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Análisis de la población de la Provincia de Buenos Aires en función de su

estructura por sexo y edad

Introducción

El Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001 relevó en la Provincia de Buenos Aires de 13.827.203 de habitantes de los cuales 6.725.879 son varones y 7.101.324 mujeres, éstas representan el 51,4 % de la población provincial. La mayor proporción de mujeres que viene observándose desde décadas pasadas, sería un indicio de que la población se encuentra en proceso de envejecimiento ya que las mujeres presentan una mayor esperanza de vida por efecto de la sobremortalidad masculina fenómeno constante en todas las poblaciones. También se manifiesta en la proporción de personas de más de 65 años en el total de la población, que ha alcanzado el 10,6 % en el 2001.

Los datos proporcionados por los censos en materia demográfica, permiten conocer la estructura y composición de la población por sexo y edad como así también arrojar información sobre el comportamiento de las variables demográficas dinámicas: natalidad, mortalidad y migraciones.

Estas variables, a su vez, tienen especial repercusión en la composición y estructura de la población ya que los cambios en los comportamientos referidos a procreación, la composición de la mortalidad y de sentido de los flujos migratorios afectan a la distribución por sexo y edad.

El análisis de la información censal permite, por otra parte, conocer y evaluar el impacto que ejercieron las políticas y estrategias de desarrollo, que se llevaron adelante en nuestro país y su particular influencia en la Provincia de Buenos Aires.

Tendencias demográficas de la población de la Provincia

A fines de realizar análisis que permitan conocer el comportamiento de las variables demográficas, es de gran utilidad recurrir a modelos o patrones que posibiliten predecir algunas de sus tendencias. La teoría de la transición demográfica es un marco de referencia adecuado para analizar y estudiar las fluctuaciones que manifiestan tanto las tasas de mortalidad como las de natalidad; de la diferencia de éstas se obtiene lo que conocemos como crecimiento vegetativo de la población. Dicha teoría describe un modelo de comportamiento que permite conocer y caracterizar a los diferentes países o regiones según la fase o etapa en la que se hallen.

El Centro Latinoamericano de Demografía (CELADE) agrupa a los países en cuatro grupos según la etapa de la transición en que se encuentren:

Grupo I - Transición incipiente: son países con alta natalidad y mortalidad, con un crecimiento natural moderado, del orden de 2.5%.

Grupo II - Transición moderada: son países de alta natalidad, pero cuya mortalidad ya puede calificarse de moderada. Por este motivo su crecimiento natural es todavía elevado, cercano al 3%.

Grupo III - En plena transición: son países con natalidad moderada y mortalidad moderada o baja, lo que determina un crecimiento natural moderado cercano al 2%.

Grupo IV - Transición avanzada: estos son países con natalidad y mortalidad moderada o baja, lo que se traduce en un crecimiento natural bajo, del orden del 1%. Los países de este grupo son: Argentina, Chile, Cuba y Uruguay, y en el Caribe, Bahamas, Barbados, Guadalupe, Jamaica, Martinica y Puerto Rico. Entre éstos se pueden distinguir dos subgrupos: los que han tenido fecundidad y mortalidad bajas por un largo período (Argentina, Uruguay y, en menor medida, Cuba) y que, por lo tanto, tienen un crecimiento y una estructura de edades similares a los de países desarrollados, y los que, si bien recientemente han alcanzado tasas muy bajas de fecundidad y mortalidad, tienen aún tasas de crecimiento más elevadas debido a su población relativamente joven cercanas al 1 % o incluso menores.

La duración y ritmo de cada etapa, el momento en que comienza y los factores que provocan las modificaciones de las tasas varían ya que dependen de contextos sociales e históricos diferentes.

Según las etapas de la transición mencionadas por la CELADE, la Provincia de Buenos Aires está atravesando una fase de “transición avanzada” ya que en el año 2001 combina baja mortalidad 8,0 o/oo; baja natalidad 16,9 o/oo y con una fecundidad de 2,29 hijos por mujer lo que estaría indicando que el crecimiento vegetativo de la población sería moderado a bajo.

Estas transformaciones se relacionan con múltiples factores entre los que se pueden mencionar cambios en los comportamientos sociales, pero también modificaciones en las conductas individuales ya que son las personas las que deciden el momento y la cantidad de hijos que

desean tener. En este sentido la mayor participación de la mujer en el mercado laboral, la extensión de los años de estudio y las expectativas de una realización personal son factores que influirían en la determinación de las familias a limitar su descendencia. Sin embargo estos procesos no se dan en forma homogénea en todos los estratos sociales sino que es más pronunciado en los medios y medio altos, como señala Susana Torrado “...la caída de la fecundidad es diferencial según el grado de urbanización, el estrato socio - ocupacional y el nivel de educación, de acuerdo a un patrón que es liderado por los estratos medios y altos...”

El componente migratorio ha influido de manera notable en la estructura poblacional de la Provincia ya que constituyó durante un largo período un foco de atracción para los flujos migratorios, tanto internacionales hasta 1914, como internos a partir de 1960. El efecto inmediato sobre la estructura etaria fue el rejuvenecimiento en particular hasta mediados del siglo XX. A partir de la década del ’70 los aportes migratorios disminuyen y se observa que la población no nativa de la Provincia ha contribuido al proceso de envejecimiento que se evidencia en la actualidad.

Evolución de la estructura por sexo y edad de la población de la Provincia de Buenos Aires

La estructura por sexo y edad de la población constituye una herramienta básica para ahondar en las características demográficas de la Provincia.

La estructura de la población por sexo se ve influida por factores dinámicos tales como los nacimientos, las defunciones, y migraciones; e inversamente la estructura de la población en un momento del tiempo determinado, configura y nos permite prever las posibles tendencias demográficas.

Un ejemplo de esta dialéctica se ve claramente en la distribución y representación de cada sexo en los grupos de edad pues su influencia es decisiva en el mercado matrimonial y la proporción de mujeres en edad fértil, que afecta al nivel de fecundidad aún cuando no haya modificaciones en los comportamientos procreativos.

Un indicador de esta distribución es la Relación de masculinidad, que expresa el número de varones por cada 100 mujeres. Esta relación al nacimiento es relativamente homogénea en los distintos países y regiones, variando en márgenes muy estrechos alrededor de un valor cercano a 105. No obstante este parámetro está fuertemente afectado en la estructura de edades por la influencia de la sobremortalidad masculina.

En la Provincia de Buenos Aires se puede observar a través de los Censos como han influido en este indicador las distintas tendencias migratorias. El cuadro 1 muestra la variación del índice a través de los distintos Censos y la desagregación en argentinos y extranjeros. En el índice total se distingue una tendencia decreciente a lo largo de toda la etapa observada, donde se destaca el efecto de las migraciones en los primeros años y la tendencia al envejecimiento en los últimos períodos.

Cuadro 1. Índice de Masculinidad de la población total, nativos y extranjeros. Provincia de Buenos Aires.Años Censales 1869 a 2001.

Fuente: Censos Nacionales de Población.Elaboración: Dirección Provincial de Estadística.

Como puede verse los diversos flujos migratorios establecidos en la Provincia contribuyeron al elevado valor de este indicador en el siglo XIX y las primeras mediciones del siglo XX. Ya a partir de la década de 1980 el mismo reflejaría las componentes naturales de las variables demográficas: natalidad y mortalidad.

En el gráfico1 se evidencia como la estructura de edades afecta los valores de este indicador: ya que aumenta la proporción de mujeres a medida que avanza la edad. El índice de masculinidad en el grupo de 0 a 4 años del orden de 103 varones por cada 100 mujeres, un valor cercano al correspondiente al nacimiento. En el grupo de 20 a 24 años el número de varones y mujeres se equipara, el valor del indicador alcanza a 100 y a partir ahí decrece en forma continua hasta alcanzar los 30 varones por cada 100 mujeres en el intervalo final.

Gráfico 1. Relación de masculinidad por grupos de edad.

Provincia de Buenos Aires

Año 2001

Fuente: Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001.

Elaboración: Dirección Provincial de Estadística

Otra característica básica de la población para el análisis demográfico la constituye el estudio de la estructura por edades.

Un examen interesante al respecto lo constituye la división de la población en tres grandes grupos de edad: población juvenil (de 0 a 14 años); población en edad potencialmente activa (de 15 a 64 años) y población anciana (de más de 65 años). Allí se puede advertir la influencia de las tendencias demográficas pasadas en particular las referentes a los movimientos migratorios internacionales e internos y la baja de la tasa de natalidad en la conformación actual. El siguiente gráfico muestra la evolución de los grandes grupos de edad para toda la serie censal.

Gráfico 2. Población por grandes grupos de edad.

Provincia de Buenos Aires.

Años censales 1869 a 2001

En Porcentaje.

Fuente: Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001.Elaboración: Dirección Provincial de Estadística.

El peso relativo del grupo de 0 a 14 años, presenta un comportamiento fluctuante, con tendencias a la baja en casi todo el período observado, a excepción de la década 1970-1980, en la que se produjo un leve repunte. No obstante la proporción en estas edades refleja una constante disminución debido a la reducción de la natalidad

El grupo de 15 a 64 años ha presentado en el período un impacto considerable de las migraciones, lo que puede verse en particular en los Censos de 1947 y 1960 por la influencia de las migraciones internas. En general los migrantes suelen llegar en edades jóvenes y activas. A partir de dicha etapa el peso relativo de dicho grupo decrece principalmente a expensas de la población mayor a los 65 años aunque en la última medición registra un leve repunte.

Con respecto a la población de más de 65 años se puede ver que su incremento es constante en todo el período, los descensos en la natalidad y disminución de los flujos migratorios se han traducido en lo que se conoce como envejecimiento poblacional.

Cuadro 2. Población por grandes grupos de edad. Provincia de Buenos Aires.Años censales 1869 a 2001. En porcentaje

Fuente: Censos Nacionales de Población


Del Cuadro 2 es notable observar que mientras que en el período estudiado la participación relativa de la población de 0 a 14 años disminuyó un 37,2 %, la participación de la población de 15-64 años sólo aumentó un 12,6 % en tanto que la de la población de más de 65 años lo hizo en 487,1 %.

La proporción de personas mayores a 65 años que llega al 10,6 % en la última medición censal, sitúa a la Provincia de Buenos Aires entre los distritos más envejecidos del país, ubicándose después de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la Provincia Santa Fe, junto con la Provincia de Córdoba.

Un indicador complementario para analizar la estructura por edades es el cálculo de la edad media de la población o promedio de edades. Como se observa en el Cuadro 3 la tendencia muestra que la edad media de la población de la Provincia de Buenos Aires ha ascendido desde valores cercanos a 22 años en 1869 hasta llegar en la actualidad a casi 33 años. Esta medida contribuiría a mostrar los cambios en la composición de la población a la vez que seria otro indicio del proceso de envejecimiento de la población de la provincia.

Cuadro 3. Edad media de la población total, nativos y extranjeros. Provincia de Buenos Aires.Años Censales 1869 a 2001

Fuente: Censos Nacionales de PoblaciónElaboración: Dirección Provincial de Estadística

También se advierte la influencia de las migraciones, ya que la población migrante contribuyó al aumento de la edad promedio de la población provincial en toda la etapa analizada.

Un análisis más detallado se puede realizar a través del cálculo del peso relativo que tiene cada edad o grupo de edad sobre el total de población, lo que permite representar a la población mediante histogramas denominados “pirámides”, que resumen la frecuencia relativa de cada sexo en las distintas edades (generalmente grupos quinquenales).

Evolución histórica de las pirámides poblaciones de la Provincia.

En términos generales, la Provincia de Buenos Aires presenta a finales de siglo XIX una pirámide con base ancha (alta proporción de nacimientos) característica de sociedades que no ejercen controles en la natalidad, hasta el año 1914. Las migraciones internacionales en este período (1869-1914) constituyeron una política de gobierno cuyo impacto ha jugado un papel importante en la composición de la población por sexo y edad. La población migrante hasta el año 1914 fue mayoritariamente masculina y en edad activa.

Gráfico 3. Estructura de la población por sexo y edad.Provincia de Buenos Aires.

Año 1869.


Gráfico 4. Estructura de la población por sexo y edad.Provincia de Buenos Aires.Año. 1895.


A partir del censo 1947 se registra un descenso de la inmigración de ultramar acompañado de un descenso de la natalidad. La población llegada en años anteriores se desplaza a edades mayores traduciéndose en un ensanchamiento de la pirámide en las edades medias y avanzadas. A partir de este año la distribución entre sexos tiende a equilibrarse.

Gráfico 5. Estructura de la población por sexo y edad.Provincia de Buenos Aires.Año. 1947.


Desde 1960 el comportamiento poblacional denota una tendencia hacia el envejecimiento. La relación de masculinidad adquiere valores más parejos, esto se debería a que las corrientes migratorias de ultramar (predominantemente masculinas) decaen para dar lugar a mayor peso de la migración interna (con predominio de desplazamiento de todo el grupo familiar).

Gráfico 6. Estructura de la población por sexo y edad. Provincia de Buenos Aires.Año1960.


La pirámide de 1970 muestra una proporción menor de migrantes en el total de la población. Las poblaciones se envejecen pero ya no sólo a expensas de la población migrante sino de las tendencias a un patrón de familia mas reducido, lo que se evidencia por el estrechamiento de la base de la pirámide.

Gráfico 7. Estructura de la población por sexo y edad. Provincia de Buenos Aires.Año 1970.


La pirámide de 1980 evidencia una base más ancha, probablemente debido a un aumento de la natalidad en el período anterior.

Gráfico 8. Estructura de la población por sexo y edad.

Provincia de Buenos Aires.Año 1980.


El censo 1991 muestra en la pirámide una tendencia hacia la disminución de la base, probablemente debido a la caída de la tasa de natalidad, teniendo como consecuencia una mayor proporción de población en edades medias y avanzadas. Los efectos de esta inercia poblacional consolidan las tendencias de envejecimiento con precedentes desde la década del ‘60. Podemos afirmar que a partir

del censo 1991 la Provincia de Buenos Aires se caracteriza por tener una población envejecida.



La pirámide construida a partir de los datos del año 2001, muestra que se mantienen las tendencias observadas en los períodos anteriores: una menor proporción de niños de 0 a 4 años y una mayor proporción de mayores de 65 años, lo que se conoce como envejecimiento por la base de la pirámide. También se puede advertir la merma de los aportes migratorios, la población no nativa del país

continúa perdiendo peso relativo, que se va trasladando hacia la cúspide de la pirámide por efecto del aumento de edad y la falta de renovación.




El proceso de envejecimiento de la población en la Provincia de Buenos Aires

Desde el punto de vista demográfico el proceso de

envejecimiento es el resultado del cambio en las tendencias de la

fecundidad, de la mortalidad y eventualmente de las migraciones, así

cómo de sus relaciones mutuas. Se define al “envejecimiento de la

población” como un proceso de cambio de la estructura por edades,

caracterizado por el aumento del peso relativo de las personas de 65

y más años en el total de la población En las últimas décadas

prácticamente todos los países del mundo en mayor o menor medida,

han entrado en un proceso de envejecimiento, pero este varía en el

momento de su inicio y el ritmo de cambio.

El envejecimiento no es un fenómeno homogéneo sino que afecta de modo desigual a ambos sexos, mostrando una mayor proporción de mujeres que de hombres en las edades más avanzadas lo que es producto de las diferencias de mortalidad entre los sexos.

La mayoría de los indicadores utilizados en salud muestran que existe una mayor mortalidad en los varones en todas las edades, incluso en el período fetal, lo que permite afirmar que estaría asociado a cuestiones biológicas También se observa una menor esperanza de vida al nacer y en edades superiores en el sexo masculino. Asimismo no deben ignorarse la influencia de factores socioculturales ya que las diferencias más pronunciadas en la mortalidad por sexo se concentran en causas ligadas a comportamientos culturalmente considerados masculinos (accidentes y otras violencias, cáncer de pulmón, cirrosis hepática, SIDA, etc.), en particular en edades jóvenes y adultas.

Cuando la población envejece se altera no sólo las relaciones entre los grupos de edades sino también la estructura interna de los mismos. En el primer caso se han observado cambios en la relación de dependencia potencial, indicador que expresa el número de personas en edad pasiva por cada 100 personas en edad potencialmente activa. En el Cuadro 3 se advierte que se reduce el número de pasivos potenciales menores de 15 años y aumenta el de mayores de 65 años

Cuadro 4. Índice de dependencia potencial y sus componentes. Provincia de Buenos Aires.Años Censales 1869 a 2001.


Otra consecuencia que el envejecimiento genera es el aumento de la proporción de personas de mayor edad dentro de la población potencialmente activa y el aumento de los mayores de 75 años dentro del conjunto de la tercera edad. En el Cuadro 5 se observa el crecimiento continuo de su participación relativa.

Cuadro 5. Distribución de los adultos mayores por grupos de edad.Provincia de Buenos Aires.Años Censales 1869 a 2001.



En una situación de baja mortalidad en que las muertes ocurren principalmente en edades avanzadas cabe esperar un envejecimiento de la población. Esto se debe principalmente a los avances y mejoras en los tratamientos de las enfermedades tales como las cardiovasculares, tumores y causas externas.

Perspectivas hacia el futuro

Los estudios demográficos constituyen una herramienta indispensable para el diseño de políticas públicas ya que, permitirían prever las demandas y necesidades de la población en temas como empleo, salud, educación, vivienda y provisión de servicios en general

Los parámetros analizados en este trabajo, permiten concluir que la Provincia de Buenos Aires mantiene un moderado patrón de crecimiento y que ha profundizado su tendencia al envejecimiento, como consecuencia de las tendencias a la baja de la natalidad y del aumento de las perspectivas de vida.

Con respecto al aumento de población de edades avanzadas, este fenómeno no debe verse como un proceso irreversible ni definitivo sino que las tendencias demográficas pueden variar por distintos factores.

Por otra parte tampoco debe ser visto con alarma sino como advertencia para prever las demandas y necesidades de un población con una mayor proporción de personas de edades avanzadas.

Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE / CEPAL). “La transición demográfica en América Latina”, extraído de www.eclac.cl/celade

Torrado, Susana. Población y Desarrollo: Enfoques Teóricos, Enfoques Políticos. Serie Materiales Didácticos, documento Nª 2. Noviembre 1997.

Los límites entre los distintos grupos de edad obedecen a cuestiones metodológicas y de comparabilidad.

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