carta de antonio aguilar al proyecto arce

Encuentro con el Club Lector

IES José Planes

Para futuros poetas….

"Un centro de secundaria puede ser un lugar peligroso. Un lugar donde se habla, entre otras cosas, de poesía. La ociosidad

en estado puro. Pero los ojos, normalmente por pares, en esta ocasión se centran en mí.

Es por eso que lo considero peligroso. Son ojos despiertos, inteligentes. Yo no tengo mucho que decirles que ya no sepan, a lo

mejor, dos o tres cosas, tengo que decir que la poesía es una manifestación de amor por

la vida y que hay que manifestar ese amor, que de lo contrario se pierde y ya no se

puede recuperar.

Los asistentes, unos veinte (no llegan), pero la poesía siempre tiende a la

hipérbole, me preguntan sobre la escritura, sobre cuándo, cómo y por qué empecé a

escribir y yo contesto, digo esto y aquello, a veces me pierdo, doy dos vueltas, leo un

poema, que les gusta, que no les convence, que les llega directo, que olvidarán, que recordarán un día en el futuro sin saber

muy bien por qué.

Y les hablo de mis padres y de mi compañera y de mi futuro hijo (que en el momento de

escribir esto ya es presente y se llama Alonso y con el que algún día también

tendré que hablar de la poesía y del amor y de todas estas cosas), también hablamos de la pérdida y del misterio, de saber mirar, de ver donde los demás no ven, de obligarme a

ver donde los demás no ven o no quieren y darle voz a algo inconcreto que no sabes

hasta que has puesto por palabras.

Al final me barrunto que por eso serán peligrosos, porque me obligan a hacerme preguntas, a

cuestionarme el discurso que traía aprendido, que ya no sirve, que hay que reinventar, porque te

miran con esos ojos, normalmente por pares, y que en esta ocasión se centran (no sé si

inmerecidamente) en mí."

Antonio Aguilar Rodríguez para

‘De 0 a cien, en un libro cabemos todas y todos’.