ostrom elenor. diseño complejos para manejos complejos

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Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=53905404 Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Sistema de Información Científica Elinor Ostrom Diseños complejos para manejos complejos Gaceta Ecológica, núm. 54, 2000, pp. 43-58, Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales México ¿Cómo citar? Fascículo completo Más información del artículo Página de la revista Gaceta Ecológica, ISSN (Versión impresa): 1405-2849 [email protected] Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales México www.redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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El prop—sito principal de este trabajo es demostrar que si la caracter’stica distintiva de los sistemas naturales que se busca manejar es lacomplejidad, entonces resulta esencial dise–ar y proponer mecanismosde regulaci—n y de gobierno igualmente complejos para esos sistemas.Sin un profundo interŽs en la creaci—n de sistemas de gobierno complejosy anidados, el proceso mismo de intentar regular el comportamiento oel preservar la biodiversidad producir‡ la consecuencia tr‡gica y no deseadade destruir la complejidad que se ha intentado proteger.

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  • Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=53905404

    Red de Revistas Cientficas de Amrica Latina, el Caribe, Espaa y PortugalSistema de Informacin Cientfica

    Elinor OstromDiseos complejos para manejos complejosGaceta Ecolgica, nm. 54, 2000, pp. 43-58,

    Secretara de Medio Ambiente y Recursos NaturalesMxico

    Cmo citar? Fascculo completo Ms informacin del artculo Pgina de la revista

    Gaceta Ecolgica,ISSN (Versin impresa): [email protected] de Medio Ambiente y RecursosNaturalesMxico

    www.redalyc.orgProyecto acadmico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

  • 43Nmero 54

    * Tomado de Susan Hanna y Mohan Munasinghe (eds.), 1995. Property Rights and the Environment.Social and Ecological Issues. The Beijer Internation Institute y The World Bank. Washington, E.U.A.Pginas 33-46. Traduccin de Horacio Bonfil Snchez.

    El propsito principal de este trabajo es demostrar que si la caracte-rstica distintiva de los sistemas naturales que se busca manejar es la

    complejidad, entonces resulta esencial disear y proponer mecanismos

    de regulacin y de gobierno igualmente complejos para esos sistemas.

    Sin un profundo inters en la creacin de sistemas de gobierno comple-

    jos y anidados, el proceso mismo de intentar regular el comportamiento o

    el preservar la biodiversidad producir la consecuencia trgica y no de-

    seada de destruir la complejidad que se ha intentado proteger.

  • 44 Gaceta Ecolgica

    La preocupacin por la biodiversidad lo es tambinpor la sustentabilidad de sistemas complejos en ml-

    tiples escalas de espacio y de tiempo. Buena parte

    de la literatura sobre biodiversidad reconoce la na-turaleza global del acervo gentico, y la consecuente

    necesidad de acuerdos insti-tucionales internacio-

    nales para articular las preocupaciones que exis-ten en todo el mundo sobre la preservacin de la

    diversidad natural para las generaciones futuras. Sin

    embargo, y ya que muchos procesos biolgicos sedesarrollan a escalas muy pequeas y resultan muy

    sensibles a los cambios de clima, de elevacin, y

    en estructura e importancia de un nicho a otro, unexcesivo nfasis en la necesidad de arreglos

    institucionales de gran escala puede conducir a la

    destruccin o al desaliento de dispositivosinstitucionales en escalas medianas o pequeas.

    Es a estos niveles menores donde el conocimiento

    local sobre las complejas y muy especficasinteracciones naturales y la preocupacin sobre el

    capital natural, pueden aplicarse a la vida diaria

    (Jansson et al. 1994).El propsito principal de este trabajo es demos-

    trar que si la caracterstica distintiva de los siste-

    mas naturales que se busca manejar es la com-plejidad, entonces resulta esencial disear y

    proponer mecanismos de regulacin y de gobier-

    no igualmente complejos para esos sistemas. Sinun profundo inters en la creacin de sistemas de

    gobierno complejos y anidados, el proceso mismo

    de intentar regular el comportamiento o el preser-var la biodiversidad producir la consecuencia tr-

    gica y no deseada de la destruccin de la comple-

    jidad que se ha intentado proteger (V. Ostrom 1991;V. Ostrom, Feeney y Picht 1993).

    W. Ross Ashby, un eminente bilogo de antao

    escribi un libro llamado Desing for a Brain: TheOrigin of Adaptative Behavior (1960), en el que

    postulaba la ley de la variedad requerida. Esta

    ley puede expresarse de la siguiente manera: cual-quier sistema regulatorio requiere una variedad de

    acciones a realizar tan grande, como variedad de

    acciones exista en el sistema a regular. Traducidoesto al discurso sobre el mantenimiento de la

    biodiversidad, esta ley puede expresarse comosigue:

    Cualquier sistema de manejo que se disee para regu-

    lar sistemas biolgicos complejos debe tener tanta varie-

    dad de acciones a realizar como las que existen en los siste-

    mas a regular.

    Esta orden puede sonar exagerada. Sin em-

    bargo, es importante tomarla realmente en serio.

    De otra manera, si continuamos dndole dema-siada importancia a las unidades de manejo sim-

    ples, de gran escala y centralizadas, que no tie-

    nen, y no pueden tener la capacidad de unavariedad de respuestas (o los iniciativos para usar

    dichas capacidades) con las que pueden contar

    los sistemas de manejo complejos, policntricos yestratificados, la meta del mantenimiento de los

    procesos biolgicos complejos y a varias escalas

    es inalcanzable (Gadgil y Rao 1994).Entre las instituciones que los seres humanos

    utilizan para producir bienes a futuro altamente co-

    diciados se encuentran los mercados abiertos ycompetitivos. Los acuerdos de este tipo de mer-

    cados para producir bienes privados --aquellos que

    fcilmente excluyen a los que no participan, y cuyoconsumo es sustractivo o competidor-- tienen va-

    rias ventajas. Una de ellas es que crean incenti-

    vos para la innovacin y para la creacin de nue-vas empresas. Aqullos que estn atentos a las

    oportunidades que se presentan a muy diferentes

    escalas pueden ocupar nichos muy pequeoscreando beneficios a terceros, y por tanto, a s

    mismos. Bajo condiciones adecuadas, los merca-

    dos sanos se presentan como sistemas comple-jos, policntricos y con una gran interaccin entre

    individuos, de manera que se mejoran notablemen-

    te los niveles de productividad. Los esfuerzos poralcanzar los mismos niveles de productividad en

    sistemas con una direccin centralizada han falla-

    do repetidamente, y de manera dramtica.Sin embargo, se sabe bien que los mercados

    no tienen un buen desempeo en relacin con los

    bienes pblicos donde la exclusin es difcil, y portanto muy costosa (Ciriacy-Wandrop y Bishop

  • 45Nmero 54

    1975; Heal 1994; E. Ostrom, Gardner y Walker1994). Si uno confiara exclusivamente en los mer-

    cados para el intercambio de bienes derivados de

    seres vivos, quedara muy lejos de alcanzar lanecesaria preservacin de la diversidad gentica

    (Perrings, Folke y Mler 1992). Es ms, resulta

    realmente difcil desarro-llar derechos de propie-

    dad para muchos de los

    aspectos que reviste labiodiversidad (McNeely

    1988). En determinadas

    circunstancias, podramosnecesitar impedir que

    cualquier persona o enti-

    dad tuviera la posesin deelementos clave de los

    sistemas biolgicos com-

    plejos. La propiedad totalimplica el control absolu-

    to sobre el acceso y el uso

    de cierto recurso, y otor-ga la capacidad de preser-

    varlo para un uso privado,

    para su venta, e inclusopara su destruccin

    (Schlanger y Ostrom

    1993). La posesin totalde un recurso por alguna

    entidad, implica pues, tan-

    to el derecho a destruir labiodiversidad, como la ca-

    pacidad de protegerla.

    Laura Jackson (1994), en un artculo muy im-portante, nos ofrece una visin profunda de lo que

    puede suceder cuando una gran corporacin se

    vuelve la duea nica y absoluta de grandes exten-siones de tierra. El desarrollo inicial de las activida-

    des agropecuarias con fines comerciales puede

    continuar o puede ser abandonado, dependiendode las oportunidades para maximizar ganancias

    transfiriendo las operaciones a otras regiones don-

    de los costos de produccin sean menores. Lasgrandes empresas agrcolas de capital privado, pro-

    piedad de accionistas ausentistas y manejadas des-de las oficinas centrales, difcilmente sern capa-

    ces de proteger la biodiversidad existente en un

    entorno ecolgico particular. Por el contrario, los in-centivos tienden a apoyar el monocultivo y el uso

    de insumos comerciales fcilmente disponibles, en

    lugar de mezclas de va-rios productos agrcolas

    que dependen de tcni-

    cas agrcolas intensivas.Un anlisis similar fue rea-

    lizado por McNeely

    (1988).En su trabajo, Jack-

    son compara el nivel de

    biodiversidad que existeactualmente en Iowa

    bajo un sistema agrcola

    donde predominan lasgrandes granjas comer-

    ciales, con el nivel de

    biodiversidad existenteen 1910, cuando el do-

    minio era de las granjas

    familiares de menor ta-mao. La superficie de-

    dicada a la agricultura es

    prcticamente la mismaen ambos perodos. La

    diferencia principal se

    encuentra en la comple-jidad del sistema socio-

    econmico. La diversidad biolgica era mayor en

    una poca donde un gran nmero de agricultorestenan intereses de largo plazo en las tierras que

    cultivaban. Jackson trabaja actualmente en la res-

    tauracin de sistemas ecolgicos complejos. Paraella, restauracin no es una bsqueda del pasa-

    do, sino de un futuro mejor. Sealar aqu la im-

    portancia de la restauracin o de la creacin desistemas complejos e interrelacionados. Esto, en

    definitiva, no es volver al pasado sino, ms bien,

    es un paso esencial para la creacin de un futuromejor.

  • 46 Gaceta Ecolgica

    MIRAR AL PASADO COMO BASE PARA VER EL FUTURO

    Para avanzar hacia un futuro donde se preser-ven altos niveles de biodiversidad puede

    requerirse de una gran atencin a los arreglos

    institucionales, donde los directamenteinvolucrados hayan manejado de manera exitosa

    sistemas complejos durante largos periodos

    (McKean 1992). Muchos sistemas autogober-nados y sustentables a lo largo del tiempo han

    sido estudiados en detalle por investigadores

    como Robert Netting, Thrinn Eggertsson, DanielBromley, Margaret McKean, Fikret Berkes, David

    Feeney y algunos otros. Los recursos manejados

    son muy diversos, pues van desde sistemas deirrigacin hasta pesqueras de aguas interiores,

    o hasta tierras de pastoreo en montaas y bos-

    ques. La similitud ms notable entre estos siste-mas es la perseverancia total de estos sistemas

    de recursos e instituciones. Las instituciones po-

    drn considerarse robustas y sustentables en tan-to sus reglas hayan sido diseadas y modifica-

    das a lo largo del tiempo, de acuerdo con una

    serie de decisiones colectivas dentro de loslineamientos institucionales elegidos (Shepsle

    1989). La mayora de los ambientes estudiados

    son complejos, interdependientes y con una grancarga de incertidumbre, donde los individuos en-

    caran continuamente serios incentivos para ac-

    tuar de una forma oportunista. En mi libroGoverning the Commons resalt el rompecabe-

    zas de cmo algunos individuos que utilizan es-

    tos sistemas logran mantenerlos durante largosperodos.

    Las reglas especficas de uso varan notable-

    mente de caso a caso. Debido a esto, lasustentabilidad de estos recursos y de las institu-

    ciones que los regulan no puede ser explicada por

    la presencia y ausencia de ciertas reglas particula-res. Parte de la explicacin que puede ofrecerse

    para entender la permanencia en el tiempo de es-

    tos sistemas es el hecho de que las reglas particu-lares difieren con cada caso. Al ser distintas, las

    reglas particulares toman en cuenta los atributos

    especficos de los sistemas fsicos circundantes, lasdistintas visiones culturales del mundo, y las relacio-

    nes econmicas y polticas que existen en cada re-

    gin. Sin reglas diferentes, los propietarios no podranhacer uso de las ventajas que les otorgan las carac-

    tersticas positivas de un recurso, ni seran capaces

    de evitar los errores potenciales que podran ocurriren un lugar pero no en otros.

    Un conjunto de siete principios de diseo pare-

    ce caracterizar a las instituciones ms robustas. Unoctavo principio caracteriza a los casos mayores y

    ms complejos. Por principio de diseo se entien-

    de a un concepto utilizado de manera consciente oinconsciente por aqullos que constituyen o

    reconstituyen una asociacin continua de individuos

    alrededor de un principio general de organizacin.Discutamos ahora cada uno de estos principios.

    LOS LMITES CLARAMENTE DEFINIDOSLos individuos o grupos familiares con derecho a

    retirar cierta porcin del acervo comn y los lmi-

    tes del propio recurso estn claramente definidos.El definir los lmites del recurso y a aquellos au-

    torizados a utilizarlos puede verse como el primer

    paso de la organizacin colectiva. En tanto estoslmites del recurso y/o aqullos con derecho de apro-

    piacin del mismo permanezca sin definicin, na-

    die sabe qu se esta manejando, o quines estnmanejando el recurso. Si no se definen los lmites

    del recurso y no se impide el acceso de extraos,

    los usuarios locales enfrentan el riesgo de que cual-quier beneficio que produzcan por medio de traba-

    jo y esfuerzo sea escamoteado por otros que no

    han contribuido a esas tareas. En el mejor de loscasos, aquellos que inviertan en el recurso no ten-

    drn un beneficio tan alto como pensaron. En el

    peor de los escenarios, las acciones de los otrospueden llegar a destruir el recurso. Por tanto, para

    que cualquier propietario tenga el mnimo inters

    por coordinar los patrones de apropiacin y de abas-tecimiento, el grupo de usufructuarios deber ser

    capaz de excluir a los dems de los derechos de

    acceso y de apropiacin. Si existe un nmero im-portante de usufructuarios potenciales, y si la de-

  • 47Nmero 54

    manda de unidades del recurso es alta, el poten-cial destructivo de todos los usuarios retirando li-

    bremente porciones del recuso podra elevar la

    tasa de descuento hasta un 100%. Mientras ma-yor sea la tasa de descuento, ms cercano estar

    el dilema donde la estrategia dominante sea que

    todos los participantes sobreexploten el recurso.

    CONGRUENCIA ENTRE LAS REGLAS DE APROPIACINY DE ABASTECIMIENTO Y LAS CONDICIONES LOCALES

    Las reglas de apropiacin que restringen el tiem-po, el lugar, la tecnologa, y/o las cantidades del

    recurso que se pueden utilizar estn relacionadas

    con las condiciones locales y con las reglas deabastecimiento que demandan trabajo, materiales

    y/o dinero.

    A menos que el nmero de individuos con au-torizacin para hacer uso del recurso sea tan pe-

    queo que sus patrones de cosecha no afecten

    de manera negativa las actividades de los otros,algunas de las reglas diseadas por la comunidad

    tendrn que ver con cunto, cundo y cmo dife-

    rentes productos han de ser cosechados. Unas re-glas de apropiacin y de abastecimiento bien ela-

    boradas ayudarn a la conservacin de los

    recursos. Por otra parte, reglas uniformes estable-cidas para toda una nacin, o para una regin de

    grandes proporciones, difcilmente tomarn en

    cuenta los atributos especficos de un recurso quese utilizan en el diseo de las reglas de uso en

    una regin determinada.

    En los sistemas de irrigacin que han persisti-do durante grandes periodos, por ejemplo, se usan

    reglas sutilmente diferentes en cada caso para de-

    terminar las cuotas de agua que permitan tanto laconservacin del recurso como el mantenimiento

    de las actividades, pero en todas las situaciones,

    quienes reciben las mayores porciones de aguapagan tambin las tarifas ms altas. Ningn grupo

    de reglas establecido para todos los sistemas de

    riego de una regin podra satisfacer las necesi-dades de manejos de sistemas parecidos en lo

    general, pero claramente diferentes en los deta-

    lles ms finos.

    ACUERDOS DE ELECCIN COLECTIVALa mayora de los individuos que se ven afecta-dos por las reglas de operacin pueden participar

    en la modificacin de las mismas.

    La instituciones para un manejo de recursos queusan este principio son ms capaces de elaborar

    reglas acordes con las circunstancias locales, ya

    que los individuos que interactan directamenteentre s y con el medio, pueden modificar los

    lineamientos a lo largo del tiempo de manera que

    se adecen a las caractersticas del lugar. Los pro-pietarios que diseen instituciones que se carac-

    tericen por los primeros tres principios ya mencio-

    nados (lmites bien definidos, reglas adecuadas y

  • 48 Gaceta Ecolgica

    participacin de todos los involucrados en las de-cisiones colectivas), sern capaces de presentar

    un conjunto de reglas y lineamientos adecuados

    en la medida que los costos asociados a cambiosen los mismos permanezcan relativamente bajos.

    Sin embargo, la existencia de reglamentos ade-

    cuados no asegura que los propietarios los respe-ten. Tampoco el hecho de que los propios dueos

    hayan sido los que disearon y acordaron inicial-

    mente las reglas de operacin explica de maneraadecuada siglos de aceptacin de las mismas por

    parte de individuos que no estuvieron en el acuer-

    do original. Es fcil comprometerse a seguir unaserie de reglas ex ante, pero respetarla ex post es

    un logro notable, especialmente si tomamos en

    cuenta las enormes tentaciones que existen ac-tualmente por romperlas.

    El problema de lograr un cumplimiento de las

    reglas, sin importar su origen, es frecuentementedesechado por algunos analistas que depositan en

    autoridades externas todo el conocimiento y todo

    el poder para lograr dicho cumplimiento. En muchoscasos de manejo de recursos a largo plazo no exis-

    te autoridad externa con una presencia suficiente

    para jugar papel alguno en el cumplimiento cotidia-no de las reglas. Por lo tanto, la coaccin externa

    no sirve para explicar los altos niveles que se ob-

    servan en el cumplimiento de los reglamentos. Entodos los casos de larga duracin, la inversin acti-

    va en el monitoreo y en la sancin de las activida-

    des es muy evidente. Esto nos lleva a considerar elcuarto y quinto principios de diseo.

    SUPERVISINLos supervisores, quienes revisan las condicionesdel recurso y el comportamiento de los dueos,

    pueden ser o no, los propios dueos. En caso de

    no serlo, el costo por sus servicios ser pagadopor los dueos del recurso.

    SANCIONES GRADUALESLos propietarios que violen las reglas operativasrecibirn sanciones graduales, dependiendo de la

    seriedad y el contexto de la falta, por parte de los

    dems propietarios, de los funcionarios designa-dos por los propietarios o por ambos grupos.

    En las instituciones de larga duracin, el

    monitoreo y el castigo los realizan los propios par-ticipantes. Las primeras sanciones que se aplican

    en estos sistemas son sorprendentemente bajas.

    Incluso, a pesar de que frecuentemente se piensaque los participantes no dedican tiempo y esfuer-

    zo a las tareas de supervisar y castigar el desem-

    peo de los dems, existe suficiente evidencia queapunta a que s lo hacen.

    Para explicar la inversin en las actividades de

    supervisin y castigo que forman parte de estasinstituciones de manejo de recursos, y que son en

    buena medida responsables de su fortaleza y de

    su capacidad de autogestin, Margaret Levi (1988:cap. 3) utiliz el trmino cumplimiento casi volun-

    tario por primera vez, trmino que ha resultado

    de lo ms til. La autora usa este trmino paradescribir el comportamiento del contribuyente fis-

    cal en un rgimen donde casi todo el mundo paga

    sus impuestos. El pago de las obligaciones fisca-les es voluntario en la medida que los individuos

    eligen hacerlo en muchas ocasiones donde no

    sufren ninguna presin coercitiva directa para cum-plir con sus obligaciones. Por otro lado, el pago es

    casi voluntario en la medida en que los contribu-

    yentes incumplidos son sujetos a coercin, si sonidentificados (Levi 1988: 52). La autora resalta la

    naturaleza contingente de un compromiso para

    cumplir con reglas en un escenario que se repite.Los principales actores estn dispuestos a cum-

    plir con un conjunto de reglas, seala Levi, cuan-

    do: a) se percibe que se logra el objetivo colectivoy b) cuando perciben que los dems tambin cum-

    plen con sus compromisos. En la teora de Levi, el

    cumplimiento de las reglas se logra usualmente atravs de las acciones de un juez externo, an

    cuando su teora no excluye otras formas de ha-

    cer cumplir los acuerdos.La presin externa suele ser poco importante

    para explicar el cumplimiento en la mayor parte de

    los casos donde se presenta un manejo comunita-rio y sostenible de los recursos naturales. Aque-

  • 49Nmero 54

    llos personajes externos a la comunidad que seencargan de vigilar el cumplimiento de la

    normatividad existente, difcilmente viajarn a las

    aldeas o poblados ms remotos, a menos de quese trate de casos y circunstancias excepcionales.

    Por otro lado, los dueos de los recursos crearn

    sus propios sistemas para asegurar el cumplimien-to de las normas para: a) desalentar a aquellos

    con intenciones de violar las reglas y, por tanto, b)

    asegurarle a quienes las han cumplido de maneracasi voluntaria, que los dems tambin lo harn.

    Los Cree Chisasibi, por ejemplo, han inventado una

    serie muy compleja de reglas de ingreso y de au-toridad relacionadas con los bancos de peces

    estuarinos y costeros de la Baha de James, as

    como para el grupo de castores localizado en elinterior de los lmites de su territorio de caza. Fikret

    Berkes (1987) explica porqu se han mantenido

    por tan largo tiempo estos recursos y las reglasutilizadas para su manejo:

    Los mecanismos sociales efectivos aseguran un respeto

    a las reglas que existen en virtud de un consenso al inte-

    rior de la comunidad. Las personas que rompen esas re-

    glas sufren no slo la prdida de los favores de los anima-

    les (asunto ste de la mayor importancia dentro de la

    ideologa cazadora de los Cree), sino tambin de un des-

    crdito social (Berkes 1987: 87).

    Los costos de la vigilancia y el seguimiento delacatamiento de los compromisos adquiridos se

    mantienen relativamente bajos en muchos sistemas

    de larga duracin como resultado de las reglas vi-gentes. Las reglas de rotacin que se utilizan en

    sistemas de irrigacin y en ciertas pesqueras de

    aguas interiores colocan a los dos actores mspreocupados por ser engaados en contacto direc-

    to uno con el otro. De esta manera, el prximo usua-

    rio de un sistema de irrigacin, por ejemplo, esperaal lado del que lo precede en el uso de las instala-

    ciones o equipos hasta que termina, de manera que

    no pierde nada de su tiempo. La presencia del pri-mer personaje impide al segundo iniciar ms tem-

    prano el riego, de la misma manera en que su pro-

    pia presencia impide al primero terminar ms tar-de. La vigilancia es entonces, un producto secun-

    dario de las propias, y muy fuertes, motivaciones

    de los personajes para usar al mximo su turno enlos sistemas de riego rotativo. El sistema de rota-

    cin en los sitios de pesca que se usa en Alanya

    (Berkes 1992), presenta las mismas caractersticasque permiten la vigilancia de los abusones a un bajo

    costo, gracias al inters de cada uno de los partici-

    pantes por evitar ser engaados en un momento yen un lugar precisos. Muchas de las formas en que

    se organizan los equipos de trabajo en los commons

    (recursos de propiedad comunitaria) de las monta-as de Japn y de Suiza, tambin tienen como re-

    sultado que la vigilancia se logra como un producto

    secundario lgico del propio uso de los recursos.Los costos y beneficios de dicha vigilancia de

    una serie de reglas no son independientes del sis-

    tema de reglas elegido. Tampoco son iguales enlos distintos escenarios o sistemas naturales.

    Cuando los usufructuarios de un recurso disean

    al menos una parte de las reglas que han de regu-lar su comportamiento, pueden aprender de la ex-

    periencia las mejores formas para crear reglas que

    tengan mayores posibilidades de ser atendidas.Esto significa prestar atencin a los costos de vi-

    gilancia y cumplimiento, y al mismo tiempo, pres-

    tar atencin a los beneficios que obtienen quienesvigilan y cumplen con las reglas establecidas. Un

    beneficio privado que no suele ser tomado en

    cuenta, y que se obtiene por la vigilancia en elcumplimiento de las regulaciones, es la informa-

    cin que se logra y que puede ser de mxima uti-

    lidad si se requiere adoptar una estrategia de ma-nera urgente. Si uno de los interesados que vigila

    el cumplimiento de los convenios entre todos los

    miembros de la comunidad detecta que uno deellos ha roto las reglas, los beneficios derivados

    de este descubrimiento se comparten entre todos

    los que usan el recurso, al tiempo que le da unabuena idea al descubridor de qu tanto cumplen

    con los convenios los dems miembros de la co-

    munidad. Si el vigilante no encuentra a nadie queinfrinja las reglas, se habra asumido de antema-

  • 50 Gaceta Ecolgica

    no que los costos privados existen sin beneficioalguno para el individuo o el grupo. Si la informa-

    cin sobre el grado de cumplimiento de las reglas

    no est disponible, entonces la persona que sededique a verificar el cumplimiento obtiene una in-

    formacin muy valiosa.

    Al supervisar el comportamiento de los dems,el usufructuario-vigilante confirma que nadie rom-

    pe las reglas, asume que nadie est siendo enga-

    ado. Por tanto, a esta persona le conviene seguircon su propio cumplimiento semivoluntario de las

    reglas. Por otro lado, si descubre a un infractor,

    podr observar las circunstancias en las que su-cede la infraccin, y podr participar en la deci-

    sin sobre el castigo apropiado y decidir sobre la

    conveniencia del propio cumplimiento. Si esta per-sona se encuentra a un infractor que usualmente

    cumple con las reglas, y que como consecuencia

    de la falta enfrenta castigos severos, se confirmalo sabido: que siempre habr momentos y lugares

    donde aqullos que cumplen usualmente las re-

    glas sucumben a la tentacin de romperlas.Una verdadera amenaza para el cumplimiento

    casi voluntario aparece, sin embargo, si un pro-

    pietario-vigilante descubre a una serie de indivi-duos que rompen las reglas de manera constante.

    Si esto sucede, uno esperara un aumento en las

    sanciones a los infractores en un esfuerzo por evi-tar infracciones futuras tanto de parte de los casti-

    gados, como de cualquier otro que pudiera sentir-

    se tentado. En cualquier caso, el vigilante tiene lainformacin al da en cuanto al cumplimiento y los

    castigos para basar sus decisiones en el cumpli-

    miento personal.Examinemos ahora la situacin desde la pers-

    pectiva de alguien que rompe las reglas y es des-

    cubierto por un guardia local (que tarde o tempra-no lo acusar ante los otros) o por otro propietario

    (que seguramente tambin lo acusar). El ser apre-

    hendido por un supervisor local cuando la tenta-cin se ha vuelto demasiada tiene tres resultados:

    a) se impide que la infraccin se vuelva continua y

    se genere un contrabando; b) indica a losinfractores que pueden ser atrapados, aumentan-

    do de esa forma los niveles de cumplimiento casivoluntario; y c) un castigo como una manera de

    valor aadido en forma de una sutil prdida de re-

    putacin.El cuarto y quinto principios de diseo, el se-

    guimiento y las sanciones graduales, tienen en-

    tonces su lugar como parte de la configuracinde los principios que trabajan conjuntamente

    para permitir a los usufructuarios hacer y reha-

    cer instituciones robustas de manejo de recur-sos. Permtaseme resumir mis argumentos has-

    ta aqu.

    Cuando los usuarios-dueos de un recurso di-sean sus propias reglas de manejo (tercer prin-

    cipio) para ser implementadas por usuarios loca-

    les o que trabajan para ellos (cuarto principio),utilizando una serie de sanciones graduadas, de-

    pendiendo de la gravedad de la falta cometida

    (quinto principio), y que definan quin o quinestiene derecho para retirar parte del recurso (pri-

    mer principio) y que funcionen de manera efecti-

    va en el uso estricto de los recursos, tanto en tiem-pos como en montos, dadas las condiciones

    locales (segundo principio), los problemas de

    compromiso y seguimiento se resuelven de unamanera interrelacionada. Los individuos que crean

    que un sistema de reglas resultar eficiente para

    producir los mayores beneficios, y que el cumpli-miento y seguimiento generales, incluidos los pro-

    pios, lo protegern de ser engaados, estarn

    ms dispuestos a aceptar un acuerdo en el quese comprometan a seguir los lineamientos esta-

    blecidos en todo momento, a excepcin quizs,

    de las emergencias ms apremiantes. Esto siem-pre y cuando los dems acten de manera simi-

    lar. Una vez que los usuarios del recurso hayan

    alcanzado ese compromiso, tendrn razones paravigilar el comportamiento de los dems, al me-

    nos de vez en cuando, para tener la certeza del

    cumplimiento. Estos compromisos y la mutua vi-gilancia entre los usuarios refuerza la aplicacin

    de las reglas, especialmente en los casos donde

    stas logran, adems, reducir los costos del pro-pio seguimiento.

  • 51Nmero 54

    LOS MECANISMOS PARA LA RESOLUCIN DE CONFLICTOSLos propietarios y sus autoridades tienen un ac-ceso rpido a una serie de instancias locales, que

    a bajo costo, les permiten resolver los conflictos

    generados entre los dueos, o entre los dueos ylas autoridades.

    En el campo, la aplicacin de la leyes implica

    necesariamente, cierto grado de discrecionalidadque puede traducirse en conflictos. Incluso reglas

    tan sencillas como cada usuario de los sistemas

    de riego deber dedicar el trabajo de un da suyo ode algn trabajador, para ayudar en la limpieza de

    los canales antes de que inicie la temporada de rie-

    go puede ser interpretada de manerasdistintas. Qu tipo de hombre hace el trabajo pro-

    medio en un da de labores? Se cumple con esta

    regla al enviar a un nio de menos de 10 aos, o aun anciano de ms de 70 para realizar un trabajo

    fsico muy pesado? Limpiar la parte del canal in-

    mediatamente adyacente al terreno propio puedeconsiderarse como parte de un trabajo comunal?

    Para las personas que estn buscando la forma de

    evadir las reglas colectivas siempre habr formasde interpretarlas de manera que se cumpla con

    ellas realizando el menor esfuerzo. Incluso las per-

    sonas bien dispuestas a cumplir con loslineamientos pueden cometer errores. Qu pasa

    si alguien olvida el da que debe dedicar a estas

    labores y no se aparece? O qu pasa si el nicotrabajador adecuado para la faena se encuentra

    enfermo ese preciso da o no se le puede localizar?

    Si las personas han de seguir ciertas reglasdurante largos perodos deben existir algunos

    mecanismos para la discusin y la resolucin de

    lo que se considera una falta y lo que no, paralograr la permanencia de todo el sistema. Si se

    permite que ciertos individuos se aprovechen de

    los dems con el envo de trabajadores menosaptos para la realizacin de las labores en comn,

    los otros se sentirn unos tontos si mandan a los

    trabajadores ms fuertes, cuyo trabajo podra de-dicarse a labores ms redituables en trminos per-

    sonales. Con el tiempo, slo los nios y los ancia-

    nos sern enviados a estos trabajos comunales

    que requieren hombres fuertes, y el sistema secolapsar. Por otro lado, si las personas honestas

    que cometen un error no encuentran las formas

    para enmendarlos, las reglas parecern injustas yel grado de aceptacin de las mismas se ver

    mermado.

    A pesar de que la existencia de mecanismospara la resolucin de las controversias no asegu-

    ra la capacidad de los usuarios para mantener el

    sistema a lo largo del tiempo, resulta difcil imagi-nar cmo un sistema complejo de reglas se pueda

    mantener sin este tipo de mecanismos. En los ca-

    sos descritos anteriormente, estos mecanismossuelen ser informales y son los lderes quienes

    funcionan como los encargados principales de las

    resoluciones.

    UN MNIMO RECONOCIMIENTO AL DERECHO A ORGANIZARSEEl derecho de los usuarios para disear sus pro-

    pias instituciones no debe verse amenazado por lasautoridades gubernamentales externas. Los usua-

    rios frecuentemente disean sus propias reglas sin

    haber creado jurisdicciones gubernamentales for-males para este propsito. En muchas pesqueras

    de aguas interiores, los pescadores crean una se-

    rie de reglas amplias sobre qu tipo de equipo depesca puede ser usado, dnde y por quin. Mien-

    tras las autoridades externas otorguen un mnimo

    reconocimiento a estas formas de organizacin yles den legitimidad, los propios pescadores sern

    capaces de hacer cumplir las reglas. Por el contra-

    rio, si los funcionarios gubernamentales asumen queslo ellos puede hacer este tipo de reglas, se vuel-

    ve muy complicado para los dueos del recurso

    mantener las instituciones de autogobierno a largoplazo. En el momento que se quiera romper con las

    reglas internas, el interesado puede acudir a las au-

    toridades gubernamentales y socavar las reglas lo-cales.

    Audum-Sandberg (1993a, 1993b) hace un an-

    lisis muy claro de lo que sucede cuando los indivi-duos de comunidades que han utilizado un mismo

    acervo de recursos comunes por siglos no tienen

    una autoridad reconocida para la creacin de sus

  • 52 Gaceta Ecolgica

    propias reglas. Las reglas formales para el mane-jos de los bienes comunes del norte noruego fue-

    ron establecidas en el siglo XI, y permanecieron

    sin cambios hasta 1993. Representan ms de1,000 aos de una tradicin oral y de una Ley Co-

    mn establecida (Sandberg 1993b: 14). Estas re-

    glas, sin embargo, slo sealaban derechos ge-nerales y no reconocan ninguna responsabilidad

    para la autoridad local. Ya que la mayora de los

    bienes comunes, y en especial aquellos del nortedel pas se vean como los bienes comunales del

    Rey, era claro que slo l tena la capacidad de

    crear o cambiar las leyes.A travs de un largo proceso, iniciado con la

    Reforma Protestante y acelerada alrededor de

    1750, se lleg a la idea dentro del gobierno de quetodas las tierras y montaas en el norte del pas

    que no eran de propiedad privada eran de propie-

    dad estatal (Sandberg 1993b: 19). Los esfuerzosgubernamentales para racionalizar el acceso a los

    bosques, zonas de pastoreo, pesqueras y otros

    recursos comunes a aqullos dedicados de tiem-po completo a su explotacin ha tenido el doble, y

    no deseado, efecto disruptivo sobre las formas de

    vida en el norte de Noruega, donde la mayor partede las personas se dedican o dedicaban a ms de

    una actividad econmica, trabajando parcialmen-

    te como granjeros, pescadores, leadores y/o ga-naderos. El cambio de ese modo sostenible de vida

    a un sistema moderno que incluye una fuerte de-

    pendencia de los pagos para lograr la especializa-cin en la agricultura, la pesca o la cra de renos,

    posiblemente no fue prevista por nadie. Sin em-

    bargo, ahora la base social y econmica se hadebilitado tanto para lograr que la simple asigna-

    cin de una autoridad local para la creacin de

    reglas no funcione para la resolucin de los con-flictos mayores.1

    EMPRESAS ANILLADASLa apropiacin, el aprovisionamiento, el seguimien-to, el cumplimiento, las resolucin de controver-

    sias y las actividades de gobierno se organizan en

    varios niveles de empresas anilladas.En los sistemas ms grandes resulta muy com-

    plicado diseas reglas para todos los aspectos de

    la provisin y la apropiacin en un solo nivel de or-ganizacin. Las reglas adecuadas para la distribu-

    cin del agua entre las tres ramas principales de un

    sistema de irrigacin, por ejemplo, pueden no serlas adecuadas para la asignacin del lquido a lo

    largo de un mismo canal de distribucin. Conse-

    cuentemente, en aquellos sistemas de autogobiernopara un bien comn y que duran largos perodos,

    las organizaciones ms pequeas tienden a ser in-

    cluidas o anilladas en organizaciones mayores. Noes inusual encontrar, por ejemplo, un gran sistema

    de irrigacin controlado por los granjeros con cinco

    niveles de organizacin, cada uno con su conjuntoparticular de reglas (Yoder 1994). En los Alpes sui-

    zos, por ejemplo, las decisiones operativas cotidia-

    nas han sido tomadas por las comunidades, mien-tras que las unidades de gobierno de un tamao

    mayor tienen la responsabilidad de vigilar el de-

    sempeo local a travs de cuidadosas visitas pe-ridicas (Glaser 1987). En los Alpes italianos, las

    unidades ms pequeas durante la Edad Media

    fueron las comunidades familiares, que eran un gru-po de familias que de manera colectiva posean y

    cuidaban sus tierras que bastaban para cubrir sus

    necesidades. Despus, estas comunidades fami-liares se agrupaban en unidades mayores, que a

    su vez se agrupaban en federaciones, que podan

    ser de primer grado (generalmente, esta eederacincomprenda un valle) o de segundo grado (con un

    conjunto de valles) (Merlo 1989: 8).

    LA BSQUEDA DE UN FUTURO CON NIVELES SOSTENIBLESDE BIODIVERSIDAD: ALGUNAS CONCLUSIONES

    E IMPLICACIONES POLTICAS

    De qu manera son importantes estos principios

    de diseo para las decisiones polticas que se ha-

    1 Merlo (1989) nos narra con detalle y tristeza un esfuerzo si-milar en Italia por destruir las instituciones locales comunales,slo para encontrar que las consecuencias no previstas deese esfuerzo llevaron a un intento por restablecer las capaci-dades comunales par la toma de decisiones.

  • 53Nmero 54

    brn de tomar para fomentar la sostenibilidad delos recursos naturales? Lo que uno aprende de un

    anlisis serio de las experiencias es que los usua-

    rios locales son buenos administradores de siste-mas en pequea escala para el manejo de los re-

    cursos por varias razones. Por tanto, los usuarios

    locales han de ser incluidos desde el inicio del di-seo de las fu-

    turas polticas

    relativas a labiodiversidad.

    Una razn im-

    portante paraello es la inmen-

    sa variedad de

    c o n d i c i o n e sambientales (la

    lluvia, el tipo de

    suelos, la hidro-loga, la tempe-

    ratura, altitud, y

    las escalas eco-lgicas tanto

    animales como

    vegetales, por ejemplo) que existe dentro de la ma-yora de las comunidades. Algunos recursos se en-

    cuentran cerca de poblaciones urbanas o de algu-

    na carretera importante, mientras que otras selocalizan en zonas inaccesibles. Los usuarios que

    manejas sus propios recursos conocen bien los

    aspectos especficos de la ecologa local y pue-den idear las reglas para esas circunstancias par-

    ticulares. Dada cierta variabilidad ambiental, los

    sistemas que regulan el acceso a los recursos, suuso, la distribucin de los beneficios y la relacin

    costo-beneficio en esas condiciones, pueden no

    funcionar tan bien si el ambiente cambia. Si mu-chas unidades semiaut-nomas locales se inclu-

    yen en un esfuerzo regulatorio, la mayor parte de

    las reglas de acceso y cosecha podrn encajar biencon las condiciones ambientales locales. Los es-

    fuerzos para instauracin de una legislacin na-

    cional que establezca una serie de reglamentosuniformes y detallados para todo un pas tienen

    muchas probabilidades de dejar fuera muchos delos nichos ecolgicos en mayor riesgo.

    Una segunda razn para el posible fortaleci-

    miento de las organizaciones locales que enfren-tan problemas de prdida de biodiversidad, es que

    el beneficio que los usuarios locales pueden ob-

    tener de un cuidado cercano de sus recursos espotencialmen-

    te mayor cuan-

    do se toman encuenta de ma-

    nera adecuada

    los f lujos debeneficios futu-

    ros. Slo cuan-

    do los usuariostienen una te-

    nencia relativa-

    mente segurade la mayor

    parte de los re-

    cursos que losrodean, adop-

    tarn una tasa

    de descuento lo suficientemente baja para quelos beneficios futuros adquieran un peso consi-

    derable. Al mismo tiempo, los costos de vigilar y

    castigar a los que violen los acuerdos son msbajos a nivel local que si se hacen a nivel nacio-

    nal. Estas ventajas aparecen, sin embargo, slo

    cuando los usuarios locales tienen la suficientecerteza de que sern ellos quienes reciban los

    beneficios al largo plazo de sus propias inversio-

    nes una vez que se internalizan los costos y losbeneficios.2

    2 Una vasta literatura sobre las consecuencias de la impo-sicin de estatus legales por parte de unidades de gobier-no mayores con respecto a la conservacin de los bos-ques en la India muestra, de manera consistente, losresultados adversos de estos esfuerzos (vase en parti-cular Blakie, Harris y Pain, 1992; Gadgil y Guha 1992 yJodha 1992).

  • 54 Gaceta Ecolgica

    A pesar del consenso sobre el potencial de labuena organizacin local para manejar los recur-

    sos biticos en escalas pequeas y medianas, es

    un hecho que los participantes locales no seinvolucran de manera homognea en los proce-

    sos de organizacin y manejo de recursos, inclu-

    so si cuentan con una autoridad formal. Algunasorganizaciones potenciales jams llegan a formar-

    se. Otras slo logran sobrevivir perodos cortos.

    En un mundo altamente voltil, algunos se organi-zan de manera ms adecuada y toman mejores

    decisiones que otros. Otras organizaciones son do-

    minadas por la lite local que desva los recursosde la comunidad para lograr sus propios objetivos

    a expensas de los dems (Arora 1994). En algu-

    nos casos, los recursos locales pueden ser com-pletamente destruidos antes de que se tomen ac-

    ciones a ese mismo nivel para evitarlo. Estas

    acciones pueden llegar muy tarde.Otras organizaciones poseen un conocimien-

    to cientfico inadecuado que complemente su co-

    nocimiento tradicional. El tomar decisiones de in-versiones sobre ciertos recursos que requieren

    largos perodos para madurar (de 2 a 75 aos

    para muchas especies de rboles), se vuelve unatarea altamente sofisticada sin importar si la rea-

    lizan campesinos apenas letrados o corredores

    de bolsa de Wall Street. La obtencin de un co-nocimiento y una informacin cientficos suficien-

    tes para entender la retroalimentacin de los me-

    canismos que operan en ecosistemas complejosresulta muy difcil, an si los recursos no son ex-

    tremadamente escasos. Las organizaciones lo-

    cales que operan solas usualmente no obtienenacceso al tipo de informacin necesaria para un

    manejo sostenible.

    Por tanto, la visin romntica de que cualquiercosa a nivel local se hace mejor que al nivel nacio-

    nal o incluso global, no resulta til como base para

    un esfuerzo a largo plazo para conservar labiodiversidad. Cualquier grupo u organizacin se

    enfrenta con una serie de problemas si intenta

    manejar o administrar sistemas complejos de re-cursos donde se incluyan muchas especies y/o

    productos, cuyos tiempos de maduracin, y portanto de generacin de beneficios, sean variables.

    La dependencia exclusiva de organizaciones pe-

    queas para el manejo de los recursos naturalesno resulta una forma eficiente de regulacin cuan-

    do los recursos tienen ciclos de muy distinta dura-

    cin. Ms an, sin cierta redundancia en las capa-cidades reguladoras, no se hace un seguimiento

    del xito o las fallas al nivel local, como tampoco

    se toman las acciones necesarias para cubrir lasfallas en ese mismo nivel. Las instituciones

    anilladas podran ayudar al otorgar la redundan-

    cia requerida.Una visin igualmente romntica es la de que

    siendo el problema global, la solucin es interna-

    cional (Task Force on Global Biodiversity 1989: 4).Mientras que los romnticos locales suponen que

    los pueblos indgenas son conservacionistas por

    naturaleza, los idealistas internacionales asumenque los acuerdos internacionales se aplican de

    manera casi automtica y tienden a funcionar bien.

    Poner toda la fe en las organizaciones de mayortamao no proteje a las generaciones futuras de

    los errores de las mismas en la bsqueda de patro-

    nes de uso sostenible. Y, si las unidades a granescala destruyen la viabilidad de las de menor es-

    cala, entonces las fallas de las organizaciones in-

    ternacionales tendrn consecuencias mucho ma-yores que las fallas de las organizaciones locales.

    No se trata de que un nivel culpe a otro como

    forma para la toma de decisiones. Por el contrario,el problema es el desarrollo de arreglos

    institucionales a varios niveles que mejoren las

    posibilidades de que los incentivos individuales lle-ven a los participantes hacia usos sustentables de

    la biodiversidad, en vez de usos imprudentes. Dada

    la diversidad de escalas biolgicas involucradas,la ley de Ashby referente a los requisitos de varie-

    dad, recomienda unas serie de arreglos ins-

    titucionales en diversas escalas. Una clave paraentender cmo elaborar arreglos institucionales

    anidados en varios niveles es el anlisis de la for-

    ma en que las acciones tomadas a un nivel cam-bian los incentivos de los actores en otro.

  • 55Nmero 54

    Una amenaza para la sostenibilidad a largo pla-zo de las instituciones locales, por ejemplo, es la

    disponibilidad de gran cantidad de fondos otorga-

    dos por autoridades externas que aparecen comodinero fcil. Estos fondos pueden socavar la ca-

    pacidad de las instituciones locales para mante-

    nerse a largo plazo.El problema de vol-

    ver a las institucio-

    nes locales depen-dientes de los

    financiamientos ex-

    ternos no se limita alfondeo de las agen-

    cias de ayuda inter-

    nacional. Sieber(1981) revisa algu-

    nos de los efectos

    negativos creadospor la poltica interna

    de los Estados Uni-

    dos. El supuestoNuevo Federalismo de las reformas de Nixon bus-

    caba un aumento en la autonoma de las unida-

    des locales y el fortalecimiento general del siste-ma federal. Un estudio de Hudson (1980) revela

    que esta poltica tuvo el efecto contrario en algu-

    nas ciudades como El Paso, Texas. El Paso esahora ms dependiente en trminos polticos y

    econmicos de los fondos federales de lo que era

    antes del Nuevo Federalismo, y la autonoma lo-cal se ha reducido de manera considerable (p.

    900).

    Cuando grandes cantidades de recursos exter-nos reemplazan los generados localmente, la co-

    nexin financiera entre provisin y uso se pierde.

    Las personas que usan el dinero de otros sonpocas veces tan prudentes como lo son cuando

    gastan los recursos propios y de sus vecinos. Se

    pueden disear instituciones para lidiar con lastentaciones para ser menos cuidadosos con los

    dineros externos, pero requieren de grandes y com-

    plicados esfuerzos que raramente son utilizadospor los donadores o por los gobiernos nacionales.

    Que esos fondos sean invertidos directamente enel esfuerzo para el que fueron destinados, o que

    sean desviados para el uso personal de los polti-

    cos o contratistas depender del profesionalismode los involucrados as como de los mecanismos

    de seguimiento y evaluacin de los programas fi-

    nanciados. Cuandolos propios usuarios

    se involucran en la

    administracin deciertas actividades

    cuyos fondos han

    sido generados ensu mayora de ma-

    nera local, se logra

    un funcionamientomuy eficiente que

    reduce los costos

    del seguimiento y dela asignacin de los

    recursos. Cuando

    se opta por contra-tistas o figuras financieras ajenas, se requiere de

    auditoras muy costosas, muy difciles de lograr.

    Consecuentemente, un monto considerable de losrecursos se desva para propsitos muy distintos

    a los iniciales.

    Ms an, el diseo de los proyecto se orientams a lograr la aprobacin de las entidades que

    habrn de financiar las nuevas propuestas que a

    la bsqueda de sistemas que resuelvan los pro-blemas de los usuarios presentes y futuros. Para

    convencer a los polticos que una buena porcin

    del presupuesto nacional se debe dedicar a apo-yar un nuevo proyecto, los promotores buscan di-

    sear proyectos que resulten polticamente atrac-

    tivos. Si lo que se busca es lograr la aprobacinde agencias internacionales para el financiamiento

    de grandes proyectos ambientales a travs de

    prstamos o de donaciones, los criterios de eva-luacin que usen esas agencias se vuelve un fac-

    tor de la mayor importancia en el diseo de las

    iniciativas. Los proyectos propuestos por ingenie-ros, que carecen de experiencia como granjeros o

  • 56 Gaceta Ecolgica

    como analistas institucionales, se orientan normal-mente a la bsqueda del apoyo poltico o del

    financiamiento internacional. Esta orientacin no

    lleva al desarrollo de proyectos que den servicio aun mayor nmero de usuarios de una mejor ma-

    nera, o que promuevan las inversiones de los usua-

    rios a largo plazo. Se pueden encontrar ineficien-cias casi en cada fase de estos proyectos. Al mismo

    tiempo, estos procesos ineficientes generan gran-

    des ganancias para quienes tienen buenas rela-ciones polticas y un fuerte apoyo de parte del go-

    bierno.

    Los procesos que fomentan la bsqueda defuentes externas de financiamiento dificultan la

    creacin con base en las instituciones y el conoci-

    miento indgenas y/o locales (Gadgil, Berkes yFolke 1993). Una parte central del mensaje en la

    peticin de recursos es que han fallado los inten-

    tos locales. Enormes cantidades de recursos finan-cieros y de conocimientos externos se requieren

    para lograr el desarrollo o para salvar la

    biodiversidad. Esto puede crear un crculo vicio-so. Si aquellos que trabajan a nivel local piden con-

    tinuamente fondos, los que laboran a nivel nacio-

    nal sienten la necesidad (o tienen la excusa) deejercer una mayor influencia sobre los procesos

    locales. En cuanto los funcionarios del centro co-

    mienzan a financiar y a tomar un papel ms acti-vo, los que se mueven a nivel local pueden ser

    desplazados, acelerando as los procesos de cen-

    tralismo.Todos los tipos de comportamiento oportunista

    se refuerzan en vez de ser desmotivados, con la

    disponibilidad de grandes fondos para subsidiar lapuesta en operacin de proyectos a gran escala.

    Los arreglos corruptos entre los funcionarios y los

    contratistas privados son una forma notable y am-pliamente conocida de aportunismo. La bsqueda

    de beneficios no merecidos, as como la falta de

    confianza entre los ciudadanos, son tambin ma-les endmicos. Es ms, las ganancias potencia-

    les que pueden lograrse en los sitios de caza

    subsidiados o en las reservas, estimulan los es-fuerzos para influenciar a los tomadores de deci-

    siones sobre cmo y en dnde deben localizarselos proyectos. Los polticos, por su parte, ganan

    apoyo con ciertas decisiones estratgicas relati-

    vas a quin debe recibir las ganancias econmi-cas creadas de manera artificial.

    Por lo tanto, y aceptando que las unidades de

    gobierno a gran escala son parte importante deuna mezcla compleja de unidades de manejo, si

    estas unidades llegan a dominar en la toma de de-

    cisiones a travs de grandes financiamientos paraactividades, o para la imposicin de ciertas formas

    u estrategias, la efectividad de las organizaciones

    locales disminuye dramticamente. Por otro lado,la ausencia de arreglos institucionales a gran es-

    cala puede convertirse en una amenaza para la

    supervivencia de la biodiversidad como la presen-cia de preeminentes instancias gubernamentales

    de gran escala. Conseguir informacin confiable

    sobre los efectos de uso de cada uno de los siste-mas y de las condiciones de los recursos es una

    actividad esencial para la sostenibilidad a largo

    plazo. Si todas las comunidades locales tuvieranque desarrollar su propio conocimiento cientfico

    acerca de su entorno, muy pocas tendran los re-

    cursos para lograrlo.Permtaseme utilizar como ejemplo del papel

    central de las unidades mayores el papel que el Ser-

    vicio Geolgico de los Estados Unidos ha desem-peado en el desarrollo de instituciones locales ms

    eficientes para el manejo del agua subterrnea en

    ese pas. Lo que es importante sealar es que elServicio Geolgico no construye obras de ingenie-

    ra, ni hace otra labor que obtener y poner a la dis-

    posicin del pblico en general, informacin relati-va a las estructuras geolgicas e hidrolgicas dentro

    de los Estados Unidos. Cuando un grupo de usua-

    rios quiere conocer mejor las condiciones de sucuenca, pueden pedirle al Servicio Geolgico que

    realice un estudio en el rea, que ser parcialmen-

    te pagado por los productores de agua. El resto delcosto del estudio es absorbido por el propio Servi-

    cio. La informacin obtenida en el estudio estar,

    por tanto, disponible para todas las partes interesa-das (ver Blomquist 1992).

  • 57Nmero 54

    El Servicio Geolgico emplea a un cuerpo deprofesionales del ms alto nivel que utilizan las

    tcnicas ms modernas para determinar las es-

    tructuras y las condiciones de las cuencas subte-rrneas. As, los usuarios obtienen la mejor infor-

    macin disponible de una agencia que no busca

    apoyar ningn proyecto futuro en particular. Mu-chos pases, entre ellos la India, que tienen gran-

    des y a veces dominantes oficinas estatales, no

    tienen agencias para ofrecer una informacin dealta calidad para el pblico en general, sobre el

    estado de los recursos y de las consecuencias de

    sus posibles usos. Los recientes esfuerzos paraabrir la exploracin de las corrientes de agua sub-

    terrnea en la India podran llevar a la destruccin

    masiva de las cuencas subterrneas en vez decrear una base firme para un crecimiento sosteni-

    do a largo plazo.

    La ausencia de instancias de gran alcance, jus-tas y baratas para resolver los conflictos que so-

    brepasen los lmites de una comunidad, es otra

    amenaza para la creacin de un sistema de go-bierno viable y estratificado. Todos los grupos en-

    frentan conflictos internos o con otros grupos, lo

    que puede destruir la confianza fundamental y lareciprocidad sobre la cual se basa, en buena me-

    dida, una gobernabilidad efectiva. Si los mecanis-

    mos de resolucin de conflictos son o muy caros oresultan tan parciales que la mayor parte de las

    comunidades no los usan, los conflictos pueden

    creces y destruir incluso a las instituciones localesms fuertes.

    Una leccin importante para el futuro que se

    obtiene del estudio del pasado, es la importanciade las instancias locales en la mezcla de institu-

    ciones responsables de la conservacin de la di-

    versidad biolgica al largo plazo. Es la diversidadinstitucional la que ha ayudado, en muchos casos,

    a la proteccin de la diversidad biolgica en el

    pasado. Esta variedad genera una gama de res-puestas polticas que pueden comenzar a lidiar con

    la enorme cantidad de acciones necesarias para

    manejar de manera eficiente los sistemas biolgi-cos complejos. Sin dicha diversidad, es casi impo-

    sible imaginar un slo arreglo institucional lo sufi-cientemente complejo para obtener el conocimien-

    to cientfico y la informacin local necesarios para

    responder de manera adecuada a los sistemasecolgicos cambiantes a lo largo de grandes pe-

    riodos.

    Mientras que las instituciones de pequea es-cala no representan una solucin total, son parte

    necesaria de los sistemas anillados de gobierno

    requeridos para el futuro. Y mientras no exista unareceta para crear instituciones locales eficientes,

    los principios de diseo tendrn que obtenerse del

    estudio de aqullas con una historia larga y exitosaen el mantenimiento de sistemas complejos de

    recursos en periodos largos. Estos principios po-

    dran formar parte de las enseanzas de los pro-gramas extensionistas. Las asociaciones de uni-

    dades locales pueden crearse para aprender unas

    acerca de otras, y sobre los xitos y errores decada una. Las instituciones de gran escala son

    tambin necesarias como parte de un sistema

    efectivo de gobierno, pero tampoco son una solu-cin, tomadas de manera nica. Y si estas institu-

    ciones generan incentivos para la destruccin de

    las unidades inferiores de manejo, sus activida-des podran llegar a minar la viabilidad futura de

    los sistemas de manejo.

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