xvii y - revista de la universidad de méxico · 22 universidad de mexico del pichardo, que tiene...
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22 UNIVERSIDAD DE MEXICO
DEL
Pichardo, que tiene un estiloparecido al de Osorio y al deGordillo, ambos discípulos delnotable pintor Alfredo Zalce.Tiene una magnífica técnica,un dibujo espontáneo y sueltoy un colorido rico. En él seanuncia otro buen pintor delas nuevas camadas.• En el Palacio de Bellas Artes y bajo los auspicios de laBiblioteca del Congreso de losEstados Unidos de Norteamérica, se abrió una espléndidaexposición de grabados de artistas de aquel país. Una lección extraordinaria de ofioio.Aparte de ello, hay que declarar que algunos temas estabantratados con singular buengusto.
Wiílielin Mannhardt
factor en e! nacimiento de! folklore a lavida cientí fica como un tipo de conocímiento, categoría cuya consideración seráel objeto principal de esta exposición. Esto no excluye la existencia de una seriede antecedentes, pero carentes de unaefectiva sistematización, entre los que sehan citado a Erasmo (con su "Adagia",Tasé María Sbarbi, Gonzalo de Correas,Pedro Mexías, etc.), y en cuyas expresiones pretende Ismael Moya advertir la existencia de una ciencia folklórica muy anterior a 1846. Por lo que toca a México, debe mencionarse entre esos antecedentes alpropio fray Bernardino de Sahagún, ::11protomédico Francisco Hernández, al duque de Linares en su "Instrucción al Sucesor", a Fernández de Lizardi, Guillermo Prieto, la marquesa Calderón de laBarca, García Cubas, González Obregóny otros; pero todos estos precedentes, consu innegable valor, resultan enmarcarse enuna etapa que yo llamaría "de la no conciencia del Folklore".
Eco de las ideas de William Jo11nThoms fué Gomme con la promoción eimpulso de la "Folklore Society" de Londres en 1878, cuyos estatutos prescribían
• El Instituto MexicanoNorteamericano de RelacionesCulturales expusO, en su sede,reproducciones excelentes depintura de Estados Unidosdesde e! siglo XVII hasta hoy.Figuraban Gilbert Stuart, JohnTrumbull, John James Audubon, George Caleb Bingham,Whistler, Winslow Homer,Thomas Eakins, John SingerSargent, Mary Cassat, AlbertPinkham Ryder, Childe Hassam, M a u rice Prendergast,George W. Bellows, RobertHenri, John Marin, Lyone!Feininger, Grant Wood, Georgia O'Keeffe, etc.• En e! Salón de la PlásticaMexicana se ha exhibido laobra de! joven pintor Angel
Eduard Hoffmantl Kmysen
y lore, saber, con elementos del vocabulario arcaico anglosajón para referirse alacervo de la tradición popular (tradiciones, mitos, leyendas, canciones, etc.) ; enla inteligencia de que folklore resulta significar "saber del pueblo", pero no en elsentido de "lo que se sabe del pueblo",sino de "lo que el pueblo sabe".
La palabra nueva, como aconteció conel neologismo comtiano Sociología, adquirió pronto carta de ciudadanía mundial, descartándose otras sugeridas paradesignar a la tradición popular o al saberdel pueblo, como Demótica, Demosofía,Demología, Demopsicología, etc., etc.
Pero a Thoms no sólo resultó debérsele la invención de un término para designar al dicho acervo de la tradición popular, sino el haber sido además decisivo
Por Fernando ANAYA MONROY
los mejores pintores de hoy, )'excelentes muestras de la ricafantasía que siempre le ha distinguido.• La Galería Proteo presentó una magnífica exposicióncolectiva bajo el signo de "Salón del Arte Libre". Fueronlos expositores: Rafael Barroso, José Bartoli, AnsgariusBorjesson, Geles Cabrera, Enrique Ciiment, Pedro Coronel,José Luis Cuevas, EnriqueEcheverría, Jiménez Botey, Alberto Gironella, Mathias Goeritz, Dorothy Hood, RicharclKent, Eigmund Menkes, Felipe Orlando, Orozco Romero,Lucien Parizeau, Rufino Tamayo, Juliette La Chaume.
tórico que es excelente. Pudimos observar en algunos cuadros una aproximación muyoriginal a las vivencias de México, dentro de! estilo mágicoque siempre la ha caracterizado.
• Otra buena exposición enla misma Sala fué, sin duda, lade Juan Soriano, recién llegado de una la rga estancia en Roma. Con el mismo espíritu juguetón y desaprensivo de siempre se ha atrevido a los másosados experimentos en buscade un nuevo lenguaje. Lo halogrado en gran parte. Lo presentado tenía gran dosis debuena pintura, gran aprovechamiento de las lecciones de
Edward B-l!rtlP/t Tyl{}r
CON el fin de establecer si el fol
klore no es simplemente lo pintoresco o lo exótico y el rango quele resulta dentro de la investiga
ción, se requiere precisar previamente Sll
concepto: ¿qué es el folklore? ¿cuáles son. los fenómenos de que se ocupa? ¿en qué
forma se ocupa de e!los? y ¿ cuáles sonlos resultados de esa actividad?
Para los fines indicados se hace indispensable a la vez referirse a la historia de la determinación de la sistemáticafolklórica, desde el momento en que elfolklore surge con una pretensión científica hasta las fases de su desarroilo ulterior, para después reflexionar acerca desus peculiaridades y del rango que de éstas resulte tener.
Este capítulo lo he tratado con mayoramplitud en el estudio "Autonomía elelFolklore y sus conexiones con la Sociología", presentado en el Congreso N acional de Sociología en 1950, y sólo mencionaré lo que pueda resultar más útil parael objeto de este trabajo.
En 1846 el arqueólogo inglés WilliamJohn Thoms creó con feliz acierto el neologismo, folklore: de foU, gente pueblo,
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"la publicarión de las tradiciones populares baladas legendarias, proverbios !oca·les' etc. A esta institución, según ilustraG¡:ichot y Sierra, se afiliaron tradicionalistas mitólogos, arquéologos, psicólogos,filó¡;gos, etc., publ icándose a pa rti r delpropio 1878 el "Folklore Record", al quesucedieron otras publicaciones cuya bib!iografía se principió a dar a conocer por elmismo George Laurence Gomme, en larevista de 1882 y 1883. Aparecieron después los estudios de Juan Fenton, relacionando el folklore con la educación v lapsicología y en 1889 y 1891 se reunie;·on.respectivamente, en París y en Londres,el Primer Congreso Internacional de Tradiciones Populares y el Segundo Congreso Internacional de Folklore, lo cual "determinó ya la constitución definitiva dela nueva ciencia". A partir de entonces sehan preocupado por el cultivo de esta expresión que adviniese como una lluevaciencia, en 1846, Francia, Italia, Suiza,Alemania y España, cuyo folklore fué organizado por Antonio Machado y AIYarez y en donde se fundan revistas científico-literarias y se formulan cuestionanos.
En cuanto a América, el movimientode inyestigación folklórica se intensi ficódesde 1879 con la publicación del"Anuario de Etnología" y en 1884, en Bastan,con la biblioteca ilustrada de "Cuentosde muchos países y libros sobrt: folklorey tradiciones populares", destacándose enese mismo afán, la Argentina, en Américadel Sur. Por 10 que a México se l'efiere,con los precedentes ya citados y una serie de importantes aportaciones del Tnstituto Nacional de Antropología e Historia, como resultado ele los cursos que impartiera Ralph Steele Bogg:> en 1945 "e1folklore ... pasó del dilctantismo folklórico, del gusto por la nota ele color y ]0
pintoresco. al estudio serio y reflexiyo delos materiales folklóricos, a la recolecci<'mistemática en el campo y a la aplicación
de un método riguroso que ha pue to losprimeros cimientos de la ciencia folk1órica en léxico".
Después de esta reseña y en el or(l fnde exposición propuesto. ha de reflexionarse sobre el concepto de folklore, .11 queconsideramos como una ciencia :lUtónoma,para ver si este rango se justifica, atentaslas características de aquél: la dinámicade su actividad y los resultados de lamisma.
Como actitud previa considero necesario consignar algunas definiciones quese han ciado del folklore.
Desde el surgimiento del neologismofolklore, se le ha definido en muy diversos sentido y forma, según se le considere como una disciplina independiente, subordinada o como especialización de otrasciencias: Giussepe Pitré lo define comola "Etnografía especial" que atiende a "lapoblación inculta, a las cosas humildes, ala vida de las montañas, ele los campos, delos caminos ..." ; para Krappe es el "Estudio de las tradiciones no escritas oelpueblo, tal como aparecen en la imagill3ción popular. en las costumbres y creencias, en la magia y en los ritos"; segúnEnrique B. \Vheatly es "La ciencia no escrita del pueblo"; para Alfred Nutt, elfolklore es "La antropología que estudia
los fenómenos psicológicos del hombre inculto"; para Mendieta y N úñez, la "Cultura empírica de las sociedades humanas"; según Augusto Raúl Cortazar "esla ciencia que recoge y estudia las manifestaciones colectivas, con valor funcionalen la vida del pueblo, que las practica enforma empírica y tradicional". ParaRalph Steele Boggs, el folklore es "unnúcleo completo de cultura tradicional ode modos convencionales del pensamientoy la acción humana creado informalmente dentro de un grupo de personas parasí, pero aceptado de una manera suficientemente extensa para haber obtenido rasgos tradicionales tales como el del ::monimato del autor y pautas histórico-geográficas de variantes de formas básicas". Porfin, en mi concepto "el folklore es la ciencia que tiene por objeto la recolección yestudio de los materiales que forman liltradición popular, señalando el ritmo de
. ."sus supervivencias .
De la consideración sobre los rasgospeculiares del folklore surgirá algún punto de partida para estimar la escasa o lamayor conveniencia de las definicionesanotadas.
¿ De qué se ocupa e! folklore:' Esta esla cuestión inicial y de ella surge espontánea la respuesta: de los fenómenos fo!kloricos. Pero esta respuesta resultaincompleta si no se sabe qué es unfenómeno folklórico. Porque resulta fácilrfft'rirse al "Folklere. de México", al"Folklore de Haití". a las "Cancionesfolklóricas". a las "Danzas folklóricas",etc .. sin tener una idea clara de la C011110tación v de la dennntación del conceptoele 10 f~1J,lórico: en la intelig·encia de quela identificación certera de un ft'nólllenomillo folklórico. resulta a vect's un !Jocodifícil hasta para los mismos especialistas.
En forma un tanto provisional. "stimo(Ille se podría definir al fenómeno folkl()rico como "tnda manifestación culturaldel pueblo. de tipo tradicional v empírico,que denote yariantes pn el tiempo y derroteros de propag-ación". Ahora bí<:>n..' quépresupu<:>stos se reouier<:>n nara 1:1 "xístpncia de este fenómeno folklórico? .' cuált'sson los elementos que 10 constituven? ; quérequisitos se hacen indispensab!es paraqu<:> exista?
Sobre este particular también varíanlos criterios, pero en la copiosa bibliog"pfía existente al respecto. hay una serie d"elementos ya casi aceotados· en lo ~encraJ.
Para Ol1e 11n hecho st'a fol1<1é,rico Sfrequieren las siQ"uientes condiciones: primero. que sea popular; seg·undo. su :monimidad; tercero. (lile sea oral: cuarto, (luese colectivice; quinto. (me acuse 1,\ existencia de pautas históríco-.!!eog-ráfícas. vsexto. que real ice una función dentro delgrupo en que se opera.
Con relación a la primera condición,nehemos preguntarnos ; oué es lo popular? ; lo oue proviene del pueblo? pero:. cuál· pueblo?; porque Dueblo pued~ sertodo cong-!omerado social determinado, ensuma, una nación.
Deben separarse los campos. La nociónde pueblo que inkresa al folklore no esla que interesa, por ejemplo, a la Socio10CTía o a la Pul ítica. Se trata de un puebl~ que con sti tuye un sector determinadode la sociedad poseedor de un saber vul-
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gar, no erudito, científico -que resultaser el de las clases ilustradas- de un sector no superior sino, en suma, el de lasclases bajas, que son las más naturalmente alejadas de la erudición, de lo librescoy de la cátedra; en la inteligencia de queesa diferenciación entre clases bajas yclases superiores le resulta útil al folklore ya que éste se acusa precisamente enel contraste ele ambas, excluyendo todaidea de categorías y de valor. Por ellodice Alfredo Poviña que "En esa vinculación comparativa debe partirse del supuesto de que no se trata de una relaciónvalorativa, sino puramente situacional ..."
Lo popular será entonces lo que provenga del pueblo -entendido conformea la noción apuntada- en fonnas, además, peculiares de expresión; sin perderde vista que ese pueblo es definido fol··klóricamente por el saber vulgar, y no ala inversa (Poviña en su "Teoría elelFolklore").
De lo anterior resulta que no todo lopopular es folklórico. ni todo lo tradicional, ni todo 10 colectivo (canciones "popularizadas", determinadas festividadesreligiosas, conmemoraciones cívicas, ele.Pero además, y ésto es de especial interés,no sólo se registra el folklore en el senomismo de! sector popular sino también,en ocasiones, en el de la sociedad cultacuando en ella se dan mani festacionespopulares, en el sentido expuesto por supervivencia (actos determinados si se caela sal, evitar el paso debajo de una escalera, no abrir un paraguas en un interior, no viajar en martes y otros muchosele esta índole).
Por otra parte. en el folklore se registran fenómenos de flujo y reflujo qUt:hacen que 10 que no es folklórico puedaconvertirse en tal y, a la contraria, comoen el caso -en la primera situación- deun cantar o composición literaria de autor conocido que es apresada por el pueblo hasta convertirla en tradicional y serIe funcional, o cuando -en el segundosupuesto- merced a un proceso de d~pu
ración, una obra folklárica se convierteen otra. francamente erudita o con tendencias a la erudición (las polifonías quese estructuran inspiradas en temas populares, una obra como la de José Guadalupe Posada, etc.). y otras veces, en o?r~s
populares con interpolaciones acad:~11cas acontece que subsiste 10 folkloncoen 'cuanto a 10 que supervive, registrándose entonces una transculturaciÓn.
En cuanto a la anonimidad, el hechofoU:lórico debe tener autoría desconocida, pues de existir un aut~r,. ,se trataríade algo producto de la erudlclOn y de losconocimientos adquiridos mediante un orden establecido y un sistema; además elhecho quedaría mayormente arraigado a10 individual, a la creación personal, queno dan precisamente la tónica de lo. f?!klórico, sin que ello excluya la POSIbilidad de que el pueblo lo sume a su sabervulgar convirtiéndolo en un hecho folklórico.
También se requiere la oralidad del hecho folklórico, pues es tal, todo lo que elpueblo retiene, "todo lo que perdura la~
vaelo en la memoria popular, ... (POVIña) guardado por tradición oral, por lacapacidad conservadora de las ml~c~1e
dUlllbn:s". Ese requisito todavía ongma
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discusiones, pues lo escrito parece nosiempre quitar a un hecho su distintiY:lfo~klórica, como piensa Ismael Moya, yaque el asunto salió de labios del pueblopero se escribió; debiéndose, en ¡ni concepto, investigar hasta qué punto registravariantes ese hecho, al escl-ibirse y 3unsi alguien se 10 ha apropiado dándole <lU-
toría, pues ello debilita su naturaleza popular al individualizarlo, y máxime si sele añaden modalidades de erudición.
Por lo que toca a la colectivizaciónen el fenómeno folklórico, resulta imprescindible y corolario de los :lIlteriorés vaque si el hecho no se co'ectiviza. si :10 sepluraliza. si no adquiere. despersonalizándose, ese sentido de corriente ,c (luese refiere Steele Bog-gs en su definició'1de folklore, no resultará común ni funcional en la vicia del pueblo. ni folk'óricopor tanto. Aun cuando los hechos fr. ll;:l()ricos son fenómenos sociales_ debe (~nteq
derse el concepto colectivización, ,~n ·::uanto se trata, dentro del propio ~rUDO social, de una sociedad determinada :t laoue sólo atar:e este tipo detenninade defenómeno que es el folklórico y 'lUf' 1<1'-aracteriza. De aquí se sigue qllP ll) folklórico no se hace extensivo :¡ tojo lo social.
El hecho folk'órico reouie!'" '~amhi~n ,-,1reg-istro de lo que Stee!e Bog-gs l1a1l1:1pautas histórico-~e0~ráficas,
En efecto. no basta (Ille el hec1-0 salo-:1de 10 inc1ivic1ual v se '-olectivice. ,,;po queviva en el pueblo en forma ;10 teórica sino práctica y acti va, pues ese proceso dedepuración operado en s~cesivas '~r:lnsmi
siones que le ha quitado todo rasgo de individualidad, convierte a ese hecho a lapostre en folklore. De este modo, la tradición no implica la inexistencia de la innovación, "no es invariabilidad fría yyerma, sino como el río call1biant~ Pl'1"(J
igual" y de ,"ahí el intel-és de las \"a!~ian
tes". (Cortazar.)Ahora bien, la huella d<: esas \'3rian
tes se manifiesta por las indicadas pautas histórico-geográficas; (k aquí que elmétodo con esta base resulte ·~1 más adecuado para realizar sus fines al folklore.
El folklore es entonces algo d-inámicoy proteico pero con un sentido, una corriente fresca y vital y no un escueto cadáver tradicional, y, como piensa ,Amadeo Amaral "Para comprenderlo es preciso contar con la noción de vida y de movimiento, porque no se trata de algo cri~
ta'lizado, sino que es una auténtica dimensión de vida en sociedad," ¿ De quéinterés resulta entonces para el investigador registrar las variantes de un motivo, en diferentes latitudes, ya que e)lasle dan a cenocer el ritmo ele la supervivencia.ele aquél? .:..Por fin, el hecho folklóricouebe realizar lina' fu~ción dentro oclel grl1poen ql1~semani fiesta; ésta se traduce..en uu 'fintOlnún y potello ~eresulta este otro ¡-asgo que es el de ser funcional, indeoendientel1lente de que no vi\'a en aquél enforma doctrinaria () sistemática. Por diolas manifestaciones colectivas (ieDen serlo"con valor funcional en la vida del 'pueblo" (Cortazar)y podría añadi rse, ci'tando otra vez a Poviña, que "El hombrefolk es la expresión viviente de la cultura fulk, y tiene una función realmente ex-
cepcional, mucho mayor que la del hombre erudito en la cultura científica, porque el saber vulgar tiene como únicovehículo de enseñanza y trasmisión, elejemplo, la oralidad y el quehacer tradicional ..." a diferencia del otro tipo desaber ordenado y racional. Y todo esto noclentro de la totalidad de una sociedad,sino de una parte determinada de la misma, matizada con características propias.
Me referiré ahora a la forma y losmedios empleados por el folklore' paraocuparse de tales hechos.
N o se trata de ocuparse en forma arbitraria e inconexa, sino conforme a unaplaneación determinada que contenga rei;las que resulten eficaces para el logro,le los fines perseguidos. De aquí que elfolklore posea un método para realizar su;,ctividad, método que además, "es clavede un lenguaje cifrado". (Ferrater Mora)De otro modo, si el folklore careciera oeesta sistematización, de una técnio eficiente para el tratamiento de sus materia12s, resultaría algo desarticulado e inuti-'1izacte desde el principio de su actividarlpara la realización de sus fines. Se que('a ría en suma en una especulación '¡eó-1 ica carente de sentido.
Diversos métodos folklóricos han sidopropuestos: El Antropológico, de FranzBoas; el Funcional, de Malinowsky; dPsicológico que tiene como base la obrade \!Vundt y el Histórico, que ha resultado insuficiente; teniendo ya casi genera, aceptación. por sus eficaces resultades, el método finlandés (de Julius y Kaarle Krohn), o se;.¡ el histórico-geográfico, que consiste en la ordenación g-eográfica y cronológica de las \,a riantes rl'uni('as para su comparación; considerandoen tema primero en su totalidad y Juegon sus parles ;\ fin de estudiarlo en 'iudosus rasgus que habrán de ordenars<: c1espués, con eliminación de elementos extrai~OS. Por otra parte. se requiere hacerl:na división geográfica con el objeto deseguir la ruta de propagacíón de los motivos e identi ficar la forma original. Ens>'g'1.1ida se hará el :\Ilálisis de ';odas ,~sa~;
variantes para 100Tar la forma hásica,considerando la inf1tlf'ncia del olvido o las;'!11n'j"cion<>s v modificaciones ·~n'll desarrollo. a fin de seg-uir 1m criterio '-'11 h,listincinll. hasta ]oorar identificar dicl,;,f,w1l1a básica humana. CllVOS 111o-ares deoriP"f'1l v ,lerPltero de nrooag-ación Cp el,,t O'-1l1inarán desnnés. FI nmnin Krohn;>;:)"rlf'. v f'sto ps de c::mital inté'rps. "11f' 11'")
ohst:>ntf'. no basta al invesf'io';¡rlor la Jn o
toc!oloo-íil. S;110 que hacp h1ta t;¡n,hiénpensar por sí mismo. anlicar un criterio.
Como ,·r¡molemento del método 11ist"I-iCO-l!l'oe-ráfico. aoarece el cartográfico,en el Cl11e Suiza en S11S .Archivns tt-ahai:tcon asic111idad, contándose en México vacon un Mapa preliminar· de las, ree-ioll'f'sfolklóricas, como resl,1tado de! SOI1,in:p-ioimpartido por Steel Boggs en 1945. Yase cuenta también con una metodoloo-íapara el cuento, y aun cuanclo, como 'inedica Boggs, tod;.¡vía son un tanto imprecisas la extensión y clasificación de l;.¡smaterias fo]klóricas, ya existen cuestionarios, índices de motivos e instruccionespara la recolección. Por lo demás, comoel citado Boggs ha manifestado, de losprupios materiales surge la c1asi ficación.
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Pero, podemos añadir, entendiendo bienJo inaplazable de esta clasificación, quees orden y a la postre método.
'Como corolario de esta forma en queel folklore se ocupa de determinados hechos, debe añadirse que ello lo efectúadesde su propio punto de vista. ¿ Cuálesson los resultados de la referida actividad? Pueden resumirse así: La fijaciónde normas, la declaración de una !lerie deprincipios determinados con aspiración devalidez general, productos de un proceso de investigación elaborado conforme aun método peculiar, que conforman unarama particular del humano saber. Además, el folklore posee no sólo un sentido de "cómo son las cosas", sino de "cómo deben ser". Tal representarían susfunciones, ética, educativa, etc., en sumasu posibilidad última y el súmun de sua9piración.
Con lo expuesto podemos ya estar enposibilidad de emitir algún juicio, acercadel Rango del Folklore.
Puede concluirse que al folklore le resulta corresponder un inequívoco rangocientífico que le sustrae de la esfera delo exótico, de lo pintoresco y 10 coloridoen la que con ligereza se le suele ubicar.
N ecesitamos determinar si de acuerdocon lo característico del folklore éste posee una categoría científica en los términos estrictos que a ésta se presuponen yque son: ocuparse de cierto tipo de fenómenos, tener un método para su estudioy derivar de éste determínadas conclusiones, en la inteligencia de que ·~1 proceso de investigación registra estas etapas: recolección y clasificación de materiales, estudio, comparación y análisis delos mismos y conclusiones.
¿ Participa d folklore de estas modalidades? Indudablemente que sí. Si el folIdore tiene un objeto propio y un campode especulación también especial y trataa ese objeto desde un punto ele vista igualmente especial, si para ese tratamientocuenta con un método determinado y estáen posibilidad de obtener principios devigencia general de esa actividad. resuHaser una ciencia y es más, una disciplinaautónoma supuesto que se ocupa sólo dedeterminada clase de fenómenos desde unpunto de vista que lees propio.
En efecto, el folklore tiene un obidooropio, pues sólo se ocupa de ciertos hechos con caracteres específicos que sonlos hechos folklóricos, tratándolos desele1111 punto de vista peculiar. desc1e un ánf'ulo (l11e no es el de la SociolO!.ría ni [aml'OCO ~l de la Etnoe-rafla. Dlles la '"rimer~,;e O"uoa de 10 social "institucionali7.a<1(1";\ difprencia del folklore que atielldea Josocial "no oficial". v la sf'P"unrla. de Ja c:,1j'nra nrimitiva de los.pueblos. en t:lllt0rl11l'el folklore deriva:' hacia· el estudio.·q~ '1111sector deterj,linadode la'sociedad con allac'1ltura también deterl11inadaqut:'~s latradicional. .
Finalmente. 'f'l folklore romo riencia:lutónoma. se relaciona tamhién '~n. forrllainequívoca con otras como la Historia, laEtnografía y la Sociolog-ía, pero no invade su rango ni en el objeto. ni en el método. ni en la conclusión, como t;¡mpOCOaspira a una dimensión enciclopédica queno puede tener, atento a la circunscripción inherente a su actividad.
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