bienestar y consumo
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BIENESTARCONSUMOY
EL CONSUMIDOR MEXICANO DEL SIGLO XXI
JOS MERINOC O O R D I N A D O R
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BIENESTARCONSUMOY
EL CONSUMIDOR MEXICANO DEL SIGLO XXI
JOS MERINOC O O R D I N A D O R
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BIENESTARCONSUMOY
EL CONSUMIDOR MEXICANO DEL SIGLO XXI
JOS MERINOC O O R D I N A D O R
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Bienestar y consumo. El consumidor mexicano del siglo XXI PROCURADURA FEDERAL DEL CONSUMIDORISBN 978-607-96002-0-4
Av. Jos Vasconcelos 208, col. Condesa, del. Cuauhtmoc, Mxico, DFCP 06140 Tel. 5625 6700 y 01800 468 8722www.profeco.gob.mxwww.consumidor.gob.mx
Queda prohibida la reproduccin parcial o total, directa o indirecta del contenido de la presente obra, sin contar previamente con la autorizacin expresa y por escrito de los editores, en trminos de lo as previsto por la Ley Federal del Derecho de Autor y, en su caso, por los tratados internacionales aplicables.
Ilustracin de portada: Jonathan Isaac Lpez VillanuevaFotografa adicional: Dreamstime
-
PROCURADURA FEDERAL
DEL CONSUMIDOR
Bernardo Altamirano RodrguezProcurador Federal del Consumidor
COMIT EDITORIAL
Gerardo Rodrguez Snchez Lara Coordinador General de Educacin
y Divulgacin
Tania Rodrguez OrtizCoordinadora General de Administracin
Roberto Bello SalcedoDirector General de Difusin
Alejandro P. Celis AlbarrnDirector General de Estudios sobre Consumo
Pilar Lpez FernndezDirectora de Anlisis de Mercados
Carlos Martnez VelzquezSecretario particular del Procurador
Federal del Consumidor
Joel PhillipsEditor
Marco MenndezCorrector de estilo
COORDINACIN
DE LA PUBLICACIN
Jos MerinoCoordinador
Fernando del Villar AriasCoordinador editorial y direccin de arte
Cynthia Castan LealSubcoordinadora editorial
Hugo Alfredo Hinojosa DazEditor
Gabriela CordourierConsultora cuantitativa
Alejandro Snchez Entrevistas
Jonathan Isaac Lpez VillanuevaInfografas
Marisol Cruz Martnez Diseadora editorial
Patricia Madrigal ElizondoFotografa
-
ndice
Introduccin
Consumo energticoAntonio ViVAnco cAsAmAdridDirector general de la Comisin Federal de Electricidad (CFE)
entrevista39
Gasto en movilidad
GUiLLErmo PriEto trEVioPresidente de la Asociacin Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA)
GUstAVo A. crdEnAs ViLLAfAAPresidente de la Cmara Nacional de Autotransporte de Pasaje y Turismo (Canapat)
entrevistas48
40
50
viii
Bienestar va consumo privado bsico
Consumo alimentario John scott AndrEttA Profesor-Investigador del Centro de Investigacin y Docencia Econmicas (CIDE)
BrUno fErrAri GArcA dE ALBA Secretario de Economa
BErnArdo ALtAmirAnorodrGUEz Procurador Federal del Consumidor
entrevista
sntesis
presentacin
presentacin
hctor BoUrGEs rodrGUEzDirector de Nutricin del Instituto Nacional de Ciencias Mdicas y Nutricin Salvador Zubirn
VicEntE YEz soLLoAPresidente ejecutivo de la Asociacin Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales, AC (ANTAD)
27
x
1
29
30
8
Bienestar va consumo de bienes pblicos
Empleo y fuentes de ingreso
Capital humano: educacin y salud
Uso del tiempo
sALomn chErtoriVski woLdEnBErGSecretario de Salud
JUAn LUis GmEz chAPitALCountry manager Bumeran Mxico
mArcELA EtErnod ArmBUrU
entrevista
entrevista
entrevista
86
108
118
52
Directora investigadora de la Direccin General de Integracin, Anlisis e Investigacin del INEGI
12
10
32
56
90
112
sntesis 54
-
Glosario
Anexo. El papel de las acciones colectivas en el ordenamiento jurdico mexicano
Conclusiones
entrevista
entrevista
ensayo
Bienestar va consumo comunitario
Capital social JAcQUELinE BUtchEr GArcA-coLn Directora del Centro de Investigacin y Estudios sobre Sociedad Civil, AC
182
Gasto cultural y recreativo 190
consUELo sizAr GUErrEro Presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta)
170
194
204
Bienestar va consumo de bienes financieros
Servicios bancarios
Crdito, certidumbre y propiedad privada
JAimE rUiz sAcristnPresidente de la Asociacin de Bancos de Mxico (ABM)
entrevista
AriEL cAno cUEVAsDirector general de la Comisin Nacional de Vivienda (Conavi)
entrevista
136
147
122
Bienestar va consumo de tecnologa e informacin
Telefona fija y mvil
Internet mAUricio BrAVErmAnPresidente de la Asociacin Mexicana de Internet (Amipci)
entrevista
entrevista168
158monY dE swAAn AddAti Comisionado presidente de la Comisin Federal de Telecomunicaciones (Cofetel)
148
162
152
140
126
174
184
220
sntesis 124
sntesis
sntesis
150
172
Jos rAmn cosso dAz Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nacin rodriGo montEs dE ocA Secretario Auxiliar
-
El consumo es un compo-
nente fundamental de la
economa. De una u otra
manera, todos somos
consumidores y participantes
del ciclo econmico.
Compramos alimentos, ropa,
calzado y otros bienes; usamos transporte
pblico o privado, rentamos o somos
propietarios de una vivienda; y somos
consumidores de servicios como la
energa elctrica, el agua potable, el telfono
y la televisin, entre otros.
De esta forma, el consumidor consti-
tuye un agente primordial de la economa,
pues participa y es elemento clave en el ciclo
econmico, al mismo tiempo que, a travs
de sus decisiones, define la etapa final de los
procesos productivos. A su vez, estos patro-
nes de consumo reflejan la solidez y la din-
mica de la economa e impulsan nuevos
mercados y nuevos procesos productivos,
econmicos y sociales.
Es por ello que el consumidor no repre-
senta un individuo ni una decisin aislada de
otros procesos sociales, sino que forma parte
de un sector definido que participa de manera
relevante en diferentes etapas del ciclo eco-
nmico. Esto hace que el consumo no sea
un proceso exclusivamente de adquisicin y
usufructo de bienes y servicios, sino tambin
un proceso de inversin, en el que el
consumo es un componente esencial en el
desarrollo de las empresas y en el fortale-
cimiento de las capacidades productivas de
una sociedad.
Por ejemplo, podemos apreciar cmo el
consumo de ciertos alimentos puede reper-
cutir en los patrones de conducta y en la
salud de las personas, lo que, indudable-
mente, impacta su posibilidad de desem-
pear actividades productivas o de adquirir
otros bienes que incrementen sus niveles de
bienestar como la educacin, la informacin
o la recreacin. En este sentido, el consumo
es un elemento fundamental en el mejo-
ramiento de las condiciones de vida y en el
bienestar de las familias.
De acuerdo con lo anterior, hoy resulta de
gran relevancia contar con un estudio minu-
cioso y detallado, como el que aqu presenta-
mos, que nos permita conocer los patrones
sEcrEtArio dE EconomA
Bruno ferrari Garca de Alba
-
de consumo de las familias mexicanas a fin de
atender sus necesidades como consumidores.
As, este trabajo constituye uno de los esfuer-
zos ms completos que se han realizado para
describir y analizar esta dimensin de la vida
econmica del pas.
Es importante sealar que para estos
efectos, el estudio se construy a partir del
anlisis de dos variables muy importantes
que determinan los patrones generales de
consumo: el ingreso y el gasto total de las
familias de Mxico.
As, mediante el estudio sistemtico de
la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos
de los Hogares (ENIGH) entre 2000 y 2010,
este anlisis ofrece un panorama compa-
rativo de la estructura y de los cambios que
ha tenido el gasto de las familias mexicanas,
tanto por niveles de ingreso como por
niveles de gasto total.
De esta forma, el estudio muestra que
a lo largo de la ltima dcada, los mexica-
nos hemos aumentado nuestro consumo en
varios rubros como resultado de una mayor
estabilidad econmica y de un mayor ingreso
real de las familias. En este sentido, uno de
los hallazgos ms importante ha sido que los
mexicanos de menor ingreso fueron quienes
tuvieron un mayor incremento, no solo en su
ingreso, sino tambin, y en mayor proporcin,
en trminos de gasto total.
De acuerdo con los resultados del anli-
sis, se encontr que el ingreso corriente
promedio de los hogares de los deciles uno,
dos y tres creci en 17%, 14% y 17%,
respectivamente, en trminos reales entre el
ao 2000 y el 2010, lo que signific que, ante
un mayor ingreso, estos hogares pudieron no
solo cubrir sus necesidades bsicas, sino tam-
bin acceder a otros bienes y servicios que
incrementaron sus niveles de bienestar. As,
al finalizar dicha dcada, 70% de hogares con
menores ingresos contaba con un ingreso real
mayor que en el ao 2000.
Estos resultados han estado acompaa-
dos de cambios en la estructura laboral y en
la dinmica de la participacin de la poblacin
econmicamente activa. Mediante el anlisis
de la Encuesta Nacional de
Ocupacin y Empleo (ENOE) de los aos 2005
y 2010, esta obra tambin presenta hallaz-
gos importantes acerca de los cambios en
el mercado laboral mexicano. Entre esos
aos, por ejemplo, el nmero de mexica-
nos econmicamente activos creci ms
que la poblacin total y registr niveles de
edad y de escolaridad promedio ms altos.
De igual modo, en ese quinquenio la par-
ticipacin laboral de las mujeres se incre-
ment con respecto a la de los hombres, de
manera tal, que hoy en Mxico las mujeres
son un componente insustituible de nues-
tro capital humano y de la riqueza de nuestra
fuerza productiva. Avanzamos por el camino
correcto.
Estos y otros hallazgos no son solo
datos aislados. A lo largo de los ltimos
quince aos, Mxico ha construido una
economa fuerte, con finanzas sanas y con
esfuerzos focalizados en los grupos ms
vulnerables, lo que nos ha permitido llegar
a los resultados que aqu presentamos.
Mxico se fortalece y sigue creciendo a pesar
del adverso entorno econmico mundial, y es
claro que en la administracin encabezada
por el Presidente Felipe Caldern hemos
generado las condiciones de una economa
slida y en crecimiento y con un mayor bien-
estar para toda la poblacin, en especial, para
los sectores ms desfavorecidos.
Los invito a que sigamos trabajando
juntos, con fuerza y determinacin, a fin de
seguir avanzando hacia mayores niveles de
bienestar para las familias mexicanas y para
que sigamos construyendo las condiciones
para un crecimiento econmico slido y sos-
tenido en los aos por venir. Solo con el tra-
bajo y el esfuerzo conjunto de los diferentes
rdenes de gobierno, del sector privado y
de la sociedad civil, podremos construir el
Mxico ms justo, ms prspero y con ms
oportunidades que todos anhelamos.
-
Bernardo Altamiranorodrguez
ProcUrAdor fEdErALdEL consUmidor
La Procuradura Federal del
Consumidor (Profeco), en el
marco de la conmemoracin
de su 35 aniversario, realiz
diversas actividades durante
2011, entre ellas las orien-
tadas hacia la investigacin
y generacin de conocimiento. La organiza-
cin de foros estatales merece una mencin
especial, ya que a travs de ellos se convoc
a acadmicos, autoridades estatales y muni-
cipales, representantes de cmaras indus-
triales, lderes de opinin y organizaciones de
la sociedad civil, para reflexionar, a partir de
las realidades de cada regin, acerca
de la transformacin del consumidor del
siglo XXI, la evolucin de los patrones de
consumo y las reglas para prevenir riesgos
y combatir abusos.
En ese mismo contexto, destaca la invi-
tacin que hizo Profeco al doctor Jos Merino
y a su grupo de investigacin, para analizar
los datos de la Encuesta Nacional de Ingre-
sos y Gastos de los Hogares (ENIGH), en el
periodo de 2000 a 2010, y para conocer la
correlacin que existe con los resultados de
la ENIGH y sus campos de accin, por parte
de los responsables y los especialistas en
materia de salud, cultura, vivienda y servicios
bancarios, entro otras. El resultado de este
enorme esfuerzo es el libro Bienestar y con-
sumo. El consumidor mexicano del siglo XXI.
El presente estudio es pionero en la
investigacin del cambio en los patrones de
consumo de la sociedad mexicana durante los
primeros aos de este siglo. En sus pginas
se documenta la drstica transformacin del
consumo en Mxico, que se deriva, en parte,
de los cambios tecnolgicos, sociales y cultu-
rales. Tambin se da a conocer la evolucin de
los consumidores mexicanos, diferenciada por
grupo de ingreso y su efecto en el bienestar,
a travs de rubros como alimentacin,
transporte, tecnologa, educacin y uso del
tiempo, por citar algunos.
Los cambios en el sistema poltico,
la economa mundial, las nuevas tecnolo-
gas y las polticas que han construido mejo-
res condiciones de equidad y libertad, as
como espacios de participacin ciudadana
han determinado el rumbo del pas durante la
ltima dcada. Dichos cambios han generado
-
nuevas oportunidades y retos en el camino
por alcanzar un mejor nivel de vida en los
hogares mexicanos.
Los patrones de gasto y consumo se
han diversificado tanto que, en ocasiones,
se han extendido ms all del gasto en bie-
nes bsicos como los alimentos o medicinas
o, incluso, se han dirigido hacia rubros como
educacin, vivienda, transporte y tecnologa.
Algunos productos que se consumen actual-
mente en varios sectores de la poblacin
mexicana eran poco accesibles hace
algunos aos e inclusive eran considerados
artculos de lujo, como los telfonos celulares
y el internet.
En esta investigacin se seala en qu
consisten los cambios y en qu mbitos se
han manifestado durante esta ltima dcada.
Lo anterior se realiza mediante un anlisis
del gasto y el consumo de los distintos gru-
pos socioeconmicos de la poblacin y la
relacin que estos mantienen con el bienes-
tar. Los datos aqu expuestos resultan inva-
luables, no solo por su valor acadmico, sino
tambin porque nos ofrecen dos panoramas
sobre la evolucin de la sociedad mexicana.
En el primer panorama, que es sin duda
alentador, las cifras muestran la magnitud
de la mejora en la calidad de vida de muchos
mexicanos en aspectos trascendentales como
la alimentacin, la educacin y la vivienda. Por
ejemplo, durante este decenio se dio un gran
paso en la mejora de la calidad de vida de
los sectores de la poblacin con menos
recursos con el incremento de su ingreso,
el cual se ha traducido en un aumento en su
gasto en bienes bsicos, principalmente en
alimentos, combatiendo as la pobreza alimen-
taria que padece esta parte de la poblacin.
Dicho aumento en los ingresos tambin
permiti a estos sectores expandir sus gastos
en rubros como vestido, productos de cuidado
personal, salud y educacin. As, adems de
cubrir sus necesidades bsicas, los sectores
ms necesitados ahora pueden invertir parte
de su ingreso en desarrollo humano, lo cual
es clave para dotar de un mejor futuro a las
nuevas generaciones.
La vivienda es otro mbito en el que se
ha presentado una mejora considerable. En
contraste con el ao 2000, en 2010 ms hoga-
res de todos los sectores socioeconmicos
El presente estudio es pionero en la investigacin del cambio en los patrones de consumo de la sociedad mexicana durante los primeros aos de este siglo. En sus pginas se documenta la drstica transformacin del consumo en Mxico, que se deriva, en parte, de los cambios tecnolgicos, sociales y culturales
-
rEVistA dEL consUmidorn0.1
(1976)
n0.30
n0.59
n0.88
n0.3 (1977)
ed
icio
ne
s
n0.39 (1980)
n0.63 (1982)
reportaron estar pagando la propiedad de
sus viviendas. Esto es el resultado de la
puesta en marcha de programas de crdito
para la vivienda por parte del gobierno fede-
ral, con los que se ha favorecido a millones
de mexicanos.
El segundo panorama que ofrece el pre-
sente estudio corresponde a los retos actuales
y futuros que sociedad y gobierno, juntos, debe-
mos enfrentar para que todos los mexicanos
contemos con los recursos suficientes para
gozar de una vida digna. Uno de los grandes
retos es continuar desarrollando la cobertura
de servicio de salud y educacin para que estn
al alcance de los hogares ms pobres.
De la misma forma, el desarrollo
tecnolgico, la generacin de nuevas ten-
dencias de comunicacin y transporte nos
plantean desafos inditos. Aqu se muestra
una sociedad moderna con un consumo
extenso de aparatos elctricos, transporte y
redes de telecomunicaciones. En concordan-
cia, resulta necesario mantener un desarro-
llo sostenible, por medio del uso eficiente de
recursos y el mayor aprovechamiento de las
oportunidades que nos ofrece la tecnologa.
Con base en lo ya expuesto, Profeco
promueve la construccin de conocimiento
y de espacios donde todos los actores cum-
plan con su responsabilidad en torno al tra-
tamiento de temas vinculados con los retos
que enfrentan. Es fundamental reconocer
que el consumidor es al mercado, lo que el
ciudadano es a la democracia: la esencia y
la razn de existir del sistema que lo cobija,
que lo promueve, y que l mismo genera.
La interdependencia entre los involucrados
en los intercambios comerciales es la clave
En esta investigacin se seala en qu consisten los cambios y en qu mbitos se han manifestado durante esta ltima dcada. Lo anterior se realiza mediante un anlisis del gasto y el consumo de los distintos grupos socioeconmicos de la poblacin y la relacin que estos mantienen con el bienestar
-
n0. 29
n0. 58
n0. 87(1984)
n0.99 (1985)
n0.100
n0.15 (1978) n0.27(1979)
n0.51 (1981)
n0.75 (1983)
para llevar a cabo la proteccin de los dere-
chos del consumidor: desde el gobierno, la
empresa y la sociedad civil. Profeco
promueve el esquema de corresponsabilidad
en la construccin de una Comunidad Pro
Consumidor basada en la confianza. A travs
de herramientas como el Portal del Consu-
midor y la Revista del Consumidor, el consu-
midor puede tomar las riendas de su propia
proteccin, al mantenerse informado, parti-
cipativo, vigilante y propositivo en cuanto a la
evaluacin del trabajo de la autoridad y de las
prcticas comerciales. Esta investigacin es
un ejemplo en el que se concreta un exhaus-
tivo anlisis de las prioridades y necesidades
en Mxico, desde la perspectiva del gasto y el
consumo y de la modificacin de patrones.
Profeco, como agencia moderna de
proteccin al consumidor, debe generar
investigacin y debate sobre las tendencias
de consumo y las prcticas comerciales.
De esta manera podr combatir abusos y
prevenir riesgos de una forma ms eficaz. El
dinamismo de los mercados supera la rigi-
dez operativa en la que se desarrollan las
instituciones. Por eso estas investigaciones
fortalecen a los consumidores en sus anli-
sis para la mejor toma de decisiones.
Es mediante la generacin de informa-
cin, como la que se presenta aqu, como se
pueden plantear estrategias de desarrollo,
tanto econmico como social, para la
construccin de una sociedad con mayor
igualdad y bienestar. Con esta publicacin,
Profeco reitera su compromiso con la inves-
tigacin y estudios de utilidad pblica para el
desarrollo de una sociedad mexicana ms
consciente e informada.
Las cifras muestran la magnitud de la mejora en la calidad de vida de muchos mexicanos en aspectos trascendentales como la alimentacin, la educacin y la vivienda
-
ed
icio
ne
s
n0.101
n0.131
n0.161
n0.190
n0.105-106
n0.136 (1988)
n0.200 n0.195 (1993)
n0.171 (1991)
n0.112 (1986)
n0.201
n0.230
n0.259
n0.288 (2001)
n0.207 (1994)
n0.243 (1997)
n0.267 (1999)
ed
icio
ne
s
n0. 301
n0.330
n0.359(2007)
n0.389
n0.311 (2003)
n0.335(2005)
n0.396 (2010)
ed
icio
ne
s41
8
-
n0. 130
n0. 160
n0. 189
n0.146-147 (1989)
n0.124 (1987)
n0.159 (1990)
n0.183 (1992)
n0. 229
n0. 258
n0. 287
n0.219(1995) n0.228(1996)
n0.255 (1998)
n0.281 (2000)
n0.300
n0.267 (2002)
n0.329
n0.358
n0.323 (2004)
n0.347 (2006)
n0.371 (2008) n0.383 (2009)
n0.407 (2011) n0.418
-
http://bit.ly/librobienestar
CONSULTA DE DATOS
En este link puedes consultar los datos con los cuales se hicieron las grficas de este libro (en formato Excel), as como los datos fuente (en formato stata, junto con los do files), generados a partir de las bases pblicas del INEGI, de la ENIGH y/o la ENOE.
-
Introduccin
-
2 Bienestar y consumo II Introduccin
-
Introduccin II Bienestar y consumo
por qu hacer este libro?El perfil del consumidor mexicano
ha cambiado drsticamente
durante las ltimas dos dcadas.
Hoy tomamos decisiones ms
sofisticadas sobre una canasta
ms amplia de bienes. En esta
transformacin concurren dos
cambios histricos: apertura
econmica y apertura poltica.
La primera ha incidido en los nive-
les de competencia en el mercado,
afectando los precios, a la vez que
ha ampliado el rango de bienes de
consumo disponibles. La segunda
ha permitido un ejercicio ms efec-
tivo de derechos asociados con el
consumo, al tiempo que ha abierto
la puerta para que los votantes
reaccionen electoralmente ante
cambios en sus niveles de bien-
estar, y evalen el desempeo de
quienes toman decisiones.
Estos dos grandes cambios
coinciden, adems, con la genera-
cin de polticas pblicas dirigidas
a una mejor medicin y combate
de la pobreza. La creacin del Pro-
grama de Educacin, Salud y Ali-
mentacin (Progresa) en 1997 y
su continuacin y profundizacin
va el Programa Oportunidades
ha estado dirigida a incrementar
el consumo alimentario presente
en los hogares en condiciones de
pobreza, y a elevar la adquisicin
de capacidades que se trasladen
en el acceso a fuentes de ingreso
futuro, a travs de la adquisicin de
capital humano (i.e. nutricin, edu-
cacin y salud). En la concepcin
misma de estos programas hay un
entendimiento de la pobreza como
la exclusin respecto del consumo
asociado al bienestar, ya sea ali-
mentario, de bienes generadores
de capacidades, o de acumulacin
patrimonial que permita consumo futuro.
As, nuestro entendimiento econ-
mico sobre bienestar ha descansado hist-
ricamente en consumo. Por ello, al intentar
medir y comparar niveles de bienestar en la poblacin,
es comn que usemos sus niveles de ingreso y gasto
como una aproximacin vlida, dado que ello nos da
un indicador sobre el acceso de los individuos al con-
sumo de bienes bsicos para su sobrevivencia digna, a
la vez que permite prever consumo futuro, por medio
del ahorro y la inversin.
Este libro presenta un mapa del consumo de los
mexicanos en la primera dcada del siglo XXI, justa-
mente a partir de esta concepcin de bienestar que lo
vincula con la adquisicin de ingresos y decisiones de
gasto, pero que no se agota ah. Lo hacemos anali-
zando a detalle la evolucin diferenciada entre varios
tipos de consumo y bienestar de los mexicanos entre
distintos grupos de ingreso. Este es el primer
ejercicio que concentra en un solo lugar la descrip-
cin del consumo de los mexicanos en todos los
rubros asociados a bienestar.
Este mapa de consumo es posible gracias a la
disponibilidad de datos generados junto con las pol-
ticas pblicas de medicin y mejora en bienestar de
los hogares y sus miembros. En concreto, usamos la
Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hoga-
res (ENIGH), que es bienal e incluye informacin deta-
llada sobre las fuentes y montos de ingresos de los
hogares; as como sobre sus decisiones de gasto y el
acceso al consumo de bienes pblicos. La continuidad
en el levantamiento de esta fuente nos permite, ade-
ms, contar la historia de la evolucin de los consu-
midores mexicanos durante la dcada pasada, entre
2000 y 2010. Eso es importante, no solo porque provee
una fotografa de los cambios en consumo y bienestar
entre ambos aos, sino porque nos permite ponderar
los efectos, tanto en ingreso como en consumo, de la
crisis financiera ocurrida entre 2008 y 2009.
Los consumidores mexicanos toman hoy deci-
siones ms sofisticadas de consumo sobre un
rango ms amplio de bienes. Esto se relaciona con
una diversificacin en las canastas de ingresos
de los hogares (i.e. trabajo, transferencias, nego-
cios, etctera); pero tambin con el arribo de nue-
vos bienes (i.e. bienes tecnolgicos y financieros), y
con un entendimiento ms complejo del consumo,
3
-
4 Bienestar y consumo II Introduccin Bienestar y consumo II Introduccin
que incluye, por ejemplo, decisiones o restriccio-
nes sobre el uso del tiempo. La ENIGH ha ampliado,
paralelamente a este proceso, el rango de temas y
la especificidad de su medicin. Durante la dcada
pasada se detallaron mediciones previas, por ejem-
plo, en el consumo educativo y de salud, a la vez que
se incluyeron bateras de preguntas para medir el
consumo de otros bienes, como telefona celular,
internet, bienes financieros y, desde 2006, uso del
tiempo dentro de los hogares.
En la redaccin de este libro hay tambin un
enigma emprico: la evolucin y diversificacin del
consumo no se empata con cambios similares en
ingresos, particularmente en hogares de ingresos
menores. La evidencia presentada a lo largo
del libro confirma este enigma y ofrece algunas
respuestas: los hogares de menores ingresos son los
nicos que mostraron incrementos, aunque peque-
os, en ingreso corriente durante la dcada pasada,
explicados en gran parte por transferencias
(pblicas y privadas); al tiempo que elevaron sus nive-
les de ingreso disponible mediante la adquisicin de
bienes de consumo pblicos, especialmente salud;
estos cambios marginales en ingreso implicaron
cambios importantes en patro-
nes de consumo, tanto en montos
como en el rango de bienes con-
sumidos por estos hogares.
Por supuesto, el bienestar
no se limita al consumo presente
de bienes privados bsicos. Una
aspiracin legtima de los indivi-
duos y los tomadores de decisio-
nes, es maximizar la adquisicin
de capacidades y facilitar su tra-
duccin en fuentes de ingreso
necesario. El bienestar es, sobre
todo, un espacio de libertad para
que los individuos lleven a cabo
sus aspiraciones y lo hagan con
la garanta de acceder a fuentes
de ingreso para cubrir sus nece-
sidades de consumo bsicas.
Por ello, en este libro intentamos
agotar de forma descriptiva los
mltiples caminos por los que
el consumo tiene un efecto
positivo en el bienestar.
-
5Introduccin II Bienestar y consumoIntroduccin II Bienestar y consumo
cubrir necesidades bsicas (alimentacin, energa y movilidad)El consumo alimentario es
condicin necesaria para el
bienestar presente y futuro de los
individuos, es el rubro de consumo
irreductible bajo cualquier enten-
dimiento de bienestar. Ahora bien,
los incrementos en ingreso no se
traducen en incrementos similares
en consumo alimentario; de
hecho, el crecimiento en recursos
disponibles incrementa ms que
proporcionalmente el consumo de
otros bienes privados, como ropa y
calzado, vivienda, alcohol y tabaco,
y productos de cuidado e higiene
personal. Por su parte, el consumo
de bienes energticos afecta
directamente la calidad de vida en
los hogares, mientras que eleva
el consumo de otros factores aso-
ciados a bienestar, como higiene,
salud, tiempo e informacin. Finalmente, movilidad se
vincula con dos factores centrales en el bienestar de las
personas: uso de tiempo y acceso a fuentes de ingreso.
garantizar la adquisicin de capacidades (educacin, salud y tecnologa)El concepto de bienestar, como se mencion, se basa
en la ampliacin de libertades y capacidades para que
las personas puedan acceder efectivamente a fuentes
de ingreso y garantizar el consumo futuro. En ese sen-
tido, educacin y salud son formas de consumo pre-
sente para la acumulacin de capital humano para la
generacin futura de ingresos, va el mercado laboral.
Por otro lado, el consumo tecnolgico, medido aqu en
gasto y acceso a telefona fija, mvil e internet, facilita
el acceso a bienes pblicos (como salud y seguridad),
a la vez que reduce costos de transaccin en la adqui-
sicin y distribucin de bienes privados. Del mismo
modo, el consumo de bienes tecnolgicos potencia la
acumulacin de capital humano y el acceso a informa-
cin relevante para el bienestar de los miembros del
hogar, facilita el acceso a bienes pblicos y eleva los
niveles de transparencia y rendicin de cuentas.
-
Bienestar y consumo II Introduccin
traducir capacidades en ingresos (empleo)El principal espacio en el que las capa-
cidades de los individuos se traducen en
bienestar es el mercado laboral, que permite
convertirlas en ingresos. Los ingresos monetarios y
no monetarios de los hogares se transforman en con-
sumo de bienes privados bsicos, pero tambin en
capacidades para otros miembros del hogar, ya sea
a travs de ingresos o del acceso al sistema de segu-
ridad social asociado al empleo formal. Asimismo,
incrementos en ingresos monetarios derivan en la
posibilidad de ampliar el espacio decisional sobre el
uso del tiempo, el ahorro y la acumulacin de capital
fijo. Por supuesto, los ingresos de un hogar pueden
ser tan diversos como las ocupaciones y decisiones
econmicas de sus miembros; no podemos escribir
un libro sobre consumo y bienestar sin analizar mon-
tos y fuentes de ingresos en los hogares, es decir, la
evolucin en la composicin de las canastas de ingre-
sos monetarios.
permitir decisiones de consumo intertemporales (bienes financieros)Cualquier mapa de consumo estara incompleto
sin la inclusin del acceso a los bienes que por defi-
nicin permiten la toma de decisiones econmicas
intertemporales: ahorro y crdito. El ahorro implica la
acumulacin de ingresos como garanta de consumo
futuro, mientras que el crdito es el traslado de ingre-
sos futuros en consumo presente. De igual manera,
ambos permiten la acumulacin de capital para
invertir o acumular capital fijo; es decir, para salir de
niveles de ingreso, consumo y bienestar presentes.
Ahorro y crdito pueden ocurrir por medio del
sistema financiero formal, pero tambin por
mecanismos informales, como la construccin
de una vivienda propia o el uso de cooperativas
y esquemas comunitarios.
ampliar el espacio de libertad para generar ingresos y bienestar (uso del tiempo)El tiempo es un bien escaso en cuya distribucin las
personas obtienen bienestar directo, al consumir
ocio; o bien, de manera indirecta al permitir el con-
sumo de generadores de capacidades que elevan
potencialmente el bienestar futuro;
garantizan el bienestar de los
miembros del hogar mediante ocu-
paciones no remuneradas (i.e. cui-
dado, preparacin de alimentos,
limpieza, acarreo de agua, etc-
tera). El tiempo tambin es un bien
de inversin para la generacin de
ingresos, va su uso en trabajo
remunerado. Claro, hay restriccio-
nes sobre la libertad para distri-
buir el tiempo, que generan costos
de oportunidad: el trabajo no remu-
nerado dentro del hogar es tiempo
que tendra un valor de mercado si
se hubiese usado en una actividad
remunerada, por ejemplo.
reforzar vnculos comunitarios (capital social y cultura)Los hogares consumen regular-
mente bienes que son provistos
gratuitamente por miembros de
su red social inmediata. Se trata
de bienes de consumo, en especie
o monetarios, que afectan posi-
tivamente el ingreso corriente
disponible; o de servicios que tie-
nen un valor de mercado, como
el cuidado de nios, la atencin a
enfermos, o incluso, la consecu-
cin de un empleo. Al ser este un
libro sobre consumo y bienestar,
es inevitable incluir una descrip-
cin de este consumo, ya sea en la
adquisicin de estos servicios gra-
tuitos, o en la medicin de trans-
ferencias de ingreso. El efecto en
bienestar de estos bienes comu-
nitarios no se limita a su valor de
mercado, sino que afectan inte-
gralmente la calidad de vida de los
hogares y las comunidades en las
que se ubican.
En suma, el consumo afecta
el bienestar en varios momentos:
6
-
7Introduccin II Bienestar y consumo
desde la cobertura inmediata de
necesidades bsicas, hasta la
garanta de ingresos futuros y
el acceso a oportunidades para
salir de trampas de pobreza en el
largo plazo. El primer paso para
la adquisicin de capacidades y
su traslado en ingresos futuros,
es comer hoy. La dotacin de bie-
nes pblicos; la acumulacin de
capital humano; la adquisicin de
nutrientes; el acceso al consumo
de bienes financieros y tecnolgi-
cos; todos ellos tienen un efecto
positivo en el tiempo sobre el
nivel de ingreso de los individuos
y/o los hogares; y, por tanto, en
los niveles y tipos de consumo
que elevan sus niveles de bienes-
tar presente y futuro.
El libro est dividido en
captulos que describen estas
conexiones entre consumo
y bienestar. En el primer cap-
tulo abordamos la evolucin de
los ingresos y gastos corrientes
en los hogares, y su efecto en consumo alimentario,
energtico y en movilidad; as como en otros bienes
privados bsicos, como vestido y calzado, produc-
tos de higiene y cuidado personal, o vivienda. En el
segundo captulo nos enfocamos en el consumo de
bienes generadores de capacidades, primero a tra-
vs del tipo de acceso al mercado laboral y la diver-
sificacin de fuentes de ingreso, luego por medio
del consumo en educacin y salud; y en el uso del
tiempo dentro de los hogares. En el tercer captulo
mostramos la evolucin en el consumo de bienes
financieros, ya sea mediante servicios bancarios
formales o en trminos de otros mecanismos de
ahorro y crdito. En el cuarto captulo centramos
nuestro inters en el consumo de tres bienes tec-
nolgicos en los hogares: telefona fija, telefona
mvil e internet. Finalmente, en el quinto captulo,
describimos a detalle la percepcin sobre el acceso
a bienes comunitarios con un valor de mercado (i.e.
cuidado), la evolucin de transferencias pblicas y
privadas en la conformacin de los ingresos de los
hogares, y el gasto en entretenimiento, cultura y
educacin extracurricular.
He aqu, pues, una ambiciosa y exhaustiva carac-
terizacin del consumidor mexicano de la primera
dcada del siglo XXI y sus niveles de bienestar.
-
consumo alimentarioconsumo energticogasto en movilidad
Bienestar va consumo privado bsico
captulo 1
-
123240
Bienestar va consumo privado
-
En trminos de ingreso corriente total (pesos de 2010), es posible apreciar
un crecimiento constante entre el ao 2000 y 2006, as como una cada de
2006 a 2008, y un segundo desplome, de menor magnitud, entre los aos
2008 y 2010. Los hogares de menor ingreso constituyeron el nico grupo
que durante toda la dcada increment de manera sistemtica su gasto
alimentario y tuvo un crecimiento relacionado con transferencias guberna-
mentales en dinero y en especie (como
desayunos escolares, despensas y
programas para adultos mayores).
En este tenor, entre los aos
2000 y 2008, los hogares mexicanos,
en todos los niveles de ingreso regis-
trados, aumentaron su gasto mensual
en electricidad debido, en gran parte, a
que existi una mayor cobertura de la
infraestructura elctrica. Por contraste,
entre 2008 y 2010, dicho gasto mensual
Los hogares mexicanos ms
pobres lograron un mayor
incremento en trminos de
ingreso entre el ao 2000
y 2010, el cual fue mayor en
trminos de gasto total.
Un hogar promedio en el 10%
de mayores ingresos gastaba
34,014 pesos en el ao 2000 y
23,543 pesos en 2010.
En los hogares con pobreza
alimentaria, el gasto total
pas de 3,242 pesos en el ao
2000 a 4,303 pesos en 2010
(el mximo se ubic en 2008:
4,338 pesos), mientras que el
gasto en alimentos pas de
1,444 a 1,708 pesos.
sntesis
10 Bienestar va consumo privado bsico II Resumen ejecutivo
-
se redujo, y para la totalidad del periodo 2000-2010, nicamente 30% de los
hogares con menor ingreso gast ms en electricidad.
En este captulo se observa, adems, que el grupo en el que se
increment el gasto en transporte fue en el de menores ingresos, lo cual
significa que se trasladan ms para consumir bienes, en tanto que los
segmentos poblacionales que ms dependen del transporte pblico son
los intermedios. Entre 2000 y 2010, la
proporcin de hogares con vehculos
particulares creci, con excepcin del
10% de hogares de mayor ingreso que
permaneci con pocas variaciones.
Sin embargo siguen siendo los propie-
tarios de la mayor cantidad de autos: en
2010, por cada auto en 10% de hogares
de menor ingreso, haba 7 en 10% de
hogares de mayor ingreso.
En 2000, un hogar promedio
en el 10% de menor ingreso
erogaba 61.6 pesos (de 2010)
para el pago de energa
elctrica. Esta cifra remont
a 117.7 pesos en 2008 y cay a
86.8 pesos en 2010.
En 2010, por cada auto en el
10% de hogares de menor
ingreso, haba 7 en el 10% de
hogares de mayor ingreso.
11Resumen ejecutivo II Bienestar va consumo privado bsico
-
alimentarioconsumo
Solo los hogares de menores ingresos reportaron crecimientos en gasto durante la dcada pasada, mayores incluso al incremento en sus ingresos corrientes totales. Esta situacin se reflej en sus montos de gasto alimentario y de manera notoria en los gastos en otros rubros. Por contraste, los hogares de mayores ganancias fueron los que reportaron mayores prdidas en ingresos corrientes y una disminucin an mayor en gasto, en donde el rubro menos sacrificado fue, precisamente, el alimentario.
-
consumo alimentarioIngreso, gasto y alimentacin son las variables anali-
zadas en esta seccin, y el principal hallazgo es con-
tundente: los hogares mexicanos de menor
ingreso son los que mayor incremento
tuvieron en trminos de ingreso entre 2000
y 2010. Sin embargo, el incremento es an
mayor en trminos de gasto total; y de forma
interesante, el rubro de gasto de menor crecimiento
en estos hogares fue el de alimentos. Ciertamente, de
entre todos, estos hogares fueron los que ms incre-
mentaron su gasto alimentario, pero el incremento
fue mayor en otros rubros de gasto, como vivienda,
ropa y zapatos, y productos de higiene y cuidado per-
sonal. En contraste, los hogares de mayores ingresos
tuvieron un decremento notorio en el mismo periodo
en trminos de ingreso, gasto total, gasto alimentario,
y el resto de rubros de erogacin. Estos resultados se
confirman si clasificamos a los hogares por condicin
de pobreza en lugar de nivel de ingresos. Ahora bien,
todos los grupos tuvieron una cada en ingresos entre
2006 y 2008, y otra cada, aunque menor, entre 2008 y
2010, particularmente notoria en los hogares de mayor
ingreso (y/o no pobres).
los hogares mexicanos contados por decilesHace 12 aos, en 2000, ramos 99.2 millones de mexi-
canos que vivamos en 23.67 millones de hogares;
para 2010, sumbamos 112.7 millones de personas,
habitando 29.97 millones de hoga-
res. Cmo dividir tantas personas
y tantos hogares de un modo que
nos permita entender la evolucin
de ingresos, gastos, y patrones de
consumo? Por razones de compa-
rabilidad con otros estudios y por
claridad descriptiva, optamos por
dos criterios: deciles de ingreso y
condicin de pobreza. Dentro de los
hogares hay miembros que reci-
ben ingresos por actividades fuera
del hogar o por transferencias, y
puede haber miembros que no
reciben ningn tipo de ingreso (pro-
bablemente porque no estn eco-
nmicamente activos); si sumamos
los ingresos de todos los miem-
bros, obtenemos el ingreso del
hogar; si adems dividimos este
ingreso entre todos los miembros
del hogar, entonces obtenemos el
ingreso per cpita de los hogares.
Ahora imaginemos que pode-
mos ordenar los hogares mexi-
canos en orden ascendente de
acuerdo con este ingreso per
cpita, desde el hogar en el que,
en promedio, sus miembros reci-
ben menos, hasta aquel en el que
1 2 3 4 5 6 7 8 9 1010 % 10 % 10 % 10 % 10 % 10 % 10 % 10 % 10 % 10 %
Menor ingreso o gasto
Menor ingreso y gasto
Mayor ingreso o gasto
Mayor ingreso y gasto
Deciles de ingreso o de gastoSi formamos los hogares o personas con base en su ingreso o gasto, y los dividimos en 10 partes iguales, obtenemos los deciles de gasto o ingreso por hogares o individuos.
Pobreza Utilizamos aqu la clasificacin de pobreza utilizada por Coneval.
Ingresos insuficientes para cubrir una canasta bsica de alimentacin. Deciles de ingreso 1 y 2.
Ingresos insuficientes para cubrir necesidades bsicas de salud,educacin y vestido. Deciles de ingreso 2 y 3.
Ingresos insuficientes para cubrir necesidades bsicas relacionadascon la vivienda. Deciles de ingreso 3 y 4.
Ingresos suficientes para cubrir las necesidades bsicas. Deciles de ingreso 6 a 10.
alimentaria capacidades patrimonial no pobre
Bienestar va consumo privado bsico II Consumo alimentario
14
-
12345678910
2000
2002
2004
2006
2008
2010
Menos desiguales, pero con dos ngulos posibles. Los primeros siete deciles tienen ms ingreso hoy que en 2000, pero los ltimos tres deciles tienen menos ingreso hoy, y la prdida es proporcionalmente mayor.
ingreso
Deciles de ingreso
10
9
87654321
2000
2002
2004
2006
2008
2010
2000 2002 2004 2006 20102008
10
9
8
7
6
5
4
3
2
1
alimentosgasto totalingreso
45,000
40,000
35,000
30,000
25,000
20,000
15,000
10,000
5,000
0
50,000
Deciles de ingreso
Ingreso corriente mensual (pesos de 2010)
Gasto e ingreso son dos fenmenos distintos.El gasto total creci ms que el ingreso en los primeros deciles (pero el crecimiento en gasto en alimentos fue menor); mientras que en los ltimos deciles el decremento en gasto fue mayor que en ingreso.
Decil
es
-
sus miembros reciben ms; formaramos una
fila de 29.97 millones de hogares. Si dividimos
esa fila en 10 partes iguales, obtenemos grupos
idnticos en tamao (2.9 millones de hogares
en cada uno), separados por su nivel de ingreso.
As, el grupo 1 estara formado por el 10% de
hogares de menores ingresos, mientras que el
grupo 10 correspondera al 10% de hogares de
mayores ingresos. A estos grupos, as forma-
dos, se les llama deciles, y en el resto del libro
usaremos esta clasificacin de hogares (con
base en el ingreso per cpita de sus miembros),
para entender su evolucin en trminos de
ingreso, consumo y bienestar.
Pero las fuentes de ingreso son mltiples,
y al momento de sumar necesariamente
tomamos una decisin sobre qu incluir y qu
dejar fuera. Hay dos tipos de ingreso bsicos:
neto y corriente. El ingreso neto incluye lo que
entra en los hogares, monetario o no mone-
tario (pagos en especie, autoconsumo, rega-
los recibidos, y la estimacin de la renta por el
uso de vivienda), pero excluye regalos dados
por el hogar. Es este el ingreso con base en el
cual estimamos los deciles de ingreso descri-
tos en el prrafo anterior. El ingreso corriente,
que usamos como medicin del ingreso por
hogares a lo largo del libro, agrega igualmente
ingresos monetario y no monetario, pero no
resta los regalos dados por el hogar. Esta dis-
tincin fue hecha con el propsito explcito de
permitir la comparabilidad entre el contenido
de este libro y los anlisis hechos por el Con-
sejo Nacional de Evaluacin de la Poltica de
Desarrollo Social (Coneval).
Del mismo modo, y siguiendo la metodo-
loga de Coneval, reprodujimos algunos resul-
tados con base en la condicin de pobreza de
los hogares: alimentaria, en capacidades, patri-
monial, o no pobre. Como definicin elemental,
un hogar en pobreza alimentaria es aquel en el
que sus miembros, dado su ingreso per cpita,
no pueden adquirir una alimentacin mnima-
mente aceptable; en un hogar con pobreza en
capacidades se pueden satisfacer esas nece-
sidades alimentarias, pero no aquellas asocia-
das con el consumo de bienes generadores de
Ingresos estables en hogares pobres. Hay un crecimiento pequeo en el ingreso de los hogares con alguna condicin de pobreza, entre 2000 y 2010, y una cada ms notoria en los hogares no pobres.
Ingresos estables, gastos variables. El gasto total creci ms que el ingreso de los hogares con alguna condicin de pobreza, especialmente en aquellos en pobreza alimentaria.
2000 2002 2004 2006 20102008
No pobre
Pobreza patrimonial
Pobreza de capacidades
Pobreza alimentaria
2000
2002
2004
2006
2008
2010
alimentosgasto totalingreso
ingreso
No pobre
Pobreza patrimonial
Pobreza de capacidades
Pobreza alimentaria
17
-
capacidades (i.e. educacin y salud); un hogar
en pobreza patrimonial logra satisfacer los
dos anteriores, pero su ingreso per cpita no
alcanza para adquirir mnimos indispensables
de vivienda, vestido, calzado y transporte de los
miembros del hogar; finalmente, un hogar no
pobre es aquel en el que el ingreso per cpita de
los miembros basta para cubrir las tres necesi-
dades de consumo sealadas.
Por supuesto, en estas categorizaciones
de pobreza, el ingreso es un factor central; no
sorprende, entonces, que sean mediciones
altamente correlacionadas. La correlacin
entre las condiciones de pobreza y el ingreso
corriente mensual de los hogares era 74.2%
en 2000 y 72.2% en 2010. Una correlacin muy
alta, pero no perfecta, dado que la medicin
de la pobreza incluye otros factores asociados
con el acceso a bienes pblicos, as como con-
diciones de la vivienda. Si hacemos un cruce
estadstico entre los deciles de ingreso y las
condiciones de pobreza, los cambios en el
tiempo se vuelven notorios: en 2000, 54% de
los hogares en pobreza alimentaria se encon-
traba en el primer decil de ingreso; esta
proporcin creci a 83.2% en 2006, para colo-
carse en 67.7% en 2010. Por definicin, los
hogares en pobreza alimentaria se colocan
nicamente en los primeros dos deciles de
ingreso, mientras que los hogares con pobreza
en capacidades se ubican entre los deciles 2 y
3; y aquellos en pobreza patrimonial se distri-
buyen bsicamente entre los deciles 3 y 4. Ello
implica que la mayora de los hogares con-
siderados como no pobres se ubica entre los
deciles 6 y 10 (i.e. 50% de hogares de mayor
ingreso). No obstante, en todos los aos una
proporcin se ubica entre los deciles 4 y 5; en
2010, por ejemplo, 11.5% de los hogares no
pobres se ubicaba en alguno de estos deciles.
La imagen se vuelve ms difusa cuando
el cruce lo hacemos por gasto, no por ingreso
(tambin medido en trminos corrientes). Ello
no sorprende dado que, en general, el gasto no
crece en la misma proporcin cuando hay incre-
mentos en ingreso (o viceversa, no decrece
en la misma proporcin cuando hay cadas en
Diversificacin del gasto. Los deciles de menor ingreso destinan una proporcin mayor de gastos a rubros como vivienda y productos de cuidado personal; mientras que los deciles de mayor ingreso han incrementado su proporcin en gasto alimentario.
Consumir en la pobreza. Ante incrementos pequeos en ingresos, los hogares en pobreza alimentaria elevaron su gasto total, especialmente en rubros no alimentarios. Por contraste, respecto al ao 2000, los hogares no pobres gastan proporcionalmente ms en alimentos.
alcoholvestidoalimentoviviendaresto
2000 2002 2004 2006 20102008
2000 2002 2004 2006 20102008
No pobre
Patrimonial
Capacidades
Alimentaria
10
9
8
7
6
5
4
3
2
1
Decil
es d
e in
gres
o
19
-
drsticamente han reducido su
tamao.
ingreso y gasto en los hogaresPara la descripcin de ingresos
hemos optado por medirlos en
trminos corrientes; es decir, con
la inclusin de regalos y transfe-
rencias dadas y recibidas. Conside-
ramos que es as como se obtiene
una medicin ms acertada de lo
que los hogares reciben y consu-
men; y todo indica que, al menos en
lo que toca a los hogares de menos
ingresos, la relevancia de regalos
y transferencias ha crecido en el
tiempo. Por ejemplo, en 2000, el
ingreso neto en los hogares en el
decil 1 representaba 81% de su
ingreso corriente; mientras que
en 2010 represent 76%. Esto
es, los regalos y las transferen-
cias en especie representaron casi
una cuarta parte de su ingreso
corriente. No podemos omitir esta
tendencia si queremos entender la
dinmica de ingreso y gasto en los
hogares mexicanos.
Si hacemos un corte entre
2000 y 2010, como una imagen
de la dcada, 70% de hogares con
menores ingresos (i.e. los prime-
ros siete deciles) report mayores
ingresos en el ltimo ao, parti-
cularmente aquellos en el 30% de
menores ingresos. As, el ingreso
corriente promedio de los hoga-
res en el 10% de menores ingre-
sos creci 17% en trminos reales
en la dcada; mientras que en el
10% de mayores ingresos decreci
en 22%. En consecuencia, la rela-
cin de ingresos entre los hoga-
res ms pobres y ms ricos cambi
sustancialmente: en 2000, por cada
peso de ingreso en un hogar en el
ingreso). Por ejemplo, en 2000, 97% de los hogares en
pobreza alimentaria se encontraba dentro del 50% de
hogares de menor gasto; mientras que para
2010 esta proporcin cay a 90.5%. Esto es,
para 2010, casi 10% de los hogares que,
por definicin, estaban en el 20% de meno-
res ingresos, se colocaba entre el 50% de
mayor gasto; lo mismo ocurri ese ao con 18% de
hogares pobres en capacidades y 39% de hogares en
pobreza patrimonial. Como es de esperarse, la pro-
porcin de hogares no pobres ubicados entre el 50%
de mayor gasto es mucho ms elevada, 86% en 2010
(91% en 2000).
Emerge un patrn: los hogares de menor ingreso
parecen haber incrementado su consumo, mientras lo
opuesto ocurre con los de mayor ingreso. Confirma-
remos este hallazgo en las siguientes secciones; por
ahora podemos hacer un cruce entre deciles de gasto
y deciles de ingreso. Por ejemplo, en 2000, 74% de los
hogares que se encontraban en el decil 1 de ingreso
tambin se encontraban en el decil 1 de gasto; esto es,
7 de cada 10 hogares colocados en el 10% de hogares
con menores ingresos (netos, per cpita) se ubicaban
tambin en el 10% de hogares que gastaban menos.
Para 2010, esta proporcin cay a 57%; y 30% de ellos
report niveles de gasto correspondientes a los deci-
les 2 y 3. En contraste, en ese mismo ao, 70% de los
hogares en el decil 10 se encontraba en el mismo decil,
contra 78% en 2000.
Esta es una seccin que caracteriza de forma
muy bsica a los hogares mexicanos, como primer
paso para evaluar en las secciones siguientes la evo-
lucin de su consumo. No podemos cerrar este apar-
tado sin describir un fenmeno interesante en cuanto
al tamao de los hogares; es decir, el nmero de
miembros promedio que los componen: los hoga-
res, en todos los deciles de ingreso, redujeron su
tamao; sobre todo aquellos ubicados en el 10% de
menores ingresos (que pasaron de 5.7 a 5 personas),
y aquellos en el 10% de mayores ingresos (de 3 a 2.6
personas). Ahora bien, el nmero promedio de miem-
bros se reduce linealmente, conforme incrementa el
decil de ingreso en el que se encuentran los hoga-
res. Esto muestra un patrn demogrfico que afecta
montos y patrones de consumo: a mayor ingreso,
menor nmero de miembros, pero respecto de 2000,
son los hogares de menor y mayor ingreso los que
Bienestar va consumo privado bsico II Consumo alimentario
20
-
Pobreza
Alguna vez usted o algn menor de 18 aos se acost con hambre?
A AlimentariaB CapacidadesC PatrimonioD No pobre
A AlimentariaB CapacidadesC PatrimonioD No pobre
Alguna vez usted o algn adulto en su hogar dej de desayunar, comer o cenar?
Decil
1
1A
A
C
C
B
B
D
D
2
2 3
3
44
5
5
6
6
7
7
1010
2010
9
9
8
8
Pobreza
Alguna vez usted o algn menor de 18 aos se acost con hambre?
Alguna vez usted o algn adulto en su hogar dej de desayunar, comer o cenar?
Decil
1
1
A
A
C
C
B
B
D
D
2
2
3
3
4
4
5
5
6
6
7
7
10
2008
10
9
9
8
8
Alguna vez se quedaron sin comer? Entre 2008 y 2010, en todos los deciles de ingreso, hay un incremento en la proporcin de hogares en los que adultos y menores se quedaron sin comer por falta de dinero; particularmente notorio en el 10% de hogares ms pobres, en los que pas del 22.1% al 30% en adultos, y del 18.4% al 22.4% en menores de edad. En hogares en pobreza alimentaria los cambios fueron de 20% a 30% y de 16% a 23% respectivamente.
-
2002
2004
2006
2008
2010
2000
2002
2004
2006
2008
2010
2000
2002
2004
2006
2008
2010
2000
2002
2004
2006
2008
2010
2000
2002
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2006
2008
2010
2000
2002
2004
2006
2008
2010
2000
2002
2004
2006
2008
2010
2000
2002
2004
2006
2008
2010
2000
2002
2004
2006
2008
2010
2000
2002
2004
2006
2008
2010
2000
10987654321
decil 1, un hogar en el decil 10 reciba 16.3 pesos; para
2010, este monto cay a 10.9 pesos. Debe tomarse en
cuenta que todos los valores en ingresos entre aos
estn deflactados a pesos de 2010; de modo que resul-
tan perfectamente comparables, y los cambios porcen-
tuales son reales.
Ahora bien, durante esos 10 aos, la dinmica
es ms compleja. Con excepcin de los hogares en el
10% de mayor ingreso; el resto de hogares mostr cre-
cimientos en su ingreso entre 2000 y 2006; una cada
importante entre 2006 y 2010, y otra cada menor entre
2008 y 2010. Por ejemplo, un hogar promedio, en el
10% de menores ingresos, obtena 2,638 pesos en
2000; 3,538 pesos en 2006; 3,122 pesos en 2008; para
terminar el periodo en 2010, con 3,083 pesos. Sos-
pechbamos que la crisis financiera de 2009 haba
tenido un efecto negativo en los hogares mexicanos
y descubrimos una historia ms
compleja: los hogares de menos
ingresos recibieron un golpe mayor
antes de la crisis financiera, y el
efecto de esta en sus ingresos fue
marginal, mientras que s afect
claramente a los hogares de mayo-
res ingresos.
La historia es an ms sor-
prendente si vemos la evolucin
del gasto corriente total de los
hogares: el 10% de los hogares
de menores ingresos (i.e. el decil
1) fue el nico grupo de hogares
que mostr incrementos en gasto
corriente durante todo el periodo
(2000-2010). As, en 2000, por cada
$ 34,014
alcohol y tabacovestidoalimentoviviendaresto
$ 16,340
$ 12,264
$ 10,734
$ 8,917$ 8,217
$ 7,023
$ 5,993$ 5,165$ 3,910
Cambio relativo. El 10% de hogares de menores ingresos fueron los nicos con incrementos en gasto permanentes entre 2000 y 2010.
$ 5,165
Peso sobre peso.Los deciles de menor ingreso gastan ms en alimentos (pesos de 2010), pero sobre todo en otros rubros de gasto no alimentarios; exactamente lo contrario ocurre en los deciles de mayor ingreso.
Deciles
-
2002
2004
2006
2008
2010
2000
2002
2004
2006
2008
2010
2000
2002
2004
2006
2008
2010
2000
2002
2004
2006
2008
2010
2000
Alimentaria Capacidades Patrimonial No pobre
peso gastado por un hogar en el decil
1, un hogar en el decil 10 gastaba 12.8
pesos; en contraste, en 2010, por cada
peso gastado en un hogar en el decil
1, un hogar en el decil 10 erogaba 6
pesos. Esto se debe a incrementos en
el gasto corriente de los hogares en el
10% de menores ingresos, pero tam-
bin a decrementos en el gasto de los
hogares en el 10% de mayores ingre-
sos. Por ejemplo, entre 2000 y 2010 el
gasto corriente mensual de un hogar
en el decil 1 pas de 2,655 a 3,910
pesos; mientras que en un hogar en el
decil 10 pas de 34,014 a 23,543 pesos.
En tanto que el gasto corriente
total creci 43% en la dcada en un
hogar en el decil 1, el gasto en alimentos cre-
ci 28%. S, este es el decil de ingresos con un
crecimiento ms grande en gasto alimentario,
pero otros rubros de gasto crecieron an ms.
Ante una mayor disponibilidad de ingreso,
estos hogares cubren necesidades alimen-
tarias, pero tambin se permiten decisiones
de gasto centradas en el consumo de bienes
no alimentarios. En pesos de 2010, el gasto
en alimentos en el 10% de hogares de meno-
res ingresos pas de un promedio de 1,242 a
1,587 pesos mensuales; mientras que en un
hogar en el 10% de mayores ingresos pas de
4,445 a 4,469 pesos. As, por cada peso gas-
tado en alimentos por un hogar en el decil1
en 2000, un hogar en el decil 10 gastaba 3.6
pesos, contra 2.8 pesos en 2010. Visto de otro
modo, de cada 100 pesos de gasto, en 2000 un
hogar en el decil 1 destinaba 47 pesos a ali-
mentos y un hogar en el decil 10, 13 pesos;
para 2010 este monto baj a 41 pesos para el
decil 1 y subi a 19 pesos para el decil 10.
El patrn es claro: en el 30% de los
hogares de menores ganancias, el ingreso
corriente creci en la dcada ms que en el
resto de hogares; el gasto corriente creci an
ms que el ingreso, pero el gasto alimenta-
rio creci en menor proporcin. En contraste,
el 30% de hogares de mayores ingresos son
los nicos con cadas en ingreso corriente en
la dcada, y reducciones mayores en gasto. El
patrn se confirma incluso si clasificamos a
los hogares por condicin de pobreza en lugar
de decil de ingreso.
Pensemos en un hogar en pobreza ali-
mentaria. En 2000, este hogar reciba un
ingreso corriente mensual promedio de 3,417
pesos; gastaba 3,242 pesos, y de estos, 1,444
pesos se destinaban a alimentos. Para 2010,
reciba 3,631 pesos en ingresos corrientes
mensuales; gastaba 4,303 pesos (recorde-
mos que incluye regalos y transferencias),
y destinaba a alimentos 1,708 pesos. As,
en la dcada entre 2000 y 2010, un hogar en
pobreza alimentaria report un incremento
de 6.3% en ingreso corriente, 32.7% en gasto
corriente, y 18.2% en gasto alimentario. En
Crisis y gasto. Los hogares en alguna condicin de pobreza elevaron su gasto, con una cada pequea despus de la crisis financiera de 2009, y particularmente aquellos en pobreza alimentaria, que pueden, en consecuencia, gastar ms en rubros no alimentarios. La historia es exactamente opuesta en el caso de los hogares no pobres.
$14,502
$5,426
$4,338
$6,550
23
-
contraste, en el mismo periodo, un hogar no pobre
tuvo un decremento promedio de 10.4% en ingreso y
de 15.2% en gasto total, aunque el gasto en alimentos
se mantuvo estable.
La conclusin apunta al mismo lugar. Los hoga-
res ms empobrecidos estn hoy mejor respecto al
inicio de la dcada en trminos de ingreso, pero noto-
riamente en trminos de gasto, que se refleja en
gasto alimentario, y, sobre todo, en otros rubros (que
analizaremos en la seccin siguiente). Esto se debe
centralmente a un efecto marginal de la crisis finan-
ciera en estos hogares, que no revierte las ganan-
cias notorias en todos los rubros entre 2000 y 2006.
En contraste, los hogares no pobres mostraron incre-
mentos ms moderados en esos primeros seis aos,
pero decrementos ms dramticos durante los cuatro
ltimos aos de la dcada, terminando el periodo con
ingresos ms bajos, que derivaron en reducciones
an ms amplias en trminos de gasto, aunque man-
tienen montos similares de gasto en alimentos.
otros rubros de gastoRespecto al inicio de la dcada, los hogares de
menor ingreso gastaron, en 2010, una proporcin
menor en alimentos, y una proporcin mayor en
otros rubros, particularmente vivienda, transporte
(analizado a detalle ms adelante), y productos
de cuidado e higiene personal. Exactamente lo
contrario ocurre en los hogares con mayor ingreso.
El principal resultado de esta seccin no es menor:
entre 2000 y 2010 solo los hogares en el decil 1
erogaron montos mayores en todos los rubros de
.0001.0001
.00008.00008
.00006.00006
.00004.00004
.00002.00002
00 5,000 10,000 15,000 20,00020,000 40,000 60,000 80,00000
Distribucin de ingreso corriente total. El ingreso encuentra su mxima frecuencia entre los 5 y 6 mil pesos, mostrando una mejora entre 2000 y 2010, y un leve retroceso entre 2008 y 2010, mayor a ms altos niveles de ingreso.
gasto; mientras que en el mismo
periodo, solo los hogares en el
decil 10 mostraron decrementos
en todos los destinos de gasto.
Un incremento de 17% en
ingreso corriente y de 43% en
gasto corriente, muestra cambios
drsticos en decisiones de gasto
en los hogares de menores ingre-
sos en Mxico. En efecto, estos
hogares son los que reportan un
mayor incremento real en gasto
alimentario, de 28%, pero el incre-
mento en el resto de rubros es
mayor. Un hogar promedio, en el
10% de menores ingresos, gast,
en 2010, 67.6% ms en vivienda;
66.1% ms en transporte y pro-
ductos de cuidado e higiene per-
sonal; 60.9% ms en alcohol y
tabaco; y 42.9% ms en vestido
y calzado. Esto parece confirmar
que pequeos cambios en ingreso
disponible derivan en cambios
radicales en decisiones de gasto
en hogares de muy bajos ingresos.
En sentido contrario, el gasto
parece ser altamente voltil
a cambios en ingreso en los hogares
de mayores ingresos. Decamos
antes que el ingreso corriente pro-
medio en los hogares del decil 10
2002 2004 2008 2010 Versin aumentada de la grfica izquierda
-
.0001.0001
.00008.00008
.00006.00006
.00004.00004
.00002.00002
00 5,000 10,000 15,000 20,000500,000 1,000,000 1,500,00000
Distribucin de gasto corriente total.En ingreso, el gasto ha mejorado respecto al 2000; sin embargo, en 2010 este se ubica en un rango menor que en 2006 y 2008.
cay en 22% entre 2000 y 2010; con
una cada asociada de 30.8% en el
gasto corriente total. Qu rubros
de gasto sacrificaron estos hoga-
res? No el alimentario, que se man-
tuvo estable (+0.5%); pero s el resto:
-38.3% en alcohol y tabaco; -37.4%
en vivienda; -35.6% en transporte y
productos de cuidado e higiene per-
sonal; y -20.6% en vestido y calzado.
De manera ms general, en
la dcada pasada solo 70% de los
hogares de menor ingreso report
mayor gasto en vivienda, trans-
porte y bienes de higiene personal;
y entre menor el ingreso mensual
de los hogares, ms alto el incre-
mento. Por su parte, el crecimiento
en gasto en vestido y calzado
ocurre solo en 30% de menores
ingresos, mientras que en 70%
de mayores ingresos decreci, y
a mayor ingreso de los hogares,
mayor el decremento proporcio-
nal. Por ltimo, el gasto en alcohol
y tabaco crece nicamente en los
deciles 1 y 9.
Quiz sea ms ilustrativo si se
presenta el cambio en pesos. Pen-
semos en dos hogares entre 2000
y 2010, uno ubicado en el decil 1 y
otro en el decil 10. El gasto mensual
promedio en vivienda pas de 437 a 733 pesos para el
primero, y de 9,084 a 5,685 pesos para el segundo. El
gasto en vestido y calzado pas de 132 a 189 pesos para
el primero, y de 1,300 a 1,032 pesos para el segundo. En
el resto de gastos (transporte, productos de higiene per-
sonal, entre otros) pas de 837 a 1,390 pesos en el pri-
mero, y de 19,005 a 12,246 pesos en el segundo. Por
ltimo, en alcohol y tabaco, el gasto en el hogar en el
decil 1 pas de 7 a 11 pesos, mientras que en el hogar en
el decil 10 pas de 179 a 111 pesos mensual promedio.
A partir de los resultados descritos, se puede
inferir que los hogares en alguna condicin de
pobreza incrementaron su gasto en todos los rubros,
en particular aquellos en pobreza alimentaria, mien-
tras que los hogares no pobres lo redujeron. Lo inte-
resante es observar cmo distintas condiciones de
pobreza derivaron en patrones distintos de asigna-
cin de gasto. Por ejemplo, el gasto corriente creci
33% en los hogares en pobreza alimentaria, con un
incremento del 18% en gasto alimentario; pero tuvo
un crecimiento de 51% en el rubro resto, que incluye
transporte y productos de higiene personal, entre
otros; de 38% en vivienda; y 28% en ropa y calzado. En
contraste, en los hogares con pobreza en capacidades
y patrimonial, el incremento en gasto es ms mode-
rado, y su principal destino es el rubro de vivienda,
el destino de gasto, junto con transporte y productos
de cuidado personal, en el que los hogares no pobres
redujeron ms su gasto en el periodo. En suma, los
ms pobres gastan un poco ms, los no pobres un
poco menos; y los primeros redistribuyeron su gasto
en los rubros que los segundos sacrificaron.
2002 2004 2008 2010 Versin aumentada de la grfica izquierda
-
JohnScott Andretta
Durante la crisis de 1994 a 1995
se dio un aumento en la pobreza:
esta pas del 21% al 37%. Existie-
ron algunos casos en los que las
familias sacaron a sus hijos de
las escuelas para ponerlos a tra-
bajar; muchos de esos jvenes,
por desgracia, nunca regresa-
ron a las aulas. Por si fuera poco,
aument la mortandad infantil
por la baja calidad de nutrientes
y por las pocas posibilidades de
tener atencin mdica general.
Con esas palabras, John
Scott muestra el panorama real
de mediados de la dcada de
los noventa, mientras contina
narrando otras historias de fami-
lias de todas las clases sociales
que lo perdieron todo. Con lo ante-
rior, nos adentramos a conocer
distintas interrogantes de inters,
como el patrn del consumo nacio-
nal actual, luego de haber gozado,
durante aos, de una supuesta
consolidacin financiera.
Mientras la conversa-
cin avanza, Scott se encuentra
frente a su computadora, en la
que despliega diversas estadsti-
cas, tablas de esos aos y anli-
sis comparativos que contrastan
los efectos de la crisis mundial de
la dcada pasada (2006 al 2009).
Despus nos habla un poco sobre
el cambio en el consumo que se
dio en los ltimos aos.
Quienes perdieron sus traba-
jos y enfermaron, en ese tiempo,
dejaron de consumir los medi-
camentos necesarios y de reci-
bir asistencia mdica. Tambin se
modificaron los hbitos alimenti-
cios, se dej de consumir ciertos
alimentos por otros de menor cali-
dad, es decir: fuentes de caloras
ms baratas, menos carne, ms
tortillas. Imaginmoslo de esta
forma: uno est destinado a con-
sumir con respecto a lo que gana;
antes se poda invertir y ahora se
pierde el dinero fcilmente.
Luego de la crisis de los aos noventa, la economa mejor. Sin embargo, lleg 2006. Qu pas exactamente?La pobreza alimentaria estaba en
un 13.8% (cifras no muy distantes
de principios de los aos noventa),
pero para 2008 nos encontrbamos
ya en un 18.8%, y la razn principal
que provoc esto fue el desmedido
incremento a los precios de la
canasta bsica, por la crisis inter-
nacional.
No obstante, para 2009 se vivi otra crisis financiera, cmo nos impact?Sin menospreciar la magnitud de la
crisis, se puede decir que no nos fue
tan mal como se esperaba, gracias
a que el pas contaba con buenas
finanzas internas. Si contrastamos
la crisis de 2009 con la de 1995, de
la segunda se pudo salir pronto
debido a que era un problema de
finanzas interno. La crisis de 2009
le peg ms a los sectores urbanos
que a los sectores pobres del medio
rural, ya que estos estn desconec-
tados de la economa de los mer-
cados y de los centros de actividad
econmica nacional.
Debido a esa crisis se perdieron ms de seis puntos del PIB, acaso fue la poblacin rica la que resinti ms la problemtica econmica?La crisis de 2009 no afect a los
pobres extremos; a los pobres con
un nivel moderado y a la clase rica
les fue mal.
Para John Scott Andretta, investigador del Centro de Investigaciones y Docencia Econmicas (CIDE), explicar los
problemas de la crisis ocurrida en Mxico entre 1994 y 1995, en comparacin con los problemas econmicos
actuales, no es ningn reto.
profesor-investigador del centro de investigacin y docencia econmicas (cide)
27
-
La diversificacin de los deciles de gasto. Entre 2000 y 2010, la proporcin de hogares que se encuentran en el mismo decil de gasto e ingreso se ha reducido, particularmente en los deciles 1 (que se ubican en deciles de gasto ms altos) y el 10 (que se ubican en deciles de gasto menores).
Proporcin de hogares en el mismo decil de gasto e ingreso.
Condicin de pobreza y decil de ingreso. Por construccin, los tipos de pobreza se empatan con deciles de ingreso de manera ms o menos estable; no obstante, respecto al 2000, en 2010 una mayor proporcin de hogares en algn tipo de pobreza se ubic en deciles inferiores de ingreso.
10
9
8
7
6
5
4
3
2
1
987
123456
2000
23
45
67
89
10
1
10987
123456
2010
2
3
4
56
78
9
10
1
10
Decil
es d
e in
gres
o
Decil
es d
e in
gres
o
Decil
es d
e in
gres
o
Proporcin en el mismo decil de gasto
Deciles de gasto
Deciles de gasto
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
100
80
60
40
20
0
2010
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
100
80
60
40
20
1 2 3 4 5 6 7 8 9 100
2000
Prop
orci
n de
hog
ares
den
tro d
e la
cond
icin
de
pobr
eza
Pobreza Ingreso
PatrimonialCapacidadesAlimentaria
No pobre
Deciles de ingreso
2000 2010
75.6 57.7
49.4 29.5
38 25.9
32.5 21.4
27.7 23.5
30.4 22.2
34.9 25.2
38.3 30.4
52.1 41.1
79.5 71.6
-
Hctor Bourges Rodrguez
En la actualidad, los especialistas aseguran que el consumidor
nacional es muy inteligente. Los consultorios mdicos y los hos-
pitales, sin embargo, demuestran que los mercadlogos tam-
bin lo son para lograr ciertos objetivos comerciales. El mdico
nutrilogo Hctor Bourges sostiene que la mercadotecnia ha
distorsionado ciertos hbitos de consumo entre la poblacin,
provocando que las personas enfermen por el abuso de los pro-
ductos pobres en nutrientes. Por todo esto, es necesario que la
poblacin aprenda, da con da, a conocer mejor los alimentos
que consume.
Cul es la enfermedad ms comn en los nios debido a la mala alimentacin? Podemos detectar, segn los ndi-
ces de desnutricin infantil, que uno
de cada siete nios tiene una talla
insuficiente para su edad.
Podramos hablar de la obesidad como una enfermedad?La obesidad complica los partos en
las mujeres, complica las cirugas y
favorece a otras enfermedades que
genticamente estn relacionadas.
Pero con un tratamiento adecuado
lo anterior puede controlarse.
Qu enfermedades derivan del aumento de peso?La diabetes, la hipertensin, coles-
terol en la sangre, adems de otros
padecimientos ginecolgicos en el
caso de las mujeres. Sin embargo,
todo lo anterior tambin puede
prevenirse aprendiendo a lle-
var ciertas dietas que beneficien
a nuestro fsico y salud. El ejerci-
cio es una parte importante, no solo
una buena dieta.
El problema son los productos en s o cmo los consumimos?Un adulto no debe consumir por
da ms de 50 gramos de azcar.
Cada refresco de lata les da 28 o 30
gramos, y no se toman solo uno.
Hoy, el consumo promedio es de
160 o 170 gramos. Consumimos la
quinta parte menos de lo recomen-
dado en frutas y verduras. Digamos
que los productos y las personas
son responsables. Es decir, noso-
tros debemos aprender a llevar
dietas balanceadas y eso nos ayu-
dara, ya que podramos consumir
cualquier producto, pero
de manera moderada.
director de nutricin del instituto nacional de ciencias mdicas y nutricin salvador zubirn
gramos de azcar al da es la dosis mxima recomendada para un adulto
50
29
-
Vicente Yez Solloa
Hblenos sobre las caractersticas del consumidor actual, en relacin al pblico de hace ms de 10 aos.Hoy se realizan compras en menor
tiempo, pero con mayor frecuencia.
Ahora tambin se le da importancia a los
artculos para la salud y para el medio
ambiente, pues compran cosas orgnicas.
Con respecto al ao 2000, cmo se ha dado ahora la compra de alimentos y de algunos otros productos necesarios?El 60% de la poblacin destina ahora un
45% de su ingreso en alimentos. Existe
una mejora. Por ejemplo: desde hace 10
aos a la fecha, el consumo de pollo pas
de 20 a 28 kilos cada mes, por habitante.
Antes pocas familias podan acceder a
este tipo de productos. Esta es una mejor
alimentacin y ms barata. Hoy las muje-
res tienen menos tiempo para ir de com-
pras, pero van con mayor frecuencia, ya
que se sumaron a la vida laboral. El que
cada vez haya menos familias en las que
solo el padre trabaje y la mujer se quede
en casa a cocinar y a encargarse de los
hijos, propici que hoy exista una revolu-
cin tanto en las procesadoras de comida
como en los puntos de venta. Las nuevas
tecnologas y la globalizacin han favore-
cido que hoy la calidad sea mejor. Ahora
existen consumidores ms inteligentes,
exigentes y con mayores aspiraciones.
No necesariamente la exhibicin del
producto en los anaqueles marca la
pauta de compra.
Hoy ANTAD vende alimentos u otros artculos que antes no venda?Esta es una parte importante contrario a
lo que se pueda pensar. Antes en ANTAD
nosotros no tenamos estadsticas. De unos
tres aos para ac hemos logrado
desagregar por lnea de mercanca. Antes
nada ms tenamos supermercado, mer-
cancas generales y ropa, pero ahora los
desagregados se dividen en electrnica,
electrodomsticos, hogar. Aqu es donde te
das cuenta de que la gente est comprando
ms cosas y no solo comida y vestido.
Ahora la gente compra aparatos doms-
ticos o electrnica, algo a lo que antes no
tena acceso. Existe un crecimiento enorme
que se aprecia en la adquisicin de ropa,
calzado, enseres mayores, enseres meno-
res y hasta juguetes, que reflejan una
medida de bienestar econmico.
Qu tanto han influido las tarjetas de crdito?Con la ayuda del crdito ya pueden com-
prar artculos como lavadoras, pantallas,
refrigeradores. Esto se debe a que existe
una inflacin baja en cuanto a los crditos,
Pocos hombres en Mxico conocen las peculiaridades del consumidor de alimentos del nuevo siglo como Vicente
Yez Solloa, presidente ejecutivo de la Asociacin Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales
(ANTAD). Tambin sabe de la capacidad que hay en los hogares para satisfacer sus necesidades alimentarias, pues
47.2% del menudeo de los productos alimenticios que se comercializan en el pas se hace en sus tiendas.
presidente ejecutivo de la asociacin nacional de tiendas de autoservicio y departamentales (antad)
30
-
que ayudan a brindarle una estabilidad
econmica al pas.
El consumidor de ahora es ms racional y eficiente?
Hoy los costos se redujeron en un 13%
contra los costos de hace 10 aos, debido a
que la distribucin est centralizada y tam-
bin porque ahora se atiende mejor.
Se puede decir que la crisis de 2009 afect los precios, la calidad y la venta de diversos productos? Todo habra sido peor si no hubiramos
tenido un manejo responsable de las
finanzas pblicas. Sin embargo, en ciertos
estratos, el consumidor cambi de forma-
tos ms finos a formatos ms baratos.
Actualmente ustedes tienen un nivel ascendente en la demanda?El nivel de venta es muy plano para el
potencial econmico de nuestro pas.
Creceramos ms con mejores refor-
mas estructurales.
Qu es lo ms destacable del consumidor del siglo XXI?Un consumidor est ms educado e infor-
mado y toma sus decisiones de compra,
adems tiene dnde escoger sus pro-
ductos, ya que hay una gran variedad de
ellos; considero que ese sera el eje ms
importante. Adems, el consumidor ha
obligado al productor a ofrecer una mejor
calidad, pues el cliente ya no compra
aquello que no cumple con esta caracte-
rstica. Por ejemplo, en productos pere-
cederos tienes un mejor manejo de fros.
Existe tecnologa que impide el maltrato
del producto que se traslada desde la
fbrica procesadora hasta llegar al con-
sumidor con las respectivas etiquetas
que garantizan la calidad.
47%
Hoy los costos se redujeron en un 13% contra los costos de hace 10 aos, debido a que la distribucin est centralizada y tambin porque ahora se atiende mejor
del menudeo de productos alimenticios se comercializa en ANTAD
31
-
energticoconsumo
Tanto en montos reales, como en proporcin respecto a ingresos, nicamente el 30% de hogares de menos ingresos elev su gasto en electricidad durante la dcada pasada, lo que puede reflejar un crecimiento en acceso al servicio. El resto de hogares mantuvo un gasto similar o marginalmente menor. Asimismo, dichos hogares fueron los nicos que elevaron su gasto en combustibles para el hogar (gas, lea o carbn).
-
consumo energticoEl acceso al consumo de bienes energticos mejora
directamente la calidad de vida en los hoga-
res, al afectar otros factores asociados al
bienestar como nutricin, higiene, salud
y, por supuesto, informacin. Asimismo, el
consumo energtico tiene un efecto indirecto en
bienestar al permitir, potencialmente, una redistribu-
cin en los patrones de bienes de consumo asociados a
la adquisicin de capacidades generadoras de ingreso,
en especfico: tiempo.
En todos los niveles de ingreso los hogares mexi-
canos incrementaron su gasto mensual en electricidad
entre 2000 y 2008, y lo redujeron entre 2008 y 2010.
Para la totalidad del periodo, 2000-2010, nicamente
30% de los hogares de menor ingreso gast ms en
electricidad. Del mismo modo, en la adquisicin de
otros bienes energticos (i.e. gas, carbn o lea),
solo 20% de hogares de menor ingreso increment
sus erogaciones; particularmente notorio en el 10%
de menos ingreso, cuyo crecimiento fue de 29% en el
periodo, mientras que, por ejemplo, el 10% de mayor
ingreso lo redujo en 15%.
Estos hallazgos confirman las conclusiones de la
seccin anterior, en la que se observ un crecimiento
ms alto en ingresos y gasto en los hogares de menor
ingreso, que deriv en un creci-
miento en gasto alimentario, pero,
sobre todo, en otros bienes de con-
sumo, como vivienda y, en este
caso, energa. Un patrn que se
confirma si el anlisis se hace con
base en condicin de pobreza, en
lugar de niveles de ingreso.
electricidadMayor gasto en electricidad en los
hogares puede ser reflejo directo de
un cambio en tarifas, en intensidad
de consumo, y/o sntoma de una
mayor cobertura. Esta aclaracin es
relevante dado el principal hallazgo
de esta seccin: entre 2000 y 2010
solo 30% de hogares de meno-
res ingresos increment su gasto
en electricidad; particularmente
aquellos ubicados en el decil 1, que
reportaron un incremento real de
41% en este rubro, mientras que, en
contraste, un hogar promedio ubi-
cado en el decil 10 redujo su gasto
mensual promedio en 31%.
Pobreza, gasto vs. alimentos.Gasto en electricidad como proporcin de gasto en alimentos por condicin de pobreza.
Pobreza, combustible por ingreso (%).Gasto en combustible para la vivienda como proporcin de ingreso por condicin de pobreza.
2010
2004 2002
2008 2006
2010
2000
2010
2008
2004 2002 2000
2006
capacidades patrimonial no pobrealimentaria
Bienestar va consumo privado bsico || Consumo energtico
34
-
2000
2002
2004
2006
2008
109
8
2010
$0 - 1
00
$100
- 200
$200
- 300
$300
- 400
$400
- 500
$500
- 600
$600
- 700
Ms gasto en electricidad a menor nivel de ingreso. Gasto promedio del hogar en energa elctrica por decil de ingreso (pesos 2010).
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