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CENTRO UNIVERSITARIO DE LAS TUNAS
“Vladimir I. Lenin”
FACULTAD DE CIENCIAS AGRÍCOLAS
TRABAJO DE DIPLOMA
Título: Estudio preliminar de la entomofauna perjudicial asociada al cultivo del tabaco en la Empresa Municipal Agropecuaria “Antonio Guiteras”.
Autor: Róger Remedio Infante
Tutor: DrC. Alberto Méndez Barceló
Las Tunas, Julio de 2003 “Año de los gloriosos aniversarios de Martí y del Moncada”
... el futuro de la lucha contra los insectos nocivos, tiene necesariamente, que estar relacionado con la regionalización entomológica. Cuando esto
se logre, estaremos en condiciones de que las relaciones naturales autorregulen la acción negativa de las plagas, que ya tenemos que bautizarlas como indicadores biológicos...
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Quisiera dedicar este trabajo, con el que termino un período importante de mi vida y comienzo otro, a mis padres por todo su apoyo y aliento. A mi esposa, que ha sido una fiel colaboradora en este empeño. A mi hijo, que su sola presencia ha sido fuente de inspiración en momentos difíciles. A mis hermanos, familiares y amigos que me apoyaron en todo momento. A la Revolución, sin la que no hubiera hecho realidad este sueño.
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Deseo expresar mi profunda gratitud al Dr. Alberto Méndez Barceló, tutor de este trabajo, quien en todo momento me brindó su apoyo y experiencia, sin la que no hubiera sido posible la realización de la experiencia. A todos mis profesores que en el transcurso de la carrera pusieron todo su empeño en mi formación profesional y humana. A mis compañeros, familiares y amigos que de una u otra manera me brindaron apoyo solidario, primero para realizar mi carrera y luego para la ejecución del presente trabajo. A todos gracias...
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RESUMEN Se realizó un inventario preliminar de las principales especies de insectos asociadas al cultivo del tabaco en la Empresa Municipal Agropecuaria “Antonio Guiteras” en el municipio Puerto Padre, provincia de Las Tunas, para determinar la entomofauna perjudicial en este cultivo en las condiciones edafoclimáticas de la empresa. Para ello se desarrolló un sistema de muestreos en una parcela experimental representativa de las áreas dedicadas a tabaco en la entidad y se efectuaron observaciones en otras áreas de la misma empresa. Paralelo a ello se ejecutaron estudios de laboratorio de algunas especies y en condiciones naturales para valorar las principales características biológicas y etológicas de las plagas más importantes que incidieron en el cultivo. Los datos obtenidos se analizaron matemáticamente a través de los métodos de la estadística clásica y los niveles de población se correlacionaron con algunas de las variables del clima mediante análisis de correlación lineal simple de manera que la relación estuviera avalada por el coeficiente de determinación para lo que también se empleó un programa curvexpert. Se determinaron los períodos perjudiciales de las plagas y algunos datos sobre su biología y comportamiento.
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Abstrac A preliminary inventary of the main species of insects associated to the cultivation of the tabaco was cariedolet in the Antonio Guiteras agricultural municipal company in Puerto padre municipality, Las tunas Province ; to determine the harmful entomofauna in this cultivation under the endofoclimatics of the company .for it, a system of sampling was developed in on experimental representative parcel of the areas dedicated to tabaco in the entity; and observations were made in other areas of the same company .Parallel to them studies of laboratory of some species were executed under natural contitions to value the main biological and etological of the most important plagues that offected the cultivation.The obtained data was mathematically analyzedby means of the methods of the statistic classie, the population’s levels were correlateds with some climate variables by means of simple lineal correlation so that relationship was endorsed analysis by the determination coefficient, for that we also used a cuvepett program.The horful periods of the plagues and some data were determined on thren biology and behavion.
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ÍNDICE PÁG. I. INTRODUCCIÓN............................................................................................ 1 II. DESARROLLO............................................................................................... 4 2.1. Parte general................................................................................................ 4 2.1.1 Consideraciones generales sobre el cultivo del tabaco............................. 4 2.1.2 Consideraciones generales sobre la variedad de tabaco “Habana 2000”.... 7
2.1.3 Consideraciones generales sobre Heliothis virescens (Fab.).......................8
2. 1. 4. Consideraciones generales sobre Phlegethontius sexta jamaicensis (Butler).............................................................................................................11
2. 1. 5. Consideraciones generales sobre Epitrix hirtipennis (Melsh.)..................14
2. 1. 6. Consideraciones generales sobre Myzus (N) persicae (Sulzer)..............15
2. 2. MATERIALES Y MÉTODOS.........................................................................17
III. RESULTADOS Y DISCUSIÓN.........................................................................21
1. H. virescens (Fab.).....................................................................................21
2. E. hirtipennis (Melsh.).................................................................................26
3. Myzus (N.) persicae (Sulzer)......................................................................28
4. Phlegethontius sexta jamaicensis (Butler).................................................29
IV. CONCLUSIONES............................................................................................34
7
V. RECOMENDACIONES....................................................................................35
VI. BIBLIOGRAFÍA...............................................................................................36
VII. ANEXOS
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I. INTRODUCCIÓN
La planta de tabaco (Nicotiana tabacum, L.) es una especie botánica cuyo cultivo
resulta muy importante desde el punto de vista agroeconómico. En los últimos años,
según Fernández (2000), se ha incrementado el área de siembra hasta aproximadamente
67 000 Ha en las que se cultivan diferentes tipos como el Negro, Virginia y Burley. De
ellos, el Negro es el que le ha dado fama mundial al tabaco cubano.
Este cultivo requiere una esmerada atención para obtener rendimientos altos y una
óptima calidad para el mercado. La obtención de capa, producción de capotes y tripas
para puros y cigarrería, es uno de los propósitos de la agricultura tabacalera cubana
(López, 2002). Sin embargo, por las propias características de su inserción en los
agroecosistemas y porque sus órganos de mayor valor son las hojas y precisamente
éstas son los más expuestas, se facilita el ataque de numerosas especies de insectos que
al alimentarse, ovopositar o establecer cualquier relación en sus tejidos hacen que merme
su calidad como producto agrícola. También es atacado por enfermedades de diversos
tipos (Roach, 1975; Shew y Lucas, 1992).
Para las plantas de tabaco, se han informado en Cuba, alrededor de cuarenta especies
de insectos que las atacan con diferentes niveles de intensidad en las zonas
agroproductivas tradicionales (Vázquez, 1979; Bruner et al, 1975), pero su introducción en
otros agroecosistemas puede modificar, en alguna medida, esa composición
entomológica condicionada por el reordenamiento de las relaciones que supone la
aparición de un nuevo hospedante en esa biocenosis y que necesariamente producirá un
impacto ecológico por la incidencia de las especies que siempre lo han atacado y sobre
las que se conocen sus características etológicas fundamentales pero no en las nuevas
condiciones edafoclimáticas, o por las que se puedan convertir en agentes nocivos muy
importantes y sobre las que en esa zona y en ese hospedante no se conoce su
comportamiento (Méndez, 2002).
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El mismo autor informó que en la práctica agrícola tunera el tabaco constituye un
cultivo de desarrollo cuya introducción en términos extensivos se produjo en la campaña
1996-97. Hasta el presente, las principales especies de insectos que han incidido con
niveles de interés agroeconómico son Acheta assimilis (Fab.), Epitrix hirtipennis (Melsh.),
Heliothis virescens (Fab.), Myzus (N) persicae Sulzer, Nezara viridula (Lin.),
Phlegethontius sexta jamaicensis (Butler), Spodoptera latisfacia (Walk) y Systena basalis
Duval, cada una de ellas con diferentes niveles de intensidad de ataque en las distintas
zonas agrícolas destinadas al cultivo de la solanácea y que por supuesto, no proporcionan
las mismas condiciones agroecológicas, sin embargo en nuestra experiencia, solamente
incidieron cuatro especies con niveles poblacionales de significación fitosanitaria, lo que
confirma lo informado por el autor anteriormente citado, respecto a las características de
cada zona.
El deterioro de las hojas de tabaco como consecuencia del ataque de varias especies
de insectos aún cuando las plantas se encuentran en sus primeras fases fenológicas y la
consiguiente merma en la calidad agrícola con una alta incidencia económica y por otra
parte, el elevado uso de productos químicos con todos sus inconvenientes para el medio
ambiente constituyen el problema general en este cultivo que hay que resolver de forma
particular en cada territorio de acuerdo a las características muy particulares de los
complejos ecológicos que sustentan las relaciones dinámicas plagas – cultivo y cuyo
desplazamiento debe favorecer al cultivo. El estudio de la entomofauna asociada al cultivo
del tabaco es un elemento de extrema importancia para poder establecer mecanismos de
control que minimicen las incidencias de las principales plagas de una forma
regionalizada, pero como este aspecto es muy amplio y complejo, se impone desarrollar
un inventario preliminar de las principales especies en cada zona, aspectos de su biología
y comportamiento. En el presente trabajo se consideraron esos elementos en la C.P.A.
“Primero de Mayo”, Unidad de Producción que por las perspectivas de su desarrollo y su
ubicación geográfica en las áreas de la EMA “Antonio Guiteras” permitió un punto
importante de referencia para la determinación de las principales plagas en el cultivo del
tabaco y valorar su comportamiento en las condiciones de la EMA “Antonio Guiteras” lo
que forma el objeto de la presente investigación cuyos resultados se emplearán
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directamente en la Señalización, el Pronóstico, la docencia, los Programas de Manejo
Agrícola Integrado de plagas y cultivos que se acometen para mantener dentro de límites
bajos las incidencias de las especies más frecuentes y nocivas en ese cultivo. De manera
que la Hipótesis de trabajo se puede enunciar de la forma siguiente:
Si se conocen las características biológicas, ecológicas y etológicas más sobresalientes de las especies de insectos que inciden en las áreas de tabaco de la EMA “A. Guiterras” , entonces se pueden establecer las bases para un adecuado programa de manejo integrado para el desarrollo sostenible del cultivo.
Teniendo e cuenta lo expresado anteriormente, los objetivos de la investigación se
pueden enunciar de la siguiente manera:
1. Inventariar las principales especies de insectos que tuvieron actividad en el cultivo del tabaco en el área experimental y de observación a través de un sistema de muestreo.
2. Determinar las principales especies de insectos plagas que inciden en el área
experimental y de observación atendiendo a sus niveles poblacionales y frecuencia de ataque.
3. Caracterizar los aspectos fundamentales de la biología y comportamiento de las
principales plagas en el área experimental y de observación para contribuir a mejorar la estrategia fitosanitaria de esas plagas en el cultivo.
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II. DESARROLLO 2.1 PARTE GENERAL
2.1.1 Consideraciones generales sobre el cultivo del tabaco.
El tabaco (Nicotiana tabacum, Lin.) es una especie botánica nativa de Sur América y
por tanto su centro de diversificación como planta de cultivo se ubica en el séptimo centro
geográfico conocido hasta el presente. El hecho de que los aborígenes cultivaran esta
planta en Cuba cuando se produjo el descubrimiento de América, hizo pensar que era
oriunda de nuestro país, sin embargo no se encuentra de forma espontánea como las
formas salvajes que se localizan en su centro de diversificación
Históricamente el tabaco ha ocupado un lugar importante en la economía cubana de
todos los tiempos y cobra particular relevancia en la actualidad por la enorme demanda
que posee en el mercado internacional y las perspectivas de su desarrollo. Todo ello
implica que se incrementen las áreas destinadas a su producción por lo que para algunas
zonas es una experiencia novedosa que implica los riesgos que tienen que asumir por la
introducción a gran escala de un cultivo cuyas exigencias fitosanitarias son en extremo
importantes debido, entre otras cosas, a que el valor comercial radica en órganos tan
vulnerables como son las hojas (Méndez, 2002).
La especie botánica N. tabacum, L. es conocida en todos los continentes, no sólo por
su uso en la fabricación de tabacos para fumar, oler en forma de rapé y mascar, sino
también como la califican Espino et al. (1998) y Fernández (2000), un instrumento de
enorme importancia en la política financiera y económica de algunos países.
Para Cuba constituye una fuente importante de entrada de divisas al considerarse uno
de los primeros renglones exportables bajo distintas formas: tabaco torcido, cigarrillos
(rubios y negros), ramas, picadura procesada (Hernández y Pérez, 1990). De igual
manera lo es para la economía de la provincia donde se introdujo como cultivo de
desarrollo en la campaña 1996 – 97 y se le ha brindado una especial atención, luego de
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que en la década del 80 se demolieran las áreas existentes y se prohibiera su siembra
como medida fitosanitaria para propiciar una zona, como barrera, libre del Moho Azul del
tabaco (Peronospora tabacina) (Méndez, 2002 y ETPP Vázquez, 2003).
La explotación varietal sustentada en el mejoramiento genético del tabaco cubano,
iniciado en la primera década del siglo XX con los trabajos de Hasselbring, estuvo dirigido
en un principio al rescate de la calidad del tabaco cubano la que se había visto afectada
como consecuencia de la guerra sostenida a finales del siglo IXX contra la dominación
española. Estos primeros trabajos de mejoramiento, finalmente, dieron como resultado la
obtención de la variedades tradicionales que a lo largo de más de medio siglo se han
cultivado en Cuba y han permitido la consolidación del prestigio del tabaco cubano en el
mundo.
A partir de 1970 se inician nuevos programas de mejoramiento, que tienen como
objetivo fundamental la obtención de variedades resistentes a las principales
enfermedades que afectan al cultivo en Cuba. Las nuevas variedades resistentes son
fruto de ese trabajo. (Espino et al., 1998).
En Cuba se explotan numerosas variedades cada una con sus particularidades que las
hacen idóneas para determinadas zonas del país. Dentro de la fundamentales se pueden
citar negro “Criollo”, “Pelo de Oro”, Habana PR, Habana –92’, Habana 2000, Habana V.A.,
SS 96, C – 30 y muchas otras.
Es importante considerar que según Espino et al. (1998), como medida general, desde
el punto de vista fitosanitario, siempre que se disponga de variedades resistentes al Moho
Azul, no se recomienda el uso de variedades susceptibles a esta enfermedad, en
plantaciones que se realicen después del día 10 de noviembre.
En la región oriental del país donde los suelos predominantes son los pardos, para
producir tabaco negro deben ser de textura abierta, profundos, de buen drenaje y con un
contenido relativamente alto de materia orgánica. De acuerdo con la clasificación
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genética, la mayoría de los suelos tabacaleros de esa región y la central responden a la
denominación de Pardos con y sin carbonatos y pardos grisáceos.
Uno de los problemas más significativos y serios relacionados con los suelos para
producir tabaco en nuestro país lo constituye, sin duda alguna, las pérdidas de sus
materiales constitutivos más importantes y su riqueza nutrimental, a través de su enemigo
más implacable: la erosión. Ello se asocia al manejo inadecuado del suelo, razones por
las que en la provincia se elaboró un Proyecto que además de incluir la entomofauna
asociada también valorará los suelos y la fertilización (Méndez et al., 2003).
Independientemente de las variedades y sus particularidades, la planta de tabaco es
arbustiva, de tallo rígido y hojas alternas muy grandes, ásperas y lanceoladas, abobadas,
agudas en el ápice, largamente recurrentes en la base, panoja florecida con varias ramas
terminales y axilares, cáliz triangular, corola rosada, roja o blanca en ocasiones, de hasta
5 cm de longitud, limbo con dientes cortos y agudos, estigma dilatado, pubescente,
cápsula subglobosa de 1,5 cm casi tan larga como el cáliz, abriendo por dos valvas
longitudinales bífidas (León y Alaín, 1957).
La sistemática botánica es muy cambiante, igual que en todos los sistemas de
clasificación de los organismos vivos. Desde el punto de vista sistemático en la ubicación
de esta especie de planta se acepta la siguiente:
Reino: Plantae
División: Magnoliophyllophyta
Subdivisión: Magnoliophyta
Clase: Paeoniopsida
Orden: Scrophulariales
Fanilia: Solanaceae
Género: Nicotiana
Especie: Nicotiana tabacum, Lin.
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2.1.2 Consideraciones generales sobre la variedad de tabaco “Habana 2000” Esta variedad se introdujo recientemente en las áreas tabacaleras de la provincia y
según Espino et al. (1998), fue creada fundamentalmente para la producción de “cepa” en
cultivo bajo tela. Se caracteriza por presentar una altura media con inflorescencia que
oscila entre los 260 y 280 cm, con 18 ó 20 hojas útiles por planta y una distancia ,media
entre ellas de alrededor de 10 cm.
Las dimensiones promedio de la hoja mayor está entre los 30 y 35 cm para la anchura
máxima y los 50 y 55 cm para la longitud.
Posee un bajo desarrollo de las yemas axilares, e hijos sólo en la mitad superior de la
planta.
Tiene un ciclo para el transplante desde el transplante hasta que se abre la primera flor
de 52 a 55 días y un potencial medio de rendimiento en peso seco de unos 2 200 Kg/Ha
(650 qq/cab.), con excelente rendimiento en “capa” de superior calidad.
La variedad Habana- 2000 es resistente al moho azul, a la pata prieta, a la necrosis
ambiental y al marchitamiento bacteriano provocado por la bacteria Pseudomonas
solanacearum E. F. Smith.
Es susceptible al virus del mosaico del tabaco. Esta variedad se recomienda para
cultivo bajo tela y puede ser utilizada también como productora de “capote”, si se cultiva
en las condiciones de las vegas finas de Pinar del Río.
De acuerdo a otros criterios (IIT,2001), esta variedad surge a partir del cruzamiento
entre la variedad “Corojo” y una variedad no comercial de tabaco negro cubano, la
“Habana 2.1.1”, de quien heredó la resistencia al moho azul.
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La variedad “Habana 2000” cultivada al sol alcanza una altura promedio con
inflorescencia entre 170 y 180 cm, con 14-16 hojas por planta, aunque en suelos muy
ricos puede desarrollar hasta 18 hojas por planta, lo que difiere ligeramente cuando el
cultivo es bajo tela. La distancia media entre las hojas es de 7 cm y el largo y ancho
promedio de la hoja mayor oscila entre 48-52 cm y 24-28 cm, respectivamente. Posee un
potencial de rendimiento agrícola medio, de unos 500 qq cuando se cultiva al sol y se
cosecha en hojas y de unos 700 qq neto cuando se cultiva al sol y se cosecha a
mancuernas. Cultivada al sol y cosechada en hojas, representa un alto rendimiento en
“capote”.
Se recomienda para cultivo bajo tela, aunque se puede emplear al sol ensartada en
determinadas condiciones, también se puede cultivar al en palo.
2.1.3 Consideraciones generales sobre Heliothis virescens (Fab.). Esta especie conocida comúnmente como “tobacco budworm” o cogollero del tabaco
pertenece a la familia Noctuidae del Orden Lepidoptera y constituye la plaga más
importante de este cultivo ya que puede afectarlo desde el transplante y durante toda la
etapa de desarrollo fenológico del cultivo (Fernández et al. (1990), Guzmán y Álvarez
(2000) y Méndez (2002)
Es una plaga que ha sido informada en los Estados Unidos, México, El Salvador,
Nicaragua, Colombia, Perú y algunos países africanos (Taylor, 1957) y afecta a varias
familias como Malvaceae, Solanaceae, y Papilonaceae (Piedra y Vázquez, 1982). En
este sentido Méndez (2002), informó que este insecto se encuentra en EE.UU y varios
países de América Latina donde constituye una importante plaga. En Cuba está
considerada como la principal plaga del tabaco desde que fue informada por primera vez
por Gundlach en 1881 con el nombre de Chlorida virescens Fab. Bruner y Scaramuzza,
1936). Este criterio no ha sufrido variación por la persistencia y niveles de ataque que ha
mantenido (Caballero et al., 1984; Martínez et al.,1984). Además del tabaco ataca plantas
de los géneros Dahlia y Dianthus desarrollándose dentro de los botones florales. También
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ataca plantas del género Physalis en los meses de noviembre a marzo. Es común su
incidencia en chamico dorado, chamico doble, chamico silvestre, ajicillo, yerba mora,
girasol, gandul y algodón. En ocasiones se producen incidencias en berengena. En Las
Tunas se encuentra en todas las zonas de la provincia.
Los adultos de esta especie son atraídos por la luz y las infestaciones iniciales de
huevos y larvas del primer instar, se pueden cuantificar en los cultivares, cuatro días
después que se producen las primeras capturas de los adultos en trampas de luz.
Generalmente en el mes de octubre se registran las menores capturas y a partir del mes
de enero se incrementa el número de adultos capturados hasta alcanzar máximos en
febrero y marzo coincidiendo con la elevación infestiva de larvas en los cultivos lo que
puede ser un elemento importante para el manejo ecológico de la plaga (Méndez, 2002).
Los adultos permanecen escondidos por el día dentro del follaje de las plantas y por la
noche se hacen activos para desarrollar sus funciones concernientes a su estado y sexo
(Ayala, 1994). Esta característica es común para casi todos los integrantes de esa familia,
por lo que es necesario edecuar el método para su manejo y tomar acciones sobre los
adultos en horas de la noche con lo que se logra romper su ciclo de vida y minimizar las
consecuencias negativas del ataque de sus larvas.
Fig.1 Adulto de H. virescens (Fab.) (Cortesía del Dr. Méndez)
El insecto adulto deposita los huevos en el cogollo separados unos de otros. El daño lo
produce la larva siendo el estadío tres de los cinco que presenta el más voraz, al emerger
se alimenta de las hojas tiernas, luego consume toda la lámina causando perforaciones
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circulares. Los daños se hacen visibles en la medida que la planta se desarrolla (CNSV,
1999). Dentro de las características de sus ataques hay que destacar que la larva
comienza a comer dentro del cogollo sin abrir. Ocasiona daños en el extremo de la yema
apical y las hojas que se desarrollan resultan rasgadas y defectuosas. Produce pequeños
orificios dentro de las hojuelas del cogollo, las mismas al crecer y completar su desarrollo
presentan grandes orificios. Generalmente se encuentra una larva por planta (Cárdenas,
2000).
Las incidencias de la plaga se producen alrededor de los siete días después del
transplante aunque desde la formación de la primera hoja verdadera en semilleros las
plántulas pueden ser atacadas. La dinámica poblacional está en dependencia del
comportamiento del valor de las temperaturas medias con las que los niveles infestivos
tienen una relación directa. Los mayores índices de población, sin embargo, ocurren en
los meses de marzo y abril aunque a partir de ahí disminuyen ya cuando los cultivares
están en fase terminal debido probablemente, a las limitaciones de alimento y al
incremento de enemigos naturales que en este período encuentran condiciones
favorables para su desarrollo. Algunos autores (Ayala et al., 1988), consideran que la
plaga se alimenta hasta julio para reaparecer en octubre o noviembre, aún cuando el
tabaco haya sido cultivado en verano, pero ya desde abril inicia la infestación de algunas
plantas silvestres de las que se alimenta hasta la siguiente campaña tabacalera. Por otra
parte, casi siempre al final del ciclo vegetativo, las áreas se encuentran enyerbadas y con
gran deterioro de las plantas que junto al incremento poblacional de Cyrtopeltis varians
Dist., capaz de controlar cantidades apreciables de huevos y larvas del primer instar de
Heliothis virescens (Fab.), facilitan su disminución en esa etapa (Méndez, 2002). Esta
especie posee numerosos controladores cuya distribución mundial varía en dependencia
de determinadas condiciones ecológicas en las diferentes religiones del mundo donde se
informa su presencia como plaga del cultivo del tabaco (Tingle et al., 1994).
Mistric y Pitthard (1993), determinaron en Carolina del Norte; que una sola larva
durante su desarrollo es capaz de causar el 23,4 % de pérdidas en las hojas y ocasiona el
10 % del descogollamiento de la planta y el resto por el consumo de las hojas.
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Las pérdidas económicas causadas por el ataque de la plaga al cultivo del tabaco son
significativas. González (1976), informó que el gasto en el control químico para combatir
este insecto se calcula en no menos de 200 000 dólares anuales. De ahí que su estudio
regionalizado permita disminuir los gastos por concepto de sus atenciones culturales.
En otras regiones de Cuba, de acuerdo con las características biológicas, se han
establecido diferentes umbrales económicos para las distintas zonas de estudio. Así en
Pinar del Río. Resultó 6,33; en la Habana 9,3 y en Villa Clara 9,2 % (Piedra et al., 1999).
H. virescens (Fab.) ataca con diferentes grados de intensidad a varias especies
botánicas cultivadas y silvestres que constituyen sus hospedantes. Este aspecto es de
especial interés cuando se pretende manejar adecuadamente la acción destructiva de las
larvas ya que estos hospedantes intermedios se convierten en focos de infección
permanente que luego hacen difícil el control en las áreas de tabaco próximas a estas
plantas.
En este sentido existe una amplia relación de plantas que son hospedantes de H.
virescens (Fab.) (C.N.S.V., 1985).
Agetatum sp.
Cajanus indicus
Cicer arietium
Geranium sp
Glicina max
Helianthus annus
Lycopersicum esculentum esculemtum, Mill.
Sesamun indicum 2. 1. 4. Consideraciones generales sobre Phlegethontius sexta jamaicensis (Butler)
Este lepidóptero de la familia Spingidae es una plaga polífaga que causa grandes
pérdidas en los cultivos que ataca debido a su voracidad y dimensiones de las larvas. En
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el cultivo del tabaco sus ataques son intensos en determinados períodos del ciclo
vegetativo del cultivo, particularmente en los días terminales de la fenología, aunque en
algunas publicaciones se señalan los daños que causa sin considerarla como una plaga
clave de esta solanácea (CNSV, 1999) y Espino et al. (1998), ni siquiera la menciona, sin
embargo en la zona norte de la provincia de Las Tunas constituye una peligrosa plaga por
las desastrosas consecuencias de sus ataques (Méndez, 2003).
Según el autor citado anteriormente, estudios recientes en áreas de la provincia de Las
Tunas las larvas completan su desarrollo entre 17 y 21 días al final de los cuales se
entierran para pupar. La pupa es de color carmelita oscuro con una estructura en forma
de asa en su parte anterior. Tienen una longitud máxima de 58 a 60 mm. Los adultos
emergen a los 15 ó 17 días. Son mariposas de cuerpo robusto con intensa actividad
crepuscular o nocturna. Tienen una envergadura de 78 a 120 mm. Las alas anteriores
poseen una coloración grisácea oscura moteada de blanco. En la región pleural del
abdomen presentan cinco manchas redondeadas de color amarillo que las diferencian de
la especie más cercana, Phlegethontius rusticus cubanus Wood que según De Zayas
(1989), posee una envergadura mayor y sólo tiene tres manchas amarillas en las pleuras
abdominales. Se cría en ajonjolí y sauco donde produce grandes destrucciones del área
foliar. Es menos abundante.
La voracidad de P.sexta jamaicensis (Butler), es muy elevada. Esto puede apreciarse
en la Fig. 2 donde las plantas atacadas son defoliadas totalmente y sólo quedan las
ramas. De manera que un ataque de esta especie por muy ligero que sea, siempre
elimina o daña una gran cantidad de hojas que se traduce en pérdidas económicas. Los
ataques de esta especie a las plantas de tabaco se caracterizan por su voracidad y
capacidad destructiva. En breve tiempo son capaces de defoliar numerosas plantas en
dependencia de la distribución poblacional de la plaga, aunque casi siempre las
incidencias son repentinas en determinadas partes de las áreas.
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Fig. 2 Planta de tabaco atacada por P. sexta jamaicensis (cortesía del Dr. Méndez)
De acuerdo a observaciones realizadas para la ejecución del presente trabajo se pudo
constatar que los niveles de incidencia de esta especie son más altos en áreas de tabaco
del municipio de Puerto Padre, fundamentalmente en las situadas hacia el norte.
Esta especie es uno de los miembros de su familia mejor conocido y está distribuido
desde los estados del norte de los EE.UU hasta América del Sur. En Cuba se encuentra
en todas las provincias y aunque sus ataques son más bien ocasionales, cuando ocurren,
causan extensas defoliaciones en las plantas atacadas. En el territorio tunero es una
plaga temida por las dimensiones de sus larvas y la voracidad conque ataca numerosas
solanáceas fundamentalmente tabaco, papa, tomate, ají y pimiento.
Las mayores poblaciones se encuentran en la zona norte después de la ocurrencia de
precipitaciones, fundamentalmente en los municipios Puerto Padre, Jesús Menéndez y
algunas zonas del municipio Tunas (Méndez, 2002). También en estas zonas se cumple
una característica, que si bien es peligrosa, atenúa su nocividad masiva, esto es, sus
ataques son esporádicos en determinadas áreas dentro de las zonas y en determinadas
parte dentro de un campo.
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2.1.5. Consideraciones generales sobre Epitrix hirtipennis (Melsh.)
En la zona norte de la provincia, las manifestaciones más notables de esta especie se
localizan en el municipio Puerto Padre en las localidades de El Mijial y Guabineyón,
aunque en otros lugares del territorio también se producen ataques esporádicos de cierta
magnitud que en la mayoría de las ocasiones no producen pérdidas significativas sobre
todo cuando los cultivares poseen buenas atenciones culturales (Méndez, 2002).
A pesar de que es una especie muy pequeña, sus altos índices de población, en
ocasiones dañan las hojas al abrir agujeros de dimensiones reducidas que al unirse por la
gran cantidad, se tornan de mayor diámetro perjudicando la fisiología normal de este
órgano y por consiguiente mermando la calidad de la hoja.
En los últimos años, se ha observado un incremento poblacional de esta especie así
como de las plantas hospedantes que posee (Vargas, 2001).
En los semilleros usualmente se encuentran las mayores poblaciones de larvas en las
raíces por cuya acción no pocas plántulas pueden morir cuando los niveles son altos. Los
adultos además inciden en las plantaciones donde ocasionan numerosas perforaciones
características en las hojas, muchas de las cuales pueden estar tan próximas, que se
unen y forman lesiones de mayor diámetro. Mientras más alto sea el nivel de distribución
de la plaga y menor la edad de las plantas más nocivas resultan las consecuencias de sus
ataques.
Fig. 3 Adulto de E. hirtipennis (Melsh.) (Melsh.).(Cortesía del Dr. Méndez)
22
2. 1. 6. Consideraciones generales sobre Myzus (N) persicae (Sulzer).
Según Bruner et al. (1975), esta especie, a partir de la cosecha del año 1945,
constituye una de las plagas más serias del tabaco en Cuba. Las primeras
manifestaciones de este áfido casi siempre se producen en períodos de altas
temperaturas y escasas precipitaciones con bajo índice de distribución y colonias con
pocos individuos que de forma rápida se incrementan y provocan lesiones en las hojas
jóvenes cuyas características fundamentales son la aparición de áreas cloróticas y
arrugamientos en el 100 % de las partes afectadas (Méndez, 2002).
En los últimos años se ha incrementado en las plantaciones de tabaco su presencia
produciendo daños que pudieran llegar a ser severos como los producidos por el Moho
Azul. Es vector de enfermedades virales, se encuentra formando colonias en la parte más
tierna de las plantas succionando su savia; con ataques intensos se observa clorosis y
manchado de las hojas (CNSV, 1999).
Los mayores niveles de distribución del áfido se encuentran en áreas de la zona norte y
de la provincia, además se presentaron primero que en la zona sur, aunque después de
establecida la plaga las consecuencias de sus ataques son muy similares y las plantas
infestadas toman un aspecto deplorable con cambios de coloración evidentes y las hojas
atacadas se tornan apergaminadas y que resultan mayormente las de los niveles inferior y
superior, dato que coincide con lo informado por Holman (1974). Este autor refiere que
los ataques se producen igualmente en las partes terminales como en el envés de las
hojas más bajas.
Esta especie de áfido fue descrita para la ciencia por Sulzer en 1776. Los adultos
ápteros son de color verde amarillento y de 1,3 a 2,4 mm de longitud y los alados tienen
coloración oscura y miden de 1,5 a 2,4 mm de longitud (Holman, 1974). Poseen en la
región dorsal del abdomen una placa esclerosada que se extiende desde el segmento III
hasta el V o el VI y que parece un elemento distintivo de la especie que la define.
23
Es un insecto que ataca numerosas plantas cultivadas y silvestres y además de las
lesiones mecánicas que produce y fisiológicas por la extracción de savia es un vector de
numerosas enfermedades virales y bacterianas que afectan cultivos de importancia
económica en todas las regiones donde se encuentra (Bruner et al., 1975).
24
2.2 MATERIALES Y MÉTODOS
Observaciones de H. virescens (Fab.) y P. sexta jamaicensis (Butler) en condiciones de laboratorio.
Para la realización de la experiencia se emplearon hojas de tabaco variedad Habana-
2000 con altas incidencias de huevos colectadas en áreas de la Empresa Municipal
Agropecuaria “Antonio Guiteras” en Puerto Padre, provincia de Las Tunas.
Se seleccionaron retoños con elevados índices de huevos los que se introdujeron en
frascos con agua para evitar su rápida marchitez. Los huevos fueron medidos y
observados diariamente para precisar la fecha de eclosión. Una vez ocurrida ésta se
colocaron 80 larvas, de forma independiente, en fragmentos de hojas en placas Petri
debidamente codificadas. Desde el primer instar y hasta el último se observaron cada 24
horas, anotándose los datos más importantes sobre las características, dimensiones,
comportamiento y tiempo de duración de cada instar.
Al concluir el desarrollo larval, las pupas fueron sexadas y medidas, colocándose 15
parejas en recipientes de cría de 2 L de capacidad. Cuando se produjo la emersión de los
adultos, se colocaron en los recipientes de cría tapillas plásticas con un fragmento de
esponja embebido en una solución de sacarosa al 30% el que se renovó cada 24 horas
para que no ocurrieran fermentaciones.
De los 6 125 huevos obtenidos se separaron 200 para iniciar, de igual manera, un
nuevo ciclo de observaciones y corroborar los datos de la primera generación.
Similares observaciones se desarrollaron a partir de huevos de P. sexta jamaicensis
(Butler) aunque con muestras menores. Se siguió el desarrollo metamorfósico a partir de
50 huevos, con el mismo procedimiento y se lograron 30 adultos.
25
Para la cría se emplearon cilindros de cartulina de 15 cm de alto y 9 de diámetro con
fragmentos de hojas de tabaco que se cambiaron según las necesidades de las larvas.
Las temperaturas y humedad relativa se registraron diariamente con un termómetro
ambiental y un psicrómetro de aspiración, calculándose las medias a través de la fórmula
de Jurgans (Abraham, 1993).
Los datos fueron interpretados estadísticamente a través de los intervalos de confianza
de las medias (Guerra et al., 1998).
Observaciones en condiciones naturales
Para la realización de la experiencia se seleccionó un área en la C.P.A. “Primero de
Mayo” perteneciente al Complejo Agroindustrial “Antonio Guiteras” por poseer
representatividad con relación a las áreas de tabaco en la Unidades de Producción en
el radio de acción de la Empresa Municipal Agropecuaria “Antonio Guiteras” del
municipio Puerto Padre, provincia de Las Tunas.
Se estructuró una parcela de tabaco variedad Habana – 2000 cuyo marco de
siembra fue de 0,84 X 0,30 m donde se distribuyeron 1200 plántulas en 12 surcos con
una edad de 45 días y una altura media de 14,7 cm, previamente desinfectadas con
Tamarón 60 % EC a dosis de 1 L/Ha, elementos que se encuentran dentro de las
regulaciones establecidas por las Instrucciones Técnicas para el cultivo del Tabaco
(Espino et al., 1998) y en la estrategia Fitosanitaria del Tabaco (CNSV, 1999). De igual
manera se le brindaron todas las atenciones culturales que requiere el cultivo según el
Instructivo Técnico para atenciones manuales (Espino et al., 1998).
Se colocó una jaula de malla fina de 20 X 10 hilos/cm2 de 2X2X2 metros dentro de la
que quedaron 20 plantas con 5 larvas y 20 huevos cada una para iniciar el estudio del
26
ciclo de vida y comportamiento de H. virescens (Fab.). De igual manera se introdujeron
adultos de E. hirtipennis (Melsh.) y se observaron cuidadosamente las plantas y en el
suelo una circunferencia de 10 cm de diámetro alrededor del tronco para seguir el
desarrollo metamorfósico de esta especie.
En otra jaula de iguales dimensiones y número de plantas, situada en la misma área
se introdujeron 50 huevos de P. sexta jamaicensis (Butler) para seguir su desarrollo.
Los niveles poblacionales de las plagas en la parcela experimental se determinaron
de acuerdo al método para su Señalización (C.N.S.V., 1985) adaptado a las condiciones
de la experiencia. En el caso de E. hirtipennis (Melsh.), se empleó un jamo entomológico
de 30 cm de diámetro en su parte superior y 60 cm de longitud construido con una malla
de caprón y se realizaron 10 pases de jamo en 10 puntos tomados al azar y en forma de
zig-zag.
En las proximidades del área experimental se situó una trampa de luz cuyas capturas
se cuantificaron cada 24 horas y se calcularon los promedios mensuales de adultos de H.
virescens (Fab.) capturados.
Las observaciones de los estados de vida de las plagas se realizaron con un
microscopio estereoscópico MG-C1 y las mediciones con un micrómetro ocular de escala
lineal interpretándose los resultados estadísticamente mediante el cálculo de los
intervalos de confianza de las medias (Guerra et al., 1998).
Las relaciones de dependencia entre el comportamiento de los valores de las variables
climáticas (temperaturas medias y humedad relativa) y las fluctuaciones de los niveles
poblacionales de las especies que se consideraron se interpretaron estadísticamente
utilizando para ello análisis de correlación y regresión lineal simple de forma que el
porcentaje de expresión de estas relaciones estuviera representado por el coeficiente de
27
determinación (r²) (Guerra et al., 1998). Además se utilizó el programa curvexpert para
ajustes de curvas.
La parcela fue sembrada en un suelo Pardo con carbonatos, similar a la mayoría de
las áreas destinadas a la producción tabacalera en la Empresa Municipal Agropecuaria
“Antonio Guiteras”.
Los muestreos se desarrollaron en forma de bandera inglesa en 250 plantas para
determinar las diferentes especies de insectos presentes en cada muestreo.
También se seleccionaron campos de tabaco de la misma variedad en condiciones
de producción y se muestrearon de igual forma una vez por semana en La Veguita, La
Rebalosa, Robaina y la Aguada para poseer elementos de comparación en cuanto a la
diversidad y comportamiento de las especies en el área experimental.
Las variables del clima (temperatura media, humedad relativa y precipitaciones)
fueron aportados por la Estación Meteorológica No. 358 “José Abraham” de Puerto
Padre para toda el área y en la parcela experimental, esos datos fueron obtenidos a
través de un termómetro ambiental, un psicrómetro de aspiración y un pluviómetro de
cuña en el lugar de la experiencia. Las precipitaciones representan el acumulado de
lluvia en la semana.
28
III. RESULTADOS Y DISCUSIÓN Luego de definir el número de especies plagas que se presentaron en el área
experimental (Tabla 1). Por sus niveles poblacionales y frecuencia de ataque mediante el
resultado de los muestreos y el procesamiento de los datos a través de tablas de
distribución de frecuencia, se encontró que en la misma, las plagas más frecuentes e
importantes atendiendo a sus distribuciones poblacionales y actividad nociva en el cultivo
fueron las siguientes: H. virescens (Fab.), P. sexta jamaicensis (Butler), E. hirtipennis
(Melsh.) y Myzus (N.) persicae (Sulzer).
A pesar de que no fue la especie que mayores acciones nocivas produjo en el área
experimental ni apareció en todos los muestreos, la primera especie que incidió fue E.
hirtipennis (Melsh.), seguida de H. virescens (Fab,), M. persicae (Sulzer) y P. sexta
jamaicensis (Butler).
1. H. virescens (Fab.)
Huevo: Las hembras depositaron los huevos de forma aislada, pero próximos,
fundamentalmente en el envés de los retoños y hojas jóvenes que incubaron en un
período de 2 a 3 días. Otros autores han informado variaciones en tiempo de 4 a 5 días
(González, 1976), de 2 a 4 días (Caballero et al., 1984), 3 días (Martínez et al., 1984) y de
2 a 3 días (Méndez, 2002). Resultados similares obtuvieron Navarro (2000) y Capinera
(2001). Es posible que las diferencias en el desarrollo embrionario, estén dadas por la
influencia de las distintas condiciones en que se ejecutaron las experiencias. Son
semielípticos y esrtriados de polo a polo. Midieron en su eje mayor 0,58 ± 0,012 mm y el
menor 0,50 ± 0,011 mm. Acabados de ovopositar presentan una coloración blanca
amarillenta y en la medida que transcurre el desarrollo embrionario, se detecta, en el polo
superior una mancha de color castaño pálido que se corresponde con la cápsula cefálica
del embrión.
29
Larva: En el momento de la eclosión de los huevos midieron de 1,30 a 1,35 mm de
longitud. Poseen numerosos pelos blanquecinos que salen de pináculos de igual color con
el centro oscuro. La coloración del cuerpo es amarillenta translúcida destacándose, a las
pocas horas, el color verde del alimento en el tracto digestivo. Al principio poseen
movimientos lentos y restringidos aunque muestran una gran voracidad que se
incrementa en la medida que avanza el desarrollo larval. La cápsula cefálica, de color
negro, mide 0,3 ± 0,01 mm de ancho. Las larvas se alimentan del corion de los huevos de
donde salieron y comienzan a producir pequeñas roeduras en la epidermis de las hojas.
Este primer instar demora de 3 a 4 días.
En el segundo instar la cápsula cefálica midió como promedio 0,49 ± 0,001 mm y
coloración castaño claro. Los pelos blanquecinos salen de pináculos negros. La
coloración general de la larva es verde. La longitud varía de 3,40 a 5,00 mm con una
duración, en todos los casos, de 3 días. En este instar las larvas son capaces de producir
en las hojas orificios de 1,50 a 2,50 mm de diámetro.
En el tercer instar las larvas muestran mayor movilidad y voracidad; alcanzaron una
longitud de 5,50 a 10,00 mm. Los pelos blanquecinos salen de pináculos bien formados
de color negro. La cápsula cefálica midió como promedio 0,87 ± 0,002 mm de ancho y
coloración verde pálido igual que la larva. La duración de este instar fue de 3 días. Las
larvas abren agujeros redondeados en las hojas de 3,00 a 4,20 mm de diámetro e inician
lesiones en los bordes.
En el cuarto instar tuvieron una coloración verde y se hicieron evidentes franjas
blanquecinas dorsales y laterales. Cápsula cefálica verde pálido y 1,22 ± 0,011 mm de
ancho. En esta edad las larvas destruyen gran parte del área foliar y alcanzaron una
longitud que varió de 18,00 a 25,00 mm con una duración de 2 a 3 días. Aparecieron
diferencias en el color general de las larvas. Los datos sobre las dimensiones difieren
ligeramente de los encontrados por López (2002) aunque fueron obtenidos bajo otras
condiciones.
30
El quinto instar larval mostró más acentuada la diferencia en la coloración. Algunas
larvas tuvieron un color rosado violáceo, aspecto que coincide con observaciones
desarrolladas en otras regiones del país (Gómez, 2002), aunque la mayoría de las larvas
presentaron un color verde intenso con la cápsula cefálica castaño pálido y 1,48 ± 0,002
mm de ancho. Los pináculos y las franjas blanquecinas del cuerpo se hicieron más
tenues. Alcanzaron una longitud de 28,00 a 33,00 mm y un tiempo de duración de 4 días,
datos que no coinciden exactamente con los informados por López (2002) y muy próximos
a los encontrados por Peña y García (2000).
Según Martínez et al. (1984), las larvas de esta especie pueden tener 5 ó 6 instares en
lo que influye el valor de las temperaturas medias. En el presente trabajo las larvas que
tuvieron 6 instares presentaron las mismas características generales en cuanto a
coloración y comportamiento, aunque presentaron algunas diferencias morfométricas con
respecto a las larvas que tuvieron 5 instares. Los datos sobre dimensiones y tiempo de
duración aparecen en la tabla 2.
Cuando las larvas completaron su desarrollo experimentaron cambios: sus
movimientos se hicieron más lentos, arquearon el cuerpo con una fuerte contracción en
ambos extremos que hizo más evidente la segmentación. En el dorso y a lo largo del
cuerpo resaltó una línea de color verde intenso mientras que la coloración general del
cuerpo se hizo más pálida acentuándose en el mesotórax, metatórax y los primeros tres
segmentos abdominales que se tornaron blanquecinos. Estos cambios constituyen el
estado de prepupa. En este período no se alimenta.
Pupas: Independientemente del número de instares de las larvas, las prepupas poseen
las mismas características. Al final de esta fase, se transforman en pupas con una
coloración verdosa acabadas de formar. Adquirieron el color castaño característico en el
transcurso de 2,5 a 3 horas, dato similar al encontrado en otro trabajo ejecutado en la
31
misma zona de la provincia (Méndez, 2002) y coincide con la descripción que de este
estado de vida refieren Mendoza y Gómez (1982).
La duración del estado pupal fue de 10 a 11 días, sin embargo los machos, en la
mayoría de la ocasiones emergieron a los 11 días. En algunas experiencias desarrolladas
en otras regiones del país se ha encontrado una mayor duración aunque con la misma
tendencia de los machos a emerger primero.
El estado adulto lo constituye una mariposa cuya envergadura es de 30 a 37 mm en el
macho y de 32 a 40 mm en la hembra, medidas que coinciden con las informadas en otro
trabajo (López, 2002). Las antenas son filiformes. Las alas anteriores presentan tres
bandas oblicuas de color olivo oscuro de las cuales la última junto al borde apical es más
ancha. Las posteriores son más pálidas y poseen en el márgen apical una coloración
parda, con tonos rojizos en las hembras, además los pelos que cubren el último segmento
abdominal son cortos y se observa el orificio genital. En el macho, el color pardo del
márgen apical de las alas posteriores es más claro, los pelos del último segmento
abdominal son más largos y se observan los parameres, aspectos que permiten
diferenciar los sexos y que concuerdan con las descripciones informadas por otro autor
(Méndez, 2002).
Las primeras manifestaciones de esta especie se produjeron a los 15 días del
transplante con una distribución poblacional de 0,4 % (Tabla 4), aspecto que coincide con
datos obtenidos para la misma zona aunque en otra variedad (Méndez, 2002). Es
importante señalar que los niveles de población se incrementaron en las semanas donde
se produjo un aumento de la temperatura media y esta relación se valoró
estadísticamente encontrándose que la misma resultó significativa (Tabla 5).
Sin embargo la humedad relativa presentó una relación inversa y no significativa.
Quizás estuviera enmascarada su relación con la distribución de la población de la plaga
por otro elemento del agroecosistema cuyo nivel de influjo fuera más fuerte. De igual
manera el coeficiente de determinación (r² =0.9325) indica un elevado porcentaje de
32
expresión con lo que se puede, de forma preliminar, hacer algunas consideraciones de su
comportamiento en función de la temperatura a través de la siguiente ecuación de
regresión:
Y= 5,13756 + 137,6997X + 15,29333 X2 + 0,55976X3
Sin dudas, los datos obtenidos en una campaña no son lo suficientemente amplios para
ofrecer consideraciones definitivas en cuanto al comportamiento de la especie, sin
embargo, en trabajos desarrollados en la misma zona durante tres campañas (Méndez,
2002) ha aportado información que coincide con los resultados obtenidos en la presente
experiencia, lo que significa que realmente el incremento de las temperaturas favorecen el
desarrollo poblacional de la especie en las condiciones en que se desarrollaron las
observaciones. En ese sentido se infiere que la temperatura, como elemento
condicionador del agroecosistema influye en la aceleración del desarrollo de los estados
de vida que preceden al estado adulto y esto, puede relacionarse con un mayor nivel de
población, siempre que otros componentes ecológicos no eleven su acción negativa para
la plaga como puede ser la deriva genética, presencia de controladores naturales,
microorganismos, entomopatógenos, etc. ya que la plaga posee muchos enemigos
naturales que perfilan un excelente control biológico (Vázquez y Castellanos, 1997).
Los mayores índices de población, ocurrieron en el mes de marzo y a partir de ahí
disminuyeron ya cuando la parcela estaba en fase de deterioro debido probablemente, a
la escasez de alimento y al incremento de enemigos naturales que en este período
encuentran condiciones favorables para su desarrollo. En este sentido se colectaron
algunos enemigos naturales como Cyrtopeltis varians; también apareció con índices
relativamente altos (5 – 6 %) Conocephalus fasciatus (De Gueer.), tetigónido que según
De Zayas (1989) es un depredador de larvas de algunos lepidopteros.
Varios autores (Ayala et al., 1988; Zayés y Singh, 2001 y Méndez, 2002) consideran
que la plaga se alimenta hasta el mes de julio para reaparecer en octubre o noviembre,
independientemente de que el tabaco haya sido cultivado en verano, pero ya desde abril
33
inicia sus ataques en algunas de las plantas silvestres que son hospedantes para luego
reaparecer en tabaco en la próxima campaña.
Durante el ciclo vegetativo del cultivo se suceden varias generaciones, esto es posible
porque en las condiciones climáticas de la zona, con un fuerte nivel de tropicalización, los
insectos se desarrollan ininterrumpidamente y por otra parte, la superposición poblacional
hace que las consecuencias de los ataques de esta especie sean mayores (Jiménez,
1996 y Murguido, 1997).
Los resultados de las capturas de adultos en trampa de luz (Tabla 6) guardaron cierta
relación con los niveles poblacionales de larvas en las parcela. Coincidió el mayor número
de capturas con el nivel de distribución más alto alcanzado, lo que pudiera ser un
elemento importante en su manejo,
2. E. hirtipennis (Melsh.)
Las hembras ovopositaron en el suelo, en cualquier depresión u otro accidente edáfico,
próximo a las raíces de las plantas; los huevos tuvieron una coloración blanca amarillenta
y forma alargada de 0,8 a 0,9 mm de longitud. La eclosión se produjo entre 5 y 7 días. Las
larvas, de color blanquecino donde se distinguen las piezas bucales por su coloración
carmelita, se introdujeron en el suelo y alcanzaron las raíces de las que se alimentaron
durante 14 a 17 días al final de los cuales ya con una longitud de 4,5 a 5 mm se
transformaron en pupas en pequeñas cámaras formadas por partículas del suelo y otros
materiales propios de ese hábitat. La pupa de color blanquecino demoró de 4 a 6 días.
Los adultos poseen forma oval y coloración carmelita oscuro con una mancha más
clara de bordes difusos en cada élitro. Midieron de 1,4 a 1,8 mm de longitud, dato que se
aproxima al informado por Méndez (2002). Según este autor los mayores índices
poblacionales se producen en áreas nuevas, particularmente aquellas que se fomentan en
bosques vírgenes con abundante vegetación silvestre o en las áreas de tradicional
34
agroexplotación colindantes con formaciones vegetales espontáneas cuya composición
botánica es muy diversa, lo que probablemente ocurriera en la parcela experimental ya
que presentó mayores niveles poblacionales que en las otras áreas de observación.
Según Bruner et al. (1975), esta especie, conocida vulgarmente como pulguilla del
tabaco, es común y a veces dañina. En la experiencia que fundamenta este trabajo, al
final del ciclo vegetativo del cultivo, el 85 % de las plantas presentaron una enorme
cantidad de orificios en las hojas que reducen su calidad para determinados objetivos
industriales.
En ocasiones se observan síntomas en las plantas, sobre todo de poca edad, que
evidencian falta de nutrientes y el estudio minucioso del sistema radicular pone de
manifiesto la causa al encontrarse las raíces deterioradas y la presencia de larvas con las
características descritas anteriormente. Cuando ésto ocurre, los niveles poblacionales de
la plaga son elevados, aunque no es común ese cuadro fitosanitario, pero posible en
áreas con falta de humedad y enyerbamientos intensos. En algunas áreas de la zona
norte del territorio, se producen ataques en plena floración que inutilizan estos órganos
con lo que se afecta en cierta medida la fructificación, aunque no es frecuente. Esta
apreciación es similar a la informada por Méndez (2002), en trabajos realizados en la
zona norte de la provincia.
Las primeras incidencias en el área experimental se produjeron en la primera semana,
inmediatamente después de la siembra y fluctuaron con índices de población que se
correspondieron con las temperaturas más altas (Tabla 7). Este comportamiento se
analizó estadísticamente (Tabla 8) y se encontró un coeficiente de correlación (r=0,50692)
que indica una relación directa y significativa cuyo nivel de expresión también resultó alto
de acuerdo al coeficiente de determinación (r2= 0,97995). La humedad relativa tuvo una
relación inversa pero altamente significativa y con un elevado porcentaje de expresión. A
pesar de que esa variable climática condicionó, según el análisis matemático, la dinámica
poblacional de la plaga, desde el punto de vista ecológico, tuvieron que influir otros
elementos que no fueron valorados.
35
En las áreas de observación, los niveles de población fueron inferiores. Desde luego,
que en esas áreas se aplicaron insecticidas, no obstante en parcelas particulares donde
no se aplicaron productos químicos, la situación fue similar, sin que esto signifique la
influencia de un topoclima, muy difícil de determinar si tenemos en cuenta que un estudio
de esa naturaleza no se ha realizado y a al menos serían necesarias más de 20
series/área para que tenga validez según investigaciones desarrolladas en ese sentido
(Morenos y Guillory, 1992).
3. Myzus (N.) persicae (Sulzer).
El inicio de las migraciones hacia las plantas de la parcela se produjo con la presencia
de algunos ejemplares que de inmediato formaron colonias distribuidas e integradas por
numerosos individuos. La rapidez en la distribución poblacional de esta especie, según
Holman (1974) y Méndez (2002), se debe a la forma partenogenética de su reproducción.
De acuerdo a las dimensiones informadas por Holman (1974), poseen una longitud
que resulta 0,1 mm mayor que las encontradas en otro trabajo realizado en la zona norte
de la provincia (Méndez, 2002).
Las antenas son casi tan largas como el cuerpo. Los sifúnculos, ligeramente en forma
de clava, tienen el ápice oscuro. En condiciones óptimas, en particular temperaturas de 20
a 24°C una generación se produce en aproximadamente 8 días, aunque en sentido
general, quizás con otras temperaturas se alargue el tiempo pero la capacidad
reproductiva de una hembra logra un elevado número de descendientes que forman
colonias fundamentalmente en el envés de las hojas, los retoños jóvenes y las hojas
próximas al suelo (Holman, 1974), criterios de comportamiento que fueron observados en
el desarrollo del presente trabajo.
La distribución de las colonias en el cultivo se produce con gran celeridad. En poco
tiempo se pueden encontrar en lugares distantes de los focos primarios de infestación, lo
que se explica porque los alados de esta especie, a diferencia de otros áfidos no se
36
establecen en las mismas plantas después que originan la primer progenie (Hilberg,
2001).
En las condiciones en que se desarrolló la parte experimental de este trabajo, las
primeras migraciones de los adultos se produjeron en la segunda semana de diciembre
(Tabla 9) con un incremento acelerado hasta la primera semana de febrero que comenzó
una evidente disminución de los niveles de distribución poblacional, debido
probablemente a la edad del cultivo ya que según algunos autores (Hilberg, 2001;
Harrison, 2002), cuando la fase fenológica del cultivo hospedante es avanzada, esta
especie se traslada para plantas más jóvenes del mismo u otros cultivos. El análisis
estadístico de su comportamiento mostró una relación altamente significativa entre la
temperatura y la distribución poblacional, mientras que la humedad relativa no tuvo
significación y su relación fue inversa (Tabla 10), lo que coincide con los resultados
obtenidos en otros trabajos donde se concluye que altas temperaturas, escasas
precipitaciones y baja o moderada humedad relativa favorece el desarrollo de la plaga
(Hilberg, 2001).
4. Phlegethontius sexta jamaicensis (Butler)
Las hembras ovopositaron, en condiciones naturales, aisladamente en el envés de las
hojas, aunque en ocasiones se encontraron huevos en el haz. Son redondeados, de color
amarillo verdoso y de 0,9 a 1,2 mm de diámetro, dimensiones y características similares a
las encontradas en otro trabajo (Méndez, 2002). El desarrollo embrionario demoró de 5 a
7 días, dato similar al encontrado en condiciones de laboratorio, aunque en estas
condiciones predominaron las eclosiones a los 5 días. Las larvas completamente
desarrolladas midieron de 70 a 100 mm de longitud, muy voraces durante todo el estado.
Desde los primeros instares hasta el último, se incrementó su capacidad defoliadora
caracterizada por destruir toda la hoja y hasta ramas. Poseen una coloración verdosa con
siete bandas blanquecinas y oblicuas. El estado larval transcurrió, en condiciones
naturales, entre 17 y 21 días al final de los cuales se enterraron para pupar.
37
En laboratorio la duración fue de 18 a 23 días. La pupa es de color carmelita oscuro
lustroso con una estructura en forma de asa en su parte anterior. Mide de 58 a 60 mm de
longitud. Los adultos emergieron a los 15 ó 17 días en la parcela y entre 17 y 18 días en
laboratorio. Es posible que las diferencias en tiempo entre una y otras condiciones se
deban al predominio de temperaturas desiguales y otros elementos del ecosistema. Son
mariposas de cuerpo robusto (Fig. 4) con intensa actividad crepuscular o nocturna.
Exhiben una gran envergadura que puede variar de 78 a 120 mm.
Fig. 4 Adulto de P. sexta jamaicensis (Butler) (Cortesía del Dr. Méndez)
Las alas anteriores poseen una coloración grisácea oscura moteada de blanco. En la
región pleural del abdomen presentan cinco manchas redondeadas de color amarillo que
facilitan el reconocimiento de la especie, aspecto que coincidió con lo informado por De
Zayas (1989).
La duración, características generales y dimensiones de los estados de vida de esta
especie se comportan de igual forma en otros cultivos (Méndez, 2003). De la misma
manera, sus ataques son esporádicos y ocasionalmente intensos en el cultivo de tabaco
en la zona norte del territorio.
Debido a las dimensiones y voracidad de las larvas pueden ocasionar pérdidas de
consideración si no se controlan a tiempo (Fig. 5). En el área experimental defoliaron
38
totalmente más del 15 % de las plantas. En áreas de observación de la Veguita también
se encontró una fuerte defoliación (18 %). De la misma forma, en La Rebalosa las plantas
defoliadas resultaron un 21 %.
Los ataques focales de esta especie ocasionaron una gran defoliación en las plantas
atacadas, con un marcado nivel de deterioro que las inutilizó para su posterior proceso
con fines industriales.
Fig. 5. Larva de P. sexta jamaicensis (Butler) y lesión producida en una hoja de tabaco (Cortesía del Dr. Méndez)
Es importante considerar que en la campaña 2002-03 ocurrieron explosiones
poblacionales en áreas de tabaco de los municipios Puerto Padre y Jesús Menéndez que
ocasionaron pérdidas de consideración (Parra, 2003).
En el área experimental los primeros ataques se produjeron en la cuarta semana de
diciembre con sólo un 1 % de distribución y no se volvió a encontrar hasta la tercera
semana de enero que se cuantificó un 2 % de distribución y a partir de ahí comenzó el
incremento poblacional de forma muy discreta como se puede apreciar en la Tabla 11 y
donde no influyeron aparentemente las variables climáticas que fueron consideradas
(Tabla 12) ya que la temperatura media no fue significativa y la humedad relativa resultó
significativa pero relacionada inversamente y con un bajo porcentaje de expresión
39
ajustable a una curva compleja, lo que no tiene una lógica explicación, sin embargo, esas
características etológicas deben ser estudiadas con especificidad ya que este insecto
constituye, a pesar de lo esporádico de sus ataques, una plaga de interés económico. Ese
comportamiento poblacional coincide con las observaciones de varios autores desde hace
varios años (Bruner et al., 1975; Vázquez, 1979; De Zayas, 1989; Méndez, 2002). Es una
plaga importante que en breve tiempo es capaz de defoliar grandes áreas de tabaco
aunque sus niveles de distribución no sean muy elevados.
A pesar de que son fotopositivos, los resultados de las capturas de adultos en trampa
de luz presentó promedios bajos que no coincidieron en todos los casos con los períodos
de mayor distribución poblacional de larvas en el área experimental. (Tabla 13), lo que
pueda deberse, quizás, a las grandes dimensiones o posibles migraciones hacia fuentes
de alimentos que le propiciaran mejores condiciones para su alimentación.
Si se analiza la nocividad de las especies que se determinaron como principales por su
nivel de incidencia, distribución poblacional y características de sus ataques se puede
apreciar que aunque H. virescens (Fab.) no fue la primera plaga que incidió en el área
experimental, tuvo una mayor permanencia en tiempo con tendencia al incremento
poblacional (Tabla 4) igual que E. hirtipennis (Melsh.) (Tabla 7). Por otra parte, M.
persicae (Sulzer), después de incrementar sus distribuciones de población, presentó una
disminución cuando el cultivo se encontraba en fase fenológica avanzada (Tabla 9). Este
dato puede tener utilidad ya que todas estas plagas influyeron en el nivel de deterioro del
cultivo o al menos, dañaron de forma sensible el órgano comercial de la planta.
Sin dudas, el área experimental estuvo atendida de acuerdo a las orientaciones del
Instructivo Técnico para su cultivo (Espino et al., 1998) lo que condujo a que el desarrollo
fenológico de las plantas estuviera influido por mejores condiciones que en las áreas de
producción de la Veguita, Rabalosa, Robaina y La Aguada donde no siempre se cumplen
las instrucciones técnicas.
40
En áreas bien atendidas se favorece que las incidencias de las plagas sean menores si
se tiene en cuenta que en la relación planta – nutrientes las mejores y sistemáticamente
bien nutridas son menos atacadas por los organismos nocivos, lo que se ha demostrado
con una sólida argumentación científica según la teoría de la trofobiosis (Chaboussou,
1982).
41
IV. CONCLUSIONES
1. La entomofauna principal presente en el área experimental de tabaco fueron las siguientes: Acheta assimilis (FAB.), Epitrix hirtipennis Melsh, Heliothis virescens (Fab.), Myzus (N) persicae (Sulzer), Nezara viridula (L.), Phlegethontius sexta jamaicensis (Butler), Spodoptera latifascia (Walk), Systena basalis Duval, Cyrtopeltis varians Dist. y Conocephalus fasciatus (De Gueer). De ellas, las principales especies plagas fueron Epitrix hirtipennis Melsh, Heliothis virescens (Fab.), Myzus (N) persicae (Sulzer) y Phlegethontius sexta jamaicensis (Butler.
2. El período perjudicial de Heliothis virescens (Fab.) demoró de 13 a 22 días en cada generación y en dependencia del número de instares que presenten las larvas alcanzando los mayores niveles poblacionales en el mes de marzo. La mayor distribución poblacional que afectó al 98 % de las plantas, coincidió con las capturas más altas de adultos en trampa de luz.
3. Los mayores índices poblacionales de Epitrix hirtipennis Melsh. se encontraron
también en el mes de marzo y sus incidencias ocurrieron desde la primera semana de observación, y afectaron al final del ciclo vegetativo del cultivo, el 85 % de las plantas.
4. La dinámica de población de Myzus (N) persicae (Sulzer) se caracterizó por un
incremento acelerado de sus niveles poblacionales desde la segunda semana de diciembre hasta la primera de febrero ya cuando el cultivo se encontraba en la etapa final de su fenología.
5. Los ataques de las larvas de Phlegethontius sexta jamaicensis (Butler) fueron irregulares en el tiempo pero con una permanencia entre 17 y 21 días con gran voracidad que dañó más del 15 % de las plantas.
6. La temperatura media mostró una relación directa y significativa en todas las especies consideradas a excepción de Phlegethontius sexta jamaicensis (Butler) donde sólo la humedad relativa tuvo significación inversa.
42
V. RECOMENDACIONES Teniendo en cuenta los elementos de la biología de las especies consideradas en el presente trabajo y su comportamiento se recomienda que:
1. Se continúen estudios biológicos en no menos de cinco campañas que permitan definir las relaciones de estas plagas en la misma zona, así como repetir la experiencia en otras zonas de la provincia que permitan conclusiones definitivas en cuanto al nivel de influencia que poseen las variables del clima en el comportamiento de las principales plagas que inciden en el cultivo.
2. Incluir en el estudio otras variables climáticas y elementos de los agroecosistemas
que permitan la regionalización de las especies nocivas para el cultivo del tabaco en las condiciones edafoclimáticas de la provincia de Las Tunas.
3. Realizar estudios de la fauna de insectos beneficiosos que se encuentran asociados al cultivo del tabaco.
43
VI. BIBLIOGRAFÍA
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48
Tabla1. Especies que incidieron en el área experimental durante el desarrollo de los muestreos.
1. Acheta assimilis (FAB.) 2. Epitrix hirtipennis Melsh. 3. Heliothis virescens (Fab.) 4. Myzus (N) persicae (Sulzer) 5. Nezara viridula (L.) 6. Phlegethontius sexta jamaicensis (Butler) 7. Spodoptera latifascia (Walk) 8. Cyrtopeltis varians Dist. 9. Conocephalus fasciatus (De Gueer.) 10. Systena basalis Duval
Tabla 2. Ancho de las cápsulas cefálicas, longitud y duración de cada instar para larvas de seis instares.
INSTARES ANCHO DE LA C. CEFÁLICA (MM)
LONGITUD DE LA LARVA (MM)
DURACIÓN (DÍAS)
I 0,30 1,25-1,30 3-4 II 0,40-0,50 3,5-5,00 3-4 III 0,55-0,79 5,6-11,0 3 IV 0,91-1,40 9,4-18,00 2-3 V 1,50-1,98 18,00-20,00 3-4 VI 2,00-2,50 21,00-32,00 3-4
Tabla 3. Dimensiones de las pupas hembras y machos de H. virescens (Fab.)
PUPAS LONGITUD (MM) ANCHO (MM)
Hembras 16,09±0,014 4,43±0,02
Machos 16,29±0,012 4,48±0,02
49
Tabla 4. Comportamiento de la temperatura media, humedad relativa, precipitaciones y distribución poblacional de H. virescens (Fab.) en el área experimental (A). I II III IV Temp HR Prec Dist
(°C) (%) (mm) (%) Temp HR Prec Dist (°C) (%) (mm) (%)
Temp HR Prec Dist (°C) (%) (mm) (%)
Temp HR Prec Dist (°C) (%) (mm) (%)
Noviembre 24,8 80 0 0 23,7 84 0 0 25 86 13,5 0 24,1 80 12,4 0 Diciembre 23,9 83 5,4 4 24,4 83 0 6 25,5 81 0,3 7 24,0 82 1,2 5 Enero 23,8 85 24,8 3 27,2 79 2,6 15 26,8 79 0,1 12 27,1 79 0,4 15 Febrero 26,6 82 0 12 27,4 77 1,5 18 28,4 78 0 24 27,4 80 0,6 18 Marzo 27,8 79 0 22 28,0 73 0 25 28,5 74 0,2 28 29,0 79 0 30 Tabla 5. Análisis de correlación y regresión entre los valores de la temperatura media, la humedad relativa y los niveles de distribución de H. virescens (Fab.) en el área experimental.
MEDIAS DESVIACION STAND. COEFIC. X(i) X(j) X(i) X(j) X(i) X(j) r
Temp. Media Dist. Pob. 26,7 12,2 1,815744 10,03468 0,44115* H. Relativa Dist. Pob. 80,15 12,2 3,297103 10,03468 -0.36683 ns*relación significativa Y= 5,13756 + 137,6997X + 15,29333 X2 + 0,55976X3
r2 Coeficiente de determinación r2 = 0,91868 Tabla 6. Comportamiento de las capturas promedios de adultos de H. virescens (Fab.) en trampa de luz en el área experimental. DICIEMBRE ENERO FEBRERO MARZO
Adultos capturados
2,2
5
3,2
7,2
50
Tabla 7. Comportamiento de la temperatura media, humedad relativa, precipitaciones y distribución poblacional de E. hirtipennis (Melsh.) en el área experimental (A). I II III IV Temp HR Prec Dist
(°C) (%) (mm) (I/J) Temp HR Prec Dist (°C) (%) (mm) (I/J)
Temp HR Prec Dist (°C) (%) (mm) (I/J)
Temp HR Prec Dist (°C) (%) (mm) (I/J)
Noviembre 24,8 80 0 0,30 23,7 84 0 0,20 25 86 13,5 0 24,1 80 12,4 0,25Diciembre 23,9 83 5,4 0,18 24,4 83 0 1,1 25,5 81 0,3 2,2 24,0 82 1,2 0,21Enero 23,8 85 24,8 0,14 27,2 79 2,6 3,8 26,8 79 0,1 3,4 27,1 79 0,4 3,8 Febrero 26,6 82 0 3,2 27,4 77 1,5 6,8 28,4 78 0 7,2 27,4 80 0,6 6,2 Marzo 27,8 79 0 6,6 28,0 73 0 7,0 28,5 74 0,2 7,8 29,0 79 0 8,1 Tabla 8. Análisis de correlación y regresión entre las temperaturas medias y el índice
poblacional de E. hirtipennis (Melsh.) en el área experimental.
MEDIAS DESVIACION STAND. COEFIC. X(i) X(j) X(i) X(j) X(i) X(j) r
Temp. Media Dist. Pob. 24,93 3,524 6,133951 3,013802 0,50692* H. Relativa Dist. Pob. 80,15 3,524 3,297603 3,013802 - 0,77602**** relación significativa r2 = 0,97995 Temp. Media Y= 3,2769+75,3168X+(- 8,5746X2 ) +0,3228X3
*** relación altamente significativa H. Relativa r2 = 0,84503 Y= 1,662e-005 + 108,437X+4,245X2+0,05206X3 Tabla 9. Comportamiento de la temperatura media, humedad relativa, precipitaciones y
distribución poblacional de M. persicae (Sulzer) en el área experimental (A). I II III IV Temp HR Prec Dist
(°C) (%) (mm) (%) Temp HR Prec Dist (°C) (%) (mm) (%)
Temp HR Prec Dist (°C) (%) (mm) (%)
Temp HR Prec Dist (°C) (%) (mm) (%)
Noviembre 24,8 80 0 - 23,7 84 0 - 25 86 13,5 0 24,1 80 12,4 0 Diciembre 23,9 83 5,4 0 24,4 83 0 30 25,5 81 0,3 70 24,0 82 1,2 100Enero 23,8 85 24,8 100 27,2 79 2,6 100 26,8 79 0,1 100 27,1 79 0,4 100Febrero 26,6 82 0 70 27,4 77 1,5 56 28,4 78 0 50 27,4 80 0,6 48 Marzo 27,8 79 0 46 28,0 73 0 40 28,5 74 0,2 37 29,0 79 0 35
51
Tabla 10. Análisis de correlación y regresión entre los valores de las tempeatura promedio, la humedad relativa y la distribución poblacional de M. persicae (Sulzer) en el área experimental.
MEDIAS DESVIACION STAND. COEFIC. X(i) X(j) X(i) X(j) X(i) X(j) r
Temp. Media Dist. Pob. 26,17 80,15 1,815744 3,297103 0,76492***H. Relativa Dist. Pob. 80,15 49,1 3,297103 37,51056 - 0,12694 n.s.
*** relación altamente significativa r2 = 0,60004 Y = 0.00018 +84.86224 x + -3.77309x2 + dx3 n.s. relación no significativa Tabla 11. Comportamiento de la temperatura media, humedad relativa, precipitaciones y distribución poblacional de P.sexta jamaicensis (Butler) en el área experimental (A). I II III IV Temp HR Prec Dist
(°C) (%) (mm) (%) Temp HR Prec Dist (°C) (%) (mm) (%)
Temp HR Prec Dist (°C) (%) (mm) (%)
Temp HR Prec Dist (°C) (%) (mm) (%)
Noviembre 24,8 80 0 - 23,7 84 0 - 25 86 13,5 24,1 80 12,4 0 Diciembre 23,9 83 5,4 0 24,4 83 0 0 25,5 81 0,3 0 24,0 82 1,2 1 Enero 23,8 85 24,8 0 27,2 79 2,6 0 26,8 79 0,1 2 27,1 79 0,4 3 Febrero 26,6 82 0 6 27,4 77 1,5 5 28,4 78 0 8 27,4 80 0,6 10 Marzo 27,8 79 0 10 28,0 73 0 12 28,5 74 0,2 - 29,0 79 0 - Tabla 12. Análisis de correlación y regresión entre los valores de las temperatura promedio, la humedad relativa y la distribución poblacional de P. sexta jamaicensis (Butler) en el área experimental.
MEDIAS DESVIACION STAND. COEFIC. X(i) X(j) X(i) X(j) X(i) X(j) r
Temp. Media Dist. Pob. 36,62 2,85 46,18449 4,107439 -0,14334 n.sH. Relativa Dist. Pob. 80,15 2,85 3,297103 4,107439 - 0,48405 *
* relación significativa r2 = 0,15499 Y = 1/-17.395135 ( +16.934272x0,0168) n.s. relación no significativa
52
Tabla 13. Comportamiento de las capturas promedios de adultos de P. sexta jamaicensis (Butler) en trampa de luz en el área experimental. DICIEMBRE ENERO FEBRERO MARZO
Adultos capturados
0
0,25
0,75
1,2
53
GRAFICO 1: Comportamiento de la Temperatura media y Distribución Poblacional de H. virescens.
0
5
10
15
20
25
30
35
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20semanas
Temp.D , P
GRAFICO 2: Comportamiento de la Temperatura Media y Distribución Poblacional de M. persicae.
0
20
40
60
80
100
120
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20semanas
Temp.D , P
54
GRAFICO 3: Comportamiento de la Humedad Relativa y Distribución Poblacional de P. sexta. jamaicensis
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20semanas
HRD , P
GRAFICO 4: Comportamiento de la Temperatura Media y Distribución Poblacional de E. hirtipennis
0
5
10
15
20
25
30
35
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20semanas
Temp.D , P
55
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