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Presentación preparada por: Inés Roncagliolo y Veronica Beytia. Conferencia NAEYC, Washington D.C. 2013
El estudio de los tanques
de agua
Presentación preparada por:
Inés Roncagliolo
Veronica Beytia
Con la colaboración de:
Alise Shafer
Participan en la investigación:
Sarita, Fabián, Mateo, Jheanpierre, Camila
y Matías. Paloma, Gisella, Verónica e Inés.
Llacsa, María Elena, Noelia, Martha, Lili,
Silvia y Valeria. Niños y familiares del aula
de Pajaritos CF 2013
Presentación preparada por: Inés Roncagliolo y Veronica Beytia. Conferencia NAEYC, Washington D.C. 2013
El estudio de los tanques
de agua
I. Introducción
La Casa Amarilla es un proyecto educativo
que tiene 5 sedes en sectores medios y
altos. Además del trabajo en estos 5 nidos,
estamos comprometidos con escuelas en
zonas menos favorecidas.
En estas otras escuelas ofrecemos un
programa de acompañamiento
pedagógico, visitando las escuelas una vez
por semana para trabajar junto a las
directoras y las maestras.
El programa tiene 6 años de
funcionamiento. Yo en entré a trabajar
aquí en el 2013, año en que se inició esta
investigación.
Diálogo sobre necesidades primordiales
Hoy voy a compartir con ustedes un
proyecto particular donde los niños
dialogan sobre un tema de necesidad
primordial: el agua.
Vamos a ver cómo los niños inspiran a
adultos a investigar sobre este tema, a
hablar acerca de sus vidas y renovar su
sensación de orgullo en relación a sus
logros y los de su comunidad.
Pero además, esta es una historia de las
maestras, maestras como yo que veníamos
de otras zonas de Lima y abrimos nuestros
ojos a un mundo que hasta ese entonces
nos era desconocido.
Como muchas historias, esta tiene a la
ignorancia como el punto de partida – una
ignorancia que nos guío a descubrir lo que
no conocíamos.
La ignorancia es el inicio de las
investigaciones, así como puede ser el
inicio de conexiones humanas cuando a
partir de ella nos acercamos a otros para
escuchar sus ideas y sus historias de vida.
II. Contexto
Quisiera empezar contándoles un poco del
contexto y la historia detrás de la
investigación en torno a los tanques de
agua.
La historia ocurrió en el Centro de
Desarrollo Infantil Corazoncitos Felices, en
San Juan de Miraflores, en el sector de La
Rinconada en Pamplona Alta.
Esta zona fue poblada en la década de los
‘90. Cuando las primeras familias llegaron
encontraron un plan de urbanización
Presentación preparada por: Inés Roncagliolo y Veronica Beytia. Conferencia NAEYC, Washington D.C. 2013
incipiente en una zona sin servicios básicos.
A pesar de los obstáculos, los primeros
pobladores organizados lograron
urbanizar su comunidad consiguiendo
agua, luz, comercio, asfalto entre otros
servicios fundamentales de los que hoy
gozan.
III. ¿Tachos – Tanques –
Reservorios? Teorías sobre el
movimiento de agua de La
Rinconada
Los que vivimos en Lima conocemos este
tipo de paisaje árido: las casas sin
acabados, los cerros sin ninguna o muy
poca vegetación y en lo más alto de ellos…
un tanque de agua. Sin embargo, quienes
no vivimos en un barrio como este, esta
imagen puede ser equivalente a cualquiera
de una zona residencial, poco turística, de
sector medio-bajo de Lima.
Pero para quienes viven a la sombra de
esos tanques hay una historia de lucha y
triunfo que día a día es recordada al ver los
tanques en la cumbre de los cerros.
¿Cómo dos personas pueden mirar un
mismo reservorio de agua y ver dos cosas
tan diferentes y ni siquiera notarlo? Fueron
los niños los que lograron hacer la
conexión entre los reservorios de agua y
las historias de logro detrás de ellos.
Ellos son algunos de los niños de
Corazoncitos Felices que desafiaron y
ampliaron nuestras percepciones.
Como sucede frecuentemente, es a través
del juego que logramos entender la vida de
los niños para ir más allá.
Presentación preparada por: Inés Roncagliolo y Veronica Beytia. Conferencia NAEYC, Washington D.C. 2013
Fabian, al igual que otros niños de la clase
de 4 años, está preocupado porque el
agua del caño se va acabar.
Su preocupación se hace evidente en el
sector de construcción y en las
conversaciones con sus compañeros.
Mateo: Si (el caño) lo abrimos mucho, nos
lavamos y no nos damos cuenta que el
caño está abierto y nos vamos, y viene el
hijo, se lava las manos, abre el caño y no
sale agua, y se gastó el agua.
Hablando en torno a este problema
potencial, Mateo nos explica cómo el agua
se puede acabar.
Otro día Fabián nos habla de la importancia
del cuidado del agua para evitar que se
gaste.
Fabián: Mi mamá siempre gasta el agua
pero la cuida. Mi mamá dice que hay que
cuidar mucho el agua y abrir poco agua, no
mucha agua. Así poquita agua, para que
todos usen el agua no hay que desperdiciar
tanto, o si no nunca van a poder lavarse las
manos.
Sarita, Camila y Mateo comentan sobre la
posibilidad de que el agua se acabe, y sus
consecuencias.
Camila: Si no tenemos agua no tenemos
para cocinar.
Fabián: Si no tenemos comida nuestra
pancita gritaría de hambre.
Camila: Me moriría se sed.
Sarita: No se van a poder lavar la cara.
Mateo: Si no, pueden ir a un lugar como la
playa.
Presentación preparada por: Inés Roncagliolo y Veronica Beytia. Conferencia NAEYC, Washington D.C. 2013
Maestra: Me pregunto si el agua de la
playa será recomendable para lavarse la
cara.
Sarita: No.
Camila: Hay tiburones.
Sarita: Sí, hay tiburones y te mueres.
Un día, Mateo y Fabián construyeron un
sistema de distribución de agua en el
sector de construcción. Su sistema incluía
un tanque en la parte más alta de la casa.
Todos los niños estuvieron de acuerdo con
esta primera teoría: el agua para una casa
viene del tanque.
Mateo:
El agua viene a las casas de los tanques.
Teoría 1: El agua viene del tanque
Luego Fabián nos explicó que una persona
llena el tanque con una jarra.
Fabián:
Una persona llena el tanque con una jarra.
Teoría 2: El tanque es llenado por una
persona
Desconcertadas con este sistema de
almacenamiento del agua, las maestras
compartimos la historia con la mamá de
Fabián.
Para ese entonces las familias de
Pamplona eran por lo general silenciosas
con nosotras, difícilmente lográbamos
entablar diálogos con ellos. Fue por ello
que nos sorprendió cuando la mamá de
Fabián reaccionó apasionadamente a lo
que le contamos y nos mostró su interés
genuino y su apertura para discutir sobre
el tema.
Ese día tuvimos una segunda sorpresa.
Además de que la mamá de Fabián estaba
entusiasmada de hablar con nosotras
pudimos conocer que el Sistema de llenar
el tanque con una jarra era la experiencia
real de Fabián en su casa.
Presentación preparada por: Inés Roncagliolo y Veronica Beytia. Conferencia NAEYC, Washington D.C. 2013
Estos descubrimientos marcaron el inicio
de nuestra investigación sobre el sistema
de abastecimiento a agua usado en las
casas de La Rinconada y más importante
aún, sobre el poder del juego de los niños
para desatar una historia que tenía que
ser contada por ellos y sus familias.
Como maestras asumíamos que tener agua
significa algo tan simple como tener las
tuberías y los caños que son fáciles de abrir
para que salga agua infinitamente. Pero
eso no es verdad.
El acceso al agua en Pamplona depende
del ingenio y la determinación que
distingue a los pobladores de esta zona.
Sin que muchos lo sepan, cada grupo de
familias, en cada zona, ha desarrollado
con creatividad el sistema de
almacenamiento y distribución de agua de
sus casas.
Los padres se sentían realmente orgullosos
de haber podido dar a sus hijos algo con lo
que ellos no crecieron – una casa con agua.
El Sistema de agua de Fabián y la
subsiguiente conversación con su madre
destapó una riquísima información. El
comportamiento principalmente tranquilo
de los padres fue remplazado por una
participación bulliciosa y activa – todos,
padres y niños, estaban hablando de los
sistemas de distribución de agua. Todos
tenían algo que contar al respecto, algo de
su propia experiencia.
Presentación preparada por: Inés Roncagliolo y Veronica Beytia. Conferencia NAEYC, Washington D.C. 2013
Apoyadas en la emoción que este tema
había generado en los niños les ofrecimos
materiales para graficar y construir. Con
ayuda de dibujos esquemáticos y
maquetas los niños pudieron describir
cómo el agua llega al tanque y a partir de
entonces pudimos conocer nuevas teorías.
¿Cómo llega el agua al tanque de agua?
Al abrir la discusión Mateo nos planteó una
nueva hipótesis: el agua viene del río.
Teoría 3: El agua viene del río
Mateo: El tubo viene al río y luego viene al
tanque y luego viene y se llena.
Fabián: Una persona llega al tanque y llena
el tanque.
Maestra: ¿Y cómo lo hace?
Fabián: Con una jarra.
Mateo: No, ¿por qué? La jarra no es para
llenar el tanque, la jarra sirve para cocinar,
para poner el agua, todo lo que quieres
hacer con la jarra. Pero no es para llenar el
tanque.
Fabian: Pero sí, el tanque se llena con una
persona.
Camila No. El tubo llega al río, hasta el
agua.
Sarita: Mi mamá dice que del río no llega el
agua… porque está sucia.
Presentación preparada por: Inés Roncagliolo y Veronica Beytia. Conferencia NAEYC, Washington D.C. 2013
Jhampierre: ¿Y el agua del tanque tiene
peces?
Mateo: : No, no tiene peces, cómo van a
entrar al tubo el peces.
Maestra: Fabián nos planteó la sesión
pasada que una persona llena el tanque…
Me pregunto… ¿Quién llena el tanque?
Mateo: Dios, porque Dios es bueno.
Jhampierre: Dios vive en el cielo, no baja.
Camila: Dios no baja del cielo. Dios se
queda en el cielo.
Fabián: Dios no llena este tanque, sino
unas personas.
Camila: (Dios) nos creó a nosotros, pero no
lo creó al tanque.
Mateo: Dios nos dio este (reservorio) como
dijo Camila y nosotros lo echamos (el
agua).
Camila: Eso yo no dije.
Fabián: Lo llenan con tetera.
Mateo: No lo llenan con tetera. Abajo de la
tierra hay un tubo, y el tubo se llena de
agua y viene al tanque. Lo ponen el tubo
los trabajadores.
Esta discusión nos tomó varios días de
trabajo.
Una mañana Jhampierre nos cuenta una
historia totalmente distinta.
Presentación preparada por: Inés Roncagliolo y Veronica Beytia. Conferencia NAEYC, Washington D.C. 2013
Teoría 4: El agua es traída en un carro
Jhampierre: No es un carro chico, es
grande.
Maestra: ¿Para qué sirve?
Jhampierre: Ese carro sirve, se maneja y se
va.
Maestra: ¿Y en ese carro hay gente?
Jhampierre: Hay gente, hay tubos del río.
Ese (el tubo) sale el agua, este llega al
tanque. Esto llega ahí (señalando al carro),
sí sale, echa agua. Esto es un hueco.
Las teorías planteadas por los niños sobre
el sistema de almacenamiento y
abastecimiento de agua eran todas
diferentes entre sí.
¿Por qué los niños tenían teorías tan
diversas sobre cómo llegaba el agua a una
casa?
Como todos hablábamos y pensábamos en
diferentes sistemas era difícil entendernos,
más aún ponernos de acuerdo en una
única teoría.
Los niños estaban confundidos y nosotras
estábamos más confundidas aun.
En una reunión de equipo, donde
presentamos el trabajo en proceso, las
maestras que vivían en Pamplona nos
ayudaron a darnos cuenta que era lo que
realmente estaba pasando: nosotras
teníamos la idea de un sistema homogéneo
de distribución del agua, porque venimos
de un barrio mucho más antiguo. Nos
ayudaron a darnos cuenta de que hay
mucho que no sabemos. Y nos ayudaron a
ver que los niños estaban hablando de los
elementos de un sistema de gran
diversidad, donde las casas tienen una u
otra forma para abastecerse de agua,
dependiendo de su ubicación en los cerros,
de la antigüedad del barrio, la estructura
de las casas o los recursos de la familia.
Lili: Cuando el aguatero reparte en cuatro
casas, cinco casas, en los cilindros, ya no
alcanza el agua para la parte más alta. Y la
gente dice “ya se fue el aguatero, no ha
llegado para nosotros” y los niños también
lo ven.
Lili, Llacsa, Martha, Silvia, nos explicaron
que no es lo mismo un cilindro, un tacho,
un tanque, una cisterna o un reservorio.
Que seguramente los niños están hablando
Presentación preparada por: Inés Roncagliolo y Veronica Beytia. Conferencia NAEYC, Washington D.C. 2013
de lo que han visto en sus propias casas, y
que cada observación es diferente. Por eso
no se entienden. Nos explican que algunos
tanques se llenan con manguera y otros
tienen tuberías. Y que algunas zonas tienen
problemas de abastecimiento. Tenemos
que decir, que al llegar a este punto
estábamos apasionadas por el proyecto, y
compartíamos con los niños un genuino
deseo por comprender. Realmente
estábamos en un punto donde pudimos
reconocer nuestra propia ignorancia y
empezar a formular mejores preguntas.
En ese momento nuestra investigación
tomó un rumbo diferente. Ahora no
estábamos sólo estudiando el origen del
agua, también queríamos saber sobre la
diversidad de sistemas de
almacenamiento y distribución de agua. Y
lo más importante era que en nuestra
exploración sobre los sistemas de agua
estábamos construyendo un diálogo sobre
la vida de las familias de la comunidad de
Pamplona.
IV. Pamplona Alta, un paisaje de
tanques de agua
Luego de estas conversaciones con los
niños y las maestras nuestra visión de
amplió: empezamos a notar la cantidad y
variedad de almacenes de agua de
diferentes formas, tamaños y ubicaciones
que podían verse en La Rinconada con solo
afinar un poco el ojo.
¿Si afinamos nuestra vista cuántos
contendores de agua vemos aquí?
Cada tanque, más allá de su forma o
tamaño, es una pieza fundamental en el
sistema de agua de la zona.
Descubrimos que cada habitante de la
Rinconada es un experto en el
funcionamiento de una o varias de estas
piezas. Y esto es así porque la historia de
esos tanques es parte de la historia de sus
familias. Ellos son responsables directos de
su instalación, mantenimiento o
mejoramiento.
Esto se hizo evidente en las discusiones
entre los padres, vívidas y cargadas de
emoción, con relación al sistema de
distribución de agua.
Una vez que empezamos a conversar con
las familias al respecto, ellas nos
permitieron visitar sus casas para que los
niños pudieran conocer sus diferentes
sistemas de agua en acción. Fue así que
pudimos trasladarnos con los niños a las
distintas casas.
Presentación preparada por: Inés Roncagliolo y Veronica Beytia. Conferencia NAEYC, Washington D.C. 2013
Empezamos por entrevistar a la abuela de
Justin quien nos contó sobre el primer
sistema de agua que se construyó en La
Rinconada.
Lucía es una de las primaras pobladoras de
La Rinconada. Ella nos contó que cuando
no había agua en la zona, las familias
empezaron a traer agua de la parroquia.
Para ello tenían que caminar largas
distancias cargando baldes. Gran parte de
sus días estaban invertidos en hacer estos
viajes indispensables para la sobrevivencia,
viajes que estaban a cargo de las personas
mayores y los niños.
“La distribución del agua”, Abuela Lucía
La mamá de Sarita nos contó que hace
aproximadamente 20 años se instaló un
reservorio de agua cerca de su casa. La
mamá de Sarita recuerda que fueron los
soldados quienes lo construyeron.
Carmen: En sí, en sí, este pozo no lo
hicieron los vecinos. Este pozo lo hicieron
los soldados del ejército del Perú con el
apoyo de SEDAPAL quien nos da el agua.
Fabián: ¡Cómo no sabía eso!
Carmen: Los soldados han hecho esto.
Mateo: También Diosito.
Carmen: Los soldados han construido.
Cuando yo recién vine no había.
Maestra: ¿Hace cuánto tiempo?
Carmen: Ya prácticamente años
Gracias a este reservorio los vecinos
pudieron distribuir el agua a través de un
pilón comunitario.
El Pilón es una torre de agua comunitaria
con un caño del cual pueden abastecerse
entre 20 y 30 familias vecinas.
Presentación preparada por: Inés Roncagliolo y Veronica Beytia. Conferencia NAEYC, Washington D.C. 2013
Las familias pueden conectar mangueras o
tuberías del pilón para contar con agua en
sus casas.
Carmen, la mamá de Sarita, nos explica
cómo hacen las familias para proveerse de
agua del pilón.
Carmen: Cada uno del pilón se saca para su
casa. El recibo viene uno no más, nosotros
somos 27, entonces nosotros lo dividimos
para pagar el recibo. Eso hasta el día que
nos pongan individualmente.
En aquel entonces, y aún hoy, la empresa
nacional de distribución de agua (Sedapal)
no puede hacer instalaciones domiciliarias
ni colocar medidores individuales cuando
las familias no poseen el título de
propiedad de sus terrenos. En el caso de La
Rinconada, estos terrenos pertenecen al
Estado. Hasta que completen los trámites
de titulación.
El sistema comunitario de distribución del
agua, es una forma de garantizar un
mínimo de calidad de vida para las familias
de la zona.
Presentación preparada por: Inés Roncagliolo y Veronica Beytia. Conferencia NAEYC, Washington D.C. 2013
Cuando el grupo visitó la casa de Fabián. Él
nos explicó que su familia almacenaba el
agua en tachos de plástico.
Ellos hacen llegar el agua a esos tachos
desde un pilón (o caño comunitario) a
través de una manguera a la que atan una
piedra para que se hunda con el peso. Si
entra aire en la manguera deben llenarla
nuevamente. Para eso su mamá le mete
agua con ayuda de una jarra.
Fabián: Ves, yo no tengo tanque. Ves, no
uso tubos, uso mangueras. Uso piedra para
que esté fuerte la manguera, si no echan
piedra no va a haber agua… Cuando se cae
la manguera ahí va a haber agua.
En cambio, en casa de Camila tienen un
tanque doméstico en el techo de la casa.
Camila nos contó cómo los miembros más
fuertes de su familia trabajaron juntos para
subir el tanque al techo.
Camila: Mi papá, mi abuelito, todos de mi
familia levantaaaaaaron hasta llegar al
techo con una escalera. Con una escalera
así, que no tiene cuerdas, nada, se agarra
con la mano no más.
Maestra: ¿Quieres decir que cargaron el
tanque?
Camila: Mi abuelito cuando era joven lo
cargó… con ayuda de mi papá.
Sarita: Tiene que ser con en una escalera.
Presentación preparada por: Inés Roncagliolo y Veronica Beytia. Conferencia NAEYC, Washington D.C. 2013
“Instalación del tanque”, Camila (4 años)
La Rinconada es una zona de progreso y
constante cambio. La instalación del
medidor, así como la del techo de
“material noble”, son importantes hitos
en el desarrollo económico de la familia y
es un símbolo de estatus en un vecindario
que se transforma diariamente y se va
construyendo delante de los ojos de los
niños y las niñas.
Por ejemplo, Fabián no tiene un tanque en
casa. Y el techo de su casa es de calamina.
Su familia almacena el agua, que sacan del
pilón con manguera, en unos enormes
tachos de agua. Él nos cuenta con orgullo
que en su casa tendrán un tanque en el
futuro, cuando su techo sea más fuerte.
Fabián: Yo también tengo un tanque.
Camila: No. Él tiene tacho.
Fabián: Pero mi mamá dijo que voy a tener
un tanque…. Solamente lo van a botar mis
tachos para que esos tachos ya no vayan.
Hicimos un cambio con mi abuelita para
que mi tanque esté arriba.
Mi tanque pesaba y no lo pudieron poner
en el techo porque mi techo es muy débil.
Y si poníamos el tanque mi casa se podía
destruir.
La construcción del techo –o techada- y la
instalación del tanque es reflejo de la
unión y el esfuerzo familiar. Es una
tradición en la zona que el techo se
construya con ayuda de los familiares y
Presentación preparada por: Inés Roncagliolo y Veronica Beytia. Conferencia NAEYC, Washington D.C. 2013
vecinos. Cuando una familia ha reunido el
dinero suficiente para los materiales,
organiza una jornada de trabajo con los
parientes, vecinos y amigos cercanos. Este
trabajo debe hacerse con velocidad, por
eso es necesario reunir a un grupo grande
de personas dispuestas a trabajar.
Mientras los varones vacían el cemento en
el techo manualmente, las mujeres de la
familia preparan un gran almuerzo, que
después comparten con todos los que
aportaron su trabajo.
“Instalación del tanque”, Camila (4 años)
Sarita nos cuenta cómo fue cuando
instalaron el tanque en su casa.
Sarita: Mi tío Saulutio viene por allá, agarra
una soga y lo pasa a mi papá y lo amarra su
tapa y ahí, cuando lo jalan, mi papá viene
por mi escalera y mi papá lo agarra y luego,
cuando lo jala más, lo agarra y lo deja ahí.
Presentación preparada por: Inés Roncagliolo y Veronica Beytia. Conferencia NAEYC, Washington D.C. 2013
“Instalación del tanque”
Sarita (4 años)
Camila y Sarita nos cuentan su visión de
este tipo de costumbre mientras nos
explican cómo sus familiares se
organizaron para mover los tanques. Los
roles de varones y mujeres están divididos.
Ambos son importantes, y ellas valoran la
fuerza que es necesario tener para realizar
cambios en las condiciones de vida de la
casa. La visión que Camila comparte
incluye una valoración del trabajo entre
generaciones: el aporte de los mayores es
una herencia para los más jóvenes. Ella
reconoce una fuerza física y una fuerza
creativa en sus familiares. Ella reconoce
que su casa, en realidad su vida, ha sido
transformada por esta fuerza. Como
maestras nos preguntamos qué imagen de
sí mismos desarrollan estos niños que
pueden ver cómo sus padres y vecinos
construyen y hacen mejoras en sus casas y
barrios, con sus propias manos. Nos
preguntamos si la escuela es el lugar para
estudiar de cerca y reflexionar sobre estos
cambios, dándoles aún más valor.
Camila: Mira Fabián. Mi tanque lo subieron
uno, el otro lo pasa y el otro lo pasa. Y de
ahí llegaron (al techo) y de ahí lo ponen el
tanque. Varios señores vinieron. Cuando
era joven mi papito Edgar (abuelo) cargó
con fuerza. Y por eso mi papá estaba medio
cansado de cargar el tanque. Pero mi
papito Edgar cuando era joven seguía
fuerte, pero hasta ahora ya no es fuerte, es
débil porque ya es abuelito, hace mucho
tiempo se ha hecho viejito… él sólo trabaja
ahora para Dios.
Maestra: Tu abuelito trabaja para Dios.
¿Cómo es eso?
Camila: Ahora sí. Ahora trabaja en la iglesia
para Dios.
Sarita: Tengo una pregunta. Cuando los
abuelitos ya se hacen abuelitos ¿sus
huesos se vuelven débiles?.
En la casa de Sarita pudimos ver que el
agua que viene del pilón sale
originalmente de un reservorio. Cuando
fuimos a su casa su madre nos llevó a
verlo.
Para llegar tuvimos que subir por una
pendiente empinada. El camino de tierra y
musgo era sumamente estrecho, teníamos
que caminar uno detrás del otro. Era una
mañana de neblina, sólo nos veíamos y nos
escuchábamos entre nosotros. Lo demás
era silencio.
Y en medio de esta atmósfera sus
expresiones de asombro se iban
escuchando una a una conforme
empezaban a ver que habían llegado al pie
del reservorio.
Presentación preparada por: Inés Roncagliolo y Veronica Beytia. Conferencia NAEYC, Washington D.C. 2013
Cuando llegamos a la cima del cerro, Sarita
nos contó cómo funciona el reservorio.
Sarita: Amigos, por acá hay tubo, por
debajo de la tierra. (Luego, señalando a
diferentes direcciones nos dice) Por acá
también va, y por acá también va, va allá y
por acá también y por acá.
Mateo: Sarita, ¿Por qué este tubo va
debajo de la tierra?
Sarita: Porque el tubo tiene que ir debajo
de la tierra para ir a todos.
Mateo: ¡Ah! Si está arriba, alguien viene y
ve para allá y pum se golpea.
Sarita: Si cortan este tubo sale toda el
agua.
Fabián: Y va a regar todo.
Mateo: Y nos vamos a ahogar.
Luego de la visita al reservorio nos
preguntamos qué hay dentro de él.
¿Que hay dentro del reservorio?
Una vez más surgió la presencia de una
persona, una persona a cargo del cuidado y
funcionamiento del tanque. Sarita nos dice:
Adentro del tanque hay guardias. Para
aclarar esta idea, hizo un dibujo.
Sarita: Unos días entran adentro y otros
días se salen.
Maestras: ¿Quiénes entran y quiénes
salen?
Sarita: Los guardias.
Maestra: ¿Y para qué están adentro del
tanque los guardias?
Fabián: ¿Por qué? Para cuidar el tanque. Si
unos rateros vienen y rompen los tubos
entonces ellos vienen en guardia.
Presentación preparada por: Inés Roncagliolo y Veronica Beytia. Conferencia NAEYC, Washington D.C. 2013
Matías: A mí me parece que no hay
guardias. Hay sólo agua en el tanque. Los
rateros que suben ahí, se ahogan.
Fabián: No, no se ahogan.
Maestra: Sarita, ¿y qué hacen esos
guardias adentro del tanque?
Sarita: Unas veces entran para controlar
los estos (tubos).
Maestra: ¿Qué es lo que hay adentro, qué
controlan?
Sarita: Ellos tienen que hacer que el agua
salga.
“Los guardias del reservorio” Sarita (4)
Algunas maestras del nido han tenido
encuentros con los guardianes del
reservorio. Pero en cuanto a lo que puede
haber dentro de éste, tienen distintas
teorías:
Maria Elena: Yo vi que un señor entraba,
yo tendría, qué tendría, seis años.
Veronica: ¿Qué? ¿Adentro de ese
reservorio enorme entra un señor?
María Elena: Es que adentro no hay agua,
en sí son tubos nada más.
Llacsa: ¿No hay agua?
Silvia: Eso sí no sé si habrá agua. Yo llegué
a entrar a la entradita no más.
Valeria: ¿Dentro de esa cosa redonda no
hay agua?
Maria Elena: No. No hay. Son tubos
gruesos, así.
Lili: ¿Y para qué hay tubos?
Silvia: Creo que el agua está abajo.
Maria Elena: Yo me acuerdo, de chica veía
que el señor entraba e imaginaba que
movía esos motores (hace el gesto con sus
manos) y de ahí el agua salía y se iba por
los tubos a las casas, no sé, me imaginaba.
Noelia: Utilizarán esos grupos tremendos
para bombear y llenar.
Presentación preparada por: Inés Roncagliolo y Veronica Beytia. Conferencia NAEYC, Washington D.C. 2013
Conforme íbamos visitando las casas, los
niños iban integrando en su mente las
distintas partes del sistema y
comprendiendo su funcionamiento.
A su vez, iban incorporando aprendizajes,
integrando -por ejemplo- lo observado con
sus conocimientos de lectoescritura.
Como parte del progreso de esta
investigación, llegamos a un momento en
que los conceptos trabajados se
comenzaron a integrar: el origen del agua,
la variedad de sistemas de
almacenamiento, su distribución y su flujo.
En grupo volcamos estas reflexiones y
descubrimientos en un gran papel que
Presentación preparada por: Inés Roncagliolo y Veronica Beytia. Conferencia NAEYC, Washington D.C. 2013
representa el sistema de distribución de
agua de la zona de la Rinconada.
“Del reservorio a las casas” Sarita (4 años)
“Del pilón a las casas” Jhampierre (4 años)
“Del reservorio a las casas” Camila (4)
A lo largo del año pudimos observar una
evolución en el estilo de trabajo de los
niños que participan en este proyecto de
investigación, particularmente en términos
de comunicación.
Para empezar notamos que su vocabulario
se amplió. Hemos tenido que encontrar las
palabras exactas como reservorio, tanque y
tacho para explicar los distintas partes del
sistema de distribución del agua. Conforme
los niños visitaron las casas llegaron a
acuerdos sobre las palabras exactas que
nos permitían explicar los distintos
métodos de almacenamiento y distribución
del agua. Los niños se volvieron expertos
en explicar sus observaciones al resto de la
clase así como sus familiares eran los
expertos en este tema.
Notamos, además, que los niños se
apropiaron del intercambio de ideas. Sus
conversaciones en torno al agua se
hicieron cada vez más extensas y
focalizadas, se hacían preguntas entre sí y
comparaban ideas. Se podían ver a sí
mismos como un grupo de colaboradores
unificado.
Eso pudimos comprobar una mañana,
cuando el grupo se encuentra haciendo
experimentos para trasladar agua de un
lugar a otro. Luego de varios días de
trabajos individuales o en parejas logran
hacer que el agua pase de un recipiente a
otro. En los diálogos podemos ver una
conciencia de logro compartido.
Juntos construyeron un Sistema así como
sus padres y vecinos lo habían hecho, ellos
también llegaron a solucionar un problema
Presentación preparada por: Inés Roncagliolo y Veronica Beytia. Conferencia NAEYC, Washington D.C. 2013
de manera colectiva a través del
intercambio de ideas.
Mateo: ¡Ahora sí funcionó! Esta es mi idea. Camila: De los dos Mateo. De todos.
V. Padres como co–
investigadores
Al comenzar este estudio, nos dimos
cuenta que sabíamos muy poco sobre el
sistema de distribución de agua en la zona.
Pero además, estábamos conscientes de
una brecha que necesitábamos llenar en
la relación con los padres de nuestros
alumnos: no sabíamos cómo debíamos
presentar la documentación pedagógica a
los padres. Nuestra experiencia haciendo
documentación provenía de otro sector
social, uno más letrado y habituado a leer.
Nosotras mismas tenemos un estilo
particular a la hora de hacer
documentación, con textos extensos,
descripciones densas e interpretaciones
abstractas.
Pero las familias en Pamplona tienen una
experiencia cultural y educativa distinta, y
no acostumbran leer. Cuando empezamos
a comunicarnos con los padres de esta aula
a propósito de la investigación sobre los
tanques, lo hicimos porque queríamos
informarles sobre los aprendizajes
formales de sus hijos. La estrategia elegida
fue leerles la documentación que
nosotras, las “maestras expertas”,
habíamos preparado. Lo hicimos de ese
modo, porque trabajamos con una
población poco asidua a la lectura y
pensamos que si nosotros leíamos la
documentación, eso iba a favorecer la
comprensión y el diálogo entre padres e
hijos; entre maestros y padres de familia.
Además, nos sentíamos inseguras y
pensábamos que debíamos demostrar los
aprendizajes específicos que los niños
lograban en cada sesión de trabajo.
Pronto nos dimos cuenta que esta lectura
en voz alta no era eficaz para atraer la
atención de los adultos: nos escuchaban un
minuto, y se iban en silencio, diciendo
“gracias señorita”.
¿Qué podríamos hacer para mejorar la
comunicación con los padres?, nos
preguntábamos.
Después de varios intentos, descubrimos
que era mucho más eficaz como disparador
de la conversación, plantearles la pregunta
de investigación para recoger hipótesis y
opiniones de padres, madres y abuelos. Del
mismo modo que lo hacemos con los
niños. De esta forma, sus talentos se
pusieron en evidencia (por ejemplo,
Presentación preparada por: Inés Roncagliolo y Veronica Beytia. Conferencia NAEYC, Washington D.C. 2013
conocimos al papá de Sebastian, que nos
enseñó sobre instalaciones sanitarias; y a
una abuela que hace años lideró la
construcción de uno de los reservorios de
agua en la zona).
En el momento en que pudimos abrir los
ojos, y vernos realmente como co-
investigadores, los padres y abuelos
comenzaron a compartir sus experiencias,
y su historia familiar.
Esto produjo un cambio cultural en
nosotros, los acompañantes pedagógicos.
Nos abrimos a reconocer abiertamente
que no sabemos. Reconocimos nuestra
ignorancia. Llegamos a mostrarnos
vulnerables. Esta vulnerabilidad nos
permitió conectarnos de una manera más
horizontal con los padres, con los niños,
con las maestras. Esta vulnerabilidad crea
una empatía mutua y vínculos más
cercanos y democráticos. Además de esta
vulnerabilidad, la calidad de las preguntas
planteadas, y su pertinencia, fue un
elemento indispensable para abrir la
comunicación. A medida que avanzamos
en descubrir más elementos del sistema,
mejores preguntas se nos ocurrían.
Una mañana, por ejemplo, nos
preguntamos con el grupo de niños cómo
se distribuye el agua del reservorio de
SEDAPAL a las distintas casas de la zona. En
la tarde plantemos la misma pregunta a los
padres de familia. La pregunta abrió la
discusión entre ellos.
¿Cómo se distribuye el agua del reservorio
de SEDAPAL a las distintas casas de la
zona?
La mayoría de familias está de acuerdo en
que en todas las casas con agua potable el
agua proviene de algún reservorio, por lo
tanto debe haber un reservorio en cada
zona. Sin embargo la mamá de Esteban
tiene otra opinión. Ella nos explica que el
agua de SEDAPAL viene directo de una
central por tuberías subterráneas y por lo
tanto ella en su casa no depende de un
reservorio, pero al escuchar lo que los
otros padres de familia le plantean se
despierta en ella la duda primero… y luego
el deseo por investigar sobre el origen del
agua.
Mamá de Esteban: A mí ya me quedó la
duda. Voy a entrar a internet ya. Verdad,
nunca me lo he preguntado. ¿En cada zona
debe haber un tanque porque un
tanquecito no va a abastecer a todo San
Juan de Miraflores?
Presentación preparada por: Inés Roncagliolo y Veronica Beytia. Conferencia NAEYC, Washington D.C. 2013
Abuela de Camila: No, no, no. En cada
zona, cada cerrito tiene su tanque.
Mamá de Esteban: Ah, ya.
Abuela de Camila: Por ejemplo nosotros
en ese cerrito de al frente tenemos un
tanque de donde viene el agua a Cinco de
Mayo. Viene directo el agua.
Mamá de Bianca: Y hay uno en el Grupo 12
que viene para el sector Grau y toda esa
zona. (Se dirige a la mamá de Esteban) O
sea el tuyo debe estar más allá.
VI. Reflexiones
¿Quiénes fueron los constructores del
conocimiento en esta experiencia?,
¿Qué rol jugaron el reconocimiento, la
escucha y la incertidumbre en esta
investigación?
El ingenio humano nos ha permitido –y
permite aún hoy- hacer habitable el
territorio. Para habitarlo, lo
transformamos, usando nuestra
inteligencia, habilidades técnicas y
creatividad, así hemos logrado tener agua
en el desierto.
Los niños pequeños son especialmente
sensibles a los cambios de su ambiente:
ellos son profundos admiradores de las
acciones desarrolladas por sus padres y
vecinos para crear zonas habitables.
Además, son grandes críticos de sus
acciones, tienen sus propias
interpretaciones y teorías sobre lo que
ellos pueden ver. Cuando escuchamos sus
pensamientos, conectamos con los
dilemas más relevantes para la
humanidad.
Hagamos visibles las teorías de los niños,
estas son capaces de abrir las puertas del
conocimiento a todos nosotros.
En marzo del 2013 no sabíamos nada
acerca del sistema de distribución del agua
en la ciudad: ni me interesaba ni tenía
información. Solo sabía abrir mi llave y
llenar un vaso.
Algo que hemos aprendido a lo largo de
esta investigación, es que para los niños de
La Rinconada aprender acerca del agua es
vital. Estudiar acerca del agua es para ellos
vital. Aprendimos que nuestra escuela
debe ser flexible, y ser capaz de darse
cuenta de qué es lo relevante, para este
grupo de personas, en este contexto.
Aprendimos que si reconocemos nuestros
puntos ciegos, y partimos de la ignorancia,
del no saber… llegamos a lugares mucho
mejores.
Más importante que eso, aprendimos
acerca de cómo relacionarnos con sus
padres. Y no es que los padres de
Pamplona hayan cambiado en ese tiempo.
Ellos siempre fueron gente fuerte y
apasionada. Es solo que a partir de
Presentación preparada por: Inés Roncagliolo y Veronica Beytia. Conferencia NAEYC, Washington D.C. 2013
entonces podíamos verlos más. Ellos
compartieron sus teorías con orgullo, y
ahora los vemos como héroes en una lucha
constante para brindar a sus hijos una vida
con mejores recursos.
Cuando comencé esta investigación y noté
la presencia de los reservorios de agua, no
me creí capaz de subir hasta la cima del
cerro, y pensaba que esos tanques estaban
a una distancia infinita e inalcanzable.
Este grupo de niños nos enseñó a
movernos ágilmente por la pendiente, y
abrió nuestros horizontes. Nos iluminó.
Algunos de los niños de la Rinconada viven
con lo mínimo indispensable. Por eso
tienen que aprender muy pronto qué es lo
vital para ellos: en su caso, es el agua, y
cómo administrarla creativa y
eficientemente. Esto nos habla del ser
humano: su necesidad y su capacidad de
resolver los más grandes problemas (los
más inmediatos y también crear las
condiciones para la vida de las
generaciones a futuro). Los niños, al crecer
en este contexto inacabado de La
Rinconada, ven de primera mano cómo sus
padres hacen los cambios. Son testigos de
cómo la ciudad se construye día a día. Ellos
están conectados con el espacio del
vecindario, se ubican espacialmente,
porque lo recorren caminando. Ven
directamente y con sus propios ojos cómo
los trabajadores municipales hacen las
obras en las calles y cerros de su barrio.
Ese año la voz de los niños y sus padres se
hizo cada vez más fuerte. Ellos hablaron del
agua y fueron escuchados.
Luego, esas mismas familias hablaron
sobre la educación que reciben los niños,
sobre la importancia de que ésta sea de la
misma calidad que la que reciben los niños
en zonas más favorecidas. Si ellos
consiguieron agua para sus hijos,
confiamos en que también sabrán darles la
mejor educación. Hay mucho por hacer.
Nuestros oídos y nuestros corazones están
abiertos.
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