sensibilidades en las dinamicas festivas...
Post on 27-Aug-2020
8 Views
Preview:
TRANSCRIPT
1
SENSIBILIDADES EN LAS DINAMICAS FESTIVAS DEL CARNAVAL DE NEGROS Y
BLANCOS
YARLIN CRISTINA VILLOTA IMBACUAN
UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE
CALDAS FACULTAD DE ARTES ASAB
BOGOTÁ, AGOSTO DE 2017
2
SENSIBILIDADES EN LAS DINAMICAS FESTIVAS DEL CARNAVAL DE NEGROS Y
BLANCOS
YARLIN CRISTINA VILLOTA IMBACUAN
TESIS PARA OPTAR AL TITULO DE
MAGÍSTER EN ESTUDIOS ARTÍSTICOS
Tutor: PEDRO MORALES
Docentes:
COMITÉ DE INVESTIGACIÓN
UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE
CALDAS FACULTAD DE ARTES ASAB
BOGOTÁ, AGOSTO DE 2017
3
Resumen
Esta investigación, parte en primera instancia, de la reflexión en torno a las manifestaciones,
quehaceres y sensibilidades presentes en el Carnaval de Negros y Blancos celebrado en la ciudad
de Pasto (Nariño) Colombia. Así, a partir de la experiencia dentro del carnaval tanto personal
como colectiva, surgen inquietudes, preocupaciones y pensamientos a cerca del desarrollo de la
fiesta. De este modo, no solo se busca pensar e interpretar las manifestaciones artísticas y
culturales presentes en el carnaval (carrozas, colectivos coreográficos, comparsas, danza, etc.)
sino sobretodo, desde la mirada y vivencia de la investigadora, los imaginarios y formas de ver
y habitar el mundo que estas manifestaciones han creado en los diferentes actores del carnaval a
través del tiempo, es decir, a la manera como estos reafirman y re-construyen su identidad año
tras año.
Abstract.
The present research is about the reflection around manifestations, sensibilities, and chores in
Blacks and Whites’ Carnivals. Taking into account as personal as collective experience within
the carnival, some worries and thoughts about what this it is and will be have been arisen. Thus,
it is intended not only to think and interpret the artistic and cultural manifestations that take
place at the carnival (floats, choreographic groups, troupes, dance, etc), but also to look at and
feel the imaginary and the ways to see and inhabit the world that such demonstrations have
created considering the different actors of the Carnival over time, ie, to aim to the way they
reaffirm and rebuilt their identity every year.
Palabras claves:
Carnaval/ Fiesta/ Memoria Colectiva/ Sensibilidades/Patrimonio/Globalización
Keyword:
Carnival/Festival/ Collective Memory/ Sensibilities/heritage/globalization
4
Dedicatoria
A mi ciudad natal, San Juan de Pasto. Donde al pie del Volcán Galeras (Urcunina)
se vive, se ríe y se llora en medio de colores y
magia,donde es bella la vida, donde están los que amo, a donde siempre
vuelvo.
A Eliecer Imbacuan (Q.E.P.D) mi abuelito, el organizador incansable de las salidas a ver
los desfiles, por enseñarme el valor de la tradición, a conocer el mundo y el carnaval
desde la
experiencia y el sentir.
5
Contenido
Introducción .................................................................................................................................... 7
Capítulo 1 El inicio de la fiesta. Algunas consideraciones históricas sobre el concepto y tiempo festivo del carnaval........................................................................................................................ 12
1.1 Concepciones y aproximaciones frente a la fiesta del carnaval ............................................ 13
1.2 Reflexiones en torno a la actualidad de la fiesta: la resistencia del carnaval frente al mundo
globalizado ................................................................................................................................... 19
Capítulo 2 El Carnaval de Negros y Blancos: relatos de sentir y tradición ................................ 27
2.1 Aproximaciones al tiempo de carnaval ................................................................................. 27
2.2 Re- Pensar el carnaval: reflexiones en torno a la actualidad de la fiesta ............................... 45
Capítulo 3 Otras formas de vivir el carnaval: espacios alternos en torno a la fiesta .................... 59
3.1 Agencias culturales: generando nuevos espacios para vivir el carnaval ............................... 60
3.2 Huellas de carnaval: un diálogo ciudadano en torno
a la memoria de la fiesta ........................................................................................................ 68
Conclusiones ................................................................................................................................. 74
Fuentes Consultadas ...................................................................................................................... 76
6
Introducción
El presente trabajo de investigación surge de un interés personal sobre el desarrollo
actual del carnaval de Negros y Blancos y lo que significa para los diferentes actores que en este
participan. Es por eso que trabajar en torno a la fiesta de la ciudad de Pasto, es un interés que nace
desde la experiencia y las vivencias propias dentro el Carnaval. En primera instancia, la reflexión
sobre el carnaval surge en torno a las manifestaciones, quehaceres y sensibilidades presentes en el
Carnaval de Negros y Blancos, donde a partir de la experiencia tanto personales como colectivas, se
han ido formulando varias preocupaciones y reflexiones sobre lo que ha sido, es y será nuestro
carnaval.
Los primeros días de enero la ciudad de Pasto se prepara y transforma para recibir a
el carnaval, en una serie de festividades en las calles de la ciudad que da lugar a encuentros
familiares nariñenses y visitantes. Este encuentro es una fuente de aprendizaje y enseñanza sobre
la cultura y la esencia andina, por medio del acercamiento a las diferentes manifestaciones
artísticas de la fiesta. El carnaval permite en encuentro de todas las artes, convirtiéndose en una
oportunidad anual para la creación, lúdica y manifestaciones por y entre los diferentes
participantes, que contribuye y proponen una didáctica pública.
Desde el año 2009 el Carnaval de Negros y Blancos, fue reconocido por la
UNESCO como patrimonio cultural e inmaterial de la humanidad. De este modo, el carnaval
empieza a tener una valoración significativa a nivel más global, lo que significó para los
habitantes de la ciudad y hacedores del carnaval, la reivindicación de sus prácticas y de su
identidad colectiva, más aun tratándose de una región que históricamente ha sido un tanto
olvidada por el Estado Colombiano. Sin embargo, la responsabilidad de ser patrimonio trae
consigo una serie de modificaciones en las prácticas, comportamiento y formas de hacer dentro
del carnaval. La fiesta, la ciudad misma, empieza a tener una serie de modificaciones, con el fin
de corresponder al reconocimiento nacional e internacional, que se daba paso tras la declaración
por parte de la UNESCO. De este modo, las manifestaciones del carnaval, se ven enfrentadas a
la incursión y participación de entidades estatales e institucionales, a una serie de parámetros
exigidos en torno a la creación, lo que genera un conflicto frente a la diversidad de
7
sensibilidades e intereses de los sujetos involucrados, prácticas tradicionales y formas de
conocimiento que produce el carnaval generación tras generación.
De este modo se inicia una reflexión al pensar en la fiesta desde la vivencia personal
y conforme se llevaron a cabo los trabajos de campo, surgen inquietudes que me han invitado a
buscar nuevas formas comprender y plantear el problema de la investigación. Por esta razón,
surgen nuevos cuestionamientos como ¿De qué manera se manifiesta y percibe la noción del
carnaval en la actualidad, desde la visión y la sensibilidad de los sujetos actuantes?
Para responder esta pregunta es necesario comprender el carnaval desde las formas
de llevarse a cabo, para lograr un acercamiento efectivo con los diferentes actores que lo crean y
lo recrean año tras año. A partir de lo anterior, se busca por medio de los recuerdos y vivencias
tanto personales como por el dialogo con los participantes y actores del carnaval, puesto que,
dentro de la fiesta también conviven diferentes formas de concebirla y re-inventarla. Así, surgen
visiones que me han permitido entrelazar mi experiencia con la de los demás actores del
carnaval y acercarme de manera sensible a lo que cada quien entiende, siente, concibe, por y en
el carnaval, ya que este hace parte de la de identidad cultural pastusa y nariñense. Esa identidad
cultural también tiene su dimensión tradicional, resistente a ciertos cambios, aunque sin perder
su capacidad innovadora que puede evidenciarse en cada convocatoria anual de la fiesta.
Este continúo re- inventarse por medio del trascurrir de la fiesta, ha significado a
través de la presente investigación, el encuentro conmigo misma y los demás sujetos actuantes
dentro de la celebración del carnaval, lo que me ha permitido un pensar la fiesta partiendo de mi
experiencia, pero con una mirada crítica frente a las diferentes problemáticas que se han
generado en el trascurso del carnaval en años recientes. El carnaval está en un continuo devenir,
por lo que la investigación va dirigida a denotar su situación actual, a partir de la memoria
colectiva, con el fin de reafirmar las prácticas, quehaceres y sentires de los diferentes actores del
carnaval tejiendo historias a partir de sus propias vivencias, puesto que “Ubicado en las
problemáticas del presente, se buscaba indagar desde el diálogo de saberes sobre el pasado, con
la finalidad de proyectar un futuro acorde con los imaginarios y apuestas de transformación”
(Cuevas, 2008 p. 100).
8
Para esto se quiere hacer una interacción, donde los participantes del carnaval,
construyan y tejan historias en torno a sus experiencias y sensibilidades dentro de la fiesta. De
este modo, se considera como objetivo general de la investigación, el indagar y reconocer las
diferentes nociones en que es percibido el Carnaval de Negros y Blancos en la actualidad y las
formas de reivindicar la identidad propia desde la sensibilidad y pensar de los sujetos actuantes,
desde su sentir y vivencia para poder re- pensar la fiesta desde sus formas, manifestaciones y
problemáticas actuales. Para esto, y como parte de los objetivos específicos, se reflexionará
sobre el proceso de patrimonialización del Carnaval de Negros y Blancos y la participación de
las diferentes instituciones en las dinámicas en este, así como también los nuevos espacios que
se proponen desde la agencia cultura como una forma de participación de la ciudadanía, alternos
al carnaval durante los días de fiesta, ya que “la patimonialización produce algo nuevo: la
reconfiguración del ámbito público, renovados agenciamientos, y la articulación de apuestas
simbólicas y económicas” (Chaves, Montenegro, Zambrano, 2014 p.11)
Todo lo anterior conlleva a que la investigación se desarrolle a partir de un
enfoque etnográfico, en el sentido que se acerca a una exploración de las prácticas artísticas y
culturales conservación de tradiciones junto a las hibridaciones que más recientemente
contribuyen o afectan dichas prácticas. Además, tomando el enfoque etnográfico como
referencia, se trabajó con la comunidad para denotar sus formas de ver y sentir el carnaval en sus
diferentes expresiones, así como el conocimiento que de esta fiesta se conserva en la memoria de
la comunidad. De esta forma, no se busca hacer entrevistas con preguntas directas, sino que
acorde a las dinámicas festivas entablar conversaciones espontaneas, durante las actividades
lúdicas en las plazas, mientras se esperaba los desfiles con el público que me estaba rodeado,
con conocidos y amigos que se disponían a vivir la fiesta, etc. Pues se buscaba que las palabras y
sentires fluyan y no se vean forzados a responder una pregunta directa y formal. Como técnicas
conexas con dicho enfoque se usó la observación participante en el carnaval propiamente dicha y
la entrevista abierta o conversacional con los protagonistas del evento en estudio. El uso de
ambos enfoques procedimentales fue fundamental para la revaloración de las experiencias
propias y ajenas, las memorias compartidas y los modos de vivir de representar, vivir, sentir y
recordar el carnaval. Además, los recuerdos y vivencias de la investigadora acumulados a través
de los años, como activa participante del carnaval han sido decisivos para el desarrollo de la
9
presente investigación, desde su motivación hasta la escritura del presente documento.
Este proyecto de investigación es de naturaleza cualitativa porque está dirigido a
comprender e interpretar las prácticas culturales y artísticas dentro del Carnaval de Negros y
Blancos en el siglo en el que vivimos, así como también las visiones que la comunidad tiene
sobre este carnaval en la actualidad.
La investigación se integra línea de los Estudios Culturales de las Artes de la
Maestría en Estudios Artísticos de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, en la
medida en que se concentra en una manifestación artística popular a partir de sus expresiones e
imaginarios tradicionales y la forma como los grupos sociales y culturales convergen dentro de
la misma. De igual manera, se propone la interacción y el diálogo cultural como un espacio de
intercambio de saberes y conocimientos. En general, tal y como lo plantea esta línea de
investigación, este proyecto busca explorar e intervenir en la dimensión poética y política de una
práctica artística y cultural particular que se desarrolla en nuestro en nuestro contexto actual.
Por medio del diálogo, se busca llegar a formas sensibles de ver el carnaval según
sus participantes desde sus diferentes roles. La experiencia del carnaval y del encuentro con la
fiesta y sus participantes durante el trabajo de campo, se convierten en un punto de partida para
narrar el sentir propio frente al de los demás. Así mismo, se parte como referencia de algunos
estudiosos del carnaval de la región nariñense, quienes a partir de sus reflexiones y formas de
contar el carnaval, me permitieron comprender la fiesta desde su historia y su desarrollo en el
trascurrir del tiempo, hasta encontrarme con mis propias vivencias y actualidad del carnaval.
La estructura de este informe cuenta con los siguientes elementos: tres capítulos,
conclusiones y fuentes consultadas. El capítulo 1: Se busca comprender las características y
nociones del carnaval clásico, con el fin de dar a conocer al lector algunos estudios del carnaval,
para lo cual se hace una revisión de algunas nociones del carnaval en la edad media de Mijaíl
Bajtin para tener una mejor comprensión de los cambios que se han venido dando en la fiesta
hasta la actualidad, pasando brevemente la mirada por el Carnaval de Negros Y Blancos, para
entrar a profundizar en el tema en el capítulo dos. El capítulo 2: Se centra en el Carnaval de
Negros y Blancos, donde a partir de las vivencias, recuerdos y experiencias de la investigadora
10
y algunos actores del carnaval, se narran recuerdos y sentires en torno a la fiesta con la intención
de contextualizar sobre la historia y carácter de los días de fiesta. De igual forma, se hace una
revisión bibliográfica de investigadores del carnaval nariñenses como lydia Inés Muñoz y Julio
Cesar Goyes, entre otros, para conocer alguna nociones históricas del Carnaval de Negros y
Blancos, entre otros referentes que se acoplan a las problemáticas conexas a la realidad del
Carnaval de Negros y Blancos, en sus formas de hacer, de desarrollo y resistencia. Igualmente
se hace un análisis sobre el estado actual del Carnaval de Negros y Blancos, organizaciones,
políticas culturales y cambios que se han venido dando en su desarrollo, el nombramiento como
patrimonio inmaterial, entre otros retos y trasformaciones que se vienen dando tanto en la ciudad
como en el carnaval. El capítulo 3: A partir de la experiencia de la investigadora en el colectivo
teatral de Pasto, su participación en el desfile del 4 de enero y la búsqueda de nuevos espacios y
propuestas alternativos, se reconocen dos propuestas que se desarrollan los días de carnaval: La
máscara del pueblo y poetas en carnaval. De esta forma, se evidencia los aportes de agencia
cultural como propiciadora de otros espacios y formas de vivir los días de carnaval integrando a
la ciudadanía en espacios urbanos, por medio del teatro y la poesía.
El informe finaliza con las conclusiones dando cuenta de las reflexiones y aportes
con respecto a los objetivos planteados al iniciar y a lo largo del acercamiento a la comunidad y
la investigación.
11
Capítulo 1
El inicio de la fiesta. Algunas consideraciones históricas sobre el concepto y tiempo festivo del
carnaval.
Durante el carnaval no hay otra vida que la
del carnaval. Es imposible escapar, porque el carnaval no tiene ninguna frontera
espacial. En el curso de la fiesta solo puede vivirse de acuerdo a sus leyes, es decir,
de acuerdo a las leyes de la libertad. El carnaval posee un carácter universal, es un
estado peculiar del mundo: su renacimiento y renovación en los que cada individuo
participa. Esta es la esencia misma del carnaval, y los que intervienen en
el regocijo
lo experimentan vivamente
Mijaíl Bajtín
La cultura popular en la edad media y el renacimiento
El carnaval se integra en el delirio de la
multitud. como un monstruo sagrado, sediento
antropófago,
devora tu individualidad y te arroja en la gran hoguera
crepitante donde la danza te purifica hasta alcanzar el éxtasis,
la libertad.
Gonzalo Arango
El carnaval es una expresión de tradición popular que se manifiesta como parte de
la necesidad humana de celebrar la vida. Alrededor del carnaval se han dado múltiples formas de
concebirlo, pensarlo y reflexionarlo. Es por eso que el punto de partida de la investigación busca
comprender y caracterizar los elementos propios del carnaval de una manera general, desde las
nociones del carnaval clásico, para de este modo reflexionarlo desde sus primeras
manifestaciones y poder relacionarlo y caracterizarlo con el carnaval de negros y blancos que es
el objeto de estudio del presente informe. El carnaval como una manifestación de la cultura
popular, es concebido desde sus inicios como la representación de la vida, de forma dinámica y
cambiante a través de la historia y sus diferentes contextos. De este modo, se hace necesario
reflexionar sobre la actualidad del carnaval y su interacción con el mundo globalizado y
moderno desde su tradición y su esencia, pues hay un evidente encuentro entre las creaciones
humanas, su valor cultural, espiritual y sensible, y el mundo actual donde “ha sido determinante
la consolidación de un mercado global en la diversidad de manifestaciones culturales” (Chaves,
12
Montenegro, Zambrano, 2014 p.21) por lo que el carnaval inevitablemente tendrá que enfrentar
nuevos retos y formas en su quehacer.
1.1 Concepciones y aproximaciones generales frente al carnaval.
La fiesta se ha definido desde su sentido más frecuente e informal, como una
manifestación colectiva con la finalidad de celebrar, festejar o divertirse, alrededor de la música,
el baile, la comida y la bebida, que de alguna manera se antepone a la cotidianidad, a lo laboral y
el mundo organizado. Sin embargo, su significado puede parecer ambiguo, ya que la fiesta nos
ofrece un panorama múltiple dependiendo de su intención, motivo y contexto. Dentro de esas
múltiples formas de celebración y fiesta, encontramos al carnaval que se enmarca en la fiesta
popular, partiendo de la construcción colectiva de hábitos, costumbres y creencias, la cuál va
más allá del jolgorio puesto que el carnaval como fiesta popular, es sobre todo, como lo señala
Antonio Ariño, una “acción simbólicorritual, cíclica, recurrente y periódica […] la fiesta se
entiende como un producto social que expresa y refleja los valores, creencias e incluso intereses
del grupo o grupos que la protagonizan” (Ariño,1992 p.15). De este modo, el carnaval se
caracteriza por su carácter sociocultural, como forma de pesarse y representarse en un periodo
específico, a través de las prácticas colectivas y manifestaciones artísticas, culturales,
tradicionales, etc. De un pueblo. La fiesta del carnaval, marca su diferencia frente a otras
festividades porque se concibe como un ritual, en el cual un pueblo representa, recrea y crea sus
tradiciones. El carnaval como fiesta popular permite el encuentro y el reconocimiento de
múltiples culturas y participantes, que dialogan y reinventan identidades. Igualmente se
desarrolla en un ámbito público, tomando como escenario las calles y plazas, escenarios por
excelencia para el baile, el color, las máscaras, la música y la festividad, donde se expresa la
identidad tanto individual como colectiva de los sujetos actuantes.
Dado su carácter colectivo y comunitario, podemos afirmar que el carnaval como
fiesta popular, ha venido siendo parte del mundo, desde las culturas grecorromanas, ya que está
íntimamente ligada a las festividades agrícolas paganas, a la desmesura y la embriaguez del
período antiguo. Al reflexionar desde las nociones del carnaval clásico se puede afirmar que es
algo propio de la humanidad, siendo una forma de representarse dentro de la sociedad, de
celebrar y ser en el mundo. Tal es el caso, que en cualquier lugar donde se lleve a cabo un
carnaval, la fiesta tomará un significado simbólico a modo de rito, que hace parte de la
13
autenticidad de los pueblos y representa cosmovisiones, diálogos y relatos que dan cuenta a las
tradiciones que se transmiten tras generaciones, las cuales han ido desarrollándose,
reafirmándose y/o transformándose conforme el tiempo.
De este modo, podemos pensar el carnaval, como una fiesta que refleja diferente
contextos en los que se lleva a cabo. El modo de participación de la población, los espacios en
los que se desarrolla, los imaginarios creados en torno a la fiesta, la simbología propia en la
formación de identidad, la convocatoria y realización, son factores importantes a la hora de
pensar en el carnaval como fiesta popular y como algo cambiante, puesto que se trasforma a sí
misma con el tiempo y sus diferentes versiones.
Para un acercamiento sobre la idea del carnaval desde su concepción clásica, es
importante tener en cuenta la visión que Mijaíl Bajtín sobre el carnaval y lo cómico. Bajtín, en
su análisis sobre la cultura cómica popular medieval y renacentista, asume que la risa es el
primer elemento de gran importancia y parte fundamental de la creación popular, contrapuesta a
la cultura oficial, al tono serio, religioso y feudal del medioevo. De esta forma, el carnaval
representa la fiesta antes de la cuaresma, donde se manifiesta lo cómico, a través del rito, los
bufones, bobos, gigantes y monstruos. El carnaval, ocupa un lugar importante en la vida de la
comunidad medieval, como parte de las manifestaciones libres, que se convierte en una tradición
en la cual se juega a ser otro dentro del entorno y perder los límites entre los roles establecidos
cotidiana y socialmente. De este modo Bajtín hace la diferenciación entre los dos momentos de
la fiesta:
“Ofrecían una visión del mundo, del hombre y de las relaciones humanas
totalmente diferente, deliberadamente no oficial, exterior a la Iglesia y al Estado;
parecían haber construido, al lado del mundo oficial, un segundo mundo y una
segunda vida a la que los hombres de la Edad Media pertenecían en una proporción
mayor o menor y en la que vivían en fechas determinadas. Esto creaba una especie
de dualidad del mundo” (Bajtín, 1990, P.11)
Es así como el carnaval, en un periodo determinado del año y por unos días,
contrapone y converge lo cómico y lo religioso, la vida y la muerte, la risa y lo fúnebre, lo
14
sagrado y lo profano, estableciendo un lenguaje propio que es creado por el pueblo como parte
de la parodia de la vida cotidiana y el juego. El carnaval para Bajtín gira en torno a la vida, ya
que dicho en sus palabras “No se asiste al carnaval, sino que se lo vive, ya que está hecho para
todo el pueblo”. Es de este modo que carnaval medieval se contrapone a la fiesta oficial
auspiciada por la iglesia y el Estado, como lo señala Bajtín:
“Las fiestas oficiales de la Edad Media no sacaban al pueblo del orden existente,
ni eran capaces de crear esta segunda vida. Al contrario, contribuían a consagrar,
sancionar y fortificar el régimen vigente. La fiesta oficial miraba sólo hacia atrás,
hacia el pasado, del que se servía para consagrar el orden social presente, tenía a
consagrar la estabilidad, la inmutabilidad y la perennidad de las reglas que regían
el mundo: jerarquías, valores, normas y tabúes religiosos, políticos y morales
corrientes. La fiesta era el triunfo de la verdad prefabricada, victoriosa, dominante.
A diferencia de la fiesta oficial, el Carnaval era el triunfo de una especie de
liberación transitoria, la abolición provisional de las relaciones jerárquicas,
privilegios, reglas y tabúes Se oponía a toda perpetuación, a todo
perfeccionamiento y reglamentación, apuntaba a un provenir aún incompleto.”
(Bajtín, 1990, P.11)
De este modo, podemos pensar el carnaval según la concepción de Bajtín como
liberación, como un rompimiento de las reglas, poner el mundo al revés. Es una serie de
manifestaciones en las que tiene participación el pueblo sin restricciones. El carnaval nace del
juego y el deseo de liberación de las imposiciones, al menos por unos días. Se concibe como
parte fundamental de la vida, que más allá de las palabras, se expresan por medio del goce y el
sentir, pues en sí mismo, el carnaval es un creador de nuevas formas de expresión humana. Del
mismo modo, ha sido en la historia de la humanidad, una forma de oposición y resistencia frente
a la imposición de un ideal de progreso y civilización, puesto que el carnaval mismo actúa como
transformador de ciudadanos, tradiciones e identidades a partir del encuentro de la misma
comunidad, sus acciones y manifestaciones.
En el caso del Carnaval de Negros y Blancos y a partir de la observación participante
que se llevó a cabo dentro de la comunidad en los días de carnaval me permitieron encontrar
15
algunas similitudes con lo que expone Bajtín, pero también evidenciar como en algunos aspectos
el carnaval de Pasto se alejan de lo que Bajtín describe en su concepción de carnaval. El
carnaval de Pasto se desarrolla en un tiempo de goce, carrozas, disfraces, donde se renueva la
cotidianidad pues es el inicio del año, donde la ciudad y sus habitantes se vuelven a empezar
después de la catarsis. Es el tiempo de la risa, donde hay un desahogo frente a lo establecido.
Esto se ve reflejado en el juego y el cambio de las dinámicas diarias de los habitantes de la
ciudad de Pasto, el tiempo del carnaval trastoca la realidad cotidiana de la ciudad. Durante los
días de fiesta los espacios se trasforman, cierras las empresas y oficinas y pese a que el carnaval
actual empieza con una eucaristía a la virgen de las Mercedes, los demás días de fiesta se frenan
las relaciones y obligaciones religiosas. Tal como le menciona Martín Barbero a propósito del
carnaval como fiesta: “La fiesta no se constituye sin embargo por oposición a la cotidianidad; es
más bien lo que renueva su sentido, como si la cotidianidad lo desgastara y periódicamente la
fiesta viniera a recargarlo renovando el sentido de pertenencia de la comunidad” (Barbero, 2010,
P.100,). Es así, que en el carnaval surge la necesidad de expresarse estéticamente de sus
participantes, de representarlo y sentirlo, como parte de la identidad tanto colectiva como personal.
El carnaval gira en torno a múltiples formas de estudio y comprensión, puesto que
hace parte de los diferentes cambios políticos y socioculturales a través de la historia, pues
refleja en sus manifestaciones las realidades, contextos y épocas en las que se desarrolle. A
partir de esta reflexión, puedo citar también la concepción del filósofo italiano Umberto Eco
quien considera que el carnaval es una trasgresión autorizada. Con ella se contrapone de alguna
manera a la idea de liberación de Bajtín, para Eco, en el carnaval se da una autorización para
romper las reglas, pero al romper la regla no se trasgrede un orden establecido. El carnaval
ofrece solo una sensación de libertad, que está condicionada al tiempo en el que este se lleva a
cabo, puesto que la festividad misma nos recuerda la existencia de la regla. Eco, considera
además que en el carnaval moderno la condición, es sobre todo el espacio, señalando que “el
carnaval moderno multitudinario está limitado en el espacio: está reservado a ciertos lugares,
ciertas calles, o enmarcado en la pantalla del televisor” (Eco, 1989 P. 17). Es así como podemos
pensar también que en el carnaval el espacio se ve condicionado, lo que afecta el desarrollo,
juego y libertad con el que se vive y participa la fiesta. Para el caso del carnaval de negros y
blancos, el espacio juega un papel importante durante el desarrollo de la fiesta. En su esencia, el
carnaval de negros y blancos tiene un carácter altamente popular, lo que quiere decir que la
16
mayoría de actividades del carnaval, por no decir que todas, son de carácter gratuito, pues
trascurren en las calles, plazas y tablados que se instalan con la intención de celebrar la fiesta de
una manera incluyente pues el público tiene acceso sin restricción. Pero por varias razones, en
las que se incluye el nombramiento del carnaval como patrimonio inmaterial, el crecimiento del
turismo y el reconocimiento del carnaval de negros y blancos como tanto en el ámbito nacional
como internacional, se han venido dando situaciones en las que es evidente la restricción del
espacio público. Por un lado, las autoridades y entidades encargadas de llevar un orden en el
desarrollo de los desfiles y eventos, controlan y limitan el espacio en se sitúa el público debe
estar para apreciar y participar de los desfiles. Además de esto, la misma comunidad ha
empezado a “comercializar el espacio”, vendiendo silletería alrededor de la senda para poder
apreciar los desfiles, por lo que se convierte en una venta no oficial, contraponiéndose a la venta
de graderías que si están autorizadas por Corpocarnaval1 y la Alcaldía de Pasto. De este modo y
de acuerdo a la cita de Eco, el espacio además de estar limitado se concentra en algunas zonas de
la ciudad, como parte del espectáculo, como imagen televisiva y turística, por lo que se hace
necesario empezar a incluir las periferias de la ciudad a la celebración del carnaval.
Foto 1: Control del espacio por parte de las autoridades y rejas de las entidades encargadas de la organización del carnaval.
Foto 2: venta informal de puestos para ver el desfile, las cuales son instaladas desde la noche anterior al desfile magno.
Mis memorias del carnaval.
1 COORPOCARNAVAL es la entidad encargada de las funciones organizacionales del Carnaval de Negros y Blancos de Pasto. (Se
profundizara en el tema en el siguiente capítulo).
17
Como indiscutible práctica social, la fiesta inaugura un rompimiento en el tiempo
ordinario, de la rutina y cotidianidad ciudadana. El carnaval en su ritualidad, se instaura
socialmente dentro de los ciclos anuales para el necesario desahogo individual y colectivo y de
este mismo modo, interviene los espacios donde se lleva a cabo. Un rasgo característico de la de
la fiesta carnavalesca, es la apropiación de espacios comunes y civiles. Es así como la calle, las
plazas, la ciudad y su entorno, tienen un papel vital a la hora de la fiesta, pues es ahí donde se
lleva a cabo. Estos espacios se han ido acoplando y trasformado para que la fiesta se lleve a
cabo, de tal modo que conforme el carnaval va evolucionando, los espacios se van modificando
para su realización. De este modo, se puede considerar que el carnaval es también un ritual
cívico, que trasforma la ciudad misma.
El Carnaval desde su concepción clásica, reúne una serie de dinámicas que hacen
parte del ritual y la fiesta. Así pues, el cuerpo, el disfraz, la máscara, la música, el juego,
carrozas y desfiles, etc. Hacen parte de la catarsis colectiva. La creación de personajes que
representan a los asistentes y encaraman la fiesta durante los días de fiesta y las manifestaciones
lúdicas, son fundamentales en la celebración. Es por medio del juego que se lleva a cabo el
encuentro y el dialogo intercultural de los participantes: Entre los artistas y el público, entre la
autoridad y los ciudadanos. De esta serie de manifestaciones surge la simbología e imaginarios
de cada carnaval, comprendidos como la representación de un sentir colectivo.
Esas mismas manifestaciones lúdicas, artesanales y corporales, además de construir
la memoria colectiva en torno al carnaval, perpetúan y trasmiten el conocimiento, tradición y
simbologías. Y es que es en estos elementos donde radica el carácter popular de la fiesta, lo que
evidencia la autenticidad de cada carnaval, en la manera como se enfrenta y se resiste a la
mercantilización de la cultura y los modelos hegemónicos del mundo moderno. El carnaval no
es un fenómeno que se mantenga estático o que tenga unas reglas fijas que seguir, al contrario,
su cambio es constante y se recrea en cada una de sus versiones, enfrenta transformaciones
determinadas por los cambios sociopolíticos y económicos.
“Las fiestas, y los carnavales entre ellas, son fuente esencial de identidad
profundamente vinculadas al pasado, pero también al presente, manifestaciones
18
tanto de perdurabilidad como de cambio temporal, nexo de transmisión cultural y
de comunicación intergeneracional; porque las culturas y sus diversas formas de
expresión están en continua evolución” (Arevalo, 2009)
Se puede pensar entonces que la concepción bajtiana del carnaval, sigue siendo
válida para muchos aspectos en la fiesta, pero así mismo hay que tener en cuenta, que son
consideraciones anteriores a la época actual, por lo que se hace necesario, pensar y reflexionar el
carnaval, desde su desarrollo, evolución y retos a enfrentar en la actualidad. Entonces es
pertinente preguntarnos:
¿Queda algo nuevo que decir sobre el carnaval?
1.2 Reflexiones en torno a la actualidad de la fiesta: la resistencia del carnaval frente al
mundo globalizado.
Al pensar la concepción y la actualidad del carnaval nos encontramos
inevitablemente con la noción de globalización, que se ha relacionado con los diferentes ámbitos
que rodean el desarrollo y la organización del ser humano. Podemos pensar la globalización
como un proceso económico, tecnológico, político, social y además cultural, en el cual se
promueve el intercambio de productos, estilos de vida, donde los medios de comunicación y
nuevas tecnologías juegan un papel muy importante al ser los grandes influenciadores a nivel
mundial. Es así como la globalización no sólo afecta a la economía, sino que también se
extiende interviene en las particularidades locales de las comunidades, las formas de vida y las
costumbres. Actualmente, el mundo está interconectado, estas diferencias locales están dando
paso a ciertos modelos culturales dominantes que se están extendiendo lo que ha traído como
consecuencia, la imposición de unas culturas sobre otras, de unos conocimientos que anulan y/o
extinguen otros y una notoria exclusión de algunas culturas frente a otras.
El concepto actual de globalización supone recurrir a otros conceptos relacionados,
especialmente el capitalismo, el neoliberalismo económico y el desarrollo tecnológico. El rápido
avance y expansión del fenómeno globalizante ha hecho que se vean involucradas ciertas
prácticas locales, lo cual implica que se dé un enfrentamiento y/o encuentro de las formas
19
tradicionales de comunicación, formas de vida y formas de ver el mundo, con una tecnología
cada vez más avanzada. Desde luego no se trata de rechazar lo que viene de afuera, el problema
se presenta cuando esto de afuera, pasa a un primer plano que afectan la identidad y costumbres
locales de las comunidades, puesto que “en este sentido lo local se opone a lo global como la
auténtica tradición cultural, mientras que lo global funciona como “progreso” es decir como una
fuerza que favorece, la alienación, la dominación y la disolución” ( Huyssen, 2011 P 28)
La globalización, ha cambiado la concepción de la cultura y ha formado alrededor
de esto la creación de una “nueva cultura” que es la del consumo, a la par de los avances
tecnológicos y las ventajas que estos proporcionan, donde las manifestaciones humanas pasan a
ser poco importantes, mientras no generen ingresos y tengan un papel importante de
competencia en el mercado. Es así que frente a los cambios del mundo actual y pese a tener una
fuerte carga identitaria y tradicional, es inevitable que la fiesta se vea trastocada tras los avances
tecnológicos y la globalización. Esto ha causado que muchas de estas fiestas y carnavales
populares, entraran en disputa con el mundo mercantilizado y consumista. La globalización
dentro de estas prácticas tradicionales y populares, ha generado nuevas reflexiones y realidades
en torno a la fiesta, ya que en su afán de “devorarlo” todo, ha entregado al mercado mundial el
poder de designar el valor, evaluar y definir la calidad artística, que aun siendo el carnaval una
festividad de carácter mundial, es difícil pensar en la globalización de estas prácticas que son
eminentemente locales y que se manifiestan de acuerdo a su entorno, cosmovisiones, contextos
y conocimientos auténticos de cada pueblo. De esta manera, podemos pensar que el carnaval en
la época actual se enfrenta a nuevos retos para perpetuar su autenticidad, asumiendo los cambios
y nuevas tecnologías para continuar con la fiesta sin afectar su carácter tradicional y simbólico
para las comunidades, lo que también se ha convertido en una preocupación de quienes estudian,
hacen y crean en torno a la fiesta. Como lo afirma Javier Romero en su estudio sobre el carnaval
de Oruro en Bolivia “La identificación que hacemos de esta secuencia nos ha permitido aclarar
la constitución del proceso de objetualización y mostrar algunas de sus etapas previas a la
mercantilización de lo festivo. Pero además ha sido posible identificar su consecuencia
depredadora por la invasión del sentido comercial, por una parte, dentro de la lógica de la fiesta
como espectáculo turístico” (Romero, 2015, p. 106).
Hoy en día, el proyecto globalizante de la cultura ha generado la pérdida o el
20
debilitamiento de los rasgos singulares y particulares de las personas y colectivos humanos. Por
esta razón se debe tener en cuenta un peligro que puede amenazar el sentido profundo de estas
manifestaciones: Las formas de invasión y apropiación cultural por parte del capitalismo que
convierte las prácticas culturales en objetos de publicidad y mercantilización. El expansionismo
de las marcas erosiona la cultura a través del patrocinio de acontecimientos, tradiciones y
manifestaciones propias de la cultura, haciendo que estas se interpreten como meras muestras
folklóricas, desvirtuando su sentido y esencia, negando el derecho de las comunidades a
defender sus tradiciones y prácticas locales. Como lo menciona
“La deformación funcional por la transformación de la fiesta en espectáculo: algo
que ya no es para ser vivido, sino mirado y admirado. Convertida en espectáculo la
fiesta, que en el mundo popular constituía el tiempo y el espacio de la máxima
fusión de lo sagrado y lo profano, pasará a ser el tiempo y el espacio en que se hará
especialmente visible el alcance de su separación: la demarcación nítida entre
religión y producción ahora sí oponiendo fiesta y vida cotidiana como tiempos de
ocio y del trabajo. Solo el capitalismo avanzado, el de la <<sociedad del
espectáculo>>, re-funcionalizará la oposición produciendo una nueva verdad para
su negación” (Barbero, 2003, p. 101)
Este proyecto capitalista y globalizante, de imposición de la cultura del consumo y
el consumo de la cultura, pone la fiesta más que como una manifestaciòn popular como una
realización capitalista con fines mercantiles, que tras el concepto de la multiculturalidad se
vende a la idea de la defensa de lo propio, pero que en realidad, está en oposición de las fuerzas
creativas y transformadoras de la cultura popular, pues estas representan un peligro para el orden
establecido. Desde este sentido el multiculturalismo, como Alban Achinte lo señala, “es una
necesidad del estado de integrar para controlar” pues no se genera un diálogo a profundidad
entre estas políticas y las culturas vivientes, generadoras de una cotidianidad y una forma de
concebir el mundo desde su territorio y modo de ser.
En este sentido, el carnaval como fiesta popular, debe asumir y afrontar nuevos
retos, hibridaciones e interpretaciones. La globalización y el capitalismo, se alejan cada vez más
21
del derecho del ser humano de realizarse como ser creativo y más aun de las múltiples
posibilidades de habitar el mundo. De este modo, el rito, el goce y el juego de la fiesta se
convierten en un obstáculo “en el engranaje de la máquina del progreso y la racionalidad”
(Ariño,1996, P.6).
Así, el turismo, las instituciones, medios de comunicación, intervención estatal,
patrocinadores, publicidad, etc, empiezan a hacer su aparición y participación en los días de
fiesta, aún sin conocerla a profundidad. De este modo el carnaval, como lo menciona el José
María Arguedas refiriéndose a la crisis del arte popular, “Se encuentra algo perplejo ante el
conflicto de satisfacer las preferencias de clientela con la cual no ha estado tradicionalmente
vinculado y a la cual no conoce bien. Este problema lo hace vulnerable pues el mismo, atraviesa
por el conflicto inevitable de un desgarramiento de las propias fuentes tradicionales que lo
inspiraban antes sin vacilaciones” (Arguedas, 2012, P. 36)
Es por esto, que se hace necesario pensar ciertas prácticas y quehaceres más allá de
las imposiciones estatales, instituciones y publicitarias. Inevitablemente el carnaval se enfrenta a
la globalización, llevando a la mercantilización de sus prácticas, lo que ha creado un conflicto
constante y que “Por consecuencia de este proceso se considera que habrá de desarraigarse de la
vinculación secular con las propias tradiciones nacionales, con el arte popular, con el arte típico
o criollo; convirtiéndolo de este modo en un ente influenciable de tal modo standarizado”
(Arguedas José María, P. 452) ya que como lo señala el mismo autor, se pretende hacer ver estas
formas de ver el mundo particulares de cada comunidad, como algo universal, como si se tratara
de una única cultura ( la occidental) sobre las demás culturas y territorialidades existentes.
El carnaval es un compartir que integra “a propios y extraños”, pero en este punto,
surge la reflexión crítica y preocupación: ¿Hasta qué punto las prácticas colectivas dentro del
carnaval pasan de tener un significado identitario a ser cosificadas? En esta sociedad capitalista
que basa su desarrollo y “progreso” en el mercado, donde todo se compra y vende, el carnaval
entra en la lista de los productos culturales comercializables, como le menciona Javier Marcos
Arévalo en su artículo: Los carnavales como bienes culturales intangibles. Espacio y tiempo para
el ritual: “El carnaval urbano, pero asimismo otras modalidades peculiares en el medio rural, se
están convirtiendo en objetos de consumo. En la sociedad capitalista basada en el mercado,
22
donde todo se compra y vende, el carnaval es también un producto cultural comercializable”
(Arévalo, 2009)
Sin embargo y por encima de los cambios e imposiciones del acelerado mundo
moderno, el carnaval es resistencia y así lo ha demostrado a lo largo de la historia. Para el caso
de Latinoamérica y más específicamente para los países andinos, por ejemplo, la fiesta es la
representación de su contexto, sus realidades, de denunciar injusticias por medio de las
expresiones festivas mientras se celebra la vida, pues “En América Latina, sin perderse lo
lúdico, la fiesta puede servir para cumplir funciones sociales y realizar políticas de ajuste social
en las comunidades” (González, 2011, P. 182). El carnaval andino recoge y conserva muchas de
las características del carnaval que desde Bajtin se han venido mencionando y estudiando, pero
además se caracteriza por ser una fiesta de solidaridad y de reciprocidad porque lucha año a año
por mantener su carácter popular.
Pese a ser una fiesta de occidente, la autenticidad de los carnavales andinos es
innegable, ya que es una forma de permanecer y reafirmar su estar en el mundo, un acto
simbólico de resistencia identitaria, pues el carnaval es el tiempo y el espacio “Donde la
plasticidad cultural proporciona los elementos constitutivos para que la producción estética
resulte por un lado desestabilizante para los modelos hegemónicos y por otro, reivindicadora de
los valores y las tradiciones propias de la cultura latinoamericana” (Rama, 1987, P.31). El
carnaval en América latina se convierte en la búsqueda y construcción de identidad, sobre todo
frente a las problemáticas que restringen el desarrollo de las comunidades.
La fiesta misma para este lado del mundo, representa la vida en lógicas diferentes a
las que el mundo occidental nos ha heredado. El carnaval en América Latina representa la vida,
la naturaleza, el mundo, al ser humano mismo, que no son vistos como objetos, sino también y
sobre todo, como sujetos sensibles y habitantes del mundo. En estas representaciones, por lo
tanto, se traducen otras dinámicas que inscribe un conocimiento más allá de la imposición de los
pensamientos colonizadores.
El carnaval, como fiesta tradicional, crea colectividad en torno a la significación e
imaginarios propios de cada comunidad, representada en las prácticas culturales que se han
23
mantenido en el tiempo, sobreviviendo frente a la visión de lo moderno, según la historicidad y
el pensamiento occidental. El carnaval se convierte entonces, en una práctica cultural que ha
sido adecuada a las representaciones propias del ser latinoamericano y que celebra la resistencia
frente a los intereses por parte de la institucionalidad en torno a estas formas culturales,
resaltando las facultades humanas de celebrar la vida y la muerte, a través de su creatividad,
pensamiento y sensibilidad.
Es así, que sea transformado, reactivado o recuperado, el carnaval de nuestros días
resiste frente a los proceso de homogeneización de la cultura. El tiempo festivo (Romero) es un
tiempo de vida, que además se dispone a todo tipo de cambios sociales. Estas prácticas que por
encima de todo son locales, deben asumir el encuentro de múltiples culturas que convergen en
las actividades festivas donde se evidencia la variedad de visiones e intenciones de quienes
participan en el carnaval. Por estas razones, hoy en día, el carácter cambiante y transformador de
la fiesta, ya no solo tiene que ver con las dinámicas festivas, sino también, con factores externos
a esta. El estado insiste en instaurar estrategias de reconocimiento político, cultural y económico,
que lejos de ser incluyentes, van dirigidos bajo otras instancias e intenciones de los gobiernos
que apuntan al bienestar de algunos pocos y reduce las dimensiones de vida reales de las
comunidades. Estas imposiciones estatales afectan todos los ámbitos, ya que el sistema de
dominación impone su visión del mundo sobre la visión homogeneizadora y construcción del
mundo de las diferentes colectividades.
Es por esta razón, que se debe pensar en estas prácticas y saberes, más allá de la
racionalidad de la modernidad ya que “Cuando uno despliega una aproximación racional o
racionada a esta dinámica, no alcanza a situarse en la complejidad de sensaciones y de sentidos
producidos” (Romero, p241)
Pese a los conflictos del carnaval en sus tradiciones y el mundo moderno, la fiesta
misma en su desarrollo y continuo devenir guarda su naturaleza festiva y la tradición cultural de
la cual hace parte en su esencia. En estos tiempos modernos la fiesta del carnaval debe ser
tomada como algo fundamental en el desarrollo social, pues estamos ante un tiempo donde lo
colectivo y comunitario está siendo reemplazado y sustituido por formas tecnológicas de
comunicación, donde se desvanece el contacto y conciencia del espacio y tiempo en el contexto
24
y realidad de cada pueblo. Es necesaria la celebración del carnaval porque es un escenario que
contribuye a la memoria colectiva y sus luchas sociales, a la reivindicación y reconocimiento de
los demás y de sí mismo.
A partir de esto, se hace necesario re- construir la memoria colectiva de las prácticas
del carnaval, proveniente de los propios actores que lo constituyen, sienten, crean y re- crean
años tras año. Pensar la fiesta como una dinámica que representa la vida misma en cada una de
sus prácticas, manifestaciones y expresiones es un buen inicio para el rescate de las mismas.
Busca entablar y escuchar el dialogo que se teje entre los diferentes sectores del carnaval, en pro
del mismo, para lograr una interpretación y reflexión en torno a las diferentes propuestas. Para
esto, se hace necesario y urgente indagar la resistencia que manifiesta el carnaval ante la
modernidad misma y la manera como perduran las prácticas tradicionales entretejidas con la
ideas modernas y de este modo, pensar la fiesta y fijar la mirada sobre estas manifestaciones,
fortalecerlas y reconocerlas como una forma de trasferencia, apropiación y aplicación de
conocimiento, más allá del entretenimiento y la mercancía, como una manera de acercamiento y
re-conocimiento de las formas de enunciación y producción de saberes.
Se hace necesario reflexionar sobre el carnaval, puesto que este además de ser una
ruptura de lo cotidiano, una manifestación de excesos sensoriales y hasta de trasgresión, tiene
también una función poética, dialéctica y política en el mundo, pues se debe reconocer el
carnaval como un espacio de encuentro y de dialogo con el otro, una manifestación de la vida
misma por medio de manifestaciones del arte y de la fiesta.
25
Capítulo 2
El Carnaval de Negros y Blancos: relatos de sentir y tradición.
Y cuando se acercaba la fiesta, ¿cómo explicar la agitación íntima que me
invadía? Como si al fin el mundo, de retoño que era, se abriese en gran rosa
escarlata.
Como si las calles y las plazas de Recife explicasen al fin para qué las habían construido.
Como si voces humanas cantasen
finalmente La capacidad de placer que se mantenía
secreta en mí.
El carnaval era mío, mío.
Clarice Lispector
Restos de Carnaval.
Pasadas las navidades, de fiesta en fiesta, en las murgas voy
Llegaron los carnavales todos se alegran el
corazón
Se asoma mi Pasto dentro del alma al mundo para
enseñar Que la raza de la gente no importa iguales
somos todos
La dignidad de este pueblo, en enero explota como un volcán
Aroma de carnavales tiene colores, el son sureño
bailar.
Bambarabanda
Canción Aromas de Carnaval
Es el Carnaval que llama
Alegre melancolía
La fiesta que se lleva en el corazón, aunque se vaya penando
Carnaval del renacer
Carnaval del cuerpo y el sentir, devuélveme la vida que perdí
Tráeme la vida que me robo la ciudad gris.
Porque en este carnaval que es mi vida se llora, pero bailando.
Cristina Villota
26
El Carnaval de Negros y Blancos es una fiesta urbana que parte del profundo sentir
y prácticas de los diferentes participantes y agentes que re inventan la fiesta años tras año. De
este modo, se busca hacer una aproximación a su historia, momentos, desarrollo y actualidad,
como parte de la reflexión en torno a la fiesta. De igual, manera se busca reconocer el carnaval
como escenario de múltiples propuestas artísticas y culturales, por medios de las cuales y frente
a los conflictos socioculturales, económicos y políticos que afronta, se reafirma su carácter
colectivo, comunitario y popular.
2.1 Aproximaciones al tiempo de carnaval.
Pensar en el carnaval es pensar en mis años de infancia, mi familia y mi ciudad. Sin
duda alguna el Carnaval de Negros y Blancos hace parte de mi historia a personal. Durante toda
mi vida, he celebrado, con alegrías y tristezas el Carnaval. Es por esta razón que decidí trabajar
mi investigación sobre este acontecimiento que anualmente se manifiesta en las calles de la
ciudad donde nací. A lo largo de los años y aún más de la investigación, me he encontrado con
diferentes formas de sentir y vivir la fiesta, pues se puede pensar el carnaval al margen de la
vivencia, para comprender la magnitud de la fiesta, la alegría inagotable y el caos que
representa.
Por eso si he de decir algo del carnaval, es que es un reflejo del sentir colectivo de
inagotables manifestaciones políticas y culturales, que narran la historia y el modo de ser de un
pueblo.
Fotografía familiar.
Enero de 1992.
27
Pensar en el Carnaval de Negros y Blancos de la ciudad de Pasto, es viajar entre mis recuerdos más
remotos, pues la fiesta de enero siempre estuvo presente en mi vida. Mi madre me ha contado que mi
primer carnaval fue estando aún en su vientre, nueve días antes de mi nacimiento. Ella salió a ver el
desfile del carnavalito para que yo escuche la música del carnaval. Durante mis años de infancia mis
recuerdos me trasladan a una sensación de felicidad al iniciar el año nuevo. Desde el primer día de
carnaval, muy temprano, me encontraba atenta a las indicaciones de mi abuelo sobre la hora y el
lugar dónde nos reuniríamos para ver los desfiles, el refrigerio que había que llevar para calmar el
hambre mientras la espera, la “pinta de carnaval” que debía ser ropa vieja para poder jugar con
cosmético y talco y la unión familiar que se daba en torno a la fiesta.
En mi mente infantil el carnaval era algo que hacía parte de la vida misma, una
celebración de cada inicio de año a la que no se podía faltar. Ya en la calle y durante el paso de los
desfiles, entre danzantes y comparsas, recuerdo sentir miedo y cansancio al estar de pie mirando cada
figura y carroza que pasaban por en medio de los espectadores, mientras los artistas y artesanos
bailaban y amenizaban con su alegría. Mi mente infantil, veía con extrañeza como todos aquellos
monstruos y espantos que vivan en mi imaginación, se materializaban en cada figura y mascara que
animaban los desfiles. Aun así aguardaba sin quejarme, porque a mi temor lo superaba la curiosidad y
el asombro de descubrir año tras año lo maravilloso de las creaciones de unos hombres, que mi
abuelo decía eran unos maestros: los artesanos.
Al crecer fui comprendiendo el valor cultural que tenía esa fiesta para mi ciudad. Supe
que solo en Pasto pasa, que el año comenzaba oficialmente el 7 de enero, pues los días de carnaval,
eran para la fiesta; Los días de carnaval están fuera de la cotidianidad y los quehaceres que
comúnmente se hacían el resto del año. Comprendí que esos espantos que lograban asustarme y
sorprenderme, eran creaciones maravillosas en las que los artesanos contaban historias, que
identifican y narran a toda una región. Y aprendí que el carnaval es un conjunto de formas, juegos y
maneras de sentir la vida, a través de las artes, en donde cualquiera, el que quiera -yo misma- podía
participar sin restricción, de manera libre, divertida y lúdica.
No tardé en interesarme en las artes y empecé a participar en grupos de danzas y teatro
que me permitirían ir más allá del rol de público que hasta el momento había acostumbrado y podría
así participar en los desfiles con los artistas. Es ahí donde la experiencia del carnaval se trasforma en
una vivencia más íntima, en un involucramiento personal, que me permitió ver la fiesta desde otro
28
punto. Jugar a ser otras, interactuar con el público, recorrer la senda y así comprender, que yo era
parte de esa tradición llamada Carnaval de Negros y Blancos, desde todas las formas y roles de
participación dentro de este. Es por esta razón que nace mi interés por querer acercarme al carnaval
desde mi sensibilidad y vivencias dentro de este, además de compartir los espacios públicos durante
los días de fiesta para generar un dialogo con el otro, que me ayuden a comprender las diversas
formas de sentir y vivir la fiesta de los diferentes actores del carnaval.
El Carnaval de Negros y Blanco se celebra en la ciudad de San Juan de Pasto,
capital del departamento de Nariño, al sur de Colombia. Al pie del volcán Galeras, se lleva a
cabo el festejo al aire libre que convierte a la ciudad en un escenario artístico en torno a los
imaginarios colectivos que re-elaboran sus herencias culturales año tras año. Este encuentro
colectivo nace del cruce de diferentes culturas, imaginarios, forma de ver y conocer, modos de
estar y habitar en el mundo. Es así como el carnaval se convierte en una manifestación artística y
cultural que se origina gracias al encuentro de múltiples expresiones correspondientes a la
amazonia, los andes, el pacifico y la fusión de la cultura española, fundado en la necesidad de
libertad y resistencia que reafirma el sentido de la tradición identitaria. El carnaval es el espacio
propicio para el encuentro con el otro y consigo mismo, donde transcurre y se refleja la vida.
En sus inicios, el Carnaval de Negros y Blancos surge del choque, contacto e
imposición con la cultura tradicional y pagana europea durante el periodo colonial. Por otro
lado, la representación por medio de la danza, el juego, el canto y el rito por parte de los
imaginarios y el pensamiento indígena, como una manifestación reflexiva de la contemplación
del mundo y de la naturaleza. Y además, el festejo de parte de los esclavos africanos que
conquistaban su día libre en tierras del Cauca. Tal como lo señala la historiadora e investigadora
del carnaval Lydia Ines Muñoz Cordero: “Tres son los componentes del Carnaval Andino de
Negros y Blancos de San Juan de Pasto: a) El componente cultural indígena prehispánico:
ritualidades agrarias en los solsticios y cultos lunares o al arco iris. b) El componente cultural
hispánico: teatro, personajes, costumbres. c) El componente cultural africano: el ludus, el juego
de “la pintica”, que expone el foco cultural en Popayán” (Muñoz, 2003, P. 90). Así, el carnaval
es una manera de reafirmar el lugar de encuentro que determina la posición de los sujetos y los
modos artísticos de enunciación.
La historia cuenta que el carnaval se origina a finales del siglo XIX, durante la
29
celebración de la población esclava de su “día de libertad”, donde surge el día de negritos (5 de
enero) contagiando a los demás sectores populares con su algarabía.
Pero ya es en el siglo XX, cuando toma forma e incluye a la gente de la ciudad. La
tradición oral, cuenta que el día de blancos nace con el juego de un grupo de muchachos que al
tomar los polvos de belleza de una señorita empiezan a jugar a “echarse” los polvos y a
contagiar a quienes pasaban con sus bromas, lo cual sería el origen del día de blancos (6 de
enero). “Para el caso del origen del Juego de los blanquitos, o simplemente “blancos”, la
memoria se remonta en año 1912, cuando un grupo de sastres de la ciudad, después del guayabo
del día de negritos, empezó a “echarse talcos perfumados” de polveras femeninas, instaurando
en forma espontánea esta importante tradición” (Muñoz, 2003, P. 88)
El carnaval, se representa como una fiesta andina debido a la ubicación geográfica
del departamento de Nariño y su cercanía con el Ecuador, de donde es evidente la influencia y
relaciones culturales y simbólicas. Esto permite singularizarlo y reconocerlo, ya que uno de los
rasgos característicos de las manifestaciones artísticas gira en torno a figuras, símbolos y
creencias andinas e indígenas. De este modo la riqueza artística de índole espiritual y ancestral,
es una de las expresiones fantásticas y maravillosas más recurrentes en las dinámicas de la fiesta,
ya que los artistas del carnaval llevan a la representación el entorno, los imaginarios, paisajes y
símbolos, en los cuales el pueblo nariñense encuentra su identidad. La historiadora e
investigadora del carnaval Lydia Inés Muñoz Cordero, señala que la cultura nariñense y en
especial la pastusa, es una “cultura de contemplación” para señalar la relación que hay entre la
comunidad y su entorno, el nariñense y su paisaje, el pastuso y su volcán, el público y las
carrozas de carnaval, entre otras cosas. Somos una cultura de la contemplación que ha sentido la
necesidad de manifestar por medio de la fiesta su entorno y lugar de enunciación, reflejándose
en gigantescas carrozas, marcaras, figuras coloridas, música y danza.
“Además, son los juegos tradicionales de negritos y de blancos los que le otorgan
estatus cultural intrínseco, para exponer el maravilloso mundo y riqueza artística y
espiritual que encierra la sociedad sureña, como fruto sincrético del cruce de
saberes. El Carnaval Andino de Negros y Blancos de San Juan de Pasto se inscribe
en su historia de la alegría de un pueblo como el pastuso afiliado a una gran cultura:
la de la contemplación. Montañas azules y altas circundan las viviendas pequeñas
de ventanas pintadas de rojo, amarillo y azul intenso. Dentro de ellas, los pasajeros
30
de todos los días hacen oficios manuales, pequeños objetos de madera, cuero,
arcilla o tela. Hasta que llega octubre y empiezan a laborar muñecos gigantescos,
que compitan en tamaño con los urcos, las montañas azules y altas. “(Muñoz, 2003,
P. 87).
Pero es hasta 1927, cuando se configura la fiesta cívica como tal, según lo señala
Muñoz, a partir del carnaval estudiantil, cuando por primera vez se oficializa una programación
de eventos, la elección de la reina del carnaval y el desfile de los primeros carros alegóricos y
comparsas.
De este modo, se realiza un diálogo entre las culturas que se entremezclan, creando
formas de pensamiento, simbologías, lenguajes e imaginarios que develan un auténtica
hibridación2 como modos de producir visiones, creencias, conocimientos y saberes, “Este
sincretismo cultural estructura el Carnaval de Negros y Blancos, tradición popular genuina que
incorpora y rinde homenaje a las etnias indígena, negra y blanca” (Goyes, 2009, P. 26). Se hace
importante entonces advertir cómo entre este campo de tensiones se ha construido un gran
imaginario compartido en la relación herencia-territorio a partir del carnaval, que le da a la
comunidad una herramienta de cohesión y pertenencia.
El Carnaval de Negros y Blancos se construye a partir de la herencia, el sentir, las
vivencias y experiencias tanto de los artistas del carnaval, como de los participantes, que año
tras año convierten las calles de la ciudad en un escenario fantástico que exalta la cultura y la
identidad popular. El artesano nariñense, representa una fibra del tejido de historias y saberes
presentes en esta celebración, razón por la cual existe una reciprocidad en el conocimiento y
sensibilidad, puesto que el artesano se inspira en su cultura, en la gente de la ciudad y sus
alrededores, en los visitantes, en las diferentes maneras de concebir el mundo para crear sus
motivos, lo que evidencia que “el artista popular es un médium, chivo expiatorio de la multitud,
sacerdote secular o chaman que carga con la culpa y que busca redención colectiva con su obra.
Su yo es, en realidad, nosotros” (Goyes, 2009 P.34).
El Carnaval de Negros y Blancos se desarrolla durante los primeros días del mes
enero, es decir, la fiesta es el inicio y la apertura del año nuevo para la ciudad. Durante estos
2 -Néstor García Canclini, menciona el concepto de culturas hibridas que comprende la interacción entre culturas que al articularse generan nuevas
prácticas como una categoría trasversal de lo tradicional. De esta manera se hace una relación de las nuevas hibridaciones presentes en el carnaval y el
dialogo que se forman entre ellas.
31
días se frenan las actividades cotidianas, en su gran mayoría y se retoman al finalizar la fiesta,
por lo tanto todos los días de fiesta son dedicados para vivir y disfrutar del carnaval. Se puede
decir entonces, que el Carnaval de Negros y Blancos se desarrolla en un tiempo diferente a la
época de carnaval clásico que está ligado a la cuaresma. De este modo, el Carnaval en la época
actual, está formado por tres momentos que se articulan entre sí y hacen parte de la época festiva
de la ciudad de Pasto: El pre carnaval, que hace referencia a los últimos días del mes de
diciembre, el Carnaval que se desarrolla del 2 al 6 de enero y el post carnaval que son algunos
eventos entre el 7 y 8 de enero que son el cierre o “remate” de la fiesta. De esta manera, para
tener un mayor acercamiento con el carnaval y teniendo en cuenta estos tres momentos, me
permito especificar y narrar algunas de las actividades festivas más relevantes del Carnaval de
Negros y Blancos a partir de mis recuerdos, vivencias y testimonios de mi diario de campo
resultado de mi intervención como investigadora durante los años 2013- 2015
28 de diciembre de 2014.
Arcoíris en el asfalto. Pasto, 6:30 am. El sol ilumina la ciudad y abro mis ojos
pensando que llegó uno de los días que actualmente, más me gusta.
Cuando era una niña, el llamado día de inocentes, era conocido en mi ciudad
como el día del agua. Este día era dedicado para las bromas, pero
principalmente para el juego del agua que consistía en mojar a quien vaya por
la calle, quiera o no jugar. De pequeña, este día me daba mucho miedo, pues
miraba con terror como mis vecinos casi se agredían entre ellos por mojarse
con agua y no me gustaba el juego. Las pocas veces que salí a “jugar”
terminaba pensando que el año siguiente no saldría porque me sentía
agredida, además del frío que por lo general me enfermaba en fin de año.
Pese a que la mayoría de mis amigos, familia y conocidos, les gustaba y les
parecía muy gracioso este día del agua.
Pero es a partir de 1996, que unos estudiantes de artes de la universidad de
Nariño, pensando en proponer una alternativa cultural y ecológica crean el
proyecto llamado “Arco iris en el asfalto” una propuesta que busca por medio
del arte recuperar el espacio urbano para la expresión de los ciudadanos y
32
además crear una alternativa para vivir el día de inocentes. Así el carnaval,
experimenta transformaciones, que buscan mantener el espíritu festivo y
colectivo del día por medio del arte, generando una nueva actitud frente a la
fiesta y la ciudad. Al principio la convocatoria no era muy acudida, pero cada
año la ciudadanía iba conociendo la actividad y se iba integrando de manera
masiva. Arcoíris en el asfalto se desarrolla en la calle del colorado, una calle
histórica para la ciudad de Pasto.
Este día me levanto temprano, me alisto y salgo caminando rápido y con
cuidado pues hay personas a quienes aún les cuesta desprenderse del juego
del agua, debo correr en varias oportunidades pues me atacan en varias
oportunidades con bombas de agua. Es difícil cambiar una tradición tan
arraigada como la del juego del agua, la alcaldía ha intento quitando el agua
ese día, se han hecho varias campañas por redes sociales, pero aún persiste el
juego. Para cada quien hay su juego y los cambios llevan tiempo -pienso- y
simplemente trato de evadir quienes quieren mojarme. 2014, no fue un año
fácil pero la fiesta me llama y voy a su lado. Al llegar al lugar, busco entre la
multitud a mis amigos para empezar a pintar, camino entre tizas de colores,
risas y manos de artistas de todas las edades. Me lleno de nostalgia al ver los
balcones de ese Pasto que sangró y lloró y ahora celebra el color en su
asfalto. Todo el día trascurre en el encuentro con amigos, música en vivo,
trazos de colores y obras de arte efímeras de autores anónimos. ¡El carnaval
empezó!
Mis memorias del carnaval.
Diciembre 31 de 2015.
Desfile de años viejo. Las calles de la ciudad dan la bienvenida a los
diferentes motivos, que con sátira y humor, manifiestan una crítica social por
medio de figuras llamadas “años viejos”. De esta manera la ciudad de Pasto
despide el año, donde cada figura viene acompañada por los llamados
“testamentos”, textos que manifiestan las inconformidades sociopolíticas,
tanto de la ciudad como del país y el mundo. Estas figuras son quemadas a las
12 de la noche, al terminar el año como parte del ritual renovador del fuego,
de nuevas oportunidades y cambios.
Un desahogo del pueblo de lo que fue todo el año, protestar desde el humor y
la sátira y que esté permitido. Así se despide el año en la ciudad de Pasto, con
motivos efímeros que manifiestan una crítica social por medio de las figuras
llamadas años viejos.
Se siente un “fresquito” ver las figuras criticando a los gobernantes y
que nadie lo pueda prohibir, es como decirles la verdad en nombre de toda
Colombia de una manera jocosa. Comenta Marcela, una amiga Bogotana a
quien había invitado a vivir el carnaval el 2015.
33
34
(Moya, conversación informal, 2015)
Los artesanos del 31 de diciembre son los voceros del pueblo, los llamados a
manifestar con su arte manifiestan las inconformidades sociopolíticas, tanto
de la ciudad como del país y el mundo, ante el anhelo del pueblo de mejorar y
trasformar la realidad. .
Mis memorias del carnaval
El año viejo se lo despide llorando pero bailando. Las viudas y
cusillos le dicen adiós a las penas burlando y siendo burlados, reímos de
nosotros mismos y a las 12 de la noche se renovará la vida con el fuego. Un
nuevo años comienza, el carnaval se acerca.
.
35
Enero 2 de 2015-2016
Inicio del Carnaval.
Pasto una ciudad de fuertes tradiciones religiosas y de Carnaval. La fiesta
inicia con la bendición de la virgen de las mercedes, con el alcalde y los altos
mandos de la ciudad en una ceremonia religiosa. Mi familia nunca fue
religiosa, por lo tanto hace menos de 5 años supe sobre este iniciar de la
fiesta. El dos de enero era para mí un día de preparación para el carnaval,
preparar “la pinta carnavalera”, las gafas, planear los días venideros para salir
y ver los desfiles.
Desde el año 2011, celebraba el desfile de colonias, con la colonia cumbaleña
de donde es oriunda mi familia materna. Disfrutaba de este encuentro porque
se generaba un dialogo entre lo rural y lo urbano importante para generar
nuevos saberes de fiesta y región. La programación fue modificada y hoy en
día se dedica el dos de enero a los niños. El carnavalito significa el hacer
escuela del carnaval, enseñar a los que viene, a las futuras generaciones a ser
artesanos, a conocer la región, a preservar el carnaval. Las sonrisas vuelan en
el aire, las pequeñas figuras estremecen los corazones del público, el alma del
carnaval desfila por las calles de Pasto, las guaguas pastusos son los que abren
hoy en día la fiesta, para recordarnos que durante cinco días todos volveremos
a ser niños.
Mis memorias del
carnaval
36
Enero 3 de 2014
Canto a la tierra. Mi corazón late como un bombo andino, se sienten los
pasos danzantes venir de norte a sur, La lluvia acompaña a los danzantes
como si se hiciera una danza a la lluvia. Es el canto a la tierra, el desfile
del 3 de enero que reafirma el espíritu andino del carnaval. Mi desfile
predilecto, el que me llena el alma de sentimiento, en el que bailo y me
elevo. Centenares de danzantes salen como parte de colectivos de danzas
a brindarle homenaje a nuestra madre, la pacha. Es una muestra de color,
música de los andes y danzas donde se escoge un ganador para el desfile
magno, pero el público celebra a todos como ganadores entre aplausos,
bailes y admiración.
Me olvide de la tristeza, me siento viva, me siento de aquí.
- La danza y el carnaval hacen parte de mi vida, así que estar presente en el
desfile de canto a la tierra significa para mí una alegría y un compromiso
que salen del corazón. No preparamos todo el año para esto, así que es muy
emocionante danzar en la senda para todo este público que nos espera con
tanto cariño.
(Alex Martínez, Danzante del colectivo Zarandearte, conversación personal, enero de 2015)
37
Mis memorias del carnaval.
Enero 4 de 2012
Llegada de la familia Castañeda. 4 de enero de 2012, el último paso por la senda
junto al colectivo teatral de Pasto. Como es tradición en el desfile de la familia
Castañeda, se evoca a la ciudad de antaño. Ese año representamos al Pasto de los años
50. Habíamos ensayado desde el mes de diciembre y todos nos sentíamos identificados
pues nuestros personajes principales eran “el Cachirí” la “Chavita” y el maestro Chato
guerrero y la Ronda Lirica. Tres personajes que han marcado la historia, bohemia y
tradición pastusa.
Cantando al son de la senda del carnaval “Desperación”:
38
“Quiero perderme en la nada
Quiero entregarme al olvido
Tengo el alma destrozada, por la crueldad del destino”
Esa última vez que caminé por la senda el 4 de enero, siendo otra, jugando con el
público junto a mis compañeros de teatro y de vida, la gente cantaba y reía
acompañando nuestros pasos. Reconociendo a sus personajes queridos en nosotros
y aplaudiendo desde el corazón.
Foto tomada de https://www.facebook.com/comarcateatroytiteres/.
39
Enero 5 de 2014
Día de Negritos. Huellas de carnaval. Plasmar la memoria. Pintar de negro
el alma como símbolo de alegría, de igualdad, de amistad y cariño con el otro.
La libertad de plasmar una caricia en el rostro del otro o una huella en un
muro que bailaba en la plaza del carnaval al son de los sonidos del pacifico
colombiano y Ecuatoriano, que ese año se unían para celebrar el día de los
negritos. Las personas curiosas se acercaban a ver lo que ocurría, entre
sonrisas y colores de cosméticos se reconocían en la huellas de sus manos
como parte de la festividad.
- Yo cuando era pequeño iba los 5 de enero desde el centro hasta mi casa,
arriba en Santa Mónica poniendo manos de cosmético en las paredes, esas
duraban hasta mitad de año o más, como diciendo por aquí pasó la fiesta
(risas). El 5 de enero siempre me ha gustado, no se ven rostros de nadie,
solo las ganas de festejar.
(Anónimo, conversación personal, enero de 2014)
Mis memorias del carnaval
40
Foto tomada de http://depastocarnavales.blogspot.com.co/2015/05/historia-de-los-carnavales.html
Enero 6 de 2014-2015
Enero 6: Día de Blanquitos- Desfile Magno: Desde que la memoria me
deja recordar, el 6 de enero ha sido para mí, un día donde de una cita
infaltable. Nunca me perdí un carnaval y desde hace algunos años he sido yo
la responsable de conseguir los sitios para que mi familia puedo ver el desfile.
4:00 am. Salgo de mi casa caminado hasta la avenida Champagnat, Ya no
hay espacio para ubicarse y no queda sino comprar los lugares a los
vendedores informales, que seguramente ocuparon los andenes dese la
noche anterior. Así ha sido desde hace unos años y no hay muchas más
opciones. A las 7 am ya toda mi familia se encuentra reunida en el lugar
donde miraremos el desfile. Empieza la espera. El juego con carioca, las
críspelas y las nuevas amistades no se hacen esperar, mientras el carnaval
inicia.
- Uno dice que no va a volver a salir, pero el próximo año ahí está de primero.
Es cansona esta espera, pero cuando pasan esas carrozas todo vale la pena
porque no hay como verlas en vivo y en directo.
(Entrevistado anónimo, conversación personal, enero 2015)
41
Comenta un amigo de carnaval, que seguramente al día siguiente volverá a
ser un desconocido.
Las sirenas empiezan a sonar y la emoción de las personas se siente, pues ya
viene el carnaval. La música, las risas y aplausos de se mezclan entre sí.
Mientras los artistas gritan a viva voz “¡Qué viva Pasto carajo!”
-“¡Que viva!”
Que viva y nos de vida por muchos años más.
42
Mis memorias del carnaval
43
Mis memorias del carnaval.
De esta manera se desarrollan las diferentes actividades y manifestaciones en torno
a la fiesta del Carnaval de Negros y Blancos, para la cual se lleva una planeación y un trabajo
anterior, ya que aproximadamente seis meses antes de los días de fiesta, ya lo artesanos
empiezan a desbordar su creatividad y a elaborar sus maquetas de lo que será el próximo
carnaval. Es así que el Carnaval para Pasto se convierte en una labor que se siente y piensa
durante todo el año, aunque lo que se vea a luz pública sea la obra terminada durante los días de
fiesta. Es de este modo, que existen dinámicas fuera de la fiesta que se convierten en una forma
de sentir, hacer y perpetuar el carnaval. Los talleres de artesanos, son esos lugares donde la
magia y la creatividad se explayen. La memoria de los carnavales que pasaron y los que vienen
se encuentra en las figuras que ahí reposan, y que como lo señala, Javier Tobar: “en estos
lugares habitados por los artistas del carnaval, no solamente resultan mercancías, obras artísticas
y producciones culturales sino que, en tanto que recogen cosas, pensamientos, memorias,
experiencias, se deriva un evento que provoca una experiencia estética e imaginaria que se vive
en común: el carnaval”. (Tobar, 2016, Pág. 44). Los talleres hacen parte de la tradición del
carnaval. En la intimidad del hogar de cada artesano se construyen estos lugares llenos de
nostalgias, memorias y luchas. Es aquí donde lo comunitario de la fiesta se hace evidente, ya que
las familias se unen en torno al trabajo del carnaval, el vecino ayuda para que el motivo esté
listo para el día del desfile y la comunidad entera se preocupa y colabora son el trabajo del
44
artesano. Entre compañías, charlas, comidas y sueños hechos arte trascurre la creación del
carnaval.
Autor anónima, tomada
de https://www.facebook.com/pg/MiRegionEnFotos/photos/?tab=album&album_id=261145327313
45
Taller del maestro Burbano, artesano del carnaval
Mis memorias del carnaval
Es por esto que se debe tener en cuenta, resaltar y visibilizar el carácter popular,
local y comunitario de la fiesta, puesto que el carnaval es un encuentro no solo con distintas
culturas y visiones del mundo, sino que también, teje lazos de unión colectiva con la tierra y con
los imaginarios culturales de la región, convirtiéndose estos en una herramienta de resistencia
frente a los poderes hegemónicos que se infiltran en la cultura popular. Además es un espacio de
encuentro donde se ve reflejada la vida, donde la niñez perdura y nos hace recordar lo que somos
a través de la herencia cultural, del juego, los colores, olores y formas del carnaval.
Es desde este sentido que se mantiene el Carnaval de Negros y Blancos como
manifestación popular, que se configura en tanto una forma alternativa de producción simbólica
al margen (y de cierta manera en oposición y resistencia) a los medios masivos. Es así, como
frente al proyecto modernizador, concentrado sobre todo en los ejes urbanos, se establecen
46
nuevas relaciones entre el sujeto y el tipo de percepción que éste configura para sí del espacio
urbano y las prácticas colectivas. De esta manera, el carnaval se asume como un hacer que
permite romper la rutina y lo establecido, pues convierte las calles en lugares llenos de goce,
dándole un color diferente a la vida, cuestionando la realidad en medio de esta sociedad
capitalista y globalizada.
2.2 Re- Pensar el carnaval: reflexiones en torno a la actualidad de la fiesta.
El Carnaval de Negros y Blancos a miras de reivindicar sus prácticas y obtener
reconocimiento, ha tenido que asumir diferentes cambios, que han actuado en pro y en contra de
sus características tradicionales y modo de llevarse a cabo. El Carnaval de Negros y Blancos fue
declarado Patrimonio Cultural de la Nación por el congreso de la república de Colombia en abril
de 2002, lo que facilitó la cofinanciación de la nación para construir la actualmente conocida
como la Plaza del Carnaval.
En noviembre 2004 la fiesta se instaura bajo los lineamientos de
CORPOCARNAVAL, una organización encargada de organizar y planear en torno a los asuntos
relacionados con el carnaval. El concejo municipal de Pasto acuerda mediante el Decreto 006 la
creación de una organización de carácter mixto y permanente para el carnaval: la corporación
para el carnaval, CORPOCARNAVAL. A partir de esta fecha, CORPOCARNAVAL es la
institución encargada de establecer la reglamentación del Carnaval, instaurando modalidades de
participación, acreditaciones, disposición de la senda del Carnaval y todo lo concerniente a su
realización3.
Posteriormente, el 30 de Septiembre de 2009 se declara al Carnaval de Negros y
Blancos, Patrimonio Cultural e Inmaterial de Nación por parte de la UNESCO. Estos cambios y
reconocimientos, han vislumbrado la fiesta que se lleva a cabo en el sur de Colombia durante los
días de enero y de este modo ha logrado posicionar a la ciudad de Pasto en un lugar importante
dentro de las fiestas populares del país y del mundo.
Sin embargo, frente a estos cambios, los quehaceres y cosmovisiones dentro de la
fiesta se han visto trastocados por la implementación de las nuevas políticas culturales. .En los
últimos años, el carnaval se ha visto en la necesidad de poner en funcionamiento algunas reglas
3 Más información sobre el trabajo y funciones de CORPOCARNAVAL Ver <http://www.carnavaldepasto.org/>
47
y exigencias con el fin de llevar una logística ordenada. Esto a razón de que en los últimos años
ha crecido el número de espectadores, pero de alguna manera esto también significa un cambio
para los artistas del carnaval y algunos se han visto afectados. Es así, como varias situaciones se
ponen en evidencia al conversar con los mismos actores del carnaval, ya que en el año 2014,
varios de los artesanos fueron multados y excluidos de participar en el desfile magno por
“faltas” como temas de horarios, entregas y demás normas que se empezaron regir. A propósito
de esto, me encontré en esa oportunidad, con uno de los artesanos más reconocidos del
Carnaval: el maestro José Ignacio Chicaiza. Entre rostros esperando ser delineados, entre colores
esperando a ser explayados en figuras para darles vida, se encuentra el artesano de sueños, el
artista del Carnaval. La gente entra al taller a saludarlo con cariño, el luce triste, desanimado.
Saluda a la gente con amabilidad y explica con afán que esa no es su carroza, que este año no va
a participar, que solo vino a ayudar. La gente se marcha, no sin antes expresarle su cariño y en
una conversación espontanea, él conversa conmigo. Me cuenta que lastimosamente este año él
se siente vacío pero que prefiere salir a los talleres de sus "discípulos" a ver cómo va el trabajo,
porque no puede quedarse en la casa. La conversación avanza el sentir del artesano que ha
dedicado su vida al carnaval se hace más latente, con sus ojos llenos de lágrimas revela su más
profundo sentir.
-Maestro ¿Por qué no va a participar este año?
-Porque Corpocarnaval no me deja y además porque yo no estoy de acuerdo con la
manera como ellos ven el carnaval y también decidí no participar. Sucede que el
año pasado llegué tarde a la concentración, pero no tarde sino a la hora que ellos
dicen, y por eso me sancionaron este año. Pero es que como le van a poner horario a
la creación, al arte, eso no se puede, uno no puede planear a qué horas crea.
-¿Qué es para usted el carnaval?
48
- El carnaval es la vida misma, es sentirse vivo. Por eso ahora, este año yo estoy
muerto, porque no pude participar en el carnaval.
(Chicaiza, comunicación personal, enero 5 de 2014)
Detrás del trabajo de un artesano del carnaval, se narran muchas historias y sentires. El
carnaval significa el motor de vida de los creadores del carnaval, como un ato reciproco entre la fiesta
y el creador. Hay una conexión poética entre el artista del carnaval, su obra y la fiesta. Durante el
dialogo con varios artesanos la respuesta a la pregunta ¿qué significa para usted el carnaval? Siempre
fue la vida, la vida misma, la vivencia. El carnaval es vida y es bajo esta poética que nos mantenemos
en el contacto con el otro, en los colores de los trajes y danzantes, la fuerza y amor de los artistas para
recorrer la senda y la paciencia del público para premiar con sus aplausos cada motivo. Como lo
narra en su experiencia la artesana Dayra Benavides, maestra en artes plásticas de la universidad de
Nariño, que además de ser la primera mujer en ganarse el mejor individual en dos oportunidades,
decidió dedicar su vida a la creación de personajes para danzar por la senda cada 6 de enero:
Me forme en la academia, pero estas piezas (disfraz individual) me las han
dado el día a día, la vida misma. La vivencia desde la infancia. Tenemos un
gusto por trabajar nuestros propios trajes, por sentir cada material, por pasar
todas esas etapas. Esto no es tan fácil, hemos llorado, peleado, hemos cogido
el contrato para ver cuando se paga de multa, porque ya no damos más. Pero
al día siguiente nos levantamos y seguimos. Se pasan muchas etapas
emocionales en el proceso, pero esto es lo que nos mueve, lo que nos
mantiene vivas, si no hacemos esto, es como andar como muertas. Son retos
que nos ponemos para hacerlos felices a ustedes (público) y también a
nosotros, porque es un trabajo de todo el año, todo tiene un ritual, todo tiene
una historia”
(Dayra Benavides,
Conversación personal. Pasto enero 2016)
Hay una preparación de parte de todos los participantes del carnaval. Así como yo de
niña me encontraba preparando mi ropa de carnaval y los alimentos para el tiempo que debía esperar
por el desfile, el artesano se prepara física y espiritualmente para hacer el recorrido, año tras año. De
49
la misma manera en que yo vuelvo a mi ciudad de origen a vivir el carnaval cada año sin importar la
distancia, el artesano vuelve al carnaval cada año sin importar los obstáculos que se le presenten para
realizar sus creaciones, para expresar sus sueños, para sentir la vida. Todos nos encontramos en el
fiesta, siempre se vuelve al carnaval.
En la experiencia de la primera parte de mi trabajo de campo (enero de 2013) se dio
una conversación casual con los participantes del carnaval. Así, me encontré con varias
historias en torno a las vivencias y la actualidad del carnaval. Este pensar, creer y sentir, se
manifiesta en los deseos de vivir el carnaval como parte de la identidad individual y colectiva.
Continuamente escuche reclamos de la manera como se eliminaron algunos espacios que ya
constituían parte del imaginario colectivo de la gente y que representan encuentros importantes
de su realización. Tal es el caso de la fiesta de las colonias que se realizaba en la plaza de Nariño
después del desfile del 2 de enero, donde al son de música campesina, los integrantes de los
diferentes corregimientos se encontraban y compartían no solo entre ellos, sino también con los
habitantes de la ciudad. Este encuentro rural-urbano constituye para la población un cruce de
saberes, pensamientos, creencias y formas de sentir el mundo que son parte fundamental dentro
de construcción del carnaval, pero que por motivos que no quedaron claros y sin explicación
alguna, “el baile” no se hizo. “Es que estamos en el carnaval, queremos gozar, ahora nos toca
irnos nomas para el pueblo y ni pudimos conversar con las gentes de las otras colonias”
(Doña Rosalba, participante de la colonia de Iles- Nariño, conversación personal, 2013).
Al escuchar las voces de los diferentes participantes del desfile de las colonias y su
inconformismo ante la mala organización del evento para ese día, pensaba en el carácter de
comunidad y unión que promueve el carnaval, donde no existen prejuicios, donde el goce es
para todos y donde se da el espacio propicio para el encuentro y conocimiento del otro, pues
como lo menciona Javier Romero en el carnaval “No se trata solo de la vida humana, se trata de
la vida de la comunidad humana” (Romero, 2013,P. 239)
El carnaval se convierte para los participantes de la fiesta, en una línea de fuga, que
durante algunos días les permite salir de su rutina y entregarse al gozo e inventar nuevas formas
de ser y compartir, pero a partir de las intervenciones institucionales y estatales estas
manifestaciones se ven limitadas al orden establecido dentro de las programaciones,
50
presupuestos y espacios.
El Carnaval de Negros y Blancos, como fiesta urbana, se ha visto inevitablemente
trastocada de manera significativa durante los últimos años. El encuentro con otras culturas que
no hacen parte de su tradición la intensificación de la fiesta en el mundo industrial y la
incidencia del mercado, las nuevas tectologías, etc. Enfrentan al carnaval y sus actores a nuevos
retos. Es bajo este sentido que se mantiene como manifestación popular, que se configura como
una formas alternativas de producción simbólica al margen (y de cierta manera en oposición y
resistencia) a los medios masivos.
Es así que frente al proyecto modernizador, concentrado sobre todo en los ejes
urbanos, se establecen nuevas relaciones entre el sujeto y el tipo de percepción que éste
configura para sí del espacio urbano y las prácticas colectivas. Durante el trascurso del carnaval
y más aún desde que fue nombrado patrimonio cultural e inmaterial de la humanidad por Unesco
en el año 2009, la ciudad de Pasto se ha ido trasformando para darle paso a la majestuosidad de
carnaval, preocupada por la imagen que este pueda dar ante el mundo. Así se construye, por
ejemplo, la plaza del carnaval en un tradicional sector de la ciudad, con el fin de concentrar los
desfiles en su paso por la senda del carnaval, lugar donde se ubican los medios de comunicación
y una gran multitud de gente para poder tener una mejor vista del paso de los artistas del
carnaval y sus obras. Ante esta construcción hubo muchos desacuerdos y diferentes puntos de
vista, dado a que el lugar fue construido sobre el tradicional mercado de pulgas de la 16. Este
lugar era considerado como zona de tolerancia, pero a la vez, para la gente de Pasto, significaba
parte importante de la memoria de la ciudad. Lo cierto es, que el lugar se construyó con el fin de
dar a conocer el carnaval y que posteriormente sea nombrado patrimonio. La ciudad entonces se
trasforma en torno a la celebración del carnaval. Igualmente se arreglan los cableados de las
calles por donde transitan los desfiles, se pintan y modifican algunos lugares del centro de Pasto,
se traza una nueva ruta por donde transitarían los desfiles etc. Todo para recibir las buenas
nuevas. Fue un cambio que la población asimilo rápidamente por el hecho de que el carnaval, al
fin, fue nombrado como Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad, por lo cual podemos
asumir que de cierta manera, la ciudad y su desarrollo están directamente ligado a al transcurrir
del carnaval y viceversa.
A partir de la patrimonización del Carnaval de Negros y Blancos como una
manifestación inmaterial, la ciudad obtiene un importante reconocimiento tanto nacional como
51
internacionalmente, lo cual se enmarca en un proyecto de políticas culturales y de identidad,
alrededor de las manifestaciones artísticas y tradiciones del carnaval. Además, existe también un
interés de la Gobernación por posicionar el turismo como una opción económica en el
departamento. Así, las propuestas turísticas del departamento se basan en la producción y
circulación de imágenes particulares de la tradición, la cultura del carnaval, relacionadas con la
idea de patrimonio. Por lo cual dicha situación no ha sido desfavorable por completo. Se puede
hacer una lectura del turismo también desde su lado positivo, como parte del intercambio
cultural necesario para que el Carnaval sea reconocido e igualmente el aporte económico que
recibe la ciudad en sus sectores comerciales, en hotelería y restaurantes. De igual manera, es
importante reflexionar el tema del patrimonio como algo que aporta al dinamismo y
trasformación del carnaval mismo, lo cual es necesario e indispensable, de cierto modo. Pero por
otro lado, nos encontramos con la presencia de los medios masivos, del mercado y la industria
que son cada vez más fuertes y se inclinan por mercantilizar la fiesta más que promoverla desde
su carácter cultural. Además, está la presencia de la empresa privada y los eventos que dejan de
ser populares al ser pagos y de entrada restringida lo cual pone en riesgo el carácter público del
Carnaval, pese a que pueden ser eventos alternativos del carnaval. Pero sobretodo la influencia
de las instituciones sobre las manifestaciones artísticas y culturales de los hacedores del
carnaval, lo cual ha creado conflictos en sus formas de desarrollo y elaboración. Esto ha
representado una de las problemáticas del carnaval en la actualidad, lo cual es más notorio año
tras año, ya que continuamente se han dado discusiones y competencia entre los diferentes
gremios participantes en el carnaval y las instituciones puesto que “Poco a poco y de distintas
formas surgen presencias que en el pasado no eran permitidas. Aquella “tarea”, desde la
mentalidad colonial, de “limpiar”, “embellecer”, “mejorar” la dinámica festiva, para que
esta pueda ser mejor vista, luego mejor consumida y después vendida, como paquete turístico
según el precio del mercado” (Romero, 243). Dichas discusiones se dan en torno al presupuesto,
capacitación y atención que estos gremios requieren para hacer sus diseños y garantizar su
participación en el carnaval.
Es de este modo que en las dinámicas de transformación y cambio de El Carnaval
de Negros y Blancos de Pasto, empiezan un periodo mucho más latente desde que se proclama la
fiesta como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación mediante la Ley 706 de 2001, el 30 de
septiembre de 2009. El Carnaval es incluido en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural
Inmaterial de la Nación, y, en vista de esta inclusión, a partir de mayo de 2010 en el ámbito local
52
se elabora el Plan Especial de Salvaguardia4. Por lo cual es pertinente indagar sobre las
organizaciones y políticas culturales que giran en torno al concepto de PCI. La UNESCO
(Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura)5 crea un
instrumento normativo internacional en al año 2003, conocido como la Convención para la
Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial5. Este documento introduce la noción de
inmaterialidad del patrimonio cultural, establece precisiones conceptuales y los instrumentos
para la salvaguardia del PCI.
El plan de salvaguardia busca proteger, preservar, hacer visible y gestionar las
manifestaciones culturales propias de la cultura de cada pueblo, a partir del compromiso de
quienes participan, recrean y crean, las autoridades locales y de las instituciones, para mantener,
conservar y fomentar la manifestación, orientado a garantizar la viabilidad del PCI. El Plan
Especial de Salvaguardia es un requisito para que la manifestación cultural sea incluida en la
Lista representativas de PCI.
A nivel Nacional, es el Ministerio de Cultura la institución encargada de atender y
orientar las iniciativas de salvaguardia de PCI en el país. A través de sus direcciones, se elaboran
las políticas culturales que competen a las áreas de acción del Ministerio. Así por ejemplo, la
Dirección de Patrimonio es la encargada de formular e implementar planes, programas y
proyectos que buscan desarrollar la gestión, protección y salvaguardia del Patrimonio Cultural
Colombiano, material o inmaterial.
En el ámbito regional, las políticas e instituciones relacionadas son: el Consejo
Departamental de Patrimonio, Fondo Mixto de Cultura, la Secretaría Municipal de Cultura y
CORPOCARNAVAL. Aunque cabe señalar que a nivel departamental no existe una política
cultural formulada por una institución cultural oficial, y el tema cultural presente en políticas
públicas es bastante reducido.
4 Es un acuerdo social y administrativo que puede traducirse en políticas públicas, campañas de sensibilización, acuerdos
interinstitucionales, recursos económicos, alianzas sociales o instrumentos legales que deben ajustarse a la naturaleza de la
manifestación.
Este plan puede además concretarse en proyectos encaminados a desarrollar emprendimiento cultural e iniciativas de turismo
cultural, entre otros, que respondan a las necesidades de las comunidades. El PES es un requisito para que una manifestación sea
incluida en una Lista representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial de cualquier ámbito. Tomado de https://
www.carnavaldepasto.org/ index.php/patrimonio/ definiciones/plan-especial-de-salvaguardia- pes
5 La Unesco es un organismo especializado de las Naciones Unidas. Se fundó el 16 de noviembre de 1945 con el objetivo de contribuir
a la paz y a la seguridad en el mundo mediante la educación, la ciencia, la cultura y las comunicaciones. obra por crear condiciones
propicias para un diálogo entre las civilizaciones, las culturas y los pueblos fundado en el respeto de los valores comunes. Tomado de
la página web <http://www.unesco.org > Disponible en http://www.unesco.org/culture/ich/es/convencion>
53
De este modo, se hace pertinente abordar desde la reflexión de diversas miradas,
posturas y formas de ver y sentir el patrimonio, para así, analizar la evolución y el desarrollo del
carnaval como patrimonio mismo, una dinámica que ha representado nuevas formas de vivir la
fiesta y de representarse ante el mundo. Es por esto, que es importante tener en cuenta el Plan
Especial de Salvaguardia, (PES) que desde las políticas públicas busca abogar y defender la
fiesta desde su esencia tradicional y por tanto derivan responsabilidades para todos los actores
sociales comprometidos en su cuidado y dinámica sin perder su esencia tradicional y popular.
Pensar en el patrimonio se hace necesario ya que esto nos permite conocer de manera general
cómo incide y cuál es el papel que debería jugar el patrimonio del Carnaval de Pasto en la
identidad, la historia, cultural y el buen vivir de los habitantes de Pasto.
A partir de la pregunta ¿Qué significa el patrimonio? Se hizo un acercamiento entre
la conversación espontanea con algunos asistentes a el desfile de canto a la tierra en enero de
2015. Durante los días de carnaval, las personas que participan en este yendo a disfrutar de las
muestras artísticas de los desfiles, acostumbran salir a las calle temprano, para poder obtener un
buen lugar. Es este espacio el que permite el encuentro y dialogo entre los ciudadanos, ya que
mientras se espera el desfile, se hacen amistades, se dialoga y juega. En mi trabajo de campo
este espacio fue muy importante, ya que en la espera pude conversar con la gente en medio de la
misma dinámica de la fiesta, sin necesidad de hacer entrevistas formales, pues los temas de
miinterés sobre el carnaval, fluían en la conversación espontáneamente. Es así como entre risas,
compartir de alimentos, bailes y juegos el público del carnaval opinó:
¿Qué significa el patrimonio para usted?
- El patrimonio somos nosotros mismos, los artesanos, los artistas y los que
salimos a ver el carnaval principalmente, ya en el papel dice que somos
patrimonio inmaterial, pero para nosotros siempre lo ha sido. Por eso es
queremos que mejore, que se juegue con respeto, que haya mejor logística
pero que no vendan nuestro carnaval ni nos cambien las tradiciones.
(Entrevistado anónimo, comunicación personal, enero de 2015).
54
- El patrimonio es el carnaval mismo, con sus manifestaciones y creaciones
humanas. Patrimonio es la tradición y el sentido de pertenencia que tenemos
hacía el carnaval que nos permite desarrollarlo años tras año.
- (Alex Bastidas, danzante del carnaval, comunicación
personal, 2015)
- Patrimonio no es un papel firmado, ni siquiera solo un reconocimiento, es lo
que se ha venido construyendo años tras año de este carnaval que es efímero,
pero es tangible, porque son creaciones artísticas, humanas, tradicionales las
que vemos cada mes de enero en los días del carnaval. Eso es nuestro
patrimonio, como un tesoro, como una particularidad que nos hace ser y
hacer parte de este carnaval.
(Entrevistado anónimo participante del carnaval.
Comunicación personal, enero de 2015)
¿Cree que el patrimonio ha contribuido al Carnaval?
- Claro y no solo al carnaval sino a la región, porque el gobierno tiene bien
olvidado al departamento de Nariño, entonces así tal vez se den cuenta que
acá en el sur se hacen cosas bellas que contribuyen más que tantas guerras y
conflictos que hay en el país. Además así se reconoce el trabajo de los
artesanos, eso es único, un arte digno de ser mostrado.
-
(Entrevistado anónimo, comunicación personal, enero de 2015).
- Le ha contribuido para ser reconocido. Antes no era tan promocionado como
ahora, casi no se veía mucho turismo. Pero ahora existimos gracias al
carnaval. Ojalá en un futuro eso no se motivó de un carnaval vendido como
se ha visto en otro caso, como Barranquilla, porque puede ser arma de doble
filo si las entidades encargadas no hacen vale la tradición y valoran el trabajo
artesanal
(Carlos Paz Erazo, docente, enero de 2015)
55
Pero ¿Cuál es la importancia del denominado patrimonio inmaterial? Según la
UNESCO, una manifestación humana se considera patrimonio inmaterial cuando hace parte de
una forma de expresión y comprensión del mundo a partir de la creación y producción de un
saber humano, lo cual necesita ser salvaguardado, por su aporte cultural y social que viene
dado desde lo oral o lo no material y que además es trasmitido de generación en generación, ya
que “Pese a su fragilidad, el patrimonio cultural inmaterial es un importante factor del
mantenimiento de la diversidad cultural frente a la creciente globalización. La comprensión del
patrimonio cultural inmaterial de diferentes comunidades contribuye al diálogo entre culturas y
promueve el respeto hacia otros modos de vida. La importancia del patrimonio cultural
inmaterial no estriba en la manifestación cultural en sí, sino en el acervo de conocimientos y
técnicas que se transmiten de generación en generación.
El valor social y económico de esta transmisión de conocimientos es pertinente
para los grupos sociales tanto minoritarios como mayoritarios de un Estado, y reviste la misma
importancia para los países en desarrollo que para los países desarrollados”
A partir de esto, se hace necesario comenzar a re- pensar el carnaval, desde los
nuevos retos y formas que ha tenido que asumir durante el siglo XXI. Pensar el carnaval desde la
tradición, ha generado un conflicto con estas nuevas medidas y formas de concebir la fiesta, pues
en muchos de sus planteamientos no hay un dialogo acorde entre las remembranzas, quehaceres
y saberes de los actores del carnaval. La importancia y valoración del Patrimonio Intangible
radica en rescatar la identidad cultural de los pueblos, además de construir una cultura de la paz
basada en respeto a dichas identidades. A partir de lo que plantea el pensar en lo intangible,
podemos reflexionar que la intención que se plantea de parte de UNESCO puede funcionar, y
aporta un gran reconocimiento tanto a los quehaceres y dinámicas festivas, pero siempre y
cuando se tenga en cuenta y reconozca estas prácticas culturales son constituidas bajo un margen
local, es decir que varían de acuerdo al contexto y que además son construidas y elaboradas
desde la sensibilidad e historia de quienes participan.
Es por eso que se hace necesario una reconstrucción y conservación de la memoria
colectiva, comprendida como los recuerdos y/o remembranzas que construyen las mismas
comunidades a partir de sus prácticas y saberes que se han trasmitido tras generaciones. A
continuación me permito mostrara algunos de los recuerdos que me contaron integrantes de mi
56
familia sobre sus vivencias en el carnaval.
¿Qué recuerdos tienen del carnaval?
- Yo me acuerdo que mi papá nos compraba mucho confeti para los desfiles
y nos enseñaba a aplaudir y a bailar con los que pasaban desfilando. Pero
no era como ahora el carnaval, las carrozas eran más pequeñas y la gente
salía y se ponía a ver el desfile donde quería, era como que no había tanta
seguridad ni esas rejas que ponen ahora. Fotos también nos tomábamos
con los muñecos que pasaban desfilando, ahora es difícil, toca quedarse
sentando y ni bailar se puede. Cuando yo era niña cerraban la cuadra
después que los vecinos llegaban de ver los desfiles y se hacía la fiesta en
la calle. Ahora parece que la gente es más aburrida, cada quien sale por su
lado y ya no hay tanto baile.
(Carmenza Imbacuan, conversación personal, Enero de 2013)
- Yo fui reinita del carnavalito. En ese tiempo el desfile de los niños salía
del parque Bolívar y ahí mismo vivían unos señores que eran como los
que organizaban y como mi mamá era amiga de ellos, pues me pusieron
de reinita. Ahora creo que si hacen el concurso, en ese tiempo no. Eso fue
un acontecimiento familiar importante (risas) mi mamá me hizo peinar,
me compró un vestido y yo era el centro de atención. Mi abuelo era
orgulloso diciendo que yo era su nieta. A mí me subieron al carro y mi
mamá me decía, mande besos, salude, y así yo todo el desfile (risas) Pero
fue bonito, todos los niños querían foto conmigo y yo pues me sentía
importante. Aunque ese día me enoje porque yo quería ver el desfile de
los niños y pues como iba de primera en el carro de la reinita, no pude ver
nada.
- (Ximena Robles Imbacuan, conversación personal, enero de 2015)
57
- Yo me acuerdo de la vez que el carnaval pasó por frente de la casa. Por
los barrios sur orientales. En ese tiempo cambiaban la ruta del carnaval
cada año, no había senda ni Plaza del Carnaval. Lo vimos desde la terraza,
pero empezó a llover. Les fue muy mal a los del desfile. Esa ruta no fue
una buena idea, aparte de que llovía y las carrozas se iban dañando, no
pasaban porque los cablados eran muy bajitos y se chocaban con los
muñecos gigantes. Nunca más volvieron a hacer eso. Ahora pues ya hay
una ruta fija y la senda, que está bien, porque arreglaron los cablados y la
calle para que pase el carnaval, parece que es más ordenado eso, pero pues
el carnaval solo se concentra ahí. Si uno no madruga no alcanza puesto.
Yo ya ni salgo porque se ve mucha gente, antes era más tranquilo. Aunque
bueno ahora las carrozas son impresionantes, de todas partes vienen a ver
ese espectáculo, por eso se ve tanta gente.
(Rosario Imbacuan, conversación personal, enero de 2014)
- Yo me acuerdo del juego de antes, de muchachos, comprábamos bultos de
talco, porque la carioca no se utilizaba mucho. Pero salíamos con ese talco
y a todo el que pasara le jugábamos. Empezábamos desde el barrio e
íbamos bajando hasta el centro, por todo lado se jugaba. Algunos se
ponían bravos, otros jugaban también, A mí el juego era lo que más me
gustaba, llegábamos completamente blancos y borrachos a la casa (risas)
Yo no sé si sea mi impresión, pero ahora la gente casi no sale a jugar a las
calles, ahora como que el talco y la carioca se ve en los desfiles o las
plazas, pero en los barrios u otros lados no. Se van perdiendo tradiciones,
aunque bueno, ahora esa campaña de respetar y no echarles a los del
desfile pues está bien. Antes le echaban talco a los que iban desfilando y a
veces en los ojos, era tenaz. Pero lo malo es que ahora la gente solo sale a
sentarse en los desfiles y ya no hay tanta alegría como antes.
- (Hermes Imbacuan, conversación personal, enero 2015)
-
De este modo, podemos señalar que existe una relación directa entre cultura,
memoria y tradición, ya que “Tal relación existe en el plano individual así como en el plano
58
colectivo: el individuo siempre recuerda en contexto socioculturales; la cultura surge cuando se
establece una memoria colectiva a través de los símbolos, medios e instituciones” (Eril, 2005, P.
12). La manera como se piensa la fiesta y fortalecer la memoria colectiva de las prácticas del
carnaval, que provienen de los propios actores que lo constituyen, crean y re- crean años tras
año, puesto que “La memoria colectiva fue entendida como mediación que permitía identificar la
historicidad de los sectores populares a partir de la confluencia de la memoria
individual/colectiva en la interpretación de los acontecimientos” (Cuevas, 2008 P. 99) .Sin duda,
todos los sectores participantes, dese cada uno de sus roles, aporta y busca fortalecer el carnaval,
pero es necesario lograr una cohesión interna donde se relacionen las acciones que cada sector
ejecuta.
De este modo y tomando lo que el maestro Javier Romero, denomina la
sensibilidades vitales se propone escuchar el dialogo que se teje entre los diferentes sectores del
carnaval, en pro del mismo para lograr una interpretación y una reflexión en torno a la oralidad.
Para esto, se debe considerar ,como punto de partida la resistencia que manifiestan el carnaval
ante la modernidad misma y la manera como perduran las prácticas tradicionales entretejidas con
la ideas modernas y de este modo, por medio de la recuperación de la memoria, la historia oral y
los anhelos colectivos hacia una vida moderna. Es necesario generar un diálogo entre todos los
actores del carnaval, partiendo del sentir y las formas tradicionales de hacer la fiesta y
permitiendo que los aportes que pueden dar a partir de las políticas culturales, instituciones y
Estado sean en pro del fortalecimiento de las prácticas culturales, de la fiesta que es
fundamentalmente popular. Puesto que “Ubicado en las problemáticas del presente, se buscaba
indagar desde el diálogo de saberes sobre el pasado, con la finalidad de proyectar un futuro
acorde con los imaginarios y apuestas de transformación” (Cuevas, 2008 P. 100).
La relación con el carnaval, es recíproca. Ya que este representa subjetividades y
colectividades, narra desde sus quehaceres y manifestaciones el modo de ser, pensar y sentir de
un pueblo. Igualmente los actores del carnaval, contribuyen desde sus formas y roles, como una
forma de reivindicar la fiesta, las estéticas, prácticas y saberes del carnaval.
59
Capítulo 3
Otras formas de vivir el carnaval: espacios alternos en torno a la fiesta.
“Soy quizás ese que se libra del tiempo y del espacio o que insinúa un
retorno. Yo es siempre eso: un lugar de dispersión o un recuento
inseguro
y frágil de recuerdos e
impresiones. Un punto entre mil, estallido
de una pulsión,
o ese despuntar de un impulso que queda inscrito
quizás en un breve
aforismo. Es ese aforismo, separado por un hiato del
siguiente, de ese “otro yo” que desfila detrás de él,
de esa otra mascara o
disfraz que prolonga el carnaval hasta el
infinito”
Eugenio Trías
Después de hacer una aproximación a ciertas nociones del carnaval, de indagar
sobre el desarrollo y forma del Carnaval de Negros y Blancos además de reflexionar sobre la
importancia de re-pensar la fiesta, se hace necesario tener en cuenta los espacios que se
construyen en torno a los días de celebración, que pese a no ser parte de la programación oficial,
aportan e incluyen a diferentes sectores de la ciudad. Estos espacios surgen porque el mismo
carnaval genera formas de manifestación y expresión humana, ya que los asistentes a la fiesta,
buscan y desean ser parte del carnaval desde sus diferentes roles, pues no se puede escapar de la
fiesta. Esta necesidad y deseo de ser parte de lo festivo, ha generado en el Carnaval de Negros y
Blancos, espacios culturales, artísticos y sociales que han logrado llamar la atención del público
que tradicionalmente participaba de los días de carnaval, así como también de aquellos que por
diferentes motivos, no eran participes del mismo, puesto que a pesar de su majestuosidad, sea
por el juego de talco y cosmético, por la cantidad de gente y el difícil acceso a presenciar los
desfiles o porque el carnaval se encuentra concentrado en una ruta céntrica de la ciudad dejando
a un lado sus periferias, no toda la población pastusa disfruta de los eventos programados los
días de fiesta. De esta manera, surgen espacios alternativos, que se han concentrado en integrar a
60
esa población, barrios y espacios periféricos de la ciudad, como una forma de inclusión y de
contraponerse a las imposiciones gubernamentales e institucionales que rodean algunas
actividades carnavalescas.
3.1 Agencias culturales: generando nuevos espacios para vivir el carnaval.
En torno al Carnaval de Negros y Blancos, se han venido creando colectividades
con la intención de mostrar y manifestar las prácticas culturales que unen a la comunidad.
Grupos de danzantes, grupos de teatro, colectivos culturales, etc. Que permiten que el carnaval
se convierta en un generador de espacios en torno a distintas formas culturales y artísticas,
resaltando las facultades humanas de celebrar la vida y la muerte, la realidad y lo fantástico, a
través de su creatividad, pensamiento y sensibilidad.
A partir de esto, se hace evidente que la comunidad empieza a manifestarse de
modo que, en ese mismo afán de mantener el carácter y participación popular, crea nuevos
espacios para diferentes gustos y quehaceres durante los días de fiesta. Para esto, tomo como
referente a la profesora y escritora Doris Sommer que en su recorrido por diferentes
intervenciones y prácticas culturales y artísticas en Latinoamérica, reflexiona sobre la creación
de la agencia cultural, ya que como lo menciona “la cultura posibilita la acción. Donde las
estructuras y las condiciones pueden parecer inextricables, las practicas creativas llegan a tener
alcances peligrosos para prácticas caducas porque aumentan los ángulos de intervención”
(Sommer, 2006, P.33).
Pero ¿Qué es un agente cultural? Se podría pensar que la agencia cultural está
abierta a quien proponga y participe dentro de un proceso de interacción social y comunitaria,
por eso, un agente cultural es aquel que por medio de sus acciones genera propuestas creativas e
incluyentes que producen efectos en su entorno. Doris Sommer propone la agencia cultural,
como una forma de generar acciones solidarias que a través de las manifestaciones artísticas,
performáticas y/o culturales que desestabilizan aquellos discursos hegemónicos ya que “A través
del arte enmarcamos la experiencia, desestabilizamos los prejuicios y refrescamos nuestra
percepción de lo que existe, que entonces aparece como nuevo y digno de atención” (Sommer,
206, P.36)
61
Inevitablemente el Carnaval se enfrenta a la globalización, llevando a la
mercantilización de sus prácticas, lo que ha creado un conflicto constante entre los grupos
participantes dentro de este, sin embargo a partir del conflicto mismo se hace latente la creación
de agencias culturales, lo que me permitió el encuentro con propuestas integradoras de la
ciudadanía, que además son un gran aporte para la perdurabilidad de las prácticas artísticas y
culturales en los días de fiesta.
El Carnaval es un evento inspirador y creador de nuevas formas de expresión. Los
días de carnaval, permiten que la ciudad cambie sus rutinas y el carnaval se apropie de los
espacios urbanos, llenándolos de diferentes manifestaciones, incluso más allá de la
programación y las actividades oficiales de cada año. Desde mi experiencia y mi vivencia en el
carnaval, he participado desde múltiples roles. De espectadora a participante, de investigadora a
hacer parte de nuevos espacios para vivir y leer de otras maneras el carnaval. De este modo,
pongo en evidencia mi experiencia desde mis prácticas teatrales y culturales, aportes desde la
agencia cultural y trabajo con la comunidad.
****
Durante mi vida, he estado año tras año presente en cada versión del carnaval.
Además de espectadora, durante el periodo comprendido entre 2006 al 2013 y siendo miembro
del colectivo teatral de Pasto, participé como actriz en el tradicional desfile de la llegada de la
familia Castañeda, que durante este periodo recreaba la historia y la memoria de la ciudad de
Pasto de antaño. Es así, que tras esta experiencia tuve un acercamiento no solo al carnaval en
cuanto a acontecimiento festivo, sino también a su forma de organización, las políticas culturales
y algunas problemáticas que los actores del carnaval debían enfrentar en desacuerdo con la
institucionalidad. Durante la participación en los desfiles de la familia Castañeda, se forjó un
lazo de unión y compromiso entre los que hacíamos parte del colectivo teatral. Para participa en
este desfile, se convocaban a los diferentes grupos de teatro de la ciudad de Pasto, que durante la
celebración terminábamos siendo uno solo, ya que la propuesta presentada el día del desfile, era
la unión de ideas, representaciones y manifestaciones creadas por todos. De este modo y en
torno a la partición, se van creando amistades y compromisos, además empieza a nacer por
parte del colectivo la conciencia de la importancia de dar a conocer buenas propuestas en un
62
desfile que por muchos años se había mantenido entre la representación de los campesinos
nariñenses que abrían el desfile con sus “corotos” como es tradición y posteriormente el paso de
las clases altas de la ciudad Pasto que desfilaban por la senda mostrando sus trajes de antaño,
pero sin propuesta alguna de puesta en escena.
Nota del periódico El Tiempo acerca de la participación del colectivo Teatral de Pasto, enero de 2010.
63
Participación del Colectivo teatral de Pasto en desfile de la familia Castañeda.
Mis memorias del carnaval
64
Pero es a partir del año 2012 cuando se empieza a recortar presupuesto lo que redujo el
número de grupos de teatro en la participación del desfile del 4 de enero y de este modo, en el
siguiente año y después del apoyo por parte del público del carnaval y un gran compromiso por
parte del colectivo teatral de Pasto, se debe interrumpir la participación de los grupos de teatro
como consecuencia de la falta de apoyo y recorte de presupuesto por parte de Corpocarnaval.
De este modo y a partir de este inconveniente, el maestro Julio Erazo6, crea un
evento desde la necesidad de incluir y visibilizar las prácticas teatrales de la ciudad en el
Carnaval. Así nace el festival de teatro popular y callejero La Máscara del Pueblo, un espacio
gratuito y comunitario que toma como escenario la ciudad misma en tiempos de carnaval. El
teatro como expresión cultural y humana hace parte fundamental del carnaval, tal como lo
expresa el maestro Julio Erazo, durante el foro reflexiones de carnaval llevado a cabo en Pasto
en el año 2012:
“El carnaval nos dejó por fuera el 4 de enero y hubo muchas críticas alrededor de
esto. Hace muchos años organizamos y fuimos parte del desfile de la Familia
Castañeda y tuvimos auge, por eso hicimos el proyecto la Máscara del Pueblo, para
ser un evento alterno a las festividades. El primer festival de teatro popular se hizo
durante el carnaval sin apoyo institucional y muchos colectivos se asociaron, desde
grupos regionales hasta locales. Es importante integrar lo escénico y el teatro en el
Carnaval como otra forma de ver el arte y como integrador de familias” (Erazo,
Foro reflexiones del carnaval-Pasto, 2012)
6 Julio Erazo es uno de los directores del movimiento teatral de Pasto y actualmente fundador y director del Teatro la Guagua, quien ha dedicado gran
parte de su vida a la gestión cultural, la actuación y la docencia de artes escénicas.
65
La máscara del pueblo, fotografías tomadas de https://www.facebook.com/pg/Festivaldeteatropopularycallejero
66
Así se pueden identificar la manera como se están tejiendo acciones creativas, que
no solo buscan vivir el carnaval como tal, sino que además buscan integrar varias disciplinas
en la búsqueda de otras realidades y de la formación de ciudadanos tengan diferentes
participaciones dentro del carnaval y los días de fiesta y de esta forma “revivir un deseo
democratizante de civilidad por medio de arte, travesuras, y responsabilidad” (Sommer, 2006, P.
34).
Otro espacio creado con esta finalidad es: Poetas en Carnaval. Un evento que se viene dando
desde el año 2011 en la ciudad de Pasto, durante los días de carnaval con una propuesta
incluyente y diferente de vivir la fiesta.
Poetas en carnaval es una propuesta del colectivo literario Urkunina literaria y se
desarrolla en diferentes escenarios públicos de la ciudad. En este espacio todos pueden participar
o como lo menciona su creador y director Andrés Caicedo: todos pueden hacer parte del
carnaval, pues la idea surge como una recuperación del espacio urbano para sus habitantes
donde quienes quieran participar en este proyecto, presenten una propuesta desde lo que deseen
hacer o dar conocer (danza, poesía, literatura, video, teatro etc.). Poetas en Carnaval, toma la
idea de agente cultura, para denominar a lo que él llama agentes poéticos, que incluye a toda la
ciudadanía, a quien quiera tomar el micrófono o el espacio para expresar su sentir.
Fotografía: Andrés Caicedo
Invitación Poetas en Carnaval
67
- ¿Por qué Poetas en el Carnaval?
– Porque todos podemos ser agentes poéticos, agentes culturales, en pro de
nuestro carnaval. En esta época de crisis, de globalización, es necesario que lo
humano salga a flote y nos de vida por medio de la creatividad, más cuando se
trata de estar practicas populares- (Caicedo, comunicación personal, enero de
2015)
Es por esto, que se hace necesario pensar estas prácticas y quehaceres más allá de
las imposiciones estatales e instituciones y una de la maneras para reflexiones es proponer
espacios alternos para vivir la fiesta, algo que actualmente se hace indispensable para una mejor
comprensión del carnaval, de la resistencia cultural, del espacio urbano, entre otro factores y
además la creación de agentes culturales, que en el caso de poetas en carnaval, integra e invita a
todos sus participantes a ser agentes poéticos, ya que se “pretende responsabilizar a todo
ciudadano a ejercer su imaginación, su creatividad, a recercarse, para crear mejores condiciones,
relaciones defender relaciones derechos humanos a través de las prácticas cotidianas culturales”
(Sommer, 2006, P. 34)
En enero de 2017, Poetas en Carnaval se encamina a visibilizar el carnaval en otros
escenarios de la ciudad, con la intención de descentralizarlo y que la participación en la fiesta
sea más incluyente. Así nace la casa la Casa Janakatu “más cerca del cielo”, ubicada en la
comuna 10 de Pasto, en el oriente de la ciudad. De esta forma, la fiesta es llevada a las
periferias, integrando a otros públicos que por medio de las actividades artísticas y culturales, tal
como nos cuenta su fundador, el director y creador de Poetas en Carnaval Andrés Caicedo
“En los primeros meses de este año tuvimos la fortuna de llevar a
cabo la séptima versión de Poetas en Carnaval y dos recitales Hojas de la
tarde verde sin ningún apoyo de la administración pública pero con los
esfuerzos de todos los que creen en el proyecto y su aporte cultural y
comunitario. Queremos compartir con ustedes el avance del sueño de la
casa más cerca del cielo y extender la invitación para que sumen esfuerzos
68
y pasiones en torno del desarrollo cultural y comunitario de la ciudad de
Pasto y de la comuna 10”
(Caicedo, comunicación personal, enero de 2017)
La intención de llevar estos espacios culturales durante los días de carnaval a otros
puntos de la ciudad, además de integrar a las comunidades es una forma de
3.2 Huellas de carnaval: un diálogo ciudadano en torno a la memoria de la fiesta.
Fui invitada a participar por primera vez, en la versión del año 2014 de Poetas en
Carnaval. La experiencia significó un aporte muy importante para mi proyecto y mi
investigación, además de llevarme a una reflexión personal sobre las formas de participación en
el carnaval. Tuve la oportunidad de interactuar con la comunidad de manera espontánea, lo que
me permitió construir un diálogo con el público y demás participantes y fijarme una idea más
clara de la sensibilidad y el pensar de los diferentes actores del carnaval frente a la fiesta.
Mi participación en Poetas en Carnaval se llamó Huellas de carnaval, como parte
de mi búsqueda de las sensibilidades en la dinámica de la fiesta en el Carnaval de Negros y
Blancos. Inicialmente se buscaba hacer la actividad en un muro de la ciudad, pero
lamentablemente no se permitió el espacio para realizar el mural, por lo cual se construyó un
muro de madera para lograr el cometido.
El ejercicio consistía en conversar con el público, compartir recuerdos, experiencias
en búsqueda de una memoria colectiva que también permita proyectar el carnaval hacia lo que es
y vendrá. Para esto se dispuso el muro de madera para que la gente juegue con cosmético y deje
plasmadas las huellas de sus manos. En tiempos pasados, los participantes de la fiesta dejaba
plasmaba sus huellas con cosmético en las paredes de la ciudad, las cuales se convertían en
pruebas y recuerdos de la fiesta, lo cual fue característico en la ciudad por años, pero después
de que llego el patrimonio, con la evolución de la fiesta y tras la creación de la senda del
carnaval se fueron desapareciendo las huella. Huellas de Carnaval buscaba recuperar el
significados de las huellas y el juego que la fiesta deja en cada uno y que con cosméticos de
todos los colores, la gente recuerde las huellas que el carnaval también deja en la ciudad
69
haciéndola parte de su festejo. Además, por medio de la acción, re- construir la memoria
colectiva de las prácticas del carnaval, proveniente de los propios actores que lo constituyen,
sienten, crean años tras año. Puesto que “Ubicado en las problemáticas del presente, se buscaba
indagar desde el diálogo de saberes sobre el pasado, con la finalidad de proyectar un futuro
acorde con los imaginarios y apuestas de transformación” (Cuevas, 2008, P. 100).
70
Mis memorias de Huellas de Carnaval, Enero de 2014.
La respuesta por parte de los participantes fue muy grata. Huellas de carnaval se
llevó a cabo el día 2 de enero en la plaza de San Felipe durante la realización de Poetas en
71
Carnaval y posteriormente el 5 de enero en la plaza del carnaval, durante la celebración del día
de Negritos. De esta manera, en el diálogo espontaneo con las personas que se acercaban, me
encontré con que muchas personas se familiarizaban con la acción de la huellas sobre el muro,
ya que recordaban las paredes de la ciudad durante años pasados. Igualmente fue un espacio para
constatar el carácter familiar del carnaval, pues muchos de los participantes llegaban con sus
familias a disfrutar del juego, reforzando la transmisión del festeje y saberes tradicionales que
trae consigo la fiesta.
A partir de este ejercicio pude evidenciar como estas formas, de diálogo y
recuperación de memoria colectiva, son necesarias para fortalecer la identidad y la cultura
popular, ya que lo que se vive en el carnaval es un ejemplo claro de lo valioso de las formas de
conocimientos múltiples que se puede percibir de parte de los actores y agentes culturales que
van haciendo y recreando el carnaval, pues como lo mención Doris Sommer, se busca conectarse
con la tradición y construir sensibilidades y conocimientos a través de las humanidades mismas,
más allá de lo que en la academia se nos ha enseñado.
Es así que por medio de Huellas de carnaval me encontré gratamente sorprendida al
ver cómo la gente se identificó con el ejercicio, recordó el rastro de las huellas en la pared y
hablaban sobre la acción, re- memorando sus vivencias en el carnaval. Además las generaciones
más jóvenes, participaron alegre y activamente en el ejercicio, llenando de color y cariño de
carnaval el muro de madera. La actividad giraba en torno a una pregunta, la cual fue muy
importante para el desarrollo de las actividades de Poetas en Carnaval, así como también en el
espacio radial del mismo nombre que se trasmitía en las noches de carnaval. De acuerdo a tus
vivencias, recuerdos personales y familiares y sentir ¿Qué significa para usted el carnaval?
De este modo, de una u otra forma salía a flote la pregunta en medio del juego con cosmético.
- De acuerdo a tus vivencias y recuerdos ¿Qué significa el Carnaval?
- El Carnaval significa para mí la alegría de ser Pastuso, el poder compartir
con mi familia, con mis amigos y vecinos. Yo me acuerdo que mi familia
desde pequeño me saca a la fiesta, entonces uno ya espera enero con
emoción, con mucha felicidad, porque no se puede ser pastuso y no
72
disfrutar del carnaval. Por eso no hay que dejar morir muchas cosas que
son parte del carnaval, pero si hay que ir mejorando en las mismas,
proponiendo otras, pero siempre fieles a nuestra tradición.
(Entrevistado anónimo, comunicación personal, enero 2015)
- El carnaval significa para mi creación, desahogo, renovación. Es el
momento de entregarse a la fiesta, de disfrutar al lado de los amigos y la
familia. El carnaval hace parte de mi vida, no puedo dejar de participar en
él.
- (José Achicanoy, participante de comparsas en el carnaval,
- comunicación personal, enero de 2015)
-
- La fiesta, la unión, olvidarse de los problemas un rato, eso es el carnaval.
Además yo estos días me siento libre de bailar, de reír, de divertirme y veo
que todos están igual que yo, entonces uno baila solo si quiere y nadie se
le va burlar. Además es bien familiar este carnaval, yo en las demás
épocas del año no me divierto tanto con mi familia como lo hago en este
carnaval.
- (Entrevistado anónimo, comunicación directa, enero de 2014)
-
Es de esta manera como a partir de los ejercicios de acercamiento a los participantes del carnaval
sus recuerdos y preocupaciones, sus lecturas y visiones del carnaval se genera una reflexión frente
a la conciencia de la ciudad frente al carnaval y las necesidades de manifestarse a través del
trabajo de los artesanos, del baile, de las tradiciones que rodean la fiesta años tras año, de expresar
la vida misma
El ejercicio de las huellas en carnaval, sirvió como pretexto para lograr un acercamiento con la
población de una manera espontánea y jocosa, ya que además de plasmar las huellas con cosmético,
muchas de las personas, de manera respetuosa, se acercó a mí a jugar con el cosmético y de esta
forma se lograba un acercamiento dentro de la confianza que permite el juego. Las persona con las
que se compartió la experiencia, coinciden en que el carnaval es libertad, renovación y que además
unión son el otro. Al igual que para mí, la vivencia del carnaval empieza desde el ámbito familiar,
por lo que se puede reafirmar el carácter hereditario de la tradición festival y los saberes del
73
carnaval, sea desde el papel de público o de artista o artesano del carnaval. Dado a su carácter
comunitario e integrador, e acercamiento con las personas fue muy fluido. Pues donde la música
suena, donde los colores se vean venir y la danza se sienta llegar, habrá alguien que deja ser
desconocido y está dispuesto a festejar y compartir la experiencia de la fiesta, porque no se puede
escapar del carnaval, aquí se baila aunque sea llorando.
74
Conclusiones.
El carnaval como una dinámica que representa la vida misma en cada una de sus
prácticas, manifestaciones y expresiones, representa la resistencia de un pueblo que se refleja a
través de la creatividad y la alegría. Entablar y escuchar el dialogo que se teje entre los
diferentes sectores del carnaval, en pro del mismo, para lograr una interpretación y reflexión en
torno a las diferentes espacios y sentires festivos. Desde los inicios del carnaval sobresale la forma
como la ciudad de Pasto se convierte en un escenario colectivo, donde los actores del carnaval
desde sus diferentes roles, se convierten en los protagonistas, los creadores de la fiesta y los
encargados de hacer perdurar el carnaval cada año.
La declaración del Carnaval de Negros y Blancos como patrimonio inmaterial de la
humanidad, es una buena herramienta para lograr el reconocimiento no solo del carnaval y sus
manifestaciones artísticas y culturales, sino también de la relación que este tiene con la ciudad y los
ciudadanos, pero siempre que se tenga en cuenta que esto es posible desde la labor y persistencia de
sus artesanos, artistas, comunidad y gestores culturas que son el motor principal para el desarrollo y
perdurabilidad del carnaval como fiesta popular.
Las narraciones, experiencias y reflexiones que surgen en torno al sentir en la fiesta
permitieron conocer las diferentes concepciones y formas de sentir alrededor de la fiesta, el
patrimonio y la tradición. Durante el acercamiento a los diferentes actores del carnaval, se
evidenció una tensión entre dos maneras de concebir la memoria: una que tiene que ver con
aquello que se vive y con los lugares en donde viven los artistas del carnaval y otra, con la
noción institucional, asociada a la salvaguardia de las manifestaciones culturales en términos de
preservación. La observación participante y la entrevista abierta o conversacional con hacedores
y participantes de la fiesta, permitieron profundizar en aspectos relacionados con formas
sensibles de entender y vivir la fiesta.
De acuerdo a los objetivos planteados, se pueden concluir algunos aspectos ligados al carnaval de
Pasto los cuales se evidencian durante la investigación:
75
La sensibilidad de la comunidad frente a la vivencia de la fiesta, sobrepasa los conceptos
e ideas institucionalizados sobre lo que significa patrimonio y carnaval mismo.
Lo actores del carnaval no son ajenos a las problemáticas que en este se presentan. Al ser
una fiesta popular, es de vital importancia atender sus perspectivas y puntos frente a las
concepciones de carnaval y formas de ver y vivir la fiesta.
Se debe lograr un diálogo entre los intereses de los actores y hacedores del carnaval y las
organizaciones que trabajan en torno a este, encaminado a resaltar y rescatar la identidad
en torno a las manifestaciones carnavalescas y lograr un equilibrio que conduzca a un
bien común y a una reivindicación del carnaval
Es importante fomentar y apoyar los nuevos espacios y propuestas que surgen a partir de
las dinámicas sensibles y festivas del carnaval.
De este modo, se hace necesario y urgente proponer nuevas formas de reflexión y
accionar en pro del carnaval, pensar la fiesta y fijar la mirada sobre sus manifestaciones,
fortalecerlas y reconocerlas como una forma de trasferencia, apropiación y aplicación de
conocimiento, más allá del entretenimiento y la mercancía, como una manera de acercamiento y
re-conocimiento de las formas de enunciación, reivindicación y producción de conocimiento con
el fin de hacer perdurar la memoria y la identidad colectivas.
De igual manera, salen a la luz espacios alternativos que surgen de la misma
necesidad de vivir la fiesta. La Máscara del Pueblo y Poetas en Carnaval, dos espacios que se
llevan a cabo al aire libre, de forma gratuita, participante e incluyente, evidencian que el
carnaval es un catalizador de sensibilidades y manifestaciones que desde el arte y la cultura
renuevan el desarrollo del carnaval. Es evidente que el carnaval en la época actual necesita ser
continuamente re- pensado, dado a todos los retos que debe afrontar, por lo que se hace
necesario se vuelva la mirada sobre lo que pasa más allá de la sola celebración los días de fiesta,
ya que frente a la incursión de nuevas formas de hacer, nuevos colaboradores, nuevos actores del
carnaval, se debe pensar la manera como el carnaval logra una cohesión de pertenecía y un
sentimiento comunitario, para lograr un punto de encuentro de todos los colaboradores y actores
en el evento tras una misma finalidad: la conservación y el fortalecimiento de nuestro carnaval.
76
Fuentes Consultadas.
Andreas Huyssen (2011). Modernismo después de la modernidad. Barcelona, Gedisa.
Arguedas, M. J. (2012). Obra antropológica tomo 7. Perú: Horizonte.
Ariño Antonio (1996), La utopía de Dionisos. Sobre las transformaciones de la fiesta en la
modernidad avanzada. Revista Antropología No 11. Madrid, Grupo antropología.
Bajtín Mijaíl. (1990). La cultura popular en la edad media y el renacimiento. El contexto
de François Rebeláis. Madrid: Alianza.
Barbero Jesús Martín (2003). De los medios a las mediaciones. Comunicación, cultura y
hegemonía. Bogotá, Unidad Editorial Convenio Andrés Bello.
Chaves Margarita, Montegro Mauricio, Zambrano Marta (2014) El valor del patrimonio:
mercado, políticas culturales y agenciamientos sociales. Colombia. Instituto
Colombiano de Antropología e historia. .
Cuevas, C. (2008). Recuperación colectiva de la historia, memoria social y pensamiento crítico.
Tesis doctorado en estudios culturales,. Quito: Universidad Andina Simón Bolívar.
Flores, J. R. (2015). Pasos hacia una descolonización de lo festivo. Bogotá: Revista tabula rasa.
González Pérez, M. (2011). Fiestas y nación en América Latina. Las complejidades en
algunos ceremoniales de Brasil Bolivia, Colombia, México y Venezuela. Bogotá: Inter
Cultura.
Goyes Julio Cesar (2009) carros alegóricos del Carnaval de Negros Y Blancos, revista Porik
An, Universidad del cauca
Ivanov, E. U. (1989.). ¡Carnaval! México: Fondo de Cultura Económica.
Marcos, A. J. (2009). Obtenido de Los carnavales como bienes culturales intangibles. Espacio
y tiempo para el ritual: http://www.ugr.es/~pwlac/G25_49Javier_Marcos_Arevalo.html
Max-Neef, M. (2004). Fundamentos de la transdisciplinariedad. 2004. Valdivia:
Universidad Austral de Chile. .
Rama, Á. (1987). Transculturación narrativa en América Latina. . México: siglo XXI.
Sommer, D. (2006). “Juego de cintura” la agencia cultural en américa latina. Revista tema No 48.
Web grafía
http://www.unesco.org/culture/ich/index.php?lg=es&pg=00006
https://www.carnavaldepasto.org/
77
http://www.teatrolaguagua.org/festivales/5-festival-la-mascara-del-pueblo-2017
https://www.facebook.com/pg/Festivaldeteatropopularycallejero
http://laotracaradelcarnaval.blogspot.com.co/2014/11/despuesde-habernos-encontrado-en-el.html
https://ich.unesco.org/doc/src/01851-ES.pdf
top related