la revolución y su proyecto de formación de maestros … · crece la oferta laboral en las áreas...

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La Revolución y su proyecto de formación de maestros y maestras normalistas rurales

Dra. Alicia Civera

Investigadora de El Colegio Mexiquense Posdoctorante CIESAS Occidente

Los estudios sobre la escuela en México han descuidado el periodo 1940-1970

Las investigaciones sobre mujeres y escuela se centran en mujeres de clases medias urbanas

Objetivo:

Conocer el tipo de formación que propiciaban las escuelas normales rurales a las mujeres campesinas, en una época en que:

El programa de educación rural inaugurado tras la revolución se dejaba en el olvido.

Las mujeres se incorporan más al campo laboral, a la opinión pública y obtienen el derecho al voto

1) Se ubica la importancia de las escuelas normales rurales como opciones educativas y laborales en las áreas rurales,

2) Se analiza el tipo de valores, hábitos y expectativas que se generaba en las estudiantes al vivir en el internado, a través de un estudio de caso

Utilizo documentación oficial y burocrática, observación etnográfica y entrevistas orales con las exalumnas de una normal rural

Después de la Revolución de 1910:

Crecimiento de la oferta educativa:

Expansión de la primaria a zonas rurales

Expansión de la escuela primaria fue mayor en zonas urbanas

En 1946 se calculaba que había 21,637 escuelas primarias que atendían 44% de la población escolar entre los 6 y 14 años. Del total de escuelas, 16,953 eran rurales, es decir, el 78.35%, y sólo 297 (el 2%) tenían una organización completa (contra el 55% de las urbanas), así es que la matrícula rural era sólo del 38%, cuando el 78.1% de la población total del país en 1940 vivía en áreas rurales.

La creación de escuelas secundarias, que fue muy limitada, se realizó en las capitales de los estados y algunas ciudades pequeñas. En 1950 había un total de 25,413 escuelas, de las cuales 23,818 eran primarias con 2,997,054 alumnos y 411 eran secundarias, con 69,547 estudiantes, cuando la población entre los 5 y los 14 años ascendía a 6,784,477.

Emigración de zonas rurales a urbanas para seguir estudiando.

Se incrementa escolarización de mujeres, sin llegar a la proporción de los hombres.

Para 1950, México tenía una población de 20,708,657 habitantes de 10 años y más, de los cuales el 56.8% era alfabeta, pero mientras el alfabetismo en hombres ascendía a 60.37%, en las mujeres sólo a 53.40%.

La incorporación de mujeres al ámbito laboral se incrementó durante la primera mitad del siglo, especialmente en las áreas de salud y educación.

Oferta laboral limitada a centros urbanos.

Entre 1940 y 1968:

Crece la oferta laboral en las áreas de servicios, sobre todo salud y educación

Crece la incorporación de mujeres al mercado laboral asalariado

La oferta laboral se concentra en centros urbanos

Crece la migración de mujeres de zonas rurales a urbanas, sobre todo para trabajar en servicio doméstico

Modernización, industrialización, urbanización Relativa estabilidad y crecimiento económico, afianzamiento de un régimen político corporativista y autoritario, todo ello a costa del campo.

Crece el sistema educativo, pero es insuficiente y sigue concentrado en las ciudades

Crece la presión sobre educación secundaria y profesional

En los años cuarenta se transforma la educación rural:

Unificación de los planes de educación primaria, sin diferenciar rural-urbana; eliminación de la orientación socialista y de la autonomía escolar

Unificación de los planes de estudio de escuelas normales, buscan mayor profesionalización:

Tres años de escuela secundaria (que se cursaba después de 6 de primaria) y tres de formación profesional (con materias de conocimientos generales y pedagógicos).

Las escuelas normales rurales tenían desventajas: Internados instalados en zonas rurales

Los alumnos ingresaban sin sexto de primaria, por

lo que tenían que impartir cursos complementarios

Menos presupuesto que las normales urbanas: no tenían suficientes laboratorios, libros y maestros

Debían cumplir el nuevo plan de estudios y además realizar actividades agropecuarias (financiadas por maestros y estudiantes) que no tenían valor curricular

Las plazas de los maestros si estaban diferenciadas entre urbanas y rurales: los rurales ganaban menos.

Las escuelas normales rurales y los maestros rurales tenían fama de ser radicales y tenían un status inferior al de las normales urbanas y los profesores urbanos.

En 1936 había 39 escuelas normales rurales, se fueron cerrando y en 1953 sólo quedaban 14

En 1951 había 3,751 estudiantes normalistas rurales (2,208 hombres, 1,543 mujeres)

En los cincuenta llegaron a ser 29 planteles

En 1954 había 21 escuelas con 6 mil estudiantes; la escuela más pequeña tenía 100 alumnos, y la más grande alrededor de 400

Impulso de los cincuenta propiciado por maestros y ex-alumnos.

Pese a la marginación en la creciente jerarquización del sistema educativo, las normales rurales ofrecieron un ascenso de status a los estudiantes campesinos

Internados:

Medio de subsistencia por 7 años, becas, plaza de maestro al egresar.

Movimiento de los estudiantes de un internado a otro.

La escuela Vasco de Quiroga, de Tiripetío, Mich., atendió estudiantes mujeres de diferentes lugares, pero todas de origen rural y pobres

Exalumnas de las primeras generaciones de los años cincuenta: ceremonia de agradecimiento a “Tiri” en 2005. Le llamaron “Vuelta a casa”

Reprodujeron la forma en que se organizaban en la escuela. Por la edad y el encuentro, exaltaron lo positivo más que lo negativo, pero aún así podemos acercarnos a la significación de la escuela para ellas, y al tipo de valores, hábitos y expectativas que se generaron al vivir en el internado

Formaron un patronato para dar recursos a la escuela, que les causaba tristeza. Se sentían en deuda.

Las exalumnas provenían de centros urbanos y lucían su ascenso de status.

Ingresaban de 12 o 13 años, o menos; Solas o con hermanas, parientes o paisanas.

La escuela era un refugio para no morir de hambre

Comida insuficiente; sin camas; recibían una pequeña cantidad de dinero para gastos personales: era más de lo que tenían en casa

Se sentían orgullosas de salir de la pobreza, gracias a la escuela, a sus maestros y al expresidente de México, Lázaro Cárdenas. Pero sobre todo, gracias a su esfuerzo propio.

Principios:

Superación, disciplina, trabajo, iniciativa, estudio, limpieza, actualización

Compromiso con el magisterio (actividad gremial); creatividad e iniciativa; cultura escrita, oratoria.

Superación profesional, competencia, compromiso social con la niñez y la juventud, capacidad pedagógica

Igual que desde los años veinte:

Responsabilidad, cooperación, aprovechamiento de los recursos, optimismo y “nada de quejas”.

Misión de los maestros: fortalecer las almas, forjar conciencia

Los valores no se enseñan hablando, si no en cada acto.

Respeto a maestros y estudiantes por igual

Maestros

Debían aprender de todo, pero los maestros fomentaban sus aptitudes y gustos personales, como la música

Las mismas estudiantes cantando canciones regionales y mexicanas de los años cincuenta, acompañadas de los estudiantes y sus esposos, también maestros.

En la escuela no había libros, pero una maestra les prestaba los suyos.

Leían lo que podían y escribían poesías.

Para ellas la actividad más importante era el basquetbol. Les gustaba asustar a las contrincantes, viajar y conocer otros lugares y personas.

En lugar de trenza y rebozos, “Las leonas” se hacían shorts muy cortos, modernos, escandalosos para la época

Ahorraban para comprar sus vestidos y zapatos de tacón para su graduación

Les importaba verse como mujeres modernas, y no como muchachas campesinas

Para hacer las actividades de la escuela se organizaban en comisiones: de limpieza, de trabajo agrícola, de disciplina, de graduación.

Todas se llaman entre si hermanas, pero habían núcleos más estrechos de amistad por parentesco, por afinidades culturales o deportivas, y sobre todo, por generación

Las comisiones eran organizadas por maestras y empleadas, sin que las alumnas tuvieran poder de decisión como en los autogobiernos que tenían las normales rurales en los años treinta

Presidenta de la Sociedad de Alumnas

Ascendieron en sus carreras y acabaron trabajando en zonas urbanas, pero iniciaron en el medio rural. Buscaban estar en grupos y en comunidades bien comunicadas.

Como maestras, las egresadas buscaron fomentar en los niños lo aprendido en las normales rurales. Se sentían preparadas

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