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er» EDITORIAL PRENSA ASTURIANA OVIEDO, SABADO, 2 D E S E P T I E M B R E D E 1995
Director: Melchor Fernández Díaz DIARIO INDEPENDIENTE DE ASTURIAS Precio: 110 pesetas
Luto por la tragedik del pozo San Nicolás
NACHO OREJAS
Miles de personas despidieron en Mieres, Aller y Gijón a los mineros fallecidos Miles de personas despidieron ayer en calles abarrotadas de gente en medio de Mieres los féretros de cuatro de los falleci-Mieres, Aller y Gijón a los mineros falleci- impresionantes silencios. En la imagen, dos, llevados a hombros por compañeros y dos. Las comitivas fúnebres recorrieron una multitud acompaña por las calles de familiares.
Una gran quiebra sepulta la zona donde pueden estar las claves del accidente La explosión pudo originarse en una zona donde no se hallaba ningún minero, y la empresa dice que «hablar ahora de fallo humano no tiene fundamento»
Oviedo La tremenda explosión que la
madrugada del jueves mató a 14 mineros en el pozo San Nicolás se originó probablemente en un lugar que aún no ha podido ser inspeccionado por estar sepulta
do por una gran quiebra de la galería. En esta zona, a la que se encontraban más próximos los trabajadores de Hunosa que los checos, se cree que pueden estar las claves del trágico siniestro. La explosión arrasó la galería,
movió pesadas máquinas y arrancó cuadros, lo que hará que la investigación sea lenta. La dirección de Hunosa asegura que «hablar ahora de un fallo humano no tiene fundamento».
Donde ocurrió el siniestro
)»
había grisuómetros, que advierten de una concentración de gas superior al 1,5%. En ese momento la corriente se corta automáticamente, aunque el grisú no explota con menos del 5%.
Páginas 20 a 27
Castilla y León y Cantabria deciden no recurrir la ley del parqué de los Picos de Europa
Oviedo Las comunidades autóno
mas de Castilla y León y Cantabria, gobernadas por el PP. han decidido finalmente no presentar recurso de inconsti-tucionalidad contra la ley que declara parque nacional los Picos de Europa. El único recurso presentado es, así pues, el del Gobierno regional asturiano. "PSOE e IU, mayo-ritarios en el Parlamento regional, tienen intención de presentar una moción para instar al Gobierno a retirarlo.
Página 28
SUMARIO Deportes 43
El Oviedo ficha al centrocampista Scepanovic la víspera de iniciarse la Liga
Internacional 36 El Gobierno confirma que los observadores españoles en Bosnia están vivos
• H INDICE _ OPINIÓN 2 ASTURIAS 21 OVIEDO 3 FIRMA5 29 CULTURA 10 ESPAÑA 39 SOCIEDAD 12 INTERNACIONAL 45 GUÓN 14 ECONOMIA 48 AVILES 16 SUCESOS 54 NALÓN 18 DEPORTES 55 CAUDAL 20 ESPECTACULOS 74
El Príncipe asistirá hoy al funeral que se oficiará en la Catedral de Oviedo TVE transmitirá a toda España el oficio religioso a partir de las 12,30
Oviedo El Príncipe de Asturias,
don Felipe de Borbón, asistirá hoy, sábado, al solemne funeral que por las catorce víctimas del accidente minero se oficiará en la Catedral de Oviedo a partir de las 12,30
horas. El oficio religioso será presidido por el arzobispo de Oviedo, Gabino Díaz Mer-chán.
La primera cadena de Televisión Española transmitirá en directo para toda España la ceremonia religiosa.
Hoy, con LA NUEVA ESPAÑA, sexto vídeo, dedicado a la «Flora de Asturias» El documental se vende a 550 pesetas, más el precio habitual del periódico
Oviedo público. El documental ha sido LA NUEVA ESPANA pone realizado por la Productora del
hoy a la venta el sexto documen- Principado y se vende al precio tal de la colección «Asturias de 550 pesetas, aparte delas 110 viva». El vídeo, que lleva por pesetas del ejemplar del periódi-título «Flora de Asturias», es el co. La descripción de la «flora último de una colección puesta a asturiana» pone fin a una elabo-la venta durante los últimos seis rada y rigurosa síntesis de nues-sábados y que ha tenido una tra naturaleza ofrecida con imá-excepcional acogida entre el genes de gran espectacularidad.
Asturias MMM$mmAmmmmm®mmmmí^MMm^Mmm^$mM0M&
Sábado, 2 de septiembre de 1995,
La otra onda PEDRO DE SILVA
Con mi dolor, a toda la familia minera D e s p u é s de la onda expansiva mor
tal de la explosión de grisú, va llegando otra, la de las opiniones,
Estas van desde la lógica exigencia de investigación, hasta la petición de cierre de los pozos. Cuanto más alejado del epicentro de la minería está el que opina, más radical y errático suele ser su criterio. Algunos aspavientos contrastan con las opiniones de los mineros, o las gentes
de sus comarcas, que en general son serenas y llenas de sentido común. Són muchas generaciones conviviendo con la sombra ominosa de la muerte, invisible como el grisú pero presente en todas partes, y llevar con alegría un trabajo así le hace a uno sabio. También su histórica rebeldía les ha hecho enemigos, que a veces se disfrazan de redentores, o llegan a creer que lo son, y ni siquiera tienen el decoro de guardar duelo.
LA MAYOR TRAGEDIA DE LA MINERIA ASTURIANA EN CINCUENTA AÑOS
Asturias entera de luto. Miles de personas despidieron en Mieres, Aller y Gijón a los mineros fallecidos en la tragedia de «Nicolasa». Fue una jornada de dolor y silencio impresionantes. Los féretros de cuatro de los fallecidos coincidieron por
las calles de Mieres, a hombros de sus compañeros, camino del cementerio. Poco se ha avanzado sobre las causas de una catástrofe de esta magnitud. La investigación será larga y, probablemente, sus claves se hallan en una zona que
ahora está tapada por una gran quiebra. Hoy se celebrará en la Catedral un funeral por todas las víctimas, que oficiará el arzobispo de Oviedo. Asistirá el Príncipe de Asturias y será retransmitido en directo por TVE.
Una gran quiebra tapa la zona dónde pueden estar las claves del accidente
La tremenda explosión, que se originó en una zona donde no se hallaba ningún minero, arrasó la galería, movió pesadas máquinas y arrancó cuadros, según las primeras investigaciones
Ablaña (Mieres), L. GANCEDO
La investigación de la causas del accidente del «San Nicolás» no será cuestión de días. Lo afirmó ayer el director de explotación de Hunosa, Ramón Madera, y también añadió que, en este momento, a apenas 24 horas de que el grisú sembrara de muerte el pozo 84 de la capa 8 de «Nicolasa», no hay datos suficientes tan siquiera para aventurar una hipótesis sobre las muchas incógnitas de esta impresionante tragedia: si funcionaron o no los controles de gas, si hubo algún otro fallo en los sistemas antigrisú o por qué y en qué lugar exacto se produjo una concentración tan extrema del fatal metano, o dónde y por qué<S€ produjo el «punto de calor» para la inflamación.
Ramón Madera fue, incluso-, escrupulosamente prudente sobre el lugar de nivel O (galería en carbón que coincide con la quinta planta) donde se produjo el foco de la explosión. «Ya estudiamos todos los indicios y la conclusión sobre ese punto será irrefutable», opinó. que se hundiera de forma contro- puede confirmar esa primera teo- investigación apuntan, en la
En ambientes mineros, antea- lada). Los datos que conoció ría. Se deduce, según las fuentes misma línea, que la onda expan-yer mismo, pocas horas después ayer este diario sobre las prime- técnicas que consultó ese peñó- siva no les alcanzó con la misma del suceso, se apuntaban dos ras investigaciones (las han ini- dico, del análisis sobre los «efec- fuerza en el lado de los.mineros
Los féretros de los mineros de Mieres fallecidos en el accidente, entrando en el cementerio de Mieres.
hipótesis: que la concentración ciado ya Hunosa, los sindicatos de grisú se hubiera producido en la zona más próxima al corte donde estaban los trabajadores checos o donde • los mineros de Hunósa realizaban prepara-
• I En la zona de los «soutirages», la explosión provocó úna quiebra ciega que impide acceder a un tramo de la galería
y la Dirección Regional
~de Industria, • antes Dirección Regional -de Minas) (parecen confirmar que el
í-foco de la 'deflagración r'éstuvo en la :'‘zona más
tos de presión y calor». de la subcontrata. El pesado Así, la fuerza de la onda minador que manejaban dos de
expansiva tuvo un mayor impac- ellos no se movió. Un tercero to en la zona de los «sutirages». había retrocedido unos metros. Deformó los cuadros, maquina- Supuestamente, lo que niás les ria, vagones... En ese mismo afectó fue el monóxido de carbo-lado del nivel O se supone que, no que invadió los dos extremos después de que la terrible explo- de la labora y también el «cruce-Sión alcanzara a los trabajadores ro» (punto intermedio donde’ la ‘ que estaban más cerca (siete de galería ehf.carbónse encuentra . los fallecidos), se produjo una con otra en roca). En ese lugar se importante quiebra que .por el encontró’a .otras cuatro víctimas: momento no ha permitido ins- tres mineros asturianos y al cuar-
ciones (aprovisionamiento de próxima al equipb d~ Hunosa, en peccionar una parte de la galería to checo. El hecho de que la ven-materiales) para que los siguien- una zona donde-probablemente afectada. Allí, según varias opi- tilación llegara precisamente por tes relevos comenzaran a «suti- no había ningún minero. niones, pueden estar algunas res- ese «crucero» no cambi6 el fatal rar» (dar los tiros de explosivo El primer análisis de los efec- puestas sobre lo ocurrido. desenlacen-en el carbón del subnivel para tos materiales de la explosión Los primeros pasos de la Pasa a la página siguiente
«Hablar de un tallo humano no tiene fundamento», dice Ramón Madéra
Oviedo El director de explotación de
Hunosa, Ramón Madera, fue ayer tajante al hablar de cualquier hipótesis de las que ya circulan sobre las "causas del accidente de «Nicolasa». Incluso, en conversación con este diario, replicó en cierta medida lo apuntado anteayer por Silverio Castro, decano del Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Noroeste, sobre la posibilidad de que un fallo humano explique lo ocurrido.
«En este momento no hay ningún dato que fundamente esa u otras creencias», aseguró el directivo de la compañía estatal minera. El mismo, en la rueda de prensa que celebró nueve horas después del accidente, también cuestionó la opción de fallos en los mecanismos de control del gas.
Responsabilidades
En la jornada de ayer, los geólogos de la empresa y otros especialistas continuaron las investigaciones que ya comenzaron a mediódía del jueves. Hasta la capa 8 del «San Nicolás» también descendieron, en la tarde del día del suceso, expertos de los sindicatos mineros.
Las direcciones sindicales del pozo repitieron su exigencia de una investigación a fondo y su promesa de que exigirán ante la justicia la depuración de todas las responsabilidades civiles o penales a que hubiera lugar una vez concluidos los informes.
22 LA NUEVA ESPAÑA ASTÜRIAS Sábado, 2 de septiembre de 1995
LA MAYOR TRAGEDIA DE LA MINERÍA ASTURIANA EN CINCUENTA AÑOS
A la izquierda, los féretros de Anatolio Lorenzo y Francisco Javier González Merino, en el convento de los Padres Pasionistas. En el centro deesa fotografía, el joven Alejandro Lorenzo, hijo del vigilante fallecido. Al lado de estas líneas, la madre de Juan Manuel Alvarez Fernández.
NACHO OREJAS / LUISMA MURIAS
Silencio en la cuenca del adiós Todo Mieres se echó a la calle, en una impresionante manifestación de dolor, y las familias de
cinco de las víctimas soportaron la despedida de los suyos con entereza sobrecogedora
Mieres, J. A. ARDURA L. GANCEDO / E. LAGAR
Silencio. Toda la cuenca. callada, despidió a los mineros que dejarón en la madrugada del pasado jueves su vida en la planta quinta de «Nicolasa». Los funerales fueron ayer, pero el luto comenzó mucho antes.
«Nun toi pa subir arriba, nun 'quiero ver nada pa no llorar». Pero Tino, un jubilado de Ablaña, no pudo evitar la fuga de dos lágrimas por su rostro arrugado. Eran las dos de la tarde del jueves. La escena resume el sentimiento de dolor e impotencia en el valle del carbón, que ayer se convirtió en la cuenca del adiós, anegada de silencio, para los últimas* mineros muertos en «Nicolasa».
Una impresionante manifestación por el centro de Mieres puso epilogo a los funerales por cinco de las víctimas. Los féretros de Francisco Javier González Merino, Eugenio Martín Curieses, Juan Manuel Alvarez Fernández, Elías Otero Fernández y Anatolio Lorenzo Pedrosa confluyeron entre las calles Manuel Llaneza y Teodoro Cuesta, en pleno centro de Mieres. Un~rosario casi interminable de 163 coronas, sujetadas por familiares y destacados representantes sindicales, anunciaba la llegada del cortejo fúnebre. Miles de personas salieron a la calle. Sin pancartas, sin gritos, sin bárrrnoss Sólo sentimiento y silencio, con más gente que cualquier día de San Juan, en una muestra de respeto espontáneo, que nace de dentro, Y ni un llanto. Las familias de los muertos aguantaron con la entereza de quien asume.su destino.
Pasa a la página siguiente La hermana de Manuel Angel Fernández, tras acabar el funeral de Ablaña.
Varios compañeros portan los féretros de Eugenio Martín y Elías Otero, en Santa Marina. Al lado, una hermana de Manuel Angel Fernández reza ante sus restos.
zvw~^ji] La ceremonia de Ablaña fue sencilla, para facilitar el traslado a Pola de Aliando
Ablaña, J. A. A. El funeral de cuerpo presente
por Manuel Angel Fernández Bueno, el más joven de todos los mineros fallecidos en «Nicolasa», fue sencillo y breve, para facilitar a su familia el traslado de los restos hasta Pola de Allande.
El alcalde de Mieres, Misael Fernández Porrón, dio el pésame a la madre y hermanos del minero. El párroco, don Antonio, rei
vindicó en su breve homilía la profesión minera, «criticada en otras partes de España».
«Es una vida dura», dijo el párroco, quien leyó el mensaje enviado por el arzobispo Gabino Díaz Merchán con motivo de la tragedia de «Nicolasa». Cándido Méndez, secretario general de UGT, José Angel Fernández Villa y Celestino Suárez tambien "acudieron hasta Ablaña.
A. M.
Sábado, 2 de septiembre de 1995 ASTURIAS LA NUEVA ESPAÑA 2 3
• ^ \ LA MAYOR TRAGEDIA DE LA MINERIA ASTURIANA EN CINCUENTA AÑOS
«Estos no son momentos para hablar, sino para sentir»
Viene de la página anterior
Atrás quedaban los funerales, que tuvieron lugar en el convento de los Padres Pasio-nistas y en las iglesias de Santa Marina y San Juan. «No son momentos para hablar, sino para sentir». Con estas palabras comenzó el sermón del funeral conjunto por Francisco Javier González y Anatolio Lorenzo. En los primeros bancos del convento, sus familias. En una esquina, las autoridades: el presidente de la Junta General, Ovidio Sánchez; su antecesor, Eugenio Carbajal, y el senador Isidro Fernández Rozada. El ex ministro de Trabajo Luis Martínez Noval acudió a la manifestación posterior, además de Cándido Méndez, Luzdivina Arias y José Angel Fernández Villa. La viuda de Lorenzo no acudió al funeral, pero sí su hijo, Alejandro, sargento alumno del Ejército de Tierra.
El funeral por Eugenio Martín Curieses y Elías Otero también se celebró conjuntamente, pese a no estar previsto. La viuda de Elías, abatida, fue de las primeras en llegar. El sacerdote reflexionó sobre los problemas de la cuenca. Francisco Fernández Marugán, miembro de la ejecutiva del PSOE, asistió a esta ceremonia. Nicanor López Brugos, responsable diocesano de Iglesia y Sociedad, invocó en el funeral por Juan Manuel Alva-rez la solidaridad «una virtud, patrimonio de estas cuencas desde hace mucho tiempo».
«~Y ahora qué pasa?», preguntó un minero. «Lo que pasa siempre, nada. Hasta que haya otra tragedia», respondió otro compañero, resignado.
LUISMA MURÍAS
Trabajadores checos firman en el libro de pésames. Sobre estas líneas la embajadora checa, Pavia Reznickova.
«Sbohem, Ramaradi» Cientos de personas acudieron a un funeral por los cuatro
mineros checos, cuyos cuerpos serán repatriados hoy
Mieres del Camino, L. GANCEDO
La iglesia fue una improvisada explanada junto al Hospital comarcal Alvarez Buylla. Una misa bajo el sol fue el último adiós de Mieres, de los mineros asturianos y de la empresa Satra a Milan Rocek, Vlastimil Havlik, Miroslava Divoky y Michal Kle-not. Y entre los cientos de personas que acudieron junto a la sala de duelos del hospital, decenas de otros trabajadores checos también les despidieron con su «Sbohem, kamaradi» («Adiós, compañeros»).
Allí estuvieron, también, el alcalde de Mieres, Misael Fernández Porrón, y el presidente de la Junta General del Principado, Ovidio Sánchez. Hasta el centro
hospitalario se desplazaron durante la mañana líderes sindicales como Marcelino Camacho, de CC OO, y, Cándido Méndez, de UGT. Asimismo, lo hizo en otro momento el presidente de Hunosa, Eduardo Abellán, y otros altos directivos.
Los trabajadores fallecidos dejan entre dos y tres hijos
¡ en su país Milan, Vlastimil, Miroslav y
Michal dejarán hoy la tierra a la que vinieron a trabajar como
especialistas en trabajos mineros (en apertura de túneles en general) y donde el grisú quiso que dejaran la vida.
La embajadora de la República Checa en España, Pavla Reznickova, confirmó ayer en Mieres que los trámites administrativos para la repatriación de los cuerpos están terminados.
Un representante de Hunosa viajará con ellos hasta el país del Este. De los cuatro mineros, la mayoría eran naturales de Mora-via. Todos ellos tenían entre dos y tres hijos. Tres de ellos estaban casados y uno divorciado. Representantes de la Administración checa comunicaron anteayer mismo la noticia a las familias. En uno de los casos, el trágico anuncio llegó a una pequeña y
alejada aldea donde vive una de las familias.
La embajadora llegó a Mieres impresionada por las muestras de dolor y solidaridad por las cuatro muertes checas. También, trajo un mensaje personal de su presidente para la región: la~ condolencias del pueblo de la República Checa por las diez muertes
„, asturianas. La noticia de lo ocurrido en el
«San Nicolás» provocó una consternación similar a la que vive estos, días el Principado en la antigua Checoslovaquia. La televisión nacional difundió en el mismo del suceso las primeras imágenes cedidas por TVE. Ayer, los principales diarios del país titulaban a toda página con la muerte de los cuatro trabajadores de Satra y sus diez compañeros de Hunosa. Así lo hacían, por ejemplo, el diario «Hoy» (en la traducción castellana), el de mayor tirada, o el «Diario Popular».
Un portavoz de la embajada checa en España subrayó, además, que, pese a la gran tradición minera del país, no son en absoluto frecuentes accidentes tan graves como el de «Nicolasa» y con tal número de víctimas. El mismo portavoz subrayó que los trabajadores checos son experimentados y, sobre todo, grandes especialistas en el manejo de maquinaria puntera. «Trabajan no sólo en minas sino, por ejempio, en la construcción de trenes metropolitanos», explicó la consejera de la Embajada, Irene Mosova. Miroslav, de 33 años, Vlastimil, de 43 años, Miroslav, de 31 años, y Michal, de 29 años, trabajaban en el «San Nicolás» con una máquina «minador».
La representación diplomática intentaba resolver ayer mismo los últimos trámites para que los cuerpos dejen Asturias. En concreto, los permisos de la aduana española. Los restos de los cuatro mineros, embalsamados, serán trasladados en féretros especiales, según exige la legislación.
Muy probablemente, hoy saldrán en el primer avión posible hacia su tierra.
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LLAME AL
2 4 LA NUEVA ESPAÑA ASTURIAS musmimsti
Sábado, 2 de septiembre de 1995
^ ^ \ LA MAYOR TRAGEDIA DE LA MINERIA ASTURIANA EN CINCUENTA AÑOS
ftáiTÜ Gijón despidió ayer con impresionantes manifestaciones de duelo a sus dos vecinos fallecidos en el accidente minero de Mieres. Miles de personas asistieron a los funerales de Luis Antonio Espeso en la Calzada y Eduardo Alves en La Camocha. El municipio vive hoy su tercera jornada de luto.
El luto minero atravesó Gijón desde La Calzada hasta La Camocha Miles de personas asistieron a los funerales de Eduardo Alves y Antonio Espeso
Gijón, Ana RUBIERA / Manuel CASTRO / . Jorge G. TREVIN
Una gran manifestación de duelo recorrió ayer Gijón de La Calzada a La Camocha en la despedida de dos de los mineros fallecidos en el accidente de Mieres: Luis Antonio Espeso Mencía y Eduardo Augusto Alves. Compañeros de los fallecidos llevaron los ataúdes a hombros desde sus domicilios hasta las iglesias de Fátima en La Calzada y San Emiliano en Vega La Camocha.
La primera ceremonia religiosa se celebró en La Calzada, donde el maquinista de tracción Luis Antonio Espeso Mencía residía desde niño. El féretro salió a hombros de mineros desde casa de su madre hasta la iglesia. El párroco, como hizo el de La Camocha, recordó el sacrificio de los mineros y no se olvidó de las trece víctimas restantes. El sacerdote José María Bar
dales recordó que «La Calzada tiene fuertes lazos con la cuenca por el origen de sus habitantes y antes de saber que había uno de los nuestros entre los fallecidos aquí ya se respiraba tristeza y angustia», dijo. Bardales llamó a la «sensatez» de los directivos de las empresas para no escatimar medios en la seguridad de los trabajadores.
Casado desde hacía 17 años, Luis Antonio Espeso, de 35, era padre de dos hijas y un hijo: Tamara, de 15 años, Sheila de 12 y Luis Antonio, de 2, que aún no sabe que ha perdido a su padre.
La vida hizo que Luis Antonio, nacido en Mieres, fuera allí a morir en una mina, comentaban sus vecinos. En La Algodonera, donde se crió de chiquillo junto a sus seis hermanos, recordaban con tristeza al trabajador, conocido como «Zape», por su carácter extrovertido e inquieto. Un numeroso grupo de alumnos de colegio Lope de Vega acom
pañó a las hijas del maquinista. También el poblado minero
gijonés se volcó para despedir a Eduardo Augusto Alves, un conocido y querido vecino,
MARCOS LEON
padre de dos hijos adolescentes. La suegra de Alves regenta el bar La Churrería en La Camocha y su esposa trabajó durante años en Los Gemelos. Ambas cir-
ISAAC RUBIO
Arriba, asistentes al funeral de Eduardo Augusto Alves en La Camocha. A la izquierda, en primer término, familiares de Luis Antonio Espeso Mencía, durante la ceremonia en La Calzada.
cunstancias convertían al minero fallecido en un hombre especialmente unido al pueblo.
Eduardo, portugués de 35 años, llegó a Gijón hace más de quince. Hombre sacrificado y gran pescador, trabajó como recoge pelotas en el Club de Golf y obrero de la construcción antes de la mina. Cuando empezó en la mina, su situación económica, le obligaba a bajar andando a Gijón. En 1989 sufrió otro accidente en la mina del que salió con vida. Esta vez no.
Multitudinario adiós de los altéranos a dos de los tallecidos Moreda y Boo despidieron ayer a Jesús Trapiella García y José Ignacio del Campo
Moreda (Aller), Leoncio CAMPORRO
Jesús Trapiella García y José Ignacio del Campo, los dos alle-ranos fallecidos en el trágico accidente del pozo «Nicolasa» recibieron ayer sendas despedidas multitudinarias en los funerales celebrados en sus localidades natales del concejo de Aller, Moreda y Boo, respectivamente.
Los restos mortales de Jesús Trapiella García llegaron a hombros a la parroquia de San Martín de Moreda, precedidos por medio centenar de coronas y ramos de flores.
El féretro, portado por compañeros de la víctima, iba seguido por sus familiares más directos, entre ellos padre y hermanos, y directivos de la empresa Hunosa, el alcalde de Aller en funciones, José Ignacio Lozano.
Más de medio millar de personas completaban el cortejo. Concluida la ceremonia religiosa, el cortejo fúnebre tomó rumbo a Oviedo para proceder a
Tarde de luto en Boo
La carroza fúnebre que portaba los restos mortales de José Ignacio del Campo llegó a la iglesia de San Juan Bautista en Boo a las cinco, donde un enorme gentío recibió entre lágrimas y ramos de flores al fallecido en «Nicolasa». La iglesia resultó insuficiente para dar cabida a los centenares de personas que se congregaron y muchos siguieron desde el exterior del templo la ceremonia, Los restos de José Ignacio del Campo fueron llevados a hombros por sus compañeros hasta el cementerio parroquial, situado en Bustiello.
Sobre estas líneas, aspecto del cortejo fúnebre que acompañó en Moreda a Jesús Trapiella García. A la izquierda, la madre, la viuda y otros familiares de José Ignacio del Campo, durante el funeral de ayer, en Boo.
F. J. C
Sábado, 2 de septiembre de 1995 ASTURIAS LA NUEVA ESPAÑA 2 5
LA MAYOR TRAGEDIA DE LA MINERIA ASTURIANA EN CINCUENTA AÑOS
Silencio,sencillez, perfección, dignidad Los féretros de cuatro mineros desfilaron
juntos y a hombros por las calles de Mieres
Mieres, Javier NEIRA unen con una perfección de desfi-No se puede hacer con más le militar, pero sin una orden.
sencillez, no se puede hacer con Igualmente sucede con los rele-más dignidad. Dos notas que vos de los mineros que llevan a ayer, en Mieres, se demostraban hombros -más de un kilómetro-sin posible refutación con el los ataúdes: se hacen los cambios silencio absoluto que definió en un instante y con una facilidad durante todo el día a la Villa del extrema. Y ahí surge la segunda Camino. Fuese en las calles, a las nota, la segunda reflexión, que puertas de las iglesias -era el destaca en la jornada si se quiera caso de San Juan: mientras se hacer un análisis solapado con el celebraba el funeral por Juan sentimiento y la descripción: está Manuel Alvarez Fernández no se claro que son ya muchas genera-oía ni una mosca ante el templo y ciones de enterrar con un estilo eso que allí esperaban no menos propio a cientos, a miles de mine-de mil personas- o al paso de los ros. Maridos, padres, hermanos, cortejos fúnebres. Por ejemplo, compañeros, amigos. Hay en en la calle Teodoro Cuesta: desfi- cada gesto una práctica, una per-laban decenas, cientos de perso- fección, incluso se diría que una nas con coronas y ramos de flo- naturalidad extrema que, sin res; y los cuatro ataúdes, a hom- duda, no es tal, sino una cultura bros. Pues bien, si se cerraban los ojos se diría que estaba uno en la más absoluta soledad: silencio, silencio y sólo s i l e n c o . .
«Son ya muchas generaciones de enterrar con un estilo propio a miles de mineros»
de la muerte decantada por tantas desgracias encadenadas en el tiempo, encarnadas casi en cada una de las familias de las cuencas mine-
Quizá sea la única marcha fúne- ras asturianas. Quizás un senti-bre cabal. miento de fatalidad. Incluso,
A las seis y diez, el momento dicen algunos, una tensión, una más impresionante de una joma- pulsión para abrazar finalmente da que estaba sobrada de emocio- la tierra, la madre tierra, con la nes. Por la calle Martínez de que tanto se ha disputado en sus Vega, de Sur a Norte, avanzaba mismas entrañas, en lo más pro-un cortejo fúnebre. Primero la fundo. Quién sabe: hay que verlo, larguísima sección floral, des- hay que ver un entierro así, apo-pués los familiares de los fallecí- teosis del silencio y de estilos dos, el cura y los féretros empa- intransferibles, y después ensayar rejados -a hombros de compañe- algunas hipótesis. O sencillamen-ros - de Francisco Javier te no decir nada. González Merino y de Anatolio Requejo y al momento, carre-Lorenzo Pedrosa. Por la calle tera arriba hacia el cementerio. Manuel Llaneza avanzaba otro Ya en el campo santo los porta-cortejo idéntico, de Oeste a Este: dores de las ofrendas florales for-cerraban los féretros de Eugenio man dos hileras infinitas. Es el Martínez Curieses y de Elías último homenaje: los féretros Otero Fernández. pasan por el medio.
Confluencia en ángulo recto: Después, los que fueron compasan primero los de la calle pañeros en vida y hasta en la Martínez de Vega, después los de larga marcha fúnebre se separan la calle Manuel Llaneza y final- definitivamente, cada uno condu-mente los cuatro féretros que, ya cido a su destino terminal. Los siempre juntos, dos a dos, segui- cuatro se pierden entre los rán hasta el cementerio de la nichos: un laberinto sin salida, la Belonga. Los dos cortejos se gran metáfora de la muerte.
El Arzobispo presidirá el funeral,que retransmitirá en directo Televisión
Oviedo, N. P. El Arzobispo presidirá, a par
tir de las doce y media de la mañana, el multitudinario funeral por las catorce víctimas del pozo «San Nicolás», que será retransmitido en directo por Televisión Española entre las doce del mediodía y la una y media de la tarde. Gabino Díaz Merchán oficiará la ceremonia religiosa, que durará aproxima
damente una hora. Junto al Arzobispo, concelebrarán la misa «todos aquellos sacerdotes que así lo deseen», según confirmó a este periódico el vicario general de la diócesis de Oviedo.
La ceremonia religiosa contará con la participación de la Escolanía de San Salvador y los coros de la Fundación Príncipe de Asturias, que cantarán los responsos. Representantes de
numerosas parroquias asturianas, así como de congregaciones religiosas se darán cita en la catedral ovetense.
Gabino Díaz Merchán tiene previsto, al finalizar la ceremonia religiosa, que estará abierta a todas las personas que deseen asistir, acompañar al presidente del Principado y al Príncipe de Asturias en el saludo que realizarán a los familiares.
PRINCIPADO DE ASTURIAS
CONSEJERIA DE COOPERACION
Mmmmmmmmmmmrnmmmmmmmmmmmmmmmm CORTE DE TRAFICO
MODIFICACION DE HORARIO Se pone en conocimiento de todos los usuarios de la carrete
ra AS-12, NAVIA-GRANDAS DE SALIME, TRAMO:. NAVIA-BOAL, que para la ejecución de obras de reparación de la citada carretera es preciso cortar el tráfico, a partir del 4 de septiembre y hasta el 25 de octubre de 1995, entre los p.k. 12,500 y 15,000, los días laborales de lunes a viernes en el intervalo comprendido entre las 10,30 horas y las 13,00 horas y desde las 14,30 horas hasta las 17,00 horas.
No existen desvíos alternativos.
LA NUEVA ESPAÑA ASTURIAS Sábado, 2 de septiembre de 1995
LA MAYOR TRAGEDIA DE LA MINERIA ASTURIANA EN CINCUENTA AÑOS
El valle detenido
Una mañana por las villas y pueblos del Caudal marcados por la tragedia minera
Mieres / Boo / Moreda, lante, vacía. Hay dos decenas de E. LAGAR coches de ingenieros y sindica-
Fresco, del día, en Mieres sólo listas. Los de la sección sindical se podían conseguir ayer el pan y del SOMA en esta explotación, los periódicos. Todos los comer- la más grande de Hunosa, hacen cios estaban cerrados. A excep- los preparativos para los funera-ción de la pena, lo demás había les de la tarde. «De tal forma que sacarlo de la despensa. Las que puedan ir dos compañeros calles de la ciudad amanecieron con la corona a cada uno de los con la basura sin recoger, acu- funerales». Son muchas coronas. mulada ante los portales. Lleva- para los dineros de esta sección das por el aire, bolsas vacías de sindical, dicen. La muerte es un supermercado cruzaban de acera negocio sucio que se salda y se enganchaban a las ruedas de pobremente con flores. Sobre el los coches. A las once parecía accidente no aportan mucho. que nadie se había levantado «Qué se va a decir. Fueron aún.
Alberto Souto, el encargado de Unión de Funerarias, rellena-
demasiados».
La mina en el cuerpo
ba en una máquina de escribir todo el papeleo de los diez muer-
La carretera marcha en dirección a Moreda; el reloj, al medio-'
tos españoles en el «San Nico- día. Qué calor. En la plaza de lás». De los mineros checos se pueblo allerano de Boo, junto al haría cargo la Embajada. Sobre quiosco, una chica hace caranto-el mostrador de la oficina de la ñas a un niño de silla. Al otro calle Ramón y Caja! de Mieres lado, en la cafetería Terrone, la se extendían diez carpetillas de clientela hace la mañana. Todo plástico transparente. hombres. Muchos son o han sido
El sol de ayer castigó el valle mineros. En el sorteo macabro del Caudal con la misma dureza del «San Nicolás», a Boo de con que la tragedia enterró el Aller le tocó la muerte de José jueves al turno de noche del Ignacio del Campo Bernardo, de «San Nicolás». Ante la puerta de 30 años, El periódico, sobado. la capilla ardiente del Hospital de Esta noticia ha pasado por dema-Murias, donde estaban los cuer- siadas manos. Casi todos conocí-pos de los cuatro mineros che- an al fallecido. Todos tienen la cos, algunos corrillos se amparan mina grabada. A algunos, como a bajo la corta sombra del edificio. Angel Carlos Menéndez Díaz, En el centro de uno, Marcelino les quedó marcada en una cojera. Camacho reparte mitin a sus Está de baja y sigue un proceso compañeros de sindicato. de rehabilitación; es ayudante «Vengo a demostrar nuestra pro- minero en el pozo «Santiago». funda solidaridad». Se lamenta Hace poco más de un año dos de que se produzca este tipo de vagonetas de tren le aprisiona-accidentes, «el más importante ron. «Estuve once días en coma». de los últimos 50 años, y con la Otros llevan la mina en las destecnología que existe ahora, no gracias del pasado. Hace 20 se entiende». Chema de la Parra, años, el padre de Antonio Suárez uno de los líderes de CC OO, da Lobo, de 48 años, murió en el un toque al padre sindicalista y «Santiago». «Estaban todos se lo lleva. Acaba de irse Cándido Méndez, secretario general de UGT, camino del hospitalillo de Hunosa, donde están los féretros restantes. El universo sindical se ha desplazado al valle detenido ante la muerte.
Se va Camacho y llegan los checos vivos. A las once y media será el funeral por sus compañeros. Llevan crespones negros. Algunos anudados al cuello, al modo del oeste. Sus bigotes y el extraño corte de pelo diferencian su pesadumbre de la española. Algunas mujeres lloran cuando los ven ante la sala repleta de coronas. Los checos permanecen en grupo, fácilmente identifica-bles. Muchos se acercan a expresarles su pésame con gestos. Pronto llegará la embajadora para la repatriación de los cuerpos, mientras una diplomática alta y rubia concreta a través de un teléfono móvil, Camacho entra en un coche, no se quedará al funeral católico.
Valle arriba, la entrada del pozo «Santiago», en la desviación a Caborana, aparece abierta de par en par. La cabina del vigi-
LUISMA MURIAS
Arriba, un vecino de Mieres lee las esquelas de los catorce mineros, que habían sido pegadas en un portón. En el medio, las dependencias de la funeraria con las coronas preparadas. Abajo, crespones negros en los taxis de Mieres.
desayunando. Se levantaron al terminar, pero mi padre y su ayudante se retrasaron un poco y entonces un morrillo se desplomó». Algunos de los tertulianos aseguran que el destino manda en las galerías de carbón. Antonio lo atestigua: «El ayudante que murió con mi padre nunca había trabajado con él. Estaba de baja por enfermedad y aquel día se levantó de la cama diciéndole a su mujer que iba a ir a trabajar. Ella le intentó convencer para que se quedara un día más, hasta recuperarse totalmente. El hombre volvió a tumbarse un instante hasta que dijo: “No, yo voy a la mina”. Y, como llegó tarde, lo asignaron con mi padre. Y ese día murió».
Cierre a la una
La Policía Local de Moreda había advertido a los vendedores ambulantes que ayer montaron mercado semanal que había que desmontar el tenderete a la una en señal de luto por los fallecidos. Los negocios del concejo allerano no tenían aviso municipal de cierre solidario. Por eso muchos andaban desorientados: «Si tú abres, yo abro».
Y a la una y diez del medio día José Alberto Miguel, vendedor ambulante de Mieres, metía en cajas de cartón decenas de esas micromochilas que se han puesto de moda. «Conocía a algunos de los del accidente. Como no sabía qué hacer, al final monté el puesto. Si el mercado hubiera sido en Mieres, ni me lo hubiera planteado». Un grupo de jubilados charla también sobre la tragedia del «San Nicolás», Conocen de sobra a Luis, el barbero del hogar de jubilado. Es el padre de uno de los mineros alle-ranos muertos, Jesús Trapiella. «Claro, al funeral vamos a ir todos. Todos».
Río abajo, día arriba. Ablaña aguarda en silencio y con muchas persianas bajadas el funeral de uno de su vecinos, el minero Manuel Angel Fernández Bueno, el más joven de todos los siniestrados. La familia Jiménez, de raza gitana, está sentada al completo a las puertas de casa. Al modo sureño. «Se han dicho muchas tonterías sobre la culpa de los checos. Y ellos no la tuvieron». Jesús Casas, minero retirado el ano pasado del «San Nicolás», 47 años, pasea cuesta arriba en dirección a su antiguo pozo. «Por la mañana aquí no hubo nada. Sólo abrió la farmacia dos horas para las recetas. El panadero debió de llegar sobre las doce». Sobre las muertes: «El grisú no avisa. Cuando estalla, estalló».
La una y cuarto. Ya no queda sombra bajo el castillete del «San Nicolás». Hay veinte coches. Anteayer, veinte mil. Las cintas de plástico que dejaban paso a las siniestras camillas ondean levemente atadas a la chatarra. Luce el mismo sol insultante de la mañana de la tragedia. Son ya las tres. En Mieres, veinte taxistas van partiendo desde su parada en la calle Manuel Llaneza para llevar a los familiares en el cortejo fúnebre. Son más de la mitad de toda la flota de la villa. Y todos llevan atado a la antena un crespón negro.
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