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CRISTO REDENTOR:VISITADOR Y LIBERADOR

Extracto y síntesis de “Camino de liberación, el modelo del

mercedario”, de Xavier Pikaza, 1987.

Fr. Vladimir Antonio Molina Cruz

CRISTO VISITADOR

Como visitador, se encarna en la vida de los hombres, compartiendo su existencia ofreciéndoles su presencia solidaria, incluso hasta la muerte.

CRISTO LIBERADOR

Como liberador, eleva y transfigura a los hombres que visita, ofreciéndoles su dignidad filial, acompañándolos en su camino hacia el Padre.

ELEMENTOS DE LA HISTORIA DE JESÚS

“Verdadero Dios y verdadero hombre”

ES HOMBRE POR SU NACIMIENTO

Nace dentro del mundo, pero ha superado su origen por ser Hijo de Dios.

ES HOMBRE VISITANDO A SUS HERMANOS

Asume como propia su existencia y la realiza en gesto de visita e interés por otros.

EL GRAN VISITADOREL GRAN DIALOGADOR

Ha venido para visitar a los hombres que estaban encarcelados por la muerte.

Escucha el lamento que eleva la tierra y responde sembrando esperanza.

ES HOMBRE, PORQUE MUERE CON (Y POR) LOS HOMBRES

Muerte como hecho histórico. El muere por nosotros. Se somete a los poderes del

infierno y la muerte (cautividad del diablo).

El invierte ese proceso con su presencia sin pecado. Está lleno de gracia y libertad.

PASCUA DE JESÚS:SOLIDARIDAD LIBERADORA

Jesús realiza el camino de su vida como Hijo, cumpliendo hasta el final la voluntad del Padre, ya que muere y entrega su vida humana. Se coloca confiado en manos del Padre.

La tumba-muerte donde desciende Jesús, se convierte por acción del Padre en sementera-cuna del nuevo milenio (Jn 12,24). Permanece en el sepulcro dominado externamente por Satán, pero internamente lleno de gracia y esperanza (Jn 1,17).

Dios responde como Padre, le hace renacer y le presenta ya definitivamente como Hijo. triunfador de la muerte y Mesías de la liberación para los hombres.

Con todo esto, Cristo invierte los poderes del cautiverio y los deja cautivos, de manera que pierden su efecto y se suprimen, devolviendo la libertad a los hombres y los justifica como Hijos frente a Dios devolviéndonos su amistad.

Con su muerte y resurrección, Jesús ha liberado a quienes estaban cautivos y esperaban su advenimiento.

Pero aún la existencia sobre el mundo continúa hasta el momento de su 2ª venida al mundo, periodo de espera duro y de amenazas por parte de poderes opresivos que siguen luchando hasta que sean arrojados definitivamente al estanque de fuego.

Pero los fieles ahora contamos con la presencia del Señor resucitado que nos anima.

INVITACIÓN AL AMOR REDENTOR:CRISTO SOLIDARIZA Y PADECE EN NUESTROS HERMANOS

(MT 25, 31-46)

«(…) Entonces el rey dirá a los de un lado: “venid, benditos de mi Padre, tomad posesión del reino preparado para vosotros, desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; era forastero y me alojasteis; estaba desnudo y me ves-

tisteis, enfermo y me visitasteis; en la cárcel y fuisteis a verme”. (…) “Os aseguro que cuando lo hicisteis con uno de estos mis hermanos más pequeños, con-migo lo hicisteis”. (…)»

Cristo también nos anima con su presencia en los cautivos de la tierra, de manera que podamos seguirle sirviendo, y siendo en ellos donde encontramos un camino de salvación, ya que ellos forman parte del cuerpo de Cristo y si sufren es también Cristo quien sufre.

Si confesamos la pascua de Cristo, debemos también descubrir su presencia en todos los que sufren sobre el mundo.

La presencia de Jesús se expresa como exigencia de liberación, ya que Él esta presente en los liberadores, mientras extienden el amor de Cristo a todos los hombres.

Ellos viven una vida crucificada, de total entrega, al servicio de los hermanos y en defensa de los crucificados (oprimidos en el mundo), siendo la mayor expresión de fe y de esperanza en Jesucristo. Así lo sienten los mercedarios y por eso se explica su fe en Cristo mediante la buena obra de visitar-redimir cautivos.