación y mantenimiento- Condiciones de seguridad. D.O.F. 31-V-2000. NOM-010-STPS-1999, Condiciones de seguridad e higiene en los centros de trabajo donde se manejen, transporten, procesen o almacenen sustancias químicas capaces de generar contaminación en el medio ambiente laboral.

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D.O.F. 13-III-2000 (aclaración y fe de erratas D.O.F. 21-VIII-2000). Acuerdo que modifica la Norma Oficial Mexicana NOM-010-STPS-1999, Condiciones de seguridad e higiene en los centros de trabajo donde se manejen, transporte, procesen o almacenen sustancias químicas capaces de generar contaminación en el medio ambiente laboral. D.O.F. 26-II-2001. NOM-011-STPS-2001, Condiciones de seguridad e higiene en los centros de trabajo donde se genere ruido. D.O.F. 17-IV-2002. NOM-012-STPS-1999, Condiciones de seguridad e higiene en los centros de trabajo donde se produzcan, usen, manejen, almacenen o transporten fuentes de radiaciones ionizantes. D.O.F. 20-XII-99. NOM-013-STPS-1993, Relativa a las condiciones de seguridad e higiene en los centros de trabajo donde se generen radiaciones electromagnéticas no ionizantes. D.O.F. 6-XII-93 (aclaración D.O.F. 23-II-96). NOM-014-STPS-2000, Exposición laboral a presiones ambientales anormales-Condiciones de seguridad e higiene. D.O.F. 10-IV-2000 (aclaración y fe de erratas D.O.F. 22-VIII-2000). NOM-015-STPS-2001, Condiciones térmicas elevadas o abatidas de- Condiciones de seguridad e higiene. D.O.F. 14-VI-2002. NOM-016-STPS-2001, Operación y mantenimiento de ferrocarriles-Condiciones de seguridad e higiene. D.O.F. 12-VII-2001. NOM-017-STPS-2001, Equipo de protección personal-Selección, uso y manejo en los centros de trabajo. D.O.F. 5-XI-2001. NOM-018-STPS-2000, Sistema para la identificación y comunicación de peligros y riesgos por sustancias químicas peligrosas en los centros de trabajo. D.O.F. 27-X-2000 (aclaración D.O.F. 2-I-2001). NOM-019-STPS-2004, Constitución, organización y funcionamiento de las comisiones de seguridad e higiene en los centros de trabajo. D.O.F. 4-I-2005 NOM-020-STPS-2002, Recipientes sujetos a presión y calderas-Funcionamiento-Condiciones de seguridad. D.O.F. 28.VIII-02 NOM-021-STPS-1993, Relativa a los requerimientos y características de los informes de los riesgos de trabajo que ocurran, para integrar las estadísticas.

147

D.O.F. 24-V-94 (aclaración D.O.F. 8-VI-94). NOM-022-STPS-1999, Electricidad estática en los centros de trabajo-Condiciones de seguridad e higiene. D.O.F. 28-V-99 NOM-023-STPS-2003, Trabajos en Minas-Condiciones de seguridad y salud en el Trabajo. D.O.F. 2-X-2003 NOM-024-STPS-2001, Vibraciones-Condiciones de seguridad e higiene en los centros de trabajo. D.O.F. 11-I-2002. NOM-025-STPS-1999, Condiciones de iluminación en los centros de trabajo. D.O.F. 23-XII-99. NOM-026-STPS-1998, Colores y señales de seguridad e higiene, e identificación de riesgos por fluidos conducidos en tuberías. D.O.F. 13-X-98. NOM-027-STPS-2000, Soldadura y corte. Condiciones de seguridad e higiene. D.O.F. 8-III-2001 NOM-028-STPS-2005, Organización del Trabajo-Seguridad en los Procesos de sustancias químicas. D.O.F. 14-I-2005 NOM-029-STPS-2005, Mantenimiento de las instalaciones eléctricas en los centros de trabajo-Condiciones de seguridad. D.O.F. 31-V-2005 NOM-030-STPS-2006, Servicios preventivos de seguridad y salud en el trabajo-Organización y funciones D.O.F. 29-IX-2006 NOM-100-STPS-1994, Seguridad-Extintores contra incendio a base de polvo químico seco con presión contenida-Especificaciones. D.O.F. 8-I-96. NOM-101-STPS-1994, Seguridad-Extintores a base de espuma química. D.O.F. 8-I-96. NOM-102-STPS-1994, Seguridad-Extintores contra incendio a base de bióxido de carbono-Parte 1: Recipientes. D.O.F. 10-I-96. NOM-103-STPS-1994, Seguridad-Extintores contra incendio a base de agua con presión contenida. D.O.F. 10-I-96.

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NOM-104-STPS-2001, Agentes extinguidores-Polvo químico seco tipo ABC, a base de fosfato mono amónico. D.O.F. 17-IV-2002. (Aclaración D.O.F. 14-V-2002) NOM-106-STPS-1994, Seguridad-Agentes extinguidores-Polvo químico seco tipo BC, a base de bicarbonato de sodio. D.O.F. 11-I-96. NOM-113-STPS-1994, Calzado de protección. D.O.F. 22-I-96. Acuerdo que modifica la Norma Oficial Mexicana NOM-113-STPS-1994, Calzado de Protección. D.O.F. 17-XI-1999. (aclaración D.O.F. 20-XII-1999). NOM-115-STPS-1994, Cascos de protección-Especificaciones, métodos de prueba y clasificación. D.O.F. 31-I-96. Acuerdo que modifica la Norma Oficial Mexicana NOM-115-STPS-1994, Cascos de protección-Especificaciones, métodos de prueba y clasificación. D.O.F. 16-XI-1999. (aclaración D.O.F. 7-VII-2000). NOM-116-STPS-1994, Seguridad-Respiradores y purificadores de aire contra partículas nocivas. D.O.F. 1-II-96. Procedimiento para la Evaluación de la Conformidad de Normas Oficiales Mexicanas Expedidas por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social Procedimiento de Evaluación de la Conformidad con la Norma Oficial Mexicana NOM-026-STPS-1998, Colores y señales de seguridad e higiene e identificación de riesgos por fluidos conducidos en tuberías.

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ANEXO 4.

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Anexo 5a.

NFPA 13, 2006. DEFINICIONES DE SISTEMAS DE ROCIADORES. Copyright NFPA.

3.4 Sprinkler System Type Definitions. 3.4.1 Antifreeze Sprinkler System. A wet pipe sprinkler system employing automatic sprinklers that are attached to a piping system that contains an antifreeze solution and that are connected to a water supply. The antifreeze solution is discharged, followed by water, immediately upon operation of sprinklers opened by heat from a fire. 3.4.2 Circulating Closed-Loop Sprinkler System. A wet pipe sprinkler system having non–fire protection connections to automatic sprinkler systems in a closed-loop piping arrangement for the purpose of utilizing sprinkler piping to conduct water for heating or cooling, where water is not removed or used from the system but only circulated through the piping system. 3.4.3 Combined Dry Pipe-Preaction Sprinkler System. A sprinkler system employing automatic sprinklers attached to a piping system containing air under pressure with a supplemental detection system installed in the same areas as the sprinklers. Operation of the detection system actuates tripping devices that open dry pipe valves simultaneously and without loss of air pressure in the system. Operation of the detection system also opens listed air exhaust valves at the end of the feed main, which usually precedes the opening of sprinklers. The detection system also serves as an automatic fire alarm system. 3.4.4 Deluge Sprinkler System. A sprinkler system employing open sprinklers that are attached to a piping system that is connected to a water supply through a valve that is opened by the operation of a detection system installed in the same areas as the sprinklers. When this valve opens, water flows into the piping system and discharges from all sprinklers attached thereto. 3.4.5 Dry Pipe Sprinkler System. A sprinkler system employing automatic sprinklers that are attached to a piping system containing air or nitrogen under pressure, the release of which (as from the opening of a sprinkler) permits the water pressure to open a valve known as a dry pipe valve, and the water then flows into the piping system and out the opened sprinklers. 3.4.6* Gridded Sprinkler System. A sprinkler system in which parallel cross mains are connected by multiple branch lines. An operating sprinkler will receive water from both ends of its branch line while other branch lines help transfer water between cross mains. 3.4.7* Looped Sprinkler System. A sprinkler system in which multiple cross mains are tied together so as to provide more than one path for water to flow to an operating sprinkler and branch lines are not tied together. 3.4.8 Multi-Cycle System. A type of sprinkler system capable of repeated on–off flow cycles in response to heat. 3.4.9* Preaction Sprinkler System. A sprinkler system employing automatic sprinklers that are attached to a piping system that contains air that might or might not be under pressure, with a supplemental detection system installed in the same areas as the sprinklers. 3.4.10 Wet Pipe Sprinkler System. A sprinkler system employing automatic sprinklers attached to a piping system containing water and connected to a water supply so that water discharges immediately from sprinklers opened by heat from a fire.

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3.5* System Component Definitions. 3.5.1 Branch Lines. The pipes supplying sprinklers, either directly or through sprigs, drops, return bends, or arm-overs. 3.5.2 Cross Mains. The pipes supplying the branch lines, either directly or through risers. 3.5.3 Feed Mains. The pipes supplying cross mains, either directly or through risers. 3.5.4 Flexible Listed Pipe Coupling. A listed coupling or fitting that allows axial displacement, rotation, and at least 1 degree of angular movement of the pipe without inducing harm on the pipe. For pipe diameters of 8 in. (203.2 mm) and larger, the angular movement shall be permitted to be less than 1 degree but not less than 0.5 degree. 3.5.5 Risers. The vertical supply pipes in a sprinkler system. 3.5.6 Sprig. A pipe that rises vertically and supplies a single sprinkler. 3.5.7 Supervisory Device. A device arranged to supervise the operative condition of automatic sprinkler systems. 3.5.8 System Riser. The aboveground horizontal or vertical pipe between the water supply and the mains (cross or feed) that contains a control valve (either directly or within its supply pipe) and a waterflow alarm device. 3.5.9 Arm-over. A horizontal pipe that extends from the branch line to a single sprinkler or a sprinkler above and below a ceiling. 3.5.10 Waterflow Alarm Device. An attachment to the sprinkler system that detects a predetermined water flow and is connected to a fire alarm system to initiate an alarm condition or is used to mechanically or electrically initiate a fire pump or local audible or visual alarm.

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Anexo 5b.

NFPA 2001. AGENTES LIMPIOS. Copyright NFPA

1.4.1* Applicability of Agents. 1.4.1.1 The fire extinguishing agents addressed in this standard shall be electrically nonconducting and leave no residue upon evaporation. 1.4.1.2* Agents that meet the criteria of 1.4.1.1 shall be shown in Table 1.4.1.2. Table 1.4.1.2 Agents Addressed in NFPA 2001

FC-3-1-10 Perfluorobutane C4F10

FK-5-1-12 Dodecafluoro-2- methylpentan-3-one CF2CF2C(O)CF(CF3)2

Dichlorotrifluoroethane HCFC-123 (4.75%) CHCl2CF3

Chlorodifluoromethane HCFC-22 (82%) CHClF2

Chlorotetrafluoroethane HCFC-124 (9.5%) CHClFCF3

HCFC Blend A

Isopropenyl-1-methylcyclohexene (3.75%)

HCFC-124 Chlorotetrafluoroethane CHClFCF3

HFC-125 Pentafluoroethane CHF2CF3

HFC-227ea Heptafluoropropane CF3CHFCF3

HFC-23 Trifluoromethane CHF3

HFC-236fa Hexafluoropropane CF3CH2CF3

FIC-13I1 Trifluoroiodide CF3I

IG-01 Argon Ar

IG-100 Nitrogen N2

Nitrogen (52%) N2

Argon (40%) Ar

IG-541

Carbon dioxide (8%) CO2

Nitrogen (50%) N2 IG-55

Argon (50%) Ar

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Bibliografía.

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