la ley de los intercambios

Post on 13-Aug-2015

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Spiritual

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La Ley De Los Intercambios.

Interpretación de las enseñanzas de Omraam Mikhaël Aïvanhov. Favor activar el sonido,

ratón y teclado de su computadora para avanzar la presentación, gracias.

1

Es sorprendente ver nuestra pretensión de sondear los misterios de la creación; omitiendo el estudio de procesos

tan importantes, como el de la nutrición, en donde Dios ha puesto toda su sabiduría y amor.

2

Si estudiamos las leyes de la nutrición, comprobaremos que se encuentran por todas partes en el Universo. Pues

son leyes que rigen los intercambios ente el Sol y los planetas, válidas en todos los ámbitos; y en particular, en

el del amor.

3

En todo lo que comemos: Pescado, frutas, verduras, queso, etc., hay que sacar algo (Una espina, piel, corteza, etc.); y

si no es así, al menos, debemos enjuagar o lavar la comida.

4

Antes de comer, necesitamos tomar precauciones para no herirnos el paladar, rompernos los dientes; o enfermar, el

estómago.

5

Pero muchas veces, no hacemos lo mismo en la vida; pues antes de unirnos a una persona y aceptarla en nuestro corazón y alma, nos imaginamos que ya está preparada

para ser absorbida y digerida.

6

Nos justificamos diciendo que es el amor; pero un amor ciego, no el real. Porque el verdadero amor, es lúcido y

nunca está en contradicción con las leyes de la Naturaleza.

7

Nos unimos, besamos, hacemos intercambios sin prepararnos, lavarnos, ni desprendernos del sucio que recogimos en el corazón y en el alma, durante nuestro

paso por los caminos de la vida.

8

Un Evolucionado Espiritual actúa de otra manera; pues cuando una persona se le presenta, la considera como

‘una fruta suculenta’ que deberá lavar o pelar, antes de comerla.

9

Tal manera de hacer los intercambios y asociaciones, es una de las tantas diferencias; entre los Espiritualistas

Evolucionados, y las personales normales sin luz, sabiduría y conocimientos.

10

La mayoría de las personas corrientes somos como los gatos, que se tragan a los ratones con la piel, huesos y

todo; y luego, nos quejamos: ¡Ay, qué desgraciado soy con mi esposa! ¡Ay, qué clase de mal esposo, me ha tocado!

11

Tenemos la mentalidad del gato, por apresuramos a asociarnos sin pensar en tal mujer u hombre. Es decir,

intimamos sin reflexionar sobre los sentimientos, pensamientos y el aura del otro u otra.

12

Sólo nos detenemos en los detalles externos; sin profundizar a ver cuál es la ‘personalidadpersonalidad (Pensamientos y

deseos)’, de quien queremos unirnos.

13

Sabemos que cada día hay que pelar, limpiar y eliminar; pero en el campo ‘psíquico (Mental y emocional)’, todavía no hemos comprendido la lección que la Naturaleza nos

da.

14

Incluso, una madre que adore a su hijo y que haría todo por él, si ella lo quiere besar después haber jugado con

pintura, primero manda al niño a lavarse; y luego, lo besa.

15

La madre no lo abraza enseguida; pese a que ama a su hijo, porque el Gran Libro de la Naturaleza está inserto en ella y en todos nosotros. Pero únicamente está abierto para

los sabios; y cerrado, para los demás.

16

Comemos tres veces al día; y limpiamos y seleccionamos el alimento, antes de comerlo. Pero unimos nuestra

existencia con quien llegue de primero sin conocerle, arriesgándonos a envenenar nuestras vidas.

17

Y es únicamente a Dios; a quien incondicionalmente, debemos amar antes de conocerlo. Y si primero no

amamos a Dios o a un Maestro Espiritual, nunca los conoceremos.

18

La cuestión ahora, es saber cómo amar. La mayoría amamos a un Maestro Espiritual, como a un lago al que vamos a lavarnos dejando toda nuestras impurezas. No

pensamos que otros irán a beber al lago, ¿y qué beberán?

19

Casi siempre la generalidad vamos a conversar con un Maestro; para verter en Él, todo las suciedades que

recogimos en nuestra vida.

20

Y el Maestro, luego requiere lavarse para liberarse o transformar tales impurezas; lo que constituye para Él, un

trabajo adicional.

21

Y si un Maestro Espiritual se ve obligado a limpiarse; con mayor razón, nosotros. Pero creemos no tener la necesidad

de limpiarnos; pese a convivir con todos los diablos y desconocer, que estamos cubiertos de impurezas

psicológicas.

22

Cada ser es como una fruta u otro alimento, del que no se debe guardar más que la parte digerible y sabrosa. Y para

ello, Dios colocó en todos una Chispa Divina de amor, más evolucionada y elevada.

23

Es necesario conocer bien a todas las personas, previo a asociarnos; es decir, antes de invitarlas a nuestro

santuario. Pero lo importante, es aprender a unirnos únicamente con la Chispa de cada criatura, para

alimentarla.

24

Si hacemos esto, no habrá necesidad de desconfiar ni de perder el tiempo estudiando a la persona antes de amarla;

porque su Chispa, siempre es pura.

25

Si se trata de la personalidad de cada quien, es mejor conocerla antes de aceptarla; de lo contrario, nos

conformaremos con el lado exterior de la persona.

26

Únicamente debemos contactar; y enseguida admitir, la Chispa Eterna que brilla en cada ser.

27

Podemos encontrar tal Chispa en los animales, las plantas y las piedras. Todos los seres poseen una Chispa en su

interior; incluso, los criminales. Y si sabemos cómo despertarla y reanimarla, podemos dirigiros y comulgar

con ella.

28

Un Evolucionado Espiritual, no mantiene relaciones con la naturaleza inferior o con la personalidad; porque sabe que en el sótano de una casa hay ratones y moho, y que es

mejor estar en los pisos superiores.

29

Las personas corrientes, únicamente nos interesamos en los defectos de los demás; y muchas veces, nos reunimos

sólo para hablar mal de ellos.

30

Pero un Evolucionado Espiritual, busca la Chispa Divina en todos los seres que se encuentra, para unirla al Padre Celestial y a la Madre Divina. Así, hace su trabajo; para

que un día la luz, visite a aquellos seres.

31

El Maestro Espiritual siempre procura despertar la Chispa Divina de cada cual; y por eso, es que los discípulos aman

a su Maestro. Porque Él; al igual que el Evolucionado Espiritual, se dirigen a lo mejor que hay en cada quien.

32

Hagamos lo mismo; cuando nos encontremos con cualquier ser, pensemos en descubrir su Chispa o su Yo Superior, para ayudarle a crear un lazo con el Señor.

33

Ésa, es la forma de amor más evolucionada y elevada: Saber unirse únicamente a la Chispa Divina de cada

criatura, para alimentarla.

34

Si hacemos tal intercambio, no tendremos la necesidad de desconfiar ni de perder el tiempo estudiando a todos los seres que nos encontramos; porque su Chispa Divina,

siempre estará llena de pureza y amor.

Fin 35

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