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esta delgadaluz de tierra

esta delgada luz de tierrareynaldo lacámara

R.P.I: 152.613I.S.B.N.:

introducción

Pido perdón.Por no llenar estas páginas de luz.Por la oscuridad que destilan estos poemas.La poesía, quizás, sirva muy poco o nada cuandono refleja el sentimiento del hablante, del poeta eneste caso; sea la tristeza, la ira o lo atónito ante labrutalidad y el exceso.La ilusión me comunica con el lenguaje en que seexpresan los muertos, en el intento de unir astillasirreparables, con ese viejo concepto, el romanceentre el amor y la muerte.

9

En memoria de Jorge YáñezPoeta asesinado.Sus huellas se perdieron en la arena de Constitucióncuando caminaba rodeado de fusiles.

11

memoria

La oquedad de manoses ocupación de hojassimple gestopara redondear el cadalso de las especies.

Cada migración de airees proyecto de generacionesviajan en la pluma selvas transformadas.

¿Qué hueso silbarádesde mi otra concienciahasta mi patria sumergida?

15

El mar atrapa con su velo iracundola tristeza se oculta en la pielmis lágrimas son apenas un símboloel significado está más abajo.

17

Toda lluvia iguala los pasostoda lluvia es un entierro de amortodo entierro de amor viaja a las semillasque atraen los cielos.

19

Yo no muero en tipero te cubro de esperassobre la hierba tumbadatu rostro se apega cada vez más a mis huesos.

21

Traes el avance del olvidoesa luna derramándose en sombrauna imagen que me cuelga pesadamartillo inmóvilen el silencio con que hablan los muertos.

23

Sueño que me sueñasy entretantola mañana se demora.En esta delgada luz,¿cómo soportar el insomnioque me ciega?

Para toda suertela noche vuelve a los ojos del que calla.

25

Hay sombra, noche,día, recuerdo.Una luna recostada entierra su uña.¿Qué aullido subeprecipitado en la pálidaluz de memoriaque me infliges?

27

Se hunde el nombredonde la lluvia se olvida.Con su timbre permeablemi corazón asistela humedad del crepúsculo.

29

Duelen los oídos,la palabra muda.Cambia mi cráneo con la destemplanzaese silencio maldito en los gritos,

pregunto.

Una voz alarga su sombra,percibo desde el vacíoel hilo retorcido de su existencia.

31

Una hoja caepierde el sentido.Se ordena una palabraantes que una palabra ordene.

¿Por qué una vozme sujeta?

En la hoguera de otros actosse desenlaza ingrávida la lengua.

33

el reconocimiento

En los caracoles te conoceréen tímpanos profundos de tierra convertida,en procesión de lenguasque aguzan el sonido hasta la nadamientras, los caracolesse entregan lentos a su tierra.

37

En los dientes te conoceré,en la ausencia de esa mascada,en el segmento separado de la pulpa,iré en búsqueda de las entrañas,fruta huérfana de labios.

Te conoceré en los hondos marfiles,en la veta que llega a las raícesy en un mundo sin formadesgarro tras desgarro.

39

Te conoceré en las cuencas,en valles luninososdonde otra oscuridad aguarda,en la onda desgravada te conoceré,en el párpado caído.Detrás, tu rostro difuso.Los huesosson otra parte de la luz.

41

A la tierra trizadadonde estarán los huesosy al humus de los recuerdos,hasta la enmudecida gredallevaré mi pensamiento envueltoy esperarétu respuesta y silencio.

43

la palabra

Alguien regaló un círculoo un ojo placenteroque se abrió en el aguao una semilla que se da al caer.También las cenizas tienen su cuerposigno de la sola memoria

47

Un hombre se hunde en el aguapara recuperar sus branquiaso su traje olvidado.

Se resuelve el mar inagotable.Los dedos de un poemacomprenden el fin de un río.

49

Evito cruzar un mar sin olasni una ola sin sangre.El destino crece y muere en el océano.Nadar es invocar a los muertos.

51

Vi una delgada luzen en la bruma deteniday una ventana o una bocasin arriba sin abajo sin nacimiento sindespués.Y en el abismo apenasun delgado sonidoen la profunda espera de las tinieblas.

53

Esa palabra nace en lo oscurosale del mar como una especie nueva,ahora galopa, cabalga su sangre,como otra palabrahacia la delgada arteria de otro mar.

55

Ahora el poema es una esporauna clavícula de salen la corriente transparente de los sueños.Ahora el poema es una olaque nace de todos los poetasdesde el punto original.

57

De los mares encontradosnos salpica una lágrima.Somos duros en la superficiepero latimossi un rocío nos agita.

59

El mar nunca nos quiso.Cuando el abismo llamano sabemos si es un golpe de cielo.

Expulsadosde la realidad húmeda,del paraíso árido,solos debemosextraerle al mar nuestros racimos.

61

Allá abajodesarmado entre los tesorosandasrodeado de quienes buscamos recompensaSin alternativa,pcomo un pálido vagabundodetenido ante las medusas,en busca de una imagenextraviada para siemprebajo las descompuestas capas de la noche.

63

Me dejo llevardel reflejo de una a otra estrella,perdido entre anémonas e hipocampos.La luz, morada del tiempo,riela una palabraque no apagarámi rostro ante el espejo.

65

Envío correspondencia a la otra vidaLa lanzo sobre las olas,Sobre aullidos que me extraviaron,destinadaa quien se alzó sobre las llanuras.

67

Estos ojos que vieron injusticiareflejan más hondura,mi ancha boca humedecida,los rudos miembros enajenados,la imagen que extraigo del reflejo,todo ese vello que oculta hermosura..

69

Si antes era pálidoahorauna leche perdida en la nieblame subsiste,como mis dientes y mi hambre.

71

el poema

Sobre el abismo,en el largo país de la memoriamarcha interminableel lento velero de las esperanzas.Un balandro de luzsurca un océano de recuerdos.Soledades en sombra,por no verteojo sin lágrima.Tribus sin paz,oasis perdido.

75

Rodeadode acantilados violetas y ropaje frío,acechado por desintegradas especiesy torrencial sonido de agua viva.Habitas domicilio aseguradoen la región permanente del corazón..

77

Huyendo de róbalos que te persiguensumergidoen el antiguo entusiasmo de las ondinas,tras la defensa gótica de los corales.Ceñido de húmedos recuerdosy por reflejos de azogue,vives en el movimiento de serescon fondo cristalino.

79

Volverás del olvido despedidoa los nuevos oleajes,a las mareas de esta vida,a la crecida permanente.Clepsidra de pétalo de coral,nauta interminable,manantial de nuestra vida.

81

Estás muerto pero me vives.Muerto como la tarde que declinay eleva una estrella desconocida.Muerto con otro grano de polvoentre las manosen lo que fue primero saviaexultación o grito.Muerto con un furor de sirenas ocultas.

83

Con vapores marchitos,ranciosentre un oasis de madréporas.Expuesto en el quicio de los océanos,junto a bosques de oscura belleza.Gimiendo desde los fiordoscon sonido de pájaros fríos.

De tu cabellera arribala primera claridadel ensueño de la madureza tu “ciudad de la poesía”.

Allá adentrono sólo vida declinando ofreces,muéstrame finalmente el ancladonde alzaré tu huesouna semilla, algo que digaque estás en nuestros labiosrepartido.

85

ciudad de la poesía

Te envío la carta precisade apremiante destino.No te olvides que voy zurcidoa las mismas entrañas,duele el oxígenopero cuando nos falta se convierte en lágrima.

Si te envío esta cartaes porque creo en nosotros,en la urgente necesidadde unir sílabas que cantan,de jugar con vocales espaciosas.

89

Hay una delgada luz de tierraque alumbra el nacimiento de un poema.Animal tenebrososorprendido por lo aparente,seguro en su cuevaen su antro de luz y sombra,dando una llama fuera de las horas,como una estrellaque vive más allá de su tiempo.

Extendamos nuestra ciudadsobre esta delgada luz,puesto que nada más conocemos.Sólo este reflejo,sólo el brillo que alumbró tus ojoscuando bajaste de los árboles,cuando el mar te trajoborrando entonces toda fronteraentre tierra, agua, pensamiento.Una nueva lozanía surge de las manos.

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