bourdieu, la construcción del objeto
Post on 14-Feb-2018
228 Views
Preview:
TRANSCRIPT
-
7/23/2019 Bourdieu, La Construccin Del Objeto
1/32
E L O F I I O
D E S O I L O G O
Presupuestos epistemolgicos
PIERRE BOURDIEU
JEAN CLAUDE CHAM BOREDON
JEAN CLAUDE PAS SERN
M
S i g l o v e i n t i u n o e d i t o r e s r g e n t i n a
-
7/23/2019 Bourdieu, La Construccin Del Objeto
2/32
S E G U N D A P A R T E
LA CONSTRUCCIN DEL OBJETO
N. EL HECHO SE CONSTRUYE: LAS FORMAS
DE LA RENUNCIA EMPIRISTA
"El punto de vista -dice Saussure crea el objeto." Es decir que
una ciencia no podra definirse por un sector de lo real que le
correspondera como propio. Como lo seala Marx, "la totalidad
concreta, como totalidad del pensamiento, como un concreto del
pensamiento es,
in fact,
un producto del pensamiento y de la con-
cepcin [. . . ] . El todo, tal como aparece en la mente, como todo
del pensamiento, es un producto de la mente que piensa y que se
apropia el mundo del nico modo posible, modo que difiere de la
apropiacin de ese mundo en el arte, la religin, el espritu prc-
tico. El sujeto real mantiene, antes como despus, su autonoma
f ue ra de la m e n te [ . . . ] "
1
[K. Marx, texto n-
20]. Es el mismo
principio epistemolgico, instrumento de la ruptura con el realis-
mo ingenuo, que formula Max Weber: "No son dice Max We-
ber las relaciones reales entre cosas lo que constituye el prin-
cipio de delimitacin de los diferentes campos cientficos sino las
relaciones conceptuales entre problemas. Slo all donde se aplica
un mtodo nuevo a nuevos problemas y donde, por lo tanto, se
descubren nuevas perspectivas nace una ciencia nueva"
2
[Max
Weber, texto n 21}.
Incluso si las ciencias fsicas permiten a veces la divisin en
sub-unidades determ inada s, como la selenogra fa o la ocea nogra fa,
por la yuxtaposicin de diversas disciplinas referidas a un mismo
1
Karl Marx,
Introduction genrale la critique de l'conomie politique
(trad. M. Rubel y L. Evrard), en
Obras,
t. i, Gallimard, Pars, 1965, pp. 255-
256. En castellano vase Karl Marx,
Elementos fundamentales para la critica
de la economa poltica,
vol. i, Buenos Aires, Siglo XXI, 1971, p. 22.
2
M. Weber ,
Essais sur la thorie de la science, op. cit.,
p. 146.
-
7/23/2019 Bourdieu, La Construccin Del Objeto
3/32
52
E L O F I C I O D E J C I L O G O
sector de lo real, es slo con fines pragmticos: la investigacin
cientfica se organiza de hecho en tomo de objetos construidos
que no t ienen nada en comn con aquellas unidades delimitadas
por la percepcin ingenua. Pueden verse los lazos que atan an la
sociologa cientfica a las categoras de la sociologa espontnea
en el hecho de que a menudo se dedica a clasificaciones por sec-
tores aparentes, por ejemplo, sociologa de la familia, sociologa
del tiempo libre, sociologa rural o urbana, sociologa de la juven-
tud o de la vejez. En general, la epistemologa empirista concibe
las relaciones entre ciencias vecinas, psicologa y sociologa por
ejemplo, como conflictos de lmites, porque se imagina la divisin
cientfica del tra ba jo como divisin re al de lo re al.
Es posible ver en el principio durkheimiano segn el cual
"hay que considerar los hechos sociales como cosas" (se debe
poner el acento en "considerar como") el equivalente especfico
del golpe de estado terico por el cual Galileo construye el objeto
de la fsica mo de rna como sistema de relaciones cu antificables, o de
la decisin metodolgica por la cual Saussure otorga a la lings-
tica su existencia y objeto distinguiendo la lengua de la palabra:
en efecto, es una dist incin semejante la que formula Durkheim
cuando, explicitando totalmente la significacin epistemolgica de
la regla cardinal de su mtodo, afirma que ninguna de las reglas
implcitas que incluyen los sujetos sociales "se encuentra ntegra-
mente en las aplicaciones que de ellas hacen los particulares, ya
que incluso pueden estar sin que las apliquen en acto".
3
El se-
gundo prefacio de Las reglas dice claramente que se trata de pre-
cisar una actitud mental y no de asignar al objeto un status
ontolgico [U m il e Durkheim, texto r' 22]. Y si esta suerte de
tautologa, por la cual la ciencia se construye construyendo su
objeto contra el sentido comn siguiendo los principios de cons-
truccin que la definen, no se impone por su sola evidencia, es
porque nada se opone ms a las evidencias del sentido comn
que la diferencia entre objeto "real", preconstruido por la percep-
cin y objeto cientfico, como sistema de relaciones expresamente
construido.
4
3
m i l e D u r k h e i m ,
Les regles de la mthode sociologique,
2*
edic. revisada
y au m en tad a, F. Ale an , Pars , 1901; citado segn la 15 ed.
de
PUF
, Pars,
1963,
p. 9. Hay ed. esp.: Las reglas del mtodo sociolgico, Buenos
Aires,
Schapire, 1973.]
4
Es? sin duda , porqu e la si tuacin de com ienzo o de recom ienzo
se cuenta
entre
las ms favorables a la explicitacin de lo principios
de construccin que
-
7/23/2019 Bourdieu, La Construccin Del Objeto
4/32
I A C O N S T R U C C I N D E L O B J E T O
53
No es posible ahorrar esfuerzos en la tarea de construir el
objeto si no se abandona la investigacin de esos objetos precons-
I ruidos, hechos sociales dem arcado s, percibidos y calificados p or
la sociologa espontnea,
5
o "problemas sociales" cuya aspiracin
a existir como problemas sociolgicos es tanto ms grande cuanto
ms realidad social tienen para la comunidad de socilogos.
6
N o
basta multiplicar el acoplamiento de criterios tomados de la expe-
riencia comn (pinsese en todos esos temas de investigacin del
tipo "el ocio de los adolescentes de un complejo urbanstico en la
zona este de la periferia de Pars") para construir un objeto que,
producto de una serie de divisiones reales, permanece como un
objeto comn y no accede a la dignidad de objeto cientfico justa-
mente porque se somete a la aplicacin de tcnicas cientficas. Sin
duda que Alien H. Barton y Paul F. Lazarsfeld t ienen razn
cuando sealan que expresiones tales como "consumo opulento"
o "White-collar crime" construyen objetos especficos que, irre-
ductibles a los objetos comunes, toman en consideracin hechos
conocidos, los qu e por el simp le efecto de apro xim aci n, ad quie ren
un sentido nuevo;
7
pero la necesidad de construir denominaciones
especficas que, aun compuestas con palabras del vocabulario
comn, construyen nuevos objetos al establecer nuevas relaciones
carac ter izan a una c ienc ia , que la a rgumentac in polmica desplegada por los
durkheimistas para imponer e l pr inc ipio de la espec i f ic idad de los hechos
sociales" conserva, aun hoy, un valor que no es slo arqueolgico.
5
Muchos soc ilogos pr inc ipiantes obran como si basta ra darse un obje to
dotado de rea l idad soc ia l para poseer , a l mismo t iempo, un obje to dotado de
rea l idad soc iolgica : de jando a un lado las innumerables monograf as de
Idea , podr an c i ta rse todos esos temas de invest igac in que no t ienen ot ra
problemt ica que la pura y s imple designacin de gru pos sociales o de proble-
mas perc ib idos por la conciencia comn, en un momento dado.
6
N q es casu alidad si sectores de la sociologa, como por ejem plo el estud io
de los medios de comunicac in modernos o de l t iempo l ibre , son los ms
permeables a las prob lem t icas y esquem as de la soc iologa espontnea : adem s
de que esos objetos existen ya en tanto que temas obligados de la conversacin
comn sobre la sociedad moderna, deben su carga ideolgica al hecho que es
con e l mismo que se re lac iona e l in te lec tua l cuando estudia la re lac in de las
c lases populares con la cul tura . La re lac in de l in te lec tua l con la cul tura
encierra todo e l problema de su re lac in con la condic in de in te lec tua l , nunca
tan dramt icamente p lanteada como en e l problema de su re lac in con las
c lases populares como c lases desprovis tas de cul tura .
7
A. H. Bar to n y P. F . Laza rsfe ld , "Som e Funct ion s of Q ual i ta t ive
Analysis in Socia l Research" , en S. M. Lipse t y N. J . Smelser (eds. ) , So-
ciology: The Progress of a Decade, Pren t i ce Ha l l , Eng lewood C l i f s (N
.J . ) ,
1 9 6 1 , p p . 9 : 1 2 2 .
-
7/23/2019 Bourdieu, La Construccin Del Objeto
5/32
54
E L O F I C I O D E J C I L O G O
entre los aspectos de las cosas no es ms que un indicio del primer
grado de la ruptura epistemolgica con los objetos preconstruidos
de la sociologa espontnea. En efecto, los conceptos que pueden
superar a las nociones comunes no conservan aisladamente el
poder de resistir sistemticamente a la implacable lgica de la ideo-
loga: al r igor analtico y formal de los conceptos llamados "ope-
ratorios" se opone el rigor sinttico y real de los conceptos que se
han l lamado "sistemticos" porque su uti l izacin supone la refe-
rencia permanente al s is tema total de sus interrelaciones.
8
U n
objeto de investigacin, por ms parcial y parcelar io que sea, no
puede ser def inido y construido sino en funcin de una
problem-
tica terica
que permita someter a un sis temtico examen todos
los aspectos de la realidad puestos en relacin por los problemas
que le son planteados.
ii-1. Las abdicaciones del emp irismo
En la actualidad se coincide demasiado fcilmente con toda la re-
flexin tradicional sobre la ciencia, en el sentido de que no hay
observacin o experimentacin que no impliquen hiptesis . La
8
Los conceptos y proposic iones def in idos exc lu sivam ente po r su car c ter
"ope ra to r io" pueden no se r ms que l a fo rmulac in lg icamen te i r rep rochab le
de premoniciones y, por este motivo, son a los conceptos sistemticos y propo-
siciones tericas lo que el objeto pre-construdo es al objeto construido. Al
poner e l acento exc lusivamente en e l carc ter operac ional de las def in ic iones,
se corre e l pe l igro de tomar una s imple te rminologa c lasi f ica tor ia , como hace
S. C. Dodd
(Dimensions of Society,
Ne w York , 1942 , u "Opera t ion a l De f in i t ions
O p e r a t i o n a l l y D e f i n e d " , American Journal of Sociology, xLViit, 1942-1913,
pp. 482-489) por una verdadera teor a , abandonando para una invest igac in
ul te r ior e l problema de la s is temat ic idad de los conceptos propuestos y aun
de su fecundidad ter ica . Como lo subraya C. G. Hempel , pr iv i legiando las
"def in ic iones operac ionales" en de t r imento de las exigencias ter icas , " la l i te -
ra tura metodolgica consagrada a las c ienc ias soc ia les t iende a suger i r que
la soc iologa tendr a que proveerse , para preparar su porvenir de d isc ip l ina
c ient f ica , de una ampl ia como posible gama de t rminos "operac ionalmente
def in idos" y "de un empleo constante y unvoco" , como si la formacin de los
conceptos cientficos pudiera ser separada de la elaboracin terica. Es la
formulac in de s is temas conceptua les dotados de una per t inencia ter ica lo que
se emplea en e l progreso c ient f ico: ta les formulac iones exigen e l descubri -
miento ter ico cuyo impera t ivo empir is ta u operac ional is ta de la per t inencia
em pr ica [ . . no podra darse por s so lo (C. G. He m pe l , Fundamentis
of
Concept Formation in Empirical Research
, Universi ty of Chicago Press , Chica-
go, London, 1952, p . 47) .
-
7/23/2019 Bourdieu, La Construccin Del Objeto
6/32
I A C O N S T R U C C I N D E L O B J E T O
55
definicin del proceso cientfico como dilogo entre hiptesis y
experiencia, sin embargo, puede rebajarse a la imagen antropo-
inrfica de un intercambio en que los dos socios asumiran roles
perfectam ente simtricos e intercambiables; pero no ha y que olvi-
dar que lo real no tiene nunca la iniciativa puesto que slo puede
responder si se lo interro ga. Bach elard sostena, en otros trm inos,
que el "vector epistemolgico [. . .] va de lo racional a lo real y
no a la inversa, de la realidad a' lo general, como lo profesaban
todos los filsofos desde Aristteles hasta Bacon" [Gastn Bache-
lard, texto n? 23],
Si
hay que recordar que "la teora domina al trabajo expe-
rimental desde la misma concepcin de partida hasta las ltimas
manipulaciones de laboratorio",
9
o an ms que "sin teora no es
posible ajustar ningn instrumento ni interpretar una sola lec-
tura"
10
es porque la representacin de la experiencia como pro-
tocolo de una comprobacin libre de toda implicacin terica deja
traslucir en miles de indicios, por ejemplo en la conviccin, todava
muy extendida, de que existen hechos que podran trascender tal
como son a la teora para la cual y por la cual fueron creados.
Sin embargo, el desafortunado destino de la nocin de totemismo
(que Lvi-Strauss compara al de histeria) bastara para destruir
la creencia en la inmortalidad cientfica de los hechos: una vez
abandonada la teora que los una, los hechos del totemismo vuel-
ven a su estado de datos de donde una teora los haba sacado por
un tiempo y de donde otra teora no podr sacarlos ms que confi-
rindoles otro sentido.
11
Basta haber intentado una vez someter al anlisis secundario
un material recogido en funcin de otra problemtica, por apa-
rentemente neutral que se muestre, para saber que los
data
ms
ricos no podran nunca responder completa y adecuadamente a
los interrogantes para los cuales y por los cuales no han sido cons-
truidos. No se trata de impugnar por principio la validez de la
utilizacin de un material de segunda mano sino de recordar las
condiciones epistemolgicas de ese trabajo de retraduccin, que
se refi ere siem pre a hechos construidos (bien o m al) y no a datos.
Tal trabajo de interpretacin, del cual Durkheim dio ya el
ejemplo en El suicidio, podra constituir la mejor incitacin a la
9
K . R . Poppe r , The Logic of Scientific Discovery, op. cit., p. 107.
1 0
P . D u h e m , La thorie physique, op. cit., p. 277.
1 1
C laude Lv i -S t rauss , Le totemisme aujourd'hui,
PUF
, Pars, 1962,
p.
7
| liuy ed. esp.}.
-
7/23/2019 Bourdieu, La Construccin Del Objeto
7/32
56
E L O F I C I O D E J C I L O G O
vigilancia epistemolgica en la medida en que exige una explici-
tacin metdica de las problemticas y principios de construccin
del objeto que estn comprendidos tanto en el material como en
el nuevo tratamiento que se le aplica. Los que esperan milagros
de la triada mtica, archivos, data y computers desconocen lo que
separa a esos objetos preconstruidos llamados hechos cientficos
(recogidos por el cuestionario o por el inventario etnogrfico) de
los objetos reales que conservan los museos y que, por su "exce-
dente concreto", ofrecen a la indagacin posterior la posibilidad
de construcciones indefinidamente renovadas. Al no tener en
cuenta esos
preliminares epistemolgicos
, se est expuesto a con-
siderar de modo diferente lo idntico e identificar lo difer ' te, a
com parar lo incom parable y a om itir com parar lo comp arab ^or
el hecho de que en sociologa los "datos", aun los ms objetivos, se
obtienen por la aplicacin de estadsticas (cuadros de edad, nivel
de ingresos, etc.) que implican supuestos tericos y por lo mismo
dejan escapar informacin que hubiera podido captar otra cons-
truccin de los hechos.
12
El positivismo, que considera los hechos
como datos, se limita ya sea a reinterpretaciones inconsecuentes,
porque stas se desconocen como tales, ya sea a simples confirma-
ciones obtenidas en condiciones tcnicas tan semejantes como sea
posible: en todos los casos efecta la reflexin metodolgica sobre
las condiciones de reiterabilidad como un sustituto de la reflexin
epistemolgica soore la reinterpretacin secundaria.
Slo una imagen mutilada del proceso experimental puede
hacer de la "subordinacin a los hechos" el imperativo nico. Es-
pecialista de una ciencia impugnada, el socilogo est particular-
mente inclinado a reafirmar el carcter cientfico de su disciplina
sobrevalorando los aportes que ella ofrece a las ciencias de la
naturaleza. Reinterpretado segn una lgica que no es otra que
la de la herencia cultural, el imperativo cientfico de la subordi-
nacin al hecho desemboca en la renuncia pura y simple ante el
dato. A esos practicistas de las ciencias del hombre que tienen
una fe poco comn en lo que Nietzsche l lamaba "el dogma de la
inmaculada percepcin", es preciso recordarles, con Alexandre
Koyr, que "la experiencia, en el sentido de experiencia bruta, no
1 2
Cfr . P . Bourdieu y J . C . Passeron, "La comparabi l i t des systmes
d 'ducat ion" , en R. Caste l y J . C . Passeron (eds. ) , ducation, dmocratie et
dveloppment, Cah ie r s du Cen t re de Soc io log ie Eu ropen ne , n ' 4 , M ou ton ,
Par is , La Haya , 1967, pp . 20-58.
-
7/23/2019 Bourdieu, La Construccin Del Objeto
8/32
I A C O N S T R U C C I N D E L O B J E T O
57
desempe ningn rol, como no fuera el de obstculo en el naci-
miento de la ciencia clsica".
13
Ocurre, en efecto, como si el empirismo radical propusiera
como ideal al socilogo anularse como tal. La sociologa sera
menos vulnerable a las tentaciones del empirismo si bastase con
recordarle, como deca Poincar, que "los hechos no hablan".
Quiz la maldicin de las ciencias del hombre sea la de ocuparse
de un objeto que habla. En efecto, cuando el socilogo quiere
sacar de los hechos la problemtica y los conceptos tericos que
le permitan construirlos y analizarlos, siempre corre el riesgo
de sacarlos de la boca de sus informantes. No basta con que el
socilogo escuche a los sujetos, registre fielmente sus palabras y
razones, para explicar su conducta y aun las justificaciones que
proponen: al hacer esto, corre el riesgo de sustituir lisa y llana-
mente a sus propias prenociones por las prenociones de quienes
estudia o por una mezcla falsamente cientfica y falsamente obje-
tiva de la sociologa espontnea del "cientfico" y de la sociologa
espontnea de su objeto.
Obligarse a mantener para indagar lo real o los mtodos
de cuestionamiento de lo real aquellos elementos creados en
realidad por una indagacin que se desconoce y se niega como
tal, es sin duda la mejor manera de estar expuesto, negando que la
comprobacin supone la construccin, a comprobar una nada que
se ha c onstruido a pesar de todo. Podra n darse cientos de ejemplos
en que, creyendo sujetarse a la neutralidad al limitarse a sacar del
discurso de los. sujetos los elementos del cuestionario, el socilogo
propone, al juicio de stos, juicios formulados por otros sujetos
y termina por clasificarlos en relacin a juicios que l mismo no
s,il)e clasificar o a tomar por expresin de una actitud profunda
iuicios.superficialmente provocados por la necesidad de responder
a preguntas innecesarias. Todava ms: el socilogo que niega la
construccin controlada y consciente de su distancia a lo real y
de su accin sobre lo real, puede no slo imponer a los sujetos pre-
guntas que su experienc ia no les plan tea y om itir las que en efecto
.urgen de aqullas, sino incluso plantearles, con toda ingenuidad,
las preg untas que sus propios propsitos le plan tea n, m edia nte un a
onfusn posit ivista e ntre las pregun tas q ue surgen objetivam ente
1 3
A . Koyr , tudes Galilennes, i . A l'aube de la science classique, H e r -
mimn, Par s , 1940, p . 7 . Y agrega: "Las exper ienc ias de las que se rec lama
o habr de rec lamarse ms t a rde Ga l i l eo , aun l a s que e j ecu ta rea lmen te , no
un n i ha br n de se r nun ca m s que expe r i enc ia s de pens am ien to" ( ibd . , p. 72).
-
7/23/2019 Bourdieu, La Construccin Del Objeto
9/32
58
E L O F IC IO D E J CI L O G O
y aquellas que se plantean conscientemente. El socilogo no sabe
qu hacer cuando, desorientado por una falsa filosofa de la obje-
tividad, se propone anularse en tanto tal.
No hay nada ms sorprendente que el hiperempirismo, que
renuncia al deber y al derecho de la construccin terica en pro-
vecho de la sociologa espontnea y reencuentra la filosofa espon-
tnea de la accin humana como expresin de una deliberacin
consciente y volun taria, t ransp aren te en s m isma : num erosas
encuestas de motivaciones (sobre todo retrospectivas) suponen
que los sujetos puedan guardar en algn momento la verdad obje-
t iva de su comportamiento (y que conservan continuamente una
memoria adecuada) , como si la representacin que los sujetos se
hacen de sus decisiones o de sus acciones no debiera nada a las
racionalizaciones retrospectivas.
1 4
Se pue den y se deben, sin du da,
recoger los discursos ms irreales, pero a condicin de ver en
ellos no la explicacin del comportamiento sino un aspecto del mis-
mo que debe explicarse. Cada vez que el socilogo cree eludir la
tarea de construir los hechos en funcin de una problemtica te-
rica, es porque est dominado por una construccin que se des-
conoce y que l desconoce como tal, recogiendo al final nada ms
que los discursos ficticios que elaboran los sujetos para enfrentar
la situacin de encuestado y responder a preguntas artificiales oincluso al artificio por excelencia como es la ausencia de pre-
guntas. Cuando el socilogo renuncia al privilegio epistemolgico
es para caer siempre en la sociologa espontnea.
II-2. Hiptesis o supuestos
Sera fcil demostrar que toda prctica cientfica, incluso y sobre
todo cuando obcecadamente invoca el empirismo ms radical,
implica supuestos tericos y que el socilogo no tiene ms alter-
nativa que moverse entre interrogantes inconscientes, por tanto
incontroladas e incoherentes, y un cuerpo de hiptesis metdica-
1 4
La nocin de opinin sin duda debe su xi to, prct ico y terico, a que
concent ra todas las i lus iones de la f i losof a a toms t ica de l pensamiento y de
la f i losof a espontnea de las re lac iones ent re e l pensamiento y la acc in,
comenzando por e l ro l pr iv i legiado de la expres in verbal como indicador de
las disposiciones en acto. Nada hay de sorprendente entonces si los socilogos
que c i eg am ent e co nf an en los sondeos' se expon en co n t i nu am ent e a confun d i r
las declarac iones de acc in, o peor an las declarac iones de in tencin con las
probabi l idades de acc in.
-
7/23/2019 Bourdieu, La Construccin Del Objeto
10/32
I A C O N S T R U C C I N D E L O B J E T O
59
mente construidas con miras a la prueba experimental . Negar la
formulacin explcita de un cuerpo de hiptesis basadas en una
teora, es condenarse a la adopcin de supuestos tales como las
prenociones de la sociologa espontnea y de la ideologa, es decir
los problemas y conceptos que se tienen en tanto sujeto social
cuando no se los quiere tener como socilogo. De este modo Elihu
Kutz demuestra cmo los autores de la encuesta publicada bajo el
ttulo The People's Choice no pudieron encontrar en una investi-
gacin basada en una prenocin, la de "masa" como pblico ato-
mizado de receptores, los medios de captar empricamente el
fenmeno m s im porta nte en mater ia de difusin cultural , a saber
el "flujo en dos tiempos" (
Tw o-s tep flow),
qu e no poda ser esta-
blecido sino a costa de una ruptura con la representacin del p-
blico como masa desprovista de toda estructura
1 5
[E . Katz,
texto n? 24 ].
Aun cuando se liberara de los supuestos de la sociologa
espontnea, la prctica sociolgica, sin embargo, no podra reali-
zar nunca el ideal empirista del registro sin supuestos, aunque
m s no fue ra por el hecho de que utiliza instru m ento s y tcnicas
de registro. "Establecer un dispositivo con miras a una medicin,
es plantear una pregunta a la naturaleza", deca Max Planck. La
medida y los instrumentos de medicin y en general todas las ope-
raciones de la prctica sociolgica, desde la elaboracin de los
cuestionarios y la codificacin hasta el anlisis estadstico, son
otras tantas teoras en acto, en calidad de procedimientos de cons-
1 5
E . Ka tz , "T he Tw o-Step F low o f Com mu nica t ion : A n Up- to -da te
Hi 'port on an Hypothesis", Public Opinin Quaterly, vol. 21, Sp rin g 1957,
PP (t-78: "De todas las ideas expuestas en The PeopVs Choice, la hiptesis del
l in io en dos t iempos es probablemente la menos apoyada en da tos empr icos.
I razn de e l lo es c la ra : e l proye cto de invest igac in no an t ic ipaba la imp or-
Inni a q ue rev ist i rian e n el anlisis de dato s las relacio nes interp erso nale s.
I
t.iilo que la im ag en de un pbl ico a tomizado insp iraba tanta s indagaciones
iolire las mass media, lo ms sorprendente es que las redes de inf luencia in te r-
I ei ' .ol ales pudieran l lamar, por poco que sea, la atencin de los investigadores".
IWn medir con qu fuerza una tcnica puede exc lui r un aspec to de l fenmeno,
Imsii i saber cmo, con otras problemticas y otras tcnicas, los socilogos rurales
> los etnlogos captaron desde t iempo atrs la lgica del two-step-flow. Los
i
1
mplos de estos descubrim ientos qu e ha y que redes cub ri r a bu nd an: es as
ionio A. H. Bar ton y P. F . Lazarsfe ld recuerdan que e l problema de los
" lampos informales" , de los que hace mucho t iempo eran consc ientes o t ros
1
1
in logos, s lo apare c ieron ta r da m en te y como un "desc ubrim iento sorpren-
' il " a los inves tigado res de la W es te rn El ectr ic; cf r . "S om e F onctio ns of
nunl i ia t ive Analysis in Socia l Research" (loe. cit.).
-
7/23/2019 Bourdieu, La Construccin Del Objeto
11/32
6 0
E L O F I C I O D E S O C I L O G O
traccin, conscientes o inconscientes, de los hechos y de las rela-
ciones entre los hechos. La teora implcita en una prctica, teora
del conocimiento del objeto y teora del objeto, tiene tanto ms
posibilidades de no se r controlada, y p or tan to inadec uada al objeto
en su especificidad, cuanto es menos consciente. Al llamar meto-
dologa, como a menudo se hace, a lo que no es sino un declogo
de preceptos tecnolgicos, se escamotea la cuestin metodol-
gica propiamente dicha, la de la opcin entre las tcnicas (m-
tricas o no) referentes a la significacin epistemolgica del trata-
miento que las tcnicas escogidas hacen experimentar al objeto
y a la significacin terica de los problemas que se quieren plan-
tear al objeto al cual se las aplica.
Por ejemplo, una tcnica aparentemente tan irreprochable
e inevitable como la de muestreo al azar puede aniquilar comple-
ta m en te el objeto de la investigacin, cada vez q ue este objeto debe
algo a la estructura de grupos que el muestreo al azar tiene justa-
mente por resultado aniquilar. As , Elihu Katz seala que "para
estudiar esos canales del flujo de influencia, que son los contactos
entre individuos, el proyecto de investigacin se ha revelado como
inop eran te por el hecho de que recurr ira a u n mu estreo al azar de
individuos abstrados de su medio social [ . . . ] . Cada individuo
de un muestreo al azar no puede hablar ms que por s mismo, y
losleadersde opinin, en el pa dr n electoral de 1940, no podan ser
identificados sino dando f e de su declaracin". Y subray a, adems,
que esta tcnica "no permite comparar los
leaders
con sus segui-
dores respectivos, sino slo los leaders y los no leaders en gene-
ra l " .
1 6
Puede verse cmo la tcnica aparentemente ms neutral
contiene una teora implcita de lo social, la de un pblico conce-
bido como una "masa atomizada", es decir, en este caso, la teora
consciente o inconscientemente asumida en la investigacin que,
por una suerte de armona preestablecida, se usaba con esta tc-
nica.
17
Otra teora del objeto, y al mismo tiempo otra definicin
1 8
E . K a t z , loe. cit. p. 64.
1 7
C . K.er r y L. H. Fi sher mues t ran que as como, en las inves t igaciones
de la escuela de E. Mayo, l a t cnica y los supues tos son af ines , l a observacin
cot id iana de los contac tos cara a cara y de las re lac iones in terpersonales dent ro
de l a empresa i mpl i ca l a conv i cc i n dudosa que "e l pequeo g rupo de t r a -
bajo es l a c lula esencia l en la organizacin de la empresa y que es te grupo
y sus m i em bro s obedecen sus t anc i a l m en t e a de t e rm i nac i ones a fec t i vas " [ . . . ]
"El s i s t ema de Mayo de r i va de dos opc i ones e senc i a l e s . U na vez cumpl i das
todo es t dado, los mtodos , e l campo de in ters , l as prescr ipc iones prc t icas ,
l os p rob l emas r e se rvados pa r a l a i nves t i gac i n" (y en pa r t i cu l a r ) " l a i nd i f e -
-
7/23/2019 Bourdieu, La Construccin Del Objeto
12/32
A C O N S T R U C C I N D E L O B J E T O
6 1
de los objetivos de la investigacin, hab ra rec urrid o al uso de otra
tcnica de mu estreo, por ejem plo el sondeo por sectores: regis tran-
do el conjunto de miembros de ciertas unidades sociales extradas
ni azar (u n establecimiento industrial , una fam ilia, un pue blo), se
procura el medio de estudiar la red completa de relaciones de co-
municacin que pueden establecerse en el interior de esos grupos,
comprendiendo que el mtodo, part icularmente adecuado al caso
estudiado, tiene tanto menos eficacia cuanto ms homogneo es el
sector y que el fenmeno del cual se quieren estudiar sus varia-
ciones depende ms del criterio segn el cual est definido ese
sector. Son todas las operaciones estadsticas que es preciso some-
ter a la interrogacin epistemolgica: "A la mejor estadstica
(como a la menos buena tambin) no hay que exigirle ni hacerle
decir ms que lo que dice, y del modo y bajo las condiciones en
que lo dice".
18
Para obedecer verdaderamente al imperativo que
formula Simiand y para no hacer decir a la estadstica otra cosa
que lo que dice, hay que preguntarse en cada caso lo que dice y
puede decir, en qu lmites y bajo qu condiciones [F. Simiand,
texto n? 25].
ii-3.
La falsa neutralidad de las tcnicas:
objeto construido o artefacto
K1
imperat ivo de la "neutral idad t ica" que Max Weber opona
n la ingenuidad moralizante de la filosofa social tiende a trasfor-
marse hoy en un mandamiento rutinizado del catecismo sociol-
gico. Si se creyera en las representaciones ms chatas del precepto
weberiano, bastara precaverse de la parcialidad afectiva e incita-
ciones ideolgicas sobre la significacin de los conceptos y la
pertinencia de las tcnicas. La ilusin de que las operaciones "axio-
lgicamente neutras" son tambin "epistemolgicamente neutras"
limita la crtica del trabajo sociolgico, el suyo o el de otros, al
examen, casi siempre fcil y estril, de sus supuestos ideolgicos
y al de sus valores ltimos. La discusin sin fin sobre la "neutra-
i rnc ia a los problemas de c lase , de ideologia , de poder" ("Plant Sociology:
' l ' l ie El i te and the Aborig ines" , en M. Komarovsky ed . Com mon Frontiers
-
7/23/2019 Bourdieu, La Construccin Del Objeto
13/32
62
E L O F ICIO D E SO CI L O G O
lidad axiolgica" se utiliza a menudo como sustituto de la discu-
sin propiamente epistemolgica sobre la "neutralidad metodol-gica" de las tcnicas y, por esa razn, proporciona una nueva
garanta a la ilusin positivista. Por un efecto de desplazamiento,
el inters por los supuestos ticos y por los valores o fines ltimos
es un apartarse del examen crtico de la teora del conocimiento
sociolgico que est implicada en
los actos ms
elementales de la
prctica.
Por ejemplo, no es porque se presenta como la realizacin
paradigmtica de la neutralidad en la observacin el que, entre
todas las tcnicas de recoleccin de datos, la entrevista no dirigida
se la sobrevalora frecuentemente, en detrimento de la observacin
etnogrfica que, cuando emplea normas obligadas por la tradi-
cin, realiza ms completamente el ideal del inventario siste-
mtico efectuado en una situacin real? Es posible sospechar de
las razones del favor que goza esta tcnica cuando se observa que
ni los "tericos" ni los metodlogos y ni siquiera los usuarios del
instrumento, nada mezquinos sin embargo en cuanto a consejos
y consignas, se pusieron jams a interrogarse metdicamente sobre
las distorsiones especficas que produce una relacin social tan
profundamente art ificial : cuando no se controlan sus supuestos
implcitos y se enfrenta con sujetos sociales igualmente predis-
puestos a hablar libremente de cualquier cosa, ante todo de ellos
mismos, e igualmente dispuestos a adoptar una relacin forzada
e intemperante a la vez con el lenguaje, la entrevista no dirigida
que rompe la reciprocidad del dilogo habitual (por otra parte
no exigible por igual en cualquier medio y situacin) incita a los
sujetos a producir un artefacto verbal, por lo dems desigualmente
artificial segn la distancia entre la relacin con el lenguaje favo-
recido por su clase social y la relacin artific ial con el lengu aje que
se exige de ellos. Olvidar el cuestionam iento de las tcnicas f orm al-
m en te m s neut rale s significa no a dv ertir, en tre otras cosas, que las
tcnicas de encuesta son tambin tcnicas de sociabilidad social-
mente calificadas [L. Schatzmann y A. Strauss, texto n '' 261. L a
observacin etnogrfica, que es a la experimentacin social lo que
la observacin de los animales en su medio natural es a la experi-
mentacin en laboratorio, hace notar el carcter ficticio y forzado
de la mayor parte de las situaciones sociales creadas por un ejer-
cicio rutinario de la sociologa que llega a desconocer tanto ms
la "reaccin de laboratorio" cuanto que slo conoce el laboratorio
y sus instrumentos, tests o cuestionarios.
-
7/23/2019 Bourdieu, La Construccin Del Objeto
14/32
I A C O N S T R U C C I N D E L O B J E T O
63
En tanto no hay registro perfectamente neutral no existe
una pregunta neutral. El socilogo que no somete sus propias
interrogaciones a la interrogacin sociolgica no podra hacer un
anlisis verdaderamente neutral de las respuestas que provoca.
Sea una pregunta tan unvoca en apariencia como: "trabaj
usted hoy?". El anlisis estadstico demuestra que provoca res-
puestas diferentes de parte de los campesinos de Cabila o del sur
argelino, los cuales si se refirieran a una definicin "objetiva"
del trabajo, es decir a la definicin que una economa moderna
tiende a dar de los agentes econmicos, debieran dar respuestas
semejantes. Slo a condicin de que se interrogue sobre su propia
pregunta, en lugar de pronunc iarse precipitada me nte por lo absur-
do o la mala fe de las respuestas, el socilogo tiene alguna posi-
bilidad de descubrir que la definicin de trabajo que implica su
pregunta est desigualmente alejada de aquella que las dos cate-
goras de sujetos dan en sus respuestas.
19
Puede verse cmo una
pregunta que no es transparente para el que la hace puede oscu-
recer el objeto que inevitablemente construye, incluso si la misma
no ha sido hecha para construirlo [7. H. Goldthorpe y D. Lock-
wood, texto n
27]. Dado que se puede preguntar cualquier cosa
a cualquiera y que casi siempre alguien tiene buena voluntad para
responder cuando menos algo a cualquier pregunta, aun la ms
irreal, si quien interroga, carente de una teora del cuestionario,
no se plantea el problema del significado especfico de sus pregun-
tas, corre el peligro de encontrar con demasiada facilidad una
garanta del realismo de sus preguntas en la realidad de las
respuestas que recibe:
20
interrogar, como lo hace D. Lerner, a
subproletarios de pases subdesarrollados sobre la inclinacin a pro-
yectarse en sus hroes cinematogrficos preferidos, cuando no
respecto de la lectura de la prensa, es estar expuesto evidente-
mente a recoger un flatus vocisque no tiene otra significacin que
1 9
P . Bourd ieu , Trava il et travailleurs en Algrie, pa r t e , M outo n ,
I 'ars, La Haya, 1962, pp. 303-304.
2 0
Si e l an l is is secundar io de los documentos proporc ionados por la
encuesta ms ingenua es casi s iempre posible , y leg t imo, es porque resul ta
muy ra ro que los su je tos in te r rogados re spondan ve rdade ramen te cua lqu ie r
osa y no rev ele n algo e n sus respues tas de lo que son: se sabe po r eje m plo
-
7/23/2019 Bourdieu, La Construccin Del Objeto
15/32
64
E L O F I C I O D E S O C I L O G O
la que le confiere el socilogo tratndolos como un discurso signi-
ficante.
2 1
Siempre que el socilogo es inconsciente de la proble-
m tica q ue incluye en sus pregun tas, se impide la comprensin de
aquella que los sujetos incluyen en sus respuestas: las condiciones
estn dadas, entonces, para que pase inadvertido el equvoco que
lleva a la descripcin, en trminos de ausencia, de las realidades
ocultadas por el instrumento mismo de la observacin y por la
intencin, socialmente condicionada, de quien utiliza el instru-
mento.
El cuestionario ms cerrado no garantiza necesariamente la
univocidad de las respuestas por el solo hec ho de que som eta todos
los sujetos a preguntas formalmente idnticas. Suponer que la
misma pregunta tiene el mismo sentido para sujetos sociales dis-
tanciados por diferencias de cultura pero unidos por pertenecer
a una clase, es desconocer que las diferentes lenguas no difieren
slo por la extensin de su lxico o su grado de abstraccin sino
por la tem tica y problemtica que transm iten. L a cr tica que h ace
Mxime Chastaing del "sofisma del psiclogo" es pertinente siem-
pre que se desconoce el problema de la significacin diferencial
que las preguntas y las respuestas asumen realmente segn la
condicin y la posicin social de las personas interrogadas: "El
estudiante que confunde su perspectiva con la de los nios estu-
diados recoge su propia perspectiva en el estudio en que cree obte-
ner l a de los n ios [ . . . ] . Cuando p regun ta : Trabajar y jugar
es la misma cosa? Qu diferencia hay entre trabajo y juego?,
impone, por los sustantivos que su pregunta contiene, la diferen-
cia adul ta que pareciera cues t ionar [ . . . ] . Cuando el encuestador
clasifica las respuestas no segn las palabras que las constituyen
sino de acuerd o con el sentido que les dara si el mism o las h ub iera
dado en los tres rdenes del juego-facilidad, juego-inutilidad y
2 1
D . L e r n e r , The Passing of Traditional Society, T he Fr ee Pre ss o f
Glencoe , Nueva York, 1958. Sin ent rar en una cr i t ica s is temt ica de los supues-
tos ideolgicos impl icados en u n cuest ionar io , qu e de 117 pr eg un tas slo conten a
dos re ferentes a l t raba jo y a l s ta tus econmico (contra 87 sobre las
mass media,
c ine , d ia r ios , radio , te levis in) puede observarse que una teor a que tome en
cuenta las condic iones obje t ivas de exis tenc ia de l sub-prole ta r io y , en par t icular ,
la inestabi l idad genera l izada que lo carac ter iza , puede expl icar la apt i tud de l
sub-p ro le ta r io de imag ina rse a lmacene ro o pe r iod i s t a , y aun de l a pa r t i cu la r
modal idad de esas "proyecciones" , en tanto que la " teor a de la moderniza-
c in" , que p ropone Le rne r , e s impo ten te pa ra exp l i ca r l a r e l ac in que e l sub-
p ro le ta r io man t i ene con su t r aba jo o e l po rven i r . Aunque b ru ta l y g rose ro ,
parece que este c r i te r io permite d is t inguir un inst rumento ideolgico,
condenado
a
p roduc i r un s imple artefacto, de un ins t rumen to c i en t f i co .
-
7/23/2019 Bourdieu, La Construccin Del Objeto
16/32
I A C O N S T R U C C I N D E L O B J E T O
65
juego-liber tad, obliga a los pensamientos infanti les a entrar en
esos compartimientos filosficos".
22
Para escapar a este etnocen-
trismo lingstico, no basta, como se ha visto, someter al anlisis
de contenido las palabras obtenidas en la entrevista no dirigida, a
riesgo de dejarse imponer las nociones y categoras de la lengua
empleada por los sujetos: no es posible liberarse de las pre-cons-
trucciones del lenguaje, ya se trate del per teneciente al cientf ico
o del de su objeto, ms que estableciendo la dialctica que lleva a
construcciones adecuadas por la confrontacin metdica de dos sis-
temas de pre-construcciones
2 3
[C .Lvi-Strauss, M. Mauss, B. Ma-
linovski, textos n28, 29 y 30] ,
No se han sacado todas las consecuencias metodolgicas del
hecho de qu e las tcnicas m s clsicas d e la sociologa e m prica es-
tn condenadas, por su misma naturaleza, a crear s i tuaciones de
experimentacin f icticias esencialmente diferente^-de las experi-
mentaciones sociales que continuamente produce Ta evolucin de
la vida social. Cuanto las conductas y actitudes estudiadas ms de-
penden de la coyuntura, la investigacin, en la coyuntura particu-
lar que perm ite la s i tuacin de encuesta, est m s expuesta a cap tar
slo las actitudes u opiniones que no valen ms all de los lmites
de esta situacin. As, las encuestas que tratan sobre las relaciones
entre las clases y, ms precisamente, sobre el aspecto poltico de
esas relaciones, estn casi inevitablemente condenadas a terminar
con la agravacin de los conflictos de clase porque las exigencias
tcnicas a las cuales se deben sujetar las obligan a excluir las
situaciones crticas y, por ello mismo, se les vuelve difcil captar
o prever las conductas que nacern de una si tuacin conflictiva.
Como lo observa Marcel Maget, hay que "remitirse a la histor ia
para descubrir las constantes (si es que existen) de reacciones a
situaciones nuevas. La novedad histrica acta como reactivo
para reve lar las vir tualid ades latentes. D e all la uti l idad de seguir
ni grupo estudiado cuando se enfrenta a s i tuaciones nuevas, cuya
'vocacin no es nada ms que un remedio para salir del paso, pues
no se pueden m ult ip l ica r las preg untas has ta e l in f in i to" .
8 4
2 3
M. Chas ta ing , " Joue r n ' e s t pa s joue r" , loe. cit.
2 3
De este modo, la ent revis ta no di rec t iva y e l an l is is de contenido no
I>odrian ser uti l izados como una especie de patrn absoluto, pero deben propor-
c ionar un medio de controlar cont inuamente tanto e l sent ido de las preguntas
planteadas como las ca tegor as segn las cua les son ana l izadas e in te rpre tadas
las respuestas.
2 4
M . M a g e t , Guide d'tude directe des comportements culturis,
C . N . R . S .
Pars, 1950, p. xxxi.
-
7/23/2019 Bourdieu, La Construccin Del Objeto
17/32
-
7/23/2019 Bourdieu, La Construccin Del Objeto
18/32
A C O N S T R U C C I N D E L O B J E T O 67
nada ms que uno de los instrumentos de la observacin, cuyas
ventajas metodolgicas, como por eje mp lo la cap acidad de recogerlutos homogneos igualmente apreciables por un anlisis estads-
tico, no deben disimular sus lmites epistemolgicos; de manera
iiue no slo no es la tcnica ms econmica para captar las con-
ductas normalizadas, cuyos procesos rigurosamente "determina-
dos" son altamente previsibles y pueden ser en consecuencia
uptados en virtud de la observacin o la interrogacin sagaz de
algunos informantes, sino que se corre el peligro de desconocer
ese aspecto de las conductas, en sus usos ms ritualizados, e in-
V) 65).
-
7/23/2019 Bourdieu, La Construccin Del Objeto
19/32
6 8
EL OFICIO DE SOCILOGO
antropologa social (ente ndida en el pleno sentido del trm ino y n o
como sinnimo de etnologa) supone una reflexin epistemolgica
que intentara determinar lo que las dos metodologas deben, en
cada caso, a las tradiciones de cada una de las disciplinas y a
las cara ctersticas de hech o de las sociedades que to m an por objeto.
Si no existen dudas de que la importacin descontrolada de mto-
dos y conceptos que han sido elaborados en el estudio de las socie-
dades sin escritura, sin tradiciones histricas, socialmente poco
diferenciadas y sin tener muchos contactos con otras sociedades,
pueden conducir a absurdos (pinsese por ejemplo en ciertos an-
lisis "culturalistas" de las sociedades estratificadas), es obvio que
hay que cuidarse de tomar las limitaciones condicionales por lmi-
tes de validez inherentes a los mtodos de la etnologa: nada
impide aplicar a las sociedades modernas los mtodos de la etno-
loga, mediante el sometimiento, en cada caso, a la reflexin epis-
temolgica de los supuestos implcitos de esos mtodos que se
refieren a la estructura de la sociedad y a la lgica de sus trans-
formaciones.
29
No hay operacin por ms elemental y, en apariencia, auto-
mtica que sea de tratamiento de la informacin que no implique
una eleccin epistemolgica e incluso una teora del objeto. Es
evidente, por ejemplo, que es toda una teora, consciente o incons-
ciente, de la estratificacin social lo que est en juego en la codi-
ficacin de los indicadores de la posicin social o en la demarca-
cin de las categoras (tngan se presen tes, por ejemp lo, los difere n-
tes ndices entre los cuales se puede escoger para definir los grados
de "cristalizacin del status"). Los que, por omisin o impru-
dencia, se abstienen de sacar todas las consecuencias de esta
evidencia se exponen a la crtica frecuentemente dirigida a las
descripciones escolares que tienden a sugerir que el mtodo expe-
rimental t iene por funcin descubrir relaciones entre "datos" o
propiedades preestablecidas de esos "datos". "Nada hay de ms
engaoso, deca Dewey, que la aparente sencillez de la investiga-
cin cientfica tal como la describen los tratados de lgica", esta
sencillez especiosa alcanza su punto culminante cuando se utilizan
las letras del alfabeto para representar la articulacin del objeto:
teniendo en un caso,
ABCD
, en otro
BCFG
, en un tercero
CDEH
y as
sucesivamente, se concluye que es c el que evidentemente deter-
2 9
Tal sustant ivac in de l mtodo e tnolgico es la que rea l iza R. Biers tedt
en su a r t iculo "The Limita t ion of Anthropologica l Method in Sociology" ,
American Journal of Sociology, l i v
, 1948-1949, pp. 23-30.
-
7/23/2019 Bourdieu, La Construccin Del Objeto
20/32
I A C O N S T R U C C I N D E L O B J E T O 69
mina el fenmeno. Pero el uso de este simbolismo es "un medio
muy eficaz de oscurecer el hecho de que los m ater iales en cuestin
lian sido ya estandarizados y de disimular por ello que toda la
tarea de la investigacin inductiva-deductiva descansa en realidad
sobre operaciones en virtud de las cuales los materiales son homo-
geneizados".
30
Si los metodlogos estn ms atentos a las reglas
que se deben observar en la manipulacin de las categoras ya
constituidas que en las operaciones que permiten construirlas, es
porque el problema de la construccin del objeto no puede resol-
verse nunca de antemano y de una vez para siempre, ya se trate
de dividir a una poblacin en categoras sociales, por nivel de
ingreso o segn la edad. Por el hecho de que toda taxonoma im-
plica una teora, una divisin inconsciente de sus alternativas, se
opera necesariamente en funcin de una teora inconsciente,
fs decir casi siempre de una ideologa. Por ejemplo, dado que
los ingresos varan de una manera continua, la divisin de una
poblacin por nivel de ingresos implica necesariamente una teora
de la estratificacin: "no se puede trazar una lnea de separacin
nbsoluta entre los ricos y los pobres, entre los capitalistas terrate-
nientes o inmobiliarios y los trabajadores. Algunos autores pre-
tenden deducir de este hecho la consecuencia de que en nuestra
ociedad no cabe ya hablar de una clase capitalista, ni oponer la
burguesa a los trabajadores".
8 1
Es tanto como dec ir, agrega Pare to,
que no existen ancianos, puesto que no se sabe a qu edad, o sea
mi qu momento de la vida, comienza la vejez.
Habra que preguntarse, por ltimo, si el mtodo de anlisis
ile datos que parece el ms apto para aplicarse en todos los tipos de
relaciones cuan tificables, como es el anlisis m ultiva riad o, n o debe
meterse siempre a la interrogacin epistemolgica; en efecto,
partiendo de que se puede aislar por turno la accin de las dife-
rentes variables del sistema completo de relaciones dentro del cual
mian, a fin de captar la eficacia propia de cada una de ellas, esta
tcnica no puede captar la eficacia que puede tener un factor al
insertarse en una estructura e incluso la eficacia propiamente
rMi
uctura l del sistema d e
factores.
Adem s, al obtener por un corte
sincrnico un sistema definido por un equilibrio puntual, se est
; w
J . D e w e y , Logic: The T heory of Inqiry, Ho l t , Nu eva York , t938 ,
Hl, n. 1.
3 1
V . Pa re to , Cours d'conomie politique, t . i i , Droz , Ginebra , p . 385.
I tcnicas m s ab st rac tas de d iv is in de l m ate r ia l t ie nen po r e fec to justa -
men te anu la r l a s un idades conc re ta s como gene rac in , b iogra f a y ca r re ra .
-
7/23/2019 Bourdieu, La Construccin Del Objeto
21/32
70 E L O F ICIO DE SO CI L O G O
expuesto a dejar escapar lo que el sistema debe a su pasado y, por
ejemplo, el sentido diferente que pueden tener dos elementos
semejantes en el orden de las simultaneidades por su pertenencia
a sistemas diferentes en el orden de la sucesin, es decir, por
ejemplo, en diferentes trayectorias biogrficas.
32
Generalmente,
Una hbil utilizacin de todas las formas de clculo que permite
el anlisis de u n con junto de relaciones supondra u n conocimiento
y u n a conciencia perf ecta m ente claros de la teora del hecho social,
considerado en los procedimientos en v irtud de los cuales cada un o
de ellos selecciona y construye el tipo de relacin entre variables
que determinan su objeto.
As como las reglas tcnicas del uso de tcnicas son fciles
de emplear en la codificacin, as son difciles de determinar los
principios que permiten una utilizacin de cada tcnica que tenga
en cuenta conscientemente los supuestos lgicos o sociolgicos de
sus operaciones y, aun ms, a plasmarse en la prctica. En cuanto
a los principios de los principios, los que rigen el uso correcto del
mtodo experimental en sociologa, y por esa razn, constituyen
el fundamento de la teora del conocimiento sociolgico, estn en
este punto tan opuestos a la epistemologa espontnea que pueden
ser constantemente transgredidos en nombre mismo de preceptos
o frmulas de las cuales se cree sacar partido. De este modo, la
misma intencin metodolgica de no atenerse sino a las expresio-
nes conscientes, puede llegar a otorgar, a construcciones tales como
el anlisis jerrquico de opiniones, el poder de elevar las decla-
raciones, aun las ms superficiales, a actitudes que son su prin-
cipio, es decir de tra ns m uta r m gica m ente lo consciente en incons-
ciente, o por un proceso idntico, pero que fracasa por razones
inversas, a buscar la estructura inconsciente del mensaje de prensa
por medio de un anlisis estructural que no puede otra cosa, en el
mejor de los casos, que redescubrir penosamente algunas verdades
primeras mantenidas conscientemente por los productores del
mensaje .
Del mismo modo, el principio de la neutralidad tica, lugar
comn de todas las tradiciones metodolgicas, paradjicamente
puede incitar, en su forma rutinaria, al error epistemolgico que
aspira prevenir. Es en nombre de una concepcin simplista del
relativismo cultural que ciertos socilogos de la "cultura popular"
3 2
Cf r . P . Bourdieu , J . C . Passero n y M. de Sa i nt -M art n , Rapport pdago-
gique et communicaion,
Cahiers du Cen tre de soc iologie europe nne , n ' 2 ,
Mouton, Par s , La Haya , 1965, pp . 43-57.
-
7/23/2019 Bourdieu, La Construccin Del Objeto
22/32
A C O N S T R U C C I N D E L O B J E T O
71
y do los medios modernos de comunicacin pueden crearse la i lu-
sin de actuar de acuerdo con la regla de oro de la ciencia etnol-
gica al considerar todos los comportamientos culturales, desde la
i uncin
folklrica hasta una can tata de Bach, pasan do por un a
(ancioncil la de moda, como si el valor que los diferentes grupos
les reconocen no formara parte de la realidad, como si no fuera
preciso referir siempre las conductas culturales a los valores a los
i nales se ref ie ren obje tivam ente p ara resti tuir les su sentido pro-
piamente cultural. El socilogo que se propone ignorar las diferen-
t ias de valo res q ue los sujetos sociales establecen en tre las obra s
culturales, realiza de hecho una trasposicin i legt ima, en tanto
incontrolada, del relativismo al cual se ve obligado el etnlogoi uando co nsidera cu ltur as corre spon dien tes a sociedades dife ren -
tes: las diferentes "culturas" existentes en una misma sociedad
estratif icada estn objetivamente si tuadas unas en relacin con las
otras, porque los diferentes grupos se sitan unos en relacin con
oros, en particular cuando se ref ieren a ellas; por el contrar io,
la relacin entre culturas correspondientes a sociedades diferentes
i'ilo puede existir en y por la comparacin que efecta el etnlogo,
r. l relativismo integral y mecnico desemboca en el mismo resul-
tado que el einocentrismo tico: en los dos casos el observador
sustituye su propia relacin por los valores de los que observa
(y de ese modo a su valor) , a la relacin que stos mantienen
objetivamente con sus valores.
", 'Lul es el f sico, pregunta Bachelard, que aceptara gastar sus
linlieres en construir un aparato carente de todo significado te-
i ii
o?" N um ero sas encu estas sociolgicas no resi stira n ta l int erro -
Kiinte. La renuncia pura y simple ante el dato de una prctica que
i
educe el cu erp o de hiptesis a un a serie de anticip acion es fra g-
mentar ias y pasivas condena a las manipulaciones ciegas de una
li nica q ue genera aut om tic am ente
artefactos
construcciones
vergonzosas que son la caricatura del hecho metdica y conscien-
temente construido, es decir de un modo cientfico. Al negarse a
ner el sujeto cientfico de su sociologa, el socilogo positivista se
d e d i c a ,
salvo por un milagro del inconsciente, a hacer una socio-
lugia sin objeto cientfico.
Olvidar que el hecho construido, segn procedimientos for-
malmente ir reprochables, pero inconscientes de s mismos, puede
un ser otra cosa que un
artefacto
es admitir , s in ms examen, la
-
7/23/2019 Bourdieu, La Construccin Del Objeto
23/32
72
E L O F ICIO DE SO CI L O G O
posibilidad de aplicar las tcnicas a la realidad del objeto al que
se las aplica. No es sorprendente que los que sostienen que un
objeto qu e no se puede cap tar n i m ed ir por las tcnicas disponibles
no tiene existencia cientfica, se vean llevados, en su prctica,
a no considerar como digno de ser conocido ms que lo que puede
ser medido o, peor, a conceder slo la existencia cientfica a todo
lo que es pasible de ser medido? Los que obran como si todos los
objetos fueran apreciables por una sola y misma tcnica, o indife-
rentemente por todas las tcnicas, olvidan que las diferentes tc-
nicas pueden contribuir, en medida variable y con desiguales
rendimientos, al conocimiento del objeto, slo si la utilizacin est
controlada por una reflexin metdica sobre las condiciones y los
lmites de su validez, que depende en cada caso de su adecuacin
al objeto, es decir a la teora del objeto.
33
Adems, esta reflexin
slo puede permitir la reinvencin creadora que exige idealmente
la aplicacin de una tcnica, " intel igencia muerta y que la mente
debe resucitar" , y a fortiori, la creacin y aplicacin de nuevas
tcnicas.
n -4 . La analoga y la construccin de hiptesis
Para poder construir un objeto y al mismo tiempo saber cons-
truirlo, hay que ser consciente de que todo objeto cientfico se
construye deliberada y metdicamente y es preciso saber todo ello
para preguntarse sobre las tcnicas de construccin de los proble-
mas planteados al objeto. Una metodologa que no se planteara
nunca el problema de la construccin de las hiptesis que se deben
demostrar no puede, como lo seala Claude Bernard, "dar ideas
nuevas y fecundas a aquellos que no la tienen, servir solamente
para dirigir las ideas en los que las tienen y para desenvolverlasa fin de sacar de ellas los mejores resultados posibles [. .
.
] el
mtodo por s mismo no engendra nada".
3 4
Contra el positivismo que tiende a ver en la hiptesis slo el
producto de una generacin espontnea en un ambiente infe-
M
El uso mo nom aniaco de un a tcnica par t icu lar es e l m s f recu ente ' y
t ambin e l ms f recuen temen te denunc iado : "Dad un mar t i l lo a un n io , d ice
Kaplan, y se ver que todo le habr de parecer merecedor de un mart i l lazo"
(The Coruluct of Inqiry, op. cit., p. 112).
3 4
C . Be rna rd , Introduction Vtude de la mdecine experimental, op. cit.,
cap . n , pa rg ra fo 2 .
-
7/23/2019 Bourdieu, La Construccin Del Objeto
24/32
A C O N S T R U C C I N D E L O B J E T O
7 3
cundo y que espera ingenuamente que el conocimiento de los
hechos o, a lo sumo, la induccin a partir de los hechos, conduzca
de modo automtico a la formulacin de hiptesis, el anlisis eid-
tico de Husserl, como el anlisis histrico de Koyr demuestran, a
propsito del procedimiento paradigmtico de Galileo, que una
hiptesis como la de la inercia no puede ser conquistada ni cons-
truida sino a costa de un golpe de estado terico que, al no hallar
aingn punto de apoyo en las sensaciones de la experiencia, no
poda legitimarse ms que por la coherencia del desafo imagina-
tivo lanzado a los hechos y a las imgenes ingenuas o cultas de
los hech os.
35
Tal exploracin de los mltiples aspectos, que supone un
distanciamiento decisivo respecto de los hechos, queda expuesta
a las facilidades del intuicionismo, del formalismo o de la pura
especulacin, al mismo tiempo que slo puede evadirse ilusoria-
mente de los condicionamientos del lenguaje o de los controles
ile la ideologa. Como lo subraya R. B. Braithwaite, "un pensa-
miento cientfico que recurre al modelo analgico es siempre un
pensamiento al modo del como si (as if thinking) [ . . . ] ; la con-
trapartida del recurso a los modelos es un a vigilancia constan te".
36
Al distinguir el tipo ideal como concepto genrico obtenido por
3 5
E. Husse r l , "D ie Krss is der e ropischen Wis sen sch af ten und die
t ranszenden ta le Phnomeno log ie : E ine Ein le i tung in d ie phnomeno log i sche
Phi losophie" ( t rad . f ran ces a E. Gerr er , "L a cr ise des sc iences europ ennes e t
In phnomenologie t ranscendanta le" ,
Les tudes Philosophiques,
n
s
- 2 y 4,
l ' i i r i s [hay ed . esp . ] ) . Koyr , ms sensib le que cua lquier o t ro h is tor iador de
In ciencia a la ing enios idad ex pe rim ent al de Gali leo, no vacila sin e m ba rg o
t>u observar en el pre juici o de con stru ir una fsica arq ui m ed ian a el prin cipio
motor de la revolucin cientfica iniciada por Gali leo. Es la teora , es decir
imi este caso la intu ici n te rica del princ ipio de ine rcia , que prece de a la
experiencia y la hace posible volviendo concebibles las experiencias suscep-
ii liles
de va l idar la teor a . Cf . A. Koyr , tudes Galilennes, n i , Galile et laU .id'inertie, H erm an n , P a r s , 1966 , pp . 226-227.
3 6
R. B. Bra thwai te , Scientific Explo itation, Cam br idge Unive rs i ty Pre ss ,
( i inibridge, 1963, p. 93. N o es casual si , en c iencias q ue como la econometr ia ,
i
en irren desde ha ce t iem po a la co nstruccin de mod elos, la conciencia del
ce l ipro de " inmunizac in" contra la exper ienc ia que es inherente a todo
imiceso formalista , es decir simplificador, es ms acentuado que en sociologa.
I l Alber t mo str la "coar tada i l im i tada " que s ignif ica e l hbi to de raz on ar
i
-
7/23/2019 Bourdieu, La Construccin Del Objeto
25/32
7 4
E L O F I C I O D E S O C I L O G O
induccin, de la "esencia" espiritual o de la copia impresionista
de lo real, Weber slo buscaba explicitar las reglas de funciona-
miento y las condiciones de validez de un procedimiento que todo
investigador, aun el ms positivista, utiliza consciente o incons-
cientemente, pero que no puede ser dominado ms que si se
utiliza con conocimiento de causa. Por oposicin a las construc-
ciones especulativas de la filosofa social, cuyos refinamientos lgi-
cos no tienen otra finalidad que construir un sistema deductivo
bien ordenado y que son irrefutables por ser indemostrables, el
tipo ideal como "gua para la construccin de hiptesis", segn
la expresin de Max Weber, es una ficcin coherente "en la cual la
situacin o la accin es comparada y medida", una construccin
concebida para confrontarse con lo real, una construccin prxima
a una distancia tal que permite medir y reducir y no aproxi-
mada. El t ipo ideal permite medir la realidad porque se mide con
ella y se determina al determinar la distancia que lo separa .de lo
real [M. Weber, texto n 31}.
Con la condicin de prescindir de las ambigedades que deja
subsistir Weber al identificar el tipo ideal con el modelo, en el
sentido de caso-ejemplo o caso-lmite, construido o comprobado,
el razonamiento como pasaje de los lmites constituye una tcnica
irreemplazable de construccin de hiptesis: el tipo ideal puedeextenderse tan to en un caso tericame nte privilegiado en u n grup o
construido de transformaciones (recurdese, por ejemplo, el
rol que haca jugar Bouligand al tringulo rectngulo como so-
porte privilegiado de la demostracin de la "pitag oric idad ")
3 7
como
en un caso paradigmtico que puede ser, ya sea una pura ficcin
obtenida por el pasaje de los lmites y por la "acentuacin unila-
teral" de las propiedades pert inentes, ya sea un objeto realmente
observable que presenta en el ms alto grado el nmero mayor de
propiedades del objeto construido. Para escapar a los peligros
inherentes a este procedimiento, hay que considerar al tipo ideal,
no en s mismo ni por s mismo a la manera de una muestra
reveladora que bastara copiar para conocer la verdad de la colec-
cin ntegra, sino como un elemento de un grupo de transfor-
maciones refirindolos a todos los casos de la especie del cual es
uno privilegiado. De este modo, construyendo por una ficcin
metodolgica el sistema de conductas que po nd ran los mediosms
racionales al servicio de fines racionalmente calculados, Max W e-
3 7
Vase G. Bachelard , Le rationalisme appliqu, op. cit., pp. 91-97.
-
7/23/2019 Bourdieu, La Construccin Del Objeto
26/32
I A C O N S T R U C C I N D E L O B J E T O
75
ber obtiene un medio privilegiado para comprender la gama de
conductas reales que el tipo ideal permite objetivar, objetivando
su distancia diferencial al tipo puro. No existe el tipo ideal en el
sentido de muestra reveladora ( Insta ncia ostensiva), que haga ve r
lo que se busca, como lo indicaba Bacon, "al descubierto, bajo u n a
forma agrandada o en su ms alto grado de potencia", que pueda
tornarse objeto de un uso riguroso; se puede evitar lo que se ha
llamado "el paralogismo del ejemplo dram tico", varian te del "p a-
ralogismo de la franaise rousse" a condicin de advertir en el caso
extremo sometido a observacin, el revelador del conjunto de casos
isomorfos de la estructura del sistema;
38
es esta lgica lo que hace
a Mauss privilegiar el potlatch como "forma paroxst ica" de la
especie, los cambios de tipo total y agonstico, o que permite ver
en el estudiante literario parisiense de origen burgus y en su
inclinacin al diletantismo, un punto de partida privilegiado para
construir el modelo de relaciones posibles entre la verdad sociol-
gica de la condicin de estudiante y su transfiguracin ideolgica.
E lars inveniendi, entonces, debe limita rse a proporcionar las
tcnicas de pensamiento que permitan conducir metdicamente
el traba jo de construccin de hiptesis al mismo tiem po qu e dism i-
nuir, por la conciencia de los peligros que tal empresa implica, los
riesgos que le son inherentes. El razonamiento por analoga que
muchos epistemlogos consideran el principio primero del descu-
brim iento cientfico est llamado a d esem pea r u n papel especfico
en la ciencia sociolgica que tiene por especificidad no poder cons-
tituir su objeto.sino por el procedimiento comparativo.
38
Para libe-
3 8
As , Goffman concibe a l hospi ta l psiqui t r ico reubicndolo en la ser ie
de insti tuciones, cuarteles, o internados: el caso privilegiado en la serie cons-
t ru ida puede ser entonces aquel que , tomado a is ladamente , mejor d is imula
por sus funciones of ic ia lmente humani ta r ias la lgica de l s is tema de los casos
i somorfos (c f r . E . Gof fman , Asiles, di t ions de Minui t , Par s , 1968) .
3 9
Vase , por e jemplo, G. Polya , Induction a nd Anatogy in Mathem atics,
Princ e ton Un iver si ty Press , Pr in ce to n (N .J . ) , 1954, t s. i y n . Durk hei m suger a
ya pr inc ipios de una ref lexin sobre e l buen uso de la ana loga . "El e rror de
los socilogos biologistas no es haberla usado (la analoga), sino haberla usado
mal. Quisieron, no controlar las leyes de la sociologa por las de la biologa,
s ino deducir las pr imeras de las segundas. Pero ta les deducciones carecen de
valor; pues si las leyes de la vida se vuelven a encontrar en la sociedad, es bajo
nuevas formas y con carac teres espec f icos que la ana loga no permite conje-
turar y que slo puede alcanzarse por la observacin directa. Pero si se ha
comenzado a determinar, con ayuda de procedimientos sociolgicos, ciertas
condic iones de la organizac in soc ia l , hubiera s ido perfec tamente leg t imo
examinar luego s i no presentaban s imi l i tudes parc ia les con las condic iones de
-
7/23/2019 Bourdieu, La Construccin Del Objeto
27/32
7 6
E L O F ICIO DE SO CI L O G O
rarse de la consideracin ideogrfica de casos que no contienen
en s mismos su causa, el socilogo debe multiplicar las hiptesis
de analogas posibles hasta construir la especie de los casos que
explican el caso considerado. Y para construir esas analogas mis-
mas, es legitimo que se ayude con hiptesis de analogas de
estructura entre los fenmenos sociales y los fenmenos ya esta-
blecidos por otras ciencias, comenzando por las ms prximas,
lingstica, etnologa, o incluso biologa. "No carece de inters,
observa Durkheim, investigar si una ley, establecida por un orden
de hechos, no se encuentra en otra parte,
mutatis mutandis-,
esta
comparacin puede incluso servir para confirmarla y compren-
der mejor su alcance. En suma, la analoga, es una forma
legtima de comparacin y sta es el nico medio prctico que
disponemos para conseguir que las cosas se vuelvan inteligi-
b les ."
4 0
En resumen, la comparacin orientada por la hiptesis
de las analogas constituye no slo el instrumento privilegiado de
la ruptura con los datos preconstruidos, que pretenden insisten-
temente ser considerados en s mismos y por s mismos, sino
tambin el principio de la construccin hipottica de relaciones
entre las relaciones.
ii-5.
Modelo y teora
Es slo a condicin de negar la definicin que los positivistas,
usuarios privilegiados de la nocin, dan de modelo, que se le
puede conferir las propiedades y funciones comnmente conce-
didas a la teora.
4 1
Sin duda, se puede designar por modelo cual-
quier sistema de relaciones entre propiedades seleccionadas, abs-
tractas y simplificadas, construido conscientemente con fines de
descripcin, de explicacin o previsin y, por ello, plenamente
manejable; pero a condicin de no emplear sinnimos de este tr-
la organizac in animal , ta l como lo de termina e l b io logis ta de su lado. Puede
preverse inc luso que toda organizac in debe tener carac teres comunes que no
es in t i l de scubr i r " (E . Durkh e im , "Reprsen ta t ions ind iv idue l l e s e t r ep r sen-
tations collectives", Revue de Mtaphysique et de Morale, t . v i , mayo 1898,
rep roduc ido en : Sociologie et philosophie, Par is , F . Alean , 1924, 3
?
ed. ,PUF
Paris , 1963) .
4 0
E . D r k h e i m ,
ibid.
4 1
En este pargrafo , e l vocablo teor a se tomar en e l sent ido de teor a
parcial de lo social (cf. supra, parg. i .7, pp. 48-50).
-
7/23/2019 Bourdieu, La Construccin Del Objeto
28/32
I A C O N S T R U C C I N D E L O B J E T O
77
mino que den a entender que el modelo pueda ser, en este caso,
otra cosa que un a copia que acta com o u n pleona smo con
lo real y que, cuando es obtenida por un simple procedimiento
de ajuste y extrapolacin, no conduce en modo alguno al prin-
cipio de la realidad que imita. Duhem criticaba a los "modelo6
mecnicos" de lord Kelvin por mantener con los hechos slo una
semejanza superficial. Simples "procedimientos de exposicin"
que hablan slo a la imaginacin, tales instrumentos no pueden
guiar el descubrimiento puesto que no son sino, a lo sumo, otra
cosa que una puesta en forma de un saber previo y que t ienden
a imponer su lgica propia, evitando as investigar la lgica obje-
tiva que se trata de construir para explicar tericamente lo que
no hacen ms que representar.
4 2
Ciertas formulaciones cient-
ficas de las prenociones del sentido comn hacen pensar en esos
autmatas que construan Vaucanson y Cat y que, en ausencia
del conocimiento de los principios reales de funcionamiento, ape-
laban a mecanismos basados en otros principios para producir
una simple reproduccin de las propiedades ms fenomenales:
como lo subraya Georges Canguilhem, la utilizacin de modelos
se revel fecunda en biologa en el momento en que se sustituye-
ron los modelos mecnicos, concebidos en la lgica de la produc-
cin y transmisin de energa, por modelos cibernticos que des-
cansan en la transmisin de informacin y dan as con la lgica
del funcionamiento de los circuitos nerviosos.
43
No es una casua-
lidad si la indiferencia a los principios condena a un operacio-
nalismo que limita sus ambiciones a "salvar las apariencias", sin
f>erjuicio de pro pon er tantos modelos como fen m enos h ay , o
multiplicar para un mismo fenmeno modelos que incluso no
son contradictorios porque, productos de un trabajo cientfico,
estn igualmente desprovistos de principios. La investigacin apli-
cada puede contentarse, s in duda, con tales "verdades en uh
50 %", segn la expresin de Boas, pero quienes confunden una
resti tucin aproximada (y no prxima) del fenmeno con la
4 3
Entre los modelos incontrolados que obstacul izan la captac in de las
ana log a s p ro fundas , hay que t ene r en cuen ta t ambin los que t r ansmi te e l l en -
gua je en sus me t fo ra s , aun l a s m s muer ta s (c f r .supra, pa rg . 1-4, pp. 3 7-41 ).
4 3
G . Cang u i lh em , "Ana log ie s and M ode l s in B io log ica l D i scove ry" ,
Scientific Change, Hisorical Studies in the Intelectual, Social and Teckmcal
Conditions for Scientific Discovery and Technical Irwention, from Antiquity
to the Present, Sym pos ium op the His to ry of Sc ience , He ine m ann , L ondon ,
1963, pp. 507-520.
-
7/23/2019 Bourdieu, La Construccin Del Objeto
29/32
78
E L O F ICIO DE SO CI L O G O
teora de los fenmenos se exponen a inexorables fracasos y sin
embargo incomprensibles en tanto no se aclare el poder expli-
cativo de coincidencia.
Confundiendo entre la s imple semejanza y la analoga, re-
lacin entre relaciones que debe ser conquistada contra las apa-
riencias y construida por un verdadero trabajo de abstraccin
y por una comparacin conscientemente realizada, los modelos
mimticos, que no captan ms que las semejanzas exteriores se
oponen a los modelos analgicos que buscan la comprensin de
los principios ocultos de las realidades que interpretan. "Razonar
por analoga, dice la Academia, es formar un razonamiento fun-
dado en las semejanzas o relaciones de una cosa con otra" o ms
bien, corrige, Cournot, "fundado en las relaciones o semejanzas
en tanto stas muestren las relaciones. En efecto, la visin de la
mente, en el juicio analgico, se refiere nicamente a la razn
de las semejanzas: stas no tienen ningn valor desde el mo-
mento que no revelan las relaciones en el orden de hechos en
que la analoga se aplica".
44
Los diferentes procedimientos de construccin de hiptesis
pueden aumentar su eficacia recurriendo a la formalizacin que,
adems de la funcin esclarecedora de una estenografa rigurosa
de conceptos y la funcin crtica de una demostracin lgica del
rigor de las definiciones y de la coherencia del sistema de enun-
ciados, tambin puede cumplir, bajo ciertas condiciones, una fun-
cin heurstica al permitir la exploracin sistemtica de lo posible
y la construccin controlada de un cuerpo sistemtico de hip-
tesis como esquema completo de las experiencias posibles. Pero
si la eficacia mecnica, y metdica a la vez, de los smbolos y de
los operadores de la lgica o de la matemtica, "instrumentos
de comparacin por excelencia", segn la expresin de Marc
Barbut, permite l levar a su trmino la variacin imaginaria, elrazonamiento analgico puede cumplir tambin, incluso carente
de todo refinamiento formal, su funcin de instrumento de des-
cubrimiento, aunque ms trabajosamente y con menos seguridad.
En su uso corriente, el modelo proporciona el sustituto de una
experimentacin a menudo imposible en los hechos y da el medio
de confrontar con la realidad las consecuencias que esta expe-
riencia mental permite separar completamente, porque ficticia-
4 4
A. Cournot ,
Essais sur Jes fondements de nos connaissances et sur les
caractres de la critique philosophique, H ch ete , Pa rs, 1912, p. 68.
-
7/23/2019 Bourdieu, La Construccin Del Objeto
30/32
A C O N S T R U C C I N D E L O B J E T O
7 9
mente: "Luego de Rousseau y bajo una forma decisiva, Marx
ense, observa Claude Lvi-Strauss, que la ciencia social al igual
que la fsica no se construye a partir de los datos de la sensibi-
lidad: el objetivo es construir un modelo, estudiar sus propiedades
y las diferentes maneras en que reacciona en el laboratorio, para
aplicar seguidamente esas observaciones a la interpretacin de lo
que sucede empricamente".
4 5
Es en los principios de su construccin y no en su grado de
formalizacin que radica el valor explicativo de los modelos. Por
cierto, como se ha demostrado a menudo de Leibniz a Russell, el
recurso a "evidencias ciegas" de los smbolos constituye una
excelente proteccin contra las obcecadas evidencias de la intui-
cin: "El simbolismo es til , indiscutiblemente, porque torna las
cosas difciles. Queremos saber qu puede ser deducido de qu.
Al principio todo es evidente por s; y es muy difcil ver si una
proposicin evidente procede o no de otra. La evidencia es siem-
pre enemiga del rigor. Inventemos un simbolismo tan difcil que
nada parezca evidente. Luego establezcamos reglas para operar
con los smbolos y todo se vuelve mecnico".
46
Pero los matem-
ticos tendran menos razones que los socilogos para recordar que
la formalizacin puede consagrar evidencias del sentido comn
en lugar de condenarlas. Se puede, deca Leibniz, dar forma de
ecuacin a la curva que pasa por todos los puntos de una super-
ficie. El objeto percibido no se transforma en un objeto cons-
truido como por un sencillo arte de magia matemtica: peor, en
la medida en que simboliza la ruptura con las apariencias, el sim-
bolismo da al objeto preconstruido una respetabilidad usurpada,
que lo resguarda de la crtica terica. Si hay que precaverse de
los falsos prestigios y prodigios de la formalizacin sin control
epistemolgico, es porque reduciendo las apariencias de la abs-
traccin a proposiciones que pueden ser obcecadamente tomadas
de la sociologa espontnea o de la ideologa, amenaza inducir
a que se pueda ahorrar el trabajo de abstraccin, que es el nico
capaz de romper con las semejanzas aparentes para construir las
analogas ocultas.
La captacin de las homologas estructurales no siempre
tiene necesidad de apelar al formalismo para fundamentarse y
4 5
C. Lvi-S trauss , Tristes tropiques, Plon, Par s , 1956,p 49 [hay ed . esp . ] .
4 6
B. Russell , Mysticism and Logic, and Olher Essays, Doub leday , Anchor
llooks, Nueva York, 1957,
p
(inst . publ. Philosophical Essays, George Al ien
A Un wi n, Lon don, 191C, ed . , Mysticism and Logic, 1917 [hay ed . esp . ] .
-
7/23/2019 Bourdieu, La Construccin Del Objeto
31/32
80
E L O F ICIO DE SO CI L O G O
para demostrar su rigor. Basta seguir el procedimiento que con-
dujo a Panofsky a comparar la Summa de Tom s de Aquino y
la catedral gtica para advertir las condiciones que hacen posible,
legtima y fecunda tal operacin: para acceder a la analoga
oculta escapando de esa curiosa mezcla de dogmatismo y empi-
rismo, de misticismo y positivismo que caracteriza al intuicio-
nismo, hay que renunciar a querer encontrar en los datos de la
intuicin sensible el principio que los unifique realmente y some-
ter las realidades comparadas a un tratamiento que las hace
igualmente disponibles para la comparacin. La analoga no se
establece entre la Summa y la Catedral tomadas, por as decirlo,
en su valor facial, sino entre dos sistemas de relaciones inteligi-
bles, no entre "cosas" que se ofreceran a la percepcin ingenua
sino entre objetos conquistados contra las apariencias inmediatas
y construidos mediante una elaboracin metdica
\E. Panofsky,
texto n? 32].
De esta manera, es en su poder de ruptura y de generali-
zacin, los dos son inseparables, que se reconoce el
modelo te-
rico-. depuracin form al de las relaciones e ntre aquellas que
definen los objetos construidos, puede ser transpuesto a rdenes
de la realidad fenomenal muy diferentes y provocar por analoga
nuevas analogas, nuevos principios de construccin de objetos
[P. Duhem, texto ri\ 33; N. Cam pbell, texto rfi 34]. As como el
matemtico encuentra en la definicin de recta como curva de
curvatura nula el principio de una teora general de las curvas,
ya que la lnea curva es un mejor generalizador que la recta, asi
la construccin de un modelo permite tratar diferentes formas
sociales como otras tantas realizaciones de un mismo grupo de
transformaciones y hacer surgir por ello propiedades ocultas que
no se revelan sino en la puesta en relacin de cada una de las
realizaciones con todas las otras, es decir por referencia al sistema
completo de relaciones en que se expresa el principio de su afi-
nidad estructural .
47
Es ste el procedimiento que le confiere su
4 7
Es e l mismo procedimiento , que cons i s te en concebi r e l caso par t icular
e inc luso e l conjunto de casos rea les como casos par t i culares de un s i s tema
ideal de composic iones lgicas , que en las operac iones ms concre tas de la
prc t ica sociolgica como la in terpre tac in de una re lac in es tads t i ca puede
terminar invi r t i endo la s igni f icac in de la nocin de s igni f ica t iv idad es tads t i ca :
as como la matemt ica pudo cons iderar l a ausencia de propiedades como una
propiedad, de l mismo modo una ausencia de re lac in es tads t i ca ent re dos
var iables puede ser a l t amente s igni f ica t iva s i se cons idera es ta reaccin dent ro
del s i s tema comple to de re lac iones de la que forma par te .
-
7/23/2019 Bourdieu, La Construccin Del Objeto
32/32
I A C O N S T R U C C I N D E L O B J E T O 81
fecundidad, es decir su poder de generalizacin, a las compara-
ciones entre sociedades diferentes o entre subsistemas de una
misma sociedad, por oposicin a las simples comparaciones susci-
tadas por la semejanza de los contenidos. En la medida en que
estas "metforas cientficas" conduzcan a los principios de las
homologas estructurales que pudieran encontrarse sumergidas
en las diferencias fenom enales, son, como se ha dicho, "teoras en
miniatura" puesto que, al formular los principios generadores y
unifcadores de un sistema de relaciones, satisfacen completa-
mente las exigencias del rigor en el orden de la demostracin y
de la fecun didad, en el orden del descubrimiento, que de finen un a
construccin terica: gramticas generadoras de esquemas, pasi-bles de ser transpuestas, proporcionan el principio de los proble-
mas y de cuestionamientos indefinidamente renovables; realiza-
ciones sistemticas de un sistema de relaciones verificadas o a
verificar, obligan a un procedimiento de verificacin que no
puede ser ms que sistemtico en s mismo; productos conscien-
tes de un distanciamiento por referencia a la realidad, remiten
siempre a la realidad y permiten medir en la misma las propie-
dades que su irrealid ad slo posibilita descubrir com pletam ente,
por deduccin.
48
4 8
Ser a indispensable en c ienc ias soc ia les una educacin de l esp r i tu
i icnt f ico pa ra que , po r e jem plo en sus infor m es de encues ta los socilogos
rompan ms a menudo con e l procedimiento induct ivo que a lo sumo conduce
i i un ba lance recapi tu la t ivo (cfr . infra, pa rg . n i .2 , p 91) pa ra reo rgan iza r en
funcin de un pr inc ipio unif icador (o de var ios) , a f in de expl icar s is temt i -
i mnente , e l con junt o de re lac iones emp r icam ente comp robadas, es dec i r pa ra
obedecer en su prc t ica a la exigencia ter
top related