análisis cronológico a la obra de araceli gilbert
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Araceli Gilbert y lo notable de sus obras Ensayo por Dominique Pazmiño Ríos
Introducción:
Araceli Gilbert fue una muy talentosa pintora ecuatoriana que nació en Guayaquil
en 1914 y fallece en Quito para febrero de 1993. Fue la única ecuatoriana que rompe el
esquema de la pintura que represente lo autóctono del país y se desempeñó dentro de los
movimientos de vanguardia como el post – cubismo, expresionismo, arte abstracto, etc.
Desarrollo:
A pesar que la obra de Araceli Gilbert fue de carácter internacional y ha sido de la
artista ecuatorianas de mayor alcance –tomando como pequeños ejemplo es el haber
tenido una exposición individual en la Galería Arnaud de París- muy poca gente
contemporánea conoce su obra. Si los ecuatorianos de los ya lejanos años de las décadas
de los 60s, 70s poco sabían sobre la obra de Gilbert, menos aún tienen conocimientos
los jóvenes de esta época.
Si como ecuatorianos tuviéramos un conocimiento sobre la obra de algunos muy
buenos y reconocidos artistas –como sería el caso de Eduardo Kingman, Camilo Egas,
Luis Enrique Tábara, Theo Constanté, Grace Polit, entre otros- sentiríamos orgullo de
nuestro arte pictórico y sobretodo serviría para reforzar la personalidad global como
ecuatorianos, la cual aún sigue deteriorada y sintiéndose marginada por parte de los
demás países. El desconocer sobre nuestro arte –entiéndase sea cual sea el tipo de arte,
no necesariamente pictórico- nos hace sobrevalorar a las artes y exponentes de las
mismas que son procedentes de otros países. Ha sido un crimen que las escuelas y
colegios en épocas anteriores jamás impartían materias que sirvan para reforzar esta
parte de la educación, al igual que desde siempre también ha sido un crimen la mala
difusión de las exposiciones artísticas, causando esto que los ciudadanos aun sigan
pensando que el conocimiento del arte solo es destinado para un grupo social, no para el
proletariado o la clases no artista que también podría tener sensibilidad al momento de
ver una obra de arte.
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A mi criterio personal –indistintamente de que haya personas que no lo tomen
igual y les parezca un insulto- pienso que otra razón por la cual se desconoce sobre
demás artistas pictóricos ecuatorianos, se debe a la sobrevaloración que se le da a las
obras de Guayasamín. Se entiende que Guayasamín cumplió con su objetivo de dar a
conocer un tipo de arte pictórico que usando el estilo de las vanguardias retrate el
sufrimiento de los indígenas, pero esto no es razón para que como ecuatorianos nos
olvidemos que hubieron más artistas que formaron parte de la labor de colocar a
Ecuador en la vista del mundo como un país que tiene representantes pictóricos que
trabajaron en pro del arte.
Volviendo al tema de Araceli Gilbert, pienso firmemente que es necesario hablar
de su obra, para por medio de esta demostrar el potencial artístico que tienen. Era muy
difícil en los años 40s ser ecuatoriano y llegar a tierras europeas con el objetivo de
presentar una obra artística tomando en cuenta la rivalidad geográfica debida a la
xenofobia que vivían algunos países europeos durante la transición que se sufría por la
Guerra Mundial, y aparte los artistas europeos difícilmente se notaban abiertos a recibir
a otros artistas. A pesar de estos factores que ponían en riesgo que Araceli logre ser
reconocida en el medio artístico de otras tierras, logró tener su lugar en el mismo, y
sobre todo lo hizo sin valerse de la cruel temática de pintar la pobreza, el sufrimiento de
los indígenas ni ningunos de estos temas pictóricos que para los europeos de entonces
estas temáticas eran tomadas como exóticas –como lo hicieron otros artistas pictóricos
tomando nuevamente el ejemplo de Guayasamín o de pintores de otros países como por
ejemplo Diego Rivera. Para mi criterio personal la forma en que Araceli Gilbert retrató
su país fue de la forma más admirable posible, creando su propio estilo vanguardista
con el cual creó de las mejores obras pictóricas dentro de la historia artística del ecuador
y tal vez también de otros países.
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La Estética de las obras de Araceli Gilbert y sus Influencias
Hablaré de las obras de Araceli tratando de darles un orden cronológico según los
movimientos de vanguardia que fue conociendo según iba puliendo su estilo propio y
único. La sensibilidad de Gilbert nace desde su infancia, donde se menciona que luego
de quedar huérfana encuentra en la pintura una liberación, como escribe el cronista
Rodolfo Pérez Pimentel en su diccionario de la historia del Ecuador: “Tradiciones
hogareñas de afecto a las manifestaciones de la cultura y el arte despertaron
tempranamente su sensibilidad estética, que la encausaría hacia la pintura cuando
decidió estudiar, entre tanto había vacilado entre la intención de dedicarse a la
enfermería para proseguir la saga familiar o a la danza clásica para dar salida a la
vocación estética. Optó por la plástica y ya nunca la abandonó” (Peréz). Para empezar
debemos aclarar que cuando hablamos de estética hablamos de la influencia del artista
para generar su estilo, es algo muy claro que todos conocen pero en este caso es
necesario aclararlo ya que Araceli sale de las costumbres pictóricas ecuatorianas que
para entonces –y hasta hoy en día- son arraigadas al indigenismo pictórico –y hasta
fotográfico. Podríamos decir que Araceli, aunque fue tachada de non ecuadorian artist
por pensar diferente, tenía una mentalidad artística muy clara, de que no por ser de acá,
por ser latino, no se puede pensar como los de allá, más bien en sus obras predicaba que
por ser de acá si se puede pensar como las grandes ligas europeas estando a la par del
arte que ellos elaboraban. Se podría usar el término sincretismo para referirnos a su obra
mezcla de ecuatoriana y europea. Hablaba de sus raíces, de su vida, y no solo del lugar
donde nació, sino que buscaba hablar en general del mundo a través de su obra. Lenin
Oña curador de arte y escritor del libro Formas en equilibrio, el cual trata sobre la vida
y obra de Gilbert, menciona: “Sostener una alternativa radicalmente opuesta a las
corrientes hegemónicas en el Ecuador de los años cincuenta –el realismo social y el
indigenismo- como lo hizo, demandó talento, valor y persistencia. El medio, estrecho y
cerrado entonces más que ahora, de entrada fue reacio a aceptar y hasta rebatió la línea
artística que ella representaba. Pero, gracias a la virtuosa calidad de su obra, acabó
valorándola, a la vez que crecía la estima personal aún de quienes no comulgaban con
sus posiciones”, (Kronfle, 2004). Araceli fue visionaria e introdujo a las nuevas
generaciones pictóricas ecuatorianas su legado, además de ser la primera ecuatoriana
que pictóricamente se forma parte del constructivismo en la pintura, “Gilbert es
considerada una de las artistas ecuatorianas más destacadas del siglo XX por haber
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introducido en el país el constructivismo”, (Cervantes, Araceli Gilbert resurge en un
mural) . Esto demuestra que para ella el arte debía manejar un orden para que así este
tenga un mensaje claro, ya que si recordamos el constructivismo al igual que el
purismo1 pictórico, que luego también trabaja en algunas de sus obras, son dos de los
movimientos artístico que manejan la un pensamiento muy claro de que el arte debe
manejar orden estético, cultural y moral, siendo básicamente estas características las que
Gilbert implementaba a sus obras. Si nos referimos a su historia personal no estaría de
más mencionar que Araceli provenía de una familia de médicos, aunque ella no fue
medico se dice que bromeaba sobre haber heredado el pulso de cirujano, lo cual le
servía en su trabajo muy metódico y disciplinado al cual se sometía antes de comenzar
una obra, como menciona Arturo Cervantes redactor de Diario El Comercio en uno de
sus artículos: “La línea constructivista que practicó [Araceli] en su arte la obligaba a ser
precisa en las formas, a operar conceptos de geometría y abstracción con una exactitud
matemática. Manejaba el pincel con el rigor y responsabilidad de quien administra con
sus manos un bisturí. Demoraba varios meses haciendo bosquejos en hojas
cuadriculadas y luego pintando” (Cervantes, Araceli Gilbert resurge en un mural).
Ahora si empezamos desde sus inicios como estudiante de pintura de José María
Roura Oxandaberro, pintor español que viajó hasta Ecuador y tuvo una academia de
pintura a la cual asistió Araceli. Ahí cultiva su visión y sobre todo hacia los
movimientos que manejaría. Luego de sus primeros acercamientos a la pintura de la
mano de Roura, viaja hasta Chile para a los 23 entrar a estudiar en la Escuela de Bellas
Artes de Santiago de Chile, donde los primeros movimientos con los que tiene un
acercamiento son el post impresionista y el fauvismo, per principalmente dirigiéndose
al post impresionismo. Este hecho se debe a que al estar en Chile y ser estudiante y
amiga de pintores como Jorge Caballero y Hernán Gazmurri, más tarde estos serían
quienes encaminen la creación del Grupo Montparnasse2, colectivo artístico del cual
Araceli formaría parte.
Entre los cuadros que podemos tomar para hacer referencia a esta etapa de
Araceli, esta Mujer Sentada (1936), un cuadro que maneja el estilo post impresionista 1 Término que se aplica a los estilos o movimientos estéticos o que pretenden explícitamente o a los que
se atribuye la intención de recuperar una supuesta pureza (estética, cultural, moral, etc.) sin
rebuscamientos ni exceso de ornamentación, centrándose en lo esencial o estructural. 2 El grupo Montparnasse fue un colectivo artístico chileno formado en 1922 por pintores influenciados
por la tendencia postimpresionista europea y, sobre todo, por el fauvismo. El grupo tomó el nombre del
barrio parisino homónimo, el cual es conocido por haber sido centro social de las vanguardias artísticas.
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en el uso de los tonos pasteles, pero si nos fijamos más en la temática de la obra, que
vendría a ser sencillamente una mujer sentada viendo hacia el piso, podemos ver en las
formas que crean el cuerpo de la mujer, una característica de formas cuadradas que
desde ya despunta las formas cubistas, las cuales luego Gilbert estudiaría más a fondo.
Ilustración 1. Mujer Sentada, Gilbert 1936
Para comienzos de la década de los 40s Araceli ya estaba manejando terrenos
expresionista, habiendo ya regresado a Ecuador para ser alumna del pintor judío-alemán
Hans Michaelson, donde Araceli durante estos años vive un periodo más bien
figurativo. Al pasar un periodo de aprendizaje en la Escuela de Bellas Artes de
Guayaquil, en 1943 decide volver a abandonar Ecuador para viajar a New York e
ingresar a la Escuela de Arte Ozenfant, donde el mismo Amédée Ozenfant, padre del
post cubismo y purismo, era el catedrático y es aquí donde gracias a las influencias de
Ozenfant, Gilbert comenzó un trabajo de enfoque de su trabajo pictórico hacia
características post cubistas. Una obra notable de este periodo es Composición con
Máscaras (1946), donde los tonos azulados son muy penetrantes al contrastar con los
terracotas y oscuros, las formas retorcidas por su lado hacen referencia a lo aprendido
en su etapa expresionista pero muy claramente con formas rectas propias del cubismo.
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Ilustración 2. Composición con Máscaras, Gilbert 1946
Según avanzaban los años la obra de Gilbert cada vez se veía más rigurosa y se
notaba la dedicación que la misma ponía adentrándose en cada cuadro para que así la
composición del mismo haga brotar obras perfectas. Para 1950 decide pisar nuevamente
París para ser alumna del pintor Auguste Herbin, quien para entonces era conocido por
predicar el concretismo3 dentro de la pintura y de haber formado el grupo artístico
Abstraction-Création, el mismo del cual Araceli también formaría parte más adelante.
“Para Herbin la abstracción no era una nueva escuela de pintura sino una nueva
concepción que no podía detenerse porque también estaba sujeta a perpetuo cambio
según las leyes de la dialéctica”, (Peréz). De la mano de Herbin, Araceli aprende los
principios que predicaba el concretismo, que eran principalmente manejar los conceptos
geométricos y abstractos, sometiéndolos a un rigor muy matemático, como siempre
Gilbert enfocada a hacer obras que abandonen lo innecesario para así tener un concepto
más puro. La maravillosa obra que podíamos tomar para resumir esta etapa de riguroso
aprendizaje es Formas en Equilibrio (1952), una impactante obra que habla de un claro
estilo post cubista matemático pero sobretodo de un manejo muy interesante de los
colores y las formas, saltando a la vista los amarillos que se conjugan con los extraños
cuadrados y rayas –que levemente también demuestran una influencia pictórica de
Malevich- y como su nombre lo dice es sin duda una obra que habla de formas en total
equilibrio.
3 El concretismo fue una tendencia dentro de la pintura abstracta que se desarrolló durante los años
1930. Se lo entiende como una forma de abstracción que debe liberarse de cualquier asociación
simbólica con la realidad, argumentando que las líneas y los colores son concretos por sí mismos donde
predomina la forma sobre el color.
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Ilustración 3. Formas en Equilibrio, Gilbert 1952
Después de esta obra que habla de un trabajo pictórico ya en su total madurez,
Gilbert es invitada a formar parte de la Anti–Bienal Español Americana, exposición
artística organizada por Picasso. Así, seguido a ese merito, empieza a formar parte de la
Escuela de París. “Es aceptada en los salones de Realités Nouvelles –o también
conocido como el Gran salón de la vanguardia parisina- donde expone sus obras en los
años 1953, 54, 55 y 56, y en el primer año que debuta, una de sus telas es ubicada junto
a un Vasarely”, (Estrada, 1984). Su majestuosidad artística fue tanta que luego de
compartir exposiciones con artistas como Victor Vasarely y de trabajar con Jen
Dewasne y Edgard Pillet, y de esta forma luego de ya tener formado un nombre en
Europa, decide regresar a Ecuador para hacer exposiciones acá en el Museo de Arte
Colonial de Quito al igual que una exposición en 1960 en La casa de la Cultura núcleo
del Guayas.
Durante esa época de bonanza de los 50s hace de sus mejores obras como Lironda
ros (1953), Tout se tient (1953), Mirage (1955), Variaciones en rojo (1955),
Variaciones en rojo No. 2 (1955), Frialdad (1958), Tema sobre blanco (1958), entre
otras notables obras.
Una obra que habla de una nueva etapa de Araceli es Homenaje a Anton Webern
(1961), tal vez una de sus obras favoritas ya que Gilbert admiraba muchísimo la música
de Webern, la misma que escuchaba antes y durante el desarrollo de sus obras. Si
hablamos de la composición visual de la obra podemos decir que la misma trata de ser
un reflejo pictórico de cómo era la música de Webern, tipos de composiciones
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dodecafónicas, atonales, que al finalizar cada composición los finales no eran muy
claros. Así mismo es este cuadro –como todos los cuadros de Araceli en general- lleno
de formas cuadradas pero que son interceptadas por otras formas que no tendrían mucho
que ver con lo cuadrado, los colores amarillo y negro los cuales están todos sobre una
base blanca, y a su vez cada que se mezcla el negro con el amarillo se crea un tercer
color que es en tonalidades verdosas.
Ilustración 4. Homenaje a Anton Webern, Gilbert 1961
Para el año siguiente, continuando con su homenaje a los músicos que eran parte
de su inspiración, hace un homenaje pictórico al jazz con el cuadro Requiem por Sydney
Bechet (1963) el cual es dedicado al músico saxofonista Sidney Bechet, un
estadounidense que a finales de su carrera viajó a Francia y es en esa tierra donde logra
crear una carrera musical más fuerte, la cual le permitió hasta hoy en día ser admirado.
Cuatro años después de la muerte de Bechet, Araceli concluye la obra en su honor, obra
que parecería iba creando en paralelo con Homenaje a Anton Webern. Si el jazz pudiera
ser pintura sin duda sería como la obra de Gilbert, los tonos azulados que denotan
frescura, la misma que se practica en el jazz; las formas alargadas que parecerían
quebrada, que podríamos asociarlo a los compases quebrados o irregulares propios del
jazz; el bloque azul del lado derecho que va unido con una muy leve línea roja,
parecería todo esto separación a las demás rayas, o bien, asociarlo a un degradé de las
formas pero de derecha a izquierda rompiendo con la concepción que se tiene de
izquierda-derecha como inicio-fin.
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Ilustración 5. Requiem por Sydney Bechet, Gilbert 1963
Para la década de los 70s la obra de Araceli toma nuevos rumbos uniéndose a los
estilos futuristas propios de la década. Su obra se vuelve más solidaria con el espectador
haciendo composiciones visuales que no requieran de tanto análisis, o mejor dicho,
formas que no confunden tanto y llevan un ritmo visual más marcado, como por
ejemplo Modular No 3 (1977), que es la obra que nos da la bienvenida a esta nueva
etapa. La obra es naturalmente hermosa, lleva un ritmo visual como un compás perfecto
de 4/4, donde comienza con cuadrados violetas que en su interior llevan rayas
perpendiculares y luego otro cuadrado en tonos morados con rayas entre
perpendiculares que se cruzan, todas en colores verdosos. Y así se va siguiendo este
patrón pero con leves cambios según como se va avanzando. El cuadro tiene su propio
marco pintado, como se puede ver en los bordes que se unen los dos colores dominantes
de la pintura, y a la vez las proporciones son iguales, siguiendo su riguroso arte
matemático.
Ilustración 6. Modular No 3, Gilbert 1977
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Esta introducción a los setentas con nuevo enfoque le permitió ser invitada a la
Bienal de Sao Paulo, una de las bienales más aclamadas de Latinoamérica, a la misma
que acude en su 9na y 11va edición y como toda exposición artística le permitió que su
obra sea cada vez más conocida.
Su amor a la perfección le invita a hacer una oda a las formas con su cuadro
Elogio al círculo (1978), un cuadro con una riquísima composición visual donde es una
mezcla de colores donde el circulo sobresalta entre todo al tener de base un tono naranja
que luego se yuxtapone con un circulo negro con bordes blancos, así mismo un fondo
negro con una círculo rojo creando gran contraste. Las formas rectas de los lados donde
sigue la persistencia a usar tonos amarillos sobre bases color blanco.
Ilustración 7. Elogio al círculo, Gilbert 1978
Seguido a esta obra le continúa otra que cierra su etapa de los 70s, la misma que
también habla de un nuevo cambio en los colores y formas que se volverían de uso
constante para Araceli en la siguiente década. Es Diagonal No 3 (1979) la pintura que
demuestra hasta donde podía llegar este post cubismo estricto en formas que manejaba
Gilbert. Sus formas perpendiculares que llevan una mezcla de morado, negro, rojo,
colores que parecen no llevar un orden aleatorio riguroso, hacen de la pintura un
ejemplo de todo lo que Araceli siempre quería dar, que era sencillamente obras que
impacten por la formas que le armonizan.
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Ilustración 8. Diagonal No 3, Gilbert 1979
En 1981, gracias a la ponderación que tuvieron sus obras en la pasada década, es
invitada para participar en la Bienal de Medellín, la misma que se vuelve en una
afortunada experiencia para exponer sus cuadros, que para entonces ya tenía un nombre
reconocido en Latinoamérica. Durante ese periodo también participa en la Bienal de La
Habana y otras exposiciones que sirvieron para exhibir su trabajo.
Los años ya habían pasado muy rápido y a los 72 años de edad Araceli decide
sacar a la luz lo que tal vez sería su trabajo de despedida. Uno de los cuadros que
resume toda su historia en la pintura y que enmarca sus influencias desde sus inicios
porteños en el país, yendo a épocas chilenas, pasando por su etapa parisina y
estadounidense, y finalmente su estadía de regreso a Ecuador es Manhattan (1985).
Nuevamente la artista demuestra su poder para retratar de forma más abstracta todo lo
que le complacía a la vista, creando su propia Manhattan en un lienzo que se divide
entre los tonos morados y negro, y en el centro es una explosión de colores y formas
rectas donde cada una tiene su propio color y en las formas color blanco existen livianas
líneas en negro, todas estas formas juntas crean una ilusión óptica espectacular que
invita al espectador a un proceso de abstracción para entender cada centímetro de la
obra. Así es la Manhattan constructivista de Gilbert con proporciones perfectas.
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Ilustración 9. Manhattan, Gilbert 1985
La parte conceptual dentro de un arte de Vanguardia
Sin duda la obra y vida de Gilbert se vio expuesta a mucho hechos subyacentes
como el vivir la segunda Guerra Mundial, hecho que parecería formar parte de sus
primeras obras, donde Composición con Mascaras parecería un grito al hombre siendo
destruido por el mismo, los cuerpos en partes que se mezclan entre todos haciendo
alusión al ser humano que se destroza y descompone.
Aunque suene irónico, Gilbert era de pensamiento político de izquierda. A pesar
de haber nacido dentro de una familia de abolengo –y donde gracias a esa ventaja
estudio en el exterior- eso no fue razón para que su objetivo con el arte sea más activo,
llevando un pensamiento de que el arte desde el mismo debe construir la realidad, como
menciona Kronfle al hablar de los pensamientos de la artista: “[…] para otros como
Gilbert que defendían la abstracción, el arte debía crear su propia realidad, afincado en
la autosuficiencia y siendo la experiencia estética su razón de ser y su fin primordial”,
(Kronfle, 2004).
Desde muy joven Gilbert ya manejaba un criterio sobre las izquierdas y la
necesidad de cambio para la sociedad. Entre las memorias de Gilbert de las cuales habla
Pérez Pimentel menciona que haber estudiado en Chile mientras nacen partidos
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antifascismo, los cuales se crean como repuesta a la Guerra Civil que vive España, le
permite a Gilbert afianzar sus ideas hacia tendencias socialista, “Su estancia en Chile
había coincidido con el gobierno del Frente Popular y su pensamiento político se había
estructurado en la lucha antifascista iniciada durante la guerra civil española; además,
las ideas de su padre eran de tendencia socialista y su primo hermano Enrique Gil
Gilbert, con quien se llevaba muy bien, figuraba en la plana mayor del comunismo
porteño; todo ello la llevó a estructurar un pensamiento político de avanzada y sensible
a la dura realidad social del país, quizá por eso mismo simpatizó con el comunismo sin
estar afiliada. Por esa época se sustrajo una silla de ruedas de la clínica Guayaquil de su
padre, para dársela a su amigo el escritor Joaquín Gallegos Lara pero como la silla no
pasó por la estrecha puerta de la habitación del escritor, retornó a la Clínica”, (Peréz).
Es así como podríamos decir que parte de sus ideas conceptuales hacia el mundo tenían
como referente su ideología política, la cual nace con la necesidad de abandonar las
ideas políticas de ambición que son la causa de que hayan existido guerras mundiales y
civiles durante el periodo de 1913 hasta 1945.
El impacto de la obra de Araceli Gilbert dentro de Ecuador y en otros países y su
legado
Luego de la década de los 90s Ecuador sufre una perdida seguida de algunos de
sus mejores exponentes pictóricos, entre estos Araceli Gilbert. No podemos decir que
los ecuatorianos ya presentan una conciencia sobre la importancia que tuvieron algunos
artistas pictóricos pero debemos colaborar hablando de muchos de estos exponentes del
arte ecuatoriano que no tiene repercusión dentro de Ecuador sino hasta después de sus
muertes. En el caso de Araceli –como ya lo he mencionado- hubo más reconocimiento
de su obra en el transcurso de sus últimos años, como sucede en 1989 que recibe el
premio Eugenio Espejo por parte del Gobierno ecuatoriano, que en su etapa de juventud
mientras creaba una firma pictórica y un espacio dentro de la pintura internacional. Han
existido muchas exposiciones post mortem de sus obras en algunos museos de Ecuador,
pero muy débil es aun la memoria de los ecuatorianos para reflexionar y entender el arte
de Araceli. La obra de la artista forma parte de algunos museos de otros países y
sobretodo en colecciones privadas en algunos países de Latinoamérica. Sin duda todo el
trabajo de Gilbert en su época de juventud tuvo un impacto muy claro en Europa, dando
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a notar que Latinoamérica no solo era arte que hablaba de la pobreza del continente
tachando casi en lo folclórico. León Degand, crítico de arte al referirse a Araceli dijo:
"Araceli's art plays a truly audacious role. It is frank, pure, without hesitations, either in
form or in spirit. Is it hard? Yes, in the best sense of that word. It is a willed art and it is
an art of synthesis."4, León Degand (Paris, 1954). (Araceli Gilbert Gallery).
4 Traducción al español: El arte de Araceli juega verdaderamente un role audaz. Es franco, puro, sin
vacilaciones ni en una forma o espíritu, ¿es difícil? Si, en el mejor sentido de la palabra lo es. Es arte de
voluntad y de síntesis.
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Bibliografía
Araceli Gilbert Gallery. (s.f.). Recuperado el 12 de Febrero de 2015, de Archivo Blomberg:
http://www.archivoblomberg.org/aggallery.htm
Cervantes, A. (s.f.). Araceli Gilbert resurge en un mural. El Comercio .
Cervantes, A. (s.f.). Araceli Gilbert resurge en un mural. Recuperado el 10 de febrero de 2015,
de Diario El Comercio: http://edicionimpresa.elcomercio.com/es/262141003ef0e1c0-
d01e-4b33-b23c-b60733104d0b
Estrada, J. (1984). Araceli Gilbert. En J. Estrada, Mujeres de Guayaquil (pág. 173). Guayaquil:
Banco Central del Ecuador.
Kronfle, R. (19 de Octubre de 2004). Araceli Gilbert en el Mercado Sur. Recuperado el 11 de
Febreo de 2015, de Río Revuelto: http://www.riorevuelto.net/2004/10/araceli-gilbert-
en-el-mercado-sur.html#uds-search-results
Peréz, R. (s.f.). Aracely Gilbert de Blomberg. Recuperado el 11 de Febrero de 2015, de
Diccionario Biográfico Ecuador:
http://www.diccionariobiograficoecuador.com/tomos/tomo22/g1.htm