constataciÓn de los datos · emisoras en el mundo tenían instalaciones como las de esta emisora...
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CONSTATACIÓN DE LOS DATOS
(1) La radio capilla se creó hacia mediados de la década del ’20, donde se concluyó que
el medio estaba destinado a ser popular y masivo. Fue por ello que se le añadieron
parlantes, que permitían la escucha grupal de la emisión.
Estaban recubiertas de madera y poseían tres perillas; una para el encendido y apagado,
otra para sintonizar la emisora y la tercera para regular el volumen.
La innovación tecnológica permitió mejoras en la calidad del sonido, en la sintonización de
las emisoras y en la portabilidad de los artefactos, como sucedió en 1956 con la invención
del transistor que posibilitó el diseño de artefactos receptores del “tamaño y peso de un
pan de jabón”
Fuente: Ulanovsky, Carlos y otros. Días de radio (1920-1959). Buenos Aires, Emecé, 2009. Pág.
245
(2) Las radios comenzaron a fabricarse en nuestro país en la década del ’30. Ya a
mediados de los ’40 existían 600 modelos diferentes, nacionales e importados, cuyos
precios oscilaban entre 85 y 370 pesos. No pude encontrar datos de los receptores marca
ATMA (de esta marca encontré información sobre artículos para el hogar, en su mayoría
planchas) pero sí de RCA Victor, Telefunken, Philips, Atwater Kent y Philco.
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1271504
(3) Las radio capilla a las que se refiere el entrevistado tenían efectivamente un dial más
limitado que los modelos posteriores, pero no pude constatar si efectivamente eran diez
emisoras. Es menester destacar que no sólo había ruidos “agudos” al pasar de una
emisora a otra sino también ruidos molestos productos de la interferencia.
Fuente: http://www.argentina.gov.ar/argentina/portal/paginas.dhtml?pagina=2897
(4) En 1923 había iniciado sus transmisiones la emisora LR4 Radio Splendid, que en sus
albores transmitía desde el cine Grand Splendid ubicado en la calle Sante Fe 1846 y
luego desde un lujoso edificio de la calle Ayacucho.
En 1923, José Penellas fundó Radio Nacional en el barrio de Flores. Tres años después
vendió su emisora a Jaime Yankelevich, quien en 1934, por un decreto del Poder
Ejecutivo, debió cambiarle el nombre. Así nació LR3 Radio Belgrano.
En 1935, la editorial Haynes, de origen inglés, dio otro importante y decisivo paso en la
historia de la radiofonía argentina: inauguró LR1 Radio El Mundo. Se construyó el primer
edificio pensado y diseñado para que en él funcionara una radio. Sólo unas pocas
emisoras en el mundo tenían instalaciones como las de esta emisora ubicada al 555 de la
calle Maipú. El edifico fue construido a imagen y semejanza de la BBC de Londres y con
detalles arquitectónicos y técnicos de la CBS neoyorquina. Fue la primer emisora
argentina capaz de ser captada en todo el mundo
Con el respaldo técnico de sus instalaciones, El Mundo generó pautas de calidad sonora
inéditas para aquellos años, obligando a las restantes emisoras a igualar dichos logros, lo
que la hacía la radio hegemónica de aquel entonces.
Estas tres radios mencionadas eran las más importantes de la época. Radio El Mundo y
Radio Belgrano se dirigían a los sectores medios mientras que Splendid estaba
posicionada como una emisora culta.
A su vez se encontraban otras emisoras como Radio Porteña, fundada en 1929 por
Gregorio González Speroni. La programación predominante estaba constituida por
expresiones y modalidades artísticas de la Ciudad de Buenos Aires; el canto y las
melodías populares, el radioteatro y el programa para niños, "La Pandilla Marylin", eran
sus principales atracciones.
No encontré registros de una emisora llamada Radio Popular correspondiente a las
décadas del’30, ’40 y ’50. Probablemente se haya referido a la Radio del Pueblo creada
en 1925 en la localidad de Quilmes y cuyo público principal eran los sectores populares y
de clase media baja.
Fuente: http://www.argentina.gov.ar/argentina/portal/paginas.dhtml?pagina=2897
(5) Hasta la década del ’60, las radios argentinas transmitían por lo general hasta las doce
de la noche y en algunos casos la una de la madrugada y retomaban la transmisión a las
6 o 7 de la mañana. El primer programa de madrugada fue transmitido por Radio Mitre en
1965. Se llamó “Noches Argentinas” y era un programa periodístico, de interés general.
Fuente: Ulanovsky, Carlos y otros. Días de radio (1920-1959). Buenos Aires, Emecé, 2009.
(6) La televisión llegó a nuestro país en 1951 y ya en 1956 se estrenó la primer telenovela
llamada “Teleteatro a la hora del té”, protagonizada por Fernando Heredia y María Aurelia
Bisutti. Así como el radioteatro había reemplazado en importancia a los folletines y las
novelas por entrega, la telenovela heredó del radioteatro muchas de sus características-
sobre todo el melodrama- y luego lo reemplazó.
Los radioteatros se desarrollaban a lo largo de un mes en capítulos de media hora pero
cuando su éxito era rotundo se añadían mas capítulos o se extendía su duración.
Adalberto Campos escribió junto a Roberto Valeri el popular radioteatro, “El león de
Francia”(1951), que se emitía por radio Del Pueblo, de gran éxito en la época. Este autor
escribió también “Fachenzo, el maldito”.
Audón López fue un actor, cantor, autor y director que integró diversas compañías
teatrales. Protagonizó uno de los radioteatros más famosos de la historia: “Nazareno Cruz
y el lobo”, de Juan Carlos Chiappe.
López y Campos integraron la Compañía Juventud junto a Elena Lucena durante varios
años.
La única referencia que encontré de Nicolás Olivares es que escribió junto con Roberto
Valentini “El hormiga negra”. No encontré datos acerca de los radioteatros auspiciados
por Jabón Campana.
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=627401
(7) Los radioteatros se dirigían a la familia que sentía una gran identificación para con los
mismos. Estos mostraban las problemáticas y trivialidades de la familia tipo perteneciente
al sector medio de la escala social, como fue el caso de “Los Pérez García”, “¡Qué pareja
Rinsoberbia!”, y “La familia de Pancha Rolón”, entre otros. Los integrantes de la familia se
reunían alrededor del receptor para reírse, emocionarse, entretenerse o preocuparse con
los avatares que atravesaba cada uno de los personajes.
Los radioteatros se representaban en su mayoría de lunes a viernes en horarios
nocturnos como bien dice Ulanovsky, mientras que los sábados y domingos se dedicaban
a bailables. De todas formas había algunos que se transmitían los domingos como “¡Son
cosas de esta vida!” que a partir de 1957 se emitía a las 20:35 por radio El Mundo.
Fuente: Gotlip, Alelí. El radioteatro: Jorge Edelman, un relato de vida. Rosario, Beatriz
Viterbo Editora, 2001.
(8) Aldo Luzzi fue un director, autor y actor que protagonizó uno de los éxitos más
resonantes: “Pido luz para mis ojos”, que fue representada en varias ocasiones por las
compañías teatrales del momento, como las de Héctor Miranda, Audón López, Rolando
Chavez. Liberto Pecci, Horacio Aranda, Ornar Aladio, entre otros.
Juan Carlos Chiappe fue también autor, actor y director. Su mayor éxito “Nazareno Cruz
y el lobo”, estrenada en Radio del Pueblo en 1951, en 78 capítulos.
Las dos personalidades mencionadas solían actuar y escribir juntas; Chiappe hacía de
galán mientras que Aldo Luzzi se encargaba del personaje cómico.
Respecto de “Barranca abajo” y “M’hijo el doctor”, pude constatar que pertenecen al
autor Florencio Sánchez, oriundo de Montevideo.
“Juan Moreira”,es una novela gauchesca del escritor argentino Eduardo Gutiérrez que
fue lanzada en folletín y representada en circo criollo, teatro y posteriormente cine, de la
mano de Leonardo Favio. Respecto de estas últimas tres obras mencionadas no pude
constatar su presencia en el radioteatro de la mano de Juan Carlos Chiappe y Aldo Luzzi.
Fuente: Gotlip, Alelí. El radioteatro: Jorge Edelman, un relato de vida. Rosario, Beatriz
Viterbo Editora, 2001.
(9) “(…)El radioteatro(…) tomó forma en los 40, se volvió furor en los 50 y 60, y ya en los
70 comenzó a apagarse(…)”.
Este género que se había iniciado en la década del ’30, con “Chispazos de tradición” de
José Andrés González Pullido, fue inmensamente popular en las décadas mencionadas.
Hay algunas cifras que funcionan como asidero de esta afirmación: en 1946, los
radioteatros representaban el 21% de la programación radial, ubicándose en segundo
lugar de los programas musicales. Según Andrea Matallana, en su libro Locos por la radio
existían en esa época un total de 28 compañías radioteatrales que realizaban un total de
125 emisiones semanales lo que ilustra la importancia de este género.
Fuente: http://edant.clarin.com/suplementos/especiales/2005/08/02/l-00511.htm
(10) Eduardo Rudy, un galán en sus tiempos, formó pareja durante décadas con Dorita
Ferreiro, Celia Juárez e Hilda Bernard, en emisiones como “Barrio Gris”, con Susana
Mara y Héctor Coire; “El castillo de Dragonwick”, con Hilda Bernard y Roberto Lopresti y
“La sangre también perdona” de Mauricio Herrera con las actuaciones de Elcira Olivera
Garcés, Luis Pérez Aguirre y Gustavo Cavero. En todos estos radioteatros que se
transmitían por Radio El Mundo, el relator fue Julio César Barton.
Fuente: http://edant.clarin.com/suplementos/especiales/2005/08/02/l-00511.htm
(11) En 1957 se estrenó la comedia “¡Son cosas de esta vida!”, de Miguel de Calasanz,
con Raúl Rossi, Nelly Meden, Amalia Sanchez Ariño, Emilio Nelson, Emilio Comte y
actores del elenco estable de Radio El Mundo: Leandro Reinaldi, José Moneta, Esperanza
Otero, Osvaldo Cané.
Se emitía los miércoles y domingos a las 20:35 auspiciado por Sudamtex con María
Esther Vignola y Juan José Sierra en la locución comercial.
Pude constatar la presencia de locutores y relatores en diversos radioteatros, entre los
que se pueden destacar: Jaime Font Saravia(relator y locutor en “Zully y Sally” y
“Gladiela”), Julio César Bonnet(relator de “Buenos días, Pericles”), Raúl Calviño (relator
en “Casi un ángel”) y Jorge Homar del Río (relator en “¡Qué vida este señor!”), entre otros.
Fuente: Gotlip, Alelí. El radioteatro: Jorge Edelman, un relato de vida. Rosario, Beatriz
Viterbo Editora, 2001.
(12) En noviembre de 1947, en Radio El Mundo comenzó el ciclo “¡Qué pareja!”
auspiciado por jabones Rinso, motivo por el cual la emisión comenzó a llamarse
posteriormente: “¡Qué pareja Rinsoberbia. Los protagonistas eran Héctor Maselli y
Blanquita Santos, quienes se encargaban de encarnar a la pareja y atravesar las
distintas peripecias.. Completaban el elenco Osvaldo Canónico, Mangacha Gutiérrez y
Roberto Lopresti.
El ciclo, escrito por Abel Santa Cruz, se mantuvo durante 15 años y junto con el “Glostora
Tango Club”, “Los Pérez García” y “Peter Fox lo sabía, se erigió como uno de los
programas de mayor audiencia de ese entonces.
Fuente: Gotlip, Alelí. El radioteatro: Jorge Edelman, un relato de vida. Rosario, Beatriz
Viterbo Editora, 2001.
(13)“Los Pérez García”, escrito por Oscar Luis Massa y Luis María Grau, se emitía de
lunes a viernes por Radio El Mundo a las 20:15, luego del Glostora Tango Club.
Era una familia radiofónica que reflejaba la vida de una familia tipo: el matrimonio, un hijo
varón y una hija mujer, todos con los problemas cotidianos de la clase media. De allí salió
la famosa frase “Tiene más problemas que los Pérez García”.
Al comienzo del programa sonaba un teléfono y uno de los actores respondía: “Sí, usted
está hablando con la casa de Los Pérez García”.
Los actores que encarnaron a esta famosa familia fueron: Sara Prósperi (Doña Clara),
Martín Zabalúa (Don Pedro) Jorge Norton (Raúl, el hijo), Celia Juárez y luego Pepita
Férez (Luisa, la hija), Nina Nino (Mabel, esposa de Raúl), Julián Bourges (Tito, esposo de
Luisa) Gustavo Cavero (Castilla, un amigo de la familia), Esperanza Otero (Doña Catalina,
esposa de Castilla) Gloria Lopresti (Clarita, hija de Mabel y Raúl), Emilio Comte (Pedrito,
hijo de Mabel y Raúl) e integrantes del elenco estable que entraban y salían de la historia
Era un radioteatro breve donde cada capítulo duraba quince minutos. Sin embargo esos
pocos minutos bastaban para que cada día sucedieran unas cuantas cosas. La trama se
desarrollaba en el curso de la semana y cada viernes llegaba el epílogo de la historia,
cuyos cinco episodios sumaban cerca de una hora.
El programa fue auspiciado por Sydney Ross, para sus productos Mejoral, Leche de
Magnesia Philips y “Pildoritas Ross, chiquititas, pero cumplidoras”.
Fuente: Gotlip, Alelí. El radioteatro: Jorge Edelman, un relato de vida. Rosario, Beatriz
Viterbo Editora, 2001.
(14 y 15) “Cercanas a la clase social que tuvieran, casi todas las radios contaban con (…)
orquestas permanentes de variados géneros”, comenta Carlos Ulanovsky en la revista
Caras y Caretas correspondiente al mes de agosto del presente año.
Respecto de ello, el músico Leopoldo Federico sostiene: “(…)Todos tenían su propia
orquesta en vivo. La gente iba a ver a sus cantores preferidos y por ahí, como eran
programas de media hora, en una noche podían ver a las grandes orquestas juntas como
Troilo y D´Arienzo”.
Esta tendencia comenzó a observarse a partir de 1935 con la inauguración de los nuevos
estudios de Radio El Mundo que contaban con un auditorio para 500 personas marcando
una nueva etapa de furor por el tango. A partir de ese entonces las emisoras competían
por tener artistas exclusivos.
Juan D’Arienzo fue un músico y director de orquesta conocido como “el rey del compás”,
que se consagró en Radio El Mundo.
Francisco Lomuto fue un director de orquesta, compositor y pianista que incursionó en el
mundo del tango y el jazz. Perteneció al conjunto “Héctor y su Jazz”, que se presentó
durante varias temporadas en Radio El Mundo
No encontré rastros de Juan Malerva, pero si de Ricardo Francisco Malerba, un director y
compositor que debutó en 1938 en Radio Belgrano, permaneciendo en esa emisora por
más de 20 años.
Fuentes:
- Caras y caretas, Nº 2.249, Año XLIX, agosto de 2010
- http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=486955
(16) Alberto Salvador De Lucca, más conocido como Alberto Castillo, fue un cantor de
tangos que hizo furor en la década de los ’50 haciéndose poseedor del apodo “el cantor
de los cien barrios porteños”. Aparecía asiduamente en la audición de jabón Federal de
los jueves a la noche y domingos al mediodía en la cual un personaje apodado “El
Duende” presentaba diferentes intérpretes musicales. Castillo tenía “un estilo desprolijo
pero vibrante” que lo llevó a convertirse en una figura de gran adhesión popular.
Fuente: Ulanovsky, Carlos y otros. Op.cit. Pág. 207
(17) En una época donde los hombres solían fijar sus cabellos con gomina surgió la
marca Glostora, que producía un fijador grasoso hecho a base de goma. La marca, en su
intento por acaparar a los consumidores más jóvenes – su slogan era “el fijador de la
juventud”- decidió en 1946 auspiciar un programa radial que se transformó en un
verdadero suceso: el “Glostora Tango Club”, que se escuchaba de lunes a viernes en
Radio El Mundo.
El programa comenzaba a las ocho de la noche, presentado por Rafael Díaz Gallardo y
Lucía Marcó que daban comienzo a un cuarto de hora que celebraba a los tangueros más
aclamados de la época.
La emisión, que duró hasta 1961, contó con las orquestas de Miguel Caló, Juan Sánchez
Gorio, Héctor Varela, Juan D’Arienzo y Alfredo de Angelis, con sus cantores Carlos
Dante y Julio Martel.
La orquesta de Rodolfo Biagi se incorporó al “Glostora Tango Club”, en los albores de la
década del ’50.
Fuente: Ulanovsky, Carlos y otros. Días de radio (1920-1959). Buenos Aires, Emecé,
2009.
(18) “El Relámpago” se emitía, desde mediados de los ’40, por Radio El Mundo en el
horario del mediodía, bajo la autoría de Miguel Coronato Paz.
El elenco inicial estaba conformado por Juan Laborde, Mangancha Gutiérrez, Cristina de
los Llanos, Héctor Pascuali, Guido Gorgatti, Juan Carlos de Seta y Tincho Zabala. La
animación estaba a cargo de Jaime Font Saravia.
“El Relámpago” era el nombre de un supuesto diario y la acción tenía lugar en su
redacción.
Cuando el programa finalizaba, a la una y media de la tarde, se hacía una llamada
telefónica a un oyente que para hacerse acreedor de un premio debía decir “Olavina”.
En la década del ’50, Norberto Palese, más conocido como Cacho Fontana, reemplazó a
Jaime Font Saravia en la conducción del relámpago. En 1955 se incorporó de manera
estable como locutor de Radio El Mundo.
No pude constatar el alimento comestible que patrocinaba a esta audición.
Fuente: Ulanovsky, Carlos y otros. Días de radio (1920-1959). Buenos Aires, Emecé,
2009.
(19) “Peter Fox lo sabìa”, era radioteatro de historias diarias noveladas de un detective
similar a Sherlock Holmes. El detective estaba protagonizado por José Tresenza y los
libretos pertenecían a Miguel de Calazans.
El programa se emitía a las 19:45 por Radio El Mundo desde finales de la década de los
’40, constituyendo uno de los mayores éxitos radiales de 1948.
No he podido constatar si su auspiciante era Mejoral
Fuente: Matallana, Andrea. Locos por la radio. Una historia social de la radiofonía en la
Argentina, 1923-1947. Buenos Aires, Prometeo Libros, 2006.
(20) La audición “Gran Pensión El Campeonato” comenzó a emitirse en 1939 por Radio
Belgrano, los domingos entre las 12.30 y 13.30, y los jueves, de 21 a 22.
El autor de los libretos era Dátilo Enrique Giacchino mientras que la conducción estaba a
cargo de Tito Martínez del Box.
El programa era una mezcla de noticias deportivas con radioteatro en el cual “los
personajes principales representaban a los clubes más importantes y populares y el
premio al campeón era el casamiento con la hija de doña Asociación”. Los personajes se
iban intercambiando el rol de burlados o burladores, dependiendo de los resultados de la
fecha.
Los personajes fueron encarnados por los siguientes actores: Doña Asociación Balompié
(Antonia Volpe), Boca Juniors (Félix Mutarelli); River Plate (Tino Tori y Manolo Perales),
Independiente (Héctor Ferraro), Racing Club (Zelmar Gueñol y Jesús Gómez), San
Lorenzo de Almagro (Roberto Fugazot), Huracán (Oscar Villa), Vélez Sarsfield (Mariano
Bauzá), Newell’s Old Boys (Héctor Wilde), Rosario Central (Héctor Wilde), Chacarita
Juniors (Alfonso Pisano), Estudiantes de La Plata (Luis Galli), Gimnasia y Esgrima La
Plata (Mario Faig), Platense (Jorge Rojas), Banfield (Alfonso Pisano) y Atlanta (Alfonso
Pisano).
El papel de Miss Campeonato fue encarnado por Cheché March, Hilda Viñas, Herminia
Franco, María Esther Gamas, Carmen Vallejos, Elda Desel, Irma Lagos, Julia Giusti y
Lucila Sosa, entre otras actrices.
No he podido encontrar datos que constataran la presencia de Lalo Artich, Pablo Cumo
ni Salvador Fortuna en esta audición.
Fuente: Matallana, Andrea. Locos por la radio. Una historia social de la radiofonía en la
Argentina, 1923-1947. Buenos Aires, Prometeo Libros, 2006. Pág. 109
(21) “Odol Pregunta por 100.000 pesos” se estrenó en 1956 en Radio Belgrano, pero
su conductor no era Cacho Fontana sino Carlos D’Agostino.
Cacho Fontana fue el conductor emblemático de “Odol pregunta” pero en su versión
televisiva.
Fuente: Ulanovsky, Carlos y otros. Días de radio (1920-1959). Buenos Aires, Emecé,
2009.
(22) En 1950, “Tarzán” comenzó a transmitirse por Radio Splendid con el auspicio de la
marca “Toddy”, cuyo producto se dirigía a niños y adolescentes.
El programa se transmitía de lunes a viernes a las 18 horas y tenía una duración de 15
minutos. Posteriormente, por requerimiento de los padres que enviaban cartas a la radio
alegando que los niños llegaban más tarde de la escuela, el programa comenzó a emitirse
a las 18 horas.
César Llanos interpretaba el papel de Tarzán y Mabel Landó, el papel de Juana. Otros
participantes eran Carlos Alberto Dussó, en el indio Wali, Alfredo Navarrine como el
profesor Philander y Miguel Banni como el capitán Darnot.
Recién en 1952, gracias a un concurso realizado por la revista Billiken, ingresó al
programa Oscar Rovito en el papel de Tarzanito, hijo de Juana y Tarzán.
A mediados de la década del 30 comenzó en Radio Rivadavia el ciclo “Sandokán, el
Tigre de la Malasia”, adaptación de la novela de Emilio Salgari, que se emitía de lunes a
sábados a las 18 hs.
“La Pandilla Marilyn” se emitía desde Radio Porteña a partir de los albores de la década
del ’30 protagonizada por niños que luego triunfaron y fueron famosos: Guido Gorgatti,
Dorita Burgos, Raúl Rossi. Olga Valmar, Isabel Marconi. Beatriz Taibo, Jovita Luna, Mario
Pocoví y Hector Maselli”
Fuente: Gotlip, Alelí. El radioteatro: Jorge Edelman, un relato de vida. Rosario, Beatriz
Viterbo Editora, 2001.
(23) “La escuelita humorística” era un ciclo escrito por Julio Porter en el que Pepe Arias
interpretaba al maestro Visto bueno Ciruela “el que quiere enseñar y no tiene escuela”. En
esta audición, auspiciada por Toddy, Tato Bores personificaba a chico de origen judío
llamado Igor que era rebelde pero gracioso.
Cabe destacar que Tato Bores no se inició en la radio en este ciclo sino que ya había
debutado in año antes(1945) como secretario de Pepe Arias en el programa “Justo
Justino Reyes, doctor en trampas y leyes”.
No fue Santiago López quien reemplazara a Pepe Arias como el maestro sino Miguel
Gómez Bao ("Don Severino Palmeta").
No puedo constatar la presencia de Nelly Beltrán, Pablo Cumo y Salvador Fortuna en
“La escuelita humorística”.
Fuente: Ulanovsky, Carlos y otros. Días de radio (1920-1959). Buenos Aires, Emecé,
2009.
(24) Efectivamente se transmitía en Radio Splendid, e iba dirigido a los niños y a la
familia, pero no pude constatar si se transmitía a las nueve de la noche. A pesar de esto
el programa fue levantado por el Ministro de Educación Oscar Ivanisevich porque “no se
hablaba como la gente”. Si bien no se usaban procacidades, debido al éxito del programa,
los niños imitaban la forma de hablar de Tato Bores, aspecto que fue considerado
negativamente por el gobierno.
Fuente: Ulanovsky, Carlos y otros. Días de radio (1920-1959). Buenos Aires, Emecé,
2009.
(25) Petrona Carrizo de Gandulfo, más conocida como Doña Petrona fue la primera
mujer que transmitió en forma masiva el arte de cocinar para la familia, además de
consejos de belleza y manualidades. Promocionaba a las flamantes cocinas de gas, ya
que durante veinte años su programa radial estuvo patrocinado por la Compañía Primitiva
de Gas. Debutó con su audición diaria en Radio Argentina, luego transmitió por Excelsior
y por último en Radio El Mundo, donde permaneció por 25 años.
Otros programas de este estilo dirigidos a la mujer eran “Arte Culinario”, que se emitía por
LR4 y “Comida sana”, que iba los domingos a las 17 hs. por LS2.
Dentro de las audiciones dedicadas al cuidado y la belleza de la mujer se encontraban:”La
hora del perfume y la moda”, en LR8 todos los domingos a las 15:15 y de lunes a viernes
a las 14 hs.; “La hora nupcial”, los domingos a las 17 hs. en LR9.
Otra audición que cabe mencionar y que comenzó a emitirse en la década del ’40 fue
“Tarde de vosotras”, que se emitía por Radio Excelsior todos los días excepto los sábados
entre las 15 y las 18 horas, bajo los auspicios de la revista Vosotras.
Fuente: http://edant.clarin.com/suplementos/especiales/2005/08/02/l-00511.htm
(26) En 1936, se iniciaba la Guerra Civil española que culminaría en 1939 con la victoria
del General Francisco Franco, suceso que conmovía a los argentinos y sobre todo a la
inmensa colonia de españoles.
El diario La Prensa, por Radio Excelsior, informaba todos los días a las 14 horas sobre la
marcha de la Guerra Civil española. Luego, en 1939, al culminar la Guerra de los
Republicanos se inicia el conflicto bélico más grande de la historia: la Segunda Guerra
Mundial, que se extendería hasta 1945.
Estos acontecimientos bélicos eran informados diariamente por las distintas emisoras:
Carlos Taquini en su “Boletín sintético de Radio El Mundo” que auspiciaba Geniol todos
los días a las 13:05; Carlos Iglesias en el “Reporter Esso”, Cecilio Vega en Splendid y
Juan Lescovich en Radio Argentina.
Cabe mencionar también el ciclo “La marcha de los siglos” que se transmitía los sábados
a las 20:30 hs, bajo la conducción de Carlos Arturo Orfeo. Era una audición auspiciada
por europeos que huían del nazismo y el fascismo en Europa. Respecto de este
programa, su conductor comentó en 1994: “Fue un programa de gran resonancia. Las
colonias de inmigrantes que tenían parientes en Europa sentían su dolor reflejado en mis
charlas”.
Fuente: Ulanovsky, Carlos y otros. Op. Cit. Pág 116
(27) Había boletines informativos en todas las emisoras en diferentes horarios, como
quedo explicitado en el fragmento anterior, pero no pude constatar que fueran cada veinte
minutos.
(28) Juan José de Soiza Reilly fue un escritor, periodista y charlista radiofónico que
incursionó en la radio a partir de la década del ’30 y trabajó en distintas emisoras como
Radio Stentor y Radio Belgrano.
Popularizó la frase “¡Arriba los corazones!”, tratando de animar con vehemencia a quienes
le escribían búsqueda de soluciones para sus problemas.
Finalizaba sus audiciones con la siguiente frase: “Se me acabó el cuarto de hora. Soiza
Reilly les dice Buenas noches”. A través de esta expresión podemos observar que el
programa era nocturno pero no pude constatar si efectivamente comenzaba a las 20:15
como sostuvo mi entrevistado.
Fuente: Ulanovsky, Carlos y otros. Días de radio (1920-1959). Buenos Aires, Emecé,
2009.
(29) Si se bien se trata de una apreciación personal es posible afirmar la preeminencia de
los programas musicales y los radioteatros sobre los informativos o noticieros. Los dos
primeros ocupaban el 40 y el 21% de la programación respectivamente mientras que los
noticieros el 15%, ubicándose en tercer lugar, tomando como referencia el año 1946.
(30) “Calle Corrientes” fue un éxito radiofónico que se transmitía por Radio Splendid los
sábados a primera hora de la tarde. Era una audición de humor costumbrista de dos horas
de duración creada por Roberto Gil, un periodista conocido como “Erregé” quien bautizó
a Corrientes como “la calle que nunca duerme”.
El programa contaba con personajes que describían y reflejaban las costumbres
ciudadanas, como el diario malediciente interpretado por Pablo Cumo.
Se iniciaba con un monólogo de Gil que utilizaba un lenguaje popular pícaro e ingenioso.
Por el elenco de “Calle Corrientes” pasaron: María Rosa Gallo, India Ledesma, Luisa
Vehíl, Alfredo Alcón y Guillermo Bredeston.
Guido Gorgatti también hizo sus aportes encarnando al personaje de Hércules Fernandis,
creador del diario con gusto a chicle y de los clavos con martillo, y al novio de la Lucita, un
“cornudo” al que su novia engañaba ante sus propios ojos.
Es menester destacar que Jaime Jacobson, Nicolás Mancera. Conrado Diana y el
“eterno femenino” Lidia Durán no formaban parte de “Calle Corrientes” sino de otro ciclo
que comenzó por Radio Splendid en 1952: “Pantalla Gigante”, una audición dedicada al
cine y a los espectáculos.
Fuente: Ulanovsky, Carlos y otros. Días de radio (1920-1959). Buenos Aires, Emecé,
2009.
(31) Joaquín Carballo Serantes, más conocido como Fioravanti, fue uno de los grandes
relatores deportivos de la historia de la radiofonía. Debutó en 1933 en Radio Prieto, en
1941 comenzó como “narrador de partidos”- término acuñado por él mismo-en Radio
Splendid y en la década del ’50 se trasladó a Radio El Mundo.
Fue el pionero que introdujo las conexiones con otros partidos para mantener actualizada
la audiencia sobre todos los resultados. Era poseedor de un léxico impecable y elegante
que eran sello de su impronta.
Lalo Pelliciari relató en Rivadavia, Stentor y Mitre, de la que llegó a ser dueño.
Efectivamente se destacó por ser un relator y comentarista “teatral”: "Inventaba los
partidos, los adornaba", opinó de él su colega Fioravanti.
Era espontáneo y veloz en la descripción de las jugadas y popularizó frases como
“Vamos, muchachos, vamos”, cuando el partido adolecía de ritmo suficiente, o “me gusta
la posición de…”, en referencia al jugador que se encontrara bien ubicado.
Fuente: http://www.gacemail.com.ar/Detalle.asp?NotaID=1102
(32) Borocotó, era el seudónimo de Ricardo Lorenzo Rodríguez, un periodista deportivo,
escritor y guionista uruguayo. No sólo fue conocido por sus opiniones futbolísticas, sino
también por su competencia en el ciclismo, el boxeo y el automovilismo.
En radio hizo binomio junto a Fioravanti y luego junto a Washington Rivera, en la
Cabalgata Deportiva Gillete. Se mantuvo en la escena radiofónica durante más de tres
décadas.
Fue quien apodó “La Máquina” al famoso equipo de River Plate de la década del ’40.
No encontré datos acerca del programa referido por el entrevistado.
Fuente: http://www.hechosypersonajes.com.ar/notas10.htm
(33) En los fragmentos anteriores quedó constancia de que las emisoras tenían
programas destinados al fútbol: Radio El Mundo, Splendid, Rivadavia, Stentor y Mitre
entre otras.
“Los lunes, en las escuelas, los chicos les preguntaban a sus maestros el significado de
tal o cual palabra porque el domingo la habían escuchado” de boca de Fioravanti, uno de
los más famosos relatores junto Peliccciari, Jose María Muñoz y posteriormente Víctor
Hugo Morales.
Esta frase nos permite apreciar como el fenómeno del fútbol, cuyo epicentro era los
domingos, atrapaba a toda la familia, incluso a los niños.
Fuente: http://www.gacemail.com.ar/Detalle.asp?NotaID=1102
(34) Es menester destacar que Luis Elías Sojit, fue un famoso relator del Turismo
Carretera, cuya época de oro se enmarca en la década de los ’40 y los ’50. Dicho deporte
se expandió en la cultura popular gracias a la radio.
Sojit se hizo famoso por su particular labia y el rigor técnico de sus transmisiones en
Radio Argentina. Acuñó frases famosas como “¡Coche a la vista!” y “¡Es un día peronista!”
en el relato de estas carreras que se transmitían los domingos a la mañana.
No era a él a quien apodaban “Corner” sino a su hermano, Manuel Sojit, un popular
relator de boxeo. Es recordado por una desafortunada frase en la transmisión de un
combate del “Mono” Gatica: “¡Gatica le pega una trompada en el cerebro y el negro cae
por sus propios medios!”, haciendo referencia al boxeador uruguayo Romero Rodríguez.
Las peleas de box se transmitían los sábados a la noche desde el Luna Park.
También secundaba a su hermano en las carreras de automóviles aunque estas no fueran
su especialidad.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-2270-2005-06-04.html
(35) Al automovilismo ya me referí en el fragmento anterior. Respecto del turf, cabe
destacar que tenía sus propios boletines informativos en las jornadas diarias a través de
las cuales se conocían los resultados del Hipódromo de Palermo, La Plata o San Isidro y
también información detallada de los studs y los jockeys.
(36) El lenguaje radiofónico era “sencillo y preciso pero(…)a la vez correcto, formal y
alejado de lo prosaico y lo vulgar”, para poder llegar no solamente a quienes estaban más
instruidos sino también a los sectores populares.
Debían poseer además una voz clara y un manejo perfecto de la modulación, los tons, los
acentos, los tiempos y también los silencios.
Cacho Fontana, el carismático conductor al que me he referido anteriormente, que
transitó por los pasillos de Radio El Mundo y luego Radio Rivadavia, era un fiel ejemplo de
este tipo de conductores. Pasó a la posteridad por ser poseedor de una voz característica;
se decía que tenía una “guitarra eléctrica en la garganta”, como cuenta Carlos Ulanovsky
la obra que ya he citado en varias oportunidades.
Antonio Carrizo es otro ejemplo de esta casta de locutores que ha tenido la radiofonía.
Comenzó trabajando en Radio El Pueblo y Radio Belgrano para luego pasar a Radio El
Mundo y finalmente a Radio Rivadavia. En esta última inició el famoso ciclo “La vida y el
canto” que se mantuvo al aire durante dos décadas y lo consagró como “la voz de la
cultura”.
Fuentes:
- Matallana, Andrea. Op.cit. Pág. 119
- http://www.rivadaviaparana.com.ar/2007/historia-de-radio-rivadavia
(37) Para ejemplificar esta afirmación citaré algunas publicidades de las décadas del ’40 y
el ’50:
- “¡Qué peinado varonil...! Y... se peina con Ricibril!”
-“ “Peines Pantera, peinan la vida entera”.
-“Qué lindos que son tus dientes, le dijo la luna al sol y el sol contestó sonriente me los
limpio con Odol”.”
(38) Para constatar estos datos utilizaré un fragmento de la novela Boquitas pintadas de
Manuel Puig, que describe en una parte de su obra la situación de escucha de un
radioteatro en la década del ’40: “Tras una cadenciosa y moderna cortina musical se oyó
un anuncio comercial, correspondiente a cremas dentífricas de higiénica y duradera
acción”.
Fuente: Puig, Manuel. Boquitas Pintadas. Buenos Aires, Sudamericana, 1969. Pág. 137
(39) La publicidad radial de Geniol a la que se refirió el entrevistado decía lo siguiente:
“Venga del aire o del sol, del vino o de la cerveza, cualquier dolor de cabeza, se cura con
un Geniol”.
(40) Los ejemplos brindados por el entrevistado son fidedignos y además pude constatar
que Legión Extranjera, Ginebra Bols y Geniol eran tres de las marcas que más publicidad
hacían en las transmisiones de fútbol.
Fuente: http://www.hechosypersonajes.com.ar/notas10.htm
(41) De acuerdo a la información recabada puede establecerse que la preponderancia de
los anunciantes era evidente. “Glostora Tango Club”, “¡Qué pareja Rinsoberbia!”, “Odol
Pregunta”, “Radio Cine Lux” y “Teatro Palmolive al aire” son ejemplos de este
particularidad de la escena radiofónica de los’40 y ’50.
(42) La intervención política del gobierno peronista no se evidenció a partir del año ’48
sino desde el año mismo en que el General asume la Presidencia de La Nación (1946).
Aquí comienza un proceso de adquisición de las emisoras radiofónicas, así como también
periódicos y revistas, en forma directa o a través de testaferros. El objetivo era
convertirlas en portavoces de su régimen.
Entre 1947 y 1955 el gobierno peronista se hizo cargo de la totalidad de emisoras del país
utilizándolas pudiendo controlar qué se decía y qué se censuraba.
No pude constatar que todos los programas periodísticos tuvieran tinte político, pero sí
que estaban regulados por el régimen peronista.
Fuente: http://www.hechosypersonajes.com.ar/notas10.htm
(43) Américo Barrios fue un reconocido periodista que desde 1948 hasta 1955,
diariamente a las 12 del mediodía, encabezaba el ciclo radial “¿No le parece?”.
Efectivamente su ciclo estaba auspiciado por cocinas Carú en una época donde
comenzaba a instaurarse el gas natural domiciliario.
Su afiliación al peronismo fue tal que con la llegada de la Revolución Libertadora fue
exiliado, emigrando hacia Uruguay donde se desempeñó en Radio Colonia.
Fuente: Gallo, Ricardo. La radio: ese mundo tan sonoro. Buenos Aires, Editorial
Corregidor, 2001.
(44) A partir de 1952, año en que fallece Eva Perón, a las 20:25 los emisiones se veían
obligadas a conmemorar su muerte de la siguiente manera: “Son las 20:25, hora en que
Eva Perón pasó a la inmortalidad”.
Fuente: Ulanovsky, Carlos y otros. Días de radio (1920-1959). Buenos Aires, Emecé,
2009.
(45) Arturo Frondizi, que asumió la presidencia en 1958 luego del período denominado
como Revolución Libertadora, se encargó de privatizar 17 de las 55 emisoras que habían
formado parte del monopolio peronista, de las cuales ocho de ellas se cedieron a
universidades nacionales.
A partir de ese entonces la censura fue menos pronunciada que en los gobiernos de
Perón y la posterior Revolución Libertadora.
Es menester destacar que la frase del entrevistado también puede referirse a que el Dr.
Arturo Frondizi fue el primer opositor en hablar por la radio luego de tantos años de
censura.
(46) Ya desde la década del ’30 con la incorporación de los aparatos receptores en los
hogares la radio manifestaba la heterogeneidad de su público, instituyéndose como un
espacio abierto donde las colectividades tenían sus propias emisoras: Matinée Hebrea
(LR2), Audición Japonesa(LR5), Voix de France(LR10), Voz de España(LS2), Hora
Alemana(LS2), entre otras.
Fuente: Gallo, Ricardo. La radio: ese mundo tan sonoro. Buenos Aires, Editorial
Corregidor, 2001.
(47) “La escucha de las emisiones se producía en un ámbito íntimo, familiar, y establecía
una relación social nueva (…)instando a los miembros de una familia, amigos o vecinos a
compartir la escucha y elaborar comentarios e impresiones al respecto”.
Esto queda de manifiesto también con la programación mencionada a lo largo de este
trabajo, cuyo destinatario principal era generalmente la familia, como es el caso de “Los
Perez García”, “Qué pareja Rinsoberbia”, “La escuelita humorística”, y los distintos
radioteatros y emisiones de entretenimiento mencionadas.
Fuente: Matallana, Andrea. Op.cit. Pág. 125
(48) Efectivamente, de acuerdo a la información recabada en este trabajo, pude constatar
que la radio llegaba a los lugares más recónditos de nuestra república, ya que las
emisoras, a partir del ’30 comenzaron a conformar grandes cadenas con dependencias en
distintos puntos del país.
Otro hecho que deja constancia de esta omnipresencia de la radio es que las compañías
radioteatrales iban de gira por los barrios y los pueblos de la provincia.
(49) No encontré ninguna cita certera que afirmara que esto era así pero luego de leer las
distintas anécdotas que figuran en el libro Días de radio de Carlos Ulanovsky, pude
constatar que una gran parte de los personajes protagonistas de aquellas vivencias
manifiestan haber escuchado los programas que sintonizaban sus madres o padres.
(50) A partir de la década de los ’40 la radio ya estaba inmiscuida en la vida cotidiana de
las personas a través de su diversa y abarcativa programación. En diferentes horarios
había programas para “todos los gustos”: infantiles, familiares, humorísticos, deportivos,
musicales, informativos, dirigidos a las colectividades, etc.
El hecho de que se escuchara en cualquier lugar y a cualquier hora estuvo ligado al
avance tecnológico, sobre todo la llegada de los transistores que permitieron una mayor
portabilidad del aparato receptor, en contraposición a los enormes aparatos iniciales como
las radios a galena o “capillita”.
Fuente: Gallo, Ricardo. La radio: ese mundo tan sonoro. Buenos Aires, Editorial
Corregidor, 2001.
(51) En la década del ’50 la radio estaba “ubicada estratégicamente en la cocina sobre
una mesa, en una repisa o en un banquito”. De acuerdo a la información recabada, con el
pasar de los años y los adelantos tecnológicos, la radio dejó de ocupar un lugar específico
en el hogar.
En esa época, y ya desde hace unos cuantos años, el fútbol y el tango constituían las dos
grandes pasiones de los argentinos. Es por ello que los domingos era ritual juntarse a
escuchar los partidos con amigos y familia. La creación de los transistores posibilitó
también la escucha de los partidos en la misma cancha, mientras se miraba el partido.
Este es otro ejemplo de la radio como agente socializador y como reflejo de la cultura y
costumbres de una época.
Fuente: Ulanovsky, Carlos y otros. Op. Cit. Pág. 207
(52) La televisión llegó a nuestro país el 17 de octubre de 1951, Día de la Lealtad
Peronista, de la mano del empresario Jaime Yankelevich. La TV tomó de la radio sus
contenidos, estructuras horarias e incluso sus artistas.
La TV comienza a afianzarse hacia mediados de los ’50 y “empieza a desalojar a la radio
de un campo que antes le pertenecía por entero”.
De los 40 radioteatros diarios que se observaban en 1950, en 1959, quedaban 24, siendo
desplazados por las novelas televisivas, aparecidas en 1956.
Fuente: Ulanovsky, Carlos y otros. Op. Cit. Pág. 207
(53) No pude encontrar una nota o fragmento de algún libro que atribuyera las
procacidades a la televisión. Lo que sí pude constatar es que a partir de la televisión, que
se ungió como medio preponderante, se desvalorizó la palabra que otrora habían
enaltecido los medios gráficos y la radio, al brindar la imagen que exige un esfuerzo
interpretativo e intelectual mucho menor: “una imagen vale más que mil palabras”.
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