honra a tu padre y a tu madre, para que disfrutes de una larga vida en la tierra que te da el señor...

Honra a tu padre y a tu madre, para que disfrutes de una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios.

Éxodo 20:12

Es respetarlos, valorarlos, recordarlos y obedecerlos inmediatamente.

Es sostenerlos y protegerlos económicamente en medio de sus necesidades.

En hebreo la palabra para padres, horin, está relacionada con la palabra moreh, “maestro”. No hay duda de que al padre Dios les dio la responsabilidad de enseñar a sus hijos.

Dr. Les Thompsom, Los Diez Mandamientos

Presentarles a sus hijos al Dios que los salvó.

Celebrar en familia lo que Dios les regaló.

Enseñarles a sus hijos los mandamientos de Dios.

Modelar ante sus hijos la santidad de Dios.

Amar a Dios al ver como sus padres aman a Dios.

La obediencia al ver a su padre obedecer a Dios.

El respeto al prójimo ver el trato de sus padres.

Lo que es el amor al ser amados sinceramente. A tratar a las mujeres al ver a su padre

tratarlas. A decir la verdad al ver cómo su padre no

miente.

Hijos, obedezcan en el Señor a sus padres, porque esto es justo. «Honra a tu padre y a tu madre —que es el primer mandamiento con promesa— para que te vaya bien y disfrutes de una larga vida en la tierra.» Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino críenlos según la disciplina e instrucción del Señor.

Efesios 6.1-4

Una vida llena de bendición y provisión

Una vida que de testimonio de la gracia de Dios

Una vida como recompensa de Dios

Dios nos pide honrar para que disfrutemos de su bendición, la cual puede sanar y llenar nuestras heridas emocionales.

Dios nos pide honrar, no nos pide amar, Dios nos pide que respetemos aun a aquellos que viven desanimándonos.

Hijos, obedezcan a sus padres en todo, porque esto agrada al Señor. Padres, no exasperen a sus hijos, no sea que se desanimen.

Colosenses 3.20-21

Es apagar el alma y detener su crecimiento.

Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera revelarlo. Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana.

Mateo 11.27-30