sustentabilidad e informaciÓn elementos potenciadores del desarrollo … · 2006-05-24 · el rol...
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¿Exclusión social?Una agenda local para los Objetivos del Milenio
PANEL 16: EL DESARROLLO COMO CLAVE DESUPERACION DE LA EXCLUSION
SUSTENTABILIDAD E INFORMACIÓN
ELEMENTOS POTENCIADORES DEL DESARROLLO LOCAL
NORCKA FERNÁNDEZ
Dra. en Ciencias Gerenciales. Profesora Titular de La Universidad del Zulia (LUZ),Investigadora del Centro de Estudios de la Empresa. LUZ.
NELLY PRIMERA
Dra. en Ciencias Gerenciales. Profesora Titular de la Universidad del Zulia (LUZ),
Investigadora del Centro de Estudios de la Empresa. LUZ
CIRA OLIVAR
Licenciada en Administración, Auxiliar de Investigación del Centro de Estudios de laEmpresa. LUZ
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ResumenEl libre acceso a la información pública además de facilitar el conocimiento por parte
de la sociedad de las razones de las decisiones públicas contribuye a la participación
de los ciudadanos en el desarrollo local. En este sentido, el presente estudio explora
el rol que juega la información en la gestión municipal para el desarrollo sustentable
específicamente en el eje social, realizándose para tal fin una investigación de tipo
documental. Los resultados obtenidos fueron los siguientes: a) Necesidad de
fortalecimiento de mecanismos de información y comunicación, con énfasis en la
incorporación de modernas tecnologías, b) La información estimula la organización
de redes sociales de los ciudadanos como elemento sustancial en la participación y
toma de decisiones sobre el desarrollo de los municipios. Se concluye que la
información representa un factor esencial para el desarrollo sustentable y la
aplicación de tecnologías modernas favorece a dicho desarrollo, según lo expresado
en los planes municipales.
Palabras Clave: Participación, Información, Toma de Decisiones, Planes deDesarrollo.
* Esta investigación es producto del proyecto “Políticas informacionales en lasAlcaldías”, financiado por el Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico de laUniversidad del Zulia (CONDES-LUZ)
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1. Introducción.
Desde la década de los noventa, se inició un proceso de modernización de la
administración pública en Venezuela. La crisis fiscal, el agotamiento del paradigma
burocrático y la constante necesidad de resultados del gobierno, exigió un nuevo
planteamiento de las formas de organización y del quehacer público.
La exigencia de un estado moderno y de una administración estatal de
vanguardia y eficiente, exigió que los gobiernos emplearan herramientas que en el
sector privado, habían mostrado resultados positivos (Alva,2004). Con la estabilidad
política alcanzada a mediados de los noventa, la ciudadanía desarrolló una
conciencia crítica sobre la gestión de gobierno, concentrando su atención en el
volumen y calidad de la obra pública y de los servicios, como su referencia más
cercana para evaluar el gobierno.
Con la necesidad de dar respuestas al ciudadano sobre la gestión de gobierno
y a las necesidades del desarrollo local derivados del rezago social en el tiempo,
surgió la necesidad de iniciar el proceso de reforma interno de la administración
pública.
En este escenario, los gobiernos locales recobran su importancia por medio
del proceso de descentralización, el cual vino no solo a fragmentar la administración
pública, sino a democratizar el Estado, permitiéndole a las comunidades organizadas
tener injerencia en la toma de decisiones y en ciertas competencias que inciden en
su calidad de vida, en relación a este planteamiento Pérez (s/f:2) indica que “el papel
de las comunidades organizadas es fundamental dentro del proceso de
descentralización, la cual se sitúa en un contexto más amplio que el meramente
institucional en el que implique el traspaso de capacidades que se encuentran en
manos del Estado directamente a la sociedad y sus organizaciones”. Esta
transferencia amerita de un conjunto de competencias y recursos necesarios para
gestionar eficientemente las necesidades de las comunidades.
El proceso de descentralización abre así, diferentes escenarios donde el
fortalecimiento del poder local y de la sociedad civil es evidente, pero para que esta
fortaleza se traduzca en un verdadero desarrollo sustentable y equitativo de los
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municipios, se hace necesario la creación de mecanismos que les permita a ambos
actores (sociedad-gobierno) interrelacionarse en la búsqueda de soluciones
duraderas y viables para mejorar las condiciones de vida de todos, fundamentándose
para ello en el acceso a la información por parte del ciudadano, el cual dependerá en
gran medida de la disposición del Estado en diseñar e implementar políticas que
coloquen al alcance de los ciudadanos por igual, la información necesaria para
facilitar su participación ciudadana, y fortalecer su injerencia en la gestión pública.
Según Genatios y Lafuente (2003:98) el acceso a la información por parte de
los ciudadanos, ha estado marcado por condiciones, que se traducen en ciertas
desigualdades acumuladas en materia educativa, económica, social, entre otras,
presentando la posibilidad que las personas con una mejor educación, altos ingresos
económicos, poder político y gran movilidad social posean un mayor acceso a la
información y a los conocimientos, en comparación con aquellas personas que no
esas oportunidades.
En este escenario, es importante destacar que si el Estado adopta una
concepción participativa implícitamente está favoreciendo el diseño de estructuras
más flexibles y abiertas en donde el ciudadano se convierte en el cliente principal al
cual se le debe suministrar la información requerida para el cumplimiento del nuevo
rol de sujeto activo y participativo de la gestión local, en este sentido se hace
importante reflexionar si los mecanismos informacionales diseñados por el Estado
permiten realmente el acceso de todos los ciudadanos a la información, a la
participación en la gestión pública y a la construcción de un modelo de desarrollo
sostenible que les ofrezca una verdadera opción para el futuro. De allí que Ferrer
citado por Santana (2000), señale que el desarrollo sostenible depende
fundamentalmente de la fuerza endógena, es decir, de la capacidad y vocación que
tiene cada sociedad para cambiar la movilización de su potencial; de la afirmación de
su identidad cultural y en tener la casa en orden.
Considerando la información como componente esencial para impulsar dicha
participación, el presente estudio tiene como propósito explorar el rol que juega la
información en el impulso del desarrollo sustentable por parte de los gobiernos
locales, tomando este nivel de gobierno por ser el más cercano a los ciudadanos y el
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que debe garantizar el suministro oportuno y eficiente de la información, permitiendo
según planteamiento del World Bank (2002:1) que sean las personas más
informadas quienes tengan las herramientas para tomar las mejores opciones. Para
la realización del estudio, se revisaron documentos normativos y de gestión como la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela CRBV (1999), la Ley
Orgánica de Régimen Municipal LORM (1989), el anteproyecto de Ley del Poder
Público Municipal, el plan de desarrollo económico y social de la nación (2001-2007),
planes de desarrollo sustentable, entre otros.
2. El Desarrollo Sustentable en la sociedad de información.El concepto de sociedad de la información se abre paso con la intención de dar
cuenta de un nuevo tipo de organización humana que emerge del proceso
civilizatorio abierto por la aplicación de tecnologías de información. Drucker (1996)
acuña el término sociedad post-capitalista para describir ese nuevo modelo social en
el cual el recurso económico básico, ya no es el capital ni los recursos naturales, es y
será el saber. En este sentido, Castells (1999) denomina a estas nuevas sociedades
“sociedades en red” que constituyen una nueva estructura funcional del sistema
mundial basada hasta el presente en un capitalismo de nuevo tipo. Ciertamente las
nuevas tecnologías han hecho posible que las redes globales de capital, trabajo,
mercados e información ahora funciones a la velocidad de la luz.
En este modelo económico y social asumido por la sociedad, las tecnologías de
información adquieren un rol determinante, produciendo como lo indica Ramos
(1995) cambios en las nuevas formas de aprobación y circulación del conocimiento.
Sin embargo, las comunidades que no llegan a integrarse a esas tecnologías
están en desventaja respecto a las sociedades informatizadas e integradas a redes,
las decisiones y modos de operar de la sociedades organizadas en redes fueron un
impacto sobre aquellas áreas que están fuera de ellas, y por lo cual resulta
reaccionario oponerse a la globalización progresista al buscar caminos alternativos
para organizarse en otros criterios tales como principios bioéticos, democráticos y de
justicia social, de allí que éste sea el punto clave en donde se cruzan las sociedades
de la información y el desarrollo sustentable. En el siglo XXI pensar en una sociedad
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sustentable que no sea al mismo tiempo de información es reducir el concepto de
sustentabilidad a la de una simple sociedad de la información.
El concepto de desarrollo sostenible puede tener todas las variables que se
quiera, según la corriente de pensamiento económico, social, cultural y
antropocéntrico que tenga una persona, unidad productiva o gobierno
Sin embargo, a raíz del informe Brindtland, citado en Colvelo (1998), dicho
concepto parece tener principios de acuerdo común y se afirma entonces, que la
sostenibilidad de lo productivo busca satisfacer las necesidades del presente sin
comprometer la capacidad de las generaciones futuras para alcanzar a satisfacer sus
propias necesidades. Aun cuando el mencionado documento establece las pautas
para el desarrollo basado en la sustentabilidad, agrega que tanto la tecnología como
la organización social pueden ser ordenadas y mejoradas de manera que abran el
camino a una nueva era de conocimiento económico (Banco Interamericano de
Desarrollo,1991:50). A la vez el comercio mundial puede tener un efecto positivo en
la transferencia de tecnología más eficiente, la difusión de información o a la mejora
de estándares ambientales en determinadas regiones.
Considerando que este nuevo tipo de organizaciones de la sociedad de la
información son organismos inteligentes que buscan sobrevivir, deben ser
generadoras, almacenadoras y transformadoras de los conocimientos que le
permitan enfrentar y modificar su entorno ya sea para adaptarse a él o, de ser
posible para adaptar el entorno a su beneficio. Es común afirmar que en ambientes
tan complejos como los que deben enfrentar hoy en día, sólo aquellas que utilicen los
medios a su alcance podrán lograr el objetivo de ser exitosos. Las tecnologías de
información juegan un papel importante en esta posición que toman las
organizaciones.
Actualmente la información y sus tecnologías no son un lujo, sino componentes
clave de las organizaciones, ya que este tipo de tecnologías se ven involucradas en
la toma de decisiones. El facilitar la información, el procesamiento de datos, y la
manera de almacenar la información, permiten establecer redes mediante los
procedimientos adecuados así como descubrir el conocimiento diseminado a lo largo
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de las organizaciones para convertirlo en aprendizaje útil a todos los miembros de la
misma y de las comunidades para una mejor calidad de vida de los ciudadanos.
Las sociedades del conocimiento innovador en el mundo con relación al
desarrollo sustentable serán más dependientes de su base de capital de
conocimiento, de allí que los servicios de información representarán una parte cada
vez mayor de las demandas de los ciudadanos para crear sociedades de
conocimiento sustentable, por lo cual es imprescindible prestar atención tanto a las
necesidades de los consumidores y ciudadanos como a las de los industriales.
Las sociedades de la información no sólo privilegian el desarrollo sustentable
especialmente en el ámbito de la ética, la transparencia y el apoyo a procesos
regulatorios basados en evidencia científica sólida, sino también el diálogo con los
actores relevantes internos y externos, con miras a construir confianza mutua y a
cooperar en la construcción del bien común sobre bases de equidad
(Ruckelshaus,1999).
Por otra parte, Fernández (2003) señala que las formas de acceso tradicionales a
la sociedad de la información son cada día más lentas e inseguras y dificultan e
imposibilitan con frecuencia una percepción real y clara del potencial que las
tecnologías de información (TIC) conllevan e implican, y de las posibilidades que se
abran a las entidades locales, por lo cual es implícito que la única manera por el cual
estas alcancen un desarrollo sustentable es incorporándose a la sociedad de la
información y a las tecnologías de información (TIC).
En consecuencia la administración local deberá analizar cual es el papel que le
corresponde desarrollar en la sociedad de la información y tomar las medidas
necesarias para llevarlo a cabo. Actualizar y modernizar el parque informático de
manera de disponer de los medios idóneos, la aplicación de los avances que las
nuevas tecnologías ofrezcan que favorezcan la gestión local, la adecuación
tecnológica de los servicios de información a las demandas y nuevas necesidades de
los ciudadanos y de la propia organización, contribuirán de forma positiva a cumplir
con su misión.
Los retos y desafíos de la sociedad de la información y el conocimiento
determinan que aquellos que tienen la capacidad de tomar decisiones en la gestión
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municipal provoquen el cambio que se precisa para conseguir el desarrollo
sustentable en la sociedad de información, ya que para que una comunidad sea
realmente sustentable, debe adoptar un enfoque que considere los recursos
económicos, medio ambiente y culturales.
Sin embargo, la sociedad sustentable representa mucho más que una simple
sociedad de la información. Es la propuesta de un paradigma alternativo de
organización al que hoy prevalece en las sociedades de la información y el proceso
de globalización. Pretende ser un modelo más eficiente de usar los recursos
humanos y naturales, una sociedad más justa y más democrática desde la
perspectiva de la participación en los procesos de decisión (Revista Futuro, 2003).
Si comparamos el concepto de sociedad de la información y sociedad sustentable
encontraremos diferencias claves, mientras el concepto de la información expresa
una relación entre los seres humanos y los procesos tecnológicos, el concepto de
sociedad sustentable es más amplio, pues supone un criterio de valoración de las
relaciones sociales entre personas, entre seres humanos y sistemas ecológicos,
entre seres humanos y procesos tecnológicos, por lo cual podríamos concluir
afirmando que la sustentabilidad permite que los modelos de desarrollo y los
recursos derivados del mismo beneficien por igual a toda la humanidad, es decir,
equidad; al mismo tiempo que se interesa por las clave tecnológicas que permiten
una reorganización del régimen político que resulte más democrático y participativo
para los ciudadanos, en este orden de ideas Cartier, citado por Pirela y Ocando
(2002), afirma que si la información es el material principal que utiliza el hombre para
darle forma a la sociedad, el aprendizaje de su tratamiento debería ser el foco de la
formación del ciudadano.
3. La información y la gestión Municipal.En las décadas de los 80 y 90 en América Latina se produjo una grave crisis
económica, social y política que impactó en gran medida la estructura del Estado y
su relación con la sociedad civil. Durante este período el discurso político venezolano
se enmarcó en la necesidad de reformar el Estado, de transformar su visión
centralista, antiparticipativa e ineficiente, hacia una visión de Estado democrático,
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cuyos pilares de acción fuesen la descentralización hacia las regiones y los
municipios, y la participación ciudadana en la toma de decisiones de los poderes
públicos.
En este contexto, se produjeron en el país varias iniciativas por materializar
dicho discurso como lo fueron las primeras elecciones de gobernadores y Alcaldes,
la reforma de varias normativas como la ley Orgánica de Régimen Municipal, y la ley
Orgánica del Sufragio, entre otras, que si bien en la práctica no impulsaron una
verdadera descentralización y participación ciudadana, demostraban la imperiosa
necesidad de redefinir el sistema y dotarlo de una nueva legitimidad. De allí, surge
una nueva concepción de Estado fundamentada en un enfoque de Democracia
Participativa, considerada por Gómez (1995) como un régimen en el cual la
representación política de base territorial es complementada por mecanismos
electorales como el referéndum, y por el reconocimiento del derecho de ciertas
asociaciones a ser consultadas sobre decisiones que afecten a un grupo de
ciudadanos, y como la democracia en donde los actores más débiles pueden tener el
mismo derecho a ser tomados en cuenta como grupos de presión, es decir, una
democracia que pretende incorporar la expresión de la mayoría y no, de las minorías
poderosas, en donde los ciudadanos representen los sujetos impulsores de su
desarrollo, y quienes ejerzan un control social de la Gestión Pública.
El Estado Venezolano al adoptar una concepción democrática, participativa y
descentralizada, definida en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela (1999) en sus artículos 2, 4 y 6, impulsa herramientas de información y
participación que permiten el acceso de todos los ciudadanos por igual a información
de su interés, de manera que puedan tener inserción en la Gestión Pública
especialmente en el ámbito local, donde se pueden establecer relaciones diferentes
entre los sujetos de gestión. Con este argumento, se puede decir que la
modernización del Estado se fundamenta en una nueva relación Estado - sociedad
civil, bajo la premisa de que un Estado es eficiente en la medida de que la sociedad
civil sea fuerte, siendo ello una condición para la efectiva vigencia de la democracia
y para alcanzar un desarrollo sustentable y equitativo (Banco Interamericano de
Desarrollo,1996:4). Al respecto, Cartay (s/f:4) apunta que “el fortalecimiento de la
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Participación Ciudadana debe asegurar la capacidad de los ciudadanos de intervenir
en lo ‘público’ y este Derecho sólo es posible si se promueve una nueva articulación
Estado, Sociedad Civil y Ciudadanos, siendo el gobierno local el ámbito más
adecuado para impulsar estos procesos de participación”.
En este escenario el Municipio como organización social enfoca su gestión desde
una interacción efectiva entre el gobierno municipal, instituciones del estado,
sociedad civil y la población en general para contribuir a un sistema democrático,
gobernabilidad; reforzando las competencias y ampliando la oportunidad de los
actores locales, municipalidades, comunidades y sociedad civil en función de sus
propias demandas para construir una agenda local compartida, basada en
capacidades y necesidades propias que aseguren su desarrollo socio económico
sostenible con equidad concentrada en la problemática de los grupos. En este
sentido Falcon (2001) señala que el fortalecimiento del nivel local y la autonomía
deben ser los principios fundamentales de un proceso descentralizado.
Tiene que existir una relación entre el nivel de exigencias y expectativas de la
comunidad y la posibilidad de resolución de problemas. Del mismo modo el autor
alega que la nueva constitución no sólo parece esto, sino que en sus principios
consagra que el Estado venezolano es responsable, democrático, electivo alterno y
descentralizado.
De igual modo, se deben fortalecer las potencialidades gerenciales de incidencia
política, y el estado democrático de la administración municipal, aumentado la
disposición y la participación de los ciudadanos en los procesos de formulación, toma
de decisiones e implementación de políticas en el ámbito local. Así mismo fomentar
la cogestión mediante la intervención de la población en la definición, ejecución y
auditoria de políticas y normas, promoviendo un sistema más eficiente, eficaz y
equitativo de servicios de información tomando en cuenta la división de roles entre
actores públicos y privados, ya que una gestión municipal participativa, eficiente y
transparente se basa en la promoción de espacios para la participación ciudadana,
dialogo coordinación y concertación entre los actores públicos y privados, y los
municipios se convierten como plantea Pérez (s/f:1) “en los agentes más inmediatos,
para la búsqueda de la rearticulación del tejido social del país, en el acercamiento
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entre los gobernantes y gobernados; es decir, conformar una nueva articulación entre
poder público, sociedad y grupos económicos, para el impulso de un modelo propio
de desarrollo que logre hacer real las mejoras en las condiciones de vida de todos
los habitantes”.
Asimismo, el fortalecimiento de la sociedad civil y la participación ciudadana
apunta al desarrollo organizacional de la sociedad civil tanto en su capacidad interna
de mejorar su habilidad de representación política y de prestación de servicios de
información como en su facultad de trabajar en redes con otros actores, establecer
alianzas y realizar acciones de incidencia política, todo ello basado en el
fortalecimiento de las organizaciones de la sociedad civil, de los espacios de
discusión y de interacción de los gobiernos municipales y la sociedad civil. Es
indudable que las redes de ciudadanos pueden incrementar notablemente su eficacia
si existe la exigencia de que las decisiones gubernamentales que utilizan recursos
públicos sean transparentes y por ende, si instituye el derecho de la sociedad a ser
informada acerca de los asuntos que le conciernen (Cunill,2000).
De allí, que el municipio como unidad primaria organizativa tiene un compromiso
con el desarrollo sustentable y la responsabilidad social es parte de su proyecto
general ya que incide en el aumento de su competitividad, este proyecto se traduce
en una gestión orientada a lograr simultáneamente una adecuada protección al
medio ambiente y de los ciudadanos, respecto a las comunidades,
comprometiéndose a una gestión empresarial que proteja la integridad física y
calidad de vida de los ciudadanos fortaleciendo sus relaciones con los mismos.
Igualmente, a mantener una comunicación e información fidedigna clara y oportuna
con los ciudadanos, proveedores, colaboradores, autoridades y la comunidad, como
también a considerar el uso de tecnologías limpias y criterios de protección
ambiental, seguridad y salud ocupacional en sus procesos desde la etapa de diseño
en todo nuevo proyecto de servicios de información pública.
Con base a lo expuesto se puede afirmar que el gobierno local se ha considerado
siempre como el escenario privilegiado desde el cual pueden desarrollar experiencias
de participación ciudadana, en este sentido se ha convertido realmente en el nivel de
gobierno donde más se ha progresado. El avance de esos aspectos en el ámbito
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mundial contribuyó sin duda en la elaboración de determinadas vertientes del Plan de
la Nación de la República Bolivariana de Venezuela 2001-2007 el cual establece en
el objetivo social N° 2, que se debe alcanzar la equidad social, a través de la
participación protagónica corresponsable, e incorporar y adaptar nuevas tecnologías,
fortalecer la participación social y generar poder público ciudadano en espacios de
participación. De igual manera, promueve el desarrollo de redes sociales,
organizaciones de base, estimula la sociedad contralora de lo público y fomenta la
corresponsabilidad ciudadana; además destaca que el proceso de descentralización
se da básicamente a través y a partir de las municipalidades, a las cuales considera
instrumentos para la descentralización del país.
Dado que la gestión municipal necesita de la información para el cumplimiento de
su cometido y a la vez, es el ente responsable de garantizar el acceso oportuno al
ciudadano para lograr su efectiva participación, nos formulamos las siguientes
interrogantes: ¿Cuál es el rol de la información para impulsar el desarrollo
sustentable? ¿Es la información el eje más importante en los planes de desarrollo
social formulados para los municipios?
Para responder a estas interrogantes es necesario discutir el contenido de los
planes de Desarrollo Sustentable a ejecutarse en los municipios, para lo cual se
requiere según (Alvarado,2003:1-6) de una dirigencia y una comunidad que plasme
en la realidad la confluencia de los planes de desarrollo nacional con el municipio, .
Como parte importante del eje social, los municipios deben garantizar el
desarrollo humano permitiendo la participación a través de las asambleas de
ciudadanos creando el poder ciudadano que según el articulo N° 273 de la CRBV “se
ejerce por el Consejo Moral Republicano integrado por el Defensor o Defensora del
Pueblo, el Fiscal o la Fiscal General y el Contralor o Contralora General de la
República (Asamblea Nacional Constituyente, 1999).
Asimismo en la planificación de ese eje social y sobre la base de información
oportuna, confiable y actualizada se atenderán a las parroquias de mayor pobreza,
organizándolas desde la base para garantizar la participación de la comunidad en el
diseño de servicios de información, el fortalecimiento del Sistema Educativo en todos
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los niveles, la promoción del uso de las tecnologías, los cuales requieren de una
nueva ética, cultura y un paradigma de desarrollo sustentable.
Según Fernández (2003:1) las principales actuaciones de una administración
local deben estar orientadas a:
1. Adecuación de las infraestructuras tecnológicas locales a la sociedad de la
información y el conocimiento.
2. Promoción del conocimiento, el acceso a la formación de los ciudadanos,
empresas y organizaciones sociales en la TIC (Alfabetización Tecnológica).
3. Modernización del equipamiento informático y de los medios telemáticos.
4. Potenciación de la gestión del conocimiento, como un paso más de
profundización en la Sociedad de la Información a través de la sistematización
de conocimientos y de posibilitar y facilitar la transferencia de los mismos.
5. Integración de todas las actuaciones que se lleven a cabo en su entorno de un
objetivo común de consecución del desarrollo colectivo.
6. Transformación profunda de los servicios que se prestan y la forma de
prestación de los mismos.
7. Formación de los recursos humanos de que dispone la administración local
para su integración en la sociedad de la información.
Lógicamente pensar en el proceso de modernización y adaptación tecnológica de
la gestión local nos conduce inevitablemente a pensar en cambios organizativos en
reordenación y reorganización de todos los elementos y en la adaptación de los
mismos. Cada uno de los puntos citados, supone en la práctica un proyecto complejo
de actuación, exigiría un conocimiento detallado puntual y preciso de la situación de
cada administración local. Sin embargo, de poco sirven la estructuras tecnológicas y
las herramientas de informática más avanzadas sin los conocimientos adecuados y
sin la participación de los ciudadanos a través de los mecanismos de información
municipal, ya que lo local conforma un ámbito coherente en sí mismo que reclama
ser pensado como tal y, consecuentemente, han de establecerse instrumentos de
cooperación que sumen los recursos y esfuerzos de un conjunto cada vez más
amplio de actores.
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Por otra parte Yerga (1998:2) señala que la Administración Pública Local, en
términos de modelo de gestión viene caracterizado entre otras por:
! Exigencias de los ciudadanos de una mayor eficacia en la gestión.
! Identificación de una mayor eficacia en los servicios prestados.
! Necesidad de mejora de políticas de gestión de sus recursos humanos.
Todo ello nos lleva a pensar que la Administración Local ha estado históricamente
sometida a un proceso de legitimación normativa específicamente la legitimación
social que puede decirse es la razón de ser de la gestión pública local, ya que
depende la satisfacción de los ciudadanos por los servicios que presta. Por esta
razón las organizaciones municipales se encuentran con desafíos internos y externos
que están dados por las demandas sociales de los ciudadanos, por ser la prestación
de servicios de información, como cualquier actividad que implique recursos y tareas,
un proceso cuyo parámetros de referencia deben ser eficacia, eficiencia y calidad,
esta afirmación es perfectamente compatible con la gestión pública la cual se basa
en la aplicación de carácter organizativa que pueden permitir la optimización de la
información que se facilita a los ciudadanos para su participación en la toma de
decisiones de la gestión local.
En este escenario las organizaciones municipales se enfrentan a nuevas
realidades: si la información se está constituyendo en el eje vertebral de las
sociedades el acceso a las mismas, y la posesión de las herramientas que lo
garantizan esta llamado a ser un elemento de discriminación territorial y ciudadana.
Al hacerse posible desde un punto de vista técnico el procesamiento,
almacenamiento y transmisión de la información bajo cualquier soporte -oral, visual o
escrito- la información se hace accesible para cualquier ciudadano en cualquier
forma y en cualquier lugar. El derecho a ser informado como lo destaca Osorio citado
por Cunill (2000) recae en los derechos sociales que permiten exigir alguna cosa sin
que se pueda renunciar a ellos, por tanto debe existir siempre la disponibilidad de
información para que exista el acceso a ella en el momento en que cualquier
individuo lo estime oportuno.
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Observando la entidad local como una organización caracterizada por el flujo de
información, no es difícil diseñar un modelo teórico que incorpore modernas
tecnologías, y que este dado a la prestación de servicios de información que estimule
a los ciudadanos en la organización de redes sociales como elemento sustancial en
la participación y toma de decisiones sobre el desarrollo de los municipios.
Podríamos afirmar que la información municipal juega un rol importante en la
gestión pública municipal por basarse las organizaciones municipales en el principio
de sustentabilidad favoreciendo la diversidad y especificidad de las manifestaciones
locales de información, usando los recursos informacionales eficientemente para
mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, entendiendo que el Desarrollo
Sustentable provee un marco bajo el cual las comunidades pueden ser capaces de
usar sus recursos eficientemente, crear infraestructuras adecuadas, proteger y
mejorar la calidad de vida, ayudando a crear comunidades sanas que puedan
sostener esta generación como las que siguen.
4. Legislación en Materia InformativaUna vez planteada la información y la participación como elementos esenciales
para el impulso de un desarrollo sustentable y equitativo, se analizan la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV 1999), la Ley Orgánica de Régimen
Municipal (LORM 1989) y el anteproyecto de Ley del Poder Público Municipal, con la
finalidad de revisar los avances que en materia informacional y participativa se han
realizado en el marco de una nueva concepción de Estado y de desarrollo en el país.
• Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV 1999).El Estado venezolano por medio de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, otorga a la información un lugar preponderante en la puesta en práctica
del proceso participativo y en el impulso de un verdadero desarrollo sustentable,
estableciendo en su artículo 110 que la Ciencia, tecnología, conocimiento,
innovación y servicios de información representan instrumentos de interés público
que contribuyen al verdadero desarrollo económico, social y político del país. De
igual forma, reconoce la importancia de que todos los ciudadanos estén informados
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de manera oportuna y veraz sobre las actividades de la Administración Pública, de tal
forma que sea el mismo ciudadano, quien pueda decidir los planes y/o proyectos que
afectan sus condiciones de vida, impulsando así, una verdadera cultura participativa
en el país (Asamblea Constituyente, 1999: Art.143).
Adoptar una cultura participativa, requiere de ciudadanos activos, interesados en
acceder a la información y en transformarla en hechos, es decir, en su real
vinculación a la gestión pública. Asimismo, requiere de un Estado dispuesto a colocar
mecanismos informacionales al alcance de todos los ciudadanos y de medios de
comunicación social, que contribuyan a crear conciencia ciudadana, y a formar
ciudadanos activos e impulsores de su propio desarrollo. Al respecto la CRBV
establece en su artículo 108 que “los medios de comunicación social, públicos o
privados, deben contribuir a la formación ciudadana”, y que es papel del Estado
garantizar esos servicios públicos informacionales con el fin de permitir el acceso
universal a la información.
En este sentido, el Estado Venezolano como principal actor impulsor de políticas
públicas dirigidas a disminuir las desigualdades, especialmente en el área
informacional, y en cumplimiento de lo establecido en la CRBV, ha impulsado en los
últimos dos años según Genatios y Lafuente (2003:98) ,iniciativas de carácter público
y privado que permitieran al país dar un salto significativo dirigido a fomentar una
sociedad del conocimiento, dotada de habilidad, capacidad y pericia para generar y
captar nuevos conocimientos y tener acceso a la información, a los datos y a los
conocimientos, absorberlos y utilizarlos eficazmente con el apoyo de las TIC.
Bajo esta concepción de Estado participativo es importante destacar la
importancia que este documento le otorga a los procesos de descentralización y
participación, viéndolos como mecanismos impulsores de una mayor
democratización de las instituciones públicas, así se manifiesta en los artículos 62,
70, 132, y 158, en los cuales se reconoce que todos los ciudadanos tienen el
derecho y el deber de participar libremente en los asuntos públicos, estableciendo
como mecanismos de participación los siguientes: en lo político, la elección de los
cargos públicos, el referendo, la consulta popular, etc., y en lo social y económico,
las empresas comunitarias, las cooperativas , la cogestión y la autogestión, entre
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otros; Por otra parte, dicha normativa define la descentralización como política
nacional, orientada a profundizar la democracia y acercar el poder a la población de
manera de prestar los servicios estadales de manera eficaz y eficiente, lo cual
evidencia la disposición de continuar con el fortalecimiento del poder local.
En este sentido, los Municipios tienen un lugar preponderante en la puesta en
marcha del proceso participativo en el país por ser el nivel más cercano al
ciudadano, de allí que la CRBV (Asamblea Nacional Constituyente, 1999: Art.168) los
defina como la unidad política primaria de la organización nacional, cuyas
actuaciones en el ámbito de sus competencia se cumplirán incorporando la
participación ciudadana al proceso de definición y ejecución de la gestión pública, al
control y evaluación de sus resultados, en forma efectiva, suficiente y oportuna. De
este modo, se fundamenta desde este nivel de gobierno una visión de política
participativa que requiere de la disposición de todos lo sectores involucrados de crear
herramientas informacionales acorde a la necesidad de capacitar y mantener
informado al ciudadano para su inclusión en la gestión pública.
Como se ha manifestado la CRBV otorga así, un lugar preponderante a la
información en la puesta en marcha del proceso participativo en el país, y por ende
en el desarrollo económico y social de la nación, impulsando desde lo local la
relación gobierno-sociedad. Sin embargo, para impulsar estos mecanismos
informativos y participativos de manera abierta, directa y flexible, se requiere de
nuevos espacios públicos de desarrollo sustentable donde los actores públicos,
permitan el diseño de recursos informacionales que garanticen el acceso a la
información de todos los ciudadanos, así como un proceso de diseño de políticas
más democrático fundamental en todo régimen democrático.
• Ley Orgánica de Régimen Municipal (LORM 1989).El Estado Venezolano a raíz de los procesos de reforma y descentralización,
comienza a dotar de poder a los gobiernos locales, quienes recuperan el rol
protagónico en la prestación de servicios públicos y se convierten de esta manera, en
el nivel de gobierno más cercano al ciudadano y el que debe responder a sus
demandas.
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De allí, la necesidad de contar con un instrumento legal que regule las actividades
municipales y defina el ámbito de competencia de los municipios, dándose así el
surgimiento de la Ley Orgánica de Régimen Municipal (LORM). Esta ley establece
algunas competencias y especificidades propias del ámbito municipal, pero en
materia de información y de participación ciudadana presenta vacíos, ya que no se
ajusta a la actual concepción de Estado y Municipio Venezolano.
Sin embargo, es importante destacar que la LORM en sus Arts. 32,34, 175,180
establece algunos mecanismos formales de relación entre el gobierno municipal y los
ciudadanos, entre los cuales se pueden mencionar: la figura de las Parroquias, el
Plebiscito o Referéndum, el Cabildo Abierto, y la Cooperación Vecinal (Congreso de
la República de Venezuela, 1989).
Estos mecanismos de participación ciudadana en la práctica no la impulsaban
verdaderamente debido a que carecían de una visión participativa que le permitiera a
los ciudadanos una real inclusión en los asuntos públicos y en los procesos de toma
de decisiones, viéndolo tan sólo como un actor pasivo; de igual de manera, se
destaca la carencia de herramientas o medios informacionales a nivel municipal que
le permitieran al ciudadano común el acceso oportuno a la información.
La LORM en materia informacional tan sólo establece en sus Arts. 168, 169, y
170 la obligación que posee los municipios de suministrar información a todos los
ciudadanos y a las asociaciones sobre sus actividades, y el derecho de los
ciudadanos de consultar archivos y registros de la municipalidad. En este sentido, se
puede afirmar que la LORM presenta una visión tímida con relación a este nuevo
aspecto en comparación a la del Estado participativo, democrático y descentralizado
adoptada por el Estado venezolano y definida en la actual Constitución de la
República aprobada en 1999.
Por esta razón, es necesario la normativa municipal ajustándola a esta nueva
concepción de Estado y Municipio, en la cual los mecanismos de información y de
participación permitan e impulsen realmente acciones dirigidas a una intervención
directa de los ciudadanos en la gestión pública. En este contexto, se hace necesario
explorar otros documentos tales como el Anteproyecto de Ley del Poder Público
Municipal, el cual se encuentra actualmente en discusión por parte de la Asamblea
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Nacional, y cuyo objeto es “desarrollar los principios constitucionales relativos al
Poder Público Municipal, su organización, gobierno, administración y control, para el
efectivo y real ejercicio de la soberanía por parte del pueblo, a partir de los valores de
la democracia participativa y protagónica, la corresponsabilidad social y el estado
federal descentralizado (Asamblea Nacional, Proyecto 1: Art. 1).
En este anteproyecto se puede encontrar una visión participativa “como elemento
consustancial con la naturaleza del gobierno y la administración del Municipio”
(Asamblea Nacional, Proyecto 1: Art. 5).
Asimismo, le otorga al municipio un rol esencial para el impulso de los principios
de una gestión eficiente, participativa, democrática y descentralizada, no solo por
concebirlo como unidad política primaria de la organización nacional, sino por
atribuirle el deber de promover la participación ciudadana, diseñando para ello una
serie de mecanismos como los Consejos Locales de Planificación Pública (CLPP),
los cabildos abiertos, las asambleas ciudadanas, los presupuestos participativos,
referéndum, entre otros, e igualmente porque les establece la obligación de impulsar
nuevas formas asociativas de economía social como las cooperativas, las cajas de
ahorro, la autogestión y la cogestión, los cuales persiguen involucrar a los
ciudadanos en el impulso de un nuevo modelo de economía nacional sustentable y
equitativa.
Por otra parte, se puede señalar el papel relevante del ciudadano en la gestión
local, al otorgarles participación en los procesos de definición de presupuestos, de
elaboración de planes de gestión local, de prestación de servicios públicos, entre
otros, los cuales denotan el rol de sujeto activo que adquiere el ciudadano.
(Asamblea Nacional, Proyecto 1: Arts 105, 114 -117,123,165,166, 168,183 - 186).
En materia informacional, el anteproyecto deja ver una iniciativa de acercar al
ciudadano herramientas que le permitan el acceso a la información pública requerida
para su participación eficiente, con relación a ello, expone el derecho de obtener
información general y específica sobre las políticas, planes, decisiones, actuaciones,
presupuesto, proyectos, de la gestión pública; asimismo el derecho de acceder a los
archivos y registros administrativos, de formular peticiones y propuestas, y de recibir
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asistencia técnica por parte del gobierno municipal (capacitación, formación y
educación).
De igual materia se establece que la participación se da en la medida que el
ciudadano este informado sobre los programas de gobierno, planes de gestión,
mecanismos para la elaboración y ejecución del presupuesto locales, entre otros,
mediante propuestas de interés para la comunidad, en la toma de decisiones e
intervención en los procesos. En el documento se reconoce la necesidad de que los
gobiernos y administraciones locales generen mecanismos de negociación y
espacios de información suficientes y necesarias. (Asamblea Nacional, Proyecto 1:
Arts. 167,170).
Lo anteriormente expuesto, nos permite aseverar que la Gestión local tiene una
labor esencial en el impulso de una nueva filosofía de gestión gubernamental, en el
cual las herramientas informacionales y participativas permitan la intervención de los
ciudadanos, bien sea individual o por medio de sus organizaciones, en todos los
aspectos involucrados en el desarrollo y mejoramiento de sus condiciones de vida. El
diseño de políticas públicas, especialmente informacionales abiertas a la opinión
pública, permitirá la adopción de soluciones más viables y duraderas que conduzcan
a la brevedad, a un verdadero impulso de la tan proclamada “Democracia
Participativa”, y con ello del modelo de desarrollo sustentable y equitativo de la
nación, a tal fin se han decretado ocho zonas de desarrollo sostenible (Asamblea
Nacional, 2003).
5. Conclusiones. El acceso a la información, es esencial para el impulso de la participación
ciudadana en la gestión pública. Cualquier mecanismo de participación establecido
en los documentos analizados, reconocen la necesidad de crear instrumentos que le
garanticen al ciudadano común, cualquiera sea su condición, el suministro y acceso
oportuno a la información y por ende al conocimiento, de tal manera que el
ciudadano pueda estar en capacidad de intervenir en los asuntos de interés, que
afectan sus condiciones de vida. En este contexto, el estudio permitió llegar a las
siguientes conclusiones:
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• La información municipal juega un rol importante en la gestión pública por
basarse las organizaciones municipales en el principio de sustentabilidad
favoreciendo la diversidad y especificidad de las manifestaciones locales de
información.
• La información representa un factor esencial para el desarrollo sustentable,
y la aplicación de modernas tecnologías favorece dicho desarrollo.
• El Desarrollo Sustentable facilita un marco bajo el cual las comunidades
pueden ser capaces de usar sus recursos eficientemente, crear
infraestructura adecuados, proteger y mejorar la calidad de vida.
• La modernización del Estado y la participación ciudadana, son procesos que
requieren de mecanismos abiertos y flexibles de información.
• Necesidad de fortalecer los mecanismos de información, abriendo canales
de comunicación y diálogo con los ciudadanos, promoviendo así la
participación y los espacios de discusión, negociación y de interacción entre
los gobiernos municipales y sociedad civil.
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