racionalidades del curriculum
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“Racionalidades en la Producción Curricular y el
Proyecto Curricular”
Juan Pablo Aguilar Chacón
Concepción, 14 de Noviembre de 2011
Introducción
La pregunta por el saber, es uno de los cuestionamientos más
antiguos en la historia de la humanidad, de este modo muchos autores
se han interesado en poder responder a este cuestionamiento de la
supervivencia humana en relación a los saberes necesarios para
lograrlos.
Las respuestas encontradas han llevado a concluir que los
intereses fundamentales por la conservación de la vida de la especie
tienen tanto implicancias cognitivas y prácticas, como también
constituyen el conocimiento de diferentes maneras. El solo conocimiento
no basta para preservación de la vida de la especie humana, ni la sola
acción tampoco, sino que juntos constituyen las estructuras vitales de la
especie humana. (Pascual, 1998).
Es por esto que los cuestionamientos sobre los paradigmas
curriculares cobran importancia, especialmente en estos tiempos en
donde se valora el desarrollo de las competencias en base a las
necesidades de la sociedad actual.
A continuación se presenta una reflexión sobre el texto de Enrique
Pascual (1998) titulado “Racionalidades en la Producción Curricular y el
Proyecto Curricular”, vinculándolo con las practicas de innovación
curricular en los centros escolares.
1. El Curriculum
Los profundos y acelerados cambios que han estremecido al
mundo en las últimas décadas, ponen en discusión las tareas
históricamente asignadas a la educación, a la escuela y al docente. En el
origen del Estado moderno, la socialización de las nuevas generaciones
descansaba en un trípode conformado por la familia, la Iglesia y la
educación. Esta última fue adquiriendo un peso cada vez más relevante
con el avance de los procesos de industrialización y urbanización, en
contraste con el debilitamiento o alteraciones graduales que sufrían la
Iglesia y la familia. Algunas razones influyentes han sido: el surgimiento
de los medios de comunicación de masas, nuevas configuraciones de la
familia, inserción de las mujeres en el mercado laboral, diversas
percepciones sobre la práctica de valores, expectativas de las personas
frente al futuro, y el desarrollo de las tecnologías de información y
comunicación. “A la escuela y a los docentes de hoy se les exige hacer
todo lo que la sociedad, los estados y la familia no están haciendo”. “Las
exigencias a la educación sobre calidad, eficacia y competitividad no
siempre van acompañadas de los recursos, autonomía y cambios
estructurales en los sistemas educativos ni en la cultura escolar”
(PRELAC, 2005).
De esta manera la educación, y todo lo que ello implica, fue
cobrando relevancia. Especialmente el curriculum como eje articulador
relevante para determinar el qué y el cómo, los roles, las funciones de
los actores del proceso de enseñanza aprendizaje, y los paradigmas que
permiten explicar la funcionalidad de dicho proceso.
El curriculum no es un concepto, sino una construcción cultural. No
se trata de un concepto abstracto que tenga alguna existencia aparte de
y antecedentes a la existencia humana. Es, en cambio, una forma de
organizar un conjunto de prácticas educativas humanas… toda práctica
educativa supone un concepto de hombre y mundo. (Grundy, 1991,
Citado en Coloma, 2011).
Teniendo esta definición en consideración es que se afirma que el
Curriculum es una Ciencia de la Educación, que en conjunto con la
Didáctica y la Evaluación, constituyen el saber pedagógico. Por lo tanto
es necesario que estas áreas vayan de la mano con la Psicología del
Desarrollo y del Aprendizaje. Siendo esta la única manera de que los
alumnos logren aprehender los elementos necesarios (conocimientos y
prácticas) que les permitirán lograr un desenvolvimiento efectivo en la
sociedad actual.
El desarrollo de la historia curricular, está evidentemente ligado a
la historia política y al desarrollo de la sociedad, es por esto que ha
tenido que, obligatoriamente, ir sufriendo procesos de modificación,
enfatizando cada vez en aquellos elementos que aparecen como
relevantes en la historia de un país y del mundo en general, sobre todo
cuando estos cambios son propuestos por países desarrollados. Estas
Reformas sirven de inspiración para países como el nuestro que aún no
alcanzan la clasificación deseada de “País Desarrollado”, lo lamentable
es que muchas de estas réplicas no sufren los procesos de ajuste y
acomodación necesarios y terminan por considerarse como procesos
fallidos… fracasos rotundos…
Y entonces cabe cuestionarse… ¿Qué elementos caracterizan el
proceso curricular en nuestro país? … ¿Qué elementos y prácticas es
necesario modificar en la Educación chilena? … Revisemos entonces la
noción del concepto de Innovación que nos propone Enrique Pascual en
su texto ya citado.
2. La Innovación Curricular (pregunta 1)
Entendemos por innovación curricular la incorporación de algo nuevo
dentro de una realidad existente, en cuya virtud, ésta resulta modificada
(Rivas 2000, citado en Coloma, 2011). Estos nuevos elementos son
planificados, organizados y deliberados, entonces cabe pensar, que en
base a los tres paradigmas curriculares revisados en el texto, el proceso
de innovación podría comprenderse de miradas muy diferentes.
Así, en el paradigma técnico, la innovación viene dada por sus
antecedentes históricos. La carrera espacial, y el cuestionamiento
realizado por Estados Unidos, llevó a modificar las prácticas curriculares
pero desde un nivel de concreción macro, es decir, a nivel de política
gubernamental. De este modo fue como se crearon los paquetes
curriculares desarrollados por expertos, lo que llevó a extremar el
paradigma técnico (centrado en el lograr el control del mundo, como
realidad objetiva, mediante su aprendizaje y la formulación te teorías)…
Se desprende de esto que la posibilidad de innovación en otros niveles
de concreción curricular no tenía lugar ya que todos los programas
curriculares eran a prueba de profesores, es decir, se implementaban
homogéneamente en las diferentes realidades locales.
Por otro lado, desde el paradigma práctico, la innovación podría
entenderse desde cada realidad escolar, así, es necesario que exista una
idea base (que facilite la identidad cultural), pero que tenga la
flexibilidad necesaria para poder tomar la realidad contextual y hacerla
parte del proyecto curricular. De este modo el Proyecto Educativo
Institucional, y el Proyecto Curricular de Centro, sería un proceso de
innovación, en donde se dan los parámetros globales, pero cada escuela
o institución escolar los encuadra, caracteriza y le da la vitalidad
necesaria de acuerdo a las caracteriscas culturales propias del centro
educativo. Aquí, entonces, la innovación es real, pues cada
establecimiento puede (y debe) realizar los procesos necesarios para
poder cumplir con los cambios requeridos para satisfacer las
necesidades de su propia realidad escolar. Por esto en este paradigma el
proyecto curricular no viene dado de antemano por expertos, sino que
nadie puede saber más de cada centro en particular, que sus propios
actores. Por ello desde este punto de vista la realidad no se objetiviza,
es el sujeto el que se involucra con ella, respondiendo a la pregunta
¿Qué debo hacer?, como un cuestionamiento ético o moral que le
orienta a ver con claridad cuáles son las innovaciones necesarias para
realizar las acciones correctas desde el nivel de concreción curricular
medio: el Centro Educativo.
Desde el paradigma crítico, la innovación se genera desde la auto
reflexión, así, se entiende como una propuesta rupturista, pues entra en
quiebre con lo establecido. Implica una crítica del contexto y de la
realidad existente y la asunción de una nueva conciencia, con una
mirada libre de las deformaciones que producen en las relaciones los
intereses de poder y la manipulación. (Pascual, 1998). Es, entonces, una
innovación de raíz, en donde los esquemas establecidos son
cuestionados y modificados producto de la reflexión y auto reflexión,
concibiendo la educación como un proceso de transformación social (y
no meramente reproductiva), por lo que necesariamente entra en
conflicto, y producto de él, nacen procesos de cambio que resultan ser
liberadores (es complejo de implementar)
3. La Construcción Curricular en Chile (pregunta 2)
Para Pascual (1998) el curriculum escolar nos refiere a un
instrumento pedagógico, hasta cierto punto normativo o prescriptivo de
la política educativa acerca de lo que se pretende enseñar o aprender en
uno o más ciclos de enseñanza obligatoria y que orienta y guía tanto la
práctica pedagógica en las unidades escolares, como el aprendizaje
sistemático de los estudiantes, de todos aquellos aspectos de la cultura
que el grupo social ha seleccionado como más relevantes, pertinentes y
significativos para los alumnos, con la finalidad de posibilitar la inserción
social d éstos y desarrollarse cabalmente como personas.
Esta definición de curriculum, caracteriza la lógica curricular del
sistema escolar chileno.
El Gobierno de Chile (expertos en el área Educacional), entregan
pautas de acción curricular que permiten tener una identidad nacional
con respecto a lo que se quiere transmitir y enseñar. Por esto se dice
que en Chile existe una producción curricular de tipo mixto, ya que tiene
elementos del curriculum técnico (lo que viene dado desde arriba), pero
con opción de ser ampliado con los elementos necesarios de cada centro
educativo en particular, obedeciendo a sus características
idiosincráticas, y particularidad de cada centro, lo que implica elementos
del curriculum práctico.
Considero que esta realidad nacional, ha permitido lograr importantes
avances, enfatizando la cultural propia del país, fomentando una
identidad nacional potente, facilitando cambios paradigmáticos
importantes al contribuir al cambios de rol del docente (menos directivo)
y del alumno (más protagonista y activo). Estos cambios a su vez,
facilitan el camino para otros, ya que los Contenidos Mínimos
Obligatorios, puede ser complementados por la realidad y necesidad de
cada centro escolar, dependiendo de las características regionales y de
cada micro cultura al interior de la cultura nacional chilena.
Esta mezcla de elementos nacionales y particulares, permite
profundizar la diversidad cultural que existe en nuestro país,
fortaleciendo y empoderando cada centro educativo, al permitirle un
espacio importante para poder marcar su sello particular.
Además es importante considerar y cuestionarse sobre la fidelidad
con que estos procesos se llevan a cabo, ya que un número significativo
de instituciones sigue en forma estricta aquello dado desde el Gobierno,
y no da lugar a inculcar su sello propio. Las justificaciones pueden ser
muchas: la falta de tiempo, el escaso compromiso, la falta de recursos,
el exceso de trabajo, la escasa capacitación al respecto, etc.
Mucho caminos nos queda por recorrer para poder dejar atrás el
sesgo del paradigma técnico, su comodidad, la pasividad que implica a
los actores, ha llevado en muchos casos a la conformidad y a la
indefensión, pero es la misión de cada actor, poder cuestionarse y poder
avanzar a paso firme, arriesgarse y apostar por una nueva propuesta
curricular que logre implementar y sacar a la luz las características que
identifican y hacen particular cada centro educativo… cada sala de
clases.
No basta con que cada uno sepa lo que tiene que enseñar en la sala
de clases, ni lo que tiene que memorizar para una evaluación… Se
requiere que cada actor desarrolle las competencias necesarias para ver
las implicancias más allá de lo inmediato. Se requieren actores con
capacidad de cuestionarse, de implicarse activamente con la realidad a
la que pertenecen, y así, poder sacar lo mejor de ella y lo mejor de cada
uno.
4. Los Centros Escolares (pregunta 3)
Los centros escolares tienen la importante misión de evaluarse
constantemente, no con la antigua finalidad de ponerse una nota y
compararse con el centro vecino. Actualmente se requiere de evaluación
constante para saber qué elementos se deben mantener… y cuáles
deben ser modificados. Tomando como referencia los pasos indicados
por González y Escudero (1989), Citado en Coloma (2011)
-Lograr identificar su propia identidad (diagnóstico): tener certeza que la
misión y visión, los valores declarados, los perfiles indicados, siguen
siendo vigentes, es una tarea primordial para saber hacia dónde ir. Se
requiere un diagnóstico global de cada institución para conocer el
camino recorrido, valorar los procesos, generar una identidad grupal
importante e imprescindible para disponerse al cambio.
-Identificar la necesidad de cambiar algunas áreas (sensibilizar):
conciencia de una necesidad de innovación, donde se plantearán metas
de cambio. Aparecerá la resistencia al cambio por desconocimiento,
rigidez, temor a no tener las competencias necesarias para enfrenar lo
nuevo. Esto sobre todo debe estar claro en las personas que dirigirán el
proceso.
-Conocer experiencias externas de procesos exitosos de innovación
(motivación): conocer otras experiencias en donde el proceso de cambio
tuvo resultados positivos, incluso mejores de lo esperado, facilitará
procesos motivacionales en los actores de la comunidad educativa. En
donde se logrará identificar el cambio curricular como base para lograr
otros cambios relevantes. Conocer otras experiencias permitirá
identificarse con ciertos procesos y tener la motivación necesaria para
continuar y alcanzar las metas planteadas.
-Fomentar el compromiso de los diversos actores (equipos de trabajo):
crear equipos de trabajo de acuerdo a las capacidad de cada uno,
permitirá sentirse en posesión de las competencias necesarias para
trabajar. Además el trabajo en equipo reduce la ansiedad del trabajo
individual y permite la socialización de los procesos grupales esperados.
-Evaluar constantemente: resulta imprescindible monitorear el proceso,
realizando evaluaciones mutuas, autoevaluaciones, y procesos de
reflexión grupal que permitan realizar los feedback necesarios para
continuar con el proceso o cambiar algunos lineamientos. La evaluación
constante (y no solamente del resultado) permite ir socializado los
logros alcanzados y motivar y satisfacer la necesidad de ir alcanzado los
logros planteados inicialmente.
En base a lo anterior, hablar de curriculum es ir mucho más allá del
mero traspaso de contenidos del profesor al alumno. Conocer sus
paradigmas implica que los actores protagonistas del proceso de
enseñanza-aprendizaje, puedan interactuar con la realidad nacional,
regional, escolar y de cada aula, de forma efectiva. Se requiere de un
compromiso real de parte de los actores, de la autonomía y auto
reflexión de cada centro para adecuar los postulados gubernamentales a
la realidad de cada institución. Aprendiendo de la historia, de las
políticas y de las realidades culturales propias, es posible construir una
educación de calidad, que pueda satisfacer las necesidades urgentes de
la sociedad Chilena que exige mejores respuestas educativas y mayor
compromiso con la Educación.
Referencias Bibliográficas
Pascual Kelly, Enrique. “Racionalidades En la Producción Curricular
y El Proyecto Curricular” en Pensamiento Educativo. Vol.23
(Diciembre1998),pp13-72.
Coloma, K. (2011). Curriculum Escolar. [Diapositiva]. Concepción,
Chile. Universidad del Desarrollo.
Coloma, K. (2011). Términos colindantes con la Innovación.
[Diapositiva]. Concepción, Chile. Universidad del Desarrollo.
Coloma, K. (2011). Fases o Etapas de la Innovación. [Diapositiva].
Concepción, Chile. Universidad del Desarrollo.
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